"Intervención en Lo Social" - Alfredo Carballeda. (Resumen)

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 11

“Intervención en lo social” Alfredo Carballeda.

(Resumen)
(Argentina)

Intervención social: se está en la búsqueda de tomarlo como una construcción de un


saber más sistemático, ordenado, con un enfoque multidisciplinario, que vaya más allá
de lo estrictamente social. Ya que es necesario en la intervención, el dialogo con
diferentes disciplinas.
Hoy la intervención social es un concepto mucho más abarcativo, ya no surge
únicamente de los ámbitos más clásicos como por ej. A partir de la aplicación de
políticas sociales, sino que son pensadas desde la ingeniería, la economía, etc.
•El impacto social que tiene un proyecto, también se entiende como intervención
social. No lo es únicamente aquella intervención previamente planeada, sino los
resultados de un proyecto x.

El escenario de intervención atravesó grandes cambios en los últimos 30 años


(cambios que no especifica), pero si afirma que el escenario de hoy, no coincide con el
mandato fundacional de las instituciones.
Al no ser coherente el escenario con los mandatos institucionales, aparece en
ocasiones, la posibilidad de generar alternativas distintas a lo que se hace
habitualmente de parte de las instituciones.
Estos cambios en el escenario, se dan fundamentalmente con el cambio de la sociedad
a partir de la dictadura militar (1976 Arg.), y los mismos implican nuevas demandas a
distintas instituciones. (Ej: Previo a estos cambios, la salud no estaba pensada para
atender al adulto mayor, por lo tanto este se hallaba sin cobertura social. Con el
cambio de escenario, el adulto mayor aparece como un nuevo actor dentro de la
salud)
Si pensamos esto en relación a la familia, vemos que el impacto de la crisis del
desempleo transformo las relaciones y roles familiares, se genera un tipo de familia
que no tiene nada que ver con los mandatos clásicos de las instituciones. La familia
como espacio de socialización, ya no cumple el papel que cumplía hace 30 años.
En lo laboral, con el neoliberalismo el trabajo se vuelve más competitivo, se
transforma en una labor anónima, vinculada a la poca explotación de las capacidades
individuales, pero fuertemente vinculada a la explotación pragmática de la fuerza de
los trabajadores.
Con el desmantelamiento del aparato industrial que se da durante la dictadura, se
pierden los espacios de socialización que se generaban en las pequeñas fábricas y
talleres, algo que no se da en las grandes industrias. Dentro de los talleres, no solo
aprendías el oficio, sino que mediante esa sociabilización aprendías de la vida. Esta
pérdida de sociabilización es clave, por lo que es un elemento de la crisis de este
cambio de escenario.
El barrio es otro elemento clave. Previo al cambio de escenario, los individuos
socializaban en la calle. De chicos jugaban en la cuadra y siempre había un padre
cuidando de todos, había contención. Este espacio de sociabilización se perdió en
términos que se pierden también espacios públicos, y al mismo tiempo se ingresa en el
encierro de las casas. Si continuamos analizando este punto, podemos vincular el
encierro con las grandes fragmentaciones territoriales que hoy tenemos, esto significa
que los barrios no son únicamente un dato geográfico, sino que son un elemento que
implica distintas lógicas de comprender y explicar los problemas.
En relación a esto podemos pensar en la tendencia al ghetto en Arg., al hecho de vivir
en espacios estrechamente cerrados sin salir de ellos. Este factor lleva a que por ej,
muchos jóvenes no conozcan el centro, estando cerca del mismo. Este dato habla de la
falta de sociabilización, así como de la complejidad del escenario, al mismo tiempo que
muestra un gran desafío para la intervención.

Vinculación del concepto de fragmentación, con el “enfriamiento del lazo social” de


Castel.

Lo podemos ver fácilmente en nuestras propias relaciones: la economía del mercado


creó una sociedad competitiva, y trajo la lógica de amigo-enemigo, lo que genera
competencia entre pares, relaciones violentas, sociedades violentas e incluso
instituciones violentas, ya que las mismas son el reflejo de la sociedad.
Todo esto, genera dificultades en la nueva sociabilización.

Explosión de las identidades: se da en los últimos años de Arg., las identidades se


fragmentan al igual que los territorios.
En vinculación con el enfriamiento de los lazos sociales, ocurre que el otro se
transforma en un objeto. Pero cuando yo transformo al otro en un objeto, los dos
perdemos la capacidad de ser sujetos. Entonces, si yo convierto hago al otro un objeto
(debido a los dos factores mencionados), yo también me convierto en objeto.

Carballeda toma conceptos de Lewkowicz:


Crisis de solidaridad sistemática: las instituciones fueron creadas para funcionar de
forma articulada, y hoy vemos que funcionan totalmente desarticuladas, lo cual está
vinculado con el escenario de intervención.
Es decir, el sujeto de la salud, no es aceptado por el sujeto de la educación, así como
este último tampoco es aceptado por el sujeto de la salud.
Ej: un joven llega al hospital porque se corto en el hogar donde vive. Este joven tiene
16, está en conflicto con la ley, tiende derechos sociales vulnerados, ha tenido
escolarización y consume drogas Allí la pregunta es, ¿Quién NO interviene?

• Este problema si no lo reflexionamos, nos sentimos culpables por no saber qué


hacer, cuando en realidad es un problema que trasciende la institución que está
operando, incluso trasciende al país, porque es un problema mundial, ya que hay una
ruptura de lógicas constitutivas de las instituciones.

Las instituciones fueron creadas para atender una temática, pero hoy la demanda de la
sociedad aumento, por lo tanto, se espera que una institución abarque variadas
temáticas. (pág. 7, primer párrafo ejemplo claro)
Antes se recalcaba en que se observen las situaciones de forma integrada, pero la
realidad es que hoy no debe ni pedirse, ya que no hay otra opción que entender
realidad integralmente, porque el escenario que tenemos es totalmente integral.

La crisis no es solo interinstitucional, sino que es intrainstitucional. Porque dentro de


una misma institución, existen distintos actores, lo cuales no son bien recibidos entre
ellos mismos. Con esto no se pretende marcar que todo se está haciendo mal,
sino que debe recalcarse la necesidad de vincular esto con la intervención y reflexión
sobre para qué estamos allí, para qué intervenimos, etc. Si no nos detenemos a
reflexionar esto, se genera un malestar general que llega a hacernos sentir culpables
de algo que nos excede, ya que es una lógica que opera sobre todos desde hace años.

En relación a estas problemáticas sociales complejas, debe hacerse un esfuerzo por


conceptualizar la nueva presencia de un actor múltiple:
Ej: dentro de la escuela hay un alumno con situaciones de abuso, esta situación
prevalece sobre el niño, por lo que va a manifestarse el poder judicial, por lo tanto lo
que va a direccionar el futuro del niño va a relacionarse con el abuso y no con la
educación.

En el 2004 se convoca a Carballeda para trabajar en un proyecto llamado “Fénix”, y se


le pide que trabaje sobre políticas de reinserción.

El primer cuestionamiento que surge es ¿reinsertar donde? Si hablamos previamente


de una sociedad fragmentada.
Si aun los lazos sociales no fueron recuperados, cualquier política de reinserción
fracasaría.
En segundo lugar, la cuestión no es solamente la reinserción, sino la inscripción, ya que
muchos sujetos que aparecen en las instituciones, nunca estuvieron insertados en la
sociedad, por lo tanto no existe tal reinserción. (Ej: niños en situación de calle. Ellos
nunca estuvieron en la sociedad, por tanto no es posible reinsertarlos).
Entonces, en primer lugar debe pensarse una estrategia de inscripción social, e incluso,
debe pensarse en términos de inclusión-exclusión: muchos sujetos estuvieron incluidos
en la sociedad y hoy están excluidos, por lo que en este caso debe pensarse una
estrategia de reinscripción.

En función de las preguntas mencionadas anteriormente, y en función de la existencia


de una tensión, es que surge el concepto de problemáticas sociales complejas.

Aparece en principio la tensión entre necesidades y derechos, la cual no


necesariamente está ligada a los sectores más vulnerables de la sociedad, sino que es
una tensión que atraviesa a la sociedad toda.

A su vez, debe incorporarse la noción de deseo, ya que el individuo no solo es sujeto


de derecho, sino también sujeto de deseo.

Este factor entonces, agudiza la tensión entre necesidades y derechos.

Carballeda utiliza a Merton para explicar el concepto de “anomia” de Durkheim.

Explica la anomia recurriendo a la tensión, y lo hace desde una perspectiva positivista.


El plantea la tensión que existe entre las expectativas que una sociedad pone, y las
posibilidades de alcanzar esas expectativas reales que tiene cada individuo.
Es decir, a mayor amplitud de expectativas, generalmente, menor posibilidad de
alcanzarlas.

A las tensiones entre necesidades y derechos, y las tensiones entre expectativas y


posibilidades de alcanzarlas que se enfrentan los sujetos, debe agregarse el contexto
de gran incertidumbre que se vive, lo cual termina por definir dicha situación como
una problemática social compleja.

• Hoy vivimos una crisis con respecto al futuro, que si bien hace algunos años atrás la
misma se manifestaba mucho más fuerte, aun hoy esas incertidumbres nos atraviesan,
vivimos en una sociedad sin seguridades o al menos, con pocas certezas.
Ej: En nuestras vidas (actualidad), determinadas circunstancias totalmente azarosas
nos llevaron a estar mejor o peor. Esto no sucedía en los 60’.
En los 60’, quien tenía un titulo, ya contaba con una carrera asegurada.
Hoy, el contar con un titulo, no garantiza ninguna seguridad.

Si vinculamos esta crisis con respecto al futuro, ¿Para qué voy a la escuela?
con las problemáticas sociales, podemos ver que ¿Cuál es el sentido de ir a la
empiezan a aparecer problemas en la educación. escuela si no me asegura nada?

Podemos vincular esto con la crisis del deber, la cual indica que para lograr la libertad
que me otorga el conocimiento, tengo que esforzarme.

Ej: en décadas anteriores, el hecho de ir a la escuela suponía estar a las 7 de la mañana


en plano invierno cantando en el patio previo a la entrada.
Esto no era una cuestión de azar, sino que simbólicamente significaba que para
aprender uno debía esforzarse y sufrir, ya que ese era el pago por mi aprendizaje y
futuro.

Hoy en nuestro contexto, podemos ver que el esfuerzo, el conocimiento y la libertad


no siempre van de la mano.

Caída del pensamiento ilustrado: supone una sociedad donde prevalecen los derechos
subjetivos, entonces yo tengo derecho a hacer lo que quiera.
Ej: Yo si quiero, tengo el derecho a cambiar de sexo.

Carballeda toma ideas de Lipovetzky (subtitulo: “La ética indolora de los tiempos
actuales”) y plantea:
Es difícil pensar en recomponer lazos sociales y generar estrategias de intervención
dentro de estos escenarios y problemáticas sociales complejas, que se vinculan
fuertemente con la explosión de los derechos subjetivos.
En relación a esto, Carballeda marca que el contexto de hoy, estaría siendo
coincidiendo con la famosa metáfora de Weber, donde indica que todos vamos a vivir
encerrados en una jaula de hierro, y allí vamos a construir nuestras propias leyes, al
mismo tiempo que padecemos nuestra propia soledad.

Perdida de la autonomía: La lógica del mercado nos disciplina y nos hace perder
autonomía.
Ej: No necesito de preceptor, porque el mercado me disciplina.
No necesito del capataz, porque trato de ser el mejor empleado de la empresa.

Carballeda toma a Deleuze, que dice: las sociedades disciplinarias que no enseño
Foucault están cambiando a una sociedad autodisciplinaria.

Entonces, si hay autodisciplinamiento no necesito el disciplinamiento del estudio, ya


que este último me lo impongo yo mismo en función de mis propios objetivos.

Ahora, si vinculamos los problemas que venimos mencionando con la intervención,


debemos en principio pensar la intervención como dispositivo, como una trama de
relaciones que se pueden componer y establecer entre distintos componentes.

El concepto de dispositivo que maneja Foucault es útil en este caso para pensar la
intervención social, ya que permite el desarrollo de los abordajes transversales.

Si lo llevamos a la práctica concretamente, podemos comprender que la intervención


se construye a partir de lo que hago con un otro que me plantea una demanda, pero
también lo que hago con los otros que trabajan conmigo en función de los
intercambios y la reciprocidad que hay.
De este modo, la intervención se termina resolviendo mediante lo que llamamos
“contactos amigables” son aquellos amigos/conocidos que uno puede tener por
ejemplo en un hospital, o un amigo de uno del equipo de la intervención. Aquellos
contactos a los que podemos recurrir.

Existen momentos dentro del ejercicio profesional en los que se da una situación
problema, y la estrategia de intervención muchas veces es recurrir a esos contactos
amigables, los cuales no son una red, y es importante destacar, ya que es algo mucho
más complejo que una red, es un dispositivo.
Red concepto muy de los 90’, donde se vincula mucho con la idea de “maqueta”, es
decir, donde había una escuela, al lado estaba la parroquia con la placita, y los niños
allí jugando justo a sus familias. Esto si bien era muy utilizado, difícilmente haya
existido alguna vez, lo que existía realmente era el hecho de tirar una red entre una
institución y la otra, intentando que todo funcionara mejor.

Variable tiempo: el tiempo es clave de entender, ya que si se presta atención, vemos


que el tiempo de la educación es distinto al tiempo de la salud, y el tiempo de la salud
es distinto al tiempo de la justicia por ejemplo.
Por lo tanto, los tiempos que se piden y los tiempos en los que se hacen las cosas
realmente, son diferentes.
La variable tiempo siempre va a relacionarse con la variable espacio y las posibilidades
de intervención.

Entender la intervención desde un espacio intersubjetivo: es importante ya que cada


vez que intervenimos desde cualquier ámbito, estamos generando una inscripción en
el otro.
Siempre hay una expectativa en el otro de lo que va a pasar cuando hay una demanda
hacia nosotros, y la respuesta que surge de esa demanda genera siempre algún tipo de
inscripción.

En toda intervención debemos prestar especial atención al sentido, mucho más en este
contexto de problemas complejos, ya que el sentido tiene que ver con el corto plazo.
Es importante revisar la posibilidad de generar intervenciones que tengan un sentido
estratégico, que piensen en función del media y largo plazo.

Por otro lado, debemos tener cuidado con el determinismo, ya que fuimos formados
bajo el pensamiento positivista de las ciencias naturales, la cual se basa en el
pensamiento causa-efecto.
Pero en las ciencias sociales no nos manejamos de igual forma, ya que mas que
trabajar con causa-efecto, trabajamos con policausalidades, y en lugar de los
determinismos, trabajamos con probabilidades. Por esto, es necesario como base,
realizar una revisión epistemológica, para pensar desde donde estamos interviniendo,
porque lo que más nos atraviesa en la cotidianidad, es la relación causa-efecto.

Ahora bien, al enfrentarnos a los problemas complejos, es importante tener presente


que la relación causa-efecto no nos alcanza para entender estos problemas, ni nos
alcanza para direccionar la intervención.

Cuerpo: en principio se manejaba la división entre cuerpo y alma, posteriormente con


la modernidad, dicha dicotomía se transformo en cuerpo/mente, y la división de estos
hace que nosotros seamos más mente que cuerpo.
Ej: en una conferencia, uno está tratando de estar derecho, olvidándose del cuerpo,
por lo que se está haciendo trabajar más la mente.

Pero si complejizamos el escenario, podemos ver nuevas relaciones con el cuerpo:


estamos trabajando con personas que son cuerpo, que esta separación cuerpo/mente
se expresa mediante la actuación de lo corporal, lo cual podemos ligar por ej. con el
tatuaje: el tatuaje confiere identidad, pero no identidad en función de lo que digo, ni
en función de lo que soy, sino que es la identidad lo que marca mi tatuaje.

Nuestra civilización es la única que separa cuerpo y mente a la perfección, incluso


separa la noción de dolor:
Nuestra cultura es la única donde el dolor no tiene ninguna connotación simbólica, y
en esa línea, interpela la intervención, ya que en ocasiones el padecimiento subjetivo
es tan fuerte que lo hago objetivo, y por ejemplo me corto o me lastimo de algún
modo mi propio cuerpo.

Ej: (Carballeda recuerda épocas de servicio profesional)


A veces llegaban al hospital jóvenes con los brazos marcados, lo cuales no habían sido
intentos de suicidio, sino que eran cortes que respondían a la angustia tan grande que
tenía el joven, que necesitaba ser corporizada.

Siguiendo esta línea, podemos imaginar ahora un niño que vive en la exclusión, en un
asentamiento, en condiciones de hacinamiento, que además de pasar hambre, a la
noche pasa frio. Ese niño, a la mañana va a la escuela, y para el va a ser muy difícil
poder separar su experiencia corporal para poder ser mente y no cuerpo en la escuela.

Esta situación muchas veces se presenta como problemas de conducta, de


violencia, o como problemas de relación, y de tal modo comienza a jugar un papel la
familia.
Pero lo que sucede es que el cuerpo es una experiencia inevitable, el niño no puede
evitar seguir sintiendo hambre o frio por estar en la escuela. Debido a esto, no va a
poder concentrarse, porque no pudo hacer la separación que sí podemos hacer
nosotros en una conferencia.

Pero esta cuestión del cuerpo no es propia de los sectores más vulnerables, sino que
atraviesa a toda la sociedad.
Ej: La persona que se hizo un gran número de cirugías estéticas para parecer más
joven, tampoco está logrando hacer la separación cuerpo/mente, sino que está siendo
más cuerpo que mente.

Orden: se habla de que los jóvenes de sectores populares, carecen de orden, cuando
en realidad, generalmente lo que más tienen es orden: porque las peleas donde el
cuerpo prevalece son muy relegadas, el sentido de las marcas en el cuerpo también
están muy relegadas.
Lo que sucede es que, muchas veces se suprime la falta de un orden simbólico puesto
por la sociedad, o se construye otro orden simbólico puesto por lo que la sociedad no
quiere.
Ej: El joven que es adicto tiene una vida muy ordenada, ya que toda su vida gira en
función de las drogas. Esto lo podemos ver así si se analiza desde otra perspectiva, no
desde el orden simbólico de la sociedad.

Actitud juvenil: actualmente vivimos en una sociedad según Carballeda “manejada por
adultos disfrazados de jóvenes”, donde la actitud juvenil tiene una valoración muy alta,
llegando a superar a la sabiduría.
Ej: una abuela maneja bien internet y es valorada por eso, aunque no se haga del todo
cargo de su nieto.
Lo que aquí sucede es que la abuela seguramente suponga que para su nieto, es mejor
verla manejando de forma excelente internet, antes que otras cuestiones, lo cual no
significa que las abuelas se volvieron “malas”.
De este modo, podemos notar que somos sujetos cada vez mas desprendidos de la
historia, de la identidad, y por lo tanto la intervención puede ser un dispositivo que
haga ver aquello que cada sujeto porta, en función de historia, sabiduría, etc.

Por otro lado, la intervención nos obliga de algún modo a pensar lo singular de la
situación: ya no hay manera de pensar en poblaciones homogéneas.
Es algo muy repetido el planteamiento de que todos los alumnos son diferentes.
Incluso visto desde la universidad, vemos esta singularidad de qué alumno está
preparando la escuela.
El sujeto que construyó la escuela no es del todo bien recibido por la universidad, que
es la siguiente institución educativa.

Compromiso ético: otro punto esencial en la intervención. Es importante darle a la


intervención una capacidad reflexiva.
Tenemos la necesidad de reflexionar sobre lo que hacemos, ya que significa el
hacernos cargo de lo que hacemos y desde donde lo hacemos. Debemos mirar hacia
adentro y reflexionar.
Se esta valorando mucho la importancia de que institucionalmente se recuperen los
espacios de reflexión, aquellos espacios de encuentro no como catarsis, sino
concretamente acerca de reflexionar sobre lo que se está haciendo.
La reflexión ética, se basa en revisar desde donde se interviene y para qué.

Lo macro y lo micro: un tema muy significativo referido a la intervención es el lugar de


encuentro entre lo macro y lo micro, estos factores logran encontrarse es a partir de
un común denominador: el padecimiento.
Ej: cuando me enfrento a un padre desempleado, tengo el indicador de la tasa de
desempleo pero estoy viendo el impacto de ese indicador en lo concreto, y el
padecimiento subjetivo de ese otro, que se traduce en el padecimiento subjetivo y en
la angustia de toda una familia.

Macro: indicador de desempleo.


Micro: angustia de la familia.

Cuando intervenimos en problemas sociales, no intervenimos solo sobre problemas


sociales, intervenimos sobre el padecimiento que generan los problemas sociales.
Esto implica dialogo entre las distintas disciplinas que intervienen. Si bien la palabra
interdisciplina está un poco gastada o debilitada, es importante entender su valor y
retomar el dialogo.
Lo que no quiere decir que sea necesario estar todos juntos sobre la misma persona
todo el tiempo, pero sí será necesario que distintas disciplinas intervengan en el
momento que sea necesario.

• Lo micro implica un lugar de construcción de agenda, ya que cuando


intervenimos, lo que hacemos es visibilizar un problema, y ese problema debe
transformarse mínimamente en agenda institucional.
Preguntas:

• ¿Hasta dónde llegamos en esta intervención sobre el padecimiento, sin hacer


daño?

Históricamente la intervención se vinculo con la administración de recursos y no tuvo


en cuenta la cuestión del padecimiento.
Cuando una persona plantea una demanda, es porque está padeciendo, está
enfrentando un problema social. Si bien se entiende que es una redundancia, es
importante tenerlo presente.
En este sentido, es clave pensar sobre la dirección de la intervención, hacia donde
intervenir en un contexto de crisis de solidaridad sistemática.
Tal vez, debamos vincular la intervención con la recuperación de capacidades y
habilidades, porque en muchos casos, el problema oculta justamente estas
capacidades y habilidades, por lo tanto, en este sentido la intervención es un desafío.

¿Cuántas capacidades perdimos como país? ¿Cuántos científicos no van a llegar a serlo
por hambre? ¿Cuántos maestros, médicos, deportistas, etc. perdimos, o incluso
estamos perdiendo en este momento?

En este sentido, la intervención es un desafío en la medida que se entiende como la


búsqueda de capacidad y habilidad.
De este modo, pensar desde el padecimiento es también pensar desde la otra cara de
la moneda, en el sentido mencionado de buscar las capacidades y habilidades,
contextualizando este tema en las características propias del país.

• En un mundo donde la desintegración se globaliza ¿es posible la integración social


de un país en el contexto actual?

Según el autor, esto es posible. Y argumenta lo siguiente:


Después del 2001 algunas cuestiones comienzan a cambiar en términos de la
fragmentación social, pero más allá de eso, la fragmentación puede resolverse, y la
intervención incide fuertemente en ese punto.

La fragmentación se resuelve desde lo micro, no solo desde lo macro. Es decir, no va a


resolverse con una ley, sino con una mejor distribución de la riqueza, pero a su vez,
también se resuelve con la reconstrucción de lo que se fragmento.
En este caso, la intervención tiene mucho que ver, y sobre todo la intervención
comunitaria.

El trabajar en comunidad implica estar ahí, compartir dentro del ámbito, es


pensar lo comunitario desde otra perspectiva. Es dejar de convocar a la comunidad
para que venga, y comenzar a ir a la comunidad. Implica la posibilidad de volver a
trabajar casa por casa, trabajar con referentes o con personas de movimientos
sociales.
Debemos entender que lo comunitario existía y hubo un quiebre que lo hizo
desaparecer, ese quiebre fue la dictadura. En esta época estaban prohibidas las
reuniones comunitarias, y desde entonces las mismas no se retomaron.
Hoy tenemos la posibilidad no solo de habilitar las comunidades, sino también de
recordarles su importancia, saberes, y lo necesarias que son. Y es allí donde aparece la
cuestión de las capacidades y las potencialidades.

• En relación al lugar de la mujer madre de hogar que quedo vacio, ¿afecto


directamente a la funcionalidad familiar, a la salud y al bienestar integral de los
hijos?

Dentro de las pautas culturales, sí afecto.


Pero para analizar esto debemos ir al escenario de intervención: una cosa es que una
madre salga a trabajar por decisión propia, y otra es que lo haga por necesidad debido
a que su esposo quedo sin trabajo, es decir, obligada.
En este sentido, al tomar a la familia como institución, podemos ver que allí existe una
crisis de legitimidad y de representación.

Las legitimidades caen.


Ej: -¿Dónde está la legitimidades del padre jefe de hogar que hoy está desempleado?
-¿Dónde está la legitimidad de esa madre que la sociedad le que el padre trabaja, la
madre se queda en casa, los niños van a la escuela, y que se come en casa, que la
escuela no es un comedor?

En este caso, debemos mirar el escenario analizando los cambios que se dan en el
lugar de la mujer.
La terciarizacion de la economía trajo consigo cambios en los roles. Y en esta línea,
Carballeda toma el concepto “matrifocalismo” de la psicóloga Srolkiner, el cual refiere
a la cantidad de hogares que tienen cabeza de mujer pero no por decisión de la propia
mujer. Y es allí donde debemos detenernos a reflexionar, ya que es una cuestión que
choca fuertemente con las pautas culturales, por necesidad, y en condiciones
precarias. Pero, sobre todo, esto se da por condiciones de desigualdad.
Entonces: la mujer que fue a trabajar, es más desigual que antes, cuando estaba en su
casa y era su esposo el que trabajaba.

• En relación a la gran cantidad de niños que hoy tenemos altamente medicados, que
incluso llegan a ser tratados por sus familias como objetos y no sujetos, ¿de qué
manera podríamos empezar a abordar el tema, para destapar estas cosas?

En este caso, la clave es un abordaje familiar que tenga presente lo vinculado a lo


social. Y cuando hablamos de lo social no nos referimos a los indicadores, sino a el
hecho de que la sociedad psiquiatriza el conflicto, vivimos en una sociedad que se ha
acostumbrado a psicologizar la vida cotidiana. Por esto, tiene sentido que las
demandas a los servicios de salud mental vayan en aumento.
Dado que la sociedad entiende los problemas como psiquiatrizables, es clave y un
desafío de intervención lograr despsiquiatrizar y despsicologizar, porque de otro modo
lo que genera es: por un lado, la omnipotencia de la psiquiatría/psicología, y a los 5
minutos, la desazón de no saber que hacer a partir de las demandas generadas.
Por lo tanto, debemos trabajar para deconstruir la idea que la sociedad tiene sobre los
problemas que padece, que no causalmente están sesgados por lo
psicológico/psiquiátrico, que impide ver la desigualdad social por ejemplo.
Es decir, de fondo siempre están las desigualdades sociales, pero lo que se hace es
buscar conflictos que derivan de aquellas desigualdades, y tratarlos como el problema
central a atender.
Ej: en lugar de debatir sobre embarazo adolescente, deberíamos debatir sobre los
derechos de los jóvenes o mas precisamente, los derechos de las jóvenes adolescentes
embarazadas.
El objetivo es cambiar un poco el eje de la discusión y del pensamiento.

También podría gustarte