Tafo Trabajo
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La mayoría de los niños con discapacidad intelectual (DI) no desarrollan síntomas evidentes hasta
alcanzar la edad preescolar.
El cuidado prenatal adecuado reduce el riesgo de tener un hijo con discapacidad intelectual (DI).
El apoyo por parte de muchos especialistas, la terapia y la educación especial ayudan a los niños a lograr
el mayor nivel de funcionamiento posible.
Las personas afectadas tienen un funcionamiento intelectual significativamente bajo, lo que limita su
capacidad para afrontar una o más actividades de la vida diaria (habilidades adaptativas) de tal manera
que requieren ayuda permanente. Las habilidades adaptativas se pueden clasificar en varias áreas
Área social: conciencia de los pensamientos de los demás y de sus sentimientos, habilidades
interpersonales y sentido de la realidad social
Área práctica: cuidado personal, organización de tareas (para el trabajo o la escuela), administración del
dinero, y salud y seguridad
Las personas con discapacidad intelectual presentan diferentes grados de deterioro que pueden ir desde
de leves a profundos. Aunque el deterioro está causado fundamentalmente por el funcionamiento
intelectual disminuido (que habitualmente se mide por medio de pruebas estandarizadas de
inteligencia), el impacto sobre la vida de la persona depende más de la cantidad de apoyo que la
persona requiere.
Profundo: un alto nivel de apoyo para todas las actividades diarias, lo cual incluye la posibilidad de un
cuidados especializados exhaustivos
Causas :
La discapacidad intelectual puede tener su origen en una amplia variedad de circunstancias médicas y
ambientales. Algunas son genéticas. Algunas están presentes antes o en el momento de la concepción, y
otras se producen durante el embarazo, durante el parto o después del nacimiento. El factor común es
que algo afecta el crecimiento y el desarrollo del cerebro. Incluso con los últimos avances en genética, en
especial las técnicas de análisis de los cromosomas, a menudo no se puede identificar una causa
específica de la discapacidad intelectual.
· Algunas causas que pueden ocurrir antes de la concepción o durante ésta incluyen
· Infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), citomegalovirus, virus del herpes
simple, toxoplasmosis, rubéola
· Desarrollo anómalo del cerebro (como quiste porencefálico, heterotopia de la sustancia gris y
encefalocele)
· Prematuridad extrema
Algunas causas que pueden producirse después del nacimiento son :
Síntomas :
Algunos niños con discapacidad intelectual presentan anomalías evidentes al nacer o poco después.
Dichas anomalías pueden ser físicas o neurológicas, e incluyen características faciales inhabituales,
tamaño de la cabeza muy grande o muy pequeño, malformaciones en las manos o en los pies y otras
anomalías diversas. A veces estos niños tienen un aspecto normal pero presentan otros signos de
enfermedad grave, como convulsiones, letargo, vómitos, olor anómalo de la orina y trastornos en la
alimentación y en el crecimiento normal. Durante su primer año de vida, muchos niños con discapacidad
intelectual más grave tienen un desarrollo motor tardío y son lentos para rodar sobre sí mismos,
sentarse y levantarse.
Sin embargo, la mayoría de los niños con discapacidad intelectual (DI) no presentan síntomas
perceptibles hasta el periodo preescolar. Los síntomas se manifiestan a edad temprana en los más
gravemente afectados. Por lo general, el primer problema que notan los padres es un retraso en el
desarrollo del lenguaje. Los niños con discapacidad intelectual son lentos para usar palabras, unir
palabras y hablar con frases completas. Su desarrollo social es a veces lento debido al deterioro cognitivo
y a las deficiencias del lenguaje. Los niños con discapacidad intelectual pueden ser lentos para aprender
a vestirse y a alimentarse por sí mismos. Algunos padres no consideran la posibilidad de una deficiencia
cognitiva hasta que el niño está en la escuela o en un centro preescolar y se demuestra una incapacidad
para mantener las expectativas normales para su edad.
Diagnóstico :
· Evaluación del desarrollo y de la inteligencia
· Prueba genética
Muchos niños son evaluados por equipos de profesionales en los que intervienen un neurólogo
pediátrico o un pediatra especializado en problemas de desarrollo, un psicólogo, un logopeda, un
terapeuta ocupacional o un fisioterapeuta, un educador especial, un trabajador social o un miembro del
personal de enfermería.
Cuando existe sospecha de discapacidad intelectual, el médico valora al niño mediante pruebas de
funcionamiento intelectual, para intentar localizar la causa. Aunque la causa de la deficiencia intelectual
del niño sea irreversible, la identificación del trastorno causante permite predecir la futura evolución del
niño, evitar otras pérdidas de habilidades, planificar cualquier intervención que pueda aumentar el nivel
de funcionamiento y asesorar a los padres por si existe riesgo de tener otro hijo con el mismo trastorno.
Prevención
La prevención se aplica a los trastornos ambientales, genéticos e infecciosos, como también a las
lesiones por traumatismo.
El síndrome alcohólico fetal es una causa de discapacidad intelectual altamente frecuente y totalmente
evitable. Muchas asociaciones se ocupan de la prevención de este efecto y orientan muchos de sus
esfuerzos a alertar a las mujeres de las graves consecuencias de consumir alcohol durante el embarazo.
Los médicos recomiendan pruebas genéticas a las personas que tienen un miembro de la familia u otro
hijo con un trastorno hereditario conocido, especialmente los relacionados con la discapacidad
intelectual, como la fenilcetonuria, la enfermedad de Tay-Sachs o el síndrome del cromosoma X frágil. La
identificación de un gen asociado a un trastorno hereditario permite a los consejeros genéticos ayudar a
los padres a comprender el riesgo de tener un hijo afectado.
Las mujeres que planean quedarse embarazadas deben recibir las vacunaciones necesarias,
especialmente contra la rubéola. Las que son vulnerables a trastornos infecciosos que pueden ser
perjudiciales para el feto, como la rubéola y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), deben
hacerse pruebas antes de quedarse embarazadas.
El cuidado prenatal adecuado reduce el riesgo de tener un hijo con discapacidad intelectual (DI). El
consumo de un suplemento vitamínico denominado ácido fólico antes de la concepción y al comienzo
del embarazo, ayuda a evitar ciertos tipos de anomalías cerebrales, especialmente los defectos del tubo
neural.
Los avances en los trabajos de parto y en el alumbramiento, así como en los cuidados de los prematuros,
han ayudado a reducir el índice de discapacidad intelectual relacionado con el parto prematuro.
Tratamiento
Apoyo multidisciplinario
La mejor atención para un niño con ID es la que proporciona un equipo multidisciplinario compuesto por
· Trabajadores sociales
· Logopedas
· Terapeutas ocupacionales
· Fisioterapeutas
· Psicólogos
· Nutricionistas
· Educadores
· Traumatólogos
Otros profesionales también pueden formar parte del equipo si es necesario. Junto con la familia, estas
personas desarrollan un programa amplio e individualizado para el niño, que debe comenzar tan pronto
como se sospeche el diagnóstico de discapacidad intelectual. Los padres y los hermanos del niño
también necesitan apoyo emocional y, en ocasiones, orientación. Toda la familia debe ser una parte
íntegra del programa.
Hay que tener en consideración el conjunto global de aspectos débiles y fuertes de la persona para
determinar el tipo de apoyo necesario. Deben tenerse en cuenta todos los factores relativos a la
discapacidad física, problemas de personalidad, enfermedad mental y habilidades interpersonales. Los
personas con discapacidad intelectual y afectadas por problemas de salud mental concomitantes, como
depresión, han de recibir medicación apropiada en dosis similares a las administradas a personas sin
discapacidad intelectual. De todos modos, administrar medicamentos a estos niños sin proporcionarles
terapia del comportamiento y cambios en su entorno no suele ser eficaz.
Todos los niños con deficiencia intelectual sacan provecho de la educación especial. El Acta Federal para
la Educación de Personas con Discapacidades [Individuals with Disabilities Education Act (IDEA)]
establece que los niños y adolescentes con discapacidad intelectual u otros trastornos del desarrollo
tienen derecho a una educación gratuita y apropiada impartida en las escuelas públicas. La educación
debe impartirse de la forma menos restrictiva posible y en ambientes no excluyentes, donde los niños
tienen la oportunidad de interaccionar con compañeros no discapacitados, con igual acceso a los
recursos de la comunida
Generalmente, para el niño con discapacidad intelectual es mejor vivir en su hogar. Sin embargo, algunas
familias no pueden proporcionarle en el hogar las atenciones que precisa, especialmente en los casos de
discapacidades graves y complejas. Esta decisión es difícil y requiere ser tratada a fondo por la familia y
el equipo profesional de asistencia. Tener en casa un niño con una discapacidad grave requiere un
cuidado abnegado que algunos padres no son capaces o no están en condiciones de proporcionar. La
familia puede necesitar apoyo psicológico. Los trabajadores sociales pueden organizar servicios para
ayudar a la familia. Los cuidados y la ayuda pueden ser proporcionados por centros de atención diaria
(guarderías), por las personas que conviven en el hogar, por los cuidadores del niño y por centros de
atención alternativos (como los centros de respiro familiar). La mayoría de los adultos con discapacidad
intelectual viven en residencias que suministran los servicios apropiados a las necesidades individuales,
así como la oportunidad de realizar actividades de trabajo y recreativas.
En la comunidad científica y académica existen distintos puntos de vista y polémicas en torno a cuáles
son las causas más frecuentes de los trastornos emocionales. Sin embargo, sí que hay varios factores que
pueden influir en su aparición.
Estos trastornos mentales son multicausales. Esto es, no aparecen por culpa de un solo factor, sino que
es la adición de varios factores los que pueden llegar a causar el trastorno.
· Estrés y episodios traumáticos : Más del 60% de trastornos emocionales surgen tras una mala
experiencia psicológica. Los traumas psicológicos y el estrés están detrás de la mayoría de
trastornos psicológicos.
EL TRATAMIENTO
Identificar el tratamiento más efectivo para la depresión ha sido el objetivo de un importante cuerpo
de trabajos científicos llevados a cabo principalmente en las últimas tres décadas. La mayor parte de
estos trabajos se ha centrado en analizar los efectos de los fármacos antidepresivos, de los
tratamientos psicológicos, o bien de la combinación de ambos. Una buena parte de ellos han sido
recogidos en diferentes meta-análisis en los que se compara el efecto de tratamientos psicológicos
con tratamientos farmacológicos y en los cuales coinciden en señalar que, si bien ambos
tratamientos muestran resultados similares a corto plazo, los tratamientos psicológicos presentan
mejores resultados a largo plazo, con una menor tasa de abandonos y recaídas.
Algunos de estos esfuerzos deben pasar por mejorar la educación de la población acerca de los
problemas de salud mental. El hecho de que las personas deprimidas presenten sus problemas
psicológicos y/o emocionales como su principal queja se ha mostrado relacionado con una mayor
precisión en el diagnóstico. En este sentido, mejorar la educación sobre cómo funcionan los
problemas emocionales, cuáles son sus principales síntomas y posibilidades de tratamiento, y
reducir la estigmatización en torno a los mismos, puede ser de gran ayuda a la hora de incrementar
la probabilidad de que sean expresados y reconocidos.
En los cursos medios y superiores, los problemas se manifiestan en el uso del lenguaje para
comunicar, razonar y solucionar problemas (pragmática, metalinguística, y metacognición).
El alumno con Trastornos Específicos del Lenguaje ( T.E.L.) es un alumno con N.E.E. quien requiere
apoyo específico e intensivo, con enfoques: naturalista, interactivo y colaborativo contextual en el
marco escolar y en proceso de participación con la familia, para el logro de los objetivos educativos.
El lenguaje oral, por lo tanto, surge como un vehículo útil, y el instrumento ideal para llevar actos de
comunicación y de representación.
-comunicación: proceso básico de desarrollo que tiene sus raíces en la interacción social.
-lenguaje oral: producto del proceso de comunicación, es el instrumento para llevar a cabo actos de
comunicación y representación.
Entender así estos conceptos tiene relevancia para los programas de intervención en personas con
alteraciones de la comunicación y/o del lenguaje oral.
La relativa independencia entre los conceptos de comunicación y lenguaje, nos permite efectuar una
clasificación de acuerdo con la “competencia comunicativa” y la “competencia lingüística” Pudiendo
encontrar sujetos con alteraciones en el lenguaje oral – pero no en la comunicación – sujetos con
alteraciones en la comunicación - pero en el lenguaje oral al menos en algunos de sus componentes
-, y otros que tanto la comunicación como el lenguaje oral están inadecuadamente construídos o
desarrollados.
El trastorno específico del lenguaje es uno de los trastornos del desarrollo más frecuentes y afecta
aproximadamente a entre el 7% y el 8% de los niños que van al jardín de infantes.
El trastorno específico del lenguaje (SLI, por sus siglas en inglés), es un trastorno de la comunicación
que interfiere en el desarrollo de las habilidades del lenguaje en niños que no tienen pérdida de
audición o discapacidad intelectual. El trastorno específico del lenguaje puede afectar el habla, la
capacidad para escuchar, la lectura y la escritura de los niños. También se le conoce como trastorno
del desarrollo del lenguaje, retraso del lenguaje o disfasia del desarrollo. Es uno de los trastornos del
desarrollo más frecuentes y afecta aproximadamente a entre el 7% y el 8% de los niños que van al
jardín de infantes (kínder). Por lo general, los efectos de este trastorno continúan en la edad adulta.
Se desconoce la causa del trastorno específico del lenguaje, pero hay descubrimientos recientes que
sugieren que tiene un fuerte vínculo genético. Es más probable que los niños con trastorno
específico del lenguaje tengan padres y hermanos que también han tenido dificultades y retrasos en
el habla, comparados con niños sin este trastorno. De hecho, del 50% al 70% de los niños con
trastorno específico del lenguaje tienen al menos un familiar con este trastorno.
Aprender más de un idioma a la vez no causa el trastorno específico del lenguaje. No obstante, el
trastorno puede afectar tanto a niños multilingües como a niños que hablan un solo idioma.
los niños con trastorno específico del lenguaje se tardan más en empezar a hablar (alcanzan las
etapas del desarrollo del lenguaje hablado más tarde que otros niños de la misma edad).
Los niños en edad preescolar con trastorno específico del lenguaje podrían:
Aunque algunos niños que se tardan más en empezar a hablar, con el tiempo logran ponerse al día
con sus compañeros, los niños con este trastorno tienen dificultades persistentes con el lenguaje.
Los síntomas comunes en los niños mayores y en los adultos con trastorno específico del lenguaje
incluyen lo siguiente:
· problemas de lectura,
Si un médico, maestro, padre o madre de familia sospecha que un niño tiene trastorno específico del
lenguaje, un patólogo del habla-lenguaje (un profesional capacitado para evaluar y tratar a las
personas con problemas de habla o de lenguaje) puede evaluar las habilidades lingüísticas del niño.
El tipo de evaluación depende de la edad del niño y las preocupaciones que dieron origen a la
evaluación. Por lo general, una evaluación incluye lo siguiente:
Estas herramientas permiten que el patólogo del habla-lenguaje compare las habilidades de lenguaje
del niño con las de sus compañeros de la misma edad, identifique dificultades específicas y
planifique posibles objetivos del tratamiento.
Estos niños pueden tener dificultad para traducir las letras en sonidos que pueden leer. Sus
habilidades de escritura pueden verse debilitadas por errores gramaticales, un vocabulario limitado y
problemas de comprensión y de organización de pensamientos en oraciones coherentes. Las
dificultades con la comprensión del lenguaje pueden representar un reto para resolver problemas de
matemáticas (expresados en palabras). Además, algunos niños con trastorno específico del lenguaje
pueden mostrar indicios de dislexia. Cuando llegan a la edad adulta, las personas con este trastorno
tienen una probabilidad seis veces mayor de que se les diagnostiquen discapacidades de lectura y
ortografía y cuatro veces mayor de que se les diagnostiquen discapacidades matemáticas que
aquellas que no tienen trastorno específico del lenguaje.
El trastorno específico del lenguaje es un trastorno del desarrollo, lo que significa que sus síntomas
aparecen por primera vez en la infancia. Esto no quiere decir que el problema desaparece a medida
que los niños crecen. Al contrario, es probable que el problema, que es evidente en la primera
infancia, continúe, pero cambia con el desarrollo del niño.
Por ejemplo, un niño pequeño con este trastorno tal vez use oraciones no gramaticales en la
conversación, mientras que un adulto joven con el trastorno podría evitar el uso de oraciones
complejas en las conversaciones y posiblemente tenga dificultad para producir una escritura clara,
concisa, bien organizada y precisa en términos gramaticales.
El tratamiento temprano durante los años preescolares puede mejorar las habilidades de muchos
niños con retrasos en el lenguaje, entre ellos aquellos con trastorno específico del lenguaje. Es
probable que los niños que ingresan al jardín de infantes con retrasos considerables en el lenguaje
sigan teniendo problemas, pero ellos e incluso niños aún mayores todavía pueden beneficiarse del
tratamiento. Muchos adultos desarrollan estrategias para controlar los síntomas del trastorno
específico del lenguaje. Esto puede mejorar su vida social, familiar y laboral diaria.
Lo idóneo es identificar y tratar a los niños con trastorno específico del lenguaje a una edad
temprana, pero las personas también pueden responder bien, independientemente de la edad en la
que comiencen el tratamiento. Este depende de la edad y de las necesidades de cada persona.
Comenzar el tratamiento temprano puede ayudar a los niños pequeños a:
Para los niños en edad escolar, el tratamiento puede centrarse en comprender las instrucciones en el
aula, lo que incluye ayudarles con problemas como:
· organizar la información