Articulo Conductividad Eléctrica

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ARTICULO

ANDREA YELITZA LOPEZ PAEZ: 1370183

FRANCY CAROLINA RUBIO JAIMES: 1370191

DOCENTE: JESSICA LORENA RICO

ASIGNATURA: FENOMENOS MAGNETICOS Y ELECTROMAGNETICOS GRUPO: B

UNIVERSIDAD FRANCISCO PAULA SANTANDER

LICENCIATURA EN CIENCIAS NATURALES Y EDUCACION AMBIENTAL

FACULTAD DE ARTES Y HUMANIDADES

SAN JOSE CUCUTA 2021


INTRODUCCIÓN A LA
CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA EN
MATERIALES METÁLICOS.
EFECTO DE ALEAR Y MODIFICAR LA
MICROESTRUCTURA. MÉTODO DE
ENSAYO

Apellidos, nombre Rayón Encinas, Emilio ([email protected])

Departamento Ingeniería Mecánica y de Materiales

Centro Universitat Politècnica de València

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1 Resumen de las ideas clave
Los materiales metálicos suelen presentar buenas propiedades conductoras de calor y
electricidad, sin embargo, siempre existe cierta resistencia al paso de corriente eléctrica. Esta
restricción de conductividad genera pérdidas energéticas y debe ser considerada por el
ingeniero en el diseño de la línea. Con este fin, se suele consultar la hoja de características de un
hilo conductor y en raras ocasiones realizar un ensayo experimental para determinar la
resistividad real del metal.
Por otro lado, suele ser necesario llegar a un compromiso entre propiedades eléctricas y
resistentes, además de otras características propias de un material como la densidad (afecta al
peso de la línea). Por desgracia, los ingenieros eléctricos y electrónicos no suelen profundizar en
la naturaleza microestructura del material que gobierna las características tanto eléctricas como
resistentes del mismo. Estas propiedades pueden modificarse mediante la elección del material,
uso de aleantes e incluso, tratamientos mecánicos y térmicos.
Este artículo pretende servir de introducción a la propiedad de conductividad eléctrica de los
metales desde el punto de vista de la naturaleza del metal, es decir, relacionaremos la historia
térmica y el procesado del cable con sus propiedades conductoras y resistentes. Además, se
propondrá un sencillo método experimental para determinar empíricamente la conductividad.
El documento será de interés para estudiantes de grado relacionados con las ingenierías y
máster en ciencia de materiales, electricidad y electrónica. Es recomendable haber adquirido
conocimientos previos a nivel básico sobre, enlace químico y cristalografía, así como conceptos
generales sobre tipos de deformación mecánica y metalografía.

2 Objetivos
Una vez finalices la lectura de este documento, habrás alcanzado las siguientes habilidades:
 Adquirir los conceptos necesarios para modelizar el comportamiento eléctrico de
un hilo conductor metálico, esto es, comprender el concepto de conductividad y
resistividad de un material metálico.
 Descubrirás una configuración experimental muy sencilla que permite determinar
empíricamente la conductividad/resistividad eléctrica de un material metálico a
temperatura ambiente.
 Sabrás relacionar cómo afecta la historia térmica y mecánica en la microestructura
de un cobre y por lo tanto, cómo se comportará desde un punto de vista eléctrico y
mecánico.
 Serás capaz de proponer tratamientos para mejorar la conductividad de un metal
 Descubrirás alguna aplicación basada en los mecanismos descritos.

3 Introducción
Los materiales metálicos presentan una elevada conductividad eléctrica al aplicar una fuerza
electromotriz (f.e.m.) entre dos puntos del mismo. Esta f.e.m. suele generarse mediante una
diferencia de potencial eléctrico (E, volts) o mediante potenciales galvánicos. Bajo este
potencial, los electrones deslocalizados o débilmente enlazados, circulan por el seno del material
dada su carga negativa, generando lo que comúnmente denominamos, corriente eléctrica.
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Como curiosidad, citar que esta nube electrónica débilmente enlazada en la estructura cristalina
del metal, otorga la capacidad de flujo electrónico, pero también la de elevada conducción
térmica, la característica de brillo y elevada sensibilidad a la oxidación de estos materiales.
Sin embargo, la movilidad de las cargas eléctricas en el seno del metal no es ilimitada. Los
electrones encuentran obstáculos que dificultan su desplazamiento y esta restricción genera lo
que comúnmente denominamos resistividad eléctrica. Los electrones pueden desplazarse solo
a través de ciertos ‘caminos’, por las capas electrónicas más externas de los átomos.
Considerando un modelo atómico como el de la Figura 1, se puede observar que el viaje del
electrón se ve interrumpido por la propia estructura electrónica‐atómica1. Esta explicación se
basa en un modelo descriptivo muy elemental con el fin de que resulte fácil de visualizar.

Figura 1. Modelo atómico que representa la movilidad del electrón limitada por las colisiones contra la
propia estructura electrónica del material.

Como existe una limitada movilidad de los electrones, la corriente eléctrica (I, Amperios) se ve
restringida en función de la resistencia eléctrica que genera el hilo conductor. La resistencia de
un determinado conductor se mide en Ohmios (Ω, Ohm). Para medir la resistencia de un
elemento conductor se suele utilizar un aparato denominado multímetro, polímetro o téster.
Básicamente, consiste en un instrumento con una pequeña batería interna que genera el
potencial (V), que fuerza el paso de corriente (I), desde dos puntos concretos de nuestro
conductor, Figura 2. Un amperímetro interno A, colocado en serie con el circuito, mide la I que
circula por el mismo. Con estos datos, un pequeño procesador calcula la resistencia (Ω) de ese
circuito según la ecuación de la ley de Ohm (ecuación 1). Restando la resistencia propia del
instrumento (proceso automático), se obtiene la resistencia de nuestro conductor.

� Ω, �ℎ �� Ecuación 1. Ley de Ohm

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Figura 2. Esquema interno, por el que un multímetro calcula la resistencia de un elemento conductor.

Sin embargo, la resistencia obtenida depende no sólo del material conductor, sino que también
de (i) la distancia entre los dos puntos de medida y (ii) de la geometría del conductor. Hay que
tener en cuenta que cuanto mayor es la sección de un hilo conductor, menor será la resistencia
ofrecida al paso de corriente. Por otro lado, cuanto mayor sea su longitud, mayor la resistencia
obtenida. De este modo, la resistencia que estamos obteniendo con un sistema de dos sondas,
depende de las propiedades geométricas del conductor.

Llegados a este punto, se hace necesario encontrar una configuración que nos permita
determinar la resistencia propia del material independientemente de su forma y tamaño, lo que
denominamos resistividad eléctrica del material, que a partir de ahora no confundiremos con
resistencia. En el siguiente apartado se describirá el método para obtener la resistividad de un
material metálico. Solo entonces, se podrá comparar entre la capacidad de conducción eléctrica
de diferentes metales.

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4 Resistividad y conductividad eléctrica en metales

4.1 Método para determinar la conductividad eléctrica de


un material
En el apartado anterior, hemos visto que mediante un sistema de dos sondas podemos
determinar la resistencia de un conductor. Con el fin de poder calcular la resistividad de un
material realizaremos la configuración experimental mostrada en la Figura 4. A diferencia del
caso descrito anteriormente, ahora disponemos de 4 sondas. Las muestras deberán ser
alargadas y estilizadas de sección constante, de forma que podamos determinar su sección y
longitud. Es importante limpiar y eliminar el posible óxido superficial mediante un lijado suave.
Los extremos de la pieza metálica los conectaremos mediante dos sondas a una fuente de
corriente constante y continua I12, que hará pasar una corriente previamente establecida por
nosotros. Entre estos dos electrodos, se conectarán a una distancia cualquiera y conocida L34,
otras dos sondas que irán conectadas a un voltímetro de precisión. De esta forma, obtendremos
la caída de potencial eléctrico entre estos dos puntos del metal, VL34. Es aconsejable utilizar
corrientes y distancias moderadas para poder detectar con suficiente precisión valores de V.

Figura 4. Ensayo de 4 sondas para determinar la resistividad/conductividad de un material. Las uniones


U12 fuerzan el paso de una corriente, mientras que se mide la caída de potencial o voltaje entre U 34.

Con esta configuración disponemos de una intensidad de corriente I, circulando por la sección A
de un metal, cuya resistividad ρ genera una caída de potencial V, según la distancia entre sondas
L34. Bajo esta premisa, es sencillo describir la resistencia R como un valor proporcional al
coeficiente resistivo y la longitud del cable, e inversamente proporcional al área de la sección
del conductor, A:

� � Ecuación 2. Ley de Ohm modificada


Igualando la ecuación 1 con la ecuación 2, tendremos todos los datos necesarios para despejar
y calcular la resistividad ρ.

� → � Ecuación 3. Resistividad eléctrica

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La constante de resistividad ρ, es propia para cada metal e independiente de su geometría, lo
que nos permite, por un lado, (i) modelizar la resistencia de cualquier línea, dada una sección y
longitud cualquiera o bien (ii), comparar la conductividad entre diferentes metales. De hecho, la
constante de conductividad σ, es la inversa de la resistividad y sus unidades son Siemens por
metro S/m, (Ω∙m) −1 ò S∙m‐1.

� 1� Ω ∙� , Ecuación 4. Conductividad eléctrica


Como hemos visto, mediante un ensayo de 4 sondas (2 para aplicar corriente, 2 para determinar
el voltaje), podemos obtener la constante resistiva / conductora de un material. A nivel
comercial, existen instrumentos profesionales, robustos y muy sensibles que disponen de un
cabezal donde se disponen de estas cuatro sondas. Su uso suele estar dirigido al análisis de
materiales semiconductores para los que también interesa determinar la conductividad
superficial, corrientes parásitas, etc. Del mismo modo, muchos de los multímetros de precisión
de sobremesa, están preparados para realizar de forma automática los ensayos por cuatro
sondas.

4.2 Análisis e interpretación de resultados


Cuando nuestros estudiantes realizan el ensayo para determinar la conductividad eléctrica para
diferentes metales en los laboratorios de Ciencia de Materiales de la UPV, obtenemos la
respuesta mostrada en la Figura 5.

Figura 5. a) Conductividad eléctrica de diferentes metales por método de 4 sondas obtenido en práctica
de laboratorio en la UPV. b) Dureza mecánica obtenida por indentador Brinell (Hardness B).

De la respuesta de la Fig. 5a, se puede extraer varias conclusiones. La más evidente es que cada
metal posee una conductividad notablemente diferente. Por ejemplo, el aluminio es más
resistivo (menos conductor) que el cobre. En este caso, hay que pensar que el primero es mucho
más ligero (menos denso) que el segundo, propiedades a tener en cuenta para ciertas
aplicaciones como el peso de una línea, además del aspecto económico y la resistencia mecánica.

4.2.1 Efecto de alear un metal en la conductividad


Lo que puede llamarnos la atención es que el mismo aluminio, acero o cobre en su forma aleada,
presenta menor conductividad eléctrica. Las aleaciones son ‘combinaciones’ de un metal con
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otro elemento2. A grandes rasgos, el elemento aleante pasa a formar parte de la red cristalina
del metal, generando una distorsión de la misma, un nuevo compuesto o una solución sólida3.
Mediante el procedimiento de aleado, estamos otorgando al material propiedades diferentes a
los de los elementos por separado. Por ejemplo, se puede hacer inoxidable un acero, o más
rígido un aluminio (para cuadros de bicicletas, estructuras de aeronaves), etc. Por contra,
estamos introduciendo elementos distorsionadores en la red cristalina que restringen la
movilidad de los electrones y por tanto, aumenta la resistividad.
Ahora centremos nuestra atención sobre la conductividad del grupo del Cobre Cu, el Cu aleado
con cinc, Zn, (Latón) y al Cu con un tratamiento de recocido, Fig. 5. Además, adjuntamos el valor
de dureza de esos mismos metales en Fig. 5b. La dureza puede interpretarse como una medida
de la resistencia mecánica del material. Del análisis de estas gráficas se desprende que el
elemento aleante (Zn, en este caso), provoca una disminución de la conductividad, mientras
aumenta el valor de la dureza.
En este caso concreto, los átomos de Cu tienen un tamaño similar al del Zn, y son sustituidos
manteniendo las mismas posiciones de la red cúbica centrada en las caras del Cu3. Este es un
ejemplo donde se forma una solución sólida sustitucional3. Apenas distorsionamos la red
cristalina al sustituir un átomo metálico por otro de tamaño similar y en la misma posición
cristalina pero este efecto, es suficiente para provocar una fuerte restricción a la movilidad de
los electrones, que se traduce en un aumento de la resistencia mecánica del material. Si
pensamos en otros metales donde los elementos aleantes distorsionan fuertemente la red por
tener un tamaño notablemente diferente y/o bien, porque ocupan posiciones diferentes
(intersticios de la celdilla unidad), se entenderá que la conductividad eléctrica disminuya
notablemente.

4.2.2 Efecto de la microestructura en la conductividad


Los metales tienen sus átomos ordenados formando celdillas de unos pocos angstroms, que se
repiten hasta formar dominios cristalinos ordenados de algunas micras o incluso milímetros o
centímetros2. A estos dominios se les denomina granos y se forman durante la solidificación del
metal. De esta forma, el metal se constituye de varios granos de una o varias fases cristalinas 4.
El borde de cada grano se encuentra atómicamente desordenado y su estructura muy
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distorsionada. Cada borde de grano es frontera de otro grano que presenta una orientación o
fase distinta. Al análisis de estas estructuras del interior de un metal se le denomina
metalografía. Mediante un microscopio óptico es sencillo observar la metalografía de un metal.
Considerando un metal puro, debemos de tener en mente que:
(i) cuanto más lenta suceda la solidificación, mayor resultará en tamaño de grano.
(ii) La deformación plástica o permanente, texturiza y afina el tamaño de grano,
aumentando el volumen de material desordenado (borde de grano), con respecto al
volumen ordenado. Además, durante la deformación permanente, aumenta la
concentración de imperfecciones de tipo maclas y dislocaciones4.
(iii) En los bordes de grano los electrones tendrán menor movilidad, dada la distorsión de
la estructura y, por ser frontera de una nueva orientación o fase cristalina.
(iv) Cuanto menor sea el tamaño de grano de un metal, mayor resultará su resistividad.

Si pensamos en una aleación, las consideraciones anteriores generalmente se mantienen, pero


el contexto es algo más complejo. La microestructura de una aleación depende no solo de la
velocidad de enfriamiento, sino de la concentración de cada elemento en el sistema. Ambos
factores determinan las fases cristalinas o nuevos compuestos formados. En todo caso, se
mantiene la máxima de que, mayor desorden y heterogeneidad en el material conduce a una
menor conductividad.
A modo de ejemplo, analicemos el caso de un hilo conductor de cobre puro, Cu y el efecto que
un tratamiento térmico pueda tener en su microestructura. La Figura 6a muestra la
microestructura de un monofilamento de cobre según se suministra de fábrica, la Fig. 6b es el
mismo monofilamento después de un tratamiento térmico de recocido. Este tratamiento
consiste en calentar el cobre a 400oC durante 30 minutos en un horno con atmósfera inerte (gas
nitrógeno o argón, por ejemplo).

Figura 6. a) Microestructura de la sección transversal de un monofilamento de cobre según su estado de


suministro. b) Mismo conductor después de un tratamiento térmico a 400oC durante 30 minutos.
Fotografía mediante microscopio óptico metalográfico.

Observando las micrografías de la figura 6, se puede ver que, en el caso del cable de suministro,
la microestructura es muy fina, es decir, apenas se distinguen unos granos de otros. Sin embargo,
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cuando ese metal es tratado térmicamente, sí se revelan formas geométricas con dominios de
la misma tonalidad y brillo de decenas de micras. Cada una de estas zonas indica la presencia de
un grano metálico, es decir, de un dominio donde los átomos de la red cristalina mantienen un
orden y orientación determinada.
Lo que ha ocurrido en estas microestructuras es lo siguiente. El cable de suministro es un hilo
que para su fabricación se ha procedido a trefilar. Esto es, una barra o lingote de cobre se estira
en frío para aumentar su longitud a medida que se reduce su sección. Esto implica un enorme
trabajo mecánico de deformación plástica que, según lo comentado, ha producido una
importante distorsión en la red cristalina, cuya deformación ha hecho prácticamente
desaparecer cualquier signo de orden atómico.
Por otro lado, al calentar el metal bajo el tratamiento térmico de recocido, se le otorga energía
suficiente para que los átomos regresen a posiciones de mínima energía, mayor orden atómico.
En este caso, el tratamiento fue suficiente para recristalizar el material, aumentando el tamaño
de grano. Además, se reducen o eliminan tensiones mecánicas, distorsiones, maclas y
dislocaciones.
Por esta recristalización, se explica la respuesta observada en la figura 5c, en la que el Cu con
tratamiento térmico presenta mayor conductividad que el metal de suministro. De hecho, el
ingeniero puede determinar las condiciones de un incendio –temperatura, tiempo y atmósfera‐
, a la que ha estado sometido un hilo conductor. Es un trabajo forense en el que el científico
observa la microestructura de un cable implicado en un incendio para ayudar a los peritos a
determinar causas y condiciones del siniestro.
Y esta conclusión nos conduce a otra más general e importante, que justifica y motiva la
redacción del presente artículo docente: “un metal puede presentar importantes variaciones en
su conductividad eléctrica en función de la historia térmica y mecánica a la que haya sido
sometido. De este modo, nunca debemos de dar por sentado la respuesta eléctrica de un metal
por el mero hecho de conocer su composición química”

5 Conclusiones
En este artículo docente hemos descubierto un método experimental sencillo basado en un
método de 4 sondas, que nos servirá para calcular la conductividad y resistividad propia de un
metal. Además, hemos visto y comprobado que esta constante resistiva depende, no sólo de
cada metal analizado, sino de posibles elementos aleantes y de la historia térmica y mecánica a
la que haya sido sometido. Por un lado, alear un metal nos permite mejorar algunas propiedades
resistentes que son necesarias para soportar las condiciones mecánicas a las que están
sometidas las líneas. Sin embargo, el aumento de resistencia mecánica suele ir acompañado de
una pérdida en conductividad, viéndonos obligados a llegar a soluciones de compromiso. Por
otro lado, un metal deformado en frío o solidificado bajo ratios de enfriamentiento moderado
puede afinar el grano metalográfico, lo que implica un aumento resistivo del metal. Ha sido
importante demostrar, que un mismo metal puede ver variada su conductividad bajo este tipo
de deformación y que mediante un tratamiento térmico adecuado, se puede lograr restablecer
sus propiedades eléctricas.

6 Bibliografía
1
Modelo de conductividad eléctrica según Drude. Disponible en:

Página 9 de 19
https://en.wikipedia.org/wiki/Drude_model Fecha de consulta: 01 de junio de 2021.
2
William F. Smith. “Fundamentos de la Ciencia e Ingeniería de Materiales”. Tercera Edición,
ISBN: 844811429, pág. 412–483.
3
Introducción a la ciencia de materiales para ingenieros, 7ª ed. James F. Shackelford. Pág, 45‐
105
4
Introduccion a la ciencia e ingeniería de los materiales. William D. Callister, ed. Reverte. págs.
20‐85

Introduction to electrical
conductivity in metallic materials.
Effect of alloying and modifying the
microstructure. Testing method

last Name Rayón Encinas,Emilio([email protected]


)
name
Department engineeringMechanicsof Materials

center Universitat Politècnica de València


de

1. Summary of key ideas


Metallic materials usually have good conductive properties for heat and electricity, however,
there is always a certain resistance to the passage of electrical current. This conductivity
restriction generates energy losses and must be considered by the engineer when designing the
line. To this end, the data sheet of a conductive wire is usually consulted and on rare occasions
an experimental test is carried out to determine the actual resistivity of the metal.

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On the other hand, It is usually necessary to reach a compromise between electrical and
resistant properties, in addition to other characteristics of a material such as density (affects the
weight of the line). Unfortunately, electrical and electronic engineers do not often delve into the
microstructural nature of the material that governs both the electrical and strength
characteristics of the material. These properties can be modified through the choice of material,
the use of alloys and even mechanical and thermal treatments.
This article aims to serve as an introduction to the property of electrical conductivity of metals
from the point of view of the nature of the metal, that is, we will relate the thermal history and
the processing of the cable with its conductive and resistant properties. In addition, a simple
experimental method to empirically determine conductivity will be proposed. The document
will be of interest to undergraduate students related to engineering and masters degree in
materials science, electricity and electronics. It is advisable to have acquired prior knowledge at
a basic level about chemical bonding and crystallography, as well as general concepts about
types of mechanical deformation and metallography.

2. OBJETIVES
Once you finish reading this document, you will have achieved the following skills:
 Acquire the necessary concepts to model the electrical behavior of a metallic conductive
wire, that is, understand the concept of conductivity and resistivity of a metallic
material.
 You will discover a very simple experimental setup that allows you to empirically
determine the electrical conductivity / resistivity of a metallic material at room
temperature.
 You will know how to relate how the thermal and mechanical history affects the
microstructure of a copper and, therefore, how It will behave from an electrical and
mechanical point of view.
 You will be able to propose treatments to improve the conductivity of a metal.
 You will discover some application based on the mechanisms described.

3. Introduction
Metallic materials present a high electrical conductivity when applying an electromotive force
(f.e.m.) between two points of the same. This f.e.m. it is usually generated by a difference in
electrical potential (E, volts) or by galvanic potentials. Under this potential, delocalized or weakly
bonded electrons circulate within the material given its negative charge, generating what we
commonly call electric current. As a curiosity, it is worth mentioning that this electron cloud
weakly linked in the crystalline structure of the metal, gives the capacity of electronic flow, but
also that of high thermal conduction, the characteristic of brightness and high sensitivity to
oxidation of these materials.
However, the mobility of electric charges within the metal is not unlimited. Electrons encounter
obstacles that make it difficult for them to move, and this restriction generates what we
commonly call electrical resistivity. Electrons can move only through certain 'paths', through the
outermost electronic shells of atoms. Considering an atomic model like the one in Figure 1, it

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can be seen that the electron travel is interrupted by the electron-atomic structure itself1. This
explanation is based on a very elementary descriptive model in order to be easy to visualize.

Figure 1. Atomic model that represents the mobility of the electron limited by collisions against
the material's own electronic structure.
As there is limited mobility of the electrons, the electric current (I, Amps) is restricted as a
function of the electrical resistance generated by the conductive wire. The resistance of a certain
conductor is measured in Ohms (Ω, Ohm). To measure the resistance of a conductive element,
a device called a multimeter, multimeter or tester is usually used. Basically, it consists of an
instrument with a small internal battery that generates the potential (V), which forces the
passage of current (I), from two specific points of our conductor, Figure 2. An internal ammeter
A, placed in series with the circuit, measures the I that circulates through it. With this data, a
small processor calculates the resistance (Ω) of that circuit according to the equation of Ohms
law (equation 1). By subtracting the resistance of the instrument (automatic process), the
resistance of our conductor is obtained.

� Ω, �ℎ �� Equation 1. Ohms Law

Figure 2. Internal diagram, by which a multimeter calculates the resistance of a conductive


element.
However, the resistance obtained depends not only on the conductive material, but also on (i)
the distance between the two measurement points and (ii) on the geometry of the conductor.
It must be taken into account that the larger the section of a conductive wire, the lower the
resistance offered to the passage of current. On the other hand, the greater its length, the
greater the resistance obtained. In this way, the resistance that we are obtaining with a two-
probe system depends on the geometric properties of the conductor.
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At this point, it is necessary to find a configuration that allows us to determine the resistance of
the material regardless of its shape and size, which we call the electrical resistivity of the
material, which from now on we will not confuse with resistance. In the next section, the method
to obtain the resistivity of a metallic material will be described. Only then will it be possible to
compare the electrical conduction capacities of different metals.

4 Resistivity and electrical conductivity in metals


4.1 Method to determine the electrical conductivity of a material
In the previous section, we have seen that by means of a system of two probes we can determine
the resistance of a conductor. In order to be able to calculate the resistivity of a material, we will
carry out the experimental configuration shown in Figure 4. Unlike the case described above,
we now have 4 probes. The samples must be elongated and stylized with a constant section, so
that we can determine their section and length. It is important to clean and remove possible
surface rust by light sanding. We will connect the ends of the metal piece by means of two
probes to a source of constant and continuous current I12, which will pass a current previously
established by us. Between these two electrodes, two other probes will be connected at any
known distance L34, which will be connected to a precision voltmeter. In this way, we will obtain
the electric potential drop between these two points of the metal, VL34. It is advisable to use
moderate currents and distances to be able to detect V values with sufficient precision.

Figure 4. Test of 4 probes to determine the resistivity / conductivity of a material. The junctions
U12 force the passage of a current, while the potential or voltage drop between U34 is measured.
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With this configuration we have a current intensity I, circulating through section A of a metal,
whose resistivity ρ generates a potential drop V, depending on the distance between probes
L34. Under this premise, it is easy to describe the resistance R as a value proportional to the
resistive coefficient and the length of the cable, and inversely proportional to the area of the
conductor section, A:
𝑅 𝜌 Equation 2. Modified Ohm's Law
Equating equation 1 with equation 2, we will have all the necessary data to solve for and
calculate the resistivity ρ.

𝜌→𝜌 Equation 3. Electrical resistivity


The resistivity constant ρ is specific to each metal and independent of its geometry, which allows
us, on the one hand, to (i) model the resistance of any line, given any section and length or (ii),
compare the conductivity between different metals. In fact, the conductivity constant σ, is the
inverse of resistivity and its units are Siemens per meter S / m, (Ω ∙ m) −1 ò S ∙ m ‐ 1.
𝜎 1 𝜌 Ω ∙ 𝑚, Equation 4. Electrical conductivity
As we have seen, through a test of 4 probes (2 to apply current, 2 to determine voltage), we can
obtain the resistive / conductive constant of a material. At a commercial level, there are
professional, robust and very sensitive instruments that have a head where these four probes
are available. Its use is usually aimed at the analysis of semiconductor materials for which it is
also interested in determining the surface conductivity, eddy currents, etc. Similarly, many of
the benchtop precision multimeters are prepared to automatically perform tests with four
probes.

4.2 Analysis and interpretation of results


When our students carry out the tests to determine the electrical conductivity for different
metals in the Materials Science laboratories of the UPV, we obtain the answer shown in figure
5.

Figure 5. a) Electrical conductivity of different metals by the 4-probe method obtained in


laboratory practice at the UPV. b) Mechanical hardness obtained by Brinell indenter (Hardness
B).

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From the answer in Fig. 5a, several conclusions can be drawn. The most obvious is that each
metal has a markedly different conductivity. For example, aluminum is more resistive (less
conductive) than copper. In this case, we must think that the first is much lighter (less dense)
than the second, properties to take into account for certain applications such as the weight of a
line, in addition to the economic aspect and mechanical resistance.

4.2.1 Effect of alloying a metal on conductivity


What may drawn our attention is that the same aluminum, steel or copper in its alloyed form,
has lower electrical conductivity. Alloys are 'combinations' of a metal with another element2.
Broadly speaking, the alloying element becomes part of the metal's crystalline lattice, generating
a distortion of it, a new compound or a solid solution3. Through the alloying procedure, we are
giving the material properties different from those of the individual elements. For example, a
steel can be made stainless, or an aluminum more rigid (for bicycle frames, aircraft structures),
etc. On the contrary, we are introducing distorting elements in the crystal lattice that restrict
the mobility of the electrons and therefore increase the resistivity.
Now let us focus our attention on the conductivity of the group of Copper Cu, Cu alloyed with
zinc, Zn, (Brass) and Cu with an annealing treatment, Fig. 5. In addition, we add the hardness
value of those same metals in Fig 5b. Hardness can be interpreted as a measure of the
mechanical strength of the material. From the analysis of these graphs, it can be deduced that
the alloying element (Zn, in this case), causes a decrease in conductivity, while the hardness
value increases.
In this specific case, the Cu atoms have a size similar to that of Zn, and are replaced by
maintaining the same positions of the cubic lattice centered on the faces of Cu3. This is an
example where a substitutional solid solution is formed3. We barely distort the crystal lattice by
substituting a metal atom for another of similar size and in the same crystalline position, but this
effect is enough to cause a strong restriction to the mobility of electrons, which translates into
an increase in the mechanical resistance of the material. If we think of other metals where the
alloying elements strongly distort the lattice because they are notably different in size and / or
because they occupy different positions (interstices of the unit cell), it will be understood that
the electrical conductivity decreases significantly.

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4.2.2 Effect of microstructure on conductivity
Metals have their atoms arranged in cells of a few angstroms, which repeat themselves until
they form ordered crystalline domains of a few microns or even millimeters or centimeters2.
These domains are called grains and are formed during the solidification of the metal. In this
way, the metal is made up of several grains of one or more crystalline phases4. The edge of each
grain is atomically disordered and its structure highly distorted. Each grain border is the border
of another grain that has a different orientation or phase. The analysis of these structures inside
a metal is called metallography. Using an optical microscope, it is easy to observe the
metallography of a metal.

Considering a pure metal, we must keep in mind that:


(i) the slower the solidification occurs, the larger the grain size will result.
(ii) The plastic or permanent deformation, texturizes and refines the grain size, increasing the
volume of disordered material (grain edge), with respect to the ordered volume. Furthermore,
during permanent deformation, the concentration of twin-type imperfections and dislocations
increases4.
(iii) At the grain boundaries, the electrons will have less mobility, given the distortion of the
structure and, as they are the frontier of a new orientation or crystalline phase.
(iv) The smaller the grain size of a metal, the higher its resistivity.
If we think of an alloy, the above considerations generally hold, but the context is somewhat
more complex. The microstructure of an alloy depends not only on the rate of cooling, but on
the concentration of each element in the system. Both factors determine the crystalline phases
or new compounds formed. In any case, the maxim is maintained that greater disorder and
heterogeneity in the material leads to lower conductivity.
As an example, let's analyze the case of a pure copper, Cu conductor wire and the effect that a
heat treatment can have on its microstructure. Figure 6a shows the microstructure of a copper
monofilament as supplied from the factory, Fig. 6b is the same monofilament after an annealing
heat treatment. This treatment consists of heating the copper to 400oC for 30 minutes in a
furnace with an inert atmosphere (nitrogen or argon gas, for example).

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Figure 6. a) Microstructure of the cross section of a copper monofilament according to its state
of supply. b) Same conductor after heat treatment at 400oC for 30 minutes. Photograph by
means of a metallographic optical microscope.
Observing the micrographs of figure 6, it can be seen that in the case of the supply cable, the
microstructure is very fine, that is, some grains are hardly distinguishable from each other.
However, when this metal is heat treated, geometric shapes are revealed with domains of the
same hue and brightness of tens of microns. Each of these areas indicates the presence of a
metallic grain, that is, of a domain where the atoms of the crystal lattice maintain a certain order
and orientation.
What has happened in these microstructures is the following. The supply cable is a wire that has
been drawn for its manufacture. That is, a copper bar or ingot is cold drawn to increase its length
as its section is reduced. This implies an enormous mechanical work of plastic deformation that,
according to what has been commented, has produced an important distortion in the crystal
lattice, whose deformation has practically made any sign of atomic order disappear.
On the other hand, when the metal is heated under the annealing heat treatment, it is given
enough energy for the atoms to return to positions of minimum energy, higher atomic order. In
this case, the treatment was sufficient to recrystallize the material, increasing the grain size. In
addition, mechanical stresses, distortions, twins and dislocations are reduced or eliminated.
By this recrystallization, the response observed in figure 5c is explained, in which the Cu with
heat treatment has higher conductivity than the supply metal. In fact, the engineer can
determine the conditions of a fire –temperature, time and atmosphere-, to which a conductive
wire has been subjected. It is a forensic work in which the scientist observes the microstructure
of a cable involved in a fire to help the experts determine the causes and conditions of the
accident.
And this conclusion leads us to another more general and important one, which justifies and
motivates the writing of this teaching article: “a metal can present important variations in its
electrical conductivity depending on the thermal and mechanical history to which it has been
subjected. In this way, we should never take for granted the electrical response of a metal for
the mere fact of knowing its chemical composition "

5. Conclusions
In this teaching article we have discovered a simple experimental method based on a 4-probe
method, which will help us calculate the conductivity and resistivity of a metal. Furthermore, we
have seen and verified that this resistive constant depends, not only on each analyzed metal,
but also on possible alloying elements and the thermal and mechanical history to which it has
been subjected. On the one hand, alloying a metal allows us to improve some resistant
properties that are necessary to withstand the mechanical conditions to which the lines are
subjected. However, the increase in mechanical resistance is usually accompanied by a loss in
conductivity, forcing us to reach compromise solutions. On the other hand, a cold deformed or
solidified metal under moderate cooling rates can refine the metallographic grain, which implies
a resistive increase of the metal. It has been important to demonstrate that the same metal can
see its conductivity varied under this type of deformation and that by means of a suitable heat
treatment, its electrical properties can be restored.

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