Cronica de La Revolucion
Cronica de La Revolucion
Cronica de La Revolucion
ravolucion
mexicana
LA REVOLUCION MEXICANA, LA PRIMERA
REVOLUCION DEL SIGLO XX
ETAPA 1
PUEBLO QUE LE ADVERSA COMO "EL LLORÓN DE ICAMOLE " DADA LA MANERA EN QUE
TERMINO SU DISCURSOEN LA CAMARA DE DIPUTADOS DE 1874, GOBIERNA MEXICO CON
PUÑO FIRME DESDE HACE CASI 35 AÑOS. Y AUNQUE EL PAÍS HA PROSPERADO
ECONÓMICAMENTE, LO HA HECHO DEJANDO EN EL OLVIDO A LAS MASAS CAMPESINAS
EMPOBRECIDAS Y NEGÁNDOLE A LA OPOSICIÓN CUALQUIER ACCESO A LAS INSTITUCIONES
DEL ESTADO.
EXTRANJEROS, NADA MÁS. PERO LOS PARTIDOS DE OPOSICIÓN CRUZAN LOS DEDOS Y UNA
VOZ LOS CONVOCA A ORGANIZARSE, A GANAR LAS VINIDERAS ELECCIONES : SE TRATA DEL
EMPRESARIO Y POLITICO FRANCISCO IGNACIO MADERO, NACIDO EN COAHUILA EN 1873 Y
FUNDADOR DEL PARTIDO ANTIRRELECCIONISTA.
REVOLUCION MADERISTA
CONTRA DE PORFIRIO DÍAZ : UNO FUE EN DURANGO, QUE TOMA LA CARCEL MUNICIPAL Y
LIBERA A LOS PRESOS PARA SUMARLOS ASU CAUSA, OCHO FUE EN CHIHUAHUA, TRES EN
VERACRUZ Y OTRO DONDE YO PARTICIPE EN SAN LUÍS POTOSÍ. Y EN LA CIUDAD DE
GUERRERO, AL DÍA SIGUIENTE, SE PRODUCE ELPRIMER ENFRENTAMIENTO ENTRE
REVOLUCIONARIOS Y TROPAS FEDERALES , A MEDIDA QUE LA LUCHA ARMADA SE EXTENDIA
POR SIETE DE LOS ESTADOS DE LA REPUBLICA. ENTRE LOS ALZADOS ESTÁN PASCUAL OROSCO,
MI GENERAL DOROTEO ARANGO "PANCHO VILLA",SALVADOR ALVARADO, EMILIANO ZAPATA
Y VARIOS MÁS.
ETAPA 3
extendiendo a los maderistas una invitación a un diálogo político. En Nueva York, Estados Unidos, se
reúnen los dos bandos a conferenciar, y la Junta Revolucionaria envía al gobierno sus exigencias:
decretar la no reelección, destituir al vicepresidente, garantizar la libertad política y retornar al cauce
democrático.
V arias de estas exigencias son implementadas por el gobierno, en parte gracias a la insistencia
de su delegado en las negociaciones, José Ives Limantour. Pero a juicio de Madero son muy pocas, así
que el bando revolucionario se empeña en lograr la renuncia de Díaz y de Corral. Y aunque el gobierno
está dispuesto a ceder la vicepresidencia, no hace lo mismo con el mandato de Díaz. Finalmente, el 7 de
mayo de 1911 se publica en el diario La Nación un comunicado del gobierno, que informa sobre el
fracaso de las negociaciones.
L as hostilidades se reanudan de inmediato, y esta vez no lo hacen bajo el control absoluto de
Madero. Durante el 8 y el 9 de mayo de 1911 se produce un ataque contra Ciudad Juárez, bajo el mando
de “Pancho” Villa y Orozco y en contra de las órdenes de Madero.
E l 10 ya la ciudad está bajo control de los rebeldes, quienes proceden de inmediato a nombrar un
gobierno interino, a la cabeza del cual estaba Madero, y en cuyo consejo de Estado figuran nombres
como el de Venustiano Carranza y José María Pino Suárez.
U na nueva pausa en el combate es decretada durante cinco días por el gobierno revolucionario
el 17 de mayo, extensiva al país entero y, al término de dicho período, se anuncia la paz con el gobierno
de Díaz, mediante la firma de los Tratados de Ciudad Juárez. Tanto Díaz como su vicepresidente aceptan
renunciar a sus cargos, cosa que hacen el 25 de ese mismo mes. Porfirio Díaz abandona México hasta el
final de sus días. La Revolución Maderista llega a su fin.
ETAPA 4
EL INICIO DEL ZAPATISMO
E l 25 de mayo de 1911 comienza el gobierno interino de Francisco León de la Barra, antiguo
ministro de relaciones exteriores de Porfirio Díaz, en cuyas manos queda resolver el dilema político y
social de la nación. En su gabinete tienen cabida representantes del maderismo, del Porfiriato y políticos
independientes. Pero incluso así, el país dista mucho de sumergirse en la paz.
anuncia las medidas, un tanto apresuradas, para el desarme de las fuerzas rurales revolucionarias, se
encuentra con una importante oposición en la figura de Emiliano Zapata, quien exige que se cumplan
primero el reparto y la restitución de tierras que Madero había prometido en su Plan de San Luis. Los
campesinos, alzados en armas, no están dispuestos a retornar dócilmente a la marginalidad y la pobreza.
M adero intenta negociar con el ejército zapatista y, cuando parece lograrlo, de la Barra
ordena al general Victoriano Huerta que las reprima violentamente. Nadie puede suponer el costo que
aquello tendrá para el futuro del país. Las fuerzas de Emiliano Zapata se repliegan en la serranía de
Puebla y Guerrero, y anuncian al pueblo de Morelos la creación del Ejército Libertador del Sur, así como
sus intenciones de combatir a los “traidores científicos” que quieren retomar el poder.
D entro del nuevo gobierno, las fuerzas armadas campesinas cuentan con el apoyo de algunas
facciones, que defienden su derecho a no deponer las armas hasta sentirse satisfechos con lo obtenido.
Esto trae consigo cierta inestabilidad política, que motiva a otros sectores revolucionarios a reemprender
la lucha.
E l 1 de agosto se anuncia el Plan de Texcoco, firmado por Andrés Molina Enríquez, en el que se
desconoce al gobierno; y el 31 de octubre ocurre lo mismo con el Plan de Tacubaya, firmado por Paulino
Martínez, un futuro ideólogo del zapatismo, quien acusa a Madero de haber traicionado la causa.
ETAPA 5
El gobierno de Madero
A finales de 1911 se celebran elecciones generales y Francisco Madero es elegido presidente, a la cabeza
de su recién fundado Partido Constitucional Progresista. Su gobierno emprende cambios significativos:
se aleja del Porfiriato y otorga poder a las clases medias, cosa que los sectores obreros y campesinos,
nuevamente relegados, resienten.
Madero entonces cruza una línea peligrosa: envía a Morelos una comitiva para pedir a Emiliano Zapata la
desmovilización de su ejército, cosa a la que el líder revolucionario se niega a menos que se cumplan
ciertas condiciones: el gobernador del Estado debe ser removido del cargo, las tropas federales retiradas,
las fuerzas zapatistas deben recibir un indulto y se debe establecer una ley agraria que mejore la
condiciones de vida de los campesinos y la clase rural.
Madero se niega a cumplir esos términos y envía al ejército tras Zapata, quien logra escapar al estado de
Puebla y desde allí anunciar el Plan de Ayala, acusando a Madero de dictador, de estar en contra de la
voluntad del pueblo y de haberse aliado con los hacendados feudales. Zapata proclama como nuevo jefe
de la Revolución a Pascual Orozco y, en caso de que no acepte, se postula a sí mismo para el cargo.
Más y más alzamientos
Es así que Madero pierde el respaldo revolucionario. En 1912, Pascual Orozco, gobernador de
Chihuahua, anuncia el Plan de la Empacadora (llamado así porque se firma en el edificio de una empresa
empacadora), también llamado Plan Orozquista: un documento en el que critica severamente al
gobierno de Madero y bajo la consigna de “Reforma, libertad y justicia”, propone un camino distinto,
más atrevido, más revolucionario.
Junto a él se alzan diversos militares del antiguo ejército revolucionario, quienes desconocen el gobierno
y se enfrentan con éxito a sus fuerzas, a la cabeza de las cuales está nuevamente el ingeniero y militar
Victoriano Huerta, por designación del propio Madero.
Ese mismo año se alzan contra Madero los sectores conservadores, algunos de los cuales ya han
fracasado en 1911 en un brevísimo intento por desconocer a Madero e impedir los cambios de su
gobierno, conocido como el Plan de la Soledad, a cargo de Bernardo Reyes.
En 1912 el nuevo alzamiento es encabezado por Félix Díaz, un sobrino del propio Porfirio Díaz, en el
estado de Veracruz el 16 de octubre. Su movimiento carece del apoyo esperado y el 23 de octubre ya se
encuentra encarcelado y sentenciado a morir, sentencia que posteriormente le es conmutada por una
cadena perpetua.
Pero eso no desanima a otros sectores contrarrevolucionarios, que a principios de 1913 se sublevan
nuevamente, esta vez bajo el mando de Manuel Mondragón, Gregorio Ruiz y Rodolfo Reyes. Se trata de
la Decena Trágica: un golpe de Estado orquestado con la ayuda del embajador estadounidense, Henry
Lane Wilson, y el propio Victoriano Huerta, quien comanda las fuerzas militares de Madero. En la
revuelta son liberados de la cárcel los antiguos conspiradores, Bernardo Reyes y Félix Díaz, aunque el
primero es asesinado durante el combate.
Esta traición toma desprevenidos a Madero y a Pino Suárez, su vicepresidente. Ambos son capturados,
obligados a renunciar a sus cargos y posteriormente asesinados. Victoriano Huerta asume entonces las
riendas del gobierno, acción por la que fue conocido como “el usurpador”. Su gobierno, aliado con los
grandes hacendados y con la Iglesia, suprime la democracia y se propone apaciguar a la fuerza al país, en
contra de los sectores revolucionarios.
La Revolución constitucionalista
Otros, como Pascual Orozco, cambian de bando y apoyan a Huerta, por lo que las tropas revolucionarias
de Chihuahua son comandadas por Francisco “Pancho” Villa, quien cuenta con el apoyo de las clases
populares. También hay alzamientos en Durango, Zacatecas, Coahuila. Emiliano Zapata, por su parte,
emprende en solitario una lucha contra Huerta desde el 4 de marzo.
Para ello utilizan como pretexto el llamado “Incidente de Tampico”, un altercado marítimo menor entre
marinos estadounidenses y la guarnición federal mexicana en Tampico, Tamaulipas, que ha tenido lugar
el 9 de abril de 1914. La ocupación estadounidense se concreta en dos días de lucha, se prolonga
durante siete meses y finalmente entrega el mando del puerto a las fuerzas leales a Venustiano Carranza.
A inicios de 1914, ya el ejército constitucionalista controla todo el norte de México. El 14 de julio entra
victorioso a la capital y pone fin al gobierno de Huerta, quien huye a Cuba y de allí a Estados Unidos,
donde es apresado y sentenciado a prisión en El Paso, Texas, donde muere un par de años después. En
su ausencia, Venustiano Carranza asume las riendas de México.
Reunidos el 8 de julio, Carranza y Villa han firmado el Pacto de Torreón, en el que establecen acuerdos
sobre la conducción del ejército revolucionario. Pero este acuerdo no impediría que las dos facciones se
distancien prontamente y emprendan un conflicto sangriento en la siguiente etapa de la Revolución
Mexicana.
Los ejércitos marchan nuevamente. Villa y Zapata firman en la Ciudad de México el Pacto de Xochimilco:
básicamente una alianza anticarrancista. Enfrentado con los dos caudillos, el presidente Gutiérrez no
logra gobernar y renuncia el 16 de enero de 1915, por lo que se nombra como sucesor a Roque González
Garza.
Mientras tanto, en Veracruz, Carranza gobierna de facto al país, que se divide entre fuerzas
constitucionalistas (al mando de Carranza) y fuerzas convencionistas (al mando de Villa, pues Zapata se
limita a defender y aislar su territorio).
La guerra civil no se hace esperar y en marzo de 1915 se dan las primeras batallas, pero pronto la
superioridad del ejército constitucionalista se hace notar, especialmente bajo el mando de Álvaro
Obregón. Así, en octubre de 1915 ya Estados Unidos reconoce de facto al gobierno de Carranza (lo cual
ocasiona una serie de ataques vengativos del ejército Villista en contra de bienes y ciudadanos
estadounidenses), y a finales de 1916 la victoria del bando constitucionalista es una realidad.
Para muchos estudiosos de la Revolución Mexicana, el año de 1917 marca el final de una sangrienta
etapa de transformaciones políticas, sociales y económicas en el país. Y esto se debe a que el triunfo de
Carranza trae consigo la promesa de una refundación del país: una nueva Constitución nacional,
redactada casi íntegramente por las fuerzas carrancistas en la ciudad de Querétaro, aunque muchas de
las demandas de los sectores villistas y zapatistas son, a su modo, tomadas en cuenta. La Constitución
Mexicana de 1917 es el resultado de estas gestiones.
En febrero de 1917 se celebran nuevamente elecciones en México. Venustiano Carranza es elegido para
un período de tres años, durante los cuales suceden continuos levantamientos villistas y zapatistas, un
nuevo movimiento contrarrevolucionario de Félix Díaz, y finalmente rebeliones en Chiapas, Oaxaca y
Michoacán.
El gobierno de Carranza navega aquellas aguas intranquilas, y el 10 de abril de 1918 engaña y asesina a
balazos a Emiliano Zapata en la hacienda de Chinameca. Pero cuando intenta algo similar con Álvaro
Obregón, este anuncia el Plan de Agua Prieta, en alianza con Plutarco Elías Calles, en el que desconocen
su gobierno y se alzan en su contra. Incapaz de hacer frente a sus antiguos aliados, Carranza huye a
Veracruz y en el camino es emboscado y asesinado a balazos, el 21 de mayo de 1920.
De 1920 a 1928, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles gobiernan México uno después del otro. Durante
el mandato de Calles se produce la Guerra Cristera (de 1926 a 1929), un levantamiento armado en
defensa de los privilegios de la Iglesia, fuertemente atacados por el gobierno revolucionario.
Este sangriento conflicto finaliza durante la presidencia de Emilio Portes Gil, ya que Álvaro Obregón,
reelecto para el cargo en 1928, es asesinado antes de asumir el mandato por un fanático católico en un
restaurante de la Ciudad de México. Tras su muerte, el “Jefe máximo de la Revolución”, Plutarco Elías
Calles, dará un célebre discurso en el que anuncia el fin de la “etapa de los caudillos” y el inicio de la
“etapa de las instituciones”.
Al año siguiente, se funda el Partido Nacional Revolucionario, que bajo el nombre de Partido de la
Revolución Mexicana y Partido Revolucionario Institucional (PRI), finalmente gobernará México durante
70 años.