Enciclopedia de El Salvador

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El Salvador
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El Salvador
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EL SALVADOR
EN EL SIGLO XX

1
¡
1
EII El Salvador en el siglo xx
IIE]
Los años de la efervescencia

nas tres primeras décadas del siglo XX es­


tuvieron marcadas en El Salvador por intensos
■En la
página an­
terior, el monu­
dinamismos sociales, políticos y económicos.
mento El Salva­
La producción de café se consolidó como prin­ dor del Mundo,
cipal bastión de la economía y como soporte de gran simbolis­
del poder político, al nutrirse la clase política mo para los set­
vadorerlos. Esta
de figuras provenientes de las familias cafetale­ escultura de rnár­
ras más importantes o estrechamente relacio­ mol de Carrara
nadas con ellas. La vinculación del país con el es obra del arqui­
tecto C. Baraho­
mercado mundial a través del café no sólo con­ na Villaserlor,
dicionó fuertemente las posibilidades de un quien la proyectó
despegue económico apuntalado en la produc­ en 1943 para el
mausoleo del ex
ción industrial, sino que los vaivenes de los presidente Ma­
precios mundiales de materias primas, sobre nuel Enrique
todo cuando se inclinaron a la baja, dernostra­ Araujo. Actual­
mente se en­
­on la fragilidad de las estructuras de poder que cuentra en la
se estaban gestando. plaza de las
En estas primeras décadas emergió una so­ Américas.

ciedad dual y de agudos contrastes socioeconé­


micos. Por un lado se situaban los sectores so­
■Símbolo de la so­
ciales mayoritarios, formados por grupos de ciedad adinerada
en 1924: el Casi•
campesinos indígenas y mestizos y criollos que Con la llegada de Hernández Martínez al no Salvadorerlo,
se incorporaban temporalmente a las cosechas poder se produjo una brusca quiebra en la evo­ edificio ocupado
de café, artesanos, obreros de la naciente in­ actualmente por
lución política seguida por la sociedad salvado­
el Centro Comer­
dustria, dependientes de comercio y empicados reña. Ante todo se echó por la borda el lento cial Libertad.
públicos. Por el otro, las familias terratenientes¡ proces,o de democratización, que con la elec­
entre ellas las vinculadas a la producción y ex­ ción de Arturo Araujo había dado un paso im­
portación de café ocupaban un lugar privile­ portante en la consolidación de las institucio­
giado, pues hasta el acceso del general Maxi­ nes del país. En segundo término, el naciente
miliano Hernández Martínez a la presidencia, movimiento obrero, que comenzaba a avanzar
llegaron a concentrar en sus manos todo el po­ en el camino de organización de sus sindicaros
der político. y federaciones, sufrió un fuerte revés, del que
� El Salvador en el siglo xx

sólo comenzaría a reponerse al cesar Hernán­ diversos grupos (familias) oligárquicos. Por oli­
dez Martínez como presidente. Con el ascenso garquía se entiende un reducido grupo de fa­
del militarismo, en 1932, comenzó en El Sal­ milias que concentra en su haber una conside­
vador una etapa de desarrollo sociopclítico, que rable proporción de las riquezas del país y, por
culminaría en 1979, durante la cual el estamen­ tanto, ejerce una influencia decisiva, directa o
to militar se encargó de la gestión directa del indirecta, sobre el manejo del Estado.
poder político y de imponer los límites a la or­ Desde finales del siglo XlX las familias cafe­
ganización de los trabajadores del campo y la taleras se habían ido perftlando por su capaci­
ciudad. dad para lograr la identificación de sus intere­
ses con los de la nación. Con Regalado se dio
La democracia cafetalera un paso importante en esa identificación¡ sin
El Salvador inauguró el siglo XX bajo la admi­ embargo, fue su sucesor, el finquero Pedro José
nistración del general Tomás Regalado (1898­ Escalón (1903­1907), quien se encargó de que
1903), la cual marcó una transición respecto de la democracia institucionalizada por la Consti­
la estabilidad política del país. Los antecesores tución de 1886 ­una democracia cafetalera­
de Regalado habían Uegado al poder por la comenzara a funcionar en la primera década de
fuerza, y él continuó esa tradición, aunque legi­ 1900. Con Escalón se inició la práctica de que
timó su gobierno a través de unas elecciones el presidente saliente, que tenía prohibida la re­
que le proporcionaron el ejercicio del mando elección, designara a su sucesor para el cuatrie­
presidencial, sin interrupción alguna, durante nio siguiente. Además, entre 1907 y 1931 se si­
cuatro años. Su mayor mérito consistió en lo­ guió la regla de elegir presidentes civiles, con la
grar, mediante la consolidación de un poder excepción del general Fernando Figueroa
centralizado, un equilibrio político entre los (1907­1911),


El desarrollo ur­
bano de la capi­
tal refleja la
prosperidad de
la oligarqula y la
incidencia dra­
mática de los sis­
mos, que obliga
a su periódica
reconstrucción.
Panorámica de
la ciudad de San
Salvador desde
el cerro de San
Jacinto, publica­
da en El libro
azul de El Salva­
dor en vísperas
de los dramáticos
movimientos te­
lúricos de 1917.
Los años de la efervescencia �

El juego electoral era imprescindibles. De he­


claro: las autoridades cen­ cho, su gobierno reforzó
trales organizaban las elec­ lazos con el estamento cas­
ciones ejerciendo un severo trense, estableciendo el
control sobre los votantes a
través de las autoridades
servicio militar obligato­
rio, mejorando los servi­

Pedro José Esca-
lón instauró en
municipales y los finqueros cios de la Escuela Militar y 1907 la práctica
cafetaleros y cañeros. Asi­ creando la Guardia Nacio­ presidencial de
designar sucesor
mismo, se trataba de con­ nal (GN), para lo cual para el cuatrie-
trolar al máximo la postu­ nombró ministro de Gue­ nio siguiente,
lación de los candidatos de rra al general José María
la oposición. La votación Peralta Lagos, quien ade­
no era secreta y duraba tres más de militar era un reco­
días consecutivos: ello ha­ nocido hombre de letras.
cía indispensable el control Araujo fue asesinado en
de las municipalidades y la colaboración del confusas circunstancias en 1913, en un mo­
ejército ­el mejor equipado, entrenado y pa­ mento en que los inversores ingleses se batían
gado de Centroamérica­, que veía en su en retirada de Centroamericana y b diploma­
alianza con la élite cafetalera una oportunidad cia del dólar, a la que Araujo se resistía, ganaba
para promover sus intereses corporativos. terreno en la región.

Intento de autonomía La dinastía Meléndez­Quiñónez


política Tras el asesinato de Arauja, el vicepresidente
En 1911 llegó al poder Manuel Enrique Arau­ Carlos Mcléndez (1913­1918) asumió interi­
jo (1911­1913), quien buscó dotar a su gobier­ namente el mandato del fallecido y luego, tras
no de una mayor autonomía respecto de los ganar las elecciones de 1915, asumió constitu­
intereses de los terratenientes, lo cual lo vincu­ cionalmente la presidencia. Con la llegada al
ló a los intereses de los exportadores que eran poder de Carlos Meléndez se inauguró el
sujetos de crédito por parte de los inversores dominio de la dinastía de los Meléndez­
extranjeros. Araujo también buscó el Qpiñónez, caracterizada por aglutinar a
apoyo de otros sectores sociales co­ quienes, desde la producción y ex­
mo el de los artesanos ­crean­ portación de café, concentraban
do sociedades gremiales­ y
el de los lideres opositores, a
enormes cantidades de dine­
ro. Estas familias, que se

Manuel Enrique
Araujo fue el pri-
través del llamado «trans­ contaban entre las más im­ mer presidente
formismo­. Su política ha­ portantes en la produc­ que marcó dis-
cia la población indígena ción y exportación del tancias respecto
a la oligarquía
se orientó a forzar a que grano, lograron así el rno­ terrateniente,
éstos se incorporaran a la nopolio del poder político. aunque a la pos-
tre fuera sólo
economía monetaria y a Al contrario de lo que hizo
para defender
que asumieran un estilo de su antecesor, Meléndez fa­ los intereses
vida ladino. cilitó la penetración de capi­ exportadores.
Para Araujo los militares tal estadounidense en el terri­
continuaron siendo unos aliados torio nacional.
E:1111 El Salvador en el siglo XX

JOSt MAIÚA PERALTA LAGOS, POLITICO Y ESCRITOR


«JOÑ Marta Peralta Lagos ... nació el 25 de julio La carrera artlstlca de Peralta Lagos est6 lndi•
de 1873 y falleció el 22 de junio de 1944 ... Por solublemente ligada a su actividad polftlca, es
ambas ramas de su 6rbol genealógico contaba decir participa del deseo de hacer del pals •una
con antepasados Ilustres ... Como era frecuente patria ... digna, justa, fuerte y noble" ... Es asl co-
entre los jóvenes de las principales familias. vla- mo ti general José Maria Peralta Lagos ... se ln-
j6 1 Europa para perfeccionar su forma- venta una personalidad literaria, que bautl•
cl6n. Se recibió de Ingeniero en la za bajo el nombre de T.P. Mechln
■El general José Academia MUitar de GuamlaJ•· que, corno nos adara Juan Ra­
María Peralta, a ra (Espilla). Regresó al pals món Urlarte, "designa un pe-
caballo entre la
literatura y la po- en 1898. Se Incorpora en­ cecillo, no de los mares, sino
lítica, se desem- - 11 �rclto nacional de nuestra humildes aguas
pet'ló como sub­ en el cual alcanzar6 el medlterrineas ... •. T.P. Me-
secretario de
Guerra y Marina, grado de general ... chln nace a la vida litera-
con Araujo, y de Peralta Lagos fue un ria publicando artkulos
Obras Públicas, convencido ■librepensa- en periódicos y folletos,
con Hernández
dor• ... y... defiende con gracias a los cuales ad­
Martlnez. Su
obra literaria se celo cul religioso los valo- quiere un gran respeto del
nutre de aquella res de 11 Clvlllzad6n, es de- público por su mordacidad y
experiencia polt­
tica y lo convirtió cir del progreso, la ciencia y la su honestidad. No es sino h ...
en académico de razón como combate frente 1 11 ta 1923 cuando se atreve a publi·
la lengua. Slrbarle, es decir la supenftkl6n, el car su primer libro, Burla burlando,
fanatismo y la arbitrariedad .•. Peralta Lagos recopllad6n de artkulos y cuadros de cos-
encauza estas Inquietudes en una Intensa vida tumbres. En 1925, le sigue una obra de caracte-
p(,bllca, que cultiva en dos vertientes, la polltl• rlstkas, llrochlzos. Con el Doctor Gonorreltigo­
ca y la litwaria. En lo que respectl I la primara lT'H, publicado al siguiente ano, tenemos una
vertiente, se puede constatar una larga y dis- primera Incursión en el relato novelesco. Tratan-
tinguida hoja de servido p(,blko. Uega a ser do de recuperar sus experiencias de campana
mlnlstro de Guerra durante el eflmero gobier­ pollticl, escribe y publica la comedla Candidato,
no progresista del � Manuel Enrique que se estrena en ••• 1932. La Muerte de /a Tórtu­
Araujo. En esa cartera tiene como encomienda la, aparecido en 1933, es su segundo relato no-
la modemlzacl6n del ej6rdto.•• Peralta Lagos velado. Publkl con nombre propio los siguien-
funglr6 como embajador de nuestro pals en Es- tes folletos: "El sabio Valle•, "En defense del
palla del gobierno de Plo Romero Bosque. Lue­ Idioma", "Masferrer humorista" (conferencia
go. asplrart fallldamente a la vicepresidencia pronunciada en 1933 en el primer aniversario
durante las elecxlones de 1931 que llevaran al de la muerte de este autor) y •Algunas Ideas so-
poder al Ingeniero Arturo Araujo como presi• bre la futura organización de la ensenanza su-
dente, M6s tarde, durante la dictadura del ge- perior en Centroam6rka" (1936). Fue miembro
neral Hem6ndez Martfnez. Peralta Lagos se de­ de la Academia de la Lengua correspondiente a
sempella como director de Obras Públicas. la Espallola, y del Ateneo de El Salvador.• ■

Ricardo Roque Baldovlnos. prólogo a La muerte do /1 tórtola de JOH Maria Peralta Lagos.
Los años de la efervescencia �

Jorge Meléndez reemplazó a su hermano en obligado a imponer el estado de sitio para ha­
'919. El segundo de los Mcléndez en el poder
h..izo que su grupo familiar, sus amigos y socios,
cer frente a las críticas y las protestas sociales y
políticas, Pese a ello, la lógica dinástica conti­
•Durante la presi-
dencia de Jorge
expandieran sus operaciones hacia el comercio nuó y, en las elecciones de 1923, fue designado Meléndez se
v la agricultura al amparo de las inversiones es­ candidato su cuñado Alfonso Quiñónez Moli­ acentuó la pola-
rización social y
radounidenses. Este aumento desmesurado de na (1923­1927), quien gobernó durante los polftica salvado-
la riqueza en unas pocas manos agudizó el con­ años de mayor auge cafetalero. relia, caracterls-
­rasre entre la forma de vida de los privilegia­ Aunque pretendió recuperar el proyecto libe­ tica de todas las
sociedades dua-
dos y la de la mayor parte de la población. La ral, Quiñónes Molina se entrampó en las redes les. A la izquier-
stuación dio pie a una creciente contestación impuestas por los intereses vinculados al café. da, Imagen de
,olitica, especialmente en San Salvador, adon­ De ahí que su gobierno se caracterizara por ta residencia a la
que se retiró tras
de habían comenzado a emigrar cientos de propiciar una cierta apertura sociopolítica vin­ dejar el poder
campesinos sin tierra. culada a recurrentes medidas de coacción esta­ en 1923.

El fuerte desequilibrio social fue cobrando


v'sos de protesta política, ante lo cual el gobier­
ta1 en contra de anarquistas, comunistas y labo­
ristas. Empero, disolvió la Liga Roja y, desde

Jorge Meléndez
(arriba, a la de-
no formó la Liga Roja, organización que aglu­ 1924, propició el reconocimiento legal de los recha) designó
ti aba a sectores populares que se identificaban sindicatos. Además, fue partidario de un cierto como sucesor a
con el gobierno y tenía por cometido arnedren­ «intervencionismo» estatal en la diversificación su cul'\ado Alfon-
so Quir\ónez-
tar a la oposición mediante la violencia para­ de cultivos, el sistema de ahorros y las compa­ Molina, quien
militar. Los miembros de esta organización, ñías aseguradoras. presidió los arios
conocidos también como los «rojos», se encar­ A Qyiñónez Molina lo sucedió en el poder dorados del auge
cafetalero y brin-
gaban de crear conflictos en localidades aparta­ Pío Romero Bosque (1927­1931). Éste se preo­ dó oportunida-
das y, de esta manera, justificar la persecución cupó por buscar un respaldo social en las clases des a la organi-
violenta de todo aquel que fuese considerado mayoritarias. Pese a estar vinculado a los inte­ zación popular
en sociedades
enemigo político del gobierno. El desgaste de reses cafetaleros, Romero Bosque intentó de­ mutuales.
Jorge Meléndez fue evidente e incluso se vio mocratizar el sistema político, para lo cual su­
� El Salvador en el siglo XX

primió el estado de sitio, creó el Con su Partido Laborista, inspi­



Presionado por la Ministerio de Trabajo y sentó rado en el modelo de su ho­
creciente partid­ las bases para la sanción de mólogo inglés, Araujo trató
pación de las or­
ganizaciones po­ una legislación de las re­ de convertirse en el bene­
pulares en la vida laciones obrero­patronales. factor de la clase obrera y
pública, Plo Ro­ Por supuesto, el intento de pronto consiguió que se
mero Bosque
condujo el cua­ apertura tenía sus límites, y afiliaran al mismo trabaja­
trienio 1927­1931 eran éstos que el movi­ dores urbanos y campesi­
por la senda del miento sindical no afectara nos, quienes fueron fuer­
reformismo poll­
tico, aunque no en ningún caso los intere­ temente influidos por el
dudó en usar las ses de los caficultores. Sin proselitismo y las ideas de
fuerzas del orden Alberto Masfcrrer. El 22
embargo, rindió sus frutos
en contra de los
trabajadores que en la fundación de una se­ de enero de 1931 se reali­
desafiaban el po­ rie de partidos políticos zaron las elecciones presi­
der oligárquico. independientes, así como en el denciales con los resultados si­
nacimiento de una prensa que difundió guientes: Araujo (Partido Laborista en
ampliamente ideas nacionalistas (que atacaban coalición con la Unión Vitalista): 104,083 vo­
a las compañías extranjeras y a Estados Unidos) tos; Alberto Gómez Zárare (Partido Zaratista):
y democráticas, a favor de la tolerancia y el plu­ 64,259; Enrique Córdova (Partido Evolución
ralismo. Fue este intento de democratización Nacional): 34,219; Miguel Tomás Molina
del sistema político y de la sociedad lo que qui­ (Partido Constitucional): 4,911. Ninguno de
so continuar Arturo Araujo, el sucesor de Ro­ los candidatos obtuvo mayoría absoluta, por lo
mero Bosque. que la Asamblea Legislativa tuvo que decidir

TEXTO DE ALBERTO MASFERRER


■Alberto Masfe• PUBLICADO COMO EDITORIAL
EN EL PERIÓDICO PATRM, 1928.
rrer (en la ima­
gen) fue el prin­
cipal Ideólogo •El Enado no provee escuelas sólo después
del laborismo sal­ de atender a la función de mantener la so­
vedoreño. que beranla; al contrario, la nación es una gran
tuvo en el inge­
niero Arturo familia que vela por las necesidades primero,
Arauja a su jefe posibilitando una vida para sus miembros.
de filas y venció, Nosotros. vitalistas, no queremos oír acerca
en 1931, en las
primeras elec­ de la soberanla no de otras abstracciones; no­
ciones libres del sotros queremos olr acerca de los niftos que
pals. Fue ésta comen pan y toman leche, del pueblo que
la culmlnación
del procese aper­ viste zapatos y ropas decentemente, de tra­
turista de Rome­ bajadores a quienes se les paga un salario
ro Bosque, que vital, de familias que viven en viviendas ade­
frustró a los po­
cos meses el dic­ cuadas, acerca de un pueblo fuerte, vigoro•
tador Hernández so, saludable y feliz, cuya rellg16n es el tra­
Martlnez.
bajo y cuyos salarios son la vida• ■
Los años de la efervescencia �

quién iba a ser el nuevo presidente: la elección


recayó en Araujo, quien tomó posesión el 1 de
marzo de 1931, estando en pleno auge de la
crisis mundial de 1929. Las manifestaciones
contra el gobierno estaban al orden del día sin
que éste pudiera responder adecuadamente a la
situación. La agitación social -que desembo-
caría en el levantamiento de 1932- y el rna-
'estar de los grupos de poder económico eran
extremos, y el 2 de diciembre A.raujo fue derro-
cado por un golpe de Estado que llevó al poder
al general Maximiliano Hcrnández Martínez,
hasta ese momento vicepresidente de la Repú­
blica y ministro de Guerra.

El movimiento sindical
en el primer tercio del siglo
Hasta 1920 los intereses de los trabajadores
salvadorefios se encauzaron a través de la for­
mación de asociaciones artesanales. En 1918, PRESIDENTES ■
DE EL SALVADOR La radicalización
ante el surgimiento de las primeras actividades condujo a Cen-
(1898­1944)
industriales y agroindustriales, el artesanado troamérica por
la vía insurreccio-
estaba en franco proceso de desaparición, ya 1898-1903 Tomás Regalado
nal: en 1926,
que mientras algunos trabajadores del sector 1903-1907 Pedro J� Escalón Augusto César
completaban sus ingresos empleándose en ta- 1907-1911 Fernando Figueroa Sandino empren-
dió la lucha de
reas agrícolas, otros se insertaban en la dinámi­ 1911-1913 Manuel Ennquc Araujo
guerrillas contra
ca del capital comercial, que comenzaba a pro- 1913-1918 Carlos Mclfndc-z la intervención
piciar el desarrollo de pequefias industrias 1919-1923 )Ol'J!C Mrléndc-z estadounidense
en Nicaragua.
manufactureras. Ese afio el número total de 1923-1927 Alfonso QuiMna Mohna
En el centro de la
asociaciones artesanales y de obreros fue de 45, 1927-1931 Pío Romero Bosque: imagen, Sandino
siendo predominantes las primeras. 1931 Arturo Araujo junto a Agustín
'-'º característico de las anteriores asociacio­ 1931-1941 M:tx.imiliano Hcrnándct. Martinez
Farabundo Martf
(a la derecha).
nes era que en su integración participaban tan­
to los patrones como los asalariados (oficiales y
aprendices), e incluso comerciantes, emplea­ de los aportes gubernamentales que eran exigi-
dos públicos, profesores e industriales. Asimis- dos por aquellas asociaciones que creían mere­
mo, la dirección estaba en manos de los patro­ cerlo y no representaban amenaza alguna para
nos o maestros propietarios de los talleres. el orden establecido.
Éste era el caso, por ejemplo, de La Concor- El Congreso Obrero celebrado en la ciudad
dia, que en 1917 tenía por presidente al coro- de Armenia en 1918 marcó un hito importante
nel Salvador Ciudad Real, «herrero, tenedor en la evolución de la organización laboral sal-
de libros, oficinista, agricultor y soldado», Los vadoreña. Algunos aspectos del encuentro fue-
fo:.dos de la asociación provenían de cuotas ron los siguientes: a) los discursos de apertura
semanales pagadas por sus miembros, así como estuvieron a cargo de los intelectuales (algunos
EII El Salvador en el siglo XX


El paso del mu-
tualismo al sindi-
calismo dio lugar
a las primeras
huelgas obreras
de El Salvador.
Imagen de una
manifestación de
mujeres reprimi-
da a sangre y
fuego en las ca­
lles de San Salva-
dor el 25 de di-
ciembre de 1922:
una de las prime-
ras movilizacio-
nes femeninas de
la historia latino-
americana.

de ellos futuros profesores de la Universidad se puede dividir en tres fases. En la primera, de


Popular, creada posteriormente) y de los pro­ 1920 a 1924, se agudizó la desarticulación del
pietarios de los talleres; b) el local estaba ador­ artesanado y se reforzó el trabajo asalariado, lo
nado no sólo con la bandera y el escudo nacio­ cual se vio acompañado de la adopción de la
nales, sino también con la fotografía del huelga como método de lucha. La segunda, de
presidente Carlos Meléndez, quien fue infor­ 1924 a 1930, vio nacer a la Regional de Traba­
mado mediante un telegrama del desarrollo de jadores de El Salvador, afiliada a la Confedera­
la reunión; e) los acuerdos principales fueron la ción Obrera Centroamericana (COCA), así
creación de la Federación de Trabajadores y la como también, en marzo de 1930, al Partido
declaración de Arturo Araujo, que estuvo re­ Comunista Salvadoreño; en la tercera, de 1930
presentado en el congreso por Alberto Masfe­ a 1932, se generaron intensos conflictos labo­
rrer, como benefactor de la federación y de la rales relacionados directamente con el impacto
clase obrera; e) se aprobó una moción presen­ de la crisis mundial de 1929.
tada por los maestros pidiendo al gobierno ga­ A lo largo de ese período lo más significativo
rantías contra los traslados arbitrarios y el esta­ fue el papel de la COCA, la cual en 1922 ex­
blecimiento de un sistema de promociones y pulsó a la Confederación de Obreros de El
sociedades cooperativas. Salvador (COES) ­surgida en la reunión de
Entre 1920 y 1932 el movimiento de los tra­ Armenia de 1918­ por discrepancias en el
bajadores salvadoreños abandonó progresiva­ modo de entender la lucha de los trabajadores.
mente los rasgos organizativos de la etapa an­ La COES argumentó que había sido expulsada
terior ­la etapa mutualista y cooperativa­ y porque su orientación murualista era inacepta­
se encaminó no sólo hacia unas formas de or­ ble para los miembros radicales de la COCA,
ganización más autónomas respecto de los in­ los cuales adoctrinaban con «ideas subversivas»
tereses de otros grupos sociales, sino hacia a oficiales, aprendices y obreros. Mientras tan­
prácticas reivindicativas como la huelga, más to, la Federación Regional de Trabajadores de
propias del sindicalismo obrero. Este periodo El Salvador, que se debatía entre el anarcosin­
Los años de la efervescencia �

ALGUNAS ORGANIZACIONES
AFILIADAS A LA FEDERACIÓN
REGIONAL DE TRABI\IADORES
DE EL SALVADOR (1929)

San Salvador

En plena radica-
lización del pro-
Sindicato de Trabajadores Manuales
ceso sociopolitico
e Intelectuales de los Diarios salvadorei'lo,
2 Sindicato de Panificadores Farabundo Martl
participó en
3 Sindicato de Ferrocarrileros
1930 en la funda•
4 Sindicato de Trabajadores de Salón ción del Partido
5 Sindicato de Servicios Domésticos Comunista de El
Salvador (PCS).
6 Sindicato de Sorbeteros y Refresqueros Fue fusilado por
7 Sindicato de la Construcción su responsabili-
8 Sindicato de Tejedores dad en el movi-
miento insurrec-
9 Unión de Pintores cional de 1932,
10 Unión Sindical de Barberos con lo que su
11 Sindicato de Instaladores Eléctricos leyenda iba a
convertirse en
12 Unión de Sastres referencia mítica
13 Sindicato de Zapateros para los revolu-
14 Unión de Empleados de Comercio cionarios del
pals. Imagen
15 Sociedad de Motoristas y Mecánicos
de Agustln Fara•
bundo Martl.
Santa Ana
1 Sindicato de Panificadores
2 Liga de Albanlles y Carpinteros
3 Sindicato de Oficios Varios
4 Comité Pro Acción Sindical
5 Sindicato de campesinos mientes en los órganos Lo, Obreros Unidos, di­
de Potrero Grande rigido por Masferrer, Egida, El Mundo Obrero
y El Forjador, mientras que la línea «revolucio­
naria» se expresó en Opini6n Estudiantil, La
dicalismo y el marxismo, se empleó, con el Estrella Roja ­animado por grupos marxistas
apoyo de la COCA, en promover la organiza­ de la Universidad de El Salvador y del grupo
ción de los campesinos y de los trabajadores del Revolución Universitaria­y El Machete, de la
campo. Al mismo tiempo, decantándose final­ Regional. En el contexto electoral que llevó a
mente por la in.fluencia marxista, la Regional Arturo Araujo al poder, en 1931 ambas ten·
comenzó a aplicar las directrices de la III In­ ciencias se hicieron presentes. El general Her·
rernacional Comunista mucho antes de que se nández Martínez, tras expulsar a Araujo, arre­
fundara el Partido Comunista. metió duramente contra ambas, y en especial
A finales de la década de 1930 se perfilaron lo hizo con particular energía contra la co­
dos corrientes en el movimiento de los trabaja­ rriente sindical que, vinculada al Partido Co­
dores salvadoreños. La orientación «reformis­ munista, dio soporte al levantamiento campe­
ta» vinculada a la COES formuló sus plantea­ sino de 1932 ■
EII
La Gran Depresión y el ascenso
de las dictaduras

■ 1 Partido Comunista de El Salvador


(PCS), la organización política más beligerante
Las nacientes clases medias de San Salvador,
compuestas básicamente por empleados estala·


El movimiento
a principios de la década de 1930 y durante la
revuelta campesina, fue desarticulado en 1932,
les y militares, vieron disminuir de forma sus­
tancial sus ingresos, ya que las arcas fiscales se
insurreccional
justo a los dos años de su fundación. El suceso vaciaron como resultado de la crisis que abatía
del 22 de enero
de 1932 fue el se produjo en el contexto de la crisis económica al agro. En el país se vivía un clima de agita·
primer levanta­ mundial de 1929, conocida como Gran Depre­ ción social cuyo epicentro se ubicaba en la zona
miento campe­
sión, que consiguientemente afectó también a occidental, donde se concentraban las princi­
sino latinoame­
ricano que El Salvador, aquejado por las consecuencias de pales haciendas cafetaleras. En esta coyuntura
secundaba las una caída estrepitosa de los precios del café en se conjugaron el deterioro de la situación eco­
consignas de un los mercados internacionales. nómica y las protestas sociales, especialmente
partido comunis­
ta. Sofocado en campesinas. El colapso de la bolsa de valores
varios dlas, dejó La crisis de 1932 en Wall Strcet ocasionó una drástica caída de
un saldo de vkti­
Las haciendas cafetaleras disminuyeron drásti­ los precios del café y de los salarios de los tra­
mas que los his­
toriadores esti­ camente sus niveles de producción, generando bajadores de las fincas que lo producían.
man entre 7,000 el desempleo masivo y agudizando la miseria En 1931 el precio de exportación del café
y 30,000 muer­ de amplios sectores de la población, que depen­ bajó hasta 18 colones por quintal (1 quintal =
tos. Mapa de los
principales pun­ dían casi en exclusiva del empleo estacional que 100 libras= 46 kilogramos; en 1927 costaba 32
tos rebeldes. una vez al año les ofrecía la recogida del café. colones, y 39 en 1928), los salarios descendie­
ron hasta 20 centavos por día en 1930, lo cual
no representaba ni la mitad de lo que se pagaba
antes de la crisis. No sorprende, por tanto, que
los revolucionarios fuesen capaces de organizar
a unos 80,000 trabajadores agrícolas, principal­
mente peones de las fincas de café situadas al
oeste de El Salvador, en sindicatos militantes.
Hubo huelgas y, en mayo de 1930, se organizó
,. una manifestación masiva en San Salvador.
En el marco de esta conilictividad socio­eco­
º<, nómica se produjo el golpe de Estado del gene­
• h O
ral Maximiliano Hemández Martlncz (diciem­
bre de 1931) que derribó al gobierno de Arturo
La Gran Depresión y el ascenso de las dictaduras �

Araujo, quien sólo un afio antes había asumido medianoche, miles de campesinos pobremente
la presidencia de la República. Hernández armados atacaron poblados, haciendas e insta­
Martínez recibió el apoyo de una fracción im­ laciones militares. Lograron la captura de po­
portante de la oligarquía cafetalera disconforme blados como Nahuizalco, Juayúa, Tacuba e
con la incapacidad de Arauja para enfrentar la Izalco y fueron repelidos en sus ataques a los
situación. En enero de 1932 el nuevo gobierno cuarteles de Ahuachapán y Sonsonate. Los re­
convocó a unas elecciones en las cuales partici­ beldes masacraron a funcionarios locales y a
pó el PCS, que en forma creciente ­durante ciudadanos notables, principalmente comer­
las votaciones­ hizo sentir su fuerza electoral ciantes. Se trató de un levantamiento espontá­
en diferentes lugares del país. El general Her­ neo y mal organizado que fue sofocado rápida­
nández Martínez suspendió el proceso electoral mente. No obstante, la Guardia Nacional y la
y, pocos días después (7 u 8 de enero), el PCS propia burguesía agraria, mediante la organiza­
hizo un llamado a la insurrección. ción de las llamadas guardias cívicas, procedie­
El 22 de enero se produjo un levantamiento ron a asesinar en masa a la población trabaja­
campesino en la zona occidental del país. A dora del campo, en particular a la población de
origen indígena, lo cual hizo que el control de
la rebelión cobrara un fuerte carácter de etno­
TODOS cidio. Aunque no hay datos exactos en torno al
Todo; nanmos mrJ10 murrtor ,,, 19JJ número de muertos como resultado de las ac­
1ohrt111t•tm(JJ ,vro mrJ10 11iwt

aula unD ron una rnn11,1 de tutn/11 m,I murrlt,J muros ciones represivas emprendidas por el gobierno
t¡ur puJ(l II rngord,1r JUJ 111/trhtJ de Martínez, se calcula que hubo entre veinte y
JUS r/1/t/()J
treinta mil asesinados.
v qu, hoy nlcn11u, pata untar Jr m,urlf a los 'I"'
ugum narundo
mrd10 muntot
mrdto fJ/tJOI
Tbdot ,11mmo1 medro mun-tor m 1932
Srr fa/,,.,Jomlo n ser mrd,o murrto
,10 r¡ut tt murt't'
rs /11 111/Jad dr l11 t 1du 9ur 1101 drjaro11 ■
El general Maxi­
}' romo somo, mrdio mutrfoj miliano Hernán­
lo, 111r1inos p1mm1tt1 no Jalnl'lm/1 d1 rHar (()tnln11nt1
.,.,., dez Martínez
acabó en 1931
111/0 Mni/,,tn Ji Jrr mmort11lr,
con el gobierno
PnYJ rllaJ tamh,tn ntdn mtil,a m11Ntos laborista de Ar­
y JO/o 1'/UOJ tJ mrd,ur turo Arauja y, al
UnJmono1 mnl,o m11trto19u110mo1 la p.,trm al\o siguiente,
f"1r11 'hiJoJ ruyoJ pqtltrnoi /11m1ar' suspendió su
"' nomlm 1/t /0111m,i111dfJ! propia convoca­
un,lmo11os ,anlm /0111w1110> 1/t toJo, toria electoral,
ton/ro los QJmno1 d1 /01 m11trloJ y ,Ir lor mrdromurrlDJ ante el avance
experimentado
To,loJ ¡unto,
por los comunis­
lmtm'JJ mdr murrtr 9ut r//01
tas durante la
prro 1oJor;unto1 1mrmo1 mllJ v,d.i qut r/101
campaña.
L41 todDfOdll'D•J umón d1 nur,tr<1J mrdtm v1d<11
di /tu mrJ¡aJ f.'tdm 1/r Jodo, /01 91111 na, 1mo1
m1J10 mutr/01 rn 19.12 ■

Roque Dalron
� El Salvador en el siglo xx


Bajo la dictadura,
las instituciones
del pals queda­
ron al abrigo de
cualquier critica
gracias a una rt­
gurosa censura
de prensa. El
control estatal
se extendió a to­
dos los ámbitos
de la vida nacio­
nal y afectó asi­
mismo a la vida
universitaria, que
perdió la autono­
mla de que goza­
ba. Imagen de
1931 de los edifi­
cios de Correos,
la Universidad
de El Salvador, el
Palacio Nacional
y el hotel Nuevo
Mundo en la ca­
lle Arce­Delgado
del centro de San
Salvador.
La Gran Depresión y el ascenso de las dictaduras �

Dictadura de Hernández cisiones del mandatario, en particular la que


Martínez condujo a la creación de una milicia armada
Durante el período en que el general Maximi­ entre sus partidarios. De forma paralela a es­
liano I­lernández Martínez estuvo en el poder tas medidas dictatoriales el gobierno marti­
fueron violentadas las libertades constituciona­ nista hizo cuanto pudo por sacar la produc­
les de los salvadoreños, especialmente de aque­ ción cafetalera del estancamiento, para lo cual
llos ciudadanos que contaban con medios para jugó un papel irnporrante el Banco Hipoteca­
hacer algún tipo de oposición. La prensa na­ rio, de propiedad estatal, creado con el propó­
cional fue sometida a una constante censura: sito de ayudar a los cafetaleros. A ello se su­
tanto la que seguía una orientación en favor de maron sus esfuerzos por lograr la estabilidad
las libertades cívicas, como la que promovía monetaria y que le llevaron a centralizar la
una oposición al régimen en virtud de las me­ emisión de moneda en el Banco Central de
didas económicas que decidió tomar en contra Reserva (BCR). El gobierno mostró asimismo
de las familias más ricas del país. Por su parte, una cierta preocupación por el fomento del
la Universidad de El Salvador perdió en los he­ desarrollo manufacturero, como lo muestra el
chos su autonomía. establecimiento de una fábrica, con concesión
Los únicos que en cierto modo quedaron de monopolio, para producir bolsas para el co­
fuera del alcance del dictador fueron los pro­ mercio de café fabricadas con fibra de hene­
pios militares ­cuya profesionalización era quén cultivado en el país. Hasta entonces di­
una de las metas de Hernández Martínez­, chas bolsas se importaban. Además, a fines de
quienes no dejaron de fraguar conspiraciones la década de 1930, tres hilanderías producían
y lanzaron fuertes críticas a algunas de las de­ rextiles de algodón.

RELATO DEL DIRIGENTE


COMUNISTA MIGUEL MÁRMOL
SOBRE LOS SUCESOS DE 1932
■El intervencio­
«Ya para ese terrible 22 de enero, el enemi­
nismo estatal en
go nos habla cogido la Iniciativa: en lugar de la vida económi­
un partido que estaba a punto de iniciar una ca de El Salvador
favoreció la in­
gran Insurrección ... dábamos el aspecto de
dustria manufac­
un grupo de desesperados, perseguidos y turera de la fibra
acosados revolucionarios. El enemigo no es­ de henequén,
peró nuestra famosa Hora Cero para iniciar cultivo tradicio­
nal que fue
sus at.clones militares contrarrevoluciona­ empleado para
rias ... frenar las Impor­
taciones de las
Una amarga noticia llegó dlas después a
bolsas con que
terminar de amargar mi vida ... habia tras­ se comercializaba
cendido a conocimiento público que Fara­ el café. Imagen
bundo Marti, Alfonso Luna y Mario Zapata de matas de he­
nequén en San
hablan sido condenados a muerte por un tri­ Francisco Gotera.
bunal militar y que el tirano Martlnez les ha­
bla negado el indulto• ■
� El Salvador en el siglo xx

DE UNA CONVERSACIÓN
CON EL PRESIDENTE
HERNÁNDEZ MARTÍNEZ

«La impresión que causa (el general Hernán­


dez Martínez) es la de un abuelo bonachón ...
Su único comentario acerca de la huelga es­
tudiantil [que en ese momento se desarrolla­
ba] tenla que ver con el hecho de que a los
escolares en ninguna parte del mundo les
gustaba ir a la escuela. La revuelta, según ex­
plicó, habla sido producto de personas in­
conformes, como las hay en todos los países .
.. Nuestros intelectuales leen muchos libros, y
entonces tratan de reformar al mundo de
acuerdo a los escritos de su autor favorito.
Los obreros nada tienen que ver con la sedi­
ción que se está danto en este momento."


la dictadura de
Hernández Mar­
El general Hernández Martíncz fue derroca­
do en 1944; en el orden internacional, su caída
Se mostró amargado por el abandono a su
persona de buena parte de las clases propie­

tinez trató de se vio propiciada por el movimiento antifascis­ tarias del país. Pintó un cuadro heroico del
convertir la insti­ ta que se propagó por Europa y América ante dirigente comunista farabundo Martf, a
tución militar en la derrota inminente de las potencias del Eje, y quien mandó a fusilar en 1932: Martí, perso­
uno de los pilares
de su régimen. a escala nacional por los movimientos demo­ nalidad desinteresada y generosa, fue un or­
Para ello se pro­ cráticos que aprovecharon la coyuntura antifas­ ganizador magnifico quien se habla formado
puso profesiona­ cista para exigir la instauración de un régimen entre los peones al compartir su escasa comi­
lizar el ejército,
aunque ni asl lo­ político constitucional. En este clima se forjó da y dormir sobre el duro suelo ... Se detecta­
gró la unanimi­ una alianza entre diversos sectores, entre ellos ba en su voz un poco de arrepentimiento por
dad castrense en una fracción de la oligarquía molesta por algu­ haberse aliado con los privilegiados en con­
torno a su figura.
Imagen de una nas de las medidas tributarias de Hernández tra de los pobres de los cuales habla surgido.
parada militar Martínez que afectaban a sus intereses y cuyos Cuando hablamos de la revuelta comunista
de la época. reclamos hallaron eco en El Diario de Hoy. A de 1932, insistió en que el ejército habla ma­
esta alianza se sumaron también representantes tado a .. solamente dos mil campesinos".» ■
de los grupos medios y populares, y militares
William Krem,
jóvenes. El propósito de esta alianza era derro­ Democracias y d,ct.aduras en el Caribe
car a la dictadura mediante un golpe de Estado
cívico­militar. El 2 de abril de 1944 se produjo
una sublevación que fue sofocada por Hernán­ Ante estas arbitrariedades del dictador, la so­
dez Martínez y castigada con el fusilamiento ciedad civil respondió con la llamada «huelga
de sus principales dirigentes. La revuelta se ini­ de brazos caídos», que, liderada por grupos es­
ció con un golpe militar fallido, pero San Sal· rudiantiles, paralizó casi totalmente la vida na­
vador se transformó durante dos días en un cional. La estocada final al régimen llegó el 7
campo de batalla, con el resultado numerosos de mayo, cuando el estudiante José Wright,
heridos y muertos. miembro de una familia de la élite salvadoreña,
la Gran Depresión y el ascenso de las dictaduras �


El divorcio exis-
tente entre el
ejército y la so-
ciedad devino
un fenómeno
de alcance cen­
troamericano
que, durante la
década de 1930,
arrastró a Guate•
mala y Honduras
hacia regímenes
dictatoriales,
En la fotografía,
de 1927, solda­
dos salvadorei'los
a la salida del
Palacio Nacional.

fue muerto a tiros por un policía. Al día si­ sistema de espionaje policial del cual hizo uso
guiente, el embajador de Estados Unidos acon­ sin dilaciones, especialmente para detectar
sejó a Martíncz la renuncia, y éste terminó por cualquier indicio de malestar político. Los
aceptar la recomendación. opositores fueron aplastados sin contemplación
e incluso estuvieron en la mira de la represión
Las dictaduras de Guatemala estatal varios líderes laborales centroamerica­
y Honduras nos a la sazón exilados en Guatemala. Su afán
La llegada del general Maxirniliano Hernán­ de controlar a la sociedad llevó a Ubico a ser­
dez Martínez al poder permitió la instauración virse de la radio y la motocicleta para hacerse
de un régimen dictatorial en El Salvador y la presente en los pueblos más remotos. La red
entronización de un esquema de gobierno au­ vial, construida con trabajo forzado, le sirvió
toritario gestado por el estamento militar. El para sus propósitos de informarse de lo que su­
Salvador no fue un caso único en Centroamé­ cedía en cada provincia.
rica. Hubo procesos análogos en Guatemala y Ubico no sólo fue sumamente duro con sus
Honduras, donde encarnados por Jorge Ubico opositores sino que tuvo una particular voca­
y Tiburcio Carías Andino, respectivamente, se ción para conocer a sus enemigos, lo cual le sir­
afianzaron regímenes políticos antidemocráti­ vió para evitar que los obreros, los artesanos
cos, en los cuales no se toleró ninguna oposi­ y los campesinos pudieran articular oposición
ción. Curiosamente, de los tres dictadores, sólo real alguna. En 1935 los agentes del gobierno
'lernández Martínez llegó al poder por la vía descubrieron una conspiración cuyos animado­
del golpe de Estado; Ubico y Carías Andino res fueron diezmados por las fuerzas del orden.
fueron electos para ocupar la presidencia de sus En 1936 se derogó el artículo 66 de la Consti­
respectivos países. tución Política, lo cual permitió a Ubico man­
En febrero de 1931 Ubico fue electo para tenerse en el gobierno hasta 1943.
ocupar la presidencia de Guatemala. Su ante­ Tiburcio Carías Andino llegó a la presiden­
cesor, Estrada Cabrera, le dejó en herencia un cia en 1932 como candidato electo del Partido
EII El Salvador en el siglo xx

la profesionalización de sus mandos. Su princi­


pal apoyo provino de la Fuerza Aérea, que es­
tuvo completamente sometida a sus órdenes.
Casi al final de su mandato creó la Escuela Mi­
litar Hondureña.
En 1944 se gestó un intento de derroca­
miento del gobierno que Carias Andino pudo
controlar. Sin embargo, tal intento puso de
manifiesto el grado de descontento que preva­
lecía en amplios sectores sociales y políticos.
Ante ello Carías Andino no sólo ofreció reti­
rarse en 1948, sino convocar elecciones libres
para elegir al nuevo presidente de Honduras.

Irrupción política
de las clases medias
Las protestas que forzaron la salida de Her­
■ Nacional. La fuerza del Partido Liberal, derro­ nández Martínez no sólo proporcionaron un
las clases medias tado en las elecciones de ese año, hizo presumir nuevo aliento al proceso de organización de los
venlan consoli­
dándose desde que Honduras no se despeñaría por el camino trabajadores, suspendido violentamente en
finales del siglo de la dictadura. Sin embargo, los ejemplos de 1932, sino que dieron paso a la irrupción de las
XIX a través de El Salvador y Honduras animaron a Carías clases medias ­estudiantes, maestros y cm­
los sectores pro­
fesionales libe­ Andino a dar rienda suelta a sus ambiciones
rales, que acaba­ dictatoriales. Entre sus primeras medidas se
rían por irrumpir contó la de enfrentar la rebelión del Partido LAS DICTADURAS
en la política dé· CENTROAMERICANAS
cadas más tarde, Liberal contra su victoria electoral. Lanzó una
determinando campaña exitosa en contra de ese partido, a •la recuperación económica en los anos
la calda de la consecuencia de la cual su líder, Züñiga Huere, treinta no implicó la liberalización polftka.
dictadura. En la
imagen, de 1896,
tuvo que marchar al exilio. Por el contrario, los regímenes de las tres re­
estudiantes du­ El movimiento laboral, que se concentraba pública, del norte (Guatemala, El Salvador y
rante un curso en mayor medida en las plantaciones bananeras Honduras), los cuales llegaron al poder en
de prácticas en la
antigua Facultad de la costa norte, no ofreció ninguna resistencia los inicios de la depresión, se convirtieron en
de Medicina. a los desmanes de Carías Andino. Éste, ade­ fuertes dictaduras donde ninguna oposición
más, estableció relaciones cordiales con las era tolerada. En Nicaragua, a finales de la
compañías bananeras, autorizadas por el go­ década, la dirección que estaba tomando el
bierno a controlar la agitación de los trabajado­ presidente Somoza era clara. Sólo en Costa
res. La élite económica tampoco causó proble­ Rica, donde la tradición de elecciones libres y
mas al presidente hondureño, puesto que, al ser justas se mantenía, el descenso hacia la dk­
la mayoría de sus componentes de origen ex­ tadura fue evitado, pero incluso en este pafs
tranjero, se arriesgaban a ser deportados si se el gobierno comenzó a manifestar un fuerte
involucraban en actividades antigubernamen­ carácter autoritario» ■
tales. El único peligro significativo al que se
Historia general de Centroamérica, Vol. IV.,
enfrentaba Carías Andino procedía de las filas Victor Hugo Acu"ª• editor.
del ejército, razón por la cual sus desvelos hacia
La Gran Depresión y el ascenso de las dictaduras �

,leados- como agentes dinamizadores de la rumbo político de El Salvador, sino que en


/ida política. Desde los preparativos de la huel- buena medida también (a veces en connivencia ■
{ª de brazos caídos hasta su culminación, el con los grupos de poder económico y, a veces Clases medias:
arriba, aula de la
,apcl de los sectores medios fue decisivo. A en su contra) decidieron el modelo de desarro- Escuela Normal
,artir de ese momento y a lo largo del siglo XX, llo que consideraron adecuado. de Maestros en
as clases medias han estado presentes, como La presencia de los militares, pues, terminó 1925; abajo, el
San Salvador de
,rotagonistas, en las principales etapas del pro- siendo decisiva, con la subsiguiente militariza­ la ciudadanía ur­
·eso sociopolítico salvadoreño. Junto a ellas, a ción del país. De ahí que una de las vertientes bana en 1927.
artir de 1932 los «militares jóvenes, van a re-
resentar una orientación, en las filas del ejér-
ito, de oposición a la línea dura y proclive a la
xclusión, defensora de la institucionalidad del
)aÍS y de las reformas necesarias para reducir

os niveles de pobreza.
Son esas dos orientaciones en las filas del es-
amento militar las que van a convivir, pactan­
io y haciéndose concesiones mutuas, desde
que los militares iniciaron su gestión del apa­
rato estatal en 1932. Así, a pesar de que Her-
aández Martínez se vio forzado a abandonar el
,1aís -después de él, y sin interrupción hasta
979-, los militares no sólo decidieron el
EII El Salvador en el siglo xx

de las reivindicaciones populares y de los secto­ vil y popular al militarismo fue la que alimentó
res medios se orientara a clamar por el fin del al movimiento insurgente durante la década de
militarismo, con la consecuencia de que no só­ 1980 y principios de la década de 1990. Los
lo fortaleció el espíritu de cuerpo del estamen­ Acuerdos de Paz dieron cabida a ese clamor, al
to militar, sino que también contribuyó a hacer proponerse como uno de sus principales objeti­
abismal la distancia entre los militares y la so­ vos la salida de los militares del ejercicio direc­
ciedad. Una importante dosis de resistencia ci­ to del poder político.

Pll.\NO
IX LA
CIUDAD DI:
■Plano de San SI.\N St.-J.V�DOR
Salvador en
1938: el creer­
miento ceplteli­
no comprende
ya el estadio na­
cional de la Flor
Blanca, las colo­
nias La RAbida
y la Esperanza y
los proyectos de
la plaza de las
Américas y la
Universidad
Nacional.

n � ,;. ..
■ • • ■
LAS ÚLTIMAS DÉCADAS

,,q
,,1
ri
u"
� Las últimas décadas
IIIE]
Características generales

liD as tensiones sociales y políticas son la


característica más destacada del proceso histó­
y cañeros y, después, los industriales y banque­
ros), cuyo principal interés era garantizar su ri­
­ico salvadoreño que va desde mediados de la queza, veían con temor no sólo las movilizacio­ ■La polarización
década de 1940 hasta la conclusión de la guerra nes sociales, sino las pretensiones de reforma
política ha sido
civil librada entre 1979 y 1992. Una vez tras social abanderadas por los militares jóvenes. una constante
otra, esas tensiones se tradujeron en crisis mar­ A partir de la caída del dictador Hernández de la sociedad
cadas por la confrontación entre quienes daban Martínez (1944) ­ocurrida tras la moviliza­ salvadorei"la de
la segunda mitad
dinamismo a lógicas contradictorias. ción de amplios sectores sociales­ y hasta las del siglo XX. En la
Sus principales actores crisis ocasionadas por los p.igina anterior,
fueron los sectores me­ fraudes electorales de la manifestación de
seguidores de la
dios, cuyos miembros década de 1970, se fue derechista Alian­
más lúcidos ­estudian­ gestando un fuerte movi­ za Republicana
tes, profesores, emplea­ miento de oposición cívi­ Nacionalista
(Arena) durante
dos­ asumían y daban ca y democrática a la en­ las elecciones de
expresión al malestar de tronización del esquema 1982.
la sociedad ante los di­ autoritario que sustenta­
versos tipos de exclusión ba el sector hegemónico ■Maximiliano Her­
de que eran objeto. A del ejército y era apoyado nández Martl·
través de sus organiza­ casi unánimemente por nez, general que
presidió la Repú­
ciones campesinas y sin­ los grupos de poder eco­ blica entre 1931
dicales los sectores po· nómico. Los sucesivos y 1944, encarna
fracasos del movimiento para la sociedad
pulares demandaban el
salvadoret'la la fi­
respeto a sus derechos cívico en el objetivo de gura del dictador
básicos; en el seno del es­ poner fin a la dictadura por excelencia:
militar institucionalizada su renuncia fue
tamento militar pervi­
propiciada por
vían orientaciones diver­ por la vía democrática y un cambio del
sas y hasta encontradas la creciente represión po­ contexto interna­
acerca del modo de en· lítica provocaron la radi­ cional y por la
pujanza reivindi­
frentar el malestar de la sociedad ­con la co­ calización de la oposición tanto de los sectores cativa del movi­
acción o con la apertura institucional­, mien­ medios como de las organizaciones de los sec­ miento popular.
tras que los grupos de poder económico tores populares, cada vez más activas y presen­
(primero los cafetaleros, luego los algodoneros tes en el escenario político.
EJII Las últimas décadas

Durante la década de 1970 las organizacio­ macla revolucionaria. Como reacción, eJ esta­
nes campesinas se incorporaron a la vida del mento militar endureció sus posturas y se volvió
país en un marco de tensiones sociales y políti­ más excluyente. Los grupos de poder económi­
cas que, al aumentar, dieron pie a una eferves­ co no sólo clamaron por medidas de fuerza
cencia social inédita en la historia reciente de contra quienes cuestionaban su poder y rique­
El Salvador. Las organizaciones populares y los zas, sino que ellos mismos asumieron actitudes
sectores más radicales de las clases medias se militantes (por ejemplo con el Frente de Agri­
vieron cada vez más arrastradas a la lucha ar­ cultores para la Región Oriental, FARO) o aus­
piciaron grupos paramilitares para enfrentar a
la creciente oposición, sobre todo aquella pro­
veniente de los sectores populares y de las na­
cientes organizaciones político­militares.
■El ejército pasó a El desenlace de esta acumulación de conflic­
tos sin resolver, malestar social, marginalidad,
desernpeñar un
papel político
radicalismo político y autoritarismo militar fue
progresivamente la guerra civil que abatió al país lo largo de la
relevante en la década de 1980 y que culminó con la firma de
medida que se
radicalizaron las los Acuerdos de Paz en enero de 1992. Estos
formas de lucha acuerdos fueron concebidos no sólo con el pro­
popular. Patrulla pósito de poner fin a la guerra, sino también de
militar en 1980.
sentar las bases que permitieron finalmente su­
perar aquellas tensiones que habían alimentado
el proceso político de El Salvador durante todo
el siglo XX ■

■Los Acuerdos
de Paz de 1992
abrieron la vla
para el estable­
cimiento de una
plena democra­
cia que contem­
plaba entre sus
objetivos priori­
tarios la reinser­
ci6n de la gue­
rrilla en la vida
polltica institu­
cional. En la
imagen, un acto
del FMLN en fa.
vor de aquellos
acuerdos.
IEl
Golpes de Estado y poder militar
(1944-1979)

11 n 1944, la renuncia y el exilio de Her­


nández Martínez parecieron dar paso a una
ciales más conservadores se aglutinaron en tor­
no al Partido Agrario (l'A). En estas circuns­
nueva fase de la vida política salvadoreña, atra­ tancias, el Partido Comunista de El Salvador
vesada por continuos golpes de Estado y luchas (PCS), principal impulsor del levantamiento
partidarias por el poder. Este período coincidió campesino de 1932, no tenía mucho que ofre­
con el despertar del pro­ cer, dada su debilidad or­
tagonismo económico de ganizativa y la escasa ba­
la burguesía industrial, se social de que disponía.

La Junta de Go-
frustrado dramáticamen­ bierno encabeza-
da por el general
te por causa del fracaso El golpe de Andrés Ignacio
del proyecto sustitutivo Estado de 1944 Menéndez (en la
de importaciones en que Parecían haber quedado fotografía) trun-
có las perspectl-
acabó el Mercado Co­ despejados los últimos vas democratiza-
mún Centroamericano obstáculos para la instau­ doras abiertas
(Mercomun). El proyec­ ración de un régimen de­ por la cafda de
Hernández Mar-
to se quebró definitiva­ mocrático, pero, a la caí­
tinez. Durante su
mente en 1969 con el es­ da de la dictadura del mandato, Me-
tallido de la guerra entre general Hernándcz Mar­ néndez puso, sfn
embargo, su vo-
El Salvador y Honduras. tínez, la fuerza del movi­ luntad al servicio
El movimiento popu­ miento popular había de una apertura
lar ­­protagonista fun­ crecido tanto que los democrática del
régimen.
damental de la huelga de grupos de poder econó­
brazos caídos y la subse­ mico ­en especial los
cuente salida del dicrador+: se aglutinó en tor­ vinculados a la producción de café­ se aliaron
no a la figura del líder carismático Arturo Ro­ con un grupo de militares y dieron un golpe de
mero y su Partido Unión Democrática (PUD). Estado con el propósito de desarticular la or­
El movimiento expresaba a la sazón las ansias ganización popular. La Junta de Gobierno, en­
democratizadoras de los sectores medios y po­ cabezada por el general Andrés Ignacio Me­
pulares y acudió al proceso electoral convocado néndez, se empeñó en lograr una transición
por la Junta de Gobierno que reemplazó al ge­ pacífica hacia un régimen democrático. Las
neral Hernández Martíncz. Por su parte, los condiciones económicas eran en ese momento
sectores de poder económico y los grupos so­ bastante favorables y el principal obstáculo, que
EII Las últimas décadas

a la postre resultó insuperable, fue el obstruc­ meses convocó a elecciones presidenciales, ase­
cionismo de aquellos grupos de poder y de los gurándose la victoria del candidato de la élite
■Relnstaurando militares, decididamente opuestos a la instau­ cafetalera, el general Salvador Castaneda Cas­
ración de un régimen democrático. tro. Tal como estaba previsto éste asumió la
el régimen dicta­
torial, el coronel El 21 de octubre de 1944 un grupo de mili­ presidencia el 1 de marzo de 1945.
Osmln Aguirre y tares comandado por el director general de la
Salinas, director
general de la
Policía Nacional (PN), coronel Osmín Aguirre La «Revolución de 1948»
Policla Nacional, y Salinas, se hizo con el poder: Menéndez fue La sucesión de Castaneda Castro dio lugar en
desbancó a Me­ obligado a renunciar y los miembros de la 1948 a una nueva crisis política. Comoquiera
néndez y se eri­
Asamblea Legislativa fueron convocados al que Castancda pretendía ser reelecto, generó
gió en presidente
provisorio hasta cuartel El Zapote para presenciar la instaura­ malestar e inconformidad en las filas del ejérci­
la proclamación ción de Aguirre como presidente provisional. to, en sectores importantes de la burguesía in­
de Salvador Cas­
Se inauguraba así una modalidad de •juego dustrial con una visión dcsarrollista y en los
taneda Castro,
cuatro meses electoral» en el que la oposición política carecía sectores populares que exigían reformas demo­
más tarde. de posibilidades reales de acceso al poder, ya cráticas. El proceso trajo como resultado la lla­
que el partido en el mada «Revolución de 1948•, la cual dio lugar a
gobierno utilizaría los la formación de un Consejo de Gobierno Re­
recursos del Estado volucionario cuya finalidad declarada era res·
para asegurar el triun­ taurar la institucionalidad perturbada por Cas­
fo del candidato ofi­ taneda Castro. Ese organismo, de carácter
cial (por lo general un provisional, preparó unas elecciones en las que
militar), quien, a su salió electo, en septiembre de 1950, el coronel
vez, sería el candidato Óscar Osorio, candidato del nuevo partido ofi­
de la oligarquía. cial, Partido Revolucionario de Unificación
Aguirre y Salinas Democrática (PRUD).
trató de controlar a Con Osorio no sólo comenzó el auge de la
los grupos opositores, producción algodonera. El nuevo presidente se
que tenían por princi­ esforzó por hacer del aparato estatal el promo­
pales figuras a Miguel tor del crecimiento, lo cual quedó plasmado y
Tomás Molina y Ar­ legitimado en la Constitución de 1950, en la
turo Romero, quienes que se justifica el nuevo papel interventor del
dieron vida al «rome­ Estado. Influido por la constitución mexicana
risrno», un movimien­ de 1917, el texto constitucional de 1950 pres·
to de lucha por las li­ cribe lo siguiente: a) un intervencionismo esta­
bertades cívicas que tal orientado a asegurar a todos los habitantes
aglurinó a los grupos de El Salvador una existencia digna de un ser
opositores al militarismo más relevantes. Ade­ humano; b) garantizar la propiedad privada en
más, Aguirre y Salinas hizo todo para controlar función social; c) restringir la libertad econó­
al movimiento sindical nucleado en la Unión mica en aquello que se oponga al interés social;
Nacional de Trabajadores (UNT). En diciem­ y e) regular con carácter tutelar las relaciones
bre de 1944 aplastó una revuelta en el barrio entre el capital y el trabajo. En este último
San Miguelito y repelió una invasión lanzada punto establece, entre otras cosas, la limitación
por la oposición desde Guatemala. Después de de la jornada laboral, la asociación sindical, la
gobernar con mano dura durante casi cinco contratación colectiva y el salario mínimo.
Golpes de Estado y poder militar (1944-1979) �

' o ..,. '!í



....

�,
El Consejo de Go-

••
-p· bierno Revolucio-
nario protagoni-
zó el movimiento
. ,. i_ • reformista que
-
,, en 1948 depuso
a Castaneda Cas­

�:
tro. De izquierda
� a derecha, cuatro

..
miembros de
aquel consejo:

,, •
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l
• • •1•
el doctor, Rey-
naldo Galindo
Pohl, el mayor

j �� tr.' ..it �-
-.:.
óscar A. Bolaí'\os,
el doctor Hum-

­
berto Costa y el

­­
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·-,...- •:.a ....
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,,.•
coronel Óscar
Osario. Éste serla
I' elegido presiden-
í)':J ·. ·) te en 1950.

Los golpes de 1960 y 1961 cretó el estado de sitio. En este marco emergió
En los comicios presidenciales de 1956 Osorio el Frente Nacional de Orientación Cívica, for­
fue sustituido por el candidato del PRUD, co­ mado por partidos políticos de centro y de iz­
ronel José María Lernus. El gobierno de Le­ quierda, asociaciones estudiantiles y sindicatos,
mus se inició con una profundización de las que preparó y ejecutó el golpe de Estado del 26
reformas emprendidas por su antecesor, llegan­ de octubre de 1960. En este golpe participaron
do incluso a permitir el regreso al país de todos diversos sectores de la vida nacional, desde los
los exiliados y prometiendo el respeto a los de­ incluidos en el Frente Nacional de Orientación
rechos individuales y colectivos. Una muestra Cívica, hasta los modernizanres de las élites.
de su disposición a cumplir con sus compromi­ Tras el triunfo del movimiento golpista se
sos fue la derogación de la Ley de Defensa del instaló una Junta de Gobierno formada por
Orden Democrático y Constitucional, que te­ tres civiles y tres militares que se mantuvo en el
nía aspectos claramente antidemocráticos. La poder hasta el 6 de febrero de 1961. Las pre­
relativa tolerancia mostrada por el régimen de tensiones del nuevo gobierno eran «restablecer
Lcmus estimuló la actividad organizativa sin­ la legalidad y promover un proceso democráti­
dical y política, a lo cual se sumó tanto el im­ co y constitucional que desembocaría en un
pacto de la revolución cubana en el ámbito evento electoral libre». Pero el proyecto se frus­
universitario como el empeoramiento de la si­ tró el 6 de febrero de 1961 al ser derrocada la
tuación económica asociada al ciclo depresivo Juma: un nuevo golpe de Estado desembocó en
que en ese momento afectaba al mercado inter­ la instauración de un Directorio Militar. Estu­
nacional de café. vo este directorio fuertemente influido por Es­
Ante las movilizaciones de los sindicatos, es­ tados Unidos y pronto puso manos a la obra en
tudiantes y diversos sectores de la clase media, una serie de reformas económicas y sociales ta­
el gobierno de Lemus endureció sus posturas; les como la nacionalización del Banco Central
disolvió por la fuerza las concentraciones po­ de Reserva (BCR), la promulgación de leyes
pulares, asaltó la Universidad Nacional y de­ favorables a los campesinos y la rebaja en los
E:1111 Las últimas décadas

DE LA PROCLAMA DEL
DIRECTORIO CÍVICO MILITAR
DEL 6 DE FEBRERO DE 1961

«La Fuerza Armada se compromete a luchar


■El presidente porque en el curso de 1961 se dicten medi­
das de beneficio público para aliviar la pre­
José María Lemus
profundizó en sente situación económica e Iniciar el desa­
la vía reformista rrollo de una reforma social que se encamine
de su antecesor,
principalmente a:
aunque a la pos­
tre acabara re­ • Incrementar las fuentes de trabajo y esti­
primiendo los mular la producción, mediante un adecuado
movimientos
programa de obras públicas.
populares que
él mismo habla • Reformar el sistema tributario de modo
estimulado. I que la imposición resulte equivalentemente
progresiva con respecto al nivel de ingreso
de los contribuyentes .
• • Propiciar el incremento de la producción
agrícola y elevar los ingresos del campesina­
do mediante la revisión y planificación del
empleo y tenencia de tierras.
alquileres de las viviendas populares, medidas • Intensificar la construcción de viviendas ru­
todas ellas que encajaban en el esquema auspi­ ral y urbana para campesinos, obreros y em­
ciado por Estados Unidos para neutralizar la pleados.
influencia de la revolución cubana en el conti­ • Extender los servicios astStenclales: médi­
nente americano. cos, hospitalarios y sanitarios a toda la na­
A través de un proceso electoral, en 1962 el ción y desarrollar progresivamente el Seguro
Directorio Militar dio paso al candidato del Social, hasta abarcar a toda la población la-
Partido de Conciliación Nacional (PCN, fun­ boral.
dado en septiembre de 1961), coronel Julio • Intensificar la educación técnica del cam­
Adalbcrto Rivera, quien hizo de la proclama pesino y del obrero con miras a facilitar el es­
del 6 de febrero de 1962 su programa de go­ tablecimiento de nuevas fuentes de produc­
bierno. Rivera fue relevado del cargo en 1967, ción y mejorar el nivel de producción de la
tras permanecer cinco años en el ejercicio del República.• ■
poder. Le sucedió el general Fidel Sánchez ­ -
1­lernández, que gobernó hasta 1972. En las
elecciones de ese ai\o triunfó el coronel Arturo nes, encabezados por los coroneles Amoldo
Armando Malina, quien tras expirar su man­ Majano y Jaime Abdul Gutiérrez, promovieron
dato en el ejecutivo, en 1977 dejó el poder en un golpe de Estado e instalaron una Junta Re­
manos del general Carlos Humberto Romero. volucionaria de Gobierno.
El ambiente sociopolítico de la época era su­ Fue éste el último de la larga serie de golpes
mamente violento y el gobierno de Romero se de Estado que signaron la vida política de El
vio abruptamente interrumpido el 15 de octu­ Salvador durante el siglo XX. La coyuntura
bre de 1979 cuando un grupo de militares jóve­ abierta después de octubre de 1979 fue cualita­
Golpes de Estado y poder militar (1944-1979) IE]
tivamente distinta a las anteriores: se cerró una
fase de la historia política del país y se abrió

otra marcada por la emergencia del Frente Fa­ Fidel Sánchez
rabundo Martí para la Liberación Nacional Hernández
(1918-2003)
(FMLN) como principal polo opositor y por el fue el general
estallido de una guerra civil en la que se con­ que presidió la
frontaron el proyecto insurgente y el proyecto República entre
1967 y 1972:
gubernamental. encarnó la línea
continuista del
El poder militar Directorio Militar
que, bajo los
En 1948 los militares salvadoreños intentaron auspicios de
impulsar un nuevo modelo de dominación po­ Estados Unidos y
lítica y económica basado en una combinación el respeto a las
formalidades de­
de reformas socioeconómicas, la moderniza­ mocráticas, neu­
ción estatal y el uso discrecional de la coacción. tralizó a partir de
Sin embargo ese modelo sufría de una debili­ 1961 la influen·
cia creciente de
dad fundamental. Se basaba en el convenci­ la revolución cu­
miento de que el café tenía una importancia bana en
el continente.
primordial y que debía evitarse que la actividad
del sector cafetalero se viese afectada por cual­
quier reforma que pudiera alterar el precario
equilibrio de un país con muy poco territorio, la sociedad sin llegar a dominarla por comple­
una economía emergente y una población que to. No lograron convertirse en el verdadero
crecía con gran rapidez. Los militares no caye­ conductor nacional que reemplazase a la oli­
ron en la cuenta de que la operación del sector garquía tradicional. Perdieron varias oportuni­
cafetalero no estaba indisolublemente ligada a dades de formar coaliciones con otros sectores
los sectores de poder económico por una espe­ importantes y dinámicos, a la vez que impidie­
cie de hechizo histórico irrompible. ron que fueran otros quienes las formasen.
Desde 1948 hasta 1979 los militares fueron La pretensión de los militares de propiciar
incapaces de comprender que las necesidades una cierta industrialización, así como una le­
sociales, políticas y económicas del país no se gislación que protegiera mínimamente los de­
agotaban con las reformas estructurales, sino rechos de los trabajadores -el reformismo mi­
que requerían también de una apertura política litar­ dejó intacta a la sociedad salvadoreña.
que sólo podía hacerse efectiva con el apoyo del Los cambios ocurridos no fueron planeados y,
estamento militar. No fueron capaces devalo­ en la mayoría de los casos, ni siquiera previstos.
rar adecuadamente el poder político y econó­ Los gobiernos militares no fueron oligárquicos,
mico de los grupos productores y exportadores aunque a la postre resultaron beneficiosos para
de café, a partir del cual éstos podían impedir la oligarquía. Se trató en todos los casos de dic­
cualquier tipo de reforma. taduras que nunca permitieron prosperar a las
Los militares pudieron haber jugado un pa­ instituciones republicanas, ni siquiera que.ope­
pel crucial en este proceso, tal y como lo hicie­ rasen durante algún tiempo. Su legado históri­
ron en otros países de América Latina, pero en co ha sido, entre otros, un déficit de institucio­
El Salvador no lo llevaron a cabo. En cambio, nalidad que la sociedad salvadoreña todavía
durante las tres décadas siguientes controlaron debe compensar ■
La modernización
y la guerra con Honduras

nl incipiente proceso de modernización


agrícola impulsado en los años cincuenta tuvo
rubro entre los productos de exportación. El
cultivo de algodón sólo pudo emerger merced a
continuidad a comienzos de la década siguien­ la capacitación en el manejo y el uso de fertili­
■Impulsor de una te gracias a la dinámica de crecimiento indus­ zantes a gran escala, así como a la utilización de
importante re­ trial vivida por todos los países del área centro­ maquinaria y equipos que, para la época y las
forma económi­
ca, el gobierno americana, que propiciaron la creación del condiciones del país, podían ser considerados
de Osorio propi­ Mercado Común Centroamericano (Merco­ de tecnología de punta. En la década siguiente,
ció a partir de mun). El proceso desarrollista se frustró a raíz el proceso de modernización auspiciado por
19S0 la moderni­
zación agrlcola de la guerra con Honduras. Osario (y antes de su gobierno por la ­Revolu­
mediante la in­ ción de 1948,) alcanzó su mejor expresión en la
dustrialización y La modernización dinámica industrial en la que se vieron envuel­
el uso de fertili­
zantes. En la ima­ En la década de 1950 el coronel Óscar Osario tos los cinco países centroamericanos.
gen, balas de al­ promovió un importante proceso de diversifi­ En efecto, durante la década de 1960 los paí­
godón dispuestas cación agrícola gracias a la adopción de medi­ ses de la región dieron muestras de una diná­
para la exporta­
ción en el puerto das favorables a la producción de algodón, que mica de crecimiento económico notable. Este
de Acajutla. pasó a ocupar, por su importancia, el segundo fenómeno respondió sin duda a la participa­
ción de la producción industrial manufacturera
en el intercambio comercial de la región. A
partir de la segunda mitad de la década ese rit­
mo comenzó a desacelerarse y condujo a la cri­
sis del modelo regional de integración de los
mercados del área centroamericana.
El grado de industrialización a escala regio­
nal era en ese entonces bastante uniforme, te­
niendo El Salvador una proporción un poco
más elevada que la de los demás países y que el
promedio regional. Hacia finales de los años se­
senta el desarroUo industrial de América Cen­
tral mostraba desigualdades, ya que sólo Nica­
ragua, Costa Rica y El Salvador sobrepasaban
el nivel de industrialización medio. En el curso
de los siguientes veinte años, El Salvador se
La modernización y la Guerra con Honduras �

perfiló como eJ único país que progresivamente rio. El desarrollo industrial salvadoreño de la
fue perdiendo participación porcentual en el década de 1960 se convirtió en un aliciente pa­
producto manufacturero de la región, a diferen­ ra las inversiones extranjeras, en las cuales la
cia de la evolución relativamente positiva de los participación de El Salvador aumentó del 1.6
demás países, en especial de Guatemala. De es­ al 38.1 por ciento.
te modo el sector manufacturero salvadoreño, El despegue industrial dependía en gran me­
que en 1960 había contribuido al Producto Te­ dida de Ja consolidación del Mercomun. La
rritorial Bruto (PTB) con el 14.6 por ciento, guerra de 1969 frustró los esfuerzos intcgracio­
subió su participación al 19 por ciento en 1969 nisras, truncando las posibilidades de afianzar
y retrocedió al 14.8 por ciento en 1979. el esquema económico que Ja Comisión Eco­ ■El
Los cambios más importantes en la estruc­ problema de
nómica para América Latina (CEPAL) estima­
la emigración sal­
tura productiva del sector manufacturero sal­ ba viable para cada uno de los países del área. vadorer'la plan­
vadorcño y de la región en su conjunto, se tra­ teaba un serio
dilema con Hon­
dujeron en el establecimiento de industrias La guerra con Honduras duras, El fútbol
modernas y más dinámicas, entre las que ocu­ Durante 1969, las relaciones entre Honduras y jugó su papel en
paron un Jugar importante las productoras de El Salvador se fueron endureciendo progresi­ la creación del
clima de hostili­
sosa cáustica, insecticidas, dorados, llantas, vamente hasta desembocar en la llamada gue­
dad que en julio
fertilizantes, productos de vidrio, cables, alam­ rra de las <cien horas» o «guerra del fútbol». de 1969 darla
bre de cobre y otras similares, es decir, de pro­ paso a la guerra:
ta selección de
ductos clasificados en el rubro de subsectores Génesis del conflicto
El Salvador (en la
de Ja producción intermedia y metalmecánica. Desde su participación en el directorio cuatro fotografla) habla
Esta orientación de la estructura industrial tra­ años antes, en 1965, el presidente Julio Adal­ jugado el mes
anterior en San
jo consigo importantes cambios en el sistema berto Rivera trataba de promover la moderni­
Salvador contra
productivo, entre ellos la disminución de la zación socioeconómica y mantenía conversa­ la de Honduras
participación de las materias primas en la ge­ ciones con eJ presidente hondureño Oswaldo y la actitud de
neración del producto industrial. la afición llegó
López Arellano con el fin de regular la migra­
a ser denunciada
El esquema económico que se impuso fue el ción salvadoreña a Honduras. En estos acerca­ por el gobierno
de «sustitución de importaciones»: producir mientos intervino también la Organización de del pals vecino.
bienes manufacturados que tradicionalmente
se adquirían fuera del área centroamericana; las
plantas industriales, amparadas en leyes de fo­
mento industrial, después de realizar una labor
de envasado, etiquetado o armado final reex­
portaban su producción, con lo cual en esos
años se generó un notable incremento en el co­
mercio interregional centroamericano. El valor
de Jas transacciones realizadas pasó de 32. 7
millones de dólares a 297.5 entre 1960 y 1970.
En el caso de El Salvador, los 7.6 millones de
1960 se incrementaron a 65 millones en 1970.
Asimismo, casi tres cuartas partes de los pro­
ductos centroamericanos eran elaborados en
fábricas de propiedad estadounidense o en las
que el capital de esa procedencia era mayorita­
� Las últimas décadas

ños que huían de Honduras. Muchos de ellos


HONDURAS
relataban cómo se había desencadenado una
persecución generalizada que ponía en peligro
sus vidas. Otros regresaron huyendo una vez
que habían perdido sus propiedades. En gene­
ral, casi todos coincidían en afirmar que turbas
armadas habían asaltado las propiedades y los

____. _
establecimientos industriales de los salvadore­
EL SALVADOR ños en Tegucigalpa y San Pedro Sula. Paralela­
mente, en varias zonas del interior de Hondu­
� ras ­en particular en los departamentos de
REFERENCIAS

­­­­­ �s.,.,.cto,, Atlántida, Yoro y Olancho, así como en otros


de la costa norte­ habían sido desalojados
violentamenre de sus tierras y sufrido atentados
en los que muchos perdieron la vida y muchos
más resultaron heridos, sin que las autoridades
o la policía intervinieran en su defensa.

·­º
MueóeOttto
• �yagua Desarrollo de la guerra
Los conflictos se sucedieron día tras día a lo
largo de la frontera, en los puestos aduaneros y
en los poblados vecinos de ambos lados. El 17
de julio llegaron a El Salvador unas 17,000 per­
sonas procedentes de Honduras. A estas alturas
ya no se trataba de pequeños grupos de emi­
grantes, sino de miles de salvadoreños rechaza­
dos no sólo por los ciudadanos hondureños si­
no por la misma autoridad pública. Particular
crueldad mostraba la llamada «mancha brava»,
organización de choque que amedrentaba a los
AIERMNCI.U salvadoreños y era tolerada por las autoridades
• • • - Frontltf'II
.., AUIQues
y azuzada por la prensa y la radio hondureñas .
Clbjoti"°' El presidente de El Salvador demandó a su
homólogo de Honduras que adoptara las me­
didas necesarias para proteger los derechos de
■Arriba, la fronte- Estados Centroamericanos (ODECA), dando los salvadoreños en territorio hondureño. En
lugar a que ambos países suscribieran el Trata­ respuesta, el gobierno de Tegucigalpa hizo un
ra con Honduras
levantada por la do de San Miguel, el 21 de diciembre de 1965. reclamo del mismo sentido, denunciando los
comisión de Pero las tensiones continuaron sin que las auto­ malos tratos que sus conciudadanos recibían en
1880. Abajo,
líneas de ataque
ridades hondureñas y salvadoreñas pudieran o El Salvador. Se refería al hostigamiento que la
del ejército salva- quisieran hacer algo para solucionarlas de for­ hinchada futbolística había dispensado a los
dorel'io en 1969. ma pacífica. miembros de la selección hondureña de fütbol
A mediados de junio de 1969 comenzaron a durante un encuentro de la eliminatoria regio­
llegar al país numerosos grupos de salvadorc­ nal celebrado en San Salvador el 15 de junio.
La modernización y la Guerra con Honduras �


En la solución
del conflicto con
Honduras fue
decisiva la inter­
vención de la
Organización de
Estados America­
nos. Imagen de
la sede del Minis­
terio de Relacio­
nes Exteriores
en San Salvador.

Las expulsiones de salvadoreños continua­ americanos sostuvieron que era inadmisible la


ron. Entre tanto, el gobierno salvadoreño no anexión violenta de nuevos territorios.
sólo recurría a la Organización de Estados A fines de julio la OEA intervino en el con­
Americanos (OEA) para que interpusiera sus flicto: los días 27, 28 y 29 de ese mes se reunie­
buenos oficios, sino que se preparaba para pre­ ron en Washington los cancilleres de los países
sionar al país vecino con acciones de fuerza. miembros y, bajo la presidencia del canciller
Una vez que se consideraron agotados los me­ colombiano Alfonso López Michelsen, cele­
dios para resolver pacíficamente las diferencias braron la XIII Conferencia !nteramericana. El
con el gobierno hondureño, el general Fidel propósito de la reunión era el estudio de posi­
Sánchez Hernández ordenó un ataque militar bles medidas que permitieran poner fin al con­
que se inició el 15 de julio, flicto, pero, como paso previo, la OEA exigió a
En la madrugada de ese día varios contin­ El Salvador la retirada de las tropas invasoras.
gentes de soldados salvadoreños irrumpieron Por su parte, la organización se comprometió a
en territorio hondureño por diversos pasos adoptar medidas para conseguir el cese de la
fronterizos. Les había precedido, pocas horas persecución de salvadoreños en Honduras.
antes, un sorpresivo bombardeo aéreo a los El 28 de julio El Salvador aceptó la exigen­
principales aeropuertos de aquel país. En pocos cia de la OEA y, en los primeros días de agos­
días las tropas salvadoreñas avanzaron decenas to, las tropas salvadoreñas procedieron a reti­
de kilómetros hacia el interior y ocuparon va­ rarse de los territorios ocupados, que quedaron
rias localidades de la zona fronteriza. Los hon­ bajo control de una misión de aquella organi­
dureños respondieron bombardeando diversas zación americana. Con este episodio llegó a su
instalaciones portuarias de El Salvador, así co­ fin la guerra de las «cien horas, o •guerra del
mo el aeropuerto de la capital. La mayor pérdi­ fútbol», que dejó un saldo aproximado de dos
da la constituyó la destrucción casi total de la mil heridos, muertos, prisioneros y desapareci­
refinería de petróleo establecida en el puerto de dos en ambos bandos y pérdidas económicas
Acajutla, pérdida valorada en unos tres millo­ significativas, sobre todo en aquellas industrias
nes de dólares. que exportaban sus productos hacia el resto de
La comunidad internacional reaccionó ine­ Centroamérica, puesto que se rompió el con­
quívocamcnte contra la acción militar del go­ venio recíproco establecido en el marco del
bierno salvadoreño. Varios mandatarios latino­ Mercomun ■
EII
La violencia sociopolítica
de las décadas de 1970 y 1980

n n la década de 1970 se generó en el país


una situación de intensa conflictividad social y
ra (UNO), coalición integrada por el Partido
Demócrata Cristiano (PDC), el Movimiento
política. Tal situación se vinculaba directamen­ Nacional Revolucionario (MNR) y la Unión
te no sólo con el empeoramiento de las condi­ Democrática Nacionalista (UDN). La UNO,
ciones de vida de los sectores populares (obre­ sin duda alguna el más importante frente polí­
ros, campesinos, vendedoras de mercados, tico electoral de la historia contemporánea de
habitantes de tugurios) sino con la exclusión El Salvador, expresaba las demandas de demo­
política de la que hicieron gala los gobiernos cratización y resistencia al militarismo de la so­
del coronel Arturo Armando Molina y el gene­ ciedad salvadoreña y también representaba una
ral Carlos Humberto Romero. Estos militares alternativa relativamente pacífica a la espiral de
llegaron al poder tras sendos fraudes electora­ violencia que se apoderaba del país.
les, en 1972 y 1977, respectivamente. En las elecciones presidenciales de 1972 la
En estos acontecimientos políticos tuvo un UNO llevó como candidato al ingeniero José
papel protagónico la Unión Nacional Oposito­ Napoleón Duarre, mientras que el Partido de

■El fraude electo­


ral legitimó go­
biernos militares
a lo largo de to­
da la década de
1970. En torno a
1978 una nueva
hornada de orga­
nizaciones se
planteó la lucha
contra la repre­
sión entre sus
objetivos priori­
tarios. En la ima­
gen, de 1978, la
lucha urbana co­
mo preparación
de la guerra de
guerrillas.
La violencia sociopolitica de las décadas de 1970 y 1980 �

■La lucha por las


libertades civiles
comportó, entre
otras consecuen­
das, miles de de­
tenidos. Imagen
de una manifes­
tación del Bloque
Popular Revolu­
cionario (BPR) en
San Salvador.

Conciliación Nacional (PCN) consagró al co­ poder al candidato oficialisra, el general Carlos
ronel Arturo Armando Melina. En medio de Humberto Romero, postulado por el PCN.
denuncias cada vez más fundadas sobre la exis­ Ante este fraude otra vez se registró la explo­
tencia de fraude electoral, la Asamblea Legisla­ sión de protestas populares y formas de resis­
tiva declaró vencedor al candidato del PCN tencia civil. Los dirigentes de la UNO y varios
alegando que ninguno de los candidatos había miles de sus seguidores, entre los que se encon­
obtenido la mayoría absoluta. El descontento traban vendedoras de los mercados, empleados,
creado por esta resolución se tradujo en distin­ obreros, campesinos y estudiantes, «tornaron»
tas expresiones de rechazo popular. A los pocos la plaza Libertad en el centro de San Salvador.
días, el 25 de marzo de 1972, un alzamiento En la madrugada del 28 de febrero de ese año,
militar Liderado por el coronel Benjamín Mejía unidades de los cuerpos de seguridad desaloja­
obtuvo el apoyo de los comandantes de los ron la concentración popular con gases lacri­
principales cuarteles de San Salvador y dio pa­ mógenos y ráfagas de ametralladora .
so a enfrentamientos armados entre los milita­
res rebeldes y los sectores leales del ejército: Nacimiento de nuevas
gracias a 1a actuación decisiva de éstos, el alza­ organizaciones
miento fracasó y, además de muertos y heridos, Fue en esta coyuntura que nacieron las Ligas
condujo al exilio del ingeniero Duarte y otros Populares 28 de Febrero, una organización que,
líderes de la oposición. junto con el Bloque Popular Revolucionario
Algo similar ocurrió en las elecciones de (BPR), el Frente de Acción Popular Unificada
1977, en las cuales la UNO propuso como can­ {FAPU), el Movimiento de Liberación Popular
didato al coronel retirado Ernesto Clararnout. (MLP) y la UDN pasarían a ocupar un lugar
Nuevamente las aspiraciones de transición a un protagónico en el proceso sociopolítico de la
ordenamiento democrático y civil se vieron década. Asimismo, dentro de dichas organiza­
frustradas por el fraude electoral que llevó al ciones populares jugaron un papel importante
� Las últimas décadas

DEL TRABAJO PASTORAL


DE LOS JESUITAS EN AGUILARES
(PRINCLPIOS DE LOS AÑOS 70)
■ «Con la misión hubo un cambio. Desde la mi­
Enconadas las
posiciones del sión, en los quince dlas hubo una gran movi­
conflicto social lización ( ... ] y quedó toda la cosa en orden.
salvadoref\o, un
Se formaron grupos de delegados !de la pa·
amplio sector de
la Iglesia católica labra] que declan que hablan unos explota­
abandonó la tra­ dores y otros explotados. Se comenzó a des­
dicional postura
cubrir la situación real.
mediadora para
tomar partido De ahl vimos la necesidad de ir protestan­
en favor de las do, aunque no nos hablamos organizado ni
clases populares,
nada [ ... ) vimos que no era simplemente ne­
en especial del
campesinado. cesario la organización, sino una verdadera
Imagen de un urgencia. AIII comenzó a meterse la organi­
encierro en una
iglesia capitalina.
zación en la zona.» ■
R•lato d• un campesino de la FECCAS­UTC

derivó en su actuación hacia el terreno político.


Ambas entraron en contacto en 1975 y se arti­
los sectores campesinos. Víctimas de una secu­ cularon en la Federación de Trabajadores del
lar exclusión socioeconómica que se agudizó Campo (FTC), la organización campesina más
tras fracasar en 1976 la iniciativa de transfor­ fuerte que ha conocido la historia del país. A lo
mación agraria auspiciada por Melina, estos largo de ese año la Federación estableció nexos
sectores se fueron volviendo más sensibles a las con Andes 21 de Junio (nueleamiento de los
iniciativas encaminadas a fomentar la lucha por maestros salvadoreños), organizaciones estu­
sus derechos, entre los cuales ocupaba un im­ diantiles radicales como las Fuerzas Universi­
portante lugar el derecho a organizarse. tarias Revolucionarias 30 de Julio (FUR­30),
Universitarios Revolucionarios 19 de Julio
Participación de la Iglesia (UR­19), Unión de Pobladores de Tugurios
En estas iniciativas jugó un papel destacado la (UPT) y el Movimiento Estudiantil Revolu­
Iglesia católica y, más concretamente la Com­ cionario de Secundaria (MERS). El 5 de agos­
pañía de Jesús. Expresión de estos esfuerzos de to de 1975 nació el Bloque Popular Revolucio­
la Iglesia católica, en 1969 había surgido la Fe­ nario (BPR) como un frente popular de masas
deración Cristiana de Campesinos Salvadore­ que se proponía asegurar una participación más
ños (FECCAS) bajo la forma de una asocia­ sólida del movimiento popular en una eventual
ción de Ligas campesinas. Esta organización revolución socialista.
resurgió en Aguilares a mediados de la década
de 1970 como la más fuerte organización cam­ El camino de la lucha armada
pesina. Mientras, en Usulután y Chalatenango FECCAS­UTC se perfiló como organización
se fundó la Unión de Trabajadores del Campo revolucionaria; ello se tradujo en una combati­
(UTC) que, nacida del trabajo pastoral, pronto vidad creciente que se sumó a 1a acción políti­
La violencia sociopolitica de las décadas de 1970 y 1980 �

co-reivindicativa que d Bloque Popular Revo- las organizaciones político­militares. Estos


lucionario (BPR) desarrollaba en diversas zo­ grupos estaban formados por individuos radi-
nas del país, sobre todo en la capital. Entre calizados de las clases medias, en particular es-
1975 y 1979 el movimiento popular salvado- tudianres y profesores universitarios. Muchos
reño cobró nuevo impulso y nuevas perspecti- de sus miembros habían participado en diver-
vas con la coordinación de acciones del BPR sos movimientos de oposición cívica a la dicta­
con el Frente de Acción Popular Unificada dura militar y habían visto frustrados una y
(FAPU), fundado en 1974, las Ligas Populares otra vez sus deseos de democratización a causa
28 de Febrero (LP-28), que se crearon en de la intransigencia del estamento militar y de
1977, y el Movimiento de Liberación Popular los grupos de poder económico. Eran escépti-
(MLP), constituido en 1979. A lo largo de este cos respecto a la viabilidad de poner fin a la
período e] movimiento popular organizado se dictadura militar por medios pacíficos y termi-
convirtió en un actor fundamental de la diná­ naron optando por la vía de la lucha armada y
mica social y política salvadoreña. la revolución socialista. En esos años multipli-
A medida que se acrecentaron las moviliza­ caron las acciones militares (secuestros de em­
ciones y las acciones de hecho de las organiza- presarios, hombres de negocios y diplomáticos,
ciones populares ­que se expresaron en pro­ ataques a puestos militares y quema de vehícu­
testas callejeras, toma de locales públicos, los automotores) y se inició un proceso de acer­
iglesias y propiedades agrícolas- la represión camiento a las organizaciones populares, entre
gubernamental se fue tornando cada vez más las cuales comenzaron a reclutar a nuevos cua­
brutal. De forma paralela al crecimiento y la dros guerrilleros.
consolidación del movimiento popular se for- Los grupos político­rnilitares se hicieron eco
taleció otro grupo de actores presentes en el de las ideas de cambio social difundidas a partir
quehacer sociopolítico de la década de 1970: de la revolución cubana de 1959, rompiendo así


Marxistas-leni-
nistas, las orga-
nizaciones potí-
tico-militares
mantuvieron una
estrategia de lu-
cha mixta: for-
mación de focos
insurgentes para
crear zonas libe-
radas en el cam-
po y aproxima-
ción a los núcleos
revolucionarios
organizados en
las ciudades. Ima-
gen de 1982: un
grupo de las
Fuerzas Popula-
res de liberación
en la zona cen­
tral del país.
� Las últimas décadas

con el acomodamiento sociopolltico del PCS, dones político­militares: Fuerzas Populares de


partido que, básicamente, se había resignado a Liberación (FPL), Ejército Revolucionario del
participar en el juego electoral. Justificaron Pueblo (ERP), Fuerzas Armadas de la Resis­
además su irrupción apelando tanto a la pobre­ tencia Nacional (FARN), Partido Revolucio­
za crítica en que vivía la mayor parte de salva­ nario de los Trabajadores Centroamericanos
doreños, como a la exclusión política de la que (PRTC) y Fuerzas Armadas de Liberación
hacían gala los gobiernos militares. Integrados (FAL). Todas ellas se inspiraban ideológica­
en su mayoría por jóvenes radicalizados de los mente en el marxismo­leninismo y tenían co­
sectores medios, los grupos político­militares mo objetivo fundamental la toma del poder
optaron por la lucha revolucionaria como me­ político del Estado a través de la lucha armada.
canismo idóneo para enfrentar sucesivamente a Al cierre de la década de 1980 cada organiza­
los regímenes militares del coronel Molina y ción guerrillera había establecido nexos con un
del general Romero, y ya en la década de 1980 frente de masas determinado. Así, las Fuerzas
­cuando se aglutinaron en el FMLN­ a la Populares de Liberación (FPL) se vincularon
Junta Revolucionaria de Gobierno, al gobierno con el BPR, el Ejército Revolucionario del Pue­
de Napoleón Duarre (1984­1989) y, al cierre de blo (ERP) con las LP­28, las Fuerzas Armadas
esa década y comienzos de la siguiente, al go­ de la Resistencia Nacional (FARN) con el FA­
bierno de Alfredo Cristiani. PU y el Partido Revolucionario de los Trabaja­
Entre 1970 y 1980 maduraron en El Salva­ dores Centroamericanos (PRTC) con el MLP.
dor una serie de condiciones que hicieron facti­ Por su parte, la organización guerrillera del Par­
ble la vinculación entre el movimiento popular tido Comunista, Fuerzas Armadas de Libera­
organizado y el movimiento guerrillero. Este ción (FAL), redefinieron sus relaciones con la
último estuvo conformado por cinco organiza­ Unión Democrática Nacionalista (UDN).

ORGANIZACIONES POLITICO­
MIUTARES, NACIMIENTO Y LEMAS

■la universidad se 1910


Filcrmll,p,lo,adeübmción(FPL)
convirtió en un .-.i.o-FJ¡,,,,No.,,,.,,,;,-
foco de agitación 1ffl
permanente que F¡áálo �del Pu.blo(ERP)
nutrió los cua­ •ffmr-o"'°""'
dros dirigentes
de las principales
1ffl
organizaciones
revolucionarias,
,/,do .... i..,...­­
FiicrmAm..i.dela Rai,a,ncia Nacional (FARN)

­
entre las cuales 1975
figuran las diver­ llllliclo �de b1i,b,jocb"Callroamcri­
sas organizacio­
nes guerrilleras.
.e­,,,,;,_.,,..,,,.,
canoo (PRl'C)
e,,,,,.,,"""' /a """'1ndn ytl
Imagen tomada
en la Universidad
de San Salvador
,.,
F­Am..i.de übmción (FAL­PCS)
en 1980. ,n ••· . -,,, ...., - 1a.,;,,,,,;.¡;..i.
F...,.nnbundoMltlfpnlaLi>enáón Nacional
<™LN)
•RLwlwi4n o 1fflllf"tr. Ym,trffllOS9
La violencia sociopolltica de las décadas de 1970 y 1980 �

PROGRAMA DE EMERGENCIA DE LA JUNTA REVOLUCIONARIA


DE GOBIERNO (15 DE OC11JBRE DE 1979)

■Un
golpe de
Estado incruento
derrocó al gene-
ral Carlos Hum-
berto Romero
en octubre de
1979. Imagen
de la Junta
Revolucionaria
de Gobierno
formada por
1. Cose de la vlolencl1 y 11 corrupción el sector financiero, tributario y comercio ex• los militares gol-
a) Haciendo efectiva la disolución de ORDEN terior del pals. pistas: de izquier-
da a derecha, et
y combatiendo organizaciones extremistas e) Adoptando medidas de protección al con­
coronel Adolfo
que con sus actuaciones violen los derechos sumidor para contrarrestar los efectos de la Arnaldo Majano,
humanos. Inflación. el doctor Román
Mayorga Quirós,
b) Erradicando pr•cticas corruptas en la ad· d) Implementando programas sociales de de­ el coronel Jaime
ministración pública y de justicia. sarrollo que teng1n por objetivo aumentar Abdul Gutiérrez
2. G■rantlzar la vigencia de los denchos la producción nacional y crear fuentes adi­ y los doctores
Guillermo Ma-
humanos cionales de trabajo.
nuel Ungo y
a) Creando el ambiente propicio para lograr e) Reconociendo y garantizando el derecho a Mario Antonio
elecciones verdaderamente libres en un pla­ la vivienda, 1limentaclón, educación y salud Andino.

zo razonable. de todos los habitantes del pals.


b) Permitiendo la constitución de partidos de f) Garantizando la propiedad privada en fun­
todas las ldeologlas de manera que se fort1­ ción social.
lezca el sistema democr•tico. 4. Encauzar "' forma positiva las NI■-.
c) Concediendo amnlstla general a todos los externas del pals
exiliados y presos polltlcos. 1) Restableciendo las relaciones con el her­
d) Reconociendo y respetando el derecho de mano pals de Honduras a la mayor brevedad
slndlcallzación de todos los sectores labo­ posible.
rales. b) Fortaleciendo vlnculos con el hermano
e) Estimulando la libre emisión del pensa­ pueblo de Nicaragua y su gobierno.
miento, de acuerdo a normas �icas. c) Estrechando los vinculas que nos unen
3. Adoptlr medidas que conduzcan I la con los pueblos y gobiernos de las hermanas
dlstrlbucl6n equhatlv1 de la rlquez■ repúblicas de Guatemala, Pan■m• y Costa
n■cion■I, h,a­nclo 11 mismo tiempo, Rica.
lfl forma ■celer■chl, el producto terrltorl■I d) Estableciendo relaciones cordiales con to­
bruto. dos los palses del mundo que estén dispues­
a) Creando bases firmes para iniciar un pro­ tos a apoyar las luchas de nuestro pueblo y
ceso de reforma agraria. respetar nuestra soberanla.
b) Proporclon■ndo oportunidades económi­ e) Garantizando el cumplimiento de los com­
cas para la población mediante reforrn■s en promisos Internacionales adquiridos ■
� Las últimas décadas

Gestación de la guerra civil


■ La década de 1970 se cerró con una grave crisis
La incorporación
del democristia­ política. El gobierno del general Carlos Hum­
no José Napo­
león Duarte a la
berto Romero fue incapaz de controlar el des­
Junta dio alas, en borde de las organizaciones populares, aun
1980, a los tees­ cuando puso en práctica medidas como la Ley
cuadrones de la
muerte» y actuó
de Defensa y Garantía del Orden Público ins­
como catalizador pirada en la Doctrina de la Seguridad Nacional
del movimiento que los gobiernos militares sudamericanos ha­
ínsurreccional.
bían implementado para combatir a los movi­
mientos populares de sus respectivos países. El
15 de octubre de 1979 un grupo de militares sión dirigida contra la movilización de las
progresistas dio un golpe de Estado con pre­ organizaciones populares. Cuando José Napo­
tensiones reformistas. Rápidamente el impulso león Duarte se incorporó a la Junta en diciem­
de este movimiento fue cooptado por militares bre de 1980 se iniciaron unas reformas eco­
conservadores partidarios de contener el movi­ nómicas y sociales ­en especial, reforma
miento popular por la fuerza. Mientras tanto, agraria y nacionalización de la banca y del co­
las organizaciones populares habían radicaliza­ mercio extcrior+­, pero éstas fueron acompa­
do sus demandas y enfrentaban los embates de ñadas con fuertes dosis de violencia estatal. Los
una represión estatal cada vez más brutal e in­ líderes de las organizaciones de izquierdas per­
discriminada. cibieron que no había otro camino que llamar a
La Junta Revolucionaria de Gobierno que se la insurrección revolucionaria. Esta opción se
fonnó como resultado del golpe no pudo hacer concretó mediante la creación, en mayo de
frente a la crisis política. Tras una serie de rele­ 1980, de la Dirección Revolucionaria Unifica­
vos de sus integrantes acabó avalando la repre­ da­Político­Militar (DRU­PM), un mando


la unificación en
1980 de todas las
organizaciones
guerrilleras en
un mando con­
junto aumentó la
efectividad de
sus ataques, obli­
gando al ejército
a multiplicarse
en sus operativos
de contrainsur­
gencia. Imagen
de una ronda mi­
litar en las calles
de San Salvador.
La violencia sociopolítica de las décadas de 1970 y 1980 �

conjunto que coordinaría las actividades mili­ organizaciones populares y sus miembros, líde­
tares de los diferentes núcleos guerrilleros, res sindicales y campesinos, religiosos que hu­
mientras que la Coordinadora Revolucionaria biesen apoyado las reivindicaciones populares.
de Masas (CRM) se encargaría de coordinar el El golpe de mayor resonancia pública e im­
trabajo político de los frentes de masas. En pacto en la conciencia colectiva lo constituyó el
abril del mismo año se constituyó el Frente asesinato del arzobispo de San Salvador, mon­
Democrático Revolucionario (FDR), que aglu­ señor Óscar Arnulfo Romero, el 24 en marzo
tinó a la gran mayoría de las organizaciones de 1980, mientras oficiaba una misa en la capi­
revolucionarias y a los partidos de oposición, lla del Hospital La Divina Providencia. Desde
instituciones, gremios y personalidades demo­ su elevación a la dignidad arzobispal, monse­
cráticas del país. En octubre de 1980 la DRU ñor Romero había sido un agudo crítico de las
se transformó en el Frente Farabundo Martí injusticias sociales del país y había denunciado
para la Liberación Nacional (FMLN). abiertamente la violencia dirigida contra el
Los cuerpos de seguridad ­Policía Nacional pueblo organizado que reivindicaba sus dere­
(PN), Guardia Nacional (GN) y Policía de chos. Siguió a este asesinato la masacre, en no­
Hacienda (PH)­ y los sectores de la extrema viembre de ese mismo año, de los dirigentes del
derecha apoyados y encubiertos por grupos pa­ FDRJuan Chacón, Enrique ÁJvarez Córdova,
rarnilitares conocidos como «escuadrones de la Manuel Franco, Enrique Escobar, Humberto
muerte», emprendieron una campaña de vio­ Mendoza y Doroteo Hernández, quienes fue­
lencia y terror dirigida contra toda organiza­ ron secuestrados durante una reunión de traba­
ción o persona que se percibiera como remota­ jo en un colegio católico capitalino (el externa­
mente asociada a la izquierda revolucionaria: do de San José) y resultaron posteriormente
asesinados. Tales crímenes, en un contexto
marcado por la muerte cotidiana de decenas de
PALABRAS DE MONSEÑOR miembros y simpatizantes de las organizacio­
ÓSCAR ARNULFO ROMERO
(11 DE MARZO DE 1979) nes populares, de religiosos, estudiantes, obre­
ros y campesinos, alimentaban la idea de que la
«La Iglesia no puede ser conformista. La lgle• insurrección armada era inevitable.
sia tiene que despertar la conciencia de dig­
nidad. A esto le llaman subversión. Esto no
es subversión. La conciencia cristiana que
nuestras comunidades van tomando a la luz
■Defensor ecérrf­
del Evangelio, ante el pensamiento de que mo de los dere­
chos del campesi­
un hombre, aunque sea jornalero, es imagen
nado, monseñor
de Dios, no es comunismo ni subversión, es Osear Arnulfo
palabra de Dios que ilumina al hombre y el Romero, obispo
residencial de
hombre tiene que promoverse [ ... ) esto no es
San Salvador, fue
provocar subversión, sino simplemente decir­ asesinado por un
le a todos los que me escuchan, sean dignos, grupo paramili­
tar en 1980 des­
porque la condición del pueblo de Dios es la
pués de que se
dignidad y libertad de los hijos de Dios en alineara con la
cuyos corazones habita el Esplritu Santo co­ teologla de la li•
beración.
mo en un templo.s ■
E:.I Las últimas décadas

La guerra civil tre los ejércitos de ese país y de El Salvador. Fi­


■Izquierda: miem­ A finales de 1980 los grupos organizados de nanciamiento, pertrechos de guerra y asesora­
bros de 1as fuer­ izquierda prepararon la Uegada del nuevo año. miento militar sin límites fluyeron desde Esta­
zas especiales del El 10 de enero de 1981 el FMLN lanzó su dos Unidos hacia el país; se multiplicaron los
ejército evacuan ofensiva final (u ofensiva general) destinada a batallones de infantería de reacción inmediata
a un compaf'lero
herido durante provocar un levantamiento popular que condu­ (Atlacatl, Cobra, Atonal) cuya misión era li­
un operativo jese al derrocamiento de la Junta Revoluciona­ brar bataUas contra las fuerzas del FMLN uti­
contrainsurgente ria de Gobierno. Ésta resistió sin embargo la lizando sus mismas técnicas y modalidades de
en Chalatenango
realizado en ofensiva guerrillera y lanzó una contraofensiva guerra. De forma paralela a este esfuerzo mili­
1984. militar que obligó al FMLN a internarse en las tar, se ejecutaban medidas de acción cívica en

HONDURAS DENUNCIA:

NICARAGUA REFUE
GUERRILLA SALVAD
�_];:����
�r=­r

,:,

■Derecha: titular escasas zonas montañosas del país, especial­


mente al norte de los departamentos de Chala­
del diario El
Mundo de San tenango y Morazán, que convirtió en sus bas­
Salvador del 1 de tiones. Se iniciaba así una guerra civil durante los lugares de presencia guerriUera para ganar
enero de 1980.
la cual los contendientes implementaron las «las mentes y los corazones, de la población
más variadas tácticas de guerra con objeto de potencialmente simpatizante con los insurgen­
lograr una victoria definitiva. tes, quienes terminarían como «el pez fuera del
Durante los mandatos de José Napoleón agua•. Cuando Duarre dejó la presidencia, legó
Duarte ­primero, en la Junta Revolucionaria a Alfredo Cristiani ­triunfador, como candi­
de Gobierno y, después, como presidente cons­ dato del partido Alianza Republicana Nacio­
titucional de la República (1984­1989)­ se nalista (Arena), en las elecciones presidenciales
implementó la estrategia contrainsurgente de­ de marzo de 1989­ no sólo un expediente de
nominada Guerra de Baja Intensidad (GBI), buenas relaciones con el gobierno de Estados
que fue auspiciada por el gobierno de Estados Unidos, sino un ejército bien entrenado y per­
Unidos y Uevó a una colaboración estrecha en­ trechado, con grandes sumas de dinero con­
La violencia sociopolítica de las décadas de 1970 y 1980 �

centradas en manos de sus principales jerarcas un territorio de 21,000 kilómetros cuadrados,


y con una disposición a combatir infatigable­ sin grandes montañas y rodeado de países con
mente a cuantos pudiesen ser considerados co­ regímenes hostiles a la lucha guerrillera (Hon­
munistas, socialistas o revolucionarios. duras y Guatemala).
Mientras tanto, el FMLN desplegaba todas De forma progresiva el FMLN emprendió
las potencialidades forjadas durante la década un proceso de reestructuraciones internas que
anterior. ]nnumerables miembros de las orga­ comportaron cambios significativos en sus
nizaciones populares de la ciudad, muchos de planteamientos estratégicos, a lo cual no fue
ellos sobrevivientes de la represión que se desa­ ajeno la reestructuración del escenario interna­
tó en el país entre 1981 y 1983, se incorporaron cional propiciado por el derrumbe del bloque

■La elección de
Alfredo Cristiani,
candidato de la
Alianza Republi­
cana Nacionalista
en las elecciones
presidenciales de
1989, se produjo
en un momento
álgido de la que­
rra civil y estuvo
orlada, conse­
cuentemente,
por un clima
de violencia sin
precedentes.

a sus filas. Lo mismo hicieron un gran número del Este y la nueva correlación de fuerzas que
de campesinos procedentes tanto de la FEC­ en el interior del país se impuso entre los ban­
CAS­UTC como de otras organizaciones cam­ dos en contienda.
pesinas, quienes no sólo pasaron a integrar las En ese escenario e1 FMLN transitó, no sin
filas del ejército guerrillero, sino que se convir­ dificultades y largos debates ideológico­políti­
tieron en su base social fundamental, su fuente cos, de la lucha revolucionaria por el poder po­
de abastecimiento y garantía de supervivencia lítico del Estado, a la lucha revolucionaria por
material. En estas condiciones, desde el punto la fundación de una nación basada en la demo­
de vista militar, el FMLN se convirtió en una cracia social y política como ejes axiales. Por su
guerrilla poderosa, capaz de enfrentarse a un parte, el partido Arena dejó atrás sus pasadas
ejército de más de 50,000 hombres, asesorado, vinculaciones a los escuadrones de la muerte y,
entrenado y financiado por Estados Unidos, en respaldado por su ala más moderada, encaró los
� Las últimas décadas

desafíos que le planteaba la evidente necesidad en el punto de partida para que el gobierno de
de negociar el fin de la guerra con el FMLN. Arena pudiera implementar sus planes de de­
La ofensiva lanzada por los insurgentes en sarroUo económico orientados a fortalecer el
noviembre de 1989 puso de manifiesto no sólo sistema financiero y a generar un clima de con­
que un triunfo militar definitivo de cualquiera fianza entre los grupos empresariales naciona­
de los bandos no estaba cercano sino que los les e internacionales.
costos económicos de la guerra hacían inviable
cualquier propuesta de desarrollo económico­ La transición a la democracia
socia1. Además, el impacto nacional e interna­ A los dos años de iniciarse la guerra civil, las
cional del asesinato de los jesuitas Ignacio elecciones para la Asamblea Constituyente de
Ellacuría, Segundo Montes, Amando López, 1982 llevaron a Álvaro Magaña a ocupar provi­
Juan Ramón Moreno, Ignacio Martín­Baró, sionalmente la presidencia y se inició otro pro­
Joaquín López y Lépez, y de su colaboradora ceso paralelo: la transición a la democracia. Las

■A la izquierda, Elba Ramos y su hija Celina Maricet, cometi­ elecciones comenzaban a abrirse paso como el
do el 16 de noviembre de 1989 por fuerzas del mecanismo idóneo para acceder a la gestión del
una unidad de
la guerrilla del ejército, creó una presión enorme sobre el go­ Estado; tras iniciar un lento proceso de ruptura
FMLN durante bierno y las fuerzas armadas para conseguir un con su pasado de organización paramilitar,
una parada efec­
acuerdo con la guerrilla. EJ consenso sobre la Arena comenzaba a dar sus pasos como partido
tuada en 1984 en
Chalatenango. A inviabilidad de la guerra, al igual que la buena político, pasos particularmente significativos
la derecha, fune­ voluntad y el empeño puestos por las comisio­ porque con la emergencia de este partido los
ral por los jesui­
nes negociadoras, impulsó una ronda de nego­ grupos de poder económico volvían otra vez al
tas asesinados en
noviembre de ciaciones que culminaron en enero de 1992 con escenario político electoral en busca de la re­
1989 por miem­ la firma de los Acuerdos de Paz. conquista de la hegemonía política en manos
bros del ejército.
Los Acuerdos de Paz de Nueva York (1991) de los militares desde 1931. Arena, pues, ex­
y Chapultepec (1992) constituyeron un punto presaba la voluntad de los grupos de poder eco­
de partida fundamental para el nuevo proyecto nómico de reasumir las riendas del poder polí­
de nación +­la república democrática­ que el tico, sin intermediarios y en un escenario de
FMLN hizo suyo en el transcurso de los doce baja conflictividad política y militar sin prece­
anos de guerra civil. También se convirtieron dentes en la historia del país.
La violencia sociopolítica de las décadas de 1970 y 1980 �


Slmbolo de la
esperanza depo­
sitada por el país
en los Acuerdos
de Paz, el Monu•
mento a la Paz
en San Salvador.
EJI Las últimas décadas

DEL DISCURSO DEL


SECRETARIO GENERAL DE LA ONU
EN LA FIRMA DE LOS ACUERDOS
DE PAZ (16 DE ENERO DE 1992)

•la larga noche de El Salvador está llegando


a su fin. Los acuerdos cuya firma estamos a
punto de atestiguar anuncian una nueva era
para un pals profundamente perturbado,
asolado por la violencia y los sufrimientos du­
rante mis de diez ar.os. Es ésta una ocasión
para alegrarse y para celebrar ya que una na•
ción desgarrada contempla las �ranzas de
paz y los retos de la reconclllaclón y la recons­
■ Aquellas elecciones marcaron el comienzo de trucción( ... ) Saludo al gobierno de El Salvador
Los Acuerdos de una serie de eventos electorales que llegan y de manera particular al presidente Cristlanl
Paz inclulan la
desmovilización ininterrumpidamente hasta nuestros días, y a por su cordura y su darividencia. Y tambl�n
de algunos de los partir de los cuales se ha consolidado la idea, rindo homenaje al FMLN por su lmaglnacl6n
efectivos emplea­ entre los diversos actores
sociopolíticos, de que polltka. Un nuevo y mejor El Salvador surgirá
dos en la lucha
contra la insur­ las elecciones y sus resultados deben ser acepta­ de estos acuerdos cuya aplicación pondrá fin
gencia. En la dos por todos. Llegar hasta este punto no fue al conflicto armado salvadoreno.» ■
imagen, desmo­
f.1cil, puesto que ello requería aceptar que cual­
vilización en
1992 del batallón quiera que quisiera participar en las elecciones
especial Atlacatl. podía hacerlo y, si obtenía la victoria, nada im­ documentos que terminarían con la guerra civil
pediría que gestionara el poder estatal. A lo y que sentarían las bases para una reforma polí­
largo de la década de 1980 ni los grupos de po­ tica y económica del país con vistas a superar
der económico ni los sectores políticos afines los desequilibrios estructurales que desencade­
estaban dispuestos a aceptar la eventualidad de naron el conflicto. El 16 de enero de 1992 se
que el FMLN pudiera competir electoralmente firmaron los Acuerdos de Paz, con lo que se
o, peor aún, alcanzar una victoria. El FMLN, inauguró una nueva fase dcJ proceso de transi­
por su parte, no estaba dispuesto a arriesgar la ción democrática iniciado a principios de la dé­
seguridad de sus miembros o a descartar la po­ cada de 1980.
sibilidad de tomar el poder por la vía armada. Así, desde 1992 la sociedad salvadoreña po­
Los doce años de guerra civil, los triunfos, las see una instancia normativa (los Acuerdos de
derrotas, los asesinatos, las persecuciones, el te­ Paz) orientada a medir los ritmos de su desa­
mor y la inseguridad contribuyeron de forma rrollo sociopolírico, institucional y económico.
decisiva a moderar las posturas más extremas y a A partir de aquel momento lo que se hiciera o
aceptar que si no se podía exterminar al enemi­ se dejara de hacer en el país tendría que ser
go al menos había que intentar convivir con é1. valorado en el contexto de los Acuerdos de
Paz, cuyo cumplimiento consrirula no sólo
Los Acuerdos de Paz una obligación de los principales actores fir­
A finales de 1991 tanto el FMLN como el go­ mantes ­la primera administración de Arena
bierno salvadoreño, a cuya cabeza estaba Alfre­ y el FMLN­ sino también del conjunto de la
do Cristiani, ultimaban detalles para firmar los sociedad.
La violencia sociopolltica de las décadas de 1970 y 1980 �

■Acuerdos de Paz:
El líder guerri­
llero Joaquln
Villalobos (a la
izquierda) y el
representante
del gobierno sal­
vadoreño óscar
Santamarla (a la
derecha) estam­
pan sus firmas en
los Acuerdos de
Paz en presencia
del secretario
general de Na­
ciones Unidas,
el dlplomátkc
peruano Javier
Pérez de Cuéllar
(en el centro).

Tres son los temas fundamentales abordados Cuatro años después de ser firmados, los
por los Acuerdos de Paz: el político, el econó­ Acuerdos de Paz fueron declarados oficialmen­
mico­social y el judicial. En materia política te cumplidos en 1996. No obstante, aspectos
los acuerdos estipularon una serie de pasos sustantivos como la implantación de unas nue­
orientados a democratizar el sistema, lo cual vas relaciones entre trabajadores, Estado y em­
suponía la salida de los militares del ejercicio presarios, la depuración del sistema de justicia
del poder político y la renuncia a las vías auto­ y la democratización de los partidos políticos
ritarias como mecanismo para disputar y acce­ quedaron pendientes y constituyen, en la ac­
der a la gestión estatal. También estipularon la tualidad, temas de debate permanente entre los
aceptación del pluralismo ideológico y político principales actores de la realidad social y políti­
y el fortalecimiento de los partidos y el parla­ ca de El Salvador.
mento. En el terreno económico y social pro­ AJ firmar los Acuerdos de Paz el FMLN de­
pusieron una serie de mecanismos orientados cidía competir electoralmente por una cuota de
hacia la reforma del modelo económico, parti­ poder, siempre revocable a través de las urnas, y
cularmente en lo guc atañe al problema agra­ el sistema político se abrió a las propuestas
rio, y la implementación de medidas tendientes ideológicas y políticas del Frente convertido en
a paliar los costos de los programas de ajuste partido político. Éste fue uno de los logros más
estructural. También se propuso la constitución importantes de los Acuerdos de Paz, gracias al
de una instancia de discusión de los problemas cual la transición a la democracia dio un paso
estrictamente sociolaborales, como el Foro de sin precedentes. En la actualidad existe un am­
Concertación Económico­Social. Por último, plio consenso entre los más diversos grupos so­
en el ámbito judicial los Acuerdos plantearon ciales y políticos de que es preferible la demo­
una serie de reformas cuyo propósito era forta­ cracia a un régimen autoritario.
lecer y hacer más eficaz la administración de En la década de 1930 el intento de democra­
justicia en el país. tización puesto en marcha por Arturo Araujo
FJIIIII Las últimas décadas

fue abortado; en la de 1990 aquella iniciativa Durante la primera etapa de su administra­


encuentra su continuación, tras un largo parén­ ción, el presidente Flores impulsó la Ley de In­
tesis de autoritarismo, intolerancia y recurso tegración Monetaria, en vigencia desde 2001,
indiscriminado a la violencia. que significó la progresiva dolarización de la
Los Acuerdos de Paz abrieron un proceso de economía nacional. Esta ley, motivo de duras
reconstrucción del país y normalización demo­ críticas y acusaciones, fue adoptada por el go­
crática. En 1994 los comicios dieron la presi­ bierno como una medida fundamental para el
dencia de la República a Armando Calderón mantenimiento de la estabilidad macroeconó­
Sol, Arena, que obtuvo el 68.2 por ciento de mica y para afrontar las difíciles situaciones
los votos, frente al candidato de la coalición iz­ acaecidas en 2001 (dos terremotos, sequía y
quierdista Convergencia Democrática, Rubén crisis del café). En 2003 el FMLN fue el ven­
Zamora, que con el apoyo del FMLN sólo ob­ cedor indiscutible de los comicios legislativos,
tuvo el 31.6 de los sufragios. En 1999, Arena y consiguió las principales alcaldias, renovando
renovó su triunfo, al obtener su candidato, una vez más en la capital. Sin embargo, las
Francisco Flores, el 51.96 por ciento de los su­ elecciones presidenciales de 2004 volvieron a
fragios, que evitaron dirimir los comicios en dar el triunfo a Arena, que obtuvo el 59.9 por
una segunda vuelta. No obstante, en las elec­ ciento de los votos, y su candidato, Ellas Anto­
ciones legislativas y municipales de 2000 el
■Ellas Antonio nio Saca González, fue elegido presidente.
FMLN alcanzó los resultados del partido ofi­
Saca, junto a su cial. Se estableció así un bipartidismo comple­
compañera de
fórmula Ana Vil­ mentario: si bien Arena superó a FMLN en GOBERNANTES
ma de Escobar, número de votos (por un 0.8 %), éste último DE EL SALVADOR
tras la victoria en (DESDE 1944)
consiguió dos escaños más. Además, el FMLN
las elecciones
presidenciales en conservó la alcaldía de la capital obtenida en 7 d< mayo-21 de, cembre de, 19+1
marzo de 2004. las elecciones de 1997. Juma de Gobierno

1944-19 5 o�mln Aguirre y Si1lina•
1945-1948 Salvador Castaneda Castro
1948­1950 Con�cjo de Gobierno Revolucionarlo
1950-1956 Ó�ar Osorio
1956­1960 j<h� María Lemus
1960­1961 Junta de Gobierno
1961­1962 Directorio C,vico Miht­.tr
1962­1967 Julio Adalhcrro Rivera
1967­1972 Fidel Sánchez Heméndez
1972­l9n Arturo Arm.tndo Mnhmt
1977­1979 Carlos 1 lumbcrto Romero
1979­1982 Junta Revolucionaria de Gobierno
1982­198­1 Alvaro Magaña
1984­1989 Jo� Napoleón Duarte

1989­199 Alfredo Crisriani
1994­1999 Armando Calderón Sol


1999­2004 Francisco Flore,
2004 Ellas Antonio So.ca

• • • •
LAS
INSTITUCIONES
PÚBLICAS

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