Las Donaciones Remuneratorias: Configuración Jurídica, Colación Y Dispensa. A Propósito de La Sts de ESPAÑA NÚM. 473/2018, DE 20 DE JULIO 2018

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LAS DONACIONES REMUNERATORIAS: CONFIGURACIÓN

JURÍDICA, COLACIÓN Y DISPENSA. A PROPÓSITO DE LA STS DE


ESPAÑA NÚM. 473/2018, DE 20 DE JULIO 2018

THE REMUNERATION DONATIONS: LEGAL CONFIGURATION,


COLLATION AND DISPENSES. A PURPOSE OF THE STS OF SPANISH Nº.
473/2018, OF FEBRUARY 20
Rev. Boliv. de Derecho Nº 29, enero 2020, ISSN: 2070-8157, pp. 172-205
Isabel J.
RABANETE
MARTÍNEZ

ARTÍCULO RECIBIDO: 29 de octubre de 2019


ARTÍCULO APROBADO: 10 de diciembre de 2019
RESUMEN: Si hay un tema que ha provocado numerosas discusiones doctrinales es el de la configuración
jurídica de la donación remuneratoria, así como la colación de la misma. De hecho, la colación de la donación
remuneratoria ha seguido una evolución importante en la jurisprudencia, comenzando por entender que la
donación remuneratoria no es colacionable, a defender la colación total de la misma. Y pasando por una época
intermedia en la que se afirma que la colación puede ser parcial. Aceptar un criterio u otro ha dependido
siempre de la discutida aplicación del art. 622 CC a este tipo de donación.
PALABRAS CLAVE: Donación remuneratoria; colación; dispensa; revocación dispensa.
ABSTRACT: If there is a topic that has resulted in numerous doctrinal discussions is that of the legal configuration
of the donation remuneration, as well as the collation of the same. In fact, the collation of the donation remuneration
has followed a significant evolution in the jurisprudence, beginning to understand that the donation remuneration is not
collation, to defend the collation total of the same. And going through a time intermedia, which asserts that the collation
may be partial. Accept a criterion or another has always depended on the discussed application of art. 622 CC to this
type of donation.
KEY WORDS: Donation remuneration; collation; dispensation; revocation dispensation.
Rev. Boliv. de Derecho Nº 29, enero 2020, ISSN: 2070-8157, pp. 172-205

SUMARIO.- I. INTRODUCCIÓN.- II. LA DISCUTIDA NATURALEZA JURÍDICA DE LA


DONACIÓN REMUNERATORIA.- 1. Breve referencia a la donación por méritos. -2. El
concepto de donación remuneratoria.- 3. La causa de la donación remuneratoria.- 4. ¿La
donación remuneratoria lo es por los servicios prestados al donante?- 5. La aplicación del
art. 622 CC a la donación remuneratoria.- 6. La revocabilidad de la donación remuneratoria.-
III. LA COLACIÓN DE LA DONACIÓN REMUNERATORIA.- IV. LA DISPENSA DE LA
COLACIÓN DE LA DONACIÓN REMUNERATORIA Y SU REVOCABILIDAD.

I. INTRODUCCIÓN.

En nuestro Derecho Civil hay muchos temas que aún no han sido resueltos desde
la promulgación del Código Civil, pero si hay uno que ha provocado numerosas
discusiones doctrinales es el de la colación de las donaciones remuneratorias. Es
éste un problema que, como indica la STS de 20 julio de 2018, “no está resuelto
de manera específica en la ley, es discutido en la doctrina científica, y no ha sido
zanjado por la jurisprudencia”1.

De hecho, la colación de las donaciones remuneratorias ha seguido una


evolución importante, puesto que, tanto doctrina científica como jurisprudencia,
han pasado de entender que la donación remuneratoria no es colacionable a
defender la colación total de la donación remuneratoria, pasando por la afirmación
de que la colación puede ser parcial cuando la atribución excede del servicio
prestado. Sin embargo, parece que la ya citada STS de 20 julio de 2018, dictada por
la Sala de lo Civil, constituida en Pleno, ha acabado, o por lo menos lo pretende,
con las discusiones doctrinales, al dejar claro, como veremos, que las donaciones
remuneratorias son colacionables en su totalidad.

No es este un tema baladí, sino que requiere de un estudio pormenorizado


en el que pueda apreciarse la singularidad de las donaciones remuneratorias, y
su tratamiento legal, en contraposición a las demás donaciones que no tengan

1 STS 20 julio 2018 (ROJ 2756/2018).

• Isabel J. Rabanete Martínez


Profesora Asociada de Derecho Civil en la Universitat de València y Abogada. Licenciada en Derecho por la Universitat
de València, en la especialidad de Derecho Privado. Doctora en Derecho por la Universitat de València con calificación
"cum laude" otorgada por unanimidad. Realizó gran parte de su tesis doctoral en la Università degli Studi di Bologna
(Italia), como Personal Docente Investigador en España mediante una beca de formación del profesorado y personal
de investigación, y posteriormente como Personal Docente Universitario, con una beca de formación de profesorado
universitario en el extranjero. Desde entonces ha compaginado su labor investigadora (formando parte de varios
proyectos de investigación) con la docencia y el ejercicio. Correo electrónico: [email protected].

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causa onerosa o a las donaciones simples o puras. Por ello, en el presente


trabajo intentaré dar unas breves referencias que nos permitan entender por
qué la donación remuneratoria no debería seguir el mismo tratamiento que las
donaciones simples o puras.

II. LA DISCUTIDA NATURALEZA JURÍDICA DE LA DONACIÓN


REMUNERATORIA.

1. Breve referencia a la donación por méritos.

La redacción de los arts. 619 y 622 CC han suscitado numerosas dudas en la


doctrina científica, lo que ha supuesto discusiones en torno a la naturaleza jurídica
de la donación remuneratoria, que a día de hoy aún no parecen resueltas.

Por ello, antes de adentrarnos en el estudio de la donación remuneratoria,


veamos si la donación por méritos puede encuadrarse dentro del concepto de
remuneratoria, pues es este otro de los problemas no resueltos por nuestra
jurisprudencia. La doctrina científica aún no se ha puesto de acuerdo en la
naturaleza jurídica de la donación por méritos, y la jurisprudencia no aclara
tampoco la cuestión, sobre todo porque no encontramos sentencias del Tribunal
Supremo donde se haya planteado directamente si la donación por méritos es o
no una donación remuneratoria.

En nuestra doctrina encontramos dos posturas claramente diferenciadas. Los


autores que defienden que la donación por méritos es un subtipo o subespecie de
donación remuneratoria; y los que dejan claro que nada tiene que ver la donación
por méritos con la remuneratoria. Para poder encuadrar o no la donación por
méritos en la donación remuneratoria, sea como tal o como subespecie de esta,
deberemos atender, tanto a los arts. 618 y 619 CC, como al art. 1274 del mismo
cuerpo legal.

Partamos del supuesto de que el art. 618 CC establece lo que debemos


entender por donación, esto es, “un acto de liberalidad por el cual una persona
dispone gratuitamente de una cosa en favor de otra, que la acepta”, por lo
que define las que podríamos denominar “donaciones simples”. Sin embargo,
posteriormente el art. 619 CC se refiere a otras donaciones que no cumplen
en su totalidad con los requisitos establecidos por el art. 618 CC, y que, por
tanto, debemos considerarlas como otros tipos de donaciones, las que podríamos
denominar “donaciones especiales”.

Así, el art. 619 CC regula tres tipos de donaciones que no encajan en el art.
618 CC: la donación que se hace a una persona por sus méritos; la donación que
se hace por los servicios prestados al donante siempre que no constituyan deudas

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exigibles; y la donación en la que se impone al donatario un gravamen inferior al


valor de lo donado, que sería la donación modal u onerosa2.

Sin embargo, esta teoría es criticada por parte de la doctrina, que entiende
que el art. 619 CC hace referencia a la donación remuneratoria, donde se engloba
como subtipo la donación por méritos, y a la donación modal u onerosa 3. Los
autores que entienden que el art. 619 CC hace referencia a las donaciones
remuneratorias, en las que se encuadran las realizadas por méritos y las realizadas
por servicios prestados, defienden la causalización de los méritos por parte del
donante, de modo que la causa de la donación sería la voluntad de remunerar
ciertos méritos del donatario. Incluso algún partidario de la donación por
méritos como remuneratoria afirma que puede entenderse como causa de las
donaciones remuneratorias el supuesto en el que el donante obtenga un beneficio
indirectamente por los méritos que haya obtenido el donatario4.

La esencia de la donación remuneratoria es donar algo en agradecimiento


de unos servicios prestados gratuitamente por el donatario, servicios que son
remunerados por el donante; y en la donación por méritos no se remunera servicio
alguno, sino tan solo se reconocen unos méritos que son vistos subjetivamente
por el donante5, puesto que dichos méritos pueden serlo para unos y no para

2 En este sentido se pronuncian, entre otros, A lbaladejo García , M.: “Comentario al artículo 619 del Código
Civil”, en Comentarios al Código Civil y Compilaciones Forales, (dirigido por A lbaladejo García), T. VIII, Vol, 2º,
Revista de Derecho Privado, Madrid, 1986, pp. 30 y ss.; del mismo autor, “La donación por méritos”, Revista
de Derecho Privado, núm. 3-4, 2004, pp. 135 y ss.; Castán Tobeñas , J.: Derecho Civil Español, Común y Foral, T.
IV, Reus, Madrid, 1988, p. 235; Díez-Picazo Ponce de León , L. y G ullón Ballesteros , A.: Sistema de Derecho
civil, vol. II, Tecnos, Madrid, 1990, p. 352; López Palop, E.: “La donación remuneratoria y el art. 622 de
nuestro Código Civil”, Anales de la Academia Matritense del Notariado, 1959, T. III, pp. 40-41; Marín Castán ,
F.: “Comentario del artículo 619 del Código Civil”, en Comentario del Código Civil, (dirigido por S ierra G il
de la Cuesta), T. IV, Bosch, Barcelona, 2000, p. 77; Parra L ucán , Mª. A.: Curso de Derecho Civil II. Derecho
de Obligaciones, (coordinado por Martínez de Aguirre), Colex, Madrid, 2000, p. 533; Poveda B ernal , M. I.:
Relajación formal de las donaciones, Dikynson, Madrid, 2014, p. 122; Sánchez-Calero A rribas , B.: La revocación
de las donaciones, Aranzadi, Navarra, 2017, p. 224; S imó Santonja , V. L.: “Contrato de donación y persona
jurídica”, Revista de Derecho Privado, T. XLVII, 1963, pp. 989 y ss.
3 A favor de esta teoría, entre otros, vid. A lonso Pérez , M.: “La colación de las donaciones remuneratorias”,
Revista Crítica de Derecho Inmobiliario, núm. 461, 1967, pp. 1046-1047; De los Mozos , J. L.: La donación en
el Código Civil y a través de la jurisprudencia, Dykinson, Madrid, 2000, pp. 83 y ss.; L acruz B erdejo, J. L.:
Elementos de Derecho Civil, T. II, vol. III, Bosch, Barcelona, 1986, p. 154; Romero Coloma , A. Mª.: “Donación
remuneratoria y donación por méritos”, Diario La Ley Digital, 2013, núm. 8163, pp. 1-3; S irvent García , J.:
“La donación remuneratoria”, Revista Aranzadi de Derecho Patrimonial, núm. 29, 2012, pp. 337 y ss.
4 Así, S irvent García , J.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 340, pone como ejemplo el supuesto de
que “alguien dona algo a otro por determinado descubrimiento científico que realizó y que es lo que
le ha permitido salvar su vida”. Ejemplos parecidos ofrece De los Mozos , J. L.: La donación, cit., p. 84, al
defender la condición de remuneratoria de la donación por méritos, al indicar que “en este caso el donante
agradecido por tales méritos, bien sea el de un inventor que ha contribuido con su invento a que se pueda
curar una enfermedad, o que simplemente ha contribuido al conocimiento del mundo o de las fuerzas de la
naturaleza haciendo posible su aprovechamiento, o abriendo el camino para otros descubrimientos; o bien
se trate de un comportamiento cívico de una persona, o en una situación límite del que ha salvado la vida
del donante o a las personas de su familia…”.
5 Lo que ha reconocido S irvent García , J.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 341, cuando indica que “si
se quiere, puede decirse que, aunque ambas son remuneratorias, se trata de dos donaciones diferentes de
manera que mientras en la donación por méritos nos movemos en los méritos del donatario que pretende
remunerar; en la donación por servicios prestados hay un elemento objetivo, que son precisamente esos
servicios prestados que no son deudas exigibles”.

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otros, lo que pertenece al terreno de los motivos subjetivos que el Derecho no


debe tener en consideración6 .

A ello debemos unirle que el art. 1274 CC lo deja muy claro, al establecer
la causa de los contratos remuneratorios como “el servicio o beneficio que se
remunera”, lo que significa que es requisito sine qua non que exista un servicio
o beneficio para poder remunerar al donatario; y en la donación por méritos no
se está obteniendo ningún servicio ni beneficio para el donante, sino que lo que
se está haciendo es “premiando” al donatario por unos determinados méritos
que haya podido obtener, bien en su propio beneficio, bien en el beneficio de la
humanidad, pero que, en ningún caso suponen, como veremos, la causa de un
negocio remuneratorio7.

En ocasiones, el problema se plantea porque se causaliza el motivo de la


donación, esto es, se entiende que los méritos son la causa de la donación, cuando
en realidad son el motivo del negocio jurídico (de la donación). Esto es, se parte
de la noción de causa subjetiva, afirmando que la causa es motivo decisivo que
induce a negociar. Pero la causa nada tiene que ver con los motivos8. La causa es
independiente de la voluntad de los contratantes, y es completamente distinta del
motivo. El motivo es un elemento subjetivo personal e independiente, que opera
en el ánimo del contratante y que lo impulsa a concluir un contrato, pero que

6 Afirma A nderson , M.: “La donación remuneratoria”, Diario La Ley Digital, 2000, T. I, pp. 1, que “la
donación remuneratoria no se identifica con la donación hecha a los méritos del donatario, puesto que
la consideración de que la persona a favor de la cual se realiza una atribución gratuita, la merezca o
no, permanece en el terreno de los motivos subjetivos, irrelevantes para el Derecho. En general, las
donaciones suelen hacerse porque el donante entiende que el donatario lo merece, pero que se realice por
esta o por otra razón, como pueda ser la ostentación, la vanidad o, incluso el vago deseo de obtener algo
a cambio en el futuro, es indiferente a los efectos de modalizar o caracterizar una donación”.
7 Así lo dejaba claro A lbaladejo García , M.: “La donación por méritos”, cit., pp. 141 y ss., al indicar que
“quien por muchos méritos que tenga, es decir, por más virtudes que le adornen, por más títulos que
posea, por más ciencia que atesore, por más acciones insuperables que esforzadísimamente haya realizado,
no ha llevado a efecto prestación alguna hacia quien le dona por cualquiera de esas razones, no recibe
tal donación en concepto de remunerarle, sino en concepto de premio a su valía (salvo el caso, claro, de
que una de sus actividades dentro del campo en que sea tan meritorio, haya sido prestar un servicio o
hacer algo a favor concretamente del donante). Pero esa donación-premio es una donación normal, no
remuneratoria porque no satisface ninguna deuda moral que tenga el donante con nadie que liberalmente le
haya hecho a él un servicio o proporcionado algo, ni es el equivalente a lo que sería el precio de un servicio
que recompensa”.
8 El mismo Tribunal Supremo ha distinguido, en numerosas ocasiones, la causa de los motivos, reiterando el
carácter objetivo de la misma. Así, la STS 4 enero 1991 (RAJ 1991, 106) manifiesta que “la jurisprudencia
de esta Sala ha diferenciado muchas veces la causa de los motivos, pues mientras la causa en los contratos
onerosos se describe en el artículo 1274, los motivos son los móviles o impulsos puramente subjetivos de
los contratantes, ordinariamente irrelevantes y sin transcendencia jurídica, a menos que se incorporen a la
declaración de voluntad, lo que no se hizo en el caso ahora discutido; por lo que el principio de seguridad
jurídica obliga al intérprete a no reconocer beligerancia a los motivos, como circunstancias externas
al acto contractual, salvo que hayan sido reconocidos por ambas partes o la ley mande contemplarlos
expresamente”.
En el mismo sentido, la STS 1 abril 1982 (RAJ 1982, 1930) afirma que “aunque nuestro Código sustantivo
no da un concepto genérico de causa del contrato, la aplica, sin embargo, a las distintas categorías del
contrato, entendiendo por causa en los contratos onerosos para cada parte contratante, como preceptúa
el artículo 1274, la prestación o promesa de una cosa o servicio por la otra parte, de suerte que, aunque
ella es de estimar como la explicación y móvil del contrato, relacionado con el fin de éste, y más aún con los
motivos, con los cuales suelen confundirse, no obstante la diferencia existente entre la causa y los motivos

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no trasciende a ese contrato, es la representación que obra en el ánimo de un


determinado futuro contratante. Asimismo, los motivos son variables, y se hayan
influenciados por factores externos que inducen a cada parte a hacer algo en un
determinado momento.

No obstante, la causa, o es común en el negocio de dos o más partes, o


aun siendo individual en el negocio de una sola parte ha sido dada a conocer a
los destinatarios del negocio a fin de que sea aceptada por ellos con el negocio
entero9. La causa es la razón práctica del negocio, la función económico social
que el negocio está destinado a cumplir. Y la función económico social es el “para
qué” se realiza un negocio, es el “por qué” de ese negocio10. La causa es, por
tanto, elemento objetivo, por medio del cual un determinado negocio se distingue
de otro negocio. Por ello, no podemos entender los méritos como causa de la
donación, puesto que estaríamos elevando a causa un elemento subjetivo.

Como indica Albaladejo García “para que los méritos del donatario tengan
alguna relevancia en cuanto se refiere al régimen jurídico del negocio celebrado,
sería preciso que su contemplación se hubiese incorporado a la causa, en forma,
por ejemplo, de condición, a salvo siempre de la impugnabilidad por error, caso
de que constase que el motivo determinante de donar fue la existencia de los
referidos méritos, de manera que, de haberse sabido que no existían, no se
hubiese donado”11.

Además, hay que tener en cuenta que, como ya he indicado, aunque nuestra
jurisprudencia no aclara si la donación por méritos es una donación remuneratoria12.
Pero sí contamos con muchas sentencias del Tribunal Supremo que cuando hacen
referencia a la donación remuneratoria solo citan las donaciones por servicios,
y, aunque no entren en el fondo del asunto, y no se planteen si la donación por
méritos es o no una donación remuneratoria, lo cierto es que parece que la

es evidente, pues aquélla es la razón del contrato y éstas son razones particulares de un contratante, que
no afectan al otro y, por tanto, no impiden la existencia de una verdadera causa distinta”.
Vid. también SSTS 6 mayo 1892 (JC 1892, 136); 24 febrero 1904 (JC 1904, 68); 23 noviembre 1920 (JC
1920, 115); 5 marzo 1924 (JC 1924, 105); 20 enero 1965 (JC 1965, 13); 15 febrero 1982 (RAJ 1982, 689); 8
julio 1983 (RAJ 1983, 4122); 29 noviembre 1989 (RAJ 1989, 7921); 19 noviembre 1990 (RAJ 1990, 8956); 31
enero 1991 (RAJ 1991, 521); 8 mayo 1991 (RAJ 1991, 3577).
9 Díez-Picazo Ponce de León , L.: “El concepto de causa en el negocio jurídico” Anuario de Derecho Civil, 1963,
p. 32.
10 Galgano, F.: “La causa”, Diritto Civile e Commerciale, T. II, vol. I, Cedam, Padova, 1990. p. 170.
11 A lbaladejo García , M.: “Comentario al artículo 619 …”, cit., p. 35.
12 Aunque sí hallemos alguna que otra sentencia que se refiere a la donación remuneratoria como “un acto de
liberalidad por el cual una persona dispone gratuitamente de una cosa en favor de otra, que la acepta, y en
consideración a los méritos del donatario o los servicios por él prestados al donante”, como la STS 8 abril
1959 (JC 1959, 222).

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tendencia es entender que solo la donación por servicios prestados es donación


remuneratoria13.

A lo expuesto podemos añadir que la donación por méritos no ha sido


calificada como donación remuneratoria históricamente, puesto que ni en
el Derecho Romano ni el el Proyecto del Código Civil de 1851 se califica a la
donación por méritos como remuneratoria, sino que solamente se hace referencia
a la donación por servicios prestados, y nunca se entiende la donación por méritos
como remuneratoria14.

Por tanto, creo que no podemos justificar que la donación por méritos sea
una subespecie de donación remuneratoria. Se trata de una donación simple, de
una mera liberalidad. Eso sí, una liberalidad “motivada por la admiración que los
méritos o merecimientos del donatario generan en el donante”15, como puede ser
el regalo que se le hace a un hijo por obtener buenas calificaciones escolares en
reconocimiento del esfuerzo realizado. Y, por tanto, se regulará por lo dispuesto
en los arts. 618 y ss. bajo el Título “De la donación”, y subsidiariamente por las
disposiciones generales de los contratos y obligaciones, pero no se aplicará el art.
622 CC que se refiere a las donaciones con causa onerosa y a las remuneratorias.

2. El concepto de donación remuneratoria.

El art. 619 CC dispone que “es también donación la que se hace a una persona
por los servicios prestados al donante, siempre que no constituyan deudas
exigibles”. El precepto se está refiriendo a la que denomina posteriormente en el
art. 622 CC “donación remuneratoria”.

Albaladejo García define la donación remuneratoria como “la que se hace para
recompensar al donatario con lo que se regala como muestra de agradecimiento
del donante por un servicio que sin debérselo le presto graciosamente. No es,
pues, la donación remuneratoria un pago por el servicio que el donante recibió;
es decir, lo que se dona carece de la consideración de contrapartida de lo que

13 La STS 11 enero 2007 (ROJ 822/2007), en un supuesto de donación remuneratoria disimulada, indica que
“El precepto es absolutamente inaplicable a la donación remuneratoria, en cuanto que por definición (art.
619) no se impone ningún gravamen al donante, sino que se remuneran servicios ya prestados que no
constituyan deudas exigibles”. Esta sentencia recuerda lo que ya dijo en su día la STS 29 noviembre 1989
(RAJ 1989, 7921).
Así también, la STS 26 febrero 2007 (ROJ 1185/2007), en un caso de donación remuneratoria disimulada
deja claro que “…en ningún modo se ha acreditado que el Sr. Salvador fuese acreedor ni merecedor de
donación alguna por sus servicios, ni mucho menos aún que esta fuera la voluntad del Sr. Juan Enrique…”.
En el mismo sentido, vid. las SSTS de 29 enero 1945 (RAJ 1945, 863); 19 enero 1950 (RAJ 1950, 29); 31
enero 1955 (RAJ 1955, 128); 2 junio 1956 (RAJ 1956, 2691); 16 octubre 1965 (RAJ 1965, 4467); 27 marzo
1980 (JC 1980, 93); 31 mayo 1982 (RAJ 1982, 2614); 19 noviembre 1987 (RAJ 1987, 8408); 14 marzo 1995
(RAJ 1995, 2430); 30 diciembre 2002 (ROJ 8925/2002); 4 mayo 2009 (ROJ 2681/2009; 26 marzo 2012 (ROJ
1913/2012).
14 Vid. al respecto el estudio que realiza A lbaladejo García , M.: “La donación por méritos”, cit., pp. 144-145.
15 Ibídem, p. 15.

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el donatario proporcionó, porque ambas prestaciones no se encuadran dentro


de un contrato oneroso en el que la una sea a cambio de la otra, sino que son
independientes y hechas liberalmente ambas” 16 .

Se trata, por tanto, de una donación cuya causa es la recompensa a los servicios
prestados como muestra de agradecimiento. Servicios que no han de constituir
deudas exigibles, puesto que “si se dice donar en abono de servicios exigibles,
no hay donación sino pago de lo debido por contrato oneroso”. Sin embargo,
“si se entrega algo por servicios cuyo pago no sea exigible, habrá una liberalidad
sometida a las reglas especiales de la donación”17.

Consecuentemente, y para que no haya dudas respecto de que se trata de


una donación remuneratoria, en el documento en el que se realice la donación
debe indicarse claramente que se trata de una donación remuneratoria, es decir,
que se dona para remunerar. Además, deberá hacerse constar cuáles son los
servicios que se remuneran. Y ello, como bien indica Albaladejo García , por dos
razones: “una razón es para que se sepa que se remunera, ya que puede ocurrir
que se esté donando de forma puramente liberal y no para remunerar, caso en
el que se le aplicarían las reglas de la donación pura; y otra razón para que se
sepa cuál es el servicio que se remunera, a los fines de evitar que se inventen
servicios inexistentes, y sea comprobable si es real el que se invoca, ya que puede
pretenderse con los más diversos fines simular ser remuneratoria alguna donación
que no lo es” 18.

3. La causa de la donación remuneratoria.

La causa de la donación remuneratoria no es otra que el fin de remunerar,


a diferencia de la donación simple o pura cuyo fin es el de enriquecer, mediante
un acto de liberalidad, al donatario. Como ya he indicado, el art. 1274 CC así lo
dice, al establecer la causa de los contratos remuneratorios como “el servicio
o beneficio que se remunera”. Así pues, no se trata de un acto de liberalidad
meramente, sino de recompensar a través de una liberalidad19. Pero no debemos
perder de vista que el hecho de que una donación sea remuneratoria y el fin de la
misma sea recompensar a través de una liberalidad, no significa que no se trate de
una donación. Esto es, seguimos estando ante una liberalidad, pero una a través de

16 A lbaladejo García , M.: “La donación remuneratoria y los preceptos de la donación ordinaria que le son o
no aplicables”, Revista de Derecho Privado, núm. 1, 2002, p.2.
17 De Castro y B ravo, F.: El negocio jurídico, Civitas, Madrid, 1985, p. 269.
18 A lbaladejo García , M.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 4.
19 Ibídem, p. 2. Afirma el autor que “por lo cual el acto, que sigue siendo donación, pero que tiene carácter
compensatorio, es regulado, en algunos extremos, no por las reglas de la donación puramente liberal, sino
por preceptos propios de actos onerosos, ya que su causa no es, como en aquella, «la mera liberalidad del
bienhechor», sino la liberalidad encaminada a corresponder por «el servicio o beneficio que se remunera”.

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la cual se recompensa20. Ya lo indicaba De Castro cuando dijo que “en el contrato


remuneratorio, las partes consienten (expresa o tácitamente) en que lo dado o
prometido lo es en remuneración de un servicio o beneficio ya prestado” 21.

La STS de 22 de marzo de 1961 lo dejó bien claro al afirmar que “la referencia
que el art. 1274 hace a la causa de los contratos remuneratorios es aplicable al
supuesto de la donación remuneratoria, en que el servicio que se remunera lo es
por mera liberalidad del donante, ya que no está obligado a ello legalmente, sin que
pueda concluirse que la causa de la donación remuneratoria sea ilícita, sentando el
hecho de que fue en recompensa de muchos servicios prestados” 22. Y la STS de 23
de diciembre de 1995, que, relativa a una nulidad de compraventa por simulación
de donación encubierta, viene a establecer que en el caso que se enjuicia no nos
encontramos ante una donación remuneratoria porque no concurre la prestación
de efectivos servicios prestados, por lo que no puede aplicarse el art. 1274 CC23.
Así también la STS de 29 de julio de 2005 que advierte que “el artículo 1274
considera la remuneración o el ánimo de remunerar como” causa “ del contrato,
junto con la contraprestación o promesa en los contratos onerosos y el “ánimo
liberal del bienhechor” en los gratuitos” 24.

4. ¿La donación remuneratoria lo es por los servicios prestados al donante?

Otra de las problemáticas que plantea la donación remuneratoria es si esta


puede serlo por los servicios prestados, o si también podemos entender que
es donación remuneratoria aquélla que se realiza por los servicios futuros. Y, si
los servicios que se remuneren deben ser realizados al donante, o bien puede
tratarse de servicios realizados a un tercero.

En primer lugar, lo que debemos tener claro es que a través de la donación


remuneratoria pueden remunerarse cualesquiera servicios, siempre y cuando no
sean contrarios a las leyes, a la moral o al orden público, como establece el art.
1255 CC. Asimismo, esos servicios pueden consistir en un dar, hacer o no hacer
alguna cosa, por lo que no solo se trata de servicios de hacer. Aunque, desde

20 Al respecto, Galgano, F.: Diritto Privatto, Cedam, Padova, 1992, p. 877, afirma que “la liberalità non è solo
spirito humanitario o caritativo; essa non è esclusa del fatto che il donante, como nel caso della donazione
rimuneratoria, sia animato da riconoscenza”.
21 De Castro y B ravo, F.: El negocio jurídico, cit., p. 269.
22 STS 22 marzo 1961 (JC 1961, 222).
23 STS 23 diciembre 1995 (ROJ 6648/1995). En términos similares, vid. las SSTS 8 julio 1977 (ROJ 1364/1977);
23 septiembre 1986 (RJ 1986, 4782); 22 diciembre 1986 (JC 1986, 786).
24 STS 29 julio 2005 (ROJ 5208/2005). En contra se muestra la STS 20 julio 2018 (ROJ 2756/2018) que ahora
es objeto de estudio, al indicar que “La causa de la donación es indivisible y responde al ánimo liberal; la
remuneración es un móvil subjetivo para hacer la donación, pero no la causa de la donación (art. 1274 CC).
Sin embargo, reconoce la posibilidad de que la remuneración se eleve a motivo causalizado, lo que no viene
a cuadrar mucho con la teoría anterior. Así, dice la sentencia que “Otra cosa sería que, en los casos en
los que la remuneración se eleve a motivo causalizado, la existencia de error acerca de la realidad de los
servicios permitiera impugnar la validez de la donación”.

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luego, tendrán que ser servicios que supongan un deber de gratitud, por lo que no
bastan los servicios genéricos de amistad o benevolencia o corrección25. Además,
los servicios, como bien dice el art. 619 CC, no deben constituir deudas exigibles,
puesto que en este caso estaríamos ante un pago por los servicios recibidos y
no ante una remuneración26 . Se trata de servicios que se prestan altruistamente,
y que después, en gratitud a esa prestación de servicios, el donante realiza una
donación al prestador de los mismos.

Además, los servicios prestados tienen que ser “susceptibles de valoración”,


pero esto visto desde el prisma de la aplicabilidad o no de las reglas de los
contratos onerosos. Es decir, si estamos ante una donación que remunera un
servicio prestado, siempre se tratará de donación remuneratoria, pueda valorarse
o no el servicio, puesto que el art. 619 CC el único requisito que pone para
considerar a una donación remuneratoria es que no se trate de “deudas exigibles”.
Otra cosa es que nos encontremos ante una donación remuneratoria donde
la valoración del servicio prestado entraña una gran dificultad. Pongamos un
ejemplo: que el donatario le haya salvado la vida al donante sacándolo de una
casa en llamas; aunque podríamos pensar que también podría valorarse el servicio
teniendo en cuenta el trabajo de un bombero, sería quizá más difícil de valorar,
que no imposible. Pero, si el caso fuese que el donatario le ha salvado la vida a
una persona aplicando métodos médicos, esos servicios, a mi juicio, sí podrían
valorarse como el servicio que presta un médico a un paciente.

No vamos a entrar a hacer un análisis de las teorías que entienden que no


estamos ante donación remuneratoria cuando el servicio no es valorable, puesto
que en el CC no se exige que aquél pueda estimarse económicamente para que la
donación se considere remuneratoria. Creo que es algo que queda bien claro en el
art. 619 CC. Pero sí pueden plantearse problemas a la hora de aplicar las reglas de
los contratos onerosos si no sabemos, ni siquiera con peritajes, en cuánto podría
valorarse el servicio. Por ello, entiendo, junto con Albaladejo García , que cuando
el servicio no pueda valorarse no podrán aplicarse las reglas de los contratos
onerosos, y tendremos que aplicar las reglas de la donación pura o simple, pero
sin dejar de atribuir el concepto de remuneratoria a la donación, lo que implica
que le aplicarán los preceptos de la donación pura en aquello que le sea aplicable,
dejando a salvo las normas que sí le sean aplicables y a las que está sometida la
donación remuneratoria, como la liberad de forma y la irrevocabilidad27. Y debo

25 A lbaladejo García , M.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 6.


26 Así, siguiendo a A lbaladejo García , afirma S irvent García , J.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 344,
que “si el sujeto que presta los servicios no lo hace a título gratuito, sino en virtud de una obligación
preexistente, la prestación que se realiza después entregando una cosa no podrá considerarse donación
remuneratoria sino pago si la cosa entregada era la debida, o dación en pago si la cosa entregada no era la
debida pero la otra parte acepta su entrega”.
27 Vid. la reflexión que hace al respecto A lbaladejo García , M.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 7.

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Rabanete, I. - Las donaciones remuneratorias: configuración jurídica, colación y dispensa...

decir, que también opino que, salvo alguna excepción, todos los servicios son
susceptibles de valoración, por una vía o por otra, con mayor o menor facilidad.

Dicho esto, veamos si es posible una donación remuneratoria por servicios


futuros. Hay autores que piensan que también es donación remuneratoria la que
se realiza por servicios futuros, basándose en la teoría de que la redacción del
art. 619 CC no impide que se pueda remunerar al donatario por servicios que
prestará en el futuro, siempre y cuando el donatario establezca en el contrato de
donación que se trata de una donación remuneratoria por los servicios futuros del
donatario28. Incluso hay quien ha afirmado que la donación remuneratoria genuina
es justo la que se hace por servicios futuros, entendiendo como donación pura o
simple la que se hace para remunerar servicios pasados29.

Lo cierto es que el art. 619 CC parece que lo deja claro al utilizar la frase
“servicios prestados”, en pasado, por lo que parece que se refiere a servicios que
ya hayan sido prestados por el donatario antes de la donación. Además, debemos
tener en cuenta que si se realiza una donación por servicios futuros, podríamos no
estar ante una donación remuneratoria, sino ante una donación modal u onerosa,
en la que la carga o gravamen sea la prestación de ese servicio futuro30. De hecho,
incluso la jurisprudencia ha indicado, en ocasiones, la diferencia entre el servicio
prestado y el que se va a prestar, de modo que cuando estamos ante una donación
por servicios que se prestarán, o como el caso de la STS de 7 de abril de 195431
que juzgaba un caso de donación remuneratoria por servicios al donante durante
todo el resto de su vida, estamos ante una donación condicional o modal, esto es,
ante una donación onerosa.

28 Cfr. A lbaladejo García , M.: “La donación remuneratoria”, cit., pp.8-10; López Palop, E.: “La donación
remuneratoria”, cit., pp. 54-55; Romero Coloma , A. Mª.: “Donación remuneratoria”, cit., p. 3; S irvent
García , J.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 342-345.
29 Así, De Castro y B ravo, F.: El negocio jurídico, cit., p. 269.
30 En este sentido, Roca Sastre , R. M.: “La donación remuneratoria”, Revista de Derecho Privado, núm. 368,
1947, p. 828, decía que “esto determina la diferencia entre la configuración de una donación remuneratoria
y la de una donación modal: si se hace una donación para recompensar un servicio ya realizado, estaremos
en presencia de una donación remuneratoria; por el contrario, si la donación se lleva a cabo para que se
efectúe el servicio, estaremos ante una donación modal o con carga. El servicio en sí es el mismo, pero
entre lo pretérito y lo futuro hay, como puede observarse, una importante diferencia”.
De acuerdo con esta teoría encontramos a A nderson , M.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 1; A lonso
Pérez , M.: “La colación de las donaciones”, cit., p. 1042; Clavería Gonsálbez , L. U.: “Comentario al artículo
1274 del Código Civil”, en Comentarios al Código Civil y Compilaciones Forales (dirigido por A lbaladejo García),
T. XVII, vol. 1-B, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1993, p 534; Díez-Picazo Ponce de León , l. y G ullón
Ballesteros , A.: Sistema de Derecho civil, cit., p. 352; Romero Coloma , A. Mª.: “Donación remuneratoria”,
cit., p. 3. Vid. también A zzariti , F.S., Martínez , G., A zzariti , G.: Successioni per causa di morte e donazioni,
Cedam, Padova, 1979, pp. 770 y ss., el estudio que realizan para llegar a la conclusión de que la donación
remuneratoria solo puede serlo por servicios pasados.
31 STS 7 abril 1954 (JC 1954, 161). Así también la STS 28 febrero 1958 (JC 1958, 155) hace referencia al art.
619 CC diciendo que este artículo “permite sin detrimento del carácter de liberalidad que le imprime su
realización, que la donación se haga en reconocimiento de los servicios prestados al donante”. En sentido
análogo, las SSTS 18 diciembre 1965 (JC 1965, 881) y 9 marzo 1995 (ROJ 10246/1995).

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Pero, no es necesario que el servicio se haya prestado íntegramente antes de


la donación, aunque será lo más normal dado que se trata de remunerar algo que,
en teoría, ya se ha obtenido. Podemos encontrarnos con supuestos en los cuales
se trate de servicios que se hayan realizado antes de la donación, pero que sigan
realizándose con posterioridad a la misma. El supuesto indicado de la STS de 7 de
abril de 1954 trataba de una donación remuneratoria por servicios al donante que
ya se estaban prestando y que se debían prestar el resto de su vida. Esto es, una
remuneración por un servicio que ya se ha prestado pero que también se debe
seguir prestando. Lo que se remunera en este supuesto no es solamente la parte
del servicio prestado, los cuidados recibidos por el donatario al donante, antes de
la donación remuneratoria; sino también los cuidados que quedan por recibir tras
la donación, hasta la muerte del donante.

Cuando el CC en su art. 619 hace referencia a servicios prestados, no está


limitando la donación remuneratoria a servicios ya prestados íntegramente por
el donatario, sino servicios que se hayan prestado o se estén prestando. Por ello,
entiendo que cuando se trata de donaciones en las que el donante lo que pretende
es remunerar por un servicio prestado, pero que deberá seguir prestando en el
futuro, es posible incluirla en el concepto de donación remuneratoria, puesto que
no infringe el sentido del art. 619 CC.

Otra cosa es que se trate de donaciones en las que no se ha prestado ningún


servicio por el donatario, y que el donante pretenda remunerar un servicio que
debe prestarse a futuro. En este supuesto entiendo que la línea con la donación
modal o condicional es muy fina, y que habría que entender que el servicio aquí
actúa como carga o gravamen, y que estamos ante una donación onerosa32. Si
bien es cierto que la donación remuneratoria puede tener cierto matiz oneroso,
la causa de una donación onerosa y la de una remuneratoria no es el mismo,
por lo que cuando se trate de donaciones por servicios futuros exclusivamente,
estaremos ante una donación modal o condicional.

Por último, solo queda ver si debemos tener en cuenta el sentido literal del
art. 619 CC cuando hace referencia a servicios prestados al donante, de modo
que solo será calificada de donación remuneratoria la que haga referencia a
servicios que se hayan prestado o se estén prestando al donante, o cabe hablar
de servicios prestados por el donatario a un tercero. Pues bien, aquí también
debemos hacer una interpretación extensiva del art. 619 CC, de modo que, si
de lo que se trata es de remunerar un servicio en gratitud, siendo la causa de la
donación remuneratoria el servicio o beneficio que se remunera (establecida en
el art. 1274 CC), no tiene por qué tratarse de un servicio realizado directamente

32 La STS 18 diciembre de 1965 (JC 1965, 881) ya dijo que “la remuneración de servicios, no prestados
sino futuros y sólo para el caso de que lleguen a realizarse, es difícil de valorar como algo distinto de la
condición”.

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Rabanete, I. - Las donaciones remuneratorias: configuración jurídica, colación y dispensa...

al donante, sino que cabe que el servicio sea realizado a un tercero, y que el
donante quiera gratificar por ello al donatario33, aunque no podemos ocultar
que alguna opinión en contra la hay34. Pensemos, por ejemplo, en el cuidado de
un tercero a la progenitora del donante porque este, por motivos laborales, no
puede prestar dichos servicios. Es cierto que el servicio directo de los cuidados
se da a la progenitora del donante, pero al fin y al cabo, también esos servicios
son prestados, indirectamente, al donante, puesto que si el tercero no prestase
esos servicios, tendría que prestarlos el donante. Y esta es una casuística que en la
sociedad encontramos constantemente, incluso entre hermanos, cuando uno de
ellos, o varios, no pueden cuidar de los progenitores y se encarga de ese cuidado
uno solo de los hermanos.

5. La aplicación del art. 622 CC a la donación remuneratoria.

Dado que estamos ante una figura jurídica que se encuentra “a caballo” entre
los actos a título oneroso y los actos a título gratuito, no podemos sino que
explicar con cierto detenimiento las circunstancias que rodean a la donación
remuneratoria, para ver qué normas le son aplicables, si las referentes a los actos
a título oneroso o las que regulan los actos a título gratuito.

En principio, parece que el art. 622 CC lo deja claro al establecer que “las
donaciones con causa onerosa se regirán por las reglas de los contratos, y las
remuneraciones por las disposiciones del presente título en la parte que excedan
del valor del gravamen impuesto”. Sin embargo, la discusión doctrinal de si el
precepto se refiere o no a las donaciones remuneratorias cuando hace referencia
al gravamen impuesto, se inicia desde principios del siglo pasado, y hoy en día
aún no ha sido aclarado. Quizá sea debido a la redacción de la norma, que,
desgraciadamente, es poco afortunada.

De hecho, encontramos opiniones de todas clases. Están los que piensan que
la donación remuneratoria se rige por las reglas de las donaciones simples o puras,
es decir, que no le es aplicable lo establecido en el art. 622 CC. Estos autores
defienden su teoría en la imposibilidad de aplicar este artículo a la donación
remuneratoria, puesto que no puede hablarse de gravamen impuesto como de

33 Al respecto, y siguiendo a A lbaladejo García , S irvent García , J.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 342,
indica que “fuera del supuesto de servicios prestados a herederos o familiares del donante, entendemos
que también es posible la donación remuneratoria de servicios prestados a otro, que ni siquiera sea familiar
del donante, ya que lo esencial de la donación remuneratoria es que exista el propósito de remunerar a
quien prestó a alguien un servicio, aunque no fuere al mismo donante”. En sentido análogo se pronuncia,
Romero Coloma , A. Mª.: “Donación remuneratoria”, cit., p. 3.
34 Hay quienes opinan que sólo puede haber donación remuneratoria cuando el donante sea el beneficiario
directo por aplicación literal del art. 619 CC. También están los autores que entienden que es posible la
donación realizada por servicios que el donatario ha prestado a un tercero, pero siempre y cuando se trate
de herederos o familia del donante (vid., entre otros, A morós Gonzálbez , M.: “La donación remuneratoria
y la con carga en nuestro Derecho”, en Curso de Conferencias, Ilustre Colegio Notarial de Valencia, Valencia,
1945, p. 206).

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circunstancia que caracteriza la donación remuneratoria porque en este tipo de


donación no hay gravamen, y solo podemos hablar de gravamen en la donación
modal u onerosa. Entienden que el legislador cometió un error, y que lo que quiso
decir es que las donaciones con causa onerosa se regirán por las reglas de los
contratos en la parte que excedan del valor del gravamen impuesto35.

En sentido antepuesto, encontramos algún autor que opina que la donación


remuneratoria se rige por las reglas de los contratos onerosos, dado que aunque la
donación remuneratoria debe reputarse donación, cuando se trata de remunerar
un servicio prestado (o incluso un mérito para los que opinan que la donación
por méritos lo es remuneratoria), debe regirse por las reglas de los contratos
onerosos36 .

Sin embargo, no creo que estas soluciones sean las acertadas, dado que, tanto
si entendemos la donación remuneratoria como una donación simple o pura,
sometida íntegramente a las normas de la donación, como si es entendida como
contrato oneroso, lleva consigo la enorme diferencia de trato entre ambas clases de
títulos en todo el ámbito del derecho patrimonial; revocación por superveniencia
o supervivencia de hijos o ingratitud del donatario, presunción de fraude en los
casos de ejercicio de la acción pauliana, inaplicabilidad del principio de la fe pública
registral en las enajenaciones inmobiliarias, etc.37.

Por último, se distinguen los autores que entienden que el art. 622 CC es
muy claro, y que la donación remuneratoria se regirá por las reglas de los actos
a título gratuito, pero solo en lo que exceda del gravamen impuesto38. Esto es, la
donación remuneratoria se regirá, como establece el art. 622 CC por las reglas de
la donación pura o simple en la parte que exceda del gravamen impuesto.

Pero debemos matizar esta afirmación. Entiendo que no podemos hablar


de gravamen, dado que en la donación remuneratoria no hay gravamen, puesto
que entonces estaríamos ante una donación modal u onerosa39, y esa, como ya

35 Cfr. A lonso Pérez , M.: “La colación de las donaciones”, cit., pp. 1049-1056; A nderson , M.: “La donación
remuneratoria”, cit., pp. 5-7; M ucius Scaevola , Q.: Código Civil (comentado, concordado y puesto al
día por Ortega Lorca), T. XI, vol. II, Reus, Madrid, 1943, p. 432; Romero Coloma , A. Mª.: “Donación
remuneratoria”, cit., p. 5. Esta teoría es la que sigue a ojos vendados la STS 20 julio 2018 (ROJ 2756/2018)
que se estudia en el presente trabajo, y que ya fue indicada por alguna sentencia, como las STS de 27 julio
1994 (ROJ 5744/1994), y a la que le siguen las SSTS 4 mayo 2009 (ROJ 2681/2009) y 18 marzo 2016 (ROJ
1284/2016).
36 En este sentido, A morós Gonzálbez , M.: “La donación remuneratoria”, cit., pp. 211 y ss.
37 Cfr. López Palop, E.: “La donación remuneratoria”, cit., p.46.
38 Vid. AA.VV.: “Artículo 622”, Comentarios al Código Civil, T. VIII, vol. 2º, Edersa, Madrid, 1990, pp. 1-17, p. 3;
A lbaladejo García , M.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 13; De los Mozos , J. L.: La donación, cit., pp. 85
y ss.; L acruz B erdejo, J. L.: Elementos, cit., p.159; López Palop, E.: “La donación remuneratoria”, cit., pp.46 y
ss.; S irvent García , J.: “La donación remuneratoria”, cit., pp. 346-347.
39 Y así también lo han defendido otros autores. Vid., A lbaladejo García , M.: “La donación remuneratoria”,
cit., p. 14; A lonso Pérez , M.: “La colación de las donaciones”, cit., p. 1054; López Palop, E.: “La donación

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Rabanete, I. - Las donaciones remuneratorias: configuración jurídica, colación y dispensa...

he dicho, no es la causa de la donación remuneratoria. La causa de la donación


remuneratoria es el fin de remunerar el servicio prestado, por lo que no hay
gravamen, sino remuneración del servicio. Esto es, la donación remuneratoria lo
es por la causa que impulsa al donante, el fin de remunerar, más la donación modal
u onerosa lo es por la finalidad perseguida. Como decía López Palop 40, la donación
remuneratoria corresponde a la pregunta de ¿por qué se dona?, mientras que
la modal u onerosa da respuesta a la pregunta de ¿para qué se dona? Por tanto,
estamos ante dos tipos de donaciones distintas.

Consecuentemente, deberemos apartarnos un poco del tenor literal del art.


622 CC, y aunque sea por pura lógica, y en aplicación del espíritu de que las
donaciones meramente liberales no pueden recompensar nada, pensar que el
legislador cometió un error, quizá ortográfico. Por tanto, deberemos aplicar una
regla mixta, esto es, las reglas de la donación pura o simple y las reglas de los
contratos onerosos. Así, en la parte que coincida el valor de lo donado con el
valor del servicio prestado se regirá por las reglas de los contratos onerosos41, y no
podremos hablar de gravamen impuesto42; y en la parte en que lo donado exceda
del valor del servicio prestado, se regirá por las reglas de las donaciones simple o
puras43. Podríamos decir que, en las donaciones remuneratorias estas adquieren
un cierto carácter oneroso cuando la donación se realiza para remunerar un
servicio prestado, pero manteniendo el carácter puramente liberal en la parte
que excede del valor del servicio, sí, efectivamente, existe ese exceso, puesto que
puede darse el supuesto de que el valor de lo donado absorba el valor del servicio
en su integridad44.

remuneratoria”, cit., p. 54; Roca Sastre , R.M.: “La donación”, cit., pp. 823 y ss.; Sánchez-Calero A rribas , B.:
La revocación, cit., pp. 227-228.
40 López Palop, E.: “La donación remuneratoria”, cit., p.54.
41 Roca Sastre , R.M.: “La donación”, cit., pp. 823 y ss. Vid. también A lbaladejo García , M.: “La donación
remuneratoria”, cit., p. 14.
42 Debo también advertir que, aunque no podemos extendernos en la materia, creo que la donación
remuneratoria no solo se regirá por las normas de los contratos onerosos en lo que respecta a la parte
que el valor de lo donado absorba el valor del servicio remunerado, sino que, siguiendo el principio de
indivisibilidad de la forma, tendremos que aplicar aquí también las normas de los contratos onerosos,
debiendo prevalecer el principio de libertad de forma, aun cuando el valor de la donación sea superior al
valor del servicio remunerado. En este sentido, A lbaladejo García , M.: “La donación remuneratoria”, cit.,
pp. 17 y ss.; De Castro y B ravo, F.: El negocio jurídico, cit., p. 269.
43 Indica A lbaladejo García , M.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 13, que “quizá lo que ha querido expresar
el legislador es que las donaciones remuneratorias se rigen por las reglas de los contratos onerosos en la
parte en que el valor de lo donado resulte absorbido por el valor del servicio remunerado, y en la parte en
que lo donado valga más, si es que lo vale, que el servicio, como entonces en esa parte el acto es puramente
liberal, se rija la donación remuneratoria por las reglas de las donaciones puras”.
44 En la doctrina italiana, aunque también encontramos alguna voz discordante, la mayoría de los autores
defienden la aplicación de las normas de la donación solamente en la parte que exceda los límites normales
de la remuneración, es decir, en lo que exceda el valor del servicio prestado basándose en los expuesto
en el art. 770 del Codice Civile, que indica que “È donazione anche la liberalità fatta per riconoscenza o
in considerazione dei meriti del donatario o per speciale rimunerazione. Non costituisce donazione la
liberalità che si suole fare in occasione di servizi resi o comunque in conformità agli usi”. Vid. al respecto,
A zzariti , F.S., Martínez , G., A zzariti , G.: Successioni, cit., p. 773.

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No obstante lo expuesto, no podemos olvidarnos de los autores que no se


decantan por ninguna de las teorías propuestas, y las rechazan todas, indicando
que el art. 622 CC no es aplicable a la donación remuneratoria, pero sin dar una
solución al dilema45. O aquellos que, parecen estar de acuerdo con la no aplicación
del art. 622 CC a las donaciones remuneratorias, y que, sin embargo, las hacen
excepcionales en determinados supuestos, como es en el caso de la revocación de
las donaciones por ingratitud46 .

En cuanto a la jurisprudencia, no podemos decir que aclare mucho la situación,


puesto que son pocas las sentencias que profundizan en el tema, aunque sí
encontramos muchas sentencias del Tribunal Supremo que, sin entrar en el fondo
del asunto, aplican directamente el art. 622 CC en el sentido expuesto de que las
reglas de la donación se aplicarán en lo que exceda del valor del servicio prestado.
Sin embargo, es clara la STS de 7 de marzo de 1980 47, relativa a una donación
encubierta, cuando aplica el art. 622 CC en una donación remuneratoria, y afirma
rotundamente que “.. cuando se trata de donaciones remuneratorias, animadas
por el motivo causalizado de recompensar al donatario los servicios prestados al
donante…, y en razón de su disciplina legal - art. 622 del Código Civil- marginadas
de la estricta normativa propia de los negocios de exclusiva causa liberal”. O
la STS de 29 de julio de 200548 que aplica directamente y sin dudarlo el art.
622 CC, cuando indica que “en este punto, hay a que señalar que la idea de “
remuneración” y de “causa remuneratoria”, tal y como aparece en el código civil
(artículos 619, 622, 862 y 1274 CC) no cambia el estado de cosas que resulta
de la apreciación de la Sala de instancia….el artículo 622 del Código civil sólo
considera verdadera donación la parte que excede del gravamen impuesto, frase
de difícil comprensión que solo puede entenderse en sentido figurado, como que
es verdadera donación la parte de atribución que excede del valor del servicio
prestado, y por ello sólo en esa parte cabe aplicar a una “donación remuneratoria”
el régimen de colación, reunión ficticia, reducción, o la presunción de fraude, que
preceptos como los artículos 1297.1º y 643.2º CC refieren a las donaciones, o
acaso el sistema de revocación (lo que es discutido), etc.”. También encontramos

45 Así, Díez-Picazo Ponce de León , l. y G ullón Ballesteros , A.: Sistema de Derecho civil, cit., pp. 352-353,
tras criticar todas las teorías, dice que “el art. 622 es, pues, un precepto inaplicable para la donación
remuneratoria, salvo que se recurra a la sustitución de gravamen impuesto por servicios prestados, que
es arbitraria por no poder fundamentarse en ninguna base legal”, pero no da ninguna solución, sino que se
limita a contradecir todas las teorías expuestas y lo deja ahí. Ya Sánchez Román , F.: Estudios de Derecho Civil,
T. IV, Analecta, Madrid, 1891, pp. 394 y ss., había dejado entrever que la donación remuneratoria era un
contrato oneroso en cierto modo, pero no deja clara su postura.
46 P uig B rutau, J.: Fundamentos de Derecho Civil, T. II, vol. II, Bosch, Barcelona 1982, pp. 109-113, parece aceptar
que la donación remuneratoria debe regularse por los artículos que regulan las donaciones simples, y no
aceptar la aplicación del art. 622 CC. Sin embargo, sí dice claramente que en el caso de la revocación por
ingratitud no se puede asimilar la donación remuneratoria a la donación simple.
47 STS 7 marzo 1980 (JC 1980, 93). Esta sentencia se apoya en otras anteriores que defienden también la
aplicación del art. 622 CC a las donaciones remuneratorias, como son las SSTS 29 enero 1945 (RAJ 1945,
863); 16 noviembre 1956 (JC 1956, 686); 20 octubre 1966 (JC 1966, 610).
48 STS 29 julio 2005 (ROJ 5208/2005).

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Rabanete, I. - Las donaciones remuneratorias: configuración jurídica, colación y dispensa...

sentencias de nuestro Alto Tribunal que parecen mantener la sumisión al art. 622
CC cuando aplican la libertad de forma de la donación remuneratoria49.

Pero debemos descartar la STS de 20 de julio de 201850, que ha sido la que


ha inducido a la realización del presente trabajo, según la cual el art. 622 CC sólo
se aplica a las donaciones con carga, pero no a las donaciones remuneratorias. La
sentencia se limita a excluir la donación remuneratoria de la aplicación del art. 622
CC por dos motivos.

Por una parte, traslada el error a la Audiencia, al no haber entrado en el


fondo del asunto, puesto que indica que si aquélla hubiese hecho referencia a
las periciales que se hicieron para valorar los servicios prestados, quizá podría
haberse considerado remuneratoria la donación, pero que dada la existencia de
dificultad a la hora de valorar los servicios remunerados, no es aplicable el art.
62251 Este primer argumento para excluir la aplicación del art. 622 me parece
bastante descabellado, puesto que el hecho de que la Audiencia no hubiese
hecho referencia a ello no significa que la donación no sea remuneratoria, porque
además, como reconoce la propia sentencia, en el caso que se enjuicia sí pudo
valorarse el servicio que se prestó por el donatario en primera instancia. Otra
cosa es que las partes no estuviesen de acuerdo en el montante de dicho servicio,
pero este era perfectamente valorable puesto que se trata de servicios de gestión
realizadas en la empresa familiar. Además, el que pueda o no valorarse el servicio
prestado no implica, como ya he dicho, que la donación no sea remuneratoria,
sino simplemente que se aplicarían las reglas de la donación pura o simple, pero
solo en aquellos extremos que le sean aplicables.

Y, por otra parte, justifica su decisión en la no aplicación del art. 622 CC


siguiendo la STS de 11 de enero de 200752 para quien el art. 622 CC solo se
aplica a las donaciones con carga, pero no a las donaciones remuneratorias53.

49 SSTS 19 diciembre 1927 (JC 1927, 86); 3 marzo 1932 (JC 1932, 11); 23 junio 1953 (JC 1953, 247); 29 octubre
1956 (RJ 1956, 3421); 4 diciembre 1975 (JC 1975, 417); 31 mayo 1982 (ROJ 104/1982); 21 enero 1993
(ROJ 73/1993); 21 enero 1993 (ROJ 93/1993); 23 octubre 1995 (ROJ 5251/1995); 30 diciembre 1998 (ROJ
8023/1998); 2 abril 2001 (ROJ 2720/2001); 1 febrero 2002 (ROJ 590/2002).
50 Cit.
51 Afirma la sentencia en su fundamento de derecho cuarto que “De hecho, la principal dificultad práctica
que comporta la aplicación a las donaciones remuneratorias del art. 622, esto es, cómo determinar la
diferencia entre el servicio remunerado y el valor de los bienes donados, se habría tratado de superar por
las demandadas mediante la aportación en el juicio de una pericial referida a lo que cobraría un consejero
por las gestiones que hizo el hijo en la empresa y por las que se le remuneraría. En ese dictamen, con
distintos métodos, se alcanzaban diferentes resultados. La sentencia de apelación no entró a valorar los
servicios remunerados porque consideró que no era colacionable, pero la sentencia de primera instancia
hizo mención a ese informe”.
52 STS 11 enero 2007 (ROJ 822/2007).
53 Dice en su fundamento de derecho cuarto que “No es de extrañar que tanto las recurrentes (como
argumento principal para apoyar su tesis de la colación completa de la donación, incluso por aquellas
recurrentes que aceptan como hecho que la donación es remuneratoria) como el recurrido (para negar
que proceda la colación en ninguna cuantía) invoquen la jurisprudencia de esta sala que, desde la sentencia
del pleno 1394/2007, de 11 de enero , en materia de forma y simulación, ha declarado que el art. 622 CC se

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Sin embargo, y a pesar de seguir esta teoría, la STS de 20 de julio de 2018, en


ningún momento niega la existencia de la donación remuneratoria, al contrario,
la acepta, por lo que entendemos que lo que hace la sentencia es equiparar la
donación remuneratoria a la donación pura o simple, lo que entendemos que
es contrario al tenor literal del art. 619 CC que deja bien claro la existencia de la
donaciones remuneratorias como distintas de las establecidas en el art. 618 que
son las simples o puras.

6. La revocabilidad de la donación remuneratoria.

Ya hemos visto que la donación remuneratoria no está exenta de grandes


discusiones en cuanto a su régimen jurídico, pero tampoco lo está cuando a
revocabilidad de la misma se hace referencia. Si saber si el art. 622 CC es aplicable
a la donación remuneratoria es transcendente para poder después estudiar si este
tipo de donaciones son o no colacionables y en qué medida, no menos importante
es intentar esclarecer si una donación remuneratoria es o no revocable.

En consonancia con la problemática respecto a la aplicación o no de las


reglas de los contratos onerosos a la donación remuneratoria, se encuentran las
teorías contrarias en relación con la revocabilidad de esta donación especial. Y la
jurisprudencia ya lo entendió así en la STS de 15 de junio de 192954, relativa a un
supuesto de donación en concepto de dote, cuando se afirmó que la donación
remuneratoria no es revocable en vida.

Sin embargo, también están quienes defienden que debe aplicarse a las
remuneratorias el régimen general de la revocabilidad de las donaciones puras,
que coincide normalmente con aquellos autores que entienden que no es
aplicable el art. 622 CC a la donación remuneratoria, aunque encontramos alguna
excepción55. Como fundamento afirman, como hacen cuando defienden la única
aplicación de las reglas de las donaciones puras o simples, que el hecho de que se
quiera remunerar un servicio no suprime el carácter de liberalidad de la donación,
que sigue siendo un acto a título gratuito, y, por tanto, revocable.

aplica a las donaciones con carga, pero no a las remuneratorias. La citada sentencia expresamente dice que,
a pesar de su tenor literal, el art. 622 «es absolutamente inaplicable a la donación remuneratoria, en cuanto
que, por definición, art. 619 C, no se impone ningún gravamen al donante, sino que se remuneran servicios
ya prestados que no constituyan deudas exigibles». Más recientemente, la sentencia 828/2012, de 16 de
enero de 2013, ha reiterado, en sentido parecido, «que la remuneratoria no tiene ningún régimen especial,
es el móvil remuneratorio el que guía el animus donandi del donante, móvil indiferente jurídicamente para
el derecho, que no causa del negocio jurídico”.
54 STS 15 junio 1929 (JC 1929, 142). Así también la STS 21 marzo 1902 (JC 1902, 86).
55 Como A nderson , M.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 12, que, a pesar de entender que la donación
remuneratoria sigue siendo una pura liberalidad e inaplicable el art. 622 CC, sí acepta la revocación de esta
donación por ingratitud alegando que podríamos estar ante un “tercer género causal” cuando de donación
remuneratoria se trata. Así también A lonso Pérez , M.: “La colación de las donaciones”, cit., pp. 1073, que
deja claro que se excluyen las donaciones remuneratorias de la revocación por ingratitud y supervivencia
de hijos. En sentido análogo, P uig B rutau, J.: Fundamentos de Derecho, cit., pp. 112-113; L acruz B erdejo, J. L.:
Elementos, cit., p.159, que afirma que la donación remuneratoria no es revocable por supervivencia de hijos.

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Rabanete, I. - Las donaciones remuneratorias: configuración jurídica, colación y dispensa...

También encontramos autores que diferencian entre revocación por ingratitud


y revocación por superveniencia o supervivencia de hijos. De hecho, hay quien
defiende la no revocación de la donación remuneratoria por superveniencia o
supervivencia de hijos, afirmando que la donación remuneratoria es revocable a
instancias del donante si después de realizada la donación tiene descendencia, o si
reaparece el hijo que creía fallecido cuando hizo la donación; pero, sin embargo,
entienden que no es posible la revocación por ingratitud56 .

No obstante, la diversidad de opiniones, y en consecuencia con lo ya defendido,


entiendo que la revocación de la donación remuneratoria solo es posible en
la parte que exceda del valor del servicio prestado, si es que lo hay57. Esto es,
solo cabrá revocación en lo que sea mera liberalidad, porque en la parte que se
remunera el servicio prestado aplicaremos las reglas de los contratos onerosos,
donde no es posible la revocación. La teoría que defiende la revocabilidad de
la donación remuneratoria olvida el fin de la donación remuneratoria, que es la
intención de remunerar el servicio, que es lo que impulsa al donante a realizar la
donación. El supuesto de que el donante tenga hijos después de realizar la donación
remuneratoria no suprime el hecho de que en su día donó en agradecimiento a
unos servicios. Por lo tanto, tampoco creo que sea posible revocar la donación
remuneratoria, ni siquiera por ingratitud, puesto que, la donación remuneratoria
no se hace por gratitud al donatario, sino para recompensar el servicio, por lo
que la posible ingratitud posterior no supone que el servicio no se haya prestado.
Ello significa que no se cumplen los requisitos establecidos en el art. 648 CC para
que pueda revocarse la donación remuneratoria porque, como ya se ha dicho, al
agradecer un servicio “se cierra un círculo de favores”58.

Esta solución es la adoptada por otras legislaciones. Así, el art. 805 del
Codice Civile59 establece la imposibilidad de revocar la donación remuneratoria

56 Es el caso de A nderson , M.: “La donación remuneratoria”, cit., pp. 12-13, que tras afirmar que “otra de
las especialidades del régimen jurídico que deriva de la propia naturaleza de la donación remuneratoria es
la imposibilidad de revocarla por ingratitud”, confirma posteriormente que en el caso de revocación por
superveniencia o supervivencia de hijos la donación remuneratoria es revocable. También Roca Sastre ,
R.M.: Estudios de Derecho Privado, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1948, p. 500, que viene a decir que
en las donaciones remuneratorias no es posible la revocación por ingratitud, puesto que, a diferencia de
las donaciones simples, en aquellas se cierra la relación de gratitud del donante al donatario. Le sigue P uig
B ruteau, J.: Fundamentos de Derecho, cit., pp. 112-113.
57 Vid. al respecto, AA.VV.: “Artículo 622”, cit., p. 13; S irvent García , J.: “La donación remuneratoria”, cit., pp.
354-356.
58 Como bien advierte S irvent García , J.: “La donación remuneratoria”, cit., p. 356, “la razón principal es
que, efectivamente, esta donación se realiza para agradecer un servicio prestado gratuitamente por el
donatario, y en ese sentido cierra un círculo de favores; por ese motivo de la misma no surgen ningún
deber especial de gratitud al donatario hacia el donante; y por tanto, a diferencia de lo que sucede en las
donaciones puras, no podrá revocarse por causa de ingratitud ex art. 648 CC.”
59 Indica el art. 805 del Codice que “Non possono revocarsi per causa d’ingratitudine, né per sopravvenienza
di figli, le donazioni rimuneratorie e quelle fatte in riguardo di un determinato matrimonio”.

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por ingratitud o por aparición de hijos. Y, al respecto, la doctrina italiana es casi


unánime en aceptar la irrevocabilidad de la donación remuneratoria60.

El Código Civil de Cataluña indicaba específicamente la irrevocabilidad de las


donaciones remuneratorias, al afirmar en su art. 531-15 apartado 2º, que “Las
donaciones otorgadas en capítulos matrimoniales y las donaciones remuneratorias
únicamente son revocables por incumplimiento de cargas. Sin embargo, este
apartado fue modificado por la Ley 25/2010, de 29 de julio, refiriéndose solo a
las donaciones onerosas, al indicar que “Las donaciones onerosas únicamente
son revocables por incumplimiento de cargas”. Y ya nada dice de las donaciones
remuneratorias, por lo que podríamos entender que, dado que antes se refería
a las remuneratorias indicando que sólo eran revocables por incumplimiento de
cargas, también podríamos pensar que engloba las remuneratorias en las onerosas.

El Derecho francés, sin embargo, declara expresamente revocables las


donaciones remuneratorias por supervivencia de los hijos (art. 96061). En cuanto a
la revocación por ingratitud no hace referencia a este tipo de donaciones, por lo
que podríamos pensar que admite la posibilidad de revocarlas, pues solo declara
irrevocables por ingratitud las donaciones por razón de matrimonio.

III. LA COLACIÓN DE LA DONACIÓN REMUNERATORIA.

No podía proceder al estudio de la colación de la donación remuneratoria


sin especificar primero mi postura sobre la naturaleza jurídica de este tipo de
donaciones, y sobre la aplicabilidad o no del art. 622 CC a las mismas, puesto
que la respuesta a la posibilidad o no de colacionar una donación remuneratoria y
cómo, dependerá siempre de si entendemos que este precepto es o no aplicable
a las donaciones remuneratorias.

No voy a entrar en la discusión que la doctrina ha mantenido acerca del


concepto y fundamento de la colación hereditaria62, sino que aceptaré la definición

60 D’A ngelo, A.: La donazione rimuneratoria, Giuffrè, Milano, 1942, p. 146, advierte que el fundamento se
encuentra en el hecho de que el acto es realizado en cumplimiento de un deber moral de gratitud nacido
del servicio prestado. Así también, Torrente , A.: “La donazione”, en Trattato di Diritto Civile e Commerciale
(dirigido por A. Cicu y F. M essineo), Giuffrè, Milano, 1956, p. 578.
61 Establece el precepto que “Toutes donations entre vifs faites par personnes qui n’avaient point d’enfants
ou de descendants actuellement vivants dans le temps de la donation, de quelque valeur que ces
donations puissent être, et à quelque titre qu’elles aient été faites, et encore qu’elles fussent mutuelles ou
rémunératoires, même celles qui auraient été faites en faveur de mariage par autres que par les conjoints
l’un à l’autre, peuvent être révoquées, si l’acte de donation le prévoit, par la survenance d’un enfant issu du
donateur, même après son décès, ou adopté par lui dans les formes et conditions prévues au chapitre Ier
du titre VIII du livre Ier”.
62 Al respecto, puede consultarse el estudio que hace E spejo Lerdo, M.: “La colación: su ámbito personal y sus
efectos. Colación legal y colación voluntaria (A propósito de la Sentencia del Tribunal Supremo)”, Anuario
de Derecho Civil, 1992, vol. XLV, Fasc. I, pp. 377 y ss. También pueden verse las obras de: De los Mozos ,
J. L.: La colación, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1965, pp. 97 y ss.; García-R ipoll Montijano, M.: La
colación hereditaria, Tecnos, Madrid, 2002, pp. 27 y ss.; del mismo autor, “El fundamento de la colación
hereditaria y su dispensa”, Anuario de Derecho Civil, 1995, vol. XLIII, pp. 1106 y ss.; López B eltrán de Heredia ,

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Rabanete, I. - Las donaciones remuneratorias: configuración jurídica, colación y dispensa...

de colación hereditaria como “la operación particional consistente en agregar


al caudal partible entre los legitimarios instituidos herederos el valor de las
liberalidades entre vivos recibidas del causante, para asignarlo preferentemente a
la cuota del colacionante en aquella masa particular”63.

Cuando se trata de la colación de donaciones remuneratorias, no encontramos


una opinión unánime ni en la doctrina ni en la jurisprudencia. Al contrario, hay
opiniones muy divergentes, y además, la colación de las donaciones remuneratorias
ha seguido una evolución tal que ha supuesto que la jurisprudencia haya pasado de
entender que la donación remuneratoria no es colacionable a defender la colación
total de la donación remuneratoria, evidentemente con un periodo intermedio
donde se ha mantenido la posibilidad de colación parcial cuando la atribución
excede del servicio prestado.

La mayor parte de la doctrina que han estudiado la materia opina que las
donaciones remuneratorias se colacionarán solo en la medida en que excedan del
valor del servicio que se premia o del gravamen que se impone64. Aun así, también
encontramos autores que niegan el carácter colacionable de las donaciones
remuneratorias65; y aquellos que entienden que este tipo de donaciones son
colacionables en su totalidad, que suelen ser, aunque con excepciones66 , aquellos

C.: Computación, imputación y colación de donaciones en la sucesión mortis causa, Tirant lo Blanch, Valencia,
2009; M uñoz García , C.: La Colación como Operación Previa a la Partición, Aranzadi, Pamplona, 1998, pp. 86 y
ss.; Roca J uan , J.: “De la colación y la partición”, Comentarios al Código Civil, T. XIV, Vol, 2º, Edersa, Madrid,
2004, pp. 1 y ss.; Rodríguez Rosado, B.: Heredero y Legitimario, Aranzadi, Pamplona, 2017, pp. 200 y ss.;
S uárez B lázquez , G.: Colación de los descendientes, Edisofer, Madrid, 1996.
63 García-R ipoll Montijano, M.: La colación, cit., p. 27.
64 Cfr. AA.VV.: “Artículo 622”, cit., p. 14; A lbaladejo García , M.: “La donación remuneratoria”, cit., pp.
32-33; A morós Gonzálbez , M.: “La donación remuneratoria” cit., pp. 223-224; A zzariti , F.S., Martínez ,
G., A zzariti , G.: Successioni, cit., p. 773; De los Mozos , J. L.: La colación, cit., pp. 238-239; García-R ipoll
Montijano, M.: La colación, cit., pp. 171-172; López Palop, E.: “La donación remuneratoria”, cit., pp. 62 y ss.;
Roca J uan , J.: “Artículo 1.035”, Comentarios al Código Civil, T. XIV, Vol, 2º, Edersa, Madrid, 2004, pp. 7-8;
Roca Sastre , R.M.: “La donación”, cit., pp. 823 y ss.; Torrente , A.: “La donazione”, cit., pp. 15 y ss.
En este sentido, L acruz B erdejo, J. L.: Elementos, cit., p.159, afirma que “la donación remuneratoria, en
tanto en cuanto es proporcionada al servicio o beneficio que remunera, no está sujeta a colación, reunión
ficticia o reducción”, por lo que parece ser que entiende que sí lo está en la parte que exceda del valor de
lo remunerado.
65 A lonso Pérez , M.: “La colación de las donaciones”, cit., pp. 1056 y ss., tras hacer un amplio estudio de la
colación, fundamenta que la donación remuneratoria no es colacionable. Pero no solo eso, sino que este
autor llega a la conclusión de que la colación es una institución que no debería admitirse, porque “destruye
por sí la propia esencia de la donación”. Advierte que “de iure condendo, no creemos se pueda hablar
de colación de donaciones, y con mayor razón, de donaciones remuneratorias… si existe colación no
podemos hablar de donación” (p. 1073).
Así también, S irvent García , J.: “La donación remuneratoria”, cit., pp. 360-361, deja claro que la donación
remuneratoria lleva “implícita la consideración de no ser colacionable”. Este autor defiende su teoría
basándose en que en la donación remuneratoria el donante quiere recompensar determinados servicios
recibidos por el donatario, pretendiendo así diferenciar esa donación de cualquier otra pura o simple, y,
por ende, lo que quiere el donatario es “resaltar frente al resto de herederos forzosos que dicho hijo ha
tenido un comportamiento destacado, prestándole ciertos servicios, que ahora pretende recompensar
con la donación”. Incluso A nderson , M.: “La donación remuneratoria”, cit., pp. 11-12 defiende la no
colacionabilidad.
66 Podemos citar aquí como clara excepción a A nderson , M.: “La donación remuneratoria”, cit., pp. 11-12.
Según la autora la donación remuneratoria no es colacionable, aunque el causante no hubiera expresado
la no colacionabilidad de la misma, y lo argumenta afirmando que lo que quiso el causante era crear una

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Rev. Boliv. de Derecho Nº 29, enero 2020, ISSN: 2070-8157, pp. 172-205

que opinan que la donación remuneratoria es una donación pura y que no le es


aplicable el art. 622 CC.

Y en esta línea se encuentra la STS de 20 de julio de 201867 que afirma que


la donación remuneratoria es colacionable en su totalidad porque creo que
parte de un supuesto equivocado, que es que a las donaciones remuneratorias
se aplican las reglas de la donación simple o pura. Sin embargo, la sentencia
reconoce que la donación remuneratoria es expresión de agradecimiento a unos
servicios prestados y que la colación destruye la esencia de la donación68, pero,
en contraposición a esto, simplemente se limita fundamentar su decisión diciendo
que “es el código civil el que prevé la colación de las donaciones, sin distinción”.
Es decir, acepta la especialidad de la donación remuneratoria porque se trata de
una donación en agradecimiento por unos servicios prestados, pero no acepta la
aplicación del art. 622 CC, lo que le lleva a concluir que la donación remuneratoria
se rige en su totalidad por los preceptos de las donaciones, y que, por lo tanto,
son colacionables. Pero, hay que decir que, lo que no es acorde con la lógica
es aceptar que la donación remuneratoria es un tipo de donación en la cual se
remunera un servicio, y luego afirmar que se aplican en su totalidad las reglas de las
donaciones puras y no el art. 622 CC, porque ello supone desconocer la esencia
de la donación remuneratoria. Y mucho menos se justifica un fallo diciendo que
es el CC es el que prevé la colación de las donaciones remuneratorias, cuando
en realidad en sus fundamentos de derecho se está aceptando que la donación
remuneratoria no debería ser colacionable porque perdería su naturaleza, aunque
diga que lo dicen otros autores, de la lectura parece entenderse que lo acepta
también la Sala, dada la coletilla de que, en todo caso, es el CC el que prevé la
colación de las donaciones.

Entiendo que la decisión adoptada por la Sala de lo Civil del TS en esta novedosa
sentencia desvirtúa totalmente la singularidad de las donaciones remuneratorias.
Y, en consonancia con lo ya indicado en atención a la aplicación del art. 622 CC
a la donación remuneratoria, y partidaria de la teoría mayoritaria, no hay más
que decir que la donación remuneratoria se regirá por las reglas de los contratos

desigualdad justificada entre sus herederos forzosos, de modo que, sin llegar a convertir el negocio en
oneroso, “revela que el donante consideró que el donatario merecía por razones objetivas y constatables
recibir la liberalidad, no como anticipo de la cuota hereditaria, sino como recompensa por unos servicios
prestados”. Reconoce la autora que “esta es, pues, una de las peculiaridades de la donación remuneratoria
que deriva, no de una presunta onerosidad, siquiera parcial, sino de la configuración causal del negocio, de
su propia naturaleza”, lo que, sinceramente, creo que no casa muy bien con la defensa a ultranza de que la
donación remuneratoria es una donación pura, y que debe regularse por los preceptos de los actos a título
gratuito, de modo que no se le puede aplicar el art. 622 CC.
67 Cit.
68 Indica que “ La idea de que si la donación remuneratoria es expresión de agradecimiento a unos servicios
perdería su naturaleza si se computara en la cuota sucesoria, es igualmente afirmada por los críticos
respecto de la colación de las donaciones simples, para las que se dice que la colación destruye la esencia
de la donación, porque entones no se enriquecería al donatario, sino que solo se le anticiparía lo que le
correspondería cuando el patrimonio del donante se convirtiera en herencia. Pero, como se ha dicho, es el
código civil el que prevé la colación de las donaciones, sin distinción”.

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onerosos en la parte que coincida el valor de lo donado con el valor del servicio
prestado, y solo se regirá por las reglas de las donaciones puras en la parte en que
lo donado exceda del valor del servicio prestado. Por lo tanto, no podrá aplicarse
el art. 1035 CC que establece la colacionabilidad de las donaciones a la totalidad
de la donación remuneratoria, sino solo a aquella parte que se rija por las reglas
de la donación, esto es, a la parte que exceda del valor del servicio prestado, si
es que la hay.

Realmente, la colacionabilidad parcial se desprende de la propia naturaleza de


la colación. Si la colación tiene como finalidad igualar a los herederos forzosos que
concurran a la comunidad hereditaria, y no proteger la legítima, como claramente
advierte la STS de 20 de julio de 2018, es lógico entender que cuando el causante
en vida realiza donaciones remuneratorias a favor de alguno de sus herederos
forzosos es justo para crear una desigualdad entre ellos, que el causante ha
querido, por recompensar un servicio prestado por el donatario, y por eso solo
habrá que colacionar el exceso del servicio si lo hubiere.

De hecho, hasta la citada STS de 2018, la jurisprudencia ha entendido, con


la mayoría de la doctrina, que la donación remuneratoria solo es colacionable
en aquello que exceda de la prestación del servicio. La STS de 12 de julio de
198469 llega a la conclusión de que, de ser donación, no puede ser más que de
aquellas a las que se aplica el art. 622 CC, y que se halla, además, excluida de
la obligación de colaciones, con lo que establece la no colacionabilidad de las
donaciones remuneratorias; pero deja claro que podría haberse intentado la
no colacionabilidad en la parte en que lo donado excedía del gravamen, por lo
que está aceptando la colacionabilidad parcial de la donación remuneratoria. Así
también la STS de 29 de julio de 200570 es muy clara al respecto, en un caso de
donación que se había realizado por los cuidados de una hija a un padre mediante
una compraventa simulada, al imponer la colación de la parte que exceda del valor
de la prestación del servicio.

IV. LA DISPENSA DE LA COLACIÓN DE LA DONACIÓN REMUNERATORIA


Y SU REVOCACIÓN.

Ya he indicado que entiendo que la donación remuneratoria solo es revocable


en la parte que exceda del valor del servicio prestado que se remunera. Pero, en
cuanto a la dispensa de la colación, debemos tener en cuenta, no solo el carácter
revocable, o no, de la dispensa, sino también habrá que atender al modo, el tiempo
y la forma en la que debe efectuarse la dispensa de la colación.

69 STS 12 julio 1984 (ROJ 1326/1984).


70 STS 29 julio 2005 (ROJ 5208/2005).

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El art. 1036 CC establece que “La colación no tendrá lugar entre los herederos
forzosos si el donante así lo hubiese dispuesto expresamente…”. Como sabemos,
la dispensa de colacionar consiste en “liberar al donatario de que se le cuente en
su parte de herencia lo donado, de forma que no lo reciba de menos en bienes
relictos, sino que de estos le correspondan todos los que le toquen por su cuota
en la herencia, como si nada hubiese tomado en vida del difunto”71.

Según la mayoría de los autores, la dispensa puede hacerse en el mismo acto


en el que se realiza la donación, o en testamento, aunque algún autor ha afirmado
que también puede realizarse en cualquier otro acto distinto72. Y, además, la
dispensa deberá guardar la forma requerida para el acto en el que se realiza. Si se
hace mediante testamento, deberá revestir la forma de este. Hecha en el mismo
acto de la donación, evidentemente, deberá revestir la forma de la donación. E,
incluso, para quienes aceptan que la dispensa se realice en un acto distinto de la
donación y del testamento, en todo caso, deberá revestir la forma necesaria para
donar el valor del bien cuya donación se dispensa de colacionar73.

Aunque haya opiniones para todo, soy partidaria de que la dispensa puede
realizarse en testamento, independientemente de que la donación haya sido
hecha en acto anterior al testamento. Sin embargo, si la dispensa se realiza de
forma simultánea a la donación, dicha dispensa deberá revestir la misma forma que
la donación, si esta es escrita, lo mismo para la dispensa, si es verbal, también la
dispensa deberá serlo, aunque esta plantee problemas de prueba (puesto que el
art. 1035 CC dice que sea expresa, no necesariamente por escrito). Ello conlleva
a aceptar que si la donación requiere escritura pública porque se trata de bienes
inmuebles (art. 633 CC), la dispensa realizada en forma simultánea a esa donación,
también deberá realizarse mediante escritura pública74.

Y, aunque algunos autores hayan indicado que no están de acuerdo con la


dispensa porque supone una discriminación entre los herederos forzosos,
debemos tener presente que el mecanismo de la dispensa de la colación implica

71 A lbaladejo García , M.: “La dispensa de colación y su revocación”, Revista de Derecho Privado, 1996, p. 261.
72 Así lo indica De los Mozos , J. L.: La colación, cit., p. 273, cuando afirma que “la dispensa puede acordarse en
cualquier tiempo, bien en el mismo acto de la donación, o bien posteriormente, ya sea en testamento o en
un acto distinto”. En este sentido también se pronuncia A lbaladejo García , M.: “La dispensa de colación”,
cit., p. 263, el cual aclara que, si bien es libre el acto, no lo es la forma.
73 L acruz B erdejo, J. L.: Derecho de Sucesiones, T. I, Bosch, Barcelona, 1976, p. 203; Roca J uan , J.: “Artículo
1.036”, Comentarios al Código Civil, T. XIV, Vol, 2º, Edersa, Madrid, 2004, pp. 40 y ss.; A lbaladejo García ,
M.: “La dispensa de colación”, cit., pp. 264-265 lo justifica indicando que la dispensa es, por lo menos, una
condonación o un acto que sustancialmente le equivale, por lo que deberá de aplicarse el art. 1187.2º CC,
a cuyo tenor “la condonación expresa deberá … ajustarse a las formas de la donación”; ibídem, Derecho de
Sucesiones. Parte general, Bosch, Barcelona, 1961, p. 570; L a Porta , U.: Successioni a causa di morte, Cedam,
Padova, 1979, pp. 152-153; B ianca , C.M.: Le Successioni, Giuffrè, Milano, 2005, pp. 316-317, quien afirma que
la dispensa puede contenerse en testamento, o puede ser un negocio accesorio a la donación (en el mismo
negocio de donación o en un negocio sucesivo), y que, por tanto, al ser un negocio accesorio a la donación,
debe revestir la misma forma que aquélla.
74 Cfr. García-R ipoll Montijano, M.: La colación, cit., pp. 239 y ss.

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Rabanete, I. - Las donaciones remuneratorias: configuración jurídica, colación y dispensa...

una manifestación de voluntad, que además debe ser expresa, por medio de la
cual el donante puede crear una “discriminación” entre sus herederos forzosos,
puesto que esta es perfectamente admitida en nuestro derecho positivo75.

En cuanto a la revocación de la dispensa, pocos son los autores que se preocupan


siquiera de citarla. La mayoría de la doctrina que ha escrito sobre colación y su
dispensa, no hacen referencia a la revocabilidad de la misma, quizá sea porque
nada dice nuestro CC al respecto. Hay autores que opinan que la dispensa, sea
hecha en el acto de donación o en testamento, siempre es revocable, dado que
el causante puede cambiar su voluntad hasta su muerte, exigiendo después la
colación de que dispensó, y justificándolo porque el causante puede disminuir la
cuota de institución del donatario, mientras no le prive de su legítima logrando el
mismo resultado76 .

Por otra parte, encontramos autores que diferencian entre si la dispensa ha


sido realizada en testamento o si lo ha sido en el contrato de donación. La doctrina
mayoritaria opina que, si la dispensa ha sido realizada en testamento, siempre es
revocable, a cuya teoría me sumo, teniendo en cuenta que todo testamento es
revocable, y que nada indica nuestro CC sobre la irrevocabilidad de la dispensa.

Sin embargo, el dilema se plantea cuando la dispensa se realiza por actos


intervivos, sea en el mismo acto de la donación, o posteriormente a la misma. Un
sector de la doctrina opina que cuando la dispensa se realiza en el mismo acto
de la donación, esta es irrevocable, no pudiendo otorgarse en el testamento que
se colacione la liberalidad77. Además, se parte de la premisa de que el donatario
aceptante quiso la donación dispensada como un todo, esto es, que aceptó la
donación junto con la dispensa, como si fuese un negocio global, de modo que la

75 Roca J uan , J.: “De la colación”, cit., p. 9, indica que “El derecho dispositivo estatuye la igualdad entre los
herederos forzosos, igualdad que puede romper el causante mediante la dispensa de la colación, con el
límite de que no lesione la legítima”.
76 Manresa y Navarro, J. Mª.: Comentarios al Código Civil Español, T. VII, 7ª ed., Reus, Madrid, 1987, pp. 560 ss.
Le siguen, B lasco Gascó, F. de P.: Instituciones de Derecho Civil. Derecho de Sucesiones, 4ª edición, Tirant lo
Blanch, Valencia, 2015, p. 322; B onet R amón , F.: Compendio de Derecho Civil, T. V, Madrid, 1956, p. 858; De
la C ámara Á lvarez , M.: Compendio de Derecho sucesorio, La Ley, Madrid, 1990, p. 386; M ontés P enadés , V.L.:
Derecho de Sucesiones, (coordinado por F. Capilla , A.M. López , E. Roca , Mª R. Valpuesta , V.L. Montés), Tirant
lo Blanch, Valencia, 1992, p. 623; Castán Tobeñas , J.: Derecho Civil Español, Común y Foral, T. VI, Reus, Madrid,
1989, p. 386, aunque este autor deja a salvo las dispensas realizadas en capitulaciones matrimoniales, donde
no es posible revocar la dispensa por la fuerza vinculante de las mismas. García-R ipoll Montijano, M.: La
colación, cit., pp. 239 y ss., tras hacer un largo análisis acerca de los pactos sucesorios, y si la dispensa es
o no un pacto sucesorio irrevocable, admitido o no en nuestro derecho, parece llegar a la conclusión de
que, como en nuestro derecho civil no se admiten los pactos sucesorios y la dispensa lo es, esta es siempre
revocable.
77 Cfr. A lbaladejo García , M.: “La dispensa de colación”, cit., pp. 274-279; De los Mozos , J. L.: La colación, cit.,
pp. 268-279; E spejo Lerdo, M.: La sucesión contractual en el Código Civil, Universidad de Sevilla, Sevilla, 1999,
p. 72; del mismo autor, “Algunas cuestiones sobre la colación y su dispensa en relación con la protección
de las legítimas”, Revista de Actualidad Civil, 1998, t. 1, pp. 243-245; Díez-Picazo Ponce de León , l. y G ullón
Ballesteros , A.: Sistema de Derecho civil, vol. IV, Tecnos, Madrid, 2001, p. 527; Del Castillo Morango, J.D.:
“La colación Hereditaria”, La Ley digital, 2017, núm. 9034, p. 8, que, aunque se limita a citar las opiniones
de otros autores, parece estar de acuerdo con la irrevocabilidad; Roca J uan , J.: “Artículo 1.036”, cit., p. 42.
Vallet De Goytisolo, J. B.: Apuntes de Derecho Sucesorio, A.G.E.S.A Madrid, 1955, pp. 502 y ss.

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dispensa formaría parte del contrato. Podemos decir que hay una sola voluntad
negocial, que es dar y recibir libre de colación. Si es así, y aceptásemos la revocación
de la dispensa realizada en el acto de donación, estaríamos aceptando que con
la sola voluntad de una de las partes, el donante, se modificase el negocio global
acordado por las dos partes, suprimiendo la dispensa78. Además, de que admitir
la revocación de la dispensa, supondría admitir la renuncia de la donación por el
donatario, lo que no es posible79.

Por tanto, debo concluir que, dado que el acuerdo de no colacionar lo donado
forma parte del contrato de donación, la dispensa es irrevocable por la sola
voluntad del donante, salvo que en el acto de donación se haya reservado aquél la
facultad de revocarla y esto haya sido aceptado por el donatario. Y esta conclusión
a la que he llegado, es aplicable, por supuesto, a la donación remuneratoria, dado
que debemos partir de un principio importante, y es que, una cosa es la revocación
o no de la donación remuneratoria, y otra es la revocación o no de la dispensa de
la colación.

He expuesto anteriormente que la donación remuneratoria solo es revocable


en la parte que exceda del valor del servicio prestado que se remunera, puesto
que solo cabrá revocación en lo que sea mera liberalidad, y en la parte que se
remunera el servicio prestado aplicaremos las reglas de los contratos onerosos,
donde no es posible la revocación. Esto es también aplicable a la revocación de
la dispensa, por lo que en cuanto a esta se refiere, tampoco podrá revocarse la
dispensa de las donaciones remuneratorias realizadas en el acto de la donación.
Y no cabe revocación parcial de la dispensa en la parte que exceda el valor de
los servicios prestados, puesto que, estaríamos permitiendo una revocación de la
dispensa de la mera liberalidad, que, como ya he indicado, no es factible. Y, por
supuesto, mucho menos es posible la revocación de la dispensa en la parte que
no sea negocio lucrativo, esto es, en la que corresponde al valor de los servicios
prestados, puesto que, si así lo admitiésemos, estaríamos alterando la base del
negocio suscrito, el cual se regula por las normas de los contratos onerosos, en
los cuales no es posible una resolución unilateral, puesto que no se puede dejar al
arbitrio de uno de los contratantes el cumplimiento del contrato.

78 Indica A lbaladejo García , M.: “La dispensa de colación”, cit., p. 278, que acepta la revocabilidad de la
dispensa cuando esta ha sido hecha en testamento, pero la niega cuando la dispensa se realizó en el acto de
donación, al advertir que “El segundo caso es el de la dispensa dispuesta en el propio contrato de donación.
Entonces creo que es irrevocable por la sola voluntad del donante, salvo haberse reservado éste la facultad
de revocarla. Ciertamente que de común acuerdo donante y donatario pueden, manteniendo la donación,
suprimir la dispensa, pero eso no es revocarla, sino eliminarla contractualmente por mutuo disenso”.
79 En este sentido, Díez-Picazo Ponce de León , l. y G ullón Ballesteros , A.: Sistema de Derecho civil, vol. IV,
Tecnos, Madrid, 2001, p. 527, entiende, en principio, que toda dispensa hecha en testamento es revocable.
Sin embargo, admite que el problema lo plantea la dispensa hecha en el acto de donación, dado que, en este
caso, si el donatario aceptó la donación junto con la dispensa, como si fuese un negocio global, pensando
que se beneficiaría además de su porción hereditaria, no debería admitirse la revocación de la dispensa,
puesto que eso supondría admitir la renuncia de la donación por el donatario, lo que no es posible.

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Lo dicho, además, se encuentra avalado por nuestra jurisprudencia. La STS de


21 de marzo de 190280 dejó muy clara la irrevocabilidad de la dispensa cuando
esta se encuentra contenida en el contrato de donación, al afirmar que “aceptada
la donación con tales condiciones, sin que consten otras en este particular, es
manifiesto que la casa referida estaba exceptuada de colación por la misma
testadora, que pudiendo así irrevocablemente disponerlo mientras la donación
no fuera inoficiosa”81.

Aun así, y a pesar de que la jurisprudencia siempre ha tenido claro que la


dispensa hecha en el acto de donación no es revocable, la STS de 20 de julio de
201882 admite la revocación de la dispensa que fue hecha en el acto de donación,
pero revocada en testamento. Pero no solo eso, sino que admite la revocación
tácita de la dispensa, cuando la jurisprudencia anterior está totalmente en
contra de esta teoría. Así la STS de 24 de enero de 200883 y posterior de 29 de
noviembre de 201284 dejan claro que en ningún caso se puede entender revocada
una dispensa de colacionar por vía tácita. Y ello queda establecido en el art. 1036
CC cuando indica que la dispensa de la colación debe disponerse “expresamente”,
lo que, además, es mayoritariamente admitido por la doctrina.

De todo lo expuesto en este estudio, y tras la novedad introducida por la


STS de 20 de julio de 2018 que es objeto de análisis, no puedo más que llegar a
una conclusión que, creo, todos los juristas comparten: necesitamos un profundo
replanteamiento de nuestro sistema sucesorio, que no impida que el causante
nombre herederos a quienes estime conveniente. Seguimos anclados en el
siglo XIX, en el que la regulación de las legítimas estaba justificada porque la
esperanza de vida era muy inferior a la actual, y había que proteger a los menores
o incapacitados descendientes del causante. Pero hoy día, esta protección no tiene
tanto sentido, por cuanto el concepto de cuidado de los progenitores cada día se ve
más sesgado por una civilización individualista, y donde los hijos cada vez son más
adultos, con familias y trabajos ya estables, cuando fallecen sus ascendientes. Nos
encontramos en una sociedad que contradice los principios en los que se asentó
la redacción del sistema sucesorio de nuestro CC, donde son los progenitores,
con una esperanza de vida cada vez más alta, los que necesitan los cuidados de sus
hijos, que a veces no todos les ofrecen, y deben acudir a donaciones remuneradas
para agradecer el esfuerzo de los que sí les dan esos servicios. Donaciones que,

80 STS 21 marzo 1902 (JC 1902, 86).


81 Y, aunque algún autor ha citado la STS 15 junio 1929 (JC 1929, 142), para argumentar la irrevocabilidad de
la dispensa, lo cierto es que esta sentencia, ya citada anteriormente, afirmó que la donación remuneratoria
no es revocable en vida, pero nada indicaba sobre la revocabilidad de la dispensa.
82 Cit.
83 STS 24 enero 2008 (ROJ 210/2008).
84 STS 29 noviembre 2012 (ROJ 8267/2012).

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dada la reciente jurisprudencia, no sabemos si luego tendrán que colacionar en su


integridad, a pesar de los servicios que prestaron.

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