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Dossier 4 Angeles

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Arcángeles de la Mente

Arcángel Jofiel
Arcángel JoFiel
Jofiel significa la “belleza de Dios” y esto es porque para el mun-
do de la Kabbalah, esta virtud va relacionada directamente con
un estado mental equilibrado y en armonía. La fealdad es sinó-
nimo de locura, estrés, ansiedad y cualquier otro trastorno que
nazca desde la mente. Por lo tanto, las personas “bellas” son to-
das aquellas que guardan paz y nos llevan a un centro de equili-
brio, por contraparte, las personas “feas” son las que nos invaden
con toxicidad y ven en nuestra mente su basurero personal.

Este arcángel tiene una hermosa Luz dorada, que simboliza la


iluminación y las buenas ideas. De allí que quizás viene la ima-
gen tan cliché de cuando se nos ocurre una buena idea se prende
una ampolleta. Este es el ser de Luz que ha guiado a los maestros
espirituales, pues todos ellos recibieron la iluminación, de allí que
se les llama “iluminados”.

A Jofiel se le conoce como


el Maestro de Maestros,
esto es porque desde siempre ha sabido
cual es el sendero a tomar
y las decisiones correctas,
pues comprende que todo nace desde el orden.

Su historia va relacionado a la época cuando ocurrieron muchas


revueltas en los cielos, entre los ángeles que amaban a la creación
y los que buscaban oprimirla. En aquellos tiempos hubo mucha confusión y muchos seres de luz no tenían claridad
sobre el asunto, muchos de ellos no entendían cuál era el lugar de ellos y el de los hombres.

El pecado de muchos ángeles fue la ignorancia, pues no sabían que decisión tomar, ya que un evento como la
guerra no la habían vivido jamás. Fue entonces, cuando un ser espiritual brillo por su comprensión que va más
allá del entendimiento. Y de una manera muy sencilla, derribo toda ignorancia, diciendo esto:

“Solo existen dos senderos, uno te lleva a la elevación y otro a la decadencia.


El primero se nutre de la energía madre del amor y el segundo se nutre del dolor.
Dependiendo de lo que tienen en su corazón, sabrán cuál es su lugar”.
Todos los ángeles comprendieron de manera inmediata, pudieron reconocerse y diferenciarse entre los que ama-
Arcángeles de la Mente

Arcángel Jofiel
ban a la creación, prestando su servicio divino. Y los que querían dominarla con principios egoístas. La ignorancia
se había ido de los planos celestes, ya todo estaba claro y eso fue gracias a este ser de Luz. Por ser el gran ordenador
de los cielos se le llamó Jofiel, nombre que representa la claridad mental.

Así mismo como puede observarse esta historia desde lo literal, también podemos comprenderla con un doble
significado.

¿Qué pasa cuando tomamos decisiones en un estado alterado de ánimo,


como por ejemplo: la euforia, la tristeza o la angustia?
Nada bueno se puede esperar, pues el caos siempre viene acompañado de más caos y nos arrojamos a la perdi-
ción. Nos anclamos a la materia y somos nosotros mismos que nos colocamos los grilletes que nos atan. A veces la
repercusiones vienen desde la sensación de culpa o si vamos más allá, el karma.

Debemos tomar consciencia de nuestras acciones, pues cuando tomamos decisiones, estamos modificando nuestro
futuro y algunas veces estos cambios nos pueden hacer tomar pasos agigantados hacia adelante o en retroceso, en
lo que conlleva nuestra misión de vida.

Y recuerda, que la gran decisión de haber encarnado,


fue para perfeccionarnos y cumplir nuestra corrección
para elevarnos aún más alto.
Arcángeles de la Mente

Arcángel Jofiel
Historia
Algunos piensan que fue él quien expulsó a Adán y Eva del paraíso y, con un bastón de fuego, se quedó guardando
el camino al Árbol de la Vida. A diferencia de Miguel, Gabriel y Rafael, Jofiel es un arcángel que se ha manifes-
tado muy poco al hombre, un arcángel cuya naturaleza está investida de misterio.

Jofiel es uno de los siete arcángeles que están en la presencia de Dios y que Las Escrituras llaman “príncipes del
cielo” (según algunos textos hebreos). Él es el arcángel de la Sabiduría y la Iluminación; por ello, algunos han pos-
tulado que fue Jofiel quien expulsó a Adán y Eva del Paraíso y quien se quedó cuidando el camino que llevaba al
Árbol de La Vida (en otros textos como los de Enoc, postulan que el arcángel que los expulsó fue Uriel).

Su origen se remonta a escritos del llamado Pseudo-Dionisio, el cual era un teólogo bizantino anónimo que fir-
mó sus escritos a nombre de San Dionisio Areopagita y vivió a finales del s.V e inicios del s.VI. De ese modo, su
origen es mucho menos antiguo que el de arcángeles como Miguel, Gabriel, Uriel y Rafael, los cuales tuvieron su
origen en el famoso Libro de Enoc.

En la tradición judía se le ha visto como equivalente a Yefefiah (uno de los llamados “Ángeles de La Presencia”),
como uno de los “Príncipes de La Ley” y como compañero del arcángel Metatrón. El Zohar dice que comanda
53 legiones de ángeles y que supervisa la lectura de la Torá en el Sabbat. De esta manera, este arcángel es uno de
los más importante dentro de la cultura hebrea. También, dentro del esoterismo judío se le ha descrito como uno
de los “ocho ángeles príncipes de la Merkaba”, siendo en esa óptica superior a Metatrón y todos los ángeles que no
participan del rango de “príncipe de la Merkaba”.

La Kabbalah dice que él es el ángel que debe invocarse para crear amuletos; y, para algunos, Jofiel sería el mismo
ser quien era una arcangelina guardiana de la sabiduría de la Torá y quien fue la encargada de enseñar 70 len-
guas a los humanos de los inicios después de la expulsión de Adán y Eva y antes de la caída de la Torre de Babel.

Sobre su puesto entre las nueve jerarquías angélicas hay discrepancia. Así, unos creen que fue ella una serafina
que Dios puso para cuidar el camino al Árbol de la Vida luego de la expulsión de Adán y Eva; en cambio, otros
piensan que es uno de los jefes de la Orden de los Tronos.

Paracelso ha dicho que es la inteligencia de Júpiter y su regente cuando está (Jupiter) sobre Piscis y Sagitario,
además de que se alterna con Zadquiel en la regencia de Saturno. Por último, hay interpretaciones que lo ponen
como el “ángel de Septiembre” y como regente de Libra, estando por ello dotado del poder de curar la estupidez.
Arcángeles de la Mente

Arcángel Jofiel
Función del Arcángel
Algunos ocultistas judíos creen que Jofiel es el arcángel que se encarga de tender puentes energéticos entre los
distintos niveles y dimensiones de la realidad espiritual, permitiendo así no solo la eficiencia de la comunicación
entre ángeles y humanos sino también cualquier proceso comunicativo entre dos o más seres que presenten hete-
rogeneidad a nivel de los planos y niveles energéticos en que manifiestan sus respectivas existencias; aunque, lejos
de limitarse a lo anterior, su papel de gestionador de puentes energéticos permite o facilita el que un ser espiritual
determinado pueda viajar a otro plano o dimensión como ocurre, por ejemplo, en el desdoblamiento.

Jofiel está asociado a virtudes como


la sabiduría, la iluminación, la inteligencia,
la apertura mental y la MAGIA, que brota
de la disolución de la ignorancia,
la espiritualización de la mente
y la emancipación de las ataduras interiores
que operan en la mente.

Jofiel puede otorgar los dones espirituales


de la sabiduría, la iluminación,
la claridad mental,
el deseo de conocimiento,
la reflexión profunda,
la introspección que conduce
al autoconocimiento, la liberación
de la estrechez mental y los prejuicios,
la inspiración (principalmente inspiración
filosófica y artística), la conexión con
el Cristo Interno, el acceso a niveles
más profundos y espirituales de conciencia,
la reconexión entre partes separadas
del alma (Nefesh / Ruaj / Neshamá),
la conexión entre el séptimo chakra
y los chakras extracorpóreos que existen
por encima de la cabeza y permiten tomar
conciencia de nuevos planos espirituales;
y, por último, las visiones.

Por lo anterior, entre otras cosas a él podemos recurrir


cuando necesitamos claridad, podemos llamarlo cuando
estamos en crisis existenciales, en etapas de grandes cues-
tionamientos cuya resolución requiere que nuestra mente
opere en toda su potencia y que la sabiduría no permita
que nos engañemos.
Arcángeles de la Mente

El Mundo Real
¿Por qué existen los Ángeles?
La Kabbalah nos enseña que nuestro propósito es encontrar la plenitud y convertirnos en los dueños de nuestro
propio Universo. A medida que completamos nuestra corrección individual (misión de vida), que nos ha llevado a
habitar en este mundo en primer lugar, regresamos a nuestro estado original similar al de Dios .

Las fuerzas y los ángeles positivos, están allí para ayudarnos o desafiarnos en nuestra búsqueda para reconectar-
nos con quien éramos, somos y deberíamos ser y con la plenitud que esperamos de la Luz del creador. Este es el
secreto que explica la razón de la existencia de los ángeles.

Los ángeles son nuestro puente con el creador, son la infraestructura de nuestro Universo, una infraestructura que
podemos controlar. Por eso los ángeles nos ayudan a ser la causa y los creadores de nuestro propio destino. Ellos
proveen un sistema de responsabilidad total.

Cuando comprendemos la naturaleza de la inteligencia de los ángeles, podemos


aceptar por completo la idea de que nada en este Universo ocurre por azar y que
nosotros somos la causa de todo lo que sucede en nuestra vida.

La Kabbalah nos dice que todo está en vibración, por más quieto y permanente que parezca. El mundo lo pode-
mos dividir en dos: mundo real o de las preguntas y mundo de las respuestas. El mundo de las preguntas es nuestro
mundo físico, un mundo de oscuridad, dolor, agresión, miedo, ira, enfermedad y caos. El mundo de las respuestas,
emana del creador y es pura luz, resplandeciente, enceguecedora e intensa. En este dominio espiritual, que gene-
ralmente se encuentra oculto a nuestra vista, reside la plenitud verdadera.

Según la Kabbalah, el cielo es el nivel donde se halla toda la inteligencia,


todas las respuestas, toda la plenitud; es el mundo del 99 por ciento de lo creado.
Con esto te habrás dado cuenta que nuestro mundo es apenas un grano de arena,
quizás un residuo de la creación perfecta del Dios.

Los ángeles son nuestro boleto de entrada. Ellos nos proporcionan el sistema de transporte y permiten el movi-
miento entre estas dos esferas. Los ángeles son los cables y los transformadores de nuestra dimensión espiritual.

Ellos son la interfaz entre nosotros y el mundo de las respuestas.

Son estaciones de transmisión, conductos para la luz que distribuyen esa gran llamarada de energía en pequeñas
porciones a fin de que podamos tener acceso a ellas y utilizarlas.
Arcángeles de la Mente

El Mundo Real
Cada ángel es un cable único de la computadora
del Universo. Cada ángel tiene una identidad in-
dividual y es una unidad de trabajo de energía in-
dependiente y un canal para la fuerza de luz del
creador. Los ángeles están allí para que saquemos
partido de ellos, para ayudarnos en nuestras tareas,
en nuestras relaciones, en nuestro desarrollo espiri-
tual.

Para el desarrollo espiritual

- La luz es felicidad; la oscuridad es tristeza


- La luz es certeza; la oscuridad es duda
- La luz es valentía; la oscuridad es miedo
- La luz es claridad; la oscuridad es confusión
- La luz es paz; la oscuridad es caos
- La luz es amor; la oscuridad es odio
- La luz es alegría; la oscuridad es cólera
- La luz es salud; la oscuridad es enfermedad
- La luz es inmortalidad; la oscuridad es muerte

Los ángeles son como una ventana al mundo de las respuestas,


una ventana que permite la entrada de la Luz en nuestra oscura realidad física.
Y un demonio, es simplemente una cortina que impide el paso de la luz.
Cuando esa cortina cubre la ventana, la luz parece apagarse
y nos quedamos sumidos en la penumbra.

La fuerza demoniaca, es un vacío poderoso.


Es una polaridad, es lo opuesto a la fuerza de la luz.
Tiene su propia gravedad y te absorbe como un agujero negro.
Pero muchas veces esa fuerza demoniaca es un ausencia
que creamos nosotros mismos cuando cerramos las cortinas.

Con cada acto egocéntrico o cruel creamos un ángel negativo y otra cortina que nos separa todavía más de la
Luz. Cuanta más negatividad proyectamos al mundo, mayor es la cantidad de cortinas que colocamos delante de
las ventanas de nuestra vida. Por el contrario, cuanto más bien hagamos, más ventanas se abrirán y más Luz nos
llegará.
Arcángeles de la Mente

Arcángel Jofiel
Las Enseñanzas de JoFiel
Jofiel es un gran maestro, guía de antiguos maestros. Algunas de las enseñanzas son las siguientes:

- Luz: en el inicio, la luz del creador fue escondida para crear un punto de oscuridad, un espacio en el
cual nuestro universo pudiera emerger. El propósito fue fundar un escenario, donde nosotros pudiéramos
escoger el bien sobre el mal, crear nuestra propia luz espiritual.

- Sanación: meditemos sobre personas que también requieren sanación. Cuando la energía de sanación
pasa a través de nosotros para asistir a los demás, inmediatamente recibimos los beneficios nosotros mismos.
Mientras más compartimos, más recibimos.

- Aliados: nuestros sentidos y conciencia son restringidos a propósito. Al igual que el viento, la gra-
vedad o la radiación, la influencia de los ángeles es muy real.

- Amor: cuando dejas el enojo hacia otro, lo que queda son dos almas que ahora reconocen la luz de
divinidad que ambas comparten.

- El reino en expansión: puede resultar dificultoso de creer, pero el caos y, sí, incluso la muerte, son
distracciones pasajeras de este mundo físico, necesarias para el juego de la vida.
Nuestro verdadero plan es
tener felicidad sin fin y existencia eterna. Nosotros podemos crear el cielo en la tierra.

- Certeza Absoluta: lo creeré cuando lo vea” debe ser sustituido por “¡lo veré cuando lo crea!”

- Escucha a tu alma: cada uno de nosotros tiene una misión personal, una meta espiritual que debemos
conseguir en esta vida. Pero las interferencias del mundo material incesantemente nos desvían.
Arcángeles de la Mente

Arcángel Sariel
Arcángel Sariel
El nombre de Sariel significa “mandato de DIOS” y es el arcán-
gel que lucha contra la ansiedad. La ansiedad es lo que sentimos
cuando nos ponemos muy nerviosos por eventos futuros. Debe-
mos comprender que planificar demasiado no ayuda mucho, ya
que los eventos muy pocas veces ocurren como lo imaginamos,
siempre están los imprevistos, cambios de planes o las cancelacio-
nes. Según los ángeles, uno no debe preocuparse de los eventos
que están más allá de 8 horas (con excepción de los estudios o
planificaciones de trabajo).

Según el judaísmo e islamismo,


Sariel es el encargado de enjuiciar
a las personas cuando cometen pecado
contra la naturaleza.

También es reconocido por ser uno de los arcángeles que con-


denó a los nefilim (gigantes), ya que estos destruían y devoraban
todo a su paso. Arrasando con la vida del ser humano, los árboles
y las plantas, convirtiendo de a poco este mundo en un desierto.
Es en este episodio donde la historia de Enoc tiene gran relevan-
cia. La historia cuenta como Miguel, Gabriel y Rafael arrasaron
con los nefilim, sin embargo algunos quedaron escondidos. Sariel
reza a su creador (EL ROI) para que vuelva a nutrir la tierra, la
deidad lo escucha provocando el “diluvio universal” en el cual se
arrasó con la vida de los pocos nefilim que estaban escondidos en
cavernas y se vuelve a nutrir la tierra. Luego la tierra vuelve a ser verde y la humanidad vuelve a comenzar.

De este episodio es que a Sariel se le vincula con la magia de los bosques.

Ahora Sariel conoce lo que se viene, por eso tiene perfecto control de la ansiedad, además de su gran amor por los
bosques. Él nos enseña a trabajar en alianza con la madre naturaleza, a respetarla y solicitar su ayuda con mucho
respeto.

Dejando un poco los hechos históricos, nos disponemos al trabajo práctico con este arcángel. Para esto vamos a
trabajar con los elementos.
Arcángeles de la Mente

Los Elementos
Elementos
Fuego: Pasión / Inspiración / Valor / Limpieza
Rito: prende una vela y quédate mirando su llama por un tiempo.
Quédate en calma e imagina que la llama flamea limpiando todas aquellas vibras negativas.
Luego vuelve en si y procede apagar la vela con mucho cuidado y respeto.

Agua: Intuición / Sueños / Limpieza / Emociones


Rito: mientras estés terminando tu ducha, date un tiempo e imagina que el agua va limpiando
todo tus cuerpos (físico, mental y emocional),
te deja en equilibrio y estás listo(a) para empezar este nuevo día.

Aire: Pasión / Fortaleza / Comunicación / Memoria


Rito: cuando sentimos que estamos agobiados, debemos respirar profundamente y en la inhalación imagina
que es el primer respiro de nuestra vida y al exhalar pensar que es el último.
Repetimos tres veces hasta calmarnos y renovar la energía interior.

Tierra: Pensamiento racional / Estabilidad / Oportunidad


Rito: siéntate cómodamente en el suelo y toma dos cristales (uno en cada mano).
Respira profundamente, cierra tus ojos, relaja los músculos y procede a meditar.
Lo importante es que visualices tus objetivos. Finaliza la sesión, dando gracias al Universo.
Arcángeles de la Mente

Arcángel Jeremiel
Arcángel Jeremiel
Jeremiel es conocido por ser la “misericordia de DIOS”.
Es el arcángel que va asociado a nuestra identidad y el reconoci-
miento de nuestra alma.

La identidad espiritual se entiende como:


el conjunto de elementos no materiales
que nos diferencia del mundo
(características de la personalidad,
sensaciones, energía y otros).

En esta clase correspondiente a este arcángel será más bien prác-


tica, ya que indagaremos en investigar quienes somos realmente,
buscando el FONDO (alma / Neshamá). Cuando salga el ar-
cángel Jeremiel en el tarot, es porque los ángeles están invitando
a la persona a que se reconozca y se acerque a su alma para que
tome las decisiones que lo lleven a concretar su misión de vida.

Un poco vinculado a lo anterior,


está el rol de Jeremiel como el arcángel
que vela por la originalidad y pureza de ideas,
promoviendo así el que cada persona desarrolle
una visión única e irrepetible; y, de ser posible,
colabore con el mundo manifestando esa visión.

Pero esa originalidad de visión que el arcángel busca, lógicamente no hay que entenderla en un contexto de re-
latividad absoluta: Jeremiel infunde el deseo de autoconocimiento y descubrimiento de realidades que conlleva a
nuestra misión de vida, y hasta revela secretos en forma de intuiciones; sin embargo, en su afán por procurar que
cada cual tenga una visión única de las cosas, lo que variará será el enfoque de las verdades personales, pues de lo
contrario este propósito podría ser inconsistente con su función de revelador.
Arcángeles de la Mente

Nuestra Alma
La Identidad del Alma
El alma ocupa una parte importante en todas las filosofías, sean o no religiosas. Como todo, en este plano dual, se
han mantenido a través del tiempo dos corrientes de opinión contradictorias respecto a la existencia del alma. Las
manifestaciones en pro y en contra han sido múltiples y la posibilidad de algún tipo de coincidencia es inexistente,
por ser las posiciones absolutamente antagónicas.

Para nosotros la única razón de ser de la vida humana es el alma,


pues sin ella la existencia en este plano no tendría ningún sentido ni finalidad real.

En un orden de ideas similar, Platón sostenía que la verdadera esencia del ser humano es el alma y que el cuerpo
es el vehículo que permite, en sucesivas reencarnaciones, recorrer el camino de regreso hacia el estado de existen-
cia pura, lo que en Kabbalah llamamos volver al Jardín del Edén y hacernos uno con la fuente.

La Kabbalah jerarquiza el alma en niveles, tal, como lo expone el Zohar en la sección Lej Lejá:

“Alma, Néfesh, es la incitación más baja, sostiene y alimenta el cuerpo y se halla estrechamente ligada a él.
Cuando se califica suficientemente, llega a ser el trono sobre el cual descansa el espíritu inferior. Rúaj,
como está escrito: ‘hasta que sea derramado sobre nosotros el espíritu desde lo alto’ (Isaías, XXXII: 15).
Cuando ambos se han preparado suficientemente, están listos para recibir el espíritu más elevado.
Neshamá, al cual el espíritu más bajo le sirve de trono, y que es indestructible, supremo sobre todo.
Con observar estos grados del alma, se obtiene una visión en la Sabiduría superior,
y es totalmente a través de la Sabiduría que ciertos misterios se conectan entre sí.

Así acontece con el hombre que alcanza la perfección y es llamado santo”.

Aquí el Zohar no sólo nos habla de los grados del alma,


sino de que estos deben de ser obtenidos por méritos.

En ello insiste en la sección Ajaré Mot:

“Si un hombre hace bien con su alma (Néfesh), desciende sobre él cierta corona llamada espíritu (Rúaj), y
lo insta a una más profunda contemplación de las leyes del Rey Santo. Si obra bien con este espíritu,
es investido con una noble corona santa llamada súper-alma (Neshamá), que puede contemplar todo”.
Arcángeles de la Mente

Nuestra Alma
De acuerdo a la Kabbalah, el alma está compuesta por tres niveles: Néfesh, Rúaj y Neshamá. Cada uno de ellos
tiene, a su vez, tres divisiones. Nos volvemos a topar con las tríadas, como en cada aspecto creativo importante.

Néfesh,
es el nivel inferior del alma, la energía vital. Es el alma animal. Aquí está la voluntad de vivir.

Rúaj,
es el alma intermedia, el alma personalidad y la emocional. Acá se encuentra la voluntad del querer y
los deseos.

Neshamah
es el nivel superior del alma, en contacto con las fuerzas creativas.
Es el alma sentimental y mental.
Aquí iniciamos a escuchar los deseos del Yo Superior por sobre el inferior. El alma gobierna la voluntad
egoica con la Voluntad Divina de Sacrificio.
Arcángeles de la Mente

El Ego
El Gran Oponente
Del mismo modo que un polo magnético hace que todas las brújulas apunten al verdadero norte, tu Egocentrismo
(tu oponente) te atrae hacia el comportamiento destructivo. Su misión es alimentarse de tu negatividad y consumir
la mayor cantidad posible de tu energía. Él te convence de que hagas el mal, de que cierres las cortinas a la Luz.

Nacido del deseo de recibir solo para sí mismo,


él te premia llevándote a hacer actos reactivos y soberbios,
generando así todavía más energía negativa.
Tu oponente es un enemigo que está instalado dentro de ti,
susurrándote al oído instigándote a utilizar palabras maliciosas
a tomar decisiones destructivas y a vivir en la niebla del egocentrismo,
los celos y la inseguridad, en resumen, a cerrar las cortinas y bloquear la luz.

La tarea de tu oponente es aumentar tu ego, para que actúes desde el, haciéndote creer que tú no eres el respon-
sable, que tu vida es azarosa y está repleta de casualidades, te anima a culpar a otros por tu destino y a dudar de
la existencia de los ángeles, aun cuando estos constituyen la verdadera tecnología de la vida. Sin embargo, cuando
te resistes a esto, comienzas a dar un golpe para liberarte de tu naturaleza predeterminada. En este esfuerzo por
ejercer tu libre albedrío, el ángel guardián está disponible para ayudarte si lo invocas.

A pesar de su naturaleza destructiva, tu oponente te ayuda a comprender


tus propias fortalezas y debilidades. Conocer a tu oponente te ayuda a conocerte
mejor a ti mismo, lo cual a su vez te ayuda a maximizar tus méritos al mismo tiempo
que minimizas tus limitaciones. Recuerda, la sabiduría de los ángeles nos dice
que la plenitud nunca puede derivar de algo que no nos hayamos ganado.
Tu oponente te hace trabajar duro
para avanzar en tu mejora personal.

Pero este proceso implica una cierta urgencia. A cada uno de nosotros, en este mundo, se nos concede un periodo
de tiempo definido para limpiarnos de la energía negativa. El reloj de nuestra evolución está corriendo. Cada vez
que nos rendimos ante nuestro oponente cada vez que creemos en las excusas que nos da, perdemos tiempo.

Cuando el reloj de arena cósmico registra


que nos queda muy poco tiempo para transformarnos,
el ángel de la muerte, obtiene el permiso para sacarnos del juego.
Arcángeles de la Mente

El Ego
La muerte viene cuando el alma ya no puede realizar su tarea en el cuerpo actual.
El alma debe ir entonces a otro nivel.
Nadie puede juzgar si una persona abandona este mundo y pasa al próximo nivel
como resultado de una bendición o porque necesitaba un nuevo vehículo,
es decir, un nuevo cuerpo para hacer su tarea.
No obstante, sea cual sea el motivo,
el ángel de la muerte se lleva el alma.
Arcángeles de la Mente

Arcángel Remiel
Arcángel Remiel
El arcángel Remiel se le conoce como “relámpago de DIOS” y no debe ser confundido con Jeremiel “misericor-
dia de DIOS”, ya que ambos tienen funciones muy diferentes. Remiel es uno de los arcángeles más importantes
del islam, está relacionado con el día del juicio final teniendo como labor el rescate de las almas de los luchadores
de la luz, así como las antiguas valquirias de los nórdicos. Revisamos en clases el arte de los números y algunos
códigos angélicos, estos son algunos:

1
Unidad y es la representación del DIOS PADRE (ABBA)

2
Dualidad y caos

3
La Santa Trinidad que está representada
en la mayoría de las religiones,
también representa a la DIOSA MADRE (SHEJINÁ)

4
Representa los cuatro elementos
y también al DIOS TETRA

7
Representa los siete días de la semana,
los 7 Elohim, los siete rayos y los siete arcángeles.

En los planos celestes también hay números, cálculos y ciencia… Entendiendo que DIOS se le entiende con el co-
razón pero también con el pensamiento lógico/practico de los científicos, por esa razón es que creemos que estas
dos disciplinas/doctrinas deben ir unidas y jamás separadas. Porque les contamos todo esto, bueno es porque el
arcángel Remiel es el gran ingeniero de los seres de luz, el encargado de cuantificar todos los elementos construi-
dos por los ELOHIM o el mismísimo DIOS MACHO/HEMBRA. Es Remiel, el encargado de ir expandiendo el
Universo, nuestra conciencia, la memoria e incluso nuestras neuronas, recordemos que estas trabajan cuando dan
pequeños choques eléctricos como un relámpago, la alusión a Remiel está clara.
Arcángeles de la Mente

Lenguaje del Alma


Remiel también es identificado a menudo por los católicos como un arcángel a pesar de no tener ese estado ofi-
cialmente. Como ocurre con todos los demás arcángeles, este lídera a los demás ángeles y acude al llamado de los
humanos para resolver los problemas de manera rápida y eficiente.

Se considera que Remiel es el ángel “abre caminos” y es el que guía a las almas en el más allá, cuando estas han
obrado con misericordia y generosidad.

El Lenguaje de los Arcángeles


Al parecer, el hebreo es el lenguaje más comúnmente usado por
los ángeles para comunicarse con los seres huma­nos y, de acuer-
do con los comentarios talmúdicos y varios de los libros apó-
crifos como el Libro del Jubileo, no sólo los ángeles sino Dios
mismo usaron este idioma en el Antiguo Testamento. En el
Apocalipsis de Pablo se dice claramente que el hebreo es el len-
guaje de Dios y de los ángeles pero según la tradición rabínica
todo esto cambió con la creación de la Torre de Babel, alrededor
del año 2247 antes de Cristo. El capítulo 11 de Génesis relata
cómo los descendientes de Noé decidieron erigir una torre en la
planicie de Shinar en Babilonia. Su intención era que la torre
llegará hasta el cielo para llegar a Dios sin morir. Pero su presun-
ción ofendió al Creador, quien interrumpió la construcción de
la torre causando una confusión de lenguajes entre los construc-
tores. Estos se encontraron de pronto incapacitados de entender
lo que los demás les estaban diciendo. Dios entonces dispersó
a toda esta gente, hablando distintos idiomas, sobre la faz de la
Tierra. Este es el origen bíblico de la profusión de lenguajes en el
planeta. La palabra Babel proviene de Babilonia, donde la torre
fue construida.
Tal vez debido a esta explosión de lenguajes, los ángeles, que son
los emisarios de Dios en la Tierra, desarrollaron la habilidad
de hablar múltiples idiomas y se dice que Gabriel, Metatrón y
John Dee ~ Lenguaje Enochiano Zagzagel pueden hablar setenta idiomas. En el Talmud, el libro
judío de comentarios sobre el Viejo Testamento , los rabinos hebreos nos dicen que el Arcángel Gabriel le enseñó
a José, el hijo de Jacobo, estos setenta idiomas en una sola noche.

La tradición kabbalística enseña que los ángeles tienen su propio idioma el cual,
aunque muy parecido al hebreo, tiene sus características especiales
(lenguaje Enochiano). Al igual que el hebreo, el alfabeto angelical no tiene vocales,
Arcángeles de la Mente

Lenguaje del Alma


las cuales son indicadas por ciertas puntuaciones debajo de las letras adecuadas.
Una de las características del alfabeto angelical es que las puntas de cada letra
terminan en pequeños círculos. Nadie puede explicar por qué terminan así,
pero se cree que los círculos se utilizan para contener la inmensa energía angelical
de la cual están impregnadas las letras.

Para poder comparar el alfabeto hebreo con los angelicales es preciso recordar que el hebreo se escribe de dere-
cha a izquierda y es por eso que las tres versiones del alfabeto angelical deben ser leídas de derecha a izquierda
también.

Una última idea de quienes


son los arcángeles...
¿Qué y quiénes son los arcángeles? Ellos son los “ayudantes invisibles” que tras una llamada nuestra están prepa-
rados para intervenir en nuestro favor, pero respetando siempre las leyes del karma.
Son seres de luz, de muchos niveles evolutivos, que se mueven con armonía en torno a nosotros. Son admirables
seres cuyas vidas inspiran y crean todo en la naturaleza.

Los arcángeles son seres espirituales, y todos nosotros somos seres espirituales,
pero espiritual no es sinónimo de religioso,
aunque muchas religiones puedan ser muy espirituales.
La espiritualidad es algo que todos llevamos dentro
y de lo cual a menudo estamos desconectados.
Lo espiritual en nosotros es lo que da sentido a la vida,
haciéndonos conectar con nuestra esencia, con la paz mental.
Descubrir el mundo del espíritu, nos dicen los arcángeles,
es como volver a nacer.

Los arcángeles pueden hacernos recordar nuestro origen espiritual y nuestro fin divino. Pueden ayudarnos a res-
taurar nuestro estado lamentable y a vivir una vida de acuerdo con lo que realmente somos. Sólo tenemos que
hablar con ellos, pedírselo humildemente, con fe, con esperanza, con convicción.

Los arcángeles son manifestaciones de lo divino que esperan que los acojamos en la simplicidad y en la pureza del
corazón, en los brazos del niño mágico que hay dentro de cada uno de nosotros. Quieren que los abracemos, pues
ellos nos abrazan constantemente y nosotros no nos damos cuenta.

Es imposible compaginar en pocas clases una realidad que es tan múltiple y compleja como la de los arcángeles.
Estamos convencidos de que una condición esencial para todo el trabajo con los arcángeles es el convencimiento
Arcángeles de la Mente

Nuestros hermanos
de su existencia, a tal fin es necesario que obtengamos la mayor cantidad posible de información sobre nosotros
mismos y ellos, y describirlos de una forma que resulte aceptable a todos.

El arcángel es energía, es presencia, sea cual sea el nombre o la imagen con que la
tradición humana le ha denominado. El arcángel es realidad.
Que el hombre moderno lo crea o no, el ángel existe,
nada podrá cambiar su ser. No importa que no lo veamos;
tampoco podemos ver el sonido de la música ni el olor de un perfume,
sin embargo eso no hace que no existan.
Además, el que no los veamos con nuestros ojos físicos no es lo más importante,
ya que hay cosas como el clima, que tampoco no llegamos a ver,
sino que solamente percibimos sus efectos.

Con los arcángeles ocurre algo parecido. Por regla general, y salvo que ellos deseen lo contrario, no podemos ver-
los, pero sí podemos sentirlos. No es necesario hacer complicados ejercicios de visualización para ver a los arcán-
geles. Sólo es necesario que percibas o, mejor dicho, que te des cuenta del fruto de su trabajo y que lo agradezcas.
Entre toda la información que te iremos suministrando a lo largo de las clases, será al final tu mente y tu corazón
los que hagan la elección, será tu instinto el que te guiará hacia el modo más afín con tu modo de ver, sentir y
pensar.

Nuestra tarea como Angelorum es la de ir eligiendo, seleccionando, extrayendo y ordenando los distintos temas
hasta convertirlos en una base de aprendizaje útil. Debemos comprender que los ángeles quieren ser nuestros ami-
gos. Son nuestros compañeros en el viaje de la vida por este planeta cuyo amor, luz y sabiduría puede enriquecer
nuestras vidas enormemente. Quieren compartir con nosotros y ayudarnos a crecer hacia el único destino espiri-
tual que es el nuestro. Su guía y apoyo son maravillosos, y debemos alegrarnos y dar gracias por ello.

Y nuestro agradecimiento va - ante todo y en primer lugar - hacia la Fuente de la que procedemos tanto los ar-
cángeles como nosotros. Los ángeles en sí no son esta Fuente. No son divinos, aunque ellos, como nosotros, son
inmortales. Si sus rostros brillan con una luz que no es terrenal, es porque están llenos de la Luz única.

Como ya hemos dicho, los arcángeles son nuestros amigos,


no nuestras herramientas ni nuestros criados personales
a quienes podemos dar órdenes.
Sirven a Dios, que es Amor, y la única agenda que conocen, es el Plan Divino.
Ellos obran con nuestras almas en conjunción con la Mente Universal,
para ayudarnos a elevar la visión y el espíritu, recordándonos la verdad, la belleza
y la bondad que existe dentro de todo.
Al invocar a nuestros arcángeles para que nos ayuden a ejecutar tareas
tanto mundanas como inspiradas, podemos confiar en que todo sucederá de acuerdo
con la Voluntad Superior y no sólo con la nuestra.
Arcángeles de la Mente

Nuestros hermanos
Mediante esta colaboración perdemos nuestra sensación de aislamiento, empezamos a comprender realmente
que no estamos solos y carentes de apoyo; que en nuestro alrededor hay ayuda y guía por doquier. De esta forma
comenzamos a abrirnos al estado de gratitud en el que pueden ocurrir los milagros.

La existencia de los arcángeles comienza exactamente en el límite donde termina nuestro pensamiento racional y
lógico, donde termina nuestro mundo convencional y rutinario. Pasando por ese límite, comienza la sorpresa y el
asombro. Allí es posible encontrarlos, sutiles, livianos, de rostros luminosos y hermosos ropajes.
Ellos, extendiendo sus alas, nos ayudarán a pasar esas fronteras racionales y llegar a un sitio donde nos transfor-
mamos y comenzamos nuevamente a tener fe. Para ello tenemos que dominar nuestro mayor miedo, el de ser
diferentes. Podemos tener la certeza de que ese miedo, el de ser diferentes. Podemos tener la certeza de que ese
miedo se irá disolviendo y cada vez que nos dejamos caer en el desánimo, ellos nos sostendrán con sus alas. Cada
vez que estemos desorientados, ellos nos susurran mensajes fantásticos a los oídos y nos dejarán señales para indi-
carnos el camino, que es tan fácil perder.
Ellos nos devuelven la magia, la fe en nuestros sueños, la confianza y la memoria de un origen muy antiguo. La
memoria olvidada de ser hijos del cielo, hijos del esplendor, hijos del Creador. Esta memoria de nuestro verdadero
origen es uno de los primeros regalos que recibimos cuando los ángeles, al comunicarnos con ellos, nos permiten
entrar cada vez más en sus dominios, con la facilidad que tienen los niños, para quienes este mundo mágico está
siempre abierto.
Hay momentos, cuando desean comunicarse con los humanos, en que adquieren una forma densa con el propó-
sito de que podamos percibirlos… Después de todo, la mayoría de nosotros ni pensaría en comunicarse con una
impresión en movimiento.

Comunicarse con los arcángeles requiere, en verdad, una particular actitud de totalidad hacia la vida, hacia nues-
tros semejantes y hacia nosotros mismos. Cualquiera de nosotros puede hablar con ellos, lo que significa que el
camino está abierto a quienquiera que se proponga modificar sus conceptos preestablecidos y explorar su mundo
de una manera nueva. Ello requiere una gozosa ampliación de nuestra visión de la realidad, y estar dispuestos a
abrirnos a nosotros mismos y a lo que nos rodea, y a un movimiento consciente para abarcar nuestra totalidad.
Los arcángeles se comunican con las criaturas humanas de un modo directo, no verbal. Pueden hablarnos de dos
modos, desde adentro o desde fuera, en nuestro interior o en las señales del mundo exterior. Sus palabras no se
entienden con la cabeza sino que se sienten con el corazón. No se razona, se intuye. No hemos de rompernos la
cabeza con los ángeles, hemos de abrir el corazón. Con sus consejos y sugerencias, los ángeles nos ayudan a supe-
rar las limitaciones humanas, a vivir la eternidad en el momento presente, el Cielo en la Tierra.
Los arcángeles siempre han estado ahí, para socorrernos, para ayudarnos, pero lo importante es, cuando pedimos
su ayuda, que nos demos cuenta de su presencia en nosotros. Estamos viviendo un momento crucial de la historia
de la humanidad. De nosotros depende que este pequeño planeta deje de ser un planeta azul y se convierta en
un infierno. Los arcángeles nos exhortan a luchar por nuestro hogar terrestre, pero no nos damos cuenta de ello.
Están detrás de los movimientos ecologistas, están a favor de la vida. Son los mensajeros de la Nueva Era y noso-
tros tenemos oídos de la vieja. Nos traen un mensaje de esperanza y confianza que los humanos nos negamos a
escuchar.

Los arcángeles desean que trabajemos conjuntamente para mejorar nuestro planeta. Invocar su ayuda y su pre-
sencia es algo sencillo y maravilloso que podemos lograr si nos lo proponemos.
Arcángeles de la Mente

Nuestros hermanos
El propósito de este curso es ayudarte a contactar con los arcángeles y su vibración, abriéndoles las puertas de
tu corazón, para que puedan penetrar en tu vida cotidiana. Aunque no te des cuenta, los ángeles están desean-
do entrar en tu vida, pero tú no les dejas. Constantemente les estás diciendo que no. Los humanos tenemos una
verdadera fijación con el NO. Durante los tres primeros años de vida de un niño, la palabra que más se oye es
precisamente esta: NO. Ello va creando en su cerebro una programación negativa que arrastrará de un modo
inconsciente a lo largo de toda su vida y que le impedirá vivir milagros, hablar con los gnomos y las hadas, con-
versar con los ángeles y muchas cosas más. Así se va creando un destino aparentemente ineludible, del cual parece
dificilísimo escapar.

Poco a poco la vida va perdiendo luz y color, y nos instalamos en la rutina desecadora y aburrida. No hay medio
alguno para engañar al destino, ni tampoco ningún artificio para escapar al plan cósmico. Es absurdo querer libe-
rarnos de él por nuestras propias fuerzas, desoyendo sus a menudo ineludibles lecciones. Todos nosotros hemos de
sufrir nuestras propias tribulaciones y dificultades, de las que somos más responsables de lo que creemos y hemos
de aprender las lecciones que comportan. Cuando aprendemos de lo que nos sucede, deja de ser tan doloroso.
Pero nadie debe perder la esperanza ni desfallecer, pues la vida nos reserva un destino luminoso si somos capaces
de decirle simplemente SI.

Cuando le decimos SI a la vida, un grupo de arcángeles acude enseguida a nosotros para socorrernos con sus vir-
tudes. Cada uno de los ángeles que veremos en el transcurso de este curso está encarnando una VIRTUD a la que
podrás apelar cuando te halles en dificultades. No temas hacerlo. No estás haciendo nada raro que se le parezca.
Estás ejerciendo un derecho que tienes desde el día en que naciste, o a lo mejor desde antes de nacer.
Verás con el transcurrir de los días, que lo lindo no es solamente comunicarte con los ángeles cuanto te encuentres
en dificultades, sino el compartir con ellos también las cosas lindas que vas viviendo, ya que hay arcángeles de la
alegría, del juego, del optimismo, etc. Es inmensa la lista de los arcángeles que puedes invocar para que compartan
tu vida contigo. Verás que ello te brindará una sensación de plenitud y gozo mucho mayor en tu vida, de lo que
has podido disfrutar hasta ahora.

Todos los grandes maestros coinciden en que los humanos no podemos luchar por nosotros mismos, con nuestras
propias fuerzas, contra nuestros defectos. ¡Y sin embargo debemos hacerlo! Y es que la única forma de luchar
contra un demonio es invocando al ángel opuesto. Así de sencillo. No se trata de concentrar más energía en los
defectos, en los problemas, en lo negativo. Hemos de ser capaces de volcarnos en lo positivo para que lo negativo
pierda fuerza.

De este modo, meditando en la virtud del ángel, en lo que representa, vamos dejando que ella crezca en nosotros
y terminará eliminando el defecto. Meditando en un ángel concreto iremos despertando en nosotros sus virtudes,
sus características positivas, y veremos cómo, de un modo mágico, éstas se manifestarán en nuestras vidas.
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Nuestros hermanos
La Importancia de Escribir
Conviene que tengas un cuaderno especial para anotar los distintos mensajes y conversaciones con tú ángel y los
arcángeles. Tal vez quieras usar también un lápiz especial, algo que destaque y diferencie estos elementos de los
comunes.

Por sencillo que esto parezca, otorga respeto a tu encuentro con tu ángel y te ayuda a pasar de la conciencia ordi-
naria a la angelical. Comienza por fechar cada mensaje que recibas, y cuando la comunicación haya terminado,
convendrá que le pongas un título breve, resumiendo el tema. Esto te ayudará a recordar los puntos principales de
cada transmisión y te facilitará su búsqueda más adelante.

Uno de los motivos por los que destacó la importancia de anotar los mensajes angélicos es que, en un principio,
tenderás a desechar lo que surja como invento tuyo o producto de tu mente. Al anotarlo preservarán las palabras
para poder, más adelante, distinguir claramente la voz de tu ángel. Escribir fija esa frágil conexión y te proporcio-
na un registro de tus relaciones a medida que se desenvuelven.
El releer las transmisiones en otro momento enriquecerá tu vida con el amor y la claridad que caracteriza a la
voz angélica. Además, cuando los observes desde cierta distancia te asombrará lo acertado y esclarecido de esos
mensajes.

Para hablar con tus ángeles no hace falta meditar durante veinte años en la cima de una montaña. Los diferentes
ejercicios te preparan para hacerlo, te ayudan a tornarte receptiva y dispuesta a aceptar, a experimentar senti-
mientos de compasión, ternura, profundo entendimiento y placer.

Los ángeles nos conectan con nuestra más elevada fuente de conocimiento: el YO Superior, ese aspecto de uno
mismo que tiene conciencia de Dios. Es amante, pero neutral; compasivo, pero no sentimental. Existe en cada uno
de nosotros, aunque muy pocos pueden mantener estados de conciencia de Dios por períodos prolongados. Pero
muchos de nosotros lo entrevemos ocasionalmente. Lo suficiente para saber que forma parte de quienes somos. Y
trabajar con los ángeles ayuda a traer ese Yo Superior. La escritura no es el único medio de comunicarte con tu
ángel. Para algunas personas puede no haber palabras, sino un movimiento de sensaciones, colores, imágenes y
hasta música. Toma nota o dibuja lo que aparezca. Como quiera aparezca la información, debes estar preparada
para registrar lo que recibas. Escribir o dibujar es un reconocimiento, una aceptación de lo que se te ha dado. En
este aspecto los ángeles se parecen mucho a nosotros, los humanos: cuando se los reconoce, les encanta dar más.
Recuerda que “ángel” significa “mensajero”. Lo que surja a través de ti será un mensaje de los ángeles, ya apa-
rezca en forma de palabras, imágenes, música o sentimientos. Puedes imaginar a los ángeles como algo externo,
como otra forma de vida, o como algo interno, un aspecto de tu Yo Superior. De un modo u otro, las técnicas
para comunicarse con ellos funcionarán del mismo modo. Así como no hay arriba y abajo en el espacio exterior,
tampoco hay dentro ni fuera en el reino angelical. Todo está vinculado.

Acércate a los Ángeles con un sentido infantil del juego y la diversión. Si alguno te parece extraño y hasta ridículo,
no importa. Estás en un viaje de descubrimiento que revelará tu propio potencial de profunda y amorosa comu-
nicación, no sólo con los ángeles sino con todas las personas de tu vida.
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Nuestros hermanos
Gratitud
El valor de los sentimientos es igual a la inmensidad
cuando podemos dar de nosotros lo mejor que tenemos.
No se mide en espacio ni en tiempo, y menos se puede esperar algo a cambio.

Si queremos transformar nuestras relaciones, te-


nemos que invocar a los Ángeles y aprender de
ellos distintas experiencias. Cuando llamamos a
la conciencia angelical, que es grandeza porque
no existe en ella diferencia entre el uno y el otro,
utilizando la ley de la gratitud vamos a poder va-
lorar más nuestras acciones y al resto de las per-
sonas.
Luego de purificar o limpiar nuestro cuerpo emo-
cional podremos hacer una lista de todas las cosas
que de cada día tenemos que agradecer. Así dar
gracias con el corazón abierto a cada persona o
situación que vamos agradeciendo.

La ley de la gratitud afirma que siempre devolve-


mos al Universo la respuesta que en otro momen-
to ya había sido otorgada como una acción, que
nosotros podemos percibir o no. Por eso nadie
puede dar lo que no tiene o no sabe que lo posee.

Al comprender profundamente que nuestro Yo


Superior nos da justo lo que necesitamos, como
las aves del cielo que confían totalmente en el po-
der de nutrición de la tierra, es así que mirando
solamente a otro, sin decirle nada, pero agrade-
ciéndole desde nuestro interior, podemos irradiar
todos los sentimientos de luz que guarda nuestro
ser, y curar las heridas del alma.

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