La Independencia Dominicana - Antes, Durante y Despues.

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La Independencia Dominicana

Para tratar la independencia dominicana veamos primero como era la república


dominicana antes de la indepencia.
Es difícil imaginarse cómo fue la Independencia con las condiciones de vida actuales del
siglo 21. Pareciera sencillo con los medios de comunicación, armamento, infraestructura de
hoy. Sin embargo, profundizar en cómo era República Dominicana antes de que fuese
república nos obliga a remontarnos 174 años atrás, justo en el 1844.
1)    Hacia 1844 Santo Domingo era un país eminentemente rural y aldeano. La ciudad de
Santo Domingo tenía una población aproximada de 15,000 personas, que ocupaban unas
2,500 viviendas poco más o menos.
2)    La ciudad se encontraba amurallada con bastiones y ciudadelas; y se circunscribía a lo
que hoy se conoce como ciudad colonial.
3)    Fuera de la ciudad, en extra muros, quedaba la villa de San Carlos, originalmente
poblada con inmigrantes canarios. También quedaba fuera de la ciudad el cementerio (que
es el que actualmente está situado en la avenida Independencia). Ese cementerio fue
construido por los haitianos en 1823.
4)     A la ciudad se entraba y/o salía por la Puerta del Conde. Todos los días la puerta era
cerrada cerca de las ocho de la noche, ya oscuro, y se abrían al amanecer. Había otra puerta
que daba acceso al puerto, en las inmediaciones del Alcázar de Colón.
5)    En la ciudad había un hospital, el San Nicolás de Bari, en mal estado. Los edificios que
se conservaban, muchos eran ruinas coloniales, como el Convento de San Francisco, el
Alcázar de Diego Colón, la Torre del Homenaje (hoy fortaleza Ozama).
6)    En la torre del Homenaje funcionaba la cárcel pública y entre los calabozos que tenía
había uno conocido como “el cuarto o celda de Colón”, porque supuestamente estuvo allí
cuando fue hecho preso por Francisco de Bobadilla en el 1500. Pero se trató de un error,
porque Cristóbal Colón no conoció la nueva ciudad de Santo Domingo que erigió frey
Nicolás de Ovando en la parte occidental del río Ozama (donde hoy se encuentra).
7)    Para los tiempos de la independencia los dominicanos todavía no conocían el baile del
merengue (este nació al siguiente año de la independencia). Los antropólogos y etnólogos
se refieren a un baile, llamado La Tumba, que se practicaba desde antes de la dominación
haitiana.
8)    La principal diversión de los dominicanos entonces no era, como hace más de un siglo,
el juego de pelota. Para entonces lo que verdaderamente entretenía a la población en toda la
parte del Este eran las peleas de gallos. Es fama que hasta los maestros llevaban sus gallos a
las escuelitas en las que impartían clases. Era tan acendrada esa afición, que el teniente
Porter escribió lo siguiente: “Prohibir la diversión de las peleas de gallos sería quitar a los
dominicanos su misma existencia”.
En esta parte veremos el desarrollo de la independencia.

En el año 1844, se inicia la gesta independentista, preconizada por Juan Pablo Duarte, un
joven de posición acomodada que había estudiado en España y de ideales nacionalistas y
dirigida por Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella. La independencia fue
lograda el 27 de febrero de 1844. En 1844 los dominicanos expulsaron a los haitianos que
ocuparon su país durante 22 años luego de que en 1821 se lograra un acuerdo amistoso de
independencia con la Corona Española.
En busca de su propio destino y un futuro mejor, la colonia española en Santo Domingo se
separó de España en forma no bélica mediante transacciones pacíficas. Sin embargo, el
ansia de libertad e independencia de los habitantes de la parte española de la isla de Santo
Domingo se vio cercenado con la inesperada invasión de nuestro país por el ejército de la
vecina nación haitiana.
Durante 22 años ocuparon los haitianos territorio dominicano e intentaron eliminar el
idioma y las costumbres. Obligaron a publicar los documentos oficiales en francés y otras
medidas que atentaban contra la esencia misma de las tradiciones y cultura de lo que
vendría a ser más tarde el pueblo dominicano. Practicaron la depredación de los grandes
bosques maderables para pagar las reparaciones de guerra a Francia con la madera
exportada.
La segunda mitad de febrero presenta en República Dominicana una intensa agenda de
actividades dedicadas a las fiestas patrias en celebración de la Independencia Nacional
lograda el día 27 de febrero y en conmemoración de la lucha patriótica de los héroes de la
Independencia Nacional.
Aunque Duarte no estaba, los trinitarios no cejaban en sus acciones y en la causa de la
libertad del país. Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y Vicente Celestino
Duarte dirigían a los trinitarios, quienes casi sin recursos hacían circular las ideas en hojas
manuscritas, para organizarse y sumar adherentes a las ideas separatistas.
El 16 de enero de 1844, fue redactada por don Tomás Bobadilla, la Manifestación de los
pueblos de la parte este de la isla, denominada antes Española o de Santo Domingo, en la
que se enunciaban las causas de su separación de la República haitiana. Esta Manifestación
sería la ley que regiría la república proclamada, hasta que se promulgara su constitución.
Esa noche del 27 de febrero de 1844 se congregaron poco a poco pequeños grupos de
patriotas que provenían de las distintas zonas de la ciudad.
El comienzo de la acción separatista fue indicado por un trabucazo disparado por Matías
Ramón Mella en la Puerta de la Misericordia, y que fue oído por todos los habitantes de la
ciudad.
Aunque Juan Pablo Duarte, el padre de la Patria, se hallaba ausente, la noche del martes 27
de febrero de 1844, en la puerta del Conde de la ciudad de Santo Domingo, la República
Dominicana era proclamada por Francisco del Rosario Sánchez, el precursor del
movimiento armado y jefe del movimiento tras la ausencia de Duarte, Tomás Bobadilla,
representante de los conservadores, Matías Ramón Mella, Manuel Jiménez, Vicente
Celestino Duarte, José Joaquín Puello, Gabino Puello, Eusebio Puello, Eduardo Abreu,
Juan Alejandro Acosta, Remigio del Castillo, Jacinto de la Concha, Tomás de la Concha,
Cayetano Rodríguez, Félix María del Monte y otros patriotas, quienes expresarían a a las
autoridades haitianas su "indestructible resolución de ser libres e independientes, a costa de
nuestras vidas y nuestros intereses, sin que ninguna amenaza sea capaz de retractar nuestra
voluntad".
Ese 27 de febrero de 1844, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella, cuando
llegada la noche se dirigieron hacia la Puerta del Conde, en el baluarte de San Genaro, e
izaron la bandera dominicana. Ondeó en la ciudad de Santo Domingo la bandera bordada
por Concepción Bona y su prima María de Jesús Piña, junto con otras damas. La Bandera
había surgido de un proyecto presentado por Juan Pablo Duarte, aprobado el 16 de julio de
1838 en La Trinitaria, donde se presentaron los colores y la forma de la enseña que
representaría al nuevo estado, que se denominaría República Dominicana.
La cruz blanca. La cruz es el símbolo de la lucha de los libertadores para legarnos una
patria libre.
Los patriotas habían planeado que en la noche del 27 de febrero tomar posesión de todos
los fuertes emplazados en la muralla y del puerto. Para llevar a cabo estas acciones,
contaban con la cooperación de varios militares que apoyaban la causa y que estaban
dispuestos a entregar sus posiciones y ayudar a tomar la Fortaleza.
Ante el apoyo popular y de diversos grupos que unían sus fuerzas por la libertad, los
haitianos se consideraron incapaces de combatir un alzamiento de tal magnitud, y el 28 de
febrero se obtuvo la capitulación de la guarnición haitiana.
 
Lo que pasó después de la proclamación.

los patriotas encabezados por Sánchez declararon la independencia e hicieron capitular a la


guarnición haitiana de Santo Domingo encabezada por Desgrotte. Como en el régimen
existían unos cuantos destacamentos con efectivos haitianos y resultó empresa fácil
sacudirse inicialmente de su dominación. Durante el período llamado de La Primera
República (1844-1861), los haitianos intentaron en numerosas ocasiones recuperar
el control sobre la parte dominicana, pero fueron derrotados una y otra vez por las fuerzas
criollas. La decisión de la gran mayoría de los dominicanos de ser libres e independientes,
la lucha en el propio territorio, generalmente desde posiciones más ventajosas, el uso
de animales de carga para los traslados y los combates, mientras los haitianos marchaban a
pie y no recibían apoyo de alimentos, medicinas y otros suministros de su país cuando
estaban en campaña; fueron factores que contribuyeron a consolidar militarmente nuestra
independencia frente Haití. Desde el día siguiente de la Declaración de la Independencia, el
poder político pasó al grupo conservador de hateros y burócratas afrancesados, por la vía
del control de la mayoría y de la presidencia de la Junta Central Gubernativa en
la persona de Tomás Bobadilla y el del Ejército Liberador con el Gral. Pedro Santana, y sus
lanceros seibanos, porque éstos eran quienes tenían la experiencia en el manejo de hombres
para la guerra que se avecinaba y eran aliados de la burguesía de importadores y
exportadores extranjeros que respaldaban la anexión de nuestro país a una gran potencia.
Luego de un fracasado intento de la pequeña burguesía de recuperar el poder bajo
el liderazgo de Duarte, el sector hatero encabezado por Santana, caudillo del Este del país,
estableció la dictadura, que sólo fue disputada por su ex-protegido Buenaventura Báez,
hatero-maderero y comerciante del Sur, más educado y mejor administrador, aunque con
menos honestidad personal que el anterior. Ambos caudillos extendieron su influencia
sobre toda la nación y la fueron apartando de su destino soberano. En 1857 los agricultores
tabacaleros y comerciantes detallistas del Cibao con centro de Santiago, que habían seguido
creciendo económicamente sin lograr mayor influencia en el gobierno, se levantaron contra
el gobierno de Báez bajo la dirección de José Desiderio Valverde; acusándolo de especular
en su contra con el tabaco y la moneda fuerte. Los revolucionarios situaron a los baecistas
en torno a Santo Domingo, proclamaron una constitución liberal y trasladaron la capital a
Santiago, pero aceptaron el regreso de Santana y lo pusieron al mando de las tropas
sitiadoras. Luego de triunfar finalmente frete a Báez, Santana también se volvió contra los
liberales cibaeñós, restableció su control sobre el país y aprovechó las condiciones
internacionales la guerra civil norteamericana y el nuevo auge del colonialismo europeo,
para anexar el país nuevamente a España en 1861.
 LA GUERRA DE LA RESTAURACIÓN DE LA REPÚBLICA: Pero España,
aún con resabios feudales en la metrópoli y esclavista en su colonias americanas de
Cuba y Puerto Rico, atrasada económica, política y culturalmente, poco positivo
tenía que ofrecer entonces a este país. En cambio nos trajo su fardo de intolerancia
racial, religiosa y política y una burocracia incapaz de enfrentar adecuadamente
los problemas de todo orden que padecía nuestro pueblo. En poco tiempo el
descontento alcanzó a todo el país, particularmente en la zona norte, donde estaban
los núcleos más progresistas de la República y fue discriminada con el cambio del
papel moneda nacional por el español. A partir de 1863 se proclamó la Restauración
de la República presidida por el joven Gral. José Antonio Salcedo (Pepillo), y se
inició una ardua lucha contra España encabezada por prohombres como Gregorio
Luperón, Gaspar Polanco, Pimentel y otros. Frente a la superioridad española en
disciplina y armamentos, el prócer Mella introdujo la guerra de guerrillas como
recurso táctico fundamental que a la postre obligó a la corona española a abandonar
nuevamente el país en manos de los patriotas el 11 de julio del 1865.

 LA SEGUNDA REPÚBLICA (1865-1880): Después de la Restauración de la


República y como efecto del carácter local de la lucha guerrillera, el
escaso desarrollo urbano, la falta de comunicaciones terrestres y la carencia de un
verdadero mercado nacional, el caudillismo regional o caciquismo predominó en la
escena social y política dominicana. Esta vez las fuerzas se polarizaron entre los
seguidores de Báez, que muerto Santana representaba a los grandes hateros y una
burguesía comercial todavía esencialmente extranjera y anexionista. Constituyendo
el partido conservador o rojo, y los liberales o azules, quienes tuvieron en Luperón
su máximo líder, con el respaldo de los agricultores del Cibao, la pequeña burguesía
comercial, los intelectuales jóvenes y la nueva burguesía criolla.

 LOS 6 AÑOS DE BUENAVENTURA BAEZ: (1868-1874): desde 1864 en este


periodo en la economía al principio la economía estaba en un auge debido a los
restablecimientos de la industria azucarera con inmigrantes cubano que llegaron e
invirtieron sus recurso, también se dice que desde aquí en adelante la Rep. Dom.
Empezó el endeudamiento que consistió con el préstamo de hartmont que consistió
en un préstamo por la suma 420,000 libra de esterlina pero solo el gobierno solo
recibió 38,000 libra de esterlina, en este periodo los principales partido eran los
azules de Gregorio Luperón y lo rojo de buenaventura Báez. En conclusión el
gobierno de BAEZ se caracterizo por ser un gobierno corrupto, el endeudamiento, la
represión política. El despotismo y anexionismos. Sus gobiernos se caracterizaron
por ser muy corruptos y por gobernar en beneficio de su fortuna, siendo el acto más
destacado el cometido en 1857 cuando compró con moneda inorgánica la cosecha
récord de tabaco, que era el principal producto de exportación del país, y que luego
vendió quedándose con las divisas; la moneda emitida por el gobierno se devaluó en
1000%, causando la ruina de los productores tabacaleros. La realización del
empréstito harmont: este nos llevo al endeudamiento externo de nuestro país. Fue
el proyecto de anexión de nuestro país en el 1970 en los estados unidos, y por
último Fortaleció su régimen de terror con el objetivo claro de liquidar la oposición
del partid azul. Finalmente la guerra contra el baecismo dirigida por los azules
culmino con el derrocamiento de Báez. Después el estado dominicano quedo bajo
los gobiernos de los azules: Este se preocupo por la  organización tanto del ejercito
como de la educación, También se preocupo por regular las relaciones con Haití
procediendo a establecer vínculos diplomáticos. El 23 de julio de 1880 se produjo
un cambio de gobierno, asciende a la presidencia Fernando Arturo de meriño con
todo el apoyo del partido azul. Después del gobierno de Báez surgen barios
gobierno hasta el 23de julio de 1880 al poder el primer padre como lo fue Fernando
Arturo de Meriño en este gobierno se produjo un cambio totalmente pacifico, pero
el baesismos le hizo una oposición que lo llevo a dictar un decreto conocido como
el decreto de san Fernando, que consistió que toda aquella persona que se
encontraran con alma en la mano se castigaban con la pena de muerte. Después del
gobierno de Meriño llega la tiranía de ULISES HEURAUX Este gobierno se
caracterizó por tener ambición de poder lo que lo llevo al momentos de las
elecciones a tomar medida fraudulenta que era perseguir a su opositores políticos y
tomar represión contra sus opositores, es tanto así que al momentos de la elecciones
los votos de los opositores no aparecían, promulgo una constitución en 1887 y otra
en 1896en esta se aumento el periodo a cuatros años, pero en este gobierno pasaron
cosas positiva en este periodo en 1892 llega al país la
primera telecomunicaciones para comunicarse con el resto del mundo, el alumbrado
eléctrico. A partir de entonces (1874), el Partido Azul de Luperón fue aumentando
su influencia junto con el crecimiento de la agricultura, el comercio manejado por
dominicanos organizados en "juntas de crédito" y la educación básica y profesional
de mayores núcleos de dominicanos, hasta que en 1879 éste encabezó una
insurrección desde Puerto Plata, que dió origen a una verdadera revolución liberal
en el país. El gobierno de Luperón y los tres regímenes bienales bajo su influencia:
Meriño, Heureaux y Billini-Woss y Gil, continuaron una línea política
de nacionalismo y de fomento de la agricultura y la industria, que a la postre
produjeron un importante crecimiento económico del país, aunque también tuvo la
virtud a largo plazo de incrementar la dependencia del país de las metrópolis
capitalistas. Durante ese período se desarrolla asimismo la educación normalista y
profesional bajo la orientación de Hostos y Meriño, y surgen en el país
grandes valores nacionales en las letras y el derecho. La auto marginación de
Luperón de las tareas de gobierno y su falta de apoyo a las pretensiones anti
civilistas de los caciques regionales, dieron paso a que el principal lugarteniente del
primero (Ulises Heureaux), se aliara con estos caudillos y con la creciente burguesía
comercial, para lo que obtuvo nuevos empréstitos extranjeros y estableció una
dictadura personal, en la que dió vigencia además a los hateros y burgueses
baecistas para neutralizar a los liberales de su viejo partido.

 INICIO DE LA TIRANÍA DE ULISES HEUREAUX: Más tarde al finalizar el


periodo de gobierno de Meriño, el general Luperón recomendó a Ulises Heureaux
quien gano las elecciones en 1888. La paz forzada del régimen de Heureaux (Lilis)
y su administración ineficiente y corrupta, crearon las condiciones de un superior
desarrollo de la agricultura y particularmente de la industria azucarera; pero
terminaron sumiendo al país en la insolvencia monetaria y la creciente dependencia
financiera y política hacia Norteamérica. La quiebra del comercio y de la
agricultura, la baja en los precios del azúcar, la falta de recursos económicos para
mantener bajo control a los caudillos locales, y la fatiga del país de su dictadura,
precipitaron su asesinato y la posterior caída de su régimen residual en 1899. La
dictadura de Lilis constituye el periodo político más típico del siglo XIX dentro de
la historia dominicana. Con Lilis, la política económica del un partidismo azul se
caracterizo en lo que respecta al desarrollo de la economía nacional, por una
manifiesta tendencia entreguista que se tradujo en concesiones, favores y privilegios
a los capitanes extrajeras. La dictadura contrajo serios y numerosos compromiso
en materia de empréstitos y circulación monetaria. La corrupción y el régimen
personalista como norma administrativa, conllevaron la liquidación de
los principios democráticos y liberales, y la restricción de un capitalismo nacional a
base auspiciar el inversionalismo extranjero. La muerte de Ulises Hereaux ocurrió el
26 de julio del año 1889, mientras se encontraba en moca. Fue un grupo de
mocanos, a la cabeza del cual se encontraba Ramón Cáceres, Jacobo Lara y Horacio
Vásquez, los que prepararon la conspiración; y fueron los dos primeros quienes
abrieron fuego y mataron a Lilis.

 INICIO DEL CAUDILLISMO DE HORACIO VÁZQUEZ: A la caída de


Heureaux el caudillismo regional se acentuó, aunque bajo el ropaje de dos nuevos
caudillos nacionales: Juan Isidro Jiménes, comerciante de Montecristi que recibió el
apoyo de los viejos caciques, los hateros, la Iglesia Católica y la burgusía de
Santiago; y el Gral. Horacio Vásquez, quien se apoyó en los nuevos caudillos, los
agricultores del Cibao, los intelectuales positivistas forjados por Hostos, la
burguesía de la capital, Puerto Plata y Este y por el imperialismo norteamericano.
66. Tras el derrocamiento de Jiménes por el horacismo en 1902, el país fue cayendo
en un estado de guerra civil casi permanente, mientras las exigencias
norteamericanas por un mayor control económico y político que le permitieran la
libre expansión de sus intereses, fueron agudizando la situación. A fin de cuentas,
luego de un segundo gobierno provisional de Horacio Vásquez (1902-03) y otro de
una coalición de jimenistas y antiguos lilisistas encabezado por el Gral. Alejandro
Woss y Gil, tomó el poder el Gral. Morales Languasco, jimenista quien con apoyo
de los horacistas abandonó a su caudillo para quedar aislado y marginado del poder
por éstos, y ser sustituido finalmente por el vicepresicende horacista Gral. Ramón
Cáceres en enero de 1906. Bajo Morales y sobre todo con Ramón Cáceres, el
gobierno se plegó totalmente a las exigencias financieras, políticas y de mayor
penetración económica norteamericana; sus ingenios azucareros operaban sin
pagar impuestos de exportación e importación, el transporte marítimo fue
monopolizado por la empresa Clyde de esa nacionalidad y los productos de dicho
país desplazaron casi totalmente a los europeos. Luego de una Convención
Domínico-Americana firmada en 1905 que no llegó a aprobarse en el senado
norteamericano, acaso por su carácter ultracolonialista, se concertó ésta por fin en
1907, en virtud de la cual los Estados Unidos no sólo pasaron a controlar todas
las aduanas del país y retener por lo menos el 40% de sus ingresos, sino que
establecieron la prerrogativa del gobierno norteamericano de entregar el resto de lo
recaudado al gobierno dominicano que éste reconociera como legítimo y la
prohibición de que se contrajeran nuevos empréstitos sin su consentimiento. En el
orden político, ese régimen, llamado por algunos de "despotismo ilustrado", gozó
del pleno respaldo norteamericano, que lo hizo patente con su incursión militar y
ametrallamiento de Villa Duarte y de los sitiadores jimenistas en febrero del 1904,
lo cual permitió a Morales vencer la formidable insurrección que se le oponía. Pero
también contó con el apoyo firme de los intelectuales, la burguesía local, los
caudillos regionales del Cibao central y los agricultores. Con este respaldo y luego
de consolidarse en el poder por la fuerza, Cáceres intentó bajo la orientación
norteamericana quitarle el poder de que disfrutaban los caciques locales, merced al
desarrollo de un ejército profesional y una guardia civil adictos personalmente al
presidente y al comandante de armas de Santo Domingo, Gral, Alfredo Victoria. A
ese efecto, marginó como "generales en disponibilidad" a muchos de estos
"caciques" retirándoles sus adictos de las filas del ejército. Con estas medidas,
acompañadas de la construcción de carreteras y telecomunicaciones, y el
incremento de la agricultura, la industria azucarera, el comercio y la educación, la
industria azucarera, el comercio y la educación, se comenzaron a crear condiciones
para el desarrollo de un régimen centralizado dominado por la burguesía
dependiente de los Estados Unidos de América que suplantara al caudillismo
imperante. Pero todavía no había condiciones totales para ese cambio.

Horacio Vásquez y los caudillos regionales de ambos bandos se sintieron marginados y


algunos de ellos encabezados por Luis Tejeda le dieron muerte a Cáceres (1911). El Gral.
Alfredo Victoria a su tío Eladio en la presidencia, pero ante el repudio e insurrección
generalizados hubo de deponer el mando un año más tarde (1912).. A la muerte de Cáceres
surgen a la palestra pública dos nuevos partidos: el Partido Progresista de Federico
Velázquez, ex-ministro de hacienda de Cáceres a quien se le atribuía la
mayor responsabilidad en dicha administración; y el Partido Legalista encabezado por el
Gral. Luis Felipe Vidal, caudillo regional sureño participante en el magnicidio de Cáceres,
quien le quitó al jimenismo gran parte del apoyo de que disfrutaba en esa región del país.
También se manifestó brevemente un "Partido Liberal Reformista" compuesto
fundamentalmente por jóvenes estudiantes universitarios dirigidos por Rafael Estrella
Ureña. En esta situación surge el caudillo guerrillero noroestano Desiderio Arias, de origen
jimenista, dominante en el Cibao, quien representó la oposición de ese sector de la pequeña
burguesía rural a un gobierno centralizado y sujeto al imperialismo americano. Así, los
breves gobiernos del arzobispo Nouel (1912-1913) y del Gral. José Bordas Valdez (1913-
1914), no pudieron sobrevivir a las crecientes presiones norteamericanas, así como de los
desideristas y los horacistas por igual. A fin de cuentas el gobierno norteamericano,
empeñado en controlar totalmente el estado dominicano para utilizarlo en su beneficio
político y económico, impuso un gobierno provisional encabezado por el Dr. Ramón Báez
y elecciones en 2 meses. Estas elecciones resultaron muy reñidas, pero fueron ganadas por
Juan Isidro Jiménes en alianza con el Partido Progresista de Velásquez (1914).

El nuevo gobierno de Jiménes, no obstante su base constitucional, se vio enfrentado a


pasiones aún más intensas que las anteriores, toda vez que junto a un gobierno
norteamericano impaciente por imponer su voluntad, el cual ya en 1915 intervino
militarmente en Haití, debió enfrentar a un Desiderio Arias evalentonado y mucho más
poderoso que nunca en su calidad de ministro de Guerra y Marina y con partidarios suyos
en el control del ministerio de interior y policía, la comandancia de armas de la capital, la
guardia republicana y la mayoría de los cargos del Congreso Nacional en manos del
jimenismo. En supremo intento por hacer valer su autoridad, Jiménes destituyó finalmente a
Desiderio y a sus seguidores más calificados, pero éste tomó el control de la Foltaleza
Ozama y de la capital, e inició el operativo para hacer acusar a Jiménes ante el senado. Los
norteamericanos desembarcaron entonces efectivos militares "para garantizar la vida de sus
ciudadanos", pero amenazaron con tomar la Fortaleza Ozama y ante su importancia
Jiménes renunció. Poco después penetraron en la ciudad las tropas norteamericanas sin
ninguna oposición de los desideristas. Los dominicanos seleccionaron entonces al Dr.
Francisco Henríquez y Carvajal como presidente, pero al éste no plegarse a los designios
norteamericanos, éstos desconocieron su gobierno, declararon un régimen militar bajo su
absoluto control (1916), disolvieron el congreso, desarmaron el país y suprimieron las
libertades públicas.

El gobierno militar norteamericano cambió la legislación de tierras, inmigración y aduanas,


de manera que los centrales azucareros pudiesen expandirse rápidamente y alquilar
haitianos como trabajadores temporeros a bajo costo, y quedaron exonerados de
todo impuesto. También bajaron drásticamente los impuestos de importación a los
productos norteamericanos, con lo que la naciente manufactura dominicana se fue a pique..
El régimen comunicó por carreteras la principales regiones del país, amplió las
comunicaciones telefónicas, mejoró las condiciones sanitarias y restableció el sistema
educativo paralizado a consecuencia de la anarquía imperante tras la muerte de Cáceres,
con lo que se abrieron nuevos caminos a la agricultura y al comercio interior. Luego de
finalizada la primera Guerra Mundial, en la que se reivindicaron los derechos de las
pequeñas nacionalidades, el pueblo dominicano inició en 1919, una campaña cívica
nacional e internacional para recuperar su soberanía perdida, y se organizó en torno a la
consigna de la retirada "pura y simple" de las fuerzas de ocupación, sin condiciones de
ninguna clase. Pero frente a la intransigencia norteamericana, los partidos caudillistas
tradicionales aceptaron una retirada gradual, la vigencia de todas las medidas dictadas por
los interventores el mantenimiento de las fuerzas armadas creadas por el gobierno de
ocupación, la renovación de la antinacional Convención Dominico-Americana, el
mantenimiento del arancel de aduanas y las exoneraciones de impuestos a los ingenios
azucareros, favorables a sus intereses económicos. Bajo esos términos del "Plan Hughes-
Peynado", con la única concesión del establecimiento de un gobierno provisional
exclusivamente civil encabezado por Juan Bautista Vicini Burgos, con el encargo de
organizar unas elecciones para elegir las autoridades nacionales, se terminó en 1924 el
régimen de intervención militar norteamericano.

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