Villafañe

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· JAVIER VILLAFAÑE·

CUENTOS Y TEATRO

I L UST R AD O PO R E NR I Q UE AL C AT E NA
PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Gobernador
Dn. Daniel Scioli

Vicegobernador
Lic. Gabriel Mariotto

Directora General de Cultura y Educación


Dra. Silvina Gvirtz

Vicepresidenta Segunda del Consejo General de Cultura y Educación


Prof. Jorgelina Fittipaldi

Subsecretario de Gestión Educativa


Lic. Leonardo Biondi

Subsecretaria de Educación
Mg. Claudia Bracchi

Directora Provincial de Educación Inicial


Prof. Adriana Corral

Directora Provincial de Educación Primaria


Lic. Romina Campopiano

Directora de Educación Especial


Prof. Marta Vogliotti
ESTE LIBRO
PERTENECE A:

.............................................

Javier Villafañe nació en Buenos Aires en 1909 y fue el más grande titiritero
argentino. Se inició muy joven –su primera función la dio en 1935– y durante
más de medio siglo recorrió Sudamérica con su carreta “La Andariega”,
tirada por caballos. Entre sus libros más importantes, que son muchos y todos
hermosos, figuran: Coplas, poemas y canciones; El Gallo Pinto (poesía); Libro de
cuentos y leyendas; Los sueños del sapo; y Maese Trotamundos por el camino de Don
Quijote. Falleció en 1996.

Agradecemos especialmente a Juano Villafañe, hijo de Javier Villafañe, la


generosa colaboración para la publicación de este libro.
ÍNDICE

Prólogo ..........................................................4

TEATRO

El vendedor de globos .................................. 33


4|

PRÓLOGO

Javier Villafañe (1909-1996) fue un poeta del camino, pero de todos los
caminos. Se pasó la vida viajando por la Argentina y otros países, contando
cuentos que inventaba, recitando poemas que le brotaban como agua de
manantial y, por si todo eso fuera poco, haciendo títeres.

Fue un maestro, un artista inigualable que fabricaba sus propios títeres


y los llevaba a realizar funciones populares, recorriendo ciudades y pueblos
con su carreta “La Andariega”.

Cuando en 1967 la dictadura que por entonces gobernaba nuestro país


lo censuró, se fue a Venezuela y allá fundó una importante escuela y taller
de títeres. Años después, en 1978, viajó a Europa y en España, con un
teatro ambulante, recorrió el mismo camino de Don Quijote a través de
La Mancha.

En 1984 volvió a la Argentina y acá empezaron a conocerse todos sus


libros y todas sus historias, en las que descubrimos un mundo de animales
que se humanizan. Ésa es una tradición muy argentina que Don Javier
trabajó mejor que nadie: la de los cuentos populares que nos enseñan a
comprender el mundo animal, y así amarlos desde la profunda humanidad
de una propuesta poética.

No tengo dudas de que ustedes van a adorar estos libros. La colección


entera, desde luego, pero en particular estas historias y poemas de quien fue
un argentino excepcional.

MEMPO GIARDINELLI
5 | JAVIER VILLAFAÑE

EL VENDEDOR DE GLOBOS

PERSONAJES

ANUNCIADOR
VENDEDOR DE glOBOS
UñOSO

ANUNCIADOR: (Apenas abriendo el telón.) Público, respetable público. Damas,


caballeros y niños. En esta obra actuarán dos personajes: el
Vendedor de globos y el Uñoso. Y al final verán cómo vuelan
los globos entre los pájaros y las ramas de los árboles. Y el
que tenga suerte podrá volar agarrado al hilo de un globo. Y
ahora, damas, caballeros y niños, silencio y atención. Ya está
en el parque el Vendedor de globos y cuando él llega debo
marcharme a toda prisa. (Desaparece y se abre el telón.)
34 | TEATRO

(Un parque. El VENDEDOR DE GlOBOS termina de colgar varios globos de la


rama de un árbol. Lleva una camisa a cuadros y un sombrero de paja.)

VENDEDOR: (Pregonando.) ¡Globos! ¡Globos! ¡Globos!

UñOSO: (Aparece sorpresivamente por la izquierda embozado en una capa.


Tiene las uñas exageradamente largas y filosas.) Voy a pinchar
con mis uñas todos tus globos.

VENDEDOR: ¡No! ¡No! A mis globos, no.

UñOSO: ¡Sí! ¡Sí! A tus globos, sí.

VENDEDOR: ¿Y por qué?

UñOSO: Me divierte.

VENDEDOR: ¿Y por qué no se divierte haciéndose cosquillas?

UñOSO: No, eso no me divierte. Me divierte pinchar globos. Pincharlos


y reventarlos.(Emite el sonido de un globo que revienta y se
desinfla.) ¡Pum! ¡Chisss!

VENDEDOR: Si le gusta pinchar globos, ¿por qué no pincha el globo


terráqueo?

UñOSO: Porque no puedo. Sería maravilloso, pero no puedo. Además


me da miedo.

VENDEDOR: Ese globo sí que haría ruido. ¡Y qué ruido! ¡Pum! ¡Pum! ¡Chisss!

UñOSO: Y se desinflarían las montañas, los mares, las nubes, las ciudades,
el viento. ¡Chissss! ¡Chissss! Me alegra y al mismo tiempo
me aterroriza. (Acercándose al árbol donde están los globos.) No
puedo con la tentación. Voy a pinchar tus globos.

VENDEDOR: (Deteniéndolo.) No, mis globos, no.


35 | JAVIER VILLAFAÑE
36 | TEATRO

UñOSO: Entonces te pincho a ti. (Esgrimiendo las uñas.) Te pincho la


barriga.

VENDEDOR: No, a mí, no. Ni a mis globos ni a mi barriga.

UñOSO: Sí, a ti, sí. Te pincho la barriga y te desinflas. ¡Chissss! No


tendrás frente ni perfil. Serás pura orejas. Estarás tendido en el
suelo, pequeño y arrugado como un pañuelo que se cae de un
bolsillo. Y te van a pisar todos los que caminan por el parque.

VENDEDOR: ¡No! ¡No! Quiero tener frente y perfil. No quiero ser solamente
orejas y un pañuelo arrugado que se cayó de un bolsillo y lo
pisotean.

UñOSO: (Señalando los globos.) Entonces pincharé los globos. Los


pincharé a uno por uno y ¡Pum! ¡Chissss!

VENDEDOR: (Tratando de engañar y atemorizar al UñOSO.) ¡Mire! (Señala


hacia la izquierda.) ¡Mire! ¡Mire!

UñOSO: (Asustado.) ¿Dónde? ¿Qué?

VENDEDOR: (Vuelve a señalar hacia la izquierda.) ¡Allí! ¡Allí! Ese árbol


por donde baja un enorme gato. Es un gato gatuno. Mírelo.
Tiene ojos de fuego y la lengua es una ondulante llamarada.
¡Y qué dientes enormes! (Imita el maullido de un gato.) Miau...
Miau...

UñOSO: (Mirando hacia la izquierda.) No hay dudas. Es un gato. Un


gato gato gatuno.

VENDEDOR: Vaya. Pínchelo. Desínflelo.

UñOSO: (Retrocediendo.) No. No me atrevo a acercarme. Me da miedo.

VENDEDOR: (Mirando hacia la izquierda.) No es un gato. Es un perro. (Imita


el ladrido de un perro.) ¡Guau...! ¡Guau...!

UñOSO: No hay dudas. Es un perro.


37 | JAVIER VILLAFAÑE

VENDEDOR: (Imitando al mismo tiempo el ladrido de un perro y el maullido de


un gato.) ¡Guau! ¡Miau! ¡Miau! ¡Guau! ¿Es un gatoperro o es
un perrogato?

UñOSO: (Tremendamente asustado.) Es un gatoperro. Yo lo vi.

VENDEDOR: No es un gatoperro ni es un perrogato. Es una araña descalza


con barba y un cuchillo. Mire. Mire. Sí. Es un gatoperro y se
acerca, se acerca...

UñOSO: Sí. Se acerca. Yo me voy. No resisto más. Sálvese quién pueda.


(Sale por la izquierda y desaparece.)

VENDEDOR: (Mirando por donde salió el UñOSO. Ríe y vuelve a preguntar.)


¡Globos! ¡Globos! (Camina hacia la derecha.) ¡Globos! ¡Globos!
¿Qué pasa? ¿No hay nadie en el parque? (Va hacia la izquierda.)
¡Globos! ¡Globos!

UñOSO: (Aparece por la izquierda ocultándose en la capa. Habla en voz


baja.) Y, ¿quién era?

VENDEDOR: (Al oído del UñOSO separando las sílabas.) Un ga-to-pe-rro.

UñOSO: ¡Un gatoperro! ¡Un gatoperro!

VENDEDOR: Sí. (En voz baja.) El gatoperro les tiene miedo a los globos.

UñOSO: (También en voz baja.) ¿Y ahora dónde está?

VENDEDOR: Volvió a subir al árbol.

UñOSO: Quizás esté escondido. (Abre la capa y muestra un largo collar.)

VENDEDOR: (Señalando el collar.) ¿Y ese collar? No lo había visto antes.

UñOSO: Me extraña. Siempre llevo un collar y a veces dos y a veces tres


y cuatro también.

VENDEDOR: Probablemente lo tapaba la capa. ¿Y de qué es el collar?

UñOSO: De botones. De botones encontrados. Todos son encontrados.


Tengo centenares, millares de botones.
38 | TEATRO

VENDEDOR: Le regalo un globo. Huyen los gatoperros cuando ven un


globo. Le tienen miedo. Terror. Además puede volar con un
globo y desde lo alto verá botones perdidos en la calle, en los
jardines, en los parques, en las azoteas.

UñOSO: Volar y ver botones fue el sueño de mi vida.

VENDEDOR: Entonces no pinchará más globos, ¿no es cierto?

UñOSO: Jamás.

VENDEDOR: ¿Y por qué no se corta las uñas?

UñOSO: Siempre me las corto, pero vuelven a crecer. Cuando las corto
de noche, crecen de día y cuando las corto de día, crecen de
noche.

VENDEDOR: ¿Y si las corta por la tarde?

UñOSO: Francamente no había pensado en eso. Voy a cortarlas por las


tardes. Quizás no crezcan.

VENDEDOR: (Toma un globo y se lo da al UñOSO.) Y ahora, ¡a volar! ¡A volar!

UñOSO: (Tomando el globo.) ¡A volar! (Abraza al globo y sale volando.)

VENDEDOR: (Recoge los globos. Se acerca al proscenio y los suelta. Retiene un


globo en las manos y habla mientras los globos suben por la platea.)
¡A volar! ¡Todos a volar! Y yo también ¡a volar! (Abraza al globo
y sale volando.)

TELÓN

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