Evaluacion de La Estrategia y Rentabilidad Comercial
Evaluacion de La Estrategia y Rentabilidad Comercial
Evaluacion de La Estrategia y Rentabilidad Comercial
AMAZONIA
PERUANA FACULTAD DE CIENCIAS
ECONÓMICAS Y DE
NEGOCIOS
EVALUACIÓN ESTRATÉGICA Y
RENTABILIDAD COMERCIAL
MONOGRAFÍA
AUTOR (es):
LEISLI ANAIS SANCHEZ VASQUEZ
MATUSALEN ENOC SANTILLAN ISHUIZA
Quiero agradecer profundamente con estas pequeñas líneas a las personas que han hecho posible
la realización de este trabajo monográfico.
ÍNDICE
Introducción
1 La Necesidad de medición
2 Control Estratégico
3 Tipos de Control
4 Análisis y Evaluación
5 Evaluación Estratégica
RENTABILIDAD COMERCIAL
Conclusiones
Anexos
Bibliografía
Título:
comercial.
Objetivos:
organización.
Introducción
Evaluar el desempeño a lo largo de su ejecución y cotejar los resultados de la organización
constituye una tarea sumamente agradable cuando el éxito está garantizado y los objetivos
esperados son alcanzados en su totalidad. O puede constituir una tarea correctiva indispensable,
cuando no se ha conseguido llegar ahí, lo cual, en la práctica, ocurre con una frecuencia y es
preocupante. La evaluación de la estrategia se refiere a la fase del proceso de la administración
en la que los ejecutivos de la alta gerencia estudian y evalúan si la estrategia elegida, tal como
fue implementada y ejecutada, alcanza los objetivos propuestos y produce los resultados
esperados. Por medio de este proceso se comparan los objetivos planeados los medios con los
resultados logrados por la estrategia o los fines. Cuando se diseña la estrategia también se
establecen los criterios, los indicadores y las mediciones para evaluar sus resultados. Por otro
lado, La rentabilidad comercial es una proporción con el que se puede evaluar la utilidad de una
empresa. Esta razón evalúa la calidad comercial de una empresa siendo el cociente de los
resultados obtenidos en el departamento comercial con los recursos empleados en el mismo
departamento. Así mismo, Evaluación estratégica y rentabilidad comercial es la denominación
dada para determinar las herramientas o medios y analizar las magnitudes que se expresa en
términos relativos o porcentuales, el beneficio o ingreso obtenido respecto de una magnitud
económica tal como los recursos financieros. En esta monografía expondremos las
características, las tareas que se desarrollan, la metodología que se emplea en la Evaluación
estratégica y rentabilidad comercial y concluiremos esquematizando el tema en general.
CAPITULO 1. EVALUACIÓN DE LA ESTRATEGICA
1.1. Evaluación de la estrategia Organizacional
La evaluación de la estrategia se refiere a la fase del proceso de la administración estratégica en
la que los ejecutivos de la alta gerencia estudian y evalúan si la estrategia elegida, tal como fue
implementada y ejecutada, alcanza los objetivos propuestos y produce los resultados esperados.
Por medio de este proceso se comparan los objetivos planeados los medios con los resultados
logrados por la estrategia o los fines. Cuando se diseña la estrategia también se establecen los
criterios, los indicadores y las mediciones para evaluar sus resultados. Lo importante es vigilar
el desempeño y los resultados, con el propósito de adoptar las medidas correctivas necesarias
para que la estrategia alcance los objetivos deseados que cada situación estratégica es singular y
única, ¿cuáles serían los criterios que pueden definir una buena estrategia? El hecho es que
valorar la estrategia una vez que se llevó a cabo no constituye un criterio de juicio suficiente de
evaluación.
Sería lo mismo que preguntarse si la estrategia de Jerjes fue mejor que la de Leónidas, en la
antigua Grecia, o si la estrategia de Napoleón fue mejor que la de Wellington. Muchos factores,
como la suerte, los recursos excepcionales, la ejecución espectacular, los casos fortuitos o los
errores de la competencia, pueden determinar los resultados. En la fase de diseño de la
estrategia tampoco se puede preestablecer el criterio del éxito final, porque los resultados y las
consecuencias todavía son dudosos o poco claros, pues están ubicados en el futuro remoto. Sin
embargo, todas esas dificultades no significan que no se puedan definir las líneas generales de
una estrategia eficaz.
1.2.1. Consistencia interna: la estrategia organizacional debe ser consistente con los
objetivos que la empresa pretende alcanzar. La estrategia tiene que identificarse con las
normas internas de la organización, sus valores, su cultura, revelados por sus objetivos
globales. Debe también involucrar la estructura organizacional, que necesariamente
tiene que ser flexible y orgánica, y el estilo de administración que va a ser adoptado, el
cual debe dar impulso y apalancamiento.
1.2.2. Consistencia con el entorno: la estrategia organizacional debe ser consistente con
las condiciones ambientales existentes para garantizar la competitividad, la
sostenibilidad y la responsabilidad social y ambiental. El que la estrategia no se ajuste al
entorno externo puede costarle caro a la organización, o puede conducir al fracaso de
sus operaciones.
1.2.3. Adecuación a las capacidades y recursos disponibles: la estrategia organizacional
debe ser consistente con los recursos y competencias que la empresa ya tiene o necesita
obtener. Los recursos son los activos tangibles que nunca organización posee, y que la
ayudan a lograr los objetivos propuestos. Las competencias o capacidades representan
los activos intangibles, y la inteligencia humana disponible para saber aplicar en forma
rentable los recursos de la organización.
Cuando se habla de resultados esperados se supone que estos son conocidos y han sido
previstos. Esto significa que el concepto de control no puede existir sin el concepto de
“planeación”. Por tanto, los controles requieren planes. Así, el control es la función
administrativa que vigila y evalúa las actividades y los resultados alcanzados a fin de asegurar
que la planeación, la organización y la dirección tengan éxito.
El control comprueba si la ejecución está de acuerdo con lo que fue planeado: cuanto más
completos, definidos y coordinados fueran los planes, tanto más fácil será el control. Cuanto
más compleja sea la planeación y cuanto más largo fuera su horizonte de planeación, tanto más
complejo será el control. Casi todos los esquemas de planeación traen consigo su propio sistema
de control. Por medio de la función del control, el directivo asegura que la organización y sus
planes siguen el camino correcto.
El control consiste básicamente en un proceso de guía para la actividad ejercida, con un fin
previamente determinado. El proceso de control consta de cuatro etapas o fases, como muestra.
a) Establecimiento de los objetivos o estándares de desempeño
El proceso de control se caracteriza por ser cíclico y repetitivo. En realidad, el control debe
considerarse como un proceso sistémico, donde cada etapa influye en las demás y es influida
por ellas.
Figura 1
Para evaluar y controlar los diferentes recursos de la organización se utilizan varios tipos de
estándares:
Los estándares definen lo que se debe medir en términos de cantidad, calidad, tiempo
y costos dentro de una organización y cuáles son los instrumentos adecuados para
medirlos. Una organización puede decidir, por ejemplo, que es necesario medir la
calidad de sus productos y que la medida de una buena calidad es un número bajo de
rechazos en la producción. ¿Pero cuál es el porcentaje aceptable de rechazos: 1%, 5%
o 10%? ¿Es realista esperar cero rechazos? Las organizaciones se plantean esas
preguntas y sus respuestas se obtienen por medio de muchas investigaciones y de
trabajo para la mejora continua. Cada organización tiene su propia respuesta.
1.5.2. Evaluación del desempeño: es la segunda etapa del proceso de control. Para
evaluar el desempeño se debe saber algo respecto de él y de su pasado. Todo sistema
de control depende de la información inmediata respecto del desempeño, así como de
la unidad de medida que se utilizará. Esta debe ser expresada de modo que facilite la
comparación entre el desempeño y el objetivo o el estándar previamente establecido.
1.5.4. Acción correctiva: el objetivo del control es mantener las operaciones dentro de
los estándares establecidos, con el fin de que se alcancen los objetivos de la mejor
manera posible. Así, las variaciones, los errores o las desviaciones se deben corregir
para que las operaciones se normalicen. La acción correctiva es una acción
administrativa que busca mantener el desempeño dentro del nivel de los estándares
establecidos. Busca asegurar que todo se haga exactamente de acuerdo con lo que se
pretende hacer. El control eficaz debe indicar cuándo el desempeño o los resultados
no están de acuerdo con los objetivos y los estándares establecidos y qué medida
correctiva se adoptará. El objetivo del control consiste precisamente en indicar
cuándo, cuánto, dónde y cómo se debe ejecutar la corrección requerida. En realidad,
el control busca alcanzar dos fines:
a. Corregir las fallas o los errores existentes. El control sirve para detectar las fallas,
las desviaciones o los errores, sea en la planeación o en la ejecución, y señalar las
medidas adecuadas para corregirlo o enmendarlos.
b. Prevención de nuevas fallas o errores. Al corregir las fallas o los errores existentes,
el control señala los medios necesarios para evitarlos en el futuro.
a. Determinar las variaciones que se presentan, es decir, qué resultados están muy por
encima o por debajo de los estándares esperados.
Cada organización requiere un sistema básico de control para emplear sus recursos financieros,
desarrollar a las personas, analizar el desempeño financiero y evaluar la productividad
operacional, dentro de los niveles estratégicos, tácticos y operacionales.
Figura 2
1.7. Desempeño global de la empresa
Las organizaciones utilizan varios sistemas de control para medir y evaluar su desempeño
global. Estos son necesarios casi siempre, para evaluar el desempeño de una o de todas las
unidades de la organización, departamentos o divisiones, o de las unidades estratégicas de
negocios o de los proyectos considerados prioritarios. Existen tres razones básicas para la
existencia de alguna forma de control sobre el desempeño global de la organización:
El estado de pérdidas y ganancias (EPG) ofrece una visión resumida de la posición de las
pérdidas o las ganancias de la empresa dentro de un periodo determinado. La comparación de
los estados de los periodos anteriores permite comprobar las variaciones y detectar las áreas
(como gastos de ventas o utilidad bruta sobre ventas, etcétera) que necesitan de una mayor
atención y cuidado. Como la supervivencia del negocio depende básicamente de la rentabilidad,
la utilidad se convierte en un importante estándar para medir el éxito, sea de la organización
como un todo, sea de sus unidades, como departamentos o divisiones. El control de las pérdidas
y las ganancias, cuando se aplica a los departamentos o las divisiones de la empresa, se basa en
la premisa de que el objetivo del negocio como un todo es generar ganancias, y que cada parte
de la empresa debe contribuir a ese objetivo. La capacidad de cada parte para obtener la
ganancia determinada que se espera, se convierta en el estándar para medir su desempeño.
El análisis de las pérdidas y las ganancias se hace por medio de diferentes métodos. Uno de
ellos consiste en comparar el estado de pérdidas y ganancias presupuestadas (de la empresa
como un todo o de una unidad en particular) para un periodo determinado contra los datos reales
del mismo en un periodo anterior. Se determinan, identifican y explican las diferencias entre lo
que fue presupuestado y la realidad. En caso necesario, se corrigen las desviaciones registradas.
Otro método para analizar las pérdidas y las ganancias utiliza el análisis basado en porcentajes o
índices contables o financieros para comparar lo planeado (lo presupuestado) y lo real.
Es una técnica de control global que se emplea para medir el éxito absoluto o relativo de la
empresa, o de una unidad departamental, con base en las ganancias relacionadas con la
inversión de capital. Este enfoque fue creado por DuPont Company como parte importante de su
sistema de control estratégico global.
El sistema parte de la idea de que la mejor medida del esfuerzo y el desempeño de una empresa
que tiene gran inversión de capital es la tasa de rendimiento sobre la inversión efectuada (return
on investment – ROI). El sistema utilizado por DuPont implica que se consideren muchos
factores de forma simultánea. El rendimiento sobre la inversión se computa con base en el
capital invertido, multiplicado por el porcentaje de las utilidades sobre las ventas. Este cálculo
reconoce que un departamento con mucho capital invertido y con bajo porcentaje de utilidad
sobre las ventas puede ser más lucrativo en términos de rendimiento sobre la inversión que otro
que mantiene un elevado porcentaje de utilidad sobre las ventas y poco capital invertido. El
capital invertido se computa con base en el total de ventas, dividido entre la inversión total (que
no solo incluye la inversión permanente, sino también el activo circulante de la unidad). La
evaluación por medio del ROI utiliza la gráfica tradicional de DuPont que presenta la
El análisis del ROI permite evaluar sus diferentes líneas de productos y comprobar dónde se
está empleando el capital de forma más eficiente, además de que hace posible definir una
aplicación equilibrada del capital para obtener una utilidad global mayor. Esto ayuda a
identificar los productos más rentables, así como a mejorar otros que tienen un peso negativo en
el balance de las utilidades. También permite analizar la forma en que los objetivos
departamentales colaboran para alcanzar los objetivos de la organización.
Figura 3
Figura 4
Otra área de aplicación del proceso de control y evaluación se refiere a la auditoría de los
recursos disponibles para la implementación del plan estratégico. La auditoría de recursos se
divide en auditoría de recursos y auditoría de marketing. También se puede hacer una
evaluación de la aplicación efectiva de los recursos disponibles, de la aplicación de los recursos
de marketing y una evaluación de la operatividad de la cadena de valor de la organización.
La reevaluación estratégica mide lo que ha sido implementado y ejecutado para decidir los
nuevos cursos del proceso; así, mantiene lo que ha tenido éxito y revisa lo que no funciona. En
realidad, el proceso estratégico funciona como un ciclo en el cual se revisan y reevalúa los
asuntos que no han sido resueltos en las primeras etapas del ciclo o que han surgido durante la
implementación.
Bryson presenta los caminos orientados a tres situaciones para reevaluar las estrategias: el
mantenimiento, el cambio y la conclusión. En todos ellos, la reevaluación de las estrategias se
presenta como resultado de un proceso de medición de los grupos de interés asociados a cada
estrategia.