EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN - Apuntes de Clase
EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN - Apuntes de Clase
EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN - Apuntes de Clase
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2. Esencia del rito sacramental
a. Materia del sacramento
No existe ninguna definición del magisterio eclesiástico sobre la materia esencial del
sacramento de la confirmación. Las opiniones de los teólogos están divididas a este respecto:
a) Teniendo en cuenta las variaciones a lo largo de los siglos respecto a la materia,
se sostiene que Cristo determinó genéricamente la materia. Cristo dejó a la
Iglesia la potestad de precisar la materia más oportuna. Pueden distinguirse
varias etapas a lo largo de la historia:
1.º. imposición de las manos en general;
2.º. imposición de las manos en particular;
3.º. el signo de la cruz sobre la frente;
4.º. la unción con el crisma.
Como se han dado estas variantes a lo largo de la historia la institución por
Cristo ha sido genérica.
b) Sostiene que la materia es la imposición de las manos y la unción, luego de la
imposición de las manos en general (esta última no forma parte de la materia
esencial del sacramento). Tal determinación ha sido establecida específicamente
por Cristo y ha permanecido inmutable a través de los siglos, al menos en lo
sustancial, es decir, que siempre se hizo imposición y unción aunque variando
el modo, el tipo de aceite, etc.
Lo que podemos concluir es que:
1. Cristo instituyó el sacramento de la Confirmación;
2. En las SSEE no se habla de una unción crismal propia de la confirmación, lo cual
parece avalar la primer hipótesis (al comienzo la Confirmación se administraba solo con la
imposición de las manos). Por otra parte, es verdad que en la Escritura la efusión del Espíritu
Santo se entiende como unción (Lc 4, 18), lo cual favorece a la segunda hipótesis.
3. Actualmente hay que afirmar que la materia de la Confirmación es la imposición de
las manos individual con la unción.
b. Forma de la Confirmación
La forma usada en los diversos ritos es variada en cuanto a las palabras pero no en
cuanto al significado.
En el rito latina es actualmente: “Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”.
3. Efectos de la Confirmación
Hay dos efectos: el carácter y la Gracia Sacramental.
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El Carácter:
Cf. S. Th. III, q 72, art. 5:
“El carácter es una potestad espiritual destinada a ejercer acciones
sagradas. Pero hemos dicho también (a.l; q.65 a.l) que, como el bautismo es
una generación espiritual para la vida cristiana, así la confirmación es un
crecimiento espiritual por el que el hombre alcanza la edad espiritual
perfecta. Ahora bien, por analogía con la vida corporal, es evidente que el
comportamiento de un recién nacido es diferente del comportamiento de un
hombre maduro. Y, por ello, el sacramento de la confirmación otorga al
hombre una potestad espiritual para ejercer unas acciones sagradas distintas
de las que puede realizar con la potestad del bautismo. Por el bautismo, en
efecto, se recibe la potestad de ejercer actos encaminados a la propia
salvación, ya que en esta etapa uno se ocupa de sí mismo. Pero por la
confirmación uno recibe la potestad para ejercer acciones destinadas al
combate espiritual contra los enemigos de la fe. Esto es lo que resulta del
ejemplo de los Apóstoles, los cuales, antes de recibir la plenitud del Espíritu
Santo, estaban en el cenáculo perseverando en la oración (Act 1,13.14), pero
cuando salieron no temían confesar su fe públicamente, aun ante los enemigos
de la religión cristiana. Por lo que queda probado que el sacramento de la
confirmación imprime carácter.”
1. Aspecto Cristológico: completa la configuración con Cristo Sacerdote,
perfeccionando el ser sacerdotal (nueva consagración del alma) y perfeccionando el
poder sacramental (profesar, propagar y defender ex oficio la Fe).
2. Aspecto antropológico: aumenta la exigencia de la Gracia a causa de un nuevo
título exigitivo de la misma, al amplificar la fuerza y receptividad vital propia del
organismo sacramental.
3. Aspecto eclesiológico: asigna un puesto especial dentro de la Iglesia
introduciendo al confirmado específicamente en la vida pública de la Iglesia.
La Gracia sacramental:
1. Aspecto cristológico: incorpora al fiel a Cristo por un título más perfecto;
2. Aspecto antropológico: conduce a la madurez del organismo espiritual, desde la
infancia recibida en el Bautismo;
3. Aspecto eclesiológico: incrementa el mutuo influjo de la comunión de los santos
bajo 2 dimensiones: interna (se fortalece la unidad eclesial) y externa (se
incrementa el poder de difusión del Reino de los Cielos).