Instalación y Equipamiento en Bibliotecas Universitarias
Instalación y Equipamiento en Bibliotecas Universitarias
Instalación y Equipamiento en Bibliotecas Universitarias
INTRODUCCIÓN
Queda lejos aquella 1ª reunión de IFLA en Lausanne, 1971, sobre
bibliotecas universitarias, pero permanece el espíritu de dotarlas de un entorno adecuado
y de cierta homogeneidad, a pesar de que están supeditadas cada una al Centro de
Enseñanza Superior a cuyo servicio se hallan. A su favor obra, según nos recuerda la
ACRL, el poder calcular de antemano el número aproximado de usuarias/os, su perfil y
el tipo de servicios demandados.
Conocer funciones, usuarios/as y servicios es fundamental para planificar la
instalación y equipamiento de las BUS, algo para lo que no existen normas universales,
según anuncia el texto de IFLA, organización que se aleja cada vez más de cuantificar
las necesidades. Ambas operaciones -instalación y equipamiento- dependen del tipo de
biblioteca que se pretende poner en funcionamiento.
En nuestro país, la larga tradición bibliotecaria universitaria ha llevado a
modelos dispares, por fondos y estudios. En momentos recientes, en los años 80 del
pasado siglo se crearon las bibliotecas de Centro. En los 90, las de Área, pues crecieron
las titulaciones y un mismo centro alberga varias. El edificio refleja los cambios: nuevos
materiales, nuevos servicios, nuevas comunicaciones, automatización, etc. En este
marco cambiante, se ha sentido necesaria la cooperación y las directrices, de ahí que
asociaciones como REBIUN o RLG, han emitido sus normas. Son disposiciones
indicativas, sabedoras de que están condicionadas por el presupuesto, el espacio
disponible o las condiciones físicas con las que se cuenta, pero que han hecho ver la
necesidad de que se cuente con planificación.
PLANIFICACIÓN
Partimos de que la BU es la “combinación orgánica de personas,
colecciones y edificios…”, siendo, además, el espacio común
profesores/as-alumnos/as/pas. Estamos, igualmente, ante el edificio continente del que
nos habla REBIUN, que debe ajustarse en lo posible a una lista de cualidades (el decálogo
de Faulkner-Brown), entre las que destaca el dimensionamiento.
Dentro del concepto «sistema bibliotecario», la BU sigue estrechamente unida a
la idea de un espacio físico concreto. Servicios y espacios se influyen y determinan
mutuamente: planificar una BU, en buena medida, es planificar su instalación y equipo.
La ejecución, realizada por personal técnico, necesita de la orientación del personal
bibliotecario en la confección del proyecto.
Cualquier proyecto tiene cuatro fases complementarias, con sus respectivas elecciones:
- las que afectan al funcionamiento de la biblioteca (servicios)
- a la dimensión y requisitos del espacio y su distribución (programas de
edificación y planificación del edificio)
- a la imagen de la biblioteca, materiales, colores, instalaciones…, adecuadas a la
normativa pública y al modelo elegido
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Ignacio C. Soriano Jiménez, 2004
d) Mostradores. Elemento de conjunción entre usuarias/os y bibliotecarias/os
(información, préstamo, pequeño almacén…)
e) Carros de transporte de fondos (movilidad, estabilidad, silenciosos…)
f) Ordenadores en sala de consulta, vestíbulo, etc. (desaparecen los ficheros
manuales), además de otro material del que nos ocuparemos
g) Guardarropa, descanso, cafetería, etc.
2.- Relativas al ambiente:
- temperatura, 22-23º en invierno, 25º en verano
- humedad, 40-60º
- señalización
- color
- ruidos, no más de 20-25 decibelios en sala de lectura
- barreras arquitectónicas
- iluminación (controlada desde un punto central): tiene componentes de calidad,
intensidad, contraste, dirección y color, que inciden en la orientación hacia
distintas áreas funcionales. Se ha pasado de diseñar grandes ventanales
(reservadas ahora para zonas de consulta-lectura rápida) a espacios más cerrados
en sala, pues la luz solar directa altera propiedades de documentos y mobiliario.
- Tipo de suelo: obedece a necesidades de silencio absoluto o parcial; grados de
absorción de luz (ni claros ni oscuros); comodidad para movimientos;
durabilidad y fácil mantenimiento; seguridad (incendios…)
INFRAESTRUCTURA INFORMÁTICA
Tiene que estar integrada desde el principio en el proyecto. Es el ámbito
más cambiante e influyente en organización, servicios e interacción de usuarias/os. De
ahí que espacios e instalaciones serán dinámicos, abiertos y múltiples, y las
instalaciones obedecerán a: Funcionalidad
Especialidad (para diversidad de oferta)
Infraestructura (para ofertar iguales servicios en todas las partes del edificio)
La dificultad para un diseño eficaz y eficiente viene de la obsolescencia del
hardware y software. En todo caso, hay que cubrir:
- acceso a sistemas de gestión
- acceso a sistemas de información
- consulta OPAC
- acceso redes de CD-ROM
- herramientas de Internet (e-mail, FTP, http…)
La infraestructura informática se corresponde tanto con instalaciones como con
equipamiento, o lo que es lo mismo, cableado y equipos. Estos presentan unas
Características:
1.- Elementos del soporte físico (cableado):
- procurar que sea extensa y ampliable, para lo que se necesita estar al tanto de
criterios mecánicos, eléctricos y funcionales
- el elementos superior del cableado es la «red» (dispositivos físicos y lógicos),
con distintos tipos (LAN, WAN), y la posibilidad de acoplarle Repetidores, Puentes
(bridges), Encaminadotes (Routers), Pasarelas (Gateways) y Proxys
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Ignacio C. Soriano Jiménez, 2004
- la Red local debe planificarse en tipo de cable, hardware, servidores,
aplicaciones soportadas, sistemas de gestión e información…, para que sea
Fiable e Integradora (texto, voz e imagen)
2.- Condiciones para los equipos:
- hardware adecuado (ordenadores, impresoras, escáner…)
- espacio físico de instalación suficiente, sin interferencias
- suministro eléctrico fácil
- zona con temperaturas adecuadas, sin luz solar directa
- suelo antiestático y zona sin vibraciones
NORMAS Y RECOMENDACIONES
Las normas permiten establecer unos mínimos que nos indican atributos
relativos a colecciones, instalaciones, personal y servicios. Son:
- modelo
- medida de valoración
- estímulo para el desarrollo y la mejora
- instrumento para ayudar a la decisión y a la acción
IFLA, Normas para Bibliotecas Universitarias, 1986
No se centran en instalaciones o equipamiento. Se ocupan más bien de
observaciones respecto a la gestión de la colección (suficiente, revisada y expurgada) y
de la orientación de servicios a usuarias/os, indicando la necesidad de la cooperación y
la oportunidad de que las BUS definan por escrito sus objetivos para poder consultarlos
y evaluarlos.
ACRL/ALA, Standards for Colleges Libraries, 1986. Se trata de la Sección de
Bibliotecas de Instituciones Académicas de ALA, que, en este caso, sí que se ocupa de
proporcionar normas cuantitativas para la colección y el personal.
- Colecciones: básica 85.000; por estudiante, 15; por profesor a tiempo completo,
100; por Licenciatura, 6000; y Doctorado, 25.000
- Personal: hasta 10.000 estudiantes, 20; cada 1000 más, 1; cada 100.000
volúmenes, 1; cada 5.000 nuevos al año, 1
ACRL/ALA, Standards for University Libraries. Evaluation of Performance, 1989
Traducidas en ANABAD, Normas para bibliotecas universitarias. Evaluación de la
eficacia, 1994
En ellas, aparece la definición de biblioteca más estimada (“combinación
orgánica de personas, colecciones y edificios…), pero se renuncia a cuantificaciones,
centrándose en la evaluación de la eficacia. Tiene la inversión en biblioteca como la
principal de la Universidad, a la que orienta hacia el futuro. Con respecto al tema que
nos ocupa, estima que hay que considerar:
- si los edificios son suficientes para albergar la colección y el personal, y están
bien mantenidos y equipados
- si el acceso a las colecciones es adecuado
Centro de Coordinación Bibliotecaria, Bibliotecas Universitarias : recomendaciones
sobre su reglamentación, 1987
Hoy se tienen por envejecidas (cuantifica por usuarios en vez de en servicios y
programas académicos), pero fueron oportunas en su momento, pues vieron la luz en la
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Ignacio C. Soriano Jiménez, 2004
época en la que se estaban elaborando los Estatutos y en la que primaba la dispersión
bibliotecaria. En ellas se habla de:
- Presupuesto de la biblioteca debe representar, al menos, el 5% del general
- Fondos: 130 vol/estudiante (una barbaridad), con incremento anual de 0,5 vol.; 1
suscripción a revista/10 estudiantes
- Espacios: 1 m2 por usuario/a, así habría puestos de lectura para el 20%, a razón
de 4,5 m2 por puesto de lectura en locales de libre acceso. El local mínimo
debería ser de 1000 m2
- Personal: 1 bibliotecario cada 500 estudiantes; 1 facultativo/3 ayudantes
- Servicios: los básicos y horario sin interrupción de 12 horas
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