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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS


OCCIDENTALES
“EZEQUIEL ZAMORA”
VICERECTORADO DE PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
REGIONAL APURE
PROGRAMA CIENCIAS SOCIALES
SUB-PROGRAMA DE DERECHO
DITED-APURE

DERECHO PENAL II
"Delito de Suposición y Supresión de Estado”

FACILITADOR:
Dra. Isbelia Gómez.

 Miguel Alfonzo Correa Correa


C.I. V-16.672.797
III año Derecho

SAN FERNANDO DE APURE, JULIO 2021.


Supresión y suposición de estado civil
Las acciones típicas de este delito en su aspecto objetivo, consisten en
hacer incierto, alterar o suprimir, por un acto cualquiera, el
estado civil de una persona.

Hacer incierto el estado civil de una persona, es crear respecto de ella, una


situación que no permite establecer, con la exactitud indispensable, cuál es su
verdadero estado. Alterar el estado civil significa tanto como modificarlo; sustituir
uno por otro, de modo de dar a una persona un estado civil distinto del
verdadero. Pero lo que se modifica o sustituye es el estado civil en su totalidad,
para lo cual no es necesario que se reemplace un dato por otro, pues puede
bastar con la supresión de ese dato.

Suprimir el estado civil es privar al sujeto por completo de su estado, sin


atribuirle otro, lo que importa tanto como crear en el la ignorancia de ese estado y
la imposibilidad total de poderlo probar (Carrara).

Consideraciones Generales

Señala Grisanti (2007), que entre los derechos protegidos por la Ley
Sustantiva Penal está el derecho al estado civil. Acerca del contenido conceptual
de estas expresiones hay todavía notables divergencias entre los autores que han
estudiado las cuestiones relativas a ese estado.

En ese sentido, para Sancho Rebullida (citado en Grisanti, 2007), el estado


civil: “Es una cualidad personal dependiente de la realidad natural (manera de ser)
o social (manera de estar, con estabilidad, en los grupos sociales trascendentes) y
determinante de la capacidad de obrar general y del ámbito de poder y
responsabilidad de cada persona.”

Según Cuello Calón (citado en Grisanti, ob. cit.) “Es una relación de familia
originada por el nacimiento, que une a una persona con las demás”.
Por su parte, Sánchez Tejerina  (citado en Grisanti, ob. cit.) con mayor
amplitud, lo define como “la cualidad o condición dentro de la familia y de la
sociedad, con sus derechos y obligaciones”. El experto tratadista uruguayo Irureta
Goyena (citado en Grisanti, ob. cit.) enseña que “El estado civil es el lazo que une
al hombre en sociedad con las personas de quienes desciende, o que descienden
de él, o con el cónyuge”; y agrega:

“Esa relación determina muchas otras relaciones, pero el estado civil no


debe ser confundido con ellas, pues se identifica con la relación originaria. El
hombre es forzosamente hijo; algunas veces padre, y frecuentemente esposo.
Todos estos atributos y, por consiguiente, todos ellos reunidos, constituyen el
estado civil”.

Conforme con el criterio de imprecisión antes expuesto, el mismo expositor


estima que “este delito es, quizá, de todos los delitos, el más caótico o el
peor comprendido”. Recuerda que “la indefinición se remonta a los albores del
derecho y arranca desde muy atrás en la historia”, y que “los romanos, en general
tan penetrantes y precisos, sólo castigaban algunas modalidades, e incurrían
todavía en el error de confundirlas con la falsedad”.

Sobre todo lo anterior, Grisanti (2007), estima que seguramente a esa


imprecisión del concepto de estado civil se debió seguramente el que el legislador
venezolano de 1873 incluyera entre los delitos contra la propiedad, los de “ficción,
ocultación y cambio de partos”, que fue la designación que dio a los ahora
comprendidos en el último capítulo del Título en estudio. El de 1897 corrigió el
error, pues colocó los delitos de suposición y supresión de estado entre los
cometidos contra las buenas costumbres y el buen orden de las familias y dio al
artículo 368 de entonces la redacción que conserva en el vigente y que
permaneció sin mutación en los tres intermedios de 1904, 1912 y 1915.

Remontándose en la historia, Grisanti (2007), explica que en el Derecho


romano estos delitos estaban clasificados entre los de falsedad. Al parecer, fue el
Emperador Antonino quien impuso a los ciudadanos de Roma el deber de
notificar a la autoridad civil el nacimiento de cada uno de sus hijos, cuyo
cumplimiento era severamente controlado, pues las notificaciones servían de base
para la formación periódica del censo y para la recaudación de los impuestos.

Ahora bien, de todo lo anterior se desprende, que el artículo 403 del


Código Penal venezolano (CPV) establece: “El que ocultando o cambiando un
niño haya así suprimido o alterado el estado civil de éste, así como el que hubiere
hecho figurar en los registros del estado civil un niño que no existe, será castigado
con prisión de tres a cinco años”.

El que, fuera de los casos previstos en la primera parte de este artículo,


pone en alguna casa de expósitos o en otro lugar de beneficencia, un niño legítimo
o natural reconocido, o bien lo presenta en tales establecimientos, ocultando su
estado, será castigado con prisión de cuarenta y cinco días a tres años; y si el
culpable fuere un ascendiente, la pena de prisión podrá ser hasta de cuatro años.

Como puede apreciarse, del citado artículo, los verbos utilizados por el
legislador señalan tres acciones punibles, todas ellas comprendidas en este
artículo: supresión, suposición y alteración del estado civil.

La supresión consiste en “privar a una persona del estado civil que


conforme a la Ley le corresponde”; “la suposición ocurre cuando se atribuye a una
persona un estado civil que no tiene; la alteración presenta aspecto de las dos
acciones anteriores, puesto que es, al mismo tiempo, supresión y suposición”.

 Supresión

El caso contemplado en la primera hipótesis ocurre cuando por cualquier


medio se quita a un niño su estado civil, sin crearle o asignarle otro, de manera
que quede fuera del grupo familiar del que formaba parte sin integrarse a ningún
otro.

Se da el caso previsto en la segunda hipótesis cuando el culpable hace


figurar en los registros del estado civil un niño que no existe. Según Carrara:
“Los padres legítimos que ponen a sus hijos en el torno, se hacen
responsables de este delito, ya que no se les puede considerar como reos de
exposición de niños,… y también lo cometen los que entregan a extraños el hijo
con el objeto de que lo mantengan por siempre a oscuras de su verdadero origen
y de sus correspondientes derechos”.

El mismo ilustre tratadista expresa su opinión de que puede darse mediante


“una alteración parcial, como sería el caso de que se presentara un niño a la pila
bautismal y se falseara dolosamente su sexo sin alterar de ningún otro modo sus
condiciones de familia”, y agrega:

“Los requisitos indispensables de la supresión se cumplen también,


conforme a lo dicho antes, en el hecho de poner al niño en el torno por cuenta de
la madre ilegítimamente fecundada, ya que con esto se destruye cualquier estado
que le den al niño sus relaciones de filiación y se le impide ejercer los derechos
que las leyes le hubieran podido conceder. Sin embargo, serias consideraciones
de orden político se oponen a erigir un hecho de tal índole en delito punible, pues
así se evita el infanticidio y la exposición, delitos a los cuales llevaría el peligro de
una pena contra el acto de entregar el niño al torno. Además, debe agregarse que
a ello se opone un argumento jurídico, por cuanto no es posible hallar el dolo
especial, constitutivo del presente delito, en la muchacha que, ilegítimamente
fecundada, seducida por el deseo de ocultar su propia falta, no ve en su hijo un
estado jurídico que quiera destruir maliciosamente, y tiende las más de las veces,
a procurarle los oportunos y necesarios auxilios que la propia situación impediría
suministrarle”.

Suposición

La suposición se produce cuando se hace figurar en el Registro Civil de


Nacimientos un niño que no existe. Según Carrara:

…La suposición puede ser de niño o de parto: hay sustitución de parto


cuando una mujer simula, movida por fines exclusivamente suyos, la preñez y el
parto, para presentar luego como fruto de estos hecho que nunca han existido,
una criatura que no es suya; y hay suposición de niño si la gravidez y el parto han
existido realmente, pero por haber muerto el fruto de esa preñez, se ha colocado
en su lugar otro niño.

La suposición de estado es denominada también por algunos expositores


ficción o simulación de parto, porque es eso: se finge un parto, bien mediante la
representación del embarazo y el ulterior alumbramiento que no se han producido,
simulando el progresivo crecimiento del vientre de la mujer, primero; y luego el
parto mismo, con la intervención del partero, inclusive, o de la comadrona; o
simplemente haciendo inscribir en el Registro Civil a un niño imaginario o
supuesto, es decir, que no existe ni ha existido.

La primera de estas formas era la contemplada en el Derecho español


antiguo, pero en la legislación penal venezolana vigente sólo se admite la
segunda, como que apenas se considera en el artículo preinserto el haberse
hecho “figurar en los registros del estado civil un niño que no existe”.

Alteración del Estado Civil

La alteración del Estado civil consiste en el cambio del mismo. En su


primera acepción, «alterar», del latín aIterare -derivado de “alter”, otro - dice tanto
como cambiar la esencia o forma de una cosa.

Para Ramos (citado en Grisanti, 2007):

Ocultar a un recién nacido es un acto de alteración de estado que puede


producirse en cualquier circunstancia; sustituir a un niño por otro es convertir a
fulano en mengano o en perengano; darle un apellido que no le corresponde, es
una alteración de estado que, si en este momento no produce perjuicio, puede
causar perjuicio más tarde; declarar hijo natural al que es hijo adulterino. En estos
casos es evidente que hay una modificación de estado, lo que el código llama una
alteración del estado civil.
Por su parte Gómez,  enseña que “alterar el estado civil significa determinar
un cambio en el mismo”; y agrega: “Menciona Moreno, a título de ejemplo, el
hecho de anotar a un niño en el Registro Civil como nacido de otros padres que no
son los verdaderos”.

Para Soler, por la alteración “el sujeto es colocado en situación, o de ser


otro, como cuando se altera su filiación, o de encontrarse en una relación distinta
de la real, como si aparece soltero siendo casado, por haberse alterado la partida
de matrimonio, o aparece como nacido en el país, siendo extranjero”.

Atenuación Honoris Causa

El artículo 404 estatuye:

“El culpable de alguno de los delitos previstos en el artículo precedente, que


hubiere cometido el hecho por salvar su propio honor o la honra de su esposa, de
su madre, de su descendiente, de su hija adoptiva o de su hermana, o por prevenir
malos tratamientos inminentes, será castigado con prisión por tiempo de cuarenta
y cinco días a dieciocho meses”.

Esta circunstancia atenuante del Código actual la contemplaba como


eximente el de 1873, cuando se trataba de la ocultación de parto, pues establecía
que “… si el hecho de la ocultación ha tenido por móvil el sentimiento del honor de
una madre o de una familia, no se incurrirá en pena alguna”.

Pero el de 1897 la estableció como atenuante y así ha permanecido hasta


hoy. Los únicos posibles sujetos activos de los delitos en referencia a los que
puede amparar dicha atenuante, son la propia mujer, el esposo de ésta, el hijo o la
hija, el o la ascendiente, el padre o la madre adoptivos, el hermano o hermana.

La madre y el padre pueden ser los legítimos, los naturales o los adoptivos;
y el hermano y la hermana pueden ser también los legítimos o los ilegítimos, de
doble conjunción (hermanos germanos) o de conjunción simple (hermanos
consanguíneos o uterinos).
En cuanto al otro móvil que hace aplicable la atenuante -el de prevenir
malos tratamientos inminentes- indica Grisanti, que debe ser examinado cuida-
dosamente, pues se trata de una apreciación eminentemente subjetiva. Malos
tratamientos inminentes son los que amenazan en el momento o están para
producirse prontamente.

Demás está decir que para que pueda apreciarse el móvil de honor que
haya alegado el culpable, es indispensable comprobar ese honor, que en el caso
debe interpretarse como el honor externo, es decir, el buen concepto que de una
persona se hayan formado los integrantes del grupo social en el que aquélla
actúa, expresado por la común estimación; o bien la honra, que se refiere a la
honestidad de la mujer, a la corrección y limpieza de su vida sexual. Y en caso
contrario, si no se comprueba la preexistencia de ese honor o de esa honra, la
pena será aplicada sin reducción alguna.

Como puede observarse, el legislador patrio, sólo contempla como


circunstancia atenuante de estos delitos la que se refiere al móvil del honor. En
muchos casos, sin embargo, no hay en el agente intención de causar perjuicio
alguno, sino que, por el contrario, obra movido por “sentimientos nobilísimos”.

 Análisis de Tipos

El Sujeto activo de este delito puede ser cualquiera, integrante o no de la


familia en el seno de la cual ha ocurrido aquél. Con frecuencia lo son los más
próximos parientes.

Los extraños pueden estar, alguna vez, interesados en la supresión o


alteración del estado civil de una persona determinada; así como también en la
inscripción en el Registro Civil de un niño que no existe; lo que quiere decir que
también ellos pueden ser sujetos activos de tales delitos. Según Rodríguez
Devesa, “de la suposición de parto -stricto sensu- sólo puede serIo una mujer,
aunque no es preciso que lo sea aquella a quien el fruto ajeno se atribuye”.
Sujeto pasivo será el niño cuyo estado civil haya sido suprimido o alterado o
respecto del cual se haya efectuado la suposición, que bien puede ser hijo legítimo
o natural reconocido. Se requiere también que nazca vivo, pues si naciere muerto,
no alcanzaría a tener estado civil, y en tal circunstancia, mal podría serIe
suprimido o alterado. En ocasiones podrían derivarse de los delitos en estudio
perjuicios económicos para terceros; pero éstos no podrán ser considerados
sujetos pasivos de aquéllos.

Para Rodríguez Devesa en la suposición del parto stricto sensu, y en la


suposición de niño, el sujeto pasivo es un niño; en la sustitución de un niño por
otro, son los niños objeto del cambio. En todos estos casos -observa el citado
autor- “no es preciso que sean recién nacidos, basta con que no puedan tener, por
razón de su corta edad, conciencia de la familia de la que forman parte”. En el
delito de ocultación o exposición de un hijo legítimo, el sujeto pasivo es el hijo
legítimo ocultado o expuesto, y “no es necesario que sea un niño de corta edad,
puede ser un adulto, siempre y cuando no pueda afirmar por sí mismo su estado
civil, v. gr. a causa de una enfermedad mental”.

El mismo artículo 403, en su único aparte, prescribe: “El que, fuera de los
casos previstos en la primera parte de este artículo, pone en alguna casa de
expósitos o en otro lugar de beneficencia, un hijo legítimo o natural reconocido, o
bien lo presenta en tales establecimientos ocultando su estado, será castigado con
prisión de cuarenta y cinco días a tres años; y si el culpable fuere un ascendiente,
la pena de prisión podrá ser hasta de cuatro años”.

El legislador venezolano cambió el verbo exponer que usó el italiano por


poner que significa colocar. Pero la acción es la misma, y la ejecuta la persona
que deja o entrega en la casa de expósitos o en otro lugar de beneficencia a un
niño legítimo o natural reconocido con la finalidad de ocultar el estado del mismo.

Se trata de un delito material, porque para su consumación se requiere que


el agente alcance la supresión, la alteración, la suposición o imprecisión del
estado civil del niño; o lo coloque en alguno de los establecimientos indicados,
ocultando dicho estado. Y por ser· un delito material, admite tentativa y frustración.
Es instantáneo, además, porque, si bien es cierto que después de consumado
subsiste la supresión, la imprecisión o la alteración del estado civil, esta
subsistencia no es requerida para la estructuración del delito.

El momento consumativo es aquél en que el agente ha logrado que se


produzca alguna de las situaciones de hecho previstas en el artículo preindicado.
Sujeto activo del delito tipificado en el aparte del artículo en estudio, o sea, el de
exposición, puede ser cualquiera: el padre, la madre o cualquier otro pariente del
mismo. También un extraño. Si es un ascendiente, la pena se agrava.

El sujeto pasivo ha de ser un hijo legítimo o uno natural reconocido. La


exposición de un hijo ilegítimo que no haya sido reconocido como tal, no puede
alterar el estado del mismo, pues no es posible alterar lo que no existe. El medio
de comisión no es otro que la colocación del niño en la casa de expósitos o en
cualquier otro establecimiento de beneficencia. Y el agente ha de ocultar el estado
de aquél, lo que quiere decir que ya habrá sido inscrito en el Registro Civil, como
que sólo después de esa inscripción el niño tendrá estado civil. Debe observarse
también que, en el aparte dicho, se ha establecido una referencia espacial, pues
menciona los lugares en los que ha de exponerse al niño.

Se requiere dolo: la voluntad de exponer o colocar al niño en uno de


aquellos lugares, y la de ocultar el estado civil del mismo.

La pena será prisión de cuarenta y cinco días a tres años. Cuando el culpable sea
un ascendiente, esa pena podrá ser hasta de cuatro años.
Bibliografía

 Código Penal de Venezuela. (2005). Gaceta Oficial de la República


Bolivariana de Venezuela Nº 5.768 Extraordinario. Fecha: Abril 13 de
2005.
 Grisanti, H. (2007). Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Caracas,
Venezuela: Vadell Hermanos Editores.
 Página de Temas de Derecho:

https://temasdederecho.wordpress.com/2012/05/27/suposicion-y-supresion-
de-estado/#:~:text=La%20supresi%C3%B3n%20consiste%20en
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