Cercania A La Muerte
Cercania A La Muerte
Cercania A La Muerte
estamos sanos
para evitar futuros remordimientos. ¿De qué no deberías arrepentirte nunca?
La Claridad al Atardecer
La cercanía con la muerte da una claridad que muchas veces no tenemos en el resto de la vida y que sirve a los que estamos sanos
para evitar futuros remordimientos.
Este es el mensaje principal del trabajo de Bronnie Ware tras asistir a enfermos desahuciados, que ha plasmado en el libro “Los
cinco mandamientos para tener una vida plena: ¿De qué no deberías arrepentirte nunca?”.
Con los enfermos Bronnie compartía sus últimas semanas de vida, esperando la llegada de la “gran desconocida”, y era
precisamente en esa cruda e íntima espera donde se daban momentos increíblemente especiales, momentos de sinceridad absoluta
y, en muchos casos, procesos de cambio inesperados que llevaban al moribundo desde el miedo, la ira, o el remordimiento, a la
paz y la claridad antes de morir.
Para Bronnie todo empezó tras preguntar a algunos de ellos si tenían algún remordimiento; si pudiesen volver al pasado para
actuar de forma diferente, ¿qué cambiarían? Tras ver las respuestas más comunes surgió un artículo que más tarde Bronnie
convirtió en un libro ahora traducido a más de 25 idiomas. Este es un extracto de los cinco principales respuesta recibidas:
1.- Tener el coraje de vivir una vida verdadera conmigo mismo, no la vida que otros esperaban
Crecer implica eso, desprenderse de lo que no es de uno, sino de otros (familia, sociedad, pareja) y que impide la expresión de
nuestra naturalidad, sueños, e impulsos interiores que son los que nos hacen ser verdaderos y coherentes con nosotros mismos.
Este era el remordimiento más común; un fuerte generador de tristeza al ver que la vida se está yendo y que la oportunidad de
vivir acorde a uno, se nos ha escapado de las manos.
Perderse los años de plenitud y de buena salud, la juventud de los hijos, la compañía de las personas queridas, y el placer de
sentirse libre (entre otras muchas cosas) por estar obsesionados con el trabajo, es un remordimiento vinculado a la facilidad con la
que nos complicamos la vida por sobrevalorar la seguridad del dinero.
Reprimir los sentimientos ya sea para evitar el conflicto o para no dar una impresión que fantaseamos que es “peligrosa”, genera
amargura, neurosis, insatisfacción y, sobre todo, la incómoda sensación de dejar fuera una parte fundamental de uno mismo: las
emociones. Las oportunidades se van, las heridas se mantienen abiertas y se complica la propia existencia cuando no logramos
hablar honestamente de los sentimientos que vivimos.
El valor de la amistad y las relaciones profundas se percibe inestimable cuando se comprende verdaderamente todo lo que nos
permiten vivir y sentir. Hay remordimientos profundos por no haber dado a las relaciones el tiempo y esfuerzo que se merecen.
Bronnie afirma que cuando estaban muriendo, todos extrañaban a sus seres queridos ya que al final, en las últimas semanas, una
de las pocas cosas que importan es el amor experimentado en la vida, y mucho de él se experimenta por medio de las relaciones.
Actitudes internas de preocupaciones, exigencias, rigidez, miedo y un largo etc., etc., nos restan felicidad en momentos que no
vuelven y que al final, casi sin darnos cuenta, suman una vida. Pocas personas comprenden en vida y en salud que la felicidad es
una elección y una actitud; en cambio casi todos lo comprenden en los momentos finales cuando los motivos superficiales para
no ser felices se muestran como lo que son: una engañosa cortina de humo que nos impide sacar la alegría que hay en nuestro
interior.
Si la otra cara de la vida es la muerte, a pesar de que no nos guste su presencia, podremos llegar a aceptarla con más facilidad
cuando ésta se acerque si hemos hecho todo lo que está en nuestra conciencia y manos para vivir felices, con discernimiento, con
valentía para seguir nuestro corazón y elegir felicidad y crecimiento.
FIN.