Un Llamado A Las Armas - Robert Jay Mathews

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UN LLAMADO

A LAS
ARMAS

DISCURSO PRONUNCIADO ANTE LA


NATIONAL ALLIANCE Y ÚLTIMA
CARTA DE ROBERT JAY MATHEWS

TRADUCCIÓN POR JESÚS BELTRÁN


Robert Jay Mathews.
Robert Jay Mathews (1953-1984), hijo de un oficial retirado de la Fuerza
Aérea de los Estados Unidos, nació en Marfa, Texas, y creció en Phoenix,
Arizona. Desarrolló un interés por políticas de corte conservador desde
temprana edad, ingresando a la John Birch Society a la edad de 11 años, a
la iglesia mormona y posteriormente a Young Republicans. Después de
desertar de la preparatoria durante su último año, Mathews formó Sons of
Liberty, una milicia anticomunista compuesta por survivalistas y mormones.
Mathews también ingresó a un movimiento de resistencia al impuesto
sobre la renta. En 1973, fue arrestado por agentes del IRS por otorgar
información falsa en el formulario W-4 (retención de impuestos) de su patrón.
Cuando la libertad condicional de Mathews terminó en Julio de 1974,
se mudó a Metaline Falls, Washington. Durante este periodo, se interesó
mayormente en políticas de tercera posición y extrema derecha.
En 1980, Mathews ingresó a la National Alliance, un grupo fundado por
William Luther Pierce (1933-2002), un profesor de física retirado de la
Universidad Estatal de Oregon y oficial en el American Nazi Pary liderado por
George Lincoln Rockwell (1918-1967). Mathews fue influenciado
principalmente por dos libros publicados por la National Alliance: Which
Way Western Man? escrito por William Gayley Simpson (1892-1991) y The
Turner Diaries escrito por el Dr. William Luther Pierce.
En febrero de 1982, Mathews comenzó a concurrir a los servicios en la
Iglesia Cristiana de Jesucristo dentro del establecimiento de Aryan Nations
con sede en Hayden Lake, Idaho. El fundador de la iglesia y lider de Aryan
Nations era Richard Girnt Butler (1918-2001), cuyo mensaje combinaba una
interpretación del cristianismo con nacionalsocialismo y aspiraba a
establecer una comuna exclusivamente blanca con sede en las prístinas
colinas del Norte de Idaho.
Poco después, Mathews fundó White American Bastion, un grupo
disidente organizado para atraer familias cristianas blancas al Noreste. En
septiembre de 1983, pronunció un breve discurso en una convención de la
National Alliance en Arlington, Virginia, informando sobre sus esfuerzos para
reclutar agricultores y ganaderos al movimiento racial blanco. Terminando
con un llamado a las armas, el discurso de Mathews fue el único en la
convención el cual fue recibido con una ovación de pie.
Mientras estaba en la convención, Mathews renovó su amistad con
Robert Allan Martinez, un ex miembro del Ku Klux Klan de Filadelfia, a quien
intentó sin éxito reclutar al White American Bastion. Su estrecha amistad
eventualmente resultaría ser la ruina de Mathews y de The Order.
A finales de septiembre de 1983, Mathews invitó a un grupo de 8
hombres, de los cuales sentía que tenían creencias similares a las suyas, a su
propiedad en Metaline Falls. El grupo de Mathews fundado aquella noche
se convertiría en The Order. The Turner Diaries se convertiría en su biblia. Su
proclama fundamental sería expulsar a la ocupación zionista
gubernamental (ZOG, por sus siglas en inglés), en referencia al gobierno de
los Estados Unidos. En la novela The Turner Diaries, The Order es financiada
por robos a mano armada, falsificación y demás crímenes que buscarían
trastornar la economía estadounidense, y esto sería exactamente lo que
Mathews y su hermandad decidirían hacer.
The Order, también conocida como Brüder Schweigen o The Silent
Brotherhood, fue un grupo que operó en el Noreste Pacífico de los Estados
Unidos a mediados de 1980, específicamente entre 1983 y 1984. Liderado
por Robert Jay Mathews, y contando con un par de docenas de miembros,
se encargaban de cometer asesinatos, robos a mano armada y atentados
de bomba en aras de lograr una revolución blanca. Las operaciones sobre
terreno legal de la Brüder Schweigen incluyeron conferencias, distribución
de literatura, reclutamiento, reuniones y la creación de una estructura
logística para apoyar los aspectos más militantes de la organización. Eran
hombres y mujeres de diferentes orígenes socioeconómicos unidos por los
ideales de solidaridad racial y la creación de una patria blanca autónoma.
En su apogeo, The Order llegó a contar con más de 50 activistas
revolucionarios tanto legales como encubiertos. La frase alrededor de su
escudo dice: "Tú eres mi hacha de batalla y mis armas de guerra". Esta es
una referencia bíblica; el siguiente pasaje es "porque contigo destrozaré
naciones, y contigo destruiré muchos reinos".
El gobierno estadounidense inició una campaña nacional contra The
Order en los años 80, que dio como resultado el encarcelamiento y la
muerte de la mayoría de los activistas de The Order. Los agentes federales
quemaron vivo a su líder Robert Mathews en su casa cuando se negó a
rendirse. Hoy, los miembros restantes de The Order han cumplido más de 25
años en la cárcel. Muchos de ellos han superado sus fechas de liberación
de acuerdo con las Pautas Federales de Sentencia (Federal Sentencing
Guidelines) pero permanecen encarcelados en las peores prisiones de los
Estados Unidos por un gobierno que continúa oprimiendo y destruyendo a
su población blanca.
Mathews murió a causa de una operación ejecutada por el FBI entre
el 7 y el 8 de diciembre en Whidbey Island. Su negativa a rendirse provocó
que el FBI disparara desde un helicoptero con un lanzagranadas contra su
casa, provocando un incendio el cual terminaría consumiendo el complejo
con Mathews dentro, quien se negaría a rendirse hasta los últimos momentos
de su vida frente a una muerte inminente. La identidad de su cuerpo sería
confirmada posteriormente a través de registros dentales.
La muerte de Mathews significó el fin de The Order como organización.
Las autoridades comenzaron una caza sobre los miembros restantes quienes
se habían desplegado alrededor de todo el país, calificando a la
organización como grupo terrorista y decidiendo usar la Ley Rico (Racketeer
Influenced and Corrupt Organizations Act) creada en 1970 parar combatirla
bajo el esquema de crimen organizado.
Richard Scutari, miembro de The Order, refiere a Bob Mathews como
un individuo excepcional, quien había dedicado su vida a la búsqueda para
crear una comunidad blanca en el Noreste del Pacífico. Bob era el tipo de
persona cuyo impulso atraía a otros hacia él. Fue el único en el movimiento
racial que pudo lograr que tantas personalidades (y egos) diferentes
trabajaran juntos. Era alguien que realmente se preocupaba por quienes lo
seguían y refiere asimismo que su único error fue poner demasiada
confianza en aquellos en quienes confiaba por tener sus mismos ideales
(Tom Martínez es un ejemplo de ello).
Robert Jay Mathews murió en acción luchando durante más de 24
horas en medio de una lluvia de balas y rodeado por más de 75 agentes
federales en Whidbey Island en diciembre de 1984. Los federales finalmente
prendieron fuego a su hogar con la ayuda de un helicóptero artillado,
quemando vivo a Robert Mathews con su arma en la mano. Se mantuvo fiel
a su causa hasta el final.
"No me arrepiento ni me disculpo ni por Gary ni por mí. De hecho, me
enorgullece que tuviéramos el coraje y la determinación de defendernos y
luchar por nuestra raza y nuestra herencia en un momento de la historia en
el que tal hecho se considera un crimen y no un acto de valor.
Aproximadamente hace nueve meses, el FBI fue a mi casa mientras yo
estaba fuera y amenazó a mi hijo de dos años. Ese fue un gran error de su
parte. Después del tiroteo de Portland, fueron a mi casa y amenazaron a mi
madre de sesenta y tres años. ¡Qué valientes son! No me voy a esconder,
más bien presionaré al FBI y les haré saber lo que es convertirse en cazado.
Al hacerlo, es lógico suponer que mis días en este planeta están llegando a
su fin rápidamente. Aun así, no tengo miedo. Porque la realidad de mi vida
es la muerte, y lo peor que puede hacerme el enemigo es acortar mi período
de servicio en este mundo.
Me iré sabiendo que he hecho el máximo sacrificio para asegurar el
futuro de mis hijos.
Como siempre, por sangre, suelo, honor, por fe y por raza."
-Robert Jay Mathews, última carta.
Un Llamado a las Armas.
Este discurso fue pronunciado ante la Conferencia General de la
Alianza Nacional en Arlington, Virginia, en un día domingo, 4 de septiembre
de 1983. Poco más de un año después, el 8 de diciembre de 1984, Robert
Jay Mathews fue quemado vivo por una unidad secreta de fuerzas policiales
en la Isla de Whidney, Washington.

Mis hermanos, mis hermanas. Desde los valles boscosos y las montañas
envueltas en niebla del Noreste del Pacífico, les traigo un mensaje de
solidaridad, un llamado a la acción y una demanda para adherirse al deber
como miembros de la vanguardia para un resurgimiento ario, y en última
instancia, una victoria aria total.
Los signos de un despertar están brotando a través de todo el Noreste
y no más que en granjeros y fuertes labradores, una clase de nuestro pueblo
que ha sido golpeada especialmente por los asquerosos judíos mentirosos y
su parasitario sistema de usura. Desde el inicio de esta nación hasta el
presente, el granjero como pequeño propietario ha sido un símbolo de la
ética del trabajo ario y un monumento vivo de la masculinidad.
Cada vez que pienso en la Primera Revolución Estadounidense, a
menudo recuerdo ese conmovedor poema sobre Concord y Lexington:
“Por el rudimentario puente que arqueó la riada,
Su bandera a la brisa de abril desplegaron,
Aquí una vez se plantaron los granjeros asediados,
Y dispararon el tiro que se oyó en todo el mundo.”
Desafortunadamente, camaradas, aquel poema glorifica un conflicto
fratricida. Cuanto anhelo por un nuevo poema, un poema para la
actualidad:
“De los valles, de los campos, se derramó el tesoro de los labradores
arios,
Su bandera desplegada a la brisa de abril,
De allí proviene el granjero ario,
Y sacó al judío para siempre, para siempre de este mundo.”
No olvidemos, sin embargo, que las alimañas levantinas son
conscientes de los peligros que presenta para ellos un campesino fuerte y
que ha despertado. Los labradores de la tierra siempre han sido un misterio
para los judíos. Las ciudades corrompen. Las ciudades corrompen mientras
que el suelo, el valle, el campo, la granja, ellos revitalizan y reponen una
mente y cuerpo debilitados y agotados. Como teme y sospecha el judío que
habita una pequeña ciudad del granjero ario. ¡Que contraste! ¡Que
contraste de mente y cuerpo entre ellos dos!
Creo que desde lo más profundo del pecho que en nuestra clase aria
de pequeños labradores se encuentra una semilla que ha estado latente
durante mucho tiempo. La semilla de un despertar racial. La semilla del
resurgimiento, la semilla de la ira y la semilla de la voluntad del actuar.
Debemos radicalizar al labrador estadounidense. Debemos traer a tantos de
ellos como nos sea posible a nuestra vanguardia para la victoria.
La tarea no será fácil. Las antenas parabólicas de televisión brotan
como hongos venenosos a través de la tierra bajo el dominio de los
labradores. El judío electrónico se desliza a las salas de los hogares incluso
en las granjas y ranchos más remotos. Las cúpulas destructoras de razas
están por todas partes. Aliado con los judíos en su intento de neutralizar al
granjero ario se encuentra el pastor o ministro rural local siempre presente.
Mi experiencia personal ha demostrado que, por lo general, la única
oposición organizada que encontraremos al organizar una comunidad
agrícola o ganadera es la de algún pastor local.
Sin embargo, el dominio que las iglesias tienen sobre las zonas rurales
de Estados Unidos se está erosionando rápidamente. Ese dominio se
destruye rápidamente porque el agricultor y el ganadero estadounidense se
encuentran en una dificultad financiera extrema. Cuando un hombre está
a punto de perder su segunda generación de cultivo, su sustento, en
esencia, su vida entera, debido principalmente al sistema de usura judío,
encuentra poco consuelo en el bagaje teológico de los Levin.
Particularmente me alienta el éxito que ha tenido el líder del Klan de
Texas, Louis Beam, al organizarse entre los agricultores y los camioneros
independientes. Él nos ha mostrado el camino, ahora nosotros debemos
hacerlo por la Alianza. El potencial está ahí.
Trabajando en una base desde el Norte de Idaho, él creó una
organización llamada Organización Nacional de Agricultores y Camioneros
Independientes 1. Su lema es: "No lances una ofensiva, lanza un burócrata".
Beam, trabando con agricultores y camioneros del noreste, han logrado en
pocos meses llegar y radicalizar a miles de estos parientes.
Hace poco estuve hablando con una joven que trabaja como
mesera en una gran parada de camiones en Rock Springs, Wyoming. Cada
vez que la NOFIT publica un nuevo boletín, le envían 500 copias. Ella dijo que
todos se fueron a los pocos días y que muchos de los camioneros se unieron
al instante o se suscribieron al boletín.
El régimen de Washington, D.C. está extremadamente preocupado
por la mayor radicalización del agricultor estadounidense. Por fortuna, en
lugar de implementar un programa que realmente ayudase al agricultor,
ellos han respondido con demostraciones masivas de fuerza y represión.
Mucho mejor.
Sesenta millas al sur de Spokane, Washington, a lo largo de la frontera
de Idaho, hay un área agrícola a la que nos referimos como Palouse. Es una
de las zonas agrícolas más ricas del mundo. En muchos lugares, Palouse tiene
una capa de tierra que tiene una profundidad increíble de 18 pies. Junto
con un suelo maravilloso, Palouse tiene un clima muy favorable para el
crecimiento. Aun así, camaradas, se está ejecutando la hipoteca de
muchos agricultores de Palouse. Conocí y hablé con uno de estos
desafortunados granjeros, un pariente llamado Ray Smith. El Sr. Smith es un
hombre de complexión robusta y rostro rubicundo al que le gusta referirse a
sí mismo como "un vaquero de Snake River y muy orgulloso de ello".
Su padre cultivaba la tierra en la que vive y recientemente el Sr. Smith
planeaba jubilarse y dejar que su hijo se hiciera cargo de la granja. Los
sueños del Sr. Smith se han hecho añicos y está a punto de perder sus más
de dos mil acres, su hogar y el futuro sustento de su hijo.
El Sr. Smith, para su crédito, examinó detenidamente su problema y
cómo es que llegó a un estado tan lamentable. Ahora, hermanos, anímense,
¿qué dijo el Sr. Smith cuando llegó a la raíz de su problema? El Sr. Smith dijo:
“¡JUDÍO! ¡JUDÍO! ¡JUDÍO!" El Sr. Smith no solo dijo "¡JUDÍO!" gritó "¡JUDÍO!" Sus
vecinos comenzaron a gritar "¡JUDÍO!"
¿Y cómo reaccionó el sistema? Enviando un avión, un helicóptero, un
bulldozer, equipos SWAT de todo el Estado de Washington y sesenta agentes

1
National Organization of Farmers and Independent Truckers, NOFIT, por sus siglas en Inglés
fuertemente armados para la ejecución hipotecaria de la granja del Sr.
Smith.
No hace falta decir que el Sr. Smith ahora es miembro de NOFIT y
también lo son sus vecinos. El Sr. Smith también viaja por los Estados de
Washington, Oregon y Idaho hablando sobre los judíos y entregando copias
de los Protocolos de Sión. Necesitamos a este hombre en la Alianza.
La radicalización del movimiento agrícola estadounidense también se
está produciendo en las Dakotas y Colorado. La semana pasada hablé
extensamente con un racialista/activista de Colorado que tenía una amplia
experiencia personal en el trato con los agricultores de Colorado. Hace
varios años, este señor distribuyó grandes cantidades de WRA y otro tipo de
literatura a los agricultores y ganaderos de Fort Collins, Colorado. Sus
esfuerzos dieron sus frutos, porque poco después de la distribución inicial de
su literatura, presenció el nacimiento del Ejército Antijudío de Liberación de
los Granjeros Blancos. Los federales están muy asustados por esta
organización. El mismo caballero también me dio copias de la gaceta de
Primrose y Cattlemen, publicado en Fort Lupton, Colorado. Este es un
excelente pequeño periódico rural con una considerable circulación que
están orientadas a las necesidades e intereses del agricultor y ganadero.
Lo interesante de este periódico, en este número, es un excelente
artículo sobre los Protocolos de Sión. En este número, hay un anuncio de
página completa de una organización racialista muy antijudía y pro-blanca.
Los judíos están criticando duramente este pequeño y valiente periódico
como gallinas sobre un escarabajo de junio 2 y parece que eventualmente
podría dar media vuelta, pero las semillas han sido sembradas.
Así que, camaradas, les he informado brevemente sobre el potencial
de nuestro movimiento el cual se encuentra dentro de las comunidades
agrícolas de esta nación. Debemos, es nuestro deber, aprovechar la
creciente radicalización del agricultor estadounidense. El destino de todos
los hombres, mujeres y niños blancos de este planeta recae directamente
sobre los hombros de nosotros aquí en esta sala hoy.
De todas las organizaciones racialistas blancas en esta nación, la
Alianza y solo la Alianza tiene el potencial de llevarnos a la victoria. A través
de la Alianza se encuentra la salvación para toda nuestra raza: no podemos
fallar. Por tanto, no solo prediquemos, vivamos la economía racial. En

2
"Like a chicken on a june bug" es un viejo dicho popular en los Estados Unidos utilizado para
describir una situación rápida o apresurada.
Metaline Falls no solo comemos, respiramos y dormimos; estamos creciendo
juntos como una sola mente y un solo cuerpo.
Hemos roto las cadenas del pensamiento judío. En Metaline Falls no
conocemos el significado de la palabra "mío", es "nuestro", nuestra raza, la
totalidad de nuestra gente. Diez corazones, un latido. Cien corazones, un
latido. Diez mil corazones, un latido. Nacimos para luchar y para morir y para
continuar la corriente, la corriente de nuestra gente. Continuaremos hacia
adelante, hacia las estrellas por encima del barro, el barro amarillo, negro y
marrón.
Entonces, familia, el deber llama. El futuro es ahora. Si dentro de un
mes, aún no se han comprometido completamente con la Alianza y las
responsabilidades de la misma, entonces, en efecto, no solo han traicionado
a su raza, se han traicionado a sí mismos. ¡Así que levántense como hombres!
y arrojen al enemigo al mar. ¡Levántense como hombres! y juren un pacto
sagrado sobre el pasto verde de nuestros padres de que recuperarán lo que
nuestros antepasados descubrieron, exploraron, conquistaron, asentaron,
construyeron y por lo que murieron. ¡Levántense como hombres! y reclamen
nuestro suelo.
¡Levántense, familia! Miren hacia las estrellas y proclamen nuestro
destino.
En Metaline Falls tenemos un dicho: "¡La derrota nunca, la victoria por
siempre!"
Gracias.
Última Carta de Robert Jay Mathews.
Durante la última década he sido residente del condado de Northern
Pend Oreille. Cuando llegué por primera vez a Metaline Falls, solo tenía
veinticinco dólares, el deseo de trabajar duro y quedarme solo, y el sueño
de algún día adquirir mi propia pequeña granja.
Durante mis tres años en la mina y siete años en la planta de cemento,
puedo decir con seguridad que me conocían como un gran trabajador. Me
mantuve alejado de los bares y me mantuve con un perfil discreto.
Cualquiera que esté familiarizado con Boundary Dam Road sabe cómo mi
difunto padre y yo labramos un hermoso lugar fuera del bosque.
Todos los objetivos que tenía cuando llegué se cumplieron, a
excepción de uno... no me quedé solo.
A los pocos meses de mi llegada, el FBI fue a la oficina de la mina y
trató de que me despidieran de mi trabajo. En ese momento trabajaba en
el departamento de electricidad y mi capataz, afortunadamente, sentía
una profunda y duradera aversión por los federales. El secretario de minas le
informó de la situación. Si hubiera sido el gerente de la mina en lugar del
secretario con el que hablaron los matones del gobierno, habría perdido mi
trabajo.
Esta campaña de acoso e intimidación comenzó debido a mi
participación en el Movimiento de Rebelión Fiscal desde mis quince a mis
veinte años. El Gobierno me atacó tanto en Arizona al punto de que durante
un incidente cuando tenía dieciocho años, los agentes del IRS me
dispararon por nada más que una infracción fiscal menor.
Dejé Arizona y la Rebelión Fiscal cuando tenía veinte años. No me fui
por miedo al IRS o por sumisión a su tiranía, sino porque estaba
completamente disgustado con el pueblo estadounidense. Mantuve
entonces, como lo hago ahora, que nuestra gente se ha convertido en
algunos de los más cobardes, tímidos y degenerados que jamás hayan
plagado la faz de este planeta.
Tenía la esperanza de comenzar una nueva vida en el estado de
Washington, pero los poderes gobernantes tenían otros planes para mí.
Cuando me enteré de su intento sumamente ilegal de que me despidieran,
escribí una carta a su oficina de Seattle y les dije: "No tomaría otra cosa más
que me dejen en paz, o respondería de una manera que podría ser muy
dolorosa para ciertos agentes” (después de la carta, gradualmente
comenzaron a dejarme en paz).
Pronto me dispuse a casarme, limpiar mi tierra y leer. La lectura se
convirtió en una obsesión para mí. Consumía volumen tras volumen sobre
temas relacionados con la historia, la política y la economía. Me cautivaron
especialmente las obras de Spengler "La Decadencia de Occidente" y
"Which Way Western Man?". También me suscribí a numerosas publicaciones
periódicas sobre los problemas estadounidenses actuales, especialmente
aquellos relacionados con la decadencia cada vez mayor de la nación
estadounidense blanca. Mi conocimiento de la historia europea antigua
comenzó a despertar una emoción reprimida e injustamente enterrada en
lo más profundo de mi alma, la del orgullo y la conciencia racial.
Cuanto más fuerte crecía mi amor por mi pueblo, más profundo se
hacía mi odio por aquellos que destruirían mi raza, mi herencia y
oscurecerían el futuro de mis hijos. Cuando nació mi hijo, me di cuenta de
que la nación estadounidense blanca, de hecho, toda mi raza, se dirigía al
olvido a menos que los hombres blancos se levantaran y cambiaran el
rumbo. Cuanto más llegué a amar a mi hijo, más me di cuenta de que a
menos que las cosas cambiaran radicalmente, cuando él tuviera mi edad,
sería un extraño en su propia tierra, un ario de cabello rubio y ojos azules en
un país poblado principalmente por mexicanos, mulatos, negros y asiáticos.
Su futuro se oscurecía día a día.
Me enteré de que esto no fue por accidente, que hay un grupo
extraterrestre pequeño y cohesionado dentro de esta nación que trabaja
día y noche para que esto suceda. Aprendí que estos distorsionadores de la
cultura tienen un férreo control sobre los dos principales partidos políticos, el
Congreso, los medios de comunicación, las editoriales y la mayoría de las
principales denominaciones cristianas de esta nación, a pesar de que estos
extraterrestres están adscritos a una religión que es diametralmente opuesto
al cristianismo.
Estas son las mismas personas sobre las que el exsenador William J.
Fulbright y el difunto general Brown intentaron advertirnos. Henry Ford y
Charles Lindberg intentaron en vano advertirnos también. Si hubiéramos
estado más atentos, el futuro de mi hijo no sería tan oscuro y sombrío.
Por lo tanto, no tengo elección. Debo levantarme como un hombre
blanco y luchar. Durante el último año se ha estado desarrollando una
guerra secreta entre el régimen de Washington y un número cada vez mayor
de blancos que están decididos a recuperar lo que nuestros antepasados
descubrieron, exploraron, conquistaron, asentaron, construyeron y por lo
que murieron.
El FBI ha podido mantener esta guerra en secreto solo porque hasta
ahora no hemos hecho más que crecer y prepararnos. Sin embargo, el
gobierno parece decidido a forzar el asunto, por lo que no nos queda más
remedio que levantarnos y luchar. ¡Salve victoria!
Es en este punto que deseo abordar la multitud de mentiras que los
federales han estado diciendo sobre Gary Lee Yarbrough y sobre mí. Gary
no "emboscó" a ningún agente. Durante semanas antes de este incidente,
habían estado acosando a Gary, siguiéndolo a todas partes, incluso al
hospital donde visitaba a su hija gravemente enferma. El día de la mítica
emboscada, Gary estaba en su patio cuando vio un camión de servicio
forestal que cruzaba su propiedad en evidente indiferencia a los numerosos
carteles de prohibición de traspaso esparcidos por su tierra. Le gritó al
camión que se detuviera, pero siguió avanzando hacia su casa hasta que
se estrelló y destruyó una puerta. En este punto, Gary hizo disparos de
advertencia al aire y el camión se alejó. Esa... fue la gran emboscada.
Los periódicos dicen ahora que Gary no solo emboscó a tres agentes,
sino que también golpeó a tres de ellos. Gary ni siquiera se dio cuenta de
que eran del FBI en ese momento, lo cual es una suerte para ellos porque
Gary es un tirador experto y si hubiera decidido tender una emboscada al
FBI, fácilmente podría haber matado a todos los federales dentro del rango
de su arma.
Fue hasta las 8:00 p.m. de esa noche que Gary se dio cuenta de lo
que estaba sucediendo en realidad. Fue entonces cuando
aproximadamente treinta agentes llegaron a la casa de Gary. Gary y un
joven huésped de la casa salieron a investigar la conmoción. Cuando los
federales empezaron a gritarle a Gary, se tiró al suelo y se metió en una zanja
detrás de la línea de vehículos del gobierno. El joven huésped de la casa
regresó corriendo a la residencia de Gary. Después de esperar tres horas, el
FBI usó a la esposa de Gary como escudo y rehén y entró en la casa. ¡Qué
valientes son!
Por más incrédulo que parezca, Gary permaneció en la zanja detrás
de los agentes durante cinco horas con su arma apuntando a sus espaldas.
Si Gary hubiera querido realmente tenderles una emboscada a estos
invasores, entonces sería una oportunidad maravillosa para hacerlo. Gary,
en lugar de no tomar prisioneros y asesinar a todos, optó por algo de lo que
luego se arrepentiría. Gary finalmente se escabulló fuera de la zanja y se
internó en el bosque. La incompetencia de estos burócratas armados nunca
deja de sorprenderme. Especialmente después de su intento de
emboscarme y asesinarme en un motel de Portland. Primero, déjeme decirle
que el FBI no estaba allí para arrestar a Gary sino para tenderme una
emboscada. Ni siquiera sabían que Gary estaba en la habitación. La única
razón por la que pudieron encontrarme fue porque un amigo de confianza
en la habitación 14 era en realidad un traidor e informante. El FBI tiene vastos
recursos y la última tecnología, pero la calidad de sus agentes va cuesta
abajo con cada nuevo recluta. Eso es porque la mayoría de los mejores
hombres blancos de este país están comenzando a darse cuenta de que
ser un agente del FBI no es más que ser un mercenario para la ADL y Tel Aviv.
Cuando salí de mi habitación del motel esa mañana, un grupo de
hombres armados vino corriendo hacia mí. Ninguno de los hombres vestía
uniforme y lo único que dijeron fue "detente, bastardo". Ante esto, le grité a
Gary que todavía estaba dentro y salté por las escaleras y salí corriendo
hacia el estacionamiento. Una agente disparó a mis espaldas, la bala falló
y alcanzó al gerente del motel.
Doblé la esquina del motel y bajé la colina hacia una zona residencial.
Después de correr dos cuadras decidí dejar de ser cazado y convertirme en
cazador. Saqué mi arma y esperé detrás de un muro de cemento a que los
agentes se acercaran. Cuando apunté con mi arma al agente más
cercano, vi el rostro de un hermoso joven blanco y bajé la mira hacia su
rodilla y su pie. Si no lo hubiera hecho, podría haber matado a ambos
agentes y todavía tener el uso de mi mano que ahora está destrozada sin
remedio y que muy bien podría perder por completo. Ésa es la última vez
que les daré tregua.
En cuanto al traidor en la habitación 14, eventualmente lo
encontraremos. Si nos lleva diez años y tenemos que viajar a los confines de
la tierra, lo encontraremos. Y fiel a nuestro juramento cuando lo
encontremos, le arrancaremos la cabeza de su cuerpo.
No me arrepiento ni me disculpo ni por Gary ni por mí. De hecho, me
enorgullece que tuviéramos el coraje y la determinación de defendernos y
luchar por nuestra raza y nuestra herencia en un momento de la historia en
el que tal hecho se considera un crimen y no un acto de valor.
Aproximadamente hace nueve meses, el FBI fue a mi casa mientras yo
estaba fuera y amenazó a mi hijo de dos años. Ese fue un gran error de su
parte. Después del tiroteo de Portland, fueron a mi casa y amenazaron a mi
madre de sesenta y tres años. ¡Qué valientes son! No me voy a esconder,
más bien presionaré al FBI y les haré saber lo que es convertirse en cazado.
Al hacerlo, es lógico suponer que mis días en este planeta están llegando a
su fin rápidamente. Aun así, no tengo miedo. Porque la realidad de mi vida
es la muerte, y lo peor que puede hacerme el enemigo es acortar mi período
de servicio en este mundo.
Me iré sabiendo que he hecho el máximo sacrificio para asegurar el
futuro de mis hijos.
Como siempre, por sangre, suelo, honor, por fe y por raza.

-Robert Jay Mathews.

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