Bloque 7 Resumen
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LA RESTAURACIÓN
BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO SISTEMA POLÍTICO (1874-1902)
EXPLICA LOS ELEMENTOS FUNDAMENTALES DEL SISTEMA POLÍTICO IDEADO POR CÁNOVAS.
Antonio Cánovas del Castillo fue el autor de la Restauración borbónica y el ideólogo del sistema político de
la Monarquía parlamentaria. Cánovas preparó el retorno a España y al trono, de Alfonso XII (hijo de Isabel
II). Para ello redactó e hizo firmar al príncipe Alfonso el Manifiesto de Sandhurst, en el que exponía al
pueblo español sus ideales religiosos y sus propósitos. No obstante, el desencadenante de la Restauración fue
el pronunciamiento en Sagunto el 29 de diciembre de 1874, donde el general Martínez Campos proclamó rey
de España a Alfonso XII. El nuevo sistema político ideado por Cánovas tenía por objetivo construir un
sistema político estable que permitiera superar la inestabilidad de la política española en el XIX.
El modelo ideal de parlamentarismo era, para Cánovas, el británico. Se basaba en la existencia de dos
grandes partidos que se turnarse en el poder. Ambos debían aceptar pasar al otro bando si perdían la
confianza o sufrían desgaste político y respetar la obra de sus antecesores. De este modo, el proyecto político
de Cánovas tenía tres vértices:
El origen de los regionalismos y nacionalismos debe buscarse en la negativa, por parte del sistema canovista
del primer periodo de la Restauración (1874-1898) con clara definición centralista, a aceptar otros intereses
que no fueran los de los partidos Conservador y Liberal, sin tener en cuenta que la industrialización de
algunas regiones destacaba, por su diferenciación histórica y desarrollo económico.
EL NACIONALISMO CATALÁN
Durante el siglo XIX se reavivaron los sentimientos de diferenciación política y cultural con respecto a otras
regiones de España, interviniendo factores económicos como el desarrollo de industrialización y avance de la
urbanización en Cataluña, en contraste con el resto del país, más agrario, rural y atrasado.
En los años 30 se inició en Cataluña el movimiento literario y cultural de “La Renaixença”, pretendía
recuperar la lengua y la cultura catalanas, afectadas desde los Decretos de Nueva Planta. Alcanzó su auge
con los Juegos Florales en 1859, que pretendían dar valor a la lengua catalana a través de concursos
literarios.
El catalanismo político se iniciará con la Restauración con dos vertientes ideológicas:
- Republicano-federal (progresista)
- Conservadora y tradicionalista.
Valentí Almirall fue el primer representante de la corriente republicano-federal. Fundó el Diari Catalá,
organizó el primer congreso catalanista (1880) y creó el Centre Catalá (1882). Plasmó la teoría catalanista en
su libro Lo Catalanisme donde expone su ideología de un catalanismo de clases que luchaba por la
autonomía política y la defensa de la identidad catalana.
Del Centre Catalá derivó un grupo conservador que fundó La Lliga de Catalunya y de la Lliga surgió La
Unió Catalanista (1891) que agrupaba diversas personalidades. La Unió celebro su primera asamblea en
Manresa donde se aprobaron las Bases de Manresa, primer documento oficial del nacionalismo catalán
conservador.
El mismo año, el obispo de Vic Torras y Bages, publicó "La tradició catalana", que se convirtió en una de las
bases del catalanismo tradicionalista y católico. “Catalunya será cristiana o no será”
Como ideólogo destacó Prat de la Riba, partidario de la Restauración y uno de los impulsores de la Lliga
Regionalista (1901) que aspiraba a la autonomía de Catalunya. Con este partido se presentaron a las
elecciones y consiguieron 4 diputados catalanes en las Cortes de Madrid. Será el partido catalán gobernante
en las primeras décadas del siglo XX
EL NACIONALISMO VASCO
Durante la Restauración (1874-1898), se produjo una expansión del movimiento obrero español debido a la
industrialización y el capitalismo. Creció la importancia de la clase obrera que se organizaron formando
asociaciones obreras, sindicatos y partidos políticos. Así surgieron los partidos socialista y anarquista que se
organizaron por separado. A partir de 1879, aparecieron también organizaciones católicas, dirigidas por los
jesuitas.
EL MOVIMIENTO ANARQUISTA
El anarquismo fue la corriente mayoritaria dentro del movimiento obrero español. Destacó en campo andaluz
y en el proletariado urbano catalán. En 1881 fundó la Federación de Trabajadores de la Región Española
(FTRE). Por su sistema asambleario, su apoliticismo e implantación laboral, fue el sindicato con mayor
número de afiliados.
Defensa de la revolución violenta, huelgas y actos terroristas, para destruir el Estado burgués capitalista
y liberar a la humanidad de la explotación. Empezó a ganar partidarios la táctica propuesta por
Kropotkin, partidario de la violencia terrorista o la «propaganda por el hecho». Los años noventa
destacaron con: atentado, fusilamientos… Barcelona fue conocida como “la ciudad de las 10 bombas”
debido a los atentados que se ejecutaron y el asesinato de Cánovas del Castillo en un balneario de San
Sebastián.
Rechazo de elecciones, consideradas un engaño.
Rechazo de cualquier autoridad impuesta y abolición del Estado con todas sus instituciones (gobierno,
ejército, policía, etc.)
Supresión de la propiedad privada y defensa de la colectividad, pequeños núcleos económicamente
autosuficientes donde la propiedad de los factores y medios de producción sería colectiva.
Anticlericalismo, negación de la religión y de la Iglesia.
EL MOVIMIENTO SOCIALISTA
Se organizó en 1879 alrededor de un núcleo de trabajadores de imprenta madrileños, con Pablo Iglesias
como líder, seguidores del ideal de Marx y Engels que constituyeron en 1879 el Partido Socialista Obrero
Español (PSOE). Aprovechando la Ley de Asociaciones y la concentración obrera de Cataluña se creó en
1888 la Unión General de Trabajadores (UGT). Las ideas básicas del programa socialista eran:
Colectivización de la propiedad y desaparición de la propiedad privada.
Toma del poder político por la clase proletaria.
Rechazo del terrorismo, considerada por los socialistas una falsa vía de liberación de los
trabajadores.
Eliminación de las clases sociales.
El objetivo de los socialistas era la revolución, y la toma del poder por la clase proletaria. La lucha del PSOE
debería ser pacífica y legal, participando en el juego político y presentándose a las elecciones para difundir el
mensaje marxista. Tanto el PSOE como la UGT fueron hasta inicios del siglo XX grupos minoritarios.
LOS SINDICATOS CATÓLICOS
En 1879 Antonio Vicent fundó los Círculos Católicos: casinos populares, para apartar a los obreros de la
taberna, y con el apoyo de los patrones. Su implantación fue muy escasa debido a su «amarillismo», su
actitud colaboracionista hacia los patronos y opuesta a los sindicatos obreros.
ESPECIFICA LAS CONSECUENCIAS PARA ESPAÑA DE LA CRISIS DEL 98 EN LOS ÁMBITOS SOCIOECONÓMICO,
POLÍTICO E IDEOLÓGICO.
La derrota de 1898 y la perdida de las colonias llevó a la sociedad a un estado de frustración, ya que
significó:
El sistema político de los partidos sobrevivió al desastre. El desgaste afectó esencialmente al Liberal
(Sagasta) le tocó afrontar la derrota, y desaparecieron los primeros dirigentes de la Restauración, que
cedieron el terreno a los nuevos líderes.
En el plano exterior, el 98 tuvo como consecuencia la liquidación de los restos del imperio ultramarino.
En el plano literario criticaron el “desastre”, con amargas y pesimistas reflexiones de los autores de la
Generación del 98. Representantes que destacaron el profundo retraso económico y social de España:
Ortega y Gasset, Pio Baroja, Azorín, Maeztu y Unamuno y comparten la idea del dolor por España.
En el plano demográfico se calcula que las guerras de 1895-1898 llevaron a unas 230.000 muertes.
Comenzaron las protestas y se extendió la amargura entre familias pobres cuyos hijos habían sido
enviados a la guerra por no poder pagar la salvación en metálico (los jóvenes podían librarse del servicio
militar si pagaban una elevada cantidad de dinero o si pagaban a un sustituto).
En cuanto a las consecuencias económicas, el regreso a España de capitales en América resultó positiva,
pues permitió un gran desarrollo de la banca española. La derrota supuso la pérdida de los ingresos de las
colonias, de los mercados privilegiados y de las mercancías deberían comprarse a precios
internacionales.
Desprestigio militar, derivado de la derrota. Las Fuerzas Armadas estaban preparadas para un conflicto
como el ocurrido. Aunque la responsabilidad era más política que militar, el ejército salía
considerablemente dañado en su imagen, lo que traería graves consecuencias en el siglo XX.