Adasdas
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Adasdas
sociales que sucedían en la Europa del siglo XIX. Los pensadores de la época consideraron
necesario la existencia de una ciencia que estudiara a la sociedad en todos sus aspectos. Y
fue, precisamente, en Francia donde se dieron las condiciones para el nacimiento de esa
ciencia y fue el pensador francés Augusto Comte (1798-1857), quien se dio a la tarea de dar
vida a la Sociología.
La sociología no surgió como un hecho casual o fortuito, sino, como una necesidad histórico-
social, provocada por los acontecimientos arriba señalados. Sucesos económicos, sociales y
políticos que, finalmente, fueron la causa para la búsqueda de un conocimiento que diera
cuenta de los cambios producidos en la Europa de la época.
El invaluable trabajo que realizó su padre fundador, Augusto Comte y, luego, los valiosos
aportes de los demás teóricos de la sociología posibilitaron el enriquecimiento teórico de la
sociología. Por eso ambos, padres fundadores y clásicos del pensamiento sociológico
moderno, tienen su sitio en el surgimiento y desarrollo de esta ciencia.
Hoy día, es más que difícil hacer referencia a las investigaciones sociológicas sin acudir a los
aportes de los llamados clásicos de la Sociología. No solo son un referente para la
sociología, lo son para todas las ciencias sociales. Emilio Durkheim, Carlos Marx y Max Weber,
son fuente obligada para la búsqueda del conocimiento.
Estos tres clásicos son un referente obligado para el estudio de la realidad social. Ellos
mantienen su vigencia a pesar de haber escrito sus obras desde hace muchos años. Nos
dejaron teorías y conceptos que hoy seguimos usando por su importancia y pertinencia.
Revolución Industrial
La Revolución Industrial nació en la Inglaterra del siglo XVIII pero su impacto traspasó sus
fronteras. Provocó enormes innovaciones tecnológicas que tuvieron lugar en Europa occidental
desde mediados del siglo del siglo XVIII. Desde entonces el ritmo de la innovación tecnológica
se aceleró. Sabemos que toda innovación tiene efectos culturales que, al final, siempre
producen otras transformaciones tecnológicas.
Nadie puede desconocer los enormes beneficios que trajo la Revolución Industrial en función
del desarrollo de las fuerzas productivas. Esta Revolución impactó en el descubrimiento de
nuevas tecnologías y abrió el camino para nuevas formas del conocimiento en actividades
como la agricultura, la vivienda, la medicina, la infraestructura (en la comunicación terrestre y
marítima). Con la Revolución Industrial las distancias se acortaron y algunos valores se
volvieron universales.
La Revolución Industrial consolidó el dominio del sistema capitalista y, con él, el surgimiento de
nuevos actores sociales como la burguesía y el proletariado. Estas dos clases fundamentales
del capitalismo se convierten en actores claves de este modelo. Se consolidan generando así
nuevos conflictos como expresión de la lucha de clases, antagónica e irreconciliable, que existe
entre ellas.
Los efectos sociales que trajo consigo el sistema capitalista son innumerables, entre ellos se
pueden mencionar: el crecimiento poblacional y, consecuentemente, el aparecimiento de lo que
se llama vida urbana (que es la vida en las ciudades) con migración, ruido, violencia,
mendicidad y desempleo. Fenómenos que han ido creciendo en las sociedades capitalistas de
manera alarmante hasta nuestros días.
La Revolución Industrial es producto del crecimiento y los cambios que se han venido
produciendo durante los últimos siglos. No fue una revolución repentina, sino lenta y continua.
Se pasó del viejo mundo rural al de las ciudades. Del trabajo manual al trabajo de la máquina.
Las personas que vivían en el campo se trasladaron a las ciudades y modificaron su condición
social. Migraron, en gran medida, para trabajar en las nuevas fábricas que surgieron al calor de
los procesos generados por el nuevo modelo de desarrollo capitalista.
La Revolución trajo consigo invenciones técnicas y descubrimientos teóricos, capitales y
transformaciones sociales, revolución de la agricultura. Además el descubrimiento de nuevos
fármacos y el desarrollo de la medicina, lo que contribuyó con la reducción de la mortalidad y el
aumento de la esperanza de vida de la población, produciéndose un crecimiento poblacional
que en la actualidad asciende aproximadamente a los 7 mil millones de habitantes. La
Revolución Industrial, también, influyó mucho al modificar un conjunto de instituciones políticas,
sociales y económicas vigentes en muchos países. Marcó además una relación, muy particular
entre el capital (burguesía, clase dominante, dueña del capital y las maquinas) y trabajo
(obreros, dueños de su fuerza de trabajo).
El capitalismo tiene como propósito fundamental la ganancia. Lo que significó que la riqueza
que se producía quedaba en pocas manos, lo que a su vez generó un rechazo por parte de la
naciente clase obrera, que pronto se vio compelida a luchar por mejores condiciones de vida.
Esto se tradujo en nuevas formas de lucha de los sectores oprimidos de la sociedad, lo que
atrajo la atención de algunos pensadores que no podían resignarse a la contemplación de una
situación que amenazaba con el advenimiento de una sociedad diferente.
Así las cosas, los sociólogos de la época tenían posiciones sobre lo que estaba pasando en
Europa y el mundo
Si se piensa desde los tres clásicos del pensamiento sociológico moderno, sin duda que se
encontrarán posturas disimiles. Carlos Marx, el más controversial de ellos, apoyaba
resueltamente las nuevas protestas obreras y predecía el advenimiento de una nueva
sociedad: la sociedad socialista. Por otro lado, Emilio Durkheim y Max Weber, aunque no eran
ajenos a la deplorable situación de descomposición que la sociedad capitalista producía, se
pronunciaban más por una reforma del sistema capitalista que por cambios radicales.
Sin duda que la Revolución Industrial tuvo un impacto significativo en la vida de la humanidad.
Tanto a nivel económico, como político y social.
A continuación vean el siguiente video sobre la “Revolución Industrial”. Para que pueda
ver el video deberá hacer clic en el titulo del mismo.
Fue el hecho, fundamentalmente, político que permitió que la burguesía tomara el poder
desplazando a la monarquía del control del Estado. Con ésta revolución la burguesía
consolidó su dominio. La Revolución Francesa suprimió el Estado absolutista y monárquico,
fundado sobre el derecho divino, garante de los privilegios de la aristocracia, sustituyéndolo por
un Estado liberal y laico, mismo que se fundó bajo el principio de la soberanía nacional. Esta
Revolución proclamó los derechos humanos bajo los principios de: libertad, igualdad y
fraternidad.
Es claro que en Honduras los que están al frente del Estado (poder político) y toman las
decisiones acerca de todas las actividades económicas, políticas y sociales, son los mismos
que tienen el poder económico.
La Ilustración
Fue un movimiento de intelectuales que abrió el camino a las fuerzas emergentes que
irrumpieron en los nuevos escenarios de la vida socioeconómica de Europa. Este movimiento
estaba constituido por un pequeño grupo de intelectuales del siglo XVIII, que visualizaron la
necesidad de crear una ciencia de la sociedad que fuera capaz de descubrir leyes en la vida
social, de la misma manera que las ciencias naturales lo hacían con la naturaleza. A estos
pensadores, también se les conoce con el nombre de iluministas, ilustrados o, simplemente,
como filósofos. Dos son los pensadores más representativos en el campo social y político:
Charles Louis de Secondad, Baron de la Brede y de Montesquieu (1689-1755) y Juan Jacobo
Rousseau (1789-1778).
La ilustración se caracteriza por la creencia de que las personas podían comprender y controlar
el universo mediante la razón y la investigación empírica. Sostenían que así como el mundo
físico se regía por leyes de la naturaleza, era muy probable que la sociedad también se rigiera
por leyes semejantes. Por lo tanto, el investigador podía descubrir esas leyes, buscando crear
un mundo más racional.
Este fue un movimiento que, aunque sus teóricos no eran sociólogos, la perspectiva con que
hacían sus análisis permitió que fueran considerados de orden sociológico.
Con este movimiento de pensadores el ser humano es, sujeto y objeto, de su propio destino y
no está sometido a fuerzas externas.
Rousseau, fue más lejos y decía que los males de la sociedad estaban en
la civilización. Sostenía que el ser humano era bueno y las instituciones lo volvían
malo. Hablaba de una etapa en la cual el hombre era libre y, la avaricia por el dinero, lo
convertía en “lobo del hombre”.
Definición de Sociología
En Sociología como en otras ciencias no hay una sola definición. Con frecuencia cada autor o
investigador construye el objeto de estudio que más se aproxime a sus propósitos y, al ámbito
de estudio, donde centra su atención.
Hay varias definiciones de Sociología. Por supuesto, la primera fue la de Augusto Comte
(1798-1857), en tanto padre fundador de la ciencia y creador de la palabra sociología. Comte
creó la palabra sociología con la fusión de dos raíces: socius que significa sociedad y, logos,
que significa tratado, ciencia o estudio. Por lo tanto, sociología, sería la ciencia que estudia
la sociedad.
Con el desarrollo del pensamiento social cada disciplina tiene su propio objeto de estudio, o
sea que a la sociedad se le estudia desde diferentes ópticas en función de la complejidad del
mundo que los seres humanos construyen.
Incorpora la visión materialista de la historia lo que influyó para definir la Sociología más desde las
condiciones materiales de existencia de la humanidad. Marx, sin haberse declarado sociólogo, mantenía
un pensamiento de orden sociológico. En su teoría se interesó en explicar el carácter inevitable de la
transformación revolucionaria de la sociedad, mostrando así, que las sociedades no son eternas.
De esta manera se puede decir que en el pensamiento marxista, la Sociología es la ciencia que estudia el
origen, desarrollo y caducidad de la sociedad.
En esa época se consideraba que así como los cuerpos terrestres tenían una ciencia, la
sociedad debía tener también una ciencia, que a semejanza de las ciencias naturales debería
explicar los fenómenos sociales. En el libro Curso de Filosofía Política (1838), apareció impresa
por primera vez la palabra Sociología, para referirse a esa ciencia que estudia la sociedad.
Carlos Marx es otro teórico considerado también padre de la Sociología. Su obra está
compuesta de un cuerpo teórico y conceptual que hace una radiografía de las relaciones entre
los fenómenos, explicando el carácter progresivo de la sociedad y la inevitabilidad del
advenimiento de una nueva sociedad. Fue un crítico de la sociedad capitalista y constructor de
un proyecto para una sociedad más justa, a la que él denominó socialista.
Marx es el creador de la teoría del conflicto, donde su esfuerzo -entre otros- está en
demostrar que la historia de la humanidad no ha sido más que la historia de la lucha entre las
dos clases fundamentales del sistema capitalista.
En la tradición marxista se habla del materialismo histórico para referirse a la ciencia que
estudia los problemas de la sociedad a partir de la historia, de tal manera que cuando se habla
de la sociología del conflicto, estamos hablando de la sociología marxista. Marx,
consideraba que el mundo de las ideas que los seres humanos tienen no es más que el reflejo
dialéctico de la realidad material en que se vive. Sostenía que no son, la filosofía o la religión,
las que explican la realidad, por el contrario, la visión del mundo se explica por la forma como
las personas producen lo que necesitan para vivir, es decir, en qué condiciones y bajo qué
relaciones viven. En efecto, no piensa lo mismo una persona que reside en una colonia
marginada de Tegucigalpa o San Pedro Sula, que una persona que habita en una colonia
residencial donde sus necesidades vitales, en lo fundamental, están resueltas.
Ciertamente ya hemos hablado un poco de los clásicos del pensamiento sociológico moderno.
Pero es necesario precisar otros aspectos de cada uno de ellos. De entrada, recalcar por qué
es que se les denomina clásicos. Es, muy sencillo, porque su pensamiento no pierde vigencia,
sigue teniendo vigencia. O sea, que es actual a pesar del paso del tiempo. También porque
construyeron teorías y conceptos que son más que necesarios para el estudio de los
fenómenos sociales, obviamente, desde la perspectiva de cada uno de ellos.
Emilio Durkheim (francés), Carlos Marx (alemán) y Max Weber (alemán), son considerados
los clásicos del pensamiento sociológico moderno. Sus aportes tienen significado en la
explicación de los problemas sociales desde el punto de vista teórico, metodológico y
conceptual.
Son de referencia obligada en las ciencias sociales y, particularmente, para la sociología.
Como quiera que sea, aquí lo importante es la búsqueda de una teoría que explicara el
comportamiento humano, sin desconocer que una teoría puede ser válida para una
época o, para una sociedad en particular. Advirtiendo que hay también teorías que
explican el funcionamiento de la sociedad en su conjunto.
Weber se esforzó por comprender las interrelaciones de todos los factores que influyen en la
construcción de una estructura social pero más basada en lo que él llamó la acción social.
En Sociología no existe una sola forma de abordar y/o entender los problemas de la sociedad.
Eso significa que hay distintas teorías o paradigmas teóricos que abordan la realidad social
bajo perspectivas de análisis diferentes. Esas visiones están determinadas por la perspectiva
de análisis que asuman los estudiosos de la realidad social.
Para el funcionalismo, las causas de los problemas de la sociedad se encuentran en los
factores de naturaleza cultural. Lo que significa que los conflictos tienen como causa la forma
como las personas y los grupos sociales participan en la construcción de su entorno cultural.
Para los funcionalistas son los valores, las normas, las creencias y las actitudes en las cuales
se forman los miembros de una sociedad las que, en definitiva, explicarán el grado de
conflictividad o no de la sociedad.
En tanto, para los teóricos del conflicto es preciso buscar las causas de los conflictos y de
todas las formas de expresión de una sociedad, en la producción de bienes materiales y,
particularmente, en las relaciones (entre personas) que se establecen en el proceso
productivo, lo que explicará incluso, la vida espiritual de una sociedad.
Ambas son visiones diferenciadas o antagónicas. Lo que obliga a ubicarse en una u otra a la
hora de analizar los fenómenos sociales. Por eso, es importante para quienes estudian
sociología, entender que en la vida siempre habrá que tomar una posición sobre cualquier
fenómeno de nuestras vidas. Asumir, como ley de vida, que la neutralidad no será nunca una
salida.
Funcionalismo
La idea básica del funcionalismo, como teoría sociológica, es que las sociedades son estables,
bien integradas y las funciones que las instituciones y los individuos cumplen ayudan a la
autorregulación de la sociedad. Esta corriente del pensamiento sociológico tomó forma en el
siglo XlX con los aportes de sociólogos los franceses Augusto Comte (1798-1857) y Emile
Durkheim (1858-1917) y, también, del sociólogo británico Herbert Spencer (1820-1903).
Como ya se ha explicado, Augusto Comte, se convirtió en el sociólogo del orden, del orden
social capitalista. Y como tal Comte, rechazaba la idea de una transformación de la sociedad
por vía de un cambio revolucionario. Aceptaba, por ejemplo, algunos cambios que se pudieran
dar en una parte del sistema social, en la educación por ejemplo, pero siempre que esos
cambios ayudaran al mantenimiento de todo el sistema.
Esa misma reflexión se traslada al mundo de lo social. Para los sociólogos organicistas en las
sociedades ocurre una situación similar, donde cada una de las instituciones sociales
constituye estructuras especializadas. Por ejemplo, instituciones como la familia, la política, la
educación, el arte, la religión, entre otras, cumplen una función destinada a mantener la
estabilidad social.
Emilio Durkheim se inscribe también en esta línea de análisis. Desarrolló la idea de los tipos
de solidaridad, señalando que en las sociedades tradicionales la solidaridad que predomina es
la solidaridad mecánica, basada en una fuerte conciencia colectiva en esas sociedades. En
tanto, en las sociedades modernas lo que predomina es la solidaridad orgánica. En las
sociedades modernas cada persona tiene asignado un papel y, por tanto, las especialidades
hacen que las personas tengan que depender las unas de las otras generando una
dependencia entre ellas. Esta dependencia hace que se produzca la necesidad de mantenerse
unidas.
En relación a las sociedades modernas que son las sociedades capitalistas, Durkheim señaló
que provocaron cambios vertiginosos que afectaron el comportamiento y cohesión social.
Durkheim creó un concepto que le permitiría entender la dificultad que se les presenta a los
individuos cuando carecen de motivación por la vida y de la capacidad de adaptarse a los
cambios, al que llamó anomia. Decía que la anomia era una enfermedad social a la que la
Sociología debería prestarle atención.
La anomia, en definitiva, era el reconocimiento del funcionalismo de la existencia de anomalías
que se daban en la sociedad capitalista de la época.
Los funcionalistas se han preocupado por el estudio de los fenómenos culturales, entendidos
éstos como el conjunto de valores, creencias y normas de una sociedad. Especialmente se
estudian los aspectos que tienen que ver con la integración y cohesión social. Los
funcionalistas han visualizado el conflicto social como algo anormal, como un síntoma de
enfermedad. Esta teoría se caracteriza por ser ahistórica y no tomar en cuenta la búsqueda de
la relación de causa-efecto, preocupándose más por lo fenomenológico y no por la esencia.
Para la sociología del conflicto, los cambios sociales son vistos como cambios inevitables en la
sociedad. La tendencia de la humanidad no es la estabilidad social, sino la lucha de clases,
vista ésta como fuente del desarrollo y progreso humano. Para esta corriente sociológica, la
historia de la humanidad no es más que la historia de la lucha de clases, constituyéndose en el
motor de ese proceso histórico social.
El principal exponente de esta teoría es Carlos Marx, quién vivió en Europa y fue un estudioso
de capitalismo, como sistema económico y social. En su obra El Capital, resume los alcances
de la sociedad surgida de la Revolución Industrial, que es la sociedad capitalista. Marx, se
dedicó a mostrar los problemas que genera un sistema de producción basado en la ganancia.
La sociología del conflicto es, justamente, una visión marxista de los fenómenos sociales. Marx
planteó que en el capitalismo hay dos clases fundamentales que son la burguesía y el
proletariado. Esas dos clases mantienen relaciones antagónicas e irreconciliables entre ellas.
Ese tipo de relaciones se da porque sus intereses son diferentes. Para la burguesía es la
ganancia su principal propósito y, para los proletarios es evitar la explotación desmedida del
sistema. A esas confrontaciones permanentes es que Marx llamó lucha de clases.
Marx desarrolló un importante concepto que tiene que ver con la apropiación de la riqueza en el
capitalismo. Ese concepto se denomina plusvalía y es la forma en que la burguesía, clase
dominante en el capitalismo, se apropia del trabajo de los proletarios (obreros), al no pagarles
lo que realmente les corresponde por el trabajo realizado. Es, justamente esa plusvalía, la que
enriquece al burgués y, además, se convierte en la parte central (piedra angular) del modelo
capitalista de producción.
Esa forma injusta de apropiación de la riqueza social es, justamente, la que genera enormes
desigualdades sociales en el capitalismo. Concentrando riqueza en unos y miseria en otros.
Como se apuntó en pantallas anteriores, uno de los conceptos que esta teoría utiliza para
explicar el funcionamiento de la sociedad, es el concepto de producción. En síntesis, para la
teoría del conflicto la producción de bienes materiales y espirituales es el fundamento sobre el
cual se erigen todas las formas del pensamiento humano, incluyendo las instituciones sociales.
Las desigualdades han existido siempre en todo tipo de sociedades. Sin duda que algunas
sociedades han sido más desiguales que otras. Las desigualdades las encontramos en todos
los espacios de la vida, en lo económico, lo social, lo cultural y, también, en lo político. Las
desigualdades son, en definitiva, diferencias.
Se dice que todos nacemos iguales y, eso, no es tan cierto. De entrada unas nacen mujeres y
otros nacen hombres. Y, sin duda, esa ya es una diferencia. A eso podemos agregarle que
unas son negras y otros son blancos. O, que unos nacen en cunas de oro y otras nacen con
muchas limitaciones económicas. Todas esas diferencias o, desigualdades, ya van agregando
elementos que complican la situación. Así que, en sociología, cuando se hace referencia a la
categoría de desigualdad social, se está hablando de desigualdades que se dan por razones
de sexo, de raza y de clase. A continuación podrá ver el vídeo nombrado “Desigualdad
Social”. Para ver el video se sugiere dar clic al nombre del mismo.
El concepto de clase social ha servido a la sociología para intentar explicar gran parte de esas
desigualdades en las sociedades modernas, o sea, en sociedades capitalistas. En otros
sistemas socioeconómicos, como el esclavismo y el feudalismo, existían otras formas de
estratificación social como por ejemplo amos y esclavos en la sociedad esclavista y, siervos y
señores, en la sociedad feudal.
Desde luego, como ya se dejó claro anteriormente, no sólo a través de la teoría de las clases
sociales se pueden explicar las desigualdades sociales. Aunque, para muchos cientistas
sociales, sigue siendo la forma más importante.
Existen otras teorías que, también, permiten estudiar las desigualdades sociales. Por ejemplo,
analizar las desigualdades desde la perspectiva de género, etnia y raza. Eso significa entender
las particularidades que viven las mujeres por la única condición de ser mujeres. O, los pueblos
originarios, por pertenecer a diferentes grupos étnicos. El análisis de las desigualdades,
entonces, tiene que ver con condiciones de sexo, cultura y rasgos poblacionales que, muchas
veces, se convierten en factores de exclusión social y de conflictos humanos.
Hay que recordar que en sociología hay dos grandes paradigmas que permiten entender los
fenómenos sociales de forma totalmente antagónica. Así, para abordar el tema de las clases
sociales, también, encontraremos dos maneras de conceptualizarla. Una desde la perspectiva
funcionalista y, otra, desde el marxismo. De ahí, que tampoco encontraremos una sola
definición de clases sociales. Este tema es pertinente porque ayuda a los estudiantes, mujeres
y hombres, a conocer los intereses y motivaciones de los diversos grupos y personas de una
sociedad. Justamente, desde las desigualdades sociales que vive, por su clase, raza/etnia y
sexo.
Inician definiendo a las clases sociales como grupos de personas que ocupan una posición o
estatus diferente la sociedad. Para ubicar a las personas en clases sociales, los funcionalistas
precisan algunos criterios que les permiten posicionar a mujeres y a hombres en clases
sociales. Esos criterios son: ingreso, ocupación, educación y estilo o forma de vida.
A partir de esos cuatro criterios ubican a las personas en tres clases sociales: alta, media y
baja. Además, los funcionalistas, hacen tres subdivisiones más al interior de cada una de las
clases. Esas subdivisiones son también: alta, media y baja. Por lo que se hablaría de un sector
de clase alta-alta, otro de alta-media y, finalmente otro de alta-baja. Obviamente, esas mismas
subdivisiones se hacen para las clases media y baja.
En la visión funcionalista de las clases sociales hay un concepto que adquiere relevancia y es
el de movilidad social, que se define como el paso de una posición social a otra, bajo el
entendido que las sociedades modernas son sociedades abiertas y democráticas que permiten
el ascenso social.
Para los marxistas (sociología del conflicto), las clases sociales se definen como grandes
grupos de personas que se diferencian por el lugar que ocupan en un modo de producción
históricamente determinado, por la relación que tienen con respecto a los medios de
producción (propietarios y no propietarios), por el papel que desempeñan en la organización del
trabajo y, finalmente, por la forma de apropiarse de la riqueza de la cual dispone una sociedad.
Para Marx en todos los sistemas sociales que han existido a lo largo de la historia han existido
dos clases fundamentales, una clase dominante y una clase dominada. ¿Qué ha
caracterizado a cada una de ellas?, pues que la clase dominante siempre ha sido la dueña de
los medios de producción y, la dominada, ha sido dueña de su fuerza de trabajo. Apuntó,
también Marx, que esas dos clases han cambiado de nombre dependiendo del sistema social
al que se haga referencia.
En las sociedades esclavistas, por ejemplo, la clase dominante eran los esclavistas y la
dominada los esclavos. En el feudalismo la clase dominante eran los señores feudales y la
dominada los siervos. Y, en el sistema capitalista, la clase dominante es la burguesía y la
dominada los obreros o proletarios.
A través del concepto marxista de plusvalía fue que Marx descubrió la naturaleza explotadora
de la sociedad capitalista.
Es preciso señalar que en capitalismo, la burguesía y los obreros son las dos
clases fundamentales, pero no las únicas que hay. Además, existen otras clases:
terratenientes, campesinos y pequeña burguesía. Estas tres clases, también se apropian de la
riqueza social por diferentes vías. La burguesía se apropia de la riqueza a través de
la plusvalía, los obreros por medio del salario, los terratenientes mediante la renta, los
campesinos a través de la reproducción mercantil simple y, finalmente, la pequeña burguesía lo
hace por dos vías, salario y reproducción mercantil simple.
También Marx planteó que dentro de la burguesía hay varias fracciones que están
determinadas por el rubro en que invierten su dinero, por ejemplo, están la burguesía industrial,
burguesía comercial, burguesía agraria y burguesía financiera. En el marxismo también hay
criterios para ubicar a las personas, mujeres y hombres, en clases sociales. Esos criterios se
desprenden del concepto marxista de clases sociales, escrito por V.I. Lenin: “Las clases son
grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema
de producción social históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran con
respecto a los medios de producción (relaciones que las leyes refrendan y formulan en su
mayor parte), por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo, y,
consiguientemente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de
que disponen”. (Osorio, 2012)
Es, entonces, a partir de este concepto de clases sociales que hay cuatro criterios para ubicar a
las personas en las cinco clases que, según esta teoría, existen en el sistema capitalista.
Los otros conceptos que expresan formas de desigualdad social son: género, raza y etnia.
Género, es un concepto construido que expresa la desigualdad entre mujeres y hombres.
Muestra cómo a partir de una diferencia física se construye una desigualdad social. Es la
sociedad y la cultura la que define papeles para mujeres y hombres y, a la vez, les obliga a
comportarse de una manera determinada y, socialmente, aceptada.
Esas desigualdades son socialmente creadas y, por lo tanto, pueden ser transformadas. El
siguiente vídeo se llama “Sueño Imposible”, y ayudará a entender el tema de la desigualdad
de género. para poder verlo se sugiere dar un clic en el siguiente
Las mujeres han estado presentes siempre aunque se les invisibiliza. No se les ve. No se les
reconoce. Pero han sido muchas las mujeres que desde siempre han venido luchando por sus
derechos. Desde la revolución francesa encontramos a muchas mujeres, que se conocen como
feministas, por sus luchas en lo social y político (también en lo económico).
A partir del siglo XIX existe un fuerte movimiento feminista orientado a la lucha por el
reconocimiento de los derechos civiles y políticos de las mujeres. Las mujeres no luchan por la
igualdad con los hombres, porque reconocen que no son iguales. Mujeres y hombres somos
diferentes, por lo tanto, tenemos necesidades e intereses diferentes. Entender eso, hace que la
lucha de las mujeres sea, entonces, por igualdad en derechos y oportunidades.
Cada vez son más las mujeres que están participando activamente en los asuntos
económicos, sociales, culturales y políticos.
En el capitalismo actual no se puede dejar de reconocer uno de los sectores más vulnerables
son las mujeres. Les afecta de diferentes maneras: desempleo, actividades de baja
remuneración, dificultad de acceder a educación salud, seguridad, además de maltrato
doméstico (físico, psicológico, económico y sexual).
No hay duda, ninguna sociedad no podrá ser libre mientras no se reconozca la condición
humana de las mujeres.
Raza y etnia. Las desigualdades se dan cuando una persona es excluida y ubicada como
minoría por el hecho de tener características físicas, idioma y, también, culturales, que difieren
del resto de la sociedad.
Las desigualdades y los conflictos originados por el color de la piel u otras diferencias étnicas,
van adquiriendo fuerza y, con frecuencia, esas diferencias se convierten en conflictos
violentos que involucran a sociedades enteras. En América Latina, las diferencias raciales no
han generado conflictos como en otros continentes, sin embargo, son motivo desigualdad y
exclusión social.
No es lo mismo ser blanco, negro o mestizo en la distribución de los recursos de los cuales
dispone la sociedad. El derecho de propiedad por ejemplo es un tema que por lo general está
reservado para blancos. Los indígenas y afro-descendientes viven en las peores condiciones
en países como: México, Guatemala, Perú, Ecuador, Chile, Colombia y, sin duda, lo mismo
podemos decir de nuestro país, Honduras, donde muchas comunidades indígenas y afro-
descendientes, son continuamente amenazadas y despojadas de sus tierras.
Cambio social
El estudio del cambio social es uno de los cometidos vitales para la sociología pero, igual, es
preciso reconocer que es una de sus tareas más complejas. Los cambios sociales son las
transformaciones que sufren las sociedades en el tiempo.
Para que se sucedan los cambios sociales tienen que converger una serie de condiciones que
los permitan. Por ejemplo, elementos ambientales (ecológicos), demográficos (población),
avances y/o transformaciones tecnológicas, el desarrollo de las ideas y, por supuesto, las
prácticas sociales (movimientos sociales), son factores que influyen para que se produzcan los
cambios sociales.
Los cambios sociales son frecuentes y, en la actualidad, se puede comprobar que las
sociedades modernas son las que más cambios evidencian. Tanto en la frecuencia como en la
intensidad de los mismos. Basta con pensar en el vertiginoso desarrollo tecnológico de los
últimos tiempos. Pensemos en las comunicaciones, por ejemplo: pasar del telégrafo al teléfono,
luego al fax, y, del fax, al correo electrónico y a la Internet. O, en la misma tecnología. Una sola
computadora ocupaba un salón y, hoy día, una pequeña laptop que se puede cargar sin que
cause mayores dificultades.
O lo que hoy se llama obsolescencia programada. El hacer productos que tienen una fecha de
caducidad planificada. Todo en la lógica capitalista de la ganancia.
10. Cambio social, globalización y desarrollo 10.1. ¿Qué es el cambio social? Llamamos cambio
social a las transformaciones que ocurren en la sociedad a lo largo del tiempo. Muchos
factores concurren al cambio social y son ellos mismos objeto del mismo. Entre ellos podemos
mencionar a la población, la tecnología, las ideas y las prácticas sociales. 10.2. Teorías del
cambio social A lo largo del tiempo, sociólogos, filósofos e historiadores han ido desarrollando
varias teorías sobre el cambio social. Las más importantes son las siguientes: 1) la teoría cíclica;
2) la teoría evolucionista; 3) la teoría del equilibrio, y, 4) la teoría del conflicto (LaVerne
Thomas, 1990, pp. 460-465). Veamos cada una de ellas. 10.2.1. La teoría cíclica La teoría cíclica
ve el cambio social desde el punto de vista histórico. Según esta teoría, las sociedades
experimentan fases de esplendor y de decadencia. De acuerdo con esta teoría las sociedades
nacen, se desarrollan, declinan y eventualmente mueren. De las ruinas de las sociedades
muertas emergen nuevas sociedades que repiten de nuevo el ciclo de ascenso, esplendor,
decadencia y muerte. La más notable de las teorías cíclicas fue desarrollada por Oswald
Spengler, un filósofo de la historia de origen alemán. Sus ideas básicas sobre esta materia
aparecen desarrolladas en su libro la. Decadencia de Occidente, cuyo primer volumen público
en el año de 1918 y el segundo en el año de 1922. Según Spengler, la "morfología cultural" de
la historia demuestra que han existido varias grandes culturas: la egipcia, la china, la semítica,
la hindú, la persa, la grecorromana y la occidental. Todas ellas emergen, florecen y decaen.
Cada una de ellas posee un "estilo" o "espíritu". Cada cultura posee un ciclo vital de unos mil
años o menos. 161 Introducción a la Sociología El triunfo de las masas, sostiene Spengler,
anuncia la decadencia de la cultura occidental. La obra de Spengler está impregnada del
espíritu pesimista que provocó en muchos intelectuales europeos la primera guerra mundial
(1914- 1918). El historiador británico Arnold Toynbee y el sociólogo ruso Pitirim Sorokin
desarrollaron también teorías cíclicas del cambio social. 10.2.2. La teoría evolucionista La
teoría evolucionista visualiza el cambio social como un proceso que se mueve hacia etapas de
mayor complejidad. En la medida en que los miembros de una sociedad tratan de adaptarse a
las condiciones físicas y sociales del entorno que los rodea, la sociedad se desarrolla y se
vuelve más compleja. En este contexto, el cambio social en visualizado como un proceso
adaptativo y aditivo Los teóricos evolucionistas del siglo XIX creían que todas las sociedades
progresaban a través de distintas etapas de desarrollo social. Cada etapa o fase de desarrollo
implicaba un mejoramiento en la situación social de las personas y en el nivel de complejidad
de la sociedad. Uno de los primeros teóricos evolucionistas fue Augusto Comte que elaboró su
conocida teoría de los tres estados (teológico, metafísico y positivo). En el primer estado, las
personas buscan explicaciones de lo que ocurre en su entorno en lo sobrenatural. En el
segundo estado, la buscan en la religión y la filosofía y en el tercer estado, la buscan en la
ciencia. En este último estado, los seres humanos buscan percibir, mediante la observación y el
razonamiento, las relaciones necesarias entre las cosas y los acontecimientos y explicarlas por
medio de la formulación de leyes. Para Comte, la evolución de las sociedades, de la misma
forma que la de los individuos y conocimientos, obedece a la ley de los tres estados. Herbert
Spencer llevó la idea de la evolución mucho más allá. Actuando bajo la influencia de las ideas
que Charles Darwin había desarrollado en su libro El origen de las especies, Spencer sostuvo
quedas sociedades, como los organismos vivos, evolucionan de lo simple a lo complejo. De
acuerdo con Spencer, esta evolución es producto del proceso natural de selección. Todas
aquellas sociedades cuyos miembros se adaptan a los cambios en sü entorno natural y social,
progresan hacia las etapas más altas del desarrollo de la humanidad. Cuando los miembros de
la sociedad no pueden adaptarse a los cambios, las sociedades a las que pertenecen se
rezagan. Al igual que en la naturaleza, en la sociedad sobreviven los mejores. Esta idea de
Spencer, es conocida en sociología como darwinismo social y sirvió 162 hacia finales del siglo
XIX y principios del siglo XX para justificar la dominación colonial. Hacia 1920, las teorías
evolucionistas del XIX habían entrado en franco descrédito. Nuevas teorías evolucionistas
volvieron a aparecer en la década del 60 del recién pasado siglo XX. Uno de los más
distinguidos teóricos evolucionistas del siglo XX fue el notable sociológico norteamericano
Gerhard Lenski. A juicio de Lenski, la evolución social se produce debido a los cambios que
ocurren en la base económica de las sociedades y sobre todo, a nivel de la tecnología que se
emplea en las mismas. El mejoramiento de las viejas tecnologías y el desarrollo de nuevas
tecnologías, sostuvo Lenski, es el motor de la evolución de las sociedades. 10.2.3. La teoría del
equilibrio Talcott Parsons, el principal teórico del funcionalismo moderno, desarrollo su teoría
del equilibrio para explicar el cambio social. Parsons argumentó que un cambio en cualquier
parte del sistema social provoca un cambio en otras partes del mismo. Esto ocurre así porque
el sistema social, al igual que los organismos vivos, tratan de mantener el equilibrio y la
estabilidad. Cuando la estabilidad es alterada en alguna parte del sistema, las otras partes del
sistema se ajusten hasta el grado requerido para restaurar el equilibrio alterado. Aunque el
equilibrio y la estabilidad vuelven a restaurarse de nuevo, el nuevo sistema social es
relativamente diferente al anterior. Es de esta manera, que las sociedades van cambiando,
pasando de un estado de equilibrio a otro. Parsons sostiene que los cambios sociales son
evolutivos y son el producto de procesos de diferenciación e integración social. En la medida
que una sociedad se hace más compleja, sus instituciones sociales se van diferenciando, esto
es, que aumentan en número y en complejidad. Sin embargo, las nuevas instituciones,
producto de la diferenciación social, deben funcionar en forma integrada con las demás
instituciones para que el sistema social se mantenga estable y en equilibrio. Para asegurar que
esta integración ocurra, es necesario desarrollar nuevas normas y valores para superar la
tensión entre las viejas y las nuevas instituciones. 10.2.4. La teoría del conflicto Según los
teóricos del conflicto, el cambio social es el resultado de los conflictos entre grupos o clases
sociales con intereses opuestos. Como para los teóricos del conflicto, el conflicto social es una
realidad natural en todas las sociedades, 163 Introducción a la Sociología el cambio social es
constante e inevitable. La principal fuente de esta teoría del cambio social es la teoría del
conflicto de clases de Carlos Marx que quedó claramente expresada en la frase contenida en el
manifiesto comunista en el cual se dice que la historia de todas las sociedades es la historia de
la lucha de clases. A juicio de Marx, las sociedades de clases han sido marcadas por los
conflictos entre las clases dominantes y las clases dominadas. El cambio social es él resultado
de la lucha entre estas dos clases sociales que tienen intereses antagónicos. Una notable
revisión de las ideas de Marx fue presentada por el sociólogo alemán Ralf Dahrendorf, quien a
pesar de aceptar que el conflicto es un rasgo central en la vida de todas las sociedades,
extendió la idea del conflicto más allá de la lucha que enfrenta la clase dominante con las
clases dominadas. A su juicio, podemos encontrar fuentes de conflictos entre grupos raciales y
étnicos, entre grupos políticos.y religiosos, entre empresarios y capitalistas, entre hombres y
mujeres y entre adultos y jóvenes. Muchos de estos conflictos pueden ser negociados entre las
partes y dar lugar a cambios sociales a través de la-negociación y el compromiso. 10.3. Los
factores del cambio social Hablar de un factor de cambio social (Rocher, 1973) equivale a
mencionar un elemento que es determinante del mismo. Un factor es, en efecto, un elemento
de una situación dada que, por el mero hecho de su existencia o por la acción que ejerce,
produce un cambio. Así, por ejemplo, la introducción de nuevas técnicas de producción en una
fábrica, pueden conducir a modificaciones en los métodos de trabajo, en la organización del
equipo, en los niveles de autoridad, etc. De igual manera, la instalación de una fábrica en un
medio rural comporta una transformación del mercado de trabajo, desencadena una
movilidad de la población, produce cambios en las costumbres, en la cultura y en la
organización social de la comunidad rural. En la fase formativa de la sociología, se discutió
mucho en torno a la existencia de factores únicos, capaces de explicar por sí mismos, los
cambios sociales. Se hablo de carácter determinante del medio físico, del desarrollo de la
tecnología, del estado de los conocimientos, de las creencias religiosas, etc. En la actualidad,
estamos convencidos que el cambio social es el resultado de una pluralidad de factores que
operan simultáneamente y actúan los unos sobre los otros. Veamos algunos de estos factores.
164 10.3.1. El factor demográfico Durkheim es seguramente quien más lejos ha llevado el
análisis del factor demográfico en el cambio social. Cuando, en una sociedad, la población es
poca numerosa y se halla dispersa sobre un vasto territorio, puede sobrevivir sin el recurso de
una división compleja del trabajo. Pero cuando la población aumenta y se hace muy densa, la
supervivencia del grupo solo es posible a condición de operar una división de tareas y
desarrollar la especialización y la complementación de las funciones. De este planteamiento,
Durkheim extrae la proposición siguiente: "la división del trabajo varia en razón directa del
volumen y de la densidad de las sociedades, y si progresa de una manera continua en el
transcurso del desarrollo social, es porque las sociedades se hacen regularmente más densas y
casi siempre más voluminosas". A esta proposición agrega otra en la cual sostiene que "cuanto
más numerosos son los individuos y cuanto más intensa es la acción de los unos sobre los
otros, tan más reaccionan con fuerza y rapidez, y, por consiguiente, tanto más intensa es la
vida social. Ahora bien, esa intensificación es lo que constituye la civilización". Según
Durkheim, el crecimiento de la densidad demográfica da lugar simultáneamente al- progreso
de la división social del trabajo y al progreso de la densidad moral. Por otra parte, la división
del trabajo y la densidad moral constituyen, a su vez, los factores principales del progreso de la
"civilización", es decir, del desarrollo económico, social y cultural. Esto lleva a Durkheim a
formular lo que denominó la "ley de la gravitación del mundo social". Es obvio que Durkheim
tenía razón al destacarla importancia del factor demográfico en el desarrollo de las sociedades.
Sin embargo, el crecimiento demográfico no puede explicar el desarrollo económico y social si
no se conjuga, por una parte, con un factor económico (la existencia de determinados recursos
potenciales) y, por otra, con un factor cultural (la capacidad de desarrollar las técnicas
necesarias). 10.3.2. El factor tecnológico El factor tecnológico constituye un factor de
explicación del cambio social al cual se acude con mucha frecuencia. Suele atribuirse a la
revolución tecnológica, los grandes cambios que ha conocido la sociedad industrial en los dos
últimos siglos. La industrialización, la urbanización, la elevación de la productividad, la
aceleración de los transportes y de las comunicaciones, son^ sin duda, expresión del gran
desarrollo tecnológico de nuestra época. En realidad, la totalidad de la 165 Introducción a la
Sociología vida humana y social ha sufrido el impacto de la revolución tecnológica: la vida
familiar, la vida religiosa, la literatura, las artes, las actitudes políticas, etc. Todo esto ha
cambiado profundamente como producción de la revolución tecnológica de nuestro tiempo.
La revolución tecnológica ha permitido, en suma, el paso de un tipo de sociedad a otro tipo
absolutamente diferente. Marx reconoció la importancia de la tecnología en el desarrollo
social a través del concepto de fuerzas productivas, que es central en su concepción
materialista de la historia. Pero, pretender ver en la teoría de Marx, un determinismo
tecnológico como lo han sugerido algunos autores, es empobrecer la enorme riqueza
conceptual de la obra de este autor. Obviamente, el factor tecnológico es y debe ser
considerado Cómo una variable clave en la historia del cambio social. Sin embargo, no se
puede postular un determinismo tecnológico, como no.se puede ni debe postular un
determinismo demográfico. Un texto de Lewis Mumford, denominado Técnica y civilización,
resulta un buen recurso para poner en perspectiva este complejo problema de
determinaciones. "Para comprender el papel predominante jugado por la técnica en la
civilización moderna", nos explica, "hay que examinar primero detalladamente el período
preliminar de preparación ideológica y social. No solo es preciso explicar la existencia de
nuevos instrumentos mecánicos, sino que además es necesario exponer como la cultura
estaba pronta a utilizarlos y sacar gran provecho de los mismos. Porque, adviértase bien lo que
sigue: la mecanización y la regimentación no son fenómenos nuevos en la historia. Lo nuevo es
que esas funciones hayan sido proyectadas y encarnadas en formas organizadas que dominan
todos los aspectos de nuestra existencia. Otras civilizaciones alcanzaron un alto grado de
perfección técnica sin que, al parecer, resultaran profundamente influidas por los métodos y
objetivos de la técnica... Las técnicas y la civilización, Consideradas como un todo, son el
resultado de opciones humanas, de aptitudes y de esfuerzos, tanto deliberados como
inconscientes, irracionales a menudo, siendo así que aparentemente son objetivos y
científicos. La técnica no constituye un sistema independiente como el universo, sino que
existe solamente en cuanto elemento de la cultura". Puesto en pocas palabras, no puede
apreciarse la influencia real de la tecnología como factor de cambio social sin tener en cuenta
el contexto cultural en que se inserta. Porque la tecnología no se sitúa solamente (usando una
frase marxista) a nivel de la infraestructura económica de la sociedad, sino que releva al mismo
tiempo del mundo de las cosas y del universo del pensamiento, de las actitudes y de los
valores. 166 10.3.3. El factor cultural (ideas, valores e ideologías) Las ideas ejercen una
influencia en el cambio social en la medida en que se Convierten en valores capaces de suscitar
una considerable motivación, o en la medida en que integran un sistema ideológico propuesto
como explicación y como proyecto de una colectividad. Como sabemos, en su conocida obra La
ética protestante y el espíritu del capitalismo, Weber trató de mostrar la importancia de los
valores, y particularmente de la ética calvinista, en el desarrollo del capitalismo en occidente.
Se ha querido sostener que Weber trató de explicar el espíritu del capitalismo en occidente
mediante el recurso a un factor cultural como la religión, haciendo abstracción de otros
factores. En otra parte de su obra Weber aclaró que: 1) la religión no es el único factor que
determina la ética económica. Esta responde también a condiciones e imperativos
económicos, políticos, geográficos, etc., y, 2) Que la propia religión no es independiente de la
influencia ejercida por factores económicos, políticos, culturales, etc. Una ideología es un
sistema de ideas y de juicios, explícito y generalmente organizado, destinado a describir,
explicar, interpretar o justificar la situación de un grupo o de una colectividad, y que
inspirándose ampliamente en unos valores, propone una orientación precisa a la acción
histórica de ese grupo o de esa colectividad. La definición anterior es de por si elocuente de
que la ideología puede ser un poderoso factor de cambio social. Sin embargo, no puede obrar
por sí misma. Debe ser expresada y manipulada por agentes de cambio, sobre todo por las
élites, los grupos de presión, los partidos políticos, los movimientos sociales. Sin embargo, el
análisis de las ideologías remite siempre a su contexto, porque una ideología expresa unas
aspiraciones particulares, los temores y las ambiciones de una colectividad, las luchas de un
grupo o de varios grupos concretos en un período histórico específico.
Cultura
Para la sociología la cultura es un elemento muy importante para el estudio de los fenómenos
sociales. Sabemos que es unos de los factores condicionantes del cambio social, eso
demuestra su valor en el conocimiento de la realidad social. Ya hablamos de los macro-
paradigmas en la sociología y sabemos que para el funcionalismo, la cultura es determinante
para la forma en que ellos, desde los valores, normas, creencias, actitudes y tradiciones,
pretenden explicar las causas que generan y/o provocan los fenómenos y cambios sociales.
Alrededor del concepto de cultura giran otros términos como: subcultura, contracultura,
socialización y agentes o instituciones, que hacen posible la socialización. También hay
otros conceptos que son utilizados para nombrar una serie de aspectos que tienen que ver con
la vida social de mujeres y hombres en la sociedad. Los funcionalistas, a través de la cultura,
se explican los conflictos sociales. Ellos ven los conflictos como desajustes que se dan entre
las personas y grupos con respecto a las normas y valores. Los ve cómo resultado de las crisis
de las instituciones sociales como la familia, la escuela y los medios de comunicación.
En tanto que los marxistas (Teoría del Conflicto), analiza los conflictos sociales a partir de
causas estructurales. Donde lo cultural también cuenta pero no determina. Para esta teoría en
los conflictos sociales convergen factores económicos, sociales, políticos y culturales. No se
niega la existencia de la realidad cultural pero, asume que no es por ésta que se pueden
explicar los fenómenos de la sociedad. En esta teoría la misma cultura no es sino la expresión
de la materialidad del mundo, la cultura se ve como algo creado a través de un largo proceso
histórico, en los distintos modelos de desarrollo económico y social que han existido. Para los
marxistas la cultura dominante es la cultura de las clases que detentan el poder económico y
político.
Concepto de Cultura
Componentes de la cultura
1. Componentes cognitivos.
2. Componentes normativos.
3. Componentes simbólicos.
Les invito a leer en que cosiste cada uno de los componentes, veamos:
Componentes cognitivos
La cultura nos ayuda a desarrollar todo tipo de conocimientos y
creencias acerca de lo que sucede en nuestro entorno, entendiendo
por conocimiento las ideas que tenemos con respecto al mundo
natural y social. El conocimiento puede transformarse en tecnología
con lo cual se puede transformar nuestro entorno y crear condiciones
adecuadas para la vida humana.
Componentes normativos
Están formados por normas y valores. Las normas son reglas de
comportamiento que nos dicen cómo debemos de comportarnos en
determinadas situaciones. En tanto que los valores se refieren a los
que es deseable y es valioso. Incluso, se llega a decir, que los valores
son el soporte de las normas. Es importante destacar el papel que la
cultura tiene en los cambios sociales. Igual hay que apuntar que lo
cultural, como herencia social, cambia permanentemente. Si
pensamos, por ejemplo, en la música, la moda, las costumbres,
sabremos que hoy día son muy diferentes a las de nuestros
antepasados.
Componentes simbólicos
Los símbolos nos permiten crear, comunicar, compartir y trasmitir la
cultura de generación en generación. Un símbolo es una palabra, un
gesto y hasta un sonido.
Subcultura
La subcultura se constituye con grupos sociales que tienen formas de pensar y actuar que se
diferencian del resto de la población. En el caso de Honduras, podemos referirnos a los
garífunas y misquitos como subculturas, aunque ellos formen parte de nuestra identidad
nacional. Los misquitos, garífunas, lencas y demás grupos étnicos tienen su propio idioma,
valores, costumbres y tradiciones. No hay que perder de vista que las sociedades no son
homogéneas.
Tienen especificidades que les caracterizan. Por ejemplo, en Honduras, los “costeños”
(personas que viven en la costa norte del país), son más abiertos y comunicativos, en cambio,
los capitalinos (los residentes en Tegucigalpa), son menos y más retraídos para comunicarse.
Contra cultura
Son grupos sociales cuyas normas, creencias y valores están en deliberada oposición a lo que
el resto de la sociedad da como normal y aceptable. Un ejemplo claro de grupos de contra
cultura son: los narcotraficantes, drogadictos y las pandillas o maras. La grupos de contra
cultura son desafectos a las normas socialmente aceptadas. Se les llega a considerar como
desadaptados sociales.
Socialización
La socialización se entiende como el proceso por medio del cual aprendemos la cultura. La
socialización se da desde que nacemos hasta que morimos. En ella aprendemos: normas,
valores, tradiciones y comportamientos, que permiten a las personas convivir de forma
armónica en las sociedades. La cultura es aprendida, como dijimos anteriormente, es una
suerte de herencia social. La socialización permite que las personas interactúen entre sí.
Agentes o instituciones de socialización
Los agentes socializadores son los espacios donde se aprende la cultura y podemos distinguir
entre ellos: la familia, la escuela, los medios de comunicación, el trabajo y la relación
entre iguales o pares.
La familia
Ha sido considerada como la célula fundamental de la sociedad, en cierto sentido hay razón. La
familia es una institución donde no solo se reproducen las condiciones de vida espiritual de la
sociedad, sino también se reproducen las condiciones materiales de vida. Algunos han visto a
la familia como una unidad económica.
La familia ha ido cambiando con el tiempo, en las sociedades tradicionales y rurales el tipo de
familia que existía y existe en algunas comunidades es la familia extensa, llamada así por los
lazos consanguíneos y afectivos que van desde abuelos, padres, hijos, nietos y tíos viviendo en
una misma comunidad. Existe también la que se conoce como familia nuclear, integrada no
más por padres e hijos.
Esos tipos de familia han cambiado mucho en los últimos tiempos. Con la crisis económica,
entre otras causales, las mujeres se han incorporado a la vida económica y han tenido que salir
del espacio doméstico que la sociedad y la cultura construyeron para ellas. Por eso, hoy,
muchos hogares tienen como jefa de hogar a mujeres.
Hay países en el mundo, como en Europa, Canadá, Estados Unidos e incluso, en algunos
países de América Latina, como Argentina y México, donde ya se permiten los matrimonios
entre iguales. Eso ni siquiera hubiera podido pensarse cien años atrás. Además, las parejas
entre iguales, en algunos lugares, pueden adoptar niños.
La escuela
Entendida como la educación formal en sus diferentes niveles con sus programas,
instalaciones físicas, laboratorios, personal docente, administrativo y estudiantes. La
finalidad de la escuela es la de contribuir en l, adolescentes y jóvenes, desarrollando en
ellos valores, normas y un sentido ciudadano de participación.
Es muy probable que presenciemos hoy en día, una situación en donde la educación
presente mayores dilemas, en lugar de ser la respuesta a diversos problemas de la
sociedad.
Son las relaciones que se establecen entre los amigos del barrio, de la escuela, el
colegio, la universidad. De aquellos que se reúnen las tardes para jugar o conversar.
Son grupos informales pero tienen la capacidad de influirse mutuamente. Por esta
relación se aprenden expresiones culturales en el lenguaje, comportamiento y
sentimientos.