Método Hitórico de 1 Timoteo
Método Hitórico de 1 Timoteo
Método Hitórico de 1 Timoteo
Lugar:
Posiblemente desde Roma donde Pablo habría salido recientemente de la
llamada primera prisión en Roma. Por el contrario, quienes consideran que la
carta no está escrita por Pablo, creen que fue escrita por algún discípulo suyo
tras su muerte.
Autor:
Todas las epístolas pastorales (1 Ti, 2 Ti, Tit) indican que el apóstol Pablo es
su autor. Por añadidura, la tradición insiste unánimemente en que Pablo las
escribió. Sin embargo, muchos especialistas cuestionan (no fueron escritas
por el apóstol Pablo o que no fue él mismo quien les dio su forma literaria,
sino alguno de sus discípulos) esta afirmación sobre la base de varias
dificultades. Las epístolas pastorales incluyen palabras que no aparecen en
las cartas que sin duda pertenecen a Pablo. Por otra parte, las pastorales
recogen ciertos acontecimientos difíciles de armonizar con el relato de los
viajes de Pablo en el libro de Hechos. Por ejemplo, Pablo ha dirigido una
misión en Creta (Tit_1:5), planea pasar el invierno en Nicópolis (Tit_3:12), y
ha visitado éfeso (1Ti_1:3), Mileto (2Ti_4:20) y Troas (2Ti_4:13). Además,
algunos especialistas piensan que estas epístolas describen una organización
eclesiástica muy avanzada para los tiempos de Pablo.
En lo que se refiere al vocabulario, podemos concluir que la temática de las
pastorales es tan diferente de las demás cartas de Pablo que éste tenía
necesariamente que utilizar algunas palabras que no había empleado antes.
Sería inadecuado poner límites al vocabulario de un hombre educado como
Pablo. También debe tomarse en consideración que estaba escribiendo a
asociados cercanos.
La respuesta obvia al problema de armonizar los relatos sobre los viajes de
Pablo en las cartas pastorales con los descritos en el libro de los Hechos, es
que Pablo fue liberado de la prisión romana que se describe en Hechos, y
continuó su ministerio durante varios años más. Hay una sólida evidencia en
los escritos de los líderes de la iglesia primitiva que confirman esto. Durante
este período de continua actividad Pablo escribió 1 Timoteo y Tito. Después
fue de nuevo arrestado y escribió 2 Timoteo, durante su segunda prisión
romana.
La mención de ancianos, obispos y diáconos en las epístolas pastorales no
quiere decir que existiera una jerarquía episcopal, lo cual obligaría a fechar
estas epístolas en una época posterior a la de Pablo. El apóstol designó
ancianos en las iglesias durante su primer viaje misionero (Act_14:23) y
saludó a obispos y diáconos en su carta a los filipenses. Aun más,
indistintamente usó el término «obispo» y «anciano» (véase Tit_1:5-7).
De forma abrumadora, la evidencia de que disponemos sostiene que Pablo es
el autor de las epístolas pastorales.
Los destinatarios:
Destinatario primario: Timoteo, un encargo pastoral
Destinatario secundario: iglesia en Éfeso, una renovación doctrinal
Destinatario general: líderes jóvenes de la iglesia en y a todos los creyentes
en todo lugar
Ambiente:
Efeso era un puerto orgulloso, rico y activo, rival de Alejandría y Antioquía de
Siria. Construido cerca del santuario de una antigua diosa anatoliana de la
fertilidad, Efeso se convirtió en el centro de un culto oriental. La deidad
anatoliana había sido asumida por los griegos bajo el nombre de Artemisa, la
Diana de los romanos. Representada grotescamente con cabeza torreteada y
muchos pechos, la diosa y su culto hallaron expresión en el famoso templo
servido, como la de Afrodita en Corinto, por una hueste de sacerdotisas
cortesanas.
Cristo Revelado:
La deidad de Jesús es evidente, de ahí que Pablo lo coloque a la misma altura
que Dios el Padre (1.1, 2; 3.16) y proclame su soberanía universal y su
naturaleza eterna (6.15, 16). Jesús es fuente de gracia, misericordia y paz
(1.2, 14), quien le encargó el apostolado a Pablo (1.1) y lo preparó para su
misión (1.12). Cristo es Señor (1.2, 12, 14; 5.21; 6.3, 14, 15) y Salvador (1.1,
15), «el cual se dio a sí mismo en rescate por todos» (2.6). En virtud de su
obra redentora Cristo es el único «mediador entre Dios y los hombres» (2.5),
la vía de acceso a Dios. El que se encarnó ha ascendido (v. 16). Mientras
tanto, el Señor es nuestra esperanza (1.1), y la promesa de su retorno es un
incentivo para la fidelidad en el servicio y la pureza en la vida (6.14).