La Defensa Del Agua
La Defensa Del Agua
La Defensa Del Agua
Sin agua no hay vida; sin agua no hay tierra fértil para la producción de
alimentos, no hay vida animal, ni vegetal; no existiría el planeta como lo
conocemos. Los diferentes pueblos siempre se asentaron próximos a las
fuentes de agua dulce, para desarrollar su cultura y construir un porvenir.
La megaminería y sus
consecuencias
Dentro del modelo extractivista es una de las prácticas más nocivas,
devastadora de montañas. Atenta contra la salud de los pueblos y de todos los
seres vivos porque envenena el agua, transforma radicalmente los ecosistemas
y exprime la tierra hasta agotarla, después de removerla y destruirla. En la
década del ´90, una serie de incentivos aprobados por los gobiernos de turno
en toda NuestrAmérica permitió el ingreso masivo de las grandes
corporaciones transnacionales: las canadienses Barrick Gold, Aur Resources,
Placer Dome, Falcon Bridge, Yamana Gold; las estadounidenses Phelps
Dodge, Newmont, Exxon, Río Tinto (Inglaterra); BHP-Billiton de Australia;
Sumimoto y Mitsubishi, de Japón; Anglo American Ashanti de Sudáfrica y
Xstrata Cooper de Suiza, entre las más importantes. Estábamos y estamos
ante un modelo neoliberal neocolonial que nos impone un proceso de
expropiación ecológica sin precedentes.
Actualmente hay más de 600 proyectos mineros solo en la cordillera de los Andes de
Argentina y Chile. Todos igualmente depredadores, contaminantes, violatorios de
valores como la soberanía de los países donde se llevan a cabo. Además de mostrar
los efectos de la minería a cielo abierto, el documental se detiene en la resistencia de
los pueblos afectados y en el rol de las corporaciones
En torno a este tema, la movilización popular, las asambleas ciudadanas, movimientos
sociales y otras organizaciones han ido configurando espacios de lucha y resistencia
que progresivamente han comenzado a sentar jurisprudencia. Al respecto, pueden
verse algunos logros en el plano de la justicia, como el del fallo histórico contra la
minera Alumbrera por contaminación.
La realidad actual nos presenta el desafío de una transición que además sea justa;
esto requiere fortalecer la idea de patrimonio y construir una mirada de la energía
como derecho.
En plena era de urbanización, y teniendo presente los cada vez más agudos
problemas sociales, económicos y ecológicos que ello conlleva, es siempre
necesario recordar por qué nació la ciudad, cuál es su esencia, para tratar de
encontrar ese modelo de ciudad viable y coherente con la situación actual de
nuestro planeta.
No todos los sectores pueden acceder al suelo urbano de una ciudad capitalista,
porque suelo y vivienda están mercantilizados. Entonces, los sectores populares
accedieron, en muchos casos, a la propiedad de la tierra sin infraestructura ni
servicios. A finales del siglo XX comenzaron las tomas de tierra, las usurpaciones
informales, y se conforma un tipo de organización del hábitat y un tipo de demanda
hacia el Estado que se asienta en el reclamo sobre tierra y vivienda. En Buenos Aires,
por ejemplo, se ha ido incorporando la cuestión ecológica ambiental como reclamo de
los sectores populares porque se entiende que la falta de acceso a servicios, al agua
potable, a las cloacas, a medios de transporte, constituyen condicionantes en términos
de salud y de reproducción de la vida.
Aunque la superficie terrestre, los océanos y los hielos son calentados directamente
por el Sol, estos no absorben la energía. Parte de ella es devuelta hacia la atmósfera
como otro tipo de energía que, una vez allí, es retenida momentáneamente por el
vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y otros gases, como los
clorofluorocarbonos, los hidrofluorocarbonos, los perfluorocarbonos, el óxido nitroso y
el hexafluoruro de azufre, entre los más importantes.
El efecto invernadero impide que los días sean demasiado calurosos o las noches
demasiado frías. Si este fenómeno no existiera, las fluctuaciones serían intolerables. A
pesar de ello, una pequeña variación en este delicado balance de absorción y emisión
de energías puede causar graves estragos.