TCP Conciencia
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CO
NCI
ENC
IA
Profesor: Estudiante:
Ortega Wilmer Arias Verónica
CI: 27711789
Una de las evidencias más respaldada en la actualidad es que los TS son un factor de riesgo
muy importante e independiente para diversas enfermedades cardiovasculares, entre ellas la
hipertensión, el infarto agudo de miocardio, la insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular,
etc. Además de este incremento en el riesgo, también se asocia con un incremento en la tasa
mortalidad en pacientes con enfermedad cardiovascular y TS. La explicación más aceptada
para esta asociación tiene que ver con que los TS generan un estado de estrés crónico que
se relaciona con un aumento en la producción de hormonas de estrés como el cortisol;
además de una mayor actividad del sistema simpático y un estado de inflamación crónica,
todo lo cual favorece el daño al endotelio vascular, genera hipertensión y tendencia a la
trombosis. En este sentido resulta especialmente preocupante que algunos estudios han
demostrado que esta inflamación asociada a insomnio y sueño insuficiente, ya se observa
desde edades muy tempranas, como la adolescencia.
Por otra parte también existe abundante evidencia de que los TS producen un incremento en
el riesgo de otras enfermedades crónicas (sobre todo metabólicas) que adicionalmente
aumentan el riesgo cardiovascular y la mortalidad, entre ellas están la obesidad, la diabetes
y el síndrome metabólico. Aquí es interesante resaltar que en el riesgo de diabetes, se ha
asociado tanto a dormir poco como con dormir mucho, y los mecanismos que se proponen
para su asociación tiene que ver con que los TS producen un estado de resistencia a la
insulina que se traduce en aumento en los niveles de glucosa; además se asocia con un
aumento en el apetito, trastornos en la conducta alimentaria y promueve un aumento en el
balance positivo de energía, es decir, acumulación de grasa corporal. Sobre la relación entre
el SAOS y el desarrollo de dislipidemia (aumento en los niveles de lípidos sanguíneos,
generalmente colesterol y triglicéridos) la evidencia aún no es concluyente, aunque algunos
estudios sugieren que la hipoxia intermitente con la que se asocia el SAOS puede producir
un incremento en la síntesis de colesterol y triglicéridos.
En la esfera neurológica, los TS también son un factor de riesgo independiente para el
desarrollo de enfermedad vascular cerebral (infarto cerebral), y además son un factor de
pronóstico negativo para la recuperación funcional del mismo. Un estudio reciente sugiere
que la duración prolongada de sueño incrementa aún más el riesgo de EVC que el sueño
insuficiente. Por otro lado, los TS también se han asociado con el riesgo de deterioro
cognitivo o demencia; por ejemplo, en un estudio se demostró que los trastornos
respiratorios durante el sueño en la edad geriátrica duplican el riesgo de deterioro cognitivo
o demencia.
Finalmente los TS, en especial el insomnio, se ha relacionado con el desarrollo de
depresión y ansiedad; sin embargo, establecer con claridad la causalidad entre insomnio y
depresión resulta compleja ya que existe una asociación bidireccional entre ellos.
Clásicamente el insomnio suele considerarse como secundario a la depresión, sin embargo,
existe evidencia que sugiere lo contrario: el insomnio resulta un factor de riesgo (en
cualquier grupo de edad), para el desarrollo de la depresión; adicionalmente, el insomnio
agrava los síntomas de depresivos y modifica la respuesta al tratamiento y la tasa de
recaídas de la misma forma, además de que se ha demostrado que el tratamiento del
insomnio por medios no farmacológicos también mejora la respuesta al tratamiento
antidepresivo. Adicionalmente algunos estudios sugieren que los TS en especial las
parasomnias como las pesadillas recurrentes, aumentan el riesgo de pensamientos y
conductas suicidas, aunque puede existir cierto sesgo en esta conclusión ya que la
prevalencia de TS es de por sí mucho más elevada en los pacientes con patologías
psiquiátricas.
Alteraciones patológicas de la CONCIENCIA
La alteración del estado de conciencia es un problema frecuente en la atención en sala de
urgencias, constituyendo una emergencia neurológica o neuroquirúrgica.
El término “alteración de conciencia” es utilizado para explicar la situación de un paciente
en relación a su capacidad para interactuar con el entorno y comprender la realidad; su
afectación puede provocar la pérdida de funciones motores conscientes e inconscientes.
Con relación a la conciencia el paciente puede presentar alteración del nivel (estupor,
obnubilación, somnolencia, coma, entre otros) y alteración del contenido como la dificultad
para mantener la atención y la desorientación. Esto es conocido como el síndrome
confusional que se ha considerado la primera etapa que conlleva progresivamente a un
coma o alteración conductual.
Es importante la diferenciación y el reconocimiento de coma, estado vegetativo, mutismo
aquinético, estado de mínima conciencia y síndrome de enclaustramiento, para determinar
el tratamiento apropiado que contribuya a mejorar el pronóstico del paciente. La evaluación
de un paciente con alteración de conciencia es un tema importante en el servicio de
urgencia, debido a que contribuye a una adecuada toma de decisiones.
De acuerdo a lo anterior, presentamos una revisión narrativa de la etiología, fisiopatología,
diferentes alteraciones del estado de conciencia, diagnostico, evaluación y pronóstico de
pacientes con alteración del estado de conciencia que contribuya a mejorar y actualizar los
conocimientos del médico en urgencias para su adecuado abordaje diagnóstico y
terapéutico.
Etiología
La alteración del estado de consciencia puede estar producida por cualquier proceso que
afecte significativamente los hemisferios cerebrales o las estructuras subcorticales. Pueden
dividirse en dos grandes grupos: lesión primaria del SNC como el Trauma craneoencefálico
- TCE, accidente cerebro vascular -ACV, hemorragias intracraneales, infecciones del
sistema nervioso central, tumores encefálicos; o manifestaciones secundarias a alteraciones
sistémicas como patologías metabólicas, tóxicas y endocrinológicas. El TCE puede
producir hematomas que provocan desplazamiento o compresión del tronco encefálico,
isquemias por incremento en la presión intracraneal o reducción en la perfusión cerebral y
lesión axonal difusa. La hiponatremia produce edema cerebral por el estado hipos molar en
los líquidos corporales que facilita el movimiento de agua hacia el espacio intracelular; la
hipercapnia por un déficit muscular diafragmático o enfermedad pulmonar obstructiva
crónica - EPOC puede provocar una pérdida rápida del estado de conciencia; y en pocos
casos, los trastornos en los niveles de potasio y magnesio alteran la conciencia. La
hipoglucemia provoca una falla en el metabolismo cerebral, al disminuir el suministro de
energía. La hiperglucemia crónica genera daño cerebral, al promover la acumulación de
sorbitol, agotamiento del mioinositol y aumento del estrés oxidativo. La hipertermia y la
hipotermia causan delirio, estupor o coma. La hipertermia puede producir daño cerebral al
aumentar la presión intracraneal por un incremento en el flujo y volumen sanguíneo en el
cerebro. También promueve la muerte neuronal directa cuando la temperatura sobrepasa los
41 °C. La encefalopatía de Wernicke resultante de una deficiencia de tiamina es una
enfermedad neuropsiquiatría, caracterizada por confusión, ataxia, nistagmo y oftalmoplejía.
La toxicidad de productos exógenos (fármacos sedativos y psicotrópicos, alcohol metílico,
etilenglicol, entre otros) conduce a trastornos en la excitabilidad y señalización neurona.
Alteraciones no patológicas: El sueño es una etapa del funcionamiento del organismo
absolutamente necesaria. Tiene dos estados o fases distintas, que son: sueño NREM o
sueño NMOR (sueño sin movimientos oculares rápidos) y sueño REM o sueño MOR
(sueño con movimientos oculares rápidos, caracterizado también por sueños muy
frecuentes).
Alteraciones patológicas: cualitativas y cuantitativas
Cuantitativas
Por actividad motora disminuida o disminución del nivel de consciencia
Comprendido por grados, está dividido en 3 grupos principales:
Coma. Es el más grave de los problemas de la consciencia y de la vigilia. Altera de forma
más o menos total las funciones de relación. Un enfermo en coma puede no reaccionar ni a
estímulos nociceptivos (que provocan una agresión dolorosa de los tejidos, por ejemplo
pincharlos o perforarlos). Físicamente no funcionan y mentalmente están dormidos, pero a
veces suelen responder a ciertos estímulos aunque no es muy frecuente.
Somnolencia y sopor. Es un oscurecimiento homogéneo de la consciencia, de mayor
profundidad que la Obnubilación. Se caracteriza por una disminución de la actividad de
vigilia, siendo la diferencia la mayor intensidad y profundidad del sopor frente a la
somnolencia. Frecuentemente se confunde con el estupor en el que hay consciencia vigil.
Obnubilación. Es un estado menos severo. La persona responde correctamente a las órdenes
complejas (ejecuta órdenes escritas, realiza cálculo mental, etc.) pero con lentitud, fatiga o
bastante dificultad de concentración.
Obnubilación de consciencia:
Grado leve o moderado. Comprensión dificultada, sopor, confusión, estupor, incapacidad
de acción espontánea y coma.
Grado profundo. Imposible cualquier actividad voluntaria consciente y ausencia de
cualquier indicio de consciencia.
Confusión mental. Es una alteración global y aguda de las funciones psíquicas, cuyas
causas orgánicas o psíquicas son múltiples.
Por actividad motora incrementada
Excitación
Manía
Delirio
Cualitativas
Estados crepusculares: Surgen y desaparecen de forma abrupta y tienen duración variable -
de pocas horas a algunas semanas. Ejemplos serían: alucinación, sonambulismo, terror
nocturno.
Disociación de consciencia. Pérdida de la unidad psíquica común del ser humano, en la cual
el individuo se “desliga” de la realidad para dejar de sufrir.
Trance. Especie de sueño acordado, con la presencia de actividad motora automática y
estereotipada acompañada de suspensión parcial de los movimientos voluntarios.
Estado hipnótico. Técnica refinada de concentración de la atención y alteración inducida
del estado de consciencia.
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