Trabajo Final de Responsabilidad Civil

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UNIVERSIDAD DEL CARIBE

(UNICARIBE)

ASIGNATURA

Responsabilidad Civil

TEMA
RESPONSABILIDAD CIVIL, LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y
FUNDAMENTOS JURÍDICOS

SUSTENTADO POR

ALEJANDRO VICTOR DE LA CRUZ MENDEZ


ANGELICA NAIROBY DIAZ SOSA
BIRLENY DE LA CRUZ GARABITOS

FACILITADOR
JORGE LUIS RIJO

SANTO DOMINGO D. N., REPÚBLICA DOMINICANA


2022.
INDICE
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................2
CAPÍTULO I
RESPONSABILIDAD CIVIL, LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y FUNDAMENTOS
JURÍDICOS
Evolución Histórica....................................................................................................3
En el Antiguo Derecho Francés.................................................................................5
El Código Civil............................................................................................................6
Evolución del período después de 1880...................................................................7
La evolución de la legislación....................................................................................7
La Evolución de la Legislación..................................................................................8
La Evolución de la Doctrina.......................................................................................8
Evolución de la Jurisprudencia..................................................................................9
La Jurisprudencia y la Responsabilidad por causa de las cosas............................10

CAPÍTULO II
FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL
a) La Teoría de la Falta:..........................................................................................12
b) La Teoría del Riesgo:..........................................................................................12
c) La Teoría de la Garantía:.....................................................................................13

CONCLUSIÓN.........................................................................................................15
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................17
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de investigación se refiere al tema de la Responsabilidad Civil,


en cuanto a su Evolución Histórica y sus Fundamentos Jurídicos. La inquietud del
tema surgió a raíz de la asignación del mismo por la facilitadora a nuestro grupo,
como trabajo final de la facilitación de Responsabilidad Civil.

Así pues, examinaremos la Evolución Histórica de la misma y sus Fundamentos


Jurídicos para una mejor comprensión de la Responsabilidad Civil. Como un
mecanismo de resarcimiento por el daño causado a otro.

La Responsabilidad Civil no supone ya un perjuicio social, sino un daño privado.


Por eso, ya no es cuestión de penal, sino de reparar. Mientras la responsabilidad
penal constituye una sanción, la responsabilidad civil es una reparación. Así pues,
no se mide, en principio, por la culpabilidad del autor del daño, sino por la
importancia de ese daño.

Este trabajo está estructurado de una introducción, sus objetivos, un objetivo


general y un objetivo específico, dos capítulos, una conclusión, y una bibliografía.

En el capítulo I tratamos la Evolución de la Responsabilidad Civil. Desde el


Derecho Romano y Antiguo Derecho, período 1804 y período 1880 en adelante,
observaremos la Evolución de la Legislación, la evolución de la doctrina y la
evolución de la jurisprudencia.

Y los aportes realizados por la legislación, la jurisprudencia auxiliada por la


doctrina a los principios rectores de la responsabilidad civil.

En el Capítulo II abordaremos fundamentos jurídicos de la responsabilidad civil.


Analizaremos las diferentes teorías que la fundamentan.
CAPÍTULO I

RESPONSABILIDAD CIVIL, LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y


FUNDAMENTOS JURÍDICOS

Concepto de Responsabilidad Civil. La responsabilidad civil es la obligación que


puede incumbir a una persona de reparar el daño causado a otro por su hecho o
por el de las personas o de las cosas por las que se deba responder.

La Responsabilidad Civil, en general, significa la obligación de responder


pecuniariamente de los actos realizados por uno mismo o por otra persona,
indemnizando al efecto los daños y perjuicios producidos aun tercero, individuo o
colectivo. En sentido procesal, la responsabilidad civil se traduce en la restitución
de la cosa, la reparación del daño y la indemnización del perjuicio causado por el
hecho punible.

Evolución Histórica

Derecho Romano y antiguo derecho. En los inicios del pueblo romano, el problema
de la responsabilidad civil no existía. Tampoco en los demás pueblos primitivos.
Prevalecía la venganza privada y la reparación del daño por la Ley del Talión: “Ojo
por ojo y diente por diente”. En esa época, se distinguían dos categorías de daño:
los que nacen de un delito público y los que nacen de un delito privado.

Posterior a la Ley de las XII Tablas (Año 303 - 4151 a. c.) el círculo de los delitos
públicos se amplió, estableciéndose la persecución de los hechos graves
cometidos por particulares, el homicidio. Si el Estado no perseguía a su autor, de
la víctima o sus causahabientes podrían hacerlo. Se trata de un período de
transición entre la fase de la composición voluntaria y la composición legal
obligatoria.

En el derecho privado, la víctima podía escoger entre la venganza privada o una


suma de dinero, que casi siempre se fijaba libremente. La reparación quedó
siempre bajo la noción del precio de la venganza, la composición, una poena. El
Derecho Romano no llegó nunca a librar por completo de su idea primitiva. De ahí
que la condenación civil no tuviera el carácter indemnizatorio que tiene en estos
tiempos.

No existía un principio general de responsabilidad civil. Los principales delitos


eren: el furtum (robo); el damnum injuria datum (daños causado injustamente); la
rapiña (robo cometido con violencia en bandas armadas); la injuria (perjuicio a la
dignidad de un hombre libre); motus (violencia); dolo y fraus creditorum.

De otra parte, se consideraban cuasi ex delito, el acto del juez que hace suyo el
proceso; el hecho de causar un daño a otro arrojando una cosa de una habitación,
o dejando caer una cosa en la calle; y el caso de los delitos de furtum o de
damnum cometidos por personas al servicio de patronos de envíos, hoteleros y el
dueño de caballerizas.

La Ley Aquilia se refería a delitos expresos, que llegaron a ser extendidos hasta
tal punto, por los pretores y jurisconsultos, que en el último período del Derecho
Romano llegó a quedar afirmada no simplemente la reparación de la mayor parte
de los perjuicios materiales, asimismo de los morales.

La noción de falta como elemento de la responsabilidad civil, no existía en el


Derecho Romano primitivo. Ni siquiera la Ley Aquilia (Años 465-468) exigía la
culpa del autor del daño. Son los jurisconsultos los que, a finales de la República,
bajo la influencia de ideas griegas, proclaman la falta aquiliana: in lege aquiliea et
levissima venit.

Es muy probable que cuando la idea de falta comenzó a surgir, los romanos se
contentaran con una falta cualquiera, sin hacer distinciones. (Morel, Juan A.
Responsabilidad Civil, pág.12. Editora Tiempo, S, A. Santo Domingo, 1989).

Es preciso señalar, sin embargo, que entre el Derecho Romano y el Derecho


Francés existían diferencias esenciales en materia de delitos y cuasi delitos. En
Francia no había, en principio, interés en distinguir esos conceptos. Roma, en
cambio, otorgaba extrema importancia a esa distinción porque de esta dependía a
que el régimen estaba sometido a la obligación. En segundo lugar, los cuasi ex
delitos en el Derecho Romano estaban limitativamente determinados, mientras
que en el Derecho Francés existía el principio general consagrado en el artículo
1382 del Código Civil.

En el Antiguo Derecho Francés.

Señala un progreso sensible, comienza a separase por primera vez la


responsabilidad civil de la penal. Se crea el Ministerio Público, a través de la
Ordenanza del 25 de marzo de 1302. Sin embargo, la distinción entre ambas
instituciones no fue absoluta. La acción conferida a la víctima siempre mantuvo en
algo su origen penal, sobretodo, cuando se trataba de perjuicio que afectaban la
integridad o el honor de la persona.

Solo los daños relativos a los bienes daban lugar a una acción puramente
indemnizatoria. Fue luego, paulatinamente, que llego a admitirse que la acción de
la víctima no era para castigar al autor del daño, proclamándose la existencia de
un principio general de la responsabilidad civil todo aquel que por su falta
ocasionare un daño cualquiera, está obligado a repararlo.

Los redactores de los artículos 1382 y siguientes de Código Civil Francés se


inspiraron verdaderamente en Domat, distinguió tres tipos de faltas la penal, la
contractual y la imprudencia o negligencia (delitos civiles), señalando, además,
que una falta cualquiera, compromete la responsabilidad de su autor.

En el antiguo derecho francés, se admitió que en cierto género de contrato había


lugar a examinar la conducta del deudor para saber si este había o no realizado su
obligación y se distinguió la falta dolosa y la falta grave, que se asimilaba a
aquella, la falta ligera y la falta muy ligera. Todos los autores no están de acuerdo
con esta distinción.
En cuanto a la responsabilidad delictiva se distinguió el delito (hecho intencional)
del cuasi delito (hecho involuntario). Esta distinción no responde a la noción del
delito y del cuasi delito del derecho romano, puesto que la en la Ley Aquiliana la
falta más ligera obligaba la responsabilidad del autor y ella no distinguía entre el
hecho intencional y el no intencional. El término cuasi delito, aunque es de
evocación romana, tiene desde entonces un sentido totalmente nuevo.

La tarea más importante del antiguo derecho francés es la de haber separado la


responsabilidad civil de la responsabilidad penal y de haber ofrecido un principio
general de responsabilidad civil.

El Código Civil.

El análisis de los trabajos de los redactores del Código Civil Francés, demuestra
que, en el 1804, la distinción entre la responsabilidad civil y la responsabilidad
penal una concepción adquirida por lo expuesto Domat. El Código Civil establece
un principio general de responsabilidad civil. Se distinguen dos períodos de la
historia de la responsabilidad, después de la redacción de los códigos, terminado
el uno en el 1804 y comenzando el otro alrededor del año 1880.

Evolución del período del 1804 hasta 1880. Responsabilidad penal. Durante los
tres primeros cuartos del siglo XIX, la noción de responsabilidad penal sufrió una
transformación completa, mediante la cual quedo concluyentemente separada la
responsabilidad penal de la civil.

En este período, los jueces siguieron fieles a la apreciación in abstracto de la falta,


siguiendo las directrices de los redactores del Código Penal. En efecto, en este
Código solo se admitía como causa de irresponsabilidad la demencia art. 64 y no
existía un sistema que estableciera una disminución de la pena por causa de una
responsabilidad moral amortiguada.

La Escuela Neoclásica contraria a esta concepción, se encargó de demostrar que


la falta civil y la falta penal son dos nociones diferentes, y sus afiliados defendieron
el principio de la individualidad de la pena. Esta doctrina influyó de tal forma en el
espíritu del legislador que, en 1824, se estableció el sistema de las circunstancias
atenuantes, completado más tarde por la Ley del 28 de abril de 1832, sistema que
permite dulcificar las penas fijadas por la ley, en proporción al grado de
culpabilidad moral del agente. La apreciación de la falta penal se hizo en concreto,
salvo la falta por imprudencia.

La responsabilidad civil, despojada ya de todo pensamiento de pena, quedo


extrañada a esta evolución y conserva su carácter indemnizatorio.

Evolución del período después de 1880.

A partir de ese año, el desarrollo del maquinismo llevó consigo la multiplicación de


los accidentes, surgió entonces la necesidad de socorrer a las víctimas.
Contentarse con las reglas de Código Civil hubiera sido obligar a las víctimas, al
menos cuando se tratará de la responsabilidad extra contractual, a probar una
culpa, cometida por el causante del daño, prueba difícil de realizar cuando el
accidente, causado por la máquina más bien que hecho del hombre, se convierte
en un accidente en cierto anónimo. De otra parte, incluso cuando existe una culpa,
suele ser difícil establecerla; son necesarios testigos o presunciones; la víctima
que no tenga testigos que sean oídos ni presunciones que invocar, perderá el
pleito. De ahí un esfuerzo del legislador, de la doctrina y de la jurisprudencia por
hacer flexibles, a favor de la víctima, las reglas de la responsabilidad civil.

La evolución de la legislación.

El papel del legislador ha sido modesto. No ha tocado a las reglas generales; no


ha intervenido sino en algunos casos particulares.

En primer término, se preocupó por los obreros víctimas de accidentes de trabajo.


La Ley del 9 de abril de 1898, luego la ley del 30 de octubre de 1946,
establecieron un sistema previamente fijado: el obrero esta dispensado de probar
la culpa del patrono; en compensación, no obtiene sino una reparación parcial del
daño sufrido.

La ley del 31 de mayo de 1924, para los accidentes causados en la superficie por
las aeronaves; la ley del 8 de julio de 1941, para los daños causados por los
teleféricos, obligan al titular de la explotación a reparar, a menos que pueda
establecer una culpa de la víctima (cfr. Infra, n. 556).

La Evolución de la Legislación.

No ha sido en un sentido único. Se encuentran algunas disposiciones cuya


finalidad ha sido, no ya la de facilitar la acción de la víctima, sino la de ponérsele
algunos obstáculos.

Es el caso de la ley del 7 de noviembre de 1922 (adición al artículo 1384, párr. 1º,
del Código Civil), que, para quebrar una jurisprudencia que los asegurados
consideraban demasiado favorable para las víctimas, ha concretado que la
persona a la que causa daño una cosa incendiada debe probar la culpa de aquel
al cual demanda por responsabilidad (cfr. Infra, no. 549).

Con el mismo espíritu se ha votado la ley del 5 de abril de 1937, que modifica el
artículo 1384 del Código Civil: los maestros no son responsables de los daños
causados por sus alumnos más que si se demuestra la culpa de aquellos (cfr.
Infra, n. 502).

La Evolución de la Doctrina.

Los autores, preocupados por facilitar la acción de las víctimas de los accidentes,
adoptaron primeramente una solución extrema: puesto que la obligatoriedad de
una culpa es la que impide a los tribunales conceder reparación, negaron que la
culpa fuera un requisito de la responsabilidad civil. Es responsable, afirman, fuera
de toda culpa; desde el momento en que un individuo, por su actividad, por
ejemplo, el industrial por funcionamiento de su maquinaria, hace correr a los
demás el riesgo o del riesgo creado. Defendida en 1897 por Saleilles y Josserand,
a los que denominaron sus adversarios “sindicatos de la quiebra de la culpa”,
había sido concebida especialmente para socorrer a los obreros víctimas de los
accidentes del trabajo.

Cuando esa esfera fue sometida por el legislador a una reglamentación especial
ley del 9 de abril de 1898, no dejó por ello de ser definida por sus promotores, que
la declararon de aplicación general, por aquella época, su generosa intención
sedujo a numerosos juristas.

En la actualidad, la teoría del riesgo no cuenta apenas con defensores. No ha


podido resistir a las críticas decisivas de los sustentadores de la teoría de la culpa,
conducidos por Planiol y Henri Capitant. (A cerca de la teoría del riesgo y de su
discusión, efr. Infra, ns. 429 y sigtes.).

¿Quiere decir eso que no haya ninguna influencia en la doctrina? Eso sería
exagerado. Condujo a los autores a buscar un medio que, sin negar la necesidad
de la culpa, facilitara la acción de la víctima. La investigación fue conducida de
frente con los tribunales.

Evolución de la Jurisprudencia.

Es ínfimo el número de fallos que ha negado la necesidad, de la culpa como


requisito de la responsabilidad civil. Ninguno procede de la Corte de Casación.
Desde luego, la jurisprudencia ha encontrado el medio de socorrer a la víctima, ya
se trate de responsabilidad contractual o extra contractual.

La Jurisprudencia y la Extensión de la Responsabilidad Contractual. Durante


muchísimo tiempo se consideró que los accidentes sobrevenidos en el
cumplimiento de un contrato dependían de las reglas de la responsabilidad
delictual o cuasi delictual. Así, el viajero, víctima de un accidente de transporte,
debía probar la culpa del transportista. Para relevarlo de ello, la Corte de Casación
tuvo que recurrir, en 1912, a la responsabilidad contractual (cfr. Infra, n. 402).
Admitió que el contrato de transporte pone a cargo del transportista, no solo la
obligación de conducir aquel de un punto a otro, sino además una obligación de
seguridad, que aquella califica no como una simple obligación general de
prudencia y diligencia lo cual habría obligado a la víctima a probar una
imprudencia o una negligencia, sino como una obligación determinada: conducir al
pasajero sano y salvo a su destino; incumbe entonces la existencia de una causa
ajena (cfr. Supra, n, 377). En consecuencia, los tribunales descubrieron una
obligación de seguridad en una multitud de contratos, sin convertirla siempre por
ello en una obligación determinada (cfr. Infra, n.402).

La Jurisprudencia y la Responsabilidad por causa de las cosas.

En el terreno de la responsabilidad delictual, la voluntad de los tribunales de


socorrer a las víctimas de accidentes los condujo a levantar la construcción más
audaz de que pueda enorgullecerse la jurisprudencia francesa. La primera piedra
fue colocada por la Corte de Casación en 1896 ( cfr. Infra, n. 514). Después, el
edificio no ha dejado de agrandarse, dispuesto a sufrir a veces ciertos retoques e
incluso algunas demoliciones.

Siguiendo a Domat, los redactores del Código Civil habían considerado, en el


artículo 1385, los daños causados por los animales. Cuando se multiplicaron los
accidentes ocurridos a los peatones atropellados por los coches de caballos, la
Corte de Casación pretendió descubrir en el artículo 1385 una presunción de
culpa; y muy pronto, dando un paso más adelante, afirmó que la presunción no
cedía sino ante la prueba de una causa ajena (cfr. Infra, n.534).

La Jurisprudencia y el abuso de los derechos. La extensión de la responsabilidad


civil no se debe solamente a la creación, por la jurisprudencia, de la
responsabilidad por causa de las cosas inanimadas. Los tribunales han empleado
otros medios de acción. Uno de los más eficaces ha sido la teoría del abuso de los
derechos.
La Jurisprudencia y la cuantía de la reparación. La responsabilidad civil no puede
tener importancia real más que si los tribunales conceden indemnizaciones que
cubran verdaderamente los daños. Cabe advertir en esto una evolución de la
jurisprudencia las resoluciones recientes renuncian a la timidez de que, con
demasiada frecuencia, daban prueba los jueces en la fijación de los daños y
perjuicios. Se conceden a veces indemnizaciones que alcanzan varias decenas de
millones. Los tribunales se esfuerzan cada vez más por colocar a la víctima en una
situación equivalente a aquella en la que se encontraría si no se hubiera producido
el daño. Tal es desde luego el papel de la responsabilidad civil.

La Jurisprudencia y los derechos habientes a la reparación. Por el contrario, la


jurisprudencia tiende a restringir el círculo de las personas que pueden reclamar
reparación. Exige que el demandante justifique la lesión de un interés legítimo
jurídicamente protegido.
CAPÍTULO II

FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL

La determinación del fundamento de la responsabilidad civil genera problema de


establecer cuál es su punto de apoyo. El asunto ha dividido a los escritores y al
efecto se han expuesto las teorías siguientes:

a) La Teoría de la Falta:

Hasta el año 1890 no se discutía que la responsabilidad civil tenía su fundamento


en la idea de falta. Según esta teoría el sistema del Código Civil reposa sobre la
idea de una falta probada o presumida. El hombre solamente es responsable por
su propio hecho cuando ha cometido una falta que le es probada. Es responsable
por el hecho de otro, de animales o de las cosas inanimadas porque la ley
presume en su contra una falta, o sea que en estos casos existe una falta
presumida.

En la República Dominicana la idea de falta domina en sentido general la


responsabilidad civil y es así que la Suprema Corte de Justicia exige para una
persona comprometa su responsabilidad civil tres requisitos: una falta imputable al
demandado; un perjuicio a la persona que reclama reparación; y una relación de
causa a efecto entre la falta y el daño. (S. C.J. abril 1954, pág. 733; B. J. 886. pág.
2462).

b) La Teoría del Riesgo:

A la Teoría Clásica se opone la Teoría del Riesgo que funda la responsabilidad no


sobre la falta probada o presumida, sino sobre la idea del riesgo creado. El
nacimiento y desarrollo de esta teoría se debe a Saleilles y a Josserand y está
formulada de la manera siguiente: toda actividad que crea para otro un riesgo,
hace a su autor responsable del daño que esa actividad puede causar, sin que
haya que investigar si hay o no falta de parte de su autor. En esta teoría la idea de
justicia predomina, ya sea que el hombre procure un provecho pecuniario o moral
con su actividad. De ahí las dos vertientes de la Teoría del Riesgo: la del Riesgo
Provecho que exige del hombre un provecho pecuniario; y la del Riesgo Creado
que exige un provecho cualquiera, aunque no sea pecuniario. Conforme a la
Teoría del Riesgo el juez no tiene que examinar la conducta del autor del daño ni
el carácter licito del acto imputable al pretendido responsable. Esta teoría ha sido
calificada con justicia como Teoría Objetiva.

Para comprender la Teoría del Riesgo es preciso situarnos en el momento de su


surgimiento. Fue la respuesta necesaria al desarrollo del maquinismo que trajo
consigo el aumento de las víctimas, principalmente en el ámbito de los accidentes
de trabajo. Bajo el criterio de la teoría tradicional de la falta, las víctimas de los
accidentes de trabajo tenían que probar la falta contra el propietario de la
máquina.

De ahí que cuando la Corte de Casación Francesa descubrió el artículo 1384,


párr. 1ro. del Código Civil, en su célebre sentencia de 1896, afirmando que esa
disposición legal establecía contra el guardián de una cosa inanimada una
presunción de falta, se vio en el criterio jurisprudencial la consagración de la
Teoría del Riesgo.

c) La Teoría de la Garantía:

El autor de esta teoría es el francés Borris Starck y trata de concentrarle a la


responsabilidad civil un fundamento diferente al de la falta y a la del riesgo.

Para el Dr. Víctor Livio Cedeño Jiménez en su obra “Responsabilidad Civil”,


expresa lo siguiente: “El problema de la responsabilidad civil no es, pues, más que
un problema de conflicto de derecho: de un lado, el derecho de actuar; de otro
lado, el derecho a la seguridad que pertenece a cada uno. Toda la cuestión es
entonces saber cómo conciliar estos derechos antagonista y, presentado el caso,
cal de los dos debe desaparecer frente a otro. Ejemplo el derecho de ejercer un
comercio permite hacer concurrencia a otro comerciante, por lo tanto,
eventualmente de perjudicarlo. No se podría condenar el comerciante, que quizás
ha causado la ruina de su competidor, puesto que si ello se hace, seria prohibir la
competencia misma”.

Se podría decir lo mismo del ejercicio de las vías judiciales, del derecho de crítica
literaria o artística, del derecho de la huelga, etc. En todos estos casos, el ejercicio
de un derecho no es posible más que permitiendo eventualmente que un daño sea
causado a otro. El daño es entonces inherente a ese derecho de actuar, la
reparación no se concibe sin suprimir el derecho mismo. El derecho a la seguridad
se borra ante el derecho de actuar. Pero, en otras hipótesis, es el derecho a la
seguridad que importa.

Ello es así del derecho a la vida, a la integridad corporal las de cada uno de
nosotros y la de nuestros parientes y a la integridad material de los objetos que
nos pertenecen. Estos derechos están protegidos contra la actividad de otro,
aunque esta sea irreprobable. La sanción de todo acto contrario al derecho, es la
responsabilidad de aquel que la ha cometido.

Los daños de que se trata son, pues ilícitos, aun cuando el acto que lo ha
engendrado es, en sí mismo, lícito. Esta es la regla no obstante, comporta algunas
excepciones: teles son los casos del boxeo, la legítima defensa, etc., pues los
autores disponen de un verdadero derecho de perjudicar. En estos casos, exigir la
reparación, seria suprimir el derecho mismo.

La Teoría de la Garantía reposa pues, sobre la división de los daños: por una
parte, los daños corporales y materiales, que están garantizados objetivamente,
sin que se exija prueba de la falta del responsable. Por otra parte, los daños de
naturaleza puramente económica o moral, que no están garantizados, en principio,
porque ellos son la consecuencia normal del ejercicio del derecho de actuar y de
perjudicar que posee el autor del daño. (Cedeño. Víctor Livio. La Responsabilidad
Extra contractual en Derecho Francés y Derecho Dominicano, págs., 136 y 137.
Editora Alfa y Omega).
CONCLUSIÓN

Como resultado de esta investigación, si se quiere formular un juicio de conjunto


sobre la evolución experimentada por la responsabilidad civil, hace falta reconocer
que vivimos todavía bajo los principios rectores establecidos por los redactores del
Código Civil Francés, sobre todo por una regla suprema de que no existe
responsabilidad civil sin culpa.

Pero la jurisprudencia, auxiliada por la doctrina, ha sabido darle flexibilidad a esos


principios; se ha esforzado por acudir en socorro de la víctima, facilitándole el
ejercicio de su acción. La ilustración más frecuente de esa evolución es el trabajo
considerable cumplido por la sentencia sobre el párrafo 1º del artículo 1384 del
Código Civil.

En definitiva, existe una tendencia a socializar el derecho de la responsabilidad,


asegurando la reparación del daño sufrido por los débiles, y moralizando el
derecho, sea a través de la extensión del dominio de la responsabilidad de
derecho común, sea por medio de la teoría del abuso del derecho, o sea limitando
la responsabilidad cuando esta aparece contraria a la equidad o a las buenas
costumbres.

Por otra parte, no todas las transformaciones que se ha operado en la


jurisprudencia después del 1880, han sido consecuencias de la Teoría del Riesgo.
El desenvolvimiento de la noción del abuso de los derechos, es casi
contemporáneo con la redacción del Código Civil.

La aplicación de esta teoría por la jurisprudencia ha podido extender el sistema de


la responsabilidad, sin desconocer la noción tradicional con la aplicación de la idea
de la falta. Este es el caso de la responsabilidad civil laboral o la responsabilidad
civil delictual en materia contractual.

Como hemos visto en la República Dominicana domina la idea de falta en sentido


general en la responsabilidad civil. Tanto en la legislación como en la
jurisprudencia y la doctrina. La Teoría de la Garantía, el autor de la misma trata de
encontrarle a la responsabilidad civil un fundamento diferente al de la falta y a la
del riesgo. Esta teoría reposa sobre la división de los daños.

Por una parte, los daños corporales y materiales, que se encuentran garantizados
objetivamente, sin que exhiba prueba de la falta del responsable y del otro lado,
los daños de naturaleza económica o moral, que no están garantizados.
BIBLIOGRAFÍA

Hernández, Pedro Pablo, “Teorías de las Obligaciones el Contrato y el


Cuasicontrato”, Impresora Soto Castillo, segunda edición, Santo Domingo,
República Dominicana, 2012.

Morel, Juan A, “Responsabilidad Civil”, Editorial Tiempo S. A., Santo Domingo,


1989.

Mazeaud, Henry, Mazeaud, León y Jean, “Lecciones de Derecho Civil”, parte


segunda, volumen II, La responsabilidad civil. Los cuasicontratos, ediciones
jurídicas europea- americana, Buenos Aires.

Subero Isa. Jorge A, “Tratado Practico de Responsabilidad Civil Dominicana”,


Editora Dalis, cuarta edición, Moca, R.D., 2000.

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