Trabajo Final de Responsabilidad Civil
Trabajo Final de Responsabilidad Civil
Trabajo Final de Responsabilidad Civil
(UNICARIBE)
ASIGNATURA
Responsabilidad Civil
TEMA
RESPONSABILIDAD CIVIL, LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y
FUNDAMENTOS JURÍDICOS
SUSTENTADO POR
FACILITADOR
JORGE LUIS RIJO
CAPÍTULO II
FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL
a) La Teoría de la Falta:..........................................................................................12
b) La Teoría del Riesgo:..........................................................................................12
c) La Teoría de la Garantía:.....................................................................................13
CONCLUSIÓN.........................................................................................................15
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................17
INTRODUCCIÓN
Evolución Histórica
Derecho Romano y antiguo derecho. En los inicios del pueblo romano, el problema
de la responsabilidad civil no existía. Tampoco en los demás pueblos primitivos.
Prevalecía la venganza privada y la reparación del daño por la Ley del Talión: “Ojo
por ojo y diente por diente”. En esa época, se distinguían dos categorías de daño:
los que nacen de un delito público y los que nacen de un delito privado.
Posterior a la Ley de las XII Tablas (Año 303 - 4151 a. c.) el círculo de los delitos
públicos se amplió, estableciéndose la persecución de los hechos graves
cometidos por particulares, el homicidio. Si el Estado no perseguía a su autor, de
la víctima o sus causahabientes podrían hacerlo. Se trata de un período de
transición entre la fase de la composición voluntaria y la composición legal
obligatoria.
De otra parte, se consideraban cuasi ex delito, el acto del juez que hace suyo el
proceso; el hecho de causar un daño a otro arrojando una cosa de una habitación,
o dejando caer una cosa en la calle; y el caso de los delitos de furtum o de
damnum cometidos por personas al servicio de patronos de envíos, hoteleros y el
dueño de caballerizas.
La Ley Aquilia se refería a delitos expresos, que llegaron a ser extendidos hasta
tal punto, por los pretores y jurisconsultos, que en el último período del Derecho
Romano llegó a quedar afirmada no simplemente la reparación de la mayor parte
de los perjuicios materiales, asimismo de los morales.
Es muy probable que cuando la idea de falta comenzó a surgir, los romanos se
contentaran con una falta cualquiera, sin hacer distinciones. (Morel, Juan A.
Responsabilidad Civil, pág.12. Editora Tiempo, S, A. Santo Domingo, 1989).
Solo los daños relativos a los bienes daban lugar a una acción puramente
indemnizatoria. Fue luego, paulatinamente, que llego a admitirse que la acción de
la víctima no era para castigar al autor del daño, proclamándose la existencia de
un principio general de la responsabilidad civil todo aquel que por su falta
ocasionare un daño cualquiera, está obligado a repararlo.
El Código Civil.
El análisis de los trabajos de los redactores del Código Civil Francés, demuestra
que, en el 1804, la distinción entre la responsabilidad civil y la responsabilidad
penal una concepción adquirida por lo expuesto Domat. El Código Civil establece
un principio general de responsabilidad civil. Se distinguen dos períodos de la
historia de la responsabilidad, después de la redacción de los códigos, terminado
el uno en el 1804 y comenzando el otro alrededor del año 1880.
Evolución del período del 1804 hasta 1880. Responsabilidad penal. Durante los
tres primeros cuartos del siglo XIX, la noción de responsabilidad penal sufrió una
transformación completa, mediante la cual quedo concluyentemente separada la
responsabilidad penal de la civil.
La evolución de la legislación.
La ley del 31 de mayo de 1924, para los accidentes causados en la superficie por
las aeronaves; la ley del 8 de julio de 1941, para los daños causados por los
teleféricos, obligan al titular de la explotación a reparar, a menos que pueda
establecer una culpa de la víctima (cfr. Infra, n. 556).
La Evolución de la Legislación.
Es el caso de la ley del 7 de noviembre de 1922 (adición al artículo 1384, párr. 1º,
del Código Civil), que, para quebrar una jurisprudencia que los asegurados
consideraban demasiado favorable para las víctimas, ha concretado que la
persona a la que causa daño una cosa incendiada debe probar la culpa de aquel
al cual demanda por responsabilidad (cfr. Infra, no. 549).
Con el mismo espíritu se ha votado la ley del 5 de abril de 1937, que modifica el
artículo 1384 del Código Civil: los maestros no son responsables de los daños
causados por sus alumnos más que si se demuestra la culpa de aquellos (cfr.
Infra, n. 502).
La Evolución de la Doctrina.
Los autores, preocupados por facilitar la acción de las víctimas de los accidentes,
adoptaron primeramente una solución extrema: puesto que la obligatoriedad de
una culpa es la que impide a los tribunales conceder reparación, negaron que la
culpa fuera un requisito de la responsabilidad civil. Es responsable, afirman, fuera
de toda culpa; desde el momento en que un individuo, por su actividad, por
ejemplo, el industrial por funcionamiento de su maquinaria, hace correr a los
demás el riesgo o del riesgo creado. Defendida en 1897 por Saleilles y Josserand,
a los que denominaron sus adversarios “sindicatos de la quiebra de la culpa”,
había sido concebida especialmente para socorrer a los obreros víctimas de los
accidentes del trabajo.
Cuando esa esfera fue sometida por el legislador a una reglamentación especial
ley del 9 de abril de 1898, no dejó por ello de ser definida por sus promotores, que
la declararon de aplicación general, por aquella época, su generosa intención
sedujo a numerosos juristas.
¿Quiere decir eso que no haya ninguna influencia en la doctrina? Eso sería
exagerado. Condujo a los autores a buscar un medio que, sin negar la necesidad
de la culpa, facilitara la acción de la víctima. La investigación fue conducida de
frente con los tribunales.
Evolución de la Jurisprudencia.
a) La Teoría de la Falta:
c) La Teoría de la Garantía:
Se podría decir lo mismo del ejercicio de las vías judiciales, del derecho de crítica
literaria o artística, del derecho de la huelga, etc. En todos estos casos, el ejercicio
de un derecho no es posible más que permitiendo eventualmente que un daño sea
causado a otro. El daño es entonces inherente a ese derecho de actuar, la
reparación no se concibe sin suprimir el derecho mismo. El derecho a la seguridad
se borra ante el derecho de actuar. Pero, en otras hipótesis, es el derecho a la
seguridad que importa.
Ello es así del derecho a la vida, a la integridad corporal las de cada uno de
nosotros y la de nuestros parientes y a la integridad material de los objetos que
nos pertenecen. Estos derechos están protegidos contra la actividad de otro,
aunque esta sea irreprobable. La sanción de todo acto contrario al derecho, es la
responsabilidad de aquel que la ha cometido.
Los daños de que se trata son, pues ilícitos, aun cuando el acto que lo ha
engendrado es, en sí mismo, lícito. Esta es la regla no obstante, comporta algunas
excepciones: teles son los casos del boxeo, la legítima defensa, etc., pues los
autores disponen de un verdadero derecho de perjudicar. En estos casos, exigir la
reparación, seria suprimir el derecho mismo.
La Teoría de la Garantía reposa pues, sobre la división de los daños: por una
parte, los daños corporales y materiales, que están garantizados objetivamente,
sin que se exija prueba de la falta del responsable. Por otra parte, los daños de
naturaleza puramente económica o moral, que no están garantizados, en principio,
porque ellos son la consecuencia normal del ejercicio del derecho de actuar y de
perjudicar que posee el autor del daño. (Cedeño. Víctor Livio. La Responsabilidad
Extra contractual en Derecho Francés y Derecho Dominicano, págs., 136 y 137.
Editora Alfa y Omega).
CONCLUSIÓN
Por una parte, los daños corporales y materiales, que se encuentran garantizados
objetivamente, sin que exhiba prueba de la falta del responsable y del otro lado,
los daños de naturaleza económica o moral, que no están garantizados.
BIBLIOGRAFÍA