Cactus San Pedro
Cactus San Pedro
Cactus San Pedro
El cactus San Pedro es sin duda una de las plantas mágicas más antiguas de Sudamérica: se usa desde hace
mas de 3.300 años. Conocido con el nombre botánico de Trichocereus pachanoi, es un cactus columnar de
color verde azulado, de rápido crecimiento, y que puede llegar a alcanzar los seis metros de altura creciendo
a un ritmo de hasta cuarenta centímetros anuales. Su altura máxima es de doce metros.
Los brazos del cactus, que pueden presentar de 4 a 8 costillas, llegan a tener diez centímetros de diámetro
cuando el cacto es mayor de siete años; los ejemplares de cuatro costillas son especialmente apreciados por
los chamanes, simbolizando estas cuatro costillas los cuatro puntos cardinales. Por lo general los ejemplares
maduran a los 7 años y pierden las espinas, como si quisieran indicarnos que ya están listos para formar
parte de una poción mágica, mientras que en los ejemplares jóvenes éstas aparecen en número de 3 a 7,
llegando a medir 2 cm de longitud. Cuando el cactus alcanza cierta altura empieza a ramificarse
convirtiéndose en una especie de candelabro, esto permite cortar varios esquejes de un solo cacto. Crece y
se cultiva en Ecuador, Perú, Bolivia y el norte de Argentina, tanto en regiones costeras como en los Andes.
Cuando los españoles invadieron Perú el uso ritual curativo y mágico-espiritual del cactus san Pedro estaba
muy extendido . Hoy permanece y se extiende su uso mas allá de sus fronteras naturales.
Se han hecho cinco análisis químicos de San Pedro seco y sus resultados fueron: 0,1%, 0,331%, 0,357%,
2% y 2,375%. Un san Pedro puede ser 23 veces más potente que otro. Se sabe que para que contenga
mucha mescalina el cacto debe cosecharse tras su florecimiento a los siete años (Tsamani 2005) y que el
último año debe ser de sequía completa. Además el cacto mas joven pero con mas de seis años tiene mas
mescalina que los ejemplares viejos, según el especialista Manuel Torres (Rätsch 2005), y por supuesto hay
especies, variedades o razas de san Pedro mas fuertes que otras, como el Trichocereus peruvianus que es de
3 a 10 veces mas potente según Turner y Montgomery, aunque un análisis solo encontró un 0,82% de
mescalina (Pardanani 1977).
Pero si se toma solo la parte verde del cactus, y dado que el interior es una pulpa blanca que carece de
mescalina, análisis hechos en USA encontraron más de un 5% de mescalina en tejido verde seco de
peruvianus pelado (Torres 2007).
Además de mescalina el san Pedro contiene otras beta-fenetilaminas como la dimetoxi-B-fenetilamina,
hordenina, y anhalonidina.
Es de fácil cultivo y de crecimiento muy rápido unos 20-30 cm. de altura por año, en el caso de un pachanoi
maduro, por lo que se necesita un jardín o invernadero grande si se quiere que complete su desarrollo,
alcanzando hasta 6 metros de altura. Para germinar las semillas de San Pedro usa tierra para cactus o arena
de río. En las jardinerías venden tierra para cactus, la marca "Compo Cáctea" es ideal. Si se cultiva en
tiestos, mejor los de arcilla. Al principio de la primavera, echa las semillas sobre la tierra. Cúbrelas con una
fina capa, 1 mm., de tierra o arena, lo mejor es poner tierra dentro de un colador, y espolvorear por encima
de las semillas. La mejor manera de regar es por absorción, o sea colocando el tiesto en una cubeta con
agua y dejando que la tierra vaya absorbiendo el agua hasta quedar totalmente húmeda. También se puede
regar con pulverizador hasta que la tierra este húmeda. Deja evaporar el agua 3 días, antes de tapar el tiesto
con plástico transparente agujereado con un alfiler y sujetado al tiesto con una goma, así retienes la
humedad y permites la ventilación. Pon el tiesto dentro de casa, a la sombra, en una habitación con una
temperatura constante de unos 22°C el primer año. Germinarán en una o dos semanas un 15-25% de las
semillas. Si germinan varios cactus muy juntos habrá que trasplantarlos cuando cumplan un año, separando
cuidadosamente las raíces para no dañarlos. En un año pueden llegar a 1,2 cm. de altura, y quizás 2,5 cm.
después del segundo año. Si ves que le salen manchas de hongos riega con un fungicida sistémico. Tardan
unos 7 años en madurar por completo floreciendo, y se debe ir trasplantando, en primavera, cada dos años a
macetas mayores cada vez. A partir de los cinco años puede crecer una media de 20 a 30 centímetros al
año.
Cuando es mayor el San Pedro es un cacto duro, resiste hasta -8 grados, y requiere el máximo de luz.
Soporta los rayos directos del sol, pero después de aclimatarse. Cuando los cactus estén demasiado grandes
para un tiesto ó los trasplantes, puedes, para no dañar las raíces, sumergir el tiesto en agua, y dejar que la
tierra se disuelva, separándose de las raíces. Antes de replantar espolvorea con tierra seca. Conviene regar
todos los días si hace calor o está dentro de casa. Después, de noviembre a febrero riégalo a diario pero
poco. Tras cada riego hay que comprobar que la tierra se ha secado bien antes de regar de nuevo. El riego
excesivo, sobre todo con mucho frío, puede pudrir las raíces. La temperatura ideal nocturna es de 5 a 10ºC,
por el día 20 ºC. El San Pedro aguanta bien la sequía y no se pudre fácil en caso de alta humedad. Hay que
abonarlos una vez al mes en primavera y verano con un fertilizante líquido para cactus que no tenga
demasiado nitrógeno (el exceso de éste elemento debilita el tejido del cacto abriendo la puerta a
enfermedades y plagas).
El cultivo a partir de esquejes es más sencillo, agarran con rapidez. Con un esqueje de unos 15 cm de largo
ya basta para asegurar el rápido crecimiento de la nueva planta (la planta madre de la que se sacó el
esqueje echará nuevos brotes alrededor de la sección cortada, siempre que dejemos un mínimo de 5 cm de
longitud del brazo cortado). El corte debe ser un corte limpio y plano. Es muy importante dejar secar la
sección del esqueje durante unas dos semanas en un lugar fresco y seco, antes de colocarlo de nuevo en
tierra, pues de lo contrario al plantarlo podría pudrirse con facilidad. Si cuando la sección aun está fresca la
espolvoreamos con hormonas de enraizamiento aceleramos en gran medida el proceso. Pasadas estas dos
semanas colocaremos el esqueje en un tiesto enterrándolo a unos 2 a 5 centímetros de profundidad, si no se
sostiene puede colocarse una guía para sujetarlo verticalmente (Ruiz 1998). Es importante No regar durante
unos días, después regaremos la tierra regularmente. También es importante colocar el esqueje en un lugar
sombreado para evitar que pierda mucha agua por un exceso de temperatura. La época más indicada para
esquejar es de abril a agosto (Ruiz 1998). La tierra más idónea para plantar los esquejes será la tierra para
cactus de jardinería, la ya mencionada “Compo cactea”. Los ejemplares maduros de San Pedro agradecen
un riego generoso durante la época de crecimiento (de la primavera al otoño), una tierra rica en nutrientes
minerales y mucho sol
El cactus San Pedro tiene una piel exterior transparente que parece plástico. Si se retira esta primera capa
aparece la piel verde superficial, y si se pela esta piel como si fuera un pepino se verá que hay una médula
de color blanco que carece de mescalina. En la primavera del séptimo año de vida del cacto florece al
anochecer. Es el momento de cosechar el tejido verde y secarlo para que ocupe menos y poder conservarlo
indefinidamente manteniendo su potencia. Se suele cortar una punta de 7,5 a 50 centímetros de largo por 7
a 10 de diámetro, según la potencia del cacto y la intensidad del viaje deseado. Esto es entre 350 y 750
gramos de cactus fresco, que al secarse queda muy menguado.
La cantidad por persona de tejido verde seco varía entre un mínimo de 14 gramos para un viaje suave; unos
25 a 35 gramos para una toma moderada, y de 35 a 50 gramos para un potente viaje visionario de hasta 18
horas de duración.
El tejido verde seco troceado se pone en una olla grande con el triple de agua que de san Pedro. Se tapa y se
deja hervir unas 6 o 7 horas. Cuando ha hervido unas 3 horas se echan 200 gramos de azúcar integral de
caña, después se echa el jugo de un limón. Cuando el agua casi se haya consumido, cuando esté el agua un
dedo o dos por debajo de la pulpa de san Pedro, entonces se filtra bien con un filtro de tela. Exprime bien,
porque la pulpa retiene mucha agua. Conviene filtrar varias veces para eliminar la sustancia gelatinosa. Si
se quiere guardar el líquido filtrado, se deja enfriar, se echa en una botella y se mete en la nevera, pero es
mejor beberlo pronto o se acidificará un poco. Es útil chupar un limón tras beber san Pedro para que la boca
no se quede amarga. Si primero se muele el tejido verde seco hasta pulverizarlo, basta con hervirlo un
cuarto de hora en agua y el zumo de un limón, después se filtra varias veces con un filtro de tela. Los que
toleran el sabor amargo se beben este líquido filtrado, otros prefieren que el líquido hierva un poco mas
hasta que al filtrarlo solo quede reducido a una especie de alquitrán. Este alquitrán de mescalina lo secan,
lo pulverizan y lo meten en cápsulas de gelatina vegetal de venta en farmacias, así evitan el sabor amargo y
hay que tragar menos cápsulas que si fueran de simple tejido verde seco molido. Aún y todo hay que tomar
varias cápsulas para volar.
Caramelos de cactus se hacen machacando el tejido verde fresco, o seco re-hidratado con un poco de agua,
en un mortero y añadiendo miel hasta que sea una pasta verdosa con la que se hacen bolitas pequeñas que
se envuelven en trozos de trapo que se cuelgan hasta que se sequen y endurezcan. Así pasa bien al tragarlas,
aunque luego vendrán los retortijones de estómago. Tras una a cuatro horas desde la ingestión se empieza a
ver el aire y se entra en lo sagrado, se nota una sensación de que la vida aún es hermosa, se entra en el
mundo de los espíritus, todo se relaciona con todo.
EFECTOS.
Como muchos dicen, “con los cactos mescalínicos la resaca precede a la ebriedad”. Entre una y cuatro
horas después de ingerirlos se puede sufrir uno o varios efectos secundarios desagradables: náuseas,
vómito, mareo, sudoración, palpitaciones, dolores de estómago, pecho, cuello y cabeza, temblores y
destemple (sensaciones de calor y frío), necesidad urgente de orinar, y malestar general. Algunas personas
sienten como que están al borde de la muerte, con gran ansiedad y temor…pero esta fase pasa y nadie se
muere, al contrario es vivificante y renovador, se siente euforia, alegría y exaltación, felicidad y
ensoñaciones, fantasías agradables, visiones, distorsión de las percepciones sensoriales, sinestesia y ánimo
contemplativo. Las visiones son lo más impresionante pero no todas las personas las tienen. Los
pensamientos y las imágenes surgen a toda velocidad durante ocho a diez horas, aunque pocos dicen haber
sentido cansancio. Tanto con mescalina como sin tomar nada a veces sentimos una sensación de irrealidad
y sinsentido, que puede ser desagradable y alarmante al perderse los habituales puntos de referencia
ordinarios. El efecto puede parecer mágico y cómico, pero siempre es muy intenso y extraordinario. La
mescalina produce sentimientos e ideas de profunda significación, todo parece infinito y maravilloso, todo
se relaciona con todo, sentimientos de unidad con el todo inundan el alma. Las mejores descripciones de los
efectos de la mescalina están en el conocido y mil veces citado libro “Las puertas de la percepción”
(Huxley 2004).
OBTENCION Y LEGALIDAD.
Aunque la mescalina está prohibida, el cacto san Pedro es legal y se vende en viveros, jardinerías y tiendas
de cáñamo. También puede comprarse cortado en trozos, en los mercados peruanos como el de los brujos
de Chiclayo (norte de Perú). Un amigo que viajó a Perú nos contó que a la vuelta, en la aduana española un
policía tomó entre sus manos el trozo de san Pedro y lo agitó como para ver si tenía algo dentro. Nuestro
amigo pasó la frontera sin problemas, con su brazo de san Pedro. El mercado etnobotánico sirve tanto
semillas como incluso tejido verde seco de Tricocereus pachanoi y de peruvianus. Hace unos años la
policía entró en varias tiendas de cáñamo y se llevó peyotes y san Pedros menores de 5 años para –
supuestamente- “analizarlos”. Todos los análisis dieron negativo en mescalina, porque como ya sabrán los
expertos de la policía científica, éstos cactos solo biosintetizan la sustancia a partir de los 5 años. Pero las
tiendas vieron sus cactus destrozados y no recibieron indemnizaciones. Por otra parte, los viveros y tiendas
de jardinería que venden estos cactus solo con el nombre científico en latín, NO recibieron la visita de
nuestros protectores. Así funciona el Estado ¿democrático?. La inseguridad jurídica es total.
BIBLIOGRAFIA.
Carrasco, Iván. 2000. “La receta de la Lupe”. Cáñamo 36 diciembre pgs. 75-76
Huxley, Aldous. 2004. Las puertas de la percepción. Edhasa. Barcelona.
Gállego, José T. 2001. Trichocereus spp. Cáñamo nº44 agosto, pgs. 94 a 96.
Pardanani y McLaughlin, 1977. Cactus Alkaloids XIX. Mescaline and related compounds from Trichocereus
peruvianus. Lloydia 40(6): 585-590.
Rätsch, C. 2005. The encyclopedia of psychoactive plants. Ethnopharmacology and its applications. Park Street
press. USA
Ruiz, Oscar. 1998. "Cultivo y preparación del San Pedro". Mundo High nº 5, pgs. 86-88.
Sacramento, K. 1998. Cultivo del San Pedro. Cáñamo nº 7 páginas 60-61.
Tarinas, J. 1998. Preparación del San Pedro. Cáñamo nº 8 julio-agosto, página 57.
Torres, Sebastián, 2007. Comunicación personal.
Tsamani, Kajuyali, 2005. “Ahuakulla, el cactus de los mil colores”. Cáñamo nº87 marzo, página 100.