Medidas de Seguridad

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Medidas de seguridad

Estas medidas se deben de tener en cuenta en todo momento para mantener la


seguridad del niño, evitando que se llegara a lastimar o que llegara a tener alguna
complicación, alargando el tiempo que pase el hospital.
Estas medidas son:
• Mantener elevados los barandales elevados
• Verificar el uso de tapones de seguridad de corrientes eléctricas
• Supervisar las actividades y proporcionar juguetes acordes a la edad
• Sujetar de forma estricta y gentil y solo en caso de ser necesario
• Mantiene medicamentos y soluciones fuera del alcance del niño
• Permanecer con el niño en cualquier procedimiento

Es importante conocer las acciones esenciales para el cuidado del niño:


1. Identificación correcta del paciente. Procedimientos correctos
2. Comunicación efectiva
3. Seguridad en el proceso de medicación
4. Seguridad en los procedimientos
5. Reducción del riesgo de infecciones asociadas a la atención de la salud
(I.A.A.S)
6. reducción del riesgo de daño al paciente por causas de caídas
7. registro y análisis de eventos centinela, eventos adversos y cuasi fallas
8. cultura de seguridad del paciente
NORMA OFICIAL MEXICANA NOM-087-ECOL-SSA1-2002, Protección
Ambiental-Salud Ambiental-Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos-
Clasificación Y Especificaciones De Manejo.
Objetivo: La presente Norma Oficial Mexicana establece la clasificación de los
residuos peligrosos biológico-infecciosos, así como las especificaciones para su
manejo.
Las Autoridades Mexicanas emitieron esta norma inicialmente para que el personal
médico y de apoyo estuviera más seguro al realizar sus actividades y así evitar
accidentes o contaminación derivada del mal manejo de los residuos peligrosos
biológico-infecciosos, ya que un factor determinante para la contaminación
ambiental o del personal es el manejo inadecuado de los residuos.
Ayudando al medio ambiente y a la sociedad a poder evitar más contaminación.

Estrategias de ayuda
Separación
Al aumentar el número de mujeres que dan el pecho a sus hijos, las situaciones de
separación o divorcio coincidiendo con la lactancia, se han hecho cada vez más
frecuentes y se han convertido en un tema importante de debate social.
La falta de información en nuestra sociedad en cuanto a la importancia de la
lactancia prolongada afecta a todos, incluyendo abogados, jueces, psicólogos,
trabajadores sociales, e incluso a muchos médicos, que con frecuencia expresan su
desacuerdo ante un niño que lacta a los dos, tres, cuatro años o más. Por otro lado,
en los trámites de separación, no es raro que un padre que desea la custodia o un
régimen de visitas más amplio, esgrima argumentos en contra de la lactancia
prolongada para conseguirlo. Incluso en algunas ocasiones los Servicios Sociales
han dirigido intervenciones en las que se le ha retirado la custodia a una madre por
amamantar prolongadamente, basándose en argumentos sin fundamento científico
que presuponen que el amamantamiento prolongado constituye perjuicio para el
menor, abuso o abandono.

Pérdida de control
La pérdida de control es una de las manifestaciones más comunes cuando los niños
experimentan emociones fuertes. El autocontrol es la capacidad de expresar en su
justa proporción las emociones. No logra negar lo que se siente, sino logra una
expresión adecuada.
Tener autodominio es pensar antes de actuar impulsivamente, asumir la
responsabilidad de las acciones, ser empático, consecuente y respetuoso con los
límites.
El niño alcanza el autodominio a través del ejemplo de sus figuras de autoridad,
como padres y maestros. El autodominio implica que la persona conoce las normas
que rigen la dinámica del tejido social en el cual está inmerso.

Cuando un pequeño se encuentra ofendido, pueden ayudarles a probar estos


pasos:

• Contar hasta 10 antes de enfurecerse.


• Cambiar de posición física, por ejemplo pueden ponerse a caminar.
• Respirar profunda y lentamente, pensando en el aire que se toma y exhala.
• Expresar con palabras y no con gritos cómo es la forma en la que se sienten.
• Optar por alternativas como dialogar, negociar, pedir y dar explicaciones y hacer
tratos.

Dolor
El dolor se define como una experiencia sensitiva y emocional desagradable
asociada a una lesión de una zona del cuerpo. El dolor es una de las causas más
frecuentes de sufrimiento en los niños que padecen alguna enfermedad, aunque
esta sea leve.
¿Por qué es interesante medir la intensidad del dolor?
Durante mucho tiempo, no se le ha dado al dolor la relevancia y consideración que
merece. En la actualidad no se considera aceptable olvidar esta fuente de
padecimiento en los niños ni en los adultos, independientemente de la causa que lo
origina. Además, la gravedad de muchas enfermedades viene determinada, entre
otros factores, por la intensidad del dolor que desencadena. Por lo tanto, la
estimación de la intensidad del dolor es importante tanto para el paciente como para
el médico. Para tratar bien el dolor, la elección del analgésico debería depender de
cuánto duele y no de dónde duele.

Tristeza
La tristeza es una emoción básica al igual que la alegría, la ira o el miedo. Estar
triste cumple una función adaptativa y necesaria para el equilibrio emocional. De
hecho, si sabemos manejarla bien, esta emoción nos ayuda a superar muchos de
los problemas que van apareciendo a lo largo de la vida.
La función de la tristeza es la de motivarnos a pedir ayuda en momentos de
pesimismo o soledad, y a hacer una reflexión sobre la situación vivida y que nos
empuje hacia una nueva integración personal para poder superar este ‘escenario’.
El problema es que en la sociedad que vivimos, la tristeza es una emoción que está
mal vista y que en cuanto aparece se trata de suprimir creando graves
consecuencias en los que la padecen; ya sean adultos o, incluso, niños. Si no es
suprimirla, lo que sí podemos es ayudar al niño a combatir la tristeza.
Establece comunicación efectiva del niño y su familia
La comunicación es el intercambio de información entre dos o más personas. Esta
puede ser verbal, por ejemplo, cuando dos personas conversan, o puede ser no-
verbal, como la información que percibimos a través de la expresión en la cara de
una persona que gestualmente le hará saber si está enojada o alegre; dentro de la
comunicación no verbal la comunicación física tiene gran importancia: un beso, un
apretón de manos, o un abrazo transfieren cantidad de información. La
comunicación puede ser positiva, negativa, efectiva o inefectiva.
La comunicación en la familia tiene una función más importante que la pura
información; es un puente de doble vía que conecta los sentimientos entre padres
e hijos. La comunicación familiar es básica para ayudar a los niños a desarrollar una
autoestima fuerte, una personalidad saludable y unas buenas relaciones sociales.

Sabe escuchar
Saber escuchar es, al menos, la mitad de lo requerido para establecer
comunicaciones exitosas. Significa aplicar lo que se denomina Escucha Activa. Esta
consiste supone poner en juego distintos comportamientos dirigidos a interpretar
correctamente el mensaje del interlocutor.
Al mismo tiempo, saber escuchar implica una actitud. Una orientación positiva para
querer entender qué nos dicen los demás, al tiempo que les transmitimos respeto e
interés.
La importancia de saber escuchar es evidente con solo observar en qué consiste el
proceso de comunicación. Un buen receptor debe aplicar la escucha activa. Pero,
además, en tal proceso los papeles de emisor y de receptor se alternan
continuamente.
Prepara al niño con una explicación Clara y sencilla para una hospitalización
Una cirugía o un ingreso hospitalario programado no suelen deberse a una
emergencia médica y, por tanto, ofrecen un tiempo previo en el que la familia y el
propio niño pueden prepararse para esta situación, a la que todos temen, aunque
de forma distinta.
Sin embargo, con cierta frecuencia, las familias no sólo tienen sus propios temores,
sino que además no saben bien cuál es la mejor forma de preparar a su hijo/a para
esta nueva situación que puede suponer una importante fuente de estrés para
todos: para el propio niño, sus padres y madres, hermanos, otros familiares, etc.
Entonces, este tiempo de preparación fácilmente puede tornarse en un periodo de
incubación de miedos y de incremento de la ansiedad.
El objetivo de esta guía es ofrecer unas pautas concretas y adaptadas a las
diferentes edades de los niños con las que puede prepararse a sí mismo y a su hijo
para afrontar de la mejor manera posible el ingreso en un hospital.
Orientar a la Familia en Forma Clara y precisa
La familia del paciente en estado terminal se convierte en un elemento terapéutico
esencial para aliviar el sufrimiento de este, por tal motivo los profesionales de
enfermería deben garantizar que las familias se encuentren preparadas y
dispuestas para proporcionar el acompañamiento necesario.
Establece una relación de confianza y seguridad
Las condiciones crónicas de salud demandan un cuidado continuo con enfoque en
el método clínico centrado en la persona, que incluye la relación médico-paciente
como un elemento transversal, siendo la confianza el eje principal.

Esta confianza podría mediar entre el manejo de las condiciones crónicas de los
pacientes y sus efectos.
Objetivo:
Identificar el efecto de la confianza en la relación paciente-proveedor de salud en
los diversos contextos de salud.

Equipo electromedico

Cuna de calor radiante


Una cuna de calor radiante para recién nacidos y
prematuros. Está diseñada para el cuidado intensivo
pre y posoperatorio en los casos de cirugía neonatal,
para la regulación de la temperatura en caso de
hipotermia neonatal, para la observación y examen
del recién nacido en la sala de cuidados neonatales,
para la prevención del descenso drástico de la
temperatura corporal al nacer. La Infa Warmer i tiene
la capacidad de regular la temperatura corporal del
recién Nacido y cuenta con herramientas de
Reanimación Neonatal tales como temporizador
RCP, pulsioximetría para medir niveles de SpO2 y
frecuencia cardiaca.
Objetivos:
Mantener al paciente en condiciones adecuadas de
temperatura con el mínimo gasto calórico de su parte. Acceder rápidamente al
neonato para su atención. Proporcionar un clima templado carente de humedad.
Las cunas de calor radiante son unidades diseñadas para proporcionar calor
radiante a los neonatos, con el fin de que puedan mantener una temperatura
corporal de 36° a 37° C.
Incubadora
Las incubadoras se usan para proporcionar
un clima templado y húmedo al recién nacido
y ayudarle a controlar su temperatura
corporal. Son cámaras con paredes plásticas
de una o dos capas, que descansan sobre
una base sobre la que hay un colchón
aislado. Debajo de la base hay un sistema de
ventiladores que fuerzan el aire filtrado de la
habitación a pasar sobre unos elementos
calefactores y recipientes que se pueden
llenar de agua, proporcionando el grado de humedad deseada.

Preparación
Las incubadoras siempre tienen que estar enchufadas a la red eléctrica, para
mantenerlas a una temperatura inicial en su interior de 33ºC.
Al ingreso:
• Conectarla a la toma de oxígeno si el niño precisa O2 ambiental y calibrarlo para
conseguir el valor indicado.
• Poner agua destilada en el depósito para el suministro de humedad y programarla
dependiendo del peso del niño.
• Elevar la bandeja del colchón con una inclinación de 45º.Atención: Peligro de
quemarse con la calefacción
• Este riesgo es grande, sobre todo cuando está cerrada la incubadora, y sigue
existiendo mucho después de haber desactivado la unidad (se tarda casi una hora
para que la temperatura baje a 70 ºC).
• Las incubadoras se cambiarán una vez a la semana y al alta.
• Cuando el niño está muy critico e inestable la decisión de cambiar la incubadora
para su limpieza se consulta con el pediatra.

Bomba de infusión volumétrica


Las bombas de infusión generan presión mecánica para mover el fluido a través de
un tubo hacia el sistema vascular del paciente, ayudando a administrar los fluidos
con más precisión.
Ventajas del uso de bombas
• Permiten una mayor exactitud en el ritmo de goteo que
los sistemas de gravedad a través de una pinza
reguladora de flujo.
• Ahorran tiempo al personal de enfermería, ya que con
el uso de las bombas no es necesario estar regulando el
flujo del goteo.
• Permiten que se administren todo tipo de soluciones,
sangre y sus derivados, fármacos e infusiones
parenterales y enterales. Adaptables a las necesidades
del paciente, algunas de ellas son portátiles.
Las bombas de infusión a diferencia de los sistemas
gravedad que son reguladas por un dispositivo de
carretilla que es ajustado por la enfermera (o), si el
paciente cambia de posición o bien si hay una
contraposición o resistencia al sistema, modifica el flujo
de solución creando errores de administración. Existe mayor incidencia de flebitis,
sobrecarga de líquidos, etc
La bomba de infusión volumétrica es un equipo electromecánico que sirve para
administrar soluciones de flujo continuo, su diseño basado en tecnología digital le
permite regular el flujo (ml/h) y el volumen a infundir (ml).
Puede ser utilizada en pacientes neonatales y adultos, es de fácil manejo y tiene la
versatilidad de ser compatible con una amplia variedad de sets de infusión
Monitor
El monitor de signos vitales o monitor cardíaco es un
dispositivo que detecta, procesa y muestra los
parámetros fisiológicos de un paciente conectado a
éste. Para lograrlo, utiliza las señales eléctricas del
corazón para desplegar gráficamente su estado
funcional
Pediátrico:
Estos monitores son los utilizados en áreas críticas,
por lo general la aplicación específica por tipo de
paciente se logra por los consumibles que se utilicen
(electrodos, brazaletes, sensores, etc) Siempre se
sugiere tener consumibles de todos los tamaños
para hacer más flexibles este tipo de monitores y poderse utilizar tanto en pacientes
pediátricos como adultos.
Como usarlo:
Se conecta el sensor ECG que mide las señales bioeléctricas que emite el corazón.
Por medio de 5 electrodos:
-V se coloca en el pecho según la derivación
-LA bajo la clavícula izquierda
-RA bajo la clavícula derecha
-RL en el abdomen inferior derecho
-LL en el abdomen inferior izquierdo
Sensor de temperatura para medir la tempera del paciente. Se coloca en el centro
del pecho según la derivación.
El sensor SPO2 es el encargado de medir el oxígeno en la sangre. Se coloca en el
dedo índice
El brazalete paní mide la presión arterial no invasiva. Se coloca a la altura del
corazón a 2 o 5 cm del doble del codo.

Normatividad en los servicios de pediatría

• Aplicación estricta de metas internacionales para la seguridad del


paciente:

Las Metas Internacionales de Seguridad del


Paciente son una de las estrategias prioritarias,
evaluadas por la Joint Commission International,
para acreditar la calidad y seguridad de la atención
de hospitales y clínicas que adoptan estas acciones
para la seguridad de los pacientes.

Meta 1: Identificar correctamente a los pacientes.

Meta 2: Mejorar la comunicación efectiva.


Meta 3: Mejorar la Seguridad en los medicamentos de alto riesgo.

Meta 4: Garantizar la cirugía en el lugar correcto, con el procedimiento y paciente


correcto.

Meta 5: Reducir el riesgo de infecciones asociadas a la atención en salud.

Meta 6: Reducir el riesgo de daños al paciente causado por caídas.

Meta 7: Prevenir la aparición de zonas de presión en el paciente.

Preparación psicológica y física del niño:

Psicológica: Ayudar a un niño pequeño a prepararse


para un examen o procedimiento médico puede reducir
su ansiedad, estimular la cooperación y servir para que
el niño desarrolle destrezas para hacerle frente a la
situación.

✓ Explique el procedimiento en un lenguaje que el niño entienda, usando términos


concretos y evitando terminología.

✓ Indicarle al profesional de la salud correspondiente que emplee voz calmada,


que hable despacio y que esté relajado

✓ Asegúrese de que el niño entienda cuál es la parte exacta de su cuerpo que está
involucrada y que el procedimiento se va a limitar a esa área.

✓ Describa lo que se siente durante el examen lo mejor posible.

✓ Permítale al niño gritar, llorar o expresar su dolor en forma verbal. Solicítele al


niño que le comenté dónde siente dolor.

✓ Enfatice los beneficios del procedimiento y todo lo que puede darle placer al niño
posteriormente, como el hecho de sentirse mejor o poder irse a casa.
Preparación física: El examen físico, se define como el
conjunto de técnicas de exploración clínica, que,
sumado a una observación minuciosa y ordenada, dará
cuenta del estado de normalidad de salud que presenta
el niño.
• Información y explicación al familiar y al niño de acuerdo con el grado
de madurez.

La forma en que el pequeño reacciona a la hospitalización depende de la edad, la


preparación, sus experiencias previas relacionadas con ah enfermedad, el apoyo
de la familia y de los profesionales de la salud y su estado emocional
Son tres las etapas de la angustia por separación
PROTESTA
• Buscan a su madre con la mirada
• La llaman Ruidosamente
DESESPERACION
• El niño se ve triste y solitario
• Está deprimido y se mueve
NEGACION
• Pretende negar que necesita a su madre
• Poco interesado en sus visitas
*Reacción de la Familia a la Hospitalización*
Al inicio los padres pueden sentirse culpables, desprotegidos y angustiados,
además desde el inicio se culpan de la enfermedad de su hijo por no haberla
detectado a tiempo. La enfermera debe percatarse de que es esencial establecer
con los padres, una relación de confianza esencial para ayudar al niño. Los padres
pueden experimentar miedo a lo desconocido, y quizás no conozcan el ambiente
hospitalario. La hospitalización puede ocasionar problemas económicos. Afecta a
los hermanos, que pueden experimentar ira, resentimiento, celos y rechazó.
• Realización de procedimientos dolorosos en cuarto clínico.

El dolor no es valorado adecuadamente en


los niños, más aún si los niños son
pequeños y solo pueden expresarse por el
llanto. En los hospitales y centros de salud
todavía se separan a los niños de sus
padres ante pruebas dolorosas y agresivas
como la extracción de sangre o
la hospitalización.
La presencia de los padres u otros
familiares de referencia durante la
realización de procedimientos dolorosos o
de reanimación en el niño, comienza a ser
cada vez más una realidad. Cada vez más, se están realizando numerosos estudios
que demuestran que la presencia de los padres proporciona a los hijos mayor
confortabilidad cuando sufren dolor. Su presencia hace que disminuya el temor y
estrés a lo desconocido y mitiga su dolor. La presencia de los padres ayuda a calmar
y consolar al niño.

• Acompaña y tranquiliza al niño antes, durante y después del


procedimiento indicado.

Ayudar a un niño pequeño a prepararse para un


examen o procedimiento médico puede reducir su
ansiedad, estimular la cooperación y ayudarle a que
desarrolle destrezas para hacerle frente a la
situación.
Se debe de crear un nucleó de confianza con el niño,
aclare todas sus dudas que tenga, con un lenguaje
que el entienda, antes de comenzar el tratamiento
se procede- rá al examen físico del paciente.

El médico y la enfermera deben respetar sus


sentimientos y su pudor, al descubrirlo la enfermera se dará cuenta de datos físicos
Los cuidados de enfermería tienen una importancia fundamental en la disminución
de riesgos, lograr el bienestar, la recuperación del paciente, y en la aceptación de
las secuelas que se puedan derivar del procedimiento quirúrgico.

• Mantiene el confort de higiene y seguridad del niño.

Las necesidades de Higiene de los pacientes


consisten en un conjunto de actividades
dirigidas a proporcionar el aseo
corporal y comodidad del paciente
y tiene como objetivos: satisfacer las
necesidades de higiene y confort del paciente,
reduciendo de esta manera la presencia
de microorganismos que puedan
afectarle, además de mejorar su autoimagen. La
Higiene y Confort pueden definirse como el
conjunto de medidas orientadas a la higiene
del paciente así como a garantizar el máximo de
comodidad y aseo del mismo.
Intervención en procedimientos
Técnica del lavado de manos
Lavarse las manos es una de las mejores formas de
protegerse y proteger a su familia para no enfermarse.
Sepa cuándo y cómo se debe lavar las manos para
mantenerse sano.

1. Mojarse las manos


2. Aplicar suficiente jabón para cubrir toda la mano
3. Frotar las palmas entre si
4. Frotar la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda
entrelazando los dedos, y viceversa
5. Frotar las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados
6. Frotar el dorso de los dedos de una mano contra la palma de la mano
opuesta, manteniendo unidos los dedos
7. Rodeando el pulgar izquierdo con la palma de la mano
derecha, frotarlo con un movimiento de rotación, y
viceversa.
8. Frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra
la palma de la mano izquierda, haciendo un
movimiento de rotación, y viceversa.
9. Enjuagar las manos.
10. Secarlas con una toalla de un solo uso.
11. Utilizar la toalla para cerrar el grifo.
Aseo e higiene
La higiene personal implica cuidar y limpiar el cuerpo. Es
importante que los niños comprendan que el aseo en sí
mismos es importante para la salud y el bienestar ya que protege el cuerpo de
gérmenes y enfermedades. Sus objetivos son mejorar la salud, conservarla y
prevenir las enfermedades o infecciones.
Acciones:
El baño: debe efectuarse diariamente, ya que nuestras condiciones climáticas lo
requieren; la falta de este hace que se presenten numerosas enfermedades
tanto de origen bacteriano (piodermitis) como parasitarias (escabiosis o sarna),
entre otras afecciones. Un baño higiénico es el elimina los restos de polvo, grasa
y bacterias. Si estas impurezas no removidas y arrastradas de la superficie de la
piel mediante el baño y forma adecuada, se reaglomeran y pueden producir las
afecciones anteriormente señaladas. Para secar nuestro cuerpo se debe
emplear toalla de uso individual.
La piel limpia: cumple funciones de barrera protectora y termorreguladora
mediante la transpiración, eliminando así los agentes patógenos por sus
excreciones.
La higiene de las axilas: constituye un factor importante en el aseo del cuerpo.
En las edades cercanas a la adolescencia y durante esta, resulta frecuente
apreciar un cambio en el olor de la piel, las secreciones hormonales que
condicionan un aumento de la secreción de las glándulas exocrinas
(sudoríparas, sebáceas y otras)
El lavado del cabello: es otra acción necesaria que estimula la circulación y
propicia vitalidad a la raíz del cuero cabelludo. El lavado deberá realizarse dos
o tres veces por semana en las niñas, de acuerdo con la cantidad de secreciones
y el tipo de actividad que realicen; en el varón debe ser diario. Para prevenir la
pediculosis y las caspas que con frecuencia padecen los escolares, el uso del
peine ha de ser individual.
La higiene de los genitales externos (vulva, pene y escroto): debemos prestar
especial atención por sus características estructurales y funcionales.
La higiene de las manos: estas deben lavarse cuantas veces sea necesario, por
ser la parte del cuerpo que más utilizamos. Por tal razón se deben lavar, sobre
todo, antes de acostarse, antes y después de realizar las necesidades
fisiológicas, antes de manipular alimentos y al llegar de la calle, trabajo o
escuela.
La higiene del vestuario comprende la ropa y el calzado: La ropa se ensucia y
se contamina por su uso, a lo que contribuyen las secreciones de nuestro
cuerpo. Mantener la ropa limpia es un hábito que debe fomentarse desde niño,
no solo por razones estéticas, sino para el buen desarrollo de la personalidad y
la Prevención de enfermedades.
Esto lo decimos porque, por ejemplo, en las costuras de la ropa se pueden
alojar los ectoparásitos que provocan la escabiosis y la pediculosis, y
bacterias o parásitos que pueden producir infecciones o infestaciones de la
piel.

10 hábitos personales de aseo o higiene que


debemos saber
1. Tener sus propios útiles de aseo personal:
Este es el primer paso para acostumbrarle a
mantener unos buenos hábitos de higiene. Desde
que son muy pequeños los niños han de disponer
de su propio cepillo y pasta de dientes, peine,
su jabón o toallas, y sentirse responsable de ellos.
Además de los que tiene en casa, es importante
animarle a llevar una pequeña bolsa de aseo
diario con un jabón o gel desinfectante, un cepillo y
pasta de dientes, sobre todo si come en el colegio.
2. Lavarse las manos y las uñas: Las manos son uno de los vehículos más
importantes de transmisión de infecciones, por lo que hay que poner mucha
atención en que las tengan siempre limpias. Tienen que aprender a lavarse
correctamente las manos con agua y jabón, sobre todo antes de manipular
alimentos y comer, después de tocar animales, antes y después de ir al baño y, por
supuesto, cada vez que estén sucias. Para las uñas, está la opción de usar un
cepillo especial para niños, que tienen las cerdas más suaves. Por último, para
completar, tienen el recurso de emplear un gel desinfectante, que pueden hacer
ellos mismos con la ayuda de un adulto, y llevarlo siempre en su bolsa de aseo.
3. Tomar una ducha o baño diario: Si la hora del baño se convierte en algo
divertido, no será difícil establecer una rutina. A medida que van creciendo, hay que
enseñarles cómo lavarse bien cada parte de su cuerpo para que vayan adquiriendo
autonomía. Es preferible que el baño sea por la noche y a la misma hora, antes de
la cena.
4. Limpiarse bien los pies: En verano los niños pasan mucho tiempo descalzos.
Cuando llega el frío, sus pies siempre están ‘encerrados’ en unos zapatos. Por
eso, hay más riesgo de que entren en contacto con gérmenes u hongos. Esta es
una buena manera de explicar a los niños la razón por la que los pies huelen un
poco mal. Y que, por eso mismo, todo el año precisan una higiene a fondo. Después
de enseñarles a lavarlos bien por todas partes, la planta, el empeine y entre los
dedos, es esencial que les trasmitamos la importancia de secarlos a conciencia.
En la humedad, ya se sabe, proliferan los microorganismos. En verano, además,
hay que tener especial cuidado en la piscina, para evitar la aparición de hongos.
5. Cuidar correctamente el cabello: No es necesario lavarse el pelo cada día, pero
sí llevarlo aseado. Para ello, se debe enseñar a los niños a cepillarse el pelo a diario
y, si lo tienen largo, a peinárselo. Cuando tengan edad de empezar a lavárselo
solos, han de aprender a enjabonarlo y, sobre todo, aclararlo adecuadamente para
que no les queden restos de jabón. Habrá que estar pendiente de ellos durante
algún tiempo y supervisar que se han lavado el pelo de forma adecuada, pero
acabarán haciéndolo correctamente por sí mismos.
6. La higiene de las orejas y los oídos: La mejor manera de mantener aseada
esta parte del cuerpo es aprovechar después de un baño que incluya lavado de
cabeza. A la hora de secarse, hay que repasar bien las orejas con una toalla, por
detrás y entre los pliegues. Podemos secar el oído también, con cuidado.
Pero nunca debemos introducir ni bastoncillos ni ningún otro objeto en el pabellón
auditivo. Y mucho menos dejar que lo hagan ellos solos. Esto es algo que
desaconsejan todos los médicos. Porque, aparte de que corremos el riesgo de
introducir el cerumen más hacia el fondo, podemos producir daños.
7. Sonarse la nariz: Los catarros, alergias y resfriados producen mucosidad, y su
exceso puede obstruir las fosas nasales y dificultar la respiración. Para eliminar el
moco, hay que enseñar a los niños a sonarse la nariz. Es necesario llevar
siempre pañuelos limpios y evitar tocarse la nariz con las manos sucias.
8. Cortarse las uñas: El mejor consejo es que los niños mantengan las uñas
cortas, porque cuando están largas, hay más espacio para la acumulación de
bacterias. Y ya sabemos que las manos van con frecuencia a los ojos y a la boca.
Además, así evitaremos que tengan la tentación de mordérselas, lo que aumentaría
el riesgo de infecciones. Cuando son pequeños, lógicamente, debe encargarse un
adulto. Podemos aprovechar el momento del baño, en el que suelen estar
entretenidos y a gusto. Además, así lo vincularán con una rutina más de la higiene
personal. Lo ideal es hacerlo justo después; de este modo sus uñas estarán más
blanditas. Las de las manos deben cortarse haciendo una pequeña curva. En las de
los pies, en cambio, el corte tiene que ser recto, para evitar que se claven a los lados
al crecer. Por último, debemos hacer hincapié en que nunca se tiren de un pellejito
o padrastro. Puede resultar muy doloroso y se harían una herida, con riesgo de
infección.
9. Cepillarse los dientes tras cada comida: Cepillarse los dientes después de
cada comida es un hábito fundamental que los niños han de aprender desde edades
tempranas para prevenir caries, mal aliento y posibles enfermedades. Sobre los 18
meses se les debe ir enseñando solo con el cepillo para que vayan tomando
contacto con la rutina de higiene oral. A partir de los 3 años pueden utilizar pasta de
dientes especial para niños.
Conviene estar pendiente de que no se olviden de cepillarse los dientes y supervisar
que lo hagan correctamente. El cepillado de antes de dormir es el más importante,
ya que es por la noche cuando la proliferación de bacterias es más activa. Los
dentistas aconsejan que el proceso dure alrededor de 10 minutos.
Estos son los pasos para un cepillado correcto:
1. Desplaza el cepillo con movimientos verticales de arriba abajo. Debe abarcar la
línea de la encía, los dientes y la unión entre ellos. Y cepillar los dientes por
delante y también por detrás.
2. Para la zona de masticación (la parte superior de las muelas), realiza
movimientos cortos horizontales, de atrás a delante, o circulares, con suavidad.
3. Limpia la lengua, las mejillas interiores y el paladar.
4. Usa el hilo dental para limpiar el espacio que hay entre los dientes.
5. Por último, enjuaga la boca con un poco de agua para eliminar los restos de
dentífrico.
10. Mantener la higiene en el WC: Cuando los niños empiezan a ir al baño solos,
han de aprender a limpiarse bien, ya que los genitales son una parte del cuerpo que
requiere de especial atención a fin de evitar posibles infecciones. Después de
defecar hay que limpiarse a fondo, utilizando papel higiénico suficiente de forma que
no queden restos (el último trozo de papel usado deberá quedar limpio). Es muy
importante que las niñas sean conscientes de que deben limpiarse de adelante
hacia atrás para no arrastrar restos de heces a la vagina. Después de utilizar el
inodoro, tienen que tirar de la cadena y comprobar que haya quedado limpio. Por
último, hay que recalcarles que inmediatamente deben lavarse las manos con agua
y jabón.
Preparación de solución y administración de medicamentos en el
paciente pediátrico
Edad pediátrica: Los niños conforman una población única, con diferencias
fisiológicas y de desarrollo definidas con respecto a los adultos. Además, no son un
grupo homogéneo, ya que estas mismas características son muy diferentes en
distintos tramos de la edad pediátrica
Neonatos: es el recién nacido hasta la 4° semana de vida.
Lactante: desde el mes de vida hasta los 2 años.
Preescolar: desde los 2 años hasta 6 años.
Escolar: desde los 6 años hasta los 12 años.
Adolescente: desde los 12 años hasta los 18 años.
En pediatría no se trata de prescribir ajustando proporcionalmente las dosis del
adulto según el peso o la superficie corporal del niño; se requiere del conocimiento
de la farmacocinética y la farmacodinamia en un organismo en constante desarrollo
y maduración para una terapéutica efectiva, segura y racional. Por ello es importante
entender la relación entre dosis, concentración y efecto, y cómo se afectan durante
la edad pediátrica
Las vías de administración que conocemos son las siguientes:
Vía intravenosa.
Vía intramuscular.
Vía oral, sublingual o rectal.
Vía subcutánea.
Inhalatoria.
Tópica.
Transdérmica.
Oftálmica.
Ótica.

Existen dos formas de calcular las dosis para los niños, la primera es basándonos
en su peso y la segunda es basándose en el área de superficie corporal, teniendo
en cuenta también su altura.
Debemos determinar el peso del paciente.
Determinaremos seguidamente la dosis diaria, normalmente está expresada en
mg/kg/día.
Calcularemos el número de dosis divididas a lo largo del día que se recomiendan.
Será el resultado de dividir la dosis diaria entre las veces que debe tomar la
medicación a lo largo de las 24 horas del día.
Ciertos medicamentos requieren de su dilución previa, que es la maniobra mediante
la cual se obtienen las concentraciones necesarias. Al reconstituir un fármaco el
volumen que se administre no suele tener importancia, si vamos a administrar el
volumen total de la jeringa, sin embargo tiene bastante importancia en el caso de
pediatría o neonatología ya que las dosis a administrar serán menores. De esta
manera se debe tomar en cuenta el volumen final que nos encontramos en la jeringa
después de realizar la dilución.
Dentro de los distintos fármacos se usan diferentes formas de expresar las dosis,
pudiendo ser en mg/ml; mcgr/kg/min; o en porcentajes de concentración, que
significaría que existe una cantidad de sustancia sólida disuelta en un determinado
volumen de líquido. Además, pueden estar expresados en unidades, que nos deben
ser administradas por unidades sin ser confundidas con mililitros, normalmente las
jeringas para administrar estos medicamentos vienen preparadas para 100
unidades en 1 ml. Las soluciones molares nos indican también una determinada
concentración, un mol disuelto en un litro de sustancia, nos daría una concentración
de 1 molar (1 M).
Para realizar el cálculo de las dosis es muy utilizada la regla de tres que seguiría
con la siguiente fórmula, por ejemplo:
• Dosis a administrar en ml = Dosis a administrar en mg x dosis del fármaco en
ml / Dosis del fármaco en mg
Es importante expresar a ambos lados de la ecuación con las mismas unidades
para obtener resultados correctos.
Existe otro cálculo posible que es el de goteo, expresado en gotas/minuto. En estos
casos el volumen en mililitros que debes administrar debe de convertirse en gotas.
Sabiendo que en cada mililitro contienen 20 gotas. En el caso de micro gotero será
en cada mililitro, 60 microgotas.

Valoración y tratamiento del dolor

Se recomienda la valoración y el registro del dolor para


remarcar la importancia del dolor en el proceso médico
y dirigir la atención al tratamiento de este, incluso antes
de aproximarnos al diagnóstico. La valoración del dolor
se considera ya “el quinto signo vital”.

Es necesario, en general, el uso de una herramienta que


valore el dolor para:
• Establecer o confirmar la presencia de dolor.
• Valorar su gravedad.
• Decidir el tipo de analgesia necesaria.
• Evaluar la eficacia del tratamiento.
• Ajustar el tratamiento.
Una valoración precisa del dolor es un proceso complejo y existen varios factores
que debemos tener en cuenta; como son la edad del paciente, su desarrollo
neurológico, las diferencias individuales en la percepción del dolor y a la hora de
expresarlo, el contexto de la situación
dolorosa y las experiencias previas del niño. Es un reto valorar objetivamente el
dolor en la población pediátrica dadas las barreras de comunicación y las similitudes
entre la forma de expresar el dolor y la ansiedad en los niños. Se debe
presentar especial atención en los niños más pequeños y en los que tienen
problemas cognitivos.

Existen diferentes métodos para valoración del


dolor: fisiológicos (miden las respuestas del organismo
ante el dolor: cambios de frecuencia cardiaca, presión
arterial, hormonas de estrés, acidosis
láctica...), conductuales (valoran cómo se comporta el
niño ante el dolor) y autovalorativos (también llamados
subjetivos o psicológicos), pero no hay ninguna
herramienta que los combine. Sin embargo, la
autoevaluación del dolor se considera el gold standard.
• Métodos conductuales: escala FLACC (face, legs,
activity, cry, consolability), Neonatal Infant Pain Scale
(NIPS), Pediatric Objective Pain Scale...
Algunas de estas escalas se combinan con parámetros fisiológicos. También se
usan en pacientes no colaboradores. Es útil que los padres ayuden a la valoración
conductual (principalmente en niños con trastornos cognitivos).
• Métodos subjetivos:
3-7 años: escala de caras revisada (FPS-R), escala de caras de Wong-Baker,
escala colorimétrica...
7 años: escala analógica visual (VAS), escala descriptiva...
12 años: escala numérica de Walko-Howite, escala verbal...
Cuando existen dudas sobre la adecuada autoevaluación, se pueden usar medidas
observacionales como complemento o sustituto.

Monitoreo de signos vitales no invasivos


La monitorización básica no invasiva es la medida de las constantes vitales de forma
incruenta; sin lesión de tejidos.
Los principales parámetros en la monitorización no invasiva son:
La frecuencia cardíaca (Fc).
La frecuencia respiratoria (Fr).
La presión arterial por medio de manguito neumático (PA).
La saturación de oxígeno (SatO2).
La temperatura corporal periférica (Tª).

Frecuencia cardiaca: Es la velocidad del pulso expresada en latidos por minuto.


Se puede obtener de forma manual y aislada (mediante estetoscopio), o de forma
continua mediante un monitor con ECG. Es el registro electrocardiográfico continuo
que nos permite ver la frecuencia cardíaca y el ritmo.
• La frecuencia cardíaca la deduce el monitor contando el número de ondas R por
minuto en el ECG: obtener la derivación donde todas las ondas sean visibles y la
onda R sea positiva.
• La derivación D1 ofrece buenas ondas P (refleja la actividad auricular) y con la
derivación D2 se obtienen buenos complejos QRS (actividad ventricular). Los cables
para 3 derivaciones (BD, BI y PI) permiten la selección de las derivaciones I, II o III
en el monitor.
El pulso varía con la edad, actividad física, estado emocional, fiebre, medicación y
hemorragia.
Alteraciones clínicas:
•Bradicardia: FC por debajo de los límites considerados
normales en el paciente.
•Taquicardia: FC superior a los límites considerados
normales en el paciente.
•Arritmia: trastorno en la conducción de los impulsos
eléctricos del corazón que provoca una alteración en la
secuencia regular del ritmo cardíaco.
•Asistolia: ausencia de pulso cardíaco.
•Cambios en la morfología de la curva: trastornos de la
conducción.
Controla la frecuencia (respiraciones/minuto) y el patrón
respiratorio: regular, superficial o irregular. El ciclo respiratorio
comprende una fase inspiratoria que es activa y una fase de
espiración (pasiva).
Se contabiliza de forma manual y aislada contando las
contracciones torácicas producidas en un minuto, o – De forma
continua por medio de un monitor que nos ofrecerá un dato
numérico (Fr) y una onda que nos indicará el tipo de respiración.
Se realiza simultáneamente con la monitorización del ECG:
•Taquipnea: respiración rápida con FR superior a los valores
establecidos como normales en el paciente
•Bradipnea: lentitud en el ritmo respiratorio con FR inferior a los valores establecidos
como normales en el paciente
•Pausas respiratorias o de Apnea: ausencia de flujo de aire durante ≥ 20 segundos
o asociadas a cianosis o bradicardia.

Presión arterial: Es la presión ejercida por la sangre a su


paso por las paredes arteriales. Está determinada por el gasto
cardíaco y la resistencia vascular periférica, por ello refleja
tanto el volumen de eyección de la sangre como la elasticidad
de las paredes arteriales.
• Hay 2 medidas de presión:
•La presión sistólica, es la presión de la sangre con la
contracción de los ventrículos (presión máxima).
•La presión diastólica, es la presión que queda cuando los
ventrículos se relajan (presión mínima).
•La presión arterial media (cálculo de las anteriores): expresa la presión de perfusión
a los diferentes órganos corporales.
La unidad de medida es en milímetros de mercurio (mmHg).
• La PA varía con la edad aumentando progresivamente. – Variaciones de la PA en
los casos de actividad, estados de dolor y administración de tratamientos.
Objetivar también signos de buena perfusión periférica valorando diuresis, velocidad
de relleno capilar, vasoconstricción/vasodilatación periférica, etc.
• Hipertensión arterial: elevación de la PA por encima de los límites establecidos
según la edad.
• Falsa HTA con manguitos demasiado flojos o pequeños para la extremidad en la
que se aplica.
• Hipotensión arterial: disminución de la PA por debajo de los límites establecidos
según la edad.
• Falsa HTA con manguitos grandes para la extremidad en la que se aplica.
Saturación de oxígeno: También llamada
pulsioximetría nos informa de la saturación de oxígeno
de la hemoglobina en el interior de los vasos
sanguíneos a través de la piel, de forma continua e
incruenta.
•Se obtiene mediante un sensor colocado en la piel del
niño que posee un emisor de luz y un fotodetector; la
intensidad y color de la luz que atraviesa la piel y los
tejidos es medida por el detector y lo transfiere al
monitor que nos indica la saturación de hemoglobina y
la frecuencia cardíaca.
Pulsioximetria
•Rotación de la ubicación del sensor cada 4 horas o siempre que haya cambios en
la zona.
• No se considerará siempre como valor absoluto, para un correcto seguimiento se
contrastará con los valores obtenidos en sangre.
• Los límites de fiabilidad se encuentran para SatO 2 entre 80 y 95%.
•Una PaO2 de 60 mm de Hg se corresponde con una saturación del 90%, por debajo
de estos niveles pequeñas disminuciones de la PaO2 ocasionan desaturaciones
importantes.
•Por el contrario, SatO2 superiores al 95% pueden producir incrementos
importantes en la PaO2 sin que se perciba un aumento significativo en la saturación
de oxígeno.
Temperatura: La obtención de la temperatura periférica
se realizará mediante el clásico termómetro, o de forma
continua mediante sensores externos (Tª cutánea) que
llevan incorporados las incubadoras y cunas térmicas
(modo aire).
•Sensor para la temperatura cutánea en la zona del
hígado.
•Se ha comprobado que una buena localización en
neonatos para temperatura central es el hueco axilar, por
estar menos expuesto a variables externas.
•La diferencia entre ésta y la medición axilar con
termómetro estándard es de 0,3ºC.
•En estudios de la repercusión del estrés térmico en
neonatos de bajo peso se ha observado que una temperatura central confortable se
encuentra entre 36,8ºC y 37,3ºC.
•Para la medición de la temperatura periférica un buen lugar de colocación es la
planta del pie o el pulpejo del dedo gordo.
Si realizamos el control de las dos temperaturas (central y periférica), la resultante
es la temperatura diferencial, y ésta es un buen referente para evidenciar el estrés
térmico que se pueda producir en el neonato. – Se considera signo de estrés térmico
cuando:
• Otra forma más invasiva de medir la temperatura central es por medio de sondas
especiales insertadas en esófago, recto o arterias centrales y conectadas a un
monitor.
Valorar:
▪ Hipotermia: descenso de la temperatura corporal por debajo de
36ºC
▪ Febrícula: temperatura corporal entre 37º‐38ºC
▪ Hipertermia: temperatura superior a 38ºC

Fluidoterapia parenteral
La administración de líquidos y electrolitos parenterales es
una terapia fundamental de soporte en niños agudamente
enfermos si la vía oral no permite la administración de la
cantidad o composición requeridas de fluidos, por ejemplo,
en enfermedades de tipo gastrointestinal, respiratorio,
neurológico, o en el período transoperatorio. Al momento de
planificar la administración de líquidos y electrolitos
parenterales en niños a partir del mes de edad, se debe
considerar componentes relacionados con la cantidad de
líquidos a infundir considerando los requerimientos secundarios a pérdidas hídricas
habituales o requerimientos para reacciones metabólicas, evaluar el grado de
deshidratación para la administración de líquidos que complementen el déficit,
corregir las pérdidas que se han producido secundarios a una noxa externa
(enfermedad, procedimiento quirúrgico, trauma, etc.) y finalmente aportar la
cantidad adecuada de fluido que permita re-establecer la perfusión tisular. Es
necesario conocer los cambios instaurados basados en la evidencia actual con la
finalidad de incorporar a el manejo frecuente de los pacientes considerando también
la toxicidad ya sean cualitativos o cuantitativos de esta terapéutica tan necesaria en
el manejo del paciente pediátrico.
Control de líquidos
El agua es el principal componente del organismo humano
y su proporción varía inversamente a la edad y la grasa
corporal. Su composición (en porcentaje de peso corporal)
en relación a la edad, el sexo y la masa corporal magra es:

• Prematuro: 80-85%.
• Niño a término: 70-75%.
• Un año: 65%.
• Adulto joven: varón 60% y mujer 50%.
• Adulto anciano: varón 52% y mujer 47%.
• Adulto obeso: varón 50% y mujer 42%.
• Adulto asténico: varón 70% y mujer 60%.
Esta determinación debe ser contrastada con otros datos que también ayudan a
conocer el equilibrio hidroelectrolítico del paciente, como son la clínica del
paciente, los electrolitos en el plasma y la orina, las gasometrías, el hemograma
sanguíneo, la bioquímica sanguínea y el peso del paciente.
Objetivos

• Conocer los ingresos y las pérdidas hídricas del paciente para, de esta forma,
realizar su balance hídrico y saber así si pierde o retiene líquidos.
• Calcular el equilibrio hidroelectrolítico y valorar el estado de hidratación del
paciente.
• Controlar los aportes y pérdidas de líquidos en el paciente, durante un tiempo
determinado para contribuir al mantenimiento del equilibrio hidroelectrolítico.
• Planear en forma exacta el aporte hídrico que reemplace las pérdidas basales,
previas y actuales del organismo.
Notas

• Para niños de 3.5 a 10 kg las necesidades diarias de líquidos son de 100


mL/kg.

• Para niños de 11 a 20 kg, las necesidades diarias de líquidos son de 1000


mL + 50 mL/kg por cada kg por encima de 10.

• Para niños de >20 kg, las necesidades diarias de líquidos son de 1500 mL
+ 20 mL/kg por cada kg por encima de 20, hasta un máximo de 2400 mL
al día.

• Tenga en cuenta que este cálculo no es aplicable a bebés recién nacidos


(es decir, de 0 a 28 días después del parto a término).

Traslado
El transporte pediátrico y neonatal especializado es un recurso útil y esencial en el
traslado interhospitalario de estos pacientes. Permite acercar los recursos
materiales y personales de una unidad de cuidados intensivos a los hospitales
comarcales donde se pueda encontrar el paciente.
El papel fundamental del transporte pediátrico interhospitalario consiste en acercar
los recursos asistenciales, tanto profesionales como técnicos, allá donde se
generan las necesidades, desplazando a los pacientes pediátricos a centros de más
complejidad para su tratamiento definitivo. Es por ello que constituye un elemento
clave en la cadena de la supervivencia del recién nacido y niños críticos.

Se ha demostrado que el transporte realizado por equipos especializados mejora


claramente la morbimortalidad y la calidad asistencial durante el traslado de este
grupo de pacientes, con la consecuente mejoría en la evolución posterior .
La estabilización de un paciente posterior al paro respiratorio o al PCR se basa en
una serie de maniobras destinadas a la evaluación y el sostén de la ventilación y la
circulación adecuadas.
La evaluación cardiopulmonar rápida permite la valoración de la gravedad y
condiciona las decisiones del manejo y transporte Mediante el ABCD se realiza el
reconocimiento y manejo de la falla respiratoria y circulatoria

Tanto para el shock descompensado como para el PCR se debe disponer de un


acceso vascular en un plazo de 60 a 90 segundos.
La vía intraósea puede ser un acceso vascular inicial durante el PCR a cualquier
edad Permite administrar medicaciones y líquidos.
Vía intraósea Es una vía segura para administrar fármacos de reanimación, líquidos
y hemoderivados. Se puede administrar catecolaminas en goteo continuo Se
recomienda lavar con 10 ml de solución fisiológica luego de una medicación.
Estabilizar es asegurar el ABCD de la reanimación evaluando y apoyando:
1. La oxigenación y ventilación.
2. La función cardiovascular con tratamiento de la disfunción miocárdica.
3. Mantener la temperatura corporal.
4. Corregir alteraciones metabólicas que perpetúan la disfunción miocárdica

Transporte en Pediatría: Para realizar el mismo


se debe tener presente que como es un menor
siempre debe ser acompañado por un mayor
responsable a cargo
Documentación para el traslado
1. Historia Clínica con los estudios.
2. Consentimiento informado firmado por el fliar
responsable.
3. Datos del lugar donde se recibe. 4.Apellido
del médico que lo recibirá.

Las ambulancias son el modo de traslado más frecuente usado en el transporte


interhospitalario. Se utilizan ambulancias equipadas que funcionan como unidades
de cuidados intensivos móviles.
Sujeción e inmovilización
Es el uso de medidas para restringir el movimiento del niño ya
sea en la zona del cuerpo varias extremidades de seguridad
para el.
Indicaciones
• Paciente pediátrico con agitación psicomotora
• Riesgo de desplazamiento o caracteres de sondas y
drenajes.
• Realización del procedimiento-explicar la técnica con
adecuación a cada edad-tranquilizar al niño y a sus padres
• Hay que felicitar al niño cuando colabore
Tipos de inmovilización
Manual: el que se realiza con la mano proporciona un elemento
de contacto con el niño
Mecánica: uso de medios de dispositivos de restricción
Sujeción con brazalete
Este método se utiliza para evitar flexión del codo impidiendo así
que el niño lleve sus manos a la cara, cabeza abdomen que
toque suturas y catéteres, curaciones o se meta los dedos a la boca.

El personal de enfermería desempeña un importante papel durante el preoperatorio.


La asistencia de enfermería en este período influye sobre la experiencia
perioperatoria global del enfermo. Una adecuada preparación, mediante una
completa valoración, tratamiento del riesgo e instrucción, permite una evolución
operatoria y una recuperación más fácil.

VALORACIÓN
• Valoración física:
Talla, peso y constantes vitales.
Permanecer alerta ante signos de: deshidratación y alteración de la
nutrición; lesiones cutáneas o signos de infección.
• Historia quirúrgica y anestésica.
Documentar intervenciones quirúrgicas previas:
Fecha.
Tipo de intervención y razón de la misma.
Aparición de complicaciones.
Medicación.
Indicar los fármacos administrados previos a la intervención.
Señalar medicamentos interrumpidos recientemente, así como los
administrados en los seis meses anteriores.
Especificar alergias y sensibilidades farmacológicas.
• Patologías previas.
• Valoración mental y psicosocial.
Percepciones generales sobre la cirugía.

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