Tema I TEL
Tema I TEL
Tema I TEL
Y más concretamente, "Una dificultad con el lenguaje que no está causada por ningún
déficit evidente a nivel neurológico, sensorial, intelectual o emocional, y que puede
afectar al desarrollo del vocabulario, la gramática y las habilidades conversacionales"
Esta definición es también la recogida en nuestro país por AELFA (Asociación Española
de Logopedia, Foniatría y Audiología), que entiende este déficit como:
C. El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del período de desarrollo.
Como puede apreciarse por la definición, el TEL no constituye una categoría clínica
como una categorización global (Aram, 1991), sino que se trata de un conglomerado
de subcategorías o de subgrupos con posibles factores causales diferentes. Esto lleva a
preguntarnos si el término TEL engloba una serie de trastornos diferentes. En la
actualidad el problema se aborda desde la heterogeneidad de la población TEL
(Mendoza, 2001).
El trastorno específico del lenguaje es un trastorno que afecta a una cantidad de niños
que oscila entre 0.6 % y el 7.4%, obedeciendo dichas diferencias a los criterios para
clasificarlos.
identificarlo, qué tipos de TEL pueden existir, en qué momento es posible detectarlo,
cómo tratarlo...
Hay que tener claro cuáles son los criterios que puede presentar una persona para
saber si padece o no un Tel. Un niño presentará TEL si no se determina una causa
concreta, si afecta a una o varias de las habilidades del lenguaje, si la realización de las
tareas del lenguaje es peor que otras habilidades y si los problemas del lenguaje duran
en el tiempo, aunque cambien algunos aspectos. Se han propuesto los siguientes
criterios para identificar si un niño tiene TEL: inclusión, exclusión, evolución,
especificidad y discrepancia.
CRITERIOS POR ESPECIFICIDAD: se entiende que los niños con TEL no pueden
presentar otras patologías y se asume la normalidad de los individuos TEL en todos los
aspectos y funciones (psicológicas, afectivas, sensitivas, mentales, intelectuales)
excepto en el lingüístico. Este criterio es el que da lugar a una serie de investigaciones,
en las que se encuadra la memoria de trabajo como foco de interés o causa.
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Al menos 12 meses de diferencia entre edad mental o edad cronológica y edad del
lenguaje expresivo.
Al menos 6 meses de diferencia entre edad mental o edad cronológica y edad del
lenguaje receptivo.
La edad lingüística global tiene que ser, mínimo, 12 meses inferior a la edad
cronológica o mental no verbal. A mayor discrepancia, mayor gravedad del trastorno.
Pero pese a ello, muchas voces continuaron criticando esta terminología, apoyándose
en razones como las siguientes:
Por todo ello, se procuró una solución consistente en "empezar de cero", empleando
un nuevo término para describir esta casuística. Así, a partir de las propuestas de
varios autores y posteriormente de las recomendaciones de la ASHA (American
Speech-Hearing Association), surgió el término de "trastorno específico del lenguaje
(TEL)" para hacer referencia a una limitación significativa del lenguaje en niños que
presentan un desarrollo normal y que no muestran una causa evidente para dicha
limitación.