Arqueologia de Superficie Chak Pet Tams
Arqueologia de Superficie Chak Pet Tams
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RESUMEN
Recorridos de superficie realizados en la cuenca lacustre del Tamesí (2007 a 2009),
permitieron la localización y muestreo de 31 nuevos sitios arqueológicos. La
identificación de cerámica diagnóstica con la aplicación de una tipología desarrollada
para caracterizar la función y contexto de los sitios permite ofrecer un panorama de la
dinámica de poblamiento para la zona de estudio, revelando un proceso que inició en el
900 a.C., deteniéndose drásticamente hacia el 200-400 d.C., quedando despoblada la
región hasta que hacia el 900 d.C. comienza a repoblarse con gente ligada a Tula y
Cholula. Después del año 1000 d.C. se introdujo con vigor la población propiamente
llamada huasteca.
1
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), delegación Tamaulipas, México.
ABSTRACT
Surface surveys carried out in the Tamesí lake basin (2007 to 2009), allowed the location
and sampling of 31 new archaeological sites. The identification of diagnostic ceramics
with the application of a typology developed to characterize the function and context of
the sites, allows to offer a panorama of the population dynamics for the study area,
revealing a process that began in 900 BC, stopping drastically towards 200-400 AD, the
region being depopulated until about 900 AD begins to repopulate with people linked to
Tula and Cholula. After the year 1000 AD the population proper called huasteca was
introduced with vigor.
Los nuevos sitios localizados por el PCL sumados a los ya conocidos antes (Las
Flores, Tancol, Isla de la Pitahaya, Nuevo Amanecer, Mata del Muerto, Chak Pet
y Tierra Alta), así como los pocos agregados por salvamentos arqueológicos
anteriores, no superan los 60 sitios arqueológicos; mismos que representan sólo
una pequeña porción de los muchos que aún existen, especialmente hacia el norte,
sur y poniente del vaso lacustre. Por lo anterior, es necesario que se continúe la
localización y registro de esos sitios aún desconocidos, con el objetivo de
completar y ampliar la somera visión que se presenta en este estudio, antes de que
el desarrollo urbano e industrial los destruya.
La zona de estudio
Tamesí, Pánuco y Barberena; así como el vaso lacustre con sus diversas lagunas y
las marismas situadas en la costa del Golfo de México. La mayor parte del relieve
de la zona es plano con lomeríos bajos, pero destacan algunas elevaciones como la
Sierra de la Palma, el Cerro del Metate, el Cerro del Lagarto, La Cruz y el
Esporta, en el municipio de Altamira, y el Cerro de Andonegui en Tampico,
(ídem); así como la Mata Redonda en la margen derecha del Pánuco.
HIDROGRAFÍA
Río Pánuco
Nacido en los profundos drenajes del Valle de México, el río Pánuco hace un
largo recorrido de 510 Km (Carbajal et al. 2015: 6) para, finalmente, desembocar
en el Golfo de México, en la barra de Tampico. Los últimos 15 Km del río son
navegables para buques de gran calado de hasta 20,000 toneladas. A partir del
punto conocido como El Prieto, río arriba, el Pánuco es navegable para lanchas y
chalanes de medio tonelaje en una distancia de 225 Km (Ramírez 2006: 5). Como
puede apreciarse esta vía fluvial es y fue una importante y rápida vía de
comunicación del centro de México a la costa, hoy desaprovechada, pues el mayor
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La cuenca hidrológica del Pánuco es una de las más importantes del país, ocupa
una superficie de 83,884.2 km2, que representa el 4.3% del territorio nacional, con
una descarga anual de 16,500 millones de metros cúbicos (Carbajal et. al 2015:6).
6
Río Tamesí
Nace al norte de Miquihuana, Tamaulipas con el nombre de Alamar, corriendo
hacia el oriente donde se junta con el Arroyo Maravillas, en Palmillas, punto
donde recibe el nombre de Xigüe o Chihue. A la altura de Llera de Canales es más
conocido nombre de Guayalejo y a partir de González se conoce ya como Tamesí.
(Rolón et al. 2012: 8) Desde este último punto es navegable para lanchas y
lanchones hasta su final, 150 Km. río abajo.
su mismo azolve, que extraían las dragas, se cegó este cauce actualmente
urbanizado, confluyendo ambos ríos desde entonces en el mencionado Moralillo.
Sistema lagunar
El vaso lacustre formado por el río Tamesí corresponde a un delta joven en
formación, próximo a la desembocadura del río Pánuco, flujo que corre paralelo a
la margen derecha del primero, alcanzando el litoral del Golfo de México donde
se descarga. El complejo lagunar se ubica mayormente dentro de la provincia
fisiográfica Llanura Costera del Golfo Norte, subprovincia Llanura Costera
Tamaulipeca, que abarca los municipios de Tampico, Madero y una parte de
7
Altamira (CONAGUA 2015: 5). Sin embargo, el espejo lacustre de más de 30 mil
hectáreas cuadradas de extensión (ídem), comprende un conjunto de lagunas que,
como ya se dijo, se extienden por los municipios vecinos de González en
Tamaulipas, así como Pánuco, Pueblo Viejo y Tampico Alto en Veracruz.
Investigación Arqueológica
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el desarrollo de la antropología
como ciencia favoreció el acercamiento de destacados investigadores que dejarían
una huella profunda en los estudios huastecos, impulsando el interés de nuevas
generaciones de arqueólogos, lingüistas, antropólogos e historiadores que, ya
avanzado el siglo, habrían de sembrar las nuevas bases teóricas para comprender
los procesos, desarrollo y dinámica cultural de la Huasteca.
Durante los primeros años del siglo XX llegaría a la Huasteca, como parte de un
extenso viaje para reconocer las manifestaciones culturales de la Costa del Golfo,
el destacado arqueólogo norteamericano Jessie Walter Fewkes (1850 – 1930).
amplia información sobre los diversos sitios que visitó en esa entidad; mientras
que en la segunda parte aborda específicamente los sitios de Tamaulipas,
sobresaliendo su descripción del sitio Las Flores, aunque no bajo ese nombre sino
como “Rancho del Sr. Külke”. El texto es de gran importancia por ser la primera
vez que se escribe acerca del sitio, en una época en que todavía no había sido
alterado. Más adelante trata sobre los sitios rancho San Francisco y La Palma,
municipio de Altamira, de los sitios Topila y Palachó en los alrededores de la
laguna Champayán que, aunque de interés, resultan ser una copia de las
observaciones de Alejandro Prieto. Finaliza haciendo comentarios sobre diversos
objetos que observó, entre ellos una diosa de piedra que, hasta el momento de su
10
visita, se mantenía empotrada en el muro de una casa situada frente al Hotel
Comercio (Fewkes, Op.Cit.) A su regreso en Washington, Fewkes descubrió que
las bodegas smithsonianas guardaban varios objetos huastecos que pudo
identificar. De sus conclusiones entresaco los siguientes puntos:
1) los montículos de tierra en el este de México son bases para templos que desde
su origen fueron construidos con esa forma troncocónica no ocasionada por la
caída de techos con acumulación de desechos y sedimentos encima;
2) La analogía más cercana es con los montículos del valle del Mississippi; sin
embargo, la cultura de los sobrevivientes de esos antiguos constructores de
montículos en ambas regiones, Mississippi y Huaxteca es bastante distinta de la
de sus ancestros;
mientras que esa tierra incógnita no sea debidamente estudiada, poco se puede
especular sobre las relaciones entre los montículos de Louisiana y los del este de
México (ibídem: 284).
Uno de sus objetivos era definir las relaciones que guardaban entre sí los sitios de
Santa Fe, Las Flores y Palacho, por lo cual encarga su levantamiento topográfico
al señor Cecile Drake. De Santa Fe destaca que guarda una orientación de 20º E,
que tiene “pavimentos” y aplanados de cal – arena como Las Flores. Acerca de
Palacho sólo dice que las laderas de los montículos están recubiertas con lajas de
arenisca fáciles de obtener en las cercanías.
Por esas mismas fechas el historiador potosino Joaquín Meade Trápaga (1896 –
1971) ya se encuentra haciendo extensos recorridos de campo o hurgando viejos
papeles en busca de la historia huasteca.
a.p. obtenida por él en la cueva de La Perra (Idem). También establece que no hay
ninguna relación entre los elementos de ambas regiones hasta las fases Laguna y
La Salta, es decir, hasta los años 650 a.C. al 500 d.C. No obstante, como
recompensa, a partir de sus excavaciones VC1 y VC2 en Pánuco logra establecer
tres fases anteriores a la secuencia de Ekholm: Pavón, Ponce y Aguilar. Estas
conformaron durante décadas el cuadro completo del desarrollo cultural Huasteca.
Sus resultados se publicaron en el informe An early archaeological site near
Panuco, Vera Cruz, (1954).
Entre 1978 y 1982, Beatriz Leonor Merino Carrión y Ángel García Cook,
exploran un área de 9,500km2, que abarcan porciones de las Huastecas Potosina,
Veracruzana y Tamaulipeca. El Proyecto Arqueológico Huaxteca (P.A.H), llevó a
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Figura 3. Secuencia cultural de la cuenca baja del Pánuco. Tomado de García Cook y
Merino Carrión 2004.
Otros proyectos que han aportado información valiosa sobre los asentamientos
prehispánicos de nuestra área de estudio han surgido de la necesidad de
salvamentos arqueológicos, como el Salvamento Arqueológico en el Gasoducto
Cactus-Reynosa que, en el tramo correspondiente a Tamaulipas, localizó un sitio
en el pueblo de Aquiles Serdán, Mpio. de Altamira, en donde se recuperaron más
de 50 enterramientos prehispánicos (Ramírez 2006: 12). A partir del
establecimiento del Centro INAH en el Estado de Tamaulipas en 1995, se inició
una etapa de inspecciones, rescates y exploraciones sistemáticas. Entre estos
tenemos el rescate arqueológico de Tierra Alta en Tampico, a cargo Gustavo A.
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A finales del año 2006 dio inicio al Salvamento Arqueológico Puerto Altamira
(Ramírez y Marchegay 2007, 2008 y 2010, Ramírez et al. 2007, 2008), que con
diversas temporadas se ha prolongado hasta el año 2019. El área de este
salvamento corresponde a las 10 mil hectáreas del Puerto Industrial de Altamira,
donde se han localizado trece sitios arqueológicos, de los cuales se han excavado
extensivamente sólo dos. Uno de ellos, el más relevante, es Chak Pet, que reporta
la segunda mayor antigüedad en la Huasteca, entre los años 900 a.C. – 200 d.C.
(Ramirez 2016: 71-82), siendo el primero Altamirano, en Pánuco, Veracruz, cuya
antigüedad se remonta hasta el 1700 a.C. (Castañeda 1989 y 1992). Un primer
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El sitio Chila es de sumo interés, pues según Bernal Díaz del Castillo fue en esa
aldea donde encontraron los cueros de los soldados de Francisco de Garay
sacrificados por los Huastecos (Ramírez et al. 2008:53) lo que motivó la
destrucción de la aldea y la matanza de cuarenta caciques por parte de los
españoles (ídem). Es posible que el sitio reportado como Chila por Ekholm (1944:
420-421) corresponda con el denominado El Venable, situado casi en la misma
ubicación, y excavado en 1996 (Ramírez 1996); pero cuyos materiales
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21
10 CERRO DE LA CAMPANA ALTAMIRA TAMAULIPAS CERRO/ LAGUNA POSTCLÁSICO
11 EL ALTO 1 GONZALEZ TAMAULIPAS LOMA/LLANURA POSTCLÁSICO
12 LA PROVIDENCIA GONZALEZ TAMAULIPAS TIERRA ALTA/LAGUNA POSTCLÁSICO
13 VUELTA DE LAS YEGUAS GONZALEZ TAMAULIPAS TIERRA ALTA/RIO POSTCLÁSICO
14 YONOSE GONZALEZ TAMAULIPAS LOMA/LLANURA NO IDENTIFICADO
15 EL VENABLE PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/LAGUNA PRECLÁSICO
16 MIRAVEGAS PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/RIO PRECLÁSICO
17 TAMOS I PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/RIO POSTCLÁSICO
18 TAMOS II PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/RIO PRECLÁSICO
19 TAMOS III PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/RIO POSTCLÁSICO
20 EL CHAPAPOTITO GONZALEZ TAMAULIPAS LOMA/LAGUNA CLASICO
21 LA DOBLE R GONZALEZ TAMAULIPAS LOMA/LLANURA CLASICO
22 LA GLORIA GONZALEZ TAMAULIPAS TIERRA ALTA/RIO POSTCLÁSICO
23 RODOLFO HERNANDEZ GONZALEZ TAMAULIPAS LOMA/LAGUNA POSTCLÁSICO
24 ISLA DE LOS ALGODONES GONZALEZ TAMAULIPAS ISLA/LAGUNA PRECLÁSICO
25 LA CEBADILLA (3 MAYO) ALTAMIRA TAMAULIPAS TIERRA ALTA/LAGUNA CLASICO
26 LA LOMA (SAN FRANCISCO) ALTAMIRA TAMAULIPAS LOMA/LAGUNA PRECLÁSICO
27 EL FUERTE ALTAMIRA TAMAULIPAS LOMA/LAGUNA POSTCLÁSICO
28 SALSIPUEDES PANUCO VERACRUZ LOMA/LAGUNA CONTINUO
29 LA ANGOSTURA PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/RIO NO IDENTIFICADO
30 CERRO DE LA TORTUGA PANUCO VERACRUZ ISLA/LAGUNA NO IDENTIFICADO
31 EL CANTARITO PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/RIO NO IDENTIFICADO
32 EL CORCOVADO PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/RIO POSTCLÁSICO
33 MAYORAZGO ALTO PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/RIO NO IDENTIFICADO
34 LA HERRADURA PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/RIO NO IDENTIFICADO
35 MATA DEL ABRA PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/RIO NO IDENTIFICADO
36 DESIDERIO PAVON ALTAMIRA TAMAULIPAS TIERRA ALTA/RIO NO IDENTIFICADO
37 CHUNCA PANUCO VERACRUZ TIERRA ALTA/RIO POSTCLÁSICO
38 LOMAS DE REAL (CHAK PET) ALTAMIRA TAMAULIPAS LOMA/MARISMA PRECLÁSICO
Tabla 1. Sitios localizados durante las temporadas 2007-2009 del Proyecto Asentamientos
Prehispánicos de la Cuenca Lacustre del Tamesí. Elaboración propia.
Cerámica diagnóstica
Aunque durante los recorridos fue posible recolectar diversos tipos de material
como lítica, concha o caracol, la cerámica fue la preferida por sus cualidades para
establecer una cronología relativa de los sitios, enfocándonos en tiestos que
23
presentaban de manera reconocible las formas, o el acabado y la decoración;
elementos característicos de los tipos cerámicos establecidos por Ekholm (óp. cit.)
y las diversas tipologías derivadas de él hasta entonces para la Huasteca (Vid
MacNeish 1954,Castañeda 1989, 1992, García Samper 1982, Zaragoza 2005,
Espinoza 2008, Pérez 2010). Aunque las vajillas y tipos característicos para cada
uno de los tres periodos mesoamericanos –Preclásico, Clásico y Postclásico-, son
abundantes, aquí sólo me referiré a los más diagnósticos y característicos de cada
periodo, tomando como base la tipología establecida por Ekholm (1944) y
complementada por Héctor Pérez García (2010) para Chak Pet, el sitio más
explorado del área. Esta última tipología -cómo ya se comentó-, sigue el método
tipo – variedad, y retoma, corrige y afina las otras tipologías propuestas antes,
adicionando las variantes estilísticas, agrupándolas en vajillas y caracteriza con
mayor detalle las pastas y aspectos tecnológicos no contemplados antes. El
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siguiente cuadro señala los tipos cerámicos diagnósticos de cada periodo y fase de
la secuencia cultural para la cuenca baja del Pánuco (figura 4.).
24
Figura 4. Tipos cerámicos asociados a cada fase. Tomado de Silva Cárdenas 2013.
PERIODO PRECLÁSICO
Fases Tantuán I (650-350 a.n.e.) y Tantuán II (350 -100 a.n.e)
Vajilla Prisco
De acuerdo con Ekholm (1944: 345) está conformada por un conjunto de
cerámicas que tienen en común una pasta granular, con apariencia de migajón,
quebradiza. Su coloración varía del negro al rojizo. Las vasijas fueron recubiertas
Las cerámicas Prisco tienen una amplia distribución en los sitios de la cuenca
lacustre, indicando que fue durante esta fase que se dio el auge del poblamiento de
la zona La vajilla Prisco presenta además estrechas similitudes con cerámicas
parecidas en pasta, forma y acabado del centro de Veracruz, como las cerámicas
Acanalada, Negra y Café o Bayo de El Trapiche y Chalahuite, reportadas por
García Payón (1966: 35-109), y que guardan similitudes y diferencias con otras de
más al sur como Cerro de Las Mesas, La Venta e incluso Tlatilco (ibídem: 105).
Cerámicas muy similares a la Prisco pueden observarse en Kaminaljuyú, y
Uaxactún, de las fases Mammon y Chicanel (Ekholm 1944: 503 y 505, MacNeish
1954, Ramírez 2008).
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Periodo Clásico
Fase Tantuán III (100 a.n.e. – 200 d.n.e)
Vajilla Pánuco Pasta fina
Gordon F. Ekholm (1944: 349) define la cerámica de este tipo como de una pasta
de grano muy fino, con poco o nulo desgrasante, muy bien cocida, dura y
quebradiza. Su color es café rojizo claro, más cafetoso en el centro que en la
superficie. En general carece de engobe, pero está bien pulida, siendo cerosa al
tacto y cuando está erosionada es polvosa (Pérez 2010: 139). Existe al menos una
variante con un engobe blanco cremoso, denominada Pánuco Pasta Fina con Baño
Blanco y otra con o sin baño blanco pero que es corrugada (Ekhom 1944: 349,
29
Pérez 2010: 140). En ambos casos se presentan las mismas formas. La corrugada
en particular presenta una serie de gajos verticales que parecen cortados con
navaja y pulidos, aunque hay una variante con canales en sentido horizontal
(Ekholm: 349-350) (figura 7).
Periodo Postclásico
Fase Tamul (900-1200 d.n.e)
Cerámica Las Flores
Presenta un conjunto de diferentes tipos cerámicos con características peculiares,
que sólo ha sido encontrado en este sitio, y en algunos contemporáneos como
Pavón en Pánuco, y hacia la zona de El Mante, Tamaulipas. Pero sigue siendo una
cerámica escasa. En las colecciones locales no se tienen ejemplares completos, la
mejor muestra es la recolectada por Ekholm en sus excavaciones de 1941,
resguardada en el Museo de Historia Natural de Nueva York (Figura 8).
30
Los ejemplos más característicos son Las Flores Rojo sobre Ante, es decir el color
natural de la superficie. Su decoración consiste en líneas rojas verticales, a veces
en forma de grecas escalonadas sobre el cuerpo de las vasijas (Ekholm 1944: 392-
399), otras variantes son el Rojo y Negro sobre Ante, El Café Rojizo sobre Ante
Claro y Rojo sobre Ante Claro; de los cuales existen pocos ejemplares (ídem). El
tipo más característico son los Molcajetes Las Flores, tanto en pasta gruesa como
fina. Se trata de cajetes semicirculares trípodes con el fondo interior esgrafiado
geométricamente. Se presenta también una versión tardía del Zaquil Rojo (figura
8 A), son cuencos trípodes usualmente con el exterior pintado de rojo desde el
borde a la mitad de la vasija.
foráneas, muy finas, como el blanco inciso, de origen desconocido; sin embargo,
una vasija completa de este tipo fue hallada recientemente en Tula, Hgo. (Manuel
Gamboa Cabezas, comunicación personal 2017) (figura 8 H e I), indicando
contemporaneidad y relaciones de Las Flores con Tula. Debido a que en la
actualidad el área donde se ubica Las Flores está completamente urbanizada, ya es
muy difícil recolectar nuevas muestras de cerámica.
cruces de San Andrés, los llamados ojos huastecos, caracoles cortados, signos del
maíz o alas de mariposa, chalchihuites, puntos, etc. Este es el tipo de cerámica
más abundante para los sitios postclásicos de nuestra zona de estudio.
Tancol policromo
Se trata como lo señala Ekholm (1944: 410) de la misma cerámica en pasta, forma
y acabado, que el Negro sobre blanco; la diferencia radica en que algunos de sus
diseños están pintados en blanco y negro, usando como relleno el rojo en
tonalidades que varían hasta el violeta (figura 9G)
32
Contextos
La caracterización de los asentamientos ha sido un tema central en la
investigación arqueológica, y la Huasteca no es la excepción, aunque
generalmente se han concentrado los esfuerzos en el patrón de asentamiento,
como el ya referido estudio de Gutiérrez (1996). Otra forma de caracterización es
la llamada Tipología de Sitios, propuesta por Gustavo A. Ramírez (2001, 2008b),
desarrollada a partir de la necesidad de caracterizar los sitios de cazadores
recolectores localizados en los salvamentos arqueológicos Río Escondido –
Tipos de sitio
16
14
12
10
8
6
4
2
0
La figura 10 nos muestra que, de los 38 sitios registrados, la mayor parte de estos
es de tipo habitacional y se ubicaron preferentemente en un terreno elevado
situado entre el río Tamesí y una laguna, desde el Preclásico. Escasamente un par
de sitios son a la vez habitacionales y ceremoniales, se trata de los sitios La Gloria
y Tamos I, el primero es un sitio de gran extensión situado entre el río Tamesí y la
laguna Salada, con presencia de montículos concentrados en un área central,
aunque rebajados o demolidos por la población actual. Presenta una gran cantidad
de materiales cerámicos, líticos y figurillas, algunos de origen o influencia
mexica, secuela de la expansión de la Triple Alianza a la Huasteca entre los siglos
XV y XVI. El segundo sitio, Tamos I, se ubicaba en donde actualmente se
Aunque para el postclásico este ya no fue un patrón preferente, hay al menos dos
sitios que se ubicaron allí en ese periodo, que son de tipo habitacional y
ceremonial, en uno de ellos, El Fuerte, se encontró una escultura fragmentada de
un hombre sedente, en el estilo característicos de la escultórica huasteca, muy
ancho y delgado. El otro, Salsipuedes, se sitúa en una pequeña península en la
laguna La Tortuga, sobre la cual se distribuyen diversos montículos de tierra de
baja altura. Un sitio interesante por ser de suministro es llamado Chapopotito,
situado a poca distancia de lo que los vecinos llaman una chapopotera, brote
natural de petróleo crudo, ampliamente usado en la antigüedad como pigmento,
pegamento y aditivo en construcciones de tierra.
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1906, Ekholm 1944, Ramírez 2000), del cual sólo se conserva un montículo
conocido popularmente como la Pirámide de las Flores. Originalmente se
componía por 22 montículos de tierra recubiertos con un grueso aplanado de cal-
arena, un sistema constructivo único en la zona, cuyo único similar lo reportó el
mismo Muir para el sitio Santa Fe, Veracruz (Muir 1926).
Los materiales de este sitio son peculiares, ajenos a la tipología local tradicional,
Merino y García Cook lo ubica hacia los años 900 al 1200 d.C. fase Tamul
(Merino y García 1989: 201), dentro del Posclásico temprano. Joaquín Meade
reportó además el hallazgo de dos esculturas, una de las cuales representa a un
40
hombre sedente y la otra una diosa madre (Meade 1942), sin embargo, existen
serias dudas a que procedan de este sitio, pues su cronología es casi medio milenio
posterior. No obstante, se puede admitir que el asentamiento, además de
habitacional, fue ceremonial. El otro sitio es el llamado Tancol, que en el pasado
debió ser enorme, pues cerámicas y enterramientos humanos se hallan
frecuentemente en el panteón y colonias circunvecinas, aunque su núcleo,
compuesto por doce montículos de tierra, es pequeño. Dicho núcleo se ubica
actualmente dentro del Colegio Americano de Tampico, protegido por una cerca.
Fue excavado por Ekholm (1944:405-418), quien reporta un antecedente de
ocupación preclásica, pero su mayor auge fue Postclásico, caracterizado por su
famosa cerámica Tancol Policromo, (figura 9G).
A escasos 30m de donde nace el venero, cuesta arriba, se erigía vertical una estela
labrada en una tosca laja de roca caliza, de 2.10m de alto, por 3.52m de ancho y
40cm de espesor, que ahora está caída de frente sobre una piedra (figura 11), lo
que permite apreciar dos cabezas de lagarto grabadas en su superficie; razón por
lo que se le dio el nombre de Dos Lagartos (figura 12), una de las cabezas está
42
fragmentada.
Figuras 11 y 12. Lápida de Dos Lagartos, sierra de La Palma, Altamira, Tams. Fotografía:
autor 2008.
43
Cronología
La figura 14 nos ofrece una visión de cuáles fueron las preferencias en la
ocupación del espacio a lo largo de la época prehispánica, para nuestra zona de
estudio. Así se aprecia que, el contexto Tierra Alta/río fue el más utilizado en
todos los periodos, con menor intensidad en el Preclásico y Clásico; pero con
mayor frecuencia en el Postclásico.
Cronología
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
44
Continuo Posclásico Clásico Preclásico
Figura 14. Cronología de los sitios por contexto y actividad. Elaboración propia.
Hay que destacar que los ríos no sólo ofrecen una abundante fuente de agua
potable, sino que además proporcionan una gran cantidad de alimentos y materias
primas, y son una vía de comunicación ventajosa mediante la navegación. Sin
duda esta combinación de elementos de un terreno elevado y seguro contra las
inundaciones, y los recursos fluviales, ofrecen las mayores ventajas para un
asentamiento humano.
todos los periodos. Las diferencias con el anterior es que las lomas naturales no
son muy abundantes en esta planicie costera, y es necesario a veces edificarlas con
un gran esfuerzo. Aun no queda claro si la necesidad de ocupar las lomas era por
seguridad durante las crecidas del Pánuco, o si tiene una motivación ideológica
relacionada con los mitos cosmogónicos. Por ejemplo, que el lomo del lagarto
representa la tierra que flota en el mar (ver Ochoa y Gutiérrez 1996-1999,
Ramirez 2008: 25). La laguna ofrece ventajas similares a las del río, aunque
algunas lagunas eran saladas, hasta que se hicieron los diques para evitar la
entrada del mar.
45
El contexto Loma/llanura también muestra preferencias de uso en todos los
periodos, aunque en menor proporción, sobre todo por su lejanía de las fuentes
agua. No obstante, este problema se solventó con la invención del jagüey, como
ya se dijo antes.
CONCLUSIONES
Los análisis cerámicos muestran que con excepción de Chak Pet, cuyos orígenes
se remontan al Preclásico medio, hacia el año 900 a.C., el resto de los sitios
Preclásicos sólo muestran en superficie cerámicas Prisco, Pánuco Gris y Pánuco
Pasta Fina que los sitúan entre los años 600 a.C. al 200 d.C., fases Tantuán I,
Tantuán II y Tantuán III. Sólo unos pocos sitios muestran cerámicas del tipo
Zaquil Negro y Zaquil rojo, como Isla de la Pitahaya, y tal vez el Chapopotito y
47
Cúes de Palmas Altas, que indican una continuidad durante el Clásico medio al
tardío, con una posible reocupación durante el Posclásico tardío, entre los años
900 al 1000 d.C.
sobrevivir hasta el siguiente periodo, alrededor del 400 d.C., cuando quedó
definitivamente despoblada la región.
Hacia el 700 d.C., llegan nuevos pobladores. Éstos traen unas cerámicas muy
diferentes a las anteriores, más relacionadas con el altiplano central, con Tula
Xicocotitlán y posiblemente con Cholula; se asientan en Las Flores, cerca del
agua, pero a una altura considerable para estar a salvo de las crecidas. Durante
unos 300 años permanecen allí, pero con poco impacto hacia las zonas vecinas.
Es hasta los años 900 al 1000 d.C. que un nuevo contingente llega con fuerza,
48
repoblando toda la región, particularmente la cuenca lacustre del Tamesí, rica en
recursos naturales. La nueva población generalmente no ocupa los asentamientos
ancestrales, sino que se asienta en zonas elevadas, tierras altas, cerros, colinas y
especialmente en la sierra de La Palma, desarrollan sus destrezas en la talla de
escultura, iconografía, arquitectura de piedra y despliegan un mundo de creencias
cosmogónicas que dejan plasmadas en sus creaciones. Son los huastecos; pero
¿quiénes son, de dónde vinieron?
Fase Tantuán II (350 -100 a.n.e.) y Tantuán III (100 a.n.e. – 200 d.n.e), el apogeo
regional llega a su máxima expresión (ibídem: 23), se multiplica el número de
pueblos, que contienen varias estructuras en su zona cívico- religiosa, con una o
más plazas de planta circular, una zona “residencial” con basamentos para casas
entre 1 y 2 metros de altura y formando, en algunos casos, plazas circulares en el
área residencial (ídem). Para la cuenca lacustre del Tamesí no observamos tal
complejidad arquitectónica, los asentamientos se mantienen básicamente igual
desde Tantuán I al III, es decir, lomas bajas de hasta 30 metros de altura,
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Hacia finales de Tantuán III, alrededor del año 100 d.n.e., se presenta una fuerte
disminución de la población, el número de asentamientos disminuye
drásticamente, como se observa para otras regiones de Mesoamérica (ibídem: 25).
Al concluir Tantuán III, el norte y noroeste del área de estudio del P.A.H., se
abandonó y se concentró hacia el sureste(ídem). Como ya se dijo, el mismo
fenómeno se observa en la cuenca lacustre del río Tamesí, aunque a nuestro modo
de ver, asociada también a la incursión de una nueva población que trae consigo la
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vajilla Pánuco Pasta Fina y las figurillas asociadas. Al parecer muy pocos
asentamientos pudieron subsistir hasta el 400 d.C.
Finalmente, solo resta decir que este es un breve resumen de una mayor cantidad
de información disponible, y que es necesario continuar el estudio y ampliarlo
hacia la ribera sur del complejo lagunar, lo que sin duda permitirá ampliar y
corregir nuestras observaciones.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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