La Oxigenoterapia para El Paciente Pediátrico
La Oxigenoterapia para El Paciente Pediátrico
La Oxigenoterapia para El Paciente Pediátrico
El sistema de alto flujo proporciona un flujo total de gas suficiente para proporcionar la totalidad del
gas inspirado, es decir, el paciente solo respira el gas suministrado por el sistema. Ej.: máscara con
sistema Venturi.
Procedimiento
Realizar el lavado de manos y preparar el equipo necesario
Informar al paciente y a la familia la necesidad de administrar oxígeno. Explicar al paciente
la técnica que vamos a utilizar, el objetivo que queremos conseguir y los peligros
potenciales de una mala manipulación del gas.
Comprobar la permeabilidad de las vías aéreas
Conectar el flujómetro a la toma de pared o reservorio, comprobar el funcionamiento de
las conexiones, poner el humidificador y comprobar el burbujeo del agua del humidificador
Conectar los tubos de oxígeno y los dispositivos que vamos a usar, regular el caudal en
L/min. que hayan sido prescritos
Colocar al paciente en la posición más adecuada, semi-Fowler si es posible
Colocarse los guantes desechables. Aspirar las secreciones bucales, nasales y traqueales, si
se precisa
Comprobar periódicamente el dispositivo de aporte de oxígeno para asegurar que se
la concentración de oxígeno prescrita y el cumplimiento de las medidas de seguridad
Comprobar la eficacia y efectividad de la oxigenoterapia valorando el color de piel y
mucosas, frecuencia respiratoria, valores de la gasometría y los valores de la oximetría de
pulso y la tolerancia del paciente, para retirar la administración de oxígeno mientras come
Vigilar la aparición de signos de toxicidad por oxígeno y de erosiones de la piel en las
zonas de fricción del dispositivo
Recoger el material, retirarse los guantes y realizar el lavado de manos y registrar en la
documentación de enfermería: procedimiento, motivo, fecha y hora de inicio, volumen,
incidencias y respuesta del paciente
Complicaciones de la oxigenoterapia
La concentración del oxígeno y la duración del tratamiento son factores determinantes.
Toxicidad por oxígeno o micro atelectasia
La administración de concentraciones de oxígeno por encima del 50% durante un lapso de tiempo
prolongado puede llegar a ser mortal por provocar en los leucocitos la producción de compuestos tóxicos
que eliminan nitrógeno y actúan sobre la sustancia tenso activa pulmonar, lo que afecta a la membrana
alveolo capilar alterando su permeabilidad y provocando edema del intersticio pulmonar, exudación y
fibrosos pulmonar.
Como norma, los niveles de FIO2 (fracción inspirada) no excederán nunca de 50%, salvo condiciones
críticas.
Signos y síntomas tardíos: Sufrimiento retro esternal, parestesias en extremidades, náuseas y vómitos,
fatiga, letargo, malestar, disnea, tos, anorexia, intranquilidad, dificultad respiratoria progresiva, cianosis
disnea y asfixia.