1 Reyes
1 Reyes
1 Reyes
מלנים א
"Dios reina sobre la nación"
MÉTODO CRÍTICO
1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL LIBRO? Jeremías ?
MÉTODO HISTÓRICO
Estos dos libros, también unidos en uno solo en la Biblia hebrea, continúa la historia del
pueblo de Israel desde la coronación de Salomón, el hijo de David, como rey hasta la
deportación del pueblo en el cautiverio. Se registra aquí la muerte de David, el reinado
de Salmón, y la revuelta de Jeroboan y sus diez tribus durante el reinado de Jeroboam,
el hijo de Salmón. Desde esta época en adelante, la narración combina las historias de
los dos reinos hasta el cautiverio de ambos.
MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUÉ GÉNERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Narrativo / Histórico /
Cronológico.
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Los libros 1 y 2 Reyes eran
originalmente uno.
Estructura de 1 y 2 de Reyes
Versículo Clave: II de Reyes: 17:13 “Jehová amonestó entonces a Israel y a Judá por
medio de todos los profetas y de todos los videntes, diciendo: Volveos de vuestros
malos caminos y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las
leyes que yo prescribí a vuestros padres, y que os he enviado por medio de mis siervos
los profetas”
Una distinción debe ser hecha entre el contexto de las fuentes de los libros y el del
autor de los libros. El material de las fuentes fue escrito por participantes y testigos
oculares de los acontecimientos . Fue una información relevante, la cual
era históricamente precisa con respecto a los hijos de Israel, desde la muerte de David y
la subida al trono de Salomón (971 a.C.) a la destrucción del templo y Jerusalén por los
babilonios (586 a.C.). De esta manera, Reyes rastrea las historias de dos conjuntos de
reyes y dos naciones de personas desobedientes, Israel y Judá, y ambas estaban
volviéndose más y más indiferentes a la ley de Dios y sus profetas e iban camino a la
cautividad.
Autor y fecha
Reyes fue escrito entre el 561-538 a.C. Debido a que el último acontecimiento
narrado en el libro (2 R 25:27-30) establece la fecha más temprana posible de término y
debido a que no hay registro del fin de la cautividad babilónica en Reyes, la liberación
del exilio (538 a.C.) identifica la fecha de escritura más tardía posible. Esta fecha es
algunas veces retada a la luz de las afirmaciones "hasta hoy" en 1 R 8:8; 9:13, 20, 21;
10:12; 12:19; 2 R 2:22; 8:22; 10:27; 14:7; 16:6; 17:23, 34, 41; 21:15. No obstante, es
mejor entender estas afirmaciones como aquellas de las fuentes usadas por el autor, en
lugar de afirmaciones del autor mismo.
Es claro que el autor usó una variedad de fuentes al recolectar la información de este
libro, incluso "el libro de los hechos de Salomón" (1 R 11:41), "las historias de los reyes
de Israel" (1 R 14:19; 15:31; 16:5, 14, 20, 27; 22:39; 2 R 1:18; 10:34; 13:8, 12; 14:15,
28; 15:11, 15, 21, 26, 31), y "las crónicas de los reyes de Judá" (1 R14:29; 15:7, 23;
22:45; 2 R 8:23; 12:19; 14:18; 15:6, 38; 16:19; 20:20; 21:17, 25; 23:28; 24:5). Además,
Isaías 36:1-39:8 proveyó información usada en 2 Reyes 18:9-20:19, y Jeremías 52:31-
34 parece ser la fuente para 2 Reyes 25:27-29. Esta explicación presenta un solo autor
inspirado, viviendo en Babilonia durante el exilio, usando estos materiales como fuente
preexílicas que estaban a su disposición.
El principal reto de interpretación en Reyes tienes que ver con la cronología de
los reyes de Israel y Judá. Aunque se presenta información cronológica
abundante en el libro de Reyes, esta información es difícil de interpretar por dos
razones.
Pero cuando los años totales de reinados reales en Reyes son sumados, el
número para Israel es doscientos cuarenta y un años (no los doscientos diez años
del 931 al 722 a.C.) y Judá trescientos noventa y tres (no los trescientos cuarenta
y seis años del 931 al 586 a.C). Es reconocido que en ambos reinos hubieron
algunos correinados, esto es, un período de gobierno durante el cual dos reyes,
normalmente padre e hijo, gobernaron al mismo tiempo, y así los años que
empalmaron fueron contados dos veces en el total para ambos reyes. Además,
diferentes métodos para contar los años del gobierno de un rey y aún diferentes
calendarios fueron usados en diferentes ocasiones en los dos reinos, resultando
en las aparentes inconsistencias internas. La precisión general de la cronología
en Reyes puede ser demostrada y confirmada.
Un segundo importante reto de interpretación tiene que ver con la relación de
Salomón con los pactos abrahámico y davídico. Primera de Reyes 4:20, 21 ha
sido interpretado por algunos como el cumplimiento de las promesas dadas a
Abraham (cp. Gn. 15.18-21; 22:17). no obstante, de acuerdo a Números 34:6, la
frontera occidental de la Tierra Prometida a Abraham era el Mar Mediterráneo.
En 1 R. 5:1ss, Hiram es visto como el rey independiente de Tiro (a lo largo del
Mediterráneo), tratando con Salomón como un semejante. El imperio de
Salomón no fue el cumplimiento de la promesa de la tierra dada a Abraham por
parte del Señor, aunque una gran porción de esa tierra estuvo bajo el control de
Salomón. Además, las afirmaciones de Salomón en 1 R 5:5 y 8:20 son sus
declaración de ser la simiente prometida del pacto davídico (2 S 7:12-16).
Segundo Reyes 18:1-25:21 se enfoca en el tiempo en el que Judá sobrevivió por sí sola
(722-586 a.C). Dos párrafos de conclusión hablan de acontecimientos después del exilio
babilónico (2 R 25:22-26. 27-30).
Al morir Salomón, su hijo Roboam fue visitado por Jeroboam y los representantes
de las tribus del norte de Israel con la petición de que el gobierno fuera menos severo.
Jeroboam era hijo de uno de los sirvientes de Salomón, y un profeta le había dicho que
Dios lo había escogido para reinar sobre las tribus del norte. Roboam siguió un mal
consejo y rehusó la petición; por eso el reino se dividió: Israel en el norte, con diez
tribus con Roboam como rey y Judá en el sur, con dos tribus con Roboam como rey.
Jeroboam comenzó su reinado rompiendo sus lazos religiosos con Jerusalén. Estableció
nuevos lugares de adoración en Betel, en la parte sur de su dominio y en el norte en el
territorio de Dan. También instaló un nuevo sacerdocio e instituyó otro calendario. Sin
embargo, mucha gente del reino del norte permaneció fiel a la adoración del SEÑOR. El
profeta Elías luchó por la causa del Señor en contra de esta falsa religión de ritos
paganos sexuales y violencia, y sus encuentros con Acab y Jezabel llenan muchas
páginas del libro. Elías desafió a toda la nación a volver al Señor.
Referencias Proféticas
El templo de Jerusalén, don de el Espíritu de Dios habitaría en el lugar Santísimo,
prefigura a los creyentes en Cristo en los cuales reside el Espíritu Santo desde el
momento de nuestra salvación. Al igual que los israelitas que habían abandonado la
idolatría, así también debemos apartarnos de cualquier cosa que nos separe de Dios.
Somos Su pueblo, el templo mismo del Dios vivo. Segunda de Corintios 6:16 nos dice,
“¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el
templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios,
y ellos serán mi pueblo.”
El profeta Elías fue el precursor de Cristo y los Apóstoles del Nuevo Testamento. Dios
le permitió a Elías hacer cosas milagrosas a fin de probar que él realmente era un
hombre de Dios. Él resucitó de la muerte al hijo de la viuda de Sarepta causando que
ella exclamara – “Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová
es verdad en tu boca.” De la misma manera, son evidentes en el Nuevo Testamento los
hombres de Dios que hablaron Sus palabras a través de Su poder. Jesús no solo levantó
a Lázaro de entre los muertos, sino que también resucitó al hijo de la viuda de Naín
(Lucas 7:14-15) y a la hija de Jairo (Lucas 8:52-56). El apóstol Pedro resucitó a Dorcas
(Hechos 9:40) y Pablo resucitó a Eutico (Hechos 20:9-12).
Importancia en la Biblia