1. La jurisdicción penal es la función soberana del Estado de administrar justicia en materia penal a través de los órganos jurisdiccionales. 2. La jurisdicción penal ordinaria recae en los tribunales penales y se rige por las normas del derecho penal sustantivo, procesal penal y penitenciario. 3. La competencia penal determina qué órgano jurisdiccional concreto es el facultado para conocer de un caso penal de acuerdo a criterios como la territorialidad, naturaleza de la causa o calidad de las partes.
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1. La jurisdicción penal es la función soberana del Estado de administrar justicia en materia penal a través de los órganos jurisdiccionales. 2. La jurisdicción penal ordinaria recae en los tribunales penales y se rige por las normas del derecho penal sustantivo, procesal penal y penitenciario. 3. La competencia penal determina qué órgano jurisdiccional concreto es el facultado para conocer de un caso penal de acuerdo a criterios como la territorialidad, naturaleza de la causa o calidad de las partes.
1. La jurisdicción penal es la función soberana del Estado de administrar justicia en materia penal a través de los órganos jurisdiccionales. 2. La jurisdicción penal ordinaria recae en los tribunales penales y se rige por las normas del derecho penal sustantivo, procesal penal y penitenciario. 3. La competencia penal determina qué órgano jurisdiccional concreto es el facultado para conocer de un caso penal de acuerdo a criterios como la territorialidad, naturaleza de la causa o calidad de las partes.
1. La jurisdicción penal es la función soberana del Estado de administrar justicia en materia penal a través de los órganos jurisdiccionales. 2. La jurisdicción penal ordinaria recae en los tribunales penales y se rige por las normas del derecho penal sustantivo, procesal penal y penitenciario. 3. La competencia penal determina qué órgano jurisdiccional concreto es el facultado para conocer de un caso penal de acuerdo a criterios como la territorialidad, naturaleza de la causa o calidad de las partes.
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LA JURISDICCIÓN PENAL Y LA
COMPETENCIA PENAL
El término jurisdicción emana del vocablo latino “iurisdictio” que
significa decir o mostrar el derecho. El Art. 138 de la Constitución Política del Estado consagra que la potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las Leyes, de conformidad con criterios de unidad, indivisibilidad e integridad conceptual. El monopolio de la actividad jurisdiccional por parte de los jueces y magistrados que conforman el Poder Judicial, reposa en la legitimación que le confiere la soberanía popular y la Constitución Política del Estado. Florian señala “ la jurisdicción penal es la función soberana que el Estado ejercita por medio de personas físicas, las cuales, en cuanto órganos del Estado, toman el nombre de jueces”. La jurisdicción penal es solo una, la jurisdicción militar, arbitral y/o campesina son más que manifestaciones de ella, por lo que todas estas deben de observar y garantizar los principios que emanan de la idea de un Debido Proceso y de la tutela jurisdiccional efectiva, de conformidad con los criterios rectores que señala el Art. 139 de la Ley fundamental.
La jurisdicción penal ordinaria gira en torno a las
normas del derecho penal, del derecho procesal penal y del derecho penitenciario; esto es, el Código Penal, el Código Procesal Penal y el Código de Ejecución Penal. La jurisdicción penal ordinaria es única y nacional, con independencia de los procedimientos que se establezcan en este código para la persecución penal.
Corresponde a la jurisdicción penal la
persecución y el juzgamiento de los delitos cometidos en el territorio nacional, y los cometidos en el extranjero en los casos que determinen los Tratados Internacionales suscritos y ratificados por Colombia y la legislación interna. Modernamente, por jurisdicción se entiende a la función pública de administrar justicia, emanada de la soberanía del Estado y ejercida por un órgano especial, el cual tiene por fin la tutela procesal efectiva mediante la aplicación de la ley, en este caso, de la ley penal.
Siguiendo a la doctrina clásica, se considera como
elementos que integran la jurisdicción los siguientes:
La notio, que es el derecho de la autoridad
jurisdiccional a conocer de un asunto concreto, puede el juez conocer del litigio.
La vocatio, entendida como la facultad de la que está
investida la autoridad para obligar a las partes (sujetos procesales) a comparecer al proceso. La coertio, connota la potestad del juez de recurrir a que se utilice la fuerza pública para que se cumplan con las medidas adoptadas por su despacho en el curso del proceso; se compele coactivamente al cumplimiento de las decisiones jurisdiccionales
El iudicium, es la facultad de proferir sentencia, previa
recepción y valoración de los medios probatorios; concluye con el proceso de carácter definitivo, y
La executio, atribución para hacer cumplir los fallos
judiciales recurriendo, de ser el caso, a la fuerza pública, de manera que las resoluciones emitidas no queden al libre albedrío de los otros sujetos procesales y la función jurisdiccional se torne inocua. Características de la Jurisdicción Penal
1. El ejercicio de la función jurisdiccional en materia penal
la ejerce en exclusividad el Estado a través de la judicatura encargada constitucionalmente en administrar justicia penal (PJ y MP). 2. Es de naturaleza coercitiva, el poder punitivo y las medidas de orden procesal (cautelares así como las medidas restrictivas de derechos fundamentales), son de naturaleza pública. 3. Unidad de la función jurisdiccional es un derecho subjetivo unitario que demanda una actuación funcional idéntica en todos los casos penales, parte entonces de un mismo concepto. 4. La jurisdicción penal actúa de oficio, esto quiere decir ni bien los órganos predispuestos toman conocimiento de la noticia crimines, están obligados a promover su ejercicio en sujeción estricta al principio de legalidad, así como del principio de oficialidad. 5. El derecho al Juez Natural y a un Tribunal imparcial, mediante el Juez predeterminado por ley y sometido a un proceso penal con todas las garantías que emana del Debido Proceso. Tal presupuesto exige que aquel órgano que juzgue sea distinto al que acuse, la división de funciones entre el órgano requiriente y el judicante proviene del principio acusatorio, como expresión acabada de imparcialidad que debe regir en un Debido Proceso, es cuando aparece la figura del Fiscal como persecutor público que representa a la sociedad, encargado de promover la acción penal ante los Tribunales y de solicitar la imposición de una pena de acuerdo al principio acusatorio. La imparcialidad debe revestir al Juzgador de todos sus actos funcionales, por lo que a la mínima sospecha de imparcialidad los interesados podrán promover el mecanismo denominado “recusación”. Así como también la administración de justicia debe resolver la dirimencia, en un plazo razonable, en respeto a las reglas de un Debido Proceso, evitando y proscribiendo dilaciones indebidas.
6. Una caracterización esencial es el respeto a los
derechos humanos, procurar el bien común es una función ineludible del Estado social, por tanto, los individuos solo pueden ser sujetos, más no objetos de una determinada política criminal del Estado, los Órganos que administran Justicia Penal, debe procurar que sus resoluciones no resulten lesivos a dichos derechos, en el sentido de que la coacción estatal se gradúe de acuerdo a los principios de razonabilidad, proporcionalidad y necesidad, que en conjunto deben garantizar que dichas injerencias no afecten el substrato ontológico del ser humano. La potestad jurisdiccional del Estado en materia penal se ejerce por:
1. La Sala Penal de la Corte Suprema.
2. Las Salas Penales de las Cortes Superiores. 3. Los Juzgados Penales, Constituidos en órganos Colegiados o unipersonales, según la competencia que le asigna la Ley. 4. Los Juzgados de Investigación Preparatoria. 5. Los Juzgados de Paz Letrados. La Competencia Penal • En la doctrina procesalista se afirma que la jurisdicción es el género, y la competencia la especie, todos los jueces están investidos con el poder jurisdiccional tienen jurisdicción, pero no todos son competentes, y dicha competencia determina en todo caso la potestad que tiene el juzgador de avocarse a un caso determinado. Carneluti señala “que la competencia no es un poder, sino un límite del poder, y por tanto, una ratio legitimationis” un Juez tiene el poder (está legitimado para el poder), no solo en cuanto es Juez, o sea, está constituido en aquella posición de órgano del Estado, que se designa con tal nombre, sino además en cuanto a materia del juicio entre en su competencia. • La competencia es la facultad que tiene el Juez en materia penal, para conocer los casos y someterlos a su jurisdicción. El deber de un Tribunal es la de decidir válidamente sobre el fondo de un proceso penal concreto. • El Nuevo CPP establece en su art. 19° que la competencia se precisa e identifica a los órganos jurisdiccionales que debe conocer de un proceso. Manzini señala “la reglamentación de la competencia está en todo caso dispuesta en tutela de un interés público, el cual, por un lado se presenta como un interés funcional del Estado y, por otro, como un interés de garantía individual propio de todos los individuos y que se concreta en aquel determinado individuo que entra en una relación procesal penal”. Constituye entonces, una garantía de los ciudadanos, que el ejercicio de la jurisdicción penal esté sujeto a una serie de reglas formalistas en tutela del interés del público que el orden jurídico hace prevalecer. • Consecuentemente, la competencia es un presupuesto procesal –de orden formal- que determina al Juez que debe avocarse a una causa penal. La competencia se traduce en la facultad de que se halla investido un funcionario público para aplicar la justicia en un caso concreto. La contienda de competencia, ocurre cuando no se ha determinado concretamente la competencia sobre el conocimiento de un caso, pudiéndose advertir la avocación simultánea de dos o más jueces sobre el mismo delito - contienda positiva, o bien la convergencia inhibitoria de dos o más jueces de conocer el mismo delito
La competencia de un tribunal o juez para
conocer un proceso se determina por razón de territorio (límite geográfico donde un juzgado tiene competencia), de la naturaleza (pública o privada-arbitraje-), materia (penal, civil, familiar,) o cuantía (monto de dinero litigado) y de la calidad de las personas que litigan. • La Competencia Territorial: implica la capacidad jurisdiccional referida a un ámbito geográfico determinado, circunscrito al territorio nacional, donde el Estado está funcionalmente legitimado para aplicar la ley penal, en base a un poder soberano del ius puniendi estatal. • Según el Art. 21 del CPP, los criterios para determinar la competencia penal por el territorio son: • 1. por el lugar donde se cometió el hecho delictuoso, o se realizó el último acto en caso de tentativa, o cesó la continuidad o la permanencia del delito. • 2. Por el lugar donde se produjeron los efectos del delito • 3. Por el lugar donde se descubrieron las pruebas materiales del delito. • 4. Por el lugar donde fue detenido el imputado. • 5. Por el lugar donde domicilia el imputado. Podemos señalar que este artículo, es de aplicación práctica de las teorías, tanto de Actividad, que establece la jurisdicción del juez del espacio físico o de la comisión del hecho delictivo; la de Resultado, donde se establece, que es competente el Juez del lugar donde aparezca signos del hecho delictivo o donde se exterioriza la voluntad delictiva del agente, por tanto el delito se comete donde se consuma, como la teoría de la ubicuidad, mediante la cual el hecho ilícito se comete tanto en donde se realiza los actos de configuración del delito, como donde se produce el resultado, debiendo tener presente la estructura, la naturaleza y presupuestos dinámicos y jurídicos del delito, así como las circunstancias propias de cada caso.
La incompetencia territorial, entendida como la extralimitación
o intromisión de funciones territoriales, de otro órgano jurisdiccional, los actos que se hayan realizado por el primero de ellos no son pasibles de nulidad, si son hechos en estricta aplicación del debido proceso, ya que al existir buen número de juzgados del mismo tipo, en ámbitos territoriales en donde se ejerce la función jurisdiccional, la precisión de que órgano jurisdiccional es el competente, no debe tomarse como una violación de las garantías constitucionales al debido proceso. LA COMPETENCIA OBJETIVA Y FUNCIONAL La Jurisdicción que conoce la acción penal es improrrogable, y existen principios propios vinculados a la competencia objetiva y funcional como son en principio del Juez independiente e imparcial, el principio del Juez predeterminado por ley, el principio de doble instancia, el principio nom bis in idem y el principio del plazo razonable.
La competencia objetiva: MORENO CATENA señala: ”que
puede definiese como la distribución que hace el legislador entre distintos tipos de órganos que se integran en el orden penal para el enjuiciamiento en única o primera instancia de los hechos que procede”. Agrega que los parámetros utilizados son tres: de un lado se tiene presente que si se inculpa como participe en los hechos delictivos a personas aforadas (determinadas personas que por el cargo que ocupan o por la función que desempeñan no son juzgados por los Juzgados de primera instancia, sino por los Tribunales Superiores) cuyo enjuiciamiento se reserva a un determinado Tribunal; de otro lado se tiene en cuenta la clasificación de las infracciones en los delitos y faltas. La Competencia funcional: Se refiere al tramite que se sigue en un proceso penal, el cual puede ser conocido, sucesiva o simultáneamente por distintos órganos jurisdiccionales, lo que permite precisar la medida de la jurisdicción, en cada fase procesal, desde el inicio del proceso penal hasta la ejecución de la sentencia.
Competencia de la Sala Penal de la Corte
Suprema: El artículo 26 CPP se encuentra ligado a lo señalado por el Art. 141 de la Constitución Política del Estado, cuando dice: “le corresponde a la Corte Suprema fallar en Casación, o en última instancia, cuando la acción se inicie en una Corte Superior, o ante la propia Corte Suprema, conforme a ley. Así mismo conoce en casación las resoluciones del Fuero Militar, con las limitaciones que establece el Art. 173.”. Las atribuciones conferidas son: 1. La de conocer el recurso de casación, en la que falla sobre la aplicación adecuada de la normatividad que debe corresponder al caso en concreto (se pronuncia sobre la forma). 2. La de ser última instancia, en la que se convierte en Órgano jurisdiccional y aplica la Ley (se pronuncia sobre el fondo). Competencia de las Salas Penales de las Cortes Superiores Art. 27 del CPP. Las Salas Penales de la Corte Superior, tienen funciones intrínsecas como órganos jurisdiccionales de apelación de sentencias y de autos expedidos por los jueces unipersonales o tribunales colegiados, como también, la de ser instancia jurisdiccional en los demás procesos señalados por ley. Su función primordial es de apelación, salvo las excepciones, en aquellos casos de personas que por ley, tienen aforamiento que es competencia objetiva de estas Salas, con lo cual recuperaran el status de Corte de Apelaciones. Según la estructura del Art. 27 del CPP, Las Salas Penales, ya no van a sentenciar, debido a que el Código ha establecido que la función de juzgamiento le corresponde a los juzgados penales.
Competencia material y funcional de los Juzgados
Penales. De acuerdo al NCPP, se establece una nueva estructura de distribución y funciones de los juzgados penales que permite un mejor tratamiento de la carga procesal, dado que se introduce, los Juzgados Colegiados, que conforman un tribunal, el cual esta integrado por tres magistrados, señalando que el grado de su competencia funcional, será el correspondiente a los delitos cuya pena privativa a imponerse sea mayor a seis años. En cuanto a los Juzgados Unipersonales, estos conocerán solo aquellos delitos que tengan menos de seis años de pena privativa de libertad, como delitos de hurto, apropiación ilícita, etc. Remarcándose que ambos tienen atribuciones similares y a su vez diferenciadas en atención a su competencia, ya sea para juzgar o resolver procesos que se originen en cada uno de ellos. Competencia de los Juzgados de la Investigación Preparatoria Art.29 NCPP.
• El Juez de la Investigación Preparatoria, tiene a su cargo el
Control de la Investigación, por tanto están estrechamente ligados a los Fiscales (los que asumen la responsabilidad de la investigación y los Jueces de la responsabilidad de vigilar y controlar, imponer, realizar y ejercer los actos que sus atribuciones define).
Queda así plasmado la división, entre un Juez que conduce la
etapa de la etapa intermedia del proceso y otro Juez que sentencia, de igual forma serán los encargados de hacer ejecutar las resoluciones ya sea de los juzgados unipersonales o colegiados.
La fase intermedia es donde se cumple la función de discusión
o debate preliminar sobre los actos o requerimientos conclusivos de la investigación. El Abogado y su defendido pueden objetar la acusación porque carece de suficiente fundamento y se pretende someter a juicio a una persona sin contar con los elementos necesarios para poder probar esa acusación. • Consecuentemente la investigación que se ha llevado a cabo a lo largo de la investigación preliminar y preparatoria, consiste en acumular un conjunto de información que servirá para determinar si es posible someter a una persona determinada (imputado- acusado) a un juicio. Existe el control formal y sustancial de los requerimientos del Fiscal o de los actos judiciales conclusivos de las partes.
• El imputado por su parte, puede objetar que el hecho
descrito en la acusación no constituye delito o que comporta un delito distinto del considerado en el requerimiento, por tanto existe amplias posibilidades de defensa, ya sea participando en los actos de investigación o contradiciéndolos. ÓRGANOS DE LA JURISDICCIÓN. La administración de justicia en EL Perú está conformada por los siguientes órganos:
1. JUZGADOS DE PAZ LETRADO: Resuelven apelaciones realizadas sobre las
sentencias de los juzgados de Paz No Letrados. Resuelven en casos de faltas, de acuerdo con su competencia.
2. JUZGADOS ESPECIALIZADOS Y/O MIXTOS: Resuelven las apelaciones de sentencias
de los Juzgados de Paz Letrados; resuelven casos que les son presentados (según la materia (civil, penal, laboral )
3. SALAS SUPERIORES: Resuelven apelaciones de sentencias de los juzgados
Especializados o mixtos
4. SALAS SUPREMAS: Es la última instancia ante la cual se pueden recurrir en los
procesos judiciales que provienen de cualquier Corte Superior de justicia.