La Jurisdicción Penal Y La Competencia Penal

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LA JURISDICCIÓN PENAL Y LA

COMPETENCIA PENAL

El término jurisdicción emana del vocablo latino “iurisdictio” que


significa decir o mostrar el derecho. El Art. 138 de la Constitución
Política del Estado consagra que la potestad de administrar
justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a
través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución
y a las Leyes, de conformidad con criterios de unidad,
indivisibilidad e integridad conceptual. El monopolio de la
actividad jurisdiccional por parte de los jueces y magistrados que
conforman el Poder Judicial, reposa en la legitimación que le
confiere la soberanía popular y la Constitución Política del
Estado. Florian señala “ la jurisdicción penal es la función
soberana que el Estado ejercita por medio de personas físicas,
las cuales, en cuanto órganos del Estado, toman el nombre de
jueces”.
La jurisdicción penal es solo una, la
jurisdicción militar, arbitral y/o campesina son
más que manifestaciones de ella, por lo que
todas estas deben de observar y garantizar
los principios que emanan de la idea de un
Debido Proceso y de la tutela jurisdiccional
efectiva, de conformidad con los criterios
rectores que señala el Art. 139 de la Ley
fundamental.

La jurisdicción penal ordinaria gira en torno a las


normas del derecho penal, del derecho
procesal penal y del derecho penitenciario; esto
es, el Código Penal, el Código Procesal Penal y el
Código de Ejecución Penal.
La jurisdicción penal ordinaria es única y
nacional, con independencia de los
procedimientos que se establezcan en este
código para la persecución penal.

Corresponde a la jurisdicción penal la


persecución y el juzgamiento de los delitos
cometidos en el territorio nacional, y los
cometidos en el extranjero en los casos que
determinen los Tratados Internacionales
suscritos y ratificados por Colombia y la
legislación interna.
Modernamente, por jurisdicción se entiende a la
función pública de administrar justicia, emanada de la
soberanía del Estado y ejercida por un órgano especial,
el cual tiene por fin la tutela procesal efectiva
mediante la aplicación de la ley, en este caso, de la ley
penal.

Siguiendo a la doctrina clásica, se considera como


elementos que integran la jurisdicción los siguientes:

La notio, que es el derecho de la autoridad


jurisdiccional a conocer de un asunto concreto, puede
el juez conocer del litigio.

La vocatio, entendida como la facultad de la que está


investida la autoridad para obligar a las partes (sujetos
procesales) a comparecer al proceso.
La coertio, connota la potestad del juez de recurrir a
que se utilice la fuerza pública para que se cumplan
con las medidas adoptadas por su despacho en el curso
del proceso; se compele coactivamente al
cumplimiento de las decisiones jurisdiccionales

El iudicium, es la facultad de proferir sentencia, previa


recepción y valoración de los medios probatorios;
concluye con el proceso de carácter definitivo, y

La executio, atribución para hacer cumplir los fallos


judiciales recurriendo, de ser el caso, a la fuerza
pública, de manera que las resoluciones emitidas no
queden al libre albedrío de los otros sujetos procesales
y la función jurisdiccional se torne inocua.
Características de la Jurisdicción Penal

1. El ejercicio de la función jurisdiccional en materia penal


la ejerce en exclusividad el Estado a través de la
judicatura encargada constitucionalmente en
administrar justicia penal (PJ y MP).
2. Es de naturaleza coercitiva, el poder punitivo y las
medidas de orden procesal (cautelares así como las
medidas restrictivas de derechos fundamentales), son
de naturaleza pública.
3. Unidad de la función jurisdiccional es un derecho
subjetivo unitario que demanda una actuación funcional
idéntica en todos los casos penales, parte entonces de
un mismo concepto.
4. La jurisdicción penal actúa de oficio, esto quiere decir
ni bien los órganos predispuestos toman conocimiento
de la noticia crimines, están obligados a promover su
ejercicio en sujeción estricta al principio de legalidad,
así como del principio de oficialidad.
5. El derecho al Juez Natural y a un Tribunal imparcial,
mediante el Juez predeterminado por ley y
sometido a un proceso penal con todas las
garantías que emana del Debido Proceso. Tal
presupuesto exige que aquel órgano que juzgue sea
distinto al que acuse, la división de funciones entre el
órgano requiriente y el judicante proviene del principio
acusatorio, como expresión acabada de imparcialidad
que debe regir en un Debido Proceso, es cuando
aparece la figura del Fiscal como persecutor público
que representa a la sociedad, encargado de promover
la acción penal ante los Tribunales y de solicitar la
imposición de una pena de acuerdo al principio
acusatorio. La imparcialidad debe revestir al Juzgador
de todos sus actos funcionales, por lo que a la mínima
sospecha de imparcialidad los interesados podrán
promover el mecanismo denominado “recusación”.
Así como también la administración de justicia debe
resolver la dirimencia, en un plazo razonable, en respeto
a las reglas de un Debido Proceso, evitando y
proscribiendo dilaciones indebidas.

6. Una caracterización esencial es el respeto a los


derechos humanos, procurar el bien común es una
función ineludible del Estado social, por tanto, los
individuos solo pueden ser sujetos, más no objetos de
una determinada política criminal del Estado, los
Órganos que administran Justicia Penal, debe procurar
que sus resoluciones no resulten lesivos a dichos
derechos, en el sentido de que la coacción estatal se
gradúe de acuerdo a los principios de razonabilidad,
proporcionalidad y necesidad, que en conjunto deben
garantizar que dichas injerencias no afecten el
substrato ontológico del ser humano.
La potestad jurisdiccional del Estado en
materia penal se ejerce por:

1. La Sala Penal de la Corte Suprema.


2. Las Salas Penales de las Cortes Superiores.
3. Los Juzgados Penales, Constituidos en órganos
Colegiados o unipersonales, según la
competencia que le asigna la Ley.
4. Los Juzgados de Investigación Preparatoria.
5. Los Juzgados de Paz Letrados.
La Competencia Penal
• En la doctrina procesalista se afirma que la jurisdicción es el
género, y la competencia la especie, todos los jueces están
investidos con el poder jurisdiccional tienen jurisdicción, pero
no todos son competentes, y dicha competencia determina
en todo caso la potestad que tiene el juzgador de avocarse a
un caso determinado. Carneluti señala “que la competencia
no es un poder, sino un límite del poder, y por tanto, una ratio
legitimationis” un Juez tiene el poder (está legitimado para el
poder), no solo en cuanto es Juez, o sea, está constituido en
aquella posición de órgano del Estado, que se designa con tal
nombre, sino además en cuanto a materia del juicio entre en
su competencia.
• La competencia es la facultad que tiene el Juez en
materia penal, para conocer los casos y someterlos a su
jurisdicción. El deber de un Tribunal es la de decidir
válidamente sobre el fondo de un proceso penal concreto.
• El Nuevo CPP establece en su art. 19° que la competencia
se precisa e identifica a los órganos jurisdiccionales que debe
conocer de un proceso. Manzini señala “la reglamentación de
la competencia está en todo caso dispuesta en tutela de un
interés público, el cual, por un lado se presenta como un
interés funcional del Estado y, por otro, como un interés de
garantía individual propio de todos los individuos y que se
concreta en aquel determinado individuo que entra en una
relación procesal penal”. Constituye entonces, una garantía
de los ciudadanos, que el ejercicio de la jurisdicción penal
esté sujeto a una serie de reglas formalistas en tutela del
interés del público que el orden jurídico hace prevalecer.
• Consecuentemente, la competencia es un presupuesto
procesal –de orden formal- que determina al Juez que
debe avocarse a una causa penal. La competencia se
traduce en la facultad de que se halla investido un funcionario
público para aplicar la justicia en un caso concreto.
La contienda de competencia, ocurre cuando no
se ha determinado concretamente la
competencia sobre el conocimiento de un caso,
pudiéndose advertir la avocación simultánea de
dos o más jueces sobre el mismo delito -
contienda positiva, o bien la convergencia
inhibitoria de dos o más jueces de conocer el
mismo delito

La competencia de un tribunal o juez para


conocer un proceso se determina por razón de
territorio (límite geográfico donde un juzgado
tiene competencia), de la naturaleza (pública o
privada-arbitraje-), materia (penal, civil, familiar,)
o cuantía (monto de dinero litigado) y de la
calidad de las personas que litigan.
• La Competencia Territorial: implica la capacidad
jurisdiccional referida a un ámbito geográfico
determinado, circunscrito al territorio nacional, donde el
Estado está funcionalmente legitimado para aplicar la
ley penal, en base a un poder soberano del ius puniendi
estatal.
• Según el Art. 21 del CPP, los criterios para determinar la
competencia penal por el territorio son:
• 1. por el lugar donde se cometió el hecho delictuoso, o
se realizó el último acto en caso de tentativa, o cesó la
continuidad o la permanencia del delito.
• 2. Por el lugar donde se produjeron los efectos del
delito
• 3. Por el lugar donde se descubrieron las pruebas
materiales del delito.
• 4. Por el lugar donde fue detenido el imputado.
• 5. Por el lugar donde domicilia el imputado.
Podemos señalar que este artículo, es de aplicación práctica
de las teorías, tanto de Actividad, que establece la
jurisdicción del juez del espacio físico o de la comisión del
hecho delictivo; la de Resultado, donde se establece, que es
competente el Juez del lugar donde aparezca signos del
hecho delictivo o donde se exterioriza la voluntad delictiva del
agente, por tanto el delito se comete donde se consuma,
como la teoría de la ubicuidad, mediante la cual el hecho
ilícito se comete tanto en donde se realiza los actos de
configuración del delito, como donde se produce el resultado,
debiendo tener presente la estructura, la naturaleza y
presupuestos dinámicos y jurídicos del delito, así como las
circunstancias propias de cada caso.

La incompetencia territorial, entendida como la extralimitación


o intromisión de funciones territoriales, de otro órgano
jurisdiccional, los actos que se hayan realizado por el primero
de ellos no son pasibles de nulidad, si son hechos en estricta
aplicación del debido proceso, ya que al existir buen número
de juzgados del mismo tipo, en ámbitos territoriales en donde
se ejerce la función jurisdiccional, la precisión de que órgano
jurisdiccional es el competente, no debe tomarse como una
violación de las garantías constitucionales al debido proceso.
LA COMPETENCIA OBJETIVA Y FUNCIONAL
La Jurisdicción que conoce la acción penal es improrrogable,
y existen principios propios vinculados a la competencia
objetiva y funcional como son en principio del Juez
independiente e imparcial, el principio del Juez
predeterminado por ley, el principio de doble instancia, el
principio nom bis in idem y el principio del plazo razonable.

La competencia objetiva: MORENO CATENA señala: ”que


puede definiese como la distribución que hace el legislador
entre distintos tipos de órganos que se integran en el orden
penal para el enjuiciamiento en única o primera instancia de
los hechos que procede”.
Agrega que los parámetros utilizados son tres: de un lado se
tiene presente que si se inculpa como participe en los hechos
delictivos a personas aforadas (determinadas personas que por el cargo
que ocupan o por la función que desempeñan no son juzgados por los Juzgados de
primera instancia, sino por los Tribunales Superiores) cuyo enjuiciamiento
se reserva a un determinado Tribunal; de otro lado se tiene
en cuenta la clasificación de las infracciones en los delitos y
faltas.
La Competencia funcional: Se refiere al tramite
que se sigue en un proceso penal, el cual puede ser
conocido, sucesiva o simultáneamente por distintos
órganos jurisdiccionales, lo que permite precisar la
medida de la jurisdicción, en cada fase procesal, desde
el inicio del proceso penal hasta la ejecución de la
sentencia.

Competencia de la Sala Penal de la Corte


Suprema:
El artículo 26 CPP se encuentra ligado a lo señalado por
el Art. 141 de la Constitución Política del Estado, cuando
dice: “le corresponde a la Corte Suprema fallar en
Casación, o en última instancia, cuando la acción se
inicie en una Corte Superior, o ante la propia Corte
Suprema, conforme a ley. Así mismo conoce en
casación las resoluciones del Fuero Militar, con las
limitaciones que establece el Art. 173.”.
Las atribuciones conferidas son:
1. La de conocer el recurso de casación, en la que falla sobre la
aplicación adecuada de la normatividad que debe
corresponder al caso en concreto (se pronuncia sobre la
forma).
2. La de ser última instancia, en la que se convierte en Órgano
jurisdiccional y aplica la Ley (se pronuncia sobre el fondo).
Competencia de las Salas Penales de las
Cortes Superiores Art. 27 del CPP.
Las Salas Penales de la Corte Superior, tienen funciones
intrínsecas como órganos jurisdiccionales de apelación de
sentencias y de autos expedidos por los jueces unipersonales
o tribunales colegiados, como también, la de ser instancia
jurisdiccional en los demás procesos señalados por ley. Su
función primordial es de apelación, salvo las excepciones, en
aquellos casos de personas que por ley, tienen aforamiento
que es competencia objetiva de estas Salas, con lo cual
recuperaran el status de Corte de Apelaciones.
Según la estructura del Art. 27 del CPP, Las Salas Penales,
ya no van a sentenciar, debido a que el Código ha
establecido que la función de juzgamiento le corresponde a
los juzgados penales.

Competencia material y funcional de los Juzgados


Penales.
De acuerdo al NCPP, se establece una nueva estructura de
distribución y funciones de los juzgados penales que permite
un mejor tratamiento de la carga procesal, dado que se
introduce, los Juzgados Colegiados, que conforman un
tribunal, el cual esta integrado por tres magistrados,
señalando que el grado de su competencia funcional, será el
correspondiente a los delitos cuya pena privativa a
imponerse sea mayor a seis años.
En cuanto a los Juzgados Unipersonales, estos conocerán
solo aquellos delitos que tengan menos de seis años de pena
privativa de libertad, como delitos de hurto, apropiación ilícita,
etc. Remarcándose que ambos tienen atribuciones similares
y a su vez diferenciadas en atención a su competencia, ya
sea para juzgar o resolver procesos que se originen en cada
uno de ellos.
Competencia de los Juzgados de la Investigación
Preparatoria Art.29 NCPP.

• El Juez de la Investigación Preparatoria, tiene a su cargo el


Control de la Investigación, por tanto están estrechamente
ligados a los Fiscales (los que asumen la responsabilidad de
la investigación y los Jueces de la responsabilidad de vigilar y
controlar, imponer, realizar y ejercer los actos que sus
atribuciones define).

Queda así plasmado la división, entre un Juez que conduce la


etapa de la etapa intermedia del proceso y otro Juez que
sentencia, de igual forma serán los encargados de hacer
ejecutar las resoluciones ya sea de los juzgados
unipersonales o colegiados.

La fase intermedia es donde se cumple la función de discusión


o debate preliminar sobre los actos o requerimientos
conclusivos de la investigación. El Abogado y su defendido
pueden objetar la acusación porque carece de suficiente
fundamento y se pretende someter a juicio a una persona sin
contar con los elementos necesarios para poder probar esa
acusación.
• Consecuentemente la investigación que se ha llevado a
cabo a lo largo de la investigación preliminar y
preparatoria, consiste en acumular un conjunto de
información que servirá para determinar si es posible
someter a una persona determinada (imputado-
acusado) a un juicio. Existe el control formal y sustancial
de los requerimientos del Fiscal o de los actos judiciales
conclusivos de las partes.

• El imputado por su parte, puede objetar que el hecho


descrito en la acusación no constituye delito o que
comporta un delito distinto del considerado en el
requerimiento, por tanto existe amplias posibilidades de
defensa, ya sea participando en los actos de
investigación o contradiciéndolos.
ÓRGANOS DE LA JURISDICCIÓN.
La administración de justicia en EL Perú está conformada por los siguientes
órganos:

1. JUZGADOS DE PAZ LETRADO: Resuelven apelaciones realizadas sobre las


sentencias de los juzgados de Paz No Letrados. Resuelven en casos de faltas, de
acuerdo con su competencia.

2. JUZGADOS ESPECIALIZADOS Y/O MIXTOS: Resuelven las apelaciones de sentencias


de los Juzgados de Paz Letrados; resuelven casos que les son presentados (según
la materia (civil, penal, laboral )

3. SALAS SUPERIORES: Resuelven apelaciones de sentencias de los juzgados


Especializados o mixtos

4. SALAS SUPREMAS: Es la última instancia ante la cual se pueden recurrir en los


procesos judiciales que provienen de cualquier Corte Superior de justicia.

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