Dependencia Emocional Ante Una Ruptura
Dependencia Emocional Ante Una Ruptura
Dependencia Emocional Ante Una Ruptura
contacto con esa persona y, en segundo lugar, tratar de evitar: lugares a los que vaya esa persona
e intentar conocer información de su vida a través de terceras personas, entre otros. Tener
fotografías visibles en los espacios que frecuenta habitualmente la persona (normalmente en
casa), activa esos recuerdos positivos que son los que realmente inmortalizamos. Retirar y guardar
esos recuerdos nos ayuda a agilizar el proceso y a no retroceder a esos recuerdos positivos una y
otra vez. Esta tarea puede llegar a ser muy dramática, ya que es otra manera de tomar conciencia
de que esa persona no forma parte de tu vida ni va a estar en ella. Por tanto, y para evitar
regodearnos en el dolor que produce dar este paso, una recomendación que podría darse es la de
retirar esas fotos justo antes de irnos de casa, por ejemplo, al trabajo o a cualquier actividad, ya
que mantenernos distraídos a posteriori de la “limpieza” permitirá sobrellevar más fácilmente este
proceso. Es importante que no nos quedemos en casa sin hacer nada ya que eso favorecerá la
rumiación del pensamiento y dificultará el proceso.
- “Necesito verle y hablar con él/ella, esto tiene que tener una solución” - “Siento que no
soy nadie si no estoy con él/ella” (Sensación de pérdida de identidad ante la ausencia de la
otra persona).
- “Tengo que llamarle/a, verle/a o saber algo de él/ella, esta situación va a acabar conmigo”
(Incapacidad de controlar la compulsión de saber de esa persona o de estar con ella).
Las personas con DE tienden a considerar “normal” sentirse así ante una pérdida, sin
embargo, hay que hacerle ver que esos comportamientos dependientes son los que
dificultan el proceso de duelo y la evolución, siempre y cuando no tenga conciencia de ello.
Lo esencial en esta primera toma de contacto es que distinga cuándo está siendo
dependiente emocional de la ex pareja para poder erradicarlo y comenzar su evolución.
Dicho trabajo se realizará mediante la técnica de exposición. Dicha técnica puede desarrollarse
en imaginación (EI) o en vivo (EV). A su vez, debe realizarse progresivamente puesto que es
algo que la persona ha estado evitando por miedo al fracaso, a ser juzgada u otros. Esta
técnica ha sido utilizada en diversas patologías pero es considerada una de las más eficaces
para el tratamiento de cualquier tipo de “fobia”. En este caso, un ejemplo sería: relacionarse
con personas en otros contextos a los que está habituado. Esto se podría dividir en distintos
ítems por orden jerárquico de dificultad: - Salir por entornos en los que no está
acostumbrado acompañada de amigos. - Estar receptivo a conocer a gente que puedan
presentarte otras personas de confianza. - Dirigirte a una persona desconocida con el fin de
entablar una conversación. Teniendo en cuenta que la persona está acostumbrada a evitar
este tipo de situaciones, ir de los ítems más sencillos a los más complejos. A su vez se debería
medir la ansiedad anticipatoria (0-10), la ansiedad en el momento y la ansiedad posterior. Para
que la exposición se haya realizado con éxito, la ansiedad se ha de reducir si no a 0 (Pastor y
Sevillá, 2003), lo mayor posible; si no, no se recomienda pasar al siguiente ítem.
Para realizar el control de estímulos se tiene que atender a los antecedentes y las consecuencias.
Por ejemplo: El objetivo es no tener ningún contacto con la ex pareja. El antecedente para que no
se cumpla podría ser: “un amigo suyo me habla de cómo le van las cosas y hay algo que me
preocupa”. Conocer información de su vida se convierte en un antecedente (riesgo) para ponerse
en contacto con la persona. Mediante el autorregistro podemos ver qué antecedentes están
haciendo que la persona se acerque a su ex pareja, por lo cual, tendremos un listado de los
mismos. Conocerlos nos permite pararlo antes de que suceda por lo tanto, controlando el
contexto controlaremos la conducta. Para el ejemplo anteriormente reflejado, se entrenará a la
persona para que cuando perciba que van a darle información de su ex pareja refleje de forma
asertiva que prefiere no conocer esa información porque no le beneficia.
La idealización tras la ruptura. Cuando una relación se rompe, el sufrimiento que esta pérdida
genera en las personas hace que la mente nos traicione. Superar una ruptura de pareja es un
proceso doloroso y una lucha continua por aceptar la pérdida; esto puede llegar a ser muy
frustrante y la necesidad de sentirnos bien hace que nuestra mente nos ponga trampas para
volver a esa relación y no atravesar el duelo. Tal y como refiere Riso (2009) desarrollamos una
especie de “memoria selectiva” hacia lo bueno que tenía la relación en forma de recuerdos
positivos, acerca de las cualidades de la otra persona, de momentos felices junto a ella, etc. Estas
trampas que nos pone el cerebro pueden hacernos retroceder en el proceso de aceptación . Para
que el paciente entienda esto se le expondrá un símil con un adicto a la cocaína; cuando deja de
consumirla su mente solo le trae recuerdos de momentos de euforia, placer… que esta sustancia le
daba, mientras que no le viene a la cabeza los problemas de salud, familiares, de pareja… que le ha
generado. Sin embargo, cuando lo ponemos en una balanza, es importante recordar por qué no
nos conviene volver a ello. Para que el paciente tenga otro punto de vista, se le puede ofrecer el
recurso de la charla TED del psicólogo clínico Guy Winch (Recuperado de:
https://www.ted.com/talks/guy_winch_how_to_fix_a_broken_heart?language=es):
ACTIVIDAD:
ACTIVIDAD:
Para evitar que exista contacto con la ex pareja, realizaremos un contrato conductual de
“contacto cero”. Ese contrato consistirá en una serie de normas que se elaborarán junto con el
paciente con el fin de que tome conciencia y se ayude del mismo para favorecer su propio avance.
A lo largo de la semana, el paciente anotará aquellas normas que haya o no cumplido con el
objetivo de que a posteriori, en consulta, se pueda ver aquello que no ha logrado y por qué, para
seguir trabajando en ello. Un ejemplo de contrato conductual de “contacto cero” sería:
A veces, nos es sumamente difícil, luego de terminar una relación,
cortar el vínculo con nuestra ex pareja y es entonces cuando
quedamos atrapados en dinámicas poco sanas que nos impiden, a
nosotros y al otro, avanzar emocionalmente. El contacto cero es
cortar el vínculo y dejar de comunicarse con la otra persona a través
de cualquier vía. Con esto último, nos referimos a no hablar con esa
persona, no contestarle sus llamadas, no escribirle ni responder sus
mensajes, no espiar sus redes sociales, no hablar de esa persona
con terceros, evitar su presencia en todo contexto, no indagar
información de esa persona con amigos... Es decir, prácticamente
hacer como si esa persona ya no existiera en nuestras vidas y
comenzar a vivir nuestra vida sin él o ella. El contacto cero es una
técnica que se utiliza cuando queremos tomar distancia de
nuestra ex pareja, ya sea porque nos hace daño mantener el
contacto con esa persona, nos ha costado mucho terminar esa
relación o nos está costando mucho avanzar, debido a la constante
conexión con esa persona o la extrema dependencia que existe con
ella. También es una técnica que se utiliza y recomienda para
alejarse de personas tóxicas o dañinas que aparecen en nuestra
vida en nuestros diferentes contextos.
CONTACTO CERO: Mantener el nulo contacto con la idea de establecer límites. Dicho límite es para
ganar seguridad, sanar o incluso descansar de dicha situación. Es necesario cuando el concato solo
se presta para manipular, herir o debilitar.