Lecturas Comportamiento

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LECTURA 1 Los 14 Tipos de Familia que Existen y sus Características

Por
 Alberto Leon
Existen distintos tipos de familia: nucleares, homoparentales, sin hijos, monoparentales,
reconstituidas, extensas, adoptivas, de abuelos y de acogida. A continuación te explicamos
sus características con detalle. Las características de las familias actuales de México,
España, Colombia, Argentina u otros países de Latinoamérica son muy diferentes a las de
hace cuarenta o cincuenta años, de igual forma que las familias de esa época eran muy
diferentes a las de otros cuarenta o cincuenta años atrás.
Y así sucesivamente hasta el origen de la humanidad. Es lo que
podría definirse como la Evolución de los modelos de familia
¿Qué es una familia?
Existen muchas definiciones de familia planteadas por
estudiosos en la materia. Pongamos como ejemplo la de
Palacios y Rodrigo (1998):
“La familia es una unión de personas que comparten un proyecto
vital de existencia que se desea duradero, en el que se generan
fuertes sentimientos de pertenencia a dicho grupo, existe un
compromiso personal entre sus miembros y se establecen
intensas relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia”.
Lo curioso es que, aunque procedan de disciplinas diferentes y se aprecien variaciones entre
ellas, todas tienen en común que incluyen los siguientes elementos:

 Los miembros del grupo: un hombre adulto, una mujer adulta, una pareja
heterosexual u homosexual, los hijos de la pareja, etc.
 Los vínculos entre los miembros: biológicos, legales, afectivos…
 Las funciones.
Si atendemos a la definición dada como ejemplo, no es tan relevante la composición o
estructura de la familia como las funciones que cumple y las relaciones que se establecen
en ella.

¿Cuáles son los diferentes tipos de familia que existen?


En la actualidad, se pueden encontrar bastante diversidad en cuanto a los modelos
familiares. Los diferentes tipos de familia se pueden clasificar en:

Familias nucleares
Las familias nucleares están compuestas por una pareja de adultos
que se hacen cargo de uno o más hijos biológicos. Es por tanto la
familia clásica.
Sus funciones principales son la crianza de los niños y conseguir
el bienestar socioafectivo de sus miembros. De hecho, existen
investigaciones que afirman que los hombres casados son más
felicies que los solteros.
Sin embargo, no está claro si esto es una correlación o una causa.
Es decir, podría ser que los hombres que son más felices se casan
precisamente porque eso les ayuda a encontrar pareja.  La familia nuclear es el concepto
tradicional de familia. Cuando se habla de “familia” en el lenguaje popular, las personas
hacen referencia a este tipo, aunque cada vez más se va extendiendo más el término.

Familias homoparentales

Son familias formadas por dos padres o madres homosexuales y uno o más hijos. Hasta
hace poco, cuando se hablaba de pareja de adultos, sobre todo en estos temas, se asumía
que se trataban solamente de parejas heterosexuales. El rechazo existente hacia esta
modalidad familiar, predominante en ciertos sectores sociales, parte de las creencias que
aún se tienen sobre las personas homosexuales y de las creencias arraigadas sobre los roles
de género en la maternidad y paternidad. Y así lo demuestran los prejuicios sociales más
frecuentes que se han escuchado hacia este tipo de familias, como son, en general:

 “Gays y lesbianas son personas insanas, inestables, incapaces de formar familia


y carentes de habilidades parentales”.
 “Estas familias viven aisladas, en guetos formados únicamente por
homosexuales, sin redes sociales de apoyo”.
 “Estos niños y niñas muestran un desarrollo psicológico alterado por carecer de
los necesarios referentes masculinos y femeninos”.
 “Estos niños van a tener muchos problemas porque sufrirán rechazo social”.
 “Esos niños van a acabar siendo homosexuales también”.
 “En ese ambiente, estos niños pueden sufrir abusos sexuales”.
Estos prejuicios aún perduran a pesar de las numerosas investigaciones y estudios
realizados por importantes instituciones como la American Psychological Association
(APA) o la American Academy of Pediatrics (AAP).
Estos demuestran que los hijos con padres del mismo sexo llevan una vida de lo más
normalizada y que esto no influye de forma negativa en su desarrollo.
Es más, incluso hay datos que defienden todo lo contrario. Los hijos de parejas
homosexuales cuentan con una mejor salud mental, más autoestima y roles de género más
flexibles.
Esto se debe a que suele ser una maternidad y paternidad muy reflexionada, lo que les lleva
a investigar sobre el desarrollo infantil, propiciando estilos educativos adecuados y un
ambiente familiar en el que los hijos se sienten queridos y protegidos, a la vez que se
alienta la autonomía e independencia.

Familias monoparentales
La familia monoparental es la que está formada por un solo padre, ya
sea hombre o mujer.
Esta modalidad de familia tampoco se libra de la crítica y la
especulación, tanto en el caso de las mujeres solas como de los
hombres, aunque estos últimos continúan estando en minoría.
Hace unos años, cuando se hablaba de familias monoparentales, el
perfil más común era el de la madre divorciada que se tenía que hacer cargo de los niños en
solitario porque el padre se había desentendido. También se daba el caso de muchachas
adolescentes que se habían quedado embarazadas y, de nuevo, el padre biológico se había
desentendido.
Hoy en día ese perfil ha cambiado un poco. Si bien es cierto que siguen abundando las
madres divorciadas, en los últimos años se ha producido un aumento considerable de
mujeres que han decidido ser madres en solitario a través de métodos de reproducción
asistida.
Igualmente, son cada vez más los padres que tras el divorcio deciden quedarse con la
custodia de sus hijos, reivindicando así su derecho a ejercer la paternidad en igualdad de
condiciones que las mujeres.
Al igual que ocurre con las familias homoparentales, el tipo de familia monoparental cuenta
con sus correspondientes creencias culturales y prejuicios referentes a los roles de género
en su mayoría. Por ejemplo:

 “Un hombre sólo no es capaz de criar a su hijo”.


 “Los hijos están mejor con sus madres”.
 “Estos niños y niñas muestran un desarrollo psicológico alterado por carecer de
una figura paterna/materna”.
En el caso de las mujeres que deciden ser madres en solitario o terminan siéndolo porque
no les queda más remedio, no se cuestiona tanto su capacidad como madre como el efecto
que tendrán en los más pequeños la ausencia de una figura paterna.
Sin embargo cuando se habla de padres solos, las dudas sobre el adecuado desarrollo de los
menores se disparan, basándose sobre todo en argumentos que cuestionan la capacidad y
habilidad de los hombres para ser padres.
De hecho, para los padres divorciados es normal encontrarse con trabas tanto legales como
de las propias madres de sus hijos, resultando bastante complicado que consigan la custodia
exclusiva e incluso a veces hasta la compartida.
Todo esto resulta un tanto contradictorio para una sociedad que busca conseguir la igualdad
de derechos y de roles entre hombres y mujeres.
Por otra parte, los estudios realizados sobre el desarrollo de los niños en familias
monoparentales concluyen que son niños que crecen tan “normales” como cualquier otro.

Familias reconstituidas, ensambladas o compuestas

Esta modalidad familiar tal vez sea la que más abunda en la


actualidad debido al gran número de divorcios que se producen.
Son formadas por ejemplo por los hijos biológicos del padre y los hijos biológicos de la
madre. Son por tanto hermanastros que forman una familia por haberse unido sus padres
tras separarse de sus anteriores parejas.

Familias de tres generaciones o extensas

Son las formadas por miembros pertenecientes a distintas generaciones que conviven
juntos. Por ejemplo, una familia formada por una pareja -padre y madre-, sus hijos y el
abuelo.
Este es otro tipo tradicional de familia, más extendido en países con menos recursos
económicos y en culturas con valores familiares en las que se valora más al grupo.

Familias adoptivas

Una pareja o un adulto en solitario con uno o más hijos adoptados. 


Estas familias son más comunes en los países desarrollados, cuyas familias tienen más
recursos económicos para adoptar niños de su propio país o de otros.
Por ejemplo, en España existen familias nucleares, monoparentales y parejas homosexuales
que adoptan niños de Rusia, Asia, Ucrania y países de África.

Familias de acogida

Una pareja o un adulto en solitario decide acoger en su casa a uno o más niños hasta que
encuentren un hogar permanente.
Este tipo de familia también es más frecuente en países de desarrollados. Por otra parte, son
más frecuentes tras épocas de guerra, cuando los padres han muerto o no han podido huir
de sus países. 

Familias sin hijos

Son las formadas por dos adultos, heterosexuales u homosexuales, que no tienen hijos, ya
sea porque lo han decidido o porque lo han podido.
Debido a la actual situación social y económica social, en la que los jóvenes tienen más
dificultad de acceder a la vivienda, con sueldos generalmente más bajos, tener hijos se ha
vuelto algo no prioritario y que se pospone hasta los 30 o incluso 40 años.
Relacionado con este tipo de familia esta la crisis de natalidad que tienen países como
Japón o España. Especialmente en Japón las mujeres han comenzado a valorar más el área
profesional de sus vidas, dejando en un segundo lugar la posibilidad de tener pareja e hijos.

Familia de abuelos

Esta clase de familia se da cuando los abuelos cuidan a sus nietos, debido a que los padres
los han abandonado, han muerto o tienen problemas de adicciones o legales.
Dependiendo de la situación particular de los abuelos, los hijos pueden quedarse con ellos
hasta que sean mayores de edad y puedan decidir, o entrar en programas de adopción.

Familias con padres separados


Aunque se pueda entender como una familia rota, no quita que siga siendo una familia, ya
que habiendo hijos de por medio, los vínculos, derechos y obligaciones seguirán existiendo.

Familia matrifocal
Este tipo de familias es propio de Jamaica, Dominica, Antillas francesas o algunas regiones
de Estados Unidos. Se trata de un sistema de organización familiar en el que la madre y su
familia materna tienen el mayor peso de la familia.
Puede existir un varón como pareja o esposo, pero su presencia es esporádica y no tiene
ningún tipo de relevancia en las decisiones acerca de la crianza de los hijos biológicos o
adoptivos.

Familia comunal
La familia comunal normalmente se compone de una serie de parejas monógamas con hijos
que deciden vivir en comuna y compartir derechos y obligaciones entre todos, incluida la
crianza de los niños. Son ellos mismos los que establecen los límites a los que pueden
llegar.

Familias unipersonales
Es posiblemente el tipo de familia que más está creciendo en las últimas décadas, razón por
la que cada vez está más aceptada. Consta de un solo miembro que vive soltero, aunque
puede tener relaciones que nunca llegarán a formalizarse.

Familias con mascotas


Hasta hace no mucho, el vínculo que unía a una familia era la descendencia, es decir, tener
un hijo o hijos. Sin embargo, cada vez son más las parejas que viven sin la necesidad de
traer un hijo al mundo, dando todo su amor a una mascota.
El sentimiento emocional de estas personas con el perro, gato u otra mascota puede ser tan
fuerte como el que se puede tener con otro humano, dándole un tratamiento similar y no
privándole de compartir momentos o experiencias.

Funciones de la familia
Al igual que se han propuesto definiciones variadas de concepto de familia, existen
diferentes percepciones en lo que respecta a sus funciones.
Haciendo mención a una de ellas, Allard (1976) defiende que las que debe cumplir toda
familia son las de cubrir las necesidades de tener, de relación y de ser.

 Necesidades de tener: son los aspectos económicos, bienes materiales y


educativos necesarios para vivir.
 Necesidades de relación: hacen referencia a la socialización, a amar y a sentirse
amado y aceptado por los demás, a la comunicación.
 Necesidades de ser: no son más que el sentido de identidad y autonomía de uno
mismo.
Aunque todas estas funciones son importantes, la literatura hace más hincapié en la
relevancia de la familia como instrumento de socialización.
La socialización es el proceso por el que se adquieren las creencias, valores y conductas
que una sociedad considera significativas. Es el medio con el que se regula la conducta de
los niños y se controlan sus impulsos, ayuda al crecimiento personal del individuo y
perpetúa el orden social.
Así, el entorno familiar es el primero al que los más pequeños pueden acceder para
relacionarse y aprender estas cosas, por lo que es importante que la familia sea capaz de
cubrir esta necesidad básica para el buen desarrollo de sus miembros.
Familia en México
El concepto de familia en la sociedad mexicana se ha transformado con el pasar del tiempo
y con las modificaciones sociales producto de los distintos acontecimientos y experiencias
vividas en ese país. Sin embargo, puede afirmarse que en México la familia sigue siendo
apreciada como un núcleo fundamental de la sociedad.
Según un estudio publicado en la revista Ciencia Ergo Sum, en el inicio de la época de
industrialización mexicana, hacia 1910, el hecho de que los hombres —considerados
cabezas de familia— debieran viajar de la periferia a las zonas industriales implicó que las
mujeres se encargaran tanto de las tareas domésticas como de los cultivos.
Esto trajo consigo un cambio en el rol femenino y, por ende, en la estructura familiar. Otro
elemento importante de esa época es que era un hecho común el fallecimiento de miembros
de la familia.
Esto generó familias incompletas, con la influencia emocional que ello conlleva. En medio
de este contexto era preferible tener familias pequeñas, a las que los progenitores pudieran
ofrecer mejores posibilidades y una vida de mayor calidad.
Varias décadas más adelante, entre los años 1940 y 1950, México vivió un desarrollo
económico que generó mayor estabilidad y que fue el escenario propicio para que las
mujeres alcanzaran ciertas reivindicaciones, lo cual tuvo sus raíces en la Revolución
mexicana y cambió de nuevo la estructura familiar conocida hasta entonces.
El hecho de que las mujeres mexicanas comenzaran a tener presencia en ámbitos
educativos, políticos y laborales hizo que el rol doméstico no fuera absoluto.
Aunque esto en líneas generales ha sido positivo para las mujeres, también ha traído una
consecuencia desfavorable, y es que como consecuencia de las jornadas de trabajo las
madres debían dejar a sus hijos con otros familiares, lo que fue creando un distanciamiento
familiar reflejado en la relación entre padres e hijos y también entre los cónyuges.

Familia monoparental
Estudios señalan que entre 1990 y 2000 incrementó la tasa de divorcios y bajó la cantidad
de nuevos casamientos. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía indicó que en 2010
por cada 100 casamientos civiles había 16 divorcios. Este hecho ha desencadenado en que
la estructura de la familia mexicana en términos generales haya pasado de ser nuclear a ser
monoparental.
Dado este contexto, diversas instituciones en pro de la familia han promovido acciones para
fomentar la unión familiar desde ámbitos tan variados, como la escuela y el trabajo. Dichas
iniciativas buscan transformar el concepto actual de la familia, y promover una
reivindicación de todos los miembros de la misma.

Familia en Colombia
Algunos investigadores señalan que la estructura familiar colombiana es sumamente
variable dependiendo de la región que se tome en cuenta, esto como consecuencia de las
diferencias culturales y sociológicas que pueden encontrarse en las distintas zonas del país.
Este concepto fue denominado poliformismo familiar, nombrado así por la investigadora
Virginia Gutiérrez de Pineda. Posteriormente, este término dio paso a otro llamado
diversidad familiar.
Ambos recalcan la existencia de características diversas de las familias colombianas, según
la cultura, el nivel socioeconómico y la herencia propia de la región del país que se habita.
Por ejemplo, se ha considerado que las familias que habitan en zonas rurales tienen una
mayor tendencia a permanecer unidas y a ser más sólidas, en parte por el aislamiento
consecuencia del lugar geográfico, que evita la influencia directa de elementos como los
medios de comunicación y otros canales de difusión.
Por otro lado, las familias que conviven en regiones urbanas están más expuestas a distintas
visiones, además de que el ritmo de vida y la dinámica general que caracteriza a una ciudad
influyen directamente en la estructura familiar y en su desenvolvimiento en el día a día.

Monoparental
Según datos generados por la Encuesta Nacional de Demografía y Salud realizada en 2015,
la mayoría de los hogares colombianos están conformados por un solo progenitor; es decir,
son monoparentales. Considerando los datos de esta encuesta, estos hogares corresponden
al 11,2 % de las familias encuestadas.
La cantidad de hijos dentro del matrimonio también ha disminuido.  Al final del año 1960
lo más común es que una mujer colombiana tuviera entre 6 y 7 hijos; actualmente esa cifra
ha decrecido a 2.
Por supuesto, esto tiene influencia en el tamaño de los hogares: en 1990 un hogar en
Colombia estaba conformado en promedio por 4,5 personas. En la última encuesta
realizada, la cifra es de 3,2 personas por hogar.
Otro dato curioso es que han aumentado notablemente las familias cuyo líder es una mujer,
estructura antes no tan común. Según datos de 2016, en las principales ciudades
colombianas se considera que un 39,6 % de las familias están lideradas por la madre, o
figura femenina.

Familias en Perú
Según investigaciones realizadas en 2017 por el profesor Rolando Arellano, la mayoría de
las familias peruanas actuales ha sufrido una transformación en cuanto a cantidad de
miembros, con relación a épocas pasadas.
Según los resultados obtenidos en sus investigaciones, gran parte de las familias en Perú
son pequeñas; aun cuando anteriormente las familias incluían dentro a los miembros no
directos, como abuelos, primos y tíos, actualmente la estructura más esencial incluye en el
mejor de los casos solo a los progenitores y a los hermanos.
Un elemento interesante de esta investigación es que se pone en evidencia que, en general,
las siguientes generaciones de una familia están disfrutando de una mejor calidad de vida
gracias al esfuerzo que antaño hicieran los progenitores.
Es decir, un grupo familiar cuyos líderes tenían un nivel socioeconómico bajo pudieron
generar las circunstancias propicias para que sus hijos cursaran estudios y tuvieran la
posibilidad de, por ejemplo, una mejor educación.
Otro aspecto relevante es la diversificación de intereses que pueden presentar los hijos de
una familia; en términos generales, las opciones de formación han aumentado.
Por esto no deben seguir necesariamente un único curso de acción para ser exitosos, sino
que pueden dedicarse a distintas actividades que les generen placer; por ejemplo, en este
contexto es posible que un hijo de una familia peruana se plantee estudiar diseño mientras
su hermano quiere dedicarse a la ingeniería y su otra hermana prefiere la actuación.
Porcentaje monoparental considerable
Un estudio llevado a cabo en el año 2013 por Child Trends, el National Marriage Project de
la Universidad de Virginia y el Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de
Piura, determinaron que un 24 % de los niños de Perú que tienen menos de 18 años ha
crecido con una sola figura paterna o materna.
Esta cifra da a entender que existe un porcentaje considerable de familias monoparentales
en Perú.

Mujer emprendedora
Otro elemento característico de la familia peruana es el cambio en el rol de la mujer. Según
estudios demográficos, las migraciones de la figura masculina en busca de sustento para el
hogar trajeron como consecuencia, entre otras cosas, que la mujer tuviera menos
embarazos.
Esto conlleva que tiene menos hijos que atender y más tiempo para dedicarse a otras tareas,
además de las tradicionalmente asignadas: criar a los hijos y atender el hogar.
Esto no se ve reflejado solo en las familias monoparentales cuya única representante es la
mujer. En las familias nucleares peruanas se observa que la mujer tiene una mayor
participación, y que sus decisiones tienen más repercusión en todos los integrantes de la
familia.
Esto ha sido resultado de la necesidad de independencia que ha tenido la figura femenina en
el contexto migratorio peruano.

Familia en Venezuela
Tradicionalmente, la familia venezolana ha estado inmersa dentro de un matriarcado.
Estudiosos del tema, como el investigador Alejandro Moreno Olmedo, indican que esta
visión de la estructura  familiar monoparental liderada por la figura femenina tiene su
origen en épocas de la Conquista española.
En esa época muchas mujeres quedaron embarazadas y debieron hacerse cargo de sus
hijos. Este matricentrismo, como se denomina a las familias cuyo líder es la madre, ha
caracterizado a la familia venezolana a lo largo de su historia.
Algunos estudios indican que este es el origen de la inexistencia de una estructura armónica
y constructiva del concepto de familia en términos generales; en cambio, el padre tiene un
rol prácticamente inexistente, que en muchos casos ha resultado ser muy perjudicial.
Así como en los casos anteriores, en Venezuela también se ha transformado el concepto de
la familia con el pasar de los años. La figura femenina comenzó a integrarse más en el
ámbito laboral, y esto implicó que, en las familias nucleares, no fuera solo el hombre el
procurador de insumos, sino también la mujer.
A partir de esta especialización, otra característica de la familia venezolana es que los
distintos miembros se han convertido en procuradores, en muchos casos debido a la
necesidad de subsistencia teniendo como contexto una situación económica precaria.
En definitiva, la situación de la familia venezolana actual permite confirmar que la
característica matriarcal de épocas pasadas sigue presente en distintos ámbitos. En general
se trata de una estructura monoparental en la que la madre y los hijos son lo más
importante, siendo la primera la defensora acérrima de los segundos.
Éxodo actual
Actualmente Venezuela ha vivido el éxodo más grande de su historia, dado que
aproximadamente 1,6 millones de venezolanos han decidido emigrar a distintos países
como consecuencia de la precaria situación económica, social y sanitaria que vive este país
latinomericano.
Este enorme éxodo, llevado a cabo en apenas 3 años, ha traído como consecuencia que
muchas familias se hayan separado; en esta dinámica se incluye a los miembros directos
(padres o hijos separados) y a los menos cercanos, como los abuelos, los primos, los tíos y
otros miembros.

Familia en España
Para la sociedad española, la familia aún se considera un elemento central de la sociedad.
Lo más característico de la estructura de la familia en España es que esta ha venido
experimentando una evolución interesante basada en la tolerancia y el respeto a la
diversidad.
Es así como pueden verse familias cuyos progenitores son del mismo sexo, son padres con
hijos adoptados o engendrados de forma artificial. Así mismo, es común observar familias
que no están constituidas bajo la figura del matrimonio, pero que tienen una estructura
bastante sólida.

Motivos
Distintas razones son las que han dado pie a estas estructuras atípicas de la familia, como la
dinámica cotidiana y el hecho de que muchas mujeres deciden esperar hasta edades
avanzadas para procrear.
También ha influido la tardanza en abandonar el hogar paterno como consecuencia de poca
solvencia económica, o incluso el deseo de explorar distintas posibilidades antes de
asentarse en el marco de una familia.
Todas estas razones pueden tener un origen común: las reivindicaciones relacionadas con
generar mayor igualdad entre mujeres y hombres. Roles tradicionalmente dados a las
mujeres han ido relevándose a los hombres, o simplemente se han dejado de dar por
sentado.
Por ejemplo, estudios llevados a cabo por la Oficina Europea de Estadística determinaron
que en 2014 las mujeres españolas eran las que menos cantidad de hijos tenían en el mundo
cada año (la media era de 1,32 hijos por mujer española).
Estos mismos estudios indican que en 2014 un 40 % de los hijos nacían fuera del
matrimonio; aunque en general se trata de hogares sólidos y con igual validez, algunos
expertos indican que esta ausencia de legalidad puede generar propensión a separaciones.

Contexto económico
Como se mencionó anteriormente, la situación económica vivida por España en los últimos
40 años también ha incidido en las decisiones que han marcado la estructura familiar
española.
Indudablemente, la incapacidad de costearse un piso en donde formar una familia o de tener
la solvencia económica para responder ante sus futuras necesidades, implica un cambio en
el concepto familiar.
Según cifras generadas por el Informe de Evolución de la Familia en España, realizado en
2016, el 25 % de las familias españolas en ese momento eran monoparentales; es decir, 1 de
cada 4 familias estaba liderada por un solo miembro. Esto equivale a 4,5 millones de
familias.
Ese mismo estudio indicaba que los matrimonios rotos en España superaban el promedio
correspondiente a la Unión Europea por unos 20 puntos, y se estima que la razón principal
de estas rupturas es el divorcio.

La diversidad familiar
Que las familias han cambiado es un hecho. Y a la luz de los numerosos estudios e
investigaciones, parece que el mayor problema que tienen cada uno de estos tipos de
familia es el rechazo por parte de la sociedad en la que se encuentran. La cual, aún con
datos científicos, a veces se queda estancada en sus creencias.
Porque cuando se produce algún cambio social, ante el desconocimiento, lo que se suele
alegar es que va a tener consecuencias negativas, en este caso psicológicas.
Los prejuicios, los estereotipos, las etiquetas, el dar por hecho que el modelo tradicional es
el único válido y lo que se sale de su rango es perjudicial… Todo esto no hace más que
generar odio, malestar o violencia, propiciando lo que tanto se teme: los problemas
psicológicos en las personas.
Ninguna persona es igual a otra, como tampoco ninguna familia es igual a otra: unas tienen
perro, otras el padre/madre ha fallecido, otras viven con los abuelos…
Por ejemplo, un niño que crece con perros o mascotas en general aprende una serie de
valores a edades más tempranas que otros que no lo han hecho, sin que esto merme las
capacidades de los niños que crecen sin mascotas.
Es importante la normalización, tanto para los padres como para los niños. Sin ir más lejos,
es necesario que los niños vean que en la escuela, que es su principal entorno de
aprendizaje social, no son unos bichos raros porque en el material escolar solo se incluye a
la familia formada por un padre, una madre y los hijos.
La sociedad no se da cuenta de que lo que se consideraba como “familia normal”, ya
apenas existe. Lo normal, lo común, es la diversidad.

LECTURA 2Brand Footprint Kantar 2020: el top de las marcas preferidas por los
colombianos
Por octavo año consecutivo, la división de consumo masivo de Kantar publica el ranking
Brand Footprint que revela las 50 marcas de consumo masivo más elegidas por los hogares
colombianos; este año Ramo entra a ser parte del grupo y Alquería, recupera el primer
puesto después de cinco años en la segunda posición.
La medición es una radiografía del consumo masivo en el mundo, teniendo en cuenta
el 74% de la población mundial; con un total de mil millones de hogares en 52 países de los
cinco continentes. Esto cubre el 85% del PIB mundial.
Preferencia de las marcas nacionales
En Colombia, las 50 marcas que registra el ránking, representan el 54% del gasto anual del
consumo masivo en el país. En esta edición, se notó una marcada preferencia del
consumidor colombiano por los productos nacionales, los cuáles alcanzan el 76% del
listado. 
Al respecto, Mario Arregui, Country Manager de la división de consumo masivo de Kantar,
informó: “El top cinco está compuesto por Alquería, Colanta, Coca Cola, Arroz Diana y
Colgate. Al analizar el alcance de las marcas de origen nacional y global dentro de las top
20, vemos que 85% de las marcas de alimentos son nacionales. Para bebidas, las nacionales
representan el 75%; lácteos, 90%; cuidado de hogar, 70%; y en cuidado personal, es de
45%. De igual manera, observamos que el 84% de las marcas cambiaron de posición en el
ranking este año, de las cuales hubo cuatro que ingresaron por primera vez entre las
cincuenta marcas más elegidas: AS ( puesto 44), 3D (45), Ramo (46) y Colombiana(49)”.

Brand Footprint Kantar 2020 – Top 5, marcas por sectores

Penetración en los hogares


Las seis marcas con mayor penetración en los hogares y su respectivo porcentaje son:
Colgate, 96.6%; Coca Cola, 86.2%; Noel, 86.1%; Alquería, 84.8; Familia, 82.4%; Fruco,
79.7%; Bimbo, 78.7%; Arroz Diana, 78.6%; Maggi, 77.2%; y Doria, 76.6%.
El índice CRP (Consumer Reach Point), es el resultado de la penetración y la frecuencia
con la que es comprada, de allí se desprende el indicativo para realizar el listado general.
Este año, las marcas que más tuvieron crecimiento en el CRP fueron: 3D, Montefrío, Ramo,
Colombiana, Alpina, Corona, Colgate, Arroz Diana, Ricostilla y Margarita.
Regiones
Bogotá es la zona donde las marcas locales tienen más fuerza, con un 88% de participación.
Alquería, es la marca más elegida. Oriente, ocupa el segundo puesto en preferencia de
artículos nacionales, con participación del 78%; y la marca más elegida es Freskaleche.
Luego está Medellín (76%), donde se destaca Colanta; Atlántico es la segunda (74%), y
sobresale Coolechera; y Pacífico (70%), en la que se distingue Alpina.  

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