Fallo de Primera Instancia Del Caso Entre Héctor Quiñones y Deportes Tolima

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JUZGADO SEPTIMO CIVIL MUNICIPAL

Ibagué-Tolima, veintiuno (21) de febrero de dos mil veintidós (2022)

Referencia ACCIÒN DE TUTELA


Radicado 7300140030072022-00077-00
7300140030072022-00084-00
Accionante: HECTOR ANDRES QUIÑONEZ CORTES a través de su
apoderado JUAN CAMILO BEDOYA JIMENEZ
Accionada: CLUB DEPORTES TOLIMA

OBJETIVO

Procede el Despacho a dictar fallo en primera instancia, de las tutelas unificadas


bajo radicados 7300140030072022-00077-00 y 7300140030072022-00084-00,
instaurada por JUAN CAMILO BEDOYA JIMENEZ, en representación de
HECTOR ANDRES QUIÑONES, en contra de la CLUB DEPORTES TOLIMA.

ANTECEDENTES

La parte accionante instaura la presente acción de tutela por considerar vulnerados


sus derechos fundamentales a la intimidad, buen nombre y honra consagrados en
los artículos 15 y 21 de la Constitución Política

HECHOS

1. Manifiesta el apoderado, que el señor HECTOR ANDRES QUIÑONES, es


jugador profesional con trayectoria en clubes nacionales como el Deportivo
Cali, Junior de Barranquilla, Millonarios y América de Cali, e internacionales
como Porto y Penafiel.

2. Refiere haber recibido del CLUB DEPORTES TOLIMA S.A, el día 07 de


enero de 2022, propuesta con el fin de vincularse a la plantilla de
jugadores para la presente temporada, solicitándose a la vez, pronta
incorporación a grupo y de igual forma realizar la respetiva valoración
médica, mediante acuerdo el señor HECTOR QUIÑONES, se compromete a
presentarse en la sede deportiva del Club el día 09 de enero y realizar los
exámenes el día 11 y demás formalidades para la respectiva vinculación.

3. Indica que al terminar el día 9 su entrenamiento el Director Deportivo del


Deportes Tolima, MIGUEL AUGUSTO PRINCE, le manifestó al
accionante que no se veía en condiciones físicas, porque “supuestamente
estaba rengueando y por tal motivo no era posible su vinculación al club”.

4. Posterior a ello el DEPARTAMENTO MEDICO DEL CLUB DEPORTES TOLIMA


S.A. el día 11 de enero de 2022, emite un comunicado “Los jugadores
Héctor Quiñones y Rodrigo Ureña, NO APROBARON los exámenes médicos
pertinentes, esta situación no permitió ejecutar la vinculación de los
mismos. De esta manera, ESCLARECEMOS VERSIONES DE
PRENSA QUE ALUDEN A OTROS MOTIVOS (subrayado con
negrilla y en mayúscula).”

5. Sostiene que de acuerdo a los antecedentes el comunicado no es veraz no


hay exámenes, paraclínicos, que soporten las alteraciones físicas que
indica el comunicado, que es violatorio del principio de veracidad que
transgrede abiertamente derechos constitucionalmente amparados como lo
es el buen nombre, la honra, dado que sin autorización alguna el
DEPARTAMENTO MEDICO DEL CLUB DEPORTES TOLIMA, publica
una información insististe, errada

6. Soporta el representante que el comunicado tuvo un gran impacto social,


pues fue publicado en distintos medios de comunicación de alta circulación
y de acceso al público como son caracol, twitter, el país, el tiempo y en
medios que afectan el circulo profesional (deportivo) del poderdante como
ESPN, Win Sports, futbolred, viéndose el accionante afectado gravemente
a nivel profesional por cuanto, ocasionó una percepción errada en LOS
DISTINTOS CLUBES jugar al fútbol profesional. Y b) nivel personal,
ocasionando distintos daños entre esos morales, solicitando proteger el
derecho al trabajo frente a este tipo de comunicados

7. Manifiesta el apoderado del accionante que prueba el cumplimiento del


numeral 7° del artículo 42 del Decreto 2591 de 1991, por lo que adjunta como
prueba solicitud de rectificación presentada por el jugador HECTOR
QUIÑONEZ al CLUB DEPORTES TOLIMA S.A, a través del correo
electrónico y a través de WhatsApp de la cuenta del Gerente Deportivo del
equipo, GERMAN KAIRUZ
PRETENSIONES

Con fundamento en los hechos relacionados, el accionante solicita:


PRIMERA: Tutelar los derechos fundamentales a la intimidad, buen nombre y honra de mi
poderdante HECTOR ANDRES QUIÑONES CORTES.

SEGUNDO: Ordenar a CLUB DEPORTES TOLIMA S.A. que se retracte en su totalidad de lo


manifestado en el comunicado del día 11 de enero de 2022 y que, en consecuencia, se deje claro
por parte del CLUB DEPORTES TOLIMA

Que la no vinculación del señor HECTOR ANDRES QUIÑONES CORTES en ningún


momento se debió a que no paso los exámenes médicos.

TERCERO: Ordenar a CLUB DEPORTES TOLIMA S.A. que emita un nuevo comunicado
ofreciendo excusas públicas a HECTOR ANDRES QUIÑONES CORTES sobre lo manifestado
en el comunicado del 11 de enero 2022, ESCLARECIENDO LA VERSIÓN de que no es
cierto que el señor HECTOR ANDRES QUIÑONES CORTES no haya pasado los exámenes
médicos.

TRAMITE PROCESAL

Por auto del cuatro (04) de Febrero de 2022, este Despacho admitió la presente
acción, ordenando notificar a la accionada, solicitándole se pronunciaran sobre los
hechos y pretensiones de la misma. Corriéndose el término de contestación para
los días 8 y 9 de Febrero, teniendo en cuenta la fecha de notificación.

CONSTESTACION CLUB DEPORTES TOLIMA

GABRIEL CAMARGO SALAMANCA, en calidad de representante legal del CLUB


DEPORTES TOLIMA S.A., frente a los hechos de la tutela se pronuncia
manifestando

 una aparente temeridad por Acción de Tutela, interpuesta por el señor


HECTOR ANDRES QUIÑONES CORTES a través de su apoderado JUAN
CAMILO BEDOYA JIMENEZ, con idénticos hechos y pretensiones de la
presente, la cual cursa en el JUZGADO PRIMERO CIVIL MUNICIPAL DE
IBAGUE bajo el radicado 73001-40-03-001-2022-00084-00

FRENTE A LOS HECHOS:

Primer Hecho, relacionado con la trayectoria en el futbol, la accionada


refiere que no hay prueba al respecto que se deba manifestar.

Segundo hecho: acepta la propuesta hecha al jugador, la cual se realizó


de manera verbal.

Tercer Hecho: relacionado con la no practica de los exámenes refiere no


ser cierto, basado en que para el 8 de marzo (año sin especificar), el cuerpo
médico del Club realizó una parte de los exámenes médicos y las pruebas
físicas y demás exámenes se llevaron a cabo el día 9 de enero de 2022, al
ser superados, se realizarían los de ingreso el día 11 de enero, manifiesta la
accionada que dada la condición médica evidenciada en las pruebas y
exámenes del día domingo del jugador.

 Cuarto hecho: No es cierto para desvirtuar la afirmación allega el Club


reporte emitido por el médico del Club, doctor Carlos Fernando Niño,
firmada por el mismo accionante, enuncia la accionad que el examen es el
resultado de la valoración física y observación en el campo de
entrenamiento. Dicho diagnóstico fue:
“Al Examen Físico en lo concerniente a la rodilla en mención se evidencia una
cicatriz de más o menos 15 cms de longitud y en el examen dinámico se
evidencia una rodilla estable de LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR Y DEL
LIGAMENTO LATERAL OPERADO, se le hace referencia la pérdida de arcos de
movimiento tanto en flexión como en extensión, el jugador refiere que hace
falta rehabilitación y en ese orden de ideas se le explica que se solicitará un
informe médico al América de Cali, y el mismo refiere que se le había practicado
una resonancia de la rodilla el año pasado en el mes de septiembre y que todo
estaba bien.
Como médico le explico que es necesario ver no solo las imágenes de dicha
resonancia y su correspondiente lectura; y si en tal caso no estuviéramos
seguros se le tomaría una resonancia de nuevo para verificar el estado actual de
su rodilla y poder dar el visto bueno.
En un ejercicio de trote se evidencia una alteración de la dinámica en su
ejercicio, cojeando y recargando demasiado la rodilla izquierda; le llamo de
inmediato y le comento lo observado en su ejercicio; a lo que él responde no
darse cuenta. De inmediato lo llevo al consultorio médico y reviso de nuevo y
tomo medidas de longitud que se encuentran consignadas en la historia de
ingreso y se le suspende el ejercicio, se le comunica que es urgente conocer la
resonancia tomada en Cali y que se llamará al Dr. Restrepo médico del Club
América de Cali para corroborar dicha observación.
Llamo efectivamente al Dr. Restrepo y le comento lo observado en el jugador y
que si fuera posible me enviara la resonancia de control con la lectura. El Dr.
Restrepo me pregunta que cual fue la información que me dio el jugador; a lo
cual le respondo que fue intervenido del ligamento lateral de su RODILLA
DERECHA, por el Dr. Ochoa en Cali, y que a mi forma de ver dicha cirugía no me
daba para ver no solo la cojera del jugador sino de la pérdida de arcos de
movimientos.
El Dr. Restrepo me refiere que no solo fue operado del LIGAMENTO LATERAL DE
LA RODILLA DERECHA, sino que también fue operado del LIGAMENTO CRUZADO
POSTERIOR; y que la cojera del jugador era una secuela que le había quedado
de esa cirugía y que no lograría recuperar dichos arcos de movimientos.
En ese orden de ideas primero el jugador omite una información supremamente
importante dentro del interrogatorio en sus antecedentes quirúrgicos
Segundo esa secuela explica la alteración notoria de la dinámica de su trote
causando un imbalance importante en su tren inferior lo que conllevaría a
producir lesiones a nivel de ligamentos y uniones miotendinosas e iría en contra
de su rendimiento como deportista y se podría lesionar la otra rodilla por esa
misma alteración.”

Que, el accionante falta a la verdad, al manifestar que: “en ningún


momento se hubiese practicado un examen médico ni prueba biométrica”,
toda vez que como se prueba al señor Quiñones Cortés si se le practicó el
respectivo examen médico, el cual él mismo firmó en el documento de
historia clínica, examen en el cual ocultó parte de la información de su
situación médica debido a la cirugías practicadas recientemente.

Quinto hecho: relacionado con el comunicado, manifiesta ser cierto, y se


aclara que en dicho comunicado no se hizo referencia alguna a qué tipo de
situación médica presentaba el accionante, sino a que simplemente no
aprobó los exámenes médicos, igualmente se hace para desvirtuar
afirmaciones en medios de comunicación que aludían razones de tipo
económico para la no contratación del jugador.

Sexto hecho. No es cierto. Refiere el Club, que en su comunicado no


refiere condiciones médicas, que solo se enuncia no haber pasado el
examen, apoyando su defensa manifestando que aún mas importante que
pasar un examen físico se piensa en la misma salud del jugador, quien debe
estar en óptimas condiciones para desempeñarse en los entrenamientos y
en la competencia, pues de no conocer las real situación de salud, se podría
agravar la misma.
Séptimo hecho: Que en ningún momento se hace referencia en el
comunicado a condiciones médicas o información privada del jugador,
simplemente se informa que no aprobó “los exámenes médicos
pertinentes”, falta a la verdad en este hecho, al manifestar que el señor
Quiñones Cortés está en óptimas condiciones de salud, sin aportar prueba
alguna de ello.

Octavo hecho: No han ejercido acto de discriminación alguna hacia el


accionante, y además no se dio inicio a relación laboral alguna.

Noveno hecho: Es cierto, no hay lugar a rectificación alguna, por cuanto el


señor Héctor Andrés Quiñones Cortés, efectivamente como se prueba, no
aprobó los exámenes médicos practicados y por tanto no era apto para
desempeñarse como futbolista profesional dada su condición de salud,
derivada de intervenciones quirúrgicas recientes que no menciona el
accionante en la presente Acción de Tutela.

FRENTE A LAS PRETENSIONES

 A LA PRIMERA: se opone por haber probado que su decisión se soporta en


valoración médica firmada por el accionante, concepto médico del club
anterior respecto de los cirugías que se le habían realizado y sus secuelas
que no le permiten incorporarse al fútbol.

 A LA SEGUNDA: se opone, por cuanto como lo probó se evidencia, que el


señor HECTOR ANDRES QUIÑONES CORTES, no se vinculó al CLUB
DEPORTES TOLIMA S.A. debido a que no aprobó los exámenes médicos
practicados, y que igualmente omite mencionar en la presente Acción de
Tutela, induciendo al error al operador judicial.

 A LA TERCERA: se opone

Finalmente el representante legal del CLUB DEPORTES TOLIMA, solicita se declare


improcedente la presente acción por no agotar el requisito de subsidiariedad,
teniendo en cuenta que hay mecanismos ordinarios para dirimir las pretensiones
del accionante de igual forma solicita oficiar al médico del Club América de Cali y
se escuche testimonio del cuerpo médico del Deportes Tolima en la presente
acción constitucional, para de esta forma desestimar las pretensiones del señor
HECTOR QUIÑONES frente a la retractarse y corregir el comunicado oficial emitido
por el CLUB DEPORTES TOLIMA.

CONSTESTACION JUZGADO PRIMERO CIVIL MUNICIPAL DE IBAGUE

Teniendo en cuenta respuesta emitida por el Club Deportes Tolima donde advierte
que cursaban dos acciones constitucionales bajo los mismo hechos y pretensiones,
este Despacho el día once (11) de febrero, ofició al JUZGADO PRIMERO CIVIL
MUNICIPAL DE IBAGUE, para que se nos informara en que actuación se
encontraba la acción y con el fin de descartar una temeridad por parte de del
accionante. El14 de febrero, nos informan que se presentó error involuntario en
la oficina de reparto y teniendo en cuenta que nuestro Despacho había tenido
conocimiento primero, se DECRETO acumulación de la tutela 7300140030072022-
00084-00.

CONSIDERACIONES
I.COMPETENCIA

Se encuentra debidamente radicada en este despacho, conforme lo dispuesto por


el inciso segundo numeral 3 artículo 1º del Decreto 1382 de 2000

II.PLANTEAMIENTO DEL CASO

La parte accionante actora considera vulnerados sus derechos fundamentales de la


intimidad, buen nombre y honra consagrados en los artículos 15 y 21 de la
Constitución Política

III.PROBLEMA JURIDICO

¿EL CLUB DEPORTES TOLIMA , vulnera los derechos constitucionales de la


intimidad, buen nombre y honra consagrados en los artículos 15 y 21 de la
Constitución Política al emitir comunicado de prensa expresando que el señor
HECTOR ANDRES QUIÑONEZ CORTES, no se encontraba en condiciones
médicas para ser contratado en el equipo?

IV.FONDO DEL ASUNTO

Para la solución de la controversia a continuación procede el despacho a analizar:


i) procedencia de la acción de tutela y ii) en caso de halar que este es el medio
idóneo para debatir el asunto cuestionado resolver si efectivamente se presenta
vulneración de los derechos fundamentales alegados por el accionante.

La Acción de Tutela. 

 La acción de tutela instituida en el artículo 86 de la Constitución Política, tiene


como finalidad facilitar a las personas un mecanismo ágil, breve y sumario a fin de
hacer respetar los derechos fundamentales constitucionales, cuando quiera que
ellos resulten vulnerados o amenazados por la acción u omisión de las autoridades
públicas o de los particulares, siempre que el afectado no disponga de otro medio
de defensa judicial, salvo que aquella se utilice como mecanismo transitorio para
evitar un perjuicio irremediable. 

Dicha acción es un medio procesal específico porque se contrae a la protección
inmediata de los derechos constitucionales fundamentales afectados de manera
actual e inminente, siempre que éstos se encuentren en cabeza de una persona o
grupo determinado de personas, y conduce, previa solicitud, a la expedición de
una declaración judicial que contenga una o varias órdenes de efectivo e inmediato
cumplimiento, enderezados a garantizar su protección, con fundamento
constitucional

 - LOS DERECHOS A LA HONRA Y AL BUEN NOMBRE

El artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que:


“Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su
domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda
persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques”.
Por su parte, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su artículo
17 señala: “1. Nadie será objeto de injerencias arbitrarias e ilegales en su vida
privada, su familia, su domicilio o su correspondencia ni de ataques ilegales a su
honra y reputación (…)”. En igual sentido, el artículo 11 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos “Pacto de San José de Costa Rica”, dispone:
“1. Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su
dignidad. 2. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida
privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques
ilegales a su honra y reputación (…)” (Resaltado fuera de texto).

A la par de los instrumentos internacionales señalados, el artículo 2º de la Carta


Política establece como un deber del Estado la garantía de protección de todos los
residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y
libertades; asimismo, el artículo 21 consagra la honra como un derecho
fundamental, el cual es inviolable, según lo indicado en artículo 42 Superior.

La jurisprudencia de la Corte Constitucional se ha referido a la honra como


la estimación o deferencia con que cada persona debe ser tenida por los
demás miembros de la colectividad, en razón a su dignidad humana. En
palabras de esta Corporación: “[e]s por consiguiente, un derecho que debe ser
protegido con el fin de no menoscabar el valor intrínseco de los individuos frente a
la sociedad y frente a sí mismos, y garantizar la adecuada consideración y
valoración de las personas dentro de la colectividad.

Dado su alcance, este derecho resulta vulnerado tanto por información errónea
como por opiniones tendenciosas que producen daño moral tangible a su titular.
Sin embargo, la Corte ha sostenido que “no todo concepto o expresión mortificante
para el amor propio puede ser considerada como imputación deshonrosa”, puesto
que las afirmaciones que se expresen deben tener la virtualidad de “generar un
daño en el patrimonio moral del sujeto y su gravedad no depende en ningún caso
de la impresión personal que le pueda causar al ofendido alguna expresión
proferida en su contra en el curso de una polémica pública, como tampoco de la
interpretación que éste tenga de ella, sino del margen razonable de objetividad
que lesione el núcleo esencial del derecho.

De otra parte, el artículo 15 de la Carta Política garantiza el derecho al


buen nombre en los siguientes términos: “Todas las personas tienen
derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el
Estado debe respetarlos y hacerlos respetar (…)”.
Esta garantía ha sido entendida como “la reputación, o el concepto que de una
persona tienen los demás y que se configura como derecho frente al detrimento
que pueda sufrir como producto de expresiones ofensivas o injuriosas o
informaciones falsas o tendenciosas”. En ese sentido, constituye “uno de los más
valiosos elementos del patrimonio moral y social, y un factor intrínseco de la
dignidad humana que a cada persona debe ser reconocida tanto por el Estado,
como por la sociedad”.

La Corte ha sostenido que “se atenta contra este derecho, cuando sin
justificación ni causa cierta y real, es decir, sin fundamento, se propagan
entre el público -bien sea de forma directa o personal, o a través de los
medios de comunicación de masas- informaciones falsas o erróneas que
distorsionan el concepto público que se tiene del individuo y que por lo
tanto, tienden a socavar el prestigio o la confianza de los que disfruta
del entorno social en cuyo medio actúa, o cuando en cualquier forma se
manipula la opinión general para desdibujar su imagen”.

Entonces, aunque el derecho a la honra guarda una relación de interdependencia


material con el derecho al buen nombre, se diferencian en que, mientras el
primero responde a la apreciación que se tiene de la persona a partir de su propia
personalidad y comportamientos privados directamente ligados a ella, el segundo
se refiere a la apreciación que se tiene del sujeto por asuntos relacionales ligados
a la conducta que observa en su desempeño dentro de la sociedad.
En palabras de esta Corporación: “tratándose de la honra, la relación con la
dignidad humana es estrecha, en la medida en que involucra tanto la
consideración de la persona (en su valor propio), como la valoración de las
conductas más íntimas (no cubiertas por la intimidad personal y familiar). El buen
nombre, por su parte, también tiene una cercana relación con la dignidad humana,
en la medida en que, al referirse a la reputación, protege a la persona contra
ataques que restrinjan exclusivamente la proyección de la persona en el ámbito
público o colectivo”.
En definitiva, los derechos a la honra y el buen nombre ostentan tanto en
instrumentos internacionales como en el ordenamiento constitucional interno, un
reconocimiento expreso. El primero, que busca garantizar la adecuada
consideración o valoración de una persona frente a los demás miembros de la
sociedad, ante la difusión de información errónea o la emisión de opiniones
tendenciosas que producen daño moral tangible a su titular. El segundo, dirigido a
proteger la reputación o el concepto que de un sujeto tienen las demás personas,
ante expresiones ofensivas e injuriosas, o la propagación de informaciones falsas o
erróneas que distorsionen dicho concepto.

DERECHO A LA INTIMIDAD ESPACIAL-ESTÁ MEDIDO POR EL


RECONOCIMIENTO DE TRES TIPOS DE LUGARES EN DONDE ÉSTA SE
MANIFIESTA DE FORMA DIFERENCIADA

Ha establecido la Corte que el derecho a la intimidad implica la reserva del lugar


de habitación, o del recinto privado en que se encuentre la persona. Esta
Corporación ha expuesto que el respeto del derecho a la intimidad espacial está
mediada por el reconocimiento de tres tipos de lugares en donde ésta se
manifiesta de forma diferenciada. De conformidad con la sentencia T-407 de 2012,
la garantía del derecho a la privacidad depende en gran parte del lugar donde
tienen lugar las acciones humanas. Desde esa perspectiva existen “espacios
públicos, en los que el interés general prima sobre el particular y por tanto la
intimidad se ve ciertamente menguada; espacios privados en los que el carácter
personalísimo del entorno hace que la protección de la intimidad presente un
estándar ciertamente más estricto; espacios intermedios, como lo son los semi-
privados y otros semi-públicos, que integran características tanto públicas como
privadas, los primeros, respectivamente, relacionados con escenarios “cerrados en
los que un conjunto de personas comparten una actividad y en los que el acceso al
público es restringido” y los segundos, con “acceso relativamente abierto en los
que diferentes personas se encuentran en determinado momento para realizar
cierta actividad puntual dentro de un espacio compartido: un cine, un centro
comercial, un estadio”.

V.CASO CONCRETO

Una vez recogidas las pruebas allegadas por las partes, este Despacho tiene como
probado que:

1. El jugador de futbol HECTOR ANDRES QUIÑONEZ, efectivamente asistió al


llamado hecho por el Club Deportes para realizar el entrenamiento y la
respectiva prueba física el día 09 de enero de 2022.

2. Que con relación al hecho tres y cuatro de la presente acción de tutela,


relacionada que no se practicó ningún examen médico al jugador, el CLUB
DEPORTES TOLIMA, mediante prueba documental allega la respectiva hoja
de historia clínica de valoración médica, firmada por el aquí accionante
3. de igual forma se acredita por el médico del Club América de Cali Dr.
Restrepo, que el jugador no solo fue operado del LIGAMENTO LATERAL DE
LA RODILLA DERECHA, sino que también fue operado del LIGAMENTO
CRUZADO POSTERIOR; y que la cojera del jugador era una secuela que le
había quedado de esa cirugía y que no lograría recuperar dichos arcos de
movimientos.

4. Que el apoderado judicial del jugador HECTOR ANDRES QUIÑONEZ, no


prueba el estado y condición médica del jugador, contraria a la aportada por
El Club Deportes Tolima.

Ahora para establecer la vulneración de los derechos fundamentales alegados por


el accionante es preciso indicar que la Corte Constitucional en sentencia T-
121/2018, ha establecido frente al DERECHO DEL BUEN NOMBRE Y HONRRA que
las hipótesis de afectación de uno y otro también son diferentes. Mientras el:

DERECHO A LA HONRA

SE AFECTA POR LA INFORMACIÓN ERRÓNEA O TENDENCIOSA RESPECTO A LA


PERSONA, EN SU CONDUCTA PRIVADA

DERECHO AL BUEN NOMBRE

SE VULNERA, FUNDAMENTALMENTE, POR LA EMISIÓN DE INFORMACIÓN FALSA,


ERRÓNEA O INCOMPLETA QUE GENERA DISTORSIÓN DEL CONCEPTO PÚBLICO
QUE DE UNA PERSONA PUEDE TENER EL GRUPO SOCIAL

Al respecto, este despacho ante la ausencia de prueba por parte del apoderado
judicial del jugador HECTOR ANDRES QUIÑONEZ frente a su real estado de salud,
no puede establecer la VULNERACION AL DERECHO DEL BUEN NOMBRE, teniendo
en cuenta que en la exposición de hechos, el apoderado judicial, siempre sostiene:

“Sobre lo cual reitero y enfatizo que el señor HECTOR ANDRES QUIÑONES


CORTES, está en óptimas condiciones de salud”. Siendo para este despacho
relevante que el apoderado judicial ocultó la existencia de la cirugía, igualmente se
probó por la accionada la existencia de un examen médico hecho al jugador y
adicional a ello hay ratificación por parte del médico del CLUB AMERIA DE CALI.

Reunidos estos elementos no se puede advertir que el comunicado falte de


veracidad, sea falso o erróneo, como lo propone el apoderado, desvirtuándose así
un elemento esencial para la afectación del derecho fundamental de buen nombre,
ya que prueba el CLUB DEPORTES TOLIMA, que el jugador no se ha rehabilitado
de su cirugía de LIGAMENTO LATERAL DE LA RODILLA DERECHA, y de
LIGAMENTO CRUZADO POSTERIOR.

Frente al contenido de las cargas de veracidad e imparcialidad, la jurisprudencia


ha establecido que la

1. Que la información difundida sea verificable,

2. Que la información sea contrastada, con versiones diversas sobre los


mismos hechos para plantear todas las aristas del debate.

3. Evitar que las preferencias y prejuicios afecten también su percepción de


los hechos y solo su posición particular de manera inexacta.
En cuanto, AL DERECHO A LA HONRA, AL IGUAL que el derecho al buen nombre,
es consecuencia de las acciones del individuo, bien porque en virtud de estas goce
de respeto y admiración, o porque carezca de tal estima. En consecuencia, ambos
derechos, difieren en la esfera en la que se proyectan, el primero en la personal y
el segundo en la social. Partiendo de esta hipótesis en el comunicado emitido por
el CLUB DEPORTES TOLIMA, no se evidencia que este haya expuesto al jugador
frente a su comportamiento individual como persona, se pronunció QUE NO
APROBARON LOS EXAMENES MEDICOS PERTINENTES, sin referirse con aspectos
propios del jugador, no se evidencia motivación de razones por las cuales no
aprobó, los exámenes médicos, es decir que por consecuencia de las cirugías
practicadas, presentaba como secuela cojera.

Finalmente, no cuenta este despacho con prueba veraz, eficaz y contundente que
demuestre que el jugador HECTOR QUIÑONEZ, está en condiciones físicas buenas
y que esta a su vez desvirtué las pruebas allegadas por el CLUB DEPORTES
TOLIMA sobre el estado de salud del Jugador. Es importante reiterar que “un juez
no puede conceder una tutela si en el respectivo proceso no existe prueba, al
menos sumaria, de la violación concreta de un derecho fundamental, pues el
objetivo de la acción constitucional es garantizar la efectividad de los derechos
fundamentales, cuya trasgresión o amenaza opone la intervención del juez dentro
de un procedimiento preferente y sumario.”

Las anteriores razones le permiten concluir a este Despacho , que en el presente


caso no es procedente la acción de tutela, por no cumplirse el requisito de
subsidiariedad, toda vez que de la evaluación del caso concreto no hay afectación
a los derechos de buen nombre, honra e intimidad; no obra prueba en el
expediente que sustente el derecho reclamado ni el trato discriminatorio alegado,
por lo que hay razones más que suficientes para desestimar el amparo solicitado,
pues en virtud del principio de subsidiariedad los actores cuentan con otros medios
de defensa idóneos.

En mérito de lo expuesto el Juzgado Séptimo Civil Municipal de Ibagué,


administrando justicia en nombre de la Republica y por autoridad de la ley

RESUELVE

PRIMERO: NO TUTELAR a favor de HECTOR ANDRES QUIÑONEZ CORTES, los


derechos fundamentales a la intimidad, buen nombre y honra, deprecados contra
el CLUB DEPORTES TOLIMA, por las razones anotadas en precedencia
SEGUNDO: Notifíquese a las partes, mediante oficio u otro medio igualmente
expedito y eficaz haciéndole saber que la decisión que se les notifica puede ser
impugnada ante el respectivo superior jerárquico dentro de los (3) días siguientes
a su notificación.

TERCERO: Una vez en firme esta decisión, remítase el expediente a la corte


constitucional para su eventual revisión.

Por secretaria líbrense los oficios pertinentes.

NOTIFIQUESE Y CUMPLASE,

Jesús María Molina Miranda


Juez
Firma escaneada según decreto 491 de 2020
Alicia

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