033451N19 - Proporcionalidad - Reformatio in Peius - Atenuante No Obligado

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

Base de Dictámenes

PDI, sumario administrativo, sanción de tres días de permanencia en el cuartel

NÚMERO DICTAMEN FECHA DOCUMENTO


033451N19 31-12-2019
NUEVO: REACTIVADO:
SI NO
RECONSIDERADO: RECONSIDERADO PARCIAL:
NO NO
ACLARADO: ALTERADO:
NO NO
APLICADO: CONFIRMADO:
NO NO
COMPLEMENTADO: CARÁCTER:
NO NNN

DICTAMENES RELACIONADOS

Aplica dictámenes 86615/2016, 61543/2014, 26496/2015, 92126/2015, 89628/2016, 75773/2016,


77465/2011, 52478/2013, 83814/2014 
Acción Dictamen Año

Aplica 086615 2016


Aplica 061543 2014
Aplica 026496 2015
Aplica 092126 2015
Aplica 089628 2016
Aplica 075773 2016
Aplica 077465 2011
Aplica 052478 2013
Aplica 083814 2014

FUENTES LEGALES
Cci art/45 dto 40/81 Defen art/25 Cpr art/340 Pol art/19 num/2 ley 19880 art/41 inc/3

MATERIA

Sanción de tres días de permanencia en el cuartel aplicada a funcionaria de la Policía de Investigaciones de


Chile, se encuentra ajustada a derecho.

DOCUMENTO COMPLETO

N° 33.451 Fecha: 31-XII-2019

Se ha dirigido a esta Contraloría General la señora Schlomit Méndez Agramunt, funcionaria de la Policía de
Investigaciones de Chile, impugnando la licitud de la sanción de tres días de permanencia en el cuartel, la
que, en opinión de esa entidad, se ajustaría a derecho.

Como cuestión previa, se debe señalar que la sanción aplicada a la interesada, se motivó en que, al
término del respectivo sumario administrativo, quedó establecido que el 8 de febrero de 2015, mientras se
encontraba en el interior de un local comercial al interior de un mall, dejó su arma de cargo fiscal y un
cargador con munición completa en el interior de una cartera, la que a su vez guardó en un coche, desde
el cual fue sustraída, lo que implicó que aquella no observó el debido cuidado de dichas especies fiscales.

Puntualizado lo anterior, la interesada afirma que optó por resguardar las mencionadas especies fiscales
en su cartera, debido a las condiciones de seguridad con las que contaba ese centro comercial, por lo que
no podría imputársele negligencia en su actuar, aspecto sobre el cual corresponde apuntar que aquella
alegación no permite acreditar un debido cuidado de las anotadas especies fiscales, las que no debieron
encontrarse en su cartera sino que bajo las seguridades que establecen los artículos 28 y 29 de la Orden
General N° 918, de 1998, de la Policía de Investigaciones de Chile, Reglamento de Armamento y Munición
y Cartilla de Seguridad.

En este sentido, cabe hacer presente que lo expuesto no se ve desvirtuado por la afirmación de la
interesada, en el sentido de que el día de los hechos aquella utilizaba ropa de verano para concurrir a un
mall, motivo por el cual se habría encontrado impedida de resguardar su arma de la manera que indica el
artículo 28 de la citada orden general -esto es, en una funda asida al cinto o en una funda auxiliar, provista
de un broche de seguridad-, encontrándose en la necesidad de llevarla en su cartera.

Lo anterior, considerando que en el caso de que la interesada hubiera estimado que no podía portar su
arma de la forma indicada en la normativa institucional, debió dar cumplimiento a lo indicado en el artículo
24 del mismo reglamento, el cual dispone, en lo atinente, que en ocasiones justificadas los funcionarios
que no estén de servicio, podrán prescindir del porte obligatorio del arma, como por ejemplo: concurrencias
a lugares de diversión o esparcimiento de gran afluencia de público, piscinas, playas camping u otros
semejantes, agregando que, en aquellos casos, deberán dejar el arma de cargo en su unidad o en una
cercana al lugar donde se dirigen.

Seguidamente, en cuanto a que la pérdida de los aludidos bienes fiscales fue consecuencia de un caso
fortuito, lo que permitiría eximirla de la responsabilidad que se le atribuyó, se debe manifestar que tal
detrimento no fue producto de un hecho irresistible e imprevisto, en los términos señalados en el artículo
45 del Código Civil, sino que como resultado de una conducta negligente que podría haberse evitado
adoptando el cumplimiento de la normativa de porte de armas, exigencia, esa última, que no fue satisfecha
por la interesada.

En este sentido, la recurrente afirma que los dictámenes Nos 17.354, de 1985, 28.164, de 1993, 98.590, de
2014, 54.872 y 79.058, de 2016, de este origen, señalarían que la Administración puede dejar sin efecto la
sanción por pérdida de especies fiscales por caso fortuito, aspecto sobre el cual cabe aclarar que esos
pronunciamientos no se refieren a la posibilidad de invalidar medidas disciplinarias, sino a una materia
distinta, esto es, a la responsabilidad civil, indicando que el artículo 62 de la ley N° 10.336, faculta al
Contralor General para exonerar a un funcionario de la responsabilidad civil derivada de la pérdida, merma,
hurto o deterioro de un bien que administre o custodie, en la medida que el detrimento o extravío no se
deba a su culpa o negligencia, lo que no sucede en el caso de que se trata.

Ahora, en cuanto a la afirmación de la interesada, de que, para la aplicación de una circunstancia


agravante, estas debieran influir o debe ayudar a que ocurra una nueva falta y ser de la misma especie o
naturaleza, cabe indicar que no se advierte el sustento normativo del tal afirmación, toda vez que el artículo
25 del decreto N° 40, de 1981, del Ministerio de Defensa Nacional, Reglamento de Disciplina, únicamente
preceptúa que la aplicación de las sanciones disciplinarias se hará tomando en cuenta las circunstancias
agravantes que concurran a la ejecución de la falta, dentro de las cuales se encuentra la mala conducta
anterior.

Seguidamente, en relación a la vulneración del principio de presunción de inocencia, cabe manifestar,


conforme con lo expresado en el dictamen N° 86.615, de 2016, de esta procedencia, que no se advierte,
en el curso del proceso en examen, de qué manera se pudo infringir dicho principio, toda vez que luego de
indagarse los hechos, se le formularon cargos por las conductas que se estimaron probadas, y que, en
definitiva, le sirvieron de base a la autoridad administrativa para ejercer su potestad disciplinaria,
sancionándola.

Por otro lado, acerca de su solicitud de que se aplique el artículo 340 del Código Procesal Penal, que fija el
estándar de convicción que se exige al Tribunal de Juicio Oral competente, o al Juez de Garantía, es
menester señalar, como se informó en los dictámenes Nos 61.543, de 2014 y 26.496, de 2015, de este
origen, que ese cuerpo legal regula la prueba en los procedimientos penales, sin que exista motivo para
extender su aplicación a las transgresiones de naturaleza administrativa.

A su turno, en lo que concierne a la ausencia de proporcionalidad en el castigo aplicado, es útil destacar,


con arreglo a lo expresado en los dictámenes Nos 92.126, de 2015 y 89.628, de 2016, de esta procedencia,
entre otros, que la calificación de la gravedad de la falta cometida, que da lugar a un castigo, queda
entregada a la pertinente superioridad, pudiendo objetarse la decisión adoptada si del examen del
procedimiento disciplinario se aprecia una vulneración al debido proceso, o bien, es de carácter arbitraria,
lo que, en la especie, y de acuerdo con la documentación analizada, no ocurrió.

Ahora, en relación a la supuesta vulneración del artículo 19, N° 2, de la Constitución Política, que reconoce
la igualdad ante la ley, lo que, a juicio de la peticionaria, se produciría debido a que en hipótesis similares a
la suya, no existió el mismo rigor para castigar a los funcionarios infractores, cabe indicar, que el mérito
que puedan tener los elementos de convicción, la ponderación de los hechos y la determinación del grado
de responsabilidad que en ellos tiene un inculpado, que da lugar a una sanción disciplinaria, son aspectos
que aprecia quien sustancia el procedimiento sumarial y la autoridad que finalmente impone el respectivo
castigo, decisión esta última, acorde con lo sostenido en el dictamen N° 75.773, de 2016, de este origen,
queda comprendida dentro de las atribuciones de la correspondiente superioridad de la Policía de
Investigaciones de Chile.

Luego, la recurrente plantea que el fiscal no propuso que se le aplicara la sanción impugnada, sino que
una amonestación severa, aspecto sobre el que es menester hacer presente que acorde con lo expresado
en los dictámenes Nos 77.465, de 2011 y 52.478, de 2013, de esta procedencia, la sugerencia que aquel
formule no es vinculante para la jefatura que ejerce la potestad sancionadora, la que tiene la atribución
para modificar tal indicación, incluso aumentándola, como ocurrió en la especie.

En lo concerniente a la alegación de reformatio in peius, esto es, que la resolución exenta N° 69-2015/341-
2018, de 17 de agosto de 2018, de la Subdirección Operativa, ha causado un mayor gravamen a la
reclamante, se debe señalar que el principio en comento no resulta aplicable al presente caso, ya que su
reconocimiento positivo en sede administrativa responde a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 41
de la ley N° 19.880, el cual preceptúa que “en los procedimientos tramitados a solicitud del interesado, la
resolución deberá ajustarse a las peticiones formuladas por este, sin que en ningún caso pueda agravar su
situación inicial”, hipótesis que no resulta aplicable al procedimiento disciplinario de la especie, el cual no
se originó a solicitud del interesado.

Finalmente, en lo atinente a que se consideren sus clasificaciones en lista N° 1, se debe anotar, en


armonía con el criterio contenido en el dictamen N° 83.814, de 2014, de esta procedencia, que la autoridad
con facultades disciplinarias, al resolver imponer una medida disciplinaria, no se encuentra obligada a
ponderar, para modificar esa determinación a favor del infractor, su trayectoria funcionaria.

Por consiguiente, cabe concluir que el sumario administrativo a cuyo término se sancionó la señora
Schlomit Méndez Agramunt, con la medida disciplinaria de tres días de permanencia en el cuartel, en los
aspectos reclamados, se ajustó a derecho.

Saluda atentamente a Ud.

Por orden del Contralor General de la República

Diego Cartes Saavedra

Jefe de Departamento Subrogante

Departamento de Previsión Social y Personal

También podría gustarte