Manual para Promotores de Redes Juveniles en Derechos Humanos
Manual para Promotores de Redes Juveniles en Derechos Humanos
Manual para Promotores de Redes Juveniles en Derechos Humanos
GENERACIONES 2003-2009
www.derechoshumanos.org.mx
INDICE
Créditos 3
Introducción General 4
CRÉDITOS
Primera edición
Equipo de Trabajo
Dr. Miguel Concha Malo
Kora Virginia Delgado Uribe
Daniela Espinoza
Luis Miguel García Vázquez
Rosa Xochiteotzin Salazar Pérez
Xilonen Sánchez Salazar
Agnieszka Raczynska
Segunda Edición
Coordinación
Ana Luisa Nerio Monroy
Equipo de Trabajo
Amanda Ramos García
Clara Gabriela Meyra Segura
Guadalupe Hernández Hernández
Lorena Peralta Rojas
Miriam Cervantes López
INTRODUCCIÓN GENERAL
De acuerdo con el Diagnóstico de Derechos Humanos del Distrito Federal, publicado en mayo de 2008 por el Comité
Coordinador para el Diagnóstico y Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal, la población joven en esta Ciu-
dad es de 1 millón 802 mil 957 personas, y representan el 8.6 por ciento del total de jóvenes del país. En el Distrito Fe-
deral (DF), el 86.5 por ciento de las personas jóvenes son solteras y un 10.95 por ciento de los hogares son dirigidos por
ellas y ellos. En el DF la población juvenil de 15 a 29 años de edad que no sabe leer ni escribir, es de 16 mil 428 perso-
nas. Las condiciones en que los jóvenes desarrollan su trabajo en el DF son muy precarias: del grupo de edad de 15 a
19 años, 80.3 por ciento reportó que es empleado u obrero; 32.10 por ciento tiene un contrato verbal, y 47.7 por ciento
gana entre uno y tres salarios mínimos. Las y los jóvenes se enfrentan a la falta de oportunidades educativas y labora-
les, y no cuentan con suficientes espacios para actividades deportivas, culturales y recreativas. Al vivir en una etapa de
búsqueda y construcción de su identidad, las y los jóvenes están en constante movilidad, cambio y confrontación. Esta
situación es motivo de discriminación, ya que se les considera no aptos para el ejercicio de derechos, sino hasta que se
conviertan en adultos.
Por lo anterior, una de las problemáticas que preocupa y ocupa al Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vito-
ria O.P.”A.C. es la falta de conocimiento sobre los derechos humanos que tiene nuestra población juvenil, dejándola así en
situación de vulnerabilidad, y expuesta a sufrir violaciones a sus derechos humanos. Es indiscutible que para que los dere-
chos humanos sean respetados y se conviertan en una herramienta de defensa y protección en nuestra vida cotidiana, es
necesario que éstos sean promovidos y difundidos sobre todo entre los grupos en situación de discriminación.
Desde el año 2003 el Área de Educación, Promoción y Difusión (EPyD) del Centro Vitoria coordina la Escuela para Promotoras
y Promotores Juveniles en Derechos Humanos. Las sesiones y actividades de la Escuela se realizan en el Distrito Federal.
Durante estos años hemos formado 7 generaciones de jóvenes (alrededor de 170 hombres y mujeres). Las y los egresados
reproducen lo aprendido a través de actividades de formación y organización con otros grupos de la población en situación
de discriminación. En el año 2005, EPyD trabajó en la sistematización de lecturas, bibliografía y sitios web, metodologías
(popular, participativa, socio-afectiva y lúdica), dinámicas (actividades de distensión, introductorias y de reflexión), para inte-
grar un Manual de apoyo al trabajo de las y los promotores juveniles. En los primeros meses de 2006, con la colaboración
del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), se logró la impresión de dicho Manual, cuyo tiraje se agoto rápidamente.
El presente Manual es una versión actualizada y mejorada, que fue elaborada en conjunto con egresados de nuestra Escuela
de Promotoras y Promotores, y que recibió el apoyo del Programa de Coinversión Social del Instituto para el Desarrollo So-
cial (Indesol) y de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF). Para esta actualización incorporamos
la experiencia en la utilización del manual anterior en diversos talleres y actividades educativas; revisamos los contenidos,
analizamos la pertinencia de las lecturas y mejoramos la metodología aplicada en el anterior manual. Consideramos que
esta segunda edición del manual es relevante, por ser el resultado de seis años de trabajo en un proyecto de formación.
Para el Centro Vitoria este Manual para Promotoras y Promotores Juveniles en Derechos Humanos es una herramienta
para reducir la problemática de la falta de información y fomentar entre las y los jóvenes el empoderamiento de sus dere-
chos humanos, generando así una cultura de paz y de respeto a toda persona, además de promover nuevas formas de
organización. Esta versión actualizada del Manual tiene como finalidad ser una herramienta educativa y una guía para la
enseñanza de los derechos humanos que será de gran utilidad, no sólo para las y los promotores de derechos humanos
egresados de nuestra Escuela, sino de toda aquella persona interesada en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los
derechos humanos.
El Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria O.P.” A.C. celebra este 2009, 25 años de trabajo comprometido
en la defensa y promoción de los derechos humanos. Desde nuestros inicios hemos realizado tareas educativas en materia
de derechos humanos, y hemos considerado a las y los jóvenes un sector clave en la labor de educación y promoción de es-
tos derechos. Reiteramos nuestro compromiso con las y los jóvenes de México, así como nuestro interés de impulsar, desde
nuestras distintas áreas de trabajo, el respeto, promoción y disfrute, de todos sus derechos humanos.
A quienes han hecho posible la construcción de este manual agradecemos la labor que con su propia persona han aportado,
desde la planeación, la implementación y desarrollo de las dinámicas en cada una de las sesiones compartidas en la Escuela
de Promotoras y Promotores Juveniles de Derechos Humanos durante las siete generaciones que han pasado, hasta esos
elementos compartidos en cada uno de los espacios donde han desarrollado la educación en derechos humanos a partir de
talleres, mesas de reflexión y en sus vidas cotidianas.
Nos causa un gran gusto ver que este manual refleja la diversidad de ideas, formas de trabajar y de desarrollar temas que al
final se traducen en un elemento tangible que nos muestra que vale la pena apostar a formas de compartir conocimientos,
saberes y experiencias de manera constructiva y horizontal. Es por ello que nos animamos a decir que esta herramienta, la
cual cada quien puede adaptar de acuerdo a las necesidades de los grupos con los que desarrolle su labor, es un eslabón
para seguir generando otros eslabones que a su vez aporten a más personas el reconocimiento de los derechos humanos.
El manual intenta, también provocar la imaginación y creatividad de las y los promotores no sólo para adaptar las técnicas
y dinámicas que aquí se incluyen sino además para que desarrollen otras y a su vez las compartan. Y así, en este ir y venir
se retroalimenten, pero sobre todo las hagamos vivas.
Si no hay trabajo de “tú a tú” y desde un “nosotros” dentro de la educación en derechos humanos no tiene sentido el discur-
so de una realidad diferente e incluyente. Este manual refleja procesos de esa convicción y busca que se sigan generando
nuevos aportes para la apropiación de los derechos, así como para la convicción de que merecemos vivir dignamente.
PRIMERA EDICIÓN
El Manual para Promotoras y Promotores Juveniles en Derechos Humanos recoge el proceso de sensibilización, formación
y capacitación de un grupo de jóvenes interesados en conocer sobre temas de derechos humanos y en realizar proyectos
de promoción dirigidos a grupos en situación de discriminación. Este manual ofrece algunas herramientas metodológicas
implementadas en las sesiones de trabajo de la Escuela para Promotoras y Promotores Juveniles en Derechos Humanos.
Para su realización se conformó un Equipo de Trabajo, integrado por 5 alumnos de la Escuela para Promotoras y Promoto-
res Juveniles en Derechos Humanos, quienes se dieron a la tarea de recopilar y sistematizar la información de un tema en
específico. Los temas que no fueron adoptados por el grupo de trabajo estuvieron a cargo del Centro de Derechos Humanos
Fray Francisco de Vitoria, especialmente del área de educación para la paz y los derechos humanos
Como material anexo encontrarás un CD con los instrumentos de protección tanto internacionales como nacionales, además
del programa que te permite revisarlo en caso de que tu computadora no lo tenga. El objetivo de este CD es dar a conocer
los convenios internacionales y las leyes nacionales que protegen a todas las personas, y que por tal motivo es obligación
del Estado mexicano respetarlos y promoverlos.
Puedes usar este Manual como un insumo en tu trabajo cotidiano e implementar las actividades de acuerdo con las cartas
descriptivas que aquí te proponemos, además de discutir las lecturas con tu grupo y darles el material de apoyo, como son
las cartillas y los instrumentos de protección contenidos en el CD.
Con este material el Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria O.P.”A.C. pretende contribuir a la especializa-
ción y autocapacitación de organizaciones civiles, instancias de gobierno y sobre todo a las y los promotores en derechos
humanos quienes en su quehacer cotidiano fortalecen una cultura de paz y de respeto por todos los derechos.
SEGUNDA EDICIÓN
Conscientes del dinamismo de los derechos humanos y su vínculo con las problemáticas sociales que vivimos, el área de
educación, promoción y difusión del Centro Vitoria, en conjunto con promotoras y promotores de derechos humanos identifi-
camos como importante actualizar parte de la información presentada en la primera edición del manual. De tal manera, nos
dimos a la tarea de trabajar sobre cada una de las sesiones.
Retomamos mucho de lo aportado y añadimos algunas herramientas y sesiones que fueron complementarias al momento de
usar el manual en talleres y actividades educativas realizadas durante 2006, 2007, 2008 y 2009. Así, presentamos esta se-
gunda versión, que incluye diversas experiencias de trabajo, con la intención de reforzar lo planteado en la versión inicial.
El Manual que se encuentra en tus manos tiene la finalidad de promover y difundir entre las y los jóvenes los temas de de-
rechos humanos y de discriminación. Así como brindarte las herramientas básicas para que realices un taller.
Su contenido sistematiza la información que se generó en el espacio de la Escuela para Promotoras y Promotores Juveniles
en Derechos Humanos, que es un espacio de formación donde hombres y mujeres jóvenes reflexionan sobre temas de dere-
chos humanos y discriminación, por medio de sesiones informativas, de sensibilización y de elaboración de proyectos. Asimis-
mo, el Centro Vitoria acompaña y da seguimiento a la implementación de los proyectos de las y los jóvenes promotores.
En cada una de las sesiones de trabajo invitamos a organizaciones civiles e instancias de gobierno con la finalidad de que
compartan su experiencia y den un panorama sobre la actual situación de los derechos humanos en general. De la Escue-
la se generaron algunos materiales como: una cartilla, una carpeta de materiales que incluye lecturas y material de apoyo
y un diagnóstico.
- Actividades de distensión, las cuales podrás utilizar para crear un ambiente de cordialidad y lograr una integración
entre las y los asistentes.
- Actividades introductorias, que permiten acercar a los participantes con el tema central, con una sensibilización
vivencial a las y los asistentes, es por eso que te sugerimos las realices antes de comenzar a trabajar alguna
temática.
Cada actividad tiene un objetivo, que ayuda a identificar qué se pretende lograr con dicha actividad, el tiempo des-
tinado para su realización, el material que necesitas para llevarla a cabo, el desarrollo que señala cómo dirigirla, y
una reflexión que sirve como guía para obtener insumos al comenzar la explicación.
Es importante señalar que las actividades no son recetas de cocina, ni se trata de seguirlas al pie de la letra. Siempre
es rico adaptar las propuestas de acuerdo con la dinámica del grupo, el ambiente, los intereses, el tiempo según
se necesite.
- Parte teórica, que tiene como base algunas ponencias de las y los invitados a la Escuela, además de algunas las
lecturas que recomendaron.
Es recomendable que, en la medida de lo posible, se entreguen las lecturas previo a las sesiones, para que las y
los participantes tengan algunas ideas sobre el tema que enriquecerán el debate.
- Bibliografías y referencias en internet, que son sugerencias para ampliar el conocimiento sobre el tema.
Encontrarás, al final de este documento, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y al término de algunos capítu-
los algunas cartillas, que pueden fotocopiarse y entregarse como material de apoyo a las y los asistentes al taller.
Objetivos
- Que las y los participantes se conozcan y compartan sus expectativas.
- Reflexionar sobre los modelos de educación que conocemos.
- Conocer la propuesta de la educación en derechos humanos desde la perspectiva de la educación popular.
Al iniciar la primera sesión, puedes realizar una actividad de presentación y distensión, que ayude para que las y los partici-
pantes se conozcan. Aquí te sugerimos algunas que conocemos.
Patio de vecinos
Objetivo: Conocer el nombre y algunas características de las y los participantes del Encuentro.
Duración: 15 minutos.
Desarrollo: Formen dos círculos concéntricos de tal manera que las personas del círculo del centro queden
de frente con las del círculo de fuera. Durante algunos minutos preguntarán sus nombres y charlan sobre sus
inquietudes, a fin de tener información básica de la persona.
Después, pide que el círculo de adentro gire un lugar a su derecha con la finalidad de cambiar de parejas y
deja pasar otros minutos. Continúa sucesivamente hasta completar la vuelta completa.
Galería de presentación
Objetivo: Crear un ambiente de confianza en el grupo, mediante el conocimiento entre las y los promotores.
Duración: 1 hora
Materiales: fotografías, hojas de colores, maskin tape, pegamento.
Desarrollo: Previamente se seleccionan diversas fotografías relacionadas con los temas que se abordarán en
el curso o taller. Con las imágenes, se monta una exposición en el salón.
Se pide a las y los asistentes que observen todas las imágenes y seleccionen una con la que se sientan iden-
tificados. La idea es que se reúnan dos o tres personas, máximo, en cada fotografía. Después de decir su
nombre, platicarán sobre:
- ¿Por qué escogieron esa fotografía?
- ¿Qué actividades realizan?
- ¿Qué relación tiene la fotografía con las actividades que realizan?
- ¿Qué expectativas tienes del taller?
De manera breve, en plenaria, los equipos presentan a sus integrantes y comparten la plática que tuvieron
en el grupo.
La escuela nueva
Objetivo: Identificar modelos de escuela, contenidos pedagógicos y su relación con la educación en dere-
chos humanos.
Duración: 1 hora.
Desarrollo: En plenaria, solicita al grupo que mencione algunos modelos de escuela que conozcan y que se-
ñalen sus características básicas.
Forma equipos de máximo seis personas, indícales que cada equipo representará a un grupo de personas
que está por iniciar una nueva escuela. Tendrán que planear el nombre de su escuela, el escudo, la consigna,
el reglamento, los requisitos de inscripción y los preceptos principales a transmitir a las y los alumnos. Se le
propone a cada equipo un tipo de escuela que le tocará representar. Por ejemplo: elitista, sexista, militarizada,
conservadora, competitiva, sin reglas claras, democrática, etcétera.
Las y los asistentes que quedaron fuera de los equipos serán los padres de familia que están conociendo es-
cuelas para la educación de sus hijos.
Después de veinte minutos de preparación, cada equipo presentará su proyecto educativo y explicará a las
familias las virtudes que tiene su escuela para la educación de sus hijos.
Reflexión: Para la reflexión final, sugerimos hacer algunas preguntas al grupo: ¿Han visto escuelas como las
representadas? ¿Cuáles de las situaciones presentadas creen que son acordes con la educación en derechos
humanos? ¿Qué tipo de personas y de sociedades queremos? En este sentido, ¿Qué creen que pueda pre-
tender la Educación en y para los Derechos Humanos?
Conviene, pues, comenzar sentando una plataforma de entendimiento mutuo, por lo menos entre los presentes, sobre cier-
tos conceptos centrales. El Cuadro 1 resume algunas definiciones a mi juicio básicas, que he recogido de estudios sobre el
tema. Nos servirán para acercamos a un lenguaje común, aunque con la aclaración de que no son definiciones que los di-
versos actores educativos -académicos o políticos- utilicen de manera unánime y consistente en todos los casos.
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Educación Democrática:
Se refiere a un sistema educativo que tiene una estructura democrática y se rige por principios democráticos. Por ejemplo,
educadores y educando trabajan juntos, reciben el mismo trato respetuoso y están igualmente involucrados en el proceso
de enseñanza y aprendizaje.
Democratización de la educación:
Se refiere a abrir el acceso a la educación para toda la población de un país, en condiciones de equidad, sin diferencias.
Si bien estos conceptos a menudo se utilizan como equivalentes a ED, la forma en que están expresados no supone nece-
sariamente que se esté aludiendo a formación para vivir en una “sociedad democrática” - y no otro tipo de sociedad.
Para el IIDH, EDH significa que todas las personas -independientemente de su sexo, origen nacional o étnico y condiciones
económicas, sociales o culturales- tengan posibilidad real de recibir educación sistemática, amplia y de buena calidad que
les permita:
• Comprender sus derechos humanos y sus respectivas responsabilidades;
• Respetar y proteger los derechos humanos de otras personas;
• Entender la interrelación entre derechos humanos, estado de derecho y gobierno democrático, y
• Ejercitar en su interacción diaria valores, actitudes y conductas consecuentes con los derechos humanos y los
principios democráticos;
El IIDH entiende la EDH como parte del Derecho a la Educación y como condición necesaria para el ejercicio efectivo de to-
dos los demás derechos humanos. Por ende, la considera un componente ineludible de la ED.
Retomando el concepto de ED, precisemos mejor qué entendemos por “sociedad democrática”. En la visión del IIDH, la de-
mocracia es mucho más que una doctrina de acción política; es un modo y una cultura de vida. “Es un sistema de relaciones
humanas fundado en una legalidad aceptada por todos, dentro de la que se resuelven los conflictos y a la vez se expresan
Con aportes de Villegas-Reimers, E1eanora (1994), Civic Education in the School Systems of Latin America and the Caribbean, Washington DC:
USAID y de Tibbits, Fe1isa y Torney-Purta, ludith (1999), Citizenship Education in Latin America: Preparing for the Future, Washington DC:BID
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aquellos valores que sustentan los derechos humanos: la igualdad, la equidad, la solidaridad y la justicia, la libertad, la tole-
rancia a la diversidad y el respeto mutuo.
Por eso, los conceptos de democracia y derechos humanos están indisolublemente unidos. La teoría y la experiencia his-
tórica demuestran que sólo en un estado de derecho democrático es posible que se reconozcan los principios de derechos
humanos; así como sólo puede calificarse a una sociedad de democrática cuando en ella se respetan tales derechos. Y esto
no se refiere únicamente a su vigencia jurídica, sino a su realización efectiva en la cotidianeidad.
Este consenso quedó plasmado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) desde el propio Preámbulo.
De allí en adelante se fue ampliando y profundizando en:
• Otros instrumentos de derechos humanos (por ejemplo, la Declaración de los derechos del niño (1959), la Conven-
ción internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial (1965); el Pacto internacional de
derechos económicos, sociales y culturales (1966); la Convención sobre todas la formas de discriminación contra la
mujer (1979); el Protocolo adicional a la Convención americana sobre derechos humanos en materia de derechos
económicos sociales y culturales o Protocolo de San Salvador (1988) y la Convención sobre los derechos del niño
(1989), entre otros;
• Declaraciones y resoluciones de organismos internacionales (en especial las Naciones Unidas y la UNESCO) y
regionales (en nuestro continente la OEA);
• Conferencias mundiales y especializadas (Viena, 1978; Malta, 1987; Montreal y Viena, 1993; Geneva, 1994; Co-
penhagen y Beijin, 1995; Durbam, 2001), y
• Encuentros regionales de líderes políticos (en nuestro continente, la Cumbres de Jefes de Estado, en especial la I
Cumbre de las Américas, Miami, 1994, y los encuentros de Ministros de Educación, en particular la VII Conferencia
Iberoamericana de Educación, Merida, 1997)
Los acuerdos citados no son una mera expresión de buenos deseos-una especie de hermoso “sueño de libertad, igualdad
y fraternidad” que flota etéreo sobre los autoritarismos, inequidades y exclusiones que siguen golpeando a grandes pobla-
ciones en el mundo real. Estos acuerdos son compromisos asumidos por los estados ante la comunidad de las naciones y
llevan consigo la obligación de avanzar hacia su cumplimiento.
Con el desarrollo histórico y doctrinario del último medio siglo, la educación en derechos humanos y democracia ha ganado
tal fuerza e importancia que hoy se la empieza a reconocer como un derecho en sí misma ya sea entendiéndola como com-
ponente necesario del derecho a la educación o, para algunas corrientes teóricas, incluso como un derecho independiente
que está en proceso de reconocimiento (un derecho emergente). Razón de más, entonces, para subrayar como contrapar-
tida necesaria, el deber de los estados de implementarla en forma masiva y sistemática.
La lógica que sustenta esta concepción es de una poderosa simplicidad. Las libertades fundamentales, los derechos hu-
Documento Visión delllDH sobre los derechos humanos y la democracia y sobre su misión. (1998), IIDH, San José, Costa Rica
La resolución del Congreso Internacional sobre Educación para los Derechos Humanos y la Democracia (Montreal, 1993) sostiene: “La educación
en derechos humanos y democracia es en sí misma un derecho humano y un prerrequisito para la plena realización de la justicia social, la paz y
el desarrollo. El ejercicio de tal derecho contribuiría a salvaguardar la democracia y su compresión integral”. En la misma línea de pensamiento,
véase Symonides, Janus (1998).
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manos y los principios y normas de la democracia sólo pueden observarse y protegerse si se conocen. Y si se conocen, se
internalizan y se practican por parte de todas las personas, no solamente por grupos esclarecidos de gobernantes, acadé-
micos o activistas.
En última instancia estos objetivos apuntan construir prácticas de interrelación, de organización y de gestión colectiva. Al
decir “prácticas” decimos acciones, conductas cotidianas concretas que, precisamente por ser de naturaleza democrática
y respetuosa de los derechos humanos, deben ser concientes y asumidas libremente. Desde esta perspectiva se rechaza
cualquier adoctrinamiento dogmático o influencia condicionante que pretenda producir respuestas automáticas y mecánicas.
Por el contrario, la meta es formar sujetos para una acción autónoma, crítica y responsable guiada por principios éticos.
¿Cómo educar para este tipo de prácticas? La cuestión metodológica es medular. La teoría, la investigación y las experien-
cias exitosas muestran que una estrategia educativa eficaz debe incluir tres categorías de componentes, complementarias
entre sí, que se corresponden con los grandes objetivos o metas de la ED. Se trata de trabajar simultáneamente en la en-
señanza y el aprendizaje de:
1. Conocimientos,
2. Valores y actitudes, y
3. Habilidades o destrezas (que, por mi parte, desde un enfoque de psicología cognoscitiva, prefiero llamar
competencias).
En conjunto podemos considerar a estos componentes como los macro-contenidos de la ED, siempre y cuando no identifi-
quemos “contenidos” con mera información o datos fácticos, porque estaríamos empobreciendo esta concepción metodoló-
gica hasta el punto de negarla. El Cuadro 2 intenta una representación gráfica estilizada.
Conocimientos
(Conceptos e historia) Meta
ACCIÓN
=
PRÁCTICAS
DEMOCRÁTICAS
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En el diagrama, los vértices del triángulo (pensado en tres dimensiones, las patas del trípode) son los componentes que jun-
tos y combinadamente hacen posible y sostienen las prácticas democráticas de los sujetos. Las flechas indican que estos
componentes no son autónomos sino interdependientes, es decir, que se complementan unos con otros.
Por ejemplo, no se puede comprender en su plenitud el concepto de democracia sin asignarle cierto valor (en comparación
con otras formas diferentes de organización socio-política, como la dictadura), ni conocer bien una democracia específica
sin reconocer sus aspectos positivos y negativos, o sus logros y sus limitaciones, lo cual supone también una asignación de
valores a las características concretas que presenta esa sociedad democrática. Tampoco se pueden desarrollar destrezas
particulares como el pensamiento crítico o la resolución de conflictos de manera puramente instrumental, sin comprender
sus fundamentos y su lógica de funcionamiento y sin atribuirles un valor positivo (en oposición, respectivamente, al pensa-
miento reproductor o conformista y al recurso a la fuerza).
El Cuadro 3 es un primer esbozo, bastante genérico todavía, de mapeo conceptual de contenidos relevantes dentro de las
tres categorías propuestas. Es un ejercicio de “ponerle carne” a un modelo que antes presenté como esqueleto metodológi-
co. Procura recoger contribuciones de la teoría, la investigación y la experiencia tanto política como educativa en la materia,
latinoamericana y de otras latitudes.
Enfatizo que no es una propuesta curricular, porque no hace consideraciones de tipo de programa educativo, destinatarios,
ni contextos específicos. Tampoco es ni pretende ser exhaustiva, es decir, a abarcar todo lo que puede entrar en el territorio
de la ED; aunque sí aspira a acercarse a un mapa mínimo de puntos relevantes que necesariamente tenemos que transitar
en nuestro momento y lugar histórico. El propósito de esta cartografía panorámica, esbozada a mano alzada, es poner so-
bre la mesa temas críticos para pensar en el diseño de programas educativos particulares.
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país (su contexto antecedentes que • Repudio por el asesinato en cual- • Debate
influyeron, protagonistas, resultados quiera de sus variantes, incluyen- • Lectura crítica de mensajes de me-
trascendencia, etc) do el “asesinato de Estado” (pena dios masivos.
de muerte).
La Doctrina de los derechos Destrezas de análisis
humanos. La integridad física y documentación
Concepto y características de los DH. • Respeto y exigencia de respeto al • Análisis de situaciones históricas
cuerpo y psique de las personas. y actuales desde una ótica de DH
Fundamentos filosóficos y jurídicos y democracia.
• Repudio a las agresiones a la in- • Investigación, documentación y
Evolución histórica: hitos en la histo- tegridad física y psíquica de las recolección de datos.
ria de la humanidad y del continente personas (esclavitud, servidum- • Identificación de los instrumentos
bre, tortura, castigos crueles e in- legales nacionales, regionales e
Desarrollos actuales de la doctrina humanos, etc). internacionales que aplican a ca-
de DH sos específicos de violaciones de
La identidad y estima personal DH y de normas democráticas.
Terminología de DH • Reconocimientos de las propias
facultades y necesidades como Destrezas para la participación:
Principales instrumentos de DH persona. • Facilitación de consensos
del siglo XX • Liderazgo y organización grupal
Declaración Universal De los • Aprecio por las propias facultades • Mediación y resolución de conflic-
Derechos Humanos: antecedentes, y características como persona. tos
influencias, importancia. • Participación comunitaria
• Conciencia de ser sujeto de derechos. • Petición a las autoridades
Pactos y convenciones, internacio- • Elaboración y difusión de mensa-
nales y regionales, generales y para La libertad jes masivos
poblaciones específicas. • Aprecio por pensar y decidir con • Influencia sobre medios masivos
autonomía moral e intelectual. a favor de DH y democracia
Proceso de creación y ratificación • Cabildeo antes las autoridades
de las normas internacionales de • Asunción de responsabilidad por para impulsar acciones a favor de
DH. La responsabilidad de los esta- las propias decisiones y sus con- DH y democracia
dos firmantes. secuencias. • Educación y promoción de DH y
democracia.
Sistema internacional y sistemas • Respeto por los pensamientos y • Diseño de estrategias de acción
regionales de protección de los decisiones libres de otras perso- para abordar problemas de DH y
derechos humanos. nas, aunque no se compartan. democracia.
El sistema de Naciones Unidas: • Evaluación de esfuerzos y accio-
instancias y procedimientos de • Exigencia a otros de que asuman nes de promoción de los DH y la
denuncia y monitoreo. Mecanismos responsabilidad por sus decisio- democracia.
de implementación y resoluciones. nes libres y respondan por las con-
Limitaciones y desafíos a futuro. secuencias.
Panorámica de otros sistemas regio-
nales: europeo, africano, etc. La igualdad
• Reconocimiento de las facultades,
necesidades y derechos de otras
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La ciudadanía democrática
Concepto de ciudadanía. Composición
de la ciudadanía nacional: valorización
de la diversidad social (de sexo, ética,
ideológica, religiosa, etc.)
La participación democrática en
la institución educativa
Legislación educativa nacional.
Organizaciones de participación
estudiantil. Normativa y práctica.
Organizaciones de educadores.
Normativa y práctica.
Participación de la familia en la
institución escolar.
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5. Los medios son mensajes: Orientaciones metodológicas para la enseñanza- aprendizaje de conocimientos, valo-
res – actitudes y destrezas para vivir en democracia.
El título de esta sección quiere subrayar dos ideas que son mis supuestos de partida:
• Las opciones metodológicas (los principios, las estrategias didácticas, los medios y recursos) nunca son asépticas ni
neutrales. Cargan un sentido, una visión del mundo, del proceso de conocimiento y de los sujetos del conocimiento
que transmite mensajes sobre ese mundo, ese conocimiento y esos sujetos. Mensajes que no por ser implícitos son
menos claros o contundentes. Son parte de lo que se llama el “curriculum oculto” de cualquier programa educativo,
que forma de manera más sutil y perdurable que el “curriculum explícito”.
• El espacio de pensamiento metodológico en educación es plural. No hay una única corriente o propuesta teórico-
metodológica que pueda dar respuesta por sí sola a todas las demandas de una educación integral y el caso de
la educación para la democracia y los derechos humanos representa un ejemplo acabado.
Por eso, por su trascendencia y complejidad, la discusión metodológica es tan crucial para diseñar programas de ED como
la de fines y contenidos. Necesitamos valorar en profundidad qué enfoques, qué procesos, qué recursos didácticos son per-
tinentes y eficaces para avanzar hacia el cumplimiento de nuestros objetivos.
Las teorías psicológicas, sociales y pedagógicas modernas nos ofrecen muchas contribuciones, aunque a mi juicio no
exactamente un “modelo”, sino más bien criterios orientadores para hacer trabajo educativo-dentro o fuera del aula--con-
gruente con la concepción de ED que sostenemos. Atendiendo a nuestros fines y con apoyo en las contribuciones de
esas fuentes teóricas podemos derivar sugerencias para el trabajo concreto de ED. Porque son criterios y no recetas,
tienen un nivel de generalidad amplio y pueden plasmarse de distintas maneras en actividades o producciones didácti-
cas concretas.
A continuación resumo algunos de esos criterios u orientaciones metodológicas para las mismas categorías de componentes
de la ED que ya presenté. Insisto en que el cuadro es apenas un punteo esquemático de ideas-fuerza que quedan abiertas
al estudio, la profundización y la discusión posterior.
Las propuestas metodológicas y didácticas más relevantes para la educación para la democracia y los derechos humanos provienen de distintos
movimientos renovadores de la educación a lo largo de la historia, desde los modelos de autogestión y cogestión educativa planteados en Europa
a principios de siglo, por ejemplo por pedagogos como Lobrot, Makarenko y Freinet, hasta la corriente latinoamericana de la educación popular
o educación liberadora gestada en los años sesenta a partir de los aportes de Paulo Freire.
En oposición a las teorías de base conductista y geneticista, estas corrientes comparten una premisa fundamental: el aprendizaje es un proceso
activo y de construcción de representaciones mentales que se lleva a cabo en el interior del sujeto que aprende y es fuertemente influenciado
por sus interacciones con otros sujetos. Entre las vertientes cognoscitivas más ricas en sugerencias metodológicas para la EDH pueden citarse
el aprendizaje por descubrimiento, inspirado en investigaciones de Jean Piaget y colaboradores; el aprendizaje como interacción social, apoyado
en estudios de Lev Vygotsky y Jerome Bruner; el aprendizaje significativo de David Asubel y colaboradores, y los planteos sobre inteligencias
múltiples y desarrollo de la creatividad de Howard Gardner.
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• Cultivar la memoria histórica para aprender del pasado y evitar repetir sus errores. Esto es ineludible especialmen-
te frente a períodos históricos y situaciones de ruptura de la democracia y de violaciones masivas de derechos
humanos en el continente y el país. Tenemos que hacer posible el “nunca más” y el camino pasa por la alimentar
memoria histórica. Porque ya estamos advertidos que “los pueblos que no conocen su historia están condenados
a repetirla”.
• Enfatizar los procesos concientes al abordar contenidos: analizar, demostrar, argumentar, matizar. Enseñar la toma
de perspectivas diferentes frente a los conceptos y a los hechos, evitando la noción de verdades absolutas y las
dicotomías simp1ificadoras.
• Problematizar el conocimiento. Esto es, mostrar las tensiones y conflictos (de intereses sectoriales, ideológicos,
dudas, incertidumbres, etc.) que están presentes en el desarrollo de todos los eventos históricos y los desarrollos
científicos y filosóficos.
Una nota mínima para subrayar la complejidad de este tema y recomendar el estudio de la extensa literatura al respecto. Educar en y para la
puesta en práctica de valores de democracia y derechos humanos es especialmente difícil y problemático, tanto en el orden conceptual como
metodológico. En el orden conceptual, porque aunque se coincida en la aceptación de los valores en abstracto, en la vida social no siempre se
concretan y a menudo se producen tensiones y conflictos entre diferentes opciones de valores. En el orden metodológico, las dificultades surgen
porque el conocimiento de los valores es, para la persona, integral y vital. Si bien se puede analizar los valores, su conocimiento pleno no es
discursivo; porque no se enseñan ni se aprenden por exponerlos y repetirlos. Enunciarlos significa poco si las actitudes y conductas de quien
los expresan no se corresponden con lo expresado. Su aprendizaje y su enseñanza constituyen un verdadero desafío intelectual y emocional
para todos los participantes del proceso educativo. (Magendzo, Abraham, Los derechos humanos como concepción educativa, en Educación
para la Paz, la Democracia y los Derechos Humanos. IIDH, 1990, San José y Bases para una concepción pedagógica para educar en y para los
derechos humanos en Carpeta de Materiales para Educación en Derechos Humanos, IIDH, 1993, San José; Rodino, Ana María, “La educación
en valores entendida como educación en derechos humanos. Sus desafíos contemporáneos en América Latina”, 1999, Revista IIDH, 29)
19
• Estudiar, reconocer y hacer explícitos a los destinatarios los conocimientos, sentimientos y operaciones específicas
que entran en juego en la ejecución eficiente de las destrezas que se enseña.
• Proponer ejercitaciones y prácticas frecuentes y variadas de las destrezas que se quiere enseñar. El aprendizaje
es actividad y, sobre todo, actividad de quien aprende más que de quien enseña: se aprende a pensar, pensando;
a comunicar, comunicando y a participar, participando.
• Plantear ejercicios y prácticas verosímiles y significativas para la población destinataria, vinculados a su “aquí y
ahora” (en oposición a irrea1es, artificiales o muy ajenas a su experiencia). En este sentido, la resolución de proble-
mas y el análisis de casos con guía experta funciona mejor que las más elaboradas explicaciones discursivas.
• Plantear ejercicios y problemas que deban realizarse en forma tanto individual como en grupo
• Fijar un nivel de complejidad o dificultad de los ejercicios y problemas propuestos por encima del nivel ya alcan-
zado por los destinatarios, y aumentarlo constantemente, a fin de ensanchar en forma gradual los límites de las
competencias que se enseñan. Una máxima de los deportistas lo pone en una imagen muy precisa: “no se puede
aprender salto en alto si se coloca la barra muy baja”.
• Propiciar la evaluación permanente de la eficacia que se logra al ejecutar las destrezas en contextos reales. Aquí
son tan importantes la auto-evaluación como la evaluación externa-por parte del docente, sí, pero también y sobre
todo de “otros significativos” en el mundo social de los educandos, pares y no pares.
6. Para seguir pensando: Conclusiones de una investigación sobre experiencia de educación para la democracia
en América Latina.
Quiero concluir con una apertura más que con un cierre. Por eso los dejo con el resumen de conclusiones de una investiga-
ción especialmente pertinente a nuestro tema y nuestra región. Creo que nos ofrece aportes que enriquecerán las reflexio-
nes y diálogos que tenemos durante el resto del Curso.
20
¿Qué funciona en cuanto a diseño general de los programas de Educación para la Vida
Democrática (EVD)?
• Trazar objetivos claros.
• Incorporar contenidos que abarquen conocimientos, valores y destrezas.
• Diseñar programas relevantes y motivadores para la población nacional destinataria.
• Promover un clima y una cultura democrática en el aula, no un enfoque único o uniforme.
• Emplear un enfoque centrado no tanto en los “insumos” del docente si no en los “resultados esperados”
en los estudiantes.
• Evaluar los resultados esperados.
• Dar atención especial a las poblaciones más discriminadas (áreas rurales y zonas urbanas pobres y
marginales). Es estos casos, la EVD tiene más relevancia si se vincula con otros temas educativos de
alta prioridad para la población (alfabetización, educación para la salud, desarrollo comunitario, etc.).
• En general es más efectivo desarrollar programas de EVD que promuevan la participación de docentes
y estudiantes en la comunidad y que busquen el desarrollo comunitario.
• Prestar atención a las necesidades de formación de maestros. La sostenibilidad y éxito a largo plazo de
un programa de EVD dependen de maestros motivados y dotados de buenas herramientas profesionales.
Hay que impulsar experiencias de capacitación docente bien diseñadas muy especialmente durante el
período de formación de los educadores, antes de que entren en servicio activo.
• Favorecer la creación de “redes de aprendizaje” entre los educadores involucrados en programas nacio-
nales de EVD. Estas redes pueden adoptar distintas formas: desde grupos informales de estudio hasta
asociaciones profesionales formales.
• El impacto global de los programas de EVD está relacionado con alcanzar apoyo a los valores democráti-
cos, la participación política, el comportamiento electoral y el estar políticamente informado en la sociedad
como conjunto. Garantizar una educación de calidad y reducir la repitencia y la deserción escolar en AL
también fortalecerá el desarrollo de una cultura democrática en el continente.
21
22
Partir de la realidad de las personas supone entonces abordar los contenidos de cada taller, de cada curso o de cada activi-
dad educativa, incorporando las experiencias y conocimientos previos de los que participan en ellos.
Esto nos exige adaptarnos a cada realidad, estar abiertos a las percepciones que cada uno y cada una tienen de la misma
y que asumamos que las personas pueden no percibir ni vivir un hecho de la misma manera. Esto significa que debemos
asumir –y estar dispuestos a aceptar- que no hay una sola “verdad” sobre la realidad, porque es sentida y vivida de manera
personal y, por eso distinta.
Toda experiencia de aprendizaje debe partir de los conocimientos que los y las participantes traen, si deseamos que valo-
ren, se interesen y aprendan lo nuevo que se les ofrece. Partir de las expectativas y necesidades que traen es fundamental,
porque si no se responde a sus inquietudes y preguntas, sentirán que no se les toma en cuenta provocándoles la frustración
y el aburrimiento, el desinterés y la desmotivación.
El conocimiento es algo que siempre se va haciendo. Donde sólo hay acumulación pasiva no hay verdadero conocimiento.
Por ello, para que un proceso de enseñanza-aprendizaje sea exitoso, lo más importante no es la acción del que enseña,
sino la del que aprende. El rol del educador es crear las condiciones propicias para que la persona “aprenda a aprender”.
Se debe promover que las personas pasen de la acción dirigida y programada por el educador a la acción libre, aprendien-
do a asumir las consecuencias de sus actos. Sólo actuando con libertad y decisión propia frente a situaciones diferentes, y
autoevaluando sus acciones, las personas ejercitan su capacidad para tomar decisiones. Debemos asumir que son los edu-
candos los protagonistas del proceso de aprendizaje, y que incorporando la experimentación, la búsqueda de información,
el debate y todas las alternativas metodológicas que permitan la participación libre y responsable de las personas, se esta-
rá educando en derechos humanos.
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Los educadores debemos tener la convicción de que nadie es poseedor de la verdad y que, permanentemente, todos apren-
demos y todos enseñamos. Por ello, la receptividad del educador a todas las dudas, ideas, opiniones y preguntas, y la renun-
cia a creer que todo lo sabe y que los educandos sólo pueden aprender de él o de ella, y no por sí mismos, es fundamental.
Por ello hay que aceptar y promover la iniciativa de las personas y asumir que las equivocaciones y los errores también en-
señan y estar dispuestos a renunciar al protagonismo que le da “dictar clases” y decidido a convertirse en acompañante del
proceso de aprendizaje de los participantes.
Es necesario, asimismo, combinar la actividad individual con la grupal para promover el interaprendizaje, el contraste de
opiniones y experiencias y, propiciar el ejercicio democrático en la toma de decisiones colectivas. El convencimiento de la
importancia del trabajo grupal, cuando tiene metas claras, organización adecuada y acompañamiento y estímulo, es central
en la metodología de educar en derechos humanos.
El diálogo es un medio privilegiado para lograrlo, dialogar es reconocer y afirmar la igualdad de los seres humanos. Cuando
dos o más personas dialogan, todo su ser, sus pensamientos, sus sentimientos y sus emociones están comprometidos en
una relación de mutua valoración y de respeto. Dialogar es más que “conversar”, más que “informar” y más que “yo pregun-
to y ustedes responden” o “ustedes pregunten y yo contesto”. Sólo pueden dialogar quienes están seguros que todas las
personas valen igual y que es posible aprender unos de otros. Para dialogar es necesario saber escuchar, con la certeza de
que escuchando al otro lo ayudamos en su afirmación personal y en el crecimiento de su autoestima.
Sólo dialogando será posible que los educadores conozcan y comprendan a los educandos y estén en posibilidad de ayu-
darlos. Para dialogar se debe estar dispuesto a cambiar o modificar las propias opiniones. Enseñar a dialogar, es enseñar a
pensar en lo que se quiere decir, a expresarlo de manera clara y sencilla, y a saber escuchar antes de juzgar.
El diálogo constituye un espacio que permite expresar las diferentes posturas, opiniones o sentimientos frente a un hecho
o a una situación.
El diálogo hace posible el aprendizaje activo, por eso debe ser el método y el procedimiento educativo por excelencia. Si se
aprende a dialogar se estará mejor preparado para una convivencia democrática.
Sin embargo, para que haya diálogo los educadores debemos crear un auténtico clima de confianza; aceptar emocionalmen-
te a cada persona; escuchar, antes que reaccionar; reconocer y respetar los intereses y sentimientos de educandos y edu-
cadores; flexibilizar las exigencias; buscar soluciones en lo posible, satisfactorias para todos; ser tolerantes reconociendo y
aceptando las diferencias personales y culturales.
La palabra crítica provoca confusión, porque a menudo se le entiende como oponerse, condenar, destruir o hablar en contra.
Mas bien, criticar es discriminar para diferenciar lo verdadero de lo falso, lo esencial de lo accesorio. Criticar es no dejarse
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llevar por la mayoría, o por la propaganda. El hombre y la mujer, al tener capacidad de criticar y evaluar, pueden negarse a
hacer las cosas que considera incorrectas y buscar mejores soluciones.
Tiene sentido crítico aquel que sabe reconocer lo positivo y lo negativo; que está atento a lo que ocurre a su alrededor, que
utiliza su creatividad e imaginación para buscar soluciones, en lugar de quedarse en la queja y en el lamento inútil. Quien
tiene una actitud crítica no puede ser fácilmente manipulado ni engañado.
La persona crítica es capaz de juzgar con actitud positiva; por ello no sólo emite juicios sino que abre espacios de discusión
y, en lo posible, propone alternativas y soluciones.
Los participantes deben aprender a distinguir, comparar, evaluar y proponer, para tener juicios propios, correctos y justos.
La actitud del educador es fundamental en este caso. Si es la de aquel que todo lo sabe y no se equivoca nunca, no fomen-
tará en el participante la posibilidad de cuestionar lo que aprende pues se lo presenta como verdades acabadas.
Para desarrollar la capacidad crítica es necesario privilegiar la información que parte de la realidad, tratando siempre de re-
gresar a ella para transformarla; favorecer la reflexión, el análisis y la interpretación de la información adquirida; promover la
autocrítica (la autoevaluación) tanto del educador como del participante; integrar teoría y práctica.
Se tiene como punto de partida la convicción de que la afectividad de las personas es un aspecto fundamental y base de la
propuesta de educar en derechos humanos. Sin embargo, la expresión de los sentimientos en el proceso educativo exige
tener presente que expresar los sentimientos no puede ser una obligación y que los sentimientos se expresan en todo mo-
mento: en los juegos y en las dinámicas, en el trabajo de grupos y en las intervenciones orales, en los momentos de des-
canso y en los de trabajo.
También es importante que asumamos que los sentimientos expresados no tienen necesariamente que agradarnos y que, a
pesar de que no nos agraden, debemos ser respetuosos y atinados con los sentimientos expresados, ayudándolos a com-
prenderlos. Los educadores en derechos humanos debemos estar atentos a las reacciones y sentimientos de los participan-
tes frente a las palabras, gestos, actitudes y frente a la misma metodología que se esté utilizando. El analizar las reacciones
nos ayudará, por un lado, a conocer mejor a los y las participantes y, por otro, nos permitirá identificar aquellos aspectos en
los que debemos intervenir para tratar de mejorarlos.
Cuando en una experiencia educativa hay participación, se puede ver, de manera evidente, que ellos y ellas expresan y de-
fienden su opinión con espontaneidad y libertad, lo que sólo se conseguirá cuando ellos/ellas pueden hablar libremente acerca
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de lo que piensan y sienten, sin el temor a ser reprimidos y/o condenados por lo que digan. Se nota, también, que plantean
sus discrepancias sin temor, atreviéndose a contradecir si es necesario, lo que el educador propone. Esto demanda del edu-
cador y educadora una actitud de apertura, dominio del tema y, una sólida autoestima, que le permita entender y sentir que
la discrepancia no pone en riesgo su prestigio, sus conocimientos o su autoridad; sino que, por el contrario, son conscientes
que los educandos valoran y respetan al educador que se atreve a reconocer sus limitaciones y sus errores.
Esta metodología, cuando es verdaderamente participativa, promueve la toma de decisiones, estimula que se hagan críti-
cas, que se propongan alternativas, que se den sugerencias y que se acepten las decisiones, críticas y sugerencias de sus
compañeros y compañeras. Los y las participantes asumen responsabilidades por propia iniciativa y no por imposición o
decisión del educador, y se comprometen con las tareas acordadas siendo concientes de las consecuencias de sus actos y
las aceptan. Esto sólo se podrá conseguir paulatinamente y después del ejercicio sistemático de formas de autoevaluación
y de evaluación grupal en las que el acompañamiento del educador es fundamental.
Al abrir el espacio a la participación, los educadores debemos tener en cuenta que las personas participarán con su identi-
dad, su manera de ser y de expresarse. Es decir, lo más probable es que lo hagan en un lenguaje no formal y planteen in-
quietudes y propuestas, las que a veces nos pueden parecer poco pertinentes. Si el interés en la participación es genuino,
entonces es preciso respetar las diferencias culturales.
Las experiencias educativas en derechos humanos, de cualquier tipo, que se desarrollen deben propiciar espacios para la
organización de las personas y que, de esta manera, asuman responsabilidades y resuelvan sus dificultades. Es probable
que ellos y ellas se organicen de muchas formas distintas, de acuerdo a sus características y a sus posibilidades. La orga-
nización debe ser estimulada y apoyada por el educador, impulsando que los miembros muestren actitudes democráticas:
se agrupen por intereses comunes, discutan propuestas y tomen acuerdos que luego llevarán a la práctica, afronten las di-
ficultades que se les presente, programen actividades, etc.
En este sentido, promover el desarrollo integral de la persona exige asumirla como valiosa en sí misma, única y diferen-
te, que tiene características propias y originales. Significa, también, que en cada espacio educativo, debemos promover el
conocimiento y comprensión del cuerpo, valorándolo positivamente y aceptando los cambios que se producen en él en el
transcurso de la vida.
La metodología de la educación en derechos humanos propicia el desarrollo orgánico y psicomotor tomando en cuenta las
características y posibilidades de cada persona; estimula la capacidad de conocer, comprender, crear, construir, descubrir,
cuestionar, proyectar, valorar y trascender; crea las condiciones necesarias para el desarrollo, para la expresión de los sen-
timientos y afectos y de su capacidad estética; promueve el desarrollo del juicio moral, estimulando la capacidad de diferen-
ciar el bien del mal, el desarrollo de la tolerancia, del sentimiento de igualdad de los seres humanos, de la solidaridad y de
todos aquellos valores que hagan posible el logro de la justicia, la democracia y la paz.
Además, esta metodología propicia la valoración de la identidad cultural y social, reconociendo y respetando las diferencias
que existen entre los diversos grupos sociales y culturales presentes en nuestro país y en el mundo, desarrollando actitudes
y capacidades que les permitan participar en la construcción democrática de la sociedad.
26
Las técnicas participativas en sí mismas no tienen carácter pedagógico ni formativo, para que lo sean deben ser utilizadas
en función de objetivos concretos, de acuerdo a los temas que se están trabajando y de acuerdo a los participantes sujetos
del proceso pedagógico.
Son numerosas las técnicas participativas que han sido creadas por educadores populares. Hay que mencionar el esfuerzo
sostenido en este campo por instituciones latinoamericanas como el IMDEC de México y ALFORJA de Costa Rica, ambas
pioneras en este tema. Las técnicas deben ser seleccionadas cuidadosamente en función de nuestros objetivos al educar
en derechos humanos.
En el proceso de análisis pueden surgir muchos temas de parte de los participantes y estos no deben ser cortados por el
educador, pero sin este pierda de vista a donde quiere llegar.
27
- Es importante que la primera pregunta sea siempre ¿Cómo se han sentido? Y hacer un esfuerzo para que los participantes
la respondan. El educador debe insistir en que es importante expresar los sentimientos.
- Después de que han expresado lo que han sentido, se pasa a preguntar lo que han visto, han observado, en fin, lo que ha
pasado en el desarrollo de la dinámica.
- Luego se relaciona la dinámica con la realidad, mediante preguntas como: ¿qué relación tiene lo que han vivido con la reali-
dad?; ¿han vivido situaciones similares en su vida?; ¿en qué se parece esta dinámica con... (la escuela, la familia, etc.), etc.
Evidentemente todas estas preguntas son flexibles, son sólo una orientación para el educador. En el proceso de análisis sur-
girán otras preguntas de acuerdo a la participación y a los comentarios que surjan.
El desafío de elegir y usar bien las dinámicas, sigue siendo un desafío presente. Por nuestra experiencia, los educadores en
derechos humanos no hemos logrado, todavía, extraer de ellas todo lo que ellas pueden dar. El aventurarnos a usarlas, el
romper el miedo, el evitar el facilismo y la improvisación, serán elementos que contribuyan a convertirlas en una herramienta
pedagógica excepcional al servicio de los objetivos de educar en derechos humanos.
28
Bibliografía
Referencias en Internet
29
Objetivos
• Reconocer conceptos de derechos humanos e identificar elementos para construir un concepto propio.
• Conocer las características y dimensiones de los derechos humanos.
• Reconocer la responsabilidad de distintos actores frente a los derechos humanos.
Para crear un ambiente de confianza y ayudar a que el grupo recuerde los nombres de sus integrantes, puedes realizar la
siguiente dinámica.
Al final realiza algunos gestos característicos de alguna persona y los demás deberán de adivinar de quien
se trata.
30
“Aquellas condiciones de vida sin las cuales, en cualquier fase histórica de una sociedad, los hombres no pueden dar de sí
lo mejor que hay en ellos como miembros activos de la comunidad, porque se ven privados de los medios para realizarse
plenamente como seres humanos.”
UNESCO
“Un conjunto de facultades e instituciones que en cada momento histórico concreta las exigencias de la libertad y la igualdad
humana, las cuales deben ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel nacional e internacional”
Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria O.P” A.C.
“Conjunto de condiciones de vida indispensables para potenciar de manera integral al ser humano, cuyo reconocimiento ju-
rídico y ético es resultado de procesos de lucha y de conquistas sociales que los pueblos y grupos histórica y continuamente
llevan a cabo, a fin de lograr la libertad, igualdad, equidad y dignidad humanas”.
Área de Educación, Promoción y Difusión
Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria O.P” A.C.
• Dimensión Valoral
Una de las ideas que fundamentan los derechos humanos se relaciona con su carácter de valores fundamentales para la
vida en sociedad. La dolorosa historia de violaciones a la dignidad humana hace patente la necesidad de contar con acuer-
dos básicos de convivencia y de construir paulatinamente una ética común que oriente y establezca límites de responsabi-
lidad de la acción humana.
Los horrores vividos durante las guerras mundiales, las masacres y la violencia del ser humano contra sí mismo, son llama-
das de alerta para las naciones del mundo. Asimismo alerta la violencia que se ejerce a través de la pobreza, la marginación,
la discriminación, la sobreexplotación, la desigualdad y la opresión. Frente a esto se hacen explícitos ciertos valores funda-
mentales como la libertad, la igualdad, la justicia, la solidaridad o la equidad. En este marco, hablamos de los derechos hu-
manos como un mínimo ético de la humanidad que resume los valores principales para una convivencia humana digna.
Movimiento Ciudadano por la Democracia y Amnistía Internacional Sección Mexicana. De Ciudadano a Ciudadano. Formación Cívica y Ética
Ciudadana. Manual de actualización docente. MCD, México, 2001.p.105. No estoy muy segura por qué esta referencia. Creo que así aparece
en la primer versión del manual.
31
• Dimensión Jurídica
Si bien el reconocimiento de los derechos humanos como valores fundamentales representa un avance importante en la éti-
ca mundial, no resulta suficiente. Las buenas intenciones no son garantía para su cumplimiento, por lo que se requiere de un
marco jurídico que permita a los ciudadanos exigir el cumplimiento de esos derechos ante la autoridad, con un fundamento
concreto que le otorgue legitimidad. Así los principios fundamentales de los derechos humanos se expresan en leyes y ad-
quieren un carácter normativo, que obliga a la autoridad a cumplirlos y hacerlos cumplir.
• Dimensión Histórico-Política
Los Derechos Humanos, al igual que toda idea derivada de las relaciones humanas, deben concebirse en una perspectiva
dinámica. La aparición de los derechos humanos no es un hecho natural sino social. Su reconocimiento no es concesión,
sino conquista de la humanidad.
Responden a la necesidad de crear condiciones que favorezcan el respeto a la vida, la libertad y la justicia. Las necesidades
no son estáticas ni inmutables, sino que cambian y se amplían de acuerdo a las condiciones imperantes en un determinado
momento histórico, social y político. Los individuos y grupos sociales reivindican estos derechos en la medida que no exis-
ten condiciones básicas para una vida de calidad y que el ejercicio autoritario del poder, la pobreza, la falta de democracia
aparecen como ambiente cotidianos para un alto porcentaje de la población mundial. Por ello es fundamental enfatizar la
dimensión social y política de este campo los derechos humanos: tienen el valor intrínseco del ser humano, pero son esen-
cialmente construcciones sociales producto de luchas históricas por su reivindicación.
• Inalienables e Intransferibles
La persona no puede, sin afectar su dignidad, renunciar a sus derechos o negociarlos. Tampoco el Estado ni ninguna autori-
dad puede disponer de los derechos de los ciudadanos. Se entiende que en situaciones extremas algunos derechos pueden
ser limitados o suspendidos pero nunca alineados (eliminados, extinguidos).
• Inherentes
Todas las personas nacemos con derechos que nos pertenecen por nuestra condición de seres humanos. Su origen no es
el Estado o las leyes, decretos o títulos, sino la propia naturaleza o dignidad de la persona humana. Por eso cuando una ley
viola los derechos humanos se la considera nula (sin valor) por que va contra la misma naturaleza humana.
• Universales
Todas las personas gozamos de los mismos derechos independientemente de la raza, el sexo, la cultura, la religión, la na-
cionalidad o el lugar en que habitemos. Todos y todas tenemos dignidad y nadie puede estar excluido o discriminado del dis-
frute de sus derechos, para ejercerlos y disfrutarlos existen diversidad de formas de ser, vivir y pensar.
• Indivisibles e Interdependientes
Los derechos humanos están relacionados entre sí. Es decir, no podemos hacer ninguna separación ni pensar que unos
son más importantes que otros. La negación de algún derecho en particular significa poner en peligro el conjunto de la dig-
nidad de la persona .
Ibid. P 107-108
Amnistía Internacional Sección Mexicana, Manual de técnicas para la Educación en Derechos Humanos. Promotoras y Promotores Juveniles,
32
La Falta Administrativa es una conducta que altera el orden público que, de ninguna manera, daña gravemente la propie-
dad, la salud o las posesiones de las personas. Las faltas administrativas están contempladas en los reglamentos de policía
y buen gobierno de los municipios. Pueden ser castigadas con un arresto que no sobrepasa 36 horas y/o con una multa (la
autoridad tiene la obligación de entregar un recibo por el monto de ella). Los cuerpos policíacos auxiliares, de seguridad o
protección son los responsables de velar por la seguridad pública. Siempre deberá de existir alguna autoridad encargada de
calificar la falta de acuerdo al reglamento vigente.
El Delito es una conducta que sí daña gravemente la propiedad, las posesiones, la salud o la integridad de las personas o
de la comunidad. Son responsables de un delito la persona o las personas que lo cometen y/o los autores intelectuales. Se
castiga con multa y/o privación de la libertad. Esta última no podrá exceder de 50 años. El Ministerio Público y la Policía Ju-
dicial son quienes tienen la obligación de investigar los delitos. Al poder judicial le toca juzgar y sancionar esas conductas.
Las violaciones a los derechos humanos son acciones donde los funcionarios públicos o autoridades abusan del poder que
tienen, cuando niegan derechos que las personas tienen o cuando amenazan con negarlos. El Estado es responsable de la
actuación de sus funcionarios y tiene el deber de investigar y sancionar a las autoridades que abusen de su poder. Si el Es-
tado no respeta y garantiza los derechos humanos, o si no sanciona a los responsables de violarlos, entonces se convierte
en un Estado violador de los derechos humanos.
Aquiescencia.
Cuando una persona sin ser autoridad del gobierno afecta la integridad física o moral, con el consentimiento de algún poli-
cía, personal del ministerio público o juez.
Omisión.
Cuando alguna autoridad del gobierno conoce o sabe de acciones que perjudiquen la integridad física y mental de cualquier
persona o grupo y no hace nada para detenerlo o prevenirlo.10
Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todos” para Defender Mejor, Guía práctica para la acción
ciudadana de defensa y promoción de los derechos humanos, México 1994 p 9.
10
Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria O.P.” A.C. Cartilla de Derechos Humanos, México, 2004. p 4.
33
Con el objetivo de la ganancia, las empresas privilegian el interés comercial ante cualquier otro, inclusive los derechos hu-
manos. Frecuentemente las causas de violaciones a los derechos humanos se relacionan con actividades empresariales.
De tal forma, es importante identificar la responsabilidad de estos actores en materia de derechos humanos, sin dejar de
lado el papel principal del Estado.
En agosto de 2003 la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos de la ONU aprobó las “Normas
sobre las responsabilidades de las empresas trasnacionales y otras empresas comerciales en la esfera de los derechos hu-
manos”. Antecedido por diversas iniciativas de la sociedad civil contra los abusos a los derechos humanos cometidos por las
empresas, dicho documento brinda una plataforma común e integral sobre responsabilidades en ese sentido.
Las Normas de la ONU refieren la responsabilidad de los Estados de velar porque las empresas respeten los derechos hu-
manos, así como la obligación de las empresas, dentro de sus esferas de actividad e influencia, de promover y proteger los
derechos humanos. Señalan que las empresas deben garantizar la igualdad de oportunidades y de trato, fomentando la no
discriminación. Sobre el derecho a la seguridad personal, “(las empresas) no cometerán actos que constituyan crímenes de
guerra, crímenes de lesa humanidad, genocidio, tortura, desapariciones forzadas, trabajo forzoso u obligatorio, toma de re-
henes, ejecuciones sumarias o arbitrarias, violaciones del derecho humanitario o delitos internacionales de otra índole… ni
se beneficiarán de esos actos”.
Acerca de los derechos de los trabajadores, las Normas mencionan varias obligaciones de las empresas: no recurrir al traba-
jo forzoso u obligatorio; respetar los derechos de los niños a ser protegidos de la explotación económica; generar un entorno
laboral seguro y saludable; pagar a los trabajadores una remuneración que les garantice un nivel de vida adecuado para sí
y sus familias; y garantizar la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.
En otro apartado se habla del respeto de la soberanía nacional y de los derechos humanos; puntualizando que las empre-
sas no ofrecerán, prometerán, darán, aceptarán, condonarán, aprovecharán a sabiendas ni pedirán ningún soborno u otra
ventaja indebida. Además se abstendrán de realizar cualquier actividad que apoye, solicite o aliente a los Estados o a cua-
lesquiera otras entidades a que violen los derechos humanos; y procurarán que los bienes y servicios que presten no se uti-
licen para violar los derechos humanos. Al final otras secciones se refieren a la protección del consumidor y a la protección
del medio ambiente.
Para reforzar en la exposición la parte de violación a los derechos humanos y responsabilidades de las empresas sugerimos
realizar la actividad siguiente.
Duración: 30 minutos.
Desarrollo: Previo a la sesión selecciona algunas imágenes donde se observen situaciones de falta adminis-
trativa, delito y violación a los derechos humanos. Por ejemplo:
34
Falta administrativa: pasarse un alto, orinar en la calle, tirar basura, fumar en lugares prohibidos, etcétera.
Delito: robo, allanamiento de morada o lesiones entre particulares, homicidio, etcétera.
Violación a los derechos humanos: pobreza, marginación, represión, tortura y homicidios cometidos por auto-
ridades, desempleo, etcétera.
Responsabilidad de las empresas: trabajo infantil, contaminación industrial, producción de transgénicos, uso
de químicos dañinos, afectación del medio ambiente, despojo de tierras, etcétera.
En plenaria presenta las imágenes frente al grupo y pídeles que hagan una descripción y entre todos definan
de qué situación se trata.
Reflexión: Motiva que los participantes comenten sobre el hecho, los actores involucrados, los responsables
del daño y la forma en que se afecta la dignidad de las personas.
La documentación es la base de todo el trabajo. Cuando sabemos de una violación de derechos humanos es
necesario en primer lugar establecer un orden para la clasificación de la información. Este orden comienza
con un formato específico que contiene una guía para la recopilación de datos. A esta guía, la CMDPDH le
llama Ficha de Documentación.
Este formato de documentación debe contener información veraz y lo más precisa posible sobre el caso al
que se refiere, ello facilitará su curso y proporcionará los elementos para realizar acciones tendientes a obte-
ner justicia ante tal violación.
La ficha de documentación es un instrumento flexible y que puede cambiar dependiendo de las circunstancias
donde tengan lugar los hechos. Por ello, el formato que aquí se presenta es sólo un ejemplo modificable que
conviene revisar periódicamente para adecuarlo a nuevas circunstancias.
De cualquier forma, siempre debe contener algunos datos mínimos que a continuación se enumeran:
- datos completos de la víctima (nombre, edad, dirección, ocupación, actividad política o social, pertenencia
étnica);
11
Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, A.C. “Procedimientos de Defensa de los Derechos Humanos: Técnicas
de Respuesta Rápida y Mecanismos Internacionales de Protección a los Derechos Humanos.” p. 29
35
- trámites realizados ante las instancias de justicia correspondientes (qué instancia y número de expediente
si lo hay);
- un relato conciso, en la medida de lo posible, de las circunstancias en las que ocurrieron los hechos (¿cómo?
¿cuándo? ¿dónde? ¿quién?), es importante anotar los antecedentes si los hay;
En caso de violación a los derechos humanos las personas pueden acudir a denunciar al Ministerio Público y si no son to-
madas en cuenta pueden ir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, o a las Comisiones Estatales, que en el caso del
Distrito Federal debes asistir a la Comisión de Derechos Humanos del D.F.
Para cumplir con este objetivo, la CNDH tiene, entre otras las siguientes atribuciones:
• Recibir quejas sobre presuntas violaciones a los derechos humanos, y
• Conocer e investigar presuntas violaciones a los derechos humanos.
En los casos antes mencionados, la CNDH tiene competencia para conocer las quejas relacionadas con presuntas violacio-
nes a derechos humanos en cualquier lugar del territorio nacional.
12
Comisión Nacional de Derechos Humanos. www.cndh.org.mx
36
La CNDH recibe y atiende las reclamaciones o quejas urgentes durante las 24 horas del día los 365 días del año en los nú-
meros telefónicos 56 81 81 25 extensiones 1127 y 1129; y 56 81 51 12 ó 56 81 81 25 extensiones 1123 y 1242. Fax 56 81
84 90.Teléfono de larga distancia gratuita 01 800 715 2000.
Periférico Sur No. 3469, Colonia San Jerónimo Lídice, Delegación Magdalena Contreras; CP 10200; México D.F.
Av. Universidad No. 1449, Col. Florida, Pueblo de Axotla, C.P. 01030, Delegación Álvaro Obregón, México D.F.
Teléfono: 52-29-56-00 [email protected]
Organizaciones Civiles
13
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. www.cdhdf.org.mx
37
Red Nacional de Organismos Civiles “Todos los Derechos para Todas y Todos”
Patricio Sanz No. 449
Col. Del Valle
CP. 06700, México D.F.
Tel. y Fax 55 23 99 92
[email protected]
Bibliografía
• Beuchot, Mauricio. Derechos Humanos. Historia y Filosofía. Biblioteca de Ética, Filosofía del Derecho y Política.
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• Donaires Sánchez, Pedro. Los derechos humanos, en Filosofía y Derecho. Revista temática de filosofía del derecho,
2002.
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• Escalona Martínez, Gaspar. La naturaleza de los derechos humanos, en: Gómez Sánchez, Yolanda (coordinadora),
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• Leath, Levin. Derechos Humanos. Preguntas y respuestas. Ed. UNESCO.1999.
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• Paine, Thomas. Los Derechos del Hombre. Fondo de Cultura Económica. México, 1996.
• Red Internacional DESC. Las Normas de Naciones Unidas sobre las Responsabilidades de las Empresas en la
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• Squella, Agustín. Positivismo Jurídico, Democracia y Derechos Humanos. Biblioteca de Ética, Filosofía del Derecho
y Política. 2da edición. 1998.
• Universidad Autónoma de Puebla. Derechos Humanos. Lecturas. Tronco Común. Puebla 1998.
Referencias en internet
38
Objetivos
• Reflexionar sobre la universalidad de los principios éticos y valores que se construyen en el ámbito de los derechos
humanos.
• Conocer los mecanismos jurisdiccionales y no jurisdiccionales universales y regionales de protección a los derechos
humanos.
Dependiendo del grupo, es recomendable realizar actividades de distensión o relajamiento durante las sesiones, sobre todo
cuando se trata de temas amplios y con mucha información. Aquí te sugerimos una actividad divertida, que puede servir.
La Roña Cariñosa
Objetivo: Crear un espacio de distensión e integración entre las y los asistentes.
Duración: 15 minutos
Desarrollo: Es importante que esta actividad la lleves a cabo en un lugar amplio, en donde las y los asisten-
tes puedan correr.
La dinámica consiste en que una de las personas tendrá la roña y se la pasará a otra cuando la toque, así que,
todos evitarán ser tocados corriendo por todo el lugar. Indícales que cuando hayan sido tocados por quien
tiene la roña deberán estirar sus brazos al frente como señal de estar “encantados” y será entonces cuando
uno de sus compañeros deberá “desencantarlos” pasando por debajo de sus brazos y dándoles un beso en
la mejilla.
Te recomendamos que remplaces paulatinamente y de manera voluntaria a la persona que tenga la roña.
Reflexión: Una vez que se haya terminado el juego puedes empezar una pequeña reflexión pre-
guntándoles cómo se sintieron al estar en contacto físico con sus compañeros.
14
Agradecemos el apoyo de Angélica Pérez Gay para la realización de este capítulo.
39
Duración: 45 minutos.
Material: Papelógrafos, plumones, hojas blancas y sobres con papelitos donde se especifiquen roles: muje-
res, población infantil, pueblos indígenas, personas con discapacidad, etcétera.
Desarrollo: Divide al grupo en dos equipos y reparte los papelógrafos y plumones. Comenta que han llegado
a un nuevo planeta con características similares a las de la Tierra. El planeta está deshabitado y el grupo for-
ma parte de los seres humanos que van a vivir ahí. Hay que discutir y decidir sobre:
- ¿Cuáles son las necesidades básicas que debería satisfacer y/o reconocer la forma de gobierno que se
estableciese?
- ¿Qué garantías básicas sobre sus derechos desearían o necesitarían sus habitantes?
- ¿Cómo serían las reglas de organización y convivencia entre los habitantes?
Pasados veinte minutos, da a cada persona un sobre cerrado (estos sobres deberás hacerlos previo a la se-
sión) con el rol que les toca desempeñar en ese nuevo planeta. Ya que conocen su nuevo rol pide que revisen
sus reglas de convivencia, en caso de que deseen hacer modificaciones lo pueden hacer.
Cuando hayan terminado, organiza una plenaria donde deberán presentar sus trabajos y explicar sus modi-
ficaciones.
Reflexión: Pregunta cómo se sintieron en la dinámica. Algunas preguntas guía para la plenaria pueden ser:
- ¿Hay derechos de la Declaración Universal que no se han seleccionado para el nuevo planeta? ¿Por qué?
- ¿Qué mecanismos y procedimientos serían necesarios para asegurar el respeto de estos derechos a nivel
planetario?
- ¿Qué tanto cambiaron sus reglas después de conocer quienes eran en ese momento? ¿Se sintieron real-
mente incluidos en ellas? ¿Por qué?
Para finalizar, reflexionen sobre la importancia de las leyes, reglamentos, instituciones y normas de convivencia integrales
e incluyentes en una sociedad para vivir con justicia y dignidad. También, sobre la solidaridad que debe haber entre las per-
sonas y los pueblos del mundo.
15
Adaptación de www.edualter.org/material/ddhh/sedupaz.htm
40
Es así como se crearon, en 1945, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Ameri-
canos (OEA) en 1948. Estas instancias establecieron mecanismos para la protección de los derechos de toda persona hu-
mana, sin importar su sexo, raza, credo, edad, o nacionalidad.
Así, se han creado diferentes organismos de protección, supervisión y control de los derechos humanos, que permiten verificar
si los Estados miembros cumplen con los compromisos adquiridos al momento de ser parte de esas organizaciones. También,
han establecido procedimientos que permiten que las víctimas denuncien ante distintas entidades intergubernamentales a
los Estados que violan los derechos reconocidos en los tratados internacionales vigentes en sus respectivos países.
Para mantener la armonía a nivel internacional es importante que todos los Estados cumplan con los convenios internacio-
nales que han firmado o suscrito en materia de derechos humanos y que, por lo tanto, están vigentes en sus territorios.
16
Xilonen Sánchez Salazar (Colaboradora). Alumna de la Escuela para Promotoras y Promotores Juveniles en Derechos Humanos.
17
CDHDF, Visión Mundial, IIDH. Protección de Derechos Humanos- Módulo 1. Tercera Edición, México 2003, pp 44-46.
18
Sistema Universal de Protección de los Derechos Humanos http://www.droitshumains.org/uni/Formation/03Organismes_e.htm#2
19
Los derechos Humanos en la ONU, Juego de lecturas. Lectura 1.
41
Organigrama de las estructuras de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
42
Órganos Intergubernamentales
La Asamblea General es el primer órgano de deliberación de la ONU. Integrada por 186 Estados Miembros, la Asamblea
examina las cuestiones de derechos humanos que le son sometidas por su Tercera Comisión o por el Consejo Económico
y Social (ECOSOC) y emite dictámenes al respecto.
El Consejo Económico y Social presenta recomendaciones a la Asamblea General sobre los derechos humanos. Para ayu-
dar a la Asamblea en sus trabajos, el Consejo ha creado la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer y la Co-
misión de Prevención del Delito y Justicia Penal.
El Consejo de Derechos Humanos queda establecido el 15 de marzo de 2006. Es un órgano subsidiario de la AG y tiene de
esta manera un estatuto institucional más elevado. Está encargado de la promoción del respeto universal y la protección de
todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, sin ningún tipo de distinción en toda justicia y equidad, indica
explícitamente que los derechos humanos son uno de los tres pilares de las Naciones Unidas junto al desarrollo, a la segu-
ridad y a la paz. El Consejo sustituye a la Comisión de Derechos Humanos y tiene su sede en Ginebra.
43
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
En 1997 se llevó a cabo una reestructuración fundamental del programa de derechos humanos de las Naciones Unidas,
con el objetivo de fortalecer su influencia en la coordinación de las actividades de derechos humanos en todo el sistema. El
Secretario General fusionó la Oficina del Alto Comisionado y el Centro de Derechos Humanos en un solo programa de de-
rechos humanos: la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, cuyo propósito es
“dirigir el movimiento internacional de derechos humanos desempeñando la función de autoridad moral y portavoz de las
víctimas”20.
Mecanismos Convencionales. Órganos o comités creados en virtud de los propios tratados. Su función es supervisar la
aplicación de los respectivos tratados examinando los informes que presentan los Estados en cumplimiento de lo dispuesto
en los mismos. Estos órganos procuran establecer un diálogo constructivo con los Estados Partes para ayudarles a cumplir
con las obligaciones que les imponen los tratados, y mediante sugerencias y recomendaciones les orientan respecto de las
actividades futuras. Asimismo, el Comité de Derechos Humanos, el Comité contra la Tortura y el Comité para la Eliminación
de la Discriminación Racial también aceptan denuncias de particulares sobre la violación de los derechos humanos por los
Estados Partes y emiten dictámenes al respecto.
Los Mecanismos Extra-convencionales. Sistema de verificación independiente del marco de los tratados. Éstos han sido
confiados a grupos de trabajo integrados por relatores especiales, representantes o expertos que actúan a titulo personal.
Cabe resaltar la importancia de la participación de las organizaciones de la sociedad civil, regionales e internacionales, que
promueven reportes anuales sobre la situación de los derechos humanos.
Los mandatos conferidos a esos procedimientos y mecanismos consisten en examinar y vigilar la situación de los derechos
humanos en países o territorios específicos (los llamados mecanismos o mandatos por país), o los fenómenos importantes
de violaciones de los derechos humanos a nivel mundial (los mecanismos o mandatos temáticos), y en ambos casos informar
públicamente al respecto. Esos procedimientos y mecanismos se denominan colectivamente Procedimientos Especiales de
la Comisión de Derechos Humanos. Naciones Unidas depende cada vez más de este tipo de mecanismos.
Esos procedimientos pueden aplicarse con relación a los Estados Partes que han hecho la ratificación (en el caso del Pro-
tocolo Facultativo) o una declaración bajo el artículo apropiado (en el caso de las mencionadas Convenciones) en donde re-
conocen la competencia del órgano que supervisa la aplicación del tratado pertinente para recibir y examinar las denuncias.
44
Las denuncias pueden dirigirse también a los mecanismos extra convencionales o al Grupo de Trabajo sobre Comunicacio-
nes de la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos.
Dicho sistema se inició formalmente con la aprobación de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hom-
bre, adoptada en la IX conferencia Internacional Americana que se celebró en Bogotá, Colombia, en 1948, donde también
se creó la Organización de Estados Americanos (OEA). En dicha conferencia se reunieron la mayor parte de los países del
continente americano, y evaluaron la importancia de crear un órgano regional que respondiera a las necesidades del con-
tinente, tales como: solucionar conflictos entre los países, mantener la paz y seguridad del continente, defenderse en caso
de agresión, promover el desarrollo económico, social y cultural de los países americanos, así como definir los derechos hu-
manos que los Estados ratificantes se comprometerían a respetar y garantizar.
Ante la necesidad de codificar y reglamentar los derechos humanos en un instrumento jurídico que no sólo fuera declarativo,
en 1969 se aprobó la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Este hecho transformó la estructura institucional
del sistema interamericano, ya que establece la obligación de los Estados parte de respetar los derechos en ella reconoci-
dos, así como los medios para protegerlos. Crea además la Corte Interamericana de Derechos Humanos y define atribu-
ciones y procedimientos tanto de la Corte como de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, los dos pilares que
sostienen el Sistema Interamericano.
45
miembros independientes elegidos por la Asamblea General, quienes se desempeñan en forma personal y no representan
a ningún país en particular.
La Convención Americana tiene a la fecha dos protocolos adicionales: el Protocolo Adicional a la Convención Americana so-
bre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador”, suscrito
el 17 de noviembre de 1988, y el Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Aboli-
ción de la Pena de Muerte, suscrito en Asunción, Paraguay, el 8 de junio de 1990.
21
Comisión Interamericana de Derechos Humanos http://www.cidh.org/que.htm
46
Actividades
La competencia de la Corte está establecida en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y se instrumenta sobre
la base de su Estatuto, aprobado mediante resolución número 448 por la Asamblea General de la OEA en La Paz, Bolivia,
en 1979, que le otorga a la Corte funciones jurisdiccionales y consultivas. Las primeras se refieren a la resolución de conflic-
tos (función contenciosa) y a la adopción de medidas provisionales. La segunda se refiere a la emisión de opiniones sobre
asuntos planteados ante la Corte por Estados miembros u órganos de la OEA.
Función Contenciosa
La función contenciosa de la Corte se ejerce en la resolución de casos en los que se alegue que uno de los Estados Partes
ha violado la Convención. De acuerdo con ésta, la Corte puede conocer casos que sean presentados por un Estado Parte
o por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El individuo no está facultado para llevar un caso a la Corte. No
obstante, cualquier persona o grupo de personas, o entidad no gubernamental legalmente reconocida en uno o más Esta-
dos Miembros de la OEA, puede presentar a la Comisión peticiones que contengan denuncias o quejas de violación de la
Convención por un Estado Parte. La Comisión conoce primero acerca de la admisibilidad de la queja. Si ésta es admisible,
una vez comprobados los hechos a que se refiere, se buscará una solución amistosa. De no alcanzarse ésta, la Comisión
redactará un informe que contendrá los hechos y sus conclusiones, que se envía a los Estados interesados.
Finalizado este trámite, el caso puede ser sometido a consideración de la Corte, la cual tiene autoridad para disponer que
se garantice al lesionado el goce del derecho conculcado y el pago de una justa indemnización si ello fuera procedente. El
fallo emitido por la Corte es definitivo e inapelable. En caso de desacuerdo sobre el sentido o alcance del fallo, la Corte lo in-
terpretará a solicitud de cualquiera de las partes, siempre que dicha solicitud se presente dentro de los noventa días a partir
de la fecha de la notificación del fallo.
Función Consultiva
Los Estados Miembros y los órganos de la OEA, en lo que les compete, pueden consultar a la Corte acerca de la interpreta-
ción de la Convención o de otros tratados en lo relativo a la protección de los derechos humanos en los Estados americanos.
La competencia consultiva también faculta a la Corte a emitir, a solicitud de un Estado, opiniones acerca de la compatibilidad
entre cualesquiera de sus leyes internas y la Convención u otros tratados sobre derechos humanos.22
22
American University Washington College of Law http://www.wcl.american.edu/humright/hracademy/corteidh/info_general/info_2.html
47
Su naturaleza académica, lo inhibe de investigar casos, de realizar o respaldar denuncias formales contra ningún Estado,
así como de pronunciarse sobre el grado de cumplimiento de un Estado con sus obligaciones internacionales en materia
de derechos humanos. Esta limitación auto impuesta se ha constituido en una eficaz herramienta para el IIDH, pues le ha
permitido ejercer un papel de facilitador del diálogo entre los diversos actores del movimiento de derechos humanos y entre
ellos y las autoridades estatales.
Promueve y fortalece el respeto de los derechos humanos consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Hu-
manos y contribuye a la consolidación de la democracia en la región americana mediante la educación, la investigación, la
mediación política, los programas de capacitación, la asistencia técnica en materia de derechos humanos y la difusión del
conocimiento por medio de publicaciones especializadas. Por ello, la acción se basa en los principios de la democracia re-
presentativa, el Estado de Derecho, el pluralismo ideológico y el respeto de los derechos y libertades fundamentales, a tra-
vés de tres perspectivas transversales: equidad de género; reconocimiento y preservación de la diversidad étnica y cultural;
y fomento de espacios para la participación de la sociedad y su interacción con el Estado.23
El 17 de julio de 1998, en Roma, 160 países decidieron establecer la Corte Penal Internacional con el objetivo de respon-
sabilizar al individuo penalmente de actos que representan un delito contra la humanidad. Esta institución es permanente y
dotada de personalidad jurídica internacional. Complementa los sistemas penales nacionales, ya que sólo actúa cuando los
tribunales nacionales son incapaces de ejercer su mandato o se muestran renuentes a hacerlo. Está vinculada a Naciones
Unidas, en este sentido el Consejo de Seguridad de la ONU tiene la facultad de pedir a la Corte que no inicie o suspenda
una investigación o enjuiciamiento. Pretende que los crímenes contra la humanidad no queden impunes, así como generar
un elemento de disuasión a quien los comete.
Derecho Humanitario
El Derecho Internacional Humanitario (DIH) es un conjunto de normas universales aplicables durante enfrentamientos ar-
mados. Se encaminan a proteger a las personas que no participan en las hostilidades o que han dejado de hacerlo; tanto
en conflictos internacionales como no internacionales (Derecho de Ginebra). Limitan los métodos y medios para hacer la
guerra (Derecho de la Haya).
Las normas estipuladas en el DIH han de ser respetadas no sólo por los Gobiernos y sus fuerzas armadas, sino también
por grupos armados de oposición y por cualquier otra parte en un conflicto. Los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y los
dos Protocolos de 1977 adicionales a éstos son los principales instrumentos jurídicos de derecho humanitario. Sin embar-
go, existen otros textos, como: la Convención de 1972 sobre Armas Bacteriológicas; la Convención de 1993 sobre Armas
Químicas; entre otros.
23
Instituto Interamericano de Derechos Humanos www.iidh.ed.cr
48
Bibliografía
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• Sepúlveda, César. Estudios sobre Derecho Internacional y Derechos Humanos, CNDH, México, 2ª Edición 2000.
Referencias en internet
49
Objetivos
• Que las y los asistentes conozcan la trayectoria y el trabajo del movimiento de derechos humanos en México.
• Que las y los asistentes reflexionen sobre la situación de los Derechos Humanos en México, tomando en cuenta
el contexto mundial.
Duración: 15 minutos
Material: Sillas. El número de sillas dependerá del número de participantes, todos menos uno debe tener una silla.
Desarrollo: Los participantes forman con sus sillas un círculo y se sientan en ellas. En este caso puede co-
menzar el facilitador de pie en el centro del círculo, éste será quien comience el juego.
El juego comienza cuando la persona que está en el centro pregunta a uno de los que se encuentra sentado
en el círculo ¿Te gustan tus vecinos? Si la persona responde afirmativamente el que está en el centro deberá
repetir la pregunta a alguien más. Si la persona responde negativamente, entonces quien está en el centro
debe preguntarle ¿A quiénes te gustaría tener como vecinos? Ésta persona debe entonces escoger a dos de
sus compañeros para que se coloquen a la derecha y a la izquierda de él, éstas dos personas tratarán de cam-
biar lugares con los que estaban originalmente en esos asientos. La persona que está en el centro tratará de
aprovechar cuando uno se levante para ocupar su lugar. El que quede de pie continuará el juego.
Sociodrama
Objetivo: Mostrar elementos para el análisis de la situación de los derechos humanos en nuestro país.
Desarrollo: El sociodrama es una actuación en la que utilizamos gestos, acciones y palabras. Debemos tener
muy claro el tema que se va a presentar y por qué en ese momento.
Forma equipos de 8-10 personas y solicita que platiquen cómo ven la situación de los derechos humanos en
México. Algunas preguntas que pueden utilizar como guía son:
- ¿Cuál consideras que es la prioridad en materia de derechos humanos actualmente en México?
- ¿A quién afecta principalmente la violación de derechos humanos en México?
- ¿Cuál crees que es la causa principal que atenta contra los derechos humanos en México?
50
Pasados 15 minutos los equipos elaboran una historia o argumento, a partir de su conversación. Se acomodan
los hechos o situaciones que comentaron, para ver en qué orden se van a representar. Se definen los perso-
najes de la historia, quién va a representar cada personaje y en qué momento tiene que actuar. Una vez que
tienen la historia, se recomienda hacer un breve ensayo.
Es importante hablar con voz fuerte y clara, un poco pausado para que los demás nos comprendan, además
de no interrumpirnos y hacer expresiones, movimientos y gestos que refuercen las palabras. Se pueden utilizar
materiales accesibles que hagan más real la actuación y letreros para indicar lugares, tiempos, etcétera.
Cierre del tema: Después de ver todos los sociodramas, pide a cada equipo que comparta qué fue lo que in-
tentaron comunicar con la representación. Subraya las coincidencias y elementos complementarios que mues-
tren el diagnóstico que hace el grupo sobre la situación de los derechos humanos en México. También, puede
hacerse una clasificación de los comentarios por rubros: económico, político, social, cultural, ambiental, etcé-
tera, que ayude a sistematizar el diagnóstico.
Para que la exposición de la lectura “Las organizaciones civiles y los movimientos sociales” sea dinámica, te sugerimos rea-
lizar la actividad “Línea del tiempo”.
Duración: 45 minutos.
Desarrollo: Previo a la sesión prepara tu lectura, ubica los acontecimientos históricos relevantes que en ella
se mencionan y su relación con los derechos humanos. Durante la sesión, en plenaria, motiva al grupo para
que construyan una línea del tiempo con las luchas sociales que se han dado por algún derecho humano en
México. A partir de la lectura, resalta y profundiza en algunas etapas. Guía las participaciones para que vincu-
len cada suceso con la defensa de algún(os) derecho(s) humano(s).
Reflexión: Esta línea del tiempo es sólo una propuesta que quizás no contenga todas las luchas sociales. El
o la promotora y el grupo podrán sumar o dar importancia a otras luchas que no hayan sido mencionadas.
Después de hacer el recuento histórico, te sugerimos que hagas una exposición breve de la situación actual de los derechos
humanos en nuestro país. Para ello, la lectura “Información de Amnistía Internacional para el Examen Periódico Universal de
la ONU” puede ser de utilidad para presentar algunas noticias y referencias sobre el estado que guardan los derechos huma-
nos en México. Sin embargo, consideramos importante que para la exposición de este tema consultes los informes anuales
y temáticos que periódicamente elaboran las organizaciones de la sociedad civil a nivel nacional e internacional.
51
Para cerrar la sesión de manera creativa y propositiva, te sugerimos realizar el ejercicio “Campaña de difusión”
Campaña de difusión
Objetivo: Conocer distintas estrategias para difundir la situación de los derechos humanos en México.
Tiempo: 45 minutos.
Desarrollo: Forma cuatro equipos de trabajo y solicítales que a partir de lo abordado en la sesión elaboren
distintos materiales y estrategias para armar una campaña.
Equipo 1: Redacten un boletín de prensa que se difunda en diversos medios de comunicación impresos y
electrónicos.
Equipo 2: Elaboren una cápsula radiofónica para difundirla en distintas estaciones de radio y a través de in-
ternet.
Equipo 3: Armen una mesa de difusión que se instale en espacios públicos, como parques, jardines, plazas,
mercados, bibliotecas, etcétera.
Equipo 4: Diseñen una imagen, cartel, logotipo, etcétera que represente la campaña.
Pasados 20 minutos, pide que los equipos expongan sus propuestas en plenaria para que el grupo comente
y haga sugerencias.
Cierre: A manera de reflexión comenta que es importante conocer y emplear distintos mecanismos de difu-
sión para dar a conocer situaciones, casos, acciones, temas, etcétera en el campo de los derechos humanos.
Organizarnos y establecer redes y alianzas con otros grupos, colectivos y personas especializadas es funda-
mental para potenciar nuestro trabajo como promotoras y promotores de derechos humanos.
24
Movimiento Ciudadano por la Democracia. Recopilación de Margarita Argot. http://www.laneta.apc.org/mcd/seminario/civiles.htm
52
La búsqueda de una identidad y posicionamiento propio de las organizaciones civiles ha sido, sin duda, permeada por una
trayectoria de relación fusionada con otros actores sociales. Actualmente, las OSC tienen una identidad en sí misma, dife-
renciada en el contexto de otros actores sociales y políticos de nuestras sociedades, no obstante, nuestra historia y misión
nos ha mostrado que la construcción colectiva y nuestro aporte están y seguirán estando presentes al lado de los movimien-
tos sociales.
Con el fin de documentar algunos elementos de la relación entre las OSC y los movimientos sociales a continuación repro-
ducimos fragmentos de un trabajo escrito por Rafael Reygadas y que nos puede ayudar a formular nuestras interrogantes
y enriquecer el debate en esta mesa:
La historia particular de las OSC mexicanas forma parte de las luchas del conjunto de la sociedad por su autonomía, por for-
jar una nación soberana, sustentable, democrática, pluriétnica, y respetuosa de la diversidad.
A partir de dinámicas históricas internas a los mismos movimientos sociales y de claves de significación que elucidan y ana-
lizan complejas constelaciones de relaciones entre diversos actores, podemos caracterizar cuatro periodos básicos en los
que nos interesa develar el papel de las organizaciones civiles: imaginar la democracia y la autonomía (1956-68); movimien-
tos sociales y organizaciones civiles(1969-1981); crisis e iniciativas políticas (1982- 1988); movimientos ciudadanos e indí-
genas (19989-2001).
Paralelamente a estas luchas y movimientos generados entre obreros y estudiantes, partiendo de la misma matriz sociohis-
tórica y de cierta distancia que la iglesia tenía frente al contexto Concilio Vaticano II (1960-64) y de la Conferencia Episco-
pal Latinoamericana (CELAM) de Medellín, Colombia, realizada en 1968, el Secretariado Social Mexicano (SSM), órgano
oficial de la pastoral social de la iglesia católica presidido por el Padre Pedro Velásquez, fundó y promovió por todo el país
un conjunto de organizaciones sociales, predominantemente laicales, que en calidad de nuevos sujetos y movimientos con-
formaron asociaciones civiles, uniones, cajas de ahorro y crédito, frentes, cooperativas de producción, asociaciones de pro-
fesionistas, y muchas otras formas de articulación civil, que se fueron asumiendo a sí mismas de manera autónoma, tanto
25
El analizador histórico es un concepto que permite aproximarse a un determinado periodo buscando claves de sentido intrínsecas a los procesos
sociales; el concepto surge de la lógica misma de los acontecimientos; permite abordar la complejidad de las relaciones, dinámicas y la transver-
salidad en que están implicados los diferentes actores de los procesos económicos, políticos y culturales de determinada época. El analizador
histórico hace posible que la determinación del tiempo en un núcleo de problemas no sea pautada de antemano por circunstancias externas,
sino a partir de articuladores internos de los procesos, que marcan su inicio, si desarrollo, sus conflictos y repercusiones. Así, la lógica interna
de los acontecimientos proviene de los vínculos intrínsecos entre actores, proyectos, prácticas sociales y hechos que descubren y analizan las
implicaciones profundas, a menudo ocultas, los compromisos, los intereses en juego, así como las consecuencias derivadas de sus prácticas
y de los nuevos contextos que resultan de las modificaciones de los escenarios que las mismas acciones producen. Manero Brito, Roberto.
“Introducción al análisis institucional” Tramas 1, UAM- Xochimilco, México, 19900, núm. 1, pp. 143-145
53
frente a la jerarquía católica como frente al gobierno y al PRI, estableciendo sus propios objetivos, estructuras, órganos de
decisión y estrategias de acción. 26
El movimiento del 68, por sus demandas, apareció como continuidad y reminiscencia de las luchas sociales y sindicales que
le precedieron; a través de sus prácticas, dirigidas a la gente en lenguaje cotidiano, fue instituyendo un imaginario social au-
tónomo que analizó desde sus raíces los pactos y comportamientos subordinados a los encargos gubernamentales. Desde
sus aspiraciones utópicas, cuestionó profundamente el autoritarismo, habló de diálogo, ejerció en los hechos sus propias
concepciones y soñó con relaciones democráticas entre el gobierno y el conjunto de la sociedad.
El movimiento estudiantil popular no solo abrió inmensos espacios para el desarrollo de la sociedad civil, sino que fue en sí
mismo movimiento de la sociedad civil y sociedad civil en movimiento, tomando la estafeta de las luchas posrevolucionarias
contra el autoritarismo presidencialista.
El movimiento estudiantil se enfrentó a un poder ejecutivo que estaba respaldado por reacios mecanismos, estructuras y
prácticas de control económico y político de la sociedad, como la capacidad de utilizar a la prensa y los medios de comu-
nicación electrónicos bajo las órdenes de la Secretaría de Gobernación, de alentar a la Confederación de Trabajadores de
México (CTM) contra los estudiantes, la capacidad de disponer de las fuerzas armadas; pero también se enfrentó al poder
simbólico, configurado por significaciones y representaciones que las instituciones autoritarias habían venido estableciendo
bajo la forma de coacción y dominio sobre el conjunto de la sociedad.
Por otra parte, instaló un imaginario alternativo: eran posibles otro tipo de vínculos sociales, otra forma de ejercicio de
la autoridad, otro posicionamiento de la ciudadanía, otro rol de los estudiantes en la sociedad, otra función del poder le-
gislativo, otras preguntas desde donde partiera la educación, en fin, otro paradigma de las relaciones entre sociedad y
gobierno.
Es por todo esto que el movimiento estudiantil de 1968 ha sido considerado el parteaguas de la sociedad mexicana moderna
y el inicio de la transformación de un régimen autoritario28, corporativo, presidencialista y de partido de estado.29 Las conse-
cuencias del 68 en la vida nacional del último tercio del siglo XX son hoy evidentes.
Así pues, en un país demasiado acostumbrado al autoritarismo y a formas de vasallaje social y político, centrado en desple-
gar solamente iniciativas originadas en el poder estatal.
26
Escontrilla hace un detallado estudio de los procesos sociales que estuvieron en la génesis de la autonomía del Secretariado Social Mexicano
en estos años cruciales del autoritarismo mexicano. Se puede consultar. Escontrilla Valdez, Hugo Armando. El secretariado Social Mexicano.
Los orígenes de la autonomía, 1965- 1973, Instituto José María Luis Mora, México, 2000, pp, 45- 96.
27
El término eco es empleado por Henri Desroches, citando a Durkheim y se refiere a las formas como las acciones y sentimientos de hechos
pasados se evocan e inciden en el presente en forma de memoria colectiva o recuerdo, construyendo nuevas significaciones sociales imaginarias
y movilizando actores en el presente. Desroche, Henri. Sociología de la esperanza, Herder, Barcelona, 1978, p. 39.
28
Linz, Juan. “Totalllitarian and Authoritharian Regimes”, Handbook of Political Science, vol,.3. Estudio dirigido por Fred I. Greenstein y Nelson W.
Polsby, Reading, Mass. Addison- Wesley, 1975, pp 175- 411.
29
Meyer Lorenzo. La segunda muerte de la Revolución Mexicana, Cal y Arena, México, 1995, pp. 15-36 y 139- 144.
54
De esta manera, a partir del fracaso de su profecía31, el movimiento estudiantil popular siguió despertando la imaginación
creadora del conjunto de la sociedad civil y despertando genes civiles de autonomía. Fueron surgiendo por oleadas, por re-
sonancia o eco, movimientos, organizaciones sociales y civiles que irrumpieron como sujetos en los más variados terrenos
y sectores: urbano populares, feministas, campesinos, indígenas, religiosos, homosexuales, lésbicos, sindicales, de comu-
nidades cristianas de base, cooperativistas, de educación popular, de derechos humanos, cívicos, indígenas y empresaria-
les, promoviendo e innovando, a través de prácticas sociales creativas, cambios democráticos en las relaciones entre go-
bernantes y gobernados.
Muchos movimientos se dieron en campos a los que difícilmente se podía responder de manera burocrática o formal, pues
se dirigieron a la raíz de profundas problemáticas civilizatorias y culturales para las que no había una respuesta inmediata,
puesto que demandaban un desarrollo sustentable e incluyente, cuestionaban las exclusiones entre hombres y mujeres, y
las relaciones con la naturaleza, cuya armonía ni siquiera se tomaba en cuenta.
Frente a la destrucción del hábitat y del medio ambiente, surgieron los movimientos ecologistas cuestionando los dogmas
del progreso y del mercado, que se consagraban sacrificando el aire, el agua, la tierra, el subsuelo, y la biodiversidad de la
vida sobre el planeta.
Frente al poder patriarcal y la exclusión de las mujeres en la vida pública y del campo de las decisiones políticas, surgieron
los movimientos feministas, rehaciendo la calidad de sujetas de las mujeres, no subordinadas al hombre, dando origen a un
enérgico movimiento de acciones positivas de promoción y trastocamiento profundo de las relaciones patriarcales.
Frente a las dictaduras en otros países latinoamericanos surgieron movimientos de profunda solidaridad y hermanamiento.
Así, ante nuevos retos, fueron surgiendo desde la demanda, desde la periferia de la sociedad, movimientos de nuevo tipo
y nuevas perspectivas.
En 1969 y 1970, el educador de adultos Paulo Freire, exiliado de Brasil por la dictadura militar, visitó México e impartió varios se-
minarios en el Centro de Información y Documentación (CIDOC) de Cuernavaca, Morelos, al que asistieron docenas de jóvenes,
estudiantes, maestros, profesionistas, cristianos que habían vivido el 68 y que buscaban con ahínco propuestas e ideas frescas
para la acción social creativa, comprometida y liberadora. La concepción del hombre y la pedagogía, las prácticas sociales con-
gruentes con ella, ofrecieron a cientos de grupos una visión y una estrategia de transformación social, un mundo simbólico enri-
quecedor, una ética atractiva, un corpus conceptual y teórico novedoso y una metodología consecuente. Así se fue conformando
una corriente, llamada hoy de educación popular, que ha estado en la base del trabajo de cientos de grupos y docenas de miles
de personas en el país, inspirando particularmente a muchas OSC que desplegaron una labor de concientización y politización
entre sectores significativos de la sociedad civil mexicana.
30
Entre estos destacan: El Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), la Organización de Izquierda Revolucionaria Línea de Masas (OIR), la
Comisión Nacional de Auscultación y Organización (CNAO), el Partido Mexicano de los Trabajadores (PTM), el Partido Comunista Mexicano
(PCM) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).
31
Mulhmann, Wilhelm E. Messianissmes revolutionaires du tiers monde. Gallimard, París. 19968. pp. 205, 206.
55
Las OSC de este periodo surgieron al lado de los movimientos populares y trabajaron cerca de ellos, compartiendo las luchas por
las demandas más sentidas, transitando de la contestación y la protesta, y de los local y fragmentario, a la propuesta y a nacientes
procesos de articulación. Varios miembros de las OSC se sumaron a las coordinadoras de masas, a expresiones nacionales de
lucha y en algunos casos a participar en trabajos educativos o preparatorios de la conformación de organizaciones partidarias.
En 1985, los terremotos padecidos en el centro político y económico del país, en medio del dolor, la respuesta autogestio-
naria de la sociedad dinamizó la imaginación colectiva nacional, la gestión de la ciudad y de las calles estuvo, literalmente,
en manos de miles de ciudadanos y ciudadanas que en respuesta a la emergencia, brincaron los rígidos cánones estableci-
dos por la vida. A partir de entonces una especie de eco32 fue resonando por todo el país: sería posible evocar un nuevo tipo
de ciudadanía, pues la imaginación había sustentado nuevas prácticas sociales, e interpelado y convocado a la sociedad a
transgredir barreras, a intentar nuevos destinos y a recorrer nuevas rutas.
En 1988 se habían acumulado seis años de deterioro de las condiciones de vida de amplios sectores, la sociedad mexicana
entera era reconvertida forzosamente para ajustarla al libre mercado. Un cambio que atropellaría la vida nacional, destruiría
las cadenas productivas, vendería baratas las empresas nacionales a capitales privados nacionales e internacionales, debi-
litaría los tejidos sociales y mermaría las bases materiales y culturales de la soberanía nacional.
Es por eso que cuando Cuauhtémoc Cárdenas salió del PRI y diferentes fuerzas de izquierda se unieron, quedó configura-
do un escenario mesiánico denso en el que la memoria del viejo cardenismo agrarista y justiciero jugaría un papel decisivo.
De un día para otro, millones de mexicanos, pobres y de clases medias, votaron por el nuevo cardenismo, o mejor, por el
nuevo Cárdenas.
Es posible ver a Cárdenas desde los vínculos entre 1985-1988, terremoto- nuevas- posibilidades- nuevo- imaginario, abriendo
el espacio: elecciones- votaciones masivas - nuevo imaginario - nuevo presidente. De esta manera, millones de ciudadanos
irrumpieron por todo el país, planteando, exigiendo y proponiendo con su voto nuevos mundos deseables.
En este periodo, las OSC maduraron en estrecha relación con las luchas contra las políticas neoliberales, desde formas pri-
marias y elementales de resistencia, desde las iniciativas surgidas frente al dolor de los sismos, hasta grandes esfuerzos de
articulación social como los paros cívicos nacionales, compartiendo las esperanzas despertadas por los partidos de izquier-
da de carácter nacional, pero sobre todo, al calor del nuevo movimiento de masas que fue portador de una nueva profecía:
llevar a la presidencia al hijo del general Cárdenas. Así pues, por obvias razones, las OSC en México se constituyeron desde
la exclusión, al lado de los movimientos reivindicativos, en las esperanzas despertadas por proyectos políticos incluyentes.
En la década de los ochenta, en el contexto del surgimiento de relaciones civilizatorias neoliberales, las OSC crecieron, tan-
to en temáticas abordadas y ámbito de influencia como en capacidad de propuesta pública, descolocándose de las priori-
dades que el proyecto gubernamental les tenía asignadas en roles asistenciales de sustitución de vacíos dejados por las
políticas pública restrictivas.
32
“Si la exaltación que viene con la esperanza no puede durar, puede sobrevivir bajo dos formas: en la memoria colectiva asegurándose un eco,
en la conciencia colectiva asegurándose un viático o prevención. La esperanza solo se vacía si se encuentra sin eco y sin viático. La memoria
colectiva le ofrece este eco en el que sobrevive bajo forma de recuerdo ...” (Durkheim, 1963: 134-135).
56
Movimientos ciudadanos
En este último periodo, muchas organizaciones civiles, indignadas por el fraude electoral de 1988, golpeadas por políticas
fiscales, a veces hostigadas por la policía, empezaron a articularse en redes para defenderse del autoritarismo gubernamen-
tal, incidir en políticas públicas en su campo de experiencia, y contribuir a la defensa y promoción de un proyecto nacional
incluyente y democrático.
Las organizaciones civiles, a través de prácticas encaminadas a proyectos de interés social y de impulso a formas comuni-
tarias de decisión, trabaron en la formación individual y colectiva de nuevos sujetos sociales. De esta manera fueron contri-
buyendo, así fuera indirectamente, al quiebre progresivo del corporativismo como forma organizativa. Después de 1988, las
OSC jugarían un papel destacado en abrir la imaginación del conjunto de la sociedad mexicana a las luchas y movimientos
ciudadanos contra los fraudes electorales y por la democracia.
En 1991, docenas de OSC empezaron a observar sistemáticamente las elecciones, a documentar los procesos y develar
los dispositivos ocultos en la caja negra de la institución electoral. Fue el fraude de San Luis Potosí el detonante de la indig-
nación ciudadana encabezada por el doctor Salvador Nava, de modo tal que a partir de entonces, nuevos y antiguos movi-
mientos cívicos pondrían en el centro algunas demandas democrático electorales claves: Instituto Federal Electoral autóno-
mo, independiente del gobierno y del partido oficial, topes a los gastos de campañas, oposición al uso de recursos públicos
para favorecer a cualquier candidato; equidad de los medios de comunicación en base al derecho a la información, nuevo
padrón electoral confiable, vigilancia de la gestión pública.
Las experiencias de participación ciudadana se multiplicaron una vez que se precisaron los objetivos a lograr, pues se ela-
boraron y probaron instrumentos y metodologías de observación y vigilancia ciudadana cada vez más pertinentes y califica-
das. Las OSC empezaron a jugar un papel de contrapeso al corporativismo y al autoritarismo gubernamental; como expre-
sión social organizada, sumaron su fuerza a las iniciativas de movimientos y partidos políticos de oposición para impulsar
una reforma electoral que estatuyera la autonomía del Instituto Federal Electoral (IFE), hiciera transparentes los procesos
electorales, y estableciera dispositivos que prohibieran la compra y coacción del voto.33
En todos estos movimientos se desplegaron procesos de educación ciudadana dirigidos a la cabeza y corazón de la gente, a su
dignidad, empezando a modificar comportamientos sociales que mantenían a las y los ciudadanos como súbditas y súbditos.
La lucha contra el corporativismo y contra la compra y coacción del voto se fue volviendo mas abierta y frontal, atacando
prácticas sociales concretas e impulsando el voto libre, secreto y sin temor.
33
Las prácticas de compra y coacción de voto son un conjunto de dispositivos sociales, que concentran hoy la herencia del presidencialismo y
corporativismo autoritario moderno. Las prácticas van desde la amenaza de perder el permiso de vender en un tianguis o mercado, no ser con-
siderado para la lista de permisos de trabajo, ser excluido del sindicato, hasta la entrega de recursos o programas gubernamentales en dinero
o especie, como había sido hasta el 2000 el caso de PROCAMPO o PROGRESA, pasando por una densa trama de redes para llevar a las
casillas cuotas de votantes por cada manzana o barrio, mediante pago a promotores u organizadores del voto, entrega de dinero a votantes, de
láminas o despensas, o de otros escasos recursos materiales o promesas a cambio del voto. En los procesos electorales, estas prácticas se han
desarrollado sobre todo en zonas campesinas y en sectores urbanos de servicios controlados por el PRI, pero también se han realizado bajo el
control de otros partidos, especialmente en el extraño caso del PAN en las elecciones de agosto de 2001 en Tabasco.
57
En este periodo, se fue construyendo una nueva relación entre el gobierno y la sociedad, mas allá de una mera modificación
de reglas electorales, apareciendo un ciudadano ubicado como sujeto de derechos, con dignidad y autonomía. Experien-
cias como el plebiscito por la Democracia, el Movimiento Ciudadano por la Democracia, La Alianza Cívica/ observación 94,
la Consulta por la Paz, el Referéndum de la Libertad, la Consulta sobre el Fobaproa, la Consulta sobre la Ley de Derechos
y Cultura Indígena, Poder Ciudadano, La Marcha Zapatista a la Ciudad de México, en las que participaron cientos de miles
de ciudadanos y ciudadanas, son signos claros de la nueva relación que la sociedad quiere plantear a su gobierno, a la vez
que son en sí mismos ejercicios legitimados anticipatorios de democracia directa en busca de ser legalizados e instituidos.
Estas nuevas prácticas revelan y materializan nuevas formas de trato y propuesta entre ciudadano y gobierno. Se trata de
ciudadanos no corporativizados, sujetos de derechos, propositivos, responsables del país y respetuosos de los derechos
individuales y colectivos.
Con la lógica del “libre mercado”, la sociedad civil en su conjunto, ha sido debilitada en las bases materiales y culturales de
la producción y reproducción de sus identidades individuales y colectivas, a la vez que ha sido orillada a la atomización, frag-
mentación y desarticulación de sus esfuerzos.
Con todo, en los últimos quince años, las OSC, como manifestación de vida, han inventado mil formas de resistencia, articu-
lación y organización. Lancemos una mirada panorámica: frente a los terremotos, la organización autogestiva floreció en cien-
tos de organizaciones vecinales; frente a la usura legitimada de los bancos y frente al Fobaproa, surgieron los movimientos
de deudores y la consulta nacional sobre transformación de la deuda privada en deuda pública; frente a las políticas de fraude
electoral, nacieron organizaciones ciudadanas articuladas a nivel estatal y nacional; ante la miseria creciente se multiplicaron
las experiencias de ahorro y economía popular en México; ante las reacciones mercantiles inequitativas del Tratado del Libre
Comercio de América del Norte, surgió la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC) y a escala continental,
el Grito de las y los Excluidos y la Alianza Social Continental (ASC); frente a las leyes hacendarias que restringen severamente
la libertad de asociación, han transcurrido ocho años de lucha por una ley de Fomento a las Actividades de Bienestar y Desa-
rrollo Social; ante la política de privatización de PEMEX y de la Industria Eléctrica, ha vuelto a emerger el Sindicato Mexicano
de Electricistas, para sensibilizar a la opinión pública, movilizarla y articularla en un Frente Nacional Contra las Privatizaciones;
ante la redoblada exclusión de los pueblos indios del futuro de la nación, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional se orga-
nizó y se levantó en armas; ante la sociedad patriarcal excluyente de las mujeres se formaron cientos, quizá miles de grupos
feministas; frente a la propuesta de desaparición de los pueblos indios como sujetos de derecho postulada por la Ley Bartlett
- Cevallos, se realizan cientos de acciones en todo el país para ilegitimarla y para buscar un marco jurídico que los reconozca
como sujetos de derecho y no como sujetos de tutela; frente a la violación sistemática y estructural de las garantías individua-
les, han aparecido cientos de organizaciones de defensa y exigibilidad de los derechos humanos; frente a la política de mar-
ginación y achicamiento de los municipios, se ha forjado movimientos y asociaciones municipalistas.
En fin, ante las crecientes demandas sociales, las y los ciudadanos dispersos se organizan para responder en el terreno mismo
en el que son golpeados. Cotidianamente irrumpen en la vida nacional nuevas identidades y nuevos movimientos sociales.
Movimientos Indígenas
Los discursos y prácticas sociales autoritarias, han convocado y presionado a los pueblos indios a “integrarse a la cultura
mestiza nacional”34, sin apreciar ni valorar las diferencias y desplegando prácticas de gobierno que excluyen a pueblos en-
teros, postulando, como señala Luis Villoro35, un proyecto homogenizante de nación que no reconoce a las y los otros como
sujetos de derechos y no objetos de tutela.
34
Manero Brito, Roberto. Identidad y Soberanía. Notas sobre el mito de la identidad del mexicano. México, 2000, en prensa, pp. 1-23.
35
“La idea de Estado Nacional unitario, homogéneo, excluye necesariamente a todos los que no se identifican con este proyecto” Villoro, Luis.
“Alternativas de proyectos nacionales”, en Hacia un nuevo proyecto de nación. Fundación Heberto Castillo Martínez. AC. México, junio 2000, p.
36.México, junio 2000, p. 36.
58
En 1992, a raíz del recuerdo de los 500 años de resistencia india, negra y popular, los pueblos indios se manifestaron como
sujetos que exigían ser incluidos en el proyecto nacional. Esto se vio reforzado con el levantamiento armado del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas y con la firma de los Acuerdos de San Andrés (16 de febrero de 1996), que hi-
cieron escuchar la voz de los indios por todos los rincones del país, planteando su inclusión como parte fundante de la vida
y la cultura nacional del futuro.
Ante la insurgencia india, el poder ejecutivo federal y poder legislativo, optan por una guerra de desgaste: presencia militar
en territorios zapatistas; se tolera, y en algunos casos se impulsa, la existencia y las acciones de grupos paramilitares; se
aprueba una reforma constitucional ilegítima e injusta, contraria a acuerdos internacionales firmados por México, como el
Convenio 169 de la OIT y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC).
Esta situación tiene que ver con proyectos financieros e inversiones de capital en recursos naturales, maquiladoras y turis-
mo. Se impulsan políticas económicas que tienen forma de enclaves neocoloniales de explotación de mano de obra barata y
de agotamiento extremo de la biodiversidad y de los recursos naturales. Sin duda que la combinación de la presencia militar,
la impunidad con la ley de derechos indígenas y con las reformas salinistas al art.27 constitucional en 1992, se completa un
escenario de nueva conquista de los pueblos indios, cuyos derechos a la libre determinación y a la autonomía en el ejercicio
político y en la utilización de sus recursos naturales, por ejemplo, quedan supeditados a los intereses empresariales.
Se vuelve a confrontar el viejo dilema de conformar la sociedad a partir del imaginario liberal y neoliberal dominantes, que
impulsan prácticas sociales sustentadas fundamentalmente en la propiedad privada, en el libre mercado, en el voto indivi-
dual, en el poder masculino, en el consumo, en la destrucción del medio ambiente y en la competencia, frente a otras prác-
ticas económicas, sociales y políticas diferentes.
Es por eso que la lucha por el respeto a la libre determinación de los pueblos indígenas forma parte central del debate na-
cional actual. La sociedad civil indígena cuestiona al capitalismo y al neoliberalismo homogenizante y excluyente, como su
expresión globalizadora más moderna, así como al socialismo en tanto sistemas centrados casi exclusivamente en los pro-
cesos productivos, que se desarrollan a costa de la destrucción de la naturaleza y no a partir de la convivencia con ella. En
estos dos sentidos, la sociedad civil indígena, es portadora de una reserva de la humanidad que tiene aportes que ofrecer a
una nueva historia de respeto a las diferencias, de decisión por consensos y de sustentabilidad de la vida sobre el planeta.
En últimos años, se ha incrementado la criminalización y el uso de la fuerza pública como respuesta guber-
namental hacia acciones de denuncia y protesta. Estas actitudes se convierten en graves violaciones a los
derechos humanos, vulneran la libertad de expresión, manifestación y participación, y lejos de solucionar los
conflictos, los agravan. Casos como los estudiantes de la UNAM en 99, los trabajadores mineros en Sicartsa,
los campesinos de San Salvador Atenco, la organización popular en Oaxaca, entre otros, son muestra de la
situación actual de los derechos humanos en nuestro país.
59
Frente a esto, la sociedad en distintas partes del mundo se organiza en grupos, colectivos, organizaciones ci-
viles y sociales, barrios y colonias para construir estrategias propositivas que impulsan el ejercicio y respeto
de los derechos humanos.
En noviembre de 1999 la Comisión visita por segunda vez nuestro país, para dar seguimiento a las observa-
ciones y recomendaciones anteriores. El objetivo de la tercera visita, febrero de 2002, fue verificar la posibili-
dad de una solución justa al conflicto en Chiapas con el nuevo gobierno. La oportunidad quedó frustrada con
la aprobación de la Ley Indígena (2001), que incumple los Acuerdos de San Andrés.
Se realizó la cuarta visita, a razón de lo ocurrido los días 3 y 4 de mayo de 2006 en San Salvador Atenco y
Texcoco donde un operativo policial con más de 3 mil elementos atentó gravemente los derechos fundamen-
tales de las personas. También en mayo de 2006, estalló en Oaxaca un conflicto magisterial por mejoras sa-
lariales. La respuesta represiva del gobierno estatal sirvió como catalizador de un amplio movimiento popular,
que desde entonces exige la destitución del gobernador estatal. En los meses siguientes, el conflicto se agu-
dizó, hasta la intervención de la Policía Federal Preventiva (PFP). Varios muertos, detenidos y desaparecidos
son el resultado de estos hechos, donde las organizaciones de derechos humanos han documentado serias
violaciones a derechos fundamentales, abusos de grupos policíacos y paramilitares.
En este contexto, el 17 de diciembre de 2006 comienza la quinta visita de la CCIODH a México. Tras 33 días
de trabajo y más de 400 entrevistas con presos, familiares, organizaciones sociales, civiles y de derechos hu-
manos, abogados, medios de comunicación independientes y oficiales e instituciones gubernamentales, la
Comisión rindió un informe de conclusiones y recomendaciones para el caso oaxaqueño.
El trabajo de este organismo civil internacional es muestra del compromiso y la capacidad organi-
zativa de la sociedad por el ejercicio y defensa de los derechos humanos en todo el mundo.
60
el Congreso está en punto muerto, pues el gobierno le ha retirado su apoyo. Es de esperar que el proyecto de ley avance
en el próximo periodo de sesiones del Congreso.
En 2008, por otra parte, se han realizado reformas constitucionales sobre la seguridad pública y la justicia penal y se ha fi-
jado un periodo de transición de ocho años para su entrada en vigor. Algunas de las modificaciones están destinadas a re-
forzar el derecho de los presuntos delincuentes comunes al debido proceso y, si se aplican satisfactoriamente, fortalecerán
el derecho a un juicio justo. Sin embargo, las reformas también han aumentado los poderes de la Procuraduría General de
la República para recluir a personas sospechosas de delincuencia organizada en detención preventiva sin cargos (arraigo)
durante un periodo de hasta 80 días. Queda pendiente la redacción de disposiciones de derecho derivado para la aplicación
de las reformas constitucionales. Este proceso determinará el grado de incorporación efectiva de las normas internaciona-
les de derechos humanos a la legislación nacional. Por otra parte, a pesar de estas mejoras legislativas de ámbito federal,
muchos de los 31 estados federados no han adaptado adecuadamente su legislación al derecho internacional. En febrero
de 2007 se promulgó legislación federal destinada a proteger a las mujeres de la violencia y, según el Instituto Nacional de
las Mujeres, más de 20 estados han promulgado leyes similares, aunque muy pocos ha aprobado la normativa o los regla-
mentos necesarios para garantizar su aplicación efectiva.
A finales de agosto de 2008 se hizo público un Programa Nacional de Derechos Humanos elaborado por el gobierno. No se
consultó ampliamente a la sociedad civil durante la elaboración del programa y todavía no se han creado los mecanismos
necesarios para materializar los compromisos concretos ni para evaluar su impacto.
La red de comisiones de derechos humanos, formada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, las 31 comisio-
nes de ámbito estatal y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, han demostrado ser, en determinadas oca-
siones, mecanismos importantes para sacar a la luz violaciones de derechos humanos e instar a las autoridades a tomar
medidas encaminadas a solucionar los problemas. Sin embargo, algunas de estas instituciones no son suficientemente in-
dependientes de los gobiernos locales para ejercer plenamente su función, mientras que otras se muestran reticentes a ac-
tuar con determinación ante informes de violaciones de derechos humanos y se resisten a exhortar a las autoridades a que
procesen a los responsables. A consecuencia de ello, la red de comisiones de derechos humanos sólo ha tenido un impacto
limitado a la hora de garantizar el acceso de las víctimas a la justicia.
61
todavía no se ha hecho pública. Por tanto, México aún no ha incorporado las disposiciones del Estatuto de Roma a su le-
gislación nacional.
Seguridad pública
La estrategia del gobierno para luchar contra las redes de delincuencia organizada que operan en varias regiones del país
ha coincidido con un aumento significativo de los crímenes violentos. Entre enero de 2007 y julio de 2008, los medios de
comunicación informaron sobre al menos 5.000 homicidios relacionados con la delincuencia organizada. Miembros de la
policía y de las fuerzas armadas también han sido víctimas de numerosos ataques violentos. El gobierno movilizó a más de
25.000 militares para que llevaran a cabo operaciones policiales y encabezaran su estrategia. Sin embargo, la creciente par-
ticipación de las fuerzas armadas ha conllevado un rápido aumento de las denuncias de violaciones de derechos humanos
cometidas por personal militar. No hay datos fiables sobre el alcance total de estas violaciones, pero organizaciones locales
de derechos humanos han informado de que, entre enero de 2007 y junio de 2008, hubo al menos 50 casos de homicidios
ilegítimos, violaciones, torturas y detenciones arbitrarias presuntamente cometidos por militares. Varios oficiales han sido
detenidos, pero están siendo enjuiciados por tribunales militares en procesos que carecen de imparcialidad y transparencia.
Los mecanismos de derechos humanos de la ONU y del sistema interamericano han recomendado que sean las autorida-
des y los tribunales civiles los que resuelvan estos casos. Pese a ello, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos no
ha recomendado que se retiren estos casos de la jurisdicción militar.
62
cuente que las investigaciones de la Procuraduría General de la República no hayan dado lugar a procesamientos. Una de
las causas subyacentes de este problema es la falta de independencia de las procuradurías generales federales y estatales
y la ausencia de unidades especializadas independientes encargadas de investigar y procesar a los autores de violaciones
de derechos humanos.
Magdalena García Durán, mujer indígena detenida durante unas protestas que tuvieron lugar en San Salvador Atenco, Es-
tado de México, pasó 18 meses bajo custodia tras un proceso judicial injusto a cargo de autoridades estatales. Durante ese
tiempo, Amnistía Internacional la consideró presa de conciencia. Quedó en libertad en mayo de 2006, después de que un
juez federal resolviese en dos ocasiones que la fiscalía local no había proporcionado suficientes pruebas. Amnistía Interna-
cional alberga similar preocupación sobre las debidas garantías de juicios contra otras personas acusadas en el contexto
de las protestas que se produjeron en mayo de 2006 en San Salvador Atenco. Diego Arcos, líder comunitario indígena de
Nueva Tila, permaneció detenido en Chiapas durante más de un año por cargos de asesinato. Pese a que ganó un juicio de
amparo sobre tales cargos ante un tribunal federal, no fue liberado hasta que el ministro de Justicia del estado accedió a re-
visar su caso y posteriormente ordenó que se retiraran los cargos presentados contra él. Los juicios de amparo, de ámbito
federal, son con frecuencia el único medio de garantizar la revisión imparcial de un caso y de impartir justicia. Sin embargo,
estos procesos son extremadamente lentos: duran meses o incluso años y no suelen hacer rendir cuentas a quienes pre-
sentaron cargos infundados o de motivación política.
Los defensores y defensoras de derechos humanos y los activistas sociales también sufren amenazas y hostigamiento en
represalia por llevar a cabo sus actividades legítimas. Los actos de intimidación suelen originarse en el entorno en el que
trabajan estas personas. Por lo general, las investigaciones de ámbito estatal sobre las amenazas y el acoso son inadecua-
das y dejan a las víctimas expuestas a sufrir más intimidaciones o agresiones. Al no ponerse en marcha mecanismos efica-
ces de protección, independientes de las autoridades locales (que pueden estas implicadas en los actos de hostigamiento),
numerosos defensores y defensoras quedan a merced de los agresores. En virtud de la Declaración de la ONU sobre los
Defensores de los Derechos Humanos, los Estados, incluido México, se comprometieron a garantizar que las personas que
defienden los derechos humanos pueden desempeñar su labor sin injerencias, obstáculos ni temor a las represalias; a reco-
nocer públicamente el trabajo legítimo de estas personas y a tomar medidas concretas de apoyo y protección, tanto de los
defensores y defensoras como de su trabajo.
El número de casas refugio ha aumentado, pero sigue siendo insuficiente para satisfacer la demanda. Las órdenes de aleja-
miento y otras medidas de protección raramente se dictan o se ejecutan, por lo que las mujeres siguen expuestas a sufrir más
ataques, incluso a ser asesinadas. No se dispone de cifras fiables de mujeres muertas a consecuencia de la violencia de gé-
63
nero, por lo que no es posible evaluar eficazmente las medidas adoptadas para impedir, investigar y castigar estos delitos.
Si bien se han puesto en marcha medidas positivas para prevenir y castigar la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez
y la ciudad de Chihuahua, en el estado de Chihuahua, continúan los asesinatos de mujeres y niñas. Más de 25 mujeres han
sido asesinadas entre enero y julio de 2008 en Ciudad Juárez. Las autoridades responsables de las deficientes investigacio-
nes que se realizaron originalmente sobre los asesinatos cometidos desde 1993 nunca han tenido que rendir cuentas, por
lo que sólo se ha llegado a identificar y a procesar a unos pocos de los responsables directos de los asesinatos. La legisla-
ción promulgada en 2007 para prevenir y castigar la violencia contra las mujeres todavía tiene que convertirse en medidas
prácticas encaminadas a combatir la violencia de género.
No obstante, sigue existiendo una gran brecha entre el compromiso del gobierno con las normas y mecanismos interna-
cionales de derechos humanos y la consecución real de mejoras en la protección y el respeto por los derechos humanos
en el país. Al no aplicarse eficazmente muchas de las recomendaciones formuladas por los mecanismos de derechos
humanos de las Naciones Unidas y de la Organización de los Estados Americanos, se han socavado los esfuerzos enca-
minados a dar respuesta a las violaciones de derechos humanos. En gran parte de los casos, las autoridades federales
no han mostrado un liderazgo claro en la protección de los derechos humanos, en especial porque no han garantizado
que los militares acusados de violaciones de derechos humanos sean juzgados por tribunales civiles. Las autoridades
tampoco han hecho que los funcionarios federales, estatales y municipales acusados de violaciones de derechos hu-
manos comparezcan ante la justicia. Como consecuencia, la impunidad por estas vulneraciones de los derechos sigue
siendo la norma, y el respeto, la protección y la realización de los derechos humanos en el país continúan vedado para
numerosos sectores de la población.
64
Asegurarse de que la legislación por la que se rigen la seguridad pública y el sistema de justicia penal se ajusta a las normas
internacionales de derechos humanos.
Fijar un calendario y mecanismos claros para la aplicación y evaluación del Programa Nacional de Derechos Humanos en
las esferas federal, estatal y municipal.
Establecer una comisión fiable, independiente y eficaz de denuncias contra la policía encargada de investigar las denuncias
de violaciones de derechos humanos cometidas por agentes de policía.
Reforzar la red de comisiones de derechos humanos para garantizar que son autónomas y que promueven de manera efec-
tiva el cumplimiento de las obligaciones internacionales de derechos humanos.
Seguridad pública
Garantizar que las políticas y prácticas concebidas para reforzar la seguridad pública no ocasionan ni toleran violaciones de
derechos humanos, como detenciones arbitrarias, homicidios ilegítimos, tortura u otros malos tratos.
Asegurar que la policía y las fuerzas de seguridad que participan en operaciones policiales reciben formación conforme con
los Principios Básicos de la ONU sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de
Hacer Cumplir la Ley y que rinden cuentas con arreglo a estas normas.
Garantizar que se investiga y procesa en tribunales civiles a los militares acusados de violaciones de derechos humanos,
incluidos los acusados de violar a mujeres indígenas.
Crear mecanismos fiables para proteger a las personas en peligro, asegurándose de que en tales mecanismos no participan
autoridades sospechosas de implicación en los actos de hostigamiento.
Garantizar que los defensores y defensoras y los activistas sociales no son sometidos a procesos penales injustos y que se
obliga a rendir cuentas a las personas responsables de ese uso indebido del sistema de justicia penal.
65
Garantizar que las mujeres pueden presentar denuncias por violencia doméstica en un entorno seguro y que se emprenden
investigaciones prontas, imparciales y eficaces para hacer rendir cuentas a los culpables.
Financiar y reforzar adecuadamente las medidas de protección de las mujeres que corren peligro de sufrir violencia, por
ejemplo, mediante el aumento de apoyo económico y formación a las unidades de respuesta urgente de la policía y a las
casas refugio.
Reforzar las medidas destinadas a prevenir y castigar la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez y en la ciudad de
Chihuahua, y hacer rendir cuentas a las autoridades responsables de las investigaciones negligentes.
Retirar las declaraciones interpretativas y las reservas de los instrumentos de ratificación de los tratados internacionales de
derechos humanos.
Garantizar que se investigan con imparcialidad y exhaustividad las graves violaciones de derechos humanos cometidas
en Guadalajara (estado de Jalisco) en mayo de 2004, en San Salvador Atenco (Estado de México) en mayo de 2006 y en
la ciudad de Oaxaca en 2006, que se procesa a los responsables y que las víctimas y sus familiares reciben reparaciones
adecuadas.
66
Bibliografía
• Centro de Derechos Humanos “Fr. Francisco de Vitoria O.P.” A.C. Informe Anual sobre la situación de los Dere-
chos Económicos, Sociales, Culturales y ambientales en México Noviembre 2005- Noviembre 2006. México, D.F.
2007.
• Centro de Derechos Humanos “Fr. Francisco de Vitoria O.P.” A.C. Memorias de la Cátedra y Cine Debate de De-
rechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria”. México, D.F. 2007.
• Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” A.C. ¿Comandante Supremo? La ausencia de control
civil sobre las fuerzas armadas al inicio del sexenio de Felipe Calderón. México, D.F. 2009.
• Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” A.C. Atenco: Estado de derecho a la medida. México,
D.F. Mayo de 2006.
• Comité Coordinador para la elaboración del Diagnóstico y Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Diagnóstico de Derechos Humanos del Distrito Federal. México, D.F. 2008.
• Human Rights Watch. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México. Una evaluación crítica. México
2008.
• Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México. Diagnóstico sobre la
Situación de los Derechos Humanos en México. México, D.F. 2003.
Referencias en internet
67
Objetivos
- Que las y los asistentes reflexionen sobre la riqueza que encierra la diversidad.
- Reconocer qué es la discriminación, sus causas y efectos.
- Identificar actos discriminatorios en nuestra vida cotidiana.
Según el grupo con quien estés trabajando, puedes aplicar una o varias de las siguientes dinámicas, a fin de introducir al
grupo en la reflexión sobre la discriminación. La idea es que de las actividades surjan comentarios, inquietudes y preguntas
que aporten a la exposición de la lectura “Discriminación”.
La diferencia36
Objetivo: Reflexionar sobre cómo reaccionamos frente a la diferencia.
Duración: 45 minutos.
Desarrollo: Se sugiere poner esta dinámica antes de iniciar el taller, con el fin de que los participantes se com-
porten tal y como lo haría cualquier persona que no maneja información sobre la discriminación y no está sen-
sibilizada para evitar practicarla. De esta manera, comprobarán que, en muchas ocasiones, la gente comete
actos discriminatorios sin tener la deliberada intención de hacerlo, es decir, se puede discriminar de forma in-
consciente, como un hecho natural, por costumbre, por imitación.
Antes de iniciar la dinámica se pide a los participantes que se coloquen en círculo y que a partir de ese
momento no hablen ni una sola palabra. Se coloca una pequeña etiqueta en la frente de cada persona (las
etiquetas pueden ser estrellas, círculos, cuadros, etc., lo fundamental es que las que se utilicen sólo sean
de dos tipos de igual forma y color, con excepción de una que debe ser de una forma y color completamen-
te distintos al resto). Se colocan las pegatinas de manera indistinta pidiéndoles a las y los participantes
que se tapen la frente con el fin de que ninguno se percate de lo que se le está poniendo al otro; cuando
se han terminado de distribuir todas las pegatinas incluyendo la diferente, se solicita a las y los participan-
tes quitar la mano de su frente, se les pide nuevamente no hablar ni una palabra y se les da la siguiente
orden: ¡Agrúpense!
A partir de ese momento la persona promotora guarda silencio y deja que el grupo actúe libremente, sin direc-
ción alguna ni otra instrucción. Por regla general, las personas empezarán a agruparse por colores y formas,
guiándose por lo que ven en la frente de los demás y dejándose llevar por sus propios compañeros, quienes
los atraerán o rechazarán de los distintos grupos que se vayan conformando. Al final, puede ocurrir que la
persona que tiene la pegatina diferente quede excluida de todos los grupos, pero también es posible que sea
protegida o incluso sobreprotegida por algún grupo en particular.
36
Tomado de Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. Manual Manual de sensibilización para la no discriminación, respeto a la
diversidad y ejercicio de la tolerancia. México, D.F. 2004.
68
Dependiendo de la interacción de los participantes, se da por terminada la dinámica con una reflexión de lo
que implica la exclusión de la persona diferente, se analiza el sentir de quien fue discriminado o protegido por
el resto y se concluye invitando a los participantes, a concientizar sobre de qué forma la discriminación puede
ejercerse de manera inconsciente pero igualmente destructiva.
Pío-Pío... Cua-Cua
Objetivo: Fortalecer la unidad en el grupo creando un ambiente de distensión y relajación.
Duración: 20 minutos
Desarrollo: Reparte un paliacate a cada uno de las y los asistentes, y comenta que a partir del momento que
se coloquen el paliacate, deberán de expresar el sonido de los pollos y que su finalidad es buscar a su mamá
o su papá, al cuál deberás elegir sin que los demás se enteren.
Indícales que la búsqueda se iniciará caminando y cuando encuentren a otro pollo lo tomarán de la mano y
le dirán “pío-pío”, si esa persona responde quiere decir que es su hermano y si no responde es la mamá o el
papá. Cuando encuentren a la mamá o al papá deberán quedarse a su lado en silencio en espera de que lle-
guen los demás.
Te sugerimos que a la mitad de la actividad hagas una consigna extra a uno de las/los asistentes, y ésta será
que emita el sonido “cua-cua”, el resto del grupo no deberá saberlo.
Finaliza la actividad cuando la mayoría del grupo este alrededor de la mamá o el papá.
Reflexión: Puedes iniciar la reflexión preguntándoles cómo se sintieron en la actividad y que pasó por su men-
te cuando una de las personas comenzó a decir “cua-cua”.
Además puedes encaminar sus reflexiones en torno a la manera en que excluimos y discriminamos a las per-
sonas que tienen distintas características a las nuestras o a lo estipulado socialmente como “normal”.
Duración: 15 minutos
Material: Tantos objetos del mismo tipo como asistentes haya, por ejemplo piedras, papas, etcétera.
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Desarrollo: Da a cada participante un objeto y pídele que llegue a conocerlo de verdad, que haga “amistad” con él.
Pídeles a algunos de los asistentes que presenten a su “amigo” frente al grupo; que digan su edad, si está triste o
contento o cómo adquirió la forma que tiene. Pueden escribir redacciones sobre el tema, o canciones o poemas de
alabanza. Coloca después todos los objetos en una caja o bolsa y mézclalos. Voltéalos sobre la mesa o el piso y so-
licita que cada alumno encuentre a su “amigo”.
Reflexión: Todas las personas de cualquier grupo parecen iguales a primera vista, pero una vez que se les
conoce, son todas diferentes, todas tienen su historia personal y con todas se puede llegar a tener amistad.
Pero para ello hay que abandonar los clichés (como “las piedras son frías, duras e indiferentes”) durante un
tiempo para llegar a conocer a los demás. En una palabra, hay que evitar los prejuicios.
Duración: 30 minutos
Desarrollo: Previo a la sesión deberás escribir en etiquetas algunos grupos que consideres que son más dis-
criminados en nuestra sociedad.
Pide a las y los asistentes que se coloquen las etiquetas en la frente, sin ver cuál les tocó a cada uno/a de
ellos y una vez que todas y todos tengan la etiqueta, propicia una conversación donde los asistentes traten
a cada quien según el personaje que tienen enfrente. Pasados quince minutos pide a las y los asistentes que
vean el rol que les tocó.
Reflexión: Impulsa este momento con preguntas sobre su sentir durante la actividad y el trato que tuvieron
con las demás personas. Además de hacer mención sobre los efectos de la violencia, en todas sus vertientes,
que tiene la discriminación.
Discriminación37
Es toda distinción, exclusión o restricción en cualquier ámbito y hacia cualquier persona, grupo o entidad colectiva, basada
en el origen étnico o nacional, género, edad, capacidades diferentes, posición social o económica, situación de salud, em-
barazo y función reproductiva, lengua, religión, opiniones, orientación sexual, estado civil, filiación o militancia política y/o
ideológica, o cualquier otro atributo que tenga como adjetivo o resultado impedir, anular o menoscabar el reconocimiento o
el ejercicio de los derechos humanos en condiciones de igualdad.
37
Ponencia de Yereli Rolander Discriminación, presentada en la Sesión de Discriminación y sectores en situación de discriminación en la Escuela
para Promotoras y Promotores Juveniles en Derechos Humanos. 2004.
70
También se considera discriminación el antisemitismo, la xenofobia, la homofobia, el racismo y el sexismo, así como cualquier
expresión – verbal, escrita o gráfica- que tenga como fin generar odio, menosprecio, estigmas o estereotipos.38
Prejuicio
• El prejuicio es una actitud negativa que implica predisposición a adoptar comportamientos negativos hacia un grupo
o hacia los miembros de ese grupo. Se sustenta sobre una generalización errónea y rígida que no considera las di-
ferencias individuales. Los prejuicios se clasifican según la categoría social que es el objeto de la generalización.
• El prejuicio se aprende cuando se vive y se observa en una sociedad que lo alimenta. Surge desde la infancia, un
niño observa e imita lo que vive a su alrededor.
• Los prejuicios involucran sentimientos muy fuertes que son difíciles de cambiar y por lo tanto es su mayoría se
arraiga.
• Los prejuicios pueden convertir a personas inocentes en chivos expiatorios.
• Los prejuicios son el principio de un proceso devaluador de los otros que culmina con la ejecución de actos discri-
minatorios.
Estigma
Creado por los griegos para referirse a signos corporales con los cuales se exhibía algo malo y poco habitual (cortes o que-
maduras en la piel para evidenciar que el portador era un esclavo, un criminal o un ladrón).
Durante el Cristianismo se agregaron al término los significados metafóricos: signos corporales de la gracia divina y signos
corporales de perturbación física.
Atributos o desventajas que desprestigian considerablemente a una persona o grupo de personas sub valorizándolas y da-
ñando ostensiblemente su identidad al convertirlas en personas indeseables, indignas y deshonrosas.
Tipos:
• Estigma por deformaciones físicas.
• Estigma por defectos de carácter de la persona que se perciben como falta de voluntad, deshonestidad, pasiones
tiránicas o antinaturales, creencias rígidas o falsas.
• Estigma tribal por la raza, la nación y la religión susceptible de ser transmitido por herencia y contaminar por igual
a todos los miembros de una familia.
Estereotipo
Es una clasificación social particularizada de personas y grupos por medio de signos y símbolos a menudo muy simplifica-
dos y generalizados que implícita o explícitamente representan un conjunto de valores, juicios y suposiciones acerca de su
conducta, sus características o su historia. Los estereotipos identifican categorías generales de poblaciones nacionales, cla-
ses sociales, etnias, razas. Pero también son distintivos que reflejan juicios acerca de la población a quien se refieren. Los
estereotipos fomentan una creencia intuitiva en las suposiciones en las que se basan y cumplen una función central en la
organización del discurso de sentido común.
Diversidad
La diversidad constituye esos rasgos específicos que diferencian y, al mismo tiempo, individualizan a las personas, los cuales
son tutelados como derechos humanos. Como señala Alain Touraine “El principio de igualdad ya no se coloca por encima de
nuestra existencia individual, ya no somos iguales porque somos todas criaturas de Dios [...] ni aún menos, porque estamos
38
Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A.C. Discriminación a ciegas. Manual para Prevenir y erradicar la discriminación por
SIDA. México, Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A.C. 2004. p 18
71
todos dotados de razón. Es en el extremo opuesto de todo principio universal que se debe buscar un principio de igualdad,
en la voluntad y en el esfuerzo de cada uno por ser diferente a todo lo demás [...] Somos iguales entre nosotros sólo porque
somos diferentes los unos de los otros”.
La tolerancia es anteponer la dignidad de las personas sobre nuestras propias creencias y opiniones; por lo tanto, implica
consideración y respeto a opiniones, creencias o prácticas aunque no se compartan.
¿Quiénes discriminan?
Toda aquella persona, grupo o institución que distinga, restrinja o excluya a otras personas del pleno ejercicio y goce de sus
derechos y libertades; y propague ideas, teorías o símbolos de superioridad de algún grupo o comunidad que alienten e in-
citen el desprecio, la persecución o el odio hacia tu persona o un grupo de personas.
72
La igualdad jurídica se refiere a la igualdad en derechos. Es una relación que unifica a una clase de sujetos en la titularidad
de aquellos derechos que, reconocidos y garantizados a todos y en iguales condiciones, son llamados universales o funda-
mentales. Al respecto es importante subrayar que algunos derechos no están reconocidos en leyes y eso no significa que las
personas no los tengan, de ahí deviene la capacidad de evolución y cambio de los derechos humanos y su reconocimiento
a través de las luchas sociales de la humanidad.
Mecanismos de protección
1. Comité para la eliminación de la discriminación racial
Primer órgano creado por las Naciones Unidas para vigilar y examinar las medidas adoptadas por los estados para cumplir
lo estipulado por la Convención. Está compuesto de dieciocho expertos de gran prestigio moral y reconocida imparcialidad.
Los miembros son elegidos por cuatro años por los Estados partes en la Convención. Cada dos años se celebran eleccio-
nes para renovar la mitad de los miembros.
73
examinar un amplio espectro de situaciones relativas al racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas
de intolerancia.
3. Avances Internacionales
• Alemania, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia y Portugal prevén la prohibición de la discriminación
en sus constituciones.
• Bélgica ha emitido leyes sobre racismo, xenofobia y genocidio y han establecido un Centro para la igualdad de
Oportunidades y la Lucha contra el Racismo
• Finlandia. La discriminación está prevista como un delito en el Código Penal y cuenta con un ombudsman de la
igualdad y la Junta de la Igualdad, así como con una Comisión contra el racismo.
• Gran Bretaña tiene una ley de derechos humanos, una ley sobre relaciones de raza, otra sobre discriminación
por discapacidad y una orden de revocación de 1995 sobre discriminación sexual en establecimientos educativos,
además establecieron una Comisión para la Equidad Racial.
• Sólo países como Argentina y Chile cuentan con programas nacionales que abordan el tema.
74
Toda persona podrá hacer denuncias por presuntas conductas discriminatorias y presentar ante el Consejo reclamaciones
o quejas respecto a dichas conductas, ya sea directamente o por medio de sus representantes.
Las organizaciones de la sociedad civil podrán presentar reclamaciones o quejas en los términos de esta Ley designando
un representante.
Otras Leyes
• Ley de los Derechos de las Niñas y los Niños del Distrito Federal.
• Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores para el Distrito Federal.
• Ley para las Personas con Discapacidad del Distrito Federal.
• Ley de Vivienda del Distrito Federal.
• Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal.
• Ley del Deporte para el Distrito Federal.
• Ley de Educación del Distrito Federal.
• Ley de los Jóvenes del Distrito Federal.
La lectura de este cuento con el grupo, puede ayudarte al cierre de la sesión. Te recomendamos que formes varios grupos con
las y los asistentes para que lo lean y platiquen entre ellos. Después, pide a los equipos que compartan sus reflexiones en ple-
naria y, si es necesario, tú puedes hacer un comentario de cierre, recuperando lo que se compartió a lo largo de la sesión.
Un pozo del que no se puede beber no es más que un contenedor de agua estancada,
un corazón incapaz de amar es un corazón ensangrentado pero sin sangre,
una flor que esconde su belleza hiende sus raíces en el egoísmo,
una mano atrapada en un puño se oprime,
un sol que deglute su luz es medianoche.
En fin, un pozo del que no se puede beber resulta ser la medida impuesta a la desmesura,
la mezquindad y el miedo, veneros del odio,
que quiebran en pedazos el cántaro de este mundo.
Tengo un pozo, o mejor dicho tenía un pozo, un pozo del que todos podían beber.
El carrete del pozo cantaba cada vez que hacían girar su mecanismo para sacar agua, la cubeta de madera
bailaba gozosa y se hundía salpicando juguetonamente gotitas al cumplir su cometido de sacar agua y son-
riente subía cuajada de líquido plateado.
75
Para que no nos raspáramos, en el borde de piedra crecía mullido musgo que acojinaba nuestros brazos cuan-
do nos recargábamos para recoger el balde.
Las aves visitaban al pozo y, saciada su sed, gorjeaban aplacando nuestra sed de belleza, las lagartijas corre-
teaban en las húmedas paredes y el césped como una ola de turquesa se estrellaba trepando por el basalto.
Y TODOS podíamos beber.
Cierto día acudió al pozo un individuo de piel violeta y cabellos azules. No, no hizo nada diferente a los demás,
¡hubiera sido el colmo!, se limitó a aguardar respetuosamente su turno, y llegado éste, beber.
Viéndolo, algo dentro de mi pecho se quebró, como cuando caminando por el bosque pisas una rama.
Temí que el ser de color celeste contaminara el agua del pozo, de veras que fue un sentimiento altruista el
que me movió, fue pensando en el bien de la comunidad que tomé tan drástica determinación. Porque, ¿qué
pasaría si cundiera una epidemia y todos se pintaran de azul y violeta?
“Prohibido a las personas de piel violeta y cabellos azules beber de este pozo”
Y nadie con tez de ciruela madura volvió al pozo…
Por un tiempo estuvimos bien, hasta que meditando acerca de dónde pudo salir tan extraño ser o cómo había
contraído sus colores, lo atribuí al musgo que crecía en las paredes del pozo.
Al día siguiente acudí armado de tijeras, pinzas y espátulas e inmisericordemente arranqué la planta, quemé
aquéllas raíces que se hundían en la roca y con agresivas substancias herbicidas limpié todo rastro de su
existencia.
… Y nadie dijo nada, nadie se opuso, porque se trataba de estrafalarios seres morados y modesto musgo que
no profería sonido alguno al ser masacrado.
Posteriormente temí que las personas de color obscuro entintaran el agua al contacto con sus dedos y tam-
bién les negué el acceso al pozo.
Pero al ver la hilera de gente blanca me preocupó que se acabaran el agua transformándola en espuma, de
manera que les impedí tomar agua del pozo.
A la caída de la noche, me perseguía en pesadillas la posibilidad de que por algún encanto apareciese una
persona color rojo o anaranjada, de forma que al día siguiente hice a un lado las prohibiciones casuísticas y
clavé otro letrero que rezaba:
“Prohibido a las personas de cualquier color del espectro luminoso beber de este pozo”
76
Después las mujeres, pero insisto en el hecho de que no es que se las discrimina sino que uno les tiene con-
sideración.
Vi una mujer embarazada jalar trabajosamente la cuerda para que subiera la cubeta de madera, y en atención
a su estado al día siguiente puse un letrero que decía:
¡Qué curioso! En lugar de ayudar a la fémina preñada a tomar agua del pozo, estampé una prohibición.
Siguieron los extranjeros, las minorías étnicas primero y después también las mayorías, las diversas preferen-
cias sexuales, l@s niñ@s, los diferentes estratos económicos, hasta que terminé plantando un letrero, mez-
quino árbol de una única hoja, que decía:
…Y no se opusieron porque la comunidad ha de haber sido integrada por apátridas, asexuales, seres sin in-
fancia ni pertenencia a clase social alguna, o bien, que han superado la acuciante necesidad de beber.
Una noche descubrí que la luna vanidosamente se solazaba con su líquida imagen en el fondo del pozo. Me
di cuenta entonces de mi error, debía protegerse la pureza del agua y seguramente las emanaciones del en-
torno, los reflejos y las miradas enturbiaban su hialina naturaleza.
Trabé las poleas, envolví la cubeta de madera en un feo plástico negro para que no disfrutara de la calidad de
espejo del agua, desinfecté la piedra, podé los manzanos de alrededor no fuera a ser que los impertinentes
pétalos de sus flores patinaran en la superficie de cristal, enrejé el pozo y atravesé la jaula con gruesas cade-
nas rematadas por candados de los que, por seguridad, tiré las llaves.
El agua adquirió la rancia calidad de lo inerte, como las heces obscuras que se estancan en los corazones
sin amor.
77
Bibliografía
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Ediciones, 2002.
• Amnistía Internacional. El sistema internacional de derechos humanos. Manual de uso contra la discriminación
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• Barreré Unzueta, Maria de los Ángeles. Revista Vasca de Administración Pública, 2001.
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migrantes, las mujeres trabajadoras, los pueblos indígenas y la comunidad lésbico – gay. México, 2001.
• Cisneros, Isidro H. Los recorridos de la tolerancia. Ed. Océano.
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• CONAPRED, Defiende tus derechos ¡Denuncia la Discriminación!, México, D.F.
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rico-conceptual. Ed. Mira.
• Gímenez Gluck, David. Una manifestación polémica del principio de igualdad. Acciones positivas moderadas y
medidas de discriminación inversa. 1999.
• Gómez Izquierdo, José Jorge (coord.). Los Caminos del racismo en México. México, 2008.
• Lerner, Natan. Discriminación racial y religiosa en el derecho internacional. CNDH, México, 2002.
• Mendive, Gerardo (comp.) y Esther Charabati (comp.). Entre ellos y nosotros, México, 1995.
• Muquenza, Jesús. El fundamento de los Derechos Humanos. Ed. Debate. Madrid. 1989. p.p. 97-110.
• Picado, Sonia. La fundamentación histórica, filosófica y jurídica de los derechos humanos, Instituto Interamericano
de Derechos Humanos. Costa Rica, 1986.
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• Sos Discriminación. Asociación Internacional
http://www.discriminacion.org/home.php
• Movimiento de los Pueblos para la Educación de los Derechos Humanos
http://www.pdhre.org/rights/discrimination-sp.html
• Programa Permanente por la No Discriminación, Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal
http://www.cdhdf.org.mx/index.php?id=nodiscri
• ¿Qué son los derechos humanos a la no discriminación?
http://www.pdhre.org/rights/discrimination-sp.html
• Lucha contra la discriminación y el racismo
http://www.cinu.org.mx/ninos/html/onu_n6_discri.htm
78
Objetivos
- Que el grupo reflexiones sobre la situación que viven las personas adultas mayores en México.
- Que el grupo reflexione sobre la dignidad de las personas sin importar su edad.
- Identificar y conocer los derechos humanos de las personas adultas mayores
Duración: 20 minutos.
Material: Tarjetas con palabras o dibujos de cosas y personas. Para esta sesión se recomienda que las tarjetas
contengan fotos o dibujos de personas adultas mayores principalmente, aunque también se coloquen imáge-
nes de personas de otras edades y de familias completas. Entre otros objetos, se sugiere incluir objetos que se
relacionan con las/os adultos/as mayores como bastón, lentes, medicina para la memoria, dentadura postiza,
cosas para tejer, etc. Es importante mencionar en las tarjetas, imágenes o nombres de lugares donde convive
la gente y en particular las personas adultas mayores: supermercado, asilo, iglesia, casa, parque, etc.
Desarrollo: Reparte a cada participante tres tarjetas. Todos los asistentes forman un círculo y se explica que
todos juntos van a inventar una historia y para ello deben incluir a las personas, lugares y cosas que tienen
en sus tarjetas. El/La coordinador/a puede comenzar el cuento utilizando todas las tarjetas que le tocaron. Por
ejemplo, si tiene imágenes de una mujer anciana, unos lentes y una iglesia, cuenta: esta es la historia de “Isa-
bel” una abuelita de 60 años que usa lentes y todos los domingos por la mañana va a la iglesia. Con el orden
del círculo, cada uno de los participantes deberá continuar el cuento, usando las referencias de los anteriores
y también sus tarjetas. El último de los participantes debe poner fin a la historia.
Nota: Se recomienda realizar esta dinámica de manera rápida, para que los asistentes no tengan mucho tiem-
po de pensar y digan lo primero que se les venga a la mente.
Es importante que al tiempo que se realiza la actividad, alguien más escriba en un pizarrón o papelógrafo las
cosas que los jóvenes dicen sobre los ancianos en sus participaciones. Estos elementos permiten conocer la
idea que los asistentes tienen sobre las personas adultas mayores y pueden servir como introducción al tema
de la sesión.
79
Duración: 40 minutos.
Material: Ninguno.
Desarrollo: Forma dos grupos con igual número de participantes, deja un/a voluntario/a fuera. Al equipo 1
pídele que esco
ja a uno de sus miembros para que sea un joven de 20 años. Al equipo 2 solicita que escoja a uno de sus in-
tegrantes para que represente a una persona de 60 años de edad. Da un tiempo para que cada uno de los
grupos defina el perfil de su personaje: sexo, actividad que desempeña, donde vive, habilidades, etcétera.
Mientras hacen esto, el/la coordinadora indica al voluntario/a que quedó fuera que será el juez y debe decidir
quién es más útil para la sociedad.
Pasados 10 minutos pídeles que presenten su personaje ante todos. Después, indica que un juez decidirá
qué grupo de la población, jóvenes o adultos mayores, debe recibir mayores beneficios, porque son quienes
más sirven a la sociedad. Entonces, deberán defender en un juicio al grupo que representan. Dales 10 minu-
tos para que preparen la defensa de su grupo y explica que no debe importarles el resto de la gente, sólo el
grupo al que defienden. Mientras, pide al voluntario que, durante el juicio, trate de poner en conflicto a ambas
partes para que los demás puedan argumentar a favor de sus representados.
Pasado el tiempo comienza el juicio. El/la coordinadora anotará en un pizarrón o papelógrafo las caracterís-
ticas que vayan saliendo de los grupos de la población en disputa. Da libertad al voluntario, al juez, para que
decida cuál será el grupo beneficiado según la actuación de sus compañeros.
Reflexión: Debido a la libertad que se da al juez, puede que su decisión beneficie a uno de los grupos o que
beneficie a ambos. En cualquier caso, pide al juez que exponga los motivos de su sentencia. Asimismo, cada
grupo expresará lo que sintió durante la dinámica y con el dictamen del juez.
Es importante aclarar que todos/as los miembros de una sociedad, sin importar la edad, aportan cosas valio-
sas. También, que por las características particulares de cada grupo de la población implican determinadas
necesidades, y que todos/as debemos tener la posibilidad de satisfacerlas. La protección de los derechos de
las personas y el respeto de su dignidad no está en función de su edad, ni de las cosas que puedan o no apor-
tar a la sociedad.
Nota: Esta dinámica se puede realizar también en la sesión de niños o jóvenes, o en cualquier otra respectiva
a los sectores en situación de discriminación ya que se pueden cambiar los actores por personas con disca-
pacidad, indígenas, migrantes, personas que viven con VIH/SIDA, mujeres, etcétera.
80
Adultos Mayores39
Definición
La edad cronológica sigue utilizándose ampliamente para delimitar a los diferentes grupos de personas que existen en la
sociedad. En este sentido, la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, realizado por la Organización de las Naciones Uni-
das (ONU) en la ciudad de Viena, Austria, en 1982 enfocó el interés principalmente en el grupo poblacional de 60 años en
adelante. A partir de ese momento, los términos vejez, tercera edad, ancianos, adultos mayores, se refieren a la población
comprendida en el grupo de 60 años en adelante.40
Desde hace tiempo, en casi todos los países del mundo se ha despertado el interés por comprender los cambios relaciona-
dos con lo que se conoce como el proceso de envejecimiento y el ajuste a las nuevas condiciones de vida que las personas
de más de 60 años deben realizar.
El envejecimiento de la población repercute su medio económico, en las redes sociales de apoyo, en las instituciones de se-
guridad social y en el sistema de salud. Estos ámbitos, no considerados hasta años recientes, deben ser tomados en cuenta
para poder integrar a la población de edad avanzada al desarrollo de México.
En nuestro país, para 1997 había una población de 5.7 millones de personas con más de 60 años; en la actualidad, una de
cada 20 personas en México tiene 65 años de edad o más, y se estima que en el año 2030 de cada ocho personas una será
adulta mayor, misma que tiene que prepararse para mejorar la realidad que viven sus antecesores.41
En el mundo
39
Ponencia de Fundación para el Bienestar del Adulto Mayor IAP. Escuela para Promotoras y Promotores Juveniles en DDHH “Derechos de las
Personas Adultas Mayores”, México, 2004.
40
Comisión Nacional de Derechos Humanos. Los Derechos Humanos en la Tercera Edad , México, 1999, p.17.
41
Caritas Bienestar del Adulto Mayor, I.A.P. Manual de Vejez y Proceso de Envejecimiento, Primera Edición, México, 2002, p. 25.
81
A lo largo de la historia siempre han existido grupos que requieren una atención especial del Estado y la sociedad debido a
su situación particular.
El envejecimiento constituye un proceso de dimensiones múltiples que afectan a los individuos y a la sociedad. El aumen-
to de la edad es un proceso cronológico irreversible que se da en el curso de la vida. En las últimas etapas, los individuos
abandonan sus responsabilidades en el mundo laboral y dependen cada vez más de la familia o de la sociedad.
A partir de los años setenta, en todos los países se planteó la necesidad de establecer políticas sanitarias y sociales en favor
de las personas mayores, surgieron en diferentes momentos y avanzaron según el desarrollo socioeconómico de los países;
por ejemplo, en países como Francia, Inglaterra, Estados Unidos y Suiza, se han organizado muchos programas a favor de
la vejez, así como los familiares y personas voluntarias que velan por una mejor calidad de vida de los adultos mayores.
Algunos países de Latinoamérica como Cuba, Costa Rica, Chile, Argentina, entre otros, han permitido brindar a los adultos
mayores apoyos sociosanitarios, médicos y culturales; pero ello se debe a que, en dichos países el crecimiento de la pobla-
ción anciana aún no ha rebasado los costos presupuestarios de la seguridad social.
Mientras tanto, en México, durante las últimas décadas, la población por grupo de edades se ha modificado a un ritmo muy ace-
lerado, debido a factores como la reducción en la fecundidad, el alto índice migratorio y una mayor esperanza de vida de la pobla-
ción; caso específico es el Distrito Federal, en donde se concentra 10 % de la población con más de 60 años de todo el país.
Lo anterior ha provocado que los adultos mayores en estos momentos tengan muchas carencias, lo cual genera demanda
de servicios sociales, sanitarios y económicos; junto a las carencias, también podemos observar los cambios de valores de
la sociedad, que se traducen en el abandono, la migración y el rechazo que sufren las personas mayores.
De acuerdo con los cálculos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el año 2000 existían en el mundo alre-
dedor de 600 millones de personas mayores de 60 años.
En uno de los principios a favor de las personas de edad, la ONU establece que el Estado debe procurar asistencia al an-
ciano mediante una forma legal que le dé bases inconmovibles, invariables e inmutables, por ser derechos de los más ele-
mentales: correlativo del deber del Estado y de la sociedad es atender las limitaciones del necesitado, cuando se vive en
un estado de derechos (ONU, 1981).
En México
La situación de los adultos mayores en nuestro país refleja condiciones muy similares a las que se han encontrado en otros
países.
En México el proceso natural de envejecimiento constituye una experiencia angustiosa, pues ahora ser viejo significa ver
disminuida la posibilidad para obtener satisfacción psicológica, física, social y económica.
42
Op. Cit. Ponencia Fundación para el Bienestar del Adulto Mayor, 2004.
82
Asimismo, existen varios sectores de personas de la también denominada tercera edad, para quienes el panorama es doble-
mente desfavorable, en la medida que son objeto de toda clase de agresiones que van desde el virtual abandono y la con-
finación, hasta los golpes, el desprecio y la marginación. Nos referimos a los que, además de ser ancianos, son indigentes,
indígenas, atípicos o discapacitados, mujeres trabajadores del campo, subempleados y profesionistas libres, que no tuvieron
relaciones formales de trabajo y, por tanto, tampoco las prestaciones que se desprenden de la jubilación.
A continuación se aportan algunos datos para conocer el estado general en que se encuentran los adultos mayores de México,
mismo que permiten reflexionar sobre su compleja situación determinada por necesidades y características muy diversas.
• La esperanza promedio de vida al nacer se ha incrementado en los últimos 80 años y, en la práctica, las mujeres
siempre han vivido más años que los hombres. Debido a que la mortalidad es mayor en los hombres que en las
mujeres, en la tercera edad hay 112 mujeres por cada 100 hombres.
• Las personas que reciben jubilación o pensión representan una parte mínima de los adultos mayores, en promedio
18 de cada 100 hombres y 4 de cada 100 mujeres.
• En lo que se refiere al estado civil, 86 de cada 100 hombres son casados, 6 son viudos y 8 son solteros; en el caso
de la mujer, las casadas son 66 por cada 100, 23 son viudas y 11 son solteras; en ambos casos, conforme avanza
la edad, la cantidad de casados disminuye por muerte de la pareja y aumentan las y los viudos.
• Las causas de mortalidad son, en primer lugar, por enfermedades del corazón, tumores malignos y diabetes mellitus.
• La escolaridad es baja, ya que 39 de cada 100 no tiene ninguna instrucción primaria y 32 no la concluyeron.
En el Distrito Federal
La ciudad de México es una entidad con una alta concentración poblacional y, por lo tanto, en ella se encuentra el mayor ín-
dice de la población mayor de 60 años, en contraste con las demás entidades del país, lo que equivale a poco más de 700
mil individuos de las cuales la gran mayoría son mujeres.
Según estudios realizados por distintos organismos oficiales, entre las personas mayores de 60 años se puede observar que:
• Un alto porcentaje (75.2 %) no trabaja. De los que trabajan, 29 % realiza actividades de comercio, transporte o
comunicaciones, 20 % trabaja en restaurantes, servicios de esparcimiento, alquiler, reparación, aseo o servicio
doméstico y 12.3% trabaja en la administración pública, defensa, servicios médicos y educativos.
• De los adultos mayores que no trabajan, 60 % recibe pensión y 81.5 % son mantenidos por familiares u otras
personas.
• El nivel educativo es bajo, pues 2 de cada 10 personas no tienen ninguna instrucción escolar, 3 estudiaron algún(os)
grado(s) de primaria, 2 terminaron la primaria, y de esas 10 personas 3 concluyeron cierto grado de secundaria.
• La mayor parte muere a causa de padecimientos crónico-degenerativos, tales como problemas cardiovasculares,
cáncer, diabetes y tumores; y de tipo transmisibles, así como por accidentes y lesiones.
• En cuanto a la relación entre los adultos mayores y la familia, un muestreo por la ciudad de México reveló que los
hijos, que no cohabitan en el mismo hogar de los padres, poco a poco los van abandonando, sobre todo cuando
llegan a una edad avanzada, etapa en la que se presentan con mayor frecuencia problemas económicos, de salud
y depresión.
83
En un trabajo coordinado por la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal (2000), se indica que más
de 580 mil personas mayores de 60 años viven en la capital del país en condiciones de abandono familiar, desempleo, mal-
trato, enfermedad o indigencia. Según las cifras oficiales presentadas, más de la mitad de los 12 mil 941 indigentes censa-
dos son ancianos.
De acuerdo con varias fuentes, se sabe que en el Distrito Federal existen 72 asilos privados, 110 clubes del Instituto Na-
cional de la Senectud, dos casas hogar del DIF y un albergue del Gobierno del Distrito Federal dedicados, especialmente,
al cuidado de ancianos. Un estudio oficial señala entre las principales deficiencias de estos centros, que sólo 41 % de ellos
cuenta con terapia física, menos del 60 % con terapia ocupacional, 54 % con administración de medicamentos y 75% con
elementos recreativos y de comunicación.
Un trabajo elaborado por legisladores locales señala que en el año 2000, aproximadamente un millón de personas seguía parti-
cipando, significativamente, en el mercado de trabajo de la capital del país, pero la mayoría en actividades no asalariadas.
En materia de salud, los ancianos presentan problemas de desnutrición o de mala alimentación que pueden provocar obesi-
dad, aliada de todas las enfermedades degenerativas de la tercera edad, como arteriosclerosis, hipertensión, várices, trom-
boflebitis, esclerosis, gota y diabetes.
Por las diferentes situaciones en que se encuentra la población anciana en la ciudad de México, deben de reorganizarse pro-
gramas básicos tanto en materia de salud, nutrición, actividad económica, maltrato y violencia, derechos humanos y protec-
ción jurídica, así como en aspectos de entretenimiento, recreación y convivencia intergeneracional e intrageneracional.43
El proceso de envejecimiento
¿Qué significa envejecer?
Es necesario establecer una diferencia entre la vejez, como una etapa de la vida, y el envejecimiento, como un proceso en
la vida del ser humano que se inicia desde su nacimiento.
No existe una teoría capaz de explicar los fenómenos involucrados en el envejecimiento y muerte de los seres humanos. El
envejecimiento es un hecho universal, presente desde el momento de la concepción, cuyos efectos afectan a todos los se-
res vivientes, quienes los experimentan unos más tarde y otros más temprano. Por eso se dice que el envejecimiento es un
proceso irregular y esencialmente individual; nadie envejece por otro.
En términos generales, el envejecimiento no es único en la especie humana, sino que se presenta en todos los animales,
aunque la especie humana esté entre los mamíferos que tiene más larga vida. Por ello, envejecer implica un proceso de
cambios determinados por factores biológicos, psicológicos, sociales y económicos. Todas estas transformaciones implican
desarrollo, pero sobre todo declinación y deterioro, que concluyen con el ciclo vital de la mujer y el hombre. Por eso, se debe
entender a la vejez como una etapa más de vida de la especie humana.
Durante este periodo la persona ve disminuidas sus capacidades físicas y mentales. Sin embargo, vejez no es equivalente
a enfermedad, aunque el riesgo de padecer ciertas enfermedades se incremente con la edad.
43
Op. Cit. Caritas Bienestar. Manual de Vejez..., p.26-31.
84
El envejecimiento biológico en la especie humana se empieza a notar de manera progresiva a partir de los 30 años de edad;
por ejemplo vemos como la piel se arruga, se reseca, se vuelve quebradiza, pálida, pierde frescura y brillo; y conforme avanzan
los años, el cabello encanece y cae fácilmente, la cabeza se inclina hacia delante y abajo; los movimientos son más lentos,
se presentan enfermedades como: hipertensión, diabetes, reuma, incontinencia urinaria, artritis, reumatismo, arteriosclero-
sis; disminuye también la velocidad para caminar, para moverse; se presentan alteraciones en la capacidad visual, auditiva,
de la atención y la memoria, ocurre pérdida de los dientes, se forman bolsas debajo de los ojos entre otras alteraciones.
Tenemos que saber que todas estas alteraciones no se dan de la misma forma o con la misma intensidad en todas las per-
sonas adultas mayores. En los cambios físicos y mentales que la vejez presenta, influyen también factores externos como
la herencia, el sexo y la alimentación, entre otros.
Una gran cantidad de su energía emocional y física se emplea en resolver duelos, adaptarse a los cambios que se dan como
resultado de las pérdidas sufridas y recuperarse de los trastornos provocados por dicha crisis.
El adulto mayor empieza a pensar en el tiempo que le falta para morir, ya no hay mucho interés por lo que pasa a su alrede-
dor, lo que va haciendo que el anciano se aleje de los demás y, en consecuencia, ellos de él. Disminuye la confianza en sí
mismo, pierde la alegría, experimenta temor, soledad, tristeza y una sensación de ser inútil.
Se acuerda sobre todo de hechos o situaciones del pasado, lo que le impide adaptarse a los cambios de la sociedad mo-
derna.
Es recomendable que los adultos mayores permanezcan activos todo el tiempo que les sea posible y cuando algunas acti-
vidades ya no las puedan realizar, hay que buscar otras más adecuadas; la relación con el tiempo se experimenta y se vive
de modo diferente, según el mayor o menor deterioro del organismo.
Para el adulto mayor algunas cosas pierden su significado, mientras otras ganan importancia. Lo que es indiscutible es que
ya no será posible mantener el ritmo al que estaba acostumbrado, pero saberse querido, activo y necesitado lo hará sentir-
se satisfecho.
El desconocimiento del grupo que rodea al anciano, y el deterioro de sus capacidades contribuye a que sea visto como al-
guien que vale menos por que ya se ha jubilado y no produce; ya no puede aprender; se siente apartado, rezagado e inútil,
85
sus valores y costumbres no son los de los demás; pone nerviosos a los que están a su alrededor por su continuo criticar y
“refunfuñar” (generalmente, esto se debe a la soledad en la que vive, lo que dificulta sus relaciones), además, todo a su al-
rededor es diferente: las calles, la forma de abordar un camión. Todo está cambiando.
Las personas adultas mayores no sólo deben resolver la cuestión relacionada con la disminución de sus capacidades físi-
cas y mentales, sino también la pérdida del estatus familiar y social, por que una vez que pasan los 55 años y se llega a la
jubilación, la persona es considerada como una carga o un estorbo por el desplazamiento de que son objeto en el campo
productivo.
Etapas de la vejez44
Cuando se habla de viejos, ancianos, personas de la tercera edad o adultos mayores, nos referimos a todos aquellos que
tengan 60 años o más de edad.
Se considera que prolongar la vida es un objetivo que requiere los mejores y más grandes esfuerzos por parte de la huma-
nidad para determinar cuántos años se quiere agregar a la vida y conocer la etapa actual en la que se encuentra.
La sociedad de Geriatría y Gerontología de México, A.C. ha denominado las etapas de la vejez como:
La sociedad de Geriatría de México A.C. aclara que, si bien han señalado como inicio de la senectud los 60 años, no excluye
la posibilidad de abarcar edades de hasta 45 años, pues con ellas se inicia la prevejez, etapa que es de suma importancia
para la aplicación de medidas preventivas.
44
Ibid., p.43-48.
45
Resumen elaborado por Miriam Cervantes a partir de información obtenida de: //www.cepal.org/publicaciones/xml/8/27108/lcg2300-P_3.pdf
86
Empero, las diferencias de edad y de generación no siempre se trataron de manera explícita. Antes de la década de
1990, en la doctrina de derechos humanos “la edad” estaba comprendida en la amplia acepción de “cualquier otra
condición social”. A partir de esta fecha, en algunos Estados comenzó un proceso de promulgación de leyes espe-
ciales y reformas constitucionales, que permitieron incorporar aspectos específicos relacionados con el tema.
Igualdad de derechos para hombres y mujeres (artículo 3): los Estados partes deben prestar atención especial
a las mujeres de edad avanzada y crear subsidios no contributivos u otro tipo de ayudas para las personas de
ambos sexos que carezcan de recursos al alcanzar una edad especificada en la legislación nacional.
Derecho al trabajo (artículos 6, 7 y 8): los Estados partes están obligados a adoptar medidas orientadas a evi-
tar la discriminación fundada en la edad, en el empleo y la profesión; garantizar condiciones seguras de tra-
bajo hasta la jubilación; dar empleo a trabajadores de edad avanzada y poner en marcha programas de pre-
paración para la jubilación.
Derecho a la seguridad social (artículo 9): los Estados partes deben establecer regímenes generales para un
seguro de vejez obligatorio, fijar una edad de jubilación flexible y proporcionar subsidios de vejez no contribu-
tivos u otras ayudas a todas las personas mayores que carezcan de ingresos de otra fuente.
Protección a la familia (artículo 10): los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales tienen el deber
de crear servicios sociales de apoyo de la familia cuando existan personas de edad en el hogar, y de aplicar
medidas especiales destinadas a las familias de bajos ingresos que deseen mantener en el hogar a las per-
sonas de edad avanzada.
Derecho a un nivel de vida adecuado (artículo 11): las personas mayores deberían satisfacer sus necesidades
básicas de alimentación, cuidados, entre otras, mediante la provisión de ingresos, el apoyo de sus familias y
la comunidad y la propia autosuficiencia.
Derecho a la salud física y mental (artículo 12): es preciso efectuar intervenciones sanitarias dirigidas a man-
tener la salud en la vejez con una perspectiva del ciclo de vida.
Derecho a la educación y a la cultura (artículo 13): abarca dos aspectos diferentes y complementarios: i) el
derecho de la persona de edad a disfrutar de programas educativos, y ii) el aprovechamiento de sus conoci-
mientos y experiencia por parte de las generaciones más jóvenes (Naciones Unidas, 1999).
La Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Protocolo de San Salvador contienen las normas de derechos
humanos aplicables a la región. La Convención entró en vigencia en 1969 y el Protocolo casi 20 años más tarde.
87
Al igual que en la Declaración Universal, en la Convención Americana sobre Derechos Humanos se incluye la
edad como “otra condición social” objeto de discriminación que debe ser erradicada. El documento también
comprende algunas disposiciones particulares; en el artículo 4 sobre el derecho a la vida se prohíbe su impo-
sición a los mayores de 70 años y el artículo 23 sobre derechos políticos se refiere a la posibilidad de regla-
mentar el acceso a cargos públicos por razones de edad.
En el Protocolo de San Salvador se disponen medidas específicas dirigidas a las personas mayores. En el artícu-
lo 9 se indica que “toda persona tiene el derecho a la seguridad social que la proteja contra las consecuencias de
la vejez”; y en el artículo 17, sobre protección a los ancianos, se señala que “toda persona tiene derecho a la pro-
tección especial durante su ancianidad” por lo que los Estados parte deben comprometerse a “adoptar de manera
progresiva las medidas necesarias a fin de llevar este derecho a la práctica y en particular a: a) proporcionar ins-
talaciones adecuadas, así como alimentación y atención médica especializada a las personas de edad avanzada
que carezcan de ella y no se encuentren en condiciones de proporcionársela por sí mismas; b) ejecutar programas
laborales específicos destinados a conceder a los ancianos la posibilidad de realizar una actividad productiva ade-
cuada a sus capacidades respetando su vocación o deseos; c) estimular la formación de organizaciones destina-
das a mejorar la calidad de vida de los ancianos” (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 1988).
Independencia: incluye el derecho a la alimentación, el agua, la vivienda, el vestuario y una atención sanitaria
adecuados. A estos derechos básicos se añaden la oportunidad de un trabajo remunerado, el acceso a edu-
cación y capacitación, el derecho a vivir en un entorno seguro y adaptable a sus necesidades y a residir en
su propio domicilio.
Participación: comprende el derecho a la participación activa de las personas mayores en la aplicación de las
políticas que incidan directamente en su bienestar, a compartir sus conocimientos y habilidades con las gene-
raciones más jóvenes y a formar movimientos o asociaciones.
Cuidados: consigna el derecho de las personas mayores a beneficiarse de los cuidados de su familia, a tener
acceso a servicios sanitarios y a disfrutar de los derechos humanos y libertades fundamentales cuando resi-
dan en hogares o en instituciones donde se les brinden cuidados y tratamiento.
Autorrealización: establece el derecho a aprovechar las oportunidades para desarrollar plenamente su poten-
cial, mediante el acceso a los recursos educativos, culturales, espirituales y recreativos de la sociedad.
Dignidad: considera el derecho de las personas mayores a vivir con dignidad y seguridad, verse libres de ex-
plotación y malos tratos físicos o mentales, ser tratados con dignidad, independientemente de su edad, sexo,
raza, procedencia étnica, discapacidad, situación económica o cualquier otra condición, y a ser valorados de-
bidamente, con prescindencia de su contribución económica (Naciones Unidas, 1991).
88
Por otro lado, se han realizado ya dos Asambleas Mundiales sobre el Envejecimiento, la primera en Austria en
1982 y la segunda en España en 2002. En ellas se destacan valores humanos generales y fundamentales y,
sobre todo en la segunda, se plantean como temas centrales la concreción de los derechos humanos y liber-
tades fundamentales de todas las personas de edad; la garantía de los derechos económicos, sociales y cul-
turales de las personas mayores, y de los civiles y políticos, y la eliminación de todas las formas de violencia
y discriminación en contra de las personas de edad (Naciones Unidas, 2002).
En el plano regional, la Estrategia Regional de Implementación para América Latina y el Caribe del Plan de
Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, adoptada en la Conferencia Regional Interguberna-
mental sobre Envejecimiento (19 al 21 de noviembre de 2003), tiene como principios inherentes: el envejeci-
miento activo, protagonismo y respeto a la heterogeneidad de las personas mayores, el enfoque de ciclo de
vida y concepción prospectiva a largo plazo, y la solidaridad intergeneracional.
III. Marco jurídico en relación con las personas mayores en América Latina
En un análisis comparativo de 21 constituciones latinoamericanas, en sus últimas reformas46, se demuestra
que en 19 de los 21 países estudiados se consagran derechos específicos de las personas mayores que, en
general, se concentran en el derecho al cuidado (13 países47) y a la garantía de algunos derechos básicos,
como la seguridad social (12 países). En un menor número se reconoce el derecho a la dignidad (6), el trabajo
(5) y la participación (2), y en tres países48 se instaura el voto facultativo en el marco de los derechos políticos
garantizados a nivel constitucional.
El derecho al trabajo, para citar un ejemplo, está consignado de distintas formas en las constituciones de los
países en estudio. En Cuba se centra en la protección adecuada al trabajador impedido por su edad; en Gua-
temala se garantiza que los trabajadores de 60 años y más sean objeto de un trato adecuado a su edad, y
en Panamá se resguarda el derecho al trabajo sin distinción de edad, lo mismo que en Paraguay y República
Bolivariana de Venezuela.
El derecho a la dignidad, por su parte, aunque también se plasma de manera diferente en las constituciones
analizadas, en general se liga a la eliminación de las formas de discriminación basadas en la edad (Brasil,
México) y a la protección de las personas mayores contra la violencia doméstica (Costa Rica, Ecuador). En
Paraguay se aboga por el fomento de la calidad de vida de la población, y se reconoce la edad entre los fac-
tores condicionantes.
46
Argentina, 1853; Bolivia, 1994; Brasil, 1988; Chile, 1980; Colombia, 1991; Costa Rica, 1949; Cuba, 1976; Ecuador, 1998; El Salvador, 1983;
Guatemala, 1993; Honduras, 1982; México, 1971; Nicaragua, 1995; Panamá, 1972; Paraguay, 1992; Perú, 1993; Puerto Rico, 1952; República
Dominicana, 1994; República Bolivariana de Venezuela, 2000; Trinidad y Tobago, 1997 y Uruguay, 1997.
47
Entre ellos: Colombia, Cuba, Ecuador, Honduras, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana y República Bolivariana de Venezuela.
48
Brasil, Ecuador y Perú.
89
Bibliografía
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1997.
• CDHDF. Informe Especial Sobre la Situación de los Derechos Humanos de las Personas Adultas Mayores en el
Distrito Federal 2007. México, D.F. 2008.
• García Ramírez, Carlos. Los derechos y los años. Otro modo de pensar y hacer política en Latinoamérica: los
adultos mayores. Plaza y Valdés, México, 2006.
• Organización Panamericana de la Salud. Salud y Bienestar del Adulto Mayor en la Ciudad de México. Washington,
D.C. 2005.
• Padilla Nieto, Ernesto. Manual de Derechos Humanos del Adulto Mayor, Caritas, México 2001.
• Villarreal Macias, Rogelio. Una sociedad para todas las edades. CDHDF, México 2002, Campaña permanente por
la no discriminación.
Referencias en internet
90
Objetivos
- Que las y los asistentes reflexionen sobre la situación de discriminación que enfrentan las personas con dis-
capacidad.
- Que las y los asistentes conozcan algunos términos y definiciones relacionadas con la discapacidad, así como
los derechos de las personas con discapacidad.
Lazarillos
Objetivo: Crear un espacio de integración y sensibilización entre las y los asistentes respecto al tema.
Duración: 30 minutos.
Desarrollo: Pídeles a las y los asistentes que se coloquen en parejas, después les das un paliacate por pa-
reja y les indicas que una de las dos personas se debe poner el paliacate en los ojos mientras que la otra de-
berá ir a un extremo del salón. Una vez que todos estén dispersos. Quien no tenga paliacate realizará el rol
de “lazarillo” y éste deberá llamar a su pareja (quien se encuentra vendada de los ojos) con la finalidad de
ser encontrado.
Te sugerimos colocar obstáculos en todo el salón sin que las personas con el paliacate se den cuenta. Des-
pués de cinco minutos suspende el juego y pide que cambien la situación, los que fueron lazarillos ahora se-
rán las personas con paliacate y viceversa.
Duración: 60 minutos
Material: Paliacates, cinta adhesiva, palos, ligas o hules gruesos para amarrar, frijoles, orejeras, etcétera.
91
actividades cotidianas en esa circunstancia. Puedes solicitarles que lleven a cabo determinada tarea, como dar
un paseo por el lugar, subir escaleras, servirse y tomar agua, comer algo, escribir o copiar del pizarrón, o cual-
quier otra actividad que ellas y ellos realicen normalmente, incluso salir a la calle, si lo consideras pertinente.
Emplea los paliacates para tapar los ojos (ciegos) o la boca (mudos) y coloca las orejeras para dificultar la es-
cucha. Utiliza los frijoles para simular artritis, pide que tomen un puño de frijoles y “venda” el puño con cinta
adhesiva, coloca frijoles dentro de los zapatos. Las ligas gruesas o hules son para amarrar los palos en la par-
te posterior de las rodillas. Esto dificulta mucho el caminar y subir escaleras, como alguien que tiene secuelas
de poliomielitis. Si te es posible consigue también una silla de ruedas y bastones para personas ciegas, esto
ayudará a darle mayor veracidad al ejercicio.
Según consideres, puedes presionar al grupo, decirles que se apuren, mostrarles o pedirles cosas a las que
tienen difícil acceso, decirles que se ayuden entre ellos o esperar a ver si esto se da de manera espontánea
en el grupo.
Reflexión: En plenaria y sin que las y los asistentes se hayan quitado la discapacidad, pregunta ¿cómo se
sintieron? Trata de recuperar el mayor número de SENTIMIENTOS o SENSACIONES, antes de la reflexión
racional que hagan del ejercicio.
Después, recupera qué fue lo que les pasó, a qué problemas o dificultades se enfrentaron, qué fue lo que les costó más,
qué les gustó. Por último pide al grupo que relacionen el ejercicio con la situación cotidiana que viven las personas con
discapacidad en nuestra ciudad o nuestras comunidades.
La atención a las personas con alguna discapacidad ha tenido, esencialmente, un carácter asistencial y caritativo, o bien ha
tenido un acento “curativo” o terapéutico. La concepción errada de que las personas con discapacidades están enfermas
apenas está siendo superada en muchos países. La defensa de los derechos de personas con discapacidad es un enfoque
49
Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación, http://www.conapred.org.mx/index.php
92
que apenas está despuntando. Se reclama el reconocimiento de las necesidades específicas y especiales de estas perso-
nas, así como su inclusión social, el tratamiento equitativo y la igualdad de oportunidades. Así mismo, se pugna porque las
leyes se hagan cargo de las peculiaridades que distinguen a las personas con discapacidad.
En el proceso de integrar y reconocer los derechos de personas con discapacidad, también es crucial el proceso educativo.
La convivencia con la diferencia todavía nos resulta ajena. El reclamo por la igualdad de oportunidades no puede provenir
exclusivamente de los sectores excluidos; se requiere la fuerza y la contundencia de una sociedad que reconoce como le-
gítimas, productivas y enriquecedoras las diferencias entre las personas a la vez que defiende las igualdades en derechos,
en oportunidades y en trato.
La creación de condiciones mínimas para que se dé la igualdad de oportunidades es todavía un proyecto lejano. Se han co-
menzado a dar pasos, pero aún falta un buen trecho por avanzar; frente al tamaño de las necesidades, los resultados son
escasos. Las prácticas de discriminación excluyen del mundo del trabajo a las personas con discapacidad; los sistemas de
salud son cada vez más exigentes e injustos con cláusulas y contratos; de la impartición de justicia y el ejercicio de sus de-
rechos, en medio de políticas inequitativas, que no se preguntan cómo igualar al diferente. De manera que no es poco lo que
hay que cambiar en las normas, en el sentido y funcionamiento de las instituciones y en las prácticas sociales.
Una de las principales recomendaciones de la Comisión Ciudadana de Estudios contra la Discriminación (Instalada en febrero
del 2001 con la participación de legisladores, funcionarios públicos, representantes de organizaciones defensoras de grupos
en situación de discriminación, académicos y otros especialistas, puede señalarse como un antecedente del CONAPRED)
en relación con las discapacidades, se refirió a la urgencia de integrar a la normatividad nacional las Normas Uniformes so-
bre la Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad de la ONU, aprobadas por la sesión plenaria el 20
de diciembre de 1993. Según los comisionados, éste es un instrumento que contribuye a aclarar los mínimos indispensables
para la igualdad de participación, así como a definir las medidas de ejecución y los mecanismos de supervisión.
Estadísticas50
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México existen 10 millones de personas con discapaci-
dad. De éstos, el 2.3% tiene una discapacidad severa. Las discapacidades más comunes son: auditiva, neu-
romotora, de lenguaje, mental y visual.
Del total de la población con discapacidad, un 35% no ha recibido ningún tipo de tratamiento, debido a que
deciden no tratarse por no contar con seguro social o porque no existe un tratamiento disponible o factible
para su discapacidad.
Las principales causas por las que las personas con discapacidad no laboran son su discapacidad y su edad
avanzada.
Sin embargo, en contraste con los datos de la OMS, el Censo Nacional de Población y Vivienda del año 2000,
reporta un dato que parece subestimar de manera importante la magnitud del problema. Se dice que de los
97’014,867 millones de mexicanos que habitaban el país en ese año:
50
Ibid.
93
Se menciona primero la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
de 1948, que es el principal instrumento motivador y respaldado por las luchas de los sectores y grupos marginados y em-
pobrecidos de las sociedades.
Será hasta 1981 cuando la Organización Mundial de Personas con Discapacidad (OMPD), por medio de la ONU, estable-
ce algunos elementos que pronuncian la calidad, la dignidad de todos los seres humanos, especialmente de aquellos que
están afectados por alguna discapacidad; entendiendo como discapacidad cualquier lesión y/o condición física, sensorial,
mental o social que restrinja, limite o impida el desarrollo de la persona y su participación con igualdad de oportunidades en
las actividades propias de su comunidad.
Desde este momento, tenemos que comenzar a pensar y hablar sobre auto-ayuda, participación, responsabilidad personal y
social, igualdad de oportunidades. Valores que son recuperados en los siguientes instrumentos internacionales como el Pro-
grama de Acción Mundial de la ONU 1983-1992; las Normas Uniformas sobre Igualdad de Oportunidades para las Personas
con Discapacidad de la ONU en 1993; la Resolución 52/107 de la Asamblea General del 12 de diciembre de 1997, donde se
exhorta a los gobiernos a asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y las liberta-
des fundamentales por los niños con discapacidad; la Convención Interamericana para la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra las Personas con Discapacidad, aprobada por la Organización de Estados Americanos (OEA) del
6 de junio de 1999; y la propuesta, recién presentada por México y aprobada por la Asamblea de Naciones Unidas, para la
formulación de una normativa internacional que garantice los derechos humanos de las personas con discapacidad.
Todos ellos tienen como objetivo principal definir políticas e identificar estrategias que adecuen el marco legal nacional con
el internacional en cada país para lograr la integración, inclusión y plena participación de las personas con discapacidad en
su comunidad y sociedad.
Los representantes de los gobiernos tienen la obligación de buscar, identificar y desarrollar estrategias específicas para re-
conocer los derechos humanos de las personas con discapacidad, además de difundirlos públicamente. De esta manera
51
Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria O.P.” AC, Memorias. Cátedra de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria O.P.
CDHFFV, México, 2003, pp 33-37
94
las/os individuos y colectivos podrán reclamar y alcanzar los beneficios que les ofrece la legislación, de otro modo no hay
avance.
La Organización Mundial de Personas con Discapacidad identifica y denuncia violaciones a los derechos humanos de las
personas con discapacidad y busca alternativas de soluciones globales a esas violaciones.
La resolución de la Comisión de Derechos Humanos 2000/51 establece, en virtud de la Carta de las Naciones Unidas, que
los Estados deben proceder conjunta y separadamente para mejorar la calidad de vida y lograr el pleno empleo y condicio-
nes de progreso y desarrollo económico y social, recordando que todas las personas con discapacidad tienen derecho a la
protección contra la discriminación y a disfrutar plenamente de los derechos humanos en condiciones de igualdad, confor-
me a lo establecido, entre otras, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención sobre los Derechos
del Niño, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, y el Convenio sobre la
Readaptación Profesional y el Empleo de Personas Inválidas, 1983 (N° 159), de la Organización Internacional del Trabajo.
La Sexta Asamblea Mundial de la Internacional de Personas con Discapacidad celebrada en Japón en 2002, afirma la res-
ponsabilidad de los gobiernos de eliminar o facilitar la eliminación de las barreras y obstáculos que se oponen a la plena in-
tegración y participación en la sociedad de las personas con discapacidad, y apoyando los esfuerzos de los gobiernos por
formular políticas nacionales para alcanzar objetivos concretos al respecto.
Por otra parte, hay que reconocer la contribución de las Organizaciones No Gubernamentales, en particular las organizacio-
nes de personas con discapacidad, en el esfuerzo mundial por lograr la plena participación e igualdad de las personas con
discapacidad y garantizar a estas personas el pleno goce de los derechos humanos, y que los gobiernos federales apoyen
a estas organizaciones para que apliquen todas las leyes y programas a favor de las personas con discapacidad, con rela-
ción a las necesidades del país y de las mismas personas para mejorar su calidad de vida.
La Convención Internacional de los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad en México
Antecedente de la Convención
La convención para las personas con discapacidad deberá contener, principalmente, derechos que sean exigibles e incor-
porará medidas que garanticen el ejercicio de los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas con disca-
pacidad. En particular debe fundamentarse en los siguientes valores: dignidad, independencia, libertad, autodeterminación,
igualdad y solidaridad social, reconociendo que estos valores deben aplicarse por igual a los diversos grupos de personas
con discapacidad a fin de que se produzca su plena participación.
La futura convención para las personas con discapacidad deberá complementar y fortalecer el monitoreo de los derechos de
las personas con discapacidad, por medio de los mecanismos fundamentales de los derechos humanos.
Se tomará a consideración la situación de los distintos grupos de personas con discapacidad, así como las condiciones rela-
tivas al género, raza, color, edad, grupo étnico, creencia y cualquier otra índole al momento de elaborar la futura convención.
Durante la elaboración de la convención deberá ponerse especial atención a la situación de las personas con discapacidad
en los países en desarrollo y los países en transición.
95
redactar una convención internacional por los derechos de las personas con discapacidad, con objeto de “examinar pro-
puestas relativas a una convención internacional amplia e integral para promover y proteger los derechos y la dignidad de
las personas con discapacidad, sobre la base de un enfoque holístico de labor realizada en las esferas de desarrollo social,
los derechos humanos y la no discriminación”.
Entre los días 11-14 de junio 2002 en la Ciudad de México, el gobierno mexicano, con el apoyo del Departamento de Asuntos
Económicos y Sociales de la Organización de las Naciones Unidas y de la Oficina regional en México de la Comisión Econó-
mica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se organiza una Reunión de Expertos de diversas regiones y nacionalidades
para discutir asuntos relacionados con una convención sobre los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad,
incluyendo sus objetivos, definiciones, así como preocupaciones específicas de las personas con discapacidad en el ámbito
de los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, y medidas para su aplicación.
Un comunicado de Presidencia de la República Mexicana (30 de enero de 2003), menciona que la atención a personas con
discapacidad debe estar basada en una nueva cultura de integración social, sin distinción, sin discriminación, de políticas
incluyentes con igualdad de oportunidades para todos los mexicanos, a construirse a través de programas que sume volun-
tades de los gobiernos federal, estatales, municipales y organizaciones de la sociedad civil.
La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó por consenso la Convención sobre los derechos de las personas con dis-
capacidades el pasado 13 de diciembre del 2006.
Este sector de la población ha sido históricamente compadecido, ignorado y denigrado, llegando a experimentar
reclusión y abandono en instituciones o en sus propios hogares, para ocultar su existencia ante el resto de la
sociedad. La larga y difícil lucha por sus derechos fundamentales ha dado sus primeros frutos en las últimas
décadas. Uno de estos logros es precisamente su reconocimiento como personas con discapacidad, dejando
atrás los términos “inválido”, “impedido” o “minusválido” que, de manera peyorativa, les apartaba aún más del
ejercicio de sus derechos.
La discapacidad se define hoy como una deficiencia física, mental o sensorial, ya sea de naturaleza permanente
o temporal, que limita la capacidad para ejercer una o más actividades esenciales de la vida diaria. El entorno
económico y social puede causar o agravar esa deficiencia, sin que por ello se dé una disminución de la valía
o depredación de la identidad en todos los ámbitos de la vida.
El mayor reto para las personas que viven con discapacidad es concienciar al resto de la sociedad de que no son
una especie aparte; que a pesar de sus limitaciones tienen el derecho y la capacidad para desarrollar una vida
productiva y plena; que deben ser valoradas por sus méritos personales y no por prejuicios, estereotipos y
52
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal Cartilla Discapacidad sin discriminación México, 2003
96
estigmas que se manejan erróneamente en torno a la discapacidad; que el Estado debe instrumentar políticas
públicas que favorezcan su participación en la vida laboral, cultural, política, social y económica, y la sociedad
en su conjunto debe auspiciar su integración a las distintas facetas de la vida pública, a fin de erradicar todos
aquellos actos discriminatorios que atenten contra su dignidad.
La discriminación de las personas con discapacidad se traduce como toda distinción, exclusión o restricción
basada en una discapacidad, antecedente de discapacidad, consecuencia de discapacidad anterior o percepción
de una discapacidad presente o pasada, que tenga el efecto o propósito de impedir o anular el reconocimiento,
goce o ejercicio de sus derechos humanos y libertades fundamentales.
Ya sea de manera deliberada, desde un trato adverso u hostil hasta la negación de servicios, o de una forma
indirecta o sistemática, los actos discriminatorios contra las personas que viven con discapacidad lesionan
severamente las estructuras de una sociedad que aspira a adoptar la democracia como forma de vida.
Entre los derechos fundamentales de este grupo de la población se establecen los siguientes:
• Derecho a la igualdad de oportunidades y de estímulos para alcanzar un desarrollo integral, de tal forma
que no haya cabida a un trato indiferente, a la hostilidad y al rechazo.
• Derecho al libre desplazamiento a través de un adecuado equipamento urbano sin barreras arquitectónicas
que limiten el acceso a los espacios que exige el desempeño de las actividades cotidianas. Además de la
adecuación del entorno, se establece la reserva de asientos en todos los servicios de transporte urbano y
el respeto de la población a este grupo; derecho preferencial de paso en los cruces de intersecciones via-
les y el apoyo de la Policía Vial; libre acceso a los espacios públicos y de servicios a las personas ciegas
acompañadas de perros guías; respeto de toda la población de no hacer uso de las rampas y los señala-
mientos dispuestos para las personas con discapacidad, entre otros.
• Derecho al trabajo, sin condiciones de exclusión ni desventaja, de manera que se integren al sistema ordi-
nario o, en su caso, a sistemas protegidos; que las condiciones en que realicen su trabajo no sean discri-
minatorias; que tengan acceso a programas de capacitación y autoempleo, y que en el lugar de trabajo se
adopten las instalaciones para eliminar las barreras físicas.
• Derecho al desarrollo personal, en el que se tome en cuenta la libre elección y satisfacción de la vida en
pareja; la creación de una familia; el ejercicio de la sexualidad y la procreación, y el desarrollo de todas
aquellas metas presentes en la aspiración a una vida plena.
97
cias, así como asegurar la prestación de servicios de rehabilitación que permitan a la persona mantener
un nivel óptimo de autonomía.
• Derecho a la educación, incorporándose a los espacios educativos regulares, con prestación de servicios
de interpretación y otros apoyos. Cuando la discapacidad sea intelectual, incorporación al sistema de edu-
cación especial. Como parte de este derecho, para los sordos se considera la promoción de la enseñanza
del lenguaje manual y para los ciegos de la lectoescritura.
• Derechos económicos, sociales y culturales cuyo ejercicio permita el crecimiento de la persona en todas
las facetas de la vida, posibilitando su integración a las actividades culturales, recreativas y deportivas en
espacios equipados y accesibles, así como su incorporación a programas de vivienda, organizaciones cul-
turales, intelectuales y turísticas, entre otros servicios que tomen en cuenta sus necesidades.
• Derechos civiles y políticos que puedan ejercer con el reconocimiento de su personalidad jurídica, el acce-
so a funciones públicas y puestos de elección popular, la emisión del voto sin barreras físicas y el acceso
a la justicia como un valor supremo.
• Derecho a la comunicación como un derecho fundamental que debe ejercerse con apoyos especiales. Para
las personas con discapacidad visual es elemental la eliminación de barreras físicas y servicios urbanos
adecuados; señalamientos en Braille en los edificios públicos; reproducción de audiolibros y libre acceso a
éstos; listas de servicios e instrucciones de trámites en sistema Braille, entre otros. Para las personas con
discapacidad auditiva es su derecho que las transmisiones por televisión y las funciones de cine cuenten
con subtítulos; disponer de teléfonos públicos especiales y de señalamientos luminosos en los edificios
públicos; tener el apoyo de intérpretes en todas las áreas de atención al público de las instancias guber-
namentales y de servicios, entre otros.
En el marco internacional, los derechos humanos de las personas con discapacidad se encuentran reglamen-
tados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento jurídico que reconoce su derecho a la
igualdad, al libre desplazamiento, al trabajo, al desarrollo social, a la educación, a la salud, al ejercicio de los
derechos civiles y políticos y a la comunicación.
En 1971, fue emitida la Declaración de los Derechos de los Impedidos. 1981 fue designado como el Año Inter-
nacional de las Personas con Discapacidad, y en 1982 se presentó el Programa de Acción Mundial para los
Impedidos en el que se señalan los principales derechos de este sector.
Las Normas Uniformes para la Igualdad de Oportunidades de las Personas con Discapacidad, emitidas por
la Organización de las Naciones Unidas en 1993, representan un compromiso político y moral de 185 países
miembros para mejorar los servicios de rehabilitación.
El Convenio 159 de la Organización Internacional del Trabajo estipula la readaptación profesional y el empleo
para las personas inválidas.
98
En el ámbito regional, la Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discrimi-
nación contra las Personas con Discapacidad, instrumento que ya ha sido ratificado por México, reglamenta
esos derechos.
En México, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece la igualdad, el derecho a la
salud, a la educación, al respeto a la dignidad e integridad personal y a los derechos civiles y políticos.
Otros instrumentos jurídicos que protegen a las personas que viven con discapacidad son la Ley General de
Salud, Ley General de Educación, Ley para las personas con Discapacidad en el Distrito Federal, Ley Orgá-
nica de la Administración Pública del Distrito Federal, Ley del Transporte, Ley del Desarrollo Urbano, Ley del
Deporte, Reglamento de Tránsito, Reglamento de Construcciones, Reglamento del Consejo Promotor para la
Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad, Código Federal de Instituciones y Procedimien-
tos Electorales, Código Civil y Código Penal.
El respeto a los derechos de las personas que viven con discapacidad depende de su promoción y difusión,
de su exigibilidad y ejercicio en la vida diaria, así como de la concientización de una sociedad que debe apren-
der a no discriminarles y a entender que todas las personas, sin distinción alguna, tienen la misma dignidad
y los mismos derechos.
99
Bibliografía
• Bitar Tessán, Cynthia. Participación comunitaria, discapacidad y género. Piña Palmera, A.C., Inmujeres, Amadillo
Ediciones, Oaxaca, México, 2004.
• Comisión Nacional de Derechos Humanos, Los Derechos Humanos y las Personas con Capacidades Diferentes;
CNDH; México.
• Comisión Nacional de Derechos Humanos; La incorporación al desarrollo de las personas con discapacidad; CNDH;
México, 1999.
• Comisión Nacional de Derechos Humanos; Los Derechos de las Personas con Discapacidad. Fascículo 6; CNDH.
México; 2003Gamio Amalia; Derechos de las Personas con Discapacidad; Comisión de Derechos Humanos del
Distrito Federal, México, 2000.
• Concha Malo, Miguel; Los Derechos Humanos de los Excluidos; Academia Mexicana de Derechos Humanos;
México.
Referencias en internet
100
Objetivos
- Que las y los asistentes reflexionen la situación y la trayectoria de lucha de los pueblos indígenas en México.
- Que las y los asistentes identifiquen y conozcan los derechos de los pueblos indígenas.
Los territorios
Objetivo: Reflexionar sobre la riqueza de las distintas formas de organización, convivencia, cosmovisión, y
demás elementos culturales de los grupos humanos.
Duración: 45 minutos
Desarrollo: Organizados en equipos de cuatro o cinco personas indica a las y los participantes que constru-
yan un territorio. Pónganse de acuerdo en el aspecto físico de los habitantes, la religión, el ambiente físico, el
clima, el paisaje, la flora, la fauna, la estructura social y económica, los roles de los sexos, cómo enfrentan su
supervivencia y otros aspectos que consideren necesarios. Después de 15 minutos, pide a los participantes
que plasmen en un papelógrafo su propuesta, para ello tienen 10 minutos. Utilizando su papelógrafo los equi-
pos exponen en plenaria las características de su territorio.
Luego de la exposición, indícales que tienen 5 minutos más para decidir su forma de gobierno, para luego
compartir en plenaria con los demás. Una vez que todos los equipos exponen su forma de gobierno, das la
indicación:
Todos los territorios van a explotar en 5 minutos. Existe la posibilidad de que los habitantes de sus territorios
se muden a un solo territorio para todos. La condición es que lleguen a un acuerdo sobre la forma de gobier-
no en ese nuevo territorio.
En este momento el coordinador sólo participa como observador y deja que el propio grupo nombre a un mo-
derador.
Reflexión: ¿Llegaron a un acuerdo? ¿Cómo? Si no llegaron a un acuerdo ¿Por qué? ¿Qué coincidencias y
que diferencias hay entre los territorios? ¿Cómo se relaciona la actividad con la situación de los pueblos indí-
genas en nuestro país y en el mundo? ¿Cómo se imaginan un mundo donde se respete y fomente la diversi-
dad cultural y a los pueblos indígenas?
101
La conquista53
Objetivo: Mostrar el impacto de la conquista y colonización en la vida de los pueblos indígenas, así como iden-
tificar las consecuencias que acarreó el choque cultural que se produjo con la llegada de los españoles.
Duración: 45 minutos
Material: Frijoles, arroz, maíz, chiles (medio kilo de todo), bandeja con agua, bolsas de plástico, plumón, un
trapo de limpiar.
Desarrollo: Forma con los asistentes dos grupos y sepáralos para que cada uno reciba determinadas ins-
trucciones, sin que entre equipos se enteren de lo que harán. Ubica a cada equipo en determinado espacio
y señala que ese será su territorio. Dentro del territorio de B es necesario señalar un espacio específico para
la siembra.
Instrucciones
Equipo A
A no puede apropiarse de las semillas por sí mismo, tampoco puede tocarlas hasta que estén en
su territorio. A debe convencer a B para que lleve las semillas a su territorio, que lo haga lo más
rápido posible y a manos llenas. Para ello, A tiene que convencer a B de que son los “recolec-
tores” y como tales eso es lo que les toca hacer. Pueden utilizar todas las estrategias posibles
que se les ocurran, prometerles algo, decirles que así es más fácil, presionarlos, etcétera.
Instrucciones
Equipo B-1
Objetivo: Recolectar 10 semillas de frijol, 10 de arroz y 10 de maíz y 10 chiles que son los ali-
mentos necesarios para satisfacer sus necesidades.
En cada viaje B recolectará una semilla de cada cosa, debe limpiarla y después llevarla hasta
su territorio, colocará cada alimento en recipientes diferentes (en las bolsas etiquetadas) y re-
gresará por más semillas. Por cada dos frutos que coloque en los recipientes destinará uno de
cada especie para la siembra, por lo que tendrán que regarla en el lugar para la siembra defini-
do por el/la coordinador/a, y luego volver a empezar.
53
Miriam Cervantes López y Luis Eduardo Valdivia Salinas, Colectivo DHXóveneZ.
102
Instrucciones
Equipo B-2
Objetivo: Recolectar 10 semillas de frijol, 10 de arroz y 10 de maíz y 10 chiles que son los ali-
mentos necesarios para satisfacer sus necesidades.
Además de seguir las mismas indicaciones que el resto del equipo B, dos voluntarios de este
equipo tendrán una consigna aparte: Sin importar lo que les digan, no deben actuar como quie-
re A que lo hagan. En caso de que sus compañeros de equipo sí acepten, estos dos voluntarios
deberán separarse de B y llevar a cabo el proceso de la manera establecida.
• De tal suerte, debe darse una reformulación de los paradigmas que sustentan la teoría del Estado y del Derecho
occidentales. Los conceptos de Territorio, Estado, Soberanía y Seguridad Nacional, deben ser actualizados, pues
han sido rebasados por los actuales acontecimientos mundiales, sobre todo por el surgimiento de “nuevos actores”
y por tanto, “nuevos” sujetos de Derecho interno e internacional, como es el caso de los Pueblos Indígenas.
54
Elisa Cruz Rueda, El territorio como derecho humanos de los pueblos indígenas, Servicios de Apoyo Intercultural, A.C. SAIAC
103
• Así, aún cuando en los instrumentos internacionales vigentes más importantes se reconoce el derecho que tienen
estos pueblos a su territorio, en nuestra legislación ese derecho se reduce al goce de un pedazo de tierra, es
decir a un concepto meramente económico y no Cultural en sentido amplio. Por lo tanto, es necesario que en el
artículo 27 Constitucional se observe una protección especial a los territorios indígenas, lo que a su vez implica
darle contenido Cultural, jurídico y/o legal al concepto de Territorialidad.
• De esta manera, el derecho a la territorialidad como derecho colectivo de los Pueblos Indígenas es un Derecho
Humano, sin cuyo respeto están condenados a morir.
• Vale decir que en el párrafo segundo de la fracción VII del artículo 27 Constitucional se señala: “...la ley protegerá
la integridad de las tierras de los grupos indígenas...”. Tanto para este artículo como para el artículo 4°, se remite
a una ley secundaria y no a la integridad del marco jurídico mexicano. Es decir, además de pensar en una ley en
materia de tierras exclusiva para los Pueblos Indios, se tendría que reformar todo el Derecho mexicano.
• Resulta urgente que nuestra legislación en el tema de los recursos naturales, tenga como marco de referencia
los convenios sobre Diversidad Biológica y el 169 de la OIT, para que los pueblos sean partícipes directos de las
decisiones y del manejo de los recursos que se encuentran bajo su dominio.
• Las figuras jurídicas de Reservas Naturales, áreas protegidas, etcétera deben tener como principales administra-
dores a los pueblos, de igual forma las iniciativas gubernamentales “desarrollo” deben contar con una importante
participación de los pueblos indios desde su concepción hasta su implementación.
• En el caso de México pocos pueblos indígenas se encuentran bajo el régimen agrario de Comunidad, el cual después
de las reformas de 1992 al artículo 27, parcialmente cuenta con un candado para evitar el desmembramiento de
las tierras por ventas o cesiones. La Constitución mexicana reconoce de éste régimen de tenencia de la tierra las
características de inembargabilidad, imprescriptibilidad e inalienabilidad; sin embargo, esto no es absoluto, pues
la Ley Agraria (ley secundaria) señala la posibilidad de que la Comunidad pueda aportar sus tierras (traspasar el
dominio pleno o la propiedad) a Sociedades Mercantiles propietarias de tierras.
• Los ejidos, régimen sobre el cual se encuentran la mayor parte de los territorios de los Pueblos Indígenas, no cuentan
con ese “mini” candado; por lo tanto, las posibilidades de desmembramiento de sus tierras son mayores. Pues es
posible enajenar, ceder o traspasar la propiedad de parcelas, grandes partes o la totalidad de los territorios.
• Toda vez que el concepto de territorialidad no está contemplado en la legislación agraria y mucho menos en el
marco jurídico mexicano, la posibilidad de proteger la integridad de esos territorios es nula.
• No existen en México procedimientos jurisdiccionales encaminados a reivindicar los territorios indígenas. Sí exis-
ten procedimientos como el de Restitución aplicable a cualquier núcleo campesino, pero carecemos de normas
especiales que den un peso importante a los derechos culturales e históricos de estos sujetos colectivos. Por lo
104
tanto los gobiernos, como señala el Convenio 169 de la OIT, están obligados a: “tomar las mediadas que sean
necesarias para determinar las tierras que los pueblos ocupan tradicionalmente y garantizar la protección efectiva
a sus derechos de propiedad y posesión, además de instituir procedimientos adecuados en el marco del sistema
jurídico nacional para solucionar las reivindicaciones de tierras formuladas por los pueblos”55.
• En este sentido, es importante agregar que el Convenio 169 de la OIT fue firmado y ratificado por México antes
de las reformas de 1992 al artículo 27. Es decir este instrumento Internacional no sólo formaba parte del marco
jurídico mexicano, sino que era y es vinculante en términos del Derecho Internacional.
• Por lo anterior sostenemos que las reformas al artículo 27 y a la Ley Agraria de 1992, y en general la legislación
agraria, son violatorias de las obligaciones contraídas por el Estado Mexicano frente a la comunidad internacio-
nal.
• Huelga decir que, las reformas a algunas leyes federales, en las que están involucrados los Pueblos Indígenas, no
se incluyen capítulos especiales sobre sus derechos, que impliquen un control sobre sus formas de organización
social, política y económica y/o un beneficio mínimo sobre los recursos naturales, su conservación y la retribución
del pago de daños (solidario entre el Estado y las empresas) por su explotación masiva.
• Lo anterior pone en estado de indefensión y en grave riesgo los territorios de los Pueblos Indígenas y por tanto el
patrimonio de la humanidad, que se encuentran en zonas o áreas estratégicas para la economía nacional. Tales
son los casos de los pueblos indígenas zoques, huaves y zapotecos, con la implementación del Mega Proyecto del
Istmo de Tehuantepec en el Estado de Oaxaca; las afectaciones a pueblos mayas en Mérida por la construcción
de un aeropuerto; los agravios a pueblos indígenas de Guerrero si se edificara la presa La Parota.
En conclusión
1. La legislación mexicana en materia agraria es insuficiente e ineficaz para garantizar la integridad de los territorios
de los Pueblos Indígenas.
2. El interés del gobierno mexicano sobre la cuestión indígena, en todas sus ramas y materias (derechos sobre la
tierra, derechos intelectuales, ambientales, recursos naturales, derechos humanos), no es contundente y serio,
sólo se da esporádicamente y de manera aislada.
3. La política indigenista sigue siendo asimilacionista e integracionista, sin el menor respeto a la diferencia y la diver-
sidad; ya que se ponen en juego intereses políticos y económicos locales que muchas veces no corresponden a
los intereses de la sociedad en su conjunto y mucho menos a los de los Pueblos Indígenas, atentando contra su
derecho a existir.
4. De tal suerte, debe reconocerse como derecho humano de los Pueblos Indígenas el Derecho al Territorio, concepto
que va más allá del sentido económico de la tierra y que implica un sentido cultural amplio, que garantice el ejercicio
de sus derechos como pueblos y personas diferentes y diversos.
5. Debe cuestionarse al Estado mexicano el incumplimiento de los Acuerdos de San Andrés. Por una parte, dadas las
repercusiones políticas y sociales internas que generó su proceso de construcción; y por otra, porque el gobierno
puso ante los ojos de la comunidad internacional los Acuerdos como prueba del respeto a los derechos humanos
55
Artículo 14 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
105
de los pueblos indígenas, y como muestra del cumplimiento al Convenio 169 de la OIT. En este sentido, a la tras-
gresión por parte del gobierno mexicano al marco jurídico internacional en 1992, con las reformas al 27, se suma
el desconocimiento de la Ley Cocopa, que retoma lo establecido en San Andrés.
6. Si bien el gobierno mexicano ha realizado pequeñas reformas legales en favor de los pueblos indígenas, estas son
ineficaces, pues en general son meramente declarativas. No plantean de fondo una reforma del Estado, que combata
la raíz monolítica y monocultural, ni mucho menos derechos ejercibles por los sujetos y/o pueblos interesados.
Según define el gobierno federal a través de la Comisión Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas, CONADEPI (an-
tes el Instituto Nacional Indigenista), se dispone de dos definiciones según el ámbito geográfico: para el ámbito nacional y de
entidad federativa. Incluye a todos aquellos integrantes de un hogar en donde al menos una persona es hablante de lengua
indígena y/o se declaró a sí misma como perteneciente a un grupo indígena durante la entrevista censal, más la población
que habla lengua indígena en otro tipo de hogares y la que habita en viviendas colectivas. Para el ámbito municipal y de lo-
calidad, en este caso la definición se remite directamente a los hogares donde el jefe y/o el cónyuge y/o el padre y/o la ma-
dre y/o el suegro y/o la suegra hablan lengua indígena, más la población que habla lengua indígena en otro tipo de hogares
y la que habita viviendas colectivas. En este caso se excluyeron los que declararon pertenecer a un grupo indígena debido
a que esta pregunta sólo se incluyó en el cuestionario ampliado aplicado a una muestra y no a la totalidad de la población,
por lo que para su aplicación a nivel municipal y de localidad presentó problemas de confiabilidad57.
La mayor parte de la población indígena se encuentra en los municipios y estados más pobres de la República. En estas re-
giones se mantiene con frecuencia una agricultura de subsistencia y autoconsumo en un medio ambiente agreste y duro, en
el que la tierra no rinde lo suficiente para alimentar a la familia, obligando a la gente a emigrar cada vez en número mayor,
incluso al extranjero para solventar sus necesidades.
En 1992 se introdujo por primera vez en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 4°, una
referencia a los indígenas, con el reconocimiento de que México es una nación pluricultural; pero esa reforma no tuvo con-
secuencias prácticas o legislativas. La reforma de 2001 incorporó la cuestión de los derechos de los pueblos indígenas en
el texto constitucional, y en algunos estados de la República ya existe o existía legislación en materia indígena, como en el
caso de Chihuahua, Nayarit, Quintana Roo, Oaxaca, San Luis Potosí58.
Sin embargo, según el Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los
indígenas de la Organización de las Naciones Unidas, en su informe referente a la resolución 2003/56 de la Comisión de
Derechos Humanos, resume de su visita a México, que la reforma constitucional de 2001 en materia indígena no satisface
las aspiraciones y demandas del movimiento indígena organizado. De tal forma, se reduce su alcance en cuanto a la protec-
56
Luis Miguel García Vázquez (Colaborador). Alumno de la Escuela para Promotoras y Promotores Juveniles en Derechos Humanos.
57
Página de internet de la CONADEPI: http://www.cdi.gob.mx/conadepi/
58
OACNUDH, Diagnóstico sobre la Situación de los Derechos Humanos en México, Derechos de los pueblos indígenas, México, 2003, Pág.
153.
106
ción de los derechos humanos de los pueblos indígenas, y también se dificulta la reanudación del diálogo para lograr la paz
en el estado de Chiapas59, situación muy delicada para los derechos de los pueblos indígenas.
El Relator Especial de las Naciones Unidas para los pueblos indígenas, Rodolfo Stavenhagen, insiste en que la vulnerabi-
lidad de los derechos humanos de los pueblos indígenas presenta varias aristas. Se observan violaciones de derechos hu-
manos en el marco de numerosos conflictos agrarios y políticos en las regiones indígenas, y principalmente en el contexto
del sistema de procuración y administración de justicia. La discriminación contra los indígenas se manifiesta en los bajos ín-
dices de desarrollo humano y social, la extrema pobreza, la insuficiencia de servicios sociales, la manera como inversiones
y proyectos productivos son puestos en práctica, y la gran desigualdad en la distribución de la riqueza y los ingresos entre
indígenas y no indígenas60.
Muchos son los detonantes que actualmente vulneran los derechos humanos de los pueblos indígenas. Desde la ausencia
de políticas públicas en materia económica, política y de derechos humanos donde tengan participación activa; pasando por
la discriminación y marginación social y económica y el incumplimiento de convenios internacionales; hasta llegar al estable-
cimiento de tratados comerciales que contravienen nuestras legislaciones y afectan grave e irreversiblemente a los pueblos
indígenas, sus territorios y, por ende, a nuestro país.
Durante el siglo XX, el Estado mexicano basó su política indigenista en la educación, la reforma agraria y la infraestructura de
carreteras y comunicaciones, con el objeto de “integrar a los indios a la nación”. En este proceso, se da un cambio marcado
a partir del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, quien en el sexenio 1982-1988, fue el primer mandatario que impulsó
políticas neoliberales con la intención de abrir la nación al libre comercio dentro del proceso de globalización mundial.
En 1992 fue reformado el ámbito agrario en la Constitución; esto abrió el camino a la privatización de las tierras comunales
indígenas, en el marco de un proceso de desarrollo económico integrado a la globalización, vinculado con el Tratado de Li-
bre Comercio de Norteamérica, que impuso cambios drásticos en el mundo rural, donde está asentada la mayor parte de
los pueblos indígenas.
Las comunidades indígenas que no sucumbieron por completo a este histórico proceso de aculturación mantienen su iden-
tidad cultural como pueblos indígenas. La situación de los derechos humanos de los pueblos indígenas se inscribe en el
contexto indicado. Si bien ha habido algunos avances en la materia, también hay serios rezagos que no han sido atendidos
con suficiente voluntad política.
59
Comisión de Derechos Humanos, Cuestiones Indígenas: Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades
fundamentales de los indígenas, Sr. Rodolfo Stavenhagen, México, 2003, Pág. 2.
60
Op. Cit.
107
El debate nacional en torno a esta problemática adquirió particular relevancia con el levantamiento armado del Ejército Za-
patista de Liberación Nacional en 1994, en protesta por “500 años de olvido”. Posteriormente, el diálogo condujo a la firma
de los Acuerdos de San Andrés por parte del gobierno y el EZLN, sobre derechos y cultura indígenas, y la reforma constitu-
cional de 2001, que ha sido fuertemente impugnada61.
El grado de marginación se acentúa en las más de 13 mil localidades indígenas con 70 por ciento o más de hablantes de
lenguas indígenas (HLI). El mayor número de estas localidades se concentra en el estado de Chiapas, con 2989 municipios,
que representan el 22.2 por ciento a nivel nacional; le sigue el estado de Oaxaca con 2563, que son el 19 por ciento y Vera-
cruz con 1742 localidades equivalentes al 12.9 por ciento.
Las más de 13 mil localidades con 70 por ciento o más de HLI tienen los siguientes grados de marginación: en el 85% de
ellas es muy alta, en 10.4% es alta, el 3.8% tiene marginación media y en 0.6 tiene baja y muy baja marginación. Las loca-
lidades en las que viven los indígenas mexicanos son de alta y muy alta marginación en un 95.4%. Menos del 5% de las lo-
calidades indígenas de México cuenta con los servicios a la vivienda, trabajo, ingresos y educación62.
La reforma constitucional de 2001, producto tardío y adulterado de los Acuerdos de San Andrés firmados entre el Gobierno
federal y el EZLN que posteriormente fueron sintetizados en la iniciativa de ley de la Comisión de Concordia y Pacificación
(COCOPA), reconoce formalmente el derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas. Sin embargo, lo encierra con
candados que hacen difícil su aplicación e interpretación en la práctica. Por esta y otras razones, la reforma ha sido impug-
nada por los movimientos indígenas de México, quienes demandan insistentemente su revisión, como condición necesaria
para lograr la paz en el país y garantizar los derechos humanos de los pueblos indígenas. Además, en el proceso no fueron
respetados los principios del Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales (1989), ratificado por México, par-
ticularmente en lo referente a la obligada consulta a los pueblos indígenas.
Además de la zona de conflicto en Chiapas, hay otras regiones conflictivas (Oaxaca, Guerrero) en donde debido a presencia
de grupos guerrilleros, fue incrementada la presencia policial y militar, acompañada de la actuación de grupos paramilitares,
entrenados y financiados por miembros del ejército y presuntamente por los poderes públicos. En estos escenarios se han
dado numerosas violaciones a los derechos humanos de los pueblos y comunidades indígenas. Con frecuencia interviene
61
Comisión de Derechos Humanos, Cuestiones Indígenas: Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades
fundamentales de los indígenas, Sr. Rodolfo Stavenhagen, México, 2003, Pág. 5 y 6.
62
Página de internet de la CONADEPI, Programa Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas 2001 – 2006, www.conadepi.gob.mx.
108
en estos conflictos la fuerza pública (policías municipales, estatales y federales así como el Ejército Mexicano) y también el
sistema de procuración y administración de justicia.
En el funcionamiento del sistema judicial los pueblos indígenas son las víctimas más notorias y vulnerables de abusos a sus
derechos humanos, sufriendo violaciones al derecho a la vida y la integridad física, la seguridad, el debido proceso y las ga-
rantías individuales. Esta constante presencia de elementos que resguardan la seguridad pública y la seguridad interior63 de
la nación en las zonas indígenas, lejos de resguardar la soberanía del país, sólo propician una política del terror mejor co-
nocida como “guerra de baja intensidad”. Situación muy parecida a la suspensión de garantías por parte del presidente de
la República en caso de invasión o guerra intestina.
Se ha advertido una preocupante tendencia a la criminalización de la protesta y la disidencia social en el marco de los con-
flictos donde se ven afectados los pueblos indígenas, a esto se añade un elevado grado de impunidad y corrupción en el
sistema de justicia agraria, penal y civil. Con su actuación, alejada de la retórica oficial, el gobierno federal deja ver que para
él los pueblos indígenas son prescindibles.
La discriminación contra los indígenas se manifiesta también en la distribución de la riqueza y los bienes y servicios públi-
cos, siendo las principales víctimas las mujeres y los niños (sobre todo las niñas) indígenas, así como los migrantes indí-
genas en áreas urbanas. Los recursos que destina el gobierno a programas de desarrollo en regiones indígenas han sido
siempre insuficientes, lo que se traduce en bajos índices de desarrollo económico, social y humano. Los partidos políticos
prestan poca o nula atención a los problemas de los pueblos indígenas y las agendas legislativas a nivel federal y estatal le
atribuyen baja prioridad. A pesar de los esfuerzos para promover el desarrollo de la comunidad y canalizar servicios hacia
las regiones indígenas, nunca se cuenta con recursos suficientes, ni son prioritarios sus planteamientos a nivel nacional.
Desde que el gobierno anunciase en 2000 el ambicioso Plan Puebla Panamá (PPP), las organizaciones indígenas cuestio-
naron sus posibles efectos sobre los derechos humanos de sus pueblos. Si bien el PPP no ha tenido aún ningún resultado
concreto en el terreno, sus planteamientos y proyectos anunciados siguen inquietando a la gente64.
Hay campos específicos en los que la impartición de justicia es relevante por su problemática: penal, agrario, civil y laboral.
Penal
En 1991 se efectuaron modificaciones importantes a la legislación penal, para incorporar el derecho de los indígenas a con-
tar con un traductor en todos los juicios y procedimientos en los que sean parte, con la finalidad de que las autoridades en-
cargadas de administrar o impartir justicia se entiendan con las personas a juzgar, y estas personas con las autoridades que
los juzgan. De igual forma, se otorgaron facultades a los jueces para allegarse peritajes culturales, con la finalidad de tener
63
Véase Corcuera Santiago, Propuesta de una iniciativa para retirar a las Fuerzas Armadas de las funciones de seguridad pública, contenida en
“El Ejército y la Constitución mexicana”, coordinación de Jorge Luis Sierra, Plaza y Valdés, México, 1999.
64
Comisión de Derechos Humanos, Cuestiones Indígenas: Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades
fundamentales de los indígenas, Sr. Rodolfo Stavenhagen, IV Conclusiones, México, 2003, Pág. 18 y 19.
65
Programa Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas 2001 – 2006, La situación de los indígenas ¿dónde estamos?: Derechos indígenas
y acceso a la justicia, www.conadepi.gob.mx.
109
en cuenta las costumbres de quienes están sujetos a proceso antes de dictar sentencia. Los peritos culturales explican a
las autoridades las expresiones y el significado de la diferencia cultural y su influencia en la comisión de conductas delicti-
vas sancionadas por las leyes penales.
A pesar de estas previsiones legales, no existe todavía una práctica institucional que brinde estos servicios a los inculpados y
por lo tanto garantice la salvaguarda de estos derechos, por lo que en gran parte de los casos son derechos incumplidos.
Es común que los indígenas involucrados en procesos penales desconozcan sus derechos, carezcan de una asesoría ade-
cuada en su defensa jurídica y queden en estado de indefensión debido a las condiciones de pobreza en las que viven. La
pobreza, además, se erige como un obstáculo insalvable para quienes sufren prisión, ya que en la mayoría de los casos se
ven imposibilitados para alcanzar la libertad, al no contar con recursos para el pago de fianzas, cauciones, sustitutos pena-
les, multas y reparaciones de daños. La falta de conocimiento de quienes imparten justicia, la escasa capacitación en esta
materia y las actitudes discriminatorias también inciden sobre los derechos de los indígenas.
El cultivo de enervantes, en algunas regiones indígenas, junto con el incremento de la pobreza han incrementado los facto-
res que influyen en la privación de su libertad. Otro problema radica en la impunidad de quienes ejercen actos delictivos en
contra de indígenas y sus comunidades.
En diciembre de 2000, los centros de reclusión que existen en el país registraron 7431 indígenas privados de su libertad. La
mayoría se concentró en reclusorios de los estados de Oaxaca, Veracruz, Puebla, Chiapas y Sonora. El 82.6 por ciento de
los hechos delictivos en los que se vieron involucrados eran competencia del fuero común. Los presos indígenas enfrentan
dificultades, ya que en sus procesos penales carecen de una adecuada defensa, de un traductor, de la consideración de su
diferencia cultural y de recursos económicos.
Agrario
El vínculo y apego que los pueblos indígenas tienen a la tierra, y la relación que guardan con sus territorios, hacen que es-
tos elementos sean ingredientes culturales que va más allá de su propiedad.
En los municipios con población indígena, existen 26.9 millones de hectáreas rústicas. En los municipios con más de 30 por
ciento de población indígena existen más de 6000 núcleos agrarios, 79 por ciento son ejidos y 19 por ciento son comunida-
des, aunque también participan de la propiedad privada. En los tres tipos de propiedad predomina el minifundio. De acuerdo
con un estudio de la Procuraduría Agraria (2001), la regularización de las tierras en esos núcleos agrarios apenas represen-
ta el 58.9 por ciento y el 31.4 por ciento de la superficie.
Varios de los conflictos agrarios de mayor dificultad y sin definitividad jurídica se ubican en ejidos o comunidades indígenas.
Los principales problemas se dan por límites con otros núcleos, por exclusión de supuestas pequeñas propiedades a su in-
terior y por sobreposición de planos. Estos conflictos limitan el desarrollo de las comunidades y obstaculizan su acceso a
programas referentes a la tierra y a la protección y usufructo de los recursos naturales.
La Conadepi hace especial mención sobre algunos conflictos agrarios en zonas indígenas que ha merecido la atención del
gobierno por el riesgo social que entrañan, los cuales refiere en una breve lista:
• Chiapas-Oaxaca: comunidades Chimalapas y los poblados del noroeste de Cintalapa.
• Jalisco-Nayarit: región Huichol.
• Durango-Zacatecas: comunidad Santa María de Ocotán y Xoconoxtle y ejido Bernalejo de la Sierra.
• Durango-Nayarit: comunidades de Santa Teresa, El Nayar, San Francisco de Ocotán y Mezquital.
• Chiapas: zona Lacandona, Nicolás Ruiz y Venustiano Carranza.
110
Las controversias agrarias surgen principalmente por la posesión de parcelas, por sucesión de derechos, por desacuerdos
con los órganos de representación del ejido o la comunidad. En el año 2000, la Procuraduría Agraria recibió 16,810 casos
de esta naturaleza en los núcleos agrarios enclavados en los municipios indígenas, de los que 58.4 por ciento fueron con-
troversias individuales y el resto por límites con pequeñas propiedades, entre comunidades y ejidos, y por restitución de tie-
rras, bosques y aguas.
La inseguridad en la posesión de la tierra lleva implícita también la de la apropiación de los recursos naturales. Los actos
de despojo e invasión, la explotación ilegal de los bosques y la biopiratería ponen en riesgo el patrimonio de muchos ejidos
y comunidades indígenas. Éstos hechos son denunciados muy frecuentemente por las organizaciones sociales y civiles de
derechos humanos, quienes ubican factores en común que reflejan intereses de las grandes trasnacionales. Estas empre-
sas, gracias a la apertura de acuerdos comerciales como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, hacen tareas
de bioprospección en estas regiones, que casualmente son también zonas con presencia indígena, desconociendo tanto las
leyes que protegen los derechos de los pueblos indios como las que regulan el patrimonio nacional.
Civil
La falta de documentos del registro civil es una realidad que afecta a los integrantes de las comunidades indígenas. El difícil
acceso al registro civil por parte de los indígenas limita su acreditación ante los órganos de administración y procuración de
justicia, y la posibilidad de recibir servicios públicos y participar en programas gubernamentales. Carecer de acta de naci-
miento no es sólo la falta de un papel, sino la imposibilidad de acreditar la identidad y la nacionalidad de un individuo.
No se cuenta con un diagnóstico general sobre la dimensión de este problema, pero un estudio realizado en el año 2000
por el INI en seis comunidades de Guerrero, detectó que alrededor del 30 por ciento de sus habitantes no poseía acta de
nacimiento. Es presumible que esta dimensión se comparta en la mayor parte de las regiones indígenas. En el subregistro
influye la dispersión de la población indígena y la lejanía de las oficialías de las comunidades, el costo del traslado y el pago
de servicios extemporáneos. Influye también no contar con el servicio de traductores de lenguas indígenas para los servi-
cios públicos de acceso a la justicia.
Laboral
El proceso creciente de migración de los indígenas en busca de opciones laborales, que los incorpora como jornaleros agríco-
las y trabajadores asalariados, no ha ido acompañado de la protección de sus derechos. En general, los indígenas migrantes
se encuentran en estado de indefensión, más aún en la situación de los migrantes internacionales indocumentados.
Legislativo
El Senado de la República ratificó, en 1990, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos In-
dígenas y Tribales, y el Ejecutivo Federal publicó el decreto en el Diario Oficial de la Federación ese mismo año, que entró
en vigor en 1991. Como ya se señaló, las reformas constitucionales en materia indígena de 2001, aparentemente preten-
den plantear en la carta magna lo establecido en el 169 de la OIT. Sin embargo, las modificaciones a los artículos 1°, 2°, 18
y 115 están alejadas de los principios de autonomía, libre determinación y derecho a la tierra y al territorio, referidos en el
Convenio 169 y demandados por los pueblos indígenas de México.
111
Los pueblos indígenas necesitamos derechos colectivos para que respeten nuestras lenguas, costumbres
y formas de organizarnos.
Necesitamos derechos colectivos para defender los territorios y autoridades, y para salir de la pobreza.
Además porque siempre hemos luchado para que se respeten nuestros derechos humanos, la autonomía, el
territorio, la dignidad y la cultura indígena.
Nadie puede reclamarlos de manera particular. Por ejemplo, si las tierras se dan como derecho colectivo, no
puede reclamarla Juan o María.
Las tierras son para todas y todos los que viven en la comunidad y la asamblea es la que decide cómo se or-
ganiza y cómo se trabaja la tierra, viendo que todas y todos salgan beneficiados de la misma forma.
Son los derechos de pueblos que vivían en el país antes de la conquista y antes de que existieran los
Estados Unidos Mexicanos, y que hoy conservan su propia cultura o parte de ella.
Las COMUNIDADES INDÍGENAS son la unidad de familias indígenas que viven en un poblado, que com-
parten tierras y se organizan para trabajar en común, que tienen asambleas, autoridades y costumbres
propias. Son la base cultural y organizativa de los pueblos indígenas.
Territorio
66
Cartilla de derechos de los Pueblos Indígenas. Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, A.C., contenido elaborado por el Área
Educativa: Olivia Arce Bautista y Roberto Gamboa Vázquez.
112
Autonomía
Estos derechos son colectivos y cada uno de estos derechos tiene una lista de derechos muy importantes para
que los pueblos indígenas sean respetados y para que puedan caminar hacia una vida digna.
AUTOAFIRMACIÓN es el derecho de un pueblo a tener una cultura diferente y que se respete a su pueblo
aunque sea diferente.
AUTODEFINICIÓN es el derecho de un pueblo para decidir cuál es su nombre, su lengua, su vestido, sus fies-
tas, su forma de pensar y su historia.
AUTODELIMITACIÓN es el derecho de un pueblo para demostrar cuál es su territorio y qué comunidades for-
man parte de su pueblo.
AUTOORGANIZACIÓN es el derecho de un pueblo para hacer sus propios acuerdos y reglamentos, nombrar
sus propias autoridades, hacer justicia y organizar su territorio.
AUTOGESTÓN es el derecho de un pueblo para que pueda organizar, administrar y decidir sus sistemas de
salud, educación, vivienda, alimentación, producción y justicia.
2. Los pueblos indígenas tienen derecho a tener, usar, cuidar y ordenar sus tierras y territorios que tradi-
cionalmente ocupan, y decidir cómo se pueden utilizar sus recursos naturales para beneficio colectivo.
3. Los pueblos indígenas tienen derecho a ver a la tierra como su madre, como algo sagrado que no se pue-
de dividir, vender ni quitar.
4. El derecho de utilizar dentro de sus territorios sus propias leyes, tradiciones y costumbres (sistemas
normativos) para decidir el tipo o los tipos de tenencia de la tierra que pueden existir en su territorio.
5. La asamblea de los pueblos indígenas y sus sistemas de autoridad pueden ser las instituciones que
organicen, decidan y resuelvan los conflictos, el reparto y otras cosas que tengan que ver con la tierra y
los recursos naturales del territorio.
6. Los pueblos indígenas no pueden ser desalojados por la naturaleza de sus tierras y territorios.
113
7. Los pueblos indígenas tienen derecho a recibir y administrar los apoyos necesarios para mejorar la ca-
lidad de sus tierras, agua, aire y otros recursos naturales.
8. El territorio de un pueblo indígena es el espacio físico donde las autoridades, acuerdos, leyes y siste-
mas normativos de un pueblo tienen validez y reconocimiento.
1. Nombrar en asambleas a las autoridades de las comunidades, los pueblos y municipios, según la costumbre.
2. Decidir qué autoridades deben existir, cómo se organizan, qué deben hacer y que manden obedecien-
do el acuerdo del pueblo.
3. Cambiar por acuerdo de asamblea a sus autoridades si no cumplen o hacen mal su trabajo.
4. Hacer justicia en su territorio según los acuerdos y reglamentos de los pueblos indígenas.
5. Resolver todos los conflictos internos de sus pueblos y comunidades, por medio de sus autoridades
indígenas.
6. Nombrar autoridades indígenas para construir, organizar y administrar sus propios sistemas y pla-
nes de educación, salud, comunicación, justicia, servicios y producción según la cultura y las ideas de su
pueblo.
7. Organizarse como pueblos y demandar autonomía a nivel de comunidad, región, municipio u otro nivel,
según sus formas de organización.
8. Decidir en asamblea qué obligaciones tiene cada persona para con su pueblo.
10. Aceptar o rechazar, como pueblos indígenas, todos los planes nacionales o proyectos estatales que
los afectan.
¿Qué podemos hacer los pueblos para usar nuestros derechos colectivos?
1. Estar muy unidos como indígenas, organizarnos bien y hacer acuerdos entre toda la comunidad para
nombrar nuestras autoridades.
2. Respetar a nuestras autoridades, respetar los acuerdos y reglamentos de asamblea y hacer los traba-
jos colectivos.
114
3. Organizarnos entre varias comunidades y nombrar por asamblea y costumbres a las autoridades re-
gionales o municipales, según los acuerdos entre las comunidades.
4. Hacer acuerdos regionales o municipales para resolver nuestros conflictos agrarios y otros problemas, y
que éstos sean resueltos por las autoridades indígenas.
5. Evitar las cosas que dañan a nuestros pueblos y darle a las mujeres los mismos derechos que a los
hombres dentro de nuestras comunidades y pueblos indígenas.
6. Demandar al gobierno federal y estatal que reconozcan todos nuestros derechos como pueblos indí-
genas dentro de las constituciones.
7. Hacer valer nuestra autonomía con el trabajo y la organización de nuestros pueblos, exigir que la res-
peten y denunciar cuando se violan estos derechos.
¿Quiénes somos?
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña “TLACHINOLLAN, A .C.” es un organismo ciudadano
compuesto por hombres y mujeres que luchamos por el respeto y el reconocimiento de los derechos hu-
manos para todas y todos que vivimos en la Montaña sin distinguir religiones, partidos políticos, lengua,
edad, sexo, o situación económica.
¿Qué hacemos?
Asesorías, Pláticas y Talleres
Desde Tlachinollan te podemos apoyar para conocer, reflexionar y exigir el respeto a tus derechos hu-
manos y de los pueblos indígenas a través de asesorías, pláticas o talleres para organizaciones, pueblos,
comunidades o autoridades.
Asesoramos iniciativas.
Al mismo tiempo podemos apoyar con asesorías a iniciativas de tu organización, comunidad, o pueblo
que busquen mejorar las condiciones de vida en la Montaña.
115
Bibliografía
• Benítez, Fernando. Los Indios de México, Era; México, 1968.
• Centro de Derechos Humanos “Fr. Francisco de Vitoria, O.P.” A.C. Derechos de los Pueblos Indios, boletín elec-
trónico trimestral El Centinela, México, D.F. 2007.
• Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. Compilación de Instrumentos de Protección a los Derechos
Indígenas. CDHDF. México, D.F. 2007.
• Gómez, Magdalena (Coordinadora). Derechos Indígenas. Lectura comentada del Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo, INI, México, 1995.
• Human Rights Watch / Americas; Implausible Deniability -State Responsibility for rural violence in Mexico- Human
Rights Watch / Americas, United States of America, 1997.
• Instituto Nacional Indigenista; Donde no hay Abogado. Manual. INI, México, 1990.
• López Bárcenas, Francisco. Los Derechos Indígenas y la Reforma Constitucional. Ediciones Casa Vieja, México,
D.F. 2002.
• Muñoz Ramírez, Gloria. EZLN, 20 y 10 el fuego y la palabra. Revista Rebeldía y La Jornada Ediciones, México,
2003.
• Nicolau d´Olwer Luis; Cronistas de las cuturas precolombinas, Fondo de Cultura Económica, México, 1981.
Referencias en Internet
116
Objetivos
- Reflexionar sobre la situación actual de las y los jóvenes.
- Identificar los derechos de las y los jóvenes.
Duración: 30 minutos.
Material: Círculos de papel rojos, verdes, amarillos; dibujo de un semáforo, papelógrafos, masking tape.
Desarrollo: Previo a la sesión deberás dibujar y luego recortar en hojas de colores (rojas, amarillas y verdes)
varios círculos con un diámetro 15 cm.
Reparte a cada participante tres círculos (uno rojo, uno verde y uno amarillo). Solicítales que escriban en el
círculo verde 4 aspectos positivos de ser joven, en el círculo amarillo 4 aspectos neutros de ser joven, y en el
círculo rojo 4 aspectos negativos de ser joven.
No olvides colocar el dibujo del semáforo en un lugar visible para que cuando terminen coloquen aquí sus círculos.
Una vez que tengas los círculos de todos los asistentes discute en plenaria los aspectos que escribieron y
pregúntales qué actores son los que consideran qué influyen en estos aspectos. Te sugerimos que todas las
participaciones las escribas en un papelógrafo.
Reflexión: Es importante señalar que los cambios físicos, si bien son acontecimientos por los que todos pasa-
mos, se viven de distinta forma entre hombres y mujeres. El cómo se valoran socialmente define si se catalogan
como aspectos positivos o negativos. La condición económica, el nivel de escolaridad, la religión, el contexto
social, el género, entre muchas otras, son variables que determinan las distintas maneras de ser joven.
67
Elige, Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos A.C. Memoria de los talleres implementados en el marco del Proyecto
“Colectivos Juveniles promoviendo la defensa y promoción de sus Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos . Técnica 5 Las señales de la
juventud. México. 2003
117
Duración: 40 minutos.
Desarrollo: Solicita a las y los asistentes que formen tres equipos. Una vez formados, asigna a cada equipo
una de las siguientes instituciones: familia, escuela, y medios de comunicación. Después pídeles responder
las siguientes preguntas:
- ¿Qué dice esta institución sobre la gente joven o qué mensajes transmite sobre la juventud?
- ¿Los mensajes que transmite la institución son los mismos cuando se refiere a hombres jóvenes que a mu-
jeres jóvenes?
- ¿Qué prácticas o acciones realizan cada una de las instituciones para la gente joven?
- ¿Son estas prácticas o acciones iguales para hombres y para mujeres jóvenes?
Una vez que hayan terminado de contestar las preguntas, pídeles que se reúnan en plenaria para exponer su
trabajo y sus conclusiones.
Reflexión: Es importante que cada equipo señale las referencias que las instituciones sociales tienen de las
y los jóvenes, por ejemplo:
En el caso del equipo que representa a la familia, puedes señalar que es común que exista una referencia e
imagen de la familia típica tradicional. Sin embargo es importante que se reconozca la diversidad familiar, es
decir los tipos de familias que se encuentran en la sociedad. También puedes mencionar el estereotipo que
se tiene del joven visto como el futuro adulto, propiciando que se perciba a la juventud como algo que se esta
preparando para ser y no como algo que es en el presente.
En el caso del equipo que representa a la escuela señala que es un lugar que resulta ser un espacio intere-
sante de expresión de las diferencias de género, donde se siguen reproduciendo roles tradicionales, estereo-
tipados de lo que deben ser los hombres y las mujeres; y en general a l@s jóvenes se les consideran como
“sujetos en formación” privilegiados por estar recibiendo educación.
En lo que concierne al equipo que representa a los medios de comunicación puedes dirigir la reflexión en torno
a que en este espacio se reproducen estereotipos muy tradicionales, y por otra parte, se crean realidades que
no tienen que ver con la vida cotidiana de la gente que lee, escucha y ve esos medios generando una gran
frustración entre el público. Por ejemplo, el cuerpo de las mujeres es un tema súper explotado, y en el caso de
los hombres, está la idea de que tienen que ser poderosos, fuertes y estar con bellas mujeres. Esta situación
genera problemas de autoestima entre las personas.
Cabe señalar que algunas de las reflexiones aquí recomendadas pueden aplicarse a las tres ins-
tituciones.
68
Ibid Elige.
118
La juventud en México69
De la población mundial (aproximadamente 6 mil millones de personas), mil millones son jóvenes de entre 15 a 24 años, de
los cuales, se calcula que 850 millones viven en países en vías de desarrollo.
En México, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano de la Juventud en la Encuesta Nacional de la Juventud de 2000,
existen aproximadamente 35 millones de jóvenes, 49% son hombres y 51% mujeres entre 12 y 29 años de edad y represen-
tan el 35% de la población total de nuestro país70.
Ante la presencia de problemas, 46% de los jóvenes platica siempre con su madre y 42% lo hace sólo en algunas ocasio-
nes. Al padre se le consulta con menor frecuencia, y 47% de los jóvenes nunca recurre a él.
En opinión de 66% de los jóvenes, ante una acción de conducta inadecuada los padres reaccionan platicando con ellos; al 18%
les imponen un castigo, ya sea estableciendo restricciones, golpeándolos, dejándoles de hablar o insultándolos, y al 11% se
le muestra una actitud indiferente. Por el contrario, ante la realización de una acción satisfactoria, al 61% se le muestra afecto,
al 21% se le recompensa con el cumplimiento de algún deseo o con un regalo y al 18% no se le da recompensa alguna.
Los jóvenes reconocen en la familia el espacio donde se recibe y se da afecto. El 91% declara tener buen trato con la ma-
dre y el 81% con el padre. Así, 30% de ellos reconoce como principales valores de sus padres, el apoyo y la solidaridad con
los integrantes de la familia; 24% la responsabilidad y su papel como proveedores; 16% el respeto hacia sus decisiones, y
23% las manifestaciones de afecto.
Situación escolar
Poco más de uno de cada tres jóvenes se encuentra estudiando. El 53% de ellos, declara que su mayor influencia para ha-
cerlo proviene del padre; 24% de la madre, mientras 17% manifiesta que es su propia decisión. Poco más de la mitad (53%)
se declara insatisfecho con el nivel de estudios alcanzado, y 10% manifiesta que desearía obtener la secundaria o el bachi-
llerato, 18% un nivel de licenciatura, y sólo 9% plantea como aspiración un nivel de maestría o de doctorado.
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en la publicación “Mujeres y hombres en México 2003”,
señala que sólo 27% de las mujeres mayores de 15 años tienen estudios superiores a la secundaria y 21% de las indígenas
crecen sin instrucción alguna. El 30.4% de la población masculina de los 12 años en adelante desempeña un papel de pro-
veedor, dedicándose exclusivamente a la producción de bienes y servicios para el mercado.
En este mismo estudio, INEGI refiere que en México hay 135 mil 287 mujeres de entre 12 y 19 años que tienen un hijo y
no concluyeron la educación básica. De ellas, 69 por ciento proviene de familias cuyos ingresos mensuales no superan los
cuatro salarios.
69
Rosa Xochiteotzin Salazar Pérez (Colaboradora), ELIGE.Alumna de la Escuela para Promotoras y Promotores en Derechos Humanos 2004.
70
Instituto Mexicano de la Juventud; http://www.inegi.gob.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/Boletines/muestra3.asp?tema=21&c=279
71
Encuesta Nacional de Juventud 2000 (ENJ)(Resultados Generales); http://www.oij.org/pdf/EncuestaNacionalJuventudMEXICO.pdf
119
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en su informe Panorama de la educación 2004,
establece que a pesar del incremento constante en inversión y gasto educativos, “si comparamos a México en el panorama
internacional, los datos no son alentadores”. Señala que en 2003 el gasto educativo en México creció y se ubicó en 5.9 por
ciento del PIB, por arriba de la media de los países integrantes de la OCDE, que es de 5.6 por ciento.
El gasto anual en México por estudiante en primaria es de mil 357 dólares, una cuarta parte del gasto promedio en naciones
de la OCDE, que es de 5 mil 787 dólares anuales. Una proporción similar se da en secundaria.
“En bachillerato el gasto por estudiante es mayor: 3 mil 144 dólares, pero es menos de la mitad del promedio de la organiza-
ción, que asciende a 6 mil 752 dólares”, estableció Andreas Schleicher, jefe de la división de Indicadores y Análisis de Edu-
cación del organismo internacional. Agregó que, en educación superior el gasto es de 4 mil 341 dólares por alumno, pero
esta cifra es sólo la mitad de lo que gastan, en promedio, los países que integran la OCDE.
México destina 14 mil 858 dólares por cada estudiante de educación superior, desde que inicia su carrera hasta que la con-
cluye, una de las conclusiones del estudio de la OCDE es que el gasto se destina casi totalmente al pago de salarios.
El gasto en capital infraestructura escolar o material didáctico, representa 2.8 por ciento del gasto total en primaria y secun-
daria, mientras que el promedio de la OCDE en ese rubro es de 8.4 por ciento. En el nivel superior; sólo 4.3 por ciento del
gasto en las universidades se dedica a gasto de capital, mientras el promedio de la OCDE es de 11.5 por ciento72.
Los principales sitios de reunión con los amigos son la propia casa o la de alguna amistad, 27% de los jóvenes así lo mani-
fiesta; la calle o el barrio en donde habitan 26%; la escuela 7%, y un parque o un área deportiva, 6 %.
En la Encuesta se les preguntó a los jóvenes sobre sus preferencias musicales. La música grupera y el rock fueron selec-
cionadas por poco más de uno de cada cinco jóvenes, la música pop por el 15%, la romántica por el 9%, y la tropical y ran-
chera por el 8 %.
Religión
Si bien el 88% de los jóvenes se reconoce como católico, 47% declara ser practicante y 41% restante no lo es. El 4% es
protestante, 3% cristiano y 5% profesa otra religión o no es creyente.
El 89% de los jóvenes creen en la existencia del alma, 88% en la Virgen de Guadalupe, 66% en el infierno, 26% en el ho-
róscopo y 21% en amuletos. Alrededor de uno de cada cinco jóvenes considera que sus creencias religiosas influyen en su
actitud hacia el trabajo, hacia los problemas sociales o hacia la sexualidad, y solamente un 8% piensa que tiene efectos en
sus preferencias políticas.
Situación en el trabajo
Tres de cada cuatro jóvenes cuentan en su historial con alguna experiencia laboral. El 37% obtuvo su primer empleo por me-
dio de un amigo, 31% por un familiar y 7% buscando en el periódico. Al momento de la Encuesta, 62% de este sector de la
72
Alberto Morales.”Pese a más gasto, no avanza la educación”, El Universal online.Ciudad de México. Martes 14 de septiembre de 2004
120
población se encontraba trabajando y el 38% restante no lo hacía, aunque uno de cada cuatro de éstos lo estaba buscando.
Los principales medios que utilizan para ello son el periódico y los amigos, con una frecuencia del 31% en cada caso, bolsas
de trabajo en el 14% y directamente con los empleadores en el 8 por ciento.
El 72% de los jóvenes que se encuentra laborando declara que sus actividades no están relacionadas con los estudios que
cursaron o están cursando, lo cual puede estar relacionado con el hecho de que buena parte de los mismos poseen sola-
mente la educación básica o se encuentran estudiando.
Al preguntarle a los jóvenes cuáles son los factores que más influencia tienen en la consecución de un empleo, 38% seña-
la a la educación, 28% a la experiencia adquirida y 13% a la capacitación que se haya obtenido con anterioridad. Entre los
aspectos del empleo que tienen más importancia, la paga es con mucho (68%) la característica más valorada por ellos, se-
guida de las prestaciones por el 6% y del interés por las actividades que se desarrollan en el 5 %. Solamente el 4% de los
jóvenes reconoce al permiso para estudiar y trabajar simultáneamente como un aspecto valioso de su trabajo.
Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para el año 2010, 700 millones de jóvenes de estos
países entraron a la fuerza laboral.
La edad de inicio en el trabajo está entre los 12 y los 14 años, y del resto la mayoría inicia entre los 15 y los 19 años. Pero
ni siquiera el 30% cuenta con un contrato y menos de 40% tiene estabilidad laboral ni ninguna prestación social.
A pesar de que los jóvenes le dan importancia a la formación y a la experiencia como formas de acceder a un empleo, por
su inexperiencia y edad, tienen que recurrir a la recomendación de parientes y amigos para tener acceso al mercado laboral.
En un número importante de casos participan en actividades que no están relacionadas con sus estudios.
Hogar Propio
El porcentaje de jóvenes de 15 a 29 años que ha vivido fuera del seno paterno por más de 6 meses es apenas de 38 %. Las
principales causas de esta separación son el matrimonio o la unión (42%) y el trabajo (14%). Por su parte, del total de jóve-
nes que permanecen en el hogar paterno, 66% no planea dejarlo, porque se encuentra a gusto en su casa. Los que mues-
tran interés por establecer un hogar propio, lo hacen debido a su deseo de casarse (24%), ser independiente (18%) o tener
una casa propia (12%).
Noviazgo
Entre los jóvenes de 15 a 29 años, nueve de cada diez declaró haber tenido novio(a) alguna vez. La edad promedio de su
primer noviazgo es alrededor de los 15 años. Los principales temas de conversación entre los novios son su relación, sus
sentimientos y la familia.
Las principales cualidades que los jóvenes aprecian en las mujeres son la responsabilidad (39%), la ternura (15%) y la in-
teligencia (12%). Mientras que en los hombres reconocen la responsabilidad (53%), no tener vicios (11%), la ternura (9%)
y la inteligencia (8%).
La mayor parte de los jóvenes (50%) manifiesta que durante el noviazgo sólo se deben dar besos y abrazos; 30% opina que
está permitida cualquier caricia, sin llegar a tener sexo; 12% acepta las relaciones sexuales y 4% opina que sólo están per-
mitidos los besos. En el noviazgo se busca fundamentalmente tener alguien a quien amar (60%), seguido de contar con una
pareja para salir y divertirse (24%) y de buscar una pareja para el matrimonio en el 11%.
121
Sexualidad
La mayoría de las y los jóvenes comienza su vida sexual entre los 15 y los 19 años. En cuanto a la sexualidad de los jóve-
nes en México, 85% de los que tienen 15 a 29 años declaró conocer algún método anticonceptivo. Al cuestionarles respecto
al SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual, 84% reconoce algún método para protegerse, siendo los más mencio-
nados el condón (66%), una sola pareja (22%) y la abstinencia (12%).
Con respecto a la experiencia sexual, 55% de los jóvenes de 15 a 29 años declara haber tenido alguna relación sexual. En
promedio, la primera de ellas ocurrió alrededor de los 18 años. Este primer encuentro fue con el novio(a) o con el esposo(a),
en uno de cada tres casos; con un amigo(a) en el 14%; ó con una persona del trabajo sexual o con una persona descono-
cida el 4 %.
Del 45% de los jóvenes que no han tenido relaciones sexuales, uno de cada cinco pretende llegar virgen al matrimonio, otra
proporción equivalente está en espera de la pareja ideal. El resto manifestó tener temor al SIDA o al embarazo, no haber
tenido la oportunidad u otras razones.
Casi la mitad de los jóvenes que ejercen su sexualidad (48%) no utiliza métodos anticonceptivos, lo que constituye un riesgo
para embarazos no deseados o la transmisión de enfermedades. De los jóvenes que sí utilizan algún método anticoncepti-
vo, 39% se previenen principalmente con el condón, 14% emplean un dispositivo intrauterino, y 11% acude a las píldoras.
Estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO) hechas en 2003 señalan que ese año se presentan 256 mil
embarazos entre mujeres de 15 y 19 años y que la tendencia va en aumento.
Vida en Pareja
Del total de jóvenes de 15 a 29 años, 35% están casados o unidos, siendo la principal causa de su unión el amor (59%), se-
guido del acuerdo mutuo (18%), y el gusto por tener una familia propia (11%). En contraste, un 6% declaró que se unió por
un embarazo y el 2% por salirse de su casa.
Procreación
Entre los jóvenes de 15 a 29 años, 35% manifiesta haber estado o haber embarazado a alguien. La edad promedio del pri-
mer embarazo es alrededor de los 19 años. El principal sentimiento que declaran los jóvenes al tener conocimiento de esta
situación es la alegría en 69% de los casos, la incertidumbre en el 14% y el temor en el 12%.
Entre los jóvenes de 18 a 29 años, más del 83% de las y los integrantes de este sector tiene credencial para votar y casi
todos han votado al menos una vez. En la encuesta, las y los jóvenes manifiestan tener una importante participación ciuda-
dana, tanto en los comicios como a través del interés que expresan en los acontecimientos y problemas nacionales. El 69%
participaron en las últimas elecciones. En el caso de los que no participaron, la principal causa fue la pérdida de la creden-
cial de elector (26%).
En cuanto a la confianza que depositan en instituciones sociales, los jóvenes de 12 a 29 años, sienten mayor identificación
con la familia 34 %, la iglesia 34 % y una menor proporción con el gobierno (10%). Asimismo los personajes que les impo-
nen mayor respeto son los médicos en 70% de los casos; los maestros en 64%, y los sacerdotes en 57%, mientras que los
que les generan menos confianza son los políticos 5%, los policías 10 % y los judiciales 11%.
122
Entre los principales problemas del país que los jóvenes identifican, la pobreza es mencionada por el 60% de ellos, el des-
empleo por el 11%; la corrupción por el 10%, y la inseguridad, la violencia y la drogadicción son señalados por el 9% de los
entrevistados. En cuanto a las fortalezas, son la cultura y las tradiciones los valores más reconocidos (53%), el nivel de vida
alcanzado (18%) y el ser humano (8%).
Valores y Representaciones
Si bien los valores y expectativas de vida de los jóvenes tienen que ver con la familia y con la formación de un patrimonio
y/o un negocio propio, ellos y ellas consideran no disponer de las mejores condiciones para lograr sus metas. Por lo menos
en lo que se refiere a la seguridad pública, y en el acceso a bienes económicos y materiales.
Entre las expectativas más importantes de los jóvenes se encuentran casarse y contar con un buen empleo, 26% en cada
caso; seguidos por contar con un negocio propio (20%); tener una vivienda propia (15%) y tener hijos en el 5 %.
Comparando con las facilidades que tenían sus padres para acceder a sus expectativas, los jóvenes de hoy consideran que
cuentan con un mayor acceso a la educación y a las diversiones. Pero, están en desventaja en lo que se refiere a las facili-
dades para trabajar, para tener familia y vivienda propia y recursos económicos.
Esta situación afecta la percepción que los jóvenes tienen sobre lo que consideran adecuado con relación al ejercicio de la
autoridad y de los derechos ciudadanos. La mitad están de acuerdo en que el ejército cuide las calles y cuatro de cada diez
opinan que los ciudadanos deben combatir a la delincuencia por su propia cuenta; 37% considera que debe existir la pena
de muerte, 32% que se debe castigar a los menores de 18 años igual que a los adultos, uno de cada diez considera que el
aborto es un delito y 5% opina que consumir drogas no constituye una falta grave.
1. Introducción
Este artículo se centra en la juventud, porque es en la juventud donde el derecho todavía ejerce un poder opre-
sivo en la construcción de significados para controlar, especialmente la sexualidad de las mujeres jóvenes, y
sentar las bases del orden social genérico que se mantendrá en la adultez.
En primer lugar analizó el proceso de construcción de sujetos específicos en los derechos humanos, en se-
gundo lugar analizó las reflexiones jurídicas sobre la juventud y finalmente, analizó algunos derechos como
ejemplo de la construcción de garantías específicas a los derechos humanos de las y los jóvenes.
73
Tomado de http://www.inicia.org/
123
En la actualidad, y desde una perspectiva jurídica, es posible afirmar que los derechos fundamentales (2) son
los derechos subjetivos que las normas de un determinado ordenamiento jurídico atribuyen universalmente
a todas las personas, en cuanto tales, incluso a las que no son ni ciudadanas ni capaces de obrar (Ferrajoli
2001a:292).
La creación de la Carta de Derechos Humanos en 1948, reconoció los derechos económicos sociales
y culturales, además de los civiles y políticos, en un marco que reconocía las diferencias de clases en
la sociedad, así como la situación específica de los trabajadores. Ese mismo año, también se eliminó,
en el título de la Declaración, la exclusión de las mujeres como sujetos de esos derechos (3). En 1963,
después de años de debate e intensas confrontaciones sociales para eliminar el racismo, se aprobó la
Declaración sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial y tres años después se
aprobaría como Convención. En 1967 (4) se aprueba la Declaración sobre la Eliminación de todas las
formas de Discriminación contra la Mujer, que será Convención en 1979. En 1959 se aprobó la Decla-
ración de los derechos del niño y su Convención se firmaría en 1989. De igual forma se cuenta con la
Declaración de los derechos del retrasado mental (1967) y la Convención sobre la Eliminación de todas
las formas de Discriminación a Personas con Discapacidad de 1999.
Este proceso se ha realizado enunciando todos los derechos fundamentales explícitamente para los
sujetos que han sido objeto de discriminación. Las Convenciones que hacen referencia a la elimina-
ción de todas las formas de discriminación por motivos específicos de la condición de las personas
construyen su igualdad jurídica y son el reflejo de su posicionamiento como sujetos políticos.
Los derechos fundamentales que se reconocen son los mismos para todos, pero la enunciación de su con-
dición social obliga a la construcción de garantías específicas que respondan a las situaciones que viven las
personas identificadas. Son las llamadas “acciones afirmativas”, que buscan avanzar en la igualdad en digni-
dad de las personas con criterios de equidad y no discriminación.
Sobresalen dos condiciones sociales que inciden de manera profunda en la conceptualización de los dere-
chos fundamentales: el sexo y la edad. El reconocimiento de los sujetos sexuados implica no sólo garantías
específicas sino también ciertos derechos específicos, sobre todo los relativos a las distintas capacidades re-
productivas basadas en el sexo.
La edad, en el Derecho, está marcada por la capacidad de autonomía y por la responsabilidad social y esta-
tal para garantizar la dignidad, la igualdad y libertad de los sujetos. En este caso, más que construir derechos
específicos, se desarrollan garantías específicas diferenciadas por un ritmo cronológico de acceso al ejercicio
de los derechos, que no afecta en nada el goce de sus derechos fundamentales. El primer desarrollo jurídi-
co sobre la especificidad etaria se dio relativo a la infancia. En la actualidad sus derechos están enmarcados
por los objetivos de eliminar la discriminación en su contra y reconocerlos como sujetos de derechos, como
respuesta a los abusos que se cometían por su condición de incapacidad jurídica (5), que era construida de
manera que las personas menores de edad estaban sujetos completamente a la voluntad del padre de familia
que los representaba y decidía todo por y sobre ellos.
Si bien, en las últimas décadas, la especificidad de otras etapas del ciclo de vida han iniciado su desarrollo
en el derecho internacional, sobre todo la vejez y la juventud. Considero que las reflexiones jurídicas sobre la
124
condición etaria deben fortalecerse y ampliarse a todo el ciclo de vida que puede describirse en cuatro gran-
des momentos: infancia, juventud, adultez y vejez (6), dando su especificidad a cada etapa, sin considerar a
una en particular como el referente “normal” de la vida.
Así, el principal referente en la reflexión jurídica sobre la condición etaria, es la infancia, debido a su consoli-
dación jurídica. Respecto a la juventud, su formulación va muy ligada a los principios generados desde la Doc-
trina de la protección Integral de la Infancia, y está en un proceso simultáneo de consolidación como sujetos
políticos y como sujetos jurídicos.
A diferencia de las Declaraciones que en esa misma década se formularon sobre eliminar todas las formas
de discriminación por motivos de raza, sexo o por se infante. Esta Declaración referente a la juventud lo que
busca es que, ante el pasado de guerras, particularmente la II Guerra mundial, “la nueva generación adquiera
conciencia de las responsabilidades que habrá de asumir en un mundo que deberá dirigir, y que esté animada
de confianza en el porvenir venturoso de la humanidad, formada en los principios que dan sentido a las Na-
ciones Unidas: la paz, la libertad, la dignidad y la igualdad de todas las personas”.
Esta tendencia continuará hasta 1985, año proclamado por las Naciones Unidas como el Año Internacional de
la Juventud, en el que se inicia un proceso más definido por la construcción de las y los jóvenes como sujetos
de derechos. Este desarrollo está estrechamente vinculado a la difusión y consolidación de la infancia como
sujetos de derechos con la Convención de los Derechos del Niño.
3.2 Iberoamérica
En Iberoamérica estas actividades afianzaron las relaciones entre los países, creando la Organización Ibero-
americana de Juventud (OIJ) e incrementando el conocimiento de la realidad juvenil en esta región (8). Dos
de las principales acciones de la OIJ son, el Programa Regional de Acciones para el Desarrollo de la Juven-
tud en América Latina (PRADJAL), para el período 1995-2000 y otra, el proceso para elaborar y aprobar una
Carta Iberoamericana de la Juventud, impulsada formalmente desde 1998.
La iniciativa de elaborar una Carta Iberoamericana de Derechos de la Juventud tiene como finalidad consagrar
jurídicamente —en el ámbito iberoamericano—, el pleno reconocimiento a la especificidad de la condición juvenil
y dar respuesta a los requerimientos de protección y garantía para el ejercicio de los derechos de los jóvenes.
Esta propuesta de Carta considera como “joven”, “jóvenes” y “juventud” a todas las personas, nacionales o
residentes en algún país de Iberoamérica, comprendidas entre los 15 y los 24 años de edad, tramo que po-
drá ser ampliado (pero no reducido) en las legislaciones nacionales. La Carta también reconoce a los jóvenes
como: sujetos de derechos, como actores estratégicos del desarrollo y como personas capaces de ejercer
responsablemente derechos y libertades.
125
José Antonio Pérez Islas (2000:18) identifica cuatro tendencias generales que han permeado la mirada insti-
tucional sobre la juventud en México: primero, concebir a la juventud como una etapa transitoria, trivializando
su actuación como factor fundamental de renovación cultural de la sociedad; segundo, enviarla al futuro, cre-
yendo que los jóvenes ya tendrán su oportunidad cuando sean adultos; tercero, idealizarlos, ya sea en polos
de buenos o malos, que llevan a su descalificación y búsqueda de control y; cuarto, homogeneizar lo juvenil,
colocando a cada sujeto con una única identidad (un punk también es estudiante, trabajador o hijo), elaboran-
do acciones y programas que tienen que ver con todo y a la vez con nada.
Ante esta nueva situación, abordar la complejidad juvenil, implica de entrada tres retos al momento de
operativizar la teoría: la delimitación de las fronteras de lo juvenil; la forma de elaborar una clasificación
de la heterogeneidad juvenil que ayude a concretar objetivos e impactos; la articulación entre lo estruc-
tural y lo personal, es decir, el enlace de los temas generales tradicionales con aspectos específicos de
la problemática juvenil, donde sea posible observar que los temas y problemas son integrales y especí-
ficos, donde lo estructural tiene intrincado lo personal y afectivo (José Ignacio Pérez Islas 2002:19).
3.4 México
El principal referente internacional sobre la edad son los 18 años, que marcan el límite de los derechos de la
infancia. Los 18 años coinciden en México con la mayoría de edad, que implica el reconocimiento de la capa-
cidad para ejercer derechos que implican consecuencias jurídicas a terceros, es decir, derechos civiles (admi-
nistración de bienes, derecho a casarse, etcétera), derechos políticos (como el voto) y algunas obligaciones
específicas como, en el caso de los hombres, la obligación de realizar el servicio militar.
Ante esta evidencia, ha predominado la idea de que respecto a la edad sólo hay una distinción o “marca”: la
minoría de edad y la mayoría de edad, indicada especialmente en el acceso a la ciudadanía. Sin embargo,
es en la legislación general y local mexicana donde se encuentran más distinciones relativas a la edad (9). La
infancia está definida desde el nacimiento hasta los 18 años. La juventud, que está definida por las leyes fe-
derales (10) desde los 12 a los 29 años, período que incluye tres cortes etarios: la adolescencia (de los 12 a
los 18 que a su vez tiene cortes a los 14 y los 16 años); la mayoría de edad (a los 18 años); y la juventud (de
los 18 a los 29 años, que se subdivide en cortes a los 21 y 25 años).
El límite superior de la juventud, colinda con la adultez, que jurídicamente abarca de los 30 a los 60 años. Esta
tiene sólo dos distinciones etarias respecto al ejercicio de los derechos, ambas relativas al ejercicio de cargos
públicos (11). La vejez o adultez mayor, se establece a partir de los 60 años y hasta la muerte.
Como se puede observar, el derecho matiza y desarrolla distintas excepciones, controles y posibilidades para
el ejercicio de los derechos especialmente en el período de los 12 a los 35 años. Estas especificidades las he
nombrado como “ritmo de la autonomía progresiva para el ejercicio de los derechos” y tiene como principales
categorías:
a) la sexualidad y la reproducción;
126
b) el trabajo;
e) y los derechos políticos que implican la autorepresentación a través del derecho al voto; y la representación
pública a través del derecho a ser votado, así como la obligación para los hombres del servicio militar.
Tenemos así que todas las personas, mujeres y hombres, nacemos y gozamos de los mismos derechos. De
acuerdo con la edad y en especial en la infancia, se establecen límites al ejercicio de ciertos derechos, que a su
vez son obligaciones para las personas que tienen a su cargo a las niñas y los niños o personas incapaces.
El ejercicio pleno se limita sólo a algunos derechos y a algunos ámbitos de esos derechos, en particular a aque-
llos que se denominan como de autonomía o derechos-poder. Con los derechos relativos a la justicia penal, se
hacen distinciones en la responsabilidad de acuerdo a la edad; en los derechos relativos al trabajo, se establecen
límites para garantizar el desarrollo de las personas menores de edad y protegerlas de la explotación. En estas
dos materias son posibles ciertas excepciones para ejercicio, siempre que estén establecidas en la ley; también
en ambos la edad para el ejercicio pleno es a los 18 años, edad en la que se reconoce la mayoría de edad.
Al igual que los derechos de las materias penal y laboral, los derechos políticos son de ejercicio personal, pero
en éstos no hay ninguna excepción previa a la mayoría de edad: todas las personas tienen el reconocimiento
del derecho al voto hasta los 18 años y, para el ejercicio de representación, todas las personas tendrán que
esperar hasta los 21, 25, 30 y 35 años, dependiendo del cargo público a ejercer.
4. Derechos y garantías.
Los derechos, además de su enunciación requieren de medios judiciales y de políticas para que puedan rea-
lizarse. En el caso de los derechos humanos establecidos en los Pactos y Convenciones internacionales es
necesario establecer estrategias a nivel nacional para que puedan exigirse, pues depende de cada Estado
que ha ratificado estos derechos, su realización.
La justiciabilidad es decir, la efectiva aplicación de la ley, implica tener en cuenta los medios que han resultado
más eficaces en el país para garantizar la protección de otros derechos humanos, y así elegir el más conve-
niente para garantizar el cumplimiento de las obligaciones derivadas de los Pactos y Convenciones.
Así, de cada derecho enunciado, es preciso dar seguimiento a la construcción de las estrategias, leyes, pla-
nes y políticas que se desarrollan para darle cumplimiento, protección y respeto en la vida de cada persona
y de acuerdo a sus necesidades específicas. Podemos tomar como ejemplos los derechos de identidad, libre
asociación y vida libre de violencia y analizar su definición jurídica y la construcción de sus garantías en el
plano nacional.
4.1 Identidad
El derecho a la identidad, se encuentra en la Carta de Derechos Humanos vinculada a la libre determinación,
en particular de los pueblos. Las observaciones generales que interpretan este derecho se han enfocado los
127
La propuesta de la Carta Iberoamericana de juventud, menciona que el derecho a la propia identidad consis-
te en la formación de su personalidad, y pone atención en las especificidades y características de: nacionali-
dad, etnia, sexo, filiación, orientación sexual, creencia y cultura. Y de estas categorías obliga a los Estados a
garantizar y promover su libre expresión, así como a erradicar las situaciones de discriminación por motivos
de identidad.
Por su parte, la Constitución Mexicana se refiere a la identidad en especial respecto a la cultura. El artículo 2º
se refiere a la libre determinación de las etnias, a su derecho a preservar y desarrollar su identidad así como
la obligación del Estado de respetar, proteger y cumplir estos derechos. Además, el artículo 1º de la Constitu-
ción prohíbe la discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las capacidades dife-
rentes, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil
o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos
y libertades de las personas.
Respecto a las leyes del Distrito Federal, la Ley de las y los jóvenes, en su artículo 14 establece el derecho
a fortalecer las identidades juveniles y lo nombra como el derecho a fortalecer y expresar los diferentes ele-
mentos de identidad que los distinguen de otros sectores y grupos sociales y que, a la vez, los cohesionan
con otros. Esto entendiendo a las y los jóvenes como miembros de una sociedad pluricultural y de una ciudad
en constante cambio. En esta misma ley se establece el derecho a la cultura (Art.21) como un derecho de las
y los jóvenes al acceso a espacios culturales y a expresar sus manifestaciones culturales de acuerdo a sus
propios intereses y expectativas. El artículo 23 enfatiza este apoyo para las y los jóvenes de los sectores po-
pulares y de los pueblos indígenas asentados en la ciudad.
Así, en las normas vigentes, la identidad refiere a los ejes que definen o marcan la pertenencia de un indivi-
duo a un grupo y que le da un lugar en la sociedad. Por eso, como derecho no sólo es individual sino que se
garantiza en tanto se mantiene en relación. Los ejes que jurídicamente se reconocen como constitutivos de la
identidad son: la cultura, la religión, la lengua, la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares que impli-
can la filiación, así como lo relativo a la sexualidad, como el sexo y la orientación sexual.
Si bien, la discriminación directa se vive de manera individual, esta se realiza por la identificación de esa per-
sona con un grupo que comparte cierta condición social que es motivo de discriminación. Por ejemplo, ser de
sexo femenino, ser lesbiana, ser pobre, vivir con alguna discapacidad mental, etcétera. Es evidente, también,
que en cada persona se realiza una síntesis y construcción particular identitaria al integrarse cada una de las
condiciones sociales que se vive.
La edad es uno de los motivos discriminatorios prohibidos en las leyes y como cualquier otra condición social,
la construcción de sus garantías para el goce pleno de la igualdad jurídica requiere tomar en cuenta la sínte-
sis de todas las otras condiciones sociales que vive cada persona.
128
Si tomamos como punto de partida que la identidad es un proceso vital siempre en movimiento y construcción,
podríamos decir que es un derecho fundamental general que no requiere de garantías específicas por edad.
Sin embargo, las investigaciones sociales de los últimos años sobre culturas juveniles han construido una den-
sidad teórica importante respecto al reconocimiento de su heterogeneidad, que, ligado al eje de emancipación-
integración que se vive en la juventud, lleva a la posibilidad de detectar y definir las necesidades específicas
que orienten garantías enfocadas por la edad, en este caso, a las y los jóvenes.
En las normas vigentes, su conceptualización y desarrollo se ha dado relativo a los derechos políticos y los
derechos laborales, sin embargo, respecto a la edad (tanto infancia, juventud y vejez) se ha vinculado tam-
bién a la recreación y en lo político, sobre todo a la construcción de espacios que fortalezca su identidad y
como sujetos políticos.
Por ejemplo, la Ley de las y los jóvenes del Distrito Federal, establece el derecho a la participación social y
política como una forma de mejorar las condiciones de vida de los sectores juveniles, y asigna como respon-
sabilidad del gobierno apoyar, por todos los medios a su alcance, a las y los jóvenes en la realización de ac-
ciones de beneficio colectivo dentro de los espacios de identidad que ellos mismos construyan. El artículo 38
agrega que el plan (de juventud del DF) debe ser diseñado desde una perspectiva participativa, que promueva
la participación hacia fuera y que a la vez tome en cuenta para la definición e implementación de programas
y proyectos juveniles, las verdaderas aspiraciones, intereses y prioridades de las y los jóvenes de la ciudad.
A su vez, en el artículo 39 establece el derecho a la organización juvenil, como el derecho a formar organiza-
ciones autónomas que busquen hacer realidad sus demandas, aspiraciones y proyectos colectivos, contando
con el reconocimiento y apoyo del gobierno y de otros actores sociales e institucionales.
En un principio este derecho se tomaba en cuenta sólo cuando era violado por el Estado y sus agentes. En el
último siglo, su desarrollo ha implicado reconocer que la violencia no sólo es directa sino también estructural,
y por eso se incluye como violencia a la pobreza y la desigualdad jurídica. Desde los Derechos Humanos la
violencia no es vista como algo natural, o inmutable, sino como una construcción que se ha legitimado para
resolver conflictos y satisfacer necesidades, por lo tanto es reprobada como medio para acceder a recursos o
bienes y es reprobada como medio de dominación entre personas, pueblos y Estados.
Las leyes, políticas y programas que más se han desarrollado sobre este derecho tienen que ver con la violen-
cia intrafamiliar y con la eliminación de la tortura. Respecto a las y los jóvenes es importante analizar si estas
garantías inciden en sus necesidades prioritarias o si son necesarias otro tipo de políticas, tomando en cuenta
129
que el transito de la incapacidad jurídica a los derechos de autonomía marcan situaciones específicas que se
deben realizar bajo los principios del interés superior y el acceso progresivo al ejercicio de los derechos.
5. Conclusiones
La construcción de la juventud como sujeto político, reconociendo su diversidad, incide y se sustenta también
desde lo jurídico. En este momento del debate, algunas voces se centran en el riesgo de una mayor margina-
ción y atomización de los derechos a través de enunciar las especificidades de las condiciones sociales de los
sujetos. Si bien, este es un riesgo real, lo es en la medida en que se pierdan los principios de universalidad e
integralidad de los derechos. El otro extremo es la invisibilización o criminalización de las diferencias y la di-
versidad, argumentada desde la neutralidad de los sujetos de derecho. La creación de leyes específicas por
sujetos no implica crear derechos diferentes para cada uno, sino crear las garantías que permitan el acceso
pleno a esos derechos para cada persona, de acuerdo a sus condiciones y situaciones.
Respecto al sexo y la edad, ambas son condiciones que marcan de manera específica no sólo las garantías
sino también algunos derechos. Por ello es fundamental avanzar en su debate y buscar las mejores formas
jurídicas, políticas y socioculturales para que no sean motivo de discriminación.
NOTAS
(1) Abogada. Directora del Centro de Investigación y Atención a la Mujer. A.C.
(2) La diferencia entre los Derechos fundamentales y los derechos humanos tiene que ver con el estatus de
persona que se reconoce como titular de los derechos. Ferrajoli (2001) describe a los derechos fundamentales
como aquellos que son básicos para todas las personas, pero distingue distintas combinaciones de derechos
de acuerdo al estatus que los ordenamientos vigentes dan a las personas. Entre estas combinaciones se en-
cuentran los derechos humanos, que no hacen distinción entre las personas, las ciudadanas y las capaces de
obrar. La juventud está marcada por el reconocimiento de la capacidad de obrar, por eso en le texto en algu-
nos momentos me refiero a los derechos humanos y en otros a los derechos fundamentales, como aquellos
que ya tienen una construcción más precisa en los ordenamientos locales.
(3) Desde 1789, la construcción de la igualdad en derechos se estableció sólo para los hombres: ‘Declaración
de los derechos del hombre y del ciudadano’. En la preparación de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, fue Eleanor Roosevelt y las delegadas latinoamericanas que insistieron y lograron que se borrara
como sujeto único ‘Derechos del hombre’ y se ampliara por humanos, para que las mujeres pudieran ser in-
cluidas.
(4) Me centro de los Instrumentos del Sistema Universal de Derechos Humanos. Pero es importante recono-
cer que en los Sistemas Regionales de Derechos Humanos también se ha tenido un desarrollo importante. El
sistema interamericano ha sido vanguardia en instrumentos sobre los derechos de las mujeres: en 1933 se
firmó la Convención sobre la nacionalidad de la Mujer, 1948 se firmó la Convención Interamericana sobre la
concesión de los derechos civiles de la mujeres, y también de los de políticos; así como la Convención Intera-
mericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra las mujeres de 1994.
(5) Jurídicamente se consideran dos tipos de incapacidad: la natural y legal. La primera es relativa a las per-
sonas menores de edad y la segunda para personas mayores de edad que no pueden gobernarse y obligarse
130
por sí mismas o manifestar su voluntad por algún medio. Estas personas están sujetas a tutela, una institución
de orden público e interés social que tiene por objeto la guarda de la persona y los bienes de esa persona (en
algunos casos, sólo respecto a los bienes). Código Civil del distrito federal Arts. 22-24.
(6) 1982 la Asamblea Mundial sobre el envejecimiento. En 1991 se aprobaron los Principios de las Naciones
unidas a favor de las personas de edad (independencia, participación, cuidado, autorrealización y dignidad.)
y en 1992 la Proclamación sobre el Envejecimiento. En México, en el 2002 se aprobó la Ley de los derechos
de las personas adultas mayores.
(7) Esta Declaración tiene como antecedente la resolución 1572 (XV) de la asamblea general, del 18 de diciem-
bre de 1960, en la que se refiere particularmente a la educación de la juventud en estos principios.
(8) En 1982 se creó el Centro Latinoamericano y del Caribe de la Juventud (CLACJ). Cinco años después es
prácticamente absorbido por la constitución de la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ). La OIJ se
constituyó formalmente en 1992, y en 1998 se consolidó como entidad intergubernamental de pleno derecho.
Los encargados de las políticas de juventud de Iberoamérica se han reunido en 11 ocasiones desde 1987
hasta el 2002.
(9) El artículo 1º de la Constitución prohíbe, a partir de las reformas del 2001, la discriminación por edad.
(10) Ley del Instituto Mexicano de la Juventud. La Ley de las y los jóvenes del Distrito Federal define como
jóvenes a quienes tengan entre 15 y 29 años. La delimitación del rango de edad en el derecho es todavía un
reto, no solo por la homologación jurídica, sino también por su impacto en la construcción de políticas, progra-
mas, investigaciones y estadísticas. Además todavía se debe discutir respecto a la situación de que la infancia
está considerada hasta los 18 años y la juventud (o adolescencia) a partir de los 12 ó 15 años.
(11) Una, al inicio de la adultez (30 años) y la otra a los 35 años. Las distinciones son relativas a cargos de
máximo rango dentro de las estructuras institucionales, es decir, los cargos máximos dentro del poder ejecu-
tivo (presidencia, gubernatura, procurador o procuradora de justicia y cargos directivos en sus instituciones) y
del poder judicial (ministro o ministra y magistrado o magistrada).
74
http://convencion.oij.org/convencion.php
131
Porque es un instrumento que brindará soporte jurídico al conjunto de los gobiernos Iberoamericanos para el desarrollo de
políticas públicas destinadas a la juventud.
La OIJ está empeñada en transformar a la Convención en una eficiente herramienta de acción gestión y política que asegure
el goce de sus derechos a los casi ciento cincuenta millones de jóvenes de la región, lo que supone el desafío de establecer
los mecanismos de implementación y de protección de la Convención.
Para descargar el texto completo de la Convención Iberoamericana de Derechos de las y los Jóvenes consulta
http://convencion.oij.org/CIDJ-TXT.pdf
132
Bibliografía
Referencias en internet
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Objetivos
- Que las y los asistentes reflexionen sobre la situación de discriminación que enfrentan las personas LGBT75.
- Que las y los asistentes conozcan los derechos de las personas LGBT.
Saludos diversos
Objetivo: Fomentar un ambiente de confianza e integración entre las personas participantes de la sesión.
Duración: 30 minutos
Desarrollo: Pide a las y los asistentes que se pongan de pie. A continuación todas y todos deberán de salu-
darse de distintas maneras con distintas partes del cuerpo. Con las manos, los cachetes, los talones del pie,
las plantas del pie, los codos, la espalda, la nariz o cualquier parte del cuerpo que desees. Termina el juego
después de 15 minutos.
Reflexión: Ésta debe de ir encaminada a que las y los asistentes compartan su sentir al saludarse de manera
distinta a las que estamos acostumbrados. También es importante que reflexionen sobre cuál fue la forma de
saludo en la que se sintieron con más confianza y cuál con timidez o miedo y por qué.
Por último, reflexiona sobre la manera en que la educación determina nuestros comportamientos y
la manera en que estos afectan o benefician, al conocer cosas o personas distintas a lo que estamos
“acostumbrados” y lo que está socialmente aceptado, como es el caso de las personas LGBT.
El sistema y nosotr@s
Objetivo: Que las y los jóvenes reconozcan cómo el hecho de tener gustos, condiciones o características di-
ferentes a lo “normal” (o lo que se dice es comúnmente aceptado por la sociedad), puede devenir en la limita-
ción de derechos y en actos de discriminación.
Duración: 30 minutos
Material: Una hoja tamaño carta y un plumón para cada uno de los asistentes y el coordinador y tarjetas con
derechos negados, por ejemplo:
- Sin derecho a la educación.
- Sin derecho a la salud.
- Sin derecho al trabajo.
- Sin derecho a expresarse libremente.
- Sin derecho a profesar mis creencias.
- Sin derecho a votar.
- Sin derecho a la alimentación.
75
LGBTTT – Lesbico – Gay – Bisexual – Transexual – Travesti - Transgénero
134
El número de tarjetas dependerá del número de participantes, debe haber por lo menos cuatro para cada uno,
no importa que sean repetidas.
Desarrollo: Previo a la realización de esta dinámica deberás preparar tus tarjetas. Reparte a cada uno de los
participantes un plumón y una hoja, que deberán partir en cuatro.
Explícales, después, que harás cuatro preguntas que deberán responder en las hojas que tienen. Para
empezar, deberás preguntar ¿Cuál es su color favorito? Da un tiempo para que contesten, y luego pí-
deles que muestren a todos su respuesta. El coordinador o coordinadora deberá escribir también cuál
es su color favorito, sólo que antes de mostrar su respuesta a todos, explicará a los asistentes que re-
presentará la opinión dominante, y por lo tanto sus respuestas serán las únicas válidas. Sólo quienes
coincidan con los gustos o preferencias de este sistema (de valores) serán quienes puedan sobrevivir
en esta sociedad sin que por sus gustos y preferencias, vean limitados sus derechos.
Otras preguntas para realizarse son: ¿qué tipo de música es la que más te gusta?, ¿cuál es su animal favorito?
y ¿cuál es la religión que profesan? Después de cada pregunta, los asistentes deberán mostrar sus respuestas
y todos aquellos que hayan respondido de manera diferente al coordinador o coordinadora recibirán una tar-
jeta, que no deberán leer hasta que se hayan agotado las preguntas. Ocurrido esto, pide a los asistentes que
vean sus tarjetas y vean cuáles fueron los derechos que les fueron negados sólo por tener gustos diferentes
a los que el común de la sociedad tiene.
Reflexión: Pide a las y los asistentes que expresen su sentir con respecto al hecho de que por tener gustos,
características o preferencias distintas, les sean negados algunos derechos. Pide también que expresen cómo
se vive cotidianamente la negación de los derechos que en esta dinámica perdieron. Pregunta si alguna vez
se les ha negado alguno de los derechos aquí mencionados, cómo se sintieron y cuál fue su reacción. Para
introducir al tema de la población LGBT, compara entonces sus situaciones personales, con las que vive este
sector de la población, que justamente sufre discriminación y limitación de derechos, sólo por tener gustos di-
ferentes a los que el común de la sociedad acepta.
Nota: Es importante aclarar aquí, que las posturas hegemónicas no son siempre las mejores ni las correctas.
En ocasiones, ni siquiera son algo que considere o represente a la mayoría de la gente. Sin embargo, hay una
135
idea de lo que es correcto y de lo que está bien, que se generaliza y se presenta como la única manera de vi-
vir. Así, todo lo que se salga de estos lineamientos y parámetros (impuestos) será rechazado por considerarse
malo, raro o anormal, aunque en realidad sólo se trata de modos diversos de vivir.
Después de esta actividad, y para entrar de lleno al tema de la discriminación que sufre el grupo
LGBT, resulta pertinente explicar qué es este grupo, quiénes lo conforman, y especificar las parti-
cularidades de cada uno de estos subgrupos.
Duración: 30 minutos.
Desarrollo: Forma con los asistentes dos grupos de igual número de personas. Reparte a cada grupo un papelógrafo y al-
gunos plumones. Explícales que su tarea es escribir en el papelógrafo todos los nombres con las que han oído definir a los
gays (el grupo 1) y a las lesbianas (el grupo 2). Si el número de asistentes es muy grande, puedes hacer más de dos grupos,
hasta seis, a fin de que cada uno trabaje uno de los subgrupos que conforman la población LGBT. Pasados 10 minutos, pide
que, en plenaria, manifiesten sus conclusiones. Realizado esto, reúnelos de nuevo en sus grupos y explica que ahora la ta-
rea es recordar y explicar tres casos en los que ellos han oído utilizar algunas de esas palabras de manera despectiva. Por
ejemplo, si una de las palabras que se utilizan para referirse a las lesbianas es “machorra”, podemos recordar entonces, las
veces en que hemos escuchado decir sobre una chica que se viste de jeans y playeras, que gusta de ver el fútbol o practicar
deportes y realizar actividades supuestamente para hombres: “Seguro es una machorra”. Nuevamente en plenaria, al cabo
de unos minutos, los equipos expondrán sus casos.
Reflexión: Motiva a los jóvenes par que identifiquen que en ocasiones usamos, de manera discriminatoria, expresiones que
atentan contra la condición, manera de ser, identidad y dignidad de las personas. El tener otras preferencias, diferentes a
las impuestas por la sociedad, no nos hace seres más o menos dignos, tenemos derecho, no sólo a elegir a la pareja con la
que deseemos convivir, sino también de manifestar nuestros gustos, cualesquiera que sean éstos.
Para finalizar, es importante señalar que todas las personas merecemos el respeto de nuestra dignidad humana. Sin impor-
tar la diversidad que existe entre los seres humanos, el hecho de tener gustos diferentes no reduce, de ninguna manera,
nuestro valor como personas.
136
Terminologías
Antes de iniciar la exposición del tema, resulta necesario precisar algunos términos que definan los conceptos básicos. En
este texto se entiende por:
Género. La construcción de lo femenino o lo masculino. La cultura determina los comportamientos, las actitudes, juegos,
etc., para cada individuo, dependiendo de si se es mujer u hombre. Este conjunto de manifestaciones depositadas en el in-
dividuo (roles sociales) manifiestan el “deber ser” de un hombre o una mujer en la sociedad y serán reproducidas por las
personas durante su vida.
Identidad sexual e identidad genérica. La identidad puede definirse como el sentido de pertenencia o referencia a cier-
to grupo, raza, rol, etc., que un individuo presenta frente al resto de la sociedad. A través de la diferencia anatómica de los
cuerpos sexuados, se establece la primera identidad, es decir, la “identidad genérica” o sentimiento de pertenencia a tal o
cual sexo; la identidad sexual está más relacionada con el posicionamiento del deseo, de una persona hacia otra, es decir,
entre hombre y mujer (heterosexual), o entre hombres o entre mujeres (homosexual)77.
Orientación Sexual. Expresa la atracción emocional-sexual hacia personas del mismo sexo (orientación homosexual), de
otro sexo (orientación heterosexual) o de ambos sexos (orientación bisexual).78
Homofobia. Es un término que describe el odio y rechazo a gays o lesbianas y hacia la homosexualidad y el lesbianismo.
Refiere al miedo o a la negativa de personas, organizaciones, agencias y/o gobiernos a enfrentar la realidad y las especifi-
cidades que tiene este comportamiento sexual no heterosexual. La homofobia tiene un efecto directo, muchas veces devas-
tador, sobre la vida de las personas homosexuales. También obstaculiza la puesta en práctica de estrategias de educación,
prevención y sensibilización en torno a la diversidad sexual.79
Homosexualidad y lesbianismo. La homosexualidad es concebida y vista desde la perspectiva del psicoanálisis freudiano,
sólo como el posicionamiento del deseo que un individuo experimenta frente a otro de su mismo sexo, y esta elección no se
distingue de la elección heterosexual. El concepto utilizado para las mujeres homosexuales se denomina lesbianismo.
Bisexualidad. La bisexualidad es la orientación mediante la cual la persona consigue satisfacción sexual y emocional con
miembros de ambos sexos. La bisexualidad es una orientación permanente, si bien el relacionarse con ambos sexos puede
estar limitado a un periodo en particular. Tanto los hombres como las mujeres pueden ser bisexuales.
Travestismo. Según la definición de Álvarez Gayou dicha expresión comportamental de la sexualidad es aquella en la que
las personas gustan de utilizar ropa, implementos, accesorios, manierismos o lenguaje que en determinada sociedad es atri-
buido estereotípicamente al otro sexo.80
Es falsa la idea de que todos, los homosexuales y las lesbianas sean travestistas, que efectivamente existen algunos homo-
sexuales travestis, pero que también es cierto que existe un número importante de travestis heterosexuales. Los travestis
no desean cambiar de sexo sino tan sólo poseer una “imagen” del género opuesto o mostrar una faceta de su personalidad
76
Kora Virginia Delgado Uribe (Colaboradora). Ex Alumna de la Escuela para Promotoras y Promotores Juveniles en Derechos Humanos
77
Lamas, Marta. “Cuerpo e identidad”, pp. 61- 79, en Género e identidad. Ensayos sobre lo femenino y lo masculino. p. 65.
78
Amnistía Internacional Crímenes de Odio, Conspiración de Silencio. Tortura y malos tratos basado en la identidad sexual. EDAI, España, pp 10.
79
Un portal de la sociedad civil, http://www.choike.org/nuevo/informes/980.html
80
Álvarez Gayou, J. L .“La salud mental” en: La condición sexual del mexicano. Ed. Grijalbo S.A.; México, 1985 p.155.
137
que ellos consideran importante. Así que básicamente, el travestismo se ubica más en el ámbito de la identidad genérica y
no de la identidad sexual, y tampoco significa un problema por sí mismo.
Transexualidad. Ha sido considerado típicamente como propio de aquellas personas que se sienten profundamente incó-
modas con su identidad genérica y los papeles que se les han asignado; tienen el convencimiento de que se ha producido
un error biológico y han nacido con un cuerpo que no es el que corresponde a sus sentimientos y deseos (son mujeres atra-
padas en cuerpos de hombre o viceversa). Dichas personas no están genética u hormonalmente alteradas, pero su sentido
de género, el componente psico-social de masculinidad o feminidad no va de acuerdo con su anatomía. Pueden o no some-
terse a operaciones de cambio de sexo.
Transgénero. Se relaciona con las personas que teniendo un biotipo propio de determinado sexo asumen comportamien-
tos de género considerados “del otro sexo”. Tienen una aproximación hacia su cuerpo que no implica necesariamente un
rechazo hacia sus genitales, pero si un rechazo al “deber ser” de su género. Asumen formas externas (vestuario y adornos)
del otro género, por ejemplo: un hombre transgénero puede verse a sí mismo como “ella”, afirmando: “yo soy una mujer he-
terosexual que tiene relaciones con hombres”. No quiere tener senos ni practicarse cirugías genitales por que no tiene pro-
blemas con su cuerpo no es transexual es transgénero81.
Antecedentes
A través del tiempo, el “proceso de normalización sexual” burgués, ha tendido a mantener la imposición de una norma hetero-
sexual valiéndose para ello de la educación y de los modelos culturales, presentando así a unos individuos aptos para cumplir
una función social dentro del marco de la familia monogámica y patriarcal. Muchos comportamientos sexuales se han considerado
“malos” o “pecaminosos”, principalmente por no ser reproductivos, para prohibirlos y provocar temor al castigo, e incluso se les
ha considerado como enfermedades o patologías, y por lo tanto, las personas que los practican merecen un “tratamiento”.82
Así, las personas que se han alejado del orden sexual existente y todo comportamiento que no es heterosexual son califica-
do como “antinatural”, “desviado”, “pervertido”, etc. En muchos países han sido perseguidas, torturadas, sometidas a abusos
sexuales, obligadas a recibir tratamientos psiquiátricos que corrijan sus “perversiones” e incluso han tenido que abandonar
sus países a causa de la violencia.
Estas expresiones de odio han sido promovidas por los fundamentalismos religiosos; han estado presentes en autoritaris-
mos tanto de derecha como de izquierda, y continúan presentándose en las sociedades que no acceden todavía a la demo-
cracia plena. La homofobia se ha impregnado en todos los espacios de la cultura, en la política, en la educación, el trabajo.
Ella se ha traducido en discriminación, exclusión, violaciones de los derechos fundamentales de los individuos, impunidad,
generando con ello enormes costos sociales.
La llamada Rebelión de Stonewall de 1969, en Nueva York, marcó el inicio del Movimiento de Liberación Homosexual. Di-
cho movimiento planteo a los homosexuales (y a todo el mundo), la certeza de que podían transformar las situaciones de
81
Definición tomada de la página web de ONUSIDA. www.onusida.org
82
Álvarez Gayou, J. L. “La salud mental”, en: La condición sexual del mexicano. Ed. Grijalbo S.A.; México, 1985 p.152.
138
injusticia, enfrentar los abusos, y hacer valer sus derechos. Stomwall posibilitó a los homosexuales y a las lesbianas, saber
que tenían la capacidad de redefinir la identidad homosexual y lésbica en sus propios términos, y con ello, integrarse en los
procesos de la sociedad en función de sus capacidades y no de su identidad sexual.
En cuanto al reconocimiento de las identidades, se delineó un estilo de vida y se construyeron parámetros referenciales a partir
de la diferencia. Así, se planteó primero el reconocimiento de la identidad (y personas) gay y lésbica y que luego se amplificó
a otras como la bisexual, la transexual y la transgenérica (categorías que conforman lo que hoy se conoce como LGBT).
En nuestro país se anunció la liberación gay con el surgimiento, en 1971, del Frente de Liberación Homosexual de México
que operó “dentro del clóset” durante dos años. Ya a la luz pública, los trabajos fueron retomados en 1978, con la salida a
la calle del Frente Homosexual de Acción Revolucionaria, seguidos unos meses después por el Grupo Lambda de Libera-
ción Homosexual y el Grupo Autónomo de Lesbianas Oikabeth. Más tarde aparecerían otros grupos en Tijuana, Oaxaca y
Guadalajara.
Actualmente, aún cuando se dice con frecuencia que existe libertad y que la nuestra es una sociedad que transita hacia la
modernidad y la democracia, no se encuentran todavía demasiados aparatos, ni instituciones, ni organismos, ni instrumen-
tos por parte del Estado Mexicano que reconozcan el ejercicio pleno de los derechos de las personas LGBT.
Derecho a la no discriminación, o abuso con base en su orientación, su identidad de género o a la expresión de su sexualidad.
Derecho a la igualdad ante la ley. El derecho a la igualdad ante la ley y a no ser discriminada/o, protegido por la Declara-
ción en sus Artículos 2 y 7, el Pacto en sus Artículos 2 y 26, y la Convención Interamericana de Derechos Humanos en sus
artículos 1 y 24.
El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sostuvo en el caso de Toonen contra Australia (1994) que las
provisiones antidiscriminatorias existentes en los artículos 2 y 26 del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Polí-
ticos debían interpretarse como incluyentes de la orientación sexual como condición protegida. Muchos otros mecanis-
mos de derechos humanos de las Naciones Unidas han condenado consecutivamente la discriminación basada en la
orientación sexual.
Derecho a la libertad y seguridad personales. Derechos protegidos por la Declaración Universal de los Derechos Huma-
nos en su artículo 3; el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, en sus Artículos 6 y 9, y la Convención Inte-
ramericana sobre Derechos Humanos en sus artículos 4 y 7.
Derecho a la libertad de expresión. Lo protegen la Declaración (artículo 19), el Pacto (artículo 19) y la Convención (artículo
13). México ha ratificado el Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales en 1981 y la Conven-
ción Interamericana en 1982. La Declaración Universal se considera parte del derecho común internacional, y compromete
a todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas, entre ellos México.
Derecho a no ser arrestado en forma arbitraria. Lo protegen el Pacto (artículo 9.1) y la Convención (artículo 7.3).
Derechos sexuales y reproductivos. Elección de pareja, salud sexual, educación sexual, matrimonio consensuado, decidir
tener o no y cuándo tener hijos, etc.).
139
Así también, el 14 de Febrero del 2001, se organizó una jornada en el Palacio de las Bellas Artes, que simbolizó la unión de
muchas parejas homosexuales. Al respecto, ya en el 2002 la diputada Enoé Uranga M., de la Asamblea Legislativa del Dis-
trito Federal, propuso apoyar la iniciativa de ley de sociedades de convivencia, que reconocería a la unión homosexual.
En junio de 2003 la comunidad LGBT, marchó de Chapultepec al monumento de la Independencia, con el fin de buscar can-
didatos de los partidos políticos que apoyaran su causa.
El movimiento homosexual en nuestro país ha demandado legalizar sus uniones; la iniciativa de Ley fue rechazada por la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, de aquí que la comunidad homosexual pugne demandas políticas entre las que
se mencionan:
• Reconocimiento legal de la pareja homosexual o lésbica.
• Extensión a las parejas homosexuales de los regímenes jurídicos que benefician a las parejas homosexuales, o
la creación de regímenes equivalentes.
• Derecho explícito a la adopción.
• Igualdad de derecho a la patria potestad. Incorporación de información en programas educativos que haga mani-
fiestas la existencia de diversas formas de comportamiento y orientación sexuales y que otorgue igual valor a las
prácticas heterosexuales y bisexuales.
• La obtención de tratamientos médicos o quirúrgicos que permitan modificar los caracteres sexuales primarios y
secundarios a la condición transexual y en caso de que sea solicitado, la obtención del cambio legal de sexo83.
A nivel local, el 2 de septiembre de 1999 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó una reforma del Artículo 281
del Código Penal del Distrito que incorporó la discriminación por orientación sexual como delito. Fue la primera mención del
reconocimiento a la diversidad sexual en la ley mexicana.
Uno de los avances que a nivel Federal se ha tenido, ha sido la aprobación de la Ley para Prevenir y Eliminar la Discrimi-
nación (2003), que considera como discriminación “toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen étnico o
nacional, sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opinio-
nes, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio
de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas…”
A manera de conclusión se puede decir que, aún cuando se han ganado espacios, y se ha avanzado en materia jurídica, los
derechos de las personas LGBT tanto en México como en otros países, no han sido contemplados como una demanda de-
mocrática. Los derechos civiles y políticos de los homosexuales, lesbianas, transexuales, transgéneros, etc., demandan una
legislación, educación y una convivencia familiar y social que no se funde en preceptos morales, en discursos religiosos, le-
gales y científicos que prejuzguen y condenen estilos de vida diferentes, y que olviden su particular forma de existencia.
83
Asamblea Nacional Lésbico- Gay. Propuesta del Movimiento de Liberación Lésbico- Homosexual para la Convención Nacional Democrática.
Debate Feminista. México. Año 5, vol. 10. Septiembre de 1994. p. 250
84
http://www.letraese.org.mx/queesladiversidad.htm
140
no heterosexuales. Las combinaciones posibles de relación sexual entre los seres humanos no son tantas: las
personas venimos al mundo en cuerpo de mujer o de hombre, por lo que hay básicamente tres modalidades
de pareja sexual: mujer/hombre, mujer/mujer, hombre/hombre. Pese a que cada cultura otorga valor a ciertas
prácticas sexuales y denigra a otras a partir de una determinada concepción de la sexualidad, calificamos de
antinatural lo que desconocemos o lo que nos parece extraño.
¿Por qué el primer tipo de pareja, la heterosexual, ha sido considerada la relación “natural”? Por su comple-
mentariedad reproductiva. Pero ¿es verdaderamente la reproducción de la especie el sentido esencial del acto
sexual? No, sin embargo la tradición cultural judeocristiana occidental planea la inmoralidad intrínseca del acto
sexual: el placer es malo y sólo se redime la sexualidad si se vuelve un medio para reproducir a la especie.
En tal concepción subyace una creencia: las prácticas sexuales tienen, por sí mismas, una connotación inmo-
ral “natural”, expiable con culpa y sufrimiento. Además, por valorar fundamentalmente el aspecto reproducti-
vo, se conceptualiza la sexualidad como actividad de parejas heterosexuales, donde el coito dirigido a fundar
una familia tiene preeminencia sobre otros arreglos íntimos. Por lo tanto la sexualidad sin fines reproductivos
o fuera del matrimonio, no heterosexual, no de pareja, es definida como perversa, anormal, enferma, o, sim-
plemente, moralmente inferior.
Hoy se sabe que no es válido, ética ni científicamente, fijar un imperativo moral a partir de un supuesto orden
“natural”. Lo “natural” respecto a la conducta humano no existe, a menos que se le otorgue el sentido de que
todo lo que existe, todo lo humano, es natural. El término “natural” suele encubrir una definición centrada en
la propia cultura (etnocéntrica) que descarta otras sexualidades, estigmatiza ciertas prácticas, porque la “nor-
malización” de los sujetos, y en algunos casos su represión. Si se insiste pensar en sexualidad derivada de un
orden “natural”, habrá que hacerlo entonces con el sentido libertario y pluralista de todo lo que existe, vale.
Esa afirmación nos conduce al centro del dilema ético en relación a la sexualidad: ¿todo vale? Sí y no. Aun-
que todas las expresiones sexuales son dignas, también existen formas indignas, forzadas o abusivas. ¿Cómo
plantear una ética sexual que reconozca la legitimidad de la gran diversidad de prácticas sexuales que exis-
ten en el amplio espacio social pero que distinga las manifestaciones negativas? Las recientes transforma-
ciones en las pautas de ejercicio de la sexualidad están ubicadas dentro del marco de los derechos sexuales
y reproductivos.
Los derechos sexuales y reproductivos son aquellos que permiten que el ejercicio de la sexualidad deje de
estar subordinado a la finalidad procreativa, y evitan que la reproducción sea caracterizada como una conse-
cuencia obligada del ejercicio de la sexualidad. Que la sexualidad ya no esté subordinada a la procreación y
que no se vea a la reproducción como una consecuencia obligada del ejercicio de la sexualidad ha sido po-
sible gracias al desarrollo de los métodos anticonceptivos. Finalmente en el siglo XX se logra separar los dos
objetivos, y darle un estatuto distinto a la sexualidad humana.
Pero lo que verdaderamente introduce una nueva mirada sobre las conductas sexuales de los seres humanos
es comprender dos cuestiones fundamentales. La primera es la construcción psíquica en la orientación sexual.
El proceso de estructuración del deseo se da en la primera infancia, ocurre de manera inconsciente y no pasa
por la voluntad. La fuerza sexual, o líbido, es indiferenciada y se orienta, mediante un complejo proceso, sea
hacia las mujeres o hacia los hombres. Por eso Freud pensaba que los seres humanos son originalmente bi-
sexuales y que mediante el proceso de crianza nos decantamos hacia unos u otro sexo.
141
La segunda es que mujeres y hombres no son un reflejo de la realidad “natural”. Las personas no existen pre-
viamente a las operaciones de la estructura social, sin que son producidas por las representaciones simbólicas
dentro de formaciones sociales determinadas. Los antropólogos señalan que la prevalencia de un esquema
simbólico dualista, donde la complementariedad productiva se extrapola y se piensa que los demás aspectos
de los seres humanos también son complementarios. Al simbolizar complementariamente la condición sexual
humana, se produce un sistema normativo que propicia que se vean como “naturales” disposiciones construi-
das culturalmente e impone la heterosexualidad como el modelo. Dicha simbolización “transforma la historia
en naturaleza y la arbitrariedad cultural en natural”, como dice Bourdieu. Las personas toman por natural un
sistema de reglamentaciones, prohibiciones y opresiones que han sido marcadas y sancionadas por el orden
simbólico.
Los seres humanos son el resultado de una estructuración psíquica, de una producción cultural y de un mo-
mento histórico. Por eso, la manera en que las personas conceptualizan el cuerpo, el sexo y la sexualidad es
de acuerdo a valoraciones subjetivas, culturales e históricas. Con estas condiciones sociales de producción
de la cultura, la relación entre sexualidad y ética ha ido cambiando históricamente. La sexualidad ha estado
imbuida de un conjunto de aspiraciones y regulaciones políticas, legales y sociales que inhiben muchas for-
mas de expresión sexual al mismo tiempo que estigmatizan ciertos deseos y actos. Es prioritario diferenciar
entre la sexualidad y los contenidos simbólicos que les adjudican las personas. Mientras que para unas per-
sonas ciertas prácticas per se ilegítimas para otras es el carácter ético del intercambio lo que las vuelve legí-
timas o ilegítimas.
Lo definitorio en relación a si el acto sexual es o no ético radica no en un determinado uso de los orificios y
los órganos corporales sino en la relación de mutuo acuerdo y de responsabilidad de las personas involucra-
das. Así, hoy en día, en la mayoría de las sociedades modernas y democráticas, cualquier intercambio donde
haya verdaderamente autodeterminación y responsabilidad mutua es ético. Tal vez por eso un valor de suma
importancia es el consentimiento, definido como la facultad que tienen las personas adultas, con ciertas capa-
cidades mentales y físicas, de decidir su vida sexual.
Por eso en la actualidad, en México, muchas personas empiezan a expresar su desacuerdo con la visión es-
trecha de la sexualidad. Frente al atraso conservador, que invoca una única moral auténtica” para restringir
la sexualidad a sus fines reproductivos, se alza una postura ética que defiende la posibilidad de una relación
sexual placentera, consensuada y responsable. Como las premisas valorativas de la sexualidad son subjetivas,
culturales e históricas, hay que buscar una valoración ética que se centre en el carácter del intercambio.
En nuestro país el respeto a la pluralidad, en todas sus formas, todavía no es una realidad. Las
creencias sociales que troquelan la organización de la vida colectiva estigmatizan lo distinto, lo que
se aleja de la norma. Y como la norma es la relación heterosexual, las personas con un deseo dis-
tinto lo suelen reprimir, esconder o incluso, negar hasta punto de casarse y trata de vivir como het-
erosexuales. Son pocas las personas que asumen abiertamente su deseo distinto. Sin embargo,
el orden simbólico no es inamovible, se ha ido transformando con el tiempo, y lo seguirá haciendo.
Así como se calificaban de antinaturales a las mujeres a principios del s. XIX querían ir a la univer-
sidad, y las que a principios del XX querían votar y ser votadas, las personas que a principios del
siglo XIX se calificaban como antinaturales son las que quieren tener relaciones sexuales con per-
sonas de su mismo sexo.
142
1979 Primera Marcha del Orgullo Homosexual en la ciudad de México. José Joaquín Blanco publica Ojos que
da pánico soñar, que muchos activistas adoptan como manifiesto homosexual
1980 Segunda Marcha del Orgullo Homosexual, en la que participan alrededor de 7 mil personas. FHAR,
Lambda y Oikabeth ingresan a la Basílica de Guadalupe en la procesión por el asesinato del arzobispo Óscar
Arnulfo Romero, lo que provoca un escándalo.
1981 Se disuelve el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FAHR). Rosario Ibarra es postulada por el
Partido Revolucionario de las y los Trabajadores (PRT) como candidata a la presidencia, y se forma el Comité
de Lesbianas y Homosexuales en Apoyo a Rosario Ibarra (CLHARI).
1982 Max Mejía, Pedro Preciado y Claudia Hinojosa son los primeros candidatos a diputados federales abier-
tamente gays. Un acto de campaña es agredido violentamente en el Parque México, de la colonia Condesa.
Se realiza un festival de desagravio.
1983 Se documentan los primeros casos de VIH/sida en México. La pandemia reducirá el activismo gay. Se
sataniza, discrimina y estigmatiza a los homosexuales como culpables del sida.
1984 Se exhibe de manera comercial Doña Herlinda y su hijo, de Jaime Humberto Hermosillo. El grupo Co-
munidad Gay organiza la primera Semana Cultural Gay en El Café de Nadie.
1985 Se empiezan a crear organizaciones de apoyo a personas con sida por parte de grupos homosexuales.
85
http://www.letraese.org.mx/cronologia.htm
143
1986 La policía agrede a los pocos manifestantes de la VIII marcha de gays y lesbianas.
1987 La Semana Cultural Gay se traslada al Museo del Chopo, organizada por el Círculo Cultural Gay. Se
realiza en México el Primer Encuentro de Lesbianas de Latinoamérica y El Caribe. Se forma la Coordinadora
Nacional de Lesbianas Feministas.1990 Se crea la Comisión Internacional de Derechos Humanos de Gays y
Lesbianas (IGLHRC, por sus siglas en inglés).
1991 Se realiza en Acapulco, Guerrero, el XIII Congreso de la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas,
después de ser vetado por autoridades de Jalisco para que se llevara a cabo en Guadalajara.
1992 Se realiza en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, la primera marcha gay, organizada por grupos locales con el
apoyo del Círculo Cultural Gay, para exigir el esclarecimiento de los 30 crímenes de travestís cometidos desde
1989.1993 Fallece, el 23 de mayo, Francisco Galván, defensor de las causas homosexuales y de los derechos
de las personas que viven con VIH/sida. Dirigió Sociedad y Sida, antecedente de Letra S.
1994 Muere Nancy Cárdenas, pionera del movimiento de liberación homosexual; dirigió la obra Los chicos de
la banda, que genera reacciones adversas de autoridades y sectores conservadores.
1997 Patria Jiménez toma posesión como diputada federal por el PRD. Es la primera diputada abiertamente
lesbiana.
1998 La Asamblea Legislativa del Distrito Federal organiza el Primer Foro Legislativo sobre Diversidad Sexual.
Se establece el Premio al Mérito Gay; Joaquín Hurtado es el primero en recibirlo. Nace la Comisión Ciudadana
Contra los Crímenes de Odio por Homofobia.
1999 Decenas de miles de participantes en la XXI Marcha del Orgullo Lésbico Gay llegan por primera vez al
zócalo capitalino.
2000 Durante las campañas electorales para presidente, Vicente Fox llama mariquita y La-vestida a Francis-
co Labastida Ochoa.
2001 La primera diputada lesbiana del Distrito Federal, Enoé Uranga, promueve la iniciativa de Ley de Socie-
dades de Convivencia, la cual daría garantías jurídicas a las parejas del mismo sexo. Se realiza el primer re-
gistro simbólico de convivientes en la explanada del palacio de las Bellas Artes. Se cumplen cien años de la
famosa redada contra 41 homosexuales en México. En el Museo de la Ciudad de México se lleva a cabo un
evento en su memoria.
2003 Se realiza la Primera Marcha Lésbica, la cual llega al zócalo capitalino. Por falta de quórum, no se pue-
de votar la iniciativa de Ley de Sociedades de Convivencia en la ALDF. El Partido México Posible postula a
entre 30 y 40 lesbianas, homosexuales y transgéneros como candidatos a diputados federales. XXV Marcha
del Orgullo LGBTT.
2004 La intervención del Jefe del gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador, congela definitivamente la
iniciativa de Ley de Sociedades de Convivencia en la ALDF.
144
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Referencias en internet
145
Los seres humanos somos seres sexuales desde que nacemos, por lo que las manifestaciones de nuestra
sexualidad son cotidianas. Ésta tiene diversos componentes como son: el deseo, los sentimientos y las actitu-
des, las identidades y la autoestima, el cuerpo y sus funciones, los conocimientos y las prácticas, los papeles
de género y las relaciones interpersonales y afectivas, los valores y creencias. Todos ellos son importantes en
el ejercicio de la sexualidad y la construcción plena.
Todas las personas que habitamos este país tenemos la posibilidad de ejercer nuestros derechos y debemos asu-
mir la responsabilidad que este ejercicio conlleva. El ser cada una/o sujetas y sujetos de Derecho lleva implícito
el respeto hacia las demás personas, es decir, podemos ejercer nuestras libertades y garantías individuales en
tanto no violentemos el derecho de las y los demás. Ninguna persona debe atentar contra nuestros derechos.
Con esta campaña, dirigida a las y los jóvenes, personas de 12 a 29 años, resaltamos y ratificamos el derecho
a ejercer su sexualidad de manera libre y responsable, y trabajamos por la eliminación de la discriminación y
cualquiera de las formas en que ésta se manifieste atentando contra su dignidad, incluyendo aquellas relacio-
nadas con la edad, el género, la preferencia y la orientación sexual.
Uno de los caminos hacia la construcción de una sociedad democrática parte del reconocimiento y la acepta-
ción de que las personas tenemos diversas maneras de relacionarnos afectiva y sexualmente y, por lo tanto,
del respeto a cada una de estas manifestaciones y la condena a la violencia, la intolerancia y al abuso con
respecto a los derechos de las y los demás.
Preguntas
1. ¿Conoces tus derechos como joven?
2. ¿Sabes a quiénes se considera como jóvenes?
3. ¿Sabes que las y los jóvenes tenemos derechos sexuales y reproductivos, y que están protegidos por el
orden jurídico mexicano?
4. ¿Sabes que tienes derecho a decidir sobre tu cuerpo y tu sexualidad?
5. ¿Sabes que nadie debe tocarte, lastimarte u obligarte a hacer algo con tu cuerpo en contra de tu volun-
tad?
6. ¿Sabes que tienes derecho a vivir tu sexualidad y a compartir tu vida con quien tú elijas?
7. ¿Sabes que nadie debe presionar para tener relaciones sexuales o para tener o no hijas/os?
8. ¿Sabes que nadie debe obligarte a casarte por estar embarazada o por embarazar a alguien?
9. ¿Sabes que las y los jóvenes tenemos derecho a recibir información y educación sobre sexualidad, así como
servicios de salud sexual y reproductiva?
86
Comisión de Derechos Humanos del D.F. Cartilla por los Derechos Sexuales de las y los Jóvenes, CDHDF, México, 2003
146
10. ¿Te encontró la policía besándote y abrazándote con tu chava o tu chavo y te pidieron dinero, te amena-
zaron o lastimaron?
11. ¿Has sido víctima de discriminación o violencia por manifestar tus afectos, preferencias, por tu manera de
vestir o por tu edad?
12. ¿Sabes que si vives con VIH/SIDA o si padeces alguna otra infección de transmisión sexual tienes dere-
cho a atención y tratamiento médico en las instalaciones públicas de salud?
13. ¿Sabes que no te pueden expulsar de tu escuela o despedir de tu trabajo por estar embarazada?
14. ¿Alguna vez no te respondieron una pregunta de sexualidad en la escuela?
15. ¿Sabes que ni en el trabajo ni en la escuela te pueden forzar a hacerte la prueba de VIH/SIDA o de em-
barazo?
16. ¿Sabes que tienes derecho a participar en las acciones de gobierno que tienen que ver con la sexualidad
y la salud sexual y reproductiva de las y los jóvenes?
Nadie debe presionar, condicionar ni imponer sus valores particulares sobre la forma en que decido vivir mi
sexualidad.
Nadie puede presionarme, discriminarme, inducirme al remordimiento o castigarme por ejercer o no activida-
des relacionadas con el disfrute de mi cuerpo y mi vida sexual.
Ninguna de mis garantías individuales debe ser limitada por esta decisión.
Nadie debe obligarme a contraer matrimonio o a compartir con quien yo no quiera mi vida y mi sexualidad.
147
Sin mi consentimiento, ninguna persona debe difundir información sobre los aspectos sexuales de mi vida.
El Estado debe respetar y apoyar mis decisiones sobre mi vida reproductiva, brindándome la información y los
servicios de salud que requiero, haciendo efectivo mi derecho a la confidencialidad.
Nadie, bajo ninguna circunstancia, debe limitar, condicionar o restringir el pleno goce de todos mis derechos
individuales, colectivos y sociales.
El Estado debe brindar información laica y científica de manera continua de acuerdo con las necesidades par-
ticulares de las y los jóvenes.
148
Los contenidos sobre sexualidad en los programas educativos del Estado deben ser laicos y científicos, es-
tar adecuados a las diferentes etapas de la juventud y contribuir a fomentar el respeto a la dignidad de las y
los jóvenes.
El personal de los servicios de salud pública no debe negarme información o atención bajo ninguna condición
y éstas no deben ser sometidas a ningún prejuicio.
Ninguna autoridad o servidor público debe negar o limitarme, de manera injustificada, la información o partici-
pación referente a las políticas públicas sobre sexualidad.
Glosario
Confidencialidad. Derecho de las personas a mantener en el anonimato o secreto actividades de su vida
privada.
Derechos Humanos. El conjunto de prerrogativas (derechos y libertades) universales, inalienables (a los que
no se puede renunciar) e inherentes (propios) a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta
indispensable para el desarrollo integral del individuo.
Discriminación. Trato desigual, injusto, arbitrario o excluyente que se da a una persona con base en algún
atributo o condición como edad, sexo, origen étnico, nacionalidad, género, ocupación, religión, preferencia u
orientación sexual, etcétera.
Equidad. Condición que busca el respeto de los derechos de todas las personas tomando en cuenta sus di-
ferencias.
149
Género. Conjunto de valores, actitudes y expectativas sociales que definen lo femenino y lo masculino, que
se asignan al individuo desde el momento del nacimiento según su sexo.
Identidad. Aquello que una persona piensa, siente y expresa acerca de lo que es.
Identidad sexual. Aquello que una persona piensa, siente y expresa acerca de su sexualidad.
Igualdad. Es la condición humana por lo que la que todas las personas tienen los mismos derechos funda-
mentales.
Intimidad. Todo aquello relacionado con el cuerpo, el espacio personal, los sentimientos y los pensamientos.
Los espacios físicos de la intimidad pueden ser: baño, cama, recámara, cajones, cartas y escritos sobre sen-
timientos y pensamientos personales.
Laicidad. Cualidad de todo Estado democrático que para garantizar el respeto, la tolerancia, la libertad de
conciencia y la igualdad jurídica ante la ley se mantiene ajeno a cualquier doctrina religiosa.
Licitud. Conductas individuales o colectivas que se realizan dentro de los límites establecidos por las normas
jurídicas. Actuar con licitud es no infringir las leyes.
Orientación sexual. Concepto científico que señala la elección de las/los compañeras/os afectivo-sexuales
no es producto de una elección conciente. Entre las elecciones sexuales que se reconocen están:
–Heterosexual. Quien experimenta atracción predominante por personas del sexo opuesto.
–Homosexual. Quien experimenta atracción predominante por personas del mismo sexo.
Políticas públicas. Son líneas de acción del Estado orientadas a satisfacer el interés público y el bien común
sobre determinada materia.
Preferencia sexual. Elección de una persona para tener relaciones afectivo-sexuales con base en sus carac-
terísticas sexuales (femenino, masculino, ambos).
Prejuicio. Concepción acerca de algo o de alguien, elaborada antes de conocerle o sin tener elementos para
emitir una opinión.
Privacidad. El derecho de todo ser humano a que no sean conocidas y dados a conocer a terceros, hechos,
circunstancias o cualquier otra información personal sin su consentimiento.
150
Salud. Es el estado de bienestar de las personas en todos los aspectos psicológicos, sociales, biológicos,
sexuales y ambientales, y no es sólo ausencia de la enfermedad.
Salud reproductiva. Es el estado de bienestar físico mental y social en todos los aspectos relacionados con
el sistema reproductivo, sus funciones y procesos, y no sólo la ausencia del dolor, enfermedades e infeccio-
nes de transmisión sexual.
Salud sexual. Es el estado de bienestar físico, mental y social en todos los aspectos relacionados con la vida
erótico-afectiva en todas sus dimensiones. Es la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin
riesgos.
Seguridad jurídica. Es la garantía que el Estado brinda a todos los individuos de que su persona, sus bienes
y sus derechos no serán violentados por las autoridades o por algún particular.
Sexualidad. Conjunto de condiciones físicas, biológicas, psicológicas, emocionales, sociales y culturales re-
lacionadas con la vida sexual de una persona.
Sexo. Conjunto de características anatómico-fisiológicas que diferencian a hembras y machos de una especie.
Vida privada. Espacio geográfico y simbólico constituido por la familia, el hogar y las actividades de la per-
sona como particular.
Violencia sexual. Todo acto, con connotaciones sexuales, que tienda a invadir, agredir y dañar el cuerpo y la
vida emocional de una persona sin su consentimiento y/o en desventaja física o laboral. Las formas de violen-
cia sexual se manifiestan en actos que incluyen desde conductas que no implican sometimiento físico, como
el acoso y el hostigamiento verbal, hasta diversas prácticas sexuales no consentidas, tales como caricias, be-
sos y otras formas de contacto genital y corporal, incluidas las relaciones sexuales.
151
Objetivos
- Que las y los asistentes reflexionen sobre la situación de las personas migrantes en México.
- Que las y los asistentes conozcan los derechos humanos de las personas migrantes.
Rompe fronteras
Objetivo: Sensibilizar a las y los asistentes sobre la problemática a la que se enfrentan las personas migran-
tes y refugiados al salir de su país de origen, estar en un país de paso y en un país de destino.
Duración: 30 minutos
Te recomendamos que previo a la sesión hagas unas tarjetas con objetos que les pueden ser de utilidad, como:
carta de amenaza, acta de nacimiento, joyas, etc.
También te sugerimos que escribas en las tarjetas los siguientes roles con sus consignas específicas.
Refugiados: Imagínense que viven en un país donde hay un conflicto interno, son un grupo de indígenas que
están luchando por la reivindicación de sus derechos por lo que han recibido cartas de amenaza en sus ho-
gares. Están en sus casas y de pronto llega alguien a informarles que va un grupo de paramilitares que llega-
rá a la comunidad por lo que tienen 2 minutos para abandonar su hogar. Saben que las personas que van a
venir a su comunidad tienen la consigna de “desaparecerlos”, por lo que se ven obligados a tomar sus perte-
nencias e irse lo más rápido posible. Tienen 2 minutos para tomar algunas cosas que crean necesarias e irse
a la frontera de su país.
Migrantes: Son un grupo de jóvenes (mujeres y hombres), que viven en una población de Michoacán, trabajan
y viven en el campo, pero el dinero no les alcanza. Todos tienen situaciones apremiantes: familiares enfermos,
desesperación por no encontrar mejores oportunidades de empleo, falta de oportunidades de educación, etc.
Debido a esto, se ven obligados a “viajar” a los Estados Unidos. Tienen 2 minutos para redactar una carta a
sus familiares sobre la razón de su “viaje”, sobre lo que esperan encontrar en los Estados Unidos y a los ries-
gos que creen se enfrentarán. También deberán de tomar algunas cosas y salir de su comunidad, ya que fuera
del pueblo están esperándolos un grupo de personas que les ayudarán a cruzar la frontera.
Patrulla fronteriza: Son trabajadores del estado norteamericano y tienen como consiga no dejar pasar a nin-
guna persona o grupo de personas que pretendan cruzar la frontera.
Agente de migración: Son personal de gobierno que debe de seguir algunas normas para poder brindar ayu-
da a los refugiados, en el caso de los refugiados deberán de pedirles identificaciones, documentos o pruebas
con las que fundamenten su persecución, si no traen estos documentos no los podrán ayudar y los remitirán
a encierro en condiciones precarias.
152
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Sin Fronteras. Tendrán la
consigna de ayudar a las personas que arriban a migración.
Desarrollo: Organiza al grupo en 5 equipos, (dos de ellos deben tener el mismo número de integrantes), des-
pués les repartes sus tarjetas y das 5 minutos para que las lean, pasados estos minutos indícales que deben
comenzar y que su tiempo está corriendo. Te sugerimos dar un límite de 5 minutos para realizar esta parte de
la dinámica, después da una señal para finalizarla e indícales que se agrupen con la finalidad de hacer una
plenaria donde puedan compartir sus experiencias.
Reflexión: Puedes empezar la reflexión preguntándoles ¿cómo se sintieron? Pide que compartan ¿cuáles
fueron las violaciones a derechos humanos que identificaron? No olvides colocar estas aportaciones en un
papelógrafo y cierra la actividad nombrándolos.
Introducción
La migración es un fenómeno que ha existido desde que existe la humanidad. Ha sido vehículo de transmisión de ideas,
costumbres, intercambio tecnológico, artístico y culinario. El fenómeno actual se caracteriza por la reversión de la tenden-
cia de siglos pasados. Antes, las migraciones fluían de los países del norte o más industrializados hacia los países del sur o
menos industrializados. Actualmente, observamos un proceso inverso, las personas se desplazan de países menos indus-
trializados, a más industrializados, de países con índices mínimos de producción a países con altos niveles de Producto In-
terno Bruto (PIB), de países con altas tasas de natalidad, a países con menores tasas de natalidad, de países con elevados
índices de desempleo, a países con niveles aceptables de empleo, de países con graves problemas de pobreza a países
con mejores niveles de vida88.
El proceso de globalización ha producido un crecimiento de la migración en el mundo, principalmente de Sur a Norte, alimen-
tado por las crisis económicas y por catástrofes naturales, persecuciones, guerras, etc. La tendencia actual de la economía,
que abre fronteras a los capitales y a las mercancías, cada vez con menos restricciones, y que tiende a generalizarse entre
los países deja fuera de su dinámica a los seres humanos89.
De acuerdo con la Organización Internacional de Migraciones (OIM), los migrantes internacionales y los extranjeros esta-
blecidos en países receptores sumaron aproximadamente 15 millones de personas en el año 2000. De ellos, 47.5% fueron
mujeres. México, Centroamérica y el Caribe han generado flujos considerables, ya que entre 5 y 15% de su población vive
fuera de sus países.
México, en concreto, ha sufrido fuertemente el impacto de la globalización y de la apertura de los mercados, fácilmente ob-
servable en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado por México, Estados Unidos y Canadá, en
87
Luis Miguel García Vázquez (Colaborador). Alumno de la Escuela para Promotoras y Promotores Juveniles en Derechos Humanos.
88
Las mujeres y los menores en la migración, Manual para talleres sobre violencia sexual en la Migración, COVAC – Sin Fronteras – Fundación
MacArthur, México, 2000, Pág. 9.
89
Migración: México entre sus dos fronteras, Foro Migraciones, México, 2002, Pág. 7.
153
el que no se contemplan derechos para las y los trabajadores, a pesar de las dimensiones del fenómeno migratorio entre
México y Estados Unidos. México reproduce esta misma situación con los países vecinos de Centroamérica, en la firma de
acuerdos comerciales90.
México es un país de origen, tránsito y destino de migrantes, el fenómeno debe analizarse de manera integral. Entre los
principios que sustentan las políticas oficiales debe reconocerse la deuda que el país tiene con los mexicanos que migraron
a otros países; así se debe conceder a los extranjeros en México los mismos derechos que se piden para nacionales mexi-
canos en otros países.
La migración afecta los derechos de quienes se desplazan, porque facilita abusos, discriminación y malas condiciones
de trabajo, vivienda y salud. Pese a ello, la respuesta nacional e internacional ha sido insuficiente. El gobierno de Méxi-
co ha ratificado varios instrumentos internacionales de protección a los derechos de los migrantes, pero no garantiza de
manera plena sus preceptos. Los programas nacionales y las leyes en materia migratoria no cubren las obligaciones que
el gobierno mexicano ha adquirido en tratados internacionales. Los principales problemas se encuentran en la ejecución
y aplicación de los mismos. Este texto se concentra en los mexicanos que viajan a Estados Unidos y los extranjeros que
están en México91.
La entrada de empresas trasnacionales ha acabado con muchos de los pequeños negocios familiares y de pequeños pro-
ductores.
El uso de tecnología de muchas empresas ha desplazado a la fuerza de trabajo en muchos sectores manufactureros.
También, los acuerdos de libre comercio, como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte han provocado la caída
de importantes industrias locales, o bien han provocado el cierre de empresas y no han generado los empleos que se es-
peraban.
• Pobreza y marginación
Comúnmente se piensa que quienes migran son las personas más pobres de cada país. Si bien es cierto que la pobreza es
una de las causas de la migración, el emigrar representa altos costos, por lo que las personas tienen que hacerse de recur-
sos para emprender el viaje, muchas veces se ven obligadas a vender el patrimonio familiar y a adquirir deudas enormes.
El traslado hacia los Estados Unidos para una persona de El Salvador cuesta entre 2 mil quinientos y 3 mil dólares, de acuer-
do con testimonios de varios migrantes. Esta cantidad es lo que cobran los guías para el transporte, los sobornos a las au-
90
Ibid.
91
Grupos en situación de vulnerabilidad y discriminación: Migrantes, Diagnóstico sobre la situación de los derechos humanos en México, Oficina
del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, México, 2003, Pág. 173 y 174.
154
toridades migratorias, la alimentación y el hospedaje. Lo que ofrecen los guías es seguridad y, en ocasiones, garantías de
lograr el objetivo. A veces los migrantes son víctimas de engaños por parte de estos guías o “polleros”, quienes viajan sin
guías están más expuestos a los riesgos del camino y tienen menos probabilidades de lograr su objetivo.
Los niveles de pobreza han aumentado en el mundo y América Latina no es la excepción. Las situaciones de crisis econó-
micas fuertes afectan en mayor medida a las capas más pobres de la población. Estas personas que tradicionalmente no
migran, han comenzado a participar en la migración obligados por su condición de pobreza. También, las poblaciones mar-
ginadas social, política y económicamente, como las poblaciones indígenas, han conseguido una participación importante
en la migración; tal es el caso de los Mixtecos de Oaxaca que viven en California, o de los Mixtecos de Puebla que están
en Nueva York.
Los desastres naturales han afectado en mayor medida a los más pobres, los más desprotegidos. Actualmente, se ha ob-
servado una mayor migración de estas personas que viajan en condiciones mucho más precarias (viajan en aventón, sin el
conocimiento previo de las rutas, sin dinero suficiente para alimentación y durmiendo en cualquier lugar); además de que las
condiciones geográficas y climáticas que ponen en riesgo su vida.
• Reunificación familiar
Muchas de las personas que actualmente deciden migrar tienen familiares en el país de destino. Las redes que se han for-
mado generaciones atrás fomentan la migración de los familiares, al grado que las comunidades de origen llegan a repro-
ducirse en el país de destino.
• Desintegración familiar
También la desintegración familiar origina la migración. Como consecuencia, la migración de menores de edad no acompa-
ñados ha aumentado. Los menores que buscan escapar de situaciones de violencia intrafamiliar o abuso, deciden dejar su
hogar y aún más, dejar su país de origen.
• Tradición
En algunas comunidades del país y de América Central, la migración data de décadas atrás, y se ha convertido en una for-
ma de vida. Los jóvenes varones que alcanzan los 15 ó 16 años de edad consideran que ha llegado el momento de seguir
los pasos de los demás varones en su familia y de su comunidad. Ellos lo explican así: “todos se van, hay que irse porque
todos los demás lo hacen”.
• La disponibilidad de empleos
Se debe tomar en cuenta que si se migra en busca de trabajo es porque en otros países existen fuentes de empleo. Las em-
presas en los países de destino valoran la mano de obra migrante porque es mucho más barata. Además, no gozan de los
mismos derechos laborales (seguro contra despidos, seguro social, pagos de horas extras, y trabajan jornadas mayores a
las permitidas por las leyes).
155
Los trabajadores migratorios son apreciados en ciertos sectores de la economía como la agricultura, las industrias manu-
factureras y las maquiladoras, así como en servicios, y lugares de entretenimiento. Ocupan los empleos que los nacionales
desdeñan por ser mal remunerados, con menos prestaciones y con condiciones laborales deficientes92.
Desde la perspectiva de los derechos humanos, la situación más grave se presenta en la frontera sur, donde hay importan-
tes movimientos transfronterizos de personas, sobre todo en la porción del Soconusco, que divide a Guatemala y México.
Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), hay entre 50 mil y 75 mil ingresos anuales documentados (que pue-
den incluir entradas múltiples), y un número indefinido de ingresos no documentados, pero que puede llegar a constituir un
total de entre 100 mil y 250 mil trabajadores94.
b) Hablar un idioma distinto. Esto dificulta que los migrantes exijan respeto a sus derechos.
c) La falta de documentos los convierte en grupos doblemente discriminados, puesto que se les niegan derechos con el
argumento de que carecen de documentos, aunque esto no justifica las violaciones a sus derechos. Por carecer de do-
cumentos, temen denunciar cuando son víctimas de violaciones a sus derechos. La falta de documentos los coloca en
una posición donde fácilmente son objeto de explotación por parte de los patrones: trabajan jornadas extenuantes, sin
la remuneración debida por trabajar horas extras; son despedidos injustificadamente, sin obtener una compensación; y
muchas veces no les pagan lo acordado inicialmente y los amenazan con denunciarlos frente a Migración si insisten en
cobrar su salario.
92
Las mujeres y los menores en la migración, Manual para talleres sobre violencia sexual en la Migración, COVAC – Sin Fronteras – Fundación
MacArthur, México, 2000, Pág. 11 y 12.
93
Cifras del Catálogo Nacional de extranjeros residentes en la República mexicana, presentado por la SEGOB en 1999 y del Instituto Nacional de
Migración, Eventos de Rechazos, Aseguramientos y Devoluciones Enero – Diciembre 2002, citados en Grupos en situación de vulnerabilidad y
discriminación: Migrantes, Diagnóstico sobre la situación de los derechos humanos en México, Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas
para los Derechos Humanos, México, 2003, Pág. 174.
94
Los migrantes en México, CONAPO, 2001, citado en Grupos en situación de vulnerabilidad y discriminación: Migrantes, Diagnóstico sobre la
situación de los derechos humanos en México, Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, México, 2003,
Pág. 174.
156
d) La desinformación es otro obstáculo. El discurso en los medios de comunicación que utiliza el término “ilegal” para referirse
a los migrantes, no permite entender que son sujetos de derechos. También, es responsabilidad de los gobiernos informar a
los migrantes sobre sus derechos como personas y como trabajadores, pero los gobiernos rara vez lo cumplen.
e) Falta de conocimiento de las leyes de los países por los que transitan o en el que trabajan. Las autoridades han de gene-
rar mecanismos para informar sobre las leyes que tienen efecto en la vida de las personas migrantes.
f) Falta de recursos económicos. Aunque también es una causa de la migración, es un factor que aumenta la vulnerabilidad
de los migrantes. En algunos casos, su acceso a la justicia está determinado por la cantidad de recursos que poseen (por
ejemplo, si pueden pagar un abogado o no).
g) Falta de apoyo de familiares o amigos. Al estar alejados de su comunidad muchas veces no cuentan con la tradicional
red de apoyo que pueden proporcionar sus familiares o amigos. Esto dificulta la situación cuando se enfrentan a problemas
específicos; por ejemplo, relacionados con los hijos menores de edad.95
Por otro lado, cruzar la frontera de nuestro país hacia Estados Unidos de América, sin documentos y por lugares de difícil
acceso, conlleva múltiples peligros. El clima es extremoso, no siempre se conocen los caminos y también se corre el ries-
go de ser engañado por traficantes de personas, conocidos como “polleros”, quienes dicen que se caminará pocas horas,
cuando en realidad se puede tratar de días.
En el verano, las altas temperaturas hacen que el tránsito por el desierto frustre los cruces, ya que el calor puede vencer a
cualquier persona, provocarle deshidratación o convertirla en presa fácil de animales de la zona (como serpientes). En el in-
vierno, las zonas montañosas tienen muy bajas temperaturas, además de existir cerros con grandes barrancos, por lo que
las personas se llegan a lesionar y pueden morir por accidentes y por hambre y frío.
La mayoría de la gente puede recurrir a sus propios gobiernos para que garanticen y protejan sus derechos humanos bási-
cos y su seguridad física. Pero en el caso de los refugiados, el país de origen ha demostrado ser incapaz o no desear pro-
teger esos derechos.
Un refugiado tiene derechos de asilo en condiciones de seguridad. Sin embargo, la protección internacional incluye algo más
que la propia seguridad física. Los refugiados deben recibir al menos la ayuda básica y los mismos derechos que cualquier
otro extranjero que sea residente legal. En ciertas circunstancias, tales como grandes afluencias de refugiados, los países
de asilo se pueden sentir obligados a restringir ciertos derechos, tales como la libertad de movimiento, la libertad para tra-
bajar o una escolarización adecuada para las y los niños.
Los gobiernos definen los procedimientos de determinación del estatuto legal de refugiado para los propósitos de situación
legal de esa persona. La ONU a través de sus oficinas regionales donde tiene presencia el Alto Comisionado para los Refu-
95
Las mujeres y los menores en la migración, Manual para talleres sobre violencia sexual en la Migración, COVAC – Sin Fronteras – Fundación
MacArthur, México, 2000, Pág. 13 y 14.
96
Convención de 1951 sobre el estudio de los refugiados.
157
giados (ACNUR), aboga para que los gobiernos adopten un proceso rápido, flexible y liberal, reconociendo lo difícil que es
a menudo certificar la persecución. En el mundo hay más personas internamente desplazadas que refugiados. Son las per-
sonas desplazadas quienes se ven forzadas a huir de sus hogares por las mismas razones que los refugiados, pero no han
cruzado una frontera reconocida internacionalmente, son migrantes dentro de su país de origen.
Normalmente, un migrante abandona su país en busca de mejores oportunidades laborales y económicas. Para una persona
refugiada, las condiciones económicas del país de asilo son menos importantes que su seguridad. En la práctica, la distin-
ción puede ser, en ocasiones, difícil de establecer. Para el ACNUR es fundamental aclarar estas diferencias, y las distingue
al asegurar que un migrante “disfruta” de la protección del gobierno de su país de origen, el refugiado no.97
En estudios del gobierno federal a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CONADE-
PI), la migración tiene múltiples causas, tanto estructurales como coyunturales: crecimiento poblacional y presión demográ-
fica sobre la tierra, deterioro ecológico, devastaciones por fenómenos meteorológicos, escasez de empleo y disminución
del ingreso, explotación de la fuerza de trabajo; inexistencia o insuficiencia de servicios básicos (electricidad, agua potable,
escuelas, centros de salud, etcétera), difícil o nulo acceso al crédito y a nuevas tecnologías, violencia armada y caciquis-
mo, entre otros factores. Lo anterior, aunado a la expectativa de lograr una vida mejor fuera de las regiones de origen, está
produciendo cambios en la configuración de las poblaciones. Hoy es posible distinguir cuatro tipos de asentamientos donde
habitan los pueblos indígenas:
a) Regiones rurales tradicionales;
b) Regiones de desarrollo agroindustrial y su periferia;
c) Ciudades grandes, medianas y pequeñas de México;
d) Campos y ciudades de Canadá y Estados Unidos, incluidos territorios tan alejados como Alaska.
Según datos de la CONADEPI, los pueblos con mayor índice de migración son los purépechas, los mayas, los zapotecos,
los mixtecos de Guerrero, Oaxaca y Puebla; los mazatecos de Oaxaca, los otomíes de Hidalgo, Estado de México, Queré-
taro, Puebla y Veracruz; los nahuas de Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Veracruz y San Luis Potosí; los chinantecos
de Oaxaca, los tojobales de Chiapas, los totonacas de Veracruz, los mazahuas del Estado de México, los choles de Chia-
pas y los mixes de Oaxaca.
Para 1995, 85% del total de migrantes indígenas de todo el país pertenecía a alguno de los 13 pueblos arriba mencionados.
En el caso de los hablantes de lengua indígena con muy pocos parlantes, la dispersión de su población a causa de la mi-
gración impacta directamente en la permanencia de estos pueblos. Es el caso de grupos como el kekchí, quiché, tepehuán,
cucapá, chocho, pima, cakchiquel, kiliwa, chichimeco-jonás, mame, cochimí, jacalteco, pápago y lacandón, entre otros. Los
migrantes indígenas se han asentado en los campos agrícolas de la frontera norte y noroeste, en alrededor de ciento cinco
ciudades mexicanas y en el campo y ciudades de Estados Unidos y Canadá.
En el transcurso de 1995 casi la décima parte de la población indígena cambió de residencia al interior del país. Diez enti-
dades recibieron en conjunto casi 370 mil migrantes, que representan 84% del total de indígenas que se desplazaron ese
97
UNHCR, Protegiendo a los refugiados: preguntas y respuestas, Suiza, 2001.
98
Cifras y definiciones oficiales citadas por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas; fragmentos del Programa Nacional
de Desarrollo de los Pueblos Indígenas 2001-2006 en su apartado de indígenas migrantes, www.cdi.gob.mx/conadepi
158
año. Éstas son: Distrito Federal (85,937), Estado de México (75,558), Veracruz (69,494), Baja California (38,397), Campeche
(21,379), Sinaloa (18,141), Puebla (15,072), Jalisco (14,359), Tamaulipas (12,608) y Tabasco (18,892).
Las mujeres se han integrado a las corrientes migratorias lo que supone cambios en diversos aspectos de su vida. Cuando
permanecen en sus comunidades, ellas asumen las responsabilidades del cónyuge con lo que se incrementa la carga de
trabajo que se les ha asignado culturalmente.
Destacan como polos de atracción grandes ciudades como: México y su área conurbada, Guadalajara, Tijuana, Ciudad Juá-
rez, Culiacán, Acapulco y Mérida; ciudades medias como Tehuacán, Cancún, Chetumal, Matamoros, Coatzacoalcos, Ense-
nada, La Paz y Puerto Vallarta; por último, algunas ciudades pequeñas con fuerte presencia indígena entre las que sobre-
salen San Cristóbal de las Casas, Juchitán y Tuxtepec. El territorio mexicano se ha convertido en una importante zona de
tránsito o de residencia de una gran cantidad de indígenas provenientes de Centroamérica, cuya intención original es llegar
a Estados Unidos y Canadá.
La atención a los migrantes es un aspecto a considerar en los programas gubernamentales, en términos de movilización de
recursos humanos, técnicos y financieros, así como en el diseño de modelos específicos de atención que permitan instru-
mentar programas para este sector. Es indispensable que se promueva el respeto a sus derechos como migrantes en sus
nuevos lugares de residencia. Es necesario también que se apliquen programas en las regiones de origen de los migrantes
y que éstos incluyan el desarrollo de infraestructura básica, proyectos productivos, fuentes de financiamiento, creación de
fuentes de trabajo y mejoramiento de la educación escolarizada; todo ello bajo un enfoque de género.
Entre las violaciones a los derechos humanos de los migrantes que se registran con mayor frecuencia se encuentran:
• Detención irregular: estar detenido por más tiempo del reglamentado según las leyes.
• Tratos crueles inhumanos y degradantes (maltrato físico, verbal y psicológico).
• Cohecho pasivo: petición de dinero por la autoridad (“mordidas”).
• Abuso de autoridad: cualquier acto de autoridad que sobrepasa las funciones establecidas según la ley.
• Robo agravado.
• Agresión y/o amenazas por autoridades.
• Apropiación de bienes y privación de la libertad.
Tanto mujeres como varones migrantes sufren de estos abusos. Por su parte, las mujeres migrantes son víctimas de violen-
cia sexual con mayor frecuencia, sea por parte de asaltantes o de autoridades.
Entre las violaciones a los derechos laborales de los migrantes más frecuentes se encuentran:
• Jornadas inhumanas de trabajo.
• Retención de documentos personales del trabajador.
• Despidos injustificados sin la debida remuneración.
• Retención de salarios.
• Engaño en cuanto a las condiciones de trabajo y salario por parte de contratistas y patrones.
159
• Amenazas de entregar a los migrantes a las autoridades migratorias cuando reclaman el salario justo por su trabajo,
así como el respeto de sus derechos.
En general, los abusos más recurrentes que enfrentan los migrantes son la extorsión, el robo, la agresión física, la intimida-
ción y las amenazas, el abuso sexual, la destrucción de documentos y la detención sin información sobre sus derechos. En
ello participan autoridades mexicanas de todos los niveles, criminales comunes y bandas conocidas como maras (en espe-
cial la conocida como mara salvatrucha), particularmente activa en las zonas fronterizas. La impunidad y el encubrimiento
de estos abusos son permanentes, pues la mayoría de los migrantes desconocen sus derechos y enfrentan grandes dificul-
tades, riesgos, y costos administrativos para hacer una denuncia. No existen datos precisos sobre el número de muertes ni
la cantidad de abusos cometidos en la zona fronteriza del sur.
Finalmente, haciendo especial énfasis al caso infantil, es importante señalar que los menores no acompañados que tienen
más de 12 años no son aceptados ni reconocidos por los programas de ayuda del DIF (como principal institución guberna-
mental representante de auxilio a menores del país), no hay programas de atención y trato especializado, ni mecanismos de
protección efectivos. Los menores de edad continúan siendo asegurados en centros de detención de migrantes, sin instala-
ciones ni programas adecuados. Los menores de sexo masculino, mayores de 12 años, son detenidos junto con la población
adulta masculina, expuestos, de igual modo, a las mismas violaciones a sus derechos humanos que los adultos99.
99
Grupos en situación de vulnerabilidad y discriminación: Migrantes, Diagnóstico sobre la situación de los derechos humanos en México, Oficina
del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, México, 2003, Pág. 174.
160
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cana de derechos humanos de la Organización de Estados Americanos, Washington, D.C. octubre de 2005.
Referencias en internet
161
Mensajes100
¿A qué jugamos?
Objetivo: Identificar los mensajes que hombres y mujeres aprendemos desde la infancia por medio de jugue-
tes y juegos.
Tiempo: 45 minutos.
Desarrollo: Pide a las y los asistentes que escriban o dibujen en un papelógrafo o pintarrón los juguetes que
más comúnmente se regalan a los niños y a las niñas. Por ejemplo:
NIÑAS NIÑOS
Muñecas Carros
Juegos de belleza Pistolas
Cocinitas Juegos de química
Juegos para la limpieza Soldaditos
Reflexión: Motiva la reflexión grupal sobre los diferentes mensajes que se transmiten con estos juguetes, y
su relación con lo que se espera de una persona si es hombre o es mujer. Una pregunta detonante puede ser:
¿Qué mensajes crees que se quieren transmitir con los juguetes para niños y con los juguetes hechos para
las niñas? Por ejemplo:
La tarea más importante es cuidar a otros. Se les enseña que violentar está permitido.
Los juegos se desarrollan sobre todo en el Llegar a ser un profesional prestigioso y bien
ámbito de lo privado, lo cual nos recuerda pagado es a lo que deben aspirar.
que “la mujer es de casa”.
100
Retomada de: Centro de Derechos Humanos Victoria Diez A. C., Aprendiendo sobre los Derechos Humanos, León, Gto. México, 2006, pp. 35 y
36. (El nombre de la actividades, es sugerido).
162
Material: Revistas, periódicos, anuncios de radio y televisión; papelógrafos, plumones y masking tape.
Duración: 45 minutos.
Desarrollo: En el grupo se forman tres equipos de igual número de integrantes, y explica que cada uno ubi-
cará publicidad en donde la imagen principal sea la de una mujer. El equipo 1 buscará en revistas, el equipo
2 buscará en periódicos, y el equipo número 3 recordará algún comercial televisivo o radiofónico en donde el
papel principal lo lleve el sexo femenino. Para los tres casos no es importante si se trata de anunciar o vender
algo, lo principal es que la figura femenina sea la que más se exalte, la que juegue un papel importante.
Cada equipo analizará la publicidad que le tocó, decir de qué se trata, qué se vende o anuncia, cómo se pre-
senta a la mujer, a qué público va dirigido, cuál es el mensaje que se quiere dar y cuál es el mensaje que deja
a quiénes lo ven. Finalmente, el equipo opinará sobre la imagen de la mujer que se da en este anuncio.
Para socializar la información, los equipos expondrán su análisis en plenaria, luego de que hayan escrito en
los papelógrafos sus conclusiones. En este momento, es importante poner atención en las opiniones que esta
publicidad genera en las y los promotores.
Reflexión: Es importante aclarar que los medios masivos de comunicación influyen en la percepción que el
común de la sociedad tiene sobre las mujeres. Son los medios los que exaltan ideas de la mujer como un ser
sentimental, débil, que necesita al sexo masculino para su realización, que ocupa puestos de trabajo sin alta
jerarquía o que vive la mayor parte de su vida, realizando las labores del hogar.
Duración: 30 minutos.
Material: Anuncios clasificados de ofertas de trabajo para mujeres. Deben ser suficientes para que cada uno
de los promotores tenga uno.
Desarrollo: Previo a la sesión, deberás buscar y recortar, de la sección de clasificados de los periódicos, ofer-
tas de trabajo dirigidas especialmente hacia las mujeres.
Las y los asistentes se sientan formando un círculo, y al centro se colocan los anuncios clasificados recorta-
dos previamente. Pide a los asistentes que tomen uno y lo revisen detenidamente. Solicita que pongan aten-
ción en el puesto que se ofrece y los requisitos solicitados. Pasados algunos minutos, en plenaria, solicita que
algunos voluntarios comenten sobre el anuncio que leyeron.
Reflexión: Comienza la discusión, retomando los puestos que se ofertan y los requisitos que solicitan a las
mujeres para obtener un trabajo. Motiva a las y los promotores para que observen el tipo de puestos que son
ofertados específicamente para las mujeres, pídeles que analicen los requisitos solicitados para ver si las mu-
163
jeres casadas tienen las mismas oportunidades de empleo que las solteras; si las ofertas de trabajo toman
en cuenta la edad, tener hijos, si resaltan la importancia de la apariencia y el aspecto físico. Estos elementos
darán pie para hablar de la discriminación laboral que sufren las mujeres.
La violencia hacia la mujer es todo tipo de abuso que implica un uso violento y coactivo de la fuerza y pone en peligro la vida
o la integridad física de las mujeres. Pueden encontrar la definición completa en la Declaración de las Naciones Unidas so-
bre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de 1993.
Aunque la violencia hacia la mujer es en sí y por sí misma una violación de derechos humanos, los actos de violencia son el
resultado de otras violaciones de derechos humanos. La violencia hacia la mujer es el punto final de otras violaciones de de-
rechos humanos que sufre la mujer. Los actos violentos son, en ocasiones, la manifestación visible de una serie de abusos
contra los derechos de las mujeres. Por eso es imprescindible comprender el origen y las causas principales de la violencia.
Por usar una metáfora médica, las causas de la violencia hacia la mujer son la enfermedad y los actos de violencia sus sín-
tomas. Por lo tanto, para comprender y tratar eficazmente la violencia hacia las mujeres es fundamental que comprendamos
las causas reales de las graves violaciones de los derechos humanos de las mujeres.
Las mujeres estamos expuestas a la violencia por varias razones, que la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la
Violencia hacia la Mujer, apunta en tres puntos principales:
1. Una mujer, debido a su sexualidad y género, es susceptible de sufrir violación, mutilación genital femenina, infan-
ticidio femenino y delitos relacionados con el sexo. Todos estos actos están relacionados, fundamentalmente, con
la forma en que una sociedad dada define la sexualidad femenina y su papel en la jerarquía social.
2. Una mujer puede sufrir violencia por su relación con un hombre; en este apartado englobamos la violencia domés-
tica, las muertes producidas cuando una novia no aporta una dote adecuada, la “muerte” de la esposa al fallecer
101
Agnieszka Raczynska, Ponencia dada en la Sesión de los derechos de las mujeres en la Escuela para Promotoras y Promotores Juveniles en
Derechos Humanos, México, 2004.
164
el esposo (sait), los delitos por motivos de honor, etc. Estas formas de violencia las legitima la creencia de que las
mujeres son propiedad de un protector masculino del que dependen: primero de su padre (u otro pariente), y luego
su esposo.
3. Las mujeres sufren violencia por el grupo social (etnia o clase social por ejemplo), al que pertenecen. Durante
guerras, disturbios y luchas entre clases y castas, las mujeres son víctimas de violencia y violaciones, porque al
violarlas se humilla a su comunidad. Una vez más se manifiesta la idea masculina de la sexualidad de la mujer y
de que ésta es propiedad de otro hombre. Atacarlas es aprovechar la vulnerabilidad del enemigo.
En su primer informe a la Comisión de Derechos Humanos a las Naciones Unidas, la Relatora Especial de las Naciones Uni-
das sobre la Violencia hacia la Mujer expuso la naturaleza y las causas principales de la violencia hacia las mujeres:
1. Desigualdad histórica de las relaciones de poder
2. Sexualidad
3. Ideología cultural
4. Doctrinas de lo privado
5. Modalidades de solución de paz
6. Pasividad de los gobiernos
“Ubicación” de la violencia
Tal como estas causas indican, la violencia tiene lugar en varias situaciones. Conocer las causas de la violencia es tan impor-
tante como conocer su ubicación. Las estrategias para acabar con la violencia deben atender y valorar su ubicación porque
ésta identifica el contexto de los actos violentos y sus autores. Para idear respuestas apropiadas a los actos de violencia de-
bemos comprender quién la perpetra y dónde. La violencia se ubica en tres contextos: la familia, la comunidad y el Estado,
tres entidades que no sólo ejercen la violencia contra la mujer sino que también respaldan y perpetúan la discriminación sis-
temática que permite la existencia de la violencia. Los papeles que desempeñan en la perpetuación de la violencia de cada
una de estas tres ubicaciones son las siguientes:
1. La familia: socializa a sus miembros para que acepten y mantengan la dominación de los hombres sobre las mujeres.
Estas relaciones jerárquicas se expresan en la división del trabajo entre los sexos, en la potestad del hombre a
la hora de asignar recursos, y en el sentido de propiedad que tienen los miembros varones de la familia sobre las
mujeres. La familia sostiene también los valores que son parte de la comunidad a la que pertenece. Por ejemplo,
que el papel de la mujer es servir a la familia y a la comunidad, y que las mujeres son símbolo de pureza.
2. La comunidad (es decir, las instituciones sociales, económicas, religiosas y culturales) establece mecanismos que
perpetúan el control del hombre sobre la sexualidad de la mujer, su circulación y su trabajo.
3. El Estado legitima los derechos de propiedad del hombre sobre la mujer proporcionando la base jurídica para que
la familia y la comunidad reproduzcan estas relaciones.
Las manifestaciones de violencia contra la mujer en estas tres ubicaciones difieren entre sí en carácter y forma102. En el
contexto familiar, la violencia se presenta en forma de asesinato (por la dote o por otros motivos), malos tratos, mutilación
genital, feticidio, infanticidio, privación de alimento, privación de asistencia médica, coacción o control de la reproducción,
abuso sexual o abuso emocional (es decir, matrimonios impuestos). La violencia en la comunidad puede adoptar la forma del
102
Esta lista de los tipos de violencia contra las mujeres procede de Schuler (ed.) p 14
165
abuso físico (malos tratos, quema de brujas, “muerte” de la esposa al fallecer el marido, sati) la agresión sexual, la violencia
en el puesto de trabajo (agresión sexual, violencia al considerar a la mujer una mercancía, como en la trata de personas y
en la prostitución forzada) y la violencia en los medios de comunicación, como en el caso de la pornografía y la comerciali-
zación del cuerpo de la mujer. Por último la violencia del Estado incluye la violencia política (es decir, la detención ilegal, la
esterilización forzada, el aborto forzado o la tolerancia de la violencia sexista por parte de agentes no estatales) y la violen-
cia bajo custodia, como la violación y la tortura.
El tema de la violencia contra la mujer es sumamente complejo. La violencia contra la mujer no puede separarse de otras
formas de violación de los derechos de la mujer. La violencia es una manifestación evidente de la discriminación. Para abor-
darla eficazmente debemos idear una estrategia que nos permita conocer y tratar sus causas a la vez que la desenmasca-
ramos a los ojos del mundo. Debemos combinar nuestra capacidad de reacción frente a casos individuales de violencia con
nuestra capacidad para impedir dicha violencia a través del conocimiento público y el trabajo educativo.
En nuestro país existe la discriminación contra la mujer; por ello, se hacen necesarias medidas específicas
de protección.
Los seres humanos tenemos los mismos derechos sin importar el sexo, edad, raza, etnia, condición social o
económica, estado civil, estado de salud, trabajo o profesión, orientación sexual o discapacidad. En el caso de
las mujeres, prácticamente en todas las sociedades y ámbitos del quehacer humano, sufren desigualdades,
exclusión y marginación, debido a la errónea creencia de que el hombre es superior física e intelectualmente.
La discriminación se define como todo acto basado en prejuicios, estigmas y estereotipos, que genera la anu-
lación, omisión o restricción del reconocimiento, goce y ejercicio de los derechos humanos, de las libertades
fundamentales y de la igualdad real de oportunidades. En este contexto, un gran porcentaje de mujeres viven
actos de discriminación en la familia, la comunidad en la que se desarrollan, en los ámbitos educativo, laboral,
de salud y acceso a la justicia y a la información, la alimentación y la vivienda, entre otros. Aunque son varia-
bles las causas y las consecuencias de la discriminación contra la mujer, ésta se mantiene y fortalece con base
en prejuicios y tradiciones culturales que le asignan un papel de inferioridad y subordinación, excluyéndole o
negándole el ejercicio de sus derechos, así como el acceso a ciertos servicios públicos, generando con ello
inequidad, desigualdad de oportunidades y violación a sus derechos humanos.
103
Comisión de Derechos Humanos del D.F. Cartilla ¿Por qué existen los derechos especiales para las mujeres?, CDHDF, México, 2003.
166
167
• La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala, en los artículos 1º, el derecho a la no
discriminación y, en el cuarto, la igualdad entre el hombre y la mujer.
• La Norma Oficial Mexicana NOM-190-SSA1-1999, Prestación de Servicios de Salud. Criterios para la Aten-
ción Médica de la Violencia Familiar, señala los lineamientos para la atención de las mujeres víctimas de
violencia familiar.
• El Código Civil del Distrito Federal prevé, en una serie de artículos, la igualdad entre el hombre y la mujer,
establece la violencia familiar como casual de divorcio y dispone la reparación del daño a la víctima.
• El Código Penal para el Distrito Federal sanciona los actos de discriminación, la violencia familiar, los de-
litos sexuales (violación, abuso sexual, estupro, acoso sexual), así como los delitos relacionados con la
explotación sexual, pornografía infantil y la prohibición de la inseminación artificial involuntaria. Establece
también las causas por las que no estará penado el aborto.
• La Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia Familiar en el Distrito Federal establece procedimientos
para atender casos en que la mujer ha sido víctima de violencia familiar.
• La Ley Federal del Trabajo regula la igualdad de oportunidades laborales, remuneración y prestaciones,
así como otros beneficios particulares.
Los Congresos de cada estado están obligados a realizar un proceso de armonización de ésta Ley, respetando
los derechos humanos y reconociendo todos los tipos de violencia contra las mujeres. Para ello debe:
- Expedir una ley estatal de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.
- Revisar la normatividad estatal para que las mujeres disfrutemos de todos los derechos.
104
Folleto de difusión del Centro de Derechos Humanos Victoria Diez.
168
Violencia patrimonial.
Violencia económica.
Violencia sexual.
Violencia feminicida.
Y cualquier otra forma análoga que lesione o sea susceptible de dañar la dignidad, integridad o la libertad de
las mujeres.
La Ley General busca garantizar procesos con perspectiva de género que incidan en la democracia, el desa-
rrollo integral y sustentable que favorezcan la soberanía y el régimen democrático establecidos en la Consti-
tución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Programa Integral para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
169
Asegurar los recursos presupuestales necesarios para hacer frente a la contingencia de Alerta de Violencia
de género contra las mujeres.
¡Infórmate y participa! Necesitamos mejores leyes que nos protejan a las mujeres.
170
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Referencias en internet
171
Objetivos
- Que las y los asistentes reflexionen sobre la situación de la niñez en México.
- Que las y los asistentes conozcan los derechos humanos de las niñas y los niños.
Recordando mi niñez
Objetivo: Reflexionar sobre nuestra propia infancia.
Tiempo: 30 minutos.
Desarrollo: Se pide a las y los asistentes que cierren los ojos y se relajen.
1. Remóntese a una etapa de su infancia e identifique dónde está, cómo es el lugar y el clima, qué hay, a qué
huele, qué sabores recuerda, qué sonidos escucha.
2. Ubique quiénes están, qué personas reconoce. Qué pasa, cuál es la situación que está viviendo, qué hacen
los adultos, cuál es su relación de niño/niña con ellos.
3. Ponga atención en las frases que oye y recuerde una especial.
4. Poco a poco vamos regresando al salón. Identifique algunos sonidos y olores, sienta la temperatura en su
piel, recuerde cómo es este espacio y lentamente incorpórese abriendo los ojos.
Cierre
Todas las personas somos diferentes y dignas de respeto, sin importar color de piel, condición económica,
edad preferencia religiosa, política, sexual, etcétera. Es importante inculcar este respeto en las y los niños, y
un camino es el trato con ellas/ellos mismos.
Los niños y las niñas son personitas con una lógica distinta a la de los adultos. No son seres inacabados, sino
que piensan cosas que no pasan por el mismo canal. No mejor ni peor, correcto ni incorrecto, simplemente
distinto. Privilegian lo emocional y sentimental en oposición a lo maduro/racional que nos da la “carta de ciuda-
danía”. Los adultos no tenemos propiedad sobre la infancia, sino la responsabilidad brindar seguridad, orientar,
dar opciones, conocimientos y herramientas para que ellas/ellos mismos vayan tomando sus decisiones.
172
Duración: 40 min.
Material: Masking tape e imágenes de niños en diferentes situaciones. Por ejemplo: niños enfermos, niños
indígenas, niños en situación de calle, niños en la guerra, etc.
Desarrollo: Previo a la sesión se buscan y recortan las imágenes, que se pegan en distintos lugares del es-
pacio o salón. Se pide a los asistentes que vean las imágenes y se queden parados frente a la que más les
impacte o llame su atención. Cuando todos se hayan colocado frente a una imagen, el/la coordinador/a pide
a algunos compañeros que comenten las razones de su elección.
Luego de escuchar algunas participaciones, las y los asistentes forman equipos con las personas que esco-
gieron la misma imagen. Se reparten papelógrafos y plumones entre los equipos para que respondan las si-
guientes preguntas:
¿Qué es ser niño?
¿Qué observaron en la imagen?
¿Por qué nos interesó más esta imagen?
¿Qué experiencias de vida recordamos al ver a los niños y las niñas?
¿Por qué creen que estas situaciones pasan en todo el mundo?
¿Cómo nos vemos relacionados o no con estas situaciones?
Pasados unos minutos, pide a los grupos que en plenaria expongan sus conclusiones.
Reflexión: Las niñas y los niños enfrentan una condición de discriminación por su edad, por la etapa de desa-
rrollo en la que viven. Además de esto, algunos niños y niñas viven situaciones que los hacen aun más vulne-
rables: enfermedades, explotación laboral y/o sexual, trabajar o vivir en la calle, pertenencia étnica, etcétera.
De este modo, es importante subrayar que no sólo su etapa de desarrollo los pone en situación de vulnerabi-
lidad, sino que ésta se ve agravada con otras circunstancias.
Lo anterior no quiere decir que la infancia tenga derechos diferentes al resto de los seres humanos; ni que la condición de
niños es inferior a la de las personas adultas. Lo único que queremos explicitar es que, como determina la propia naturaleza
105
Miriam Cervantes López. Primera Generación de la Escuela de Promotores.
106
Cuando decimos derechos “especiales” no nos referimos a más o mejores derechos que el resto de los seres humanos; sino que por su etapa
de desarrollo, la infancia requiere de especial atención en algunas áreas.
173
y desarrollo de los seres humanos, en la edad infantil los seres humanos nos encontramos en un momento de la vida donde
apenas están desarrollándose ciertas áreas y habilidades. Durante la infancia, los seres humanos no estamos capacitados
para hacer ciertas actividades, o para tomar decisiones que afectarán nuestro futuro. Esto no significa que los niños no puedan
opinar sobre su vida, sólo que durante la infancia aun no se cuenta con los elementos para tomar decisiones definitivas.
Por otro lado, los niños históricamente han sido considerados como sujetos sin voz ni voto. De manera que los derechos de
la infancia surgen también como una respuesta a la falsa creencia de que los niños y las niñas no son personas.
Estos derechos protegen y promueven todas aquellas condiciones que las niñas y los niños necesitan para vivir dignamen-
te, y están respaldados en valores éticos universales107. Como en el caso de los adultos y de todos los seres humanos, los
niños tienen necesidades básicas que requieren ser cubiertas para vivir con dignidad, y la satisfacción de estas necesida-
des se garantiza por medio de derechos positivados en leyes. Los derechos humanos de los niños y jóvenes se encuentran
explícitamente enunciados en la Convención sobre los Derechos del Niño.108
En 1959, los países de la ONU, redactaron un documento sobre la protección de los derechos de los niños. Este documento
se denominó Declaración Universal de los Derechos del Niño, la cual serviría 30 años después como base de la Convención
sobre los Derechos del Niño, redactada en 1989. En México, esta Convención fue aprobada en 1990 y, de acuerdo con el
artículo 133 de nuestra Constitución Política, adquirió el rango de Ley Suprema del Estado mexicano; comprometiéndose
así nuestro gobierno a cumplirla.
La Convención sobre los Derechos del Niño, es la máxima norma de protección y defensa de los derechos de la niñez en
el mundo110, cuenta con 54 artículos y protege a todos los seres humanos menores de 18 años. En este documento se ex-
presan leyes que garantizan la vida sana, feliz y con desarrollo de la infancia del mundo y está dividido según la naturaleza
de los derechos:
Derechos de Provisión o de supervivencia y desarrollo: Son aquellos derechos que nos dan las bases mínimas para
nuestra subsistencia. Por ejemplo, dónde vivir, buena alimentación, educación y servicios médicos. De estos derechos se
desprende que ningún niño o niña puede ser privado de su identidad, es decir, que nadie puede quitarle su nombre, su na-
cionalidad o su familia. Los artículos de la Convención que protegen estos derechos son: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 16, 17,
18, 23, 24, 27, 28, 29, 42, 45, 47, 48, 49, 50, 51, 52, 53 y 54.
Derechos de Protección: Estos son los derechos de los niños y las niñas que los “protegen” en distintos ámbitos y circuns-
tancias. Entre estos encontramos el derecho a la seguridad social, el derecho a estar protegidos contra cualquier forma de
abuso o actividad que los perjudique, la protección contra el uso de drogas y el impedimento de que los adultos utilicen a los
107
Es importante aclarar que no consideramos que exista en el mundo un único sistema de valores, sino queremos señalar que existen valores
como la libertad o la vida que pueden considerarse como universales.
108
CDHDF, UNICEF, La niñez y sus derechos. Ejercicios para conocer la Convención sobre los Derechos de la Niñez, México, 1996, p. 15.
109
Ibìd., p. 41.
110
A diferencia de una Declaración, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos o la Declaración Universal de los Derechos del Niño,
la Convención sobre los Derechos del Niño sí es jurídicamente vinculante, es decir, mientras que una Declaración no es obligatoria dado que su
fuerza y compromiso es moral, una Convención en cambio, sí establece sistemas y mecanismos para proteger y asegurar el cumplimiento de
los derechos que allí se establecen.
174
niños para vender o producir esas sustancias. De estos derechos se sigue que todas las personas deben respetar el cuer-
po de los niños y de las niñas, que nadie puede abusar sexualmente de ellos, que ningún niño o niña debe ser sometido a
torturas, castigos inhumanos o a recibir una condena de muerte, entre otras cosas. En la Convención, estos derechos están
contenidos en los artículos: 11, 19, 20, 21, 22, 25, 26, 32, 33, 34, 36, 37, 38, 39, 40, 41 y 43.
Derechos de participación: Son los derechos que reconocen a los niños como sujetos que tienen voz y voto, garantizando
con esto que cuenten con espacios para decir lo que piensan y sienten, y se formen como seres responsables. Entre estos
derechos encontramos el derecho a descansar, jugar y participar en actividades culturales y artísticas, el derecho de los niños
a hablar, escribir y contar todo lo que ellos quieran, siempre que no afecten los derechos de otras personas, y el derecho a
que los niños expresen lo que piensan y sienten, entre otros. Estos derechos pueden localizarse en los siguientes artículos
de la Convención: 12, 13, 14, 15, 30, 31, 35, 44 y 46.
Reconocer el valor de la dignidad humana propia y de todas y todos, así como los principios, contenidos y alcances de los
derechos humanos, favorece que la población infantil actúe e incida en esta realidad excluyente y discriminatoria, desde sus
ámbitos más cercanos, desde la familia o la escuela por ejemplo. Asimismo, impulsa que los niños y las niñas construyan
relaciones solidarias y armónicas con sus amigos, familiares y maestros. Esto tiene que ver con los deberes de los niños,
que no son una imposición, sino una consecuencia de vivir en armonía, procurando siempre el respeto de la dignidad de to-
dos los seres humanos.
Enseñar a los niños sus derechos humanos no niega ni reduce, y menos aún, dificulta a los padres la educación y crianza
de sus hijos. Hablar de derechos de los niños, no equivale a decir que decidan por ellos mismos lo que mejor les conviene.
Es cierto que su voz cuenta y que su opinión es importante, pero la labor y el esfuerzo de los padres por educar de la mejor
manera a sus hijos no se deja de lado. Pues los niños necesitan de guía y de ejemplo, además de protección y cariño para
crecer y desarrollarse plenamente. Con la enseñanza de sus derechos humanos y particularmente de sus derechos como
niños, éstos no se “empoderan” para desobedecer a sus padres, ni se imposibilita a éstos últimos para educar de la mejor
manera a sus hijos. Sólo se les dota de elementos que los motiven a vivir día a día relaciones humanas más fraternas y so-
lidarias, en un marco de respeto a la dignidad de todos los seres humanos y toda forma de vida en el planeta.
El derecho a la participación está contemplado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y reconocido en la
Constitución Política Mexicana, donde se menciona la existencia de espacios donde los mexicanos puedan expresar libre-
mente su opinión y creencias, y ejercer de modos diversos su derecho a la participación.
Es importante que los seres humanos ejerzamos nuestro derecho a la participación. En nuestros días, la participación es
también una necesidad y una urgencia. Hay que participar para lograr el bienestar de todos y todas, lo que equivale a ha-
175
blar del derecho a la participación de una más extensa manera. El derecho a la participación no sólo debe entenderse como
la oportunidad de los ciudadanos de expresar su opinión o de manifestar sus creencias. El derecho a la participación debe
entenderse también, de una manera más amplia, como el derecho a participar de la riqueza del país, de los beneficios tec-
nológicos, de las oportunidades educativas y de empleo, de los servicios de salud y de todos los servicios que requerimos
mínimamente para satisfacer nuestras necesidades. Todo esto sin discriminación de ningún tipo.
Empero, la nuestra no es una cultura que eduque para la participación.111 La participación en México se ha entendido como
el mero derecho de elegir a nuestros gobernantes, y más específica y limitadamente, como el derecho al voto. Ciertamente
el derecho al voto es una forma de participar, pero sólo es una de las muchas maneras en que se puede ejercer este dere-
cho. Al sufragar estamos participando políticamente por la vía electoral, pero ni la participación política ni la participación en
un sentido amplio, ni las oportunidades y posibilidades de los seres humanos de participar, se agotan ahí.
Aunque la participación es un derecho reconocido y garantizado en nuestro país, en México aún no sabemos hacerlo y se
requiere aprender. Es cierto que cada vez más los mexicanos hemos buscado nuevos espacios y formas diversas de exten-
der nuestra participación, pero aún no se ha logrado el goce y ejercicio pleno de este derecho.
Al ejercer nuestro derecho a participar contribuimos a la consolidación de la democracia. Hay que destacar que no se habla
de democracia sólo para hacer referencia a un tipo de gobierno, la democracia también puede ser entendida como la oportuni-
dad de participar en los asuntos que nos afectan; que van desde ámbitos tan cercanos a nosotros como la familia, la escuela,
la colonia o la comunidad, hasta el derecho a participar en las decisiones que conciernen a nuestra ciudad, estado o país.
La participación está íntimamente ligada con una de las principales características humanas, a saber, la “creatividad”. El ser
humano, utiliza toda su creatividad e imaginación para actuar, para hacer, y para participar en todas aquellas cosas que le
ayuden a superar las condiciones en las que se encuentra y así producir cosas nuevas que le lleven a no sólo reproducir lo
existente. La creatividad es una cualidad de los seres humanos que se manifiesta en todas la etapas de la vida, incluyendo
la infancia, de manera que los niños cuentan también con esa necesidad de hacer y de modificar las cosas que a ellos di-
rectamente les atañen. De tal forma, no debe coartárseles, limitárseles ni, mucho menos, negárseles su derecho a la parti-
cipación.
En este orden, hay que decir que la voz de los niños, como la de todos los seres humanos, es valiosa y debe ser tomada en cuen-
ta. El hecho de que los niños se encuentren en una etapa de formación de su vida, no los imposibilita para tomar parte en las ac-
tividades, en la toma de decisiones que se susciten en el entorno suyo, y en aquellas que tienen que ver con su vida y desarrollo.
A los niños, como al resto de las personas, también se les ha reconocido el derecho a la participación, el cual está contem-
plado en la Convención sobre los Derechos del Niño en varios de sus artículos112. Y como los adultos, los niños pueden ejer-
cer este derecho de modos varios, por ejemplo113:
111
Carbajal, Patricia, et. al., Eduquemos para la paz y los derechos humanos. Manual de apoyo al docente. 6º grado, 3ª ed., México, CDHDF/UIA,
2002, p. 37.
112
Los artículos de la Convención donde se trata de alguna manera el derecho de los niños a la participación está contemplado son: 12, 13, 14, 15,
30 y 31. Más adelante en este mismo texto se hablará un poco más sobre ellos.
113
Carbajal, Patricia, Op. Cit., pp. 48 y 49.
176
- detectando los problemas que existen en el lugar donde viven o los lugares que más frecuentan, tratando de
encontrar una solución junto con todos los afectados;
- expresando su opinión sobre algún asunto, respetando al mismo tiempo las opiniones de los demás;
- votando por alguna propuesta cuando haya que tomar decisiones en grupo, ya sea con su familia, amigos o en la
escuela;
- comprometiéndose a actuar para que una decisión tomada sea llevada a la práctica, entre otras.
Es importante que no se niegue a los niños su derecho a la participación, mismo que debe respetarse desde sus ámbitos
más cercanos. No basta con reconocer que la Convención contempla este derecho de los niños, hay que hacer de su ejer-
cicio una realidad. Los padres y familiares de los niños, así como sus maestros y todos los adultos con los que un niño con-
vive frecuentemente, deben respetar el derecho de los niños a participar. No deben dejar de lado sus opiniones, ideas o su-
gerencias, tampoco deben negarles la posibilidad de participar en alguna actividad, siempre que esta no ponga en peligro
su integridad.
Los niños, tienen muchas cosas que decir y por ello deben ser escuchados. Además, es también tarea de sus padres y maes-
tros educarlos en la plena certeza de que la opinión de todos es importante, por lo que deben educarlos para que estén dis-
puestos a escuchar a los demás, y para que respeten cualquier la opinión de otra persona, sin importar que no se esté de
acuerdo con ella. Es importante que se eduque con el ejemplo, los padres, maestros o tutores deben respetar de los niños
su derecho a participar, y al mismo tiempo enseñarles a respetar el derecho de las demás personas, y de los demás niños
y niñas, a participar.
Y hay que hablar de la participación en un sentido amplio. Los niños no sólo deben poder expresar sus ideas, gustos y
creencias, sino que también debe reconocérseles, respetárseles y garantizárseles su derecho a participar del derecho a la
educación, de los servicios de salud, del derecho a la seguridad y del pleno disfrute de todos los derechos que le confiere
ser un ser humano.
Art. 12: Sobre el derecho a expresar nuestras opiniones. Las niñas y los niños pueden expresar sus opiniones, es decir, lo
que piensan y sienten en todas las situaciones que les afectan.
Art. 13: Sobre la libertad de expresión e información. Las niñas y los niños tienen derecho a hablar, escribir y contar todo lo
que quieran siempre y cuando no afecten los derechos de otras personas.
Art. 14: Sobre la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Las niñas y los niños son libres de pensar y creen en lo que
quieran.
Art. 15: Sobre la libertad de asociación. Las niñas y los niños tienen derecho a reunirse libremente, en forma pacífica y a
formar agrupaciones.
Art. 17: Sobre los medios de comunicación. La radio, el cine y la televisión deben darles a los niños y las niñas información
que les ayude a ser mejores.
177
Art. 30: Sobre la cultura, la religión y el idioma. Las niñas y los niños que pertenezcan a algún grupo indígena tienen derecho
a tener su propia cultura, a practicar su propia religión y a hablar en su propio idioma.
Art. 31: Sobre la diversión y el esparcimiento. Las niñas y los niños tienen derecho a descansar, a jugar y a participar en ac-
tividades culturales y artísticas.
La Convención sobre los Derechos del Niño es una norma jurídicamente vinculante, deben existir mecanismos que garan-
ticen su defensa y protección. Violentar, limitar o negar uno de estos derechos a los niños es causa de penas o sanciones,
siendo por ello importante denunciar cuando un caso de negación o limitación de derechos en detrimento de los niños esté
ocurriendo.
Miguel Cillero (1998) plantea que la noción de interés superior es una garantía de que “los niños tienen derecho a que
antes de tomar una medida respecto de ellos, se adopten aquellas que promuevan y protejan sus derechos y no las que
los conculquen”. Este autor considera que esta noción supera dos posiciones extremas: el autoritarismo o abuso del po-
der que ocurre cuando se toman decisiones referidas a los niños y niñas, por un lado, y el paternalismo de las autorida-
des por otro.
Para el citado autor el concepto del interés superior del niño tendría por lo menos algunas funciones y que, a nuestro pare-
cer se refieren a:
• Ayudar a que las interpretaciones jurídicas reconozcan el carácter integral de los derechos del niño y la niña.
• Obligar a que las políticas públicas den prioridad a los derechos de la niñez.
• Permitir que los derechos de la niñez prevalezcan sobre otros intereses, sobre todo si entran en conflicto con
aquellos.
• Orientar a que tanto los padres como el Estado en general, en sus funciones que les son relativas, tengan como
objeto "la protección y desarrollo de la autonomía del niño en el ejercicio de sus derechos y que sus facultades se
encuentran limitadas, justamente, por esta función u objetivo".
Así, el interés superior del niño o niña indica que las sociedades y gobiernos deben de realizar el máximo esfuerzo posible
para construir condiciones favorables a fin de que éstos puedan vivir y desplegar sus potencialidades. Esto lleva implícita la
obligación de que, independientemente a las coyunturas políticas, sociales y económicas, deben asignarse todos los recur-
sos posibles para garantizar este desarrollo.
La noción del interés superior del niño o niña significa por otro lado, que el crecimiento de las sociedades depende en gran
medida de la capacidad de desarrollar a quiénes actualmente se encuentran en esta etapa de la vida de la humanidad. Des-
de esta perspectiva, dicha prioridad no es producto de la bondad de la sociedad adulta o de los sistemas de gobierno, sino
que constituye un elemento básico para la preservación y mejoramiento de la raza humana.
114
Adaptación del texto, “Los ámbitos que contempla” de Gerardo Sauri incluido en la Propuesta de ley de niñas, niños y adolescentes. México,
1998, Comité por la Ley. Mimeo.
178
Este avance ha dado pie a una gran cantidad de instrumentos de carácter internacional en torno a los diferentes derechos
humanos y que constituyen herramientas jurídicas fundamentales que deben de ser adaptadas a las situaciones específicas
en cada sociedad. Sin embargo, podemos decir que la noción de derechos humanos refleja la importancia de promover el
respeto y despliegue de la dignidad humana, en un ámbito de justicia social que involucra las dimensiones tanto individual
como colectiva de las personas.
Por ello los instrumentos jurídicos relacionados con los derechos humanos van dando cuenta de la necesidad de libertad,
igualdad, paz, trabajo, autodeterminación, asilo, etc. Se han creado, en este devenir, categorías para referirse a los dere-
chos: derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales.
Desde esta idea los Estados democráticos se deben construir bajo la noción de garantizar, respetar y promover los dere-
chos de la población que les dio origen. Por ello cada Estado tiene la obligación de crear los instrumentos jurídicos que
sean apropiados para proyectar una mejor condición de los pueblos, y de hacer uso de e influir en los instrumentos jurídicos
internacionales para lograr sus propósitos.
La niñez tampoco ha quedado fuera de este proceso histórico de la humanidad, aún cuando es uno de los sectores de ésta,
a los que ha tardado más llegar a tal reflexión. Y sin embargo, los marcos jurídicos referidos a las niñas y niños no ayudan
a orientar una visión de niñez más capaz y con mejores condiciones de vida.
Si cuando hablamos de los derechos humanos en general entendemos que es mucho lo que falta para lograr la justicia y
dignidad humanas, cuando se trata de los niños y niñas vemos que el vacío es todavía enorme. El avance de los derechos
humanos nos muestra la necesidad de avanzar en la comprensión y proyección de aquellas condiciones que son necesa-
rias para esta clase de población en específico, es decir para los niños, de forma que seamos capaces de articular aquellos
elementos que son necesarios para ello.
Para entender las razones por las que ha avanzado la noción de los derechos de la infancia, pero también los enormes obs-
táculos para su cabal cumplimiento, es necesario remitirse a algunos elementos fundamentales:
• La situación histórica y actual de la infancia
• El concepto de infancia
• El principio del interés superior de la niñez
• La búsqueda de una nueva relación sociedad civil gobierno
• Mecanismos de exigibilidad
• Los derechos de la niñez frente a la globalización económica
• La convención de los derechos de la infancia como instrumento filosófico y legal sobre los derechos de la niñez.
• La influencia de la Convención en las políticas públicas y los marcos legales en México.
115
Adaptación del texto, “El avance de los derechos Humanos” de Gerardo Sauri incluido en la Propuesta de ley de niñas, niños y adolescentes.
México, 1998, Comité por la Ley. Mimeo.
179
Aunque las culturas modernas continúan dejando en los sujetos de mayor edad la capacidad de dirigir y de tomar decisiones
bajo el supuesto de que cuentan con mayor conocimiento y experiencia para ello, los avances mencionados muestran que
en la medida en que se pone mayor atención a la crianza y educación de los niños es posible desarrollar sujetos con mejo-
res capacidades para tomar las decisiones que son relevantes y adecuadas ante una determinada situación.
Más que una visión utilitaria a esta noción le subyace la idea de que el ser humano se construye en una profunda interac-
ción con su medio social, histórico y cultural, en el que se desenvuelve y es desde esta interacción que se hace posible la
construcción creativa de nuevos conocimientos, formas de organización, experiencias e instrumentos que permiten el creci-
miento de los seres humanos en lo individual y lo colectivo.
Nuevos enfoques sobre el devenir del hombre centran su atención en la capacidad activa y constructiva de los sujetos y en-
tienden a la niñez como un período de una amplia y profunda actividad, con una lógica que es diferente a la de los adultos
pero no por ello menos importante.
No es extraño que los descubrimientos en torno a la importancia de la niñez en el desarrollo del hombre —sin quitar crédito
a las visiones humanistas al respecto— hayan dado paso a nuevos sistemas que, en el ámbito jurídico pueden verse refle-
jados en la Convención Internacional de los Derechos Humanos de la Niñez.
Sin embargo, la mayoría de los sistemas jurídicos vigentes aún en la mayor parte de los países en el mundo tiene su origen
en un momento histórico en el que la idea y conocimiento de la niñez es prácticamente escaso, y se llega al grado de con-
siderarle como una etapa de debilidad del ser humano; y que si bien es necesario proteger sólo puede ser en la medida de
lo que será en el futuro: una persona completa. Así, pese a los avances que ha registrado la historia humana en cuanto a la
visión y tratamiento de la niñez, esto no ha implicado que los marcos jurídicos recojan tal riqueza.
Estas nociones darán cuenta de las condiciones básicas para la vida de los niños, pero también de formas de relación entre
el mundo adulto y el de la niñez desde una perspectiva de interacción creativa y constructiva.
Vemos, al final de este siglo a una niñez diferente, a una niñez que requiere mejores condiciones para construirse; una ni-
ñez viva y creativa, que nos sorprende por su capacidad de sobreponerse a pesar de las situaciones a las que en muchas
ocasiones se ve sometida, a pesar de decisiones equivocadas que se hacen en su nombre. Vemos en suma a una niñez
con un enorme potencial como parte de la humanidad. Y sin embargo, vemos también que la sociedad no ha construido aún
estructuras suficientes para permitir y canalizar dicho potencial, vemos temor e incomprensión.
Vemos la enorme necesidad de educarnos como sociedad dentro de una cultura que permita una mejor comprensión y ac-
titud frente a esta joven población que hasta hace muy poco tiempo era casi invisible.
Vemos que esa es una necesidad imperiosa en un momento histórico en donde niños y niñas sufren condiciones aberrantes
y miserables que niegan y cancelan los derechos más elementales que forman parte de la vida humana.
116
Adaptación del texto, “La niñez como descubrimiento del siglo XX” de Gerardo Sauri incluido en la Propuesta de ley de niñas, niños y adolescentes.
México, 1998, Comité por la Ley. Mimeo.
180
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182
Cacería de firmas
Objetivo: Sensibilizar e introducir al tema de personas que viven con VIH/SIDA.
Duración: 20 minutos
Material: Hojas blancas y plumas negras para todos los y las asistentes, una pluma y una hoja color verde,
una pluma y una hoja color rojo, una hoja amarilla, papelógrafos y plumones.
Desarrollo: Reparte a cada asistente una hoja blanca y una pluma negra. Entrega a una persona la hoja y la
pluma verde, y a otra los materiales rojos. Previo a la sesión, escribe sobre hoja amarilla la frase “No sigas las
instrucciones”; durante repartición entrega esta hoja a otr@ asistente.
Después, indica que tienen tres minutos para recolectar entre sus compañeros firmas y nombres en la hoja
que les tocó. Una vez transcurrido el tiempo, solicita al grupo volver a sus lugares para continuar con la diná-
mica. Pídeles que imaginen que cada firma y nombre que tienen en el papel es una relación sexual. Explica
que la hoja y la pluma color rojo simbolizan que la persona es portadora de VIH/SIDA. Solicita a quien tiene
esa hoja que se ponga de pie y diga quién ha firmado su papel, señalando que también estarían infectados.
Después, los que están de pie nombrarán a las personas que firmaron en su hoja, y se sigue la cadena hasta
que la mayoría de las y los asistentes se encuentren de pie.
Ahora, solicita que la persona que porta la hoja y pluma verde levante la mano, y señala que ese color signi-
fica que empleó correctamente el condón, por lo tanto no estaría infectada.
Por último, el papel que dice “No sigas las instrucciones” significa abstinencia, por tanto, la persona tampoco
está infectada.
Reflexión
Pregunta en general al grupo cómo se sintieron. Después pregúntales tanto a la persona de los materiales rojos,
como a la de los verdes, y quien tenía la indicación “No sigas las instrucciones” ¿cómo se sienten ahora?
No olvides señalar que esta dinámica intenta representar un problema real de nuestra sociedad, que cada vez
es más frecuente, y que afecta a todas las personas por igual.
117
Raymundo Sandoval Bautista, Cristina Roxana Magaña Abarca, Los Derechos Humanos y el VIH/SIDA, Centro de Derechos Humanos “Miguel
Agustín Pro Juárez” A.C., Ponencia realizada en la Sesión en la Escuela para Promotoras y Promotores Juveniles Octubre de 2004.
183
I. Antecedentes.
Hasta antes del surgimiento del SIDA, pocas enfermedades o padecimientos habían generado un estigma como el que ahora
se asocia con las personas que viven con VIH. El SIDA se considera la pandemia118 más grave de nuestro tiempo.
Hasta hace tiempo la pandemia del SIDA era considerada exclusivamente un problema de salud pública; si bien sigue sien-
do así, ahora las discusiones en torno a la afectación en otros ámbitos se han centrado en su impacto en el desarrollo social.
Estas reflexiones han permitido observar los efectos tan devastadores que el VIH/SIDA tiene en la educación, la seguridad
alimentaria y el desarrollo económico y humano, así como en las capacidades públicas y productivas de los Estados119.
Son ya evidentes las enormes repercusiones del VIH/SIDA sobre la política, la economía y la sociedad.
Es necesario, partir de la definición de persona afectada por el VIH/SIDA para referir a quienes se ven afectados directa o
indirectamente con la enfermedad; quedando incluidas/os tanto quienes viven con el VIH, como quienes no, ya sean fami-
liares, amigas/os, parejas e incluso a quien puede ser portador/a del virus.
El vínculo entre VIH/SIDA y derechos humanos puede explicarse básicamente en tres niveles:
1. En términos del contenido formal de los derechos específicos de las personas que viven con VIH/SIDA. Es decir,
tomando en cuenta las violaciones más recurrentes a los derechos humanos de este sector, principalmente en lo
relativo a la salud, la educación y lo laboral, agravado todo ello por la acendrada discriminación que se presenta en
cada evento. En términos de políticas públicas, es relevante la inclusión por parte de los Estados del componente
de mitigación del impacto del VIH/SIDA en los programas nacionales.
2. Por la dimensión social de estos derechos. Las personas que viven con VIH/SIDA son la punta de lanza de la
problemática que enfrentan otros grupos sociales. En el terreno de la salud existen sectores organizados que
responden ante las violaciones de los derechos humanos y que representan las luchas de otros grupos. Dada la
clase de dificultades que afrontan, ven trastocada la integralidad de sus derechos humanos.
3. Porque el SIDA ha sido asociado a sectores expuestos a vulnerabilidad social. El VIH/SIDA ha sido motivo de estig-
matización de sectores ya golpeados socialmente, como hombres gays, trabajadoras/es sexuales, entre otros, ya
que se les ha atribuido la transmisión sexual del virus, para posteriormente afectar a niñas/os de la calle, mujeres,
migrantes y sectores rurales.
De acuerdo con los cálculos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/SIDA (ONUSIDA), en nuestro país
hay 150 mil personas con VIH/SIDA, de las cuales la mayoría desconoce estar infectada. Esta cifra indica una prevalencia
del 0.3 por ciento, lo que significa que por cada mil personas adultas, tres de ellas podrían ser portadoras del VIH.
Con base en la tipología propuesta por ONUSIDA, México se clasifica como un país que tiene una epidemia concentrada, es
decir, aunque la infección por VIH se ha difundido rápidamente en algunos subgrupos de la población, aún no se ha exten-
118
Según diccionarios de la lengua española, se denomina pandemia a la enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a
casi todos los individuos de una región.
119
El VIH/SIDA ha infectado a más de 60 millones de personas desde que comenzó la epidemia, hace dos décadas. Según estimaciones, en 2001
cobró más de 3 millones de vidas. Se calcula que para el 2010 el VIH/SIDA dejará huérfanas/os a más de 25 millones de infantes en el mundo.
120
DGE, Registro Nacional de Casos de SIDA, CENSIDA, Secretaría de Salud.
184
dido a la población en general. Los datos oficiales revelan que, considerando la prevalencia, los grupos sociales más afec-
tados son los hombres que tienen sexo con hombres (15%) y usuarios de drogas inyectables (6%); en cambio, el porcentaje
de la infección en mujeres embarazadas es más bajo (0.09%).
Los datos de las organizaciones civiles indican que además de la prevalencia es necesario observar las tendencias actua-
les en la transmisión. Hace una década la razón hombre-mujer era de 26 a 1, brecha que desde hace años se ha acortado,
para alcanzar actualmente un promedio de 6 a 1 a nivel nacional y en algunos estados del país (Chiapas, entre otros) a 2
y 1. En suma, los datos actuales muestran tendencias hacia la presencia del VIH/SIDA en poblaciones de mujeres hetero-
sexuales y en zonas rurales.
Afirma el gobierno federal que de las personas registradas como vivas en el Registro Nacional de Casos al finalizar el 2003,
se ha logrado una cobertura universal del tratamiento antirretroviral otorgada por instituciones de seguridad social (IMSS e
ISSSTE) y la SSA (Secretaría de Salud) mediante fondos del gobierno y de los servicios estatales de salud. Nosotros cree-
mos que estas cifras son demasiado optimistas, dado que el Registro Nacional de Casos no es confiable y existen sesgos
en la lectura epidemiológica de los datos. Asimismo, para tener acceso a la seguridad social es un requisito ser trabajador
asalariado privado o estatal, condición que no todos los ciudadanos pueden cumplir.
En síntesis, el impacto del VIH/SIDA en el ámbito de la salud implica diferentes niveles de análisis que van desde el acceso
a los servicios de salud, hasta el cuestionamiento de la viabilidad financiera de las instituciones de salud, pasando por los
gastos ejercidos en la materia (cuentas nacionales).
Respecto a la repercusión de dicha pandemia en el mundo del trabajo, ésta conlleva profundas implicaciones para las eco-
nomías locales y regionales y plantea una amenaza al sustento y los derechos laborales básicos, socavando los esfuerzos
para garantizar un trabajo decente y productivo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el caso más recu-
rrente y representativo de la discriminación de que son objeto las personas que viven con VIH/SIDA (o quienes son sospe-
chosas de serlo) es la realización de pruebas obligatorias como argumento para negar un puesto de trabajo, ascenso o se-
guro de salud.121
Los estudios para identificar el impacto del SIDA en el desarrollo social122 indican que en el rubro laboral el SIDA afecta la
productividad, básicamente cuando se vincula con el aumento del ausentismo, la perturbación de la producción, el debilita-
miento del estado de ánimo de la fuerza de trabajo y la pérdida de conocimientos prácticos y de memoria organizativa; todo
esto hace subir los costos y bajar la productividad.
121
Repertorio de recomendaciones prácticas sobre el VIH/SIDA y el mundo del trabajo, OIT, Ginebra, junio 2001.
122
El VIH/SIDA, recursos humanos y desarrollo sostenible, Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible, ONUSIDA, Johannesburgo,
2002.
185
para la Fiscalización Internacional de las Drogas (PNUFID), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la
Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Banco Mundial (BM) y
la Organización Mundial de la Salud (OMS).
2. En la Asamblea General de la ONU sobre el VIH/SIDA se dedicó una sesión especial sobre el tema123 (UNGASS,
por sus siglas en inglés) y México adquirió el compromiso de promulgar, fortalecer o hacer cumplir, según proceda,
leyes, reglamentos y otras medidas a fin de eliminar todas las formas de discriminación contra las personas que
viven con VIH/SIDA, en particular lo relativo a la educación, derecho de sucesión, empleo, atención de la salud,
entre otros, antes del 2003 (párrafo 59).
3. En los informes presentados por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ante la Comisión
de Derechos Humanos124 de la ONU, donde se incluye un apartado de derechos de las personas que viven con
VIH/SIDA, haciendo énfasis en los temas del estigma y la discriminación.
4. En las consultas internacionales sobre VIH/SIDA y los derechos humanos, de las cuales han emanado las Directrices
Internacionales sobre derechos humanos y VIH/SIDA, que constituyen una serie de guías dirigidas a los gobiernos
para la elaboración de políticas públicas en la materia. Recientemente se ha modificado la directriz número 6,
ampliando la definición de las responsabilidades del Estado en materia de “Acceso a la prevención, el tratamiento,
los cuidados y el apoyo”125.
5. En el proyecto denominado Desarrollo del Milenio, junto a la pobreza, el analfabetismo y la degradación, se ha
plasmado el interés por reducir la propagación de enfermedades, especialmente el paludismo y el VIH/SIDA,
considerando el impacto social de este último.
6. En la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible, efectuada en Johannesburgo, con la difícil tarea de discutir el
impacto del VIH/SIDA en el desarrollo y plantear alternativas de respuesta y establecer políticas que disminuyan
el impacto social y económico de la pandemia en el mundo.
7. En la agenda de trabajo del Consejo de Seguridad se ha abordado el avance de la pandemia en el continente
africano, donde el impacto del VIH/SIDA es tal que socava el desarrollo económico y social al ser la primera causa
de muerte en la región subsahariana.
8. En lo que corresponde a los organismos especializados de Naciones Unidas, la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) ha emitido el Repertorio de recomendaciones prácticas sobre el VIH/SIDA y el mundo del trabajo,126
que intenta establecer una serie de directrices para los gobiernos.
123
Junio 2001, periodo extraordinario de sesiones, Asamblea General de Naciones Unidas, sesión especial sobre VIH/SIDA.
124
E/2001/64 y E/2002/68
125
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el
VIH/SIDA, Tercera consulta internacional sobre VIH/SIDA y derechos humanos, Ginebra, 25-26 de julio de 2002.
126
Repertorio, op. cit.
127
Con datos del Informe sobre la situación de los derechos humanos de las personas que viven con VIH/SIDA (PVVS) y acceso a la atención
integral y los tratamientos antirretrovirales (ARV) en América Latina y el Caribe, presentado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) por organizaciones civiles de la región, mimeo, 16 de octubre de 2002.
128
Corte IDH, Caso Velásquez Rodríguez, sentencia del 29 de julio de 1988, serie C No. 4, párr. 164, Corte IDH; Caso Godínez Cruz, sentencia
del 20 de enero de 1989, serie C No. 5, párr. 173,
129
CIDH; Caso Balmaceda Bermúdez y otros vs. Estado de Vaikirata, escrito de contestación a la demanda presentado ante la H, CIDH, informe
No. 29/01; Caso 12.249 Jorge Odir Miranda Cortez y otros, El Salvador, 7 de marzo de 2001, párrafo 2.
186
dicamentos antirretrovirales, indispensables para salvaguardar la vida de peticionarias/os130 (sin embargo, hay
evidencia suficiente de que no se han cumplido tales acciones)131.
3. La CIDH llevó a cabo —en octubre de 2002— una audiencia especial sobre el tema en la que organizaciones de
América Latina y el Caribe expusieron la situación de los derechos humanos de las personas con VIH/SIDA en la
región, subrayando la problemática del estigma y la discriminación.
IV. Tipología de violaciones potenciales a los Derechos Humanos de las personas afectadas por el VIH/SIDA132
La presente lista de violaciones potenciales a los derechos humanos de las personas que viven con VIH/SIDA describe de
forma clara y sencilla las principales acciones directas o indirectas que atentan contra este sector y pretende ser un insumo
para el trabajo específico para la defensa de estos derechos.
Acción directa cometida por servidoras/es públicos o por particulares con la intención de irrumpir el ejercicio de
defensa de los derechos humanos de las Personas que Viven con VIH/SIDA. Derechos Relacionados: Seguridad
e Integridad Personales.
Acciones cometidas por servidoras/es públicos o particulares caracterizadas por agresiones verbales, físicas o de
otro tipo, para limitar la difusión de alternativas de prevención ante el VIH/SIDA y otras Infecciones de Transmisión
Sexual (ITS), principalmente. Derechos Relacionados: A la vida y a la Integridad Personal.
2. Educación.
Negativa para la inclusión de información preventiva al VIH/SIDA en espacios de educación formal*.
Acción u omisión por parte de ejecutoras/es de políticas educativas con la intención de limitar el acceso a la infor-
mación en materia sexual, basándose en criterios que no son científicos. Derechos Relacionados: A la Salud y a
los Avances Científicos.
130
El Caso 12.249 Jorge Odir Miranda Cortez y otros, merece especial atención. En su denuncia los peticionarios alegaron que el Estado de El
Salvador es responsable por la violación del derecho a la vida, la salud y desarrollo de la personalidad de presuntas víctimas. También argu-
mentaron que esta situación constituye un trato cruel, inhumano, degradante y discriminatorio. Informe No. 29/01 Caso 12.249, El Salvador, 7
de marzo de 2001, párrafo 2. http://www.cidh.org/annualrep/2000sp/capituloiii/admisible/elsalvador12.249.htm
131
Hasta octubre del 2002 estos países integraban la lista de quienes, pese a que la CIDH ha otorgado medidas cautelares, no han proporcionado
medicamentos y atención médica: Nicaragua, Guatemala, Republica Dominicana, Perú, Bolivia y El Salvador. Quienes las han cumplido de manera
parcial son solamente Ecuador (donde de 153 afectadas/os sólo una persona recibió tratamiento). Los países que sí han otorgado medicamentos
ante las medidas cautelares son: Honduras y Chile. En las respuestas de algunos países se puede evidenciar claramente el desinterés de las
autoridades. República Dominicana, por ejemplo, argumenta que implantará las medidas cautelares urgentes en un plazo de cuatro meses.
132
Para la elaboración de esta tipología se utilizaron documentos propios del PRODH y se tomó como referencia “eTesauro de Derechos Econó-
micos, Sociales y Culturales” de HURIDOCS, Sistema Internacional de Información y Documentación de Derechos Humanos. http://ip.aaas.
org/sthesaurus.nsf
187
3. Información.
3.1 Negación o condicionamiento de información básica (o especializada) sobre las formas de transmisión y las alter-
nativas de prevención ante el VIH.
Se entiende como la ausencia o condicionamiento de acciones educativas que consideren al VIH/SIDA como un
problema de salud pública y busquen por ello la promoción de alternativas efectivas y oportunas para prevenir
su transmisión en sectores específicos. Esta información debe darse de manera directa, oportuna, focalizada, en
términos accesibles y acorde con la cultura. Derechos relacionados: Educación y Proyecto de Vida.
3.2 Negar o condicionar el acceso a la información sobre el tratamiento médico integral a personas portadoras del virus.
Deriva de la negación del consentimiento informado en el ámbito de la salud y se refiere específicamente a las
acciones directas o indirectas (incluyendo omisiones) de prestadoras/es de servicios de salud para proporcio-
nar datos e información indispensable para la toma de decisiones en relación al tratamiento integral (médico,
psicológico, nutricional, etc.) de las personas afectadas por el VIH/SIDA. Incluye además la posibilidad de
realizar valoraciones complementarias al diagnóstico médico inicial (básicamente ante los servicios públicos),
es decir de hacer segundas opiniones, negativa recurrente en casos de personas que viven con VIH. Derechos
Relacionados: Salud.
4 Trabajo.
4.1 Rescisión de la relación laboral debido a la condición de persona con VIH/SIDA.
Denominado comúnmente despido injustificado. Es la terminación del contrato laboral (o del vínculo trabajador/
a–empleador/a) considerando el estado serológico de persona positiva a las pruebas de detección de anticuerpos.
El VIH/SIDA, ha dejado de ser motivo explícito de despido, aunque por su relación con la falta de voluntariedad en
la prueba de anticuerpos, afirmamos que es motivo velado de rescisiones.
4.3 Negativa de contratación o ingreso a alguna institución o empresa fundada en el estado serológico.
Consiste en el condicionamiento para el ingreso a un trabajo a Personas que Viven con VIH/SIDA. Va desde la
solicitud de la presentación del resultado ante la prueba de detección hasta la aplicación sin consentimiento de
estos exámenes. Derechos relacionados: Vida Privada, Salud y Consentimiento Informado.
188
5 Libertad Personal.
Se define como el inicio de un proceso legal privativo de la libertad considerando el estado de positividad ante
la prueba de detección de anticuerpos. Formalmente ha derivado de la penalización de la transmisión del VIH.
Derechos relacionados: Vida Privada, Debido Proceso y Justicia.
6 Libre tránsito.
6.1 Retención o cualquier otro evento relacionado con el impedimento en torno a la movilidad geográfica de personas
que viven con el VIH/SIDA.
Se entiende como la cancelación o condicionamiento al libre transito de personas que públicamente se asumen
como positivas al VIH, tanto a nivel nacional como internacional. Incluye la participación de servidores/as públicos
y de particulares. Derechos relacionados: Aquellos propios de migrantes nacionales e internacionales.
Es la violación al derecho al libre tránsito a través de políticas públicas nacionales o internacionales o bien, a través
de acciones cometidas por los ejecutores de ésta, con el interés de cancelar o limitar la posibilidad de que Personas
que Viven con VIH/SIDA puedan acceder a los beneficios del asilo, generalmente de tipo social (salud, seguridad
social, etc.). Derechos Relacionados: No Discriminación, Salud y Vida Privada.
7 No Discriminación.
7.1 El trato discriminatorio, ofensivo o de rechazo a personas que viven con el VIH/SIDA o a familiares, parejas, ami-
gas/os por servidoras/es públicos y particulares.
Dada la definición de personas afectadas por el VIH/SIDA adoptada, consideramos aquellos eventos de agresión
directa o indirecta hacia quienes se encuentran cerca de quienes viven con VIH/SIDA como violaciones a este de-
recho. Incluye desde agresiones verbales hasta linchamientos. Derechos relacionados: Vida privada, a la identidad
y a Vivir libre de violencia.
189
Es cualquier acción directa o indirecta que tenga por objeto negar o retardar los servicios médicos, por parte de un
profesional, técnico o auxiliar que preste sus servicios en una institución pública, hacia una persona con VIH/SIDA.
Derechos Relacionados: Salud, Vida y A los Avances Científicos.
Es el condicionamiento o la negación de servicios en velatorios, traslados y/o panteones a personas afectadas por
el VIH/SIDA. Derechos relacionados: Vida Privada.
Es la carencia de legislación y/o programas de gobierno, que promuevan el ejercicio del derecho a no ser discri-
minado por vivir con VIH/SIDA. Derechos Relacionados: A la Salud, al Trabajo, al Desarrollo, entre otros.
7.5 Publicación y/o mantenimiento de políticas públicas que sean discriminatorias para las personas que viven con
VIH/SIDA.
Es el conjunto de leyes, programas y cualquier acción de gobierno, que atente contra los derechos de las personas
afectadas por el VIH/SIDA. Incluye penalizar la transmisión, aislar a portadoras/es, negar servicios, condicionar
garantías, etc. Derechos Relacionados: Vida Privada, Salud y Trabajo.
7.6 Utilizar con fines de control, registros, credenciales y pruebas de detección de anticuerpos ante el VIH, tanto indi-
viduales como masivas, en trabajadoras/es sexuales.
Se define como la acción pública de promover la elaboración, expedición y utilización de credenciales (creden-
cialización) a trabajadoras/es sexuales, con la supuesta intención de salvaguardar la salud pública. Derechos
Relacionados: Vida Privada.
Es la omisión del Estado en relación a la generación y mantenimiento de programas preventivos ante la transmisión
del VIH y de atención a Personas que Viven con VIH/SIDA en el interior de los Centros de Readaptación Social
(CERESOS) y en otros espacios de Reclusión. Derechos relacionados: Vida Privada, Información, Salud y Avances
de la Ciencia.
190
7.8 Negativa o condicionamiento al procedimiento de preliberación por motivos humanitarios y de salud a personas
privadas de su libertad.
Se entiende como la cancelación del derecho a la preliberación por motivos humanitarios a Personas que Viven
con VIH/SIDA. Derechos relacionados: Vida, Salud, Vida Privada y Muerte Digna.
7.9 Ausencia de políticas públicas dirigidas a menores huérfanos a causa del VIH/SIDA.
Se entiende como la falta de programas dirigidos específicamente a quienes han perdido a su padre y/o madre a
causa del SIDA. Incluye tanto acciones preventivas como de atención y cuidado a menores de edad. Derechos
Relacionados: Vida, Vida Privada, Desarrollo, Salud y Justicia.
Se entiende como la inclusión de términos, argumentos y/o conceptos discriminatorios que atenten contra la
integridad y seguridad personales, así como que impacten en el acceso a los servicios públicos. Incluye desde la
utilización de términos como “sidosos/as”, hasta la cancelación de relaciones administrativas con argumentos como
“se infectó en actos fuera del servicio (tal como sucede en la SEDENA)”. Derechos Relacionados: Vida Privada,
Integridad y Seguridad Personales.
7.11 Acciones de servidoras/es públicos y/o particulares donde exista riesgo de daño en la integridad personal o en el
proyecto de vida.
Incluye el espectro de trato diferenciado y discriminatorio por parte de prestadoras/es de servicios públicos, va
desde agresiones verbales hasta cancelación de servicios. Contiene el daño moral. Derechos relacionados: Al
proyecto de vida, a Vivir libre de violencia y a la Salud.
Es la tipificación como delito de la transmisión deliberada del VIH y la persecución por supuesto motivos de “con-
tagio” a personas portadoras del virus. Este evento es de difícil comprobación y no garantiza la protección de la
salud pública, más bien criminaliza y estigmatiza a personas seropositivas. Derechos relacionados: Vida Privada
y Confidencialidad.
8 Salud.
8.1 Desabasto recurrente y sistemático de medicamentos y material médico.
Se entiende como desabasto a la ausencia en la entrega (incluido el retraso y la dosis en cantidades inferiores a las
indicadas) de medicamentos retrovirales y otros necesarios para el tratamiento ante el VIH/SIDA (Coadyuvantes y
paliativos). Tiene como premisa que el acceso a la medicación en el contexto de pandemias como la del VIH/SIDA
es uno de los elementos fundamentales para alcanzar gradualmente la plena realización del derecho al disfrute
del más alto nivel posible de salud física y mental. Derechos Relacionados: No Discriminación, Vida y Acceso a
los avances científicos.
191
8.2 Negación al acceso a los servicios de salud por derogación de acuerdos administrativos a quienes hayan perdido
el empleo.
Es la cancelación a los servicios médicos a personas afectadas por el VIH/SIDA beneficiadas por el acuerdo
11924/75 emitido por el Consejo Técnico del IMSS, que garantizaba la atención médica hasta su deceso. Derechos
Relacionados: Vida, No Discriminación y Seguridad e Integridad Personales.
8.3 Exclusión explícita de normativas internas (reglamentos, acuerdos, etc.) que regulan los servicios sanitarios para
población sin seguridad social.
Se define como la negación de que las Personas que Viven con VIH/SIDA accedan a los seguros familiar y popular
(u otros), creados por el IMSS y la Secretaría de Salud respectivamente, que supuestamente benefician a quienes no
cuentan con seguridad social. Derechos relacionados: No Discriminación y A Acceder a los avances científicos.
El Estado no vigila o adopta medidas para prevenir y combatir el suministro de sangre contaminada por el VIH.
Derechos Relacionados: Vida y No Discriminación.
Las Personas que Viven con VIH/SIDA no pueden acceder al progreso científico (especialmente de la medicina) y
a sus aplicaciones. Derechos relacionados: Vida y Desarrollo.
8.6 Interrupción en el suministro de medicamentos que formen parte de protocolos de investigación públicos o privados.
Es la notificación verbal o por escrito de que las investigaciones (tanto del sector público como del privado) que
garantizaban el acceso a tratamientos médicos se han interrumpido o terminado y que por lo tanto se cancela el
otorgamiento gratuito de medicamentos. Derechos relacionados: A la salud, a la Vida y al Progreso Científico.
Aplica más específicamente para el amparo por violaciones a las garantías constitucionales a la salud, ya que
este recurso es útil solo de manera individual y no colectiva, limitando así su operación. Derechos relacionados:
No Discriminación y Justicia.
8.8 El uso por parte de instituciones públicas o privadas de medicamentos o productos farmacéuticos a Personas que
Viven con VIH/SIDA que no cubran los controles de calidad (bioequivalencia y biodisponibilidad) plasmados en
normas nacionales e internacionales en la materia.
Es la utilización por parte del Estado o de particulares de medicamentos no apropiados científicamente (es el caso
de los similares) para combatir el VIH/SIDA como parte de su política pública de atención a la pandemia. Derechos
Relacionados: No Discriminación y a los progresos científicos.
192
9 Seguridad Social.
9.1 Negación o condicionamiento de pensiones u otras garantías relacionadas con la seguridad social.
Es la acción directa o indirecta que promueva la cancelación o condicionamiento a Personas que Viven con VIH/SIDA
de los beneficios de la seguridad social, como las pensiones y otros. Derechos Relacionados: No Discriminación,
Salud y Desarrollo.
10 Vida.
Asesinar a una persona utilizando como motivo su estado serológico. Derechos Relacionados: No Discriminación,
Justicia y Vida Privada.
Se define como las acciones directas o indirectas que atentan contra la integridad de las Personas que Viven con
VIH/SIDA. Derechos Relacionados: Vida Privada y No Discriminación.
11 Vida privada.
Se viola este derecho cuando se revela de manera indebida el resultado ante la prueba de detección de anticuerpos
al VIH (negativo o positivo), tanto por servidoras/es públicos como por particulares. Incluye situaciones como la
publicación de resultados en listados de manejo público o la comunicación del resultado a terceras personas sin
la autorización expresa de la persona afectada. Los principales campos de violación a este derecho son el laboral
y el de la salud. Derechos relacionados: No Discriminación y Seguridad e Integridad Personales.
Es la cancelación por parte de un servidor público o de un miembro del sector religioso de la posibilidad de contraer
matrimonio si alguna persona es portadora del VIH. Derechos relacionados: No Discriminación.
Es la cancelación de la posibilidad de que Personas que Viven con VIH/SIDA puedan adoptar menores. Derechos
Relacionados: Vida Privada y No Discriminación.
11.4 Negativa de que menores sean adoptados/as por vivir con VIH/SIDA.
Es la cancelación de la posibilidad de que menores portadoras/es del VIH (ya sea huérfanas/os o con padre y/o
madre independientemente de su estado serológico) sean adoptadas/os. Derechos Relacionados: Vida Privada y
No Discriminación.
193
Objetivo: Que las y los participantes conozcan los compromisos de los Estados en materia de derechos hu-
manos de las personas que viven con VIH/SIDA e identifiquen violaciones a los mismos.
Duración: 45 minutos
Desarrollo: Pide a los asistentes que formen grupos de trabajo de 4 ó 5 personas, y piensen en un caso don-
de se vulneren los derechos humanos de personas que viven con VIH/SIDA. Si no conocen uno, pueden crear
un caso hipotético retomando las características de este grupo que lo ponen en situación de discriminación.
Durante 15 minutos platicarán sobre el caso, a fin de identificar hechos y actores.
Pasado este tiempo, se entrega un resumen con el marco jurídico internacional en materia de VIH/SIDA y de-
rechos humanos. A partir de la situación en torno a la cual reflexionaron los grupos ubicarán: derechos viola-
dos, ¿por qué?; obligaciones de los Estados, ¿qué compromisos se incumplieron?; otros actos discriminato-
rios ¿quiénes los cometieron?
Reflexión: En plenario los equipos comparten las conclusiones a las que llegaron y entre todos reflexiona so-
bre las responsabilidades que el Estado tiene en materia de VIH/SIDA.
133
Basada en: IIDH, Promoción y defensa del Derecho a la Igualdad, Justicia, Desarrollo y Respeto para las personas que viven con VIH/SIDA.
Módulo 4, México, IIDH/CDHDF, 2003, p.38 y 63-66.
134
Ricardo Hernández Forcada, Héctor Eloy Rivas Sánchez. El VIH/SIDA y los derechos humanos: guía básica para educadores en derechos
humanos. Letra S, Salud Sexualidad y Sida. México, D.F. 2006.
194
Estos instrumentos y declaraciones internacionales, aunque cada uno con énfasis en distintos puntos, tienen en común es-
tablecer los principios éticos, humanitarios y de derechos humanos que deben regir las políticas públicas que elaboren los
gobiernos en relación con el VIH/SIDA, así como la conducta que debe observar el personal médico y hospitalario en la
atención hacia sus pacientes y los criterios éticos que deben regir las intervenciones de los investigadores y académicos al
abordar el VIH /SIDA desde el punto de vista médico y científico.
b) Principios y recomendaciones
Estos principios y recomendaciones son:
• Mantener estrictamente el carácter confidencial de toda información personal obtenida de los pacientes.
• Respetar la dignidad y autonomía de los pacientes, y obtener el consentimiento informado antes de la administración
de pruebas médicas, medicamentos u otros tratamientos o de su participación en proyectos de investigación.
• Tratar a todas las personas que soliciten su atención médica sin discriminación y sin prejuicios basados en el origen
o en la naturaleza de la enfermedad.
• Evitar las políticas coercitivas y restrictivas respecto de la responsabilidad en el contagio por VIH/SIDA.
• Integrar plenamente a las organizaciones no gubernamentales, a los movimientos asociativos y a las personas que
viven con el VIH/SIDA, en la acción emprendida por los poderes públicos.
• Apoyar iniciativas para reducir la vulnerabilidad de la mujer al VIH/SIDA.
• Garantizar la disponibilidad de medicamentos y tecnologías médicas utilizados para tratar pandemias como la del
VIH/SIDA o las infecciones oportunistas más frecuentes que la acompañan.
• Promulgar leyes o adoptar otras medidas (...) para proteger el acceso a estos productos farmacéuticos o tecnologías
médicas de prevención, cura o alivio.
• Promulgar, fortalecer o hacer cumplir leyes, reglamentos y otras medidas a fin de eliminar todas las formas de
discriminación.
• Elaborar estrategias para combatir el estigma y la exclusión social asociados a la epidemia del VIH/SIDA.
195
Bibliografía
• Asamblea General de Naciones Unidas, Sesión Especial sobre VIH/SIDA. Declaración de Compromiso en Lucha
contra el VIH/SIDA. Junio 2001.
• Centro de Derechos Humanos "Miguel Agustín Pro Juárez" A.C., Discriminación a Ciegas. Manual para Prevenir
y Erradicar la Discriminación por SIDA, México. Primera edición, 2004.
• Centro de Derechos Humanos "Miguel Agustín Pro Juárez" A.C., Los Derechos Económicos, Sociales y Cultura-
les de las personas afectadas por el VIH/SIDA. México. Presentado en la Cátedra de Derechos Humanos “Fray
Francisco de Vitoria” en mayo de 2003. Mimeo.
• COESIDA Jalisco, Guía Práctica para el Personal de Salud con trabajo en VIH/SIDA, Subconsejo de Derechos
Humanos. 1998.
• IIDH, Promoción y defensa del Derecho a la Igualdad, Justicia, Desarrollo y Respeto para las personas que viven
con VIH/SIDA. Módulo 4, México, IIDH/CDHDF, 2003.
Referencias en internet
196
Diseño de proyectos
Objetivos
- Plantear y proponer desde lo cotidiano un primer acercamiento a la formulación de proyectos con enfoque de derechos hu-
manos para concretar en acciones diseñadas y propuestas por las y los asistentes.
- Desarrollar los elementos básicos para el diseño e implementación de proyectos participativos.
La tortuga laúd
Objetivo: Generar el desarrollo de habilidades para sensibilizarnos ante la realidad y desde ese punto propo-
ner acciones que incidan en la realidad.
Duración: 25 minutos
Desarrollo: Se da lectura al cuento de la tortuga laúd, quien facilita puede agregar algún elemento para ge-
nerar un ambiente que genere mayor expectación ante la lectura d dicho cuento.
En la isla de Bioko había una tortuga laúd, grande, con el caparazón muy bonito, tanto por su forma como por
su color. Vivía al sur de la isla, en Ureka, junto al mar.
Un día, la tortuga laúd de Ureka emprendió un viaje muy largo mar adentro y llegó a orillas de otro continente
muy lejano y aun país pequeño pero encantador
Le había costado mucho tiempo este viaje, pues había tenido que hacer algún descanso en las islas que se
fue encontrando en su larga travesía.
Llegó muy abatida y unos pescadores que la vieron varada en la playa se quedaron maravillados de su belle-
za y la cogieron para venderla a los coleccionistas de tortugas.
-¡Miren qué ejemplar tan extraordinario!-comentaban entre ellos-.-Su caparazón es como la caja de laúd in-
vertida-.
La metieron en un cajón donde tenían encerradas a otras tortugas de muy distintas clases: todas tristes, silen-
ciosas, pensativas, inmóviles, aletargadas.
La tortuga laúd gritaba:
-No me dejen aquí encerrada, que lo necesito del mar, que quiero volver a Ureka para allí hacer mi puesta,
para poder desovar y que nazcan otras tortugas. No me dejéis encerrada que quiero echarme a la mar. No
hay derecho para que me priven de mi libertad; acabaré decorando el salón de un palacio y no quiero pasar
este encierro a las doradas jaulas de ricos hombres.
Pero los pescadores no conocen el idioma de las tortugas, no supieron interpretar su lenguaje ni leer en sus
ojos la tristeza y en la jaula la dejaron en espera de que algún coleccionista pasara a recogerla.
Mientras discutían el precio de los pescadores y un coleccionista la tortuga laúd se guía implorando su liber-
tad. Pero no le hicieron caso. Y es que a veces la afición ciega la razón23.
Reflexión
Posterior a la lectura se reflexiona en torno a las siguientes preguntas:
¿En qué se parece lo que escuchamos a lo que sucede en la vida real?
¿Cuáles son los elementos que debemos tener en cuenta para acercarnos a la realidad?
197
Es recomendable acudir a una técnica de sensibilización hacia la realidad, como la anterior, previa al desarrollo de proyec-
tos con enfoque de derechos humanos, ya que es común que los proyectos comunitarios generen conflictos, debido a que
no son cercanos a las realidades para los que fueron diseñados, es importante que quién desarrolle un proyecto tenga en
cuenta algunos factores.
1. ¿Cuál es el interés particular para generar un proyecto y qué preguntas le gustaría responderse dentro de este?
2. ¿Cuál es el contexto del grupo beneficiario y en qué aspectos puede aportar el proyecto para incidir en este?
3. ¿Cuáles son las capacidades con las que cuenta quien desarrolla el proyecto y cuáles son las expectativas de
quienes son beneficiarios?
De esta manera el proyecto puede comenzar a tornarse más aterrizado a la realidad sin generar falsas expectativas a cor-
to plazo y frustraciones a largo plazo.
Cabe mencionar que cualquier metodología está expuesta a las propias condiciones de quienes desarrollan el proyecto, lo
importante es siempre estar dispuestas y dispuestos a aprender y a generar espacios de evaluación para no alejarnos de
la realidad.
La baraja de la planeación
Objetivo: Se trata de que las y los promotores se pongan de acuerdo para establecer el orden de los pasos
a seguir en la elaboración de proyectos participativos.
Duración: 25 minutos
Desarrollo: Forma con los asistentes cinco grupos de igual número de participantes. Reparte a cada uno de
ellos un juego de cartas y pídeles que se pongan de acuerdo para darle orden a las mismas. Para ello, han de
platicar un poco sobre el significado de cada etapa y su importancia en cualquier proyecto. Da un tiempo para
que se organicen y luego solicita a todos los grupos que peguen —en un lugar previamente determinado por
el facilitador para cada uno de ellos— su juego de cartas según el orden que les parece adecuado.
La baraja, es decir cada juego de cartas, debe estar compuesta por los siguientes elementos. El orden siguien-
te es el que se propone como correcto.
1. Diagnóstico
2. Definición del (los) objetivo(s)
3. Definición de metas
4. Recursos
5. Planeación de actividades
6. Determinación de responsables
7. Delimitación del tiempo
8. Ejecución de actividades
9. Evaluación
10. Sistematización
198
Reflexión: Más que reflexión se sugiere motiva a las y los promotores a que comparen sus conclusiones con
las del resto de los equipos y se fomente la discusión sobre aquellos puntos en los que hay similitudes o di-
ferencias entre los equipos.
Finaliza aclarando el orden correcto de las tarjetas, las cuales contienen a grandes rasgos los pasos a seguir
en la elaboración de un proyecto. Explica el porqué del orden, tomando como base algunos puntos de la si-
guiente lectura.
Para este fin se requiere que el comité, grupo o comunidad realice colectivamente un diagnóstico de su situación a través
de una reflexión organizada, plural y abierta, que un recuento de los antecedentes de dicho problema, identificando sus cau-
sas y efectos.
Actualmente las ciencias sociales y administrativas, nos aportan una amplia gama de técnicas para la elaboración de diag-
nósticos. A continuación se sugiere una técnica, que nos permite analizar la situación en relación a un problema; identificar su
contexto, definir el problema central y visualizar las relaciones de causa y efecto; esta técnica es el “árbol de problemas”.
135
Centro “Fray Julián Garcés”, Sergio Luna Cuatlapantzi, “Guía técnica. Elaboración de proyectos I.”, México, 2002.
199
200
Los objetivos de un proyecto sólo pueden ser formulados claramente si las causas y los efectos de los problemas a resol-
ver han sido analizados previamente. Los problemas no son hipótesis abstractas, por el contrario, afectan a la población,
a determinados grupos sociales, por lo tanto, todos los grupos afectados y sus intereses correspondientes deben ser to-
mados en cuenta en un “análisis de participación”. Este análisis nos ofrece un panorama de todas las personas, grupos y
otros actores que de alguna manera están relacionados con el proyecto. Nos permite analizar los intereses y expectativas
de personas y grupos que pueden ser importantes para el proyecto; a fin de ubicar posibles obstáculos y facilidades para la
realización del proyecto.
Paso 1 Hacer una lista de los grupos, personas e instituciones (actores) importantes
relacionadas con el problema. Identificar sus características.
Paso 3 Identificar la relación que tienen los distintos actores en el marco del problema
y representarlo gráficamente.
Posterior a estos análisis, a continuación se debe describir la situación futura que quiere ser alcanzada mediante la solución
de los problemas, para esto se identifican las posibles alternativas para el proyecto y se eligen en función de los recursos
con los que contamos, la probabilidad de alcanzar los objetivos, la posibilidad política, la relación costo beneficio, los riesgos
y obstáculos posibles, que la alternativa se sostenga en el tiempo, entre otros.
201
Las instituciones que tienen a su cargo la financiación de proyectos, ya se trate de organismos estatales, nacionales o in-
ternacionales, suelen ser exigentes en relación con este tipo de antecedentes. Dicha información constituye para estos or-
ganismos, una primera indicación sobre la confiabilidad del proyecto en estudio. Tales antecedentes suelen ubicarse antes
de los estudios parciales.
Cuando quien presenta el proyecto es un comité o grupo productivo en funcionamiento, las mejores referencias sobre su ca-
pacidad son sus experiencias anteriores. En el caso contrario lo importante son los antecedentes de quienes están a cargo
de él, y los técnicos que estarán vinculados aunque sean de otras instancias.
Para este apartado del proyecto se requiere registrar los siguientes datos del comité:
» Nombre del comité o grupo: debemos indicar el nombre del comité o grupo tal como figura en contratos, estatutos,
actas de asambleas u otro documento legal, para evitar ambigüedades en los trámites.
» Naturaleza: En el caso de proyectos productivos o microempresas, indicar si se trata de sociedades de personas,
de capital, cooperativas, etcétera.
» Objetivos: Describir los objetivos del comité o grupo, para qué fue creado, cuál es su finalidad en relación a los
aspectos que gestiona.
202
» Constitución jurídico-legal: En el caso de que el comité o grupo haya tramitado su acta constitutiva, es decir que
haya formalizado jurídicamente su existencia, bajo alguna figura jurídica de Asociación Civil, Institución de Asisten-
cia Privada, Sociedad Civil, Sociedad de Producción Rural, Sociedad de Responsabilidad Limitada, Cooperativa,
etcétera o iniciado algún trámite de “formalidad” mediante asambleas de constitución, acuerdos de comunidad,
etcétera deberá informarse y de ser requerido mostrar el documento probatorio, al final del proyecto.
» Reseña histórica del grupo: Mencionar los antecedentes del comité o grupo (Causas o motivaciones de organización,
fecha de constitución legal, de adquisición de créditos si se han requerido, etcétera).
» Organización interna del comité: Describir los diferentes puestos, comisiones o departamentos y áreas con las que
cuenta el comité, o grupo productivo y elaborar su organigrama en el que se incluya esquemáticamente todos los
participantes del comité y sus funciones. Mencionar y describir si la empresa cuenta con un reglamento interno.
» Recursos: Presentar en forma sistemática y breve los recursos con los que el comité o grupo productivo cuenta,
tales como capital de trabajo, maquinaria, equipo, construcciones, reservas económicas, etc. Registrar el perso-
nal que participa en el comité, grupo productivo, sus nombres, responsabilidades y funciones, indicando nivel de
capacitación y experiencia.
» Fuentes de recursos financieras. Describir cuál es la fuente de financiamiento del comité o grupo productivo si lo
requiere.
» En caso de que nuestro proyecto sea de carácter productivo e incluya la solicitud de algún crédito o préstamo, o
que algún proyecta requiere de inversión, deberá además describirse lo siguiente:
» Capacidad para contraer el préstamo: Actualmente cada vez más instancias financieras solicitan la constitución
jurídica de los grupos a fin de dar seguridad a sus inversiones. En este apartado deberán citarse los preceptos
legales y estatutarios que autorizan al comité o grupo productivo para contratar deudas. Mencionar la capacidad
para asumir las cargas financieras o deudas crediticias.
» Monto, plazo y tasas de intereses: Debe especificarse el monto total del crédito o préstamo solicitado, haciendo
referencia a la tasa de intereses que se espera pactar, así como el plazo y formas de amortización o pago del
préstamo.
» Moneda y tipos de cambio: En el caso de gestionar algún proyecto ante alguna institución internacional y si fuera
el caso, establecer el tipo de moneda y el tipo de cambio al momento de elaborar el proyecto.
203
En este sentido el título de un proyecto debe decir en líneas generales, qué es lo que se pretende hacer para resol-
ver un problema, qué productos, servicios o actividades se realizan para tal efecto y a quiénes van dirigidas las acciones.
Ejemplo;
“Programa de información y capacitación en derechos laborales, para los trabajadores y trabajadoras de em-
presas instaladas en el municipio de Miguel Hidalgo, Tlaxcala.”
Justificación
Este apartado del documento del proyecto resume el proceso de identificación de problemáticas y elección de alternativas
de solución descritos anteriormente.
Se escribirán las razones precisas y concretas del porqué se quiere impulsar el proyecto o actividad productiva si ya se tie-
ne, de la capacitación en el tema que se este señalando en el proyecto, etcétera; en un marco real que defina y ubique la
“problemática” a resolver.
Señalar la situación objetiva y la participación del grupo. Plantear propuestas o estrategias viables que contribuyan a solu-
cionar el problema.
Ejemplo:
Los trabajadores de empresas instaladas en el municipio de Miguel Hidalgo, sufren una serie de violaciones a
sus derechos laborales tales como sueldos insuficientes, horas extras obligadas, inseguridad, despidos injus-
tificados, causados por la desprotección por parte de los sindicatos ante los abusos de las empresas, la falta
de una asesoría jurídica, su falta de organización, el desconocimiento de sus derechos laborales, etc. Lo que
provoca desempleo, migración... situaciones que vulneran el bienestar de las familias da los trabajadores De-
bido a las múltiples dificultades políticas, económicas, se pretende atender el problema a través de la organi-
zación de los trabajadores en torno al conocimiento de sus derechos laborales.
Objetivos
Posterior a la identificación de problemáticas, al análisis de la participación de diversos actores en el problema y una vez
elegida la alternativa de solución, se tendrá claro lo que se quiere alcanzar con el proyecto, el servicio que se quiere prestar
o el producto a generar.
Los objetivos deben señalarse como generales y/o específicos, señalando su temporalidad (corto, mediano y largo plazo)
según sea el caso.
Objetivo general
El objetivo debe plantear lo que se quiere lograr con las acciones del proyecto, su impacto o visión amplia. Se escribirá en
forma clara, precisa y viable. Las preguntas de apoyo pueden ser ¿qué? ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde? ¿con qué?
¿para qué?, etcétera. Mencionar los parámetros que deben ser medibles, ejemplo: ¿cuántos, cuáles? ¿en qué tiempo?.
Objetivos específicos
» Por área: Cuando un proyecto se plantea de tal forma que esté integrado por áreas de trabajo; además de plan-
tearse un objetivo general, es decir lo que se quiere alcanzar con el proyecto integral; deberán plantearse objetivos
o finalidades por cada componente o área del proyecto.
» Por etapa: Algunos proyectos se integran por etapas, la característica de estos proyectos estriba en que cada etapa
204
debe arrojar un resultado o producto como requerimiento indispensable para continuar con la siguiente etapa. En
este sentido, un objetivo específico por etapa implica definir lo que se quiera obtener por etapa del proyectó, ya que
la suma de los objetivos de cada etapa nos llevaría a cumplir el objetivo general del proyecto. Ejemplo: proyecto que
incluya etapas; capacitación, adquisición de maquinaria, fase de producción, fase de comercialización etcétera.
» Por eje de acción: Determinados proyectos se plantean en base a ejes de acción, como ejemplo: Ejes de mejo-
ramiento de las condiciones económicas, derechos humanos, y protección del medio ambiente. Basados en este
ejemplo cada eje de acción debe plantearse sus propios objetivos a fin de que se logre el objetivo general.
» Por temática: De manera similar a los anteriores ejemplos, algunos proyectos están planteados de tal forma que
atienden diferentes temáticas como la participación ciudadana, cultura, medio ambiente, proyectos productivos;
en este sentido, cada temática deberá plantearse un objetivo específico que corresponda con su naturaleza.
Ejemplo.
Objetivo general: Promover y difundir los derechos humanos laborales a través de un programa de formación
en derechos humanos laborales dirigido a los trabajadores de las empresas instaladas en el municipio de Mi-
guel Hidalgo, para que defiendan y exijan sus derechos ante las empresas e instancias correspondientes.
Objetivos específicos
Organización de comités de derechos humanos en la comunidad.
Capacitación en derechos laborales.
Brindar asesoría y seguimiento a las acciones que implementen estos comités durante un año.
Vincular a estos comités con redes de organismos nacionales de derechos laborales
Metas:
Son los resultados concretos de impacto esperado a lograr a largo, mediano y corto plazo, en cantidad, calidad y en deter-
minado tiempo. Deberán ser medibles mediante indicadores.
Deberán responder a las preguntas ¿Cuánto se quiere hacer del objetivo, cuándo y con qué calidad se logrará?
Como ejemplo pueden ser, la cuantificación del número de bienes a producir, la calidad de los mismos y/o los niveles de
bienestar que se pretenden alcanzar, tomando como referencia la situación actual de los beneficiarios detectados en el diag-
nóstico, etcétera.
Ejemplo:
» Organizar 3 comités de derechos humanos laborales en el mismo número de empresas.
» Capacitar por 1 año a los 3 comités de derechos laborales.
» Que los comités adquieran la capacidad de defender sus derechos.
Localización geográfica.
La ubicación física de un proyecto es importante identificarla en un mapa del estado, municipio y localidad; a este tipo de lo-
calización se le denomina macrolocalización. En esta se deberá especificar:
» Descripción de las condiciones ambientales si la naturaleza del proyecto lo requiriera (clima, agua, suelo, flora,
fauna), de la región y, si es posible, detallar específicamente las características del lugar donde se ubicará y desa-
rrollará el proyecto (necesario en los proyectos agropecuarios, agroindustriales, ecológicos, etcétera) señalando
de qué forma favorecen o afectan el desarrollo del proyecto.
» Describir el impacto al medio ambiente (si es el caso), con el desarrollo de este proyecto.
» Describir las condiciones socioeconómicas de la comunidad y población beneficiaría a la que va dirigido el proyecto.
205
Ejemplo, se anexa mapa estatal y municipal. El municipio de Miguel Hidalgo, se ubica al sur del estado, colinda
con... Lo componen cuatro comunidades .Las empresas se ubican en... La población presenta las siguientes
condiciones económicas, población principalmente dedicada al trabajo en empresas, campesinos...
Elementos a considerar para reportar la localización de proyectos productivos o que requieran inversión.
La infraestructura de servicios disponibles para que el proyecto funcione, como transporte de material y de producto, servi-
cios de asistencia técnica, medios de comunicación, servicios de educación y salud, etcétera.
Fuentes de materias primas, en el caso de proyectos productivos o ambientales indicar las distancias relativas a las fuentes
de insumos y al mercado de los productos principales, etcétera.
A fin de facilitar el registro de estos elementos, se puede utilizar como ejemplo la siguiente tabla:
Carreteras y
vías de acceso
Agua
Energía eléctrica
Combustibles
Bancos
Otros
La microlocalización de la unidad de producción, debe constar la definición precisa de su ubicación en una calle y número
de ser posible. La localización de empresas nuevas depende de los costos de transporte, de insumos, de productos, de ra-
zones de geografía, de la facilidad de acceso físico al mercado etcétera.
Actividades y tareas
Las actividades son los pasos que conducen hacia la obtención de un resultado u objetivo. Son la base para el cálculo de
insumos y costos.
De conformidad con las metas planteadas, se deberá indicar en el documento del proyecto las tareas y actividades especí-
ficas a realizar; sus fechas, plazos o períodos de realización, por etapas, ejes de acción o líneas temáticas esquematizadas
en un cronograma que permitirá un control del proyecto.
206
El calendario se referirá a toda la secuencia que va desde la aceptación o aprobación del anteproyecto hasta la operación
normal del proyecto.
Rentar un local x
para reuniones
Capacitar por 1 año a Cursos de capacitación x x x x x
los comités…
Evaluación x x x x x
Vinculación x x x x
x
207
Presentar un diagrama de bloques donde queden identificados loa procesos unitarios y sus interrelaciones.
Para el caso de los proyectos productivos se recomienda además de lo anterior: Indicar los insumos o materia prima requeri-
da en el proceso de transformación, señalando su definición genérica y unidad de medida, cantidad, especificando el número
de unidades en una unidad de tiempo; calidad, origen geográfico, costo de obtención sumando flete, costos de transporte,
sitio de producción u obtención, costos de empaque, aranceles, permisos, etcétera.
Materia Primas/lnsumos
tipo tela hilo resortes aceite otros
Unidades
Proveedor
Localización
Precio unitario
Cantidad/mes
*Anotar si algún insumo es producido por el mismo grupo.
Cálculo de costos
Una vez identificados los insumos, tiempos y personal necesarios para la realización del proyecto, así como la cantidad a
utilizar y su valor; se puede elaborar un presupuesto.
208
Cuando los aportes de capital de alguno de los responsables de un proyecto se concreticen en la forma de capital fijo, el do-
cumento del proyecto debe indicar las características técnicas y físicas de los bienes, acompañando a su precio en el mer-
cado. Así mismo se mencionarán las aportaciones de capital circulante por parte del ejecutor.
Evaluación
Para realizar la evaluación de los efectos e impactos, se comparan los logros producidos por las acciones del proyecto, contra
las condiciones iniciales en que se encontraban los beneficiarios. La diferencia entre los niveles de medición y/u observación
de los indicadores finales e iniciales, expresan el cambio realizado por las acciones del proyecto sobre los beneficiarios.
Sin embargo, la magnitud del cambio realizado no necesariamente es un buen indicador de que los beneficiarios se encuen-
tran en una situación óptima. Para ello, se requiere tener un punto de referencia ideal o estándar que permita identificar si
se alcanzaron o no los objetivos y metas planteadas.
Existen diversos tipos de evaluación, como son: la evaluación ex-ante y ex-post, cualitativa y cuantitativa, intermedia, final y
periódica, beneficiarios directos e indirectos, monitoreo, examen cuantitativo o periódico, análisis costo-beneficio, evaluación
del impacto, cumplimiento de objetivos y metas, etcétera, cuyo análisis sería otro gran tema.
Indicadores
Son los medios por los cuales establecemos cuáles condiciones muestran el éxito del proyecto. Deben medir ¿qué y cuán
bueno? (calidad); ¿Cuánto? (cantidad); ¿Cuánto tiempo? (Tiempo). Deben de ser:
» Confiables: que se pueda medir distintas veces y llegar al mismo resultado.
» Válidos: deben permitir medir realmente lo que se desea medir.
» Que midan cambios específicos del proyecto y no otras variables.
» Explicarse en forma clara y precisa.
» Presentarse en forma independiente para cada objetivo y fase del proyecto.
209
Proyectos sociales
Proyectos para mejorar las condiciones de salud, educación, acceso al trabajo, acceso a servicios, etcétera.
Alimentación.
Proyectos de organización de comedores comunitarios para personas de escasos recursos, dispensarios alimenticios co-
munitarios, banco de alimentos permanentes y temporales para casos de emergencia de la comunidad, proyectos de diag-
nóstico y superación de desnutrición infantil en comunidades marginadas.
Salud
Proyectos de medicina alternativa, construcción de clínicas o casas de salud, adquisición de equipo y material médico, et-
cétera; de difusión sobre salud reproductiva y otros temas de interés; promoción de actividades deportivas y recreativas;
proyectos ambientales.
Proyectos de conservación de suelos para evitar erosión, proyectos de educación ambiental, proyectos de elaboración de
abonos orgánicos, de horticultura, de manejo integrado de plagas en la producción agrícola, de conservación de semillas
criollas; proyectos de explotación racional de bosques, proyectos de ecotécnicas: estufas ecológicas, casas ecológicas; pro-
yectos de reciclado, campañas de limpia y concientización ecológica.
Proyectos Económicos
Integración de microempresas productivas y de servicios comunitarios, etcétera, proyectos productivos con una perspectiva
de comercio justo, proyectos de capacitación en artes y oficios para el trabajo, proyectos de economía solidaría que implica
la producción para autoconsumo y para la comercialización, proyectos de comercialización para grupos productivos funcio-
nando, proyectos de caja de ahorro e inversión, que paguen intereses a sus socios mayores que la banca privada.
Proyectos Culturales
Rescate y difusión de lenguas y literatura autóctona, proyectos de impulso al arte popular, como danzas, poesía, escultura,
música, vestimenta, etcétera; que protejan la biodiversidad desde el punto de vista cultural, que promuevan el rescate de
usos, costumbres y tradiciones pasadas, como la medicina tradicional, técnicas de cultivo tradicionales, gastronomía tradi-
cional, juegos y juguetes tradicionales, elaboración de la memoria histórica de nuestras comunidades.
210
Pequeño ¿Por qué ¿Para qué se ¿Cuánto ¿Dónde ¿Qué actividad se ¿Cuándo se Cómo se ¿Con qué se ¿Cuánto ¿Cómo se
titulo que se hace? hace? se requiere se quiere quiere hacer? quiere hacer? quiere hacer? quiere hacer? costará medirán los
indica lo Datos, del Fin que quiere para hacer el hacer? Ejecución, Determina la Especificación Recursos con hacerlo? resultados e
que se diagnóstico alcanzar el proyecto? Determina secuencia e duración de una de intrumento que se cuenta, Factores impactos del
quiere de la pro- proyecto. Servicios el donde se integración de actividad y el con- teórico meto- humanos que lo proyecto?
alcanzar blemática. que prestará ubicará o diversas activida- junto de éstas. dológico que materiales, componen. Indicadores
con el Describe número de se llevará des otareas para se utilizará. para operación Cantidad de losgros
proyecto. las razones productos a cabo el la obtención de o administra- usada. del proyecto.
Que este precisas por unidad proyecto. un resultado u ción. Valor usado
relaciona- del porqué de tiempo. Implica objetivo. de cada
do con la se quiere Debera´n macro y producto.
justifica- impulsar el ser medibles micro locali-
ción para proyecto. mediante zación.
que al Plantea indicadores.
leerlo se alternativas
entienda viables de
el pro- solucion.
blema a
resolver.
211
Anexo I
Formato de Presentación de Proyectos
Datos Generales
__________________________________________________________________________
Nombre de la organización (razón social) RFC
__________________________________________________________________________
Calle y número Colonia Código Postal
__________________________________________________________________________
Municipio / Delegación Estado Teléfono(s) fax Correo electrónico
__________________________________________________________________________
Fecha de constitución día/mes/año Número de escritura Número de notaría
__________________________________________________________________________
Nombre del notario De la ciudad de
1. Mencione las redes y los organismos, nacionales, internacionales, a los que pertenece su organización.
2. Indique los proyectos desarrollados en los últimos tres años; localidades beneficiadas;
participantes (número y tipo), materiales producidos.
3. Nombre las principales fuentes y/o formas de financiamiento con las que cuenta o ha contado
su organización, señalando el programa de apoyo, si es gubernamental o no.
4. Mencione la situación actual de los logros a alcanzar en años posteriores.
5. Anote la infraestructura y los recursos de la organización.
Justificación
212
4. Señale las características distintivas de los bienes y servicios con relación a otros existentes en el merca-
do social.
Comparar las ventajas de los bienes y servicios a proporcionar, con los que ya brindan otras empresas o gru-
pos que atienden el problema, tales como costos, precios, calidad, presentación, entre otros.
5. Para plantear el presente proyecto ¿la organización realizó estudios o diagnósticos sobre las demandas de
bienes de la población objetivo?
Comentar cómo surge la idea del proyecto; si fue en reunión, taller o a petición expresa del grupo afectado por
el problema; en este sentido, anexe el acta de asamblea, minuta de trabajo, relatoría o escrito de solicitud.
1. Describa en forma sintética las etapas del proceso para la producción del (os) bien(es) a elaborar. Reseñar los pa-
sos, como acondicionamiento de espacios, almacenamiento y preparación de materias primas y materiales, técnicas de
producción, entre otros.
Si hay capacitación técnica, en la fase preoperativa del proyecto, indique temarios de cursos o talleres, currícula de ins-
tructores y señale los lugares para la impartición de dicha capacitación.
2. Describir la estrategia de difusión, distribución y comercialización de los bienes hacia los beneficiarios, especificando
precios de venta, costos de distribución y canales de comercialización.
Especifique los medios que utilizara para difundir sus productos ante los consumidores beneficiarios.
Beneficiarios
1. Señale las características y condiciones socio económicas de la población a la que pertenecen los beneficiarios direc-
tos. Así como la ubicación geográfica de los mismos. Caracterizar por género, edad y tipo de población. Acotar los indi-
cadores (tales como de ingreso, salud, nutrición, educación, entre otros) que definen a esta población en condiciones de
pobreza extrema, especificadas en el diagnostico de la situación actual (antes del proyecto).
2. Anexar lista de beneficiarios.
3 Ubique perfectamente dónde se desarrollara el proyecto, señalando: Entidad(es) federativa(s), municipio(s) o
delegación(es), localidad(es), colonia(s) o barrio(s). Dirección especifica. Otros datos (regiones, áreas, entre otros).
4. Describir los componentes físicos y de servicio, con que se cuenta actualmente para el proyecto, tales como locales,
talleres, aulas, maquinaria, equipo, herramientas, mobiliario, etcétera.
5. Anexe el dibujo del organigrama del proyecto, indicando áreas y funciones. Mencione al pie del mismo, los integrantes
que conforman las áreas, señalando cargos y nombres de los responsables.
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Datos Financieros
Resumen financiero
Anexo II
Algunos conceptos utilizados en la elaboración de Proyectos
Proyecto: Desde el punto de vista económico, “proyecto” significa proponer la producción de algún bien (ropa, zapatos, ali-
mentos, artesanías) o la prestación de algún servicio (educación, salud, transporte, alimentación) o la solución parcial de
algún problema (ambientales por ejemplo), con el empleo de una cierta técnica y con miras a obtener un determinado resul-
tado o ventaja económica y/o social.
214
Proyecto social: es una solución adecuada a un problema que impide la satisfacción de necesidades o demandas sociales
de bienes y servicios, que diseña y presenta una organización con el fin de acceder a mejores niveles de bienestar social,
económico y ambiental.
Proyecto productivo: es una solución a un problema que impide la satisfacción de una demanda potencial insatisfecha de
consumidores de bienes y usuarios de servicios; que diseña y presenta un sujeto privado o social, realizando una inversión
financiera para obtener a futuro beneficios económicos.
Diseño de proyecto: formular y presentar de manera explícita, la solución seleccionada de un problema considerado central
por parte de un grupo, organización o comunidad.
Gestión: Procedimiento de negociación y trámites para acceder al financiamiento de una actividad o proyecto.
Aprobación de un proyecto: Aceptación de apoyo y financiamiento que realizan las instituciones financiadoras posterior al
estudio y evaluación de un proyecto que solicite financiamiento.
Control y seguimiento: Comprende una recolección de información formal e informal y comunicación sobre la marcha de un
proyecto y sus efectos.
Evaluación de un proyecto: Es el análisis de impacto después de haberse ejecutado, determina si el proyecto ha producido
cambios en función de los objetivos perseguidos y la magnitud de dicho cambio. Se realiza mediante la comparación entre
el estado inicial de la población objetivo y el estado final, o situación existente después de un tiempo de operación del pro-
yecto.
Documento del proyecto: La palabra documento del proyecto se usa también para designar el documento o monografía en
el que una idea, se plantea, desarrolla y analiza hasta llegar hasta algún tipo de justificación o evaluación.
Institución financiadora: Institución que otorga recursos para las distintas fases de producción o acción del proyecto.
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Bibliografía
Referencias en Internet
• Guía Básica para Organizaciones Juveniles sobre: “Diseño, Gestión y Financiación” de Proyectos de Desarrollo
Comunitario, Red Juventud www.redjuventud.org
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Director
Dr. Miguel Concha Malo
[email protected]
Coordinadora General
Mtra. Ana Luisa Nerio Monroy
[email protected]
Investigación
Salomé Almaraz Reyes
[email protected]
Angélica Gay Arellano
[email protected]
Jurídico
Alfonso García Castillo
[email protected]
Victoria Beltrán Camacho
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Administración
María Guadalupe Hernández Hernández
recepció[email protected]
C.P. Juventino Alcántara Venegas
Apoyo a la Dirección
María del Carmen González
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