Cómo Blanquear Los Dientes Con Productos Naturales
Cómo Blanquear Los Dientes Con Productos Naturales
Cómo Blanquear Los Dientes Con Productos Naturales
El ácido de ciertos alimentos también los dañan sobre manera. Comer carne,
productos lácteos, huevos, cítricos, azúcar refinada, cerveza, edulcorantes
artificiales, refrescos gaseosos o aceites vegetales empeora la situación.
También podemos incluir los dulces, pero sobre todo, la frecuencia con la que
los consumimos.
Un típico error es cepillarse los dientes apenas terminamos de
comer. Es cierto que eso impide que se formen las caries pero también hace
que el esmalte no tenga tiempo de recuperar su dureza.
En la vereda contraria están los alimentos que te ayudan a mantener los
dientes blancos. Entre las frutas y vegetales encontramos las peras, las
manzanas, las zanahorias, los pepinos, los coliflores, la lechuga, el brócoli y la
espinaca. Algunos por su fibra, otros porque sus nutrientes crean una película
protectora en el esmalte de los dientes, evitando que se manchen.
A su vez, los quesos sirven porque tienen proteínas y grasas para neutralizar
los ácidos de otros alimentos. También debido a que estimulan la producción de
saliva que tiene fósforo y calcio, ayudando a que se remineralice el esmalte.
Colocar dos cucharadas de hojas de s en una taza con agua hirviendo. Dejar
refrescar y realizar buches luego de cada comida. También se puede masticar
una hoja después de comer.
Mezcla dos cucharadas de agua oxigenada con una de agua. Embebe un poco
de algodón y frota suavemente sobre los dientes manchados. Enjuaga con
mucha agua.
Haz polvo de carbón y colócalo en el cepillo de dientes, frota todas las piezas
dentales. Si bien es cierto que puede ser una sensación extraña (como en el
caso de la ceniza de madera), muchos aseguran que es el mejor remedio
para blanquear los dientes.
Bicarbonato de sodio para
blanquear los dientes
Todos los remedios caseros que fueron detallados arriba son muy eficaces si
estás buscando dejar tu dentadura de color perlada. Sin embargo, todos
coinciden en que no hay mejor tratamiento que el del bicarbonato de
sodio. Se trata de una alternativa más que ecológica y saludable para tus
dientes, sino que también dejarás de usar dentífrico, si esa es tu preferencia.
Sólo tienes que verter ¼ cucharada de bicarbonato en una taza y
humedecer el cepillo de dientes con agua del grifo. Sumérgelo en el
bicarbonato para que se vaya pegando y cepilla como si fuera cualquier
dentífrico. Si colocas mucha cantidad, puede tener un efecto salado o ácido en
tu boca, pero no te preocupes, se irá apenas te enjuagues bien con agua.
No obstante, recuerda que esto debes de realizarlo muy pocas veces en
el mes, ya que su uso excesivo puede dañar el esmalte dental.
Recuerda, todo con la correcta cantidad y con un cuidado en su
aplicación. Recomendamos hacerlo entre 1 semana de por medio, para
luego aumentarlo hasta una vez al mes, nada más.