Xavier F. Andrade Castillo Tesis
Xavier F. Andrade Castillo Tesis
Xavier F. Andrade Castillo Tesis
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Resumen
Este trabajo busca precisar que, aunque distintos el derecho anglosajón y el
derecho europeo continental a partir de sus fuentes de conocimiento y pro-
ducción (que los mantiene divorciados), es posible encontrar una aceptable
paridad entre ellos que, sin fusionarlos, el sacrificio de la justicia o algún de-
recho fundamental, más bien permite un adecuado paralelismo jurídico como
puente de equilibrio de los dos sistemas y el eslabón del derecho sustantivo,
con el adjetivo, bajo un bloque de igualdad jerárquica de normas jurídicas,
como respuesta y guía de comportamiento de los operadores de justicia de
un Estado de derechos.
Abstract
This paper seeks to define that although common law and continental Euro-
pean law are different -as a whole- beginning from their sources of knowledge
and production (which keeps them separated), it is possible to find an accep-
table parity between them which, without merging them, sacrificing justice or
some fundamental right, allows for an adequate legal parallelism as a balan-
cing point between both systems and for a link between substantive law and
procedural law, where all legal norms are under the same hierarchical level as a
response and behavioral guide for judicial officers of a State of rights.
Magister en Derecho Penal y Derecho Procesal Penal. Profesor de Derecho Penal y Derecho Proce-
sal Penal de la Universidad San Francisco de Quito.
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Key words: Common Law, continental European law, criminal procedures, cri-
minal theory, theory of the case, criminal law, criminal adversarial system.
Sumario:
1. Introducción al tema y su fundamento. 2. Cuestiones preliminares de los
conceptos. 3. Derecho penal material: Teoría del delito. 4. El sistema de en-
juiciamiento penal adversarial: el litigio oral penal y la teoría del caso. 5. Ne-
cesidad de la armonización de las teorías.
1 En vigencia en el Ecuador a partir de su publicación en el Suplemento del Registro Oicial No. 360 de 13 de enero
del 2000 con reformas posteriores: R.O.-S No. 544 de 9 marzo de 2009; R.O.-S No. 555 de 24 de marzo de 2009;
y, R.O.-S No. 160 de 29 de marzo de 2010.
2 Mauricio Duce J, El proceso penal y el derecho procesal penal en contexto, opinión señalada junto a una obra
conjunta con el profesor Cristián Riego.
3 Los derechos mínimos de dignidad humana procesales (en general) de una persona sometida a un enjuiciami-
ento penal surgen con la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, aprobada en la Novena
Conferencia Internacional Americana, Bogotá, Colombia 1948, como por ejemplo derecho de justicia (Artículo
XVIII), derecho de petición (Artículo XXIV), derecho de protección contra la detención arbitraria (Artículo XXV),
derecho a proceso regular (Artículo XXVI), entre otros, sin dejar de admitir que ya existían con anterioridad a este
pronunciamiento. Puede verse como Estatuto de Roma, documento completo, disponible en: <http://www.iccnow.
org/documents/rome-s.pdf> (último acceso 20 de diciembre de 2012).
Véase también: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Registro Oicial 101, de 24 de enero de 1969.
Convenio Americano de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, de 22 de noviembre de 1969,
Registro Oicial No. 452, de 27 de octubre de 1977.
4 Véase Alberto Binder, La reforma procesal penal en América Latina, en Justicia Penal y Estado de Derecho,
Argentina: Editorial Ad-hoc, año 1993, pp. 204-208.
RESPUESTA VALORATIVA DE COMPATIBILIDAD ENTRE LA TEORÍA DEL DELITO Y LA... 151
5 Esteban Righi, Derecho penal, parte general, Argentina: Lexis Nexis, 2008, p. 73.
6 Esteban Righi, Ób. Cit., pág. 74.
152 IURIS DICTIO AÑO 16. VOL 17 FEBRERO- JULIO 2015
7 Véase Carlos Peña, Entre la elección y la duda, Revista Sistemas Judiciales No. 1, Buenos Aires, año 2001. Op.
Cit. Mauricio Duce J, El proceso penal y el derecho procesal penal en contexto, opinión señalada junto a una obra
conjunta con el profesor Cristián Riego.
8 Herbert Packer, Two Models of Criminal Process, University of Pennsylvania, United States of America: Law
Review, 1964, pp. 1-68.
9 Mirjan Damaska, Las caras de la justicia y el poder del Estado, Chile: Editorial Jurídica de Chile, año 2000, pp.
12-17.
RESPUESTA VALORATIVA DE COMPATIBILIDAD ENTRE LA TEORÍA DEL DELITO Y LA... 153
10 Alberto Binder, La reforma procesal penal en América Latina, Justicia Penal y Estado de Derecho, Buenos Aires:
Editorial Ad-hoc, 1993, pp. 204-208.
11 El sistema inquisitorial fue desarrollado en los países europeo continentales a partir del siglo XV y según se dice
fue exportado por España a Latinoamérica.
12 Mauricio Duce, ob.cit. ,p. 27
13 Eduardo M. Jauchen, Derechos del imputado, Argentina: Rubinzal Culzoni, primera edición, año 2007, pp. 26
-27.
14 Estas distinciones se han tratado en las obras de derecho procesal penal de Julio B.J. Maier, José Cafferata
Nores, Jorge Clariá Olmedo, Eduardo M. Jauchen, Jorge Vázquez Rossi, solo por citar algunos, quienes en han co-
incidido en explicar los conceptos fundamentales de los sujetos procesales para entender desde cuando se genera
el derecho a la defensa y la legitimación para todos los efectos procesales.
15 Xavier F. Andrade, Consecuencias jurídicas de los derechos del procesado derivadas de su operatividad con-
stitucional, Iuris Dictio, Revista del Colegio de Jurisprudencia de la Universidad San Francisco de Quito, Ecuador,
Año 13 vol. 15 enero-junio 2013, p. 132.
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16 Álvaro O. Pérez Pinzón, Los principios generales del proceso penal, Colombia: Publicación de la Universidad
Externado de Colombia, año 2008, p. 55.
17 Xavier F. Andrade, Ob. Cit., p. 136.
18 Véase y entiéndase a la facultad de intervenir en un proceso: Maier, Óp. cit., p. 256 – Jauchen, Óp. cit., p. 153.
19 Cfr. Pérez, p. 52.
20 La defensa positiva involucra la alegación de una de las causales de justiicación como legítima defensa, estado
de necesidad justiicante, mandato de ley, obediencia debida u orden de autoridad, consentimiento del titular del
bien jurídico, etc. La defensa negativa simplemente es la negación o puesta en duda del acto o de la responsabi-
lidad, más no del hecho.
RESPUESTA VALORATIVA DE COMPATIBILIDAD ENTRE LA TEORÍA DEL DELITO Y LA... 155
21 Sergio Medina Peñaloza. Teoría del delito, Causalismo, Finalismo, Funcionalismo e Imputación Objetiva. Mé-
xico: Ángel Editor, 2001, p. 44.
22 Id., p. 45.
23 SOSUNLAM. Derecho penal I resumen Zaffaroni. http://www.sosunlam.com.ar/index.php/envio-de-material/
material-enviado-por-usuarios/category/21-penal-1?download=26:zaffaroni (acceso: 29/01/2014).
24 Jorge Machicado, Teoría del delito. http://jorgemachicado.blogspot.com/2009/03/teoria-del-delito.html#sthash.
Er4VLcTr.dpuf (acceso: 29/01/2014).
25 SOSUNLAM, Óp. cit.
26 Puede tratarse de un resultado de lesión material, una puesta en peligro de bien jurídico o una actividad de
peligro concreto o abstracto.
27 R. Zaffaroni, A. Alagia, A. Skolar, Manual de Derecho penal. Parte General. Buenos Aires: EDIAR, 2006, p. 288.
En: Jorge Machicado. Teoría del delito. http://jorgemachicado.blogspot.com/2009/03/teoria-del-delito.html#sthash.
Er4VLcTr.dpuf(acceso: 29/01/2014).
156 IURIS DICTIO AÑO 16. VOL 17 FEBRERO- JULIO 2015
autor, con fundamentos dogmáticos muy discutidos y criticados por los de-
fensores de un derecho penal igualitario28.
En la primera ideología, se concibe a la punibilidad como exclusivo fundamen-
to de la conducta concreta del sujeto en la ejecución de un hecho previsto
como delictivo, y la sanción, a su vez, tiene como sustento solamente ese
hecho individual y no la personalidad, ni los antecedentes del autor, como
tampoco los peligros que en el futuro se esperen del mismo29. En definitiva,
se sanciona a un individuo por lo que hizo, es decir, por su conducta (acto u
omisión) y resultado. Esta es la opinión prácticamente unánime de aplicación
punitiva y criminológica de vanguardia universal.
La segunda ideología, en diferente sentido, “se basa para fundamentar la previsión
legal delictiva, la culpabilidad del imputado y la sanción correspondiente del mismo, en su
personalidad, sus antecedentes, su condición de la vida, su peligrosidad o asociabilidad”30
esto es, se da importancia y relevancia, para la sanción, a las características
individuales de la persona (in stricto sensu) frente a la sociedad, dejando de lado
al hecho o conducta perpetrada que pasan a un segundo plano, por ello, se la
denomina Derecho penal de autor. Este postulado lo sostiene y defiende una
doctrina de minoría, casi imperceptible, en razón de de la previsión legislativa
y el respeto del principio de legalidad procesal y penal.
Otro tema de discusión aún no agotado, es el de la culpabilidad o juicio sobre
esta, que también tiene corrientes de pensamiento antagónicas que la postu-
lan, fundamentan, limitan y definen. La culpabilidad, es el tercer elemento de
la estructura del delito. La culpabilidad tiene relación directa con el principio
de legalidad y la pena. En palabras de Hans Welzel31 la culpabilidad “es la re-
prochabilidad del hecho antijurídico individual”32, la autodeterminación libre,
la voluntad de resolución del hecho antijurídico y no conforme a derecho33.
Distinta posición sobre este tema, es la teoría psicológica sobre la culpabili-
dad, la cual establece que, una vez que una persona delinque, se deberá com-
probar cómo el estado psicológico en el que se hallaba se vincula al hecho
que cometió –nexo psicológico-.34 Es decir, esta ideología tiene una ostensible
28 Las escuelas de pensamientos penal y construcción del delito más reconocidas y estudiadas son, la llamada
Clásica (1881-1915) representantes: Franz von Liszt, Kirchmann, Ernst Beling, Gustav Radbruch*; Neoclásica o tel-
eológica (1907-1940) representantes: Dilthey, Karl Binding, Max Ernst Mayer, Reinhart Frank, James Goldschmidt,
Freudenthal, Edmund Mezger*; Finalista (1930 aprox.) representantes: Hans Welzel, Armin Kaufmann, Maurach,
Niese, Stratenwerth, Schaffstein, Von Weber*; y Funcionalista representantes: Günther Jakobs, Durkheim, Talcott
Parsons y Robert Melton, Claus Roxin*solo por citar unos pocos, vid. Sergio Medina Peñalosa, Teoría del delito,
causalismo, inalismo, funcionalismo e imputación objetiva, México: Ángel editor, segunda edición, año 2003.
29 Cfr. Jauchen, Óp. cit., pp. 26-27.
30 Jauchen, Óp. cit. p. 26-27.
31 Hans Welzel, Das Deusche Strafrecht, año 1965.
32 Edgardo DONNA, Derecho Penal. Parte General. Teoría general del delito III. Tomo IV, Argentina: Rubinzal
Culzoni Editores. 2009, p. 93.
33 Ibíd., p. 93.
34 Vicente P. Cabello. Psiquiatría forense en el derecho penal. Buenos Aires: Hammurabi, 2000, p. 184.
RESPUESTA VALORATIVA DE COMPATIBILIDAD ENTRE LA TEORÍA DEL DELITO Y LA... 157
35 Esteban Righi. Derecho penal. Parte general. Buenos Aires: Lexis Nexis, 2008, p. 301.
36 Edgardo Donna, Óp. cit., p. 68.
37 Ibídem, Jiménez de Asúa, L. pp. 354-355.
38 James Goldschmidt. La concepción normativa de la culpabilidad (Normativer Schuldbegriff) en Fest. Für Frank,
1930. Véase: Colección: Maestros del Derecho Penal, N. 7. Montevideo Buenos Aires: B de F Ltda., 2007, pp.
83-124.
39 Berthold Freudenthal. Schuld und Vorwurf im geltenden Strafrecht, Zugleich ein Beitrag zur Kritik des Esntwurfs
zu einem dutsschen Strafgesetzbuch von, 1919, J.C.B. Mohr, Tübingen, 1922. Véase: Colección: Maestros del
Derecho Penal, N.11, Montevideo -Buenos Aires: B de F Ltda., 2003, pp. 24-36.
40 Reinhard Frank. Über den Aufbau des Schuldbegriffs. 1907. Véase: Colección: Maestros del Derecho Penal, N.
1. Montevideo- Buenos Aires: B de F Ltda., 2004, pp. 13-25.
41 Ibídem, JIMÉNEZ DE ASÚA, L. pp. 354-355.
42 Edmund Mezger. La culpabilidad en el derecho penal. (Strafrecht; AllgemeinerTeil; 9). Universidad de Valladolid.
1956, pp. 18-19. Vid, Tirant lo Blanch. Modernas orientaciones de la dogmática jurídico-penal. Valencia: 2000, p.
52.
43 Paz M. Cuesta Aguado. Culpabilidad: exigibilidad y razones para la exculpación. Madrid: Dykinson, 2005, p. 85.
44 Ibídem, Fernández, G. p. 26.
158 IURIS DICTIO AÑO 16. VOL 17 FEBRERO- JULIO 2015
45 Hans Welzel. Um die inale Handlungslehre, Verlag J.C.B. Mohr, Tübingen 1949, p. 22; WELZEL, Aktuelle
Strafrechts-problem im Rahmen der inalen Handlungslehre, Verlag C.F. Müller, Karlsruhe, 1953, p. 15; WELZEL.
Vom Bleibenden und vom Vergänglichen in der Strafrechtswissenschaft, N.G. Elwert Verlag, Marburg, 1964, p. 19;
Welzel. Derecho penal alemán. Santiago: Editorial Jurídica Chile.
46 Edgardo Donna, Óp. cit. p. 93.
47 Esteban Righi, Óp. cit., p. 308.
48 Claus Roxin. La teoría del delito en la discusión actual. (Traducción de Manuel Abanto Vásquez). Perú: Editora
Jurídica Grijley, pp. 297-326.
49 Esteban Righi, Óp. cit., p. 309.
50 Ibíd.
51 Ibídem, Bustos R., J. p. 991.
52 Günther Jakobs. Derecho penal. (Parte general; Fundamentos y teoría de la imputación; traducción de Joaquín
Cuello Contreras y José Luis Serrano González de Murillo). España: Marcial Pons Ediciones Jurídicas S.A, pp.
593-601.
53 Esteban Righi, Óp. cit., p. 310.
RESPUESTA VALORATIVA DE COMPATIBILIDAD ENTRE LA TEORÍA DEL DELITO Y LA... 159
54 Nuria Cuadrado Gamarra. Diferencias entre los sistemas romano-germánicos (civil law) y de common law y
su repercusión en la inteligencia artiicial. http://pendientedemigracion.ucm.es/info/kinesis/comlaw.htm. (acceso:
28/01/2014).
55 Ibíd.
56 Ibíd.
57 Ibíd.
58 Ibíd.
59 Ibíd.
RESPUESTA VALORATIVA DE COMPATIBILIDAD ENTRE LA TEORÍA DEL DELITO Y LA... 161
69 Ibíd.
70 Carlos Felipe Sánchez Lugo. La teoría del Caso. http://cispa.gov.co/index.php?option=com_docman&task=doc_
download&gid=85&Itemid=34. (acceso: 29/01/2014).
71 Ibíd.
72 Ibíd.
73 Arsenio Oré Guardia y Giulliana Loza Avalos. Teoría del Caso. http://www.alfonsozambrano.com/doctrina_pe-
nal/141009/dp-teoria_caso_peru.pdf (acceso: 29/01/2014).
RESPUESTA VALORATIVA DE COMPATIBILIDAD ENTRE LA TEORÍA DEL DELITO Y LA... 163
Quien acusa debe señalar los hechos y su conexión con el autor, y la manera
cómo va a probarlos, pero fundamentalmente, la tipificación, esto es, el se-
ñalamiento del delito y sus elementos, además del grado de participación y la
pena. También debe hacerlo para desvirtuar “jurídicamente” la defensa74.
Ahora, si la defensa expone una teoría defensiva afirmativa o positiva –legíti-
ma defensa-, ésta también se encuentra obligada a justificar “legalmente” sus
requisitos jurídicos75, y la acusación debe desvirtuarlos fáctica, probatoria y
jurídicamente.
Nótese que la defensa podría, en otro sentido, solo crear una duda razona-
ble76 como tesis, o sobre el hecho, o la responsabilidad (culpabilidad) del pro-
cesado77 o sobre los elementos jurídicos del delito78.
Pero qué es lo jurídico o la base jurídica en el enjuiciamiento adversarial. La
respuesta en base del principio de legalidad se bifurca en dos aspectos.
El primer aspecto responde justamente a la teoría del delito, en cuanto a que
la propuesta jurídica de la acusación es la exposición de los elementos del
delito, esto es: I. TIPICIDAD: el tipo penal (homicidio), su tipificación (descrip-
ción de la conducta, dar la muerte), elementos objetivos (sujeto activo, pasi-
vo, núcleo, elementos normativos, etc.), elementos subjetivos (dolo culpa); II.
ANTIJURIDICIDAD: formal y material (existen o no causas de justificación); y,
III. CULPABILIDAD: imputabilidad, exigibilidad de la conducta, conocimiento
de la antijuridicidad. También es importante plantear el grado de participación
de procesado (autor, cómplice, partícipe). Finalmente, la pena y su gradación
(mínimo-máximo) de existir atenuantes o agravantes, respectivamente.
Todos estos conceptos son teóricos normativos y se revisan en la teoría del
delito y teoría de la pena. Es decir, para la propuesta jurídica, necesariamente
debe conocerse teoría, de suerte que se conciba y proponga legítimamente.
Visto desde la defensa, debe manejarse la teoría del delito para conocer y pre-
sentar una defensa afirmativa, es decir, que el acusado actuó legítimamente,
conforme lo ordena la ley, el derecho. Incluso puede presentarse una tesis de
exclusión de culpabilidad por inexigibilidad de la conducta. Error o coacción
moral, psicológica o física, son estrategias también respetables dentro de la
teoría del delito.
74 Es posible que la defensa reconozca el hecho, pero pida la mínima sanción porque ha justiicado atenuantes.
No se olvide que las atenuantes son de carácter legal y modiican notoriamente la pena. También puede darse el
supuesto en que la defensa sostenga que el procesado no es autor, sino cómplice, de manera que la pena sea del
cincuenta por ciento.
75 Los tres elementos legales de la legítima defensa son: 1. Actual agresión ilegítima 2. Necesidad racional del
medio empleado 3. Falta de provocación suiciente.
76 Dentro del sistema anglosajón es reasonable doubt: duda razonable o fundada sobre el hecho o el responsable
de tal, cuya existencia justiica dictar un veredicto absolutorio por parte del jurado.
77 Puede alegarse error de prohibición: vencible o invencible.
78 Puede exponerse error de tipo: vencible o invencible. Incluso atipicidad de la conducta por falta de algún el-
emento.
164 IURIS DICTIO AÑO 16. VOL 17 FEBRERO- JULIO 2015
del fiscal o del juez (según fuere del caso o sistema penal) y beneficiarse de
una condena “más justa” incluso la aplicación de atenuantes, lo que permite
ciertos acuerdos previos a veces cuestionables al objetivo de una persecución
criminal.
En todo caso, la mayoría de posturas frente al tema son unánimes en apun-
talar que la autoincriminación será válidamente admitida, siempre y cuando
sea libre y voluntaria, esto es, sin vulneración de la libertad física o psíquica
del acusado, vale decir, será jurídica y procesalmente valorada si es hecha sin
coacción de naturaleza alguna84. Ambos, el acusado y la coerción penal, ante
los fines del proceso, generarán siempre conflictos,85 y de esto no cabe la
menor duda.
La facultad de declaración de un acusado dentro de un proceso de naturaleza
penal, “…está conformada por dos caras de una misma moneda: por un lado, por el dere-
cho que posee para “hablar” -el cual no es otro que el derecho a ser oído; y por el otro, por
su derecho para “callar” -o bien llamado “derecho al silencio”86.
Si se toma en cuenta que en un sistema acusatorio penal la base es el juicio
oral87, entonces la declaración incriminatoria será válida siempre y cuando sea
presentada ante juez de garantías penales, para que surta efectos jurídicos
de palabra judicial, ya que ésta es prueba, y como tal, debe ser solicitada,
ordenada, practicada e incorporada en juicio, in contrario sensu, las evidencias
recogidas previamente aun cuando no sean producto de coacción moral, físi-
ca o mediante engaños, no tendrán valor probatorio alguno, si el acusado se
declara inocente o se acoge al silencio88 frente a su juez natural en audiencia.
En la mayor parte de ordenamientos se reconocen las declaraciones autoin-
criminatorias como circunstancias atenuantes de la pena, es decir, para una
rebaja en caso de sentencia condenatoria.
De lo dicho, la autoincriminación funciona como medio de defensa material y
técnica, esto es, como herramienta de ayuda a la justicia en el esclarecimien-
to de la verdad material (derecho de la víctima a conocer la verdad), denota
arrepentimiento y además beneficia en la aplicación de una pena, ya que fun-
84 Ver nota al pie 1, Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 8, número 3.
85 Cfr. Carbone, p. 188.
86 María del Mar Niño, disponible en: <http://www.ciberjure.com.pe/index.php?option=com_content&task=view&
id=3769&Itemid=26> (último acceso: 30de diciembre del año 2009). El silencio como contrapartida del lenguaje
procesal también posee su signiicación como la otra cara de la moneda, y por ende se constituye en palabra
también. El silencio y un lenguaje apropiado deinen la expresión verbal del poder, al igual que se constituyen en
una de las condiciones necesarias del arte dramático, según Tedesco. Guardar silencio es en sí mismo un acto de
comunicación humana, incluso dentro del reino animal (ritual de cazar una presa), es un arte de hablar. En: Ignacio
F. Tedesco. El acusado en el ritual judicial: icción e imagen cultural. 1era. Ed. Buenos Aires: Editores del Puerto,
2007, p. 275.
87 Alberto Bovino. Problemas del derecho procesal penal contemporáneo. 1ra. ed. Buenos Aires: Editores del
Puerto, 2005.
88 Acogerse al silencio necesariamente involucra una declaración tácita de inocencia que debe ser destruida por
la acusación oicial.
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