Don Juan y La Tradición de Comedia de Magia
Don Juan y La Tradición de Comedia de Magia
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DAVID T. GIES
University of Virginia
SD i Aunque
, & en el drama
cional
tard6
unosafiosenIlegara convertirse
mas popular del repertorio tradi-
no cabe duda de que la fuerza ar-
tistica espafiol,
de los personajes, la belleza poetica de los
versos y la profundidad religiosa de su mensaje han seducido e
inspirado a generaciones de lectores y espectadores espaholes. Sin
embargo, existe una gran diversidad de opiniones sobre su inter-
pretaci6n: los criticos no saben que hacer con este drama ni estan
de acuerdo en c6mo comprenderlo. En particular, no saben c6mo
tratar tantos elementos fantisticos (irracionales) de su contenido.
El mismo Zorrilla, afios despues del estreno, se arrepinti6 de las
"extravagancias" que habia incluido en su drama y trat6, natu-
ralmente sin 6xito, de "corregir" su producci6n para producir un
drama mis realista. Trat6 incluso de convertirlo en zarzuela
(Adams 6).
Mas que nada lo que les ha molestado a los criticos son las faltas
de buen sentido y racionalidad en que Zorrilla incurri6 al incluir
en su drama tantas escenas fantisticas e improbables como la pri-
mera del segundo acto de la Segunda Parte, cuando el Comendador
entra en el aposento de Don Juan sin molestarse en abrir la puerta
cerrada ("La estatua de Don Gonzalo pasa por la puerta sin abrirla,
"Tramoya" editada por Caldera. Ver las obras citadas de Calderone en L6pez de
mayo 1835; citado por Caldera, "La magia nel teatro romantico"
186), recurso ya clasico, como testimonia el drama de Tirso. Hasta
Hartzenbusch, que tuvo grandes exitos con sus comedias de magia,
se contradice al fingir desden por el genero: toma nota de que en
su juventud vio dos comedias de magia, "la una por curiosidad, por
equivocaci6n la otra" (citado por Caldera, "La magia nel teatro
romantico" 188). La reaparici6n del interns por la magia refleja
esta confusi6n. Como Caro Baroja nos recuerda, "la fe en la magia
y en la adivinaci6n pueden surgir en cualquier situaci6n, colectiva
o individual, en que ciertas emociones, pasiones y deseos sean muy
fuertes e imperiosos," ("Feijoo" 185). Continua:
Porque la magia, no s6lo en Europa, sino en otras partes, hace con fre-
cuencia su aparici6n fatidica junto a sentimientos de frustracibn, de in-
satisfacci6napasionada,y la clientela de magosy hechiceroses una clientela
de hombresy mujeres con grandes odios, con grandes amores,con grandes
tristezas, con grandes ansias de mando, de dinero, de venganza, pero
sin recursospropiosparasatisfacer odios,amoresy otras ansias. ("Fei-
joo" 185-86)
No tenemos mejor definici6n de la epoca romintica y es exactamente
lo que refleja la resefia de Alfredo cuando el resefiador pregunta:
"~,Sequerr4 acaso volvernos al siglo de los duendes, brujas y almas
en pena?" (citado por Caldera; "La magia nel teatro roman-
tico" 187).'
La revista El Laberinto se dio cuenta de esta estrecha relaci6n
entre el drama de Zorrilla y las comedias de magia al quejarse de
la influencia de 6sta sobre el desenlace de Don Juan Tenorio:
No podemosdar iguales alabanzasal desenlacey finaldel drama,convertido
en un juego de linterna magica con la aparici6n de tanto difunto y pro-
longado mucho mas de lo justo, hasta tocar con aquella superabundancia
de transformacionesen los excesos de las comediasde magia, hechas para
divertir al vulgo en los dias de Carnaval. (Citadopor Pefia en Zorrilla,
Don Juan Tenorio218)
Cuando analizamos Don Juan Tenorio desde esta perspectiva,
creo que se nos brinda toda una serie de nuevas posibilidades in-
terpretativas. No hay que olvidar, ademis, que Zorrilla titul6 su
obra "drama religioso-fantistico." Conquist6 el favor popular y se
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