Krieger&Jalil - Responsabilidad Civil Contractual y Extracontractual
Krieger&Jalil - Responsabilidad Civil Contractual y Extracontractual
Krieger&Jalil - Responsabilidad Civil Contractual y Extracontractual
RJEGER
JULIÁN E IL J bJ b
FDI«lmlT,UBn"
1\11AR1"JIN _ESTA
Pr6IalltJS de
AL..EJI NDRO BORDA ~ DO I 00 BEI.LU LJ - EIR.O
RESPONSABILIDAD CIVIL
CONTRACTUAL
y EXTRACONTRACTUAL
WALTER FERNANDO KRIEGER.
JULIÁN EMIL JALIL
Responsabilidad civil
contractual
y extracontractual
Funciones preventiva, resarcitoria,
compensatoria y punitiva
Soluciones prácticas para problemas concretos
Jurisprudencia aplicable
Colaborador
MART'N TESTA
Pr6Iogosde
ALEJANDRO BoRDA y DoMINGO BELLO JANEIRO
aDDo
ASTREA
BUENOS MRE.S . BOOOT A - POkTO ALECiftE
202l
Kríeger, Waltcl'" F.
Rt!spoptmbilidad civil contractualy ul7a con.tractu« 1I
Walter F. Kríeger; Julian E. JaUI
1- ed .• Ciudad Autónoma de Bueno~ Aires: ASlre8# 2021.
576 p.; 2 3)(16 cm,
ISBN 918-9S7-706-3ó2-2
A Carina L. P. Ambrosio¡
por su acampa ñamiento incondic ional.
A los pro/e SOr'(! s Luis J. R. Sáe,tz y walter Krié~fj
con quienes me formi en la docencia. universitaria en la lJ BA..
por su inmensa f,euervsidad.
A&>$letrados Fernando Yarmch, Diego Marl{,!e4 Zapata,
Francisco Schiavone, Eliana Pesaresi,
Alejo Orozco y EU81mia Sansone,
por honrarme, d(tJ a dta, con su amistad.
J. E. J.
PRÓLOGO DE ALEJANDRO BORDA*
FUNCIÓN PREVENTIVA
CARACTERIZACIÓN GENERAL
PAltrE 11
FUNCIÓN RESARCITORIA
SECCIÓN 1
rsoeu. GENERAL DB LA RESPONSABILIDAD
CIVIL DB FUENTE EXTRACONTRACTUAL
CvtruLOII
ASPECTOS GENERALES
§ 7. Plena vigencia de la causa-fuente extracontractual y
contractual del deber de resarcir H.......
u •••••••••• 21
§ 8. Fundamentos económicos de la función resarcito-
ría, Una mirada desde el análisis económico del
d~~c:llo ~~
a) La "reparación plena" en un sistema de respon-
sabilidad subjet ívo 24
b) La "reparación plena" en los sistemas de respon-
sabil idad objetiva 25
e) La dísrupclón entre la eficiencia en la función
resarcitoria y la regulación de los seguros en la
Argentina. Los casos nObarrío», "'Buffoni"y NFlo_
res" de la Corte Suprema 26
§ 9. Atenuación del concepto de antijuridi.cidad. Del
daño injustamente causado al daful injustamente
sufrido , , , "."., .•..,.".,. ...•...••..•..•.... 27
§ 10. Daño resarcible. Lesión a un derecho o interés no
reprobado por el ordenamiento jurídico 29
tNDlCE GENERAL xxv
§ 11. Consecuencias del daño u.................. 33
a) Consecuencias patrimoniales del daño .....u......... 34
1}Lucro cesante 04 .34
2) Pérdida de chance u . 36
b) Consecuencias no patrimoniales del daño .•......... 36
§ 12. Prueba del daño u . 37
§ 13. Cuantificación del daño . 38
a) Indemnización por fallecimiento de la víctima .... 39
b) Gastos necesarios para asistencia y posterior fu-
neral de la víctima 39
e) Lo necesario para alimentos del cónyuge, del con-
viviente,de los hijos menores de veintiún años de
edad con derecho alimentario. de Jos hijos inca-
paces o con capacidad restringida 40
1) La presunción de daño material ante la muer-
te y los beneficiarios de esa presunción (legiti-
mados activos) .••,...,.•..•,................................................
40
3) Inclusión de las tareas familiares o domésti-
cas dentro del campo resarcible 44
4) Adopci6n del método integral o solidario por
el Código Civil y Comercial ,.. u....................45
d) Pérdida de chance de ayuda futura como conse-
cuencia de la muerte de los hijos; este derecho
también compete a quien tenga la guarda de la
persona menor de edad fallecida .. 47
e) Cuantificaci6n de las secuelas de incapacidad ff-
Slcao
· ps f'qUlca , . 48
1) El caso "Vuoto Dalmero, Santiago y otro e!
AEG TelefunkenArgentina SAIC" 53
2) El caso "Arosteguí, Pablo M. e/Omega Asegu-
radora de Riesgosdel Trabajo SA y otro" 54
3) El caso Méndez, Alejandro D. c/Mylba SA y
U
CArinJLo DI
RESPONSABIUDAD DIRECTA
CAPÍTULO IV
RESPONSABILIDAD INDIRECTA
CvtrvLOV
RESPONSABlUDAD POR RIESGO DE LAS COSAS
O ACfIVIDADES RJESGOSAS
CArtruto VI
RESPONSABIUDAD COLECTIVA
CAPffiJLoVD
RESPONSABILIDAD
DE LAS PERSONAS JUIÚDICAS
CAP1TULo VID
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO
CAPtnJ10 IX
RESPONSABILIDAD EN LOS ACCIDENTES
DE TRÁNSITO
CArinJLo X
PROTECCiÓN DE LA VIDA PRIVADA
CAPiTlJLO XI
RESPONSABILIDAD POR ACUSACIÓN CALUMNIOSA
CAPfrnLOXn
RESPONSABILIDAD POR ~OS
AL MEDIO AMBIENTE
CAPtnn.o XIII
OTRAS FUENTES DE OBUGACIONES
y RESPONSABILIDAD CIVIL
CAPtruLO XIV
EJERCICIO DE LAS ACCIONES JUDICIALES
SEccIóN 11
RESPONSABlUDAD CONTRACTUAL
CAPfnrLo XV
CARACTERIZACIÓN GENERAL
D) OBUGAClóN DE SEGUJl.IDAD
E) CONI?XIJMD CONTRACTUAL
F) RF.s.roNs,uu:LIDAD PRECONTRACI'UAL
H)~roN~muMD~~n
§ 130. Fundamentos r.......... 321
§ 13J • Duración temporal or.... 322
CAPiTuLO XVI
CAI'fTuLo XVII
RESPONSABilIDAD DERIVADA
DE LAS RELACIONES DE CONSUMO
CArtruI.O XVDI
RESPONSABnlDAD EN LOS CONTRATOS
DE PRESTACiÓN DE SERVICIOS
CAPtruLo XIX
CAPtruwXX
RESPONSABILIDAD DE WS ESTABLECIMIENTOS
EDUCATIVOS
CAP1TvLo XXI
CAPtruLoXXII
RESPONSABILIDAD EN EL CONTRATO
DE TELEFONÍA CELVLAR
CA.PtroLo XXIU
CAPttuLO XXIV
RESPONSABILIDAD EN ESPEcrÁCULOS
PÚBLICOS O DEPORTIVOS
CArtrvLO XXV
RESPONSABILIDAD EN EL CONTRATO
DE COMPRAVENTA DE AUTOMOTORES
b) Responsabilidad
de la administradora de Jos
planes de ahorro previo 469
e) Responsabilidad de las terminales o fabricantes 469
§ 183. Responsabilidad por los defectos del producto
que causan daños al consumidor 471
§ 184. Responsabilidad por defectos del vehículo que no
causan daños a) usuario ,...... 472
CAriruLo XXVI
CAPiTuLo XXVII
FUNCIÓN PUNITIVA
CAPtrlJLO XXVIU
~il11i()~~¡r(1l
...........................................•.••.....••...•.•..••..•..••.•
~~
INTRODUCCIÓN
RESPONSABILIDAD CIVIL
FUNCIÓN PREVENTIVA
CAPÍTULO PRIMERO
CARACTERIZACIÓN GENERAL
lidad civil pues ella demostró ser eficaz para la tutela de los de-
rechos personalismos y la protección de los bienes colectivos.
CAPíTULO II
ASPECTOS GENERALES
12 Este requisito exige que la lesión recaiga sobre un interés propio (ya
sea patrimonial o moral); es decir, solamente podrá reclamar la reparación
la persona que ha sufrido el perjuicio. Ello, sin embargo, no es óbice para
destacar que el daño -aun siendo personal- puede ser -a su vez- directo o
indirecto. Es directo cuando el titular del interés afectado es la víctima del
ilícito (v.gr.,una persona que resulta lesionada en un accidente de tránsito y
reclama los perjuicios sufridos en su integridad física) y es indirecto cuando
el perjuicio propio, invocado por el demandante, deriva de una lesión a bie-
nes patrimoniales o extrapatrimoniales de un tercero; aquí el daño se pro-
duce de manera refleja o "de rebote" (par ricochet, dirían los franceses), tal
como sucede, por ejemplo, en el supuesto de homicidio en el cual la viuda y
los hijos del muerto -damnificados indirectos- pueden reclamar iure proprio
la reparación del perjuicio material y del moral derivados de la muerte de un
tercero (víctima) [HERRERA - CARAMELO - P1CASSO(dirs.), Código Civil y Comer-
cial, t. IV, p. 469].
13 Si deseamos establecer una línea de separación entre el "daño ac-
tual" y el "daño futuro", es indispensable determinar previamente en qué
momento nos debemos colocar para apreciar los daños y clasificarlos. Des-
de un punto de vista fáctico, deseamos destacar que todos los daños son una
consecuencia o efecto del hecho generador que los ha causado. La lógica
pone de manifiesto que el daño va a ser posterior en el tiempo al hecho ge-
nerador, de manera que, por veloz que sea el efecto, a punto tal que parezca
"instantáneo", se produce siempre en un momento futuro con relación a la
causa generadora. Pero no siempre el daño se produce de manera instantá-
nea, sino que -con mucha frecuencia- las consecuencias dañosas se proyec-
tan a lo largo del tiempo, a veces durante períodos bastante extensos, como
sucede en los casos de invalidez permanente.
Cuando en el terreno de lo jurídico hablamos de daños actuales", nos
11
30 CNCiv, Sala I, 7/5/2015, "S., M. M., Yotros e/M., L. G., y otros s/daños
y perjuicios", Ll.online, AR/JURIl9467/2015; JALlL,Cuantificación del daño,
p.67.
31 CApel CRivadavia, Sala A, 4/5/2015, "P., M. 1. c/C., R. A., y otros s/da-
ños y perjuicios", LLonline, AR/JUR/27817/2015.
32 CNCiv, Sala L, 4/5/2012, "Campo, Savina A. c/Cianni, Javier E. s/da-
ños y perjuicios (acc. trán. e/les. o muerte)", Ll.online, AR/JUR/26726/2012.
33 ST Jujuy, 16/5/2011, "Castro, Nilda; Chambi, María S.; Chamba, Luis
A.; Charnbi, Miguel Á. c/Martínez, Martha E.-Caja de Seguros SA s/daños y
perjuicios", Ll.online, AR/JUR/24398/2011.
ASPECTOS GENERALES 43
parámetros rectores fijados por los principios derivados de la
prudencia y la equidad, acotados por la realidad.
El fundamento de la indemnización puede sintetizarse en
la pérdida del derecho alimentario comprendido en una acep-
ción amplia. Como expone MAZEAUD, el vocablo "alimentos"
comprende todo lo indispensable para la vida de la persona
necesitada". es decir, lo que hace falta para la subsistencia,
habitación, vestuario y asistencia médica, correspondientes a
la condición del que los recibe, en la medida de sus necesida-
des y de las posibilidades económicas del alimentante. Si el
alimentado es una persona menor de edad, comprende, ade-
más, lo necesario para la educación (art. 541, Cód. Civil y Co-
mercial).
ED, 25/10/2004, p. 5; DI, 2004-3-798, con nota de GATTJ; TSS, 2004-778; LL,
200S-A-230, con nota de DESCALZI; DI, 2004-3-1094, con nota de GHERSI; Imp,
2004-B-2588; lA, 2006-IV-15; RCCC, 2016-222, con nota de CAO y GAMARRA;
Ll.online, AR/JUR/2113/2004.
41 ALFERILLO, en ALTERINI (dir.), Código Civil y Comercial, t. VIII, p. 276.
ASPECTOS GENERALES 47
expectativa de vida, entre otras) como con los damnificados
(grado de parentesco, asistencia recibida, cultura, edad, educa-
ción, condición económica y social, etc.), datos todos estos que
deben ser prudencialmente valorados por el magistrado".
d) PÉRDIDA DE CHANCE DE AYUDA FUTURA COMO CONSECUENCIADE
LA MUERTE DE WS HIJOS; ESTE DERECHO TAMBIÉN COMPETEA QUIEN TEN-
GA LA GUARDA DE LA PERSONAMENOR DE EDAD FAUEClDA. El falleci-
miento de un hijo es un daño que debe resarcirse como pér-
dida de una chance y no como daño consumado, pues lo que
se frustra a los padres es la esperanza de ayuda y sostén en la
vejez o en el momento de carencias existenciales".
No obstante lo expuesto, resarcir la pérdida de chance por
la muerte de un hijo implica hacer un juicio futuro que se sus-
tente de modo suficiente en lo que la experiencia de vida indica
que normalmente suele suceder, es decir, lo que la víctima hu-
biera brindado a sus progenitores no solo con ayuda patrimo-
nial, sino también con la cooperación en las restantes necesida-
des que apareja la ancianidad.
La pérdida de "chance" que para los padres importa la
muerte de un hijo se traduce exclusivamente en la falta de ayu-
da en la vejez o en la edad madura, cuando las posibilidades de
autoabastecimiento decrecen en los progenitores y los aportes
económicos de los hijos devienen necesarios", y resulta proce-
dente en la medida en que configure un daño cierto y actual,
consistente en la frustración de la legítima esperanza de ayuda
en el futuro.
42 CCivCom Mar del Plata, Sala 11, 30/6/2011, "Prome, Magdalena E., y
otros c/Trespando, Juan C.", Suma JUM 1/1360.
43 CCivComContAdm la nominación Río Cuarto, 26/3/2012. "Rívarola,
Adrián M. C. y Aldana M. Fogonza c/Ángel M. Aguirre, Juan A. AlIasia y 'J.
Y M. Repuestos' soco de hecho s/demanda ordinaria (expte. 473436)", LLC,
2012-453. y Ll.online, AR/JUR/600l/2012.
44 CIIICivCom, Minas. Paz y Trib Mendoza, 24/5/2008, "Fredes, Gabriel
R., y otros e/Vela Martínez, Luis M.. y otros,". LLGC, 2008-682, y Ll.online,
AR/JUR/3354/2008. Ver, también, C2"CivCom Córdoba, 19/3/2008, "Sociedad
de Beneficencia Hospital Italiano", LLC. 2008-535; JuzgCorr y de Menores n? 1
Posadas. 19/10/2007. "Maidana, Walter", Ll.Litoral, 2008-107; CNCiv, Sala M,
21/9/2007, "Parfenchuk, Ricardo N., y otro c/Transportes Metropolitanos Gral.
Roca SPi', Ll.online; CCivCom Resistencia, Sala 11, 7/7/2006, "Sena, Pedro H.,
y otra c/Marastoni, Edgar A., y/u otros", Ll.Litoral, 2006-1464.
48 FUNCIÓN RESARCITORIA
45 CCivCom Rosario, Sala 11, 17/8/2000, "D., J. L., y otro c/Rosso, Héctor
B., y otro", Ll.Litoral, 2001-718, y Ll.online, AR/JUR/3773/2000; Cl"CivCom
Mar del Plata. Sala 11, 16/11/2000, "C., P., y otro e/Clínica Mitre SRL y otro",
LLBA, 2001-340; lA, 2001-JV-611, y Ll.online, AR/JUR/3868/2000; CCivCom
Azul, Sala I. 30/1111999,"C., P. c/Gerace, Francisco, y otros", LLBA, 2000-461,
y Ll.online, AR/JUR/284/1999. entre otros, sobre todo tratándose de familias
de "escasos recursos". Ver, CNCiv, Sala J, 7/3/2007. "Sandez, Emilio M.• y
otros c/Metrovías SA y otro", Ll.online, AR/JUR/1732/2007. Entendemos que
lo que está en juego es la probabilidad de contar con la colaboración, mas no
la certeza, y que aquella probabilidad puede deducirse de las características
personales del beneficiario de la indemnización.
46 HERRERA - CARAMELO - PICASSO (dirs.), Código Civil y Comercial, t. IV,
p.469.
ASPECTOS GENERALES 49
zación por incapacidad, pese a que no sea aplicable temporal-
mente. Así lo ha entendido la Sala A de la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Civil, que sostiene que el empleo de crite-
rios matemáticos para valorar la incapacidad sobreviniente no
tiene por qué atar al juzgador, por lo que no corresponde otor-
gar a la víctima, sin más, la suma que en cada caso resulte de
la aplicación de la fórmula, sino que esta servirá simplemente
como pauta orientadora para, a partir de allí, arribar a un jus-
to resarcimiento según las circunstancias de la causa".
Desde esta arista, el judicante puede valerse del criterio uti-
lizado por el arto 1746del Cód. Civily Comercial para establecer
el resarcimiento, es decir, la determinación del capital, de modo
que sus rentas cubran la disminución de la aptitud del damni-
ficado para realizar actividades productivas o económicamente
valorables, que se agote al término del plazo en que pueda conti-
nuar realizando sus actividades.
Se advierte que la norma establece pautas para la fijación
del resarcimiento mediante la utilización de criterios matemá-
ticos que, partiendo de los ingresos acreditados por la víctima
(o de la valuación de las tareas no remuneradas, pero econó-
micamente mensurables que ella llevaba a cabo y se vio total o
parcialmente imposibilitada de continuar desarrollando en el
futuro) y computando sus posibilidades de incrementos futu-
ros, lleguen a una suma tal que, invertida en alguna actividad
productiva, permita a la víctima obtener mensualmente (entre
ese margen de beneficios y el retiro de una porción del capital)
una cantidad equivalente a aquellos ingresos frustrados por
el hecho ilícito, de modo tal que ese capital se agote al térmi-
no del período de vida económicamente activa que restaba al
damnificado".
Al respecto se precisó que, a fin de cuantificar la incapa-
cidad, cabe entender que ella consiste en un lucro cesante por
"Méndez" y "Arosteguí",
1) El caso "Vuoto, Dalmero Santiago y otro c/AEG Telefunken
Argentina SAle". En el fallo "Vuoto",la Sala III de la Cáma-
ra Nacional de Apelaciones del Trabajo dijo que el monto del
resarcimiento por daño material lucro cesante debe consistir
en principio en una suma tal que, puesta a un interés anual
del 6 %, permita un retiro periódico y se amortice en el lap-
so estimado de vida útil de la víctima. Esto puede obtener-
se por medio de la fórmula: C = a x (1- VAn)x Vi; donde VAn
(lI(l+i)"n "á' representa el retiro por período equivalente a la
disminución del salario anual provocada por la incapacidad,
un" el número de períodos cantidad de años que restan hasta
que el damnificado se halle en condiciones de obtener jubila-
ción ordinaria con haber máximo e 'T' el coeficiente de la tasa
de interés en el período 0,0655•
juicios por uso automotor (e/les. o muerte) (sin resp. est.)", LL, 2015-D-
579, con nota de MACAGNO; RCCe, 2015-151; ED, 265-136, con nota de JALIL;
DJ, 25/11/2015, p. 67; DJ, 27/0112016, p. 69, y Ll.online, AR/JUR/26094/2015;
CCivCom, Lab y Minería General Pico, 10/10/2014, "Ferretti, Mario J. c/Me-
call SRL s/accidente acción civil", Ll.Patagonia, 2015-1007, y Ll.online, AR/
JURI78866/2014; CCivCom Azul, Sala 11, 11/6/2014, "S.. A. M. e/L.. M. O., y
otro s/daños y perjuicios", LLBA, 2014-795; ReS, 2014-X-285, y Ll.online,
AR/JUR/26964/2014; TTrab n? S Quilmes, 12/3/2014, "C. M. R. e/provincia
de Buenos Aires y otro/a s/accidente de trabajo - acción especial", Ll.online,
AR/JUR/8340/2014; CLab Santa Fe, Sala 11, 26/11/2013, "Morales, Leonardo
c/Grimaldi, Carlos D., y otro s/accidente de trabajo", expte. 78/2013, f. 134,
Ll.online, AR/JUR/86556/2013.
ss eNTrab, Sala HI, 16/6/1978, "Vuoto, Dalmero Santiago y otro clAEG
Telefunken Argentina SAIC". El doctor VÁZQUEZ VIALARD dijo en ese prece-
dente que la reparación del daño material causado -en el caso de autos, fa-
llecimiento- debe estar dado por un capital, que puesto a un interés del 6 %
se amortice en un período calculado como probable de vida de la persona o
personas que tienen derecho a la indemnización, mediante la percepción de
una suma mensual similar a la que hubieran recibido de no haber mediado el
evento. Para la determinación de ese monto, se tuvo en cuenta la edad de los
actores a la fecha del fallecimiento de su hijo (61 y 59 años), por lo que, según
la expectativa de edad que correspondía a hombres y mujeres en el país, se
consideró razonable fijar en tal concepto el plazo de veinte años. En lo que
se refiere al ingreso mensual que los actores se han visto privados de percibir
54 FUNCIÓN RESARCITORIA
con motivo del deceso de su hijo (soltero, 28 años), se estimó prudente fijarlo
en el 20 % de los ingresos que este tenía, dado que, si bien con ese estado civil
podía ser uno mayor, con la perspectiva de casarse es factible que disminuye-
ra. Se tomó como base el promedio de lo percibido durante los últimos tres
meses íntegros trabajados por la víctima, suma actualizada a la fecha de la
sentencia de acuerdo con los índices del art. 276 de la LeT.
ASPECTOS GENERALES ss
nifestaciones del espíritu también integran el valor vital de los
hombres.
En ese mismo precedente la Corte Suprema señaló, tal
como lo hizo en diversos pronunciamientos vinculados con in-
fortunios laborales en el contexto indemnizatorio del Código Ci-
vil, que la incapacidad del trabajador, por un lado, suele produ-
cirle un serio perjuicio en su vida de relación, lo que repercute
en sus relaciones sociales, deportivas, artísticas, etc., y que, por
el otro, debe ser objeto de reparación, al margen de lo que pue-
da corresponder por el menoscabo de la actividad productiva y
por el daño moral, dado que la integridad física en sí misma
tiene un valor indemnizable.
Por ello, los porcentajes de incapacidad estimados por los
peritos médicos -aunque elementos importantes que se deben
considerar- no conforman pautas estrictas que el juzgador deba
seguir inevitablemente, toda vez que no solo cabe justipreciar el
aspecto laboral, sino también las consecuencias que afecten a la
víctima, tanto desde el punto de vista individual como desde el
social, lo que le confiere un marco de valoración más amplio",
3) El caso "Ménde z. Alejandro D. c!Mylba SA y otro". Casi
coetáneamente con el referenciado fallo de la Corte Suprema,
la Sala III de la Cámara Nacional del Trabajo, en el caso "Mén-
dez", formula algunas aclaraciones e introduce también algu-
nas modificaciones en el marco del método aplicado por ese
tribunal, en acatamiento a la doctrina sentada por la Corte en
el caso "Arosteguí",
En este sentido, dicha Sala consideró que toda apreciación
de la realidad, matemática o no, constituye necesariamente
una forma de reduccionismo, puesto que es imposible percibir,
representar, recordar o tomar en cuenta las infinitas condicio-
nes de cada situación o estado de cosas. El observador siem-
pre ejerce un juicio, a menudo implícito, acerca de la relevan-
cia que atribuye a ciertas condiciones, que son las que escoge
para su consideración.
RESPONSABILIDAD DIRECTA
por los efectos nocivos que no debemos causar a otros, sino por
los riesgos que no debemos imponer a otros. Reiteramos que,
de lo contrario, si el estándar se definiese por las consecuen-
cias que no se deben causar, las personas terminarían respon-
diendo por circunstancias que escapan a su control Y,por ende,
ni la fuerza mayor sería eximente.
Esta idea de que el obrar con culpa se define por la cau-
sación de riesgos que no debemos imponer a otros y no por
los resultados que no debemos causar, estaba presente en los
estudios de ROSENKRANTZ acerca de la responsabilidad civil en
la década del 9055• Por esto es que, hace años, nos habíamos
arriesgado a conjeturar que, de alguna manera, el de culpa es
entonces un concepto social -de moral social-, cuya piedra de
toque se define en función de los riesgos a los cuales los agen-
tes que conformamos una comunidad -en una geografía y en
un momento histórico determinados- estamos dispuestos a
exponernos y tolerar en nuestra vida de relación 56 • Así, dire-
mos que se procede con culpa cuando excedemos el estándar
de riesgos que estamos dispuestos a permitirnos los unos para
con los otros".
Cabría analizar cuáles son los riesgos que exceden aque-
llo que estamos dispuestos a tolerar de los demás, en los casos
de daños causados por personas menores de edad, con miras a
que sean reparados por los padres.
Para definir la culpa en la vigilancia, es menester atender
al estándar de riesgo que de ordinario estamos dispuestos a
permitirnos imponer a los demás, determinando concretamen-
te cuáles acciones esperamos que los padres lleven a cabo a fin
de minimizar la probabilidad de menoscabos de sus hijos me-
nores de edad sobre bienes de terceros.
59 Justificaba esta idea que, para las sociedades actuales, aun con las
dificultades que la temprana exposición del menor a la pauta cultural im-
puesta por los medios masivos de comunicación entraña, los padres, en el
marco de la familia, continúan siendo resorte esencial en la generación de
valores. A partir de esta noción, se reprocha al progenitor la causación del
daño derivado de la imposición de un riesgo a la comunidad: el que genera la
ausencia de énfasis en la corrección de las malas inclinaciones, único medio
para impedir perjuicios que de otra manera es poco factible evitar, aceptada
que fuera la circunstancia de que el menor sale a la calle sin la presencia fí-
sica de los padres y que ello es un riesgo comúnmente aceptado. Enefecto,
es posible avizorar que, en esta área, la correcta educación es el primer dique
oponible a la causación del daño.
RESPONSABILIDAD INDIRECTA 111
6S CCivCom Morón, Sala 11, 2417/2008, "R., L. del V., y otro c/C. S. y D.
P. S. M. y otros", LLBA, 2008-1262, y Ll.online, ARfJUR/6495/2008.
66 PUIG BRUTAU, Fundamentos de derecho civil, t. 11,vol. 11, p. 689.
118 FUNCIÓN RESARCITORIA
72 CNCiv, Sala E, 3/9/2012, "P., M. J., y otro ciA., R. A., y otros s/daños y
perjuicios", RCS, 2012-XII-149, y LLonline, AR/JUR/49062/2012.
73 CCivCom Mercedes, Sala 1, 2/12/2010, "Marzano, Claudio A., y otro el
Cardinale, Ovidio O., y otros", Ll.online, AR/JUR/81506/2010.
74 Cl"CivCom San Nicolás, 4/11/2010, "ChoiGabYeol y otra e/Club
Pescadores y Náutica de San Pedro", RCS, 2011-V-152, y Ll.online, ARI
JUR/8127S/2010.
RESPONSABILIDAD INDIRECTA 121
2 En este sentido, el art. 1113del Cód. Civil disponía que, en los supuestos
de daños causados con las cosas, el dueño o guardián, para eximirse de res-
ponsabilidad, debía demostrar fehacientemente que de su parte no había habi-
do culpa. Aunque, vale decir, escasamente se evidencian casos jurisdiccionales
resueltos por la idea de daños con la cosa en la jurisprudencia de nuestro país.
3 A este supuesto se refería el arto 1113 del Cód. Civil cuando señalaba
que, "si el daño hubiere sido causado por el riesgo o vicio de la cosa, solo se
eximirá total o parcialmente de responsabilidad acreditando la culpa de la
víctima o de un tercero por quien no debe responder". Con relación a este
dispositivo, explicaba ÁLVAREZ que la doctrina mayoritaria distinguía la con-
vivencia en el artículo de dos realidades totalmente diferentes. Por un lado,
se encontraban los daños causados "con" la cosa, con sustento en la interpre-
tación del párr. 2°, parte primera, y, por otro lado, los daños causados "por el
riesgo o vicio de la cosa", sobre la base del párr, 2° in fine. Asimismo, men-
cionaba que la jurisprudencia también había realizado la diferenciación y ob-
servó que, "cuando el daño es causado por el hecho activo de una cosa que
normalmente no ofrece peligro, sea por su propia naturaleza o por el uso que
se le dé, es de aplicación la primera parte del agregado al art. 1113 del Cód.
Civil. En cambio, el daño se considera causado por el riesgo o vicio de la
cosa si fue producido mediante el empleo de una cosa que por Su naturaleza,
estado o modo de utilización engendra riesgos a terceros, por la cual quedan
incluidos dentro del último párrafo del artículo citado los dafios causados por
ciertas actividades peligrosas que se realizan mediante el empleo de cosas
riesgosas" (ÁLVAREZ, Análisis e interpretación del arto 1113 c.e. y su aplicación a
los incendios en los campos de la provincia de La Pampa, Ll.Patagonia, 2006-7).
RESPONSABILIDAD POR RIESGO DE LAS COSAS O ACTIVIDADES RIESGOSAS 129
te la prueba del hecho de la víctima, de un tercero por quien
no deba responder, el caso fortuito o la fuerza mayor (arts.
1729, 1730 y 1731,Cód. Civil y Comercial).
RESPONSABILIDAD COLECTIVA
7 TRIGOREPRESAS
- LOPEZMESA,Tratado de la responsabilidad civil, t. VI,
p.61.
8 "Gestalt" es una palabra alemana que quiere decir conjunto, configu-
ración, totalidad o "forma", y dio nombre a una escuela de psicología que in-
terpreta los fenómenos como unidades organizadas, estructuradas, más que
como agregados de distintos datos sensoriales. La Gestalt, que ha hecho un
sustancial aporte al estudio del aprendizaje, la memoria, el pensamiento y la
personalidad y motivación humanas, surgió en Alemania, pero se trasladó a
los Estados Unidos de América en los años treintas del siglo pasado, cuando
allí se refugiaron los psicólogos alemanes WERTHEIMER, KÓHLER y KOFFKA, que
encontraron eco receptivo en su visión de quitarle énfasis al análisis, como
detrimento de los valores humanos. La influencia de filósofos como KANT,
MATCH y HÜSSERL sobre el pensamiento de los psicólogos de la Gestalt fue
considerable.
La frase "el todo es más que la suma de las partes" es propia de la psi-
cología de la Gestalt alemana. Hacia 1920,KHÓLER, BERNHEIM y KOFFKA desa-
rrollaron esta vertiente de la psicología que se oponía a la psicología estruc-
turalista que justamente planteaba esta idea de que el todo era la suma de las
partes. Para hacerlo sencillo, la idea del estructuralismo es la siguiente: si
yo sumo todos los sistemas del cuerpo humano, obtengo un ser humano. La
Gestalt le dice no; si yo sumo todos los sistemas solo obtengo un montón de
tripas arrojadas sobre la mesa; pues el todo es más que la suma de las par-
tes. Es decir, cada parte tiene sus propiedades individuales, pero, al formar
un todo, este tiene propiedades distintas de las que tenían las partes que lo
integran. Otro ejemplo más cotidiano: si yo digo que la familia es la suma
de las personalidades de sus integrantes estoy cometiendo la típica falacia es-
tructuralista. La Gestalt dirá que las personalidades individuales, al formar
la familia, tienen conductas que no tenían por separado; o sea que, al confor-
mar un sistema, sus integrantes no pierden sus propiedades, pero funcionan
de forma distinta por el bien del todo. Esa sería la idea que, de hecho, ha in-
fluenciado muchas psicologías contemporáneas como, por ejemplo, la psicolo-
gía sistémica que se utiliza para la psicoterapia de parejas, familias, organiza-
ciones, grupos, etc. (CASTANEDO, Grupos de encuentro en terapia Gestalt, p. 77).
148 FUNCIÓN RESARCITORIA
en España existe una satisfacción general -expresada por boca de los más
autorizados autores- acerca de la responsabilidad del Estado, no existe igual
sentimiento en los Estados Unidos de América (BIANCHI, Panorama actual de
la responsabilidad del Estado en el derecho comparado, LL, 1996-A-922).
8 GARCIA MÁYNBZ, Introducción al estudio del derecho, p. 103.
9 TRIGO REPRESAS - LÓPEZ MESA, Tratado, t. IV, p. 14; JAl.IL, Derecho de daños
aplicado. Asimismo,JALll, Tratado de la responsabilidad civil; Supuestos especia-
les de responsabilidad civil contractual, t. 11, y Responsabilidad civil del médico.
10 P¡CASSO, Responsabilidad del Estado por inexactitudes registrales, lA,
2000-1-826.
11 HITTERS, Responsabilidad del Estado por error judicial, LL, 2003-F-1070.
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO 167
tado nacional debido al suicidio de un penitenciario (se ahorcó con una sába-
na), puesto que, de las pruebas de la causa, surgió que el Servicio Penitencia-
rio habís actuado con total diligencia, arbitrando los medios necesarios para
tratar el padecer psicológico del interno, y no podía irnputársele a aquel res-
ponsabilidad por un acto voluntario de este, máxime cuando el detenido se
quitó la vida con un elemento que no era extraño a los objetos vitales para su
estadía (CNContAdrnFed, Sala 111,19/12/2007, "Sosa, Nimia J. e/Estado na-
cional", DJ, 28/5/2008, 235, con nota de PRÉVÓT, y DJ, 2008-11-235). Algunos
autores han advertido una predisposición en el espíritu legislativo de VÉLEZ
SÁRSFIELD al suprimir ciertas frases que existían en la fuente original del arto
1112, contrapartida de la atribución subjetiva de responsabilidad; ello lo ad-
vierte BONPLAND, quien se pregunta ¿qué quiso modificar con ello VÉLEZSÁRS-
FIELD? El autor responde a este cuestionamiento sosteniendo que cuando
el codificador prescribió que los hechos y las omisiones de los funcionarios
por no cumplir sino de una manera irregular sus obligaciones legales "son
comprendidas en las disposiciones de este Título" (que se denomina "De las
obligaciones que nacen de los hechos ilícitos que no son delitos") sin remitir
a la aplicación del arto 1109,como lo hicieron AUBRY y RAU,quiso apartarse de
la solución antedicha, incluyendo tales supuestos en una disposición especial
y novedosa para su tiempo que responsabilizara al Estado por las faltas de
sus funcionarios, máxime cuando debía superar el obstáculo que significaba
el viejo art. 43 del Cód. Civil [BONPLAND, Responsabilidad extracontractual del
Estado (análisis exegético de las citas del codificador al artículo 1112 del Código
Civil), LL, 1987-A-779].
39 Como dice RlTTO,se consideró que el funcionamiento anormal se re-
fería a una responsabilidad subjetiva, es decir, a una actuación dolosa o cul-
posa de personas concretas (Un fallo ejemplíficador sobre la responsabilidad
del Estado por omisión. A mayor responsabilidad del Estado, mayor seguri-
dad jurídica, LLC, 2007-138). En este sentido, UGOLlNI explica que, en el año
1933, en el caso "Devoto", la Corte estableció la responsabilidad del Estado
sobre la base de un factor de atribución subjetivo e indirecto, es decir por
culpa de los agentes públicos y dada su condición de empleados, aplicando
los arts. 1109 y 1113 del Cód. Civil (se trató de un incendio provocado por
empleados del telégrafo que dejaron un brasero encendido mientras estaban
trabajando en un campo de Devoto). Pocos años después, en 1938, nueva-
mente la Corte se expidió en el caso "Ferrocarril Oeste e/provincia de Buenos
Aires" y entendió responsable al Estado por error en la emisión de un certifi-
cado del Registro de la Propiedad Inmueble, sosteniendo que existía falta de
servicio, con fundamento en el arto 1112 del C6d. Civil, pero manteniendo el
factor de atribución indirecto, aplicando el art. 1113 por la culpa del funcio-
nario dependiente (UGOLlNI,La responsabilidad del Estado en la actual juris-
prudencia de la Ciudad de Buenos Aires, LL, 2008-F-995).
180 FUNCIÓN RESARCITORIA
actividad de los órganos o funcionarios del Estado realizada para los fines
del desenvolvimiento de las entidades de las que dependen ha de ser conside-
rada propia de estas, que deben responder de modo principal y directo por
sus consecuencias dañosas (CSJN, 18/12/1984,"Vadell, Jorge F. c/Provincia
de Buenos Aires", LL, 1985-B-3). No obstante ello, en varios precedentes se
acudió a la idea de culpa, para condenar o eximir de responsabilidad al Esta-
do, con sustento principalmente en la idea de culpa in eligendo o in vigilando,
por lo que concluimos que el criterio aún no es unánime, es decir, la respon-
sabilidad indirecta del principal por la de sus dependientes (CNCivCornFed,
Sala 1, 27/6/1996,LL, 1997-B-224;íd., Sala 111,18/8/1993,LL, 1994-A-411;íd.,
íd., 15/4/1997, LL, 1998-C-20l).
42 MOSSET ITURRASPE, Visión iurisprivatista de la responsabilidad del Esta-
do, "Revista de Derecho de Daños", 2000-9-15. En igual sentido se pronun-
cia BUSTAMANTE ALsINA, para quien el art. 1112del Cód. Civil, que se refiere a
la responsabilidad de los funcionarios públicos por el ejercicio irregular de
sus funciones, en coordinación con la señalada responsabilidad del Estado,
es fundamento bastante para atribuir a este último una responsabilidad di-
recta, habida cuenta de que el funcionario actúa como órgano de este, y ob-
jetiva a la vez, pues se configura esa responsabilidad por la falta de servicio
en que incurre el agente [Responsabilidad civil del Estado nacional por falta
de servicio (acto ilícito) de un agente policial, LL, 1997-B-224]. Siguiendo este
orden de ideas, explica BOTASSI que la responsabilidad del Estado en su for-
ma tradicional, dejando de lado la moderna concepción de la responsabilidad
por conducta lícita que resulta ajena a nuestro tema, se apoya en la existen-
cia de una "actividad" estatal irregular, que acarrea una responsabilidad di-
recta -y no refleja, a causa de la conducta del agente-dependiente- y objetiva
-ajena a la consideración del dolo o negligencia del funcionario- (Responsa-
bilidad del Estado por omisión, "Anales",año 3, n° 36, 2005, p. 6 a 9). Una
autorizada parte de la doctrina encuentra el fundamento de este tipo de res-
ponsabilidad en el arto 1113,parte primera, consagrando de esta manera una
responsabilidad indirecta y no directa; por nuestra parte, creemos, siguiendo
la posición mayoritaria, que por razones de buena administración de justi-
cia en orden a la realización del valor "seguridad jurídica", y por el respe-
to que merece la apropiada y bien fundada doctrina jurisprudencial del más
alto tribunal de justicia de la Nación, los tribunales inferiores deben adoptar
uniformemente el valioso precedente del caso "Vadell, Jorge F. clProvincia
de Buenos Aires" (18/12/1984, LL, 1985-B-3),que reconoce la responsabilidad
182 FUNCIÓN RESARCITORIA
extracontractual directa y objetiva del Estado, por el daño que cause a ter-
ceros el ejercicio irregular de las funciones de sus órganos o agentes -falta
de servicios- (cfr. BUSTAMANTE ALSINA,¿La responsabilidad extracontractual del
Estado es indirecta y subjetiva o directa y obietivar, LL, 1998-C-20l).
43 MOSSETITURRASPE - KEMELMAJERDE CARLUCCI - PARELLADA, Responsabili-
dad de los jueces y del Estado por la actividad [udicial.
44 BARRAZA - BARRAZA,Responsabilidad del Estado por error judicial, LL,
2006-B-182.
45 TAWIL,La responsabilidad del Estado y de los magistrados y funciona-
rios judiciales por el mal funcionamiento de la administración de justicia, p. 72.
46 Con anterioridad a la sanción del Código Civil y Comercial, la respon-
sabilidad resultante del déficit de servicio se sustentaba en el hecho de que
el Estado es una persona jurídica de carácter público (arts. 32 y 33, inc. 1,
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO 183
§ 65. CONDUCTA OMISIVA. - Como regla general y a la luz de
nuestra sostenida jurisprudencia e incluso del espíritu de la ley
26.944, debe entenderse que la inactividad administrativa no es
generadora de responsabilidad salvo cuando una obligación le-
gal expresamente impone el deber de actuar".
Sin embargo, en ciertas ocasiones se dan hechos que ca-
recen de la acción debida cuando la circunstancia lo requiere.
En tal sentido, la doctrina sostiene que no se hizo lo que debe-
ría haberse hecho, o que se ha incurrido en omisión, porque no
se llevó a la práctica el comportamiento esperado".
La responsabilidad del Estado por omisión se basa en el
principio de la igualdad ante las cargas públicas y que el Es-
tado somos todos y tenemos derecho a exigir su poder de po-
3 CCivComAzul, Sala 11, 8/9/2015, "D. B., A. e/A., L. C., y otros s/dere-
chos personalísimos y acumulada", ED, 265-313; ReS, 2016-1-145, y LLonli-
ne, AR/JUR/39176/2015. Cfr. JALIl,Derecho de daños aplicado, y Tratado de la
responsabilidad civil, t. I.
4 TFam Forrnosa, 17/2/2017, "T., A. E. e/L., C. M. s/violencia familiar",
LL, 2017-C-323, y Ll.online, AR/JUR/2393/2017.
5 JuzgCiv Personas y Fam 1" nominación Tartagal, 29/11/2016, "P. J. A.
ciPo J. 1. s/declaración judicial de abandono y consecuente estado de adopta-
bilidad", Ll.online, AR/JURI7767S/2016.
PROTECCIÓN DE LA VIDA PRIVADA 201
Se sostuvo, en otra ocasión, que la sentencia que ordenó
cautelarmente a dos buscadores de internet bloquear los resul-
tados de búsqueda que vincularan a la accionan te con la totali-
dad de páginas de contenido pornográfico que no hubiese auto-
rizado debía modificarse y, en su lugar, correspondía limitar la
medida a los sitios que fueran expresamente denunciados por
aquella; ello en razón de una adecuada ponderación de los de-
rechos constitucionales en tensión".
También se resolvió en un caso que, tratándose de conte-
nidos lesivos del derecho a la intimidad publicados en internet,
era al peticionario a quien correspondía individualizar las di-
recciones -url- cuyo acceso mediante el buscador pretendía
bloquear con carácter cautelar, pues una solución contraria
tendría por consecuencia que el alcance de la medida dificulta-
se su eficaz cumplimiento y, a la vez, fuera susceptible de afec-
tar derechos de terceros'.
Se consideró, en otro precedente, que la afectación del ho-
nor del demandante había sido constatada, dado que no existía
relación alguna entre la imagen del actor inserta en el artículo
y el hecho allí informado, y precisamente en esa discordancia
consistía el descrédito y perjuicio personal del accíonante, lo
que a su vez se agravaba por tratarse de una publicación en
uno de los medios de mayor circulación a nivel local".
A su vez, la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones
en lo Civil resolvió que el sitio de internet no era responsable
por la publicación indebida de fotografías del hijo menor de la
actora sin su autorización expresa, dado que, si bien el arto 31
de la ley 11.723prohíbe la publicación de los retratos fotográfi-
cos de las personas sin su consentimiento, una de sus excepcio-
nes se configura cuando se relaciona con acontecimientos de
interés público o que se hubieran desarrollado en público como
lo es una caminata solidaria con fines altruistas de la cual par-
ral del pleito debe ser realizada con especial estrictez, por lo que es preci-
so demostrar, con alguna evaluación científica, la efectiva contaminación o
degradación según los términos de la ley general del ambiente del recurso
ambiental interjurisdiccional: esto es, la convicción al respecto debe necesa-
riamente surgir de los términos en que se formule la demanda y de los estu-
dios ambientales que la acompañen, lo que permitirá afirmar la pretendida
interjurisdiccionalidad o, en su defecto, aportando alguna otra evidencia que
demuestre la verosímil afectación de las jurisdicciones involucradas (CSJN,
17/4/2012,"Comunidaddel Pueblo Diaguita de Andalgalá c/Provincia de Ca-
tamarca s/amparo ambiental", LL, 8/5/2012; LL, 11/5/2012,y LLonline. ARf
JUR/8293/2012.y dictamen de la procuradora fiscal que la Corte, por mayo-
ría, hace suyo). A esta característica ya había aludido en CSJN, 25/9f2007,
"ASSUPAe/provincia de San Juan", Fallos, 330:4234.
El límite presunto del perjuicio al ambiente producido por el factor degra-
dante que lo genera: al respecto, no se vislumbra prima facie que el factor de-
gradante pueda afectar al ambiente más allá de los límites del Estado local en
donde se generó (CSJN, 8/4/2008,"AsociaciónArgentina de AbogadosAmblen-
talistas e/provincia de Buenos Aires y otros", Ll.online, AR/JUR/1694/2008).
La migración de los recursos: teniendo en cuenta que la indiscutible mi-
gración de los cursos de agua, y de elementos integrados a ella como conse-
cuencia de la acción antrópica, no son datos suficientes para tener por acre-
ditada la interjurisdiccionalidad y la jurisdicción federal pretendida [CSJN,
4/7/2006. "Asociación Civil para la Defensa y Promoción del Medio Ambiente
y Calidad de Vida c/San Luis, provincia de, y otros s/amparo (daño ambien-
tal)". Fallos, 329:2469]. Si bien la interdependencia es inherente al ambiente,
y sobre la base de ella podría afirmarse que siempre se puede aludir al carác-
ter interjurisdiccional referido, para valorar las situaciones que se plantean
no debe perderse de vista la localización del factor degradante, y resulta cla-
ro que dicho factor. en el caso de existir, se encuentra en un lugar determina-
do. más allá de la movilidad que se le pueda atribuir a los elementos natura-
les contaminados [CSJN, 25/9/2007,"Assupa e/San Juan, provincia de, y otros
s/daños y perjuicios (daño ambiental)", Fallos, 330:4234].
La correspondencia de la cuestión planteada con el poder de policía local:
el planteamiento se vincularía con el ejercicio del poder de policía ambien-
tal que, en principio, está regido por el derecho público local y corresponde a
la competencia de las autoridades locales (CSJN, 17/4/2012,"Comunidad del
Pueblo Diaguita de Andalgalá e/Provincia de Catamarca s/amparo ambiental",
del dictamen de la procuradora fiscal que la Corte, por mayoría, hace suyo,
LL, 8/5/2012;LL, 11/5/2012,y Ll.online, AR/JUR/8293/2012). Ver, en igual
sentido, CSJN, 25/9/2007,"Assupa e/San Juan, provincia de, y otros s/daños
234 FUNCIÓN RESARCITORIA
ambientales, especialmente el suelo, agua y aire, hayan sido afectados con tal
magnitud que permita sostener que, en principio, se configure la afectación
interjurisdiccíonal que requiera el art. 7(),párr, 2(),de la ley 25.675 (CSJN,
12/12/2006, "Valente, Estela c/Johnson & Son de Argentina SAIC", Ll.online,
AR/JUR/12036/2006, res. suscripta por los jueces PETRACCHI, HIGHTON DE No-
LASCO, FAYT,MAQUEDA y LORENZETTI). Ver el desarrollo de estas ideas en CApel
Puerto Madryn, "Chardin Vizioli, Ornar E. c/Aluar Aluminio Argentino SAIC
y/u otros s/daños y perjuicios", expte. 123/2012.
27 GALLO CURIA, Principios de precaución. Instrumentos jurídicos de ges-
tión de riesgos, "Revista de Derecho Ambiental", n" 56, oct.-díc. 2018, p. 143.
236 FUNCIÓN RESARCITORIA
otro", LL, 2011-B-213; LLBA, 2011-417; DI, 14/09/2011, p. 14, con nota de BE-
RlZONCE, LLBA, 2011-868, con nota de VIOLA, y Ll.online, AR/JUR/90169/2010;
FERNÁNDEZ MADERO, La contaminación en la actividad fabril, LL, 2006-A-972;
RODRíGUEZ SALAS,Daño, riesgo y seguros ambientales, ReS, 2011-111-52;PE-
LLE- VERNETT), Daño ambiental colectivo en la ley 25.675. Ley general de me-
dio ambiente, DI, 2004-3-1205.
30 CCivCom Rosario, Sala 11, 22/11/1978, "B. de L., M. E.• y otros e/S.
P. S. A.", y Ll.online, AR/JUR/1802/1978. Ver similar tesitura en CNCom,
Sala D, 15/2/2007, "Recupero Energético SA c/Camuzzi Gas Pampeana SA y
otros", LL, 2007-C-234, con nota de OTAEGUI; LL, 2007-C-595, con nota de TE-
NAGLIA; LL, 2008-B-316, YLl.online, AR/JUR/143/2007.
31 CSJN, 26/6/1984, "Canesco, Humberto, y otros c/Elma SA", Fallos,
306:736.
32 FALSO,"El rol del derecho ante la incertidumbre científica en los
casos ambientales" en CAFFERATIA (dir.). Summa ambiental. p. 1255. Ver el
desarrollo de todas estas ideas en CApel Puerto Madryn, "Chardin Vizioli,
Ornar E. e/Aluar Aluminio Argentino SAle y/u otros s/daños y perjuicios",
238 FUNCIÓN RESARCITORIA
expte. 123/2012. Ver, asimismo, JALlL, La prevención del daño ambiental me-
diante la aplicabilidad de medidas cautelares precautorias, ReS, 2014-IV-199, y
Ll.online, AR/DOC/602/2014.
CAPÍTULO XIII
OTRAS FUENTES DE OBLIGACIONES
Y RESPONSABILIDAD CIVIL
fallecido, más allá de que pueda ser más intenso (o no, depen-
de el caso) entre quienes convivan Ello vulnera el arto 16 de la
Constonacional (principio de igualdad).
Existe una discriminación irrazonable" al negar legitima-
11
RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL*
CAPÍTULO XV
CARACTERIZACIÓN GENERAL
A) ASPECTOS INTRODUCTORIOS
D) OBLIGACIÓN DE SEGURIDAD
E) CONEXIDAD CONTRACTUAL
F) RESPONSABILIDAD PRECONTRACTUAL
H) RESPONSABILIDAD POSCONTRACTUAL
a)
RÉGIMEN DE cLAUSULASABUSIVAS DE LOS ARTlcuws 988 y 989
DEL CÓDIGO CIVIL y COMERCIAL. El art. 988 del Cód. Civil y Co-
mercial entiende que son abusivas las cláusulas insertas en un
contrato de adhesión en los siguientes casos:
1) Las cláusulas que desnaturalicen las obligaciones del
predisponente (texto tomado de la Secc. 307, BGB).
2) Las que importen una renuncia o restricción a los dere-
chos del adherente, o amplían derechos del predisponente que
surgen de normas supletorias (síntesis de los contenidos de las
Seccs. 308 y 309, BGB).
3) Las que por su contenido, reducción o presentación no
son razonablemente previsibles (Secc. 305, Subsecc. e, BGB).
Por otro lado, luego de señalar, en forma no taxativa a
nuestro criterio, los supuestos de cláusulas abusivas, el Có-
digo Civil y Comercial brinda pautas de interpretación en el
art.989.
La regla referida, con alguna diferencia respecto del texto
de la Secc. 306 del BGB, remite a la potestad judicial de in-
tegrar el contrato cuando se encuentren cláusulas abusivas y
establece la posibilidad de la revisión por parte del juez del
contenido de la cláusula aun cuando haya existido autorización
administrativa.
A partir de las reglas señaladas, podemos efectuar un aná-
lisis de la aplicabilidad del sistema en cada uno de los grupos
de contratos que trae el Código Civil y Comercial.
b)
EXTENSIÓN DE LOS ARTicULOS 988 y 989 DEL CÓDIGO CNlL y
COMERCIAL A LOS CONTRATOS PARITARIOS. Como lo hemos señala-
do, el BGB alemán, en una modalidad similar a la elegida por
nuestro legislador, reguló el régimen de cláusulas abusivas en
el marco de los contratos por adhesión en las Seccs, 305 a 310.
Tomamos además como cierto que dicho plexo normativo es la
fuente de nuestros arts. 988 y 989 del Cód. Civil y Comercial.
Por otro lado, la doctrina ha sido coincidente en sostener
que las cláusulas de un contrato paritario pueden ser conside-
radas abusivas por la existencia de un abuso del derecho y que
su revisión se sustenta en el principio general de la buena fe.
Así dadas las cosas, al leer la Secc. 310 del BGB, se observa
que se excluyen de la aplicación de ciertas normas -no todas-
los contratos de adhesión suscriptos entre empresas.
RESPONSABILIDAD DERIVADA DEL RÉGIMEN DE CLÁUSULAS ABUSIVAS 329
Las normas excluidas son las Subseccs. 2 y 3 de la Secc.
305 y los contenidos de las Seccs. 308 y 309. Las Subseccs. 2
y 3 de la Secc. 305 regulan la validez y la forma de incorpora-
ción de cláusulas predispuestas a un contrato. Por su parte,
las Seccs. 308 y 309 regulan las cláusulas abusivas que podrán
ser consideradas válidas luego de una revisión judicial (Secc.
308) y las cláusulas abusivas que no podrán ser aceptadas ni
aun con revisión (Secc. 309).
Estas exclusiones normativas de ningún modo presuponen
una indefensión del empresario en la suscripción de un contra-
to de adhesión, sino que remiten a dos normas generales con-
tenidas en la Secc. 307 del BGB; la primera es que podrán ser
consideradas abusivas las cláusulas que generen ventajas al
predisponente en forma contraria al principio de la buena fe,
situación que puede configurarse cuando una estipulación re-
sulta poco clara o incomprensible; la segunda, que la inclusión
de algunas de las cláusulas enunciadas en las Seccs. 308 o 309
también podrá ser abusiva cuando ello no obedezca a los usos
y costumbres comerciales.
Podemos señalar que existen en el derecho alemán supues-
tos especiales de interpretación de las cláusulas abusivas en los
contratos de adhesión entre empresas, fundado ello, principal-
mente, en el principio general de la buena fe.
Sostenemos, además, que en los contratos de adhesión em-
presariales la limitación de la autonomía de la voluntad se ma-
nifiesta de manera diferente, dado que el empresario, al mo-
mento de adherir, hace todo un análisis de conveniencia o no
del negocio que los individuos no hacen.
Desde esta perspectiva, es evidente que no es lo mismo la
situación de un sujeto que adhiere a un contrato de franquicia
para constituirse en franquiciado que un individuo adhiriendo
en el marco de un contrato de consumo.
También cabe destacar que la solución que se impone en
estos supuestos es la de la Secc. 306, ello es, el juez debe inte-
grar el contrato, salvo que el cumplimiento de las obligaciones
luego de la integración derive en un resultado disvalioso para
las partes.
Ambas soluciones, evaluar las cláusulas contractuales en
función del principio de buena fe y la potestad del juez de in-
330 FUNCIÓN RESARCITORIA
§ 141.
RESPONSABILIDAD POR pRACTICAS A.BUSIVAS EN EL ANTE-
PROYECTO DE LEY DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR. - Sin perjuicio de
que el Anteproyecto de ley de defensa del consumidor de 2018
engloba en sus arts. 19 a 27 como "prácticas abusivas" tanto
aquellas que encuadran en dicho concepto (ver § 135) como
las prácticas ilícitas, resulta interesante el texto del arto 27 de
dicho Anteproyecto, dado que importa algunas responsabili-
dades, cuando menos novedosas, en el ámbito del derecho del
consumo.
En este sentido, entendemos que la norma proyectada re-
sulta esclarecedora de algunas cuestiones y, si bien en su so-
lución podría ser idéntica a aplicar las normas ya vigentes, en
su regulación específica entendemos -y esperamos- remove-
rá las reticencias a su aplicación.
Resulta ejemplo de lo señalado lo referido en la primera
parte del arto 27 en relación con que el consumidor podrá recu-
rrir, en caso de padecer alguna práctica abusiva o ilícita, tanto
a la función preventiva como a la resarcitoria o a la punitiva de
acuerdo con el caso concreto que se plantee.
Por otro lado, resulta interesante la excepción que se plan-
tea a la exclusión de los profesionales liberales de la aplicación
de la ley de defensa del consumidor -que la norma mantiene-,
extendiendo la responsabilidad en forma solidaria a los profe-
sionales que sean utilizados para la realización de alguna prác-
tica abusiva.
Esta solución parece atinada -por ejemplo- para poner
coto a los abusos en las cobranzas extrajudiciales, pues ciertos
estudios jurídicos que adquieren carteras de deudores incobra-
bles pretenden obtener el pago de deudas prescriptas mediante
la intimidación a los deudores ya liberados, amedrentando con
embargos y ejecuciones que nunca se iniciarán y pretendiendo,
RESPONSABILIDAD DERIVADA DEL RÉGIMEN DE CLÁUSULAS ABUSIVAS 3S 1
además, percibir intereses usurarios por el "refinanciamiento"
de la deuda.
Trae, además, en su último párrafo, algunas especificacio-
nes en relación con las sanciones punitivas de las que nos ocu-
paremos más adelante (ver § 184y 185).
CAPÍTULO XVII
RESPONSABILIDAD DERIVADA
DE LAS RELACIONES DE CONSUMO
a)
INCUMPLIMIENTO DE LA OFERTA. SOliDARIDAD DE LA CADENA DE
COMERCIAliZACIÓN. El art. 10 bis de la ley de defensa del consu-
midor es claro respecto de las acciones que posee el consumi-
dor tanto frente al incumplimiento de la oferta como del con-
trato en sí mismo, estableciendo lo siguiente: "Incumplimiento
de la obligación. El incumplimiento de la oferta o del contrato
por el proveedor, salvo caso fortuito o fuerza mayor, faculta al
consumidor, a su libre elección a:
a) Exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siem-
pre que ello fuera posible.
b) Aceptar otro producto o prestación de servicio equiva-
lente.
c) Rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo
pagado, sin perjuicio de los efectos producidos, considerando
la integridad del contrato.
Todo ello sin perjuicio de las acciones de daños y perjui-
cios que correspondan".
Cabe señalar que la primera diferencia sustancial del régi-
men de los contratos de consumo respecto del de los contratos
paritarios es que dará iguales remedios frente a la inejecución
del contrato en sí mismo como ante el incumplimiento de los
contenidos de la oferta previa al contrato. Esta solución resul-
ta coherente; la oferta es parte integrante del contrato y, por
lo tanto, sus términos obligan al oferente con la misma fuerza
que las cláusulas contractuales. Este remedio exige, además,
la existencia de una concordancia entre el contenido de la ofer-
ta y el contenido del contrato, y el consumidor quedará habili-
tado a accionar frente a la existencia de alguna discordancia
que en algún modo lo perjudique.
A su vez, el texto del art. 10 bis de la ley de defensa del
consumidor es asimilable al del arto 730 del Código Civil y Co-
mercial, pues redundan en las mismas posibilidades según los
incs. a y e de ambas normas; o bien obtener el cumplimiento
forzado de la obligación prometida (inc. a), o bien rescindir el
contrato (inc. e).
La diferencia sustancial entre los incs. b de ambas nor-
mas radica en la imposibilidad del consumidor de procurar
la ejecución de la prestación por otro proveedor a costa del
primero.
RESPONSABILIDAD DERIVADA DE LAS RELACIONES DE CONSUMO 355
Claramente, el legislador ha tenido como objeto la realidad
del tráfico comercial y, a fin de evitar situaciones abusivas, no
le ha otorgado el derecho al consumidor de obtener la ejecu-
ción de la obligación por otro, sino que, en su lugar, le ha dado
el derecho a exigir un producto o servicio similar al que se le
está incumpliendo.
A su vez, tal como lo dijimos con anterioridad (ver § 114),
el ejercicio de la facultad resolutoria frente al incumplimien-
to de la oferta no requiere de "esencialidad" en el incumpli-
miento, aunque dicha facultad no podrá ser ejercida en forma
abusiva.
En otro orden de cosas, se advierte en los repertorios juris-
prudenciales que se ha venido planteando la solidaridad de los
integrantes de la cadena de comercialización ante los supuestos
de incumplimiento contractual, invocando el arto 40 de la ley
24.240. Tales planteos han sido acertadamente desestimados
por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.
Tal como veremos más adelante, el referido arto 40 es cla-
ro respecto de que su aplicación se limita a los supuestos de
responsabilidad por vicio o riesgo del producto o servicio, lo
que excluye los casos de incumplimiento que regula el arto
10 bis.
¿Quiere decir lo expuesto que no existe solidaridad frente
al consumidor, por ejemplo, entre las concesionarias que ven-
den automóviles y sus fabricantes?
La respuesta es negativa, pero los argumentos no radican
en la aplicación del art. 40 de la ley 24.240, sino en la teoría de
la conexidad contractual regulada por los arts. 1073 a 1075 del
Cód. Civil y Comercial, que hemos tratado en el § 120.
Así, en el ejemplo de la responsabilidad de la concesiona-
ria de autos y la terminal que lo fabrica frente al consumidor,
podemos ver que el contrato de compraventa del automotor se
encuentra vinculado con el contrato de concesión que une a la
terminal con la concesionaria.
Desde esta perspectiva, conforme la aplicación del art. 1075,
probada la conexidad, un contratante puede oponer las excep-
ciones de incumplimiento total, parcial o defectuoso, aun frente
a la inejecución de obligaciones ajenas a su contrato. Aten-
diendo al principio de la conservación, la misma regla se aplica
356 FUNCIÓN RESARCITORIA
19 CCivCom Neeoehea, 30/3/2007, "G., E., y otra e/Colegio Ntra. Sra. del
Rosario", LLBA, 2007-576.
CAPÍTULO XXI
RESPONSABILIDAD DE LOS PRESTADORES
DE SERVICIOS DE SALUD
RESPONSABILIDAD EN EL CONTRATO
DE COMPRAVENTA DE AUTOMOTORES
§ 184.
RESPONSABILIDAD POR DEFECTOS DEL veutcmo QUE NO
CAUSAN DAÑOS AL USUARIO. - Si el rodado posee defectos que no
se llegan a materializar en un daño al patrimonio del consu-
midor, debe regirse la situación por el régimen de garantías
que imponen los arts. 11 y ss. de la ley de defensa del consumi-
dor. Así, el usuario tendrá el derecho a exigirle a toda la cade-
na de comercialización -y no solo a la concesionaria vendedo-
ra- el cumplimiento de la garantía (art. 13, ley de defensa del
consumidor).
Por último, si el adquirente no obtiene una respuesta satis-
factoria, tendrá derecho al ejercicio de las acciones que impone
el arto 17 de la ley de defensa del consumidor; ello es, requerir
la sustitución del bien por uno de igual valor, o mayor si el mis-
mo bien no estuviese disponible, restituir la cosa en el estado
en que se encuentra y que se le devuelva el dinero abonado, o
bien solicitar una reducción en el precio pagado por el bien.
CAPÍTULO XXVI
RESPONSABILIDAD DE LOS HOTELEROS
Y GARAJISTAS
FUNCIÓN PUNITIVA
CAPÍTULO XXVIII
FUNDAMENTO DE LOS DAÑOS PUNITIVOS
En ella:
D = daño punitivo a determinar.
e = cuantía de la indemnización compensatoria por daños
provocados.
Pe = probabilidad de ser condenado por la indemnización
compensatoria de daños provocados.
Pd = probabilidad de ser sentenciado por daños punitivos,
condicionada por la existencia de una condena por resarci-
miento compensatorio.
A su vez, el texto del fallo resulta explicativo de la forma en
la que se asignan los valores de cada campo: "Con fórmula ma-
temática o sin ella, no existe otra alternativa que acudir a pre-
sunciones hominis derivadas del sentido común y la experien-
cia del juzgador (arg. art. 165, Cód. Proc. Civil y Comercial),
derrotero en el cual encuentro que en las actuales circunstan-
cias de tiempo y lugar, como máximo un consumidor entre cin-
cuenta que se encuentren en situación análoga a la de la actora
obtendrá una efectiva condena judicial a que se le resarzan los
daños y perjuicios ocasionados por conductas como las que se
ventilan en autos (en realidad, pienso que serían muchos me-
nos, pero la ausencia de parámetros que lo demuestren debe
jugar a favor del demandado =arg. arto 375, Cód. Proc. Civil y
Comercíal-), Opuestamente, obtenida la condena, es tan gro-
tesca la situación por la que la actora tuvo que transitar has-
ta llegar a la condena y tan evidente la gravísima negligencia
del banco -cercana al dolo-, que la probabilidad de que a la
condena principal se agregue otra por daño punitivo cabe es-
timarla en un 98 % (no digo 100 O/o porque ante la novedad del
instituto y la escasez de precedentes existe un mínimo de pro-
babilidad razonable -que cuantifico en el 2 %- de que algún
tribunal se abstenga de fijar un daño punitivo en circunstan-
cias análogas"!'.
La aplicación de esta fórmula en modo alguno quita, sin
embargo, el rol del juez en la determinación de la extensión del
daño, pues el establecimiento de las distintas variables surge
de su apreciación, de modo que la fórmula puede constituirse
en un elemento útil que pueda cuantificar el daño punitivo con
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