LA ARGUMENTACIÓN. Formas, Tipos y Recursos

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LA ARGUMENTACIÓN

Una argumentación es un texto que tiene como fin o bien persuadir al destinatario
del punto de vista que se tiene sobre un asunto, o bien convencerlo de la falsedad
o veracidad de una teoría, para lo cual debe aportar determinadas
razones. Aparte de esta intención comunicativa, el texto argumentativo se
caracteriza por una organización del contenido que lo define como tal: se
presentan unas opiniones, que deben ser defendidas o rechazadas con
argumentos, y que derivan de forma lógica en una determinada conclusión o tesis.
Son tres los elementos o partes en las que se divide generalmente una
argumentación: la tesis, el cuerpo argumentativo y la conclusión. A pesar de que la
mayoría de los textos argumentativos suele presentar estos tres elementos, puede
ocurrir que esté ausente alguno de ellos: la tesis, en muchos casos, es sustituida
por una exposición inicial sobre el tema que se va a tratar. Es muy importante, por
esta razón, señalar que el texto expositivo y argumentativo funcionan
conjuntamente en el caso de la argumentación: no podemos defender ideas o
situaciones sin haberlas puesto, previamente, en conocimiento de nuestro
receptor.
La tesis
Es la idea fundamental en torno a la que se reflexiona; puede aparecer al principio
o al final del texto y ocupa un párrafo, también al inicio o al final. En este último
caso muchas veces se omite la conclusión por considerarse innecesaria, pues es
la tesis la que ocupa su lugar.
Es muy importante que la tesis esté formulada de forma clara, dado que es el
núcleo en torno al cual gira la argumentación que se va a desarrollar a
continuación.
El cuerpo de la argumentación
A partir del planteamiento de la tesis, en un nuevo párrafo, empieza la
argumentación propiamente dicha. Se van ofreciendo argumentos de distinto tipo,
de los que hablaremos más adelante, ejemplos y otra serie de recursos que tienen
como fin fortalecer la opinión defendida y refutar la contraria.
La refutación o rechazo de las ideas contrarias es de gran importancia, pues en
ella puede encontrarse el éxito de nuestro objetivo (recordemos: convencer a los
demás).
Debe prestarse especial atención a los argumentos que empleamos para rechazar
ideas contrarias a la nuestra: podemos emplear la ironía, introducir elementos
subjetivos, pero siempre desde el respeto y la tolerancia ante las ideas ajenas, sin
caer en el insulto o comentarios despectivos que podrían ofender a alguna
persona.
La conclusión
Constituye la última parte de nuestra argumentación. Recuerda que un buen
principio es fundamental, pero, en este caso, un buen final todavía lo es más. La
conclusión recoge un razonamiento lógico derivado de la argumentación
precedente: es muy importante que lo que formulemos al final sea coherente con
todo lo anterior, de lo contrario, todo el esfuerzo realizado habrá sido inútil.

FORMAS DE ARGUMENTACIÓN
Para argumentar se pueden recurrir a dos formas: una que responde a un modo
secuencial, que es cuando se sigue una y aprueba una idea; la otra manera es de
tipo dialéctico, que es cuando la idea posee una estructura doble, es decir, que
posee una propuesta y también conlleva una idea opositora, llamándose
contraargumentación.
Argumentación secuencial
Estamos frente a una sola idea, que corresponde a una sola tesis, que contiene
múltiples ideas de apoyo, dentro de una estructura específica de la
argumentación.
Argumentación dialéctica
Es un proceso más elaborado, desde la perspectiva de la complejidad, pues el
autor – quien habla o escribe – no sólo abarca una sola idea, sino que agrega una
idea contraria: tesis y contratesis – argumentos y contraargumentos; esto para
asumir una postura mucho más crítica, analizando más profundamente el tema y
llegando a conclusiones.
Para poder formular una tesis, a la que hay que defender o dar argumentos
sólidos, es necesario tener una idea clara de qué es lo que se quiere hablar,
estudiar o analizar, para poder hacerlo con un lenguaje claro y preciso, de tipo
afirmativo, que expresen ideas coherentes en cuanto a semántica y sintaxis,
evitando las intervenciones personales o juicios de valor. Asimismo, los
argumentos que utilicemos deben ser reales, de ejemplos verídicos o de
estadísticas o datos que sean ciertos; nuestra fundamentación debe responder a
lo concreto y a una razón, así como no deben iterarse los distintos argumentos o
fundamentos a lo largo del discurso.

TIPOS DE ARGUMENTOS
Asimismo, existen diferentes maneras de argumentar y esto responde a un modo
de razonamiento, el que permite discutir o apoyar una tesis determinada, con la
finalidad de persuadir al otro y estos fundamentos obedecen a una forma
específica de argumentar. Hay dos modalidades de razonamiento, que son la
argumentación de orden lógico-racional y la argumentación emotiva-afectiva.
ARGUMENTACIÓN LÓGICO-RACIONAL
Razonamientos por analogías
Es cuando hay una semejanza entre dos ideas o conceptos o entre personas y
objetos. Es una especie de relativización, pues ambos conceptos son totalmente
válidos, tanto para uno como para el otro y sustentan la tesis.
“La postura frente a la distribución de la píldora del día después tiene dos caras:
los que están a favor y los que se hallan en contra, siendo ambas posiciones
válidas por tratarse de un tema de salud pública.”
Razonamientos por signos
Es cuando se utilizan indicios, señales o signos para verificar o indicar la
existencia de un fenómeno; son descripciones que caracterizan a un “algo” que
está sucediendo o por acontecer.
“Yo creo que él está empezando una gripe, porque está decaído, con un poco de
fiebre, le duelen los huesos y tiene algo de frío.”
Razonamiento por generalización
Se toman dos o varias situaciones parecidas y se estructura una tesis general y
común, que permita reconocer otras situaciones de las mismas características.
“Las personas que practican la ideología vegana no consumen carne ni ningún
derivado animal, por esta razón deben semestralmente inyectarse un suplemento
vitamínico, cuyo fin es suplir la carencia de proteínas. Mis compañeros son
veganos, deben inyectarse este mes.”
Razonamiento por causa
Es cuando hay una relación causal entre dos situaciones o hechos, los que
ayudan a la formulación de la tesis.
“Él nunca se preocupó de las notas que tenía en la enseñanza media, farreándose
la oportunidad de obtener un NEM alto para postular a la universidad. Por esta
razón es muy importante que los adolescentes tomen conciencia de que un buen
rendimiento en la secundaria es una llave de acceso a la educación superior.”
Razonamiento por autoridad
En este tipo de argumentación se utilizan opiniones de expertos o peritos en el
tema tratado, de forma que su experiencia avale la tesis y sirva para fundamentar
las ideas que apoyarán el discurso.
“Este estudio está respaldado por el INE, que es el Instituto Nacional de
Estadísticas.”
ARGUMENTACIÓN EMOTIVA-AFECTIVA
Argumentos de índole afectiva
Es cuando el exponente dirige sus palabras al auditorio y sus fundamentos están
llenos de sentimientos (en casos de sentimentalismo), interrogantes o dudas. Esta
expresividad obedece a una intención, que es el convencer a los demás,
conmoverles y lograr que cambien de opinión o que hagan propia la idea de quien
da el discurso. Esta forma de argumentar puede causar lo anterior, así como
también provocar rechazo.
Ejemplo: Cuando hay una colecta nacional de alguna institución, se empieza a
difundir por los diferentes medios de comunicación anuncio de ésta. Se muestran
spots y pasan avisos radiales, con el fin de sensibilizar a la comunidad y lograr
una mayor recaudación el día de la colecta, pues el público ya está en
conocimiento de qué se trata.
Argumentos concretos
Es la utilización de ejemplos conocidos por el auditorio o los lectores, que buscan
apoyar las ideas que componen la tesis. Este uso de argumentos familiares al
público es para acercarse a ellos y captar su atención y posible aceptación
ideológica.
Ejemplo: Cuando en una reunión de apoderados el profesor alude a que “a nadie
se nos ha enseñado a ser padres”. Esta aseveración propende a hallar en sus
apoderados una recepción positiva y que entiendan la importancia de asistir a la
Escuela para Padres del Colegio, donde se abordarán temas cruciales para la
crianza de los hijos.
Argumentos de confianza
Este tipo de argumentos los utiliza el emisor en los discursos políticos, pero eso no
implica que no se encuentren en aquellos de índole cotidiana.
Ejemplo: Las arengas o discursos del 1° de mayo, por parte del presidente de los
trabajadores, donde es frecuente oír (así como en los políticos en general):
“Compañeros yo comprendo su malestar por el sueldo mínimo”.
Argumento de fama
Es cuando un personaje reconocido por la sociedad emite un discurso; su posición
valorada, querida y/o respetada harán que los receptores pongan mayor atención
o adhieran a su planteamiento.
Ejemplo: El discurso presidencial del 21 de mayo de cada año.
Argumento de eslogan
Es cuando se utilizan como recursos argumentativos las frases conocidas por el
público, oraciones famosas y presentes en la memoria colectiva, con el objeto de
causar cercanía en el auditorio y hacer que éste acepte la idea planteada.
Ejemplo: “Deja que los perros ladren Sancho; es señal que vamos avanzando.”
Argumento de masas
Es una especie de fetichismo, donde se busca convencer argumentando a que la
mayoría lo cree, lo usa o prefiere y, si es así, es porque es lo mejor y correcto.
Ejemplo: “¡Pero si todos lo hacen!”; “La bebida oficial de la Selección Chilena.”
Argumentos que aluden a la tradición
Los argumentos se fundamentan en ideas, proverbios o refranes muy conocidos
por los destinatarios, palabras que poseen un peso social y que son aceptadas
como verdad absoluta.
Ejemplo: “Dime con quién andas y te diré quién eres.”
Argumentos de conocimiento general
Estos razonamientos apuntan a ideas o frases que todos hemos oído alguna vez y
que poseen peso, pues hemos experimentado y reconocido la veracidad de dichas
palabras.
Ejemplo: “Dos ideas hacen una gran idea”; “La unión hace la fuerza.”
Argumentos de prejuicios
Aluden a ideas preconcebidas o juicios que se emiten sobre ciertas personas,
hechos u objetos, con la idea de convencer.
Ejemplo: “El que no se informa no tiene opinión”; “Todos los que se visten como
raperos son delincuentes.”

RECURSOS ARGUMENTATIVOS
MODO IMPERATIVO
El enunciador construye el texto empleando vocativos, que exhortan a participar
en una acción determinada, o verbos en modo imperativo para indicar al
enunciatario lo que debe hacer.
PREGUNTAS RETÓRICAS
Este tipo de preguntas no demandan del enunciatario una respuesta inmediata, ya
que su finalidad es propiciar el cuestionamiento y la reflexión sobre el problema
expuesto en el texto, para que el enunciatario adopte una posición acorde a la del
enunciador.
VALORACIONES
Los adjetivos constituyen juicios de valor, ya que permiten al enunciador calificar
positivamente sus ideas y descalificar las del bando opuesto. Son recursos
persuasivos en la medida que interpelan al enunciatario para que se adhiera a las
valoraciones del enunciador.
RESPALDOS DE AUTORIDAD
Testimonio
El testimonio es un respaldo de autoridad porque las experiencias vividas por el
enunciador, avalan la opinión de éste sobre un problema concreto.
Citas
Nombres de instituciones o personas reconocidas en su ámbito profesional
Estadísticas, porcentajes, cifras

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