La Institución Del Museo: Origen y Desarrollo Histórico
La Institución Del Museo: Origen y Desarrollo Histórico
La Institución Del Museo: Origen y Desarrollo Histórico
1. INTRODUCCIÓN
En este trabajo se analiza la institución del museo, haciendo un recorrido histórico, desde su origen hasta nuestros
días y la evolución que ha sufrido a lo largo de la historia. Además, se delimita el concepto de Museología y Museografía y
su campo de acción para evitar posibles confusiones, siendo disciplinas complementarias del primero. Según el Consejo
Internacional de Museos (ICOM) la ciencia que los estudia se denomina Museología, la técnica de su gestión Museografía y
la administración y gestión de los mismos, Museonomía. Se analizan las dos piedras angulares para los museos y para la
conservación del patrimonio cultural, como son el ICOM y la UNESCO, analizando su cometido y desarrollo histórico.
Un museo es una institución pública o privada, permanente, con o sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y de su
desarrollo, y abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica, expone o exhibe, con propósitos de estudio y
educación, colecciones de arte, científicas, entre otros, siempre con un valor cultural.
Los museos exponen colecciones, es decir, conjuntos de objetos e información que reflejan algún aspecto de la
existencia humana o su entorno. Este tipo de colecciones, casi siempre valiosas, existen desde la Antigüedad: en los
templos se guardaban objetos de culto u ofrendas que de vez en cuando se exhibían al público para que pudieran ser
contemplados y admirados. Lo mismo ocurría con los objetos valiosos y obras de arte que coleccionaban algunas personas
de la aristocracia en Grecia y en Roma; los tenían expuestos en sus casas, en sus jardines y los enseñaban con orgullo a los
amigos y visitantes. Fue en el Renacimiento cuando aparece el nombre de "museo", tal y como hoy se entiende, a los
edificios expresamente dedicados a la conservación y exposición de sus colecciones permanentes. Por otra parte, están las
galerías de arte, donde se muestran pinturas y esculturas, en exposiciones temporales, sin que necesariamente posean
colecciones permanentes. Su nombre deriva de las galerías de los palacios y castillos que eran espaciosos vestíbulos de
forma alargada, con muchas ventanas o abiertos y sostenidos por columnas o pilares, destinados a los momentos de
descanso y a la exhibición de objetos de adorno, muchas veces obras de arte.
Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) surgió la Oficina Internacional de Museos, que articuló los criterios
museográficos, cuyos programas y soluciones técnicas están vigentes hoy en día. En 1945 nació el Consejo Internacional
de Museos (ICOM, por sus siglas en inglés) y en 1948 aparece la publicación periódica Museum mediante la cual se
difunden las actividades de los museos en el mundo, hasta hoy en día.
2
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2004) T. II.
3
ESTATUTOS DEL CONSEJO INTERNACIONAL DE MUSEOS (ICOM). Dirección General de Bellas Artes. Madrid.
4
ICOM New. Boletín de Noticias del ICOM. Vol. XXIII. Nª 1. 1970.
5
Véase León (1978), pp.93-95.
6
ICOM NEW. Boletín de Noticias del ICOM. Vol. XXIII. Nª1. 1970.
7
Entre ellos podemos citar a Germain Bazin (1967).
8
Véase Ovejero (1934).
9
Véase D. Lewis (1984).
10
Véase Sir Leonard Woodley (1950): Ur of the Chaldees: A Record of Seven Years of Excavation.Exile Publications.
11
Plutar., Vid. Paral. T. III.
12
Estrab., Geografía, XVI, 1,5 y ss.
13
Bazin explica que en otra Biblioteca, la de Pérgamo, uno de los grandes focos culturales del mundo helenístico, había
una sala de respeto con bustos y estatuas de personalidades históricas de la inteligencia y la cultura pudiendo ser un
museo histórico. Esta idea reaparecerá en Italia durante el Renacimiento con las galerías de retratos y posteriormente con
la Biblioteca de El Escorial, una de sus realizaciones mayores.
Lugar de investigación y de estudio, el museion retomaba los preceptos del Liceo de Aristóteles en Grecia y hará de
Alejandría el principal centro intelectual de la época helenística. Pero con la quema de la Biblioteca de Alejandría, el
monumento museion desapareció y con él, las prácticas que albergaba.
El museo fue adquiriendo mucha importancia, aunque no poseía colecciones artísticas, sino elementos botánicos y
zoológicos, salas de anatomía y de observación astronómica. Aunque su principal razón era constituirse como morada de
las Musas, el museo junto con la Biblioteca formaron un conjunto histórico y cultural muy importante para toda la
sociedad de ese tiempo aportando una riqueza artística e intelectual ayudando a progresar en las distintas ramas del
saber.
Nada mejor que un nombre derivado del sacro contexto de las Musas para denominar una institución que ha devenido
en el museo actual ya que las nueve diosas hijas de Zeus patrocinan con Apolo, las artes y las letras en la mitología clásica.
Láms. II y III. Panteón de Agripa en Roma.(27 a.C.). A la izquierda: detalle del interior.
A la derecha: fachada con la inscripcion en el friso del pórtico:
“M·AGRIPPA·L·F·COS·TERTIVM·FECIT”Marcus Agrippa, Luciī fīlius, consul tertium, fēcit
“Marco Agripa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, (lo) hizo”
17
Plinio, nos dice que el general Agripa abrió sus colecciones proclamando que lo mejor del arte pertenecía a la
comunidad, al Estado.
Más tarde, Adriano, en su villa de Tívoli de más de 18 km cuadrados construirá el primer museo privado al aire libre que
conocemos, haciendo levantar réplicas de construcciones que le habían impresionado en sus viajes por las provincias del
Imperio. Para albergar las colecciones hizo construir un edificio ex professo al que llamó Antiquarium orientado con la
mejor iluminación natural, convirtiéndose en el inventor de la arquitectura de museos e inspirador de un tipo de edificio
para conservar y exponer obras de arte que crecería durante el Renacimiento.
Aunque los romanos no crearon una institución especial para conservar las colecciones públicas sí que convirtieron sus
palacios y sus villas en auténticos museos de obras originales o copias griegas, pinturas, objetos de orfebrería y piedras
preciosas, fomentando al mismo tiempo un intenso mercado de arte y una gran actividad en los talleres de
reproducciones.
14
Vitr., Arch.VII, V.
15
Esto sucede sobre todo a partir de la época de los Antoninos.
16
Plinio nos detalla estas cuestiones en su Naturalis Historia XXXVI, 4.
17
Plin., H.N. XXXV, 8.
Por último, Bizancio, que había sido adornada por Constantino con numerosas obras de arte clásico y donde se había
refugiado el saber, la cultura y el arte, después de la caída del Imperio Romano de Occidente (410) tuvo tres “edades de
oro” para la acumulación de patrimonio histórico-artístico, debido especialmente a uno de sus emperadores, Constantino
VII Porfirogeneta, quien fue un destacado arqueólogo y coleccionista de objetos artísticos. No solo mostraba estos objetos
a sus invitados en las reuniones o banquetes sino que ordenaba que fueran expuestos en una vitrina llamada pentapyrgion
durante las fiestas religiosas y políticas.
No obstante, hemos de tener en cuenta que aquella afición al coleccionismo de obras de arte no respondía todavía ni al
concepto ni a la proyección social que va tener lugar a partir del siglo XIX. En la Edad Media el término museo y el de
enciclopedia son casi análogos en cuanto a sentido, en cuanto a instrumento completo de aprendizaje. La Historia Natural
de Plinio sí que lo tenía, y del mismo modo aparece en las Etimologías de San Isidoro de Sevilla (s. VI-VII).
Lám.V. Palacio de los Médici, en Florencia. Realizado por Michelozzo di Bartolomeo en el año 1444, por encargo de
Cosme de Médici “el Viejo”, considerado el primer museo moderno.
El Cinquecento señala en la época renacentista el punto álgido de la afición por el coleccionismo que se convirtió en
sistemático. Es en estos momentos cuando aparecerá la figura del experto coleccionista que tanta importancia tendrá no
solo para la historia del arte sino también para la de los museos.
En Florencia, se concentra casi competitivamente las grandes colecciones y coleccionistas de la época. Es allí donde
surge el “Gabinete” de Cosme de Médici, museo arqueológico de la ciudad y de Lorenzo “el Magnífico” con su “Gabinete”
de medallas y las colecciones de los Strozzi, de los Quaratesi y de los Rucellai.
Pero los dos focos principales del Renacimiento fueron Florencia y Roma. Los papas rivalizaban en este sentido con los
príncipes y reyes europeos. El Atiquarium fundando por Sixto IV en 1471 fue abierto al público en el Capitolio romano,
Paulo II crea su extraordinaria colección de glíptica, Julio II el Museo del Belvedere y León X, ayudado por Rafael, organiza
los Museos Vaticanos. Con el papa Julio II, a comienzos del siglo XVI, se instala en su residencia la escultura antigua.
Bramante fue el encargado de construir los planos para el Belvedere, donde posteriormente se albergarían esculturas
importantes de la era clásica. Unido mediante una galería al palacio, se constituyó “Il Cortile” donde desembocaban doce
Fue en esa etapa del Renacimiento cuando resurgió la idea de museo, un momento en el que se redescubrió
la Antigüedad, particularmente a través de los textos de filósofos griegos y romanos (Platón, Aristóteles, Plutarco…).
Mientras tanto, se descubrían en el subsuelo italiano materiales de la Antigüedad, incluidos restos de columnas, estatuas,
jarrones, monedas, fragmentos grabados... que se comenzaron a coleccionar. Varias familias nobles romanas y del resto
de Italia participaron de esta inclinación e instigaron algunas excavaciones que continuaron con perseverancia. En primer
lugar los papas que, con Sixto IV, iniciaron las colecciones de los Museos Capitolinos en 1471; luego humanistas y
príncipes, como Ciriaco de Anconao, Niccolò Niccoli, consejero de Cosme “el Viejo” y también familias nobles como
los Borghese, los Farnese o los Este y finalmente, con el transcurso del tiempo, los ricos adinerados amantes de la cultura y
la historia. Muchas colecciones de medallas y antigüedades se formaron por toda Italia. Al gusto por las medallas
(monedas) se unió el de las piedras grabadas y la familia Este fue la primera que formó un gabinete de piedras grabadas,
cuyas inscripciones suscitaban mucho interés y curiosidad. Luego se encapricharon de las estatuas, que permanecieron
largo tiempo como adorno en las bibliotecas y salones de los palacios de los príncipes y gustaban aún verlas en parajes
abiertos y finalmente surgió la pasión por los retratos de hombres ilustres, como Paulo Jovio, que fue el primero que
decidió mostrar su colección de piezas y de 400 retratos de hombres importantes de su tiempo. En 1521, los presentó en
una casa construida para la ocasión en Borgo Vico, cerca de Como. En referencia al museion de la Antigüedad, decidió
llamar a ese lugar “museo”. Cosme I de Médici se dedicó a reunir antigüedades y forjó así los cimientos de la
célebre galería Uffizi, que se inaugurará en 1581. Otro Médici, el papa León X, cuya villa sobre el monte Pincio fue el punto
central en que se depositaron esas obras maestras que se encontraban. Luego, otros príncipes se disputaron la gloria de
conquistar un nombre protegiéndolas. Las colecciones se multiplicaron y apasionarán a príncipes y a otros curiosos. Los
museos van a florecer entonces por toda Europa y cada uno veía en ello una muestra de su poder.
En España, los últimos Austrias, Felipe III y Felipe IV, enriquecieron los tesoros de Felipe II mediante obras de arte
compradas y traídas de Flandes, Nápoles, y Milán, un encargo que hacían a sus virreyes o como es conocido el caso de
Velázquez, que fue enviado a Italia en 1649 con esta encomienda.
Desde mediados del siglo XVI hasta el XVIII, con la proliferación de los viajes de exploración, se van a agregar a ellos las
colecciones de historia natural o incluso de instrumentos científicos (como el del Elector de Sajonia en Dresde). Esta fue la
edad de oro de los gabinetes de curiosidades. Todas estas colecciones serán organizadas gradualmente por especialidades
desde finales del siglo XVII y se abrirán poco a poco a un público más amplio que el de los príncipes y eruditos. El gabinete
de Amerbach en Basilea fue el primero abierto al público en 1671, seguido por el Museo Ashmolean de Arte y Arqueología
de Oxford, que abrió sus puertas en 1683, cuando la Universidad de dicha ciudad decidió mostrar al público la colección
que Elías Ashmole le había legado cuatro años antes. El edificio destinado a alojarla, se convirtió así en el primer lugar de
exposición abierto al público de forma permanente.
El siglo XVIII es el siglo de la razón y del nacimiento de la gran utopía del progreso. El siglo de las Luces, se inaugura con
una conciencia mayor sobre la importancia del cambio histórico para la evolución de la sociedad. Pensadores como
Voltaire o Turgot rechazaran una visión providencialista de la historia para tener un pensamiento histórico basado en la
razón, siendo el estudio de la Historia de vital importancia para explicar el progreso de las distintas sociedades. La
búsqueda de la verdad histórica, tarea que emprenden distintas academias como la de los Desconfiados de Barcelona en
18
1700 o la de Historia en Madrid a partir de 1736 será una obsesión y deberá contar con ayudas tan decisivas como la
realización de inventarios de monumentos, la reunión de colecciones de antigüedades y la excavación de lugares con
19
restos arqueológicos como Pompeya y Herculano en Europa y las antiguas ciudades precolombinas en América .
18
En España, una real Cédula del 3 de junio de 1803, encomienda a la Academia de la Historia, la conservación de los
monumentos del reino, trabajo que conllevará la apertura de un registro de monumentos y la realización de una
descripción de los monumentos inventariados.
19
Durante los siglos XVII y XVIII se realizan expediciones en los virreinatos de México y Perú dirigidas a reconocer,
estudiar y excavar monumentos de la era precolonial. Se realizan, a finales del siglo XVII, las primeras excavaciones en la
Pirámide del Sol de Teotihuacan.
Lám. VI. Museo del Prado en Madrid. Estilo neoclásico. Proyecto aprobado en 1786 (originalmente para albergar el Real
Gabinete de Historia Natural).
En Ginebra, con el Museo Rath, en 1826; en Múnich, con la Alte Pinakothek en 1828 y la Gliptoteca de Múnich en 1830;
en Berlín, con el Altes Museum en 1830, uno de los primeros museos que se instalaron en un edificio especialmente
diseñado para ese uso; mientras que algunas colecciones principescas durante mucho tiempo accesibles a visitantes
privilegiados fueron abiertas al público en general, como en San Petersburgo, con el Palacio de Invierno, en 1852 o
en Dresde, con la Galería de los Viejos Maestros, en 1855.
Siguiendo estos ejemplos, también se crearon varios museos de arte en las provincias después de la Revolución, con el
objetivo de construir colecciones públicas para la educación de artistas y ciudadanos, como el de Reims en 1794, el
de Arras en 1795, el de Orleans en 1797 o el de Grenoble en 1798, que se inauguró solo en 1800, aprovechando
localmente la nacionalización de las propiedades del clero y la confiscación de las de los emigrantes. A medida que la
Revolución se extendió en el extranjero, los ejércitos republicanos llevaron de regreso a Francia los tesoros de las
colecciones europeas, incluidas las del Renacimiento italiano, siguiendo el tratado de Tolentino suscrito por Bonaparte en
1797. Estas obras se incorporaron al Louvre y algunas fueron parcialmente dispersas por los museos provinciales. Bajo
el Consulado, otras creaciones de museos seguirán desde el decreto Chaptal de 1801, con los museos de Bellas Artes de
Lyon, Nantes, Marsella, Estrasburgo, Lille, Burdeos, Toulouse, Dijon, Nancy, luego en 180,3 Rouen, Rennes y Caen y
también en tres ciudades que se convertirán en francesas, Bruselas, Maguncia y Ginebra, cuya colección iniciada en 1804,
sin embargo, no estará abierta al público hasta 1826. El Museo de Picardía en Amiens se fundó en condiciones similares en
1802, el Museo Calvet de Aviñón en 1811 o el museo de Nîmes en 1821 en la Maison Carrée. Esta política, bajo la
Revolución y el primer Imperio, también inspiró la creación de museos en Bolonia en 1796, en Ámsterdam con
el Rijksmuseum en 1798, en Milán con la Pinacoteca de Brera y en Anvers en 1810.
En Rusia, Catalina la Grande, adquirió gabinetes completos llegando a tener unas mil setecientas pinturas flamencas e
italianas, en su palacio del retiro de San Petersburgo. Pero el más famoso de los museos rusos, es el Hermitage, que en
1774 cuando aún era residencia real privada poseía más de dos mil cuadros; ordenado construir por Catalina junto al
Palacio de Invierno, fue abierto como museo público en 1852.
El último capítulo sobre los museos en el siglo XIX fue el de los museos etnográficos. Fueron los herederos de los
gabinetes de curiosidades enriquecidos por los viajes de exploración y después por la formación de los imperios coloniales.
Surgieron cuando la etnografía misma se estaba convirtiendo en una disciplina autónoma, es decir, a mediados del siglo
XIX. Por ello, desde 1837, de regreso de un viaje a Japón, el médico y botánico Philip Franz Von Siebold recibió el encargo
del rey de los Países Bajos de que organizara en un museo las colecciones de las que había informado. Así nació el museo
VoorVolkerkunde de Leiden. El ejemplo se difundió en Alemania, en Leipzig, Múnich y Berlín. En París, justo al día siguiente
de la Exposición Universal de 1878, E-T Hamy, profesor de antropología en el museo nacional de historia natural, recibió el
encargo de abrir un museo etnográfico en el entonces nuevo palacio del Trocadero. En el Reino Unido, en 1883, la
Universidad de Oxford se benefició de la donación del general Pitt-Rivers, que había comenzado a coleccionar armas para
seguir sus perfeccionamientos. En ese momento, las innovaciones museográficas llegaron de los países escandinavos,
estimulados por un fuerte deseo de afirmación nacional, las investigaciones en etnografía local alentaron la conservación
de las evidencias materiales de las tradiciones populares. Así nació en 1873 el Nordiska Museet en Estocolmo, un museo
4.7. El siglo XX
Las pérdidas patrimoniales provocadas por la Primera Guerra Mundial supusieron un aldabonazo para todos los países.
En España se aprueban dos leyes complementarias muy proteccionistas en los años 1911 y 1915. La primera regula las
excavaciones arqueológicas y la segunda llamada “Conservación de monumentos históricos y artísticos” establece las
bases para una protección real y una catalogación adecuada de las obras. Durante las dos décadas siguientes se
incrementará el ritmo de declaraciones de monumentos aunque no será hasta la II República cuando se dará la efectiva
protección de los monumentos. La República declaró de golpe a más de setecientos monumentos repartidos por toda la
geografía española y mejoró los procedimientos de catalogación.
En Alemania, la República de Weimar de 1919, con su constitución será la primera en abordar directamente la defensa
del patrimonio histórico de un Estado, al reconocer una titularidad pública sobre el patrimonio histórico del país.
El año 1914, representa la culminación de toda una época; los grandes museos-templos del saber levantan sus
importantes fachadas decimonónicas en distintas ciudades del hemisferio occidental. En su interior, salas de exposición y
almacenes se ven repletos de tesoros, venidos de países lejanos y exóticos y son admirados por los orgullosos europeos.
El periodo de entreguerras es un periodo clave para la historia de los museos y del patrimonio. Se sigue progresando
legislativamente pero donde más cambios se producirán será en la gestión tanto dentro como fuera del museo, aunque
estos cambios queden un poco en suspenso debido a las profundas crisis (crisis económica de los años 1930, revoluciones,
guerra mundial), dando frutos a partir de la década de 1950 o 1960.
Aparecen nuevos servicios como los museos circulantes, se generaliza la práctica de prestar obras para realizar grandes
exposiciones temporales, se facilitan las visitas escolares, en los museos se empiezan a crear departamentos pedagógicos,
es decir, la museografía avanza rápidamente también en referencia a la iluminación, la rotulación y los sistemas de
exposición y almacenamiento. Empieza a haber preocupación por lo que el público pueda sacar de su visita al museo y
empieza a haber un interés por los gustos y necesidades de este público, por lo que los museólogos comienzan a hacer
encuestas y estudios de público. El trabajo de los conservadores se profesionaliza, haciéndose necesarias las asociaciones
profesionales que defiendan la profesión y faciliten la formación, siendo la Museums Association británica, pionera en ese
campo. (1889).
Durante los años 1930 y 1940 se habla de crisis de la museología europea, como consecuencia de la guerra y la
inmediata posguerra, pero por otro lado, es una época de extraordinario crecimiento de la museología para las nuevas
grandes potencias como la URSS, Estados Unidos y Japón. En Iberoamérica y en el Pacífico los museos también
experimentarán grandes progresos.
En Alemania, el nazismo verá al museo como un instrumento de adiestramiento y movilización en favor de sus ideas
políticas, promoviendo intensamente el desarrollo museístico. Se pusieron en marcha dos tipos de museos diferentes y
conectados entre sí, que constituyeron la característica fundamental de la Museología fascista, el Heimat Museum y el
Heerest Museum o museo de la Armada. El propósito de estos museos era despertar la admiración de los niños por la raza
germana, para que ese sentimiento mantuviera la unidad de la nación en el futuro.
El museo en Estados Unidos adquirió su identidad entre 1914 y 1940 en medio de un clima intelectual en el que lo
sustancial era el aprendizaje y el entretenimiento, llegando a contar incluso con la colaboración de psicólogos.
En España, fue en el siglo XX cuando aparecen los Museos municipales. Además del Museo de Antigüedades de la
Academia de Bellas Artes, destacaron los de Bilbao, el Museo de Arte de Cataluña, en Barcelona, único en el mundo por su
colección de pintura románica. Pero además se puede considerar nuestro país como uno de los pioneros de la defensa de
las teorías de la educación museológica, ya que España inauguró el siglo XX con un Decreto de 6 de septiembre de 1901
20
El régimen de Mussolini, aprovechó la conmemoración en 1937 del segundo milenario de Augusto, para organizar una
extraordinaria exposición internacional sobre la época romana con materiales procedentes de la mayoría de los países
romanizados, incluyendo una maqueta de la Roma de la época de Constantino.
21
La denominación de parque arqueológico estaría sujeta a las siguientes condiciones:
1. Ser un yacimiento o zona arqueológica declarada BIC conjuntamente con su entorno.
2. Presentar un alto grado de interés histórico, artístico, científico y educativo.
3. Gozar de un nivel suficientemente alto de conservación para garantizar un uso público continuado.
4. Disponer de instalaciones apropiadas para la visita y su aprovechamiento.
5. Considerar las interacciones entre yacimiento y entorno y parque y entorno.
6. Perseguir una rentabilidad social más ajustada fundamentada en la investigación y en la interpretación.
22
El ecomuseo es un centro museístico orientado sobre la identidad de un territorio, sustentando en la participación de
sus habitantes, creado con el fin del crecimiento del bienestar y del desarrollo de la comunidad.
23
Bazin (1969).
24
Bazin (1969), pp. 129-167, afirma: “Después del siglo XVI las obras de arte o las curiosidades se conservaran en dos
clases de locales, a los que se daba sentidos diferentes que no siempre se distinguen: la “galería” o el “gabinete”. Para este
autor la galería es una sala estructurada alargada y de grandes dimensiones mientras que el gabinete, es más restringido,
siendo una estancia de forma cuadrada. La galería designa un local suntuoso, una sala de fiestas lujosamente adornada en
donde las obras de arte forman parte integrante de la decoración; en el gabinete, los objetos se han acumulado sin
ornamentación, de forma que haya lugar para el mayor número posible de ellos.
Después del Guggenheim ha habido una eclosión de nuevos museos, por arquitectos de prestigio dentro de las actuales
corrientes arquitecto-museísticas, en donde prevalecen las siguientes características:
25
El volumen XXVI, nº 3/4, 1974, fue dedicado íntegramente al estudio de la arquitectura del museo adaptada a las
metas a conseguir en la actualidad.
26
Las características para una buena arquitectura de un museo han sido estudiadas por George Henri Rivière y serían las
siguientes:
Flexibilidad de los espacios interiores.
Modularidad de la arquitectura. Es recomendable estudiar, al mismo tiempo que la arquitectura, todos los
equipamientos integrados en el edificio y los mismos objetos que serán utilizados.
Extensibilidad de la arquitectura: sus equipamientos puedan tener un desarrollo en volumen y superficie
pudiendo el museo responder a las tendencias técnicas y estéticas del arquitecto.
26
Véase Rivière (1989).
27
Conference International d’Etudes de Madrid (1934), organizada por la Sociedad de Naciones, la Oficina Internacional
de Museos y el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual.
3) Según el público: las exposiciones deben adaptarse a si se trata de público general, escolar, familiar, turístico,
especialista, etc., pero además deben tener en cuenta otros criterios como la edad y la ergonomía, es decir, factores como
la altura de los ojos o de la nariz. La motivación o los intereses serían otro criterio para atraer a diversos sectores de la
población. Y por último, la procedencia cultural y social del público.
a) El panel expositivo: sería la estructura física donde se ubica la exposición. Normalmente se usa la palabra expositor
para referirse únicamente al soporte donde irá todo el grafismo de la exposición, es decir, textos, esquemas, fotos, etc. Es
un elemento mínimo necesario en una exposición. Es fácilmente montable y desmontable. Deben contener poco texto
siendo breve y conciso. Suelen ir acompañados de imágenes gráficas como fotografías. Los recursos que utiliza un panel
expositivo son: textos, cartografías, fotografía, imágenes gráficas, iconografía, etc.
Dependiendo de los objetos y finalidad de la exposición se combinan todos los recursos anteriores para dar la máxima
efectividad comunicativa al panel.
b) La presentación de las piezas: las vitrinas: Las vitrinas son imprescindibles para la presentación del objeto que
deseamos exponer (Lám. XII y XIII). Algunas de las funciones de las vitrinas son:
Proteger a los objetos tanto del daño como del hurto. Hay que proteger las piezas del polvo, elementos
contaminantes y parásitos. Hay vitrinas con microclimas constantes en cuanto a grado de humedad, luz y
temperatura.
Resaltar lo excepcional de algunas piezas.
Ofrecer un marco en el que puedan ser vistos los objetos, sobre todo si son de pequeño tamaño.
Pueden ser modelo de circulación dentro de la exposición.
El diseño de una vitrina es muy importante a la hora de la exposición; jugarán un papel muy importante los colores y la
iluminación. Las más acertadas son las transparentes que permiten al público centrar toda su atención en su contenido. En
muchas ocasiones es necesario aproximar el objeto al espectador con algún tipo de alzado diseñado para ello. En
exposiciones de gran tamaño es necesario separar al espectador del objeto por su seguridad. En otros casos es importante
seccionar la pieza o complementarla con una maqueta para observar el interior de la misma, de esta manera podremos
visualizar correctamente las distintas partes del objeto expuesto. También existen las vitrinas flotantes, que aunque son
muy atractivas para el público suelen presentar problemas técnicos para la sujeción y el mantenimiento.
Lám.XIII.Vitrina simulando la bodega de un barco, donde se expone una réplica de la ubicación de las ánforas
encontradas en un pecio romano. Museo Subacuático de Cartagena. (Murcia). Foto realizada por la autora.
En resumen, lo más importante de una vitrina es que sea funcional, es decir, que se ajuste al uso para el cual ha sido
diseñada.
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PLINIO “EL VIEJO”, Naturalis Historia. Trad. de Josefa Cantó, Isabel Gómez Santamaría, Susana González Marín y Eusebia
Tarriño. 1ª Ed. Cátedra. 2002.
PLUTARCO, Vidas Paralelas. Introducción de E. Valenti Fiol ; prólogo y notas de Carles Riba. Biblioteca Básica Salvat. Madrid.
1970.
VITRUVIO, Los diez libros de Arquitectura. Editorial Iberia. Barcelona. 1970.
Recursos on-line
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(Consultada el 5/3/2018).
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Disponible en: http://dle.rae.es/?w=diccionario
(Consultada el 6/3/2018).
ESTATUTOS DEL ICOM. Disponible en :
http://icom.museum/fileadmin/user_upload/pdf/Statuts/2017_ICOM_Statutes_SP_01.pdf
(Consultada el 9/2/2018).
ICOM. NOTICIAS DEL ICOM. BULLETIN D´INFORMATION DU CONSEIL INTERNATIONAL DES MUSÉES. DESDE 1948.
Disponible en: http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/cb32788043q/date
(Consultada el 5/3/2018).
LOS MUSEOS COMO CENTROS INVESTIGACIÓN. Disponible en:
http://actividades.uca.es/compromisoambiental/COA2011/E06/investigacion
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MUSEUM. Revista académica publicada por la UNESCO.
Disponible en: http://icom.museum/herramientas/busqueda/busqueda-avanzada/L/1/
(Consultada el 15/5/2018).
REVISTA DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS. Publicada por Biblioteca Nacional desde 1871.
Disponible en: http://hemerotecadigital.bne.es/results.vm?q=parent%3A0000000909&lang=es&t=-creation&s=0
Bibliografía complementaria
PANTOJA VALLEJO, A. (Coord.) (2015): Manual básico para la realización de tesinas, tesis y trabajos de investigación. Editorial
Eos.Madrid.
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES.
Portada: Museo del Hermitage en San Petersburgo (Rusia). Imagen tomada de:
https://www.google.es/search?q=el+hermitage+de+san+petersburgo&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwijgtCs4u
nZAhUHshQKHSI6DfUQ_AUICigB&biw
(Consultada el 9/3/2018).
Lámina I: Imagen tomada de:
https://www.google.es/search?q=museion+alejandria&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwiG9MD1hLXZAhULuRQK
HbxMB1AQ_AUICigB&biw=1242&bih=579#imgr
Consultada el 7/3/2018).
Lámina II y III: Imagen tomada de:
https://www.google.es/search?q=panteon+de+agripa&tbm=isch&source=iu&ictx=1&fir=9v41abppOGxAkM%253A%252CRBZ
RxgZmsMGidM%252C_&usg.
(Consultada el 23/2/2018).
Lámina IV: Imagen tomada de:
https://www.google.es/search?biw=1242&bih=579&tbm=isch&sa=1&ei=F_CeWpHDLYm9UdquqogB&q=monasterio+de+guad
alupe+arqueta&oq=monasterio+de+guadalupe
(Consultada el 7/3/2018)
Lámina V: Imagen tomada de:
https://www.google.es/search?q=palacio+florentino+de+los+medici&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ved=0ahUKEwjJz
br4hbXZAhVMPxQKHWflCCIQsAQIOg&biw=1242
(Consultada el 28/2/2018).
Lámina VI: Imagen tomada de:
https://www.google.es/search?q=museo+del+prado&tbm=isch&source=iu&ictx=1&fir=efpciTHRdIphKM%252CAAAAAAAAAA
ABAM%252C_&usg=__VWSaMuRLtt02kLugPr6FwNqs1nM%3D&sa=X&ved=0ah
(Consultada el 2/3/2018).
Lámina VII: Imagen tomada de: http://www.ngenespanol.com/traveler/tecnologia/17/11/08/la-leyenda-de-la-pintura-con-
corazones-humanos-en-el-louvre/
(Consultada el 5/2/2018).
Lámina VIII: Imagen tomada de :
https://es.wikipedia.org/wiki/Retrato_de_Giovanni_Arnolfini_y_su_esposa#/media/File:Van_Eyck_-_Arnolfini_Portrait.jpg
(Consultada el 9/3/2018).