Quadragesimo Anno 1
Quadragesimo Anno 1
Quadragesimo Anno 1
Fue escrita el 15 de mayo de 1931 por el Papa Pío XI, fue escrita a los 40 años
de Rerum Novarum y es una continuación con lo que se venía haciendo
después de que se dio a conocer la anterior encíclica. A continuación, algunos
puntos importantes que nos deja esta encíclica del Papa Pío XI.
La encíclica Rerum Novarum ha quedado consagrada como un documento
memorable, pudiendo aplicarse con justicia las palabras de Isaías: “Levantó
una bandera entre las naciones”.
Los consejos y advertencias de León XIII han sido llevadas a la práctica,
conforme a las exigencias de cada lugar, se crearon asociaciones diferentes.
Unas, que dedicaron su atención a la defensa de los derechos y a los legítimos
intereses de los asociados en el mercado de trabajo; otras que cuidaran de las
prestaciones de ayuda mutua en materia económica; otras finalmente se
ocuparon sólo de los deberes religiosos y morales y demás obligaciones de
este tipo. La Rerum Novarum es la carta magna del orden social.
En el tema moral, la ley moral nos manda a buscar en la totalidad de nuestras
acciones nuestro fin supremo y último; la justicia conmutativa manda respetar
santamente la división de la propiedad y no invadir el derecho ajeno
excediendo los límites del propio dominio, por eso la propiedad privada tiene su
carácter individual. El Pontífice declaro ilícito que el estado gravara la
propiedad privada con excesos de atributos e impuestos, porque el derecho a
poseer bienes privados no ha sido dado por la ley sino por la naturaleza (el
hombre es anterior a la naturaleza) y la autoridad no puede abolirlo sólo
moderar su uso y compaginar el bien común.
Se nos define en la encíclica el trabajo como ejercitar las energías espirituales
y corporales a los bienes de la naturaleza o por medio de ellos; a cada cual
debe dársele lo suyo en la distribución de los bienes, siendo necesario que la
participación de los bienes creados se revoque y se ajuste a las normas del
bien común y la sociedad
El contrato de arriendo y alquiler es injusto y debe ser sustituido por el contrato
de sociedad, el salario según las normas, en el contrato de sociedad, los
obreros y empleados se hacen socios en el dominio o en la administración o
participan de los beneficios. Debemos luchar para establecer la medida del
salario con justicia hay que considerar muchas cosas; para que los padres de
familia reciban un sueldo lo suficiente para tender convenientemente las
necesidades domesticas ordinarias, también tener en cuenta las condiciones
de las empresas, no sería justo exigir salarios elevados a empresas que no lo
puedan cumplir.
El hombre no sólo es libre para fundar asociaciones de orden y derecho
privado, sino también para elegir aquella organización y aquellas leyes que
estimen más conducentes al fin que se ha propuesto.
Ni el capitalismo puede subsistir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital. El
capital y el trabajo es necesario que se conozcan y se lleven a la práctica los
principios de la recta razón o de la filosofía cristiana sobre el capital y el trabajo
y su mutua coordinación; las instituciones públicas deben conformar toda la
sociedad humana a las exigencias del bien común, a la norma de la justicia con
lo cual ese importantísimo sector de la vida social que es la economía no podrá
menos de encuadrarse dentro de un orden recto y sano.
Como hecho histórico o como hecho social, el socialismo es incompatible con
los dogmas de la iglesia católica, puesto que se concibe la sociedad de una
manera sumamente opuesta a la verdad cristiana; socialismo religioso,
socialismo cristiano, implican términos contradictorios: nadie pues ser a la vez
buen católico y verdadero socialista
En la actualidad las condiciones de la vida social y económica, que crean a
muchos hombres las mayores dificultades para preocuparse de lo único
necesario., de la salvación eterna; la raíz de la descristianización del orden
social y económico son las desordenadas pasiones del alma que el hombre se
siente vehemente incitado a preferir los bienes de este mundo a los celestiales
y permanentes.
Una de las soluciones para la cristianización Lo verdaderamente enterados
sobre las cuestiones sociales piden insistentemente una reforma ajustada a los
principios de la razón, que pueda llevar a la economía hacia un orden recto y
sano; la caridad no la consideremos como un sucedáneo de la justicia, es algo
mucho más amplio por fielmente que se aplique no cabe duda que podrá
remover las causas de litigio, pero no llegará jamás a unir los corazones y las
almas. La verdadera unión de todo en orden al bien común único podrá
lograrse sólo cuando las partes de las sociedades sientan miembros de una
misma familia e hijos todos de un mismo padre celestial.
Para que todas las clases tornen a Cristo hay que elegir de entre ellos mismos
y formar los soldados auxiliares de la iglesia, que conozcan bien sus ideas y
sus apetencias, los cuales puedan adentrarse en sus corazones mediante
cierta suave caridad fraternal, buscarlos y elegirlos prudentemente.
Todos los hombres de buena voluntad, cuantos quieran participar, bajo la
conducta de los pastores de la iglesia, en esta buena y pacífica batalla de
Cristo, y todos, bajo la guía y magisterio de la iglesia; no se busquen así
mismos o su provecho, sino los intereses de Cristo, no pretendan imponer en
absoluto sus propios pareceres, si no muéstrense dispuestos a renunciar a
ellos, por buenos que sean, si el bien común parezca requerido, para que en
todo y sobre todo reine cristo, impere Cristo, a quien se deben honor y gloria y
el poder por los siglos.
En mi opinión veo que en este documento hay un seguimiento a lo que se
había propuesto en la anterior encíclica y también que es muy citada por lo
mismo que se quiere llegar a un seguimiento y a ver cómo ha funcionado, los
nuevos retos que se trajo con la Rerum Novarum. Aquí en estos trabajos que la
iglesia a emprendido y nos ha invitado a conocerlos, creo que se ve con
claridad que nuestra iglesia siempre ha estado preocupada y lo seguirá
estando, porque es una iglesia para pobres no sólo de dinero sino también en
lo espiritual y que vemos que esta al pendiente de todo su pueblo en las
necesidades.
SEMINARIO DE LA DIÓCESIS DE ZAMORA
ALUMNO: JUAN DANIEL OJEDA CALDERÓN