CRÉDITO
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CRÉDITO
Tarjetas de crédito
Son un ejemplo de crédito revolvente, que te brinda una línea de crédito, es
decir, un monto total sobre el que vas realizando compras y pagos. La
principal característica de una tarjeta de crédito es la temporalidad, ya que
te permite disponer de dinero que no tienes al momento pero que vas a
recibir en un futuro inmediato. Por ejemplo, si haces una compra y sabes
que podrás liquidarla una vez que recibas tu sueldo. Si usas la tarjeta con
esta idea en mente, podrás convertirte en un cliente que paga el total de su
deuda cada mes sin permitir que se generen intereses.
Por ejemplo, podrías utilizar una parte para remodelaciones y otra más para
un viaje. Son ofrecidos por los bancos, instituciones financieras e incluso
existen empresas que se dedican exclusivamente a otorgarlos. Puedes
utilizarlos para irte de viaje, remodelar tu casa o abrir una cuenta de
inversiones. Básicamente, para lo que desees, ya que usualmente no se
solicita que declares para qué usarás el dinero.
Como precaución, asegúrate de que sea una empresa seria y revisa las
estipulaciones de tu contrato antes de firmar. Al igual que con las tarjetas
de crédito, consulta, compara y revisa el costo anual total, anualidad,
comisiones, así como todos los términos y condiciones. También elabora tu
presupuesto y verifica tu capacidad de pago.
Créditos específicos
Muchas instituciones ofrecen financiamientos especializados, por ejemplo,
hipotecarios, educativos y automotrices, entre otros. Esto significa que la
cantidad que te ofrezcan podrá ser utilizada únicamente en un objetivo y
deberás poder comprobar que lo destinaste a ese fin.