La República 2-Platón-Resumen
La República 2-Platón-Resumen
La República 2-Platón-Resumen
Libro segundo
Glaucon tomó la palabra y siguió la discusión con Trasimaco.
-Aquellos que deseamos y buscamos por lo que son, sin cuidarnos para nada de
sus resultados, como la alegría y otros placeres puros. Nos agradan
inmediatamente.
-Aquellos que amamos por sí mismos y las cosas que generan, la vista, la salud.
Sócrates esta de acuerdo y ubica a la justicia en la de los bienes que deben amar
por ellos mismos y por sus resultados los que quieran ver verdaderamente
dichosos. (El segundo tipo)
Glaucon pone a la justicia en los bienes penosos, a los que debemos de huir
porque cuestan demasiado a la naturaleza.
La justicia ocupa un término medio entre el más grande bien (poder ser injusto
impunemente, es decir sin recibir castigo) y el más grande mal (no poder vengarse
de la injuria que ha recibido).
Al hombre del bien lo seduce la maldad, arrastrado por el deseo de tener más y
más.
Glaucon hace referencia a la leyenda de Gijes (uno de los antepasados del Lidio) el
era pastor del rey de Lidia. Cuenta la historia que el vio un caballo de bronce, en
cuyo vientre habían unas pequeñas puertas. El asomo la cabeza y encontró dentro
del animal un cadáver de ralla mas superior a la humana. El cadáver estaba
desnudo y sólo tenia en un dedo un anillo de oro. Gijes se llevo el anillo y se sentó
entre los pastores. La piedra del anillo estaba del lado de sue piel y lo volvió
invisible. Había encontrado la virtud del anillo. Se incluyo dentro de los pastores
que iban a dar de cuenta al rey, corrompe a la reina y toma el trono.
El perfecto injusto: consiste en parecer justo sin serlo, crea una reputación de
hombre de bien, capaz de mantener esta coraza hasta el fin de sus días y capaz
de convencer su inocencia. He aquí un hombre injusto.
El perfecto justo: es justo por sus verdades y no sus intereses. Lo tratan como el
mayor de los criminales. El más infeliz.
Aquel que es injusto aparentando ser justo llega más lejos que aquel que
realmente lo es, tiene mayores riquezas.
Así concluye que la condición del hombre injusto es más dichosa que la del justo.
Adimanto demuestra que todos aquellos (padres a sus hijos y maestros a sus
discípulos) que proponen la justicia es por las ventajas que esta acarrea, la
reputación de hombre de bien proporciona dignidades, uniones honrosas y los
bienes que propuso Glaucon.
Los hombres malos son sumidos en el cieno de los infiernos, condenados a sacar
agua con una criba. Por lo tanto, los justos que se hacen pasar por malos son los
malos mismos.
Adimanto continua diciendo que a partir del lenguaje de los poetas; la justicia y la
templanza es lo más bello, lo más difícil y penoso. Por el contrario, no hay nada
más dulce que la injusticia y el libertinaje.
Las acciones injustas son más útiles que las justas. Que la mayoría de los
hombres se inclinan a honrar como dichoso a los hombres malos, que tiene
riquezas y crédito. A menospreciar al hombre justo, débil. Aunque convengan que
el justo es mejor que el malvado.
Los dioses dice que los hombres virtuosos tienen males y desgracias, mientras
que colman a los perversos de prosperidades. Los sacrificadores (ritos de Museo
y Orfeo) y adivinos los pueden persuadir. Mediante víctimas y juegos pueden
espiar las faltas de los vivos y de los muertos. De nada me servirá ser justo si no
adquiero la reputación de ser como tal, y que la virtud no tiene más que
penalidades y trabajos que ofrecerme. Ddebo atenerme a lo que dicen los sabios,
puesto que la apariencia de la virtud puede contribuir más a mi bienestar que a la
realidad misma. Le pide a Sócrates que no se limite a probarles que la justicia es
preferible á la injusticia. Preferible explicar los efectos que ambas producen por sí
mismas en el alma, y que hacen que la una sea un bien y la otra un mal.
El Estado
Sócrates quedo impresionado con las exposiciones de Glaucon y Adimanto.
No basta que trabajen para la necesidad del Estado, sino que también trabajen
para la necesidad de los extranjeros, y allí la necesidad de personas que se
encarguen de ella, como la exportación o la importación, es decir comerciantes y
navegadores.
¿Cómo se encuentra un partido que sea dulce pero inclinado a la cólera? Si una
de estas cualidades destruye a la otra. No existen los buenos guardianes del
Estado.
Según Glaucon, deben tener el instinto natural del perro, que ladra al que no
conoce aunque no lo haya tratado mal, y halaga a los que conoce aunque no
hayan hecho ningún bien.
Según Adimanto, valor, fuerza y actividad filosófica deberá ser el carácter de los
guerreros. Dándoles una educación de gimnasia para su cuerpo y mediante la
música en el alma. Aprenderán de los discursos falsos y los verdaderos, fábulas
de Hesiodo y Homero.
Las guerras de Troya, Niobe, Pelópidas. Todo lo que Dios crea no deja de ser justo
y bueno, todo pasa por algo. Aquellos a quien Dios castiga no son desgraciados.
Primera ley: que todos los ciudadanos sepan que Dios es el autor de las cosas
buenas.
Segunda ley: prohibe hablar y escribir, respecto á los dioses, como si fueran
encantadores, que toman diferentes formas y que intentan engañarnos con sus
discursos y sus acciones. Por ende muchos de los pasajes de Homero no están
avalados.