El Papel de La Mujer en La Bauhaus
El Papel de La Mujer en La Bauhaus
El Papel de La Mujer en La Bauhaus
Retrato
de grupo con una dama:
el papel de la mujer
en la Bau ha us
(Las citas, excepto las procedentes del libro de Wingler, han sido traducidas al
castellano por la autora de este artículo)
LAS connotaciones político-sociales que envuelve la trayectoria de
la Bauhaus - creada en 1919 en el clima de la República de W eimar y auto-
disuelta en 1933 bajo la presión del Nacionalsocialismo, y la abundante bi-
bliografía 1 generada en torno a esa institución- la han convertido en una
una especie de mito. Esta escuela, cuyo objetivo era la unificación del arte
con la artesanía, ha quedado así asociada a la idea de valores democráticos
y al intento de contribuir a una sociedad igualitaria a través del poder de
redención social del arte.
En los últimos años han surgido, sin embargo, estudios sobre algu-
nos aspectos que, bien porque no habían sido considerados relevantes o
porque pudiesen enturbiar la imagen idealizada de esta institución, habían
quedado desatendidos, como por ejemplo, el papel del segundo director
de la Bauhaus, Hannes Meyer, las relaciones entre ésta y el Nacional-
socialismo o el papel de las mujeres dentro de esa escuela. Al estudio de este
último aspecto ha contribuido decisivamente la crítica feminista (A. Baumhoff,
M. Droste, I. Radewald, S. W ortmann-W eltge).
la crisis económica a finales de los años veinte fueron algunos de los fac-
tores que seguramente influyeron en el considerable descenso de estudian-
tes femeninas en la Bauhaus. Mientras que en el primer curso de 1919
encontramos un porcentaje del 45,5% de mujeres en la Bauhaus, este des-
ciende en 1928 al 27,1 %, hasta alcanzar el 11,97% durante el último curso
de la Bauhaus en Berlín !l.
en nuestros estudios tan aplicadas como los hombres. Sin embargo, hasta
dónde podremos llegar en el arte con nuestros sentimientos femeninos de-
pende de cada una de nosotras" 10•
Otra de las estudiantes, Helene Nonné-Schmidt, casada con el maes-
tro de la Bauhaus Joost Schmidt y aprendiz del taller de tejeduría, pu-
blicó algunos años más tarde, en 1926, un artículo en la revista de Leipzig
Vivos Voco bajo el título "El área de la mujer en la Bauhaus". Tras cons-
tatar que existen dos tipos de talento, el intuitivo y el intelectual, no deja
dudas sobre cuál de los dos adjudica a la mujer:
En general, la mujer que se dedica a trabajos de tipo artístico actúa con mayor
éxito en el ámbito de las superficies bidimensionales. Esto se explica por su falta de
comprensión espacial que es propia del hombre. Existen aquí también naturalmente
diferencias individuales y de grado, de la misma manera que la naturaleza de los
dos sexos raramente es masculina o femenina totalmente. A ello se ha de añadir
el hecho de que la visión de la mujer es, en cierta manera, infantil, ya que, al igual
que el niño percibe los detalles y no el conjunto. Esto no se debe considerar como una
deficiencia, ya que es simplemente su ser 'así' y le otorga una mayor riqueza de
matices, que se perderían en una visión de coniunto. No debemos engañarnos pen-
sando que es~e carácter de la mujer vaya a modificarse, a pesar de todas las conquistas
del movimiento feminista y a pesar de todos los estudios y tentativas: precisamente
existen indicios de que la mujer tiene en cuenta sus limitaciones con la conciencia
de poseer justo con ello una gran ventaja. Esta falta de intelecto tiene su causa en una
mavor naturalidad e ingenuidad que están más cerca de la vida misma. Es difícil
decidir cuál de los dos es más valioso 11•
su gusto por el juego con las superficies, la predestinan para este trabajo, en el que
también encuentra expresión, en la riqueza de los matices, su sensibilidad cromática 12•
EL TALLER DE TEJEDURÍA H
12 Ibid.
18 GUNTA SToLZL, "Weberei am Bauhaus", en Offset, Buch und Wcrbekunst, (Leipzig) ,
núm. 7 (fascículo dedicado a la Bauhaus). WINGLER 1975, op. cit. (págs 141-142) reproduce
este texto, pero suprime la última frase del artículo en la que se hace referencia a la idio-
sincrasia femenina.
a Sobre el taller de tejeduría Vid, VV. AA, La tessitura del Bauhaus 1919-1933,
Cat. Exp. Palazzo Ducale, Pesaro, Venecia, 1985; RADEWALD, !NGRID, Bauhaustextilien 1919-
1933 (tesis doctoral), Hamburg, 1986, VV. AA., Gunta Stolzl. Weberei am Bauhaus und
aus eigener Werkstatt, Cat. Exp. Bauhaus-Archiv Berlín, Berlín, Kupfergraben Verlag,
1987; WoRTMANN-WELTGE, SIEGRID, Bauhaus-Textilicn. Kunst und Künstlerinnen der
Werkstatt, Schaffhausen, Stemmke, 1993 (vers. ingl. Londres, 1993) ; Stiftung Bauhaus
Dessau (ed.), Gunta Stolzl. Meisterin am Bauhaus Dessau. Textilien, Textilentwürfe und
freie Arbeiten 1915.1983, Cat. Exp. Stiftung Bauhaus Dessau. Dessau, G. Hatje, 1997; DRos-
TE, MAGDALENE, LuDEWIG, MANFRED, Das Bauhaus webt. Die Textilwerkstatt am Bauhaus,
Cat. Exp. Bauhaus-Archiv-Berlin, Berlín, 1998.
15 De las 89 biografías de alumnos/as del taller de tejeduría (Cat. Exp. GuNTA
SToLzL, 1987, op. cit., págs. 143-167), sólo 10 corresponden a hombres.
16 DRosn, 1989, op. cit., pág. 184.
17 Carta abierta de H. Meyer al alcalde de Dessau como respuesta a su despido de
Esta aversión hacia los trabajos textiles fue compartida incluso por
el maestro de 'forma' del taller de tejeduría, el pintor Georg Muche. Según
relató años más tarde se había jurado a sí mismo no tejer nunca un solo
hilo ni hacer un nudo 18•
También entre las propias mujeres existían reticencias hacia el taller
de tejeduría. Anni Albers (1899), uno de los grandes talentos dentro de
este taller (el MOMA le dedicó en 1949 la primera exposición monográ-
fica sobre esta temática), declaró en una entrevista de 1977 que tuvo que
decidirse por el taller de tejeduría al no ser aceptada en el de pintura sobre
vidrio con el argumento de que ya había un estudiante en ese taller; tuvo
que descartar los talleres de metal, madera y pintura mural porque los
trabajos en éstos eran demasiado pesados para ella:
. . . Pensaba que tejer era demasiado afeminado. Yo buscaba una profesión
de verdad. Acudí al taller de tejeduría sin ningún entusiasmo, simplemente era la
elección menos desagradable. ( ... ) La tejeduría no se considera un arte, sino un
trabajo artesano. Me he encontrado con que si un trabajo está hecho con hilo se con-
sidera artesanía y si se hace sobre papel se considera arte 19•
22
EL TALLER DE CERÁMICA
LAs EXCEPCIONEs
22 Sobre el taller de cerámica vid., WEBER, K. (ed.), K~ramik und Bauhaus. Ges-
chichte und Wirk.ung J" k.eramisch~n W~rkstatt des Bauhauses, Cat. Exp. Bauhaus-Archiv
Berlín, Berlín, 1989.
28 Gertrud Coja, Lydia Driesch-Foucar, Marguerite Friedlaender-Wildenhain, Conde-
MUJERES ANÓNIMAS
27 llse Fehling. Bauhaus bühne akt sl{u/ptur 1922-1967, Cat Exp. Galerie Berndt
Dürr, München, 1990.
28 BAUMHOFF, 1992, op. cit., pág. 117.
29 Marianne Brandt, Maria Cyrenius, Erika Hackmann, Erika Marx, Gerda Marx,
Lili Schultz, Elisabeth Winkelmayer. A excepción de Gerda Marx, todas ingresaron en
este taller en la época de Weimar y, excepto Brandt, lo abandonaron tras un corto período
sin ningún diploma. Vid. Biografías, en Weber, K. (ed.), Die Meta/lwerl{statt am Bauhaus,
Cat. Exp, Bauhaus-Archiv Museum für Gestaltung, Berlín, 1992, págs. 314-324.
30 Sobre M. Brandt vid. WEBER 1992, op. cit.; en 1995 presentó Anne-Kathrin Weise
una tesis doctoral sobre Marianne Brandt en la Humboldt-Universitiit de Berlín, que según
nuestros conocimientos no ha sido publicada.
31 BRANDT, M., "Brief an die junge Generation", en NEUMANN, E. (ed.), Bauhaus
und Bauhiiusler. Ennnerungen und Bel{enntnisse, Koln, DuMont, 1994 (1970), págs. 157-161.
32 VALDIVIESo, M., "Lucia Moholy. El ojo anónimo que retrató la Bauhaus", en
La Balsa de la Medusa, núm. 40, 1996, págs. 63-88.
MERCEDES VALDI'VIEso / La mrti" en la Bauhaus - 71
gido por Alfred Arndt esto provocó la dimisión de Brandt. Tras abando.
nar la Bauhaus en 1929, la producción y la calidad de Marianne Brandt
decayeron considerablemente e incluso abandonó, durante un largo periodo,
el traba jo en metal dedicándose de forma esporádica a la pintura y al di-
seño de tapices.
Si bien la subida al poder del Nacionalsocialismo no sólo obligó al
cierre de la Bauhaus, sino que interrumpió y quebró la carrera profesional
de la mayoría de sus integrantes, existen numerosos ejemplos de cómo
muchos de ellos pudieron retomar su carrera en el extranjero, principal-
mente en USA, o bien en Alemania después de 1945. Una gran parte de
sus miembros desempeñó importantes puestos en la docencia universitaria,
como diseñadores o bien como arquitectos y técnicos municipales. Signifi-
cativamente todos estos ejemplos se refieren, salvo algunas excepciones, a
hombres. Sobre los motivos de esta evolución profesional tan diferente en-
tre los alumnos y las alumnas de la Bauhaus sólo podemos especular, a
falta de los estudios correspondientes, sobre esta temática. Al parecer las
mujeres no lograron superar las dificultades que la persecución política y
la emigración añadieron a los problemas que ya de por sí encontraban
para incorporarse a un mundo laboral reacio a la presencia femenina y
cuyas normas eran eminentemente masculinas.