Los Requisitos de La Motivacion. 3

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

DOCENTE : Dr. WILKER RUIZ VELA

ASIGNATURA :ARGUMENTACIÓN JURIDICA

SIGLA :DE 553

TEMA : LOS REQUISITOS DE LA MOTIVACIÓN

GRUPO DE TRABAJO : 06

INTEGRANTES:

 CHOCCE QUISPE, Dioner Lyndon


 ARONE ALANYA, Yulisa Sandra
 CALDERON TORRE, Graciela
 CONDORI ROMANÍ Magaly
 DE LA CRUZ MARQUINA Mayra Yenyfer
 HUAMAN VARGAS, Lisseth Nayda.
 INGA LOME, Maritza

AYACUCHO – PERÚ

2021
ÍNDICE
I. LA MOTIVACIÓN...........................................................................................3
II. LOS REQUISITOS DE LA MOTIVACION.....................................................3
2.1. La racionalidad........................................................................................5
2.1.1. Justificación interna..........................................................................5
2.1.2. Justificación externa.........................................................................6
2.2. Coherencia..............................................................................................6
2.3. La Razonabilidad...................................................................................10
2.4. La concreción........................................................................................12
2.5. La Completitud......................................................................................14
2.6. La suficiencia.........................................................................................16
2.7. La Claridad............................................................................................19
2.8. La Congruencia.....................................................................................22
III. CONCLUSIÓN..........................................................................................26
IV. BIBLIOGRAFIA.........................................................................................27
I. LA MOTIVACIÓN

Históricamente, se ha dicho que la motivación es una garantía


constitucional con la que gozan los ciudadanos justiciables para el
control de las decisiones arbitrarias del juez; por tanto es un
mecanismo jurídico constitucional para el control y la crítica de las
decisiones del magistrado contenida en las resoluciones pues la
motivación es un deber constitucional del juez por dos razones; una
es porque tiene la obligación de justificar plenamente la decisión y la
otra porque tiene la obligación de informar la función jurisdiccional
del Estado; es un derecho del justiciable porque merece una
decisión plena y suficientemente justificada con sujeción a las reglas
de la lógica jurídica y a las normas constitucionales del debido
proceso, también la tutela jurisdiccional efectiva porque tienen la
facultad de controlar, criticar y censurar las decisiones del juez
cuando crean que no están resultas de acuerdo a ley; de tal forma
que se controle la arbitrariedad y el capricho del juez y se promueva
mayor objetividad y perfeccionamiento en la decisión jurisdiccional.

Entonces, La motivación de las resoluciones judiciales constituye el


conjunto de razonamientos de hecho y de derecho realizados por el
juzgador, en los cuales apoya su decisión. Motivar, en el plano
procesal, consiste en fundamentar, exponer los argumentos fácticos
y jurídicos que sustentan la decisión. No equivale a la mera
explicación o expresión de las causas del fallo, sino a su justificación
razonada, es decir, a poner de manifiesto las razones o argumentos
que hacen jurídicamente aceptable la decisión” 1.

II. LOS REQUISITOS DE LA MOTIVACIÓN

Antes de poder dilucidar los distintos requisitos que contiene o deben


de contener las resoluciones judiciales, consideramos que de manera
previa debemos de desentrañar de manera clara y concreta que es
1
Castillo Alva José Luis; Luján Túpez Manuel; Zavaleta Rodríguez Roger E. (2006). Razonamiento
Judicial, Interpretación, Argumentación y Motivación de las Resoluciones Judiciales. Lima. Ara Editores.
motivación y mas propiamente que es motivación judicial, siendo así,
para el jurista Nieto García motivar es “(…) justificar la decisión
tomada, proporcionando una argumentación convincente e indicando
lo bien fundado de las opciones que el juez efectúa” 2. La motivación
debe mostrar que la decisión adoptada esta legal y racionalmente
justificada sobre la base de aquellos elementos que la fundamentan.

Para el magistrado Cesar San Martin, la motivación debe de abarcar 3


requisitos los cuales son:

a) la fundamentación del relato fáctico con exposición de las pruebas de


las imputaciones que el mismo contiene.
b) la fundamentación de la subsunción de los hechos declarados
probados en el tipo legal procedente, con análisis de los elementos
descriptivos y normativos, tipo objetivo y subjetivo y circunstancias
modificativas.
c) La fundamentación de las consecuencias penales y civiles, por tanto,
de la individualización de la pena y medidas de seguridad en su caso,
responsabilidades civiles, costas y consecuencias accesorias. La
motivación puede ser escueta siempre que suponga una aplicación
razonable y reconocible del ordenamiento jurídico” 3.

La motivación ha de respetar cierta forma y sobre todo debe de estar


sujeta a ciertos requisitos que en palabras de Pablo Talavera “actúan
como limites de la actividad decisoria del juzgador, no pudiendo tomar
este una decisión que no cuente con el efectivo respaldo de una
motivación que reúna todos los requisitos esenciales exigibles (…)” 4.

los cuales son:

 La racionalidad
 La coherencia
 La razonabilidad
2
NIETO GARCIA, Alejandro (1998): El arte de hacer sentencias ò Teoría de la Resolución Judicial. Madrid,
Universidad Complutense, p. 185.
3
SAN MARTIN CASTRO, César (2015): Derecho Procesal Penal Lecciones, Instituto peruano de
criminología y ciencias penales Fondo Editorial. Lima-Perú, p. 1032.
4
TALAVERA ELGUERA, Pablo (2010): La sentencia Penal en el Nuevo Código Procesal Penal, Neva estudio
S.A.C. Lima-Perú, p, 18.
 La concreción
 La completitud
 La suficiencia
 La claridad
 La congruencia

2.1. La racionalidad

La noción de racionalidad que se predica para la motivación es


aquella que se caracteriza por lo siguiente: 1) intersubjetividad,
entendiéndose por ello la posibilidad de comunicación de
enunciados o proposiciones entre individuos que forman parte de
un determinado circulo. 2) la existencia de un método para la
adopción de la decisión judicial. 3) la obtención de unos
resultados más o menos predecibles”5.
Así para que una motivación sea racional, no bastara con que
haga posible el control externo del fundamento racional de la
decisión, sino que, para ello, deberá de utilizar argumentos de
justificación racional, y la doctrina señala que se tiene 2 tipos de
justificación las cuales viene a ser: la justificación interna y la
justificación externa.
Jorge Portocarrero las define bajo la siguiente concepción:

2.1.1. Justificación interna

Con el término ‘justificación interna’ se hace referencia a la


estructura lógica mediante la cual se llega a una conclusión a
partir de determinadas premisas. En otras palabras, podemos
decir que cuando preguntamos si una decisión ha sido
correctamente inferida a partir de sus premisas, en dicho caso
estamos hablando de la racionalidad interna.

5
SEGURA ORTEAGA, Manuel. Citador por: TALAVERA ELGUERA, Pablo (2010): La sentencia Penal en el
Nuevo Código Procesal Penal, Neva estudio S.A.C. Lima-Perú, p,19.
2.1.2. Justificación externa

La justificación externa se refiere al grado de justificación que


tienen las premisas a ser introducidas en la justificación
interna, es decir se da en el supuesto cuando nos
preguntamos si las premisas han sido aceptadas
correctamente, estamos hablando de racionalidad externa. La
justificación externa es la parte más importante del
procedimiento de motivación racional de las decisiones
jurídicas, ya que la labor jurídica se hace patente a este
nivel”6.

Finalmente señalaremos que La motivación se configura


como criterio diferenciador entre racionalidad y arbitrariedad.
Un razonamiento será arbitrario cuando carezca de todo
fundamento o bien sea erróneo. Se trata, en definitiva, del uso
de la racionalidad para dirimir conflictos habidos en una
sociedad que se configura ordenada por la razón y la lógica.
Son aspectos esenciales de este derecho: la racionalidad y la
razonabilidad de las decisiones. La finalidad de resguardar
una debida motivación, desde el punto de vista tanto de lo
racional, es garantizar al justiciable que la decisión que ha
obtenido (sea o no favorable a sus intereses), es producto de
un razonamiento correcto, en el que además se han tomado
en consideración los valores y principios que gobiernan la vida
en sociedad, y que deben encontrarse contemplados en la
Constitución, dando lugar a una decisión socialmente
aceptable y objetivamente justa; todo lo cual está en aptitud
de conocerse al revisar los fundamentos de lo decidido.

2.2. Coherencia

6
PORTOCARRERO QUISPE, Jorge Alexander (2016): sobre la razonabilidad y la racionalidad en la
motivación de las resoluciones jurídicas. Cuadernos sobre Jurisprudencia Constitucional. - N. º11 Lima-
Perú, p. 209-225.
La coherencia constituye una exigencia esencial de la motivación,
y en cierto sentido es un presupuesto de la racionalidad de la
justificación de la decisión, ya que no es imaginable un discurso
justificativo calificado de racional que no sea, al mismo tiempo,
coherente. Nuestro Tribunal Constitucional exige que la
motivación cumpla con el requisito de la coherencia, al señalar
que la falta de coherencia narrativa se presenta cuando existe un
discurso confuso, incapaz de transmitir, de modo coherente, las
razones en las que se apoya la decisión produciéndose así una
manifiesta incoherencia narrativa, cuya coherencia lógica puede
ser la inversión o alteración de la realidad de los hechos, lo que
tornaría incongruente e inconstitucional 7. 

La motivación entendida y valorada desde el punto de vista lógico


implica necesariamente una argumentación. Y, la argumentación
es tal sólo cuando sea estructurada coherentemente; esto es, sin
incurrir en contradicciones, en el desorden de ideas, en falacias,
en una mera yuxtaposición numerativa de folios o de afirmaciones
o negaciones formuladas mecanicistamente (sin derivar las
respectivas significaciones probatorias) o en una frondosa,
enrevesada y superficial acumulación de disgresiones sin mayor
relación con el caso a resolver8.

Por ello, una argumentación coherente es una argumentación


predispuesta a la consistencia. Si dicha coherencia está vitalizada
por un conocimiento jurídico especializado necesario para el caso
que, a su vez, esté complementado por conocimientos teóricos
extrajurídicos, así como por la aplicación de las reglas de la
experiencia, el nivel de inteligencia y hasta intuitiva del encargado
de resolver el caso. Si convergen la coherencia y el conocimiento

7
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. EXP. N. 0 00728-2008-PHC/TC Citado Pablo Talavera
Elguera. La sentencia penal en el nuevo Código Procesal Penal. Primera Edición. Depósito legal en la
Biblioteca nacional del Perú. Lima, Perú. Pág.19.
8
Florencio Mixán Mass. La motivación de las resoluciones judiciales. Debate Penal, N° 2. Lima, Perú,
Pág.193.
adecuado en la argumentación, la motivación resultará
consistente9.

Toda motivación debe tener una coherencia interna y una


coherencia externa. La coherencia interna de la motivación
despliega su eficacia dentro del propio discurso de justificación de
la sentencia y se traduce en poner de manifiesto la exigencia de
que no exista contradicción entre los argumentos y las premisas
del discurso justificativo 10
. Ya que resulta indispensable que
exista una coherencia lógica entre las premisas y las conclusiones
del fallo y, por tanto, éste debe ser motivado.

En la motivación, el juez está obligado a ser coherente tanto en el


uso del lenguaje como en la argumentación. La coherencia
lingüística exige que el juez evite las contradicciones semánticas,
gramaticales y sintácticas al redactar la justificación de su
decisión. La coherencia argumentativa requiere que el juez cuide
que en su discurso no exista vicios lógicos tales como: a)
contradicciones internas entre los hechos probados de una
sentencia; b) contradicciones internas entre los fundamentos
jurídicos de una sentencia; y c) contradicciones internas entre los
hechos probados y los fundamentos jurídicos de una sentencia 11.

En cuanto a la coherencia externa la motivación realizada por el


juez debe resultar coherente, no solo internamente sino también
en relación con las otras partes de la sentencia, especialmente
con el fallo (coherencia intra sentencia); así como respecto a
previas resoluciones jurisdiccionales que existan sobre la materia
en cuestión (coherencia extra sentencia)12. 

9
Florencio Mixán Mass. Ob. Cit.
10
Pablo Talavera Elguera. La sentencia penal en el nuevo Código Procesal Penal. Primera Edición.
Depósito legal en la Biblioteca nacional del Perú. Lima, Perú. Pág.19
11
Ibidem. Pág. 20
12
Ob. Cit. Pág.20
La coherencia intra sentencia exige, como efecto del principio de
completitud de la motivación que el juez justifique la totalidad de la
decisión adoptada. Por esta razón, no serán admisibles los casos
en los que se incluya en la motivación alguna indicación no
comprendida en el ámbito fijado por la decisión, ni tampoco la
hipótesis de falta de justificación de un aspecto o elemento de tal
fallo adoptado. La relación entre motivación y fallo condicional
cuantitativamente el poder del juez para justificar su decisión.  La
falta de coherencia entre justificación y fallo provoca un simple
defecto de motivación que de acuerdo a su intensidad será
corregido por vía de recurso o podrá dar lugar a un eventual
proceso constitucional en los casos en que la falta de sintonía
entre motivación y fallo revista tal grado de intensidad que haga
que la decisión adoptada carezca de tal mínima justificación 13.

Desde el punto de vista de la coherencia extra sentencia,  la


libertad que tiene el juez para motivar sus decisiones se
encuentra condicionada por la existencia de previas resoluciones
del propio juez sobre controversias similares a las que se someten
a su conocimiento; y ello es así porque se presume que, al decidir
y justificar su resolución, el juez  ha optado siempre por aplicar la
solución y justificación más correcta, la cual resulta
universalizable a todos los casos iguales (auto precedente) como
garantía de que la argumentación realizada ha sido racional y no
una mera justificación ad hoc para encubrir la arbitrariedad 14.  En
resumen, resulta indispensable que exista una coherencia lógica
entre las premisas y las conclusiones del fallo y, por tanto, para
ser motivado.

2.3. La Razonabilidad

13
Colomer Ignacio. La motivación de las sentencias: sus exigencias constitucionales y legales. Citado por
Pablo Talavera Elguera. Ob, Cit. Pág.20.
14
Gascón Marina. La técnica del precedente y la argumentación racional. Citado por Pablo Talavera
Elguera. Ob. Cit. Pág.20
El autor Pablo Talavera Elguera menciona que “en principio cabe
distinguir la racionalidad de la razonabilidad, mientras que la
racionalidad hace referencia a la condición que adquiere la
decisión cuando viene adoptada y justificada con sumisión a las
normas y principios de un ordenamiento, en cambio la
razonabilidad de la decisión judicial hace referencia a la
aceptabilidad de la misma por el común de las personas.” 15

Cabe señalar que la razonabilidad es un complemento que se


debe acompañar a la racionalidad de la decisión jurisdiccional y
determinantemente su motivación. Como ya es de conocimiento
que toda motivación de una decisión debe justificar que es
racional y así misma razonable. Las motivaciones de las
resoluciones judiciales no solo se deberían justificar la
racionalidad de la decisión, sino que así mismo se debería
justificar la razonabilidad.

La justificación de la razonabilidad variará sustancialmente de


acuerdo a que se trate de la motivación de las decisiones no
discrecionales o de la motivación de las decisiones discrecionales.

La razonabilidad, debe ser justificada y en ella debe contener la


motivación que no es diferente de la fundamentación lógica formal
de la racionalidad de la decisión adoptada. Esto quiere dar a
entender que el carácter razonable de la decisión viene
acreditando con la simple justificación de la racionalidad de la
decisión adoptada. La decisión será razonable si es tomada en un
proceso judicial en el que se respeten todas las normas legales y
procedimentales que disciplinan en el juicio de hecho y de
Derecho.

En cuanto a la justificación de la razonabilidad de las decisiones


discrecionales, la motivación tendrá un contenido superior al de
una decisión normal y corriente, el autor manifiesta que se tiene
que acreditar la razonabilidad de la decisión adoptada entre todas
las legítimamente posibles. No es posible afirmar que solo
bastaría con la motivación que justifique la racionalidad de la
decisión tomada, sino que además debe estar debidamente
fundamentada las razones que hacen a dicha solución más
15
TALAVERA ELGUERA, Pablo. La sentencia penal en el nuevo Código procesal Penal. Perú- Lima Pág. 20
razonables que todas las demás. (…) “En consecuencia el Juez
debe justificar que la solución que elige entre todas las
jurídicamente posibles es la más razonables, atendidas las
circunstancias concretas de la causa.”16

Jorge Alexander Portocarrero señala que, “en cuanto a la


racionalidad y razonabilidad se podría hacer una distinción, a un
nivel aplicativo, la racionalidad es un criterio relacional que sirve
para determinar la adecuación de un medio a un fin, en tanto que
la razonabilidad esta referida a la aceptabilidad respecto a
cuestiones valorativas”17. En el marco del discurso jurídico estos
dos conceptos son interdependientes, dado que la racionalidad
requiere ser razonables para poder ser aceptable. Aquello que es
racional no necesariamente es razonables ni aquello que es
razonables es necesariamente racional, lo ideal para el autor es
que lo racional sea el sustento de lo razonable.

“Una motivación razonable es aquella que reúne requisitos de


aceptabilidad intersubjetiva, es decir, aquella resolución que
posea las condiciones para poder ser entendida como correcta
por parte de sus destinatarios. De aquí que, desde la perspectiva
de la razonabilidad, toda motivación implica ausencia de
contradicciones entre sus fundamentos, correspondencia entre los
hechos en que se basa y el sentido de la argumentación, debe
estar expresada de manera clara y entendible a efectos de que
sus destinatarios puedan identificar las razones e inferencias que
la sustentan, debe agotar todos los argumentos aplicables al
caso, y que a partir de la conclusión a que se arribe no puedan
derivarse diversas interpretaciones.”18

Los criterios básicos de la perspectiva de razonabilidad en la


motivación se derivan de las reglas clásicas de la lógica están
son: identidad (dos proposiciones son iguales si tienen las mismas
propiedades), no contradicción (dos proposiciones contrapuestas
no pueden ser verdaderas al mismo tiempo), el tercero excluido
(toda la proposición debe ser verdadera o falsa no existiendo una
tercera posibilidad entre lo verdadero y lo falso) y razón suficiente

16
TALAVERA ELGUERA, Pablo. Op. Cit. Pág. 21
17
PORTOCARRERO QUISPE, Jorge Alexander. Sobre la razonabilidad y la racionalidad en la motivación de
las resoluciones jurídicas. Lima-Perú. Pág. 212
18
PORTOCARRERO QUISPE, Jorge Alexander. Op. Cit. Pág.213
los argumentos que justifiquen el sentido de una argumentación
deben ser suficientes para tal fin.

Cabe señalar que los criterios de la perspectiva de la


razonabilidad solo cumplen la función de servir como ideas
regulativas que orientan y enmarcan la interpretación de los
operadores jurídicos a efectos de lograr aceptabilidad en
cuestiones valorativas por parte de sus destinatarios, y no
proporcionan racionalidad procedimental alguna que permita
determinar cómo es que se puede cumplir objetivamente con
dichas exigencias.

Solo determinan “el que”, pero no determinan “el cómo”, el


contenido de la racionalidad proviene de la justificación interna y
externa, los cuales son elementos conceptuales propios de la
perspectiva racional de la motivación.
Es importante señalar que las patologías o vicios de la motivación
son precisamente las consecuencias de incumplir con los criterios
de claridad, coherencia, congruencia y suficiencia, es decir, son
producto de incumplir tanto con la perspectiva de la razonabilidad
como con la perspectiva de la racionalidad.

2.4. La concreción

la concreción es uno de los requisitos fundamentales por lo que


se sustenta en que motivar es justificar la decisión tomada por
parte de las autoridades competentes en las determinadas
resoluciones judiciales, y ello es argumentar convincentemente e
indicando los criterios que el juez adopta; el motivar es también,
uno de los principios constitucionales que nos ayuda a evitar las
arbitrariedades de los jueces y por cuanto la motivación se
configura como criterio diferenciador entre la racionalidad y la
arbitrariedad, y es ahí cuando el criterio de la concreción toma un
punto importante y denota un razonamiento si llega a ser arbitrario
cuando de alguna forma carece de fundamento o tiene algún error
y la razonabilidad cuando arraiga a la lógica en la decisiones.
El deber de la motivación de la decisión judicial a efectos que
ahora nos interesan, es indispensable dilucidar en alguna
disposición normativa que es un presupuesto imprescindible para
que la decisión o resoluciones judicial pueda considerarse
motivada. Pero en algunas oportunidades no se considera desde
un punto de vista suficiente, sin embargo, si no se toma en cuenta
la motivación con relación a los hechos del proceso,
necesariamente al juez se le exige argumentar las disposiciones o
las resoluciones judiciales con los determinados requisitos de la
motivación, dicho de otra forma, tiene que de alguna forma ser
expresado esa decisión con criterio de razonabilidad y concreción
interpretativo.

Asimismo, cabe recalcar que los requisitos de la motivación como


es la concreción y los demás otros requisitos que conciernen el
circulo de lo motivación, es un principio básico del derecho
procesal asi como lo establece Perez Lopez en su escrito: “su
importancia va más allá del tratamiento de temas conexos como
la naturaleza del razonamiento judicial y la logicidad de las
decisiones, radica en que trae a colación la función legitimadora
de este principio con relación al servicio de justicia” 19.

el Tribunal Constitucional Peruano y las respectivas instancias


judiciales han reconocido la debida motivación como elemento de
un debido proceso, y que como tal, debe estar presente en todo
tipo de proceso o de procedimiento. Así, el Tribunal Constitucional
peruano se ha pronunciado en el siguiente sentido: “en la
jurisprudencia nacional, el contenido constitucionalmente
protegido del derecho fundamental al debido proceso está
comprendido el derecho a la motivación de las resoluciones. Si se

19
PEREZ LOPEZ, JORGE. La motivación de las decisiones tomadas por cualquier autoridad publica.
Derecho y cambio social. www.derechoycambiosocial.com. Deposito legal 2005-5822
interpreta restrictivamente el artículo 139º, inciso 5 de la
Constitución, el cual prevé que: “son principios y derechos de la
función jurisdiccional (...). La motivación escrita de las
resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los
decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable
y de los fundamentos de hecho en que se sustentan (...)” 20.

por tanto, la concreción como todo requisito fundamental de la


motivación de las resoluciones judiciales contempla de manera
específica y particularizada los elementos que integren las
cuestiones problemáticas sometidas a la consideración judicial y
que sean relevantes para la decisión, tanto en el plano factico
como en el plano jurídico.

2.5. La Completitud
Es la convergencia de tres elementos esenciales de la motivación
manifiesta: a) La completitud necesaria. - Es el rasgo cuantitativo
de la motivación necesaria, significa que el juez al momento de
realizar la motivación, éste debe de exponer el Obiter Dictum y la
Ratio Decidendi necesaria, esto es dar las razones de aceptación
y rechazo de un elemento ya sea de cargo o descargo, de tal
modo que la motivación sea completa, rotunda y cabal. No debe
ser parcial, relativa ni indirecta. Debe de estructurarse el armazón
necesario que sostenga la decisión final. B) La completitud
suficiente. - Es el rasgo cualitativo de la motivación. Debe ser
suficientemente justificado, esto es cada premisa, cada probable
inquietud, cada vacío, cada afección, debe de ser expuesta, no se
trata de cantidad sino de calidad. Sus rasgos característicos, al
igual que de la concreción son la precisión, la especificidad y la
puntualidad, más no la sobrecarga de conceptos.

20
PEREZ LOPEZ, JORGE. La motivación de las decisiones tomadas por cualquier autoridad publica.
Derecho y cambio social. www.derechoycambiosocial.com. Deposito legal 2005-5822
ibidem
La completitud refiere a que la motivación debe de ser completa,
es decir que se deben de justificar opciones que puedan inclinar el
fiel de la decisión final. La motivación debe de ser completa, pues
no debe dejar al margen nada, esto se constituye de la valoración
de las pruebas dejando claro su admisión o exclusión, como
también se debe dejar sentado y de forma clara la razón por la
que se rechaza la prueba. Lo ideal es que la verdad procesal
coincida con la realidad e los hechos y con la verdad material.

La motivación debe ser completa:

Todas las decisiones parciales adoptadas en el curso del


proceso, que tengan alguna relevancia de cara a la decisión
definitiva, deben tener reflejo en la motivación, incluyendo tanto la
quaestio iuris como la quaestio facti. En ese sentido, parece cada
vez más extendida entre los Tribunales la importancia de motivar
la interpretación, pero aún hay muchas omisiones en lo que
respecta a una adecuada motivación de la quaestio facti o de la
individualización de las consecuencias jurídicas.

Francisco Javier Ezquiaga Ganuzas afirma que: “La motivación


debe ser suficiente: no basta con que cada una de las decisiones
parciales que conducen a la decisión final estén justificadas, sino
que es preciso, además, que la motivación de cada una de ellas
sea “suficiente” (la completitud es una cuestión de cantidad,
mientras que la suficiencia es un criterio cualitativo). Para cumplir
con esa exigencia no es suficiente con proporcionar un argumento
que avale la decisión adoptada, sino que (al menos en los casos
de discrepancias) habrá que dar adicionalmente razones que
justifiquen por qué ese argumento es mejor o más adecuado que
otros potencialmente utilizables. Por ejemplo, ante una duda
interpretativa, no será suficiente justificar el significado adoptado
por medio de una argumentación sistemática, sino que deberán
proporcionarse también razones que motiven por qué ese modo
de interpretación es más adecuado en ese caso que una
argumentación teleológica”21.

La motivación está compuesta por los fundamentos que sustentan


la decisión, y debe ser escrita, clara, lógica y completa.

2.6. La suficiencia

TALAVERA ELGUERA, Pablo expresa que: “A diferencia de la


completitud -que responde a un criterio cuantitativo-, la suficiencia
es de sentido cualitativo y material, no meramente formal.
Consiste en dar cuenta de las auténticas razones de la decisión, y
de todas las que hayan sido relevantes para llegar a la misma.
Dicho de otro modo: las opciones han de estar justificadas
suficientemente, lo que en modo alguno implica que se responda
a todos los argumentos de las partes; basta con que se ponga de
manifiesto la suficiencia contextual”.22

FOSCHINI citado por TALAVERA ELGUERA sostiene que: “...el


contenido de la motivación debe ser tal que cubra toda la materia
del juicio".23 A esto cabría añadir que debe ser comprensible para
los destinatarios de la misma. No se trata en todo caso de
cantidad sino de calidad del esfuerzo justificatorio. En la práctica
nos encontramos algunas veces con motivaciones sobrecargadas
de resúmenes de actuaciones, conceptos y jurisprudencia,
paradójicamente inmotivadas, en las que ni siquiera se puede
apreciar cuál es la ratio decidendi.

ALLISTE SANTOS, Tomas Javier expone que: “La motivación


suficiente se entiende como el conjunto de elementos

21
Francisco Javier Ezquiaga Ganuzas. La motivación de las decisiones judiciales en el Derecho
peruano. Pág. 6.
https://www.mpfn.gob.pe/escuela/contenido/actividades/docs/3316_lectura_3_la_motivacion_de_las_
decisiones_judiciales_ezquiaga_2012.pdf.
22
TALAVERA ELGUERA, Pablo. Op. Cit. Pág.22
23
TALAVERA ELGUERA, Pablo. Op. Cit. Pág.22
necesariamente presentes en la decisión judicial para que ésta
sea válida, así con este criterio se alude “a un mínimo de
razonamiento justificativo ineludible para que la resolución judicial
sea conforme a las funciones propias de la exigencia
constitucional y legalmente garantizada de motivación””. 24

Se entiende que este criterio de suficiencia tiene utilización en el


control que sobre la motivación se desarrolla a través de los
recursos vía de jurisdiccionales o de amparo. Adicional a esto,
este criterio, responde a una creación doctrinal y jurisprudencial,
con el cual se busca aceptar aquellas motivaciones de los
operadores jurídicos que no ejercen hasta los extremos exigidos
su deber de justificación de sus resoluciones. Por esto, en
palabras de COLOMER, “La suficiencia de la motivación se
encuentra vinculada con la exigencia de un mínimo al
razonamiento justificativo para que pueda cumplir las funciones
que tiene asignado, y en particular, para que satisfaga el derecho
del justiciable y de la sociedad a conocer las razones que apoyan
la decisión para hacerla aceptable como legítima aplicación del
sistema jurídico”.25

De acuerdo al EXP. N° 07025-2013-AA/TC – LORETO,


SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL "La motivación
suficiente, en la concepción de este Tribunal, se refiere,
básicamente, al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien no se trata de dar
respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la ‘insuficiencia’ de fundamentos

24
ALLISTE SANTOS, Tomas-Javier. La Motivación de las Resoluciones judiciales. Madrid, Editorial Marcial
Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A. 2001, pág. 164
25
COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. La motivación de las Sentencias: sus exigencias constitucionales y
legales. Valencia: Editorial Tirant lo Blanch, 2003, pág. 351
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo”

EZQUIAGA GANUZAS, Francisco Javier señala que: “…no basta


con que cada una de las decisiones parciales que conducen a la
decisión final estén justificadas, sino que es preciso, además, que
la motivación de cada una de ellas sea “suficiente” (la completitud
es una cuestión de cantidad, mientras que la suficiencia es un
criterio cualitativo). Para cumplir con esa exigencia no es
suficiente con proporcionar un argumento que avale la decisión
adoptada, sino que (al menos en los casos de discrepancias)
habrá que dar adicionalmente razones que justifiquen por qué ese
argumento es mejor o más adecuado que otros potencialmente
utilizables. Por ejemplo, ante una duda interpretativa, no será
suficiente justificar el significado adoptado por medio de una
argumentación sistemática, sino que deberán proporcionarse
también razones que motiven por qué ese modo de interpretación
es más adecuado en ese caso que una argumentación
teleológica”.26

Ahora bien, es verdad que el derecho a la motivación de las


resoluciones judiciales no garantiza que, de manera
pormenorizada, todas las alegaciones de las partes tengan que
ser objeto de un pronunciamiento expreso y detallado. En
realidad, lo que este derecho exige es que el razonamiento
empleado por el juez guarde relación con el problema que le
corresponde resolver. De ahí que el deber de motivación de las
resoluciones judiciales alcance también a la suficiencia de la
argumentación brindada por los órganos jurisdiccionales, dentro
del ámbito de sus competencias.

26
EZQUIAGA GANUZAS, Francisco Javier. (2011). La motivación de las decisiones judiciales en el Derecho
peruano. Editora Jurídica Grijley. Lima. Pág. 13
2.7. La Claridad

La claridad forma parte de los requisitos fundamentales en la


motivación, consiste en usar un lenguaje claro, y comprensible,
evitando expresiones difíciles de entender para el ciudadano. En
el discurso jurídico lo que se exige hoy en día se opone a la
antigua tradición erudita y elitista del lenguaje legal dogmático, lo
cual no quiere decir que se deje de un lado este tipo de lenguaje,
sino que reserva su uso en los debates donde intervienen
especialistas en materia legal.

Villegas menciona que: “El pensamiento del juzgador debe ser


aprehensible, comprensible y examinable, pues las ideas que se
expresan no deben dejar dudas; así mismo, la motivación clara
puede considerarse como algo imperativo en lo procesal, pues las
partes son los destinatarios directos de la resolución emitida por el
Poder Judicial; y por lo tanto se exige motivar adecuadamente
éstas, toda vez que es indispensable que las partes conozcan que
es lo que se va a impugnar, a fin de no restringir el derecho de
defensa de un modo irrazonable ”.27

Uno discurso jurídicos contendrán argumentos claros siempre en


cuando contenga expresiones de lenguaje cotidiano, evitando
palabras dogmáticas, lenguajes extranjerizadas o arcaicas que su
aplicación resulte innecesaria. Sin embargo, no solo bastará en
emplear un lenguaje y expresión con claridad, sino que también
será necesario el uso correcto de los criterios ortográficos como
tildes, signos de puntuación y sintaxis (reglas de la combinación
de palabras para la construcción de oraciones).

La Constitución política actual no establece específica, explícita o


taxativamente el derecho a la comprensión del lenguaje judicial,

27
Villegas Paiva, Elky Alexander. “Límites de la detención y prisión preventiva”. Editorial: Gaceta Juridica
S.A. 2016. Lima – Perú.Pag.270.
pero el contenido material de este derecho es plenamente
congruente con los principios del estado democrático y
constitucional de derecho, de la administración de justicia y con
los derechos fundamentales de la persona.

El lenguaje judicial es comprensible perfectamente si el texto


resulta claro para las partes del proceso y de manera
simultáneamente para los terceros especializados o no en materia
legal. Si un texto judicial no contiene en lo más mínimo los
estándares de comprensibilidad y claridad, su función
comunicativa es entonces fallida, violándose materialmente el
derecho al debido proceso de los usuarios del servicio de justicia,
sobre todo si este ciudadano es una persona en condición de
vulnerabilidad por motivos socioeconómicos y carece de asesoría
jurídica.

Uno de los motivos por los cuales los jueces incurren en una baja
calidad en el servicio de la justicia, un bajo desempeño y
rendimiento se deben a la carga judicial y presión que están
sometidos, dando como resultado una redacción poco
comprensible y sencilla de las decisiones judiciales, teniendo
como principal afectado a los usuarios del servicio de justicia de
bajo nivel educativo, pues se presenta como una barrera que
limita la comprensión de las decisiones judiciales y ello
transgrede de manera negativa en el debido proceso.

Imagínese que un señor (un litigante) recibe una resolución con el


siguiente texto:28
“Conforme consta de la demanda interpuesta por X sobre
rectificación de partida, se tiene que, Y es su apoderada conforme
del poder anexado a la demanda, sin embargo, en el
encabezamiento se verifica que Z es quien interpone la acción,

28
Manual Judicial de Lenguaje Claro y Accesible a los Ciudadanos. Editorial: Poder Judicial. Lima-Perú.
2014. Pág. 14.
persona que no suscribe la demanda; Razón por la cual le
corresponde aclarar a la apoderada, el hecho anotado porque
esta situación genera un hecho confuso que corresponde ser
aclarado”.

Frente a este caso podemos evidenciar que no bastara saber leer


y escribir para poder entender el mensaje, puesto que contiene un
lenguaje con términos legales, generándose así un efecto de
desigualdad y discriminación. Sin embargo, en los últimos años se
ha visto un aumento en la sensibilidad y preocupación por parte
de los magistrados por redactar sus decisiones judiciales de
manera clara y sencilla para los justiciables. Para ello el Poder
judicial inicio una medida loable en pro de los justiciables, así
como de los magistrados, esto es El Manual judicial de lenguaje
claro y accesible a los ciudadanos, que está diseñado para ser
aplicado como herramienta de trabajo en la capacitación del juez
y auxiliar jurisdiccional.

Este manual busca que :“Por medio del uso de un lenguaje claro,
sencillo y conciso, se desea que todos los peruanos y peruanas
conozcan y comprendan la existencia de decisiones que regulan
temas de su interés y concentren su atención en el mensaje
normativo, de manera que puedan comprender fácilmente sus
derechos y disponer de la información necesaria para ejercerlos,
aumenten su confianza en las instituciones, ahorren recursos al
simplificar la “traducción” del mensaje, fomentar la transparencia y
reconocer así la información suficiente sobre sus obligaciones y
así poder cumplirlas ”.29

2.8. La Congruencia

29
Manual Judicial de Lenguaje Claro y Accesible a los Ciudadanos. Editorial: Poder Judicial. Lima-Perú.
2014. Pág. 15.
La congruencia es el requisito de la motivación que obliga a la
autoridad jurisdiccional a no desviarse del objeto de debate y éste,
resuelva y conteste todos los extremos de cuestión solicitada por
el justificable. Según la jurisprudencia del TC hay dos tipos de
incongruencia A) Incongruencia activa. - Se presenta cuando hay
desviación en el objeto del debate procesal ya sea modificándola
o alterándola (STC N.° 03433-2013-PA/TC). b) incongruencia
omisiva.- Se presenta cuando el magistrado resuelve una cuestión
no solicitada, o bien cuando deja por incontestadas las
pretensiones o cuando contesta parcialmente una pretensión
(STC Nº 04295-2007-PHC/TC, fundamento 5 e).

La motivación afecta al fundamento de la sentencia; la


congruencia a la decisión. Desde esta perspectiva se sitúan en
ámbitos distintos: en la motivación el fallo se relaciona con su
fundamentación, mientras que para establecer la congruencia se
compara la parte dispositiva con la pretensión y la oposición,
Jaime Guasp Delgado indica que: “Pero en la práctica la
separación no es tan rígida: en determinados casos un defecto en
la motivación puede indicar que una determinada cuestión no ha
sido resuelta (incongruencia omisiva) y un desajuste en la
motivación puede mostrar a su vez que se está alterando la causa
de pedir o los términos de la oposición (incongruencia por
alteración de los términos del debate” 30. Se han considerado
incongruentes los pronunciamientos que habían reconocido una
incapacidad absoluta cuando se había solicitado una total, esto
sin entrar a considerar si esas decisiones se habían mantenido
dentro de los hechos alegados.

La congruencia sobre las sentencias supone la adecuación entre


las pretensiones oportunamente deducidas por las partes y el fallo
30
Jaime Guasp Delgado, Comentarios a la Ley de Enjuiciamiento Civil, Madrid (Aguilar), 1948,
Incongruencia civil y penal. Pág 399.
de las mismas. La congruencia es definida como la conformidad
que debe existir entre la sentencia y la pretensión o pretensiones
que constituyen el objeto del proceso, más la oposición u
oposiciones en cuanto delimitan este objeto.

Entonces la congruencia es una relación de conformidad entre


dos términos, ya que uno de los cuales es la sentencia y otra es la
pretensión de las partes31. La incongruencia constituye el
resultado del paralelismo o la divergencia de dos líneas
discursivas que dan origen y ponen fin, respectivamente, a la
confrontación, que es la esencia de cualquier litigio. Así, el
principio de congruencia se presenta, en una primera
aproximación, como una respuesta genérica que debe buscar el
equilibrio entre la facultad de los jueces y Tribunales de aplicar las
normas jurídicas y la facultad de las partes de señalar los términos
del debate procesal.

En este sentido la exigencia de congruencia se relaciona


justamente en la disponibilidad misma de los derechos actuados
en juicio, ya que a las partes corresponde exclusivamente, fijar el
objeto de litigio. En segundo plano existe la necesidad de
congruencia de las resoluciones judiciales que se ha conectado
con el principio de contradicción. Es esencial al proceso que
ambas partes puedan ser oídas sobre el objeto del pleito, evitando
que se condene a quien no ha podido alegar ni probar sus
motivos de oposición respecto de cuestiones no plantadas en el
mismo. De otra manera, también tiene su origen en el derecho a
la no indefensión y a la no indefensión en el proceso,
constitucionalmente consagrados, por este modo que el juez no
puede introducir en el mismo cuestiones que no hayan sido
traídas por las partes, pues éstas tienen el monopolio de la
iniciativa procesal para promover. Definida por

31
Jaime Guasp Delgado, Comentarios a la Ley de Enjuiciamiento Civil, Madrid (Aguilar), 1948,
Incongruencia civil y penal. Pág 936..
Jaime Guasp Delgado como aquella en la que "la sentencia omite
decidir sobre alguna de las pretensiones procesales". 32

La motivación incongruente trata del juez yerra de este modo


cuando no respeta la congruencia y suficiencia, es decir, cuando
de las pruebas en las que basa su conclusión sobre los hechos no
solo puede inferirse aquella, sino también otras conclusiones que
no tienen sustento necesario. La incongruencia se presenta
cuando 1) hay desviación del debate y 2) cuando se resuelve una
cuestión no solicitada, o bien cuando el colegiado deja por
incontestadas las pretensiones. Según la STC N.º 03433-2013-
PA/TC hay dos tipos de incongruencia A) Incongruencia activa. -
Se presenta cuando hay desviación del debate procesal ya sea
modificándola o alterándola. b) incongruencia omisiva. - Se
presenta cuando el magistrado resuelve una cuestión no
solicitada, o bien cuando deja por incontestadas las pretensiones
o cuando contesta parcialmente una pretensión.

Para concluir la motivación debe ser congruente con las premisas


que se desea motivar es decir los argumentos empleados deben
elegirse y utilizarse en función del tipo de premisa o decisión que
quiere justificarse (por ejemplo, la premisa “factual” o quaestio
facti y la premisa “jurídica” o quaestio iuris). La motivación debe
emplear argumentos compatibles: una motivación bien construida
no sólo debe mostrar una congruencia entre las premisas y la
decisión, sino que los argumentos utilizados para justificar cada
una de las premisas deben ser compatibles entre sí.

El artículo 50.6 del Código Procesal Civil indica que: “Son deberes
de los Jueces en el proceso: 6. Fundamentar los autos y las

32
Jaime Guasp Delgado, Comentarios a la Ley de Enjuiciamiento Civil, Madrid (Aguilar), 1948,
Incongruencia civil y penal. Pág 116.
sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando los principios de
jerarquía de las normas y el de congruencia”
III. CONCLUSIÓN

 La coherencia constituye una exigencia esencial de la motivación, debe


tener una coherencia interna y una coherencia externa. La coherencia
interna de la motivación despliega su eficacia dentro del propio discurso
de justificación de la sentencia y la coherencia externa, realizada por el
juez debe resultar coherente en relación con las otras partes de la
sentencia, especialmente con el fallo. La falta de coherencia entre
justificación y fallo provoca un simple defecto de motivación que de
acuerdo a su intensidad será corregido por vía de recurso o podrá dar
lugar a un eventual proceso constitucional.

 La razonabilidad se concluir que es difícil hacer una diferenciación


estricta entre los criterios de la motivación razonable y los criterios de la
motivación racional, ya que ambas perspectivas se yuxtaponen en
distintos momentos del proceso de razonamiento jurídico. Es posible
afirmar que el contenido constitucional del derecho a la motivación de
las resoluciones judiciales se compone tanto de una perspectiva de
razonabilidad como de una perspectiva de racionalidad.

 Que la concreción es todo lo que se contempla de manera específica,


detallada, clara y precisa, en especial tiene que tener una característica
de particularización de todos los elementos que integran los puntos
controvertidos o cuestiones problemáticas sometidas a la consideración
judicial para determinar una decisión desde la óptica de los hechos o
desde una calificación jurídica.

 La congruencia es el requisito de la motivación que obliga a la


autoridad jurisdiccional a no desviarse del objeto de debate y éste,
resuelva y conteste todos los extremos de cuestión solicitada por el
justificable.
 La claridad en la argumentación es la cualidad de emitir un mensaje
claro, cuya intención será evitar lenguajes oscuros, imprecisos o
ambiguos. Su importancia radica básicamente en que el mensaje que se
va emitir este fuera de interpretaciones que hagan que se pierda el
mensaje verdadero, puesto que como en líneas anteriores se mencionó
se presentará una variedad de receptores (personas con conocimiento
legal, personas que por diversos motivos no hayan podido acceder a la
educación y personas que si bien tuvieron la oportunidad de ser
profesionales no son especialistas en la materia).

 La completitud refiere a que la motivación debe de ser completa, es


decir que se deben de justificar opciones que puedan inclinar el fiel de la
decisión final.

 Ahora bien, es verdad que el derecho a la motivación de las


resoluciones judiciales no garantiza que, de manera pormenorizada,
todas las alegaciones de las partes tengan que ser objeto de un
pronunciamiento expreso y detallado. En realidad, lo que este derecho
exige es que el razonamiento empleado por el juez guarde relación con
el problema que le corresponde resolver. De ahí que el deber de
motivación de las resoluciones judiciales alcance también a la
suficiencia de la argumentación brindada por los órganos
jurisdiccionales, dentro del ámbito de sus competencias.
IV. BIBLIOGRAFIA

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 Castillo Alva José Luis; Luján Túpez Manuel; Zavaleta Rodríguez Roger
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 VILLEGAS PAIVA, Elky Alexander. “Límites de la detención y prisión
preventiva”. Editorial: Gaceta Juridica S.A. 2016. Lima – Perú.

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