Astro Planetas

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PLANETAS

SOL
Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a
tomar las grandes decisiones en la vida.
Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes
atrapado en el dogma que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las
opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y lo que es más importante, ten el coraje para hacer
lo que te dicen tu corazón y tu intuición. Ellos ya saben de algún modo en qué quieres convertirte
realmente. Todo lo demás es secundario.
-Steve Jobs

El sol tiene que ver con mi propósito personal, con ser el protagonista de mi vida. ¿vivís una
vida que te es propia? Esta sería una pregunta que nos haríamos para bucear en búsqueda de
lo solar. El sol va a representar una ambigüedad entre la máxima libertad de ser uno mismo, y
la gran exposición y responsabilidad que de ello deviene. Un ejercicio para encontrar
nuestro sol, sería el siguiente: en que momentos no puedo escapar, no puedo ponerme en un
segundo plano, en que situaciones tengo que estar tan presente, ocupando un rol central y
coherentizador?
¿Qué le propones a la vida? ¿Qué tengo especial? ¿Cómo me conecto con la energía vital?
¿Cuáles son mis talentos? ¿Soy quien quiero ser? ¿o tan solo fantaseo con la vida que quisiera
vivir?
El viaje del sol, es el viaje de tu vida, es habitar tu brillo mientras vivís una vida que te es
propia, una vida (valga la redundancia) en la cual estas vivo.
La casa en la cual está el Sol nos va a hablar del área de la vida donde te encontras a vos
mismo, en donde sos protagonista, en donde te conectas con las ganas de ser únicx, en donde
expresas tu creatividad, en donde Tenes la posibilidad de inspirar a otros, talentos.
Individualidad inspiradora.
Carutti al respecto:
Hay una carga en la función solar. Lo propio del Sol es esa "placentera condena" de estar ahí,
ser eso y no poder ser otra cosa. En el Sol hay un elemento de soledad, en el sentido de
mismidad intransferible.
Es importante observar esa omnipotencia de que todos necesiten del Sol. Ahora, ¿si el Sol
necesita algo quién se lo da? Lo propio del Sol es generar, su función no está ligada a la
necesidad. El Sol se quema, se incendia, se muere, se sustenta a sí mismo consumiéndose.
La cualidad del sol es la de irradiar, y su función la de dar vida, energía vital. Además de ser
fuente de energía vital, el Sol cumple una función central y coherentizadora.
La capacidad de resonancia es muy solar: hacer resonar algo que está. Es una función muy
sintética.
¿Cuál es el «arquetipo» habitual del Sol? ¿cómo aparece en la conciencia colectiva? El rey
o la reina cuentan con los atributos de lo solar. No es fácil para nuestras modernas
conciencias democráticas conectarse con un significado más profundo del rey o la reina. Es
importante registrar que el Sol, como energía, es la que más cuesta comprender, porque uno
lo tiene muy asociado a su signo, Leo. Ahora, la posibilidad de concebir que en lo profundo
del ser hay una energía vital que pulsa, que irradia, que genera y, de alguna manera,
coherentiza, sin que ninguna de las otras energías planetarias monopolice el sistema, eso es lo
profundamente solar. Psicológicamente esto tiene muchas consecuencias.
El arquetipo del rey sería el rey Arturo. La figura del rey tiene esa ambivalencia de que
parece que "hace lo que quiere ... ", pero, en el fondo, "hace lo que tiene que hacer ... " más
que nadie, es el que menos hace lo que quiere.
En la mitología griega el arquetipo solar es Apolo.
¿Y Zeus? Zeus es Júpiter. Es interesante ver que la autoridad en el mundo griego está en
Júpiter, no en el Sol. Ahora, ¿cuál es la función básica de Apolo ?
Apolo siempre se mueve en contraposición con Dionisio. Dionisio representa las fuerzas
caóticas, las fuerzas que no se pueden coordinar, las fuerzas primitivas y primarias; de alguna
manera, tendría que ver con lo transpersonal. En cambio, Apolo es lo que aclara, lo que
organiza, lo que da una medida, no como regla, sino como la medida de las cosas, el orden
profundo de las cosas, las proporciones básicas de la realidad. Queda muy claro que tiene que
ver con la función consciente, con la claridad de la conciencia en oposición al caos del
inconsciente y la capacidad de extraer de ese caos, la claridad.
Este sería un nivel muy importante de articular cuando pasamos a considerar al Sol como
«función psíquica personal». Vamos a ir encontrando distintos estratos del Sol. En un punto,
nosotros vamos a leer en el Sol una fuente de vitalidad. El modo en el que esté ubicado
nuestro Sol nos va a decir mucho acerca de la cantidad de vitalidad, de generación vital, que
nosotros tenemos. Cuanto más fuerte esté ubicado el Sol, más posibilidad de irradiación de
vitalidad y, en consecuencia, de entusiasmar a otros. Quiero que consideren al Sol no como
una función psíquica consciente, sino como una batería, una fuente de vitalidad.
En un segundo plano, vamos a ir a lo más profundo del arquetipo del rey, y vamos a referir al
Sí Mismo, es decir al Sol como una función de orden que va más allá de la conciencia. No es
la pura conciencia, sino un sustrato coherentizador, diríamos que es el Self junguiano, que
está en el inconsciente.
En otro nivel, más próximo, diríamos que el Sol es el yo consciente, es decir la sensación de
identidad consciente. Ahora, desde el punto de vista de los signos, quisiera que no asimilaran
inmediatamente el Sol a Leo, sino que registraran que el Sol tiene también una analogía muy
fuerte con Aries. Este ser sí mismo es una dimensión ariana que también es solar, aunque el
regente de Aries sea Marte.
Así, para comprender al Sol tienen que considerar que se parece a Leo, pero también a Aries.
En este sentido, hay un nivel del Sol que es pura vitalidad y puro ser, pura sensación de ser, y
otro nivel que va a ser "lo que yo creo que soy ... ", esto es, la imagen que yo atesoro. Esto
último es lo más común de lo que leemos en el Sol.
En realidad, el juego de la autoimagen es el juego del Sol y la Luna, ya que la autoimagen
necesita de un espejo para formarse, y ese espejo es la plata lunar.
La luz solar reflejada en la Luna es lo que produce la imagen. Es decir, todos nosotros
tenemos autoimagen y eso nace de un juego entre el Sol y la Luna. Hay mucha Luna en la
autoimagen. Entonces, vamos a decir que en el Sol podremos leer la autoimagen de la
persona, la conciencia de sí, pero también, mucho más profunda y esencialmente, su
sensación de sí y, más profundo aún, la fuente de energía vital que tiene.
¿Lo solar tiene que ver con que cada cosa sea lo que tiene que ser? Profundamente sí...
Tiene que ver con estimular para que sea lo que es. Si el director quiere ser violinista y
compite con el violinista de la orquesta, entonces no puede ser el director; pero, si no
entiende nada de violín, tampoco puede serlo. También es solar un director de cine o de
teatro. En el caso del director de cine se ve muy claro que tiene que conocer de fotografía, de
iluminación, etc., etc. Tiene que saber algo de todo porque sino no puede organizar una
multiplicidad tan compleja.
Ahora, la solar es una función que tiene a lo despersonalizante como riesgo. Esta es la
ambigüedad: es tan sí mismo que se pierde en el otro. Es como el rey que parece ser el más
libre, pero, en realidad, es el menos libre. Esto es algo que siempre van a ver en la función
solar, a pesar de que modernamente parece que los solares hacen lo que quieren, pero todos
sabemos que los artistas se quejan de que pierden privacidad.
Ese es el circuito del Sol: me expongo, pero en esta exposición salgo del refugio, me quedo
sin intimidad, no tengo mundo propio. Fíjense, por ejemplo, todas las peripecias que debe
vivir el Príncipe de Gales por el sólo hecho de ser heredero al trono. Es decir, no hay Luna
posible para el Sol; por eso, no va a ser fácil estar en nuestro nivel solar, porque allí no hay
sensación de refugio y nos sentimos muy expuestos. Allí no hay ninguna devolución que me
garantice que me van a querer. En el nivel solar estamos profundamente jugados en nosotros
mismos, en donde realmente uno es. En la Luna uno se refugia, pero no es; es decir, funciona
en una zona de sí mismo en la que está todo garantizado y todo es muy conocido.
El Sol tendría que ver más bien con el nivel de autenticidad de una persona. Dónde nos
sentimos auténticos estamos en el Sol; no estamos buscando otra cosa. El Sol se autosostiene.

MERCURIO
La cualidad de Mercurio es la capacidad para vincular y separar al mismo tiempo. Lo propio
de Mercurio no es ser algo concreto, sino la vincularidad en sí misma; es "estar siempre en el
medio" y por eso, al mismo tiempo, une y separa.
Función, Mercurio es el que hace circular la información dentro de todo sistema. todo lo que
haga a la función de comunicar, trasladar información, captar información, enlazar
información, asociar, vincular, todo esto será mercuriano.
El «arquetipo» de Mercurio, tanto en la mitología griega como en muchas culturas indígenas,
tiene como característica la ambivalencia. De hecho, Mercurio es ambivalente, en el sentido
en que debe serlo ya que su cualidad es conectarlo todo; por eso, Mercurio es andrógino
(aunque, a veces, en la mitología aparece como masculino).
En la mitología, Mercurio es el mensajero de los dioses, y tiene una característica muy
traviesa y engañadora. En la Antigua Grecia era tanto el dios de los caminos como el dios de
los ladrones. Esta ambivalencia tiene que ver con que Mercurio juega, y en estos juegos -en
última instancia- todo es posible. En un nivel, aquí está arquetipizado el funcionamiento de la
mente, el funcionamiento del pensamiento, con su enorme riqueza y su enorme creatividad,
pero también con su enorme capacidad de gastar energía en forma absolutamente innecesaria
y delirarse en forma absoluta.
Carutti nos habla de tres niveles de profundidad en Mercurio:
El primer nivel está representado por el Mercurio más racional, el funcionamiento del
pensamiento mismo, el pensamiento en su comportamiento más habitual y cotidiano.
Podríamos compararlo con la propia cabeza en ciertos momentos del día: un movimiento de
constante asociación e intercambio en el que se construyen cosas. Claramente, este primer
nivel tiene que ver con el funcionamiento de la mente.
En un segundo nivel entramos en algo más complejo, tiene que ver con comunicar, no ya
aspectos fragmentarios que se van encadenando, sino formas complejas, hologramas,
símbolos, estructuras, comunica estructuras compactas, "paquetes de información",
profundamente coordinadas. Esto es lo que más hace al tema de la astrología.
El tercer nivel de Mercurio se refiere al más profundo. Mercurio es Hermes, y podemos
recordar a Hermes Trismegisto: "Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera ... ".
Este nivel tiene que ver con la percepción de la vinculación intrínseca de todos los elementos
posibles de la realidad en todos sus planos.
El primer nivel de Mercurio, el más clásico, lo podemos referir a los más geminiano. El
segundo, es decir la transmisión de "paquetes" de información, de órdenes y sistemas de
información, tiene una analogía más virginiana. Y el tercer nivel tiene una analogía con
Escorpio: un proceso de transformación de una cosa en otra; incluso es una imagen sexual de
interpenetración, y por eso el caduceo tiene que ver con las dos serpientes. Así, en un nivel
muy profundo, la vibración más esencial de Mercurio se corresponde con la vibración más
esencial de Escorpio.
Función psíquica personal, ¿qué vamos a leer en el Mercurio de la carta natal de una
persona ..? Como se comunica con los demás ...
Encontramos cómo razona una persona, cómo aprende, cómo se comunica, cómo verbaliza y
cómo se vincula.
En lo que respecta a «personas», ¿de qué personas me va a hablar Mercurio en una carta
natal? Mercurio me va a hablar de los hermanos, de los vínculos dados (no elegidos). Estos
vínculos son libres, en el sentido que con los hermanos uno juega y, en principio, no hay
relación de autoridad en ellos, sino que hay un vínculo de intercambio.

MARTE
Tenemos muchos patrones culturales que dificultan tomar contacto con el propio Marte.
Ahora, por más delicados que seamos, todos tenemos energía marciana en la carta. En
general, resulta una energía compleja porque es muy primaria y que, por razones culturales,
resulta muy difícil de aceptar y reconocer como propia con toda su potencia y significación.
¿Cómo podríamos definir la «cualidad» marciana? Como una fuerza ligada a la necesidad.
Una fuerza que se hace imperiosa, no arbitraria, ligada a una necesidad que debe ser
satisfecha. Esta fuerza es la respuesta a un impulso básico y tiene la cualidad de lanzarse, de
penetrar. Es decir, es una fuerza de penetración, de riesgo, de exposición, y también de
mucha precisión. Marte es una energía muy precisa, justamente, porque es arriesgada.
La energía marciana, aunque torpe y primaria, no se puede equivocar, porque de hacerlo las
consecuencias serían catastróficas y fatales. Marte tiene que "dar en el blanco", no tiene
muchas opciones y libertades.
¿qué «función» tiene Marte dentro de un sistema? Es el movimiento unidireccionado. La
función de Marte es la de unilateralizar a un sistema para moverlo. Dar el primer paso es
marciano: "decido que desequilibro en esta dirección ... ". Cuando Marte está en
funcionamiento, todo se pone unilateral.
Piensen que, si Marte fuera global y ecológico, no estaría cumpliendo con su función. El tigre
no cuenta cuantas gacelas quedan en la selva, sino que el tigre come. No es posible pedirle a
Marte que cuide la totalidad. En Marte hay un aspecto que, por definición, es indiferente a la
necesidad del sistema más amplio, porque está muy en contacto con una necesidad básica que
tiene que ser satisfecha sí o sí. Será necesaria otra función para reequilibrar el movimiento
marciano.
la dificultad de comprenderla como «función psíquica personal» está en que nos pone en
contacto con lo que es instinto, agresión y deseo, es decir, con aquello que no es pensado o
que no es fácilmente pensable. Marte no es un planeta pensable. La función marciana no es
pensar. La energía marciana no es "primero pienso y después actúo ... ", sino que tengo que
tener un timing de pensamiento-acción muy peculiar. Piensen en un jugador de rugby: agarra
la pelota, observa cómo están ubicados todos, ve el hueco y por allí se manda con todo ... Hay
un "ser todo uno" respecto a la motricidad y a la acción. No hay posibilidad de separarse y
luego actuar, sino que lo marciano es una energía que no es reflexiva. Justamente, tiene que
ver con un renunciar a la reflexión, porque una vez que uno está mandado, ponerse a
reflexionar puede ser fatal. Entonces, observen como es constitutivo de lo marciano este
arrojo, este riesgo, esta no reflexividad.
Entonces, diríamos que instinto, sexualidad, deseo, agresion, capacidad de decisión,
fuerza resolutiva, son todas cargas que registramos en la energía marciana.
Una de las características de Marte es que está ligado al instinto territorial, a ocupar espacio;
es decir, el movimiento de adentro hacia afuera, el exteriorizarse, es un movimiento
marciano. Es como una discriminación y ocupación del espacio en la acción. Yo puedo estar
muy discriminado desde la conciencia a través del Sol; puedo ser muy solar y tener mucha
conciencia de mí. Pero, si no tuviera Marte entonces no podría actuar, y sería una persona que
se siente a sí misma, pero que no actúa, que no puede ocupar espacio, que siente que si se
manifiesta invade o provoca algo con lo que no se puede conectar, y -por lo tanto- voy a
quedarme en un nivel puramente interno.
La energía marciana es la que me permite salir. Sin Marte no salgo. Sin Marte no ocupo
espacio, no logro demarcar un espacio y ocuparlo. Marte exterioriza.
Un ejercicio para probar la cantidad de Marte que tiene una persona es ponerla en medio de
una habitación, decirle que ese es su lugar, y luego mandar a otra persona que se lo dispute:
ahí salta enseguida cuanto Marte tengo. Si me corro y resigno mi lugar, será un tipo de Marte;
si me quedo y rechazo al otro a empujones o simplemente con la mirada, será otro Marte. Si
uno tiene Marte débil, ante la invasión del otro se mostrará comprensivo, porque el choque
será algo que me cuesta.
La energía marciana lleva a ser capaz de topar con otro, chocar con alguien, en el sentido de
desafiar el espacio. Si Marte está muy débil, entonces voy a tener mucho miedo de hacerlo.
Así, la persona que no puede poner límites en la acción, es una persona que tiene un Marte un
poco diluido. También verán personas que, haciendo el ejercicio del espacio, se dejan
empujar hasta verse arrinconadas y, en el momento en que se sienten arrinconadas,
directamente "matan".
Es muy común tener un Marte fuerte, pero que otro lado de sí mismo no termina de aceptar.
Tenemos miedo a jugar todo ese Marte, porque quizás estemos valorizando nuestro Venus u
otros aspectos, y tratamos de no usarlo; pero, como lo tengo en gran cantidad, puede ocurrir
que lo postergue hasta último momento y finalmente lo libere con toda su potencia. Es decir,
si renuncio a Marte, éste va a salir a destiempo lo cual va a traerme problemas

VENUS
La cualidad de la energía venusina es suavidad, delicadeza, gracia, armonía. Es decir, Venus
refiere a una extrema receptividad, muy abierta y sensible, a una extrema capacidad de
respuesta, la cuál, en consecuencia, debe ser de por sí extremadamente vulnerable.
La función de Venus en un sistema va a ser la capacidad de respuesta para equilibrar
automáticamente todo desbalanceo de un sistema. En Venus vamos a enfatizar esta capacidad
de registro máximo de todo desequilibrio, de toda unilateralización, ante la cuál
automáticamente Venus responde y complementa equilibrando.
No existe la posibilidad dentro de lo venusino de la no complementariedad. No existe la
posibilidad de absoluta independencia, de absoluta autonomía, porque todo es
complementariedad.
En venus los sentidos operan con una enorme capacidad de registro, por eso tiene que ser
suave y lento, y no hay ningún factor que atrape. Esto es fundamental: en el registro venusino
no hay ningún factor que absorba la atención. La percepción venusina es "escuchar las ruedas
de los autos sobre el pavimento mojado, el crujido de las tablas del piso, darse cuenta del
movimiento que hace cada uno, y no perderse la conversación. .. ". Automáticamente, vamos
a darnos cuenta que es bastante raro que uno utilice una percepción venusina, sino que en
general usamos una percepción mucho más focalizada, mucho más direccionada, y por lo
tanto perdemos una cantidad de información. Por eso mismo, podemos decir que no damos
respuestas ecológicas, sino fragmentarias.
Entonces, lo venusino tiene que ver con la capacidad de registrar una cantidad de información
impresionante por no dejarse absorber o focalizar por ningún factor. Es por eso que, en un
sentido profundo, lo venusino da siempre la respuesta adecuada. Lo venusino complementa,
no concentra, no unilateraliza, sino que amplía, globaliza, plenifica.
¿cómo distinguimos la Luna de Venus? ¿qué distinción básica, en tanto energías, podemos
hacer si ambas se vinculan con la sensibilidad, la receptividad ..? La diferencia fundamental
es que Venus no cierra, mientras que lo propio de la Luna es cerrar. La Luna es una
receptividad y una sensibilidad interior. En cambio, lo propio de Venus es abrir, es
mantenerse abierto, mantenerse expuesto y nunca cerrar.
El lado oscuro de la Luna va a ser esa sensación de que atrapa. Venus, por su lado, es
inatrapable, siempre está disponible, nunca va a ser exclusiva. En astrología, Venus SIempre
complementa aquello que necesita ser complementado. Es por eso que en lo antropomórfico
va a aparecer como perturbador de hecho que el elemento venusino es universalmente
complementario, y no se lo puede hacer exclusivo. Así, uno diría que por definición la
energía de Venus no puede ser posesiva. Un arquetipo cultural muy fuerte en este sentido
sería la geisha. Mientras que el samurai resulta profundamente marciano, la geisha resulta
profundamente venusina: se brinda, no sólo en lo fisico, crea una atmósfera de relajación y
distensión. Lo propio de Venus es crear una situación en la cual pueda aparecer lo
complementario de un cierto estado. Venus provoca un reequilibrio de la situación. Ustedes
van a ver que las personas venusinas lo ponen a uno en un estado del que muchas veces sale
algo completamente desconocido porque no es el estado habitual. Esto lo logran creando un
clima distendido para que lo que está definido de una cierta forma se disgregue de una cierta
manera y, así, aparezca el otro lado de uno. Por supuesto, el otro lado de uno no tiene porqué
ser amable y suave.
la venusina es una fragilidad que tiende a la complementación. Venus es la fragilidad
necesaria para complementar, no para proteger. Son funciones distintas. Otros niveles
arquetípicos de Venus son las musas inspiradoras de las artes. Todo 10 que es arte y belleza
viene por vía femenina. No hay una cultura "muso inspiradora". Hay una receptividad, una
delicadeza, una capacidad de recibir la inspiración que está arquetipizado como venusina. Por
supuesto, puede haber artes que tengan un contenido incluso violento. Por ejemplo, para
hacer escultura en hierro hay que tener mucho Marte; pero, sin embargo, no hay posibilidad
de una carta de un artista que no tenga a Venus en una posición importante. Para hacer arte,
para registro de la belleza y de 10 estético, Venus tiene que estar en una posición destacada.
la venusina es una fragilidad que tiende a la complementación. Venus es la fragilidad
necesaria para complementar, no para proteger. Son funciones distintas. Otros niveles
arquetípicos de Venus son las musas inspiradoras de las artes. Todo 10 que es arte y belleza
viene por vía femenina. No hay una cultura "muso inspiradora". Hay una receptividad, una
delicadeza, una capacidad de recibir la inspiración que está arquetipizado como venusina. Por
supuesto, puede haber artes que tengan un contenido incluso violento. Por ejemplo, para
hacer escultura en hierro hay que tener mucho Marte; pero, sin embargo, no hay posibilidad
de una carta de un artista que no tenga a Venus en una posición importante. Para hacer arte,
para registro de la belleza y de 10 estético, Venus tiene que estar en una posición destacada.
Fíjense que Venus no es el planeta del amor universal (que sí lo serán mucho más Neptuno y
Júpiter), sino del amor más humano, ya sea platónico o camal. Es un amor de complemento,
de dos polos que se unen. Así es que Venus va desde la sensación corporal hasta el perfume.
P
JUPITER
Somos la especie que suele resistirse a la maravilla: “El hombre lo acepta todo menos que es un
asombro, un monstruo que lanza preguntas sin respuesta. Se asombra de la incondicionalidad de la
divinidad, pero se niega a aceptar que él mismo es un incondicionado igualmente asombroso”.
Lezama Lima, La cantidad hechizada.

Júpiter representa una «cualidad» vinculada a una energía de mucho anhelo, que tiene que ver con ese
encuentro con algo que la vida transmite en sí misma y que es confianza en la vida misma. La
cualidad claramente jupiteriana es esta sensación de confianza en la vida y de que lo vida es
abundante': siempre hay energía, la energía corre allí donde se la necesita y, además, la vida misma se
encarga de transmitir esta abundancia -desde el punto de vista de Júpiter- a quién esté abierto a
recibirla.
Al yo decir esto, muchos pensarán que se trata de un ideal, de un anhelo. Palabras como abundancia,
confianza, gracia, son claramente jupiterianas. Esta es la cualidad de Júpiter: algo que se transmite
necesariamente. Si es voluntario, entonces no es Júpiter. Júpiter es un contagio, una transmisión, es el
anhelo de transmitir, la necesidad de transmitir.
Entonces, diríamos que Júpiter es una energía no voluntaria e irreprimible …
Sí, pero no porque "haya que ser solidario ... "(lo cuál sería saturnino), sino porque es así.
¿cuál sería la función de Júpiter en un sistema?
Es una función de guía y de canalizar energía donde es necesaria en el momento necesario. Hay un
timing intrínseco a Júpiter. Júpiter es una energía con sentido de la oportunidad, y si no lo hay es
porque entonces se trata de Marte que invade aun con las mejores intenciones.
Es una abundancia distributiva, es una abundancia con un orden subyacente. La energía va hacia
donde se la necesita.
Júpiter, siguiendo un ejemplo biológico, es la función que hace que cuando una planta está creciendo
toda su energía vaya para la raíz, luego vaya al tallo, nuevamente a la raíz, un poco a las ramas, más a
la raíz, ahora sí a las ramas, más raíz, más tallo, más ramas, y ahora hojas y flores, etc., etc. Esta
sabiduría ordenadora de la globalidad es Júpiter.
Es decir, se trata de una función de crecimiento y, por eso, educativa.
Esta función, como «arquetipo», queda connotada como dios. Así, si Júpiter se arquetipiza de este
modo, no resultará muy fácil identificarse con la función jupiteriana.
En el inconsciente colectivo, Júpiter siempre va a aparecer como un ser superior, con lo cual es muy
probable que uno tienda a proyectar esta energía. Siempre habrá alguien que "es" Júpiter, y no que si
alguien me hace de Júpiter es, en realidad, mi Júpiter. Es decir, si alguien viene y me salva, por
supuesto le estaré muy agradecido, pero es mi Júpiter, esto es, es el orden global en el que nos
encontramos.
Júpiter representa una función difícil de percibir porque se trata de una función de totalidad, no una
función fragmentaria.
¿Es necesario confiar en jupiter para poder actuarlo?
Esa es la paradoja, confianza significa abundancia, porque, en realidad, no estoy separado del
conjunto del sistema. Justamente, la función jupiteriana es decirle a todas las partes del sistema que no
hay ninguna parte separada, de manera que cuando alguna parte lo necesite encontrará la energía.
Fíjense que decir "a cada uno lo que le corresponde ..... es una definición de justicia. Júpiter es la
justicia. No es la justicia humana, sino que es parte de ese orden global que, por supuesto, está en el
plano del misterio.
¿Es una energía que siempre está?
La globalidad siempre está presente, mientras uno no se encapsule. Ahora, cuando uno se encapsula,
la totalidad "se fue", es decir, uno no la ve.
Ahora, la totalidad, el conjunto de una situación, va a hacer que la energía llegue cuando es necesaria.
Es decir, estamos refiriendo a un orden subyacente que, en este plano del «arquetipo», lo imaginamos
muy antropomórficamente. Pero, aquí estamos haciendo un esfuerzo para imaginarlo de un modo
mucho más impersonal, sin que se nos convierta en un ser superior ante el que, entonces, nosotros
quedemos afuera. Estamos intentando poder ver a lo jupiteriano como un plano de la realidad, un
plano no fragmentario de la realidad.
En el sentido más profundo y esencial, Júpiter es regente de Virgo. Ahora, en lo más psicológico
resultan muy distintos. El virginiano es un orden más bien desconfiado, analítico, que pone "cada cosa
en su lugar... " como una respuesta obsesiva desde el miedo. Desde lo psicológico, Virgo es más
analítico, mientras que Júpiter es el planeta de la síntesis por excelencia. Júpiter es siempre global.
En Virgo, el árbol no deja ver el bosque. Ahora, Júpiter es la energía del bosque. Sé que esta
referencia a las regencias esenciales los confunde. Justamente, las menciono para confundirlos, es
decir, para que no atribuyan rígidamente asociaciones planeta-signo.
Por supuesto, que hay otros planetas y, por ejemplo, Saturno va a venir a decirnos "muy bien, Júpiter
te va a regalar lo que te corresponde que te regalen, no lo que vos querés”, En realidad, Júpiter no te
puede regalar lo que no es tuyo.
Hay un sistema mayor de manera que, Júpiter es júpiter, dentro de júpiter, dentro de júpiter, dentro de
júpiter; Ahora, nosotros pedimos un Júpiter que obedezca a nuestra manera de registrar el proceso.
Tradicionalmente, se dice que Júpiter es "el planeta de la suerte "; pero, ¿cómo vamos a definir a la
"suerte" en astrología? La suerte es el momento en el que coincide mi deseo fragmentario con lo que
realmente me es propio. Generalmente, nuestro deseo fragmentario tiende a algo qué no tiene que ver
conmigo, hasta que, de pronto, mi deseo fragmentario se sintoniza con lo que profundamente tiene
que ver conmigo ahora. Esto es algo que aparece solo, y ante ello uno dice "¡qué suerte! "; pero, en
realidad, eso soy yo, esa es mi identidad.
Es fundamental darse cuenta que Júpiter no se queda con uno, sino que lo saca de la dificultad lo
necesario, y luego uno sigue el camino. Caso contrario, crece la fantasía de que "Júpiter se haga
luna... ", esto es, una eterna protección; pero eso no es Júpiter.
Si yo en cualquier situación, por más difícil que sea, descubro cuál es el sentido profundo para mí,
voy a liberarme y se transformará en mi guía. Esto es así, aunque se trate de una experiencia
dificilísima y que no tenga un 'final feliz" desde el punto de vista de mi expectativa. Es decir, yo logro
comprender el sentido profundo que tuvo el haber vivido eso, el aprendizaje profundo que hubo allí.
Eso es jupiteriano, no porque "no sucedió la desgracia que yo temía ... ", sino porque justamente por
haber sucedido lo que yo temía pude darme cuenta del sentido profundo: aunque suceda lo que más
temía, yo no me destruyo.
“Nada es lo por casualidad”
El tema es que esta energía, dentro del arquetipo, se convierte en nuestro inconsciente en una persona,
se antropomorfiza. Diría que esta es nuestra triquiñuela para creer que podemos conseguir lo que
pedimos, y no entregamos a descubrir lo que somos. Al convertirlo en algo antropomórfico, logré baja
a Júpiter a mi tamaño, aunque lo llame dios.
Zeus, en la mitología griega, es Júpiter, el dios supremo, abundante pero iracundo. Nuestro dios
judea-cristiano es también ambivalente, ya que el dios del Antiguo Testamento no es jupiteriano (más
bien, plutoniano-saturnino) mientras que, en cambio, el dios del Nuevo Testamento marcadamente sí
lo es.
Otros arquetipos de Júpiter son los maestros, es decir, aquél ser que transmite necesariamente todo
aquello que tiene dentro de sí y que no se guarda nada para sí. Ustedes pueden ver que en el plano
arquetípico Júpiter siempre aparece como un ser superior, no cómo aspectos de la realidad a los cuales
intrínsecamente estoy ligado.
A nadie se le ocurre, ante la presencia de alguien que encame el arquetipo jupiteriano, pensar que esa
persona comprende exactamente lo que uno siente porque lo incluye en sí, porque lo ha vivido. La
fantasía es que este ser viene "desde algún lugar ... " y lo hace "porque sí...". Esto es algo que nos
dificulta el poder apropiamos de la energía de Júpiter presente en nuestra carta natal. Por eso, insisto
en que Júpiter es un planeta muy proyectado.
Como función psíquica interna personal, nos va a costar leer Júpiter, porque tendemos a poner estos
aspectos que hacen al Sí Mismo en seres superiores. La posibilidad de conexión con el plano de
totalidad está en Júpiter.
Hablar de la energía jupiteriana es bastante complicado porque uno toca puntos muy sutiles. Diríamos
que lo jupiteriano es, en un punto, "saber que esto es así y, al mismo tiempo, no saberlo demasiado ...
". Es una ambivalencia que es necesario sostener. Es, justamente, la articulación entre el fragmento y
la parte, y que refleja una ambivalencia que creo que no es posible resolver.
Lo que podemos leer en Júpiter es, en un punto, la potencialidad que hay para esta capacidad de
Conexión; y, en segunda instancia, la disponibilidad para la abundancia, para poder dilatarse y
disfrutar de la abundancia. La capacidad de síntesis también está reflejada en el Júpiter de uno. Y,
yendo más profundamente en la construcción de esta mente sintética, en Júpiter vamos a leer el
sistema de creencias y de supuestos de una persona. Esto es aquello que, consciente o
inconscientemente (aunque más comúnmente en forma inconsciente) la persona cree y da por
supuesto, instalándose de ese modo en la vida.
La forma en cómo funciona Júpiter dentro de una carta es definitorio en cuanto va a organizar todo el
sistema de creencias subyacente. Esto me permitirá saber si yo dispongo de toda mi energía o si sólo
dispongo de fragmentos, según sean mis ideas y creencias subyacentes muy amplias o muy limitadas.
Hablando de los defectos de Júpiter, con un Júpiter muy fuerte puedo ser una persona muy idealista,
muy creída que nunca va a tener problemas, muy vanidoso, muy exagerado, muy convencido que las
cosas se resolverán por arte de magia.
La vanidad leonina o solar tiene que ver con sentirse superior, único; mientras que la vanidad
jupiteriana tiene que ver con un sentido de grandiosidad, y suele ser menos irritante, porque me creeré
superior porque "alguien" me convirtió en superior.
 Dato de color: “si la energía del signo de Júpiter no está en mi vida, entonces estoy con muy
poca energía disponible”.
 Los excesos son jupiterianos, y tienen que ver con esa sensación de no tener límite. En
realidad, Júpiter tiene que obedecer a Saturno, porque una cosa es la abundancia y otra cosa
es la exageración. Lo exagerado es Júpiter; el vicio de Júpiter es la exageración, es creer
que Saturno no existe.
 Obviamente, Papá Noel es Júpiter.
SATURNO
URANO
NEPTUNO
“Mira el reloj, se derritió
Rebobinando hacia adelante te alcanzó
Ecos de antes rebotando en la quietud
Oh no
Todo es mentira, ya verás
La poesía es la única verdad”
El primer problema es que nos quedamos cortos de palabras para contactar con esta energía, vamos a
intentar traducirlo.
Neptuno es el anhelo de volver al útero, en parte es así, pero por otro lado tiene una connotación
espiritual. ¿sabemos vivirlo de un modo adulto?
Técnicamente Neptuno es el planeta conectado con lo espiritual, con la trascendencia del ego, somos
parte del Todo. La separación no existe, somos todos parte de lo mismo. Neptuno nos mueve hacia la
disolución de nuestra identidad.
El tránsito de Neptuno se siente como si al planeta o ámbito que toca...lo metiera en un vaso de agua,
a remojar. Un tránsito de Urano o Plutón, se siente como energía que se inyecta, salto en tu evolución,
o darle muerte a algo. En cambio, Neptuno, quita la energía, porque lo que quiere es ablandarte, poner
en pausa...enfermedad, encierro, aislamiento. Encontrarse con el sentir y la conexión.
Neptuno es el planeta que te pide que te conectes a nivel del alma, contigo mismo y con todo lo que
existe. Poder sentir la no separtividad. Neptuno está en la matrix, pero a la vez no está. Quan yin,
Buda, Jesus...
Ver más allá de la dualidad, antena hacia otras realidades paralelas. No existe el tiempo, fantasía, no
borde, no forma, no diferencia entre la fantasía y lo que se observa, se superponen los planos. Se
percibe tan real como la vida misma. Un momento 100% neptuniano es un momento no verbal, una
poesía, una puesta de sol, la mente se apaga, el arte, cuando une es lo que está ocurriendo. Las
canalizaciones, el alma hablando...de repente el sentir neptuniano se desconecta y aparece la
desilusión, el abismo. Había algo que fluía que de repente se corta.
El útero es Neptuno, porque no hay dualidad, la simbiosis es total y profunda. Estamos fundidos en el
útero. Compartimos la misma sangre, estamos inmersos en aguas sagradas. La vida está garantizada,
todo llega, tengo todo el espacio que necesito, sin sentirme solo porque estoy unido a alguien. La
memoria celular, nuestros primeros recuerdos se generan aquí...en esta unión.
Luego saturno te dice, Hola, bienvenido al mundo dual.
Vivimos en el drama de no querer aceptar esta realidad dual y queriendo volver al estado prenatal.
Con la sensación de perdida de refugio. Como pez fuera del agua...
Vinimos a esta tierra buscando experimentar la individualidad, en el plano del alma, somos indivisos,
empáticos, abiertos, interconectados, somos lo mismo. Acá podemos experimentar, bajo las leyes
duales, la luz y la sombra, día y noche. Matices, contrastes. Conectar con Neptuno es abrirnos al
mensaje del alma...a imaginar, a sentir, a fluir en lo inmenso e infinito del inconsciente, propio y
colectivo, a deambular en la eternidad, nos sentimos solos si nos aferramos a la forma, a los límites
que ponen cerco a nuestra identidad, a la historia e importancia personal. ¿y si experimentamos por un
breve espacio tiempo esta disolución? ¿queremos ser Aquí o en otro plano? ¿placer ante la disolución
o miedo ante la pérdida del yo? Y por ende de sentido, fin, estamos hablando del no tiempo.
Agrego un aporte desde lo personal...creo que firmamos el pacto de estar aquí, entonces no vamos a
salir eyectados hacia el mundo neptuniano, así que suave, animémonos a bucear en estas aguas,
sabiendo que por el momento vamos a volver a despertar en esta encarnación, que no vamos a perder
nada...y que cuando abandonemos este plano, al morir, nos vamos a ver inmersos en esta eternidad, de
allí lo esencial de afrontar estos estados mientras nos queda vida. La literatura budista, aborda estas
temáticas de una forma muy bella, si lo sentís ahí está todo el saber esperándote, con brazos y corazón
abierto.
“Escuchar la ola...pero nunca llegar al mar”
El elemento agua no necesita contacto para sentir.
Retomando (imposible la aplicar norma para hablar de Neptuno) La «cualidad» de Neptuno tiene que
ver con la disolución. Es una liberación disolvente que hace que aquello que tenga forma se pierda.
Tiene que ver con un movimiento muy lento, en donde prácticamente no hay actividad.
La energía de Neptuno nos está hablando también de aquello que no es contrastable con la realidad de
las formas, de aquello que no tiene verificación con Saturno, esto es, del sueño, de la imaginación. En
este plano, Neptuno es aquello que nunca choca contra un borde. En este sentido, la elasticidad
infinita de la materia del sueño es también neptuniana.
Desde ambos niveles abordamos la misma cosa de manera distinta: en una de ellas, no hay límite, no
hay borde, y todo está adentro; en el otro, yo estoy dentro de la cápsula de mi propia conciencia, pero
dentro de ella creo una realidad en la que no hay límite ni borde.
Ahora, la «función» de Neptuno tiene que ver con perder el borde para sentirse partícipe de
totalidades incluyentes. La neptuniana es la función que anula la sensación de separación o, dicho de
otra manera, es la función que anula a Saturno.
La función neptuniana va a ser la de sensibilizar el sistema para darle una máxima capacidad de
respuesta a todo lo que está afuera de ese sistema, es decir, para permitir que todo lo que esté afuera
de ese sistema, de alguna manera, tenga eco adentro del sistema. A esta función podríamos llamarla
de resonancia, esto es, una máxima sensibilidad como para hacer eco con lo que existe muy lejos de
ese sistema, para que éste se entere y se sienta partícipe vitalmente de esas corrientes que se
manifiestan lejanas.
Un ejemplo de esto en el reino animal: En una manada de antílopes que están pastando en la sabana,
basta que uno solo de ellos divise un león para que, al instante, se entere toda la manada. No se trata
de que quién ve al león le avise a los demás, ni siquiera de que éstos lo vean correr, sino que hay una
corriente que atraviesa toda la manada de modo tal que el miedo de ese antílope lo sienten todos los
demás miembros. Eso es Neptuno.
Un Neptuno que los humanos conocemos muy bien es el de la madre y los hijos. Si en la otra
habitación su hijo siente frío, la madre lo sabe. Esta misma corriente puede darse en todo vínculo
simbiótico. Justamente, lo simbiótico sugiere que hay un registro en el que corre la información de
una manera muy misteriosa que no necesita ser verbal, que es instantánea y que puede darse a la
distancia. Así, el mundo de Neptuno es un mundo simbiótico. El Universo visto desde Neptuno es una
identidad simbiótica, en la cual todos los elementos del Universo están íntimamente ligados y
participan uno con el otro, no separadamente, y, en consecuencia, hay corrientes de energía y de
información que van de un lado hacia otro, corrientes de amor inteligente.
Entonces, por un lado, tenemos esta función despersonalizante, a la cual uno puede tener acceso desde
la meditación, desde lo espiritual, desde la apertura del corazón, desde la sensibilización o el amor.
Todo esto lo lleva a uno a sentirse disuelto en un éxtasis. Precisamente, el éxtasis sería la cualidad
más esencial de Neptuno, esto es, una especie de sensación nirvánica de no deseo, pero vinculada con
un colmarse.
Ahora, bajando de ese nivel más sutil y profundo, yo vaya registrar a la función neptuniana como una
sensibilidad capaz de captar información a distancia desde otros niveles de la realidad. Esto es lo
intuitivo, que aparece como imagen, como sensación corporal.
Lo neptuniano también va a ser las formas arquetípicas y simbólicas que producen procesos de
despersonalización y de ampliación y disolución de la conciencia. Es decir, esta función de resonancia
también puede ser excitada o inducida por ciertos símbolos, por ciertas actitudes, que van a gatillar
una disolución del Yo. Esto es algo muy visible en lo colectivo: uno puede generar ciertas señales que
provocan comportamientos en el ser humano por los cuales se despersonaliza y entra en disolución.
La dificultad con lo neptuniano es que tiene que ver con el hechizo, en el sentido que puede ser un
estado buscado, puede ser puro deseo. ¿Puedo estar seguro de haberme conectado con la energía real
de compasión? ¿O simplemente estoy dando vueltas en el mundo de los arquetipos ...? Esta es la
dificultad para lo neptuniano.
PLUTÓN

LA LUNA
Con la Luna aparece el arquetipo de la Gran Madre que, por un lado, tiene un rostro que es el más
general y que está vinculado con la protección, el cuidado, la generosidad, la abundancia, la
fecundidad; pero, también tendrá otros múltiples rostros. Desde el punto de vista astrológico, cada
Luna va a estar en un signo y cada una de ellas va a representar un cierto aspecto de este arquetipo
mucho más amplio.
Así, la Luna en Escorpio va a estar buscando el lado oscuro de la Luna. Del mismo modo, cada uno de
nosotros tiene una tendencia a ver un aspecto de este arquetipo de la madre Universal.

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