Mari's Mistake
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RUBY DIXON
MARI’S MISTAKE
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SERIE ICEHOME 11
RUBY DIXON
MARI’S MISTAKE
Índice
Argumento ........................................................................................................................ 3
Capítulo 1 ......................................................................................................................... 4
Capítulo 2 ....................................................................................................................... 10
Capítulo 3 ....................................................................................................................... 20
Capítulo 4 ....................................................................................................................... 25
Capítulo 5 ....................................................................................................................... 34
Capítulo 6 ....................................................................................................................... 38
Capítulo 7 ....................................................................................................................... 46
Capítulo 8 ....................................................................................................................... 53
Capítulo 9 ....................................................................................................................... 57
Capítulo 10 ..................................................................................................................... 61
Capítulo 11 ..................................................................................................................... 67
Capítulo 12 ..................................................................................................................... 71
Capítulo 13 ..................................................................................................................... 79
Capítulo 14 ..................................................................................................................... 85
Capítulo 15 ..................................................................................................................... 90
Capítulo 16 ..................................................................................................................... 95
Capítulo 17 ................................................................................................................... 108
Capítulo 18 ................................................................................................................... 113
Capítulo 19 ................................................................................................................... 118
Capítulo 20 ................................................................................................................... 126
Capítulo 21 ................................................................................................................... 130
Capítulo 22 ................................................................................................................... 135
Capítulo 23 ................................................................................................................... 139
Capítulo 24 ................................................................................................................... 144
Capítulo 25 ................................................................................................................... 151
Epílogo.......................................................................................................................... 161
Epílogo II ...................................................................................................................... 169
PEOPLE OF ICEHOME.................................................................................................. 171
∗∗∗∗∗∗∗
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Argumento
Lo he arruinado todo.
Tenía un compañero. Resonancia. Felicidad. Pero entonces T'chai es atacado por una
hambrienta Garra del Cielo y casi muere. Para ayudarle a recuperarse, le digo a la sanadora
que apague nuestra resonancia no satisfecha. Es temporal... o eso creo.
Gran error. Porque ahora mi khui actúa como si estuviera muerto y odia a T'chai. Pero aún
le amo. ¿Cómo seguimos adelante cuando no puedo soportar su toque? ¿Hay alguna
manera de recuperar nuestra felicidad juntos, o es hora de renunciar a lo que una vez
tuvimos?
T'chai tiene otros planes, sin embargo. No se va a dar por vencido con nosotros. Si significa
cruzar el mundo, está listo para hacerlo a mi lado.
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Capítulo 1
T’CHAI
Las aguas de la cala parecen inusualmente cálidas este día. Calientes... y vacías.
Esa parte no es tan inusual. Lo que una vez estuvo poblado con coloridos corales y bancos
de peces es ahora un charco de agua casi vacío. Culpo a la Gran Montaña Humeante. No
es que tenga algo que ver con los peces, pero es fácil culparla de todos los males de mi tribu.
¿El clima es muy caluroso? Culpo a la Gran Montaña Humeante. ¿La caza ha desaparecido?
La montaña. ¿El coral muerto? La montaña. ¿La deriva de ceniza en el aire que hace difícil
respirar? La montaña. ¿El hedor de las cosas podridas en el aire? La montaña. ¿La muerte
de casi toda mi tribu?
La montaña, la montaña, la montaña.
Frunzo el ceño ante el agua clara y brillante que se arremolina alrededor de mis piernas.
¿En días como hoy, con una barriga hambrienta y amigos igualmente hambrientos
esperando en el campamento? Es difícil estar contento con la vida. Es difícil mirar a mi
alrededor y estar agradecido de haber sobrevivido a la muerte de la Gran Montaña
Humeante hace muchas vueltas de las estaciones, si todo lo que voy a hacer es morirme
lentamente de hambre. No hay juegos de guerreros feroces, no hay pruebas, no hay
reuniones tribales, no hay matanzas, no hay nada.
Somos cuatro, tratando desesperadamente de sobrevivir en una playa que cada vez
proporciona menos con cada estación.
Un pequeño destello de escamas me llama la atención en el agua, e inmediatamente me
camuflo, volviendo mi piel del mismo color que las olas mientras agarro mi lanza. No me
muevo, sino que espero. Espero a que los patéticos peces pequeños naden en mi dirección.
Apenas respiro mientras se precipita sobre la cala vacía, tocando coral muerto y tomándose
demasiado tiempo antes de acercarse lo suficiente como para que pueda atacar. Rápido
como un látigo, meto mi lanza en el agua y la clavo en su vientre.
Con un gruñido de triunfo, levanto mi lanza de tres puntas y estudio mi captura. Apenas
dos bocados, pero si puedo encontrar más, será una comida decente. O si S'bren logra
encontrar raíces en la selva, entonces haremos un guiso y nos lo repartiremos entre los
cuatro.
Lo único bueno de que los Cuerno Alto hayan sido completamente diezmados es que hay
muy pocas bocas que alimentar. Hago una mueca a mí mismo incluso cuando pienso tal
cosa. Cambiaría una barriga llena por el regreso de mi padre y mi madre, mis tíos y mi
hermano menor. Cambiaría esa barriga llena incluso por ver a R'sash, nuestro ceñudo y
desagradable jefe una vez más o a los ancianos burlones que bromeaban sobre que yo era
demasiado alto y delgado para llevar una lanza si tenía la forma de una.
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Ya no soy ese joven delgado como un látigo que era... pero no hay nadie para mostrárselo
Miro fijamente al pequeño pez mientras lo arranco de mi lanza y lo engancho en la gruesa
cuerda tejida alrededor de mi cintura. "Ahora vamos", le digo en voz baja mientras preparo
mi lanza sobre el agua otra vez. "Trae a tus amigos a jugar".
Otro pez aparece a la vista muy pronto, este más pequeño que el anterior, y me tenso,
esperando.
"¡Ho! ¡Hermanos!" R'jaal brama desde la orilla. "¡Venid a ver!"
Me arden los oídos, la curiosidad sacando lo mejor de mí. R'jaal no es de los que se limitan
a hacer tanto ruido como un kaari en celo. Ese es S'bren. Me dan ganas de ver qué le ha
causado tanta emoción a su voz, pero el pez nada más cerca, tentadoramente cerca. Sólo
un poco más y puedo arponearlo...
"¡T'chai!" R'jaal grita. "¡S'bren! ¡M'tok!"
Aprieto la mandíbula y me concentro. Acércate, pequeño pez. Ven...
Desde lejos, oigo a S'bren hacer un sonido de asombro, y a M'tok también. Sus voces no se
llevan la calma del agua, así que vuelvo al trance de la caza, ignorando todo menos al pez
que se acerca cada vez más...
"¡T'chai!" R'jaal brama de nuevo. "¡Ven a ver a mi hembra!"
¿Hembra?
Le he escuchado mal.
Seguramente.
Todas las hembras murieron hace seis turnos con el resto de la tribu Cuerno Alto. He oído
mal. Tal vez dice "vela larga" y ha atrapado a uno de los lagartos voladores y desea
compartirlo. Distraído, me muevo - y el pez se aleja bajo el coral.
Con un gruñido de frustración, me doy la vuelta y vadeo hacia la playa.
Mi lanza está agarrada con la mano, y estoy tan lejos en el agua poco profunda que no es
un viaje rápido de vuelta. Puedo ver a mis tres hermanos del clan encorvados sobre algo en
la arena, con sus cabezas dobladas. ¿Están... comiendo la larga vela sin mí? Seguramente
no. Frunciendo el ceño más duramente, corro hacia la orilla. "Será mejor que me guardéis
al menos un bocado", digo.
R'jaal se sienta y se vuelve hacia mí con una mirada totalmente radiante en su rostro.
Nunca he visto a mi amigo tan... feliz. Tan lleno de alegría. Ni siquiera cuando derrota a su
rival K'thar en algún tonto desafío u otro he visto la sonrisa de R'jaal tan brillante como los
soles gemelos. Pero en este día, sonríe como si los océanos le hubieran ofrecido su
recompensa.
"Ven a verla", me grita.
¿A ella?
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Corro un poco más rápido, mis pies finalmente se liberan del agua. Navego por la playa,
notando que se arrodillan junto a una criatura bronceada de algún tipo. "¿Qué has cogido?"
"Te lo dije. Una hembra. Mi hembra" La voz de R'jaal está completamente orgullosa y hace
un gesto a la gran forma en la arena. "Ven a ver".
"¿Dijiste una mujer?" No puedo creer lo que oigo, pero cuando S'bren me mira con los ojos
abiertos y M'tok no puede dejar de mirar la cosa en la arena, me doy cuenta de que debe
ser verdad. Me acerco...
...y luego caigo de rodillas en estado de shock.
"Una hembra", murmuro, aturdido. "¿De dónde la has sacado?"
Por un largo momento, no puedo creer que esto sea cierto. Una hembra... pero no se parece
a ninguna hembra que haya visto antes. Su piel es de un cálido tono marrón dorado que
no se parece a nada que yo conozca, y me hace preguntarme con qué está tratando de
camuflarse. Su melena es gruesa y oscura, pero llena de ondas y rizos. No hay cuernos, ni
pelaje, ni brazos extra que la marquen como del Clan Brazo Fuerte o del Clan Gato Sombra.
No tiene cola y no puede ser del Clan Cola Larga, aunque todos están muertos.
Su cara es pequeña, sus rasgos son inusuales. Tiene cejas oscuras, pero su nariz es
pequeña y se ve frágil por todas partes. Sus pezones están hinchados bajo los extraños y
pesados cueros que lleva por todo el cuerpo, y eso me llena de decepción por mi amigo. Los
señalo. "Es una madre lactante. Ya tiene una pareja"
"No lo creo", dice R'jaal emocionado. Toma su pequeña mano en la suya y la acaricia. "K'thar
cogió a la otra y ella tenía unas tetas aún más grandes que esta. ¡Y él resonó!"
"¿Dejaste que K'thar se quedara con una de las hembras?" M'tok está disgustado. "¿Cuando
no tenemos compañeras para nosotros?"
"¿No me escuchaste cuando dije que él resonó con ella?" contrataca R'jaal con irritación. Le
da palmaditas a los dedos de la cosa otra vez. "No puedo traerte a casa una compañera que
está resonando a otro. Tomé esta y me fui de la playa".
"¿Cómo...?" Pregunto, aturdido. "¿Cómo encontraste a esta cosa?"
"Mira su mano" S'bren le da a la hembra con un palo, y luego usa el extremo del palo para
levantar los dedos. "Tiene cinco dedos".
"Y sin colmillos", añade R'jaal. "No creo que ella sea de la tribu de los Outcast (Rechazados).
No sé lo que es".
La mira con una expresión de pura alegría en su rostro, y odio sentir envidia. Debería estar
emocionado por R'jaal. Es un buen amigo y se ha esforzado mucho por liderar a los
quedamos de los Cuerno Alto. A veces se queda sin comida para que el resto de nosotros
podamos comer. Es un buen cazador y me alegro de que estuviera con nosotros el día en
que el mundo se vino abajo.
Pero estoy... celoso.
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Ha encontrado para sí mismo una hembra. No estará solo. Tiene una compañera. No hay
tal esperanza para mí, para M'tok ni para S'bren.
"¿Cómo la encontraste?" S'bren pregunta. "¿Había más?"
"Sólo dos", dice R'jaal. "Había un gran huevo negro que apareció en la playa. Llegué allí al
mismo tiempo que K'thar".
"¿Un huevo?" S'bren tiene los ojos muy abiertos. "¿Desde cuándo las compañeras salen de
los huevos?"
R'jaal se encoge de hombros, mirando su premio. "Debo resonar con ella pronto. No confío
en que los cazadores de K'thar nos dejen en paz. Intentarán llevársela cuando lo vean con
una compañera y descubran que tengo una aquí. Y si se corre la voz a los Gato Sombra..."
Gruño. Tengo una rivalidad amistosa con U'dron ahí, pero no diré nada. U'dron es un buen
cazador, y a veces intercambiamos información sobre la caza... pero no es Cuerno Alto. Las
necesidades de los Cuerno Alto deben ser lo primero. "Tu secreto está a salvo".
M'tok se frota la mandíbula, una extraña expresión en su cara. "No hay cuernos. Sin cola.
Sin colmillos. Voy a salir y decirlo, hermano" Le echa un vistazo a R'jaal. "Es bastante fea"
S'bren se ríe y da codazos a M'tok. "¿Importa? Ahora mismo es la mujer más guapa de la
isla"
R'jaal resopla.
Sus palabras me irritan. Miro a la hembra inconsciente, con sus prominentes tetas
moviéndose con su respiración uniforme. Su piel es de un tono tan extraño, su cara tan...
delicada. Está hecha de forma muy diferente a nosotros, pero... no la encuentro fea. Hay
una belleza en sus pequeños rasgos, en la boca llena que es un tono de rosa tan profundo
que no coincide con el resto de su camuflaje. Hay belleza en las elegantes líneas de su
cuerpo e incluso en sus pequeñas manos y sus muchos dedos.
Puede que sea la cosa más bella que he visto nunca, pero no diré esto en voz alta. Será la
compañera de R'jaal. Estoy feliz por mi amigo y compañero de clan. Lo estoy. Me alegro.
"Eres muy afortunado", me las arreglo para decir, y las palabras se sienten espesas saliendo
de mi boca. Sé que S'bren y M'tok deben sentir lo mismo que yo. Que daríamos cualquier
cosa por estar en el lugar de R'jaal ahora mismo, reclamando una hembra.
S'bren se inclina hacia adelante. "¿Cuánto tiempo pasará hasta que despierte ahora que ha
salido del cascarón?"
R'jaal se encoge de hombros. Golpea la mano de la hembra inconsciente. "Tal vez esté
cansada"
O sedienta, quiero señalar, porque sus labios llenos están secos y agrietados y lleva capas
calientes de cubiertas de cuero que parecen desagradablemente calientes. Aunque una
parte de mí no quiere ayudar a R'jaal a conquistarla. Dejemos que lo descubra. Pero ese es
el lado celoso de mi discurso, y la única que sufre es la frágil hembra, que no merece tal
mezquindad. "Traeré agua fresca para que ella beba".
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Ella tiembla, con los ojos bien abiertos mientras me mira y nos mira a todos. "¿Dnnd stoy?"
susurra, y sus palabras no tienen sentido.
Pero las palabras no importan. Su khui está latiendo al mismo tiempo que el mío, haciendo
hermosos sonidos... y no puedo dejar de mirarla con asombro.
Una compañera para mí. No para R'jaal ni para nadie más.
"Ella es para ti". La voz apagada a mi lado es de R'jaal, y cuando le miro, su expresión está
llena de un dolor apenas oculto.
"Yo no..." Sacudo la cabeza. "Yo no pedí esto. No te la robaría..."
Mi más viejo amigo me pone una mano en el hombro, lleno de comprensión. "Es la
resonancia la que ha elegido. Me alegro por ti. Preferiría que fuera alguien de Cuerno Alto
que de Brazo Fuerte si no puedo ser yo" Y se las arregla para una sonrisa.
Es mejor macho que yo, y pienso en mis celos de cómo tocaba a la hembra. Mi hembra. De
repente mis celos locos tienen sentido. Mi espíritu lo supo antes que mi khui.
Esta hembra es mía.
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Capítulo 2
MARI
Cuando me despierto, hay cuatro hombres extraños que se ciernen sobre mí.
Si eso no es suficiente para asustar a una chica, están todos desnudos. Y son alienígenas,
pero esa parte ya no es tan sorprendente.
Jadeo, toso más agua salada y trato de echarme en la arena. No tengo ni idea de dónde
estoy, o de dónde está Lauren, pero estoy viva. Después de escapar de una nave espacial
en llamas y de las implacables y turbulentas olas del océano, estoy agradecida de estar de
una pieza, aunque me sentiré mejor cuando vea a Lauren. Miro a mi alrededor, tratando de
ignorar a los hombres que se ciernen sobre mí, pero no veo a mi amiga en ninguna parte.
"¿Lauren?" grazno, mirando de arriba a abajo la playa desconocida. "¿Lo?"
No hay respuesta, por supuesto.
Miro a los extraterrestres a mi alrededor. Uno me resulta familiar, y tengo vagos recuerdos
de él llevándome y yo desmayándome rápidamente de nuevo. Así debe ser como he
terminado aquí.
Dondequiera que sea "aquí".
Uno de los hombres me ofrece una piel de agua y la tomo, mojándome la boca. Mis labios
están agrietados y secos y aún así siento como si me hubiera bebido la mitad del océano.
Miro a mi alrededor y estoy en una orilla de arena, pero ésta es menos pedregosa que la que
recuerdo. También hace calor como el infierno. Mucho, mucho calor, y siento mi piel
salpicada de sudor. Las empapadas y pesadas capas de cuero que llevo puestas tampoco
ayudan.
Uno de los hombres dice algo, y cuando miro, no me hablan. Miro sus caras, tratando de
recordar si son personas que he visto antes, pero no las reconozco. Son de un azul más
pálido de lo que recuerdo, y sus cuernos se ven raros. En vez de rizarse como los cuernos
de un carnero, se levantan, casi como un antílope que se ha electrocutado. Son
ridículamente prominentes, e intento no mirar fijamente mientras bebo más agua.
Estos son extraños, entonces. Eso me hace sentir incómodo. No creo que hablen inglés o
español, porque me miran como si me hubiera crecido una segunda cabeza. ¿Nunca han...
visto a una humana antes? Oh Dios, ¿qué voy a hacer si me quedo atrapada en algún lugar
a solas con extraterrestres con los que no puedo hablar? La idea me hace desear que me
salga una urticaria.
Miro al que me dio agua. "¿Dónde estoy?"
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Me mira con fascinación, inclinando la cabeza como si fuera una extraña criatura de
zoológico. Parece bastante agradable, supongo, pero aún así me pone nerviosa el hecho de
estar atrapada aquí a solas con él. Miro al siguiente y mi piojo se pone en marcha.
Oh, no.
Oh, no, no, no. Esto es malo. Esto es realmente malo.
El khui, el parásito que nos dieron a todos nosotros, es una especie de criatura que vive en
nuestros pechos y nos ayuda a mantenernos sanos. Según lo que los alienígenas que nos
rescataron compartieron, filtra el aire, hace que el cuerpo funcione de manera óptima, y
asegura la propagación de la especie. No resoné en el momento en que recibí mi piojo, a
diferencia de Verónica, y sólo había tres alienígenas sin aparear en la orilla, así que pensé
que había esquivado esa bala. No quiero un compañero, ni siquiera puedo cuidar de mi
misma ahora, así que añadir otra persona a la mezcla es algo que no necesito.
Aparentemente mi khui ha decidido las cosas por mí, sin embargo. Porque empieza a
ronronear más fuerte, y miro fijamente al segundo alienígena en estado de shock mientras
mi pecho retumba con lo que debe ser una resonancia. También está retumbando este
desconocido, y creo que esto ha complicado las cosas una docena de veces.
Al menos mi nuevo compañero es... ¿Guapo?
O tan guapo como podría ser un extraterrestre, supongo. Todavía no estoy acostumbrada
a todo eso de "alto y amenazante". O a los cuernos. O a la cola. Esta tiene un pelo negro
increíblemente largo que tiene trozos de cáscara tejidos en la ocasional trenza decorativa.
Sus cuernos sobresalen de una frente orgullosa y sus ojos son penetrantes. Su nariz es
aguileña y su mandíbula es muy cortante y afilada como la de cualquier actor de telenovela.
Su boca es un poco más dura de lo que me gustaría y su expresión es... melancólica.
Hermoso, sí, pero no amigable.
De alguna manera, esto es decepcionante. Preferiría que fuera amigable y cariñoso. Necesito
un amigo ahora mismo.
Me acobardo cuando me alcanza, mirando la playa. "¿L-Lauren? ¿Lo? ¿Estás ahí fuera?"
No hay respuesta. Uno de los otros hombres hace un sonido de asco en su garganta, escupe
algunas palabras, y luego se pone de pie, alejándose. Los otros tres siguen cerca de mí,
incluyendo a mi nueva pareja que no sonríe. Me observa por un momento más, y luego me
ofrece una mano.
No la acepto. "¿Lauren?" Grito. La necesidad de correr y esconderme es abrumadora, pero
no veo ningún lugar a donde ir. Estoy... sola. Eso es aterrador.
Aunque no estoy realmente sola. Ahora tengo un compañero de resonancia. Aún más
aterrador.
El alienígena al que resoné gruñe algo bajo su respiración. Se pone de pie, y cuando me
deslizo hacia atrás sobre mis manos, desliza sus brazos debajo de mí y me levanta, al estilo
de una novia, y comienza a llevarme por la playa. Er... vale. El impulso de huir me golpea
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de nuevo, pero ¿a dónde iría? Miro a mi alrededor pero no hay nada familiar. Por primera
vez, me doy cuenta de que no estoy cerca de la playa en la que estaban mis amigos.
No sé dónde estoy.
Más allá del tramo de playa, veo árboles. Un gran número de árboles, todos ellos verdes y
hermosos y tan altos como cualquier selva de la Tierra. Crecen densamente juntos, y oigo
a los pájaros y otras cosas llamándose entre sí mientras se mueven a través de las ramas.
Hay helechos de colores brillantes salpicando el suelo y enredaderas florecidas colgando de
las ramas. Al otro lado de la playa, el agua es de un azul verdoso cristalino, a diferencia de
las oscuras aguas verdes de botella de la orilla que recuerdo.
¿Dónde diablos estoy? ¿Y por qué hace tanto calor? Me tiro del cuello de mis pieles, porque
se sienten incómodamente gruesas y sudorosas. Tal vez es un efecto secundario del khui
que se enciende por la resonancia, y estoy teniendo un sofoco de algún tipo.
El hombre que me sujeta dice algo en voz baja, las palabras son ininteligibles. Me mira y
su expresión es casi... severa. Definitivamente devastador.
"Lo siento", susurro. "No te entiendo. Y estoy más que un poco asustada de ti".
Él dice algo de nuevo y yo sólo niego con la cabeza. Escucho el suspiro frustrado que deja
salir, pero no intenta hablarme de nuevo. No tengo ni idea de si eso es bueno o malo. Al
menos parece ser fuerte... Me lleva fácilmente a través de la arena, y mientras camina, noto
que se dirige hacia lo que parece un largo e inclinado acantilado de la orilla. En la cima del
acantilado rocoso, veo lo que parece un grupo de cabañas.
Vale. El refugio es bueno.
¿O es malo? ¿Me lleva a casa porque quiere aparearse conmigo? Dejo salir un pequeño y
aterrorizado chirrido y agarro el cuello de mis cueros húmedos y gruesos aún más contra
mi piel... e intento ignorar el pequeño y caliente pulso de excitación entre mis muslos. Esa
no soy yo. Ese es el piojo.
La verdadera Mari no se excita con un alienígena sexy y de aspecto peligroso con pelo largo
y sexy y una mandíbula firme. Ella lo sabe bien.
(A menos que haya tragado una tonelada de agua salada y esté alucinando de alguna
manera. Eso tiene sentido para mí de una manera extraña. Más sentido que la resonancia,
de todas formas)
El extraño me dice algo en voz baja, y aunque no puedo entender sus palabras, el timbre
de su voz es extrañamente relajante. Suena tranquilo. Compuesto. Sereno. Como si este
zumbido de resonancia entre nosotros no fuera gran cosa. Por extraño que parezca, su
confianza me alivia un poco la tensión. Me relajo en sus brazos, y cuando se dirige a una
de las cabañas, la miro con interés. ¿Tal vez Lauren está aquí?
Pero cuando entramos, está vacío. El interior está lleno y hay una solapa tejida sobre la
puerta que se supone que proporciona privacidad, supongo. El techo es de paja y bloquea
la mayor parte de la luz solar, pero los huecos gotean aquí y allá. En general, la cabaña es...
pequeña. Aunque me gusta lo pequeño. Lo pequeño es reconfortante. Hay una alfombra
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tejida en el suelo para protegerse de la arena, un "nido" de hojas que seguramente será la
ropa de cama, y algunas cestas de pertenencias. Una red está colgada en una de las paredes
de piedra y hay una gran concha marina del tamaño de una bandeja llena de agua que debe
utilizarse para bañarse.
Mi nuevo amigo, mi compañero, me pone suavemente sobre la ropa de cama,
murmurándome palabras más suaves. Continúa hablando mientras me siento, mirando a
mi alrededor, y luego se pone de pie y examina una de mis botas de cuero. Dice algo, luego
saca un cuchillo delgado y afilado y comienza a cortar el cuero hinchado y empapado.
"Podría necesitar eso", susurro protestando.
Me mira, dice algo, señalando mi pie, y luego vuelve a cortar. Vale, entonces. Morderé mis
protestas, deseando poder ser valiente como Lauren. ¿Qué haría Lauren si se enfrentara a
un extraño al que le resonara y que empezara a cortarle las botas? Probablemente le haría
parar. Probablemente se aprendería su nombre, le enseñaría algunas palabras de nuestro
idioma, y tomaría el control de la situación.
Dios, desearía ser como Lauren. Siempre es valiente y tiene el control, incluso cuando está
asustada. En cierto modo, se parece mucho a Velma de los dibujos animados de Scooby-
Doo que me encantaban de niña. Siempre tiene un plan, y nada la pone nerviosa.
Yo, desafortunadamente soy menos Daphne y más Shaggy. Todo me asusta mucho y luego
me escondo.
"Para que no lo sepas", le confieso a mi amigo mientras me quita la segunda bota y examina
mis ahora arrugados dedos del pie. "Pero cuando se trata de todo el asunto de 'lucha o
huida', definitivamente debo decirte que soy una chica muy 'huida'. O más bien, soy una
escondida"
Me mira y dice algo que suena como una pregunta.
Me encojo de hombros ante él.
El alienígena gruñe y vuelve a cortar, esta vez trabajando en la pata de mi pantalón de cuero
empapado. Probablemente debería detenerlo pero... el cuero se siente grueso y hace un
maldito calor aquí. El aire está positivamente sofocado por la humedad, lo que es tan
extraño dado que pensé que todo este planeta no era más que nieve.
El tipo dice algo de nuevo, mirándome mientras continúa cortando.
"Si me preguntas si quiero mantener mis pantalones puestos, la respuesta es sí. Pero de
alguna manera, no creo que eso sea lo que estás preguntando" Noto que sigue cortando
más alto, revelando más de mi pierna, y tengo que admitir que el aire más fresco se siente
bastante bien. "Si me estás preguntando por Lauren, me temo que no puedo responderte.
No sé dónde está, y ojalá lo supiera". Dirijo una mirada melancólica a mi alrededor. "Ella es
la valiente. Yo soy la gallina. Ella es la única que realmente se ha hecho amiga mía desde
que llegué aquí. Todos los demás piensan que soy una gran cobarde porque me escondo
constantemente. Y quizás, vale, claro, es un poco cobarde, pero no es porque esté
intentando esconderme de mi destino o algo estúpido como eso. No soy un avestruz
escondiendo su cabeza en la arena. Es sólo que..." Suspiro, apoyándome en mis manos
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profundo tono de azul. Su polla también se está hinchando, su khui tararea urgentemente,
y hay esa extraña cosa de espolón en la parte superior que alguien mencionó.
"Es un montón de cosas que hay que asimilar", le digo mientras nuestros ojos se
encuentran. "Y esa no soy yo haciendo un juego de palabras sobre tu tamaño. Aunque
probablemente debería, porque eres un verdadero montón"
Él retumba algo, su pelo largo se desliza sobre un hombro, y luego se mete entre mis piernas
y acaricia suavemente mi montículo, sus dedos acariciando ligeramente.
Aspiro aire, sorprendida por su toque atrevido... pero no me alejo. "Umm... así que acabas
de hacer eso. Y debería decirte que no" Pero mi piojo va a una milla por minuto. "Sé que
somos medias naranjas, como diría mi madre, dos mitades de un todo, pero ¿podemos
conocernos primero?" Me doy golpecitos en el pecho. "Me llamo Marisol. Me llamo Marisol"
Doy un golpecito otra vez, porque eso podría ser demasiadas palabras para él. "Marisol".
Se agacha y me acaricia el coño otra vez. "¿M'rsl?"
"No, eso no es Marisol. Yo sí lo soy" Una risita horrorizada se me escapa de la garganta.
"Por favor, por favor no llames a mi coño Marisol" Me doy golpecitos en el pecho. "Marisol".
Apunto hacia abajo. "Coño". O concha si te sientes más inclinado, pero por ahora nos
quedaremos con un solo lenguaje".
Su mirada caliente se mueve sobre mi cara otra vez. Se extiende hacia adelante con su
mano y me golpea en el pecho, justo donde yo lo hice. "M'rsl".
"Lo suficientemente cerca." Asiento con aprobación, y luego estiro la mano con vacilación y
le doy un golpecito en el pecho. "¿Quién eres tú?"
"T'chai". Su voz es toda rumbosa y profunda cuando lo dice, y me hace temblar. También
hace que mi Marisol de abajo se estreche por dentro.
"Oh", respiro. "Tu nombre es... ¿Shay? ¿Lo he dicho bien?"
"T'chai", dice otra vez, dando golpecitos en el pecho. La forma en que lo dice es diferente a
la mía, como si hubiera una parada difícil justo antes de su nombre.
Lo intento de nuevo, enfatizando la primera sílaba lo mejor que puedo. "¿T'chai?"
Una pizca de sonrisa curva su dura boca, y me deja sin aliento. Oh, vaya. Mi piojo tiene un
gusto sorprendentemente bueno. Tiene una expresión dura y severa, pero cuando me
sonríe... maldición. Hay algo en él que se siente como un regalo. Es apenas un tic de su
boca, esa sonrisa, pero hay algo en la suavidad de sus ojos y la forma en que me mira que
me hace pensar que está muy contento, y que me hace sentir ardiente y dolorida de formas
que nunca antes había sentido. Esto se siente diferente al simple placer sexual. Se siente...
más profundo. Mucho más intenso.
Puedo estar en un montón de problemas aquí.
"¿Dónde estoy, T'chai?" Lo intento mientras saca su cuchillo y empieza a cortarme la túnica.
No quiero sentarme desnuda, pero el clima aquí, dondequiera que esté, es cálido y húmedo
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Sus cejas se levantan ante mi pregunta, y se ríe a carcajadas. "T'chai nor-mah tlaik va niis."
No sé lo que significa nada de eso, pero parece contento por el hecho de que le pregunté.
"Genial", digo en voz baja. No estoy segura de cuál fue la respuesta, pero como sea. Me
muerdo el labio, mirando a mi alrededor. "¿Qué hacemos ahora?" No tengo ni idea de cómo
proceder. ¿Qué hace uno cuando resuena a un absoluto desconocido con el que ni siquiera
tiene un lenguaje en común? Tengo demasiadas preguntas y cero respuestas, y estoy
preocupada por Lauren. Ella puede arreglárselas sola, pero... este nuevo planeta es un reto
para cualquiera, no importa lo capaz que sea.
T'chai me alcanza la cara, y cuando retrocedo, él también retrocede. Nos miramos con
recelo. "M'rsl", murmura, y vacila en alcanzarme de nuevo.
Le dejé que me tocara la mejilla, y me rozó la cara con la punta de los dedos, con una
expresión fascinada. Sus dedos son ligeros pero callosos, y cierro los ojos, disfrutando de
la sensación. No he salido con nadie en mucho tiempo, y mi último novio no era muy
sensible. He olvidado lo bien que se siente tener a alguien que te acaricie. Tal vez sea el
piojo lo que me afecta, pero... se siente muy bien y no quiero que se detenga.
Tiemblo cuando sus dedos se mueven por mi mandíbula, acariciando. Murmura mi nombre
en esa extraña y abreviada forma suya, pero me gusta cómo suena y no le corrijo. Lo intenta.
Su mano se cae y abro los ojos...
...sólo para jadear por la sorpresa. Ya no está azul. El azul pálido de su piel ha cambiado a
un rico bronceado dorado. Extiendo la mano para tocarlo, sus ojos brillantes en su cara, y
su piel se siente igual... Es diferente sólo en la tonalidad, y cuando le paso los dedos por la
mejilla, me doy cuenta de que somos exactamente del mismo color. De alguna manera, su
tono de piel ha cambiado para coincidir con el mío.
"Vaya", susurro. "¿Esto es parte de la resonancia? ¿O es otra cosa?"
"M'rsl", dice mi nuevo compañero. Golpea un dedo contra mi esternón, donde mi khui se
agita con fuerza. Luego, murmura algo y me señala la barriga. Cuando hace un gesto con
la boca, me doy cuenta de que me pregunta si tengo hambre.
Asiento con la cabeza. "Muy hambrienta".
Vuelve a pasar sus dedos por mi mejilla, como si no pudiera evitar tocarme, y se pone de
pie. Veo un pez muerto colgando de un anzuelo en la pared, una cuerda ensartada a través
de una de las branquias, y... seguramente no. Sé que las tribus comen mucha comida que
atrapan, pero aún así me sorprende cada vez que lo veo. Crecí con comida empaquetada y
lo más cerca que he estado de este tipo de "realismo" es cuando mi madre hacía tacos de
lengua de vaca y compraba una enorme lengua de aspecto desgarbado en la tienda de
comestibles.
"Esto es sólo sushi", me digo a mí misma en una charla de mini-animada mientras T'chai
se sienta frente a mí. Cruza las piernas, coge un cuchillo y un cuenco tejido y empieza a
destripar el pescado. Corta la cabeza y la arroja a la cesta, y mientras arrugo la nariz y
observo, corta cuidadosamente un trozo de largo como un dedo de carne cruda del pescado,
y me lo tiende.
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Oh, vaya. Sushi, me recuerdo, y le doy un delicado mordisco a la carne rosada. Está...
sorprendentemente delicioso. Debo mostrar mi asombro, porque se ríe y corta otro pedacito,
sosteniéndolo hacia mí. Me observa atentamente mientras mastico, y me como cada trozo
que me da, y cuando me da el último bocado, me doy cuenta de que no ha tomado ninguno
para sí mismo. Sospecho que me he comido su almuerzo, y aunque probablemente nunca
lo diría, me siento culpable. Niego con la cabeza y le hago un gesto para que se lo coma.
T'chai come el bocado del sushi de la playa rápidamente, y luego mete la mano en la cesta
y agarra la cabeza del pescado, metiéndosela en la boca. La aplasta, y el sonido es fuerte y
húmedo en la cabaña.
"Ugh", digo, incapaz de evitarlo. "¡Eso es horrible!"
Hace una mueca y señala su boca, murmurando algo y asintiendo con la cabeza, como si
estuviera de acuerdo conmigo en que sí, tiene un sabor terrible. T'chai pone una cara y
luego bebe un trago de agua, estremeciéndose.
"Eres muy raro, amigo". Le observo, con las cejas fruncidas. Tal vez sea otro tipo de
costumbre alienígena que no entiendo, como comer la cabeza del pez para agradecerle su
servicio o algo así de raro.
Mi mirada recae en su gran cuerpo desnudo, y está muy... dorado. Me extiendo y le toco la
mano, y aunque su piel es del mismo tono que la mía, sólo tiene tres dedos y la textura de
su piel es esa suave y deliciosa sensación de ante. Por lo que sé, los otros alienígenas no
cambian de color así. "¿Esto es porque hemos resonado?" Le pregunto, golpeando su mano.
"¿Estás tratando de igualarme?"
Me mira con una mirada tapada, y me doy cuenta de que no sabe lo que digo. No hay ni un
solo parpadeo de reconocimiento en su cara.
La retiro, pero él me coge la mano antes de que pueda hacerlo y pone mi palma en su
mejilla. Incluso con la barrera del lenguaje, el mensaje es claro. Quiere que le toque.
Parece... una mala idea. O más bien, no una MALA idea, sino una que llevará a más de lo
que realmente quiero hacer ahora mismo. No conozco a este tipo. Sólo sé su nombre y que
come cabezas de pescado y no le gustan y se ha puesto moreno en vez de azul. Pero... no
puedo evitarlo. Quiero tocarle. Quiero tocarle por todas partes. El khui de mi pecho canta
tan insistentemente que hace que me duela en todas partes, y cuando el alienígena frota
mi palma contra su mejilla, me pregunto qué daño podría causar.
Sólo un pequeño toque. Lo suficiente para quitar el nerviosismo.
Paso mis dedos sobre su mejilla, siguiendo las orgullosas líneas de sus huesos y hasta el
borde duro de su mandíbula. Cuando deslizo la punta de mis dedos sobre sus labios, se
estremece, gimiendo, y me roba el aliento. ¿Pensé que su cara era dura e implacable? Así,
es hermoso y nada antipático. Sólo fuerte y orgulloso.
Abre los ojos, y antes de que me dé cuenta de lo que hace, T'chai me pone en su regazo.
Dejo escapar un chillido de angustia mientras me lleva contra él, mis pechos chocando con
su cálida piel y el calor de su polla golpeando en el interior de mi muslo.
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"No", protesto, poniendo mis manos en su pecho y empujando. "No. ¡Demasiado pronto!"
Su boca se aplasta y sus ojos se estrechan, como si mi reacción fuera confusa. "¿M'rsl?" Se
da golpecitos en el pecho, indicando su khui, y me alcanza de nuevo.
"Dije demasiado pronto", enfatizo de nuevo, y me pongo de pie. La cabaña ya no se siente
reconfortantemente pequeña, sino demasiado pequeña y asfixiante. Recojo los restos de mi
túnica y me la envuelvo por delante, luego me dirijo a la entrada de la cabaña y me asomo.
Los otros tres hombres extraterrestres se giran inmediatamente al oír el ruido de la puerta
que había tapado sus susurros, y la abierta curiosidad en sus rostros.
Me vuelvo a meter dentro, dejando que la cortina puerta me esconda de nuevo, y presiono
mi espalda contra la fría piedra de las paredes de la cabaña. Qué, ¿están mirando porque
quieren su turno? ¿Piensan que esto es una situación de pandillas? No se me escapa que
hay un grupo de cabañas pero sólo cuatro personas aquí, de las cuales cero son mujeres.
Miro a T'chai, que continúa mirándome con una expresión inescrutable.
"¿Dónde está Lauren?" Pregunto de nuevo. "¿Qué hicisteis con ella?"
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 3
T’CHAI
Mi mujer está… confusa. A ella le gusta mi toque, luego no le gusta. La pongo en mi regazo
para que podamos unirnos, y ella intenta huir. ¿No se da cuenta de que hemos resonado?
Ella mira alrededor de nuestra casa del clan con la boca abierta, y tal vez su clan sea
diferente al mío. Tal vez viven en los árboles, como los Brazo Fuerte, o en las profundidades
de una cueva como los Gato Sombra.
"¿No te gusta mi contacto, M'rsl?" Pregunto, poniéndome de pie.
Su mirada se dirige inmediatamente a mi dura y dolorida polla, y vuelve a negar con la
cabeza. Dice algo en ese extraño lenguaje suyo, todos los sonidos fluidos y los ruidos de la
respiración, y luego se lleva una mano a la frente.
Puede que no entienda sus palabras, pero no soy un hombre ignorante. Es obvio que
necesita más tiempo este día. Tal vez todavía tenga hambre o se sienta mal. Puso una mano
en su frente... ¿tiene fiebre? Me muevo a su lado y presiono mis dedos sobre su frente
también. Caliente, pero no demasiado. "¿Quieres más agua? ¿O te gustaría bañarte?
¿Comer? Dímelo y lo haré por ti" Levanto su mano hasta mi mejilla, incapaz de resistirme
a rozar sus pequeños dedos contra mi mandíbula de nuevo. No me canso de tocarla, pero
hay mucho tiempo para lograr la resonancia. No tengo que meterle prisa... no importa cómo
se sienta mi verga.
Se muerde todo el labio y vuelve a mirar la entrada. "¿Haas vshtoo a Laoren?"
"¿Un paseo por la playa?" Pregunto. "¿Te gustaría eso? No tenemos que ir muy lejos. Puedo
tratar de atrapar más peces" Mi estómago ruge al pensarlo, y los trozos sobrantes no eran
suficientes para llenar mi vientre hambriento... No esperaba tener una pareja a la que
alimentar. Pero no me arrepiento. Intercambiaría todas mis comidas siempre y cuando M'rsl
esté feliz y su barriga llena.
Su mirada se dirige a mi estómago y el alivio cruza su cara. Hace un gesto con la boca y me
señala. "¿Nooo hass cmido?"
"Ven. Iremos a pescar. Veamos si las aguas dan lo suficiente para que pueda mantener a
mi pareja" Cojo la cortina solapa del frente de la cabaña y salgo, ofreciéndole mi mano.
Ella vacila por un momento y luego viene detrás de mí, todavía sosteniendo los pedazos de
cuero en sus tetas. Inmediatamente, se pone detrás de mí, dejándome protegerla de los
demás.
Cerca de allí, M'tok y S'bren están remendando redes en la orilla, una tarea que sé que
ambos odian. R'jaal está a lo lejos, jugando con su lanza, pero puedo decir que su atención
está sobre nosotros. Por supuesto que se quedan merodeando. La curiosidad tiene que estar
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comiéndoles vivos. Hago un gesto a la hembra que está de pie detrás de mí. "Esta es mi
compañera, M'rsl"
M'tok frunce el ceño en nuestra dirección. "¿Por qué se esconde?"
"Esto es nuevo para ella. Por supuesto, tiene miedo".
Gruñe, mirando a su hermano. "Esa parece que tiene miedo de su sombra. Me alegro de no
haberle resonado"
Sólo escucharle decir eso me llena de rabia. Doy un paso amenazador hacia él. "No hables
de mi compañera. Ni siquiera la mires".
M'tok se encoge de hombros. "Sólo estoy diciendo..."
"Está amargado", dice R'jaal, dirigiéndose a los hermanos. Se extiende y golpea a M'tok en
la parte posterior de su cráneo. "Está decepcionado. Todos lo estamos, pero sólo hay una
de ellas... cobarde o no. Alguien va a conseguir que le lastimen".
M'tok frunce el ceño y se frota la nuca, pero no está en desacuerdo con R'jaal. Parece más
hosco que de costumbre, y R'jaal tiene razón. No importa lo que piense de M'rsl, está
decepcionado. Todos deben estarlo.
"No estuviste mucho tiempo en la cabaña". S'bren nos mira. "¿Te la llevas? ¿Para el sexo?"
Sé que mis compañeros de clan son curiosos, pero las preguntas entrometidas me irritan.
Mi polla está rígida por el constante tañido de mi khui, así que debería ser obvio que aún
no nos hemos apareado. Aunque no lo hayamos hecho, ¿qué importa? Es entre ella y yo, y
ella está asustada e inquieta. ¿Por qué la obligaría a tirarse al suelo y aparearse cuando
aún no está ansiosa de que la toque? Hay mucho tiempo en el día.
Tal vez su gente sólo se aparea de noche, o a la luz de la luna llena. No lo sé y no puedo
preguntar, y aún así... no es asunto suyo. Es asunto mío. Es de M'rsl. No es de M'tok, ni de
S'bren, ni de R'jaal. Entiendo que quieran saber que el destino de la existencia de nuestro
clan está en nuestras manos... ...pero seguramente pueden darnos más que un breve
momento en una cabaña antes de que estemos uno encima del otro como si fuéramos una
garra del cielo. Les doy una mirada despectiva y me vuelvo hacia mi compañera. "Nos vamos
a pescar. M'rsl se comió lo que pesqué pero no es suficiente"
"¿Pescaste algo?" El tono de S'bren es triste, y cuando miro atrás, se frota el estómago. "Pero
tienes razón, alimenta a tu hembra primero. Ella es la más importante"
R'jaal se acerca a nosotros y M'rsl se escabulle detrás de mí otra vez, agarrándose a mi
brazo con una pequeña mano mientras se acerca. "Tu lanza", dice mi amigo, sosteniéndola
hacia mí. "Se te cayó antes".
"Gracias". La cojo y espero que se aleje antes de volver a mi hembra, y pongo una mano
firme en su espalda.
"Lo sshiento coolega, ¿nekkd?" me susurra. "¿Toddo el tmppo?"
"Sí, pescar", le digo. "Para comer". Haría el gesto de la comida, pero mis manos están llenas,
así que asiento con la cabeza.
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Ella también asiente con la cabeza, y considera los restos de cuero que tiene en sus manos.
Los ha estado cogiendo por el frente, pero con un gran suspiro, la arroja de nuevo frente a
mi cabaña. "Wennin Roahm".
∗∗∗∗∗∗∗
MARI
Entonces, esto debe ser lo que es vivir en una playa nudista, pienso para mí misma mientras
me siento en la orilla y observo el arpón de T'chai. Hay mucha brisa, las potenciales
quemaduras de sol, terribles, y arena por todas partes, donde no debería estar.
Al menos la vista es agradable.
Envuelvo mis brazos alrededor de mis rodillas y observo como T'chai permanece
perfectamente quieto en el agua hasta la cadera. Fue algo sorprendente cuando entró y
cambió los colores para que coincidieran con las olas ondulantes. Hice un aterrador sonido
de graznido que lo hizo correr de vuelta a la orilla, y le costó unos minutos calmarse de
nuevo antes de regresar. Estoy descubriendo todo tipo de cosas aquí en Playa Nudista
Sushi. Estoy aprendiendo que esta gente va desnuda todo el tiempo, probablemente por el
calor y la humedad. Tiene sentido, supongo. ¿Por qué ponerse cuero pesado si sólo se está
chapoteando en las aguas? He descubierto que T'chai cambia de color como un camaleón
y se camufla con su alrededor... o con su pareja, lo que me hace sonrojar con un extraño
tipo de placer. Y he aprendido que T'chai tiene estos impresionantes hoyuelos justo encima
de su redondeado trasero, que es bastante fascinante de mirar.
También he descubierto que si se trata de mí o de su gente, T'chai me elige a mí. Eso es
algo bastante embriagador, considerando que apenas nos conocemos. Aún así, vi cómo se
enfrentó a ellos antes. No podía entender lo que decían, pero los tonos y las expresiones
faciales eran evidentes. Sus amigos se comportaban como idiotas hoscos y T'chai les puso
a todos en su lugar y me defendió.
Mi khui ha elegido sabiamente. Mi chico no sólo es un absoluto espectáculo de humo, sino
que tiene una veta protectora. Estoy muy agradecida por esa protección, porque estoy
absolutamente aterrorizada por esta situación. No sé dónde estoy, no puedo hablar el
idioma, y Lauren está desaparecida. No soy del tipo decisivo y líder. Soy más bien una
compañera cobarde. Desearía ser más valiente como Lauren, pero es más fácil cuando
alguien más tiene el control. T'chai me devuelve la mirada en la playa y yo saludo
distraídamente.
Es mucho más fácil cuando el que tiene el control tiene unos lindos hoyuelos en el trasero.
Aunque no es muy buen pescador. Hemos estado aquí durante unas horas y no ha pescado
nada. Anduve por la orilla antes, las aguas son cristalinas y sorprendentemente cálidas, lo
que me preocupa. Se supone que este es un planeta de hielo, no una isla paradisíaca. O he
dejado el planeta o algo está realmente mal aquí.
Sospecho que tiene algo que ver con el constante penacho de humo en el horizonte, o el
hecho de que el agua caliente parece una especie de bahía circular. No soy científica, pero
estoy convencida de que he leído suficientes libros y visto suficientes espectáculos de la
naturaleza para sospechar que hay algún tipo de actividad volcánica aquí.
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Me pregunto si T'chai y su gente se dan cuenta de eso. ¿Todos los demás se fueron antes
que ellos y T'chai y sus amigos son los únicos que se quedaron atrás? ¿Sólo están
manejando algunos asuntos antes de salir de Dodge? Excepto... que nadie parece tener
prisa. He estado observando a T'chai durante horas y el hombre es increíblemente paciente.
Apenas mueve un músculo, incluso cuando mi piojo empieza a cantar tan fuerte que me
hace retorcerme en la arena.
Ese es otro problema. Estoy teniendo tantos problemas que todos están corriendo juntos
en mi cabeza. Con un palo, empiezo a escribir en la arena de grano fino. Problema Uno,
resonancia. Tacho "resonancia" rápidamente y la reemplazo por "volcán". Prioridades,
Marisol, me regaño a mí misma. ¿Recuerdas todos los libros de historia que leíste sobre
Pompeya y Herculano? El volcán humeante tiene prioridad sobre si tienes que acostarte o
no con un tío bueno y hacer un bebé con él.
Problema Dos, Lauren. No sé dónde está. No hay nadie más en la playa y antes, cuando me
dirigí hacia los árboles, llamándola por su nombre, T'chai me llevó de vuelta a la playa.
Tengo que encontrarla.
Problema Tres, el hogar. Este se siente menos "claro" que los otros. Un volcán tiene una
solución fácil: alejarse de él. Lauren tiene una solución fácil... ve a buscarla. ¿El hogar? Ya
no sé dónde está el "hogar". Me refiero ¿en la playa helada en la que estaba la otra tribu?
¿La nave espacial en la que nos trajeron de contrabando? ¿La Tierra? ¿En algún otro lugar
de este aterrador Universo?
No tengo respuestas, así que lo tacho y lo reemplazo con "resonancia".
Problema Cuatro, el idioma. Necesito aprender a hablar con T'chai. Necesito comunicarle
de alguna manera que hay un volcán en las cercanías y que debemos irnos pronto. Necesito
decirle que soy de la Tierra. Necesito decirle... que quiero ser su amiga. Hago un ruido
nervioso en mi garganta y borro la palabra "resonancia" con el pie. Sólo con escribirla me
siento como una gran tonta. Soy una mujer adulta. Seguro que puedo tener sexo ocasional
con un sexy hombre alienígena tropical. Podemos hacerlo al estilo del Lago Azul. Esas
películas eran sexys.
Espera. ¿No murieron una vez que tuvieron un hijo? Y si tenemos sexo, habrá un niño.
Tacho mentalmente El Lago Azul de mi lista de cosas para comparar mi situación. Tarzán.
Tarzán es mejor. Me quedo con eso. George de la Selva también funciona.
T'chai se mueve en el agua, apuñalando fuerte. Me pongo en pie cuando él avanza y hace
un sonido de éxito.
"¿Conseguiste algo?" grito, limpiando la arena de mi trasero. (Literalmente. La arena está
absolutamente en todas partes)
Sostiene su lanza en señal de triunfo, y es otro pez, no más grande que mi mano. Podría
ser incluso más pequeño que el que tenía antes. Vuelve a la orilla con su pesca, si se puede
llamar así, y me dice algo emocionado. Mientras lo hace, no puedo evitar notar que T'chai
está increíblemente delgado. Es hermoso, sus hombros son anchos, pero cuando se mueve
puedo ver todas sus costillas. Eso resulta... preocupante.
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Las aguas están vacías, excepto por este pez solitario y tonto. Por otra parte, por supuesto
que lo están. Mi prima tenía un acuario de agua salada, y recuerdo que un día se calentó
demasiado porque perdió la electricidad en verano. El tanque se calentó unos pocos grados
más y todos los peces se fueron a pique.
Mi estómago se aprieta nerviosamente y miro la columna de humo en el horizonte. El calor.
El agua se calienta... y el humo en el horizonte. "Oh chico", susurro. "Ohhhh chico".
"¿Nih?" T'chai me pregunta, cortando la cabeza del pequeño pez y abriéndola. "¿M'rsl nih?"
Hace un gesto con la boca, indicando comer.
¿Quiero comer? No.
¿Ahora mismo? Tengo muchas ganas de esconderme. Esta isla es tropical, ¿pero la mayoría
de las islas tropicales no están construidas con actividad volcánica? Algo me dice que
estamos en mucho peligro.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 4
T’CHAI
Mi compañera no come el pescado que le traigo. Me anima a comerlo, y cuando no lo hago
sin darle algunos bocadillos, los toma de mala gana y sólo los mordisquea, luego me
devuelve el resto. Su mirada se desvía hacia el cielo, y observa el humo que se eleva del
cadáver de la Gran Montaña Humeante. Eso le preocupa.
"Siempre humea y hace ruidos de ira", le aseguro. "No ayudará a las cosas el no comer"
Ella me da otra sonrisa de preocupación y me la señala.
"Lo sé. No se puede resolver hoy en día. Seguirá humeando hasta que deje de hacerlo" Me
encojo de hombros y le ofrezco otro bocado de comida. "Debemos estar fuertes para cuando
vuelva a sacudir el mundo. Yo, tú y nuestra futura hija". Sólo pensarlo me llena de alegría.
La extraña aparición de M'rsl aquí es un regalo para mi clan en lucha, y no me preocuparé
por cosas que no puedo arreglar.
Puedo preocuparme por mi compañera y nada más.
Cuando no hay más peces, hago el gesto de dirigirme al agua de nuevo. M'rsl niega con la
cabeza y me da un tirón de mano, llevándome hacia los árboles. Dejé que tirase de mí hacia
delante, pero la detuve antes de que se adentrara más en la selva. "No quieres ir allí", le
aseguro. "Hay cosas que muerden, y peligrosos kaaris que pueden arrancarte miembro por
miembro. Es seguro aquí en la orilla" Me acerco para acariciar su mejilla cuando me ignora.
"Esta orilla es territorio de los Cuerno Alto. Los árboles pertenecen a los Brazo Fuerte.
¿Entiendes?"
"Laaaauuuuurrrreeeeeeeeeeeeeeeeeeenn," aúlla, poniéndose la mano en la cara.
"¿Esssstaaaaassss viiiiivaaaaa?"
Me estremezco por los sonidos que hace. Ella llamará la atención a todos en la selva sobre
nosotros. Suavemente la aparto de los árboles. "Ven, mi amigo. Pronto oscurecerá.
Deberíamos volver al refugio". Sólo pensar en eso hace que mi polla lata de anticipación, y
se eleva al pensar en ella tocándome, tiesa y erguida en un instante. Mi khui tamborilea
más fuerte en mi pecho, apremiante e insistente. Quiere que me una, que traiga nueva vida
a los Cuerno Alto.
Pero M'rsl se queja y me coge de la mano, con sus ojos salvajes y buscando. "T'chai", jadeaa.
"Mi ammiga Lauuurennn está desaparecida. Tnnemss que busscar" Me aprieta los dedos.
"Pr fvor, esimportante".
"No puedo entenderte, mi compañera", digo suavemente. "¿Tienes hambre? Tal vez los otros
han traído más comida. Si no, dormiremos y esperaremos una mejor caza mañana. Ven".
Hago un gesto hacia la selva. "Los kaari salen por la noche. Es más seguro evitarlos. Ven"
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Sus ojos se llenan de lágrimas y los limpia con rabia, murmurando algo en voz baja.
Odio esto. Odio haberla hecho llorar. Así que señalo a los árboles. "T'chai traerá a M'rsl de
vuelta aquí mañana. Señalo el cielo, y luego hago un gesto de los soles bajando por el
horizonte, y luego señalo donde aparecerán por la mañana. "Mañana".
Ella se excita. "¿M'rsl T'chai mmññna?" Ella tergiversa mis palabras, pero lo entiendo
bastante bien cuando señala a los árboles. "¿Mmmñana?"
Asiento con la cabeza.
M'rsl exhala un gran suspiro y me abraza, balbuceando palabras emocionantes. Sus tetas
saltarinas presionan mi pecho, y su vientre caliente empuja mi polla, y yo gimo.
Ya no pienso en el kaari o en la selva. Pienso en mi pareja, y en la resonancia.
Y cuando ella se retira y me mira con ojos suaves y hambrientos, sospecho que no soy el
único que piensa en esas cosas.
La deseo con un apetito tan feroz que me quita el aliento. Considero que nuestro entorno
está demasiado cerca de la selva. Antes que nada, debo mantener a mi pareja a salvo. Miro
hacia la playa cercana, pero estaremos abiertos para que cualquiera nos mire, y mis
compañeros de clan están demasiado curiosos sobre mi M'rsl ahora mismo. No quiero
tomarla frente a sus ojos entrometidos. Nuestra primera vez, mi primera vez, debería ser en
privado.
Así que cojo la mano de M'rsl y la llevo lejos de los árboles, dirigiéndome hacia las cabañas
que mis hermanos del clan y yo hemos reclamado desde la muerte de la Gran Montaña
Humeante. Mi choza es privada, y nadie nos molestará allí... espero.
Parece que tardamos una eternidad volver a la cabaña, pero M'rsl está en silencio, y estoy
lleno de determinación, mis pasos son rápidos. S'bren nos ve cuando nos acercamos a la
cabaña, me mira a la cara, e inmediatamente se dirige en la otra dirección. Bien.
Una vez que estamos dentro de mi cabaña y solos, agarro a M'rsl y presiono su cuerpo
caliente contra el mío otra vez. Me sentí tan bien antes que anhelo la sensación de nuevo.
Ella aspira un aliento fuerte, sus manos se mueven sobre mí. Me quedo quieto, fascinado
por su suavidad. Mi compañera es pequeña contra mí, su cabeza apenas alcanza mis
pectorales, pero se siente perfecta en mis brazos. Sus manos se mueven arriba y abajo sobre
mi piel, trazando los músculos, y parlotea en su lengua cuando siente mis costillas.
Arderé de vergüenza por eso. Sé que estoy flaco, todos lo estamos. La comida es cada vez
más difícil de conseguir. Espero que ella no odie ver mi cuerpo.
Me mira, sus ojos calientes, y raspa las puntas de sus pezones contra mi pecho
deliberadamente.
Gimoteo y casi pierdo el control. Eso es todo. Es hora de reclamar a mi pareja y cumplir
con la resonancia.
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Me pongo de rodillas y arrastro a M'rsl conmigo. Ella me sigue, pero cuando la empujo hacia
atrás, un pequeño surco de preocupación cruza su cara. Froto mis nudillos contra su mejilla
para consolarla. "Es mi primera vez también", digo. "Estará bien. Espero que sí"
Ella me sonríe, inclinándose hacia mi toque.
Le aparto los muslos y mi polla está tan tiesa y dolorida que siento que voy a reventar si no
me meto dentro de ella pronto.
"T'chai..."
Empujo la cabeza de mi polla contra sus pliegues, gimiendo por lo bien que se siente. Ahora
para hundirme dentro de ella...
M'rsl pone una mano contra mi pecho y empuja con fuerza. "No".
∗∗∗∗∗∗∗
MARY
¿Qué demonios?
T'chai claramente no ha escuchado la palabra "juego previo". Nos estábamos frotando el
uno contra el otro y se sentía muy, muy bien. Seguí esperando que se inclinara y me
besara, y pensé que cuando se moviera al suelo de la cabaña, íbamos a bajar y
ensuciarnos en una agradable y vaporosa sesión de besos. Sé que la resonancia significa
sexo, pero también supuse que nos moveríamos lentamente.
En cambio, aparentemente sólo quiere que me acueste y abra las piernas.
Y tengo un verdadero problema con eso.
Tal vez se deba a lo inquieta que me he sentido todo el día. Este es un lugar extraño, y he
resonado con un completo desconocido. Puedo decir que no les gusto a sus compañeros de
tribu. Cada vez que me escondo detrás de T'chai, uno de ellos me mira con asco, y me
recuerda lo irritados que estaban todos conmigo en la otra tribu debido a mi ocultamiento.
Por supuesto, su desaprobación sólo hacía que quisiera esconderme más, porque no es un
buen sentimiento el ser rechazado.
¿Ahora, sin embargo? ¿Aquí? No voy a darme la vuelta y dejar que T'chai me aparee sin
obtener placer de ello. Quiero besos. Quiero juegos preliminares. Quiero ternura. No quiero
sólo un bombeo rápido y un vertido.
Así que puse una mano en su pecho. "No". Niego con la cabeza para enfatizar la palabra.
"No".
Para mi alivio, se retira. T'chai pasa una mano por su cara y se sienta de nuevo sobre sus
talones. Puedo decir que está dolido... yo también estoy dolida. Pero no me usa sólo como
si fuera un cuerpo y no una persona.
"Me gustas, y sé que esto es inevitable, pero no estoy lista" Niego con la cabeza,
retrocediendo y sentándome. "Necesito un poco de cortejo"
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T'chai dice algo en ese lenguaje entrecortado y confuso suyo. Presiona su mano contra su
pecho y repite una palabra una y otra vez, luego señala mi pecho.
"Sí. Resonancia, lo sé". Pongo una mano en el aire. "Eso no significa que puedas ir a la
ciudad conmigo" Hay una mirada confusa en su cara, y se me ocurre una idea. "¿Eres
virgen?" Seguramente no. Parece tener más o menos mi edad... pero no hay mujeres aquí y
no sé si es algo reciente o no. Tal vez ha tenido mujeres en el pasado y esto es sólo una
fiesta de exploración... pero estas chozas son de piedra y parecen viejas, así que no sé si
esa respuesta encaja.
Podría ser que las mujeres alienígenas tengan un gatillo muy sensible y no necesiten juegos
preliminares. ¿No sería eso agradable? Pero incluso aunque esté excitada y necesitada por
el khui que zumba en mi pecho, necesito más. Echo un vistazo a su impresionante y tenso
equipaje. Sí, voy a necesitar estar muy, muy mojada y lista para que esto funcione entre
nosotros. "No me opongo al sexo, T'chai", digo, mirándole. Realmente, realmente no me
opongo porque es completamente hermoso y duro y tiene el equipo más impresionante que
he visto nunca. "Sólo necesito estar bien y lista primero".
Inclina la cabeza, estudiándome con esos ojos encapuchados, y sé que no entiende una
palabra.
En lugar de eso, tendré que enseñárselo.
"Aquí". Me pongo de rodillas y me arrastro hacia adelante, luego pongo una mano en su
hombro para estabilizarme. Así, está al nivel de mis pechos y su mirada cae sobre ellos.
Sólo esa mirada pequeña y hambrienta me hace querer que los toque, pero no extiende la
mano. Luchando contra un suspiro, tomo su mano en la mía y la pongo audazmente entre
mis piernas.
T'chai gime, su mirada asustada se dirige a la mía.
"Siente", digo, y tomo su dedo y lo deslizo por mis pliegues. Sólo estoy ligeramente húmeda,
en mi interior, y paso su dedo a través de la humedad. "Necesito más de eso". Podría
conseguir más de eso sólo con su mano, pero lo dejaré para más tarde.
Estrecha sus ojos y me da una mirada que me dice que no entiende. Su dedo presiona
contra mi núcleo y murmura algo.
Le quito la mano y le señalo la punta del dedo. Están un poco húmedos pero eso es todo.
"Mira, necesito más que esto si vamos a tener sexo". Miro alrededor de la cabaña, veo el
cuenco de agua y me pongo de pie. "Esta es la demostración más vergonzosa de la historia",
murmuro para mí misma mientras tomo un puñado de agua y me muevo a su lado. La
vuelvo a echar en sus dedos y vuelvo a demostrarlo, señalando su piel ahora mojada y luego
señalando mi coño. "Estas dos cosas tienen que ser iguales, hombre"
Si lo entiende, es lento para él, y sólo refuerza mi pensamiento de que es virgen, de alguna
manera, a pesar de que está completamente excitado. Frota el agua entre sus dedos y me
mira. "M'rsl...ltk?"
"De acuerdo, claro. Necesito a ltk, sea lo que sea." Apunto a su mano, luego a mí misma, y
repito la palabra. "Ltk. Ltk" Gracias a Dios que estamos en privado. Mi cara se siente como
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mi muslo, y levanto la mirada hacia él. Me mira con ojos intensos y encapuchados, y luego
se inclina para darme un ligero beso en la boca.
Inclino mi cara hacia la suya, una silenciosa petición de más, y luego nos besamos de
nuevo, incluso cuando sus manos se mueven por toda mi piel, desesperadas y posesivas.
Involuntariamente, muevo mis caderas a lo largo de su muslo, y puedo sentir su gemido de
respuesta a través de él, así como siento el zumbido de su khui. Es sexy y salvaje, como
este hombre alienígena, y quiero más.
Tomo una de sus grandes manos y la pongo en mi pecho. Su beso se hace más profundo,
se vuelve más ansioso incluso cuando me masajea los senos. Aprieta y flexiona, como si
tratara de averiguar qué se siente bien, y luego su pulgar se mueve sobre mi pezón, enviando
rayos a través de mi cuerpo. Jadeo, me balanceo contra él otra vez.
"M'rsl", murmura, y luego está completamente concentrado en mi pezón, jugando con la
punta del mismo hasta que le clavo los dedos en la piel, besándolo desesperadamente
mientras me vuelve loca con sus toques.
Muerde ligeramente mi labio inferior, y luego su mano se desliza hacia mi vientre. Se mueve
rápido, pero no me importa, mientras me toque. Sin embargo, decido mostrarle lo que me
gusta, tomando su mano y guiándola hacia mis pliegues. Dirijo su dedo de arriba a abajo a
través de los pliegues de mi sexo, y luego lo empujo hacia la entrada de mi núcleo.
T'chai gime, su mirada asustada se dirige a la mía. "Ltk".
"Sí", susurro. Estoy muy mojada, y cuando desliza sus dedos por mi sexo, arrastra esa
humedad con él. Gimoteo y me balanceo contra su mano. Tengo que mostrarle mi clítoris,
para presentarle mi punto más sensible, pero entonces él empuja un dedo grueso dentro
de mí, su intensa mirada en mi rostro, y yo jadeo, aferrándome a sus hombros.
Eso no debería sentirse tan bien como lo hace, madre de dios.
Jadea mi nombre de nuevo, el sonido ronco y sensual en sus labios, incluso mientras me
introduce el dedo. Gimoteo, mi cuerpo haciendo un sonido húmedo mientras me trabaja
con la mano, su mirada fija en mi cara. Esta es la cosa más caliente y sexy que he
experimentado...
Mi khui se estremece, sacudiendo todo mi cuerpo.
O al menos, se siente como si lo hiciera. Pero entonces T'chai mira al techo y me doy cuenta
de que las hojas secas que cubren el techo de la cabaña también crujen. No soy sólo yo la
que está temblando.
Es todo.
Me alejo rápidamente de él, moviéndome a un lado y agachándome mientras miro a mi
alrededor. T'chai me alcanza de nuevo, pero le quito la mano, preocupada.
El temblor desaparece casi tan rápido como comenzó, y luego todo sigue una vez más.
"¿M'rsl?" T'chai acaricia mi brazo, una invitación silenciosa en su mirada.
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Niego con la cabeza, poniéndome de pie. Con un suspiro, me sigue mientras salgo de la
cabaña hacia la noche. Todo parece tranquilo y en calma, pero esto no me gusta.
Este lugar no se siente seguro.
Tengo que salir de aquí. Mientras miro a T'chai, que no parece tan preocupado, me doy
cuenta de que estos terremotos deben ser normales para él. A sus ojos, no son gran cosa.
Y eso es... un poco jodido.
Ambos tenemos que salir de aquí, me enmiendo. Tenemos que encontrar a Lauren y escapar
de esta isla, todos nosotros. Donde podemos ir, no tengo ni idea. Estoy decidida a tomar
esta crisis de poco a poco.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 5
T’CHAI
Mi compañera duerme a mi lado, inquieta y preocupada durante toda la noche. El temblor
de tierra la ha llenado de inquietud, y después de eso, no quiso ser tocada. Sospecho que
ha vivido el mismo tipo de tragedia que los Cuerno Alto. ¿Perdió a su tribu en una sacudida
similar? ¿Es por eso que entró en pánico? Quiero decirle que no es nada, que nuestra isla
tiembla y tiembla todo el tiempo, pero no tengo palabras para ella.
Acaricio su melena mientras duerme y en su lugar la cuido.
Pero soy codicioso. Incluso cuando veo su sueño, quiero volver a tocarla. Mi khui tararea
en mi pecho, lleno de necesidad. Quiere que reclame a mi compañera ahora, pero M'rsl
necesita más tiempo. No la presionaré más allá de lo que está dispuesta a dar. Me duele el
cuerpo por su cercanía y quiero dormir a su lado, pero no confío en mí mismo. Mi verga
exige que la abrase, y me conformo con lamerme los dedos, como si aún pudiera saborear
sus jugos.
No entendí lo que pedía hasta que me lo mostró. Que debe estar mojada y resbaladiza para
tomar mi longitud dentro de ella. Por supuesto que tiene sentido, y ahora estoy fascinado
con la idea de hacer que su coño se moje una vez más. Quizás si una hembra hubiera
sobrevivido a la destrucción de los Cuerno Alto, sabría más sobre las prácticas de
apareamiento. Sabría cómo preparar su coño, pero tenía que enseñármelo. M'rsl lo sabía,
sin embargo.
No es su primera vez para aparearse, entonces.
La idea no me molesta. Está claro que no tiene pareja, o no me habría resonado. En todo
caso, me siento aliviado. Ella puede enseñarme todo lo que sabe, y puedo hacer que su sexo
esté tan mojado que venga corriendo a mis brazos cuando la toque.
Me gusta ese pensamiento. Me gusta mucho. Me lamo los dedos de nuevo, tratando de
recordar su sabor, pero se ha ido. La miro, preguntándome si puedo despertarla con más
boca en boca, más toques entre sus muslos, o si todavía está molesta por el temblor de
tierra. Despierta, la animo en silencio. Mírame y déjame tocarte, M'rsl. Estoy listo para ser
tu compañero. Déjame darte placer. Pondré mis manos y mi lengua en cualquier lugar que
te guste.
Esa idea no sale de mi cabeza en el momento en que entra, y pienso en todas las formas en
que puedo lamer el cuerpo de mi pareja. Sus tetas, cuyas puntas descubrí que eran
sensibles. Su delicado estómago. Sus muslos igualmente suaves. Su coño. Se me hace agua
la boca al darme cuenta de que puedo poner mis labios allí y la lengua directamente, y
gruño de necesidad.
Ahora realmente quiero eso.
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A mi lado, M'rsl se mueve, sus senos se balancean cuando se pone de espaldas, con los ojos
cerrados. Mi mirada se fija en esas hinchazones redondeadas, tan diferentes de las hembras
que recuerdo. Las puntas son oscuras y atractivas, y me pregunto cómo se sentirían en mi
boca...
La tierra tiembla de nuevo, esta vez violentamente.
M'rsl se despierta con un grito, con los ojos bien abiertos, mientras el suelo se estremece y
se sacude debajo de ella.
"Estoy contigo", digo en voz alta, cogiéndola y tirando de su cuerpo contra el mío. "No dejaré
que te hagas daño".
Se aferra a mí, aterrorizada, mientras el mundo se agita a nuestro alrededor. Acaricio su
melena y la abrazo fuerte, susurrando palabras de consuelo que desearía creer. Mientras
tanto, espero que el temblor termine... y me pregunto si alguna vez lo hará.
¿Y si he conseguido mi pareja sólo para perderla? La muerte de la Gran Montaña Humeante
me costó mi familia la última vez... pero una montaña no puede morir dos veces, ¿verdad?
No quiero averiguarlo. No quiero perder a M'rsl o a mis compañeros de clan.
Por favor, detente, te lo imploro. Si los ancestros están escuchando, si los espíritus son
conscientes, haz que se detenga.
Hay un bajo y espantoso estruendo... y luego las cosas se calman. El mundo vuelve al
silencio, sin sonido, pero los airados gritos de los noctámbulos en la jungla se despiertan
de su sueño. Dejo escapar un suspiro de alivio.
"¡T'chai!" Mi compañera dice mi nombre en esa curiosa forma suya, y hay alarma en su cara
mientras hace gestos a nuestro alrededor. "¡Nostmosh a salvo! ¡Tenmos quirnos daquí!"
"Creo que ha terminado por ahora", la tranquilizo, deseando entender los sonidos que lanza
en mi dirección. "Iremos a pescar y veremos si nuestra enojada isla ha arrastrado a la orilla
comida para nosotros, ¿sí?" Le doy una palmadita en la espalda y le muestro una sonrisa
de ánimo.
"¡No mescuchaass!" Me agarra la cara con las manos y me obliga a mirarla a los ojos.
"¡Tenmos que irnos!" Balbucea en un largo flujo de palabras, gesticulando a nuestro
alrededor y yo la observo, en silencio, tratando de comprender lo que me está diciendo. Está
disgustada por el temblor de tierra. Eso es evidente. Pero todo lo demás está perdido, y
después de un momento, deja escapar un suspiro de frustración. Me coge la mano y se
pone en pie, tirando de mí hacia la entrada de la cabaña.
"¿Tienes hambre?" Le pregunto a ella. "Puedo pescar para ti". Deseo desesperadamente
entenderla. Nunca pensé que no sería capaz de entender de alguna manera a mi pareja.
¿Cómo no puede decir las mismas palabras que yo? No tiene sentido.
M'rsl me saca de la cabaña y no me sorprende que M'tok, S'bren y R'jaal estén cerca,
hablando en voz baja. Nos echan un vistazo cuando salimos.
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"¿Es un buen día?" S'bren pregunta alegremente. "¿El clan es más grande por uno ahora
que la resonancia se ha cumplido?"
R'jaal se aclara la garganta, tratando de no reírse. M'tok sólo pone los ojos en blanco.
No digo nada, porque no necesitan saber que M'rsl estaba dispuesta y muy mojada entre
sus muslos pero el temblor de tierra la asustó. Su humedad era sólo para mí. Incluso ahora,
no me gusta que vean el movimiento de sus tetas mientras me arrastra hacia ellas, o la
forma en que la mirada de R'jaal permanece en los rizos entre sus muslos.
Esos son míos. Ella es mía. Él no debería estar mirando.
Lucho contra el impulso de gruñir a mis compañeros de clan, porque se trata de R'jaal, que
perdió a M'rsl por mi culpa. Se trata de S'bren, que no tiene un hueso cruel en su cuerpo.
Y de M'tok, que no siempre es agradable pero que no dudará en compartir su comida cuando
yo vuelvo con las manos vacías de la pesca. Ellos son mi familia. Todo lo que tenemos somos
los unos a los otros.
Y aún así... no deberían mirar tanto a M'rsl.
Mi compañera se acerca a ellos y balbucea más de sus frenéticas palabras, sus manos
agitándolas mientras se mueve a nuestro alrededor. La miran, frunciendo el ceño, y luego
me miran a mí.
"Sus palabras no tienen sentido. ¿Estamos seguros de que no son sólo sonidos?" M'tok hace
gestos a su cabeza. "¿Se golpeó mientras estaba en el agua?"
"No lo sé". Tiré de M'rsl hacia mí y le toqué el pelo, buscando heridas que podría haber
pasado por alto.
Me aparta las manos con un suspiro y se frota la cara como si estuviera cansada. "Jjjjodrrr".
"¿Tienes hambre?" Le pregunto, tratando de acercarla a mí. Se ve tan frustrada y triste que
quiero que se ponga de mejor humor. La comida es la respuesta más simple. Sé que mi día
siempre es mejor cuando mi estómago está lleno.
M'rsl me mira y luego hace gestos hacia los árboles.
Ah, sí. Había prometido llevarla a la playa donde R'jaal la encontró. Asiento con la cabeza,
satisfecho con la sonrisa que irradia en mi dirección. Yo le devuelvo la sonrisa, y... mi polla
responde. "Vamos, ah, a cazar".
Mis compañeros de clan hacen sonidos de asco o envidia. S'bren sostiene su lanza. "Aquí.
Toma la mía, no es que vayas a usarla"
"Cazar. Lo creeré que cuando regreses con carne fresca", refunfuña M'tok.
R'jaal sólo inclina la cabeza hacia nosotros, su expresión inusualmente sombría.
Normalmente es bromista y está lleno de energía y determinación, pero en este día, sólo
parece... cansado. "Estad atentos. La isla está enfadada hoy"
"Tal vez esté enfadada porque T'chai sigue agitando esa cosa", dice M'tok con una sonrisa,
haciéndome un gesto.
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∗∗∗∗∗∗∗
M'RSL SE QUEDA EN SILENCIO mientras atravesamos la selva. Cuando salimos de nuestra
playa, cogí una red que se secaba en una de las rocas y la colgué alrededor de mis caderas
para llevarla. Hace ruido al caminar, pero mi compañera no es una cazadora silenciosa, así
que creo que un poco más de ruido no importa. Tengo mi lanza preparada y observo los
árboles, pero la jungla es pacífica. No hay kaaris hambrientos vagando, no hay grandes
picos que se arrojen sobre nosotros. Me quedo en el borde de los árboles, sólo porque no
quiero ver a J'shel de Brazo Fuerte, o a N'dek... y entonces recuerdo que N'dek está herido,
sin su pierna. Es una sentencia de muerte, y me siento mal por él. A pesar de que estamos
en diferentes clanes, es un buen cazador.
Era un buen cazador.
Mis pensamientos son sombríos mientras acompaño a mi compañera a través del borde de
la selva, hacia la otra playa. "Había una vez largos tramos de playa", le digo mientras
caminamos, porque hay demasiado silencio. "Suficiente para que todos los clanes cazaran
y nunca se preocuparan por invadir el territorio de otro. Pero la Gran Montaña Humeante
murió y se llevó gran parte de la tierra con ella. Ahora ya no queda mucho".
Salimos de la vegetación a la arena, y M'rsl se precipita y me suelta la mano. Ella corre
hacia el agua, aunque la playa esté vacía. "Loooorrrnn", llama, poniendo sus manos en su
cara. "¿Essstaaas aquuuíii?"
Yo la sigo, curioso. A lo lejos, veo el "huevo" negro que R'jaal encontró con M'rsl, y me dirijo
hacia él. Mientras lo hago, no puedo evitar notar que las arenas están llenas de huellas. La
marea debería haberlas arrastrado, lo que significa que alguien más ha visitado esta playa
esta mañana.
¿K'thar, tal vez? ¿Su hembra está buscando a la mía? Una sacudida posesiva me atraviesa
y me pongo en pie, dirigiéndome a M'rsl. "Quédate cerca", le digo. "No te desvíes".
"¿Has vissto a Lorenn?", pregunta con esperanza. "¿Ennebuddee?"
"Vamos a ver tu huevo y luego veremos si los peces muerden aquí", le digo. Saco mi mano
y espero. Ella mira alrededor de la playa y luego de mala gana toma mi mano. Por alguna
razón... eso pica. No me gusta que sea su segunda opción.
¿No soy su pareja? ¿Su resonancia?
¿No está contenta de que hayamos resonado? El pensamiento hace que se me enfríen las
tripas.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 6
MARI
Fiel a su palabra, T'chai me lleva a la otra playa, pero no hay señales de Lauren. Parece
estar de mal humor ahora que estamos aquí, este nuevo "compañero" mío. Está
malhumorado y me observa atentamente, como si esperara que me aleje de él. Quiero
preguntarle a dónde espera que vaya, pero por supuesto no puedo. Apenas hemos pasado
de compartir nombres.
Esto es muy frustrante.
La cápsula de la playa está vacía; tampoco hay señales de Lauren allí. Me pongo la mano
en los ojos y miro las aguas lejanas, pero no veo nada más en la distancia, ni montañas
nevadas ni valles blancos. No hay nada más que un océano verde botella hasta donde
alcanza la vista, y cuando toco las aguas de aquí, son cálidas y cristalinas y completamente
distintas de la otra playa congelada.
Con un suspiro frustrado, golpeo la arena y abrazo mis piernas.
No sé qué esperaba encontrar aquí.
"¿M'rsl?" T'chai se arrodilla a mi lado, y luego se extiende y me acaricia el pelo. Siente mi
tristeza, y está claro que le molesta.
"Estoy bien", le digo con una leve sonrisa. "Sólo necesito tener la cabeza bien puesta. Estoy
aquí, ¿verdad? También podría hacer lo mejor para averiguar cómo sobrevivir aquí. Si
Lauren está ahí fuera, espero que esté a salvo". Hago un gesto hacia la selva. "¿A menos
que quieras llevarme a ver allí?"
T'chai niega con la cabeza y hace algunos gestos que indican que la selva está llena de cosas
mordedoras. Asiento entendiendo. Sí, claro. Peligrosa y llena de bichos. Lo entiendo.
Me toca el estómago, y ese pequeño roce de sus dedos envía calor que se enrolla en mi
cuerpo otra vez. Nuestros ojos se encuentran y me da una pequeña sonrisa de disculpa
como si dijera Sí, siento que estés atrapada conmigo.
Y entonces me frota la barriga y hace el gesto por la comida.
"¿Tengo hambre? Sí, supongo que podría comer". Me ruborizo. Por supuesto que está
hablando de comida. Aquí estoy, pensando en cómo reboté en sus dedos anoche y traté de
mostrarle cómo mojarme, y él está pensando en comida. Genial esta barrera del lenguaje.
Mi khui se inicia cuando me sonríe, y puedo sentir que mi cara se sonroja por la excitación.
Aún no hemos resuelto lo de la resonancia entre nosotros, y soy muy consciente de su
desnudez y su fuerza. Su olor me envuelve, es totalmente atractivo, y su largo pelo se desliza
contra mi piel en la brisa. Me llama la atención la necesidad de abrazarle y besarle...
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patas con forma de aleta que corren a lo largo de la parte inferior del pálido vientre y la fila
de espinas en la espalda. T'chai habla con entusiasmo mientras se mueve en la arena a mi
lado, goteando agua de mar. Está claramente emocionado de haber hecho esta presa, y su
entusiasmo se desborda en mí.
"Pateaste traseros", estoy de acuerdo, sonriéndole.
Me sonríe, todo un deleite, mientras le arranca expertamente las espinas dorsales. Habla
sin parar, las sílabas que suenan duras fluyen de sus labios con excitación mientras
destripa el pescado y tira las tripas a un lado, y me doy cuenta de que vamos a comer esto
aquí y ahora. Trato de no sentirme asqueada por ello, considerando que la comida es escasa
y hay suficiente para alimentar a todos con esta gorda salchicha de anguila. Corta un grueso
trozo de carne rosada por dentro, y puedo oír el estómago de T'chai gruñir furiosamente
incluso cuando me lo entrega.
Mi corazón se derrite. Se muere de hambre y hace todo el trabajo, y todavía piensa sólo en
mí. Le ofrezco una brillante sonrisa en respuesta, decidida a actuar como si este pescado
supiera mejor que cualquier cosa que haya comido antes, sólo por cortesía. Él se ha
esforzado mucho para conseguirlo, y no voy a estropear ninguna comida. Le quito el pescado
de las manos y valientemente doy un mordisco antes de pensar demasiado en lo que me
estoy metiendo en la boca.
Es sushi. Lo es.
Es... delicioso. Fresco y sabroso y salado, y dejo salir una pequeña exclamación de felicidad
mientras el sabor golpea mi lengua. La expresión de T'chai está tan encantada que
pensarías que él es el responsable del sabor. Me río y le ofrezco un bocado.
Él se rehúsa, empujándolo hacia mí.
Niego con mi cabeza, empujándolo hacia él. "Podemos compartir. Después de todo, tú eres
el que está cazando".
Duda, pero su estómago vuelve a gruñir. Su mandíbula se aprieta, y tengo la vaga impresión
de que su cuerpo le avergüenza con sus necesidades. T'chai me quita la comida y da el más
pequeño y reacio mordisco, y luego intenta devolvérmela.
Le doy una mirada exasperada. "¿En serio, cabrón?"
Sorprendido por mi respuesta, T'chai se queda mirando, y luego se ríe, sacudiendo la
cabeza. Da un gran mordisco, y luego come el resto, prácticamente devorándolo con
hambre. Yo sólo lo miro con conocimiento mientras corta otro trozo, y me lo ofrece. De esta
manera, comemos hasta saciarnos, y cuando terminamos, todavía queda mucho pescado
para llevar a los demás. T'chai le hace un gesto y luego regresa en dirección a su pueblo, y
me mira, esperando.
Una vez más, sospecho que me está eligiendo. Él sabe lo importante que era para mí venir
a esta playa, para buscar a Lauren. Aunque los otros no podrán comer si quiero quedarme
y hacer el tonto. No sé cuánto tiempo dura el pescado crudo en esta humedad, pero supongo
que no mucho.
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No hay realmente ninguna elección que hacer. Sé que están hambrientos y sospecho que
las capturas como esta son pocas y poco frecuentes. Además, si Lauren estuvo aquí, no
está aquí ahora. La llamé durante mucho tiempo, y nada. Al menos podría alimentar a los
otros. Así que tomo la mano de T'chai en la mía y hago un gesto para que regresemos.
Su sonrisa de respuesta es brillante y cálida y me hace sentir muy, muy bien. Supongo que
también puedo elegirlo a él.
∗∗∗∗∗∗∗
Los demás están emocionados con la captura de T'chai y ni siquiera se quejan de que nos
comimos nuestra parte antes de traerla al grupo. Todavía me observan muy atentamente,
y eso me pone un poco nerviosa. Después de todo, soy una mujer solitaria y desnuda en
medio de la nada, rodeada de varios hombres grandes y desnudos que evidentemente no se
han acostado en mucho, mucho tiempo. Eso pondría nerviosa a cualquier chica. Así que
me escondo detrás de T'chai y me aferro a su brazo, porque sé que me protegerá. El
malhumorado del grupo me echa miradas despectivas como si fuera la mayor cobarde del
mundo, pero no me importa. Puedo ser un cobarde ante sus ojos mientras sea una cobarde
segura.
Una vez que la comida se come hasta los huesos y alguien coge la cabeza de la anguila para
masticarla (afortunadamente no T'chai), la pequeña tribu se separa de nuevo. T'chai me
lleva a los acantilados rocosos que se elevan en espiral sobre su pequeño asentamiento, y
hay cuevas de suministro aquí, o fueron cuevas de suministro una vez. La mayoría de los
suministros que quedan aquí se han podrido por el tiempo o no pueden ser comidos. Hay
muchas redes y hojas secas y muy poco más. Desde aquí arriba, sin embargo, se puede ver
a kilómetros y kilómetros a la redonda, y paso la mayor parte de la tarde escudriñando el
área en busca de señales de Lauren, o incluso de los otros que dejamos atrás en las playas
nevadas. Veo muchas aguas, pero no hay nieve y no hay tierra lejana.
Veo que el agua que rodea a la isla es más liviana, como si estuviéramos ubicados en una
plataforma de algún tipo y el océano no fuera tan profundo. Veo que los lados de los
acantilados son empinados aquí y se curvan alrededor del agua como los bordes de un
tazón.
Es una caldera, lo que significa que había un volcán aquí... o todavía lo hay.
Y más allá de la gruesa alfombra de árboles verdes, veo un pico dentado que parece un
diente roto, y un furioso humo que sale de él.
Me preocupa. Me preocupa mucho.
Así como los innumerables terremotos que sacuden el suelo una vez por hora. Nunca son
muy grandes, pero son recordatorios siempre presentes de que algo malo está sucediendo
en esta isla y sólo refuerza la sensación de que tenemos que ir muy, muy lejos de aquí.
¿Pero cómo? Pienso en la cápsula en la que Lauren y yo llegamos, y en cuánta agua de mar
terminé bebiendo. Algo me dice que no podemos meter a cuatro alienígenas y a mí ahí
dentro y que todos esperen terminar a flote. Además, no tengo ni idea de a dónde diablos
iríamos.
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Tampoco sé cómo hacer que T'chai entienda esto. Él sabe que hay terremotos. A él tampoco
le gustan, pero tal vez no hay ningún lugar a donde ir.
La idea es deprimente.
Cuando los soles gemelos empiezan a ponerse, bajamos por los acantilados y nos dirigimos
a las cabañas. Mis pies desnudos no están equipados para caminar sin zapatos, y me corto
los dedos de los pies con un pedazo de roca y siseo de dolor. T'chai inmediatamente se
mueve hacia mí y se arrodilla, de espaldas a mí, y hace un gesto para que ponga mis brazos
alrededor de su cuello. Lo hago, y luego soy llevada a cuestas por el lado de los acantilados
mientras sus callosos y ágiles pies escogen un camino fácilmente de regreso a las cabañas.
Él sujeta mis piernas alrededor de sus caderas, y trato de pensar en esto como pura
necesidad. Solo está siendo amable.
Es sólo un paseo a cuestas.
Aún así, mi khui se vuelve absolutamente salvaje. Tararea y canta en mi pecho tan fuerte
que puedo sentirlo temblar por todo mi cuerpo. El suyo canta en respuesta, y soy muy
consciente de la presión de mis pechos desnudos sobre su gran y fuerte espalda. Soy aún
más consciente de cómo me estoy moviendo a horcajadas en su espalda y no llevo bragas.
Mis piernas están abiertas de par en par en una invitación silenciosa, y todo lo que tendría
que hacer es detenerse, tirar de mí hacia su parte delantera, y sentarme en su verga.
Y... no sé si yo diría que no.
Podría culpar a la resonancia. Podría culpar al hecho de que este volcán podría explotar
mañana y me siento un poco hedonista. Que tengo que ganarme la vida antes de que me la
quiten. Tal vez son todas esas cosas... o tal vez es que T'chai es completamente hermoso y
salvaje, y no se parece a nadie que haya visto antes. Me siento tan hermosa cuando me toca
con esa mirada reverente en su rostro. Me siento apreciada cuando se pone gruñón y
protector y evita que sus compañeros de tribu me miren. Y no puedo dejar de pensar en
sus manos sobre mí anoche, la maravilla y la lujuria en su cara mientras me tocaba.
Además, me gusta mucho el sexo y ha pasado mucho tiempo. Así que... ¿cuál es el daño?
Todas las señales apuntan a que sí.
Habrá un bebé, pero... ¿dado que puede que no vivamos más allá de la semana? ¿Si el
volcán no explota? ¿Si no nos morimos de hambre? Un bebé parece estar muy abajo en la
lista de cosas de las que preocuparse.
Voy a vivir el momento esta noche.
∗∗∗∗∗∗∗
T’CHAI
M'tok y S'bren capturan peces pequeños y los comparten con el clan. Yo sólo como unos
pocos bocados, porque me he atiborrado antes, y M'rsl sólo muerde. Parece distraída,
agarrándose a mi brazo y manteniéndome cerca de ella. Se acobarda cuando uno de los
otros mira en su dirección, lo que amarga el humor de M'tok.
"Tu compañera tiene miedo de la brisa", comenta. "Ella va a sufrir aquí"
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¿Qué está diciendo? Combato la frustración y le doy un beso rápido en la frente, tratando
de mantener el control. "Si me tocas ahí, no podré parar", le advierto. "Necesito saber si
entiendes lo que está pasando entre nosotros"
Sus cejas se arrugan y ella me mira. "¿No okey T'chai?"
Mi nombre suena atractivo en su boca, y mi polla se mueve en respuesta. Ignoro el hambre
que se arrastra por mi columna y la forma en que mi saco se llena. En su lugar, toco su
mejilla suavemente con el dorso de mis dedos y luego doy golpecitos en mi pecho. "¿Sabes
lo que es la resonancia? Significa que somos compañeros" También le doy golpecitos en el
pecho, justo entre sus fascinantes y movedizas tetas. "Significa que estamos juntos en todos
los sentidos. Significa que crearemos hijos".
M'rsl da un pequeño y tentador meneo, toma mi mano, y la pone entre sus piernas con una
sonrisa en su cara.
En el momento en que le toco el coño caliente y húmedo, estoy perdido. Ya está resbaladiza
de necesidad, y no puedo dejar de tocarla. Mis dedos se mueven a través de sus pliegues,
estudiando su suave cuerpo una vez más. Murmuro su nombre una y otra vez mientras sus
manos se deslizan sobre mi pecho.
"T'chai", susurra. "Tedseo".
Deslizo una mano a la parte de atrás de su cuello incluso mientras acaricio su coño,
moviendo las puntas de mis dedos a través de su calor resbaladizo. Encuentro la entrada
de su cuerpo y la presiono, recordando cómo se balanceó contra mi mano anoche. Quiero
eso de nuevo. Quiero hundir mi polla en ella. Quiero muchísimas cosas con esta hembra.
Ella gime, empujando sus caderas contra mi mano y animando mi dedo más
profundamente, hasta que se asienta firmemente dentro de ella. Observo su cara mientras
la meto y la saco lentamente, dejando que el instinto me guíe. Se siente tan apretada así,
mi compañera. Mi dedo se siente como si apenas encajara, y aún así mi polla debe hundirse
profundamente en ella si quiero lograr la resonancia. ¿Tal vez... dos dedos? "¿Puedo darte
más?" Le pregunto. "¿Puedes tomar más?"
M'rsl se mece contra mi mano, haciendo pequeños ruidos de quejidos que amenazan mi
control. La observo, aturdido, mientras cabalga sobre mi palma.
"Mi compañera", gruño. "Mira lo hermosa que eres".
Ella retuerce sus dedos en mi melena, sosteniéndome mientras su pequeña boca caliente
va a mi pecho. Muerde mi piel incluso cuando se mece sobre mi mano. Gruño, fascinado
por lo salvaje que es. Empujo un segundo dedo hacia ella, bombeando con fuerza, y está
tan mojada y apretada que casi me rompe. ¿Cómo puede algo ser tan bueno?
"T'chai", jadea, gesticulando hacia el nido de hojas que es mi cama. ¿Quiero ir allí con ella?
Más que nada.
Cierro mi brazo alrededor de su cintura y la levanto contra mí, reclamando su boca con la
mía, incluso mientras trabajo hábilmente su sexo con mis dedos. Me tambaleo los pocos
pasos hasta mi cama y la dejo en el suelo, metiéndome en su estrecho canal y disfrutando
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∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 7
MARI
Así que eso... no fue genial.
No me malinterpretes. Estuvo bien... simplemente no fue genial. T'chai obtiene puntos por
entusiasmo, pero los pierde por todos los lugares que se perdió, y por no hacer que me
corriera. Aún así, es su primera vez, y me siento suave e indulgente mientras yace sobre mí
y murmura cosas suaves. Tenemos toda la noche para mejorar las cosas, y tengo la
intención de mostrarle lo que necesito. No es un problema. Así que acaricio su grueso y
fascinante cabello y toco su piel azul y me maravillo de cómo se siente en lo profundo de mi
ser. Su espolón roza las partes sensibles, provoca mi clítoris, pero no está en el ángulo
correcto para hacer que me libere.
Cuando T'chai se recupera de su orgasmo, se apoya en sus brazos y me lanza una mirada
triste.
"Está bien", le digo con una leve sonrisa. "La primera vez de todos apesta, sólo un poco. La
próxima vez será mágica".
Él me toca la mejilla, rozando sus dedos sobre ella de una manera cautivadora, y veo como
su color se ondula con el mismo tono de mi piel. Eso es tan fascinante como halagador, y
dejo escapar un pequeño suspiro de placer, retorciéndome debajo de él. Soy muy consciente
de lo grande que es, porque todavía está instalado en lo más profundo de mi ser. Estoy
mojada con su liberación, nuestros fluidos mezclados goteando por mis muslos, y
probablemente debería levantarme y limpiarme. Es que... no quiero hacerlo. Me gusta la
forma en que se siente sobre mí, lo grande que es dentro de mí, incluso ahora.
T'chai murmura algo, y me gustaría entenderle. Odio esta barrera del lenguaje. Odio que
Lauren y yo nos hayamos separado de los demás antes de que pudiéramos tener uno de
esos chips traductores de los que hablaban Farli y su compañero. Quiero saber lo que está
diciendo. ¿Le gusta mi cuerpo? ¿Le gusta cómo me siente debajo de él? Porque a mí me
gusta... mucho.
Paso mis dedos por la línea de su mandíbula, notando distraídamente que aún resueno. Mi
khui no parece haberse calmado, y me pregunto si es porque yo también tengo que
liberarme. Debí haber preguntado si había detalles específicos en cuanto a la resonancia.
Admito que me desconecté una vez que escuché que era sobre bebés. No es que no me
gusten los bebés. Es sólo que he estado demasiado estresada para pensar en el futuro,
mucho menos en los niños.
Así que le doy golpecitos en el pecho, esperando que mi pregunta salga adelante. "Todavía
estamos resonando, querido". Froto el lugar donde puedo sentir su khui vibrando a través
de su piel. "¿Es eso malo?"
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voy a cerrar un poco los ojos. Me estoy durmiendo cuando me doy cuenta de que sigo
ronroneando. Mi piojo no ha parado todavía. Eso también está bien. Me quedan unas
cuantas rondas más.
Con un suspiro de satisfacción, me acurruco más cerca.
Su pecho tiembla. Abro un ojo y me doy cuenta de que el suelo también tiembla. Todo está
temblando.
Otro maldito terremoto.
Así como así, mi buen humor desaparece. Los dos nos tensamos y él me sostiene cerca
hasta que el temblor se detiene, y entonces el mundo vuelve a estar en silencio. "Tenemos
que salir de esta isla", susurro. "Pronto. Va a haber una grande y va a ser fea". Se me ocurre
una idea y le doy un golpecito en el pecho. "¿Dónde está el continente? Tiene que estar
cerca, ¿verdad? ¿Tal vez a un día o dos de distancia? ¿Podemos ir allí?"
Me observa, pero está claro que no sigue lo que digo.
Hago un gesto en dirección al agua y menciono mi nombre. "Quiero ir allí. Tiene que haber
tierra ahí fuera, y sé que probablemente esté helada, pero es mejor que quedarse aquí.
¿Podemos irnos?"
Una vaga comprensión cruza su cara y T'chai me acerca, acariciando mi pelo y haciendo
ruidos callados. Probablemente piense que estoy entrando en pánico.
Tal vez lo estoy.
Tiene que haber algo que podamos hacer, aunque... ¿pero qué?
∗∗∗∗∗∗∗
TODOS ESTÁN DE MALA LECHE, de humor tenso a la mañana siguiente.
Debí haber adivinado que algo pasaba cuando T'chai prácticamente me tomó en sus brazos
y me llevó a las cuevas de la cima del acantilado. Habíamos estado buscando algo para
pescar... bueno, algo así. La mayoría de las veces habíamos estado coqueteando en la playa,
incapaces de mantener nuestras manos alejadas del otro. Los otros tipos nos miraban con
asco y se dirigieron al otro extremo de la orilla para darnos algo de privacidad, o para que
no tuvieran que estar cerca de nuestros besos.
Me pareció bien.
S'bren atrapó un pez, sin embargo, e inmediatamente corrió para compartirlo. Eso comenzó
una pelea con T'chai y S'bren, con ambos gesticulando hacia mí y sintiéndome culpable,
como si hubiera hecho algo malo. Creo que S'bren sólo estaba siendo amable, y T'chai
parece... malhumorado esta mañana.
No, no hosco. Posesivo me doy cuenta. Tiene algo que ver con el hecho de que todavía
estamos resonando ferozmente, y sospecho que vamos a necesitar varias rondas más de
apareamientos antes de que mi piojo se calme.
No es que esto sea un problema. Sólo pensar en ello me pone caliente y me preocupa.
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Pero entonces R'jaal viene corriendo, y T'chai me atrapa, y lo siguiente que sé, es que
estamos pasando demasiado tiempo en una de las cuevas tapadas, y no tengo ni idea de lo
que está pasando.
Una voz grita, alto y fuerte. Frunzo el ceño sorprendida, mirando a los otros que se apiñan
en la cueva conmigo. R'jaal está aquí. M'tok está aquí. S'bren está aquí... ¿quién llama?
¿Hay... enemigos? Tiemblo, aferrándome a la mano de T'chai. ¿Estamos en peligro?
Entonces... oigo una voz femenina familiar que se oye. "¡MARISOL! ¿DÓNDE ESTÁS?"
"LAUREN", grito, emocionada hasta la médula. ¡Está viva! "¿ERES TÚ?"
T'chai da un paso adelante, como para impedirme salir de la cueva. Con una risa feliz, le
paso de largo. No se da cuenta de que Lauren es mi amiga. Salgo de la cueva y miro
alrededor. Más allá de las cabañas, hay un par de ellas cerca de la línea de árboles, y
reconozco a la mujer morena, aunque no lleve nada más que hojas.
"¡Sí! ¡Soy yo!" Lauren brama, y corre hacia adelante incluso cuando me apresuro a
encontrarla.
Tropiezo a través de la arena, llena de felicidad mientras lanzo mis brazos alrededor de
Lauren. "Oh, Dios mío", grito, mi voz aguda de emoción. No me importa. Estoy demasiado
feliz para verla. " Eres tu! ¡No sabía lo que había pasado contigo!"
"¡Yo tampoco! ¡Me desperté y te habías ido!" Ella rebota un poco, apretándome en otro
abrazo, y es un gran alivio ver otra cara humana, especialmente la de mi amigo. "Estoy tan
aliviada".
"Yo también". La abrazo de nuevo y mientras yo estoy desnuda, parece que Lauren se ha
hecho ropa de hojas. Lleva lo que parece ser una falda corta de hierba y una especie de
alfombra de hojas como un top. No cubre mucho, pero puedo identificarme. La ropa es
ropa... aunque no siento la necesidad de cubrirme. Ahora que S'bren y los demás han
superado su ronda inicial de miradas, estar desnuda alrededor de ellos no me molesta. Es
sólo piel y hace tanto calor aquí que no necesitas ropa. "No estaba segura de que estuvieras
bien", le digo a borbotones. "¿Estás bien?"
"¡Estoy bien! Es por ti que he estado preocupada. No sabía lo que te había pasado porque
cuando me desperté, estaba sola con K'thar. Pero él me dijo que la otra tribu te tenía y yo
quería venir y verlo por mí misma" Ella me mira como si eso lo explicara todo.
Espera, ¿puede hablar con esta persona llamada K'thar? ¿Le dijo que yo estaba aquí? ¿Pero
cómo...? Busco a esta persona K'thar y una gran figura enorme emerge de los árboles. Se
ve muy diferente de mi delgado y guapo T'chai. Sus rasgos y su forma son romos. Sus
cuernos son pequeños y su ceño fruncido amplio. Y tiene cuatro brazos espantosamente
gruesos unidos a su enorme pecho de barril.
También me mira con desconfianza. "Él... no se parece a los otros", le admito, tirando de
Lauren un poco más cerca de mí.
"¿No se parece?" Lauren parece desconcertada por mis palabras.
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¿Secuestrado? Libero mis manos de las de ella, sorprendida. "R'jaal es el que me trajo aquí.
Pero cuando conocí a los demás, las cosas cambiaron" Me puse una mano en el pecho.
"Resoné, Lauren. ¿Puedes creerlo?"
"Sí, en realidad. A mi me pasó lo mismo."
Estoy sorprendida. "¿Lo hiciste?"
Ella asiente con orgullo. "Para K'thar. ¿Y tú a R'jaal? ¿El que te robó?"
Eek. No es de extrañar que R'jaal se vea tan triste últimamente. Probablemente pensó que
se suponía que yo era suya. Hago una mueca. "En realidad, no. No le hice resonancia. Me
trajo de vuelta al grupo y yo le resoné a su amigo. Han sido... unos días interesantes".
"¿Es por eso por lo que vas desnuda? ¿Interrumpimos algo?"
Me río, aunque me estoy sonrojando. "No. Aquí todos van desnudos. Es que me pareció raro
pedir ropa y no lo habrían entendido de todos modos" Impulsivamente, extiendo la mano y
la aprieto de nuevo. "¿Quieres venir a almorzar? Es como un constante buffet de sushi por
aquí. Mucho pescado crudo y fresco".
Lauren es lenta para seguirme, sin embargo, y no hace falta ser un científico de cohetes
para averiguar por qué. T'chai mira a Lauren desde cerca, y el nuevo compañero de Lauren
se mueve a su otro lado de forma protectora. "No estoy segura de que seamos bienvenidos,
Mari. No parecen emocionados de vernos".
Le echo un vistazo a mi compañero. "Eso es sólo T'chai. Ignórale. Me sigue como un cachorro
enojado desde que resonamos"
Bueno, hoy está enfadado porque estoy hablando con Lauren. Y antes estaba enfadado
porque S'bren me dio algo de comida. Pero por lo demás... es bastante dulce.
Inmediatamente me siento culpable por llamarle "cachorro enfadado", pero de todas formas
no es como si pudiera entenderme.
"Así que resonó para él" Ella mira a mi compañero y luego a mí. "¿Eres... feliz?"
"Seré feliz una vez que salgamos de esta trampa mortal de una isla", le digo, guiándola hacia
los demás de la tribu. No parecen felices, como dijo Lauren, pero me importa una mierda.
Este es mi amigo y necesitamos ser amables anfitriones mientras nos visitan... porque no
quiero que Lauren se vaya. No me importa si ella y su extraño compañero de cuatro brazos
tienen que quedarse en la misma choza que yo y T'chai, pero no quiero que se vaya. Estoy
demasiado feliz de que haya vuelto.
M'tok da un paso adelante, con su lanza en la mano, y escupe algo desagradable que suena
a Lauren y a su compañero. K'thar responde con una sílaba igual de áspera, y de repente
todos se ponen nerviosos.
Lauren y yo intercambiamos una mirada de preocupación.
Se inicia una discusión. Para mi sorpresa, es R'jaal el que elige la pelea, golpeando algo a
K'thar mientras el otro macho da un paso adelante. T'chai de repente está frente a mí, sus
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manos me bloquean de Lauren y K'thar, y él también grita algo. Es como si de repente todo
el mundo se metiera en la pelea.
"¿Qué está pasando?" Le susurro a Lauren.
Ella se queda mirando, moviendo la cabeza, y puedo decir que no tiene ni idea. Su boca se
abre como si fuera a contestarme...
Una sombra vuela por encima, oscureciendo momentáneamente las arenas.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 8
MARI
Al principio no sé lo que está sucediendo. Se oscurece sólo un instante, y de repente estoy
en el suelo, con el gran cuerpo de T'chai cubriendo el mío. Escupo arena, aturdida y sin
aliento, y luego sus grandes brazos me empujan hacia abajo cuando intento sentarme. Me
lleva un momento darme cuenta de que está camuflado, su color es exactamente del mismo
tono que la arena del suelo, y cuando me cubre los brazos, es vertiginoso ver cómo mi piel
"desaparece". ¿Por qué se está camuflando? ¿Por qué me atacó? ¿Por qué...?
Un monstruo grita cerca.
Es como algo salido de una película de terror. El rugido es imposiblemente fuerte y
aterrador, y como cualquier buena heroína idiota de película de terror, grito en cuanto lo
oigo.
T'chai me empuja a la arena, y me susurra mi nombre al oído. Sus dedos acarician
ligeramente mi piel incluso mientras me sujeta clavada debajo de él, su gran cuerpo es tan
pesado que me roba el aliento de los pulmones. Su cabeza presiona contra la mía, y yo
reprimo un pequeño gemido de angustia, porque no entiendo del todo lo que está pasando.
Entonces, el monstruo grita de nuevo, y un enorme cuerpo golpea el suelo cercano, rociando
arena sobre nosotros.
Me congelo, mirando con horror. Es la peor cosa que he visto nunca. De niña, siempre
pensé que sería increíble ver a un dinosaurio cobrar vida, pero ahora que lo estoy viendo,
sólo quiero que desaparezca. La criatura que está a menos de seis metros de nosotros parece
un pterosaurio de gran tamaño, con un pico largo y desagradable lleno de dientes de aspecto
dentado, y ojos brillantes que brillan en azul khui. Dobla sus alas marrones moteadas y se
agacha, mirando a la arena mientras se tambalea hacia delante. Tiene que ser más grande
que un elefante, esta criatura, y mientras la veo avanzar un paso o dos, noto que S'bren
está en el suelo cerca, camuflado, y demasiado cerca de la criatura.
Oh, Dios.
Fisgonea la arena, rociándola a lo largo de la playa con un giro brusco de su cabeza, y yo
repito otro grito de terror.
La cosa me mira. Encorva sus hombros, como si estuviera a punto de entrar en acción...
Algo de color arena brilla y salta sobre su cuello. Jadeo al ver cuatro brazos y cuatro
cuchillos que aletean y me doy cuenta de que el alienígena de Lauren es el que lo está
atacando. S'bren también surge de la arena, y se adelanta para atacar al monstruoso pájaro.
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"M'rsl", dice T'chai, y luego me levanta. Me coge de la mano y me arrastra hacia arriba,
señalando las cabañas, a corta distancia de la playa. Dudo, porque Lauren necesita venir
con nosotros, y T'chai me da otro tirón impaciente.
"Pero Lauren", murmuro, gesticulando a mi amiga.
Él asiente con la cabeza e indica que debo ir con él primero. Muy bien, entonces. "Está
bien..."
Es la única palabra que puedo decir antes de que me haga a un lado. Me siento, aturdida,
y grito de nuevo cuando un segundo monstruo-pájaro aparece y empuja a T'chai a la arena.
Hay dos de estas horribles criaturas, y una tiene a mi compañero.
Horrorizada, veo como T'chai lucha por levantarse, y la cosa se posa sobre su espalda.
Enormes y negras garras se clavan en su piel, y luego una brillante sangre carmesí atraviesa
su camuflaje. Gime, se retuerce, tratando de salir de debajo de las patas que lo tienen
atrapado. Pero eso sólo lo empeora. Mientras otro grito me desgarra la garganta, veo como
la cosa voltea a T'chai sobre su vientre y lo abre.
Todo el tiempo, me quedo ahí, gritando como una idiota indefensa.
"¡Fuera!" Lauren está de repente a mi lado, y lanza un puñado de arena a la criatura que
destroza a mi compañero.
Bien... Puedo hacer más que solo gritar. Tengo que hacerlo. No puedo ver como destruye a
T'chai. También agarro un puñado de arena y lo lanzo tan fuerte como puedo. "¡Vete!" Me
atraganto.
La cosa se aleja de mi compañero que está destrozando y sisea ante nosotros, chasqueando
sus horribles mandíbulas. Agarro otro puñado de arena, sollozando, y Lauren me agarra y
me arrastra hacia atrás. "¡Corre, Mari! ¡A los árboles!"
Trato de ignorarla tirando de mí, porque necesito ayudar a T'chai. No puedo dejarlo allí.
Hay tanta sangre, y no se mueve. Ni siquiera se levanta cuando K'thar y R'jaal saltan sobre
la criatura y ésta se tambalea a unos metros de distancia.
"Estaremos a salvo allí", grita Lauren, tirando de mi brazo mientras señala los árboles detrás
de nosotros.
¿Está loca? "¡No voy a dejar a T'chai!" Avanzo incluso cuando K'thar apuñala al monstruo-
pájaro en el ojo con uno de sus cuchillos. Parece que está ocupado, y eso significa que
puedo llegar a mi compañero.
Lauren me agarra de nuevo, me sujeta, y sus dedos se clavan en mi piel. Es
sorprendentemente fuerte y no puedo sacudirla. "¡Podrás ayudarle más si estás viva!"
¿Dejarle? ¿Dar la vuelta y correr? Me arrastra hacia atrás otro pie, justo cuando la mano
de T'chai se mueve débilmente en la arena.
Me necesita.
Lauren me tira de nuevo.
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Capítulo 9
MARI
Resulta ser una noche larga.
Cada pocos minutos, estoy convencida de que T'chai va a morir. Agarra mi mano con fuerza
mientras lo llevamos a nuestra cabaña y lo ponemos suavemente en la cama. Alguien trae
agua, y comienzo la ardua tarea de bañar sus heridas. R'jaal ayuda, y cuando hemos lavado
la mayor parte de la arena, comienza a coser los largos y profundos cortes mientras T'chai
me toma de la mano y mira mi cara con ojos vidriosos.
Mientras tanto, mi piojo ronronea al suyo.
Sostengo su mano con fuerza, sonriéndole. Tranquila. No quiero que lo último que vea sea
mi mocosa cara llorona, así que estoy calmada y tranquila. Ayudo a R'jaal y me encargo de
la costura cuando sus manos tiemblan. Una vez que lo peor está vendado con cuero y hojas
limpias, baño la sangre de la piel de T'chai y le susurro pequeñas cosas.
"Todo va a estar bien", miento. "Vas a estar bien".
No es como si pudiera entenderme de todas formas.
Lauren aparece, y puedo decir por la tensión en su cara que T'chai parece un hombre
moribundo. Por supuesto que lo parece. R'jaal le sujetó las tripas antes y las puso en su
lugar en su abdomen después de que le lavara la arena. ¿Quién vive a través de eso? Pero
Lauren murmura algo sobre cómo la otra tribu, la de los cuatro armados alienígenas, va a
venir a ayudar por las heridas de aquí. Su compañero fue a buscarles.
Eso está bien, supongo. Encuentro que no me importa nada más que T'chai.
No me alejo de su lado ni un instante. Me temo que si lo hago, será el momento en que
respire por última vez. Yo tampoco duermo. En cambio, sigo esperando. Esperando el
momento en que me convierta en la viuda de un extraterrestre.
Pero llega la mañana y T'chai vive.
Lavo sus heridas mientras yacía inconsciente, deseando que tuviéramos algún tipo de
antibiótico aquí. Incluso si lo tuviéramos, ¿ha perdido demasiada sangre? Sus ojos están
hundidos y está pálido bajo su coloración azul. Sus labios están agrietados y en los
pequeños momentos en que se despierta, no come ni bebe. Sólo me coge las manos y
murmura palabras que no entiendo, y se siente arrebatado.
El día pasa. La luz del sol se desvanece en la noche, y oigo a los demás llegar al campamento.
Oigo a M'tok discutiendo con alguien, y a S'bren hablando, y un bebé llorando. Escucho la
voz de Lauren, pero no me alejo del lado de T'chai.
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OTRA SEMANA PASA, y luego otra. T'chai parece marchito en su cama ahora. Era tan
fuerte, y ahora parece una sombra de sí mismo. Estoy exhausta y apenas me sostengo a mí
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misma. Ahora, cuando mi khui tararea con la resonancia, tararea solo. El de T'chai ya no
resuena con el mío.
Pero eso no significa que haya dejado de doler.
Todavía me aferro a mi compañero, sosteniendo su mano con fuerza mientras se carga en
una de las balsas. Los terremotos han empeorado y estamos escapando de este lugar. No
señalo que no sepamos si vamos en la dirección correcta, o incluso si hay tierra a la que
dirigirse. Todo lo que sabemos es que no podemos quedarnos aquí.
Descanso mi cabeza en el pecho de T'chai mientras S'bren , M'tok y R'jaal reman la balsa
que se siente demasiado pequeña para llevar a tanta gente. Delante de nosotros, Lauren
cabalga con los alienígenas de cuatro brazos, y he estado tan absorta con T'chai que ni
siquiera me he aprendido sus nombres. Ella sostiene al bebé mientras los otros reman, y
lanza miradas preocupadas hacia mí de vez en cuando. Detrás de nosotros está la balsa
llena de la tercera tribu, cuatro extraterrestres que no me he molestado en conocer.
Ellos no importan. Nadie importa salvo mi T'chai.
Cae inconsciente en el momento en que dejamos las húmedas costas de la isla, y para
cuando llevamos unas horas en la balsa, la temperatura ha bajado tanto que mi aliento se
empaña delante de mi cara y S'bren exclama, frotando sus brazos. Todo el mundo se apiña
en cueros y mete hojas de cera en los huecos de su ropa para tratar de evitar el frío. Me
pongo una funda que me da R'jaal, pero me acurruco al lado de T'chai, que arde de fiebre
y tiembla al mismo tiempo.
Durante tres días, está inconsciente, y siento como si finalmente le fuera a perder.
"No estoy lista", le susurro, dejando que mis lágrimas heladas mojen su pecho. "No estoy
lista. No me dejes aquí sola. Ya he perdido demasiado".
Por un momento, -el momento más insignificante-, siento su mano acariciando mi pelo, y
sonrío.
∗∗∗∗∗∗∗
EL VIAJE PARECE ser eterno, y toda la isla está tratando de matarnos. Las criaturas del
agua atacan las balsas. El aire es extremadamente frío y nieva sobre nosotros, y todos
tenemos que acurrucarnos cerca de T'chai para calentarnos. Estamos exhaustos y
hambrientos y... entonces la isla explota, tal como pensé que lo haría.
El sonido es ensordecedor, y mis oídos suenan tan fuerte que no puedo oír a nadie hablar
durante las siguientes horas. La explosión volcánica envía un maremoto que casi vuelca
nuestro convoy de balsas, y me agarro fuertemente a T'chai incluso mientras me aferro a
los otros para no caerme por la borda. Para cuando oscurece, la ceniza cae, mezclada con
la nieve, y se siente como si el mundo se acabara a nuestro alrededor.
Lauren dice algo adelante, pero yo no miro hacia arriba. Sólo me acerco a T'chai, que aún
duerme, y desearía poder oír su khui ronronear al mío otra vez. Al menos si su piojo cantara,
sabría que sigue conmigo. Está en silencio, y el silencio me duele. La voz de Lauren se
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vuelve más excitada, pero mis oídos siguen pitando y todo lo que dice suena apagado, como
si estuviera muy, muy lejos.
Entonces R'jaal también dice algo, y suena excitado.
Torpemente, me siento, y mientras lo hago, veo la orilla cerca.
Veo montañas nevadas y dentadas. Veo las luces de las hogueras. Veo gente en esas
hogueras.
R'jaal mira a S'bren y a M'tok, y hay un toque de maravilla en su voz mientras habla. No sé
lo que dice, pero mi cerebro lo imagina como algo como "Estamos salvados".
Excepto... que esto no es mejor para T'chai, porque no hay médicos. Va a morir en una
orilla fría en lugar de una caliente, ahora.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 10
MARI
Permanezco en la balsa, sosteniendo la mano de T'chai mientras Lauren lleva a R'jaal y a
su compañero K'thar a conocer a los demás. Hay zumbidos de excitación en el grupo que
se queda en las balsas, pero no lo siento. T'chai sigue inconsciente, su respiración es rápida
y mísera. Su piel arde con fiebre, y nunca me he sentido tan indefensa en mi vida.
Daría cualquier cosa por ser un doctor ahora mismo. Debería haber ido a la escuela de
medicina en vez de joder a mis amigos, tomarme un tiempo libre después del instituto, y
luego conseguir un trabajo a tiempo completo para pagar las facturas en vez de ir a la
universidad. Debí haber ido a la escuela de enfermería en vez de trabajar en la asistencia
técnica. Sólo quiero saber algo, cualquier cosa, que pueda ayudar a T'chai.
Le doy otro miserable beso en los nudillos, odiando lo huesudos que están ahora. Es poco
más que tendones y piel en este momento.
Las pisadas crujen en la orilla, y un grupo de recién llegados aparecen con antorchas. Veo
una piel dorada y brillante, y luego Verónica, la torpe y enorme Verónica, se sienta a mi
lado. Se ve diferente a como la recuerdo. Más fuerte. Más valiente. Más fuerte.
Estudia a T'chai y luego me mira. "He oído que está enfermo".
No me digas, quiero decirle. Quiero arremeter contra lo saludable que se ve, lo regordeta y
feliz a pesar de la expresión sombría de su cara. "Se está muriendo".
Y me va a dejar sola aquí.
Abre las manos, con la palma hacia arriba. "Puedo ayudar, Mari. Puedo curar"
Un traicionero trozo de esperanza entra en mi corazón. "¿Qué quieres decir con que puedes
sanar?"
"¿Algo así como una sanadora? Excepto que funciona a través de mi khui". Mueve los dedos.
"Pongo mis manos sobre alguien y puedo sentir lo que está mal, y... puedo guiar al khui
para ayudar a arreglarlo"
Me humedezco los labios resecos. "¿Como una curandera 1?"
"No sé qué es eso".
Niego con la cabeza. No es importante. Recuerdo a mi abuelo hablando de la curandera de
su pueblo, una mujer local que todos sabían que tenía "manos calientes". Las frotaba, y
luego las colocaba en la parte del cuerpo que le dolía, y te ponías mejor. Siempre pensé que
1 En español original
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mi abuelo era un poco supersticioso, pero tal vez hay algo así aquí. "No te preocupes por
eso. ¿Puedes ayudarle?"
"Creo que puedo". Su mirada se encuentra con la mía. "No quiero imponerme pero... ¿puedo
intentarlo?"
¿Imponer? ¿Imponer? Una risa histérica burbujea en mi garganta. "Si puedes curarlo,
puedes imponer todo lo que quieras"
Ella me sonríe y luego se extiende y toca suavemente la otra mano de T'chai. Igual de rápido,
se retira de nuevo, y mira a su compañero. No dicen nada, pero parece que algún tipo de
comunicación pasa a través de ellos. El gran hombre dorado asiente con la cabeza y da un
paso adelante. "Lo llevaremos de vuelta a nuestra cabaña", dice cuando hago un sonido de
protesta y me aplasto sobre T'chai. "Va a necesitar más curación de la que ella puede hacer
aquí en la balsa". Mira a los demás y ladra unas palabras a S'bren y M'tok.
Para mi sorpresa, le contestan. Pueden entender el idioma de la extraña tribu. Estoy
extrañamente celosa al ver a los tres hombres alienígenas recoger a T'chai y llevarlo a la
orilla.
Me pongo de pie, con las piernas acalambradas y débiles. Verónica se mueve a mi lado,
sosteniendo mi brazo. "Tú tampoco te ves muy bien".
Dejé salir una risa amarga. "Ha sido un tiempo infernal".
"Entonces apóyate en mí. Os arreglaré a los dos y estaréis bien como la lluvia"
Ella sonríe, pero de alguna manera dudo de sus palabras. A veces siento que nada nunca
volverá a estar bien.
El paseo hasta la cabaña de Verónica se siente eterno. Sé que es un camino corto desde la
orilla hasta la cabaña misma. Puedo verla desde la orilla. La playa que una vez estuvo vacía
ahora está llena de tiendas de campaña y fogatas, y casi parece acogedora. En la playa
inclinada, llena de guijarros, hay un grupo de cabañas en la cima de una colina y la de
Verónica está allí. En cualquier otro momento sería una excursión corta, apenas algo en lo
que pensar. Pero como estoy tan agotada, es interminable. Siento como si hubiera
encontrado los últimos vestigios de mi energía mientras ella tira de la solapa de la tienda y
deja mi lado para dirigir a los otros mientras llevan a T'chai dentro. Mi compañero está tan
quieto que es alarmante, y no se ha despertado en lo que parece ser una eternidad.
Le extraño.
Es estúpido extrañar a alguien con quien ni siquiera he tenido una conversación real... y
aún así, lo hago. Necesito que se mejore. No sólo por la resonancia, sino porque me siento
conectada a él a varios niveles. Extraño su sonrisa. Echo de menos estar a su lado por la
noche. Extraño el toque de su mano. Durante el último mes, aunque ha estado mortalmente
enfermo, ha estado conmigo, aunque sea un poco todos los días. Desde que dejamos la isla,
sin embargo, se ha ido.
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Se queda quieta por un largo momento, y luego Verónica parpadea. "El tuyo también está
acabado. ¿Cuánto tiempo lleváis resonando?"
Me humedezco mis labios resecos. "Semanas ahora. Tal vez... ¿un mes?" Puede ser más
largo o más corto. He perdido la noción del tiempo en este momento. "Tuvimos sexo, pero
supongo que no funcionó".
"No todo el mundo se embaraza en su primera ronda de sexo, no importa cuán fértil sea"
La boca de Verónica se estrecha en una línea delgada y mira a su pareja.
"¿Qué?" pregunto. "¿Qué es? ¿Qué pasa?" Quiero agarrar más fuerte la mano de T'chai,
pero tengo miedo de romperlo.
"No puedo hacer esto mientras ambos están resonando". Ella presiona ambas manos en su
frente, estresada. "Está distrayendo su khui y no puedo persuadirlo para que lo cure porque
lo único que quiere es que ambos procreen"
Miro a mi compañero demacrado, mortalmente enfermo. No hay forma de que pueda tener
sexo. Sólo mirarle me agota. Cada respiración es trabajosa. Si estoy agotada por la incesante
necesidad de resonancia, no puedo imaginar cómo se siente él. "No puede".
"Sé que no puede".
"Tienes que ayudarle a sanar", digo, entrando en pánico. "¡Lo prometiste!" Lágrimas
calientes se derraman por mis mejillas mientras sostengo suavemente su mano sobre mis
labios. Su piel, una vez tan suave, se siente seca como el papel, y dos veces más caliente.
"No me des esperanzas y me las quites de nuevo"
"Estoy pensando, estoy pensando", dice Verónica. Se rodea el pecho con los brazos y se
queda callada durante un largo, largo tiempo. El aire se siente pesado, y Ashtar se mueve
a su lado, frotando sus hombros. Es casi como si hubiera una especie de comunicación
silenciosa entre ellos, pero no oigo nada. Observo a Verónica con ansiedad y espero una
respuesta. Al final, ella habla, sus palabras vacilan. "Puedo... intentar apagarlo".
"¿Apagarlo?" Repito tontamente.
"Sí. Básicamente puedo engañar a tu khui para que no reconozca al suyo otra vez. para que
piense que el suyo está muerto. Engaño al suyo para que haga lo mismo, y luego puedo
reenfocarlo para que le cure". Verónica me mira con inquietud. "No sé qué pasará si
hacemos eso. No estoy segura de si puedo volver a encenderlo, o incluso si funcionará. Sólo
sé que esto..." - le hace gestos a T'chai en la cama - "no está funcionando"
Ni siquiera es una consideración para mí. ¿Apostar el futuro contra el presente, cuando
T'chai está sufriendo ahora mismo? ¿Cuándo podría no sobrevivir a la noche? Ni siquiera
lo dudo. "Haz lo que tengas que hacer para salvarle".
"¿Estás segura? Piénsalo, podría estar impidiéndote tener bebés..."
Sacudo mi cabeza, interrumpiéndola. "Tienes que salvarle. Nada más importa".
"Puede que no sea capaz de volver a encenderlo"
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"No importará si está muerto", digo en voz alta, con lágrimas en la garganta. "Si vive, no me
importa nada más". Le doy otro beso suave a sus nudillos huesudos. "Por favor, Verónica.
Salva a mi compañero".
Ella mira a su compañero y luego suspira fuertemente. Luego extiende sus manos hacia
mí, con la palma hacia arriba. "Voy a apagar el tuyo primero, por si acaso se hace más difícil
el khui".
Quiero decirle que trabaje con T'chai primero, que él necesita su curación mucho más en
este momento que yo, pero ella sabe más. Si ella cree que esto pondrá una tensión en T'chai,
entonces quiero que pruebe esto conmigo primero. No quiero arriesgarlo por nada, ya ha
pasado por suficiente. Así que dejo su mano sobre las pieles con mucho cuidado. Puse mis
manos en las suyas y cerré los ojos, esperando.
"Relájate", murmura Verónica.
No se si podré relajarme, así que pienso en T’chai. Pienso en la sonrisa que puso cuando
resonamos por primera vez, como si le hubieran ofrecido el regalo más grande del mundo.
Pienso en él haciendo una mueca cuando se comió la cabeza del pescado, la expresión de
tristeza en su cara. Pienso en cómo se veía cuando nos besamos por primera vez. Su
expresión somnolienta cuando se sentía relajado y adormecido. Su postura orgullosa
mientras pescaba, su cola totalmente quieta, su espalda recta... y esos dos fascinantes
hoyuelos que se veían justo encima de su trasero cuando lo hacía.
Pienso en el hermoso sonido de su risa. En la tierna expresión de su cara al cambiar los
colores de camuflaje para que coincidan con mi piel.
Pienso en la forma en que me miraba mientras hacíamos el amor.
Pienso en la expresión de determinación y resignación de su cara cuando la Garra del Celo
le atacó. No esperaba vivir. Quería dar su vida para mantener la mía a salvo.
Puedo apagar la resonancia de ese hombre.
Así que permanezco en calma y floto en la oscuridad, esperando sentirlo. Esperando sentir...
algo. Algún tipo de desgarro, o un sentimiento de pérdida.
"Creo que eso es todo".
La voz de Verónica suena como si viniera de muy lejos. Abro lentamente los ojos, y mientras
lo hago, noto que la habitación está en silencio. Mis dedos hormiguean con el flujo de
sangre, pero ya no me duele todo. No tengo ese horrible y nervioso nerviosismo comiéndome.
Y mi piojo está absoluta y completamente en silencio. Toco mi pecho, porque no hay
ninguna vibración allí.
"¿Cómo te sientes?" pregunta Verónica, con las cejas juntas. "¿Estás bien?"
Me encojo de hombros. Me siento... no lo sé. No me siento como mucho de nada, si soy
honesta conmigo misma. No estoy molesta. No estoy preocupada. Ni siquiera estoy agotada.
Sólo estoy como... ahí. "¿Creo que estoy bien?"
Tan bien como puedo estar.
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Ella sonríe brillantemente. "Es una buena señal. De acuerdo. Ahora hagamos que T'chai se
relaje y entonces la curación puede comenzar."
Froto mi pecho mientras ella pone sus manos en el pecho hundido de T'chai. Sus cicatrices
están lívidas contra su piel azul, cortes de Frankenstein que muestran lo mal que R'jaal y
yo le cosimos. Es increíble que haya vivido tanto tiempo.
La mano de T'chai se mueve sobre las pieles, y la agarro por costumbre. En el momento en
que lo hago, me siento... extraña. Su tacto no me parece querido; es desagradable. Noto el
irritante escozor de los callos y que está demasiado caliente. Su olor me molesta. De hecho,
todo me molesta.
Lo cual es extraño. Es como tocar el terciopelo de la manera equivocada. No es malo, sólo...
desagradable. Quiero bajarle la mano, pero no lo hago.
Observo como la cara de Verónica se aprieta y el khui de T'chai da un dramático y duro
sonido, casi como en protesta. Es un sonido molesto, o al menos, creo que debería serlo.
Pero me siento muy distante de él, y cuando se calla, me siento aliviada.
Todo merecerá la pena, me digo a mí misma, si vive.
Si T'chai vive, puede curarse y podemos empezar de nuevo. Lo importante es que viva. Nada
más importa.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 11
Meses después
T’CHAI
A pesar de que la madera es cada vez más escasa en este lado del mundo, he conservado
un gran y pesado trozo. Está hecho de un árbol de tres hojas, uno que pasé muchas veces
cuando caminaba por los senderos cerca de mi casa. Todavía huele como la isla cálida, con
su aire húmedo y su suelo permanentemente húmedo. Sin embargo, no es por eso que lo
guardo. Levanto el trozo de madera que está a un brazo de distancia y luego, lentamente y
con cuidado, lo levanto sobre mi cabeza. Lo bajo de nuevo, y luego lo levanto una vez más,
sintiendo mis músculos tirar mientras lo hago. Mis articulaciones se sienten apretadas y
no se mueven como antes, pero cada día mejoran. Mi larga recuperación ha cambiado mi
cuerpo. Ahora tengo cicatrices por todo el pecho y el estómago, y mis extremidades se han
reducido a sombras desgastadas de lo que fueron.
Así que practico movimientos y estiramientos todos los días. A'tar - el dragón - me da
sugerencias sobre ejercicios de fortalecimiento, y los hago fielmente. El sudor gotea de mi
frente mientras levanto y bajo la pesada madera, una y otra vez. Cuando tiemblo de
agotamiento, lo dejo en el suelo, con las manos en las caderas, y respiro profundamente
para recuperarme, paseando por mi cabaña. Flexiono mi brazo, estudiando mis músculos.
Soy tan vanidoso que me gusta que ya no tengo extremidades flacas y huesudas. Con la
abundante comida aquí en esta fría tierra, hay muchos tipos de carnes y alimentos para
comer, y no hay racionamiento. Mi cuerpo, que una vez fue un cuerpo de alambre, se ha
llenado de un volumen más fuerte, pero no es perfecto. Todavía no lo es.
Me paso una mano por mi abdomen plano y me pregunto si M'rsl aprecia mi aspecto actual.
Mari, me recuerdo a mí mismo. Prefiere el Mah-ree, no la cresta del Mah-ree-sowl o la
respetuosa pronunciación de nombres que hace mi gente. Hago a un lado la solapa que
separa su mitad de la cabaña de la mía, pero sus pesados y cálidos envoltorios siguen en
su sitio. Ella está en algún lugar cercano, entonces. Si hubiera ido a cazar, se habría
abrigado. Puedo adivinar dónde está, y la idea me llena de celos de que prefiera pasar su
tiempo con otros en vez de conmigo.
Por otra parte, nada ha estado bien entre nosotros desde que llegamos a esta fría orilla.
Estoy decepcionado, pero no sorprendido.
¡"T'chai"! ¡Hermano!" La voz estruendosa de S'bren llama desde fuera de la cabaña.
Me muevo a la entrada de nuestra cabaña, un lugar espacioso hecho de madera de nuestra
antigua casa de la isla y un techo de pieles. Es muy diferente de mi último hogar, hasta la
plataforma de madera que nos mantiene alejados de las frías arenas. En el momento en que
salgo de mi cabaña y subo a la plataforma, la brisa me golpea, haciendo que el sudor de mi
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2 Es el Campeonato de la División I de Baloncesto Masculino de la NCAA (en inglés, NCAA Men's Division I Basketball
Championship). Es un torneo de baloncesto universitario de eliminación directa disputado cada primavera en los Estados
Unidos, en el que participan 68 equipos universitarios. El torneo, organizado por la National Collegiate Athletic Association
(NCAA), fue creado en 1939 por la Asociación Nacional de Entrenadores de Baloncesto y fue idea del entrenador de Kansas
Phog Allen.12 Disputado su mayor parte en marzo, es informalmente conocido como March Madness (Locura de Marzo) o
Gran Baile. El torneo, y especialmente las semifinales nacionales y final (Final Four), se han convertido en uno de los eventos
deportivos más seguidos del país.
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apretada por la mañana. V'ronca dice que es porque el khui se toma su tiempo para reparar
todo el daño hecho, y yo lo creo. Recuerdo esos terribles momentos después del ataque,
cuando intenté ponerme de pie y no pude porque mi cuerpo no funcionaba. Esto llevará
tiempo. Así que le sonrío a mi feliz hermano del clan y a su compañera. "Deja que los demás
se peleen por ello. Será más útil para ellos"
S'bren no parece satisfecho con esto, sin embargo. "A M'tok y a mí se nos prohíbe unirnos
a los juegos" Echa un vistazo a su pareja, sin duda pensando en la ira que causaron cuando
robaron sus hembras. "Pero R'jaal se va a unir. Tú deberías, también, ganar el cuchillo para
todos los Cuerno Alto"
"Estoy más interesado en pasar tiempo con mi pareja"
Los ojos del otro macho se iluminan. "Oh, ¿quieres decir... tiempo?" Hace un gesto con la
mano, como si acariciara algo, y me hace una sonrisa tonta. "¿Tiempo de apareamiento?
Entonces, ¿M'rsl y tú estáis bien?"
Me quedo en silencio. Ojalá tuviéramos tiempo de apareamiento.
"Ew, S'bren. ¿Demasiado entrometido, cariño?" P'nee le da una ligera palmadita en el brazo
y sacude la cabeza. "Deja al pobre hombre en paz"
Mi mandíbula se aprieta. Ahora soy un pobre hombre porque todo el mundo sabe M'rsl y
yo no estamos... bien.
Mari. Se llama Mari. Es otra cosa que cambió en el momento en que llegamos aquí.
S'bren me mira con preocupación y luego se acerca a su compañera. Le susurra algo, se
besan y se frotan las narices, y luego ella se despide de mí. "Voy a ir a ver a los demás
instalarse. Saluda a Mari de mi parte".
Ella se aleja y S'bren se queda atrás, con una expresión de preocupación en su rostro.
Cuando su compañera está lo suficientemente lejos, se acerca a mí. "Amigo mío, ¿necesitas
hablar?"
Bufo. "¿De qué hay que hablar?" ¿Y por qué todo el mundo asume que no tengo ni idea de
lo que estoy haciendo con mi compañera?
"Es sólo que... hago feliz a mi P'nee. Pensé que tal vez podría ayudarte a hacer feliz a M'rsl
también"
Mi irritación crece. S'bren es más joven que yo. Hace poco que se ha apareado con P'nee y
ha tenido que robarla. He sido emparejado con M'rsl-Mari desde hace meses. No es culpa
mía que hayan pasado tantas cosas que han impedido que nos sintamos cómodos el uno
con el otro. "No tengo ningún deseo de hablar de esto"
S'bren ignora mi petición. "Cuando P'nee está enfadada conmigo, la distraigo con besos. Le
quita la atención de las cosas que la hacen enojar. Le gusta besar". Me mira con orgullo,
como si fuera el primero en descubrir los besos.
Pienso en esos breves momentos que tuve con mi compañera en mi vieja choza. De mi
hembra en mi regazo, montando mi mano. En su suave sonrisa cuando me besaba, y en la
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forma en que jadeaba cuando le tocaba las tetas. De la forma en que se sintió cuando me
hundí en su estrecho canal... ha pasado demasiado tiempo desde que nos tocamos, y me
he quedado con un dolor miserable. "S'bren, de verdad..."
"Una compañera que es feliz en las pieles será feliz fuera de ellas", dice, como si fuera uno
de los mayores, repartiendo sabiduría.
"¡Ya lo sé!"
"Pero M'rsl no parece feliz", señala S'bren, y me golpea con un porrazo. "¿Estás seguro de
que la apareas correctamente? ¿Estás seguro de que se corre? Sé que no teníamos
experiencia en la isla. Es por eso que saco a relucir estas cosas"
"Sé cómo complacer a mi pareja", le espeto, con los brazos cruzados. Es sólo que... ella no
quiere que la toque. Aunque no comparto esto con S'bren. No quiero que nadie sepa la
vergüenza de que mi compañera de resonancia no pueda soportar más mi toque.
S'bren nunca ha sido de los que entienden las señales sutiles, sin embargo. Continúa, una
expresión servicial en su cara. "Oh, tengo un nuevo movimiento que hace que P'nee se
ponga salvaje. Gruño contra su clítoris y hace que se golpee como un pez atrapado en una
red. Nunca antes había visto algo así. Deberías probarlo". Se endereza, todo macho
orgulloso, y me señala con el dedo, dando énfasis a sus palabras. "Como un pez. Dentro.
De. Una. Red".
"¿Su qué?"
"¿Su clítoris?" Hace un gesto entre los muslos. "¿El capullo de su coño?" Cuando frunzo el
ceño en su dirección, pone una mirada de asombro en su cara. "¿No has jugado con su
clítoris? Creo que empiezo a ver por qué M'rsl es tan infeliz..."
Le doy un ligero empujón. "Sal de aquí. Ve a darle tu consejo a tu hermano. Antes le estaba
gritando a su compañera"
"Ella le estaba gritando. Y luego se reconciliaron muy, muy fuerte", agrega S'bren, sin darse
cuenta de mi mal humor. "Es algo que hacen. M'tok es M'tok, y C'lie se enfada, y lo siguiente
que sé es que se están apareando tan fuerte que están sacudiendo mi cabaña de al lado"
Me paso una mano por la cara. ¿Debe cada palabra que sale de la boca de S'bren ser sobre
el apareamiento? "Ve y únete a tu pareja, hermano. Tu consejo ha sido muy útil".
Se ilumina. S'bren se mueve a mi lado y me da una palmada en el hombro. "Estoy aquí para
ayudar".
Alejando su mano, vuelvo al interior de mi cabaña cuando se va, y mis pensamientos son
turbulentos. No puedo evitar pensar en sus palabras. En cómo todos saben que M'rsl es
infeliz. En cómo P'nee se agita como un pez en una red cuando S'bren la toca.
Un clítoris. Un pequeño brote en su coño. ¿Cómo no he visto esto antes? Me froto la
mandíbula, pensando mucho. ¿Este problema entre M'rsl -MARI- y yo es porque no la estoy
complaciendo apropiadamente en las pieles?
¿Soy un mal compañero después de todo?
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Capítulo 12
T’CHAI
Voy al encuentro de mi pareja.
Todo el campamento está ocupado con la emoción, varias de las hembras y el clan de los
Gatos Sombra se han reunido en un lugar de la playa. Veo a N'dek con su alta y delgada
pareja mientras recogen cosas muertas en la orilla y las estudian. Creo que se unirá a los
juegos, su equilibrio es más fuerte ahora que tiene su pierna postiza para sostenerlo. Vuelvo
a flexionar mi mano mala, preguntándome si necesitaré una mano postiza para reemplazar
la mía con el tiempo, si los tendones siguen apretando y no puedo agarrar bien las cosas
pequeñas. Muchas cosas han cambiado en mi cuerpo.
Me sacrificaría cien veces más si eso salvara a mi pareja. Ni siquiera debería preocuparme
por esas cosas.
Levanto una mano en señal de saludo cuando otros pasan. Ahí está Shail, con Z'hren en
sus brazos. Lo mece mientras agita una olla de comida sobre el fuego, charlando con otra
hembra. Todos los Brazo Fuerte se han instalado muy cómodamente en esta fría playa, de
lo que me doy cuenta al pasar. L'ren y K'thar están con los demás para la "locura
marceando", y J'shel se sienta en una roca mientras su compañera le teje su larga trenza
junto al fuego. N'dek está en la orilla, y Z'hren tiene una nueva madre. El clan de los Gato
Sombra ha tenido menos suerte, ninguno de ellos ha resonado hasta ahora, y siento una
pequeña y rencorosa oleada de orgullo de que al menos algunos de los Cuerno Alto han
adquirido compañeras. Tanto M'tok como S'bren han resonado recientemente, y por
supuesto, estamos Mari y yo.
No sé si contamos entre los afortunados.
Busco a R'jaal, mi amigo y nuestro líder, y el único de nuestro pequeño clan que aún no ha
resonado. Está con los demás en la playa, hablando con una mujer de piel oscura. Sé que
su mayor esperanza es tener su propia pareja. Se siente solo, y pienso en lo emocionado
que estaba cuando encontró a Mari, sólo para que ella resonara conmigo.
A veces me pregunto si mi compañera tuvo mala suerte al resonar conmigo, si debería haber
sido la de R'jaal... pero el pensamiento me llena de tantos celos que rápidamente los
reprimo.
Mari es mía. Ella siempre será mía, con o sin canción del khui.
Encuentro a Mari en la cueva del trabajo donde M'dok se obsesiona con sus proyectos. Se
sienta sola cerca de una de las extrañas luces artificiales, una cesta de pequeños trozos
cubiertos de arena en una mesa delante de ella. En la parte de atrás de la cueva, M'dok
levanta una mano para saludarme. Asiento y se vuelve hacia su compañera, que está
juntando algo cuidadosamente, su lengua sobresaliendo mientras se concentra. No sé qué
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es o qué hace nada en esta cueva, pero es importante para Mari, y ella pasa mucho tiempo
aquí.
Demasiado tiempo, si depende de mí, pero nunca lo digo. Ya se siente como si Mari se
alejara de mí. No quiero darle excusas para que se aleje más.
Cuando me muevo al lado de mi compañera, observo como ella cuidadosamente cepilla la
arena de un pequeño cuadrado de metal con un poco de piel. Examina su trabajo, lo
sostiene a la luz y luego frunce los labios para soplar. Observo, hambriento, y pienso en su
suave boca, y en cómo solía derretirse bajo mis besos. Ahora, nuestros besos son pocos y
distantes entre sí, y ella nunca, nunca se derrite.
Mari frunce el ceño, volviéndose para mirar por encima del hombro. Su expresión se ilumina
al verme. "Estás de pie en la luz, T'chai". Acaricia el taburete vacío a su lado. "Ven y siéntate"
Lo hago, observando su trabajo. Me encanta oírla hablar, me encanta la mirada de
concentración en su delicado rostro. Me siento a su lado, acercando mi taburete.
Su sonrisa se desvanece un poco, y me doy cuenta de que se aparta. Mi corazón se hunde.
"Encontramos otro lote de piezas esta mañana", dice Mari con su voz suave. "Estaban
enterradas en la arena, así que están sucias, pero Mardok cree que puede hacerlas
funcionar. Hay mucho que hacer y todos están distraídos por los juegos, así que pensé en
venir y ponerme a trabajar." Sopla suavemente sobre la pieza que sostiene, con los labios
fruncidos. Luego, me mira. "¿Estás participando en los juegos?"
"No si no me miras"
"Oh." Se detiene y mira a M'dok, pero el macho se inclina cerca de su pareja y sospecho que
no trabajarán mucho. "No estoy seguro. Hay tanto que necesita ser tratado..."
"Ven y camina conmigo", digo, poniéndome de pie y extendiendo mi mano. "Caminaremos
un poco y luego te dejaré sola para que trabajes. Te lo prometo"
Aprieto los dientes mientras ella mira a M'dok y F'rli.
"Por favor", añado.
Mari asiente con la cabeza y luego se pone de pie. Parece reacia y triste, y más que nada,
quiero verla sonreír de nuevo. Deja a un lado las partes en las que está trabajando y mira
a M'dok, pero él está besando a su pareja y no se dará cuenta de que Mari se ha ido.
Me pregunto, irritado, si todos se están besando esta mañana.
Ella pone su mano en la mía cuando salimos juntos de la cueva, y aunque considero que
eso es un éxito, también noto que sus dedos apenas tocan los míos. Nos tocamos cada vez
menos con cada día que pasa. Una parte de mí lo entiende... pero hay una parte más grande
y terca de mí que lo odia. Quiero a mi pareja. Quiero lo que teníamos antes de que nos lo
robaran.
Lo quiero tanto que podría gritar de frustración.
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Salimos del campamento y bajamos a la playa, donde el agua cargada de hielo llega con la
marea. Las olas aquí son tan diferentes a las de casa. El mar en sí es oscuro y prohibitivo,
y las criaturas aquí son brutales y desagradables. Me imagino que deben serlo para
sobrevivir en una costa tan poco amistosa. Son abundantes, por lo menos, y buenas para
comer, pero sé que Mari les tiene miedo. Camino a lo largo de la orilla del agua con ella a
mi lado, protegiéndola en caso de que alguna valiente criatura envíe un tentáculo
exploratorio.
Ella me sonríe, su expresión suave y dulce y dolorosamente bella mientras empuja su
melena oscura y rizada detrás de sus orejas. "¿Estás seguro de que no quieres unirte a los
juegos? Vi uno de los cuchillos de cerca y parece muy bonito. Cazar y afilar tus herramientas
todo el tiempo es un dolor en el trasero. Una de esas nuevos cuchillos te ayudaría mucho".
Todo el mundo ha codiciado las armas desde que fueron lanzadas a la orilla por la amiga
de M'dok desde los cielos. Los suministros de comida fueron consumidos en un día o dos,
pero los cuchillos de metal han sido guardados deliberadamente, como premios en un juego
ya que no hay suficientes para todos. "Me gustaría un cuchillo, sí, pero la primera vez que
se me caiga de las manos durante una cacería, los Gato Sombra y los Brazo Fuerte nunca
dejarán de señalar que pertenece a mejores manos" Flexiono mi mano libre distraídamente,
sintiendo el tirón de los tendones demasiado rígidos.
Hace un sonido de irritación. "Entonces son unos imbéciles".
Me río de su defensa incondicional. "Las herramientas deben estar en las manos de aquellos
que las pueden manejar mejor. No sé si sería feliz si nuestras posiciones fueran al revés".
Mari me da un codazo. "No seas comprensivo. Enfádate con ellos. Si quieres un cuchillo,
deberías poder participar en los juegos. ¿Quieres que hable con Raahosh?" Hay una
expresión totalmente feroz en su rostro, como si se enfrentara a todo el grupo para
defenderme.
Sólo con verla me hace sonreír. "No necesito un cuchillo. Tengo todo lo que podría querer"
Me vuelvo hacia ella y me acerco para quitarle un mechón de su melena de la cara.
Mari se aparta, con una sonrisa de disculpa en su cara.
Y tan rápido como mi felicidad ha aparecido, desaparece una vez más. Observo como ella
se adelanta a mí, sus pasos son rápidos. Cruza los brazos sobre su pecho y mira fijamente
el agua. Estoy decepcionado, pero no me sorprende. Ha sido así entre nosotros desde el
accidente. Antes, no podíamos quitarnos las manos de encima. Ahora ella se aleja de mi
contacto. Me muevo a su lado de todos modos, pero esta vez no alcanzo su mano.
"Lo siento", dice Mari en voz baja. "Sabes que no eres tú. Es sólo que..." Se frota los brazos
de nuevo.
"Lo sé". Pero mis palabras son más agudas de lo que me gustaría, llenas de dolor.
Nos quedamos en silencio, y finalmente Mari me mira de nuevo. "Hablé con Verónica esta
mañana. Quería que lo intentara de nuevo" Ella sacude la cabeza. "Todavía nada. Lo que
sea que haya hecho, no puede arreglarlo". Me mira y sus ojos están tan, tan tristes. "Lo
siento, T'chai"
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∗∗∗∗∗∗∗
MARI
Dios, realmente quiero hablar con alguien.
Más que nada, quiero hablar con T'chai, mi otra mitad, pero este es el único tema en el que
parece que nunca estamos de acuerdo. Alguien que no sea T'chai. Después de terminar
nuestro paseo por la playa, me tomo mi tiempo para regresar a la cueva de Ravenclaw, como
la llama Callie. Trabajar en la limpieza de las partes sopladas libres de sal y arena
generalmente me ayuda a concentrarme. Es un flujo sin sentido de trabajo interminable,
pero en realidad lo disfruto porque me permite pensar en otras cosas. La mayoría de los
días, Callie se une a mí, pero sé que hoy va a estar viendo los juegos de la playa. Toda la
tribu estará allí, creo, y no me sorprende del todo cuando veo que Mardok ha apagado las
luces de la cueva y ha guardado sus herramientas. Sin duda, ellos también van a ver los
juegos.
Supongo que eso significa que yo también debería ir, pero algo dentro de mí se resiste a
hacerlo. Tal vez sea el hecho de que no siento que pertenezcamos, T'chai y yo. Somos
"defectuosos" y siento que ya no encajamos en el grupo. Todos nos miran fijamente cuando
nos reunimos. Uno a uno, creo que los miembros de la tribu son geniales. Pero en un grupo
grande, todos nos miran y eso me pone nerviosa.
Es como si todos estuvieran esperando a oírnos resonar de nuevo, y sé que no sucederá.
Lo sé tan bien como sé lo mal que se siente mi piojo en mi pecho. No se ha sentido como
"mío" desde que Verónica lo apagó. Y sé que el que ella lo apagara, fue mi elección...
Pero eso no cambia el hecho de que lo ha jodido todo.
Veo a todos reunidos en la playa, y Lauren está allí con el grueso de ellos, el pájaro de
aspecto extraño de su compañero K'thar posado en su hombro. Aparte de Callie, soy la más
cercana a Lauren, pero no quiero alejarla de la diversión. Supongo que me quedaré en
silencio... sola.
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Farli corre hacia la cueva de Ravenclaw y se detiene al verme. "Oh. No me di cuenta de que
deseabas trabajar este día, Mar-ee. Los otros van a ver los juegos. Deberías venir". Me
transmite una brillante sonrisa, toda felicidad y luz. Farli es pura alegría en forma humana
o alienígena, y es fácil ver por qué Mardok la adora muchísimo. Es fuerte y capaz, pero
totalmente dulce y siempre sonriente. La envidio.
"No creo que vaya a mirar", admito. "Creo que me quedaré aquí... sola"
"¿Sola?" Recoge su ligero abrigo de piel, probablemente la razón por la que regresó, y se
detiene en la entrada de la cueva. "¿Estás bien, Mar-ee? Pareces infeliz"
Lucho contra las ganas de ir y esconderme bajo la mesa más cercana. Dios, ¿voy a tener
una charla de chicas con Farli? ¿Farli que hace caca en el arco iris y sonríe al sol? Pero
quiero desesperadamente hablar con alguien. "Tengo un problema, Farli", me levanto, me
muevo a mi asiento normal y me derrumbo allí. "Todo está mal".
Inmediatamente viene y se sienta a mi lado, y me pone su capa de piel en los hombros,
arropándome como si fuera una niña. "¿Es algo en lo que puedo ayudar? Dilo y haré lo que
sea necesario para hacerlo bien"
Eso es tan... bonito. Lucho contra las ganas de llorar, porque llorar no ha servido de nada,
y he llorado mucho en los últimos meses. "Yo sólo..." Me vuelvo hacia ella, examinando su
extraña cara de alienígena. Sus rasgos son más pronunciados que los de T'chai, su color es
más oscuro. Sus cuernos son diferentes y tiene la nariz aplanada de los sa-khui. Sigue
siendo hermosa, pero muy extraterrestre. "Mi khui está mal, Farli". Las palabras salen en
un susurro. "Y nadie puede arreglarlo".
Chasquea la lengua de forma maternal, lo que es gracioso dado que tiene 20 años o menos
que yo. "Porque la sanadora la silenció, ¿sí?"
Asiento, y luego las lágrimas salen de todos modos, y lloro en su huesudo hombro mientras
le cuento la terrible decisión que tomé. Que podría haber dejado el trastornado khui de
T'chai solo y esperar que lo curara y me arriesgara a su muerte, o que Verónica silenciara
nuestra resonancia para que su khui se centrara en curarlo. "Estuvo tan enfermo durante
semanas y semanas, Farli", gimoteo, todo mocos y lágrimas. "Y sentí que no podía elegir
eso. Tenía que ayudar a su khui, ¿sabes?"
"Elegiste lo que pensabas que era lo correcto" Me frota una mano tranquilizadora en los
hombros. "Vuh-ron-ca lo hizo, también. No sabíais que habíais elegido mal"
Me estremezco. No creo que Farli lo dijera en serio, pero tiene razón. No sabía que iba a
resultar así, o tal vez habría tirado los dados. En realidad... no, no lo habría hecho. Mi vida
sexual con mi pareja no justifica la posibilidad de su muerte. "Y ahora que está apagado,
Verónica no puede volver a encenderlo. Lo ha intentado y lo ha intentado, pero mi piojo la
ignora"
"Un khui es una cosa de mente fuerte", dice Farli suavemente. "Y Vuh-ron-ca es joven en
sus poderes. Maylak tomó muchos turnos de las estaciones antes de sentirse fuerte en sus
habilidades. Vuestra sanadora humana se fortalecerá con sus habilidades. Dale tiempo".
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Tal vez tenga razón. Tal vez sólo necesito darle tiempo a Verónica. No tiene sentido que la
moleste constantemente por eso. Nos hace sentir muy mal a las dos, y luego Verónica llora,
y yo paso mi tiempo consolándola cuando en realidad, quiero que alguien me consuele. Me
limpio las lágrimas en mi cara, dejando salir un suspiro estremecedor. "Mi khui ha
cambiado, sin embargo, Farli. Ya no le gusta el de T'chai. No sólo no le canta, sino que...
cuando me toca, se siente... mal" Me da escalofríos. "Mal. Como si mi khui me dijera que
no". Dudé. "Hace que las cosas sean difíciles entre nosotros"
¿Difíciles? Debería haber dicho 'imposible'. Es imposible que te guste el sexo cuando cada
vez que tu pareja te toca sientes como si te estuviera arañando la piel. Cuando no puedes
excitarte sin importar lo que hagas porque a tu khui no le gusta.
Y tu pareja no se ve afectada de la misma manera por alguna razón estúpida. No es justo,
y eso empeora las cosas. Él me quiere. Quiere besarme y abrazarme y tocarme y hacer el
amor, y cada vez que me busca, mi cuerpo actúa como si quisiera vomitar.
Es una pesadilla.
"¿No puedes disfrutar del placer del apareamiento?" Farli pregunta, sorprendida. "¿De
verdad?"
Bueno, ahora me siento aún más rara. No puedo esperar a que se vaya para poder
arrastrarme bajo la mesa después de todo. "Sí", digo en voz baja. "No importa lo que
hagamos"
Ella piensa por un momento. "Tal vez... ¿hierbas? Mi madre tiene hierbas que usa. Es bueno
para el apareamiento cuando el coño está demasiado seco para el placer. Si lo masticas,
hace que el coño esté suave y húmedo. Mi madre dice que hace el truco"
Me aparto de ella, parpadeando. "¿Tu madre te habló de esto?"
Farli parece sorprendida. "Por supuesto. Mi madre todavía se aparea con mi padre. ¿Crees
que los ancianos no se aparean?" Se ríe. "Los he visto en las pieles. ¡Siguen siendo bastante
vigorosos!"
Ahora estamos oficialmente en una zona de super participación... pero es una idea. "¿Una
hierba, dices?"
"Para que tu coño sea bueno y resbaladizo", está de acuerdo con un enfático asentimiento.
Estoy dispuesta a intentar cualquier cosa para superar esta extraña aversión que mi cuerpo
tiene ahora hacia T'chai. "¿Cómo consigo esta hierba?"
"Estoy segura de que la sanadora tiene alguna. También es buena para los dolores de
cabeza" Se ríe, como si el pensamiento le pareciera gracioso. "Me pregunto si los dos están
relacionados"
Consigo una pequeña sonrisa.
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FARLI llega y me trae las hierbas mientras espero en la cueva de Ravenclaw. Le doy la
excusa de que ya he molestado a Verónica una vez este día, lo cual es cierto, pero la verdad
es que necesito esconder mi llanto. Si T'chai ve que he estado llorando, le va a hacer daño.
Y ya le he hecho bastante daño.
Así que cepillo la arena y la sal de los pequeños componentes alienígenas mientras espero
que Farli regrese y que mis ojos hinchados se sequen. Regresa poco después con una amplia
sonrisa en su rostro y una bolsa en su mano. "¡Éxito!" Se inclina y me guiña un ojo de
manera exagerada. "Y no te preocupes. Le dije a Verónica que mi coño se sentía picante. No
hizo ninguna pregunta".
Pobre Verónica. Sólo puedo imaginar la mirada en su cara. Me río y le doy una sonrisa a
Farli. "Gracias". Me toco las mejillas. "¿Siguen mis ojos rojos?"
Ella me da una palmadita en el brazo. "Tus ojos son azules. Khui azul."
Sí, es cierto. Siempre olvido esa mierda.
Salimos de la cueva juntas, y meto el paquete de hierbas en mi brazalete de cuero bajo mi
túnica. Afuera, todavía se están instalando en la playa, y me hace preguntarme por qué
tardan tanto. Tal vez sea una carrera de obstáculos, aunque no hemos tenido buena suerte
con ellas en el pasado. Todavía recuerdo los gritos de terror de Sam en la última, cuando
su equipo chocó con el equipo de Devi y le dio a la alta científica un serio golpe en la cabeza.
Miro hacia la playa y hay varias personas señalando y discutiendo. Ugh, no gracias.
No veo a M'tok o S'bren entre la multitud, pero Penny y Callie están de pie cerca de los
discutidores. Veo a R'jaal, con los brazos cruzados, y a Tia coqueteando con él, con su mano
en su pecho. Sea lo que sea lo que esa chica tiene, me gustaría poder embotellarlo para mí.
Miro al fuego y veo a mi compañero.
Sólo con verlo me quedo sin aliento. Hago una pausa cuando nuestros ojos se encuentran
y me da una lenta y secreta sonrisa desde el otro lado del campamento. Es tan hermoso
ahora como lo era el primer día que le conocí, incluso más, porque está más relleno. Ya no
es increíblemente delgado con las costillas al descubierto. Se ha fortalecido y aunque no es
tan grueso como K'thar, sus brazos son gruesos y sus hombros parecen imposiblemente
anchos. Incluso ahora, puedo ver que sus brazos están estirando la túnica de cuero que
lleva puesta, como si no pudiera contenerlo. Le pediré a Callie que me ayude a hacerle otra,
creo. Él no es un gran fan de todas las capas cálidas que requiere esta tierra, pero tampoco
puede correr en poco más que un taparrabos como hacen Taushen y Farli. Están
acostumbrados al frío. Todavía afecta a los huesos de T'chai acostumbrados a la cálida isla.
Además, me gusta que esté cubierto. A la parte celosa de mí le gusta ser la única que ve su
atractivo.
"Buena suerte, amiga mía", susurra Farli, inclinándose sobre mi oído. "Que tu coño esté
extra jugoso esta noche"
Raro, pero lo haré. Realmente espero que sea así. Puse mi mano sobre mi pecho, sintiendo
el arrugamiento de las hojas secas en el paquete. Por favor, por favor deja que esto ayude a
las cosas.
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Capítulo 13
MARI
A pesar de que llevo meses apareada, estoy nerviosa por esta noche. Le hemos dado a todo
el asunto de la "relación" unas cuantas inyecciones a medias, pero era más fácil cuando
aún se estaba recuperando. Nos besábamos unas cuantas veces y luego yo decía que yo
estaba cansada, o él estaba cansado, pero ambos sabíamos que algo andaba mal. No hemos
intentado tener sexo desde que se recuperó. Incluso he estado durmiendo en una pila
separada de pieles. Al principio fue porque no quería tocar accidentalmente una de sus
heridas aún en proceso de curación, pero ahora es sólo... lo que hacemos. No me ha pedido
que me acueste con él otra vez, y no se lo he sugerido.
Es difícil sugerir la intimidad con tu pareja cuando no sientes nada en absoluto.
Desde que Verónica "apagó" mi piojo, las cosas se han sentido raras. Distantes. Incluso
cuando T'chai estaba más enfermo y me preocupaba que la curación de Verónica no
funcionara, no me golpeó de verdad. Es como si mis emociones se hubiesen silenciado
cuando mi khui lo fue, porque nada parece afectarme. No sentí gran alegría al ver a T'chai
caminando de nuevo. Alivio, sí, pero es una emoción mucho más suave que la alegría. ¿No
debería haber sentido más? Y no he sentido la necesidad de esconderme últimamente.
Cuando llegamos aquí, quería esconderme todo el tiempo porque ayudaba a calmar la
ansiedad de estar atrapada en un planeta alienígena. Ahora... no puedo encontrar que me
importe mucho en absoluto.
No he compartido esto con los demás porque no creo que lo entiendan. Se lo insinué a Callie
un día y me miró como si estuviera loca. No volví a mencionarlo. ¿Cómo le explicas a alguien
que tu khui no está bien? ¿Que está en huelga y se ha ido y se ha llevado todas las cosas
buenas del mundo con él? Es como si la única cosa a la que mi khui reacciona es a las
cosas que no le gustan...
Como cuando mi compañero me toca.
Es una posición infernal en la que estar, y es miserable. Me siento muy sola, incluso en
esta playa ahora atestada que parece rebosar de parejas. Uno por uno, se han ido
emparejando, y me he alegrado por mis amigos. La vida nos ha dado una mano de mierda,
así que por qué no intentar disfrutar de lo que tenemos, ¿verdad?
Pero es difícil estar rodeado de tanta felicidad y muestras públicas de afecto y saber que
hay algo malo en ti. Me he alejado de mi amistad con Lauren porque ambas resonamos con
nuestros hombres al mismo tiempo, pero ella y K'thar son muy lindos y me da envidia.
Incluso ahora, mientras me siento alrededor del fuego de la tarde con T'chai a mi lado,
intento no mirar a Lauren demasiado de cerca. No quiero verla darle a su compañero esa
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sonrisa secreta, o verle tocar su barriga. Me tomo la sopa y escucho las conversaciones a
medias.
T'chai está de buen humor, al menos. Habla con R'jaal sobre las diferencias en el
lanzamiento de redes en el agua aquí, y discuten sobre pesos y doblar mechas mientras Tia
se tira el pelo y coquetea con Sessah y I'rec al mismo tiempo. U'dron observa a Raven con
una mirada de feroz anhelo en su rostro mientras muestra su pandereta de conchas a Bek
y Elly. Ella es totalmente ajena a su enamoramiento, aunque ha sido evidente para el resto
de nosotros desde hace unas semanas. Veo que las otras mujeres se sientan con sus
compañeros o se agrupan: Steph, Sam, Flor y Bridget se apiñan en uno de los troncos
caídos, apilados y ocasionalmente susurrando.
Sí, no encajo en ningún sitio. Incluso mi amiga Callie, mi otra chica latina, está sentada en
el regazo de M'tok y charla animadamente con Penny, que está sentada en el de S'bren. No
ha estado en la cueva de Ravenclaw tanto últimamente desde que resonó. Aunque me alegro
por ella, me hace sentir más aislada.
T'chai pone su mano en mi rodilla, atrayendo mi atención, y yo lucho contra el impulso de
liberarla. Envía un escalofrío a través de mi cuerpo, uno desagradable, como si mi khui se
rebelara contra su toque. "¿Quieres más comida, compañera mía? ¿Te traigo otra ración?"
Niego con mi cabeza, haciendo un gesto a mi tazón medio lleno. "No creo que pueda comer
todo lo mío. ¿Lo quieres?"
Me sonríe, tan desgarradoramente lindo que es físicamente doloroso verle sonreír. Toma mi
tazón y se come el resto de mi parte con gusto. Hay más que suficiente comida, pero T'chai
tiene una extraña relación con ella después de luchar contra el hambre durante tanto
tiempo, sospecho. Él podría comer tres tazones de comida en cada sesión. Pero no lo hace;
sólo come la misma porción que yo, a menos que alguien le presione con más comida.
Nunca pedirá más, pero la come tan rápido y con tanto entusiasmo cuando le dan una
segunda porción que sé que todavía tiene hambre.
No comerá más porque tiene que haber suficiente para toda la tribu. Me rompe el corazón
ver lo bueno que es. ¿Por qué no puede mi khui apreciar eso? En vez de eso, está tratando
erróneamente de protegerme de ser tocada, como si pensara que alguien que no es mi
compañero está poniendo los movimientos en mí... porque no reconoce a T'chai como mi
compañero.
Me muerdo un suspiro y me obligo a tocar su brazo. "Estoy cansado. Voy a volver a la
cabaña."
"Iré contigo", dice inmediatamente, poniéndose de pie.
"No, está bien". Le empujo de vuelta a su asiento. "Termina tu conversación con R'jaal y
come tu comida. Necesito unos minutos para mí".
Me da una mirada de anhelo mientras se mete otra cucharada de guiso de saltamontes en
la boca. Me salgo del grupo cerca del fuego, pasando por encima de los miembros y los
platos mientras lo hago. Paso por delante de Gail, que está viendo a su compañero alimentar
a Z'hren, y me inclino hacia ella. "¿Puedes asegurarte de que T'chai coma otro tazón? Creo
que todavía tiene hambre, y sabes que no lo pedirá".
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"Sabes que lo haré". Ella me ofrece una cálida sonrisa. "No te preocupes"
Le doy las gracias y me dirijo a las cabañas de la playa, lejos del grupo de amigos. Me
encantan las reuniones nocturnas, pero a veces es agradable estar solo por un tiempo.
Respiro el frío aire nocturno, miro el oscuro océano, y me dirijo hacia la cabaña que T'chai
construyó para nosotros. Está anidada a lo largo de los acantilados cerca de las cabañas
gemelas de M'tok y S'bren, y todo el clan de los Cuerno Alto se unió para ayudarle a lograrlo,
porque todavía estaba débil en ese momento. Es una bonita cabaña, pequeña y acogedora,
y se siente como un hogar, aunque haya dos camas dentro. Aticé el fuego para calentar el
lugar, y luego me senté en mis pieles y saqué la bolsa de hierbas.
Farli no dijo cuántas comer, o cómo tomarlas. Por un momento, considero dejar la cabaña
para ir a buscarla, pero no quiero llamar la atención sobre lo que estoy haciendo. A
regañadientes, agarro unas cuantas hojas finas, como agujas, y me las meto en la boca,
masticando. Es como comer un bocado de hierba salada, y me atraganto y toso en cada
mordisco. Consigo dos puñados -aproximadamente la mitad de la bolsa- antes de que mi
estómago empiece a protestar, y bebo taza tras taza de agua para tratar de limpiar el sabor
de mi boca. No me siento diferente, y me siento en las pieles, esperando que mi cuerpo
preste atención. ¿Es como la mosca española, donde te pone cachondo? ¿O te emborracha?
Tal vez debería haberme emborrachado.
La idea tiene mérito, y me pongo de pie. Seguro que puedo encontrar algo de sah-sah
fermentado en las tiendas de almacenamiento, ¿verdad? Me pongo las botas, pero antes de
que pueda salir, T'chai aparece en la puerta, agachando la cabeza para que sus orgullosos
y rectos cuernos no se enganchen en la entrada.
"¿Te vas?" pregunta, con un dejo de dolor en su voz.
"¿Qué? ¿Yo? No." Yo escupí mis respuestas. "Iba a ir a buscarte"
Su expresión cautelosa se convierte en una sonrisa, y me duele que tenga tanto poder sobre
este hombre. Me encantaría eso, ¿verdad? Tia adora hacer que todos los chicos de la playa
bailen a su ritmo. Pero me siento responsable de las sonrisas de T'chai. Él es mío. Tomo
cada ceño y cada expresión triste como algo personal, como si le hubiera fallado.
Acaricio las mantas a mi lado, indicando que debe unirse a mí. No vacila, inmediatamente
se deja caer a mi lado, y su entusiasmo me hace doler de nuevo. Se merece una mano mejor
que la que nos han dado. Yo también, pero yo puedo aguantar y lidiar con mi propia miseria,
es la suya la que me destroza.
T'chai toma mi pie en sus manos y trabaja en desatar mis botas. Han pasado meses y
todavía lucha con los cubre-pies, así que tenemos un ritual en el que le ayudo a ponerse
los suyos por la mañana y para compensarlo me ayuda a quitarme los míos por la noche.
Es un ritual amistoso. Dulce. Nos cuidamos el uno al otro de la manera más simple, y eso
me recuerda que un matrimonio (o un apareamiento) no es sólo sexo. Se trata de estar ahí
para el otro. Estuve ahí para T'chai durante su horrible enfermedad, cuando cada parte de
su cuerpo parecía decidida a marchitarse por dentro, y estoy segura de que si yo estuviera
enferma, él estaría ahí para mí. Viendo como trabaja en mis botas, una mirada de intensa
concentración en su cara mientras trabaja en los nudos, no puedo evitar sonreír.
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Al menos, lo hago hasta que se quita la bota y me acaricia la piel desnuda. Una vez, habría
matado por un masaje en los pies. Ahora sólo envía un desagradable escalofrío a lo largo
de mi columna vertebral.
Este es tu compañero, me recuerdo. ¿Recuerdas cuando estabas dispuesta a ser una puta
isleña porque no podías mantener tus manos lejos de él? Es el mismo tipo. Ahora es aún
más guapo, y lo conoces a fondo. Loe amas.
Al menos... creo que le amo. Es difícil de decir con la biología controlando todas las señales.
Todo lo que sé es que estaba obsesionada con él en la isla, y sólo tocarle me volvió
absolutamente loca. Entonces casi muere por mí. Después de eso fueron sus meses de
recuperación, y tantos días en los que pensé que iba a morir después de todo, e incluso si
no es el amor de los corazones y las flores, estamos unidos a muchos niveles después de lo
que hemos pasado. No puedo imaginar mi vida sin T'chai en ella, y no quiero hacerlo. Él es
mío... aunque mi khui no esté de acuerdo.
Una vez le gustó. Seguro que puede volver a gustarle.
Así que sonrío ampliamente de una manera esperanzadora mientras me frota el pie. No me
aparto, aunque me apetezca. No es él. Es mi khui el que funciona mal.
Me quita la segunda bota y luego se inclina para besarme, su boca buscando la mía.
No puedo evitar comparar los besos de una manera que hace que me duela el corazón. De
vuelta en la isla, sus besos me provocaban un gran vértigo. No me cansaba de ellos, y su
boca se sentía como la perfección contra la mía a pesar de que no era practicante. Eso no
importaba. Todo lo que importaba era saborearle, sentir su lengua resbaladiza contra la
mía. Esta noche, sin embargo, sólo se siente... vagamente apagado. Quiero sentir mucho
más, pero cuanto más tiempo me besa, más quiero que termine.
Odio esto. No sus besos, quiero amarlos de nuevo, pero sentirme así y saber que no es la
verdad. Sé que me gustarían los besos de T'chai si mi piojo no fuera tan imbécil.
Se retira y por un momento, me preocupa que sienta mi falta de entusiasmo. Pero sólo
inclina la cabeza y me sonríe de esa forma tan entrañable. "Tienes un sabor extraño".
Ay Dios. Me puse la mano en la boca, pensando en todas esas hierbas asquerosas que comí
antes y que estoy segura que no hicieron nada por mí. No me siento diferente... excepto que
aparentemente cambié mi sabor. "¿Lo hago?" Eché mano de una mentira decente, porque
no quiero confesar y herir sus sentimientos. "Mi estómago estaba alterado después de la
cena, así que comí unas hojas de té para tratar de calmarlo"
Inmediatamente, su mirada cambia a una de preocupación. Me lleva en su regazo y me
abraza, acariciando mi espalda. "¿Te sientes mal?"
En momentos como éste, cuando es tan cariñoso y dulce, me siento como la peor pareja
posible. "Estoy bien", susurro. "Te lo prometo. No te preocupes por eso"
Se inclina y mira mi cara durante un largo momento, estudiándome, y luego me da el más
pequeño de los besos. Sólo un pequeño toque en el labio inferior, y tengo que admitir que
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nuestros piojos. En algún momento de todo esto, se confundieron y ahora sólo tenemos que
averiguar cómo hacer que se gusten una vez más... como me gustas tú". Le doy una pequeña
sonrisa y me acerco para acariciar su mandíbula. "Farli dice que Verónica se fortalecerá
con sus poderes curativos con el tiempo"
Hace un sonido despectivo. "No quiero que la sanadora intente nada en mí nunca más. Ya
ha hecho suficiente".
"Ella te salvó la vida", le recuerdo suavemente. "Pase lo que pase, sigo estando agradecida
por ello. Tal vez sólo... ¿podemos abrazarnos esta noche en lugar de tener sexo? Seguimos
siendo amigos, aunque mi piojo no haya recibido el mensaje todavía" Intento darle una
sonrisa brillante, pero para mi horror, empiezo a llorar.
La mirada en su cara es de pura devastación. "No llores, mi compañera" Me acerca y luego
vacila, como si no estuviera seguro de si debe tocarme. Lo rodeo con mis brazos, escarbando
en su cuello, porque quiero que me abracen, aunque mi piojo no lo quiera. "Por favor, no
llores", murmura de nuevo. "Me duele cuando lo haces".
Parece que todo lo que hacemos últimamente es herirnos mutuamente.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 14
T’CHAI
El día siguiente es uno bueno. El clima es suave, los vientos son ligeros y los soles se
asoman por detrás de las nubes. Para esta fría orilla, es un día cálido... y lo estoy pasando
escuchando a los Gato Sombra pelear con los Brazo Fuerte en la primera ronda de los
juegos.
"Esto está claramente a favor de Brazo Fuerte", recapitulo, sosteniendo el arma llamada
"bola" frente a la cara inflexible de T'shen. "Todo lo que tenga brazos les favorece.
Deberíamos tener juegos de carreras en su lugar"
"¿Así que puedes ganar?" exclama J'shel de nuevo, lanzando su larga trenza sobre su
hombro. "Todo el mundo sabe que los Brazo Fuerte no están hechos para correr. Somos
guerreros feroces, no salteadores para correr a la primera señal de peligro"
O'jek enseña los dientes y luego todos vuelven a gruñir. Me froto la frente, cansado. Ha sido
así toda la mañana. ¿Quién había pensado que una competencia por los cuchillos era una
buena idea? Hasta ahora todo lo que ha hecho es crear peleas entre los clanes... como si
necesitáramos otra razón para no gustarnos.
"Es un arma humana", explica T'shen. "Y el próximo asalto será una carrera a pie. Prometo
que todo será justo".
I'rec mira a R'jaal, que sólo se encoge de hombros. "Dice que será justo", comienza R'jaal, e
I'rec levanta las manos con disgusto. Siempre tan temperamental, el clan de los Gato
Sombra. I'rec actúa como si su clan fuera deliberadamente menospreciado, y se enfurece
cuando R'jaal intenta hablar con él. R'jaal se rinde, alejándose del grupo.
La pequeña hembra humana T'ia lo sigue inmediatamente, tocando su brazo y tratando de
llamar su atención. "¿A dónde vas?" pregunta, con su voz risueña y ligera. Es obvio que es
un intento de coquetear y llamar su atención.
R'jaal no se da cuenta. Me señala a mí. "Quiero hablar con T'chai. Volveré".
"No te vayas mucho tiempo." Saca el labio inferior, haciendo pucheros. "Pensé que
podríamos sentarnos juntos"
"Ya veremos", dice R'jaal distraídamente. Se aparta cuando ella intenta tirar de su brazo,
da una palmadita en el hombro de ella y se dirige a mi lado. "Ho, hermano. ¿Cómo estás
esta mañana?"
"Vivo y entero", digo, viendo como los clanes de los Gato Sombra y de los Brazo Fuerte se
pelean por los marcadores de la carrera. "Así que es un buen día" Hago un gesto hacia T'ia,
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que baila de vuelta para estar cerca del clan los Gato Sombra. "Esa te está dando ojos
suaves".
R'jaal sólo gruñe, cruzando sus brazos sobre su pecho y apoyándose en las rocas conmigo
mientras observamos al desastroso grupo. "Ella se los da a todos los machos no apareados.
No somos especiales para ella. Sólo quiere atención".
Mi compañero de clan es sabio. Observo como la hembra toca el brazo de O'jek y se ríe de
él, metiendo su melena esponjosa detrás de su oreja. Lo que él ha dicho no está equivocado.
Sé que estaba ligeramente interesado en T'ia cuando ella le coqueteó por primera vez...
hasta que se dio cuenta de que ella también coqueteaba con I'rec, y O'jek, y U'dron y A'tam.
Coqueteó con N'dek, S'bren y M'tok antes de que se aparearan también. Ahora que un
macho tras otro se han ido emparejando, su grupo de cazadores se ha reducido. Incluso
U'dron disfrutó de su coqueteo al principio, pero ahora sólo tiene ojos para R'ven. Y A'tam
ha estado obsesionado con B'shit desde que se aparearon. Tal vez por eso T'ia sigue
volviendo a R'jaal. Quiere traerlo de vuelta a su lado. "Está jugando con fuego, esa pequeña
hembra".
"I'rec tendrá cuidado con su corazón. Está siendo paciente. Sabe que es joven".
"Puede que tenga cuidado con ella, pero no creo que ella tenga tanto cuidado con él" Observo
a la hembra reírse y tocar el brazo de O'jek otra vez. I'rec se da cuenta pero no dice nada,
volviéndose hacia T'shen para discutir con él.
R'jaal gruñe y me mira. "Ya basta con ellos. ¿Cómo está tu compañera hoy?"
"Muy bien". Sonrío, pensando en ella. Me desperté y la encontré acurrucada a mi alrededor
mientras dormía, como si no quisiera dejarme ir ni un momento. Me hizo feliz el corazón,
aunque mi khui no reaccionó.
"¿Y tu khui? ¿Ha reconocido el suyo otra vez?"
"No. Todavía odia mi contacto" Me froto la mandíbula pensando en la noche anterior y en
las lágrimas de Mari. En las hierbas que comió para intentar que su cuerpo respondiera.
Odio que las cosas sean así entre nosotros cuando antes eran tan buenas. Tan correctas.
La frustración es interminable. "Intentamos aparearnos anoche pero no funcionó. Nunca
funciona" Niego con mi cabeza, triste. "Nos está separando. Queremos estar juntos, pero no
ser capaces de tocarnos es una locura"
"Ella tiene tu corazón, ¿sí?" R'jaal pregunta.
"Lo tiene". Sonrío al pensarlo. "Ella lo sostiene ferozmente en su pequeña mano y nunca lo
ha dejado ir. Pero esto es muy, muy difícil".
"Bah. ¿Más duro que cuando tenías las tripas en tus manos?"
No digo nada. No lo entenderá hasta que resuene. No sabrá lo que es experimentar ese
intenso y puro gozo de la conexión con tu pareja... sólo para que desaparezca y no vuelva
nunca. Tener a la hembra cuyo contacto hacía que tu polla se elevara, alejándose ahora de
ti cuando la alcanzas. "Me preocupa que si no podemos tocarnos, la perderé. Quiero
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conectarme con ella, tocarla y darle placer, pero ahora que estoy mejor, mi toque no le causa
nada más que angustia"
"Pues entonces no la toques", dice R'jaal.
"¿Eh?"
Me da un codazo. "Cortejala con palabras. Dile las cosas que quieres hacerle. Demuéstrale
cuánto te importa... pero no la toques. No es mucho, pero es algo".
Atónito, parpadeo. "Es una idea excelente. Eres inteligente, R'jaal"
"Lo sé", dice con suficiencia. "Deberías escucharme más a menudo"
Le doy un codazo, pero mi mente se acelera. Cortejar a mi compañera con palabras y no
con toques. Intimar con ella... sin tocarla. Pienso en cómo me mostró antes cómo tocarla, y
en lo duro que se me puso la polla cuando pasó sus manos por encima de su propio cuerpo.
Seguramente eso funcionará, creo. La emoción corre a través de mí. Esta noche, ganaré a
mi pareja con palabras habladas. No puedo esperar a ver cómo reacciona.
"Vamos a empezar", grita T'shen, con las manos en la boca. "Si quieres participar, habla
con mi compañera y ella te pondrá en su lista." Él señala y la hembra Buh-brukh se pone
de pie, sosteniendo una piel frente a ella y un hueso con punta de carbón. Parece como si
hubiera garabateado todo tipo de símbolos extraños en la piel. Más de la "escritura" de la
que Mari ha hablado. Palabras no dichas, pero colocadas en cosas para contar historias.
Es difícil para mí entenderlo. No entiendo por qué el hablar debe ser colocado en una piel,
pero Buh-brukh parece saber lo que está haciendo.
"Ve", le digo a R'jaal. "Gana un gran cuchillo para los Cuerno Alto. Muéstrale a los Gato
Sombra y a Brazo Fuerte qué clan es el mejor".
Me sonríe y luego se aleja de las rocas, corriendo hacia los demás. Levanta una mano a
Buh-brukh, quien asiente y mueve su barra de carbón sobre la piel. Observo como R'jaal
se une a los otros en la fila, parado al final.
"¿Quieres un beso para la suerte?" Tia pregunta, y lanza sus brazos alrededor de su cintura.
Me estremezco cuando R'jaal lo hace. La hembra parece no darse cuenta de que R'jaal no
está interesado. Él se gira para mirarla y ella trata de llevarlo a su boca...
Y entonces I'rec está allí.
Veo al cazador Gato Sombra agarrar a R'jaal por uno de sus cuernos y alejarlo de la hembra.
Ella grita, y entonces R'jaal salta sobre I'rec. Furiosos, se atacan unos a otros, los fuertes
golpes de puños golpean la playa. Algunas de las hembras gritan, y luego todos en la playa
se están dispersando.
Esto es malo.
Me apresuro a avanzar con un grito, incluso cuando T'shen suelta un grito de ira. Estoy
sobre I'rec un momento después, apartándole de R'jaal incluso cuando golpea con el puño
a mi compañero de clan. Los dientes de R'jaal están hundidos en la cola de I'rec, y ambos
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están sangrando y cubiertos de arena. I'rec suelta un gruñido de ira y me ataca con sus
garras, golpeando mi mandíbula y marcando mi piel.
Un momento después, es retenido por su propio clan.
"¡Qué mierda!" Buh-brukh exclama. Cerca de allí, T'ia está sollozando, sus manos apretadas
con puños contra su pecho. Una de las hembras que estaban observando avanza mientras
le ofrezco una mano a R'jaal. "¿Está él bien? Soy enfermera". Me aparta a un lado y cae de
rodillas junto a R'jaal en la arena. "Tu ojo se ve mal. ¿Le ha entrado arena? ¿Deberíamos
enjuagarlo?"
"Estará bien", refunfuña él. "Si no, la sanadora lo arreglará"
"Claro, la sanadora", dice la hembra, y su tono es mordaz. "Perdóname por tratar de ayudar,
joder"
R'jaal la mira con perplejidad mientras le pongo de pie. "Estás sangrando", me señala.
"Es sólo un rasguño en la mandíbula." Veo a la mujer enojada marcharse y veo que le echa
una mirada fea a T'ia. De hecho, todo el mundo le está lanzando miradas acusadoras a la
mujer. Por supuesto que lo hacen. Si no hubiera provocada así a I'rec, no habría atacado a
R'jaal porque la hembra le prestaba atención.
"Tú vienes conmigo", sisea Buh-brukh, cogiendo a T'ia por el brazo. "Ahora estás en una
mierda seria, amiga. Este es un verdadero desastre que has creado tú solita".
"No hice nada", solloza T'ia, pero mansamente se va con Buh-brukh.
"¿No lo hiciste?" Buh-brukh gruñe. "Llevas meses insistiendo en esta mierda y finalmente
te ha alcanzado. Vamos... Vas a hablar con el hombre al mando". Con un paso enojado,
lleva a la chica llorona lejos.
"Está bien", protesta R'jaal. "Juguemos ya por el cuchillo. Así podremos sacar nuestras
frustraciones". Quita más arena de su piel y toca la piel rota sobre sus costillas. "He tenido
peores caídas de un árbol"
I'rec -todavía sujeto por O'jek y A'tam- sólo resopla con irritación.
"Nada de juegos hoy", dice T'shen. Su expresión es sombría. "No debemos pelear entre
nosotros".
"No has estado en nuestros clanes isleños", digo yo. "Luchamos. Eso es lo que hacemos"
"Sí, bueno, ahora no estáis en la isla, y debemos vivir todos juntos", responde T'shen. Es lo
más enojado que le he escuchado. Normalmente es todo sonrisas y una actitud
despreocupada. Todo el mundo está irritable hoy en día. "Hablaré con Raahosh y veré qué
debemos hacer. Si todos los juegos provocan peleas, entonces quizás nadie debería tener
un cuchillo"
Coro de gruñidos entre los hombres, y R'jaal se ve furioso. Otros se están reuniendo,
atraídos por los gritos, y veo a V'za y a su compañera, y a K'thar y la suya. Pronto toda la
playa estará aquí, enfadada con I'rec y R'jaal y T'ia.
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Es un desastre.
Me golpeo la mandíbula y me corre más sangre por la barbilla. Otros se están reuniendo, y
me doy cuenta de que Mari está entre ellos. Un desastre, como dijo Buh-brukh.
"¿Estás sangrando?" Mari grita en voz alta, corriendo hacia mí.
Mis entrañas se llenan de calor ante la preocupación de mi compañera. Su expresión es de
consternación cuando se mueve a mi lado, alcanzando mi mandíbula. "¿Qué ha pasado?"
"Fue un pequeño enfrentamiento", le aseguro. "Nada más".
Sus labios se fruncen y me mira con desagrado. "Tienes sangre por todas partes"
"No es una herida profunda, lo prometo" Mi khui puede estar en silencio, pero mi corazón
canta ahora mismo. "Dejará de sangrar muy pronto. No te preocupes".
"Al menos déjame limpiarlo por ti", dice Mari, con una nota obstinada en su voz. Ella toma
mi mano y tira de ella, como si me fuera a sacar de la playa.
Voy, por supuesto. ¿Una excusa para que mi pareja me toque? Aprovecharé todas las
oportunidades que pueda. El contacto de Mari vale más que mil cortes en la mandíbula. Me
sonrío a mí mismo. Hoy se está poniendo mejor y mejor.
¿Lo único que haría que mi sonrisa fuera más grande? Si mi khui cantara. Pero es un
traidor, y está tan silencioso como siempre. Te ignoraré, entonces, prometo. Esta noche,
cortejaré a mi pareja sólo con palabras. Si no cantas por tu cuenta, tal vez te convenzamos.
Me gusta este pensamiento. Me gusta mucho... y no puedo esperar al atardecer.
"No tienes que parecer tan emocionado por que te hagan un corte", gruñe Mari, y yo sólo
me río.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 15
MARI
Uso la excusa de necesitar agua caliente y hervida para limpiar las heridas de T'chai para
sentarme junto al fuego. En realidad, el khui probablemente detendrá la mayoría de las
infecciones menores, y mientras el corte sea limpio, debería estar bien. Pero mi corazón me
dice que limpie todo con fiereza, y dos veces, y lo llene de hierbas, todo porque recuerdo
esos largos y horribles días en los que luchaba por respirar, todo su cuerpo caliente e
hinchado por la infección.
"Pobrecito", me aferro a él mientras le froto las heridas.
"¿Pobrecito?" Se aparta de mí, picado. "¿Crees que soy un kit?"
"Es una expresión", le tranquilizo. "Una cariñosa. Ahora dame tu mandíbula" Se ve un poco
terco, pero hace lo que le digo, dejándome limpiar cuidadosamente la arenilla de los cortes
con un poco de cuero suave. Gail me da un tazón de agua humeante rociada con hierbas
limpiadoras, y yo la miro agradecida, y luego vuelvo a concentrarme en mi compañero. A
pesar de que T'chai piensa que no es gran cosa, es un corte profundo, y podría matar a I'rec
por hacerle esto. Ir directamente hacia su gran cara arrogante y estrangularle hasta la
muerte.
"Estás frunciendo el ceño", murmura T'chai, su mano sube por la pierna de mi pantalón
para apoyarse en mi cadera.
"Estoy enojada con I'rec", susurro. "Y con Tia, también. Esa pequeña mierda" Intento
ponerme en el lugar de Tia. Yo también era una gran coqueta cuando estaba en el instituto,
pero sabía que no debía coquetear con un montón de hombres mayores que nunca habían
tenido una mujer antes. La testosterona en la playa ha estado creciendo enormemente
últimamente. Con cada pareja que resuena, los hombres restantes se ponen un poco más
ansiosos y desesperados. Los Gato Sombra ya están llenos de impulsividad y el hecho de
que ninguno de ellos haya resonado con nadie no ha pasado desapercibido para nadie.
Están alterados, listos para explotar... y eso ha ocurrido hoy. "Ha estado jugando con fuego
y ahora todos nos estamos quemando"
"Todo está bien", me tranquiliza T'chai. "Nadie resultó realmente herido"
"Oh, lo siento, cabrón, ¿no es esta tu sangre la que está en mis manos?"
"Estás muy enojada", puntualiza T'chai, y hay un toque de maravilla en su voz.
"¿Por qué no lo estaría?"
"Me gusta que me protejas tanto", murmura, tratando de acariciar mi mano.
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Eso hace que mi piojo se dispare de manera discordante, y envía un destello de aversión a
través de mi cuerpo. Lo ignoro -porque me cago en esa estúpida cosa- y sigo atendiendo a
mi pareja. "No me gusta que te hagan daño. Y mira el ojo de R'jaal. Es terrible. Todo porque
una niña quería que todos los chicos le prestaran atención". Chasqueo mi lengua, y luego
me detengo. Tia es joven. No voy a atacarla por ser joven, estúpida y loca por los chicos.
Sólo estoy enfadada porque la vista de T'chai con sangre en su cara casi consigue que el
corazón se me detenga en el pecho. "No se tienes permitido que te hieran", le recuerdo a mi
compañero. "Ni siquiera un rasguño"
Se ríe, su aliento cálido contra mis dedos mientras le limpio las heridas. "Si recibo esta
atención, voy a aparecer con pequeños cortes todo el tiempo"
Me burlo de él, pero mi corazón se siente más ligero por su coqueteo. No sólo por el alivio,
sino porque me gusta hablar con él. Me gusta estar con él y coquetear. Me gusta cuando
sonríe. Incluso si todo parece desmoronarse a nuestro alrededor, cuando T'chai sonríe, se
siente bien.
Entonces me toca la mano y ese sentimiento de malestar me invade de nuevo, y mi humor
feliz se disipa. ¿No puede detenerse por un maldito día? ¿Una maldita hora? Aprieto mi
mandíbula y mojo la tela de nuevo, enfocando a T'chai incluso cuando las voces se elevan
a nuestro alrededor.
"No es mi culpa", solloza Tia. "¡No le pegué a nadie! ¿Por qué todos estáis enfadados
conmigo?" Ella atraviesa el campamento echando humo por las orejas, con gruesos rizos
negros y lágrimas de enfado.
Liz va tras ella, con un bebé en su pecho y una mirada de enojo en su cara. "¡No he
terminado de hablar contigo! ¡Vuelve aquí!"
"¡No eres mi madre!" le grita Tia, y luego entra en la cueva de las mujeres.
Liz balbucea, su cara roja de furia mientras su compañero se acerca por detrás y le pone
una mano en el hombro. "Jesucristo, ¿me recuerdas que no puedo estrangularla hasta la
muerte?"
"No puedes estrangularla hasta la muerte", dice Raahosh con una voz igualmente plana.
"Pero hay que hacer algo con ella. Yo también lo creo. No se permite pelear dentro de la
tribu. Si todos moviéramos los puños como quisiéramos, todo sería un caos".
R'jaal se pone de pie, sosteniendo un paño húmedo a un lado de su cara hinchada. Sé que
I'rec está en la tienda de Verónica y R'jaal se negó a que la sanadora viera sus heridas.
Tiene una mirada culpable en su rostro, su expresión triste al mirar alrededor del
campamento. "Debes castigarme", declara R'jaal. "Soy un líder, y luché con él tanto como
él luchó conmigo"
"Oh, todo el mundo está siendo castigado", declara Liz enfadada, y entonces el bebé en su
pecho empieza a llorar. "Oh, maldita sea"
Raahosh toma a su compañera por los hombros antes de que pueda dar una patada a
alguien, y luego le coge la barbilla. "Cálmate, mi compañera. Me aseguraré de que todo se
solucione"
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La mandíbula de Liz se aprieta, pero ella asiente, dejando salir un suspiro profundo. "Ya
sabes cómo me siento".
"Lo sé". Acaricia la dura mandíbula de ella con el pulgar, sonriéndole débilmente, y me llena
de envidia su sencilla relación. ¿Por qué no puede ser tan simple entre T'chai y yo? ¿Por
qué no puedo ser yo la que tenga un bebé en mi pecho?
"Apenas puedo esperar a que nuestras chicas se conviertan en adolescentes", dice
irónicamente Liz, y luego se lleva al bebé llorón lejos del campamento, haciendo sonidos
tranquilizantes.
Raahosh se frota las cejas y nos mira. "¿Tu compañero no está herido?"
"No es nada", comienza T'chai.
Le interrumpo poniendo mis dedos contra sus labios y volviéndome hacia Raahosh. "¿No
está herido? ¿Quieres ver estas marcas en su cara?"
"No son profundas", murmura T'chai alrededor de mis dedos.
"¿Si las heridas estuvieran en mi cara sentirías lo mismo?" Le pregunto con voz firme.
Mierda, estoy casi tan enojada como Liz. Prácticamente estoy temblando, estoy muy
frustrada.
"I'rec será castigado", me asegura Raahosh. "Estará tan ocupado con la caza que no tendrá
tiempo de hablar con las hembras"
"¿Y yo?" R'jaal hace una mueca y se quita el paño del ojo. "Yo también he luchado. No
puedes culpar a I'rec por todo. Cree que yo estaba interfiriendo con su hembra y dejé que
mi aversión por él me afectara".
"Tú también serás castigado. Y Tee-ah, también", dice Raahosh.
"¿Es ella suya?" pregunta T'chai. "¿Es la compañera de I'rec?"
"No. Ella ha estado besándose con varios de los machos no apareados. No es de extrañar
que todos estén molestos. Tanto O'jek como Sessah han venido a preguntar por ella"
Gail chasquea la lengua. "Besar a la mitad del campamento es una mala noticia, pero es
sólo una chica joven y hormonal alrededor de un grupo de hombres atractivos. ¿Qué
esperáis? Ya se le pasará".
"Entonces tal vez sea mejor que no esté cerca de los hombres hasta que lo haga" Raahosh
se cruza de brazos. "He hablado con mi pareja y con los otros cazadores de Croatoan, y
creemos que estaría mejor en el pueblo, donde no hay machos que molestar. Esto resuelve
todos los problemas"
Tia odiará eso, pero podría ser lo correcto. "¿Cómo vas a llevarla hasta ellos?", pregunto.
"Pensé que no podíamos ir a la aldea hasta que la temporada brutal terminara... Bek y Elly
dijeron que es muy difícil caminar" Lo sé, porque he preguntado. Hay una sanadora en
Croatoan, y aunque no me gustan las sanadoras ahora mismo, lo he pensado un par de
veces.
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"Ash-tar" dice que se enfrentará a un vuelo si es importante. Creo que esto es importante"
Raahosh tiene una mirada obstinada en su cara.
T'chai me toca la mano otra vez, y esa sensación de "equivocado" se mueve a través de mí
otra vez. Un pueblo completamente distinto. Lejos de los hombres de aquí. Tal vez Tia no
sea la única que deba irse. Me duele el corazón al pensarlo, pero... me pregunto si no sería
más fácil para mí y T'chai no estar cerca el uno del otro.
Hago una nota mental para hablar con Verónica más tarde. Si Tia va a Croatoan,
probablemente yo también debería hacerlo.
∗∗∗∗∗∗∗
ESTOY CALLADA mientras regresamos a nuestra cabaña, mi mente ardiendo con todas las
posibilidades.
Tengo que ir a Croatoan. No sólo porque allí hay una sanadora. Porque si esta cosa entre
T'chai y yo no se puede arreglar... me voy a mudar allí, permanentemente. Será más fácil
que enfrentarme a él cada mañana y saber que destruí voluntariamente lo que teníamos.
No importa que no tuviéramos otra opción. Todavía siento que hice algo malo. Como si le
hubiera traicionado a él y a su khui. Será más fácil para ambos si no estamos cerca del
otro, constantemente enfrentados a nuestro problema.
Tal vez sólo sea yo tratando de huir de nuevo, pero no me importa. Estoy muy cansada y
derrotada en este momento. Pienso en anoche y sólo quiero llorar. Quería hacer el amor con
mi pareja. Quería tocarle, y mi piojo no me dio nada a cambio. La separación es la mejor
respuesta.
Pero sé que a T'chai no le gustará oír eso, así que me lo guardo para mí por ahora. Tendré
que averiguar cómo abordarlo... pero aún no.
"Estás callada", dice T'chai mientras nos dirigimos a nuestra cabaña.
"Sólo estoy pensando". Me vuelvo hacia él, estudiando su mejilla. "¿Sigues sangrando?"
"Se ha cerrado. Antes de que preguntes, no necesito a la sanadora" Hay una mirada burlona
en su mirada, y me rompe el corazón otra vez. Ese estúpido nudo vuelve a mi garganta y
trago con fuerza, tratando de no llorar. Él nota mi expresión, sin embargo, y la suya cambia
inmediatamente. "Mari, ¿qué pasa?"
"Todo", susurro. Me acerco a mis pieles, me hundo en ellas y me abrazo con una piel gruesa
alrededor de los hombros. Quiero esconderme, pero esto es lo mejor que puedo conseguir
ahora mismo.
"¿Es más que mi mejilla? ¿Estás molesta por T'ia?"
Niego con la cabeza y le miro. "Su partida será buena para la tribu. No es que sea una mala
persona, sólo necesita crecer un poco, y los Gato Sombra necesitan calmarse un poco. Estoy
segura de que se sentirá herida al principio, pero creo que será bueno para ella a largo
plazo".
"¿Entonces por qué lloras?"
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Me humedezco los labios. "¿Sabes lo que acabo de decir sobre cómo ir al otro pueblo será
bueno para ella a largo plazo?" Vacilo y se lo suelto antes de perder el valor. "Ella no es la
única para la que creo que será bueno".
La confusión está escrita en su cara. Me mira, sin comprender, y luego me toma de la mano.
"¿Deseas que vayamos a Croatoan también? ¿Quieres vivir allí?"
No, no quiero vivir allí, quiero decir, pero guardo ese grito dentro. En lugar de eso, lo expreso
con tacto. "Creo que debería vivir allí" Le miro. "Sólo yo".
T'chai retrocede.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 16
MARI
Me siento como la peor persona de la historia. Hay un daño evidente en la cara de T'chai
ante mi declaración. Sabía que no le gustaría, pero tampoco esperaba sentirme como si le
estuviera destripando con mis palabras.
"¿Me dejarías?" pregunta, y hay un borde áspero en su voz que me hace doler mucho.
"No eres tú", le prometo. "Soy yo. Es este estúpido error que cometí y si no puedo arreglarlo,
será más fácil para ambos si no estamos juntos"
Me mira fijamente. Lentamente, sacude la cabeza. "No. No estoy de acuerdo"
"Lo que tenemos no funciona..."
"No te diste por vencida conmigo, ni siquiera cuando estaba de lo más enfermo", señala.
"¿Pero te darás por vencida conmigo ahora?"
"¡Eso no es lo que estoy haciendo!"
"¿Entonces me abandonarás? ¿Cómo si mis penas no importaran?"
Me estremezco. "No estoy haciendo esto para lastimarte. Lo hago porque quiero que ambos
dejemos de lastimarnos".
Él niega con la cabeza de nuevo, y luego se hunde en las pieles a mi lado. Lucho contra el
impulso de alejarme, sabiendo que ahora no es el momento. "No, mi compañera. ¿Crees que
me dolerá menos si te vas de mi lado?" Se inclina, mirándome con una mirada intensa.
"Sólo porque nuestros khuis ya no se canten entre sí no significa que las cosas estén mal
entre nosotros"
"¿Estás bromeando?" Las palabras se me atragantan en la garganta y me agarro más fuerte
la manta. "Cada vez que me tocas, envía una señal de 'no, malo' a través de mi cuerpo.
¡Odio eso! Odio haber elegido apagar las cosas. Fue un gran error y ahora siento que ambos
estamos pagando por ello..."
"Elegiste eso para salvar mi vida", murmura T'chai. "¿Cómo puedo sentir que eso fue un
error? Lo hiciste por amor a mí. No lo olvidaré"
Respiro profunda y temblorosamente. "La única razón por la que sugiero mudarme es
porque estoy cansada de lastimarte, T'chai. Sé que tu piojo no está tan apagado como el
mío. Sé que yo soy el problema. Y tal vez si no estoy aquí, tu piojo prestará atención a
alguien más. Tal vez puedas resonar con otra..." Me ahogo con las palabras. Me atenazan,
y presiono mis dedos contra mi boca. No quiero que T'chai toque a otra. Es mío, aunque mi
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khui no lo reconozca. Puedo decir por su expresión que tampoco le gusta esa idea. Parece
como si la idea le repugnara.
"¿Crees que elegiría a otra?" Parece ofendido.
Humedeciéndome los labios, me cuesta encontrar lo correcto para decir. "Sólo quiero que
seas feliz..."
"Soy feliz", dice con una voz suave, alcanzándome. Deja caer su mano en el último momento,
pero permanece cerca, y me duele, porque quiero que me toque. Lo hago. O mejor dicho,
deseo quererlo. "Cuando me despierto y te veo a mi lado, soy feliz, Mari" Él vacila y extiende
la mano para tocar un mechón de mi pelo, frotando el extremo rizado alrededor de sus
dedos. "Cuando sonríes, me lleno de alegría. El apareamiento no es todo en una relación.
El khui nos une, pero no canta todo el día todos los días. El resto del tiempo, somos tú y
yo"
"Pero deberíamos ser capaces de tener contacto", protesto. "Nos he robado eso. Nos he
robado a los niños"
"Hiciste una elección", dice suavemente. "Me salvaste. No puedo enojarme por eso. No
puedes castigarte por ello. Ha sucedido. Como cuando la Gran Montaña Humeante se
levantó y destruyó mi clan, me afligí... y luego seguí sobreviviendo. Todavía podemos tener
alegría juntos, mi compañera".
"¿Cómo?" Pestañeo las lágrimas. "¿Cómo se supone que voy a sentir alegría cuando no
puedo tocarte? ¿Cuándo no puedo amarte como se supone que debemos hacerlo?"
"¿Te gustan mis palabras?" La voz de T'chai es una suave caricia. "¿Te gustan las cosas que
te digo?"
"Yo... no sé a dónde quieres llegar, T'chai" Miro fijamente sus dedos, retorcidos en mi pelo.
La vista es íntima. Qué dulce. Y como no me está tocando, no se siente mal todavía.
"Todavía quiero lo que tenemos", me dice T'chai. "Incluso si está roto. Incluso si permanece
roto para siempre. Porque medio apareamiento con mi adorable y decidida Mari es mejor
que una vida entera solo"
Me deja sin aliento en mi pecho, este hombre alienígena. "Oh, T'chai"
"Si quieres ir al otro pueblo, no te detendré. Tal vez deberías ver a la sanadora allí. Ver si
sus poderes son mayores que los de V'ronca. Pero yo estaré contigo. Y si no funciona, que
así sea. Si deseas quedarte, que así sea. Haremos un hogar allí y seremos felices, porque
estaremos juntos". Tiene una mirada feroz y decidida en su rostro. Es la mirada de alguien
que se niega a rendirse. Alguien que no se rinde ante la tristeza que parece estar
asfixiándome últimamente.
Mi corazón se hincha de amor. Mi T'chai, un optimista. Nunca supe cuánto lo necesitaba.
"Pero vas a querer más de lo que puedo darte".
"Entonces nos pondremos creativos, mi linda compañera" Hay un brillo malvado en sus
ojos. "Estoy dispuesto a probar muchas cosas. Sólo no te rindas con nosotros"
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"Lo siento", le digo, y pongo mi mano sobre su guante. Por extraño que parezca, se siente
un poco mejor así. "Estaba tratando de encontrar una manera de hacértelo más fácil"
"Más fácil. Bah. ¿Quién dijo que deseaba que fuera más fácil?" Su pulgar se mueve arriba
y abajo en mis calzones, haciéndome cosquillas en el muslo. "¿Deseas intentarlo más
conmigo, Mari? Si dices que no, lo entenderé. Seguirás teniendo tanto de mi corazón como
siempre"
Esa simple afirmación, esa tranquila aceptación, me duele ante una devoción tan feroz. "Me
gustaría intentarlo. No quiero que te decepciones si es una mierda".
"Por supuesto que me decepcionaré" Me frota la rodilla con el guante de una manera
cariñosa. "Pero no te culparé, si eso es lo que estás preguntando"
Supongo que es algo así. "Puede que no funcione" Siento la necesidad de advertirle por
segunda vez. "Durante mucho, mucho tiempo, no sentí nada en absoluto. Es como si mis
sentimientos se hubieran... apagado. Todos ellos"
"¿Apagado?"
"¿Sabes cuando oyes gritos bajo el agua? ¿Y sabes que alguien está gritando pero no puedes
entender lo que están diciendo? Se siente así" Mi mandíbula se mueve mientras trato de no
soltar otra ronda de lágrimas de autocompasión. "Es horrible".
T'chai me observa y luego me toca la mejilla. Aunque esté enguantado, la caricia se siente
reconfortante de todos modos. "¿Está mejor ahora? ¿O lo mismo?"
"No lo sé", admito honestamente. "A veces es difícil de decir"
"Pero has estado triste este día", señala. "Y eso es una emoción. Y antes, estabas muy
enojada con I'rec por haberme cortado". Su boca se mueve, como si luchara contra una
sonrisa. "Esas no son las acciones de una mujer que tiene emociones completamente
apagadas"
Huh. He estado tan deprimida conmigo misma que no me he parado a pensar en eso. Tiene
razón, sin embargo, he estado emocionada todo el día. "¿Quizás tengas razón? ¿Quizás
algunas cosas vuelven con el tiempo?"
Su sonrisa es suave, alentadora. "Quizás podamos atraer a tu khui para que reconozca al
mío una vez más"
Oh Dios, eso espero. Me encanta su sonrisa, y nada me gustaría más que besarle la cara y
no sentir que voy a vomitar cuando nos toquemos. "Eso sería todo lo que espero" Le sonrío,
y por primera vez en mucho tiempo, siento esperanza. "Gracias".
"¿Por qué me das las gracias?"
"Porque he estado tan metida en mi propia cabeza que no me he parado a darme cuenta"
"Por eso debes hablar conmigo, mi compañera. Por eso somos pareja. Porque somos mejores
juntos que separados"
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T'chai me frunce el ceño mientras cuento la historia. "Es una historia terrible".
Me río de su expresión. "No se supone que sea feliz".
"¿Pero te comparas con eso? ¿Sólo porque lloras?" Su mano enguantada sube por mi brazo
en un movimiento lento y relajante. "No es lo mismo en absoluto"
"Bueno, no, no lo es", estoy de acuerdo, un poco sin aliento en sus manos sobre mí. "Es
sólo una expresión"
Me estudia pensativamente. "No me gusta la idea de que estés triste"
Je. No es el único. "No me gusta estar triste"
T'chai me observa atentamente mientras su guante roza mi codo. "¿Te molesta mi tacto?"
Pienso por un momento y luego niego con mi cabeza. "Estoy bien. Los guantes ayudan"
"¿Entonces puedo seguir tocándote?"
Mordiéndome el labio, lucho contra una ola de tristeza. "Desearía que no tuviéramos que
usar los guantes..."
Antes de que pueda terminar la declaración, T'chai me hace callar con un dedo enguantado
sobre mis labios. "Te estás enfocando en las cosas equivocadas, mi Mari. No te concentres
en lo que no tenemos. Agradece lo que hacemos".
"¿Quieres decir en que el vaso está medio lleno?"
"¿Vaso?"
Me río. "No importa". Levanto la mano y le toco el pelo. Me da un pequeño escalofrío de
intranquilidad, pero desaparece rápidamente. Tal vez es sólo piel a piel lo que hace que mi
piojo se dispare. "¿Mi contacto te molesta?"
"No".
Hmm. "Me imagino que soy la que..." Dejo que mis palabras se desvanezcan cuando me da
otra mirada de advertencia. "Bien, de acuerdo. El vaso medio lleno. Me alegro de que mi
contacto no te moleste, porque así al menos uno de nosotros no es un problema".
"Tú nunca eres un problema", murmura en esa voz ronca y áspera suya. "Nunca".
Por alguna razón, es agradable oír eso. "Gracias", susurro. Alivia un poco la ansiedad que
tengo al oírle hablar así. Saber que no importa lo que pase, no me está culpando. Deslizo
mi mano en su pecho, sintiendo el músculo ondulante a través de su túnica de cuero. No
es lo mismo que tocarle piel con piel, pero sigue siendo... agradable.
"¿Puedo quitarte la túnica?" T'chai pregunta. "¿Así que puedo poner mis guantes en tu piel
desnuda?"
¿Quiero eso? Después de un momento, decido que sí. Mordiéndome el labio, tiré de los
cordones que van al frente, hasta que pude tirar de todo el asunto sobre mi cabeza. Odio
estar extrañamente ansiosa por todo esto. Tengo tanto miedo de decepcionarle, o de mostrar
que voy a estar atrapada como un "pez frío" para siempre.
"Sólo soy yo", dice T'chai con la voz más gentil. Es como si pudiera escuchar mis
preocupaciones. "Es el mismo T'chai que te mantiene cerca por la noche y te limpia las
lágrimas. Es el mismo T'chai a quien limpiabas la frente todos los días cuando estaba
enfermo. ¿De qué hay que preocuparse?"
"¿El mismo T'chai al que todavía le gustan las cabezas de pescado?" Me burlo, la broma
suena tan inestable como me siento.
"Nunca me han gustado las cabezas de pescado", admite, una pizca de sonrisa curvando
su boca. "Sólo me las comí porque era algo para poner en mi vientre"
Aún recuerdo ese momento como si fuera ayer, la expresión de resignada repugnancia en
su cara mientras masticaba. Es a la vez divertida y totalmente desgarradora y tengo muchas
ganas de besarle. Lo único que me detiene es saber que mi piojo no me deja disfrutarlo.
Pero el recuerdo se abre paso a través de mi preocupación, y me quito la túnica, tirándola
sobre las pieles. Mi banda de pecho es lo siguiente, y luego estoy en topless y acunada en
su regazo.
Mi compañero lanza un gemido bajo al verme, y puedo sentir su cuerpo moverse bajo el
mío. Me pone cuidadosamente un guante en la espalda y el otro en el brazo, y lo frota. "¿Me
dirás si esto empieza a hacerte infeliz?"
Asiento con la cabeza. Tal vez sea el hecho de que se esfuerza tanto por hacer que esto
funcione, o tal vez sea el factor psicológico de los guantes lo que nos separa, pero esto no
es tan malo. De hecho, es el primer indicio de placer que he sentido en meses.
"Mi bella Mari", susurra, y el sonido está tan lleno de reverencia que me pone la piel de
gallina. Acaricia mi brazo de nuevo, y mis pezones se endurecen en respuesta, enviando un
pulso de calor entre mis muslos.
"Háblame. Me gusta" Mi mirada se desliza a su boca, a sus labios apenas separados. "Me
gusta ver tu cara cuando hablas de mí".
"Eres mi cosa favorita en la que pensar todo el día", admite, su mirada en mis pechos.
"Cuando me despierto por la mañana, lo primero que hago es buscarte. Me encanta verte
dormida, con tu melena extendida sobre las pieles. Me gusta imaginar que está extendida
sobre mi pecho, y que me estás tocando"
Aspiro un poco de aire. "Me gustaría".
"¿Lo harías?"
Asiento, fascinada por el calor de su mirada. Me mira tan atentamente, y puedo sentir la
tensión en su cuerpo. Su polla presiona contra mi cadera, fuerte y urgente. "Te despertaría
con mi boca en tu miembro".
Gime, con los ojos cerrados. "Esa es la mejor manera de despertar" Su guante roza mi
hombro, acariciando en pequeños círculos. "¿Me dejarías hacer lo mismo por ti?
¿Despertarte con mi boca entre tus muslos? ¿Si las cosas fueran diferentes?"
"Oh, sí. Me encantaría eso". Me inclino para acariciarle el cuello, pero el tañido antinatural
de lo incorrecto me golpea de nuevo, y me echo para atrás. Maldita sea. "Me encantaría que
ser tu cena fuera".
"¿Cena... fuera?" T'chai suena fascinado. "Sería mi comida favorita. Y esto involucraría a
tu... clítoris, ¿sí?"
"Sí". Suspiro, imaginando todo esto y retorciéndome en su regazo. "Oh, sí"
"Me gusta este pensamiento", murmura, su tono es una caricia. "Me metería en ti con mi
lengua en vez de con mi polla. Te probaría por todas partes. Lamer cada pedazo de ti hasta
que estés tan mojada que mi lengua se deslice contra tu piel con facilidad. Tu olor estaría
en toda mi cara y te saborearía todo el día." Su mano enguantada se desliza hacia uno de
mis pechos, acariciándolo y esperando, como si viera cómo reacciono.
No... no me molesta. La comprensión me llena de tal alegría que le doy una sonrisa brillante
y me arqueo contra su mano. "Más. Quiero más de eso"
La respiración de T'chai se hace rápida mientras su pulgar enguantado me acaricia el pezón.
"Quiero las dos manos sobre ti, mi compañero. Date la vuelta y pon tu espalda contra mi
pecho. Te acunaré contra mí".
Estoy tan ansiosa por más toques -por sentir más-, que ni siquiera me detengo a
preocuparme si es una mala idea. Incluso si lo es, nos adaptaremos hasta que todo vuelva
a estar bien, ya sea que no nos toquemos piel con piel o que nos sentemos cada uno al otro
lado de la habitación... nos adaptaremos. Me giro en su regazo, desatando los cordones de
mis caderas mientras lo hago. Mis calzones se sueltan y se amontonan alrededor de mis
caderas y me las quito antes de que me adapte a él. Mi espalda está en la parte delantera
de su túnica, y puedo meter mi cabeza justo debajo de su barbilla. Apoya sus manos en sus
rodillas mientras me contoneo en su regazo, sintiendo la dura barra de hierro de su polla
contra mi espalda.
"¿Todavía bien?" pregunta, y su voz suave y ronca está en mi oído y hace que el calor me
atraviese.
Asiento con la cabeza. "Todavía bien". La sensación de "mal" sigue ahí en el fondo, pero
puedo alejarla concentrándome en lo que está bien en este momento: su gran y cálido
cuerpo presionando el mío, el sutil olor de él y la sensación de protección que tengo mientras
estoy acunada en sus brazos. Me recuerda lo cálido y acogedor que siento cuando me
escondo, lo seguro que es, y la vibración incómoda es fácil de ignorar en este momento.
Puedo ahogarla con sólo pensar en lo maravilloso que es ser abrazada por mi fuerte,
cuidadosa, protectora y sana pareja.
Las grandes manos de T'chai se deslizan hacia mis pechos otra vez, y él los toma a ambos.
"Estoy fascinado por tu redondez aquí. Cómo se mueven cuando caminas, y cuando te ríes,
rebotan. Me dan ganas de lamerlos por todas partes" Sus dedos se centran en mis pezones,
los provoca a través de los guantes, y el tacto del cuero combinado con la presión de sus
dedos, y las palabras que susurra, hacen que me duela.
"Los míos no son muy grandes", señalo, jadeando mientras él tira de las puntas. Oh Dios,
eso se siente muy bien. No he sentido nada tan bueno en mucho tiempo. "Son sólo tetas
pequeñas".
"No es el tamaño lo que me fascina sino la forma en que se mueven", murmura, y su boca
me acaricia el pelo, como si no pudiera evitar frotar su cara contra mí. "Es lo sensibles que
son. Cómo reaccionan cuando los toco. Todo eso me fascina. Cuando te ríes y tus tetas se
menean, me dan ganas de arrodillarme y lamerte".
La imagen mental de eso es muy erótica. "¿Dónde me lamerías?"
"En todas partes".
Gimoteo, retorciéndome contra sus muslos.
"Pero enterraría mi cara en el calor de tu coño si me dejaras" Una gran mano enguantada
sujeta mi pecho, golpeando mi pezón incluso mientras la otra baja hasta mi muslo. Tiemblo
de dolor cuando su mano se desliza por el interior de mi muslo. Sí, creo que sí. Oh, sí. Esto
es bueno. Quiero esto. No he querido nada tan desesperadamente en años.
"T'chai", gimoteo.
"Voy a tocar tu coño, mi Mari", me susurra al oído.
Asiento, desesperada. Quiero eso. Dios, cómo lo deseo.
Me pone el guante en el coño y me separa los pliegues... y entonces lo siento.
Todavía estoy seca. Su guante roza mi piel, pegándose en lugar de deslizarse porque no
estoy mojada por la excitación.
Dejo escapar un gemido de pura frustración y trato de apartar su mano. "No funciona..."
"Shhh", me consuela, su brazo se cierra alrededor de mi cintura en un abrazo. Empuja su
cara contra mi pelo y su otra mano me agarra el coño, como si al sostenerlo pudiera de
alguna manera despertarlo. "No te alteres, Mari"
"¿Cómo no voy a alterarme?" Las lágrimas de enfado amenazan detrás de mis ojos,
aguijoneando.
"Porque se sintió bien, ¿no es así? Te gustaron mis palabras, ¿no? ¿Te gustaron mis
caricias?" Cuando asiento, me da un beso en el pelo. "Eso es un progreso, entonces. Lo
haremos a pequeños pasos si es necesario. Si no puedo hacer que te corras, entonces
déjame abrazarte"
Con un pequeño suspiro, me relajo contra él, frustrada. "Sólo... quiero que las cosas sean
mejores"
Se ríe, y me encanta el soplo de su respiración contra mi pelo, mi piel. "No es malo querer.
Pero no dejes que te aleje de encontrar lo bueno. Me gusta tocarte. No me importa si debo
utilizar guantes. Si te hace sentir bien, entonces lo haré con gusto".
"Pero yo quería más" Me doy cuenta de lo petulante que parezco, pero no puedo evitarlo.
Me siento tan... decepcionada. Me permití tener esperanzas de nuevo, y siento como si me
hubieran sacado la alfombra de debajo de mí una vez más.
"¿Tienes más de las hierbas que F'rli te dio?"
"Ugh. No" Sacudo mi cabeza, blanqueando el recuerdo del sabor amargo. "Tampoco
funcionaron. Tal vez mi coño no se humedezca nunca más"
Hace un sonido de simpatía en mi pelo, su mano acariciando mi pecho de nuevo y
burlándose de mi pezón. Mi cuerpo sigue respondiendo, enviando una oleada de dolor a
través de mí, y me quejo con frustración.
"Si tu coño no está mojado, ¿qué pasa si yo lo estoy?" pregunta T'chai.
"¿Qué quieres decir?"
"¿Y si mojo mi guante? ¿Y luego te froto?" Me da otro beso en el pelo. "¿Eso te haría sentir
incómoda?"
Lubricante.
Claro que sí. Dios mío, soy tan estúpida. Tiene que haber algo que podamos usar para el
lubricante por aquí. El lubricante es una respuesta muy inteligente, está hecho para
situaciones como esta. ¿No tienen las mujeres mayores problemas de sequedad y tienen
que usar cosas así? Nunca he tenido problemas para excitarme en el pasado, pero tal vez
eso ha funcionado en mi contra. He asumido que mi cuerpo siempre responderá de la
manera en que lo ha hecho, en lugar de trabajar con lo que tengo. Me dirijo a los pequeños
frascos que he colocado ordenadamente en un estante bajo de madera a la deriva en la
esquina. Nadine me dio una loción para la piel seca el otro día... saco el pequeño bote con
triunfo. No tiene ningún olor porque el de ella me hizo estornudar, así que apartó un poco
sin nada dentro. La loción es un poco de grasa animal y algunas cosas de plantas, pero no
me importa.
Si me engrasa, es todo lo que necesito.
Vuelvo a los brazos de T'chai y presiono la cazuela pequeña en sus manos. "Esto. Usa esto"
Olfatea el pote pequeño mientras me acomodo en sus brazos otra vez, y luego mete un dedo
en la loción, cubriendo su guante con una cantidad abundante. Quiero protestar porque
está utilizando demasiada, esas cosas no son fáciles de hacer y representan horas de
trabajo. Pero luego frota su boca contra mi pelo y deja el frasco a un lado, y su mano está
entre mis muslos otra vez.
Aguanto la respiración, abriendo más las piernas. Mis ojos están apretados, porque tengo
miedo de que esto tampoco sirva de nada. No se sentirá lo suficientemente bien como para
darme la liberación que necesito... y sospecho que él también la necesita. Todo en mí se
tensa cuando él pasa un dedo por mis pliegues, y luego se detiene. "No sé cómo tocarte
aquí. ¿Qué es lo que te gusta?"
Quiero darle la vieja frase trillada de "Me gusta todo, todo es bueno", pero en este caso, se
trata de hacer que me libere, no de aliviar sus preocupaciones. Así que tomo su mano
y no me importa que me toque sin el guante. No se trata de mí ahora, sino de él. Me fascina
ver su cara mientras le trabajo la vega, el juego de emociones que se mueve sobre él, el
hambre descarada en su expresión, la forma en que su mandíbula se aprieta al irse
acercando.
T'chai me mira mientras se corre, su semilla caliente salpicando en mis brazos y en mi piel.
Aunque lo estoy trabajando con un guante, este es el momento más íntimo que hemos
tenido, y cuando me da una sonrisa tímida, casi vacilante, mi corazón se derrite de nuevo.
Le amo, y me encanta esto. Si esto es lo que estamos destinados a tener, lo aceptaré.
∗∗∗∗∗∗∗
Capítulo 17
T’CHAI
Ningún hombre se ha despertado de mejor humor que yo. Sonrío ante el aire frío, sin
importarme que mi aliento respire en una nube helada, incluso dentro de nuestra cabaña.
A mi lado, Mari está tendida sobre mi pecho, con la boca ligeramente abierta mientras
duerme, mientras babea un charco sobre mi túnica. Anoche nos dimos placer el uno al otro.
El pensamiento me llena de alegría, y no puedo dejar de sonreír. Nos complacimos, y luego
nos vestimos y me puse guantes nuevos, y nos abrazamos y hablamos hasta que fue tarde.
Ella durmió a mi lado, y no me importa que haya dormido con capas cubriendo cada parte
de mi piel. Dormí con mi compañera, y ella no se apartó, y eso es todo lo que importa.
Me pongo de costado y me envuelvo alrededor de ella, arropándola un poco más. Mari
bosteza y se mueve contra mí, luego se pone de espaldas y se golpea los labios. "¿Me traes
algo de comida?"
"¿Seguirás durmiendo hasta tarde?"
"Mmm" Ella empuja su cara un poco más profundo en las mantas y yo las envidio. Quiero
ser aquello contra lo que se entierre. Pero puedo traerle comida, al menos.
La toco por última vez, sin importarme utilizar los guantes para hacerlo, frotando sus
caderas y trasero hasta que sonríe mientras duerme. Una vez que veo eso, salgo a
regañadientes de las pieles y hago una pequeña hoguera para que no haga frío cuando salga
de nuestro nido. Pienso en anoche, mi corazón se llena de calor, y me doy cuenta de que
hay mucho que hacer hoy. Debo hablar con A'tar para que nos lleve a la aldea cuando lleve
a T'ia allí. Debo decirle a R'jaal que Mari y yo nos iremos, y que no sé cuándo volveremos.
Y debo preparar el equipaje para el viaje. Mi compañera necesitará pieles y comida, un
arma, botas nuevas, y ambos necesitaremos más guantes. Montones y montones de
guantes.
Me pongo mis capas de ropa, buscando a tientas las ataduras de mis botas antes de
rendirme y dejarlas atrás. No quiero despertar a mi compañera sólo para para atar los
cordones para mí; sólo tendré los pies fríos esta mañana. Salgo de la cabaña y el aire frío
me golpea la cara como una bofetada. Mis pies están fríos, pero no es tan malo. Corro sobre
la arena, ignorando el frío mientras me dirijo al fuego. Bek está allí con su compañera,
alimentándola con trozos de algo mientras se apoya en su hombro. Buh-brukh y H'rlow
están en el fuego con S'teph, haciendo pasteles de raíz y carne para todos. Aún me
sorprende que para alimentar a mi pareja, todo lo que tengo que hacer es ir al fuego y la
comida será proporcionada. R'hosh me ha explicado antes que algunas de las hembras no
disfrutan de la caza, y todos deben hacer su parte, así que cocinan o pasan tiempo alrededor
del fuego cosiendo o trabajando en pieles. Las hembras como Leezh y N'deen no cocinan
porque cazan. Sé que mi Mari ha hecho un poco de ambas cosas, y me pregunto si le gusta
la caza. Tal vez cacemos juntos en el nuevo pueblo.
Me gusta esa idea.
Me como tres de los pasteles junto al fuego, escuchando a las hembras hablar de algo que
extrañan de su hogar, llamado un "star-buck". Hay té caliente de camarones, pero no lo
disfruto como lo hacen las hembras. Como un pastel más cuando se me ofrece, nunca dejo
pasar la comida, y luego pido una comida para mi pareja. S'teph pone unos cuantos pasteles
humeantes en un tazón cubierto para mí, y yo corro de vuelta a la cabaña. Mari aún está
dormida, así que cojo mi pesado tronco y me dirijo a la orilla para fortalecerme. Mi mano se
siente apretada después de anoche, mi dedo más pequeño hormiguea y está débil, así que
trabajo en estiramientos y cierro mi mano alrededor de una roca del tamaño de un puño
entre rondas. Es una mañana fría y tempestuosa, y no hay señales de los soles gemelos.
Están ocultos por las nubes, y el aire lleva indicios de hielo en la brisa.
Sin embargo... sigo sintiéndome feliz. Es un buen día, a pesar de todo lo que el clima nos
frunce el ceño.
"Ho", una voz familiar llama mientras soporto el gran trozo de madera sobre mi cabeza en
movimientos repetitivos. Me giro, sosteniéndolo en alto, y veo a A'tar, vestido con nada más
que un par de calzones. Sus pies también están desnudos, pero sospecho que es porque el
frío no le molesta, como a los sa-khui. Sonríe al verme, mostrando una boca llena de dientes
afilados. "Te ves más fuerte. Mi compañera estará muy contenta de que estés tan saludable.
Se toma como orgullo personal cuando la tribu prospera".
Bajé el trozo de madera al suelo, luego lo levanté hasta mi hombro y sobre mi cabeza una
vez más. "La madera se siente más ligera cada día. Pronto necesitaré un trozo más grande".
A'tar se ríe. "Sólo levanta a tu compañera en su lugar"
No es una mala idea. "Es bueno que estés aquí esta mañana. Tengo que hablar contigo"
Cuando A'tar cruza los brazos sobre su pecho e inclina la cabeza, escuchando, yo continúo.
"Mi compañera quiere ir contigo cuando lleves a T'ia al otro pueblo. Y, por supuesto, yo iré
con ella".
"¿Lo harás?" Sus ojos se estrechan.
"Sí. Sé que tu compañera ha hecho todo lo que puede por mi Mari, pero su khui sigue en
silencio, y eso la angustia. Desea hablar con la otra sanadora y ver si tiene ideas" Cuando
la boca de A'tar se estrecha, me doy cuenta de cómo debe sonar. "Tu V'ronca me salvó la
vida y estamos agradecidos. Espero que no veas esto como un insulto para ella. No se trata
de eso"
Asiente lentamente, con expresión pensativa mientras mira las ondulantes olas. "Lo
entiendo. Mi compañera ha dicho antes que la otra sanadora es más fuerte que ella… pero
creo que seguirá herida. Odia no poder ser de más ayuda para tu hembra. Tal vez esto sea
bueno para ambas". Se encoge de hombros. "Diré que no a menos que mi pareja esté de
acuerdo, por supuesto"
Gruño. Su respuesta me irrita, pero la entiendo. Uno de los deberes de A'tar para la tribu
es volar. Si fuera a pescar y mi compañera no quisiera que me llevara a O'jek conmigo, no
lo haría, porque valoro lo que ella siente.
Aún así, no dejaré que esto nos detenga. Si V'ronca trata de impedirnos ir, viajaremos a pie
a través de los pasos cubiertos de la ventisca si eso es lo que hace falta. Nada importa
excepto intentar todo lo que podamos para hacer feliz a Mari.
"Verónica querrá lo mejor para tu pareja, por supuesto" Tiene una expresión distante en su
rostro. "Ella dice que está bien con eso"
Yo le frunzo el ceño. "No le hemos preguntado todavía"
"Claro que sí." Me da otra sonrisa de oreja a oreja. "¿Quieres hablar con ella? Ella está
despierta ahora"
Devuelvo mi bloque de madera a la puerta de mi cabaña y sigo al macho más grande
mientras se dirige a la tienda que comparte con su pareja. Están en la cima del campamento
inclinado, cerca de los acantilados que llevan a los valles nevados. No han elegido hacer
una cabaña todavía, pero la tienda que comparten es grande y espaciosa, con una
antecámara preparada para que la sanadora haga su trabajo y aún así tenga un área
privada para ella. Lo sé, porque pasé muchas semanas en esa primera cámara cuando
llegué aquí, débil y con vómitos, mientras mi cuerpo trabajaba para recomponerse. Aquellos
días fueron malos... pero Mari estuvo allí todo el tiempo, así que no los miro con tristeza.
Como si pudiera escuchar los pensamientos de su compañero, V'ronca emerge de su tienda
mientras nos acercamos. Hoy lleva una túnica de cuero pálido, con un cinturón debajo de
las tetas, y el bulto redondeado de su vientre es prominente. Hago una pausa, sorprendido,
porque no recuerdo que su pareja estuviera tan... embarazada. Muchas de las hembras de
esta playa llevan ahora kits gracias a la resonancia, pero ninguna es tan grande como
V'ronca. Incluso L'ren sigue teniendo el vientre muy plano. E'lly, la compañera de Bek, tiene
un estómago redondo, pero ha estado cargando por un tiempo.
A'tar se da cuenta de mi confusión y se ríe, aplaudiendo en mi hombro. "Los de mi especie
no llevan tanto tiempo como los de tu especie. Mi dulce Verónica tendrá su tercer hijo antes
de que nazca el primero de los isleños". Suena muy orgulloso.
"Uh, ¿disculpa?" V'ronca llama con una risa. "¿Quién dice que quiero disparar a tres bebés
dragón en una maldita fila? ¿Podemos empezar con uno primero, por favor?" Se frota el
estómago y me da una sonrisa amistosa. "Me alegro de verte esta mañana, T'chai. ¿Cómo
te sientes?"
Su compañero se mueve a su lado, poniendo una mano posesiva en su cuello mientras le
toca la barriga. Ella se desliza un poco más cerca de él.
"Estoy bien", digo, doblando mi mano mala. "Un poco de hormigueo, pero más fuerte cada
día"
V'ronca extiende su mano. "¿Puedo ver?"
"No es nada. Vine a hablar de mi pareja, en realidad" Ella mantiene su mano extendida y
de mala gana yo mantengo la mía extendida para que pueda comprobarlo mientras hablo.
"Ella desea ir a visitar el otro pueblo y hablar con el curandero de allí."
"Ya entiendo." Cierra los ojos por un breve momento y luego sonríe. "Todo se está curando
bien. No exageres." Su expresión se vuelve juguetona. "Le di a tu khui un pequeño empujón
de todos modos. Hazme saber si tu mano se siente peor."
Mi mano es la menor de mis preocupaciones en este momento. "Mi compañera", empiezo de
nuevo.
"Oooh, cierto." V'ronca mira a su compañero. "Creo que es una buena idea hablar con
Maylak. El vuelo no será divertido, hace mucho frío ahora mismo. No me gusta nada que
Ashtar vaya, pero si él va, yo también voy"
"El frío no me molesta como a ti", murmura, frotando su cuello. "Te ataremos en tantas
capas que estarás irreconocible... a menos que prefieras quedarte".
Ella le echa una mirada. "Ya sabes la respuesta a eso".
"La sé".
Me aclaro la garganta, sin querer interrumpir sus bromas juguetonas, pero también sin
querer quedarme atrapado viéndolo toda la mañana. Mari se despertará pronto, y quiero
darle la noticia. "¿No te importa que deseemos ver a la otra sanadora?"
V'ronca niega con la cabeza. "Maylak sabe mucho más que yo. Ha tenido sus poderes
durante mucho más tiempo. Estoy un poco disgustada por no haber podido arreglar las
cosas, pero si ella puede ayudar y yo puedo aprender lo que hace, estoy bien con eso". Su
expresión se vuelve incómoda. "Es sólo que... no sé si ella tendrá una respuesta para
vosotros. Puede que no haya nada que se pueda hacer."
Es algo que he considerado. "Creo que todavía será bueno para Mari alejarse de los demás.
Nos vigilan a los dos muy de cerca"
V'ronca hace un sonido simpático en su garganta. "Sé cómo es eso. Todo el mundo miraba
a Ashtar y a mí como halcones cuando resonamos por primera vez, preguntándonos cuándo
íbamos a 'hacerlo'. Es muy incómodo".
"Si salimos mañana al amanecer", me dice Ashtar, "¿estaréis listos?"
Asiento con la cabeza. "Estaremos con el equipaje preparado y esperando".
"Lleva pieles", dice él. "El doble de las que creas que necesitarás. El aire es el doble de frío
cuando estás en lo alto, y atraviesa las mantas fácilmente".
Su compañera se frota la barriga. "Hablaré con Tia, también, para asegurarme de que esté
lista" Duda y luego añade, "Y hablaré con Harlow y Liz, para asegurarme de que Tia esté
realmente lista." La mujer hace una mueca. "Tia no lo está tomando muy bien. Se siente
como si estuviera siendo exiliada"
Me encojo de hombros. ¿No es así? La están alejando de los que conoce porque causa
demasiados problemas. "Siempre podríamos enviar los Gato Sombra en su lugar"
"¿Y Sessah? ¿Y R'jaal?" V'ronca levanta las cejas. "Seré la primera en decir que no debemos
culpar a la víctima, pero hay un denominador común aquí, y no es I'rec, por mucho que me
desagrade el tipo". Se encoge de hombros y se acerca un poco más a su compañero,
apoyándose en su pecho desnudo. "Ya sabes lo que dicen... no es mi circo, no son mis
monos. Somos el transporte local, eso es todo. Es la decisión de Raahosh".
A'tar casualmente rodea con un brazo los hombros de su compañera mientras me mira.
"Con Tia fuera, los juegos probablemente comenzarán de nuevo. Puede que pierdas la
oportunidad de ganar uno de los cuchillos. ¿Eso te molestará?"
"No, yo..." Me interrumpo cuando el macho, B'ek, se acerca corriendo, con el ceño fruncido.
"¿Qué es? ¿Qué es lo que está mal?"
"Se necesita a Ash-tar", dice Bek. "Otra roca ha sido lanzada del cielo por la gente de Mar-
dock".
∗∗∗∗∗∗∗
Capítulo 18
T’CHAI
Hay una gran excitación entre la tribu cuando A'tar, B'ek y yo traemos la nueva "roca" al
campamento de la playa. El hombre dragón nos llevó en sus garras al lugar previsto, y lo
aseguramos con correas para que pudiera volar de vuelta. Bek no está emocionado con la
llegada del nuevo paquete desde los cielos.
"El último ha causado suficientes problemas", refunfuña mientras atamos unas fuertes
correas de cuero para asegurar la caja. "¿Realmente necesitamos tanto estos cuchillos?"
No digo nada, pero en secreto, estoy preocupado. Esta "roca" no se ve igual que la última.
El color es oscuro y opaco, y los bordes son redondeados en vez de cuadrados. Recuerdo la
voz excitada de R'jaal cuando exclamó que encontró a mi Mari en un "huevo" que había sido
lavado en la orilla.
Esta roca se parece mucho a un huevo, y me preocupa que no contenga cuchillos.
A'tar la deja en medio de la creciente multitud, y yo busco a mi pareja en las arenas. Ella
está allí, cerca de la parte de atrás del grupo como siempre, con una taza de bebida caliente
en sus manos. Empujo a través del grupo, dirigiéndome hacia ella, porque nada es tan
importante para mí como verla sonreír e inhalar su aroma. No me importa si esta nueva
roca lleva cien cuchillos. Lo único que importa es mi compañera, y saber que tengo buenas
noticias para ella.
Me sonríe, sus mejillas se enrojecen con el frío del aire, y lucho contra el impulso de
agarrarla y sostenerla contra mi pecho de forma posesiva. Mía. Toda mía. No importa lo que
mi khui piense en este momento. Sé en mi corazón que esta es la única hembra para mí.
"¿Dormiste bien?" Quiero acariciar su cara pero en vez de eso busco un mechón de su
melena, retorciéndola alrededor de mis dedos.
"Muy bien". Ella me da un empujoncito en la pierna con su pie. "¿Dónde están tus botas?"
"No quería despertarte sólo para atarlas por mí"
Frunce las cejas y se ríe. "¿Así que has estado vagando por la nieve sin zapatos? ¿No tienes
frío?"
He estado tan distraído que no me he dado cuenta. Tal vez me estoy acostumbrando al aire
frío de aquí después de todo. Me encojo de hombros y acomodo sus capas más cerca de
ella, preocupándome protectoramente de mi pareja. "No tengo frío, no. ¿Y tú?"
Ella niega con la cabeza y se acerca un poco más a mí, cogiendo mi brazo y poniéndolo
alrededor de sus hombros. Mi pecho se hincha de placer y orgullo, y ella encaja
perfectamente justo debajo de mi brazo. "No. ¿Encontraste tú eso? ¿El baúl?"
Niego con la cabeza. "Uno de los cazadores que revisaba sus trampas lo encontró y regresó
al campamento. B'ek y yo ya estábamos con A'tar, así que le ayudamos a asegurarlo para
llevarlo de vuelta".
Se humedece los labios y me muestra una mirada inquieta, inclinándose para susurrar.
"No se parece al otro baúl. Parece una cápsula de extasis".
Asiento con la cabeza. "Yo pensé lo mismo. Veremos qué dice M'dok".
Muchos de los machos hablan con entusiasmo, pero veo inquietud en las caras de muchas
de las hembras. La pareja de R'hosh sostiene a su nueva hija en su teta y mantiene a las
demás cerca de sus piernas, su boca en una línea plana de angustia. Le susurra a H'rlow,
que está cerca con su bebé en un cabestrillo. No creo que estén contentas con el regalo que
nos han dejado esta vez.
F'rli y M'dok son finalmente encontrados y la hembra sa-khui mira ansiosamente a su
pareja, su mascota dvisti a su lado. "¡Ni-ree te ha dejado otro regalo!"
"¿Más cuchillos?" pregunta O'jek, compartiendo una mirada con A'tam.
Pero M'dok sólo se frota la mandíbula y niega con la cabeza. "Esto no es un paquete de
regalo. Es una cápsula de extasis". Se pasa una mano por la cara. "Niri, imbécil".
"¿Así que tu amiga nos envió a alguien?" pregunta Leezh, hablando en voz alta mientras su
compañero se acerca, unos pasos detrás de M'dok. "Creo que hablo en nombre de todos
cuando digo 'Hey, ¿qué coño?'"
"Debe haber una razón", dice M'dok, deshaciendo algunas de las correas de cuero de la
tapa. "Esperad". Su mano roza la superficie y entonces una luz comienza a parpadear. "Hay
un mensaje, al menos"
F'rli está inmediatamente al lado de su compañero, tocando su brazo en un gesto de apoyo.
"¿Qué dice?"
Abrazo a mi compañera un poco más cerca. F'rli está dando a su compañero una mirada
protectora, y me doy cuenta de que estos mensajes deben ser angustiantes para él. Trato
de imaginar cómo me sentiría si recibiera regalos de mi clan perdido en la isla. Sería un
recordatorio de todo el dolor y la pérdida cada una de las veces. No creo que me gustara.
Mari me da un codazo, girando su cara hacia mí. "¿Estás bien?" susurra, con preocupación
en su rostro.
Yo asiento.
Antes de que pueda decir algo, hay un sonido crepitante y luego una voz femenina
desconocida llena el aire, incluso cuando una imagen brillante de una mujer mayor aparece
justo sobre la roca. "No me mates, Mardok. Sólo le estoy haciendo un favor a una amiga.
Necesitaba un lugar para desaparecer del radar por completo. Trátala bien, ¿vale? Es una
buena chica. Te traeré más comida y suministros en la próxima carrera. Espero que tú y
esa mujer tuya estéis bien. Salúdala de mi parte".
"¡Hola!" exclama F'rli, sonriendo.
"¿Estás bien?"
Ella asiente, aspirando profundas respiraciones de aire. "Sólo necesitaba un momento,
gracias". Nos parpadea a todos, sus ojos extrañamente incoloros y sin el azul khui de la
vida. Su sonrisa se amplía. "Hola a todos". Mira a su alrededor y luego se estremece. "Vaya,
Niri dijo que hacía frío aquí, pero no creo que estuviera lista para este tipo de congelación.
Es más frío que la teta de una bruja aquí afuera". Se frota los brazos, cubiertos con un
cuero grueso de un color extraño.
"¿Niri te envió aquí?" M'dok pregunta con voz tranquila mientras F'rli se quita
inmediatamente la corta capa de piel que llevaba puesta y se la ofrece a la hembra.
La nueva mirada humana se asombra de la ropa de F'rli: unos cuantos collares y un
taparrabos, y luego la mira fijamente. "Tú debes ser Farli. Niri dijo muchas cosas buenas
sobre ti y Mardok. Soy Daisy"
"Ahora sé que estás mintiendo", dice M'dok, riéndose. "Niri nunca tuvo algo bueno que decir
de nadie".
La hembra sonríe desde debajo de la capa y se estremece, mirando a su alrededor. "¿Así
que este es el hogar ahora?"
"¿Lo es? Estamos tratando de averiguar por qué Niri te envió" M'dok mira a R'hosh. "No es
que no seas bienvenida, por supuesto. Sí que lo eres. Sólo estamos sorprendidos de verte"
"Muy bienvenida", añade S'ssah, y se quita la capa y se la ofrece a la hembra también. Hay
una mirada de adoración en su rostro juvenil. "Nuestra tribu está mejor hoy, ahora que tú
estás en ella".
"Hoo boy", oigo un murmullo femenino cerca.
O'jek se adelanta y ofrece su capa, frunciendo el ceño a S'ssah. Los dos machos se empujan
entre sí, como si no hubiera suficiente espacio en la playa para ambos, y Mari hace un ruido
de asco en su garganta. Se comportan como tontos, pero no digo nada. Estaría igual de
desesperado si mi pareja no estuviera en mis brazos. Entiendo su excitación.
La hembra toma las pieles apiladas sobre ella y le da a todos una pequeña sonrisa, sus
dientes castañeteando. "Siento sorprenderos. Niri dijo que vosotros habéis acogido a
refugiados humanos... ¿Estaba equivocada? Dijo que este era un lugar seguro para venir,
sólo que no podría irme" Daisy parece insegura, mirando a la tribu.
"Por supuesto que eres bienvenida", H'rlow da un paso al frente, entregando su bebé a su
compañero y palmeando la cabeza de Rukhar antes de moverse hacia el lado de Daisy.
"Todo esto debe ser muy abrumador. Ven al fuego. Podemos conseguirte un té caliente y
puedes decirnos por qué decidiste venir aquí" Le da a Daisy una mirada compasiva. "Y te
acostumbrarás al frío..."
"Maldición, Harlow, no le mientas", grita otra mujer. F'lor, creo. Ella es la que se ofreció a
cuidar a R'jaal cuando él se peleó con I'rec. "El frío es permanente, cariño. Aunque el piojo
lo mejora".
"El parásito, claro" Daisy parece insegura y un poco asustada. "Niri lo mencionó"
"Vamos", dice Leezh. "Dejad todos de agobiarla. Dejemos que se siente junto al fuego y nos
diga por qué hizo que Niri la trajera aquí en vez de a la Tierra".
"Nadie va a la Tierra, ¿recuerdas?" alguien grita. "Esa no era una opción"
"Niri es una pirata. Puede hacer lo que quiera." Leezh ajusta las pieles que envuelven a su
bebé. "Pero bueno, claro, haremos como si nadie fuera a ir allí, pero cada maldito año
aparecen más y más humanos. Ahora, Sessah, una vez que termines de babear, ¿puedes ir
a buscar algo de carne para que podamos hacer un guiso? Pondré un poco de té. Que
alguien ayude a Daisy con el fuego".
Las cejas de Daisy se fruncen y nos mira a todas las caras. "Esperad. ¿No lo sabéis?"
"¿Saber qué?" H'rlow pregunta con una paciente y amable voz.
"Oh, cielos." Daisy se muerde el labio. "Aunque Niri me llevara a nuestro sistema solar, no
hay nada a lo que volver. La Tierra está destruida".
∗∗∗∗∗∗∗
Capítulo 19
MARI
No puedo dejar de llorar.
Es estúpido, lo sé, llorar por la destrucción de un planeta que no volveré a ver, pero no
puedo parar. No soy la única. Todas las chicas alrededor del fuego han estado completa y
totalmente inconsolables. Puedo decir que Daisy está devastada por haber tenido que ser
portadora de malas noticias, está claro por su bonita cara que está destrozada por ello. A
mi lado, Callie se suena la nariz con un suave trozo de cuero y las manos de Lauren
tiemblan tanto cuando bebe su té que toda su taza se sacude, derramando parte del líquido
en su regazo. T'chai está de pie detrás de mí, una presencia sólida y reconfortante, y no me
importa el toque de sus manos o su calor. Estoy agradecida de tenerlo aferrado, porque
ahora mismo me siento hueca.
Willa empuja una taza de té en las manos temblorosas de Daisy. Es una de las pocas
mujeres que no se aferra a su pareja en este momento. Gren está flotando en los bordes del
fuego, sin duda tratando de esconderse en las sombras para no asustar a Daisy con su
cara. "Cuando estés lista, puedes contarnos todo", asegura Willa con voz amable. "Nadie
está enfadado contigo por decir lo que había que decir. Sólo estamos sorprendidas"
Daisy parece insegura. Su mirada se encuentra brevemente con la mía, y aunque lleva una
sonrisa brillante, puedo ver que parece aterrorizada. Por supuesto que lo está. Depende de
todos los presentes para sobrevivir y nos acaba de dar la última mala noticia. Le pongo una
sonrisa aguada, tratando de hacerle saber que tiene una amiga, porque ya he estado en su
lugar antes. Es incómodo ser el centro de atención. Ella sujeta el té en sus manos y estudia
la taza con fascinación. "¿Esto está hecho de hueso? Vaya. Está bien" Daisy piensa por un
momento. "Escuché las noticias sobre la Tierra justo después de que me arrastraran de allí"
"¿Arrastrada?" pregunta Devi. Tiene la mano fuertemente entrelazada con la de N'dek, su
expresión es sombría. A su lado, Elly está acurrucada en los brazos de Bek, abrazando sus
rodillas mientras ella se apoya en su pecho.
Daisy asiente con la cabeza, tomando un sorbo de té. "Fui secuestrada por esclavistas
cuando tenía dieciséis años. Eso fue hace diez años. Al principio estaba disgustada, pero
luego llegó la gran noticia sobre la Tierra, y me sentí afortunada de haber escapado cuando
lo hice. No tengo mucha información sobre lo que pasó, pero la especulación en este extremo
de la galaxia es que alguien estaba jugando con cosas con las que no debería jugar. Hubo
un desgarro en el continuo espacio-tiempo. Esto causó un agujero en la estructura del
espacio y se comió todas las nave cercanas a ese sistema solar en particular. Sólo puf, fuera
de línea, y nunca más ser visto. Cuando se enviaron las naves de exploración, todo lo que
dijeron fue que ahora había una grieta inestable en la atmósfera de la Tierra y que toda la
civilización humana había desaparecido. Acababa de ser sacada de la Tierra menos de un
mes antes, así que lo recuerdo muy claramente. Originalmente iba a ser vendida en una
estación espacial, pero una vez que mi captor descubrió que yo era ahora una especie muy
rara, fue directamente a tres de los comerciantes más ricos que conocía y les ofreció una
subasta privada. Pujaron durante varias semanas y al final de la misma, conocí a mi
propietario y más tarde a mi marido, Johani de la Casa Vrexhii" Su sonrisa se vuelve
melancólica y distante. "Era un tipo muy agradable. Praxiano. Tuve suerte"
"¿Praxiano y era agradable?" pregunta Mardok, frunciendo el ceño. "Eso no suena a ningún
praxiano que conozca".
"¿Verdad? Como dije, tuve suerte". Daisy se acaba su taza de té e inmediatamente R'jaal
está ahí para darle una nueva. Ella le sonríe, y me doy cuenta de lo bonita que es. A
diferencia del resto de nosotras que hemos estado viviendo en el frío salvaje durante los
últimos meses, la piel de Daisy está pálida como la leche y tan suave que parece porcelana.
Sus pestañas son increíblemente gruesas y sus cejas están perfectamente arregladas. Su
pelo está perfectamente acondicionado y suave, un brillante rojo-dorado que parece un
amanecer. Cuando le quita la taza a R'jaal, noto que sus uñas están pintadas de un rosa
claro. Oh sí, Daisy era la mascota mimada de alguien.
Y si los hombres se peleaban por Tia, ahora será un problema que Daisy aparezca.
Miro a las mujeres solteras y veo que Bridget y Flordeliza tienen expresiones reservadas. No
puedo ver a Raven, que se ha hecho a un lado, pero Tia parece estar lista para asesinar a
Daisy. Steph parece que está tratando de psicoanalizar a Daisy, y Sam, bueno, Sam es
realmente la única que no parece completamente destruida ante la noticia de la destrucción
de la Tierra. Parece casi... alegre, lo cual es extraño. Probablemente sólo sea un mecanismo
de supervivencia.
Pero ahora las mujeres superan a los hombres. Esto va a añadir un nivel completamente
nuevo y competitivo al coqueteo que ha estado ocurriendo. Nadie va a querer ser la mujer
de más. Nadie va a querer ser la única persona soltera en la playa que no tiene a nadie con
quien resonar... y eso cambia la dinámica de todo.
"¿Así que eras la esclava de alguien?" Gail pregunta, meciendo a Z'hren mientras se chupa
el pulgar, descansando sobre su pecho.
Daisy asiente, acercándose un poco más al fuego. "Cuando me compraron por primera vez,
me aterrorizaba que fuera cruel conmigo, pero resulta que no fue así". Ella sonríe con
cariño. "Johani tenía más de tres veces mi edad. Ochenta en años praxianos, lo que no es
terriblemente viejo para ellos, pero me pareció muy viejo a mí. También era muy, muy
alegre, y muy enamorado de Sirroc, su guardaespaldas. El hecho de que Johani no tuviera
una esposa de algún tipo hacía que algunos de sus socios se sintieran muy incómodos. Los
praxianos están muy centrados en las apariencias y el honor de la casa, y no podía casarse
con Sirroc sin convertirse en un paria y perder todos sus negocios. Así que me compró en
una subasta muy ostentosa y me hizo desfilar como si fuera su juguete favorito. Los
praxianos no se emparejan con las humanas, pero durante diez años, hice el papel de la
pareja de Johani y todos sus socios sabían lo mucho que me quería. Pero recientemente..."
Se encoge de hombros. "Me he sentido sola. Loca de remate, supongo. Es agradable que me
mimen, pero he echado de menos a los míos, gente con la que hablar que entienda lo que
es ser humano". Su sonrisa se vuelve melancólica. "Así que hablé con Johani y le pedimos
a su vieja amiga Niri que me ayudara. O espera, ella tiene un nombre diferente ahora, ¿no?"
Daisy mira a Mardok, sonriendo.
"¿Así que la amiga de Mardok te dejó aquí porque querías estar cerca de los humanos?"
Silencio. Angie habla, con las manos retorcidas en su regazo. Su compañero Vordis tiene al
bebé Glory en sus brazos, parado detrás de su compañera. "¿Te sentías muy sola?"
"Sí", dice Daisy en voz baja. Una expresión de nostalgia aparece en su cara al ver el bebé de
Angie. "Quería tener mis propios hijos. Un compañero. Pero no podía tener eso con Johani,
porque arruinaría su reputación. Y Johani era amable, pero no era un gran fan de los niños,
incluso si quería tener uno por mi cuenta" Su expresión se vuelve distante. "Y el pueblo
praxiano puede ser... difícil para los humanos. Sólo estaba cansada de ser una cosa bonita
para mirar. Niri me habló de este lugar, y pensé que sonaba tan bien como cualquier otra
cosa. Dijo que los hombres de aquí necesitaban compañeras, así que pensé en tirar los
dados y arriesgarme. Incluso si no funciona, al menos estoy entre humanos otra vez" Se
encoge de hombros. "Así que fingimos mi muerte. Ahora Johani puede llorarme en público
y ganará mucha simpatía por su pérdida. Nadie le arrojará hijas o tratará de negociar
matrimonios arreglados cuando esté de luto, y puede seguir viviendo su vida con Sirroc, y
yo puedo empezar una nueva aquí" Parece insegura. "Si os parece bien, chicos"
Hay un silencio incómodo. Los hombres miran a Raahosh y las mujeres desvían la mirada.
Tia cruza los brazos.
Liz se aclara la garganta. "Por supuesto que está bien. Sólo lamento que la Tierra haya
tenido que ponerse en plan Alderaan para traerte aquí. Eres muy bienvenida, Daisy.
Cualquier cosa que necesites, la tribu te la proporcionará hasta que estés lista para empezar
a contribuir por tu cuenta"
"Maravilloso". Daisy sonríe, y no puedo evitar sonreírle cuando nuestros ojos se encuentran.
Se ve bien, aunque un poco perdida.
"Puedes quedarte en nuestra cabaña", digo yo. "Ya que no la usaremos"
Se siente como si toda la tribu se volviera a mirarnos. "¿Qué?" Lauren pregunta. "¿Qué está
pasando?"
"Vamos a visitar la otra tribu", digo. "Para... unas cuantas cosas" No quiero contarles todos
nuestros asuntos. "Ya lo hemos discutido con Verónica y Ashtar. Cuando vayan a llevarse
a Tia, nosotros también iremos".
Callie me mira como si la hubiera traicionado. "¿Por cuánto tiempo, chica?"
Me encojo de hombros y le echo una mirada que significa que hablaremos de ello más tarde.
Para mi alivio, T'chai habla. Me frota el cuello mientras lo hace, el toque reconfortante y
sólido. "Acompañaremos a T'ia, y le contaremos a las otras humanas las noticias de vuestro
planeta"
"Tal vez Tia no quiera ir", murmura Tia. Pero nadie le presta atención, porque suena como
cualquier otra adolescente malhumorada del mundo.
"Puede que no sea una mala idea", dice Harlow, mirando a Liz antes de mirarme a mí y
luego a Verónica. "Pero decídselo suavemente".
"Por supuesto". No tengo ganas de entregar ese mensaje, pero distrae a la gente de
preguntar por qué quiero ir. Estoy segura de que pueden entenderlo, pero no quiero decirlo
en voz alta. De todas formas, no es asunto de ellos.
"¿Cuándo vas a ir?" pregunta Liz, mirando a Ashtar y Verónica.
Verónica le toca el brazo a su compañero y él se encoge de hombros. Tiene a Verónica en
su regazo, acunándola con protección. "Mañana, si el tiempo lo permite".
"¿Mañana?" Tia se ahoga. Se pone de pie y corre desde el fuego, y es seguida
inmediatamente por I'rec. Algo me dice que mañana no es lo suficientemente pronto, pero
tendrá que ser así.
"¿Qué tal un khui para la nueva hembra?" Sessah pregunta, su cara se sonroja cuando
todos se vuelven hacia él. "Se necesita una cacería de sa-kohtsk. Se necesitarán muchos
grandes cazadores para derribarlo".
"No quiero ser un problema", dice Daisy suavemente. "Estoy segura de que puedo esperar"
"Tú no puedes y no lo harás", dice Liz. "Tenemos muchos cazadores que pueden derribar
un sa-kohtsk, no te preocupes. Estoy segura de que tendremos muchos, muchos
voluntarios" Echa un vistazo a la tribu, su mirada se posa en algunos de los machos no
apareados en particular.
"Iré a explorar por la mañana", dice R'jaal, poniéndose de pie.
"No sabrás qué buscar. Yo sí." Sessah sube a su altura máxima y mira a R'jaal. "Yo iré".
"Oh chico", dice Brooke en voz baja, sacudiendo la cabeza mientras trenza el pelo largo de
Taushen. "Al menos ya no se pelean por Tia".
Me siento mal por la pobre Daisy, porque un silencio incómodo cae sobre el campamento.
No está acostumbrada a escuchar las bromas familiares y las constantes bromas que en la
tribu se gastan unos a otros. Está claro que se siente como si fuera una molestia. "En
verdad, no me importa esperar" Ella abraza las mantas más cerca de su pecho. "Estoy lista
para zafarme del frío".
Eso lo resuelve. Me pongo de pie, bostezo y tiro de la mano de T'chai. "Ven con nosotros,
Daisy. Te mostraré nuestra cabaña y te conseguiremos ropa más abrigada. Vosotros podéis
resolver los detalles de la caza sin ella. Está cansada y probablemente necesite descansar".
Daisy se pone de pie inmediatamente, una figura redondeada por una inmensa cantidad de
capas de piel. "Gracias..."
"Mari". Asiento con la cabeza y luego toco el hombro de Callie, cambiando al español. "Te
veré antes de irme y te explicaré todo, ¿de acuerdo?"
"Despiértame temprano si tienes que hacerlo", me dice Callie. "Quiero escucharlo todo" Me
mira con preocupación antes de apoyar la cabeza en el hombro de M'tok. "Será mejor que
no te escabullas de mí".
Daisy es muy alegre. Exclama sobre la playa lejana y las estrellas en el cielo nocturno. Grita
con deleite sobre mi cabaña, llamándola "encantadora" y "adorable". Está igualmente
encantada con el contenido de su interior y con lo cálida que es. No puedo decidir si Daisy
es fácilmente excitable... o una idiota.
"Esto va a ser muy divertido", me dice entusiasmada Daisy mientras avivo el fuego en el
centro de mi cabaña. "Este lugar es muy hermoso"
"Va a ser un montón de trabajo", le advierto. "Todo el mundo contribuye y hay un sinfín de
tareas por hacer. No es una cabaña de esquí que estés visitando en vacaciones. No hay
agua caliente, ni plomería, ni nada a lo que estés acostumbrada"
"Ya lo sé". Daisy me da una mirada seria. "Probablemente pienses que estoy un poco loca.
Es sólo que... durante años, he estado desfilando por una ciudad tras otra, una estación
tras otra. No he visto ni una brizna de hierba verde desde que dejé la tierra"
"Tampoco verás hierba aquí", le admito. "Planeta de hielo y todo eso".
"Pero estás al aire libre, al aire libre. Y eres libre. Y estáis juntos. Tenéis una comunidad.
Nadie está realmente solo" Su expresión se vuelve dolorosamente dulce. "Es todo lo que
quería. Un lugar al que pertenecer de nuevo".
Ahora me siento mal por ella. Le doy a la recién llegada una sonrisa comprensiva. "Es un
grupo pequeño, así que debes saber que todos están en los asuntos de los demás. Hay muy
pocos secretos aquí" Hurgo en el fuego, y luego agrego, "Y no todos van a estar felices de
que estés aquí"
"Las otras mujeres, ¿verdad? Vi la forma en que algunas de ellas me miraban. No parecían
felices". Daisy me mira con astucia. "Soy la competencia, ¿verdad?" Cuando asiento, ella se
encoge de hombros. "Puedo lidiar con la competencia. No estoy aquí para robar el hombre
de nadie. No quiero a nadie a menos que mi khui elija darme una resonancia". Pone una
mano sobre su corazón, una mirada de entusiasmo en su cara. "Sólo quiero estar con
alguien que me quiera de verdad, y que no sea capaz de dejarme de lado."
"La resonancia es para siempre", digo... y luego pienso en mi propia situación. "Más o
menos"
"¿Más o menos?" repite ella.
"Sólo... para siempre" Niego con la cabeza. "No es importante. En cualquier caso, las demás
pueden ser un poco difíciles a tu alrededor al principio, pero cambiarán de opinión"
"Porque somos humanas y deberíamos llevarnos bien, ¿no?"
Claro, Daisy, lo que tú digas. "Lleva tiempo", digo en forma neutral. "Y el tiempo es lo único
que nos sobra por aquí"
∗∗∗∗∗∗∗
LE MUESTRO A Daisy mi ropa extra y cómo atar las cosas. Le enseño a meter piel extra en
sus botas para darles más calor, y a poner su ropa en capas contra su cuerpo para evitar
lo peor del frío. El khui la ayudará, pero hasta entonces, va a tener un poco de frío todo el
tiempo, así que termino dándole la mayor parte de las mantas y directamente alimento el
fuego más alto de lo que normalmente lo haría.
Se va a dormir en la cama de pieles en la que normalmente me quedo, así que me siento en
las pieles de T'chai y espero en silencio a que vuelva. Justo cuando pienso que todo se está
calmando, algo nuevo aparece y sacude nuestras vidas. Parte de mí se siente culpable de
que nos vayamos por la mañana. Tia claramente no quiere irse. Si convence a Liz y Raahosh
para que la dejen quedarse, no puedo exigir que me lleven al otro pueblo. Y Daisy necesita
una amiga que la ayude, porque es como un nuevo cervatillo ansioso listo para enfrentarse
al mundo. Necesita que alguien le ponga el brazo alrededor de los hombros y la ayude
durante los primeros días aquí, como Lauren hizo conmigo.
Me siento culpable por ponernos a mí y a T'chai primero. Sólo un poco culpable. Pero si no
es ahora, ¿entonces cuándo? Alguien siempre va a resonar. Alguien siempre va a tener un
bebé, o tener algún tipo de crisis tribal. Siempre habrá visitantes que se presenten, como
hicieron Bek y Elly. O Daisy podría ser la primera de una corriente de humanos que Niri
nos deje caer. No hay forma de saberlo.
Tampoco tiene sentido esperar a un momento "mejor", al igual que no tiene sentido esperar
a ver si mi khui se despierta de nuevo.
Estoy cansada de esperar.
La puerta se abre y T'chai entra, todo pieles pesadas y pies descalzos. Me mira con
curiosidad y me pongo un dedo en los labios y señalo a Daisy, que está dormida en mi nido.
Se mueve a mi lado en silencio y se sienta, e inmediatamente comienzo a desvestirlo, tirando
de los cordones. Toco uno de sus pies, ya que hoy no tengo que quitarle las botas. "Tus
dedos están congelados. Tienes que llevar zapatos", le susurro. "¿Quién te crees que eres,
Farli?"
T'chai me mira con curiosidad y luego sonríe. No me burlo de él muy a menudo, me doy
cuenta, y creo que debería hacerlo mucho más. Me encanta su sonrisa. "Los recordaré la
próxima vez." Echa un vistazo al lugar de Daisy y vuelve a mí. "El clan de los Gato Sombra
están muy decepcionados de que se escapara contigo"
"Una lástima para ellos". Le quito un grueso y lanudo chaleco de sus hombros y lo tiro a un
lado. "Se han dado cuenta de que ella no se va a ir a ninguna parte, ¿verdad?"
Él resopla con una risa silenciosa. "¿Pensarás mal de R'jaal si te digo que él también pidió
venir a visitarla?"
Lucho contra el impulso de poner los ojos en blanco. R'jaal se siente solo. Es el único de su
clan que no ha resonado y tiene que sentir todo tipo de cosas al respecto. "Algo me dice que
Daisy va a ser muy popular por un tiempo, y va a volver locas a las otras chicas" Me
humedezco los labios mientras le quito la última capa del pecho, y entonces no es más que
una piel suave y azul pálido. Me pican los dedos por tocarle, pero no lo hago, porque no
quiero que mi piojo envíe esa señal de 'NO, NO, MALO' a mi cabeza. Quiero seguir
disfrutando de este momento. "¿Vamos... Tia sigue yendo a la otra tribu? ¿Mañana por la
mañana? ¿O ha sido cancelado?"
T'chai niega con su cabeza y alcanza un mechón de mi cabello, jugando con él. Su otra
mano descansa en mi espalda baja, y desearía que me tomara en sus brazos. Sé por qué no
lo hará, pero... aún así. "Hablé con R'hosh y Leezh, y con A'tar y V'ronca. Todavía estamos
yendo. Ellos entienden por qué queremos ir, y sienten que debemos hacerlo. Además, creo
que V'ronca no quiere ser el que le cuente a las demás humanas sobre vuestro mundo".
Dios, no la culpo. Yo tampoco estoy segura de querer hacerlo, pero lo tomaré como mi
responsabilidad. Es lo menos que puedo hacer si conseguimos un viaje gratis en medio del
más profundo invierno a la otra aldea. "Está bien". De repente estoy nerviosa. ¿Y si vemos
a la otra sanadora -Mayla- y ella tampoco puede hacer nada? ¿Y si estamos condenados?
"T'chai..."
Niega con la cabeza, cortándome antes de que pueda decirlo. "Tomamos lo que tenemos y
estamos agradecidos por ello", susurra. "Porque al menos estamos juntos, y estamos sanos"
Tiene razón. Miro la forma de dormir de Daisy y siento lástima por ella. A través de todo
esto, he tenido a alguien a mi lado. Al principio era Lauren, que me guiaba. Luego fue T'chai.
Desde que regresamos a esta playa, otros han estado constantemente revisando para
asegurarse de que estamos bien. R'jaal y los otros de los Cuerno Alto nos han alimentado y
ayudado a construir nuestra cabaña. Ashtar y Verónica han apoyado la curación de T'chai
y mi lucha con mi khui. Callie ha sido un hombro en el que apoyarse, y Farli y Mardok
también. Me he sentido sola, pero ha habido toda una comunidad alrededor de los dos todo
este tiempo. Incluso cuando aterricé, estaba con otras dieciséis mujeres en la misma
situación. La pobre Daisy está aquí sola.
Necesito encontrarle una amiga antes de irnos, y tomo nota mental para hablar con Callie
sobre ello.
"¿Qué te preocupa?" T'chai pregunta ante mi silencio.
"Sólo pienso en todo. ¿Seguro que quieres ir conmigo? Sé que te estoy pidiendo mucho". De
repente estoy nerviosa por alejar a T'chai de su sistema de apoyo y pedirle que venga
conmigo a la otra tribu. Si decido quedarme allí por un tiempo... ¿Cómo va a ser eso justo
para él?
"Mi compañera, no pides demasiado. En todo caso, nunca pides lo suficiente" Estudia mi
cara y luego se inclina y me da un beso en la frente. Me pongo rígida con la caricia, pero
esta vez no me hace sentir un hormigueo en el cuerpo. Sólo se siente... benigno. "Duérmete",
susurra. "Nos despertaremos muy temprano y será un largo día de viaje".
“¿Vienes a la cama?” pregunto señalando hacia las pieles.
“¿Deseas que duerma contigo? Puedo hacer una cama en cualquier parte…”
Le interrumpo en seco antes de que pueda sugerir más cosas. “Vas a dormir conmigo”
Me sonríe llenándome de calor.
∗∗∗∗∗∗∗
Capítulo 20
MARI
Parece que cierro los ojos por un momento y luego T'chai me sacude suavemente. Es hora
de empezar nuestro viaje. Una emoción de anticipación precavida da vueltas en mi vientre.
Por favor, deja que esto funcione. Por favor.
El fuego se ha extinguido, y Daisy está enterrada bajo las pieles, todavía durmiendo. Pienso
en despertarla para repasar cómo hacer fuego otra vez, pero al final, decido dejarla dormir.
Hablaré con Callie y me aseguraré de que le eche un vistazo a Daisy. De todos modos, algo
me dice que Daisy no va a tener un momento para sí misma durante un tiempo. Va a ser
la chica más popular del planeta hasta que resuene... al menos, será popular con los
hombres. Sólo espero que las demás sean comprensivas. Como dijo Daisy, estamos todas
juntas en esto. Todas somos humanas.
Tal vez las últimas humanas.
Me trago el nudo de la pena en la garganta y me visto en silencio. T'chai hace lo mismo, y
le ato las botas, tratando de mostrarle en silencio cómo hacer un doble nudo. Él lo hace a
tientas, luego sacude su mano, y me doy cuenta de que es la de los tendones malos. Sé que
le molesta, pero en mi cabeza, es muy poca cosa. Le vi tener las tripas en la mano y pensé
que iba a morir justo delante de mí. No me importa si su mano no funciona perfectamente.
Así que juguetonamente aparto su mano y me burlo de él. "No me quites mis deberes de
esposa. Ese es mi trabajo"
Sus ojos brillan cálidos, y pienso en su guante bañado en loción, y un ardiente cosquilleo
me atraviesa. Terminamos de vestirnos, y nos ayudamos a ponernos los guantes, y él tiene
que sacarse unos nuevos. Me doy cuenta de que ambos estamos pensando en esa noche, y
me sonrojo cuando termina de atarme el guante en la mano.
"¿Tienes otro par empacado?" Pregunto. "¿Por si acaso?"
"¿Por si acaso?"
"Por si acaso la curación no funciona. Todavía nos quiero... a nosotros"
Hay tal calidez y afecto en su mirada que quiero deleitarme con ella. "Yo también nos
quiero". Y pone otro par en la bolsa de cuero que ya está repleta de nuestras cosas.
Pienso en "nosotros" y en lo que significa cuando dejamos la cabaña, y una Daisy todavía
dormida. Nos detenemos en las chozas de los otros miembros del clan Cuerno Alto y les
explico a Callie y Penny sobre Daisy y cómo va a necesitar que la gente la ayude. Penny está
ansiosa por ser voluntaria, pero Callie, mi ardiente amiga que no se deja engañar, sólo me
mira con escepticismo.
∗∗∗∗∗∗∗
TIA LLORA mientras la silla de Ashtar se ajusta y las bolsas se colocan en la espalda del
Dragón. "No quiero ir", grita, claramente molesta. "Quiero quedarme".
Liz y Raahosh están aquí para despedirnos, junto con R'jaal y Sessah. Los hombres atan
los paquetes a Ashtar y apilan mantas en las cestas en los costados del Dragón para que
los pasajeros se sienten. No estoy segura de estar encantada de viajar en una de esas cestas
todo el día, pero es demasiado tarde para cambiar de opinión. No voy a dejar que un viaje
incómodo me impida hacer lo que tengo que hacer. T'chai está a mi lado, apretando mis
pieles y preocupándose por mis capas, ya que el viento está muy fuerte y cortante hoy.
"Por favor, no me hagas ir", le dice Tia a Liz lloriqueando. La mujer apareada parece
visiblemente molesta por la angustia de Tia, pero sacude la cabeza. "¡Todo el mundo me va
a olvidar!" Tia llora, las lágrimas le corren por las mejillas. "¡Volveré y no quedará nadie con
quien aparearse!"
"¿Es eso todo lo que te preocupa?" Liz pregunta, exasperada. "¿En serio?"
Sessah mira hacia atrás a Tia, y si acaso, parece aún más molesto por que ella se vaya que
Tia.
"Todo el mundo ha estado resonando", continúa Tia. "Si yo no estoy aquí y Daisy sí, ella
ocupará mi lugar. ¡No es justo!"
"Tienes diecisiete años", protesta Liz.
"¡Soy una adulta!"
T'chai hace un ruido en su garganta que puede ser divertido... o burlón. Lo acerco y le pongo
los cordones de la capa en su cuello. "Sé amable", le susurro. "Está molesta".
Se inclina más cerca. "Suena como Z'hren cuando su comida se retrasa".
Cuando Tia suelta otro lamento, yo reprimo una risa propia. Vale, está siendo un poco
dramática. Aún así, intento recordar cómo era para mí a los diecisiete años. Además, está
dejando atrás a todos los que conoce. Eso tiene que apestar.
"No quiero ser la única que se quede sola", solloza Tia. "Alguien se va a quedar afuera en el
frío y voy a ser yo"
Liz pone sus manos en los hombros de Tia y se inclina hasta que su cara está a centímetros
de la de Tia. "Bien. Si te llevamos a esa playa para que puedas aparearte con alguien ahora
mismo, Srta. Adulta, ¿quién será? Sólo tienes un chico y le dices a los demás que lo sientes,
y luego te quedas con este chico hasta que los dos lo dejen o la resonancia intervenga. Así
que, dime quién va a ser".
Me doy cuenta de que Sessah se queda muy quieto. No está mirando a Tia, pero puedo decir
que está escuchando cada palabra.
Tia traga con dificultad y todos se giran para mirarla, para ver a quién elige. Me pregunto
si va a decir I'rec, que es descarado y segura de sí mismo y es mayor que ella, o si se va a
dar cuenta de que Sessah se ha enamorado de ella como un cachorro adulto... o si va a
elegir a alguien totalmente al azar. ¿Tal vez O'jek o U'dron? No U'dron, no creo. Estuvo
fascinado por las payasadas de Tia durante un tiempo, pero ahora está enamorado de
Raven. Y R'jaal sólo tolera el coqueteo de Tia hasta que pasa al siguiente objetivo.
"No puedo simplemente elegir a alguien", dice Tia incómodamente. "¿Por qué tengo que
elegir? No coqueteo con nadie que se haya apareado. Sólo nos estamos divirtiendo"
T'chai gruñe suavemente. "Ella piensa que al elegir a uno, los pierde a todos"
Liz sólo le da a Tia una mirada exasperada. "Te conocí..." Ella se detiene, porque Sessah
tira las correas en las que está trabajando y se aleja. Una mirada de compasión maternal
cruza la cara de Liz, y Tia se ve afectada cuando se va. "Ya ves", continúa Liz, con un tono
suave. "Crees que es divertido. Sólo quieres coquetear y pasar un buen rato. Pero no sólo
es divertido para ellos. No saben cómo manejarlo. No saben cómo ser informales. Ven a una
chica y piensan "compañera" y "para siempre". Y no puedes coquetear con todos ellos
porque no podemos tener a la mitad de la tribu peleándose entre ellos".
"¿Así que estoy siendo castigada porque ellos no saben cómo coquetear?" Tia parece como
si estuviera lista para empezar a llorar de nuevo. "¿Y eso es justo?"
Liz suspira y empuja a Tia contra ella en un abrazo. "Mira. No eres mi hija, pero aún me
siento como tu madre, e incluso una madre tiene que tomar decisiones difíciles. Lo siento,
Tia" Sus ojos se ven sospechosamente húmedos. "Sé que crees que eres la única que está
siendo castigada, pero nadie quiere que te vayas"
"¡Entonces deja que me quede!" Tia llora.
Liz mira a la chica que llora a su compañero, que mueve la cabeza. No importa cuánto llore
Tia, esto es necesario. Si se queda, los hombres seguirán luchando. "Mira", dice Liz con una
voz agradable. "Croatoan tiene algunas de las mejores madres del universo. Te prometo que
no pierdes una tribu llena de hombres, ganas una aldea llena de mujeres. Vas a conseguir
que todos los que están allí te hagan de madre, y te va a encantar".
"No quiero terminar sola", solloza Tia.
Liz hace muecas, frotando la espalda de Tia. "Míralo de esta manera, ¿vale? Si resuenan
mientras no estás, nunca estuviste destinada a ser suya de todos modos"
"Estamos listos para irnos", dice Verónica en voz baja, poniéndose un mullido sombrero de
piel y atándolo bajo su barbilla. Se pone una bufanda gruesa alrededor de la cara y la ata,
y luego algo que parece un visor solar inclinado para proteger sus ojos de lo peor del viento
frío. "Cuando vosotros estéis".
"¿Tienes suficiente calor?" me pregunta T'chai, dando palmaditas a las gruesas capas que
llevo puestas. "¿Necesitas más?"
"Estoy bien". Miro a Liz, donde está abrazando a Tia, y se parece tanto a una madre que
envía a su hija al campamento para el verano que sé que esto no puede ser fácil para ella,
no importa lo bueno que sea para la tribu. Espero que no sea por mucho tiempo. Me vuelvo
hacia mi compañero. "¿Tú? ¿Tienes suficiente calor?" Toco sus manos enguantadas e
intento no sonrojarme. "¿Todo cubierto?"
Asiente y hace un gesto al enorme Dragón de oro que yace en la nieve, Verónica le acaricia
el hocico con una mano enguantada. "Vayamos a ver lo que el otro pueblo nos ofrece, ¿sí?"
Espero que tenga respuestas. Si no, espero tener la fuerza para ser feliz con lo que tengo.
Porque estar con T'chai es bueno. Mejor que bueno... pero aún recuerdo cómo era antes.
¿Está mal querer eso de vuelta? ¿Está mal quererlo todo?
∗∗∗∗∗∗∗
Capítulo 21
MARI
Estoy preparada para que sea un viaje frío y miserable, pero creo que subestimé lo frío y
miserable que es. Ninguna cantidad de capas de piel puede evitar la intensidad del frío y la
forma en que éste atraviesa la piel. Me acurruco contra T'chai, temblando, y todavía no hay
suficiente calor. Cualquier piel expuesta al aire se siente congelada instantáneamente, y
está nevando tan fuerte que es como si el pobre Ashtar volara hacia una ventisca, incluso
cuando nos deslizamos sobre montañas y valles nevados. La cesta en la que T'chai y yo
estamos acurrucados por dentro se siente inestable y un poco aterradora. Cada vez que el
viento golpea al Dragón, nos imagino volcándonos de la cesta y cayendo al suelo muy abajo.
Nos detenemos varias veces, porque hace tanto frío que Verónica necesita tomar descansos
para descongelarse las manos y la cara. Cada vez, montamos un pequeño campamento con
el gran cuerpo de dragón de Ashtar actuando como un rompevientos. Él crea un fuego para
nosotros con su aliento y nos acurrucamos a su alrededor mientras el viento aúlla y nos
echa nieve encima, incluso en el suelo, y bebemos té para calentarnos las entrañas.
Tia llora por lo desgraciada que es. Yo también quiero llorar, excepto que elegí venir a este
viaje, sabiendo lo malo que era el clima. Después de todo, los lugareños lo llaman "la
temporada brutal" y sé que no es por el calor. Ahora me doy cuenta de lo duro que puede
ser el clima lejos de nuestra cala protegida, protegida en el lado más alejado de las
montañas. Una pequeña parte de mí quiere cancelar esto y regresar, especialmente cuando
la pobre nariz de T'chai se torna de un azul profundo por el frío y tiene que meter la coleta
dentro de su ropa para que la punta no se congele.
Pero Verónica no se queja en absoluto, y se está llevando la peor parte. Al menos tengo a
T'chai para compartir el calor corporal con Verónica sentada sobre la espalda de Ashtar y
expuesta al viento, así que no digo nada. No durará para siempre, y luego estaremos en el
cálido pueblo, bebiendo té alrededor de un fuego más grande y hablando con el curandero.
Lo necesito tanto. Presiono mi mejilla contra el pecho de T'chai mientras volamos y odio
que mi piojo envíe un destello de angustia a través de mí. Si está cambiando de opinión
sobre él, se está tomando su tiempo.
Finalmente, Ashtar empieza a dar vueltas bajando, y Verónica grita algo sobre los vientos.
Miro por encima del borde de la cesta a pesar de la fría ráfaga de aire que golpea mi cara y
lo veo debajo, una larga, ancha y dentada grieta en el suelo. Desde la misma grieta, veo los
penachos de muchas fogatas y sé que este debe ser el otro pueblo.
De repente me pongo nerviosa.
Para bien o para mal, tendremos respuestas esta noche.
∗∗∗∗∗∗∗
"Por supuesto", dice Georgie, y hace un gesto para que nos unamos a ellos. Hay gente por
todas partes alineada en la pequeña calle que atraviesa el pueblo de chozas, todos
esperando para saludarnos con sonrisas cálidas y miradas excitadas. "La cena estará lista
pronto y podréis contarnos todo lo que pasa en la playa".
"Vaya", dice Verónica. "Es MUCHO".
"Apuesto a que sí".
∗∗∗∗∗∗∗
La cena es maravillosa y agotadora. Una buena mujer llamada Stacy nos cocina todo tipo
de golosinas que ha estado probando, y mis favoritas son las tortas dulces de raíz que me
recuerdan un poco a los tamales rosas, menos las pasas. Hay mucha conversación y gente
que conocer, y todos los niños del pueblo parecen querer abrazarnos. El regazo de Tia está
constantemente lleno de uno u otro niño, y a pesar de sus constantes corrientes de lágrimas
de hoy, parece que se lo está pasando de maravilla. Sevvah se preocupa por ella toda la
noche y algunas de las otras mujeres toman ese ejemplo. Creo que Liz tenía razón cuando
dijo que Tia sería mimada por todos aquí. Incluso ahora, una mujer llamada Claire sostiene
trozos de una túnica en el pecho de Tia, ajustándola mientras Tia hace rebotar a un niño
pequeño en sus rodillas. No es sólo que Tia sea lo suficientemente joven para necesitar una
madre. Es que es humana, y es una nueva cara. Su estancia por un tiempo será
probablemente la cosa más emocionante que ha pasado en este pueblo en un tiempo.
Verónica y Ashtar parecen estar cómodos en su papel de periodistas. Se sientan en el centro
del grupo y comen y beben, compartiendo historias de quién ha resonado recientemente, la
llegada de Daisy, y el cuento épico de la derrota del Viejo Abuelo. Para mi sorpresa, Liz y
Harlow han enviado un pequeño paquete de provisiones que Verónica saca de su mochila -
dentro hay algunos de los preciosos paquetes de dulces que Niri envió y uno de los cuchillos
de metal que son tan preciados. Todos están asombrados por el regalo.
Todos excepto mi compañero, por supuesto. Me sonríe irónicamente y se inclina mientras
yo mordisqueo otro de los dulces de Stacy. "Cuando I'rec se entere de que uno de los
cuchillos fue enviado aquí, va a explotar como la cima de la Gran Montaña Humeante".
Tengo que reírme de eso. "Espero que estemos allí para verlo"
"Yo también". Le sonríe a la pequeña niña en su regazo. Es una niña linda, con piel azul y
pequeños cuernos, y está fascinada con tocar la suave caída del cabello en la mandíbula de
T'chai. La hija de Claire, creo. Le veo con ella y me duele el corazón por lo paciente que es,
porque sé que sería un buen padre. Sé que quiere una familia. Nunca he conocido a un
pueblo más familiar que el sa-khui o sus homólogos isleños, y significa mucho más para
T'chai por el hecho de que perdió a casi todo su clan en la Gran Montaña Humeante hace
diez años. Es importante para todos ellos que los Cuerno Alto no se extingan. No quiero
robarle eso.
"Entonces, ¿cómo es esta 'Day-zee'?", pregunta una hermosa hembra sa-khui. Tiene una
rica piel azul y el más hermoso par de cuernos. Sostiene a un bebé que está ocupado
masticando su pequeño puño, y esta tiene que ser Asha. Cada vez que la veo alrededor del
fuego, me sorprende lo hermosa que es. Me siento un poco más cerca de T'chai,
preguntándome si está tan deslumbrado por su belleza como yo, y luego me siento culpable
porque Asha está apareada. T'chai está apareado. Pensar que estaba poniendo los ojos en
blanco por los celos de los otros cuando Daisy llegó, y aquí estoy sintiendo cosas estúpidas
al ver a una linda hembra sa-khui.
"Muy amigable", dice Verónica, quitándose el polvo de las manos al terminar de comer.
"Muy ansiosa por estar aquí".
"¿Trae muchas historias con ella?" pregunta Asha.
Verónica va a por una taza de té, pero en el momento en que la pregunta de Asha se
desarrolla, la deja caer.
Yo también me pongo rígida, e intercambio una mirada con Verónica. Ahora no es el
momento de dar la noticia. Hay que decirlo suavemente y con moderación, y no tiene sentido
arruinar el humor de todos esta noche. Miro a Tia, pero se ha perdido la pregunta por
completo. Está demasiado ocupada charlando con Lila y Tiffany sobre algo en el extremo
opuesto del grupo. Sacudo la cabeza muy ligeramente ante Verónica.
La sanadora bosteza. "Odio ser una aguafiestas, pero Mari y yo queríamos robarle algo de
tiempo a Maylak. ¿Podemos hablar en privado un momento?"
"Por supuesto". Al margen del grupo, una mujer con una túnica ornamentada entrega un
bebé a su pareja y se pone de pie. Es alta y de complexión delgada, y me recuerda a una
Farli mucho más tranquila. Su sonrisa es gentil y dulce mientras me mira y luego le hace
un gesto a Verónica. "¿Vamos a mi cabaña?"
"Si a Mari no le importa que la saquen de la fiesta", dice Verónica, mirándome.
A Mari no le importa en lo más mínimo.
Pero estoy nerviosa. Mis palmas están sudorosas y húmedas. Hago una seña con la cabeza,
pero no confío en mi voz. Este es el momento que he estado esperando... y estoy
absolutamente aterrorizada por la respuesta que pueda obtener. ¿Y si Maylak tampoco
puede ayudarnos? ¿Y si hemos llegado hasta aquí y mi khui no responde? ¿Y si me hago
ilusiones, -y T'chai se ha hecho ilusiones-, por nada?
El impulso de esconderse es abrumador. Sólo levantarse y empezar a correr. Encontrar un
bonito rincón oscuro y esperar a que mi cerebro se asiente.
Debo estar temblando en mi asiento, porque T'chai suavemente baja a la niña de su regazo
y se pone de pie. Me coge de la mano y me ayuda a levantarme. "Estamos listos".
Verónica se pone de pie y le da a Ashtar un rápido beso en la frente antes de dejar el grupo.
Con mucho cuidado, sigo a T'chai mientras me saca de la Casa Grande. ¿Y si esto no
funciona? ¿Qué pasa si estoy rota para siempre? ¿Qué pasa si está tan decepcionado que
ya no me quiere? ¿Y si este es el último clavo en el ataúd de nuestra relación, cuando hemos
estado trabajando tan duro para reconstruir las cosas?
Realmente seré como La Llorona, vagando por las playas y llorando todo el día, si ese es el
caso.
∗∗∗∗∗∗∗
Capítulo 22
T’CHAI
Puedo sentir a Mari temblando cuando entramos en la cabaña de la sanadora. Sé que ella
está llena de preocupación, pero yo no. No importa lo que pase, ella es mi compañera. No
importa si mi khui no canta para ella. Sé la verdad de esto. En esto, no tengo miedo.
Pero quiero oír cosas buenas, aunque sólo sea para que mi compañera vuelva a sonreír.
"¿No ha habido ningún progreso desde la última vez que hablamos?" M'lak mira a V'ronca.
"Ninguno. Es como si todo lo que hago cayera en el vacío", admite V'ronca, con una
expresión de infelicidad. "Lo he intentado y lo he intentado, pero parece que no puedo hacer
que su khui se despierte de nuevo" Hace un sonido de frustración. "Si hubiera sabido..."
M'lak levanta una mano, su expresión es tranquila. "No te destroces por una decisión
tomada para salvar a alguien. Todos hacemos lo mejor que podemos. Todos tenemos dudas.
Muchos de los míos murieron en una gran enfermedad antes de que yo llegara a ser
sanadora. Durante mucho tiempo, estuve enfadada conmigo misma. ¿Por qué no llegué a
ser sanadora antes? Si lo hubiera hecho, ¿habría sido capaz de salvar vidas? Me tomó
muchos, muchos turnos de las estaciones para estar en paz con esto" Se estira y toca la
mano de V'ronca y me sorprende ver que la sanadora humana está llorando. "Hacemos lo
que podemos para salvar una vida, y no siempre tenemos éxito. Así es como va la historia.
Ser una sanadora es siempre dudar de que has hecho lo suficiente"
"Apesta", dice V'ronca con voz temblorosa, secándose las lágrimas. "Siento que he arruinado
la vida de Mari. De Mari y de T'chai, ambas".
"Tengo una vida", digo, hablando claro. "Con mi pareja a mi lado. Nada está arruinado" Miro
a Mari y le doy mi más orgullosa sonrisa. "No escucharás ninguna queja de mis labios"
Mi compañera me mira con dulzura. "Sólo queremos intentarlo", le dice a M'lak. "No hay
nada malo en intentarlo, ¿verdad? No cambia lo que siento por T'chai, ni él por mí".
V'ronca gime y sacude la cabeza, volviendo a limpiarse sus mejillas. "Y ahora estoy haciendo
que me consueles. Dios, soy lo peor. Esto es sobre Mari y T'chai. No de mí. Olvidemos lo
que dije y concentrémonos en ellos".
"Por supuesto". M'lak se sienta con las piernas cruzadas al lado de mi compañera y extiende
la mano para que Mari la tome. "Este es un nuevo territorio para mí también. La resonancia
era tan rara antes de que llegaran los humanos que incluso aquellos que se odiaban entre
sí seguían aceptando un apareamiento porque significaba una nueva vida, y necesitábamos
muchísimo esas vidas"
"Bueno, ahora me siento peor." Verónica suspira.
"Silencio", dice M'lak, cerrando los ojos mientras Mari pone su mano en la más grande de
M'lak. "Veamos lo que tenemos".
Aguanto la respiración mientras la sanadora calla, inmóvil. Miro a mi compañera, pero los
ojos de Mari también están cerrados, como si pudiera ayudar a M'lak a encontrar
respuestas. Cada respiración se siente interminable mientras esperamos, y mantengo mi
mirada fija en Mari, queriendo ver algún tipo de respuesta de ella - una sonrisa, un suspiro,
cualquier cosa.
Ella permanece tensa, con los ojos cerrados.
Cuando parece que ha pasado una eternidad, M'lak da un pequeño suspiro y abre los ojos.
Aprieta la mano de Mari y mira a mi compañera. "Es muy extraño"
"¿Qué?" V'ronca pregunta. "¿Qué he hecho?"
M'lak piensa por un momento, y luego me mira. Ella extiende su mano y yo
automáticamente pongo la mía en la suya. Sus cejas se fruncen un instante, y luego vuelve
a soltar mi mano. "Su khui no está tan afectado como el de ella. El de él está esperando al
de ella"
"¿Esperando a que el mío haga qué?" pregunta Mari, su voz es un susurro.
La sanadora hace un suave sonido en su garganta, y luego vuelve a tomar la mano de Mari.
"Todos los khuis cantan una canción al mundo que les rodea. Le cantan a un compañero,
pero siempre están... cantando" Ella se toca el pecho. "El khui de una sanadora canta a
otros para que puedan sanar, por ejemplo. Pero el khui de Mar-ee no tiene ninguna canción"
"¿No hay canción?" repite Mari palideciendo.
M'lak murmura en su garganta. "No, eso está mal. Hay una canción... pero ha dejado de
cantar porque ya no puede oír las canciones de los demás. Por eso está silencioso y confuso.
Ha sido distanciado de las canciones que lo rodean. Espera a escuchar tu canción de nuevo"
Ella me mira. "Todavía están unidos, pero el khui de Mar-ee no oye nada, así que ha dejado
de cantar"
Mari piensa por un momento y luego confiesa: "Cuando T'chai me toca... me siento... mal.
Como si no debiera. Hace que todo se sienta... mal".
M'lak asiente con la cabeza en señal de comprensión. "Tu khui no entiende que es tu pareja.
Te hace sentir angustiada porque le está esperando".
"Tiene sentido, incluso si es una mierda", Mari está de acuerdo. Me mira, con una disculpa
en la cara. "Lo siento mucho, T'chai"
Mi corazón se llena de emoción por mi compañera. "¿Por qué te disculpas? No puedes
evitarlo. Sabía que estabas incómoda. Siempre he estado feliz de esperarte. Esperaré aún
más tiempo, si es necesario. Merece la pena esperar por ti".
Los ojos de Mari se llenan de lágrimas, pero me sonríe.
V'ronca hace un sonido de angustia. "¿Podemos arreglarlo? ¿Este silencio? ¿Para que
vuelvan a resonar?"
Inmediatamente, Mari extiende la mano y toca el brazo de M'lak. "Si no podemos resonar
de nuevo, sólo quiero ser capaz de tocar a T'chai" Ella me mira. "La resonancia no importa.
No para mí"
"Ni para mí", repito en voz baja. "Todo lo que importa eres tú"
"¿Podemos hacer eso?" Mari se vuelve hacia M'lak, con la curiosidad en su rostro. "¿Si no
hay nada más?"
La sanadora sa-khui no dice ni sí ni no. Sólo le extiende la mano a Mari otra vez.
"Pongámonos a trabajar"
El zumbido del khui de la sanadora llena la cabaña. Zumba tan fuerte y tan potente, y sin
embargo tan diferente de la resonancia, que lo siento en el aire. Mi khui está silencioso en
mi pecho, pero no se siente... mal, o infeliz. La canción de la sanadora es reconfortante, y
cuando V'ronca cierra los ojos e inclina la cabeza hacia atrás, escucho su khui cantando
junto con ella. La canción de las sanadoras llena el aire, y Mari se agarra fuerte a la mano
de M'lak.
Quiero hacer algo, pero... ¿qué? No tengo nada que hacer excepto esperar y observar.
Así que estudio a mi compañera en su lugar, memorizando las líneas de su encantadora
cara. Sus cejas oscuras, la línea recta de su nariz, la forma en que su boca se flexiona
cuando piensa. Las gruesas pestañas negras que aletean mientras la curación continúa.
Todo en ella es imposiblemente perfecto para mí, y sonrío al pensar en aquella vez en la
playa cuando M'tok me miró y dijo que era fea. Pensé que era un tonto.
Nunca ha sido hecha para nadie más que para mí, mi Mari. A mis ojos, siempre ha sido
exquisita.
Como si pudiera oír mis tiernos pensamientos, Mari abre los ojos y el azul brillante del su
resplandeciente khui se derrama. Ella me sonríe, dolorosamente dulce, y mi pecho
comienza a zumbar. Toco la parte delantera de mi túnica, esperando... pero no es la
frenética canción de la resonancia. Es una canción más suave, una canción de saludo, una
canción de placer.
Al otro lado de la pequeña cabaña, el khui de Mari tararea de vuelta. Mi compañera sonríe
más ampliamente.
M'lak abre los ojos y su expresión se vacía. Deja caer la mano de Mari y da un pequeño
suspiro, buscando una piel de agua y tomando un sorbo. "Ya está hecho".
La piel se ofrece alrededor de la habitación, y Mari toma un sorbo antes de pasárselo a
V'ronca, que de alguna manera se ve casi tan afectada como M'lak. Mi compañera se ve
radiante y saludable, como si toda su energía se hubiera vertido en ella. Se toca el pecho y
me mira con incertidumbre. "Lo oigo zumbar, pero... no me siento diferente..."
Cuando V'ronca me entrega la piel de agua, inmediatamente se la devuelvo a M'lak, que la
necesita más que yo. "No creo que estemos resonando", confieso, y espero que mi
compañera no se sienta decepcionado.
Pero Mari me da una sonrisa radiante, tocando su pecho. "Me siento diferente, sin embargo.
Mejor. Más consciente." Ella mira a M'lak. "Al menos has hecho algo".
La sonrisa de M'lak está cansada. "Vuh-ron-ca ayudó. Su khui le cantó una canción
curativa al mío, dándome fuerza mientras yo le cantaba al tuyo. El tuyo canta como debería,
ahora"
"Gracias a Dios", murmura V'ronca, sus hombros se desploman con alivio.
Mari se muerde el labio. "¿Significa esto... que vamos a resonar? ¿Al otro otra vez?"
"Con el tiempo, imagino que sí, lo harás", dice M'lak. "Puede que no suceda de inmediato.
La resonancia no se puede predecir. Puede que no resonéis el uno con el otro durante varios
giros de la luna... o puede que sea mañana. Es imposible decirlo".
"Está bien mientras pueda tocarlo". Mari se pone de pie y cruza la cabaña para ponerse de
pie ante mí. Se humedece los labios, nerviosa, y extiende su mano para flotar sobre mi
pecho. Y luego vacila, su expresión se llena de miedo.
Lo comprendo. No quiere descubrir que algo está mal otra vez. No quiere esa desilusión
después de tener esperanzas. Mi corazón se llena de amor por ella, y extiendo la mano y
toco un mechón de su melena, retorciéndolo alrededor de mis dedos. "Mientras estemos
juntos, estoy bien con todo esto, Mari. No necesito resonancia para amarte"
Ella me sonríe, con sus ojos brillantes, y luego se levanta y me acuna la mejilla.
Aguantando la respiración, me mantengo perfectamente quieto mientras ella desliza sus
dedos a lo largo de mi mandíbula. Mi cuerpo responde, pero siempre lo ha hecho. Mi
respuesta nunca ha sido el problema. La suave canción en mi pecho continúa, y me siento
cálido y complacido cuando su canción coincide con la mía. Una mirada de asombro cruza
la cara de Mari, y ella sigue acariciando mi mandíbula, una y otra vez.
“Te sientes diferente”, confiesa ella. “Mejor”
“¿Nada de sensación de incomodidad?” pregunto, atreviéndome a deslizar mi pulgar a lo
largo de su mejilla. “¿Quieres que me detenga?”
“Nunca” susurra Mari, y y se inclina para morderme la yema del pulgar incluso mientras
me mira.
Es la cosa más erótica que he visto nunca, y un gemido bajo se me escapa de la garganta.
Quiero tomar a mi compañera en mis brazos y llevarla a un lugar privado para cubrirla y
meterla en su acogedor cuerpo. Pero estamos en un pueblo extraño y no conozco este lugar
en absoluto. Acerco a mi compañera y la pongo contra mí, la acuno contra mi pecho y la
mantengo tan cerca que nuestras canciones khui coinciden.
No me importa si resonamos, nunca. Mientras Mari sonría, tengo todo lo que siempre he
querido.
∗∗∗∗∗∗∗
Capítulo 23
MARI
Agradecemos a la sanadora con abrazos... y abrazo a Verónica también, porque se ha estado
golpeando a sí misma por esto durante meses, como yo lo he hecho. "Me siento muy
aliviada", confiesa Verónica mientras me aprieta una y otra vez. "Te sientes diferente cuando
te toco. Más vibrante. Más viva".
Yo también me siento así. Me vuelvo hacia T'chai, y no puedo esperar a tocarlo de nuevo.
Quiero besarlo por todas partes, sólo porque puedo. Es como si mi libido hubiera vuelto
rugiendo, ahora que puedo disfrutar de mi pareja una vez más. Lo que sea que estaba mal
con mi khui antes, se siente prácticamente alegre ahora. "Estoy feliz de que hayamos podido
obtener una respuesta".
"Sí, la respuesta es: 'No te metas con el khui'", bromea Verónica a medias y luego bosteza.
"Dios, se siente como si hubiera pasado un millón de años desde que llegamos aquí. ¿Estás
cansada, Maylak?" Verónica tiende una mano a la sanadora, que la acepta y se pone de pie.
"Mucho", admite Maylak. "Pero es un buen cansancio, el que viene después de una fuerte
curación." Nos sonríe soñolienta. "Mi compañero traerá nuestros kits en breve. Ve a buscar
a Shorshie y ella te ayudará a instalarte para pasar la noche. Estoy demasiado agotada
para ayudar"
Siento una punzada de culpa por su cansancio y la abrazo impulsivamente. "Gracias,
Maylak"
"Por supuesto. Es el deber de una sanadora ayudar" Ella toca el brazo de Verónica. "Y no
hubiera sido posible para mí sin la ayuda de ella. Te doy las gracias, Vuh-ron-ca"
La expresión de Verónica es tímida. "Eres demasiado amable". Cuando Maylak se sienta de
nuevo, Verónica se tambalea y luego se sienta también. "Estoy un poco agotada. ¿Crees que
podrías decirle a Ashtar que venga a buscarme?" Sus párpados parecen pesados, como si
estuviera luchando contra el sueño. Maylak tiene el mismo aspecto.
Mi T'chai me da un beso en la coronilla. "Espera aquí y cuida de ellas. Volveré con sus
compañeros" Desaparece de la cabaña, y aunque estoy cansada por el viaje del día, no me
veo como si estuviera a punto de colapsar como las dos sanadoras, así que las mimo y les
pongo mantas alrededor del cuerpo, entregándoles la piel de agua y asegurándome de que
tomen algunos sorbos. T'chai no se fue mucho tiempo, y ha vuelto con un guapo hombre
sa-khui de expresión amable, y Ashtar, que simplemente coge a Verónica y la saca de la
cabaña.
"Yo me encargo a partir de aquí", dice el macho sa-khui mientras acaricia la mejilla de su
compañera. "Mar-lenn está vigilando nuestros kits por nosotros esta noche". Me mira,
cuando T'chai me pone una capa alrededor de los hombros como si estuviera tan indefensa
y cansada como las sanadoras. "¿Fue capaz de ayudar?" Asiento con la cabeza y él sonríe.
"Me alegro".
"¿Está ella bien?" Vacilo cuando T'chai intenta alejarme. No quiero irme si Maylak está
luchando, no después de que nos ayudara.
Su compañero sólo se ríe. "Oh sí. Es sólo que la curación es algo agotador. Dormirá y volverá
a ser ella misma por la mañana".
Dejé que T'chai me guiara, haciendo una nota mental para ver a las dos sanadoras por la
mañana. Es lo menos que puedo hacer. Un nuevo rostro nos espera afuera, una mujer de
pelo castaño, una figura redondeada y una cálida sonrisa. "Soy Nora. Tengo algunas mantas
para vosotros dos y os quedaréis en la cabaña de Bek y Elly, ya que se han ido. Dejadme
mostraros dónde está".
Ahogo un bostezo, amando la sensación de la mano protectora de T'chai en mis hombros.
No quiero que deje de tocarme nunca más. "¿Qué pasa con Tia? ¿Tiene algún lugar donde
quedarse?"
Nora sólo se ríe. "Oh, sí. Ella está bien. Creo que se va a quedar con Kate y Harrec esta
noche. Está enamorada de su gato de nieve".
"¿Alguien tiene un gato de nieve como mascota?" Trato de imaginarme tener uno de esos
como mascota. Los he visto en las raras ocasiones en que salí a cazar con otros, y son tan
grandes como pumas y el doble de esponjosos.
"¿Quieres uno?" T'chai me pregunta. "Te conseguiré uno"
Me río, medio aterrorizada ante el pensamiento. "No, creo que pasaré por ahora. Ya tengo
bastante con lo que tengo"
Nora asiente con la cabeza. "Definitivamente es un puñado, especialmente con el pequeño
Trueno alrededor del pueblo ahora"
"¿Pequeño Trueno?"
"Otro dvisti de mascota", dice Nora con un suspiro. "La nueva mascota de Holvek. Ahora
mis chicas también quieren una. Vamos a estar llenos de bichos si esto sigue así"
Suena muy dulce para mí, pero puedo ver cómo puede ser molesto para los padres. Parece
que habrá mucho que Tia pueda hacer aquí. Sé que le gustan los bebés, y este pueblo
parece el centro de los bebés. Espero que no se sienta muy sola... pero también me alegro
de que duerma en otro sitio esta noche. Quiero estar a solas con T'chai.
Quiero tocarle por todas partes sólo para ver cómo se siente.
"Aquí vamos", dice Nora enérgicamente, y nos lleva al borde del pueblo, a una cabaña al
final de la calle. Ella tira a un lado la solapa de entrada, mostrándonos una pequeña y
oscura cabaña con un foso de fuego muerto y un interior frío. "Hay un montón de mantas
para ustedes dos y varios nidos de paja fresca en la cesta de combustible. Os dejé algo de
kah, -la mezcla de frutos secos picantes-, y una piel llena de agua"
"¿Nidos de picos sucios?" T'chai pregunta, su pulgar frotando un patrón contra mi nuca,
bajo mi pelo. "¿Qué es eso?"
"¿No tenéis picos sucios en la costa? No, supongo que no. Dagesh me dice que les gustan
las montañas. Piensa en palomas muy grandes y gordas que hacen nidos con estiércol de
dvisti. Es tan asqueroso como suena, pero los nidos hacen buen combustible". Arruga un
poco la nariz. "Nunca pensé que hablaría tan positivamente de las aves amantes de la caca,
pero aquí estamos. Si necesitáis algo más, venid al fuego. Zolaya ha traído un poco de sah-
sah y sospecho que habrá algunos festejando hasta el amanecer." Sus ojos brillan. "Sé que
mi Dagesh lo estará".
"Gracias", le digo suavemente, distraída por la forma en que la almohadilla del pulgar de
T'chai traza círculos contra mi piel. Todo mi cuerpo se eriza, y me encanta. "Estoy segura
de que estaremos bien".
Nora nos sonríe alegremente y se dirige hacia afuera, diciendo algo sobre un desayuno
caliente al amanecer, pero no presto ni una pizca de atención. Estoy demasiado concentrada
en T'chai mientras da un paso adelante y se inclina sobre el fogón, mirando el contenido
oscuro. Mi cuerpo está ardiendo al ver su culo redondo y apretado, y el lento movimiento
de su cola, y no puedo soportarlo más. Me muero por agarrarlo y arrojarlo a la superficie
más cercana y follarlo hasta volverlo loco.
Pero T'chai siempre protector, coge la cesta de combustible y tararea en voz baja. "Déjame
hacer un fuego para calentarte, mi Mari. Hace mucho más frío aquí que en nuestro pueblo,
y no permitiré que te congeles"
Fuego. Claro. El fuego parece práctico. Aprieto mis necesitadas y codiciosas manos cerradas
en puños para no apretar su trasero como una pervertida. Sin embargo, me deleito en mi
pura calentura. Después de meses de sentirme medio muerta cuando debería sentirme más
viva, es como si todo me rugiera. Quiero a mi pareja. Quiero tocarle y lamerle por todas
partes. Quiero arrodillarme delante de él y arrastrar mi lengua por toda su polla como una
desvergonzada licenciosa porque quiero ver la mirada en sus ojos cuando lo haga.
El fuego es importante, sin embargo. No morir congelado justo después de que las
sanadoras se rompieran el culo también es importante. Así que me retuerzo en el lugar,
divinamente consciente del calor que palpita entre mis muslos y el hecho de que puedo
sentir lo mojada que estoy cuando cambio de peso. Mi coño está tan resbaladizo que esa
comprensión me excita aún más, y resisto la tentación de meterme la mano en los
pantalones y tocarme mientras T'chai se preocupa por el fuego.
Finalmente, se endereza y hace un ruido de satisfacción en su garganta que me mojaría
totalmente las bragas si llevara algo. Su cola se mueve con placer. "Creo que esto servirá.
Déjame lavarme y haremos la cama"
"Genial", digo vagamente, tratando de mantener mi mierda junta. Paciencia, Marisol, me
recuerdo a mí misma. Tenéis el resto de vuestras vidas juntos. No hay necesidad de
obsesionarse con el momento en que las cosas vuelvan a la normalidad.
T'chai se lava en el tazón de agua en la encimera de lo que debe ser su área de cocina. Se
seca las manos en una toalla suave y luego se vuelve hacia mí, con los ojos brillando en la
luz tenue. Y extiende su mano hacia mí, con una sonrisa en sus labios.
Es tan malditamente sexy, y yo estoy tan excitada, que olvido todo lo que me acabo de decir.
Me precipito y me arrodillo delante de él, con los dedos apretando los lazos de sus polainas
de cuero. "Quiero esto fuera", jadeo. "Ahora".
La calma de T'chai desaparece y él gime, su mano acariciando la parte superior de mi cabeza
y a lo largo de mi cara. "¿Mari? ¿Estás... resonando?"
Hago una pausa, mis manos en sus cordones, y luego sacudo mi cabeza. "No. Sólo me he
excitado mucho" Lo miro con puro alivio y felicidad. "No creerías lo mojada que estoy ahora
mismo."
Respira con dificultad y sus ojos se llenan de excitación. "Déjame tocarte y ver".
"Más tarde. Ahora mismo quiero esto" Le quito los calzones, exponiendo su polla. Salta a
mi encuentro, la cabeza sonrojada y llena, y sé que no soy la única que ha tenido
pensamientos traviesos. Lo tomo por la base de su polla y arrastro mi lengua por la gruesa
vena de la parte inferior de su pene, gimoteando por lo bien que sabe. Huele increíble, todo
almizclado y maravilloso, y todos los malos sentimientos que solían golpearme cuando le
tocaba han desaparecido. No siento nada más que deseo y hambre cuando le lamo su verga,
y es tal alivio y placer que las lágrimas me escuecen en los ojos. Me meto la cabeza en la
boca, le provoco con la lengua y me encanta que sus manos se acerquen a mi pelo,
inmovilizándome.
Quiero todo esto. Lo deseo todo una docena de veces esta noche. Un ciento. Quiero coger a
mi compañero por los cuernos y montarlo hasta que me desmaye de cansancio. Hago un
suave ruido de placer en mi garganta y succiono su longitud como si fuera una piruleta,
mirándolo mientras lo hago. Sus ojos están ardiendo de calor, tan hermosos mientras me
mira.
Te amo, quiero decírselo, aunque mi boca esté llena. No es sólo que pueda tocarle ahora
mismo, pienso, incluso mientras acaricio su saco y lo llevo más profundamente en mi boca.
Me encanta la forma en que se asfixia, su cuerpo tan lleno de necesidad. Es que es el mismo
hombre que pacientemente engrasó un guante para hacerme llegar al climax, todo porque
quería darme placer. Este es el mismo hombre que sostuvo mi mano todos los días que
lloré, el mismo que comió una cabeza de pescado porque me había dado su cena.
Le succiono la punta, con fuerza, y luego lo empujo profundamente, estirando mi mandíbula
hasta que la cabeza de su polla golpea la parte posterior de mi garganta, y T'chai aspira
aire. Lo trabajo con mi boca, nuestros movimientos rápidos y furiosos, hasta que T'chai no
puede soportarlo más. Se corre, disparando semillas calientes por mi garganta, e incluso
cuando se derrama sobre mi lengua y por mi barbilla, estoy tan llena de alegría que todo lo
que puedo hacer es reír.
"Eso..." Deja escapar un suspiro, pasando la cabeza de su miembro por mis labios húmedos
y desordenados. Su mirada está completamente fascinada mientras le lamo la cabeza. Sigo
lamiendo, como un gatito, porque no quiero que este momento termine. " Esto no ha durado
lo suficiente".
"Entonces es bueno que tengamos toda la noche", murmuro. "Y mañana". Le lamo de nuevo,
sonriendo. "Y el día después de eso. Y el otro día después de ese"
"Tú..." Aprieta un puño sobre su pecho. "No estoy resonando. ¿Lo estás haciendo tú?"
Niego con la cabeza. No estoy resonando. Esto se siente diferente a la resonancia. El borde
del hambre que aprieta los dientes no está ahí. Esto es sólo yo compartiendo mi alegría con
mi compañero. "Todavía no. Esto es sólo yo teniendo hambre de mi compañero" Y le doy
otro lametón con mi lengua. "No estoy lista para terminar, todavía. ¿Quieres ver si podemos
hacerte durar más la próxima vez?"
Me encanta el escalofrío que atraviesa su cuerpo, junto con el entusiasmo de sus ojos.
Mío, pienso ferozmente, y estoy muy, muy contenta de que mi khui haya elegido a este
macho.
∗∗∗∗∗∗∗
Capítulo 24
quiere mucho", susurra. "Farli domesticó a Chompy fácilmente, pero creo que Trueno es
algo estúpida". Gira un dedo en su sien. "El ascensor no llega hasta arriba en esa, pero a
mi hijo le encanta esa maldita cosa". Ella suspira.
Le quito el tazón, riéndome entre dientes. "Bueno, si no puedo devolverte el vestido, al
menos puedo cocinarte algo de comida".
La mujer embarazada me mira agradecida y se sienta de nuevo. Me acerco a su pequeña
cocina, algo que no tengo en mi cabaña, y me pongo a trabajar mientras hablamos de los
chismes habituales. Todo el mundo se sorprende de lo que muestra el embarazo de Verónica
y de quién va a tener el próximo bebé y quién ha resonado con quién. Megan quiere saber
todos los chismes sobre A'tam y Bridget, si todavía están en desacuerdo (lo están) y se
preocupa por la pelea sobre Tia. "Si tuviera diecisiete años y estuviera en una playa llena
de hombres sexys, haría exactamente lo mismo", confiesa Megan. "Esos tipos son adultos y
deberían pensárselo".
"No creo que hayan estado cerca de suficientes adolescentes para pensárselo más, o ha
pasado tanto tiempo que lo han olvidado." Me encojo de hombros, revolviendo la mezcla que
hice con su instrucción. Es bueno quedarse y charlar sobre nada en absoluto. Todo el
mundo aquí en Croatoan es encantador, hay un sentimiento familiar aquí más que en
nuestra playa, como si todo el mundo fuera parte de una gran unidad. Pienso en las
disputas entre tribus y las constantes peleas en la Icehome, y me pregunto si llegaremos a
esto o si estamos demasiado fracturados.
Las mujeres aquí son fantásticas, sin embargo. En la última semana que hemos estado
aquí, a Verónica y a mí nos han dado toneladas de ropa de bebé para llevar a los demás,
un paquete entero de juguetes para Z'hren, y más ropa para los hombres, y mantas gruesas.
Hay "golosinas" de comida para llevar, muchas semillas de hraku que saben muy dulces
cuando se cocinan, y más brebajes de pastel de raíz. Incluso tengo un huso de Tiffany, que
me enseñó a utilizarlo. Se las arregló para hacer una bufanda bastante fea con piel de dvisti,
y me muestra cómo enrollar el huso contra mi pierna y hacer un hilo suave y delicado. "Es
un trabajo en progreso", me dijo, "pero tal vez alguien en la playa pueda tener más suerte
con él y podamos intercambiar ideas".
Ahora mismo, estoy en la cabaña de Megan porque insistió en hacer a T'chai un cinturón
de macramé. Ha estado trabajando en un patrón que permite lazos para armas y bolsas, y
sus dedos se mueven ágilmente sobre las correas entrelazadas. Una de ellas está teñida de
rojo y crea un patrón fascinante como su tejido en el resto del cuero. Hay mucho que
podemos aprender los unos de los otros, me he dado cuenta, porque las ideas que tiene un
campamento no son las mismas que las del otro. T'chai ha pasado mucho tiempo hablando
de pesca con la tribu aquí, ya que algunas de sus ideas son diferentes a las de ellos.
Una vez que el clima sea más agradable, tal vez nos reunamos todos y nos encontremos en
algún lugar en el medio para una gran reunión. Hago una nota mental para sugerirles eso
a Vektal y Georgie antes de que nos vayamos.
"Hmm", dice Megan mientras pongo la olla de gachas sobre el fuego. "Tengo ropa de
embarazada de cuando estaba embarazada de Holvek que ya no me queda bien. ¿Las
quieres?"
es una fácil aceptación. Aún no he resucitado, pero lo haré. Sé que lo haré. "Estaba
buscando a T'chai, sin embargo. ¿Lo habéis visto?"
"Estaba hablando con Zennek y Warrek sobre la pesca en el extremo más alejado de la
aldea", dice Georgie, señalando el extremo distante de los acantilados que acunan la aldea
en lo profundo de la grieta. "Pero eso fue hace poco tiempo. No estoy segura de dónde está
ahora".
"Iré a buscarlo, entonces", les doy un saludo a las dos y me voy. Podría quedarme y seguir
charlando, pero hay algo urgente en mi cuerpo que quiere encontrar a mi pareja ahora,
ahora., ahora Es porque podemos volver a tocarnos, creo. Somos insaciables el uno con el
otro. Cada vez que nos juntamos parece más rápido y más urgente que la anterior, como si
tuviéramos que tener tanto sexo como sea humanamente posible antes de que las cosas
mueran a la "normalidad". Por otra parte, me pregunto si alguna vez tendremos una
"normalidad" o si estaremos locos de lujuria por siempre.
Me parece bien. Es mejor que ser La Llorona.
Casi me atropella un grupo de niños corriendo por la calle empedrada. Hay varias niñas
con coletas persiguiendo a un niño con lo que parece un pájaro en la cabeza. Pasan por
delante de mis piernas sin mirarme, gritando y saltando uno tras otro. Esa es una de las
cosas que la playa de Icehome no tiene todavía, me doy cuenta, niños corriendo por todas
partes. Las hijas de Liz están allí ahora, y Rukhar, pero tienden a jugar tranquilamente con
Gren en la playa en lugar de seguir como gatos salvajes por el pueblo como si estuvieran
aquí. Tal vez las cosas sean diferentes en unos años, cuando todos hayamos tenido unos
cuantos niños y nos hayamos convertido en un grupo más asentado. O tal vez todos nos
mudemos aquí y nos unamos a ellos y formemos un gran grupo. Quién sabe.
Una niña pequeña pasa por delante del grupo, con el pulgar en la boca. Tiene el pelo castaño
oscuro recogido en dos nudos rizados sobre su cabeza, sus cuernos pequeños nudos en su
frente, y sus mejillas son regordetas. Se chupa el pulgar, su otra pequeña mano extendida
como si estuviera llamando silenciosamente a los demás para que vuelvan. Un momento
más tarde, una de las niñas mayores, de no más de seis o siete años, si tuviera que adivinar,
corre hacia atrás y toma la manita, arrastrando a su hermana con ellos. Es la vista más
dulce y me hace anhelar. Me pregunto si a T'chai le gustaría una niña o un niño. Pienso en
él sosteniendo a un pequeño con coletas oscuras y su camuflaje, y mi corazón se derrite.
Hombre, seguro que tengo bebés en el cerebro. Debe ser porque están por todas partes en
esta aldea, y todas las mujeres parecen ser muy fértiles. Eso tiene que ser.
Caminé un poco más abajo en las filas de cabañas y vi a algunos de los cazadores cerca de
la boca de uno de los cañones cercanos. La grieta se divide en diferentes direcciones antes
de llegar a la aldea, como si vivieran en una parte de un gran laberinto. Me han dicho que
hay una enorme pared de picos sucios en algún lugar cercano, pero aún no he ido a verlo.
No me interesan mucho las aves de caca, así que no me he aventurado más allá de las
últimas cabañas. Tal vez la próxima vez.
Veo los orgullosos cuernos de T'chai, tan rectos e impresionantes comparados con los
rizados de los sa-khui, y mi corazón late con fuerza. Me da la espalda, su postura es alta y
orgullosa, sus hombros son muy anchos. Su largo pelo revolotea ligeramente, y lleva una
nueva túnica, hecha de grueso y esponjoso pelaje blanco que probablemente le dio otro
cazador. Esconde su trasero de mi vista hambrienta, así que definitivamente no es mi traje
favorito, pero Dios, todavía se ve delicioso y quiero darle un mordisco.
Mi compañero cambia su peso, cambia su postura, y sólo ese pequeño movimiento hace
que la lujuria ruja a través de mí. Mis dedos se flexionan y me hormiguean, como si
quisieran que avanzara y le cogiera. Para agarrar esa cola y obligarlo a darse la vuelta y
mirarme a los ojos... y luego correr a la cabaña más cercana y besarse como adolescentes.
La idea me parece increíble, así que me arrastro detrás de ellos, tratando de no interrumpir
la conversación que tiene con dos de los hombres. Uno es Zennek, creo que es el compañero
tímido de Marlene y el otro es un extraño para mí. Es alto y con el pelo más largo que mi
T'chai, pero el nombre se me escapa. Creo que se ha apareado con Summer.
"Entonces... ¿tienes cinco tribus de las islas? ¿Y todas están viviendo en la playa contigo?"
Escucho a Zennek preguntar.
"Tres clanes", corrige T'chai, y su voz es chocolate líquido, suave y rico y me hace temblar
la columna vertebral y me provoca un cosquilleo.
"Pero dijiste que había cinco clanes", Zennek frunce el ceño, extendiendo sus dedos para
contar. "Cuernos, brazos... colmillos... ¿Qué estoy olvidando?"
"Soy Cuerno Alto", dice T'chai, y puedo oír la nota de orgullo en su voz mientras habla. "Hay
un Brazo Fuerte y un Gato Sombra, también"
"Ah", dice el otro, volviéndose hacia Zennek y señalando su mandíbula. "El pelaje".
"Y luego estaba Cola Larga, pero no sobrevivieron a la muerte de la Gran Montaña
Humeante", continúa T'chai. "Esos son todos los clanes"
"¿Dijiste que había un clan de parias?"
Mi compañero resopla de diversión. "Ese no es un clan real. Nadie los cuenta. Y no importa,
porque todos están muertos también." Doy otro paso adelante y mi bota roza las losas.
T'chai se vuelve de repente y mira por encima del hombro.
La vista de eso, de sus ojos muy entrecerrados mientras echa una mirada sobre su hombro,
me hace algo. Un rizo caliente de necesidad se enciende a través de mi cuerpo, y es como
si mi coño se mojara instantáneamente al ver el abanico de sus oscuras pestañas y la belleza
de su boca llena. Mi corazón late de nuevo.
Y otra vez.
Luego late y golpea en mis oídos, tan fuerte que me hace detenerme. Pongo una mano sobre
mi pecho, porque sé lo que es esto. Por supuesto, mi khui está zumbando tan fuerte que
hace que mi cuerpo tiemble. T'chai mira hacia abajo a su propio pecho, y luego lentamente
se gira...
Con un chillido, corro el resto de la distancia entre nosotros, lanzándome sobre él, con los
brazos abiertos.
∗∗∗∗∗∗∗
Capítulo 25
MARI
Rodeo con mis brazos el cuello de T'chai, acariciando mi cara bajo el codo de su mandíbula
mientras me lleva hacia nuestra cabaña. Huele tan bien que estoy lloriqueando de placer,
sin poder quitarle las manos de encima. Le lamo la piel, mordiendo los tendones y
succionando todo lo que puedo. Quiero dejarle marcado con chupetones para que todos
vean lo deseable que le encuentro. Quiero marcarlo como mío. Me encanta su sabor, y
muerdo y arrastro mi lengua por el lugar que he herido. Él aspira aire, y puedo sentir su
cuerpo endurecerse en respuesta. Su khui se hace más fuerte, y yo me retuerzo de placer.
"¿Tienes hambre?" T'chai se burla en voz baja mientras cruza la aldea conmigo en sus
brazos. "¿Necesito alimentar primero a mi voraz pareja?"
"Lo único que quiero en mi boca ahora mismo es tu taparrabos", le ronroneo.
El siseo de su respiración me hace sentir tan sexy y hermosa. Irresistible. Estoy tan feliz
que parece que el aliento se me escapa de los pulmones, como si me olvidara de respirar
con mi pura alegría. Aspiro aire profundamente, frotando mi nariz contra la suave piel de
su garganta, y le mordisqueo de nuevo. Esto es lo que hemos estado esperando, lo que he
estado anhelando. Nada nos va a robar esto nunca más, lo juro. No importa lo que el mundo
nos arroje, podemos manejarlo.
T'chai empuja la puerta a un lado, se agacha y regresamos a nuestra cabaña. Las brasas
están frías en la chimenea y me retuerzo de necesidad a pesar de que tuvimos sexo esta
mañana. Algo dentro de mí había olvidado lo intensa que es la resonancia, cómo se siente
como si salieras de tu propia piel con una necesidad frenética. Es como si el mundo se fuera
a acabar si no tienes sexo ahora mismo, en este momento.
Mi pareja me pone suavemente en nuestro nido de pieles. "Espera aquí, y haré un fuego."
Hago un ruido de protesta, aferrándome a la parte delantera de su túnica, impidiendo que
se vaya. "No. Quédate conmigo. Podemos mantenernos calientes el uno al otro"
Duda por un momento, su naturaleza protectora claramente en guerra con sus propias
necesidades, y luego gime y se mueve sobre mí en sus manos y rodillas, su boca inclinada
sobre la mía. Emocionada, trato de arrastrarlo contra mí, mis besos hambrientos se vuelven
más insistentes por momentos.
"No", murmura, rompiendo mi abrazo con una suave caricia. Me pasa los nudillos por la
mejilla, mirándome con tanta ternura que me hace doler todo. "Nos hemos apareado con
tal afán que no me he tomado mi tiempo contigo, mi Mari. Cuando nos unamos ahora, será
especial. Esta vez, saborearé cada pedazo de ti como se supone que debes ser saboreado"
"Me gusta lo rápido", le digo, tirando de su túnica. "Lo rápido es tan bueno como lo lento"
Él niega con la cabeza, una sonrisa confiada juega en su boca. "Tan impaciente, mi
compañera. Prometo que haré esto bueno para ti. Déjame disfrutar de ti a un ritmo más
lento. Déjame memorizar cada momento de esto para que me quite todos los malos
recuerdos de las últimas lunas, cuando llorabas con frustración y me mirabas con tristeza.
Llenaremos esos recuerdos con algo más", promete. "Haremos nuevos recuerdos de deseo
y anhelo hambrientos, y de saborearnos el uno al otro en todas partes"
Gimoteo, mi cuerpo se arquea. "Bien, haces que eso suene muy bien. Paladea lo que
quieras"
Ante mi respuesta, T'chai se ríe, y sus dedos vuelven a bajar por mi mejilla. "¿Te he dicho
hoy que soy el más afortunado de los hombres?"
"Podrías haberlo dicho antes cuando mi boca estaba en tu polla", jadeo, mordiendo la punta
de su pulgar cuando se acerca a mi boca. "Pero estaba distraída y no lo recuerdo."
"Entonces lo diré de nuevo" Se inclina y me da el beso más ligero y tierno. "Soy el macho
más afortunado de este planeta al tener una pareja como tú. Nadie más tiene una pareja
tan encantadora, fuerte y valiente".
¿Valiente? Dejo escapar una risa temblorosa, aunque sus palabras me emocionan. "Creo
que me has confundido con otra persona. Yo soy la que se esconde, ¿recuerdas?"
Niega con la cabeza ligeramente, inclinándose y frotando su nariz contra la mía. Es la
posición más extraña, él se inclina sobre mí a cuatro patas mientras yo me siento con los
codos debajo de él, pero se siente... íntimo. Qué dulce. Bien. "Todos sienten miedo de vez
en cuando", dice T'chai, y luego me da otro beso ligero y revoloteante. "Pero recuerdo en la
playa cuando intentaste venir a por mí, aunque fuera peligroso. Recuerdo la fuerza en tus
ojos cuando estaba muriendo. Me tomaste la mano y me sonreíste, y me dijiste con tus ojos
que todo iba a estar bien. Que no me ibas a dejar morir. No recuerdo mucho de esos días,
pero recuerdo que me despertaba y que siempre estabas ahí conmigo. Nunca te fuiste de
mi lado, ni siquiera por un momento. Nunca te rendiste conmigo". Me da un beso en la
punta de la nariz. "Te has enfrentado a todo para protegerme cuando estaba indefenso. Así
que dime otra vez que no eres valiente, y te diré una vez más que mientes"
Las palabras son dolorosamente dulces. De todas las cosas que esperaba, de cómo T'chai
me viera , valiente no es una de ellas. Por alguna razón, hace que mis ojos se llenen de
lágrimas, y yo tomo su rostro en mis manos y lo beso, mis labios hambrientos en los suyos.
Quiero mostrarle todas las cosas que siento en este momento. Quiero que se dé cuenta de
cuánto le amo y le adoro.
Cuando me dejaron en este planeta, no pensé mucho en la resonancia. Era sólo otro peligro
acechando a la vuelta de la esquina en un nuevo mundo extraño e inhóspito que era
aterrador en todos los sentidos. No estaba segura de si quería estar atada a otra persona
cuando todavía estaba tratando de averiguar qué diablos iba a hacer conmigo misma. Pero...
incluso si pudiera elegir de nuevo, todavía lo elegiría a él. Él es todo lo que nunca me di
cuenta que necesitaba: paciente y fuerte, amable y protector, y con un sentido del humor
irónico que a veces se eleva cuando menos lo espero. Siempre me hace sentir hermosa,
especial y comprendida.
Es perfecto.
"Te amo", susurro mientras le beso una y otra vez, presionando rápidamente mis labios
contra los suyos. "Te amo tanto".
"Déjame mostrarte cuánto te amo, mi compañera", murmura, frotando su nariz contra la
mía por última vez antes de bajar a besar mi mejilla, y luego mi mandíbula. "Déjame
acariciarte"
Acariciarme suena bastante bien. Asiento y me quedo inmóvil mientras me besa en la oreja,
inclinándose sobre mí. Su pelo, largo y grueso, se desliza sobre sus hombros y cae sobre mi
túnica como una cascada de agua oscura. Sus cuernos rozan mi piel mientras me
mordisquea la oreja, y cuando me da un empujoncito para que caiga de espaldas, me dejo
ir, alcanzándolo incluso mientras lo hago. Voy a necesitar tocar a este hombre al menos
una docena de veces por hora por el resto de mi vida, sólo para asegurarme de que es real.
T'chai me mira, con una pizca de sonrisa en sus labios, y se extiende y toca mi mandíbula,
acariciándola ligeramente antes de acariciar mi pelo. Lo extiende alrededor de mi cabeza,
estudiándome como si fuera la cosa más hermosa que haya visto. La pura lujuria en sus
ojos hace que mi pulso lata, la sensación enfocada entre mis muslos. Se siente como si
estuviera siguiendo el ritmo de mi frenético khui, la canción entre nosotros es tan fuerte
que impregna el aire.
Mi compañero busca los lazos de la parte delantera de mi nueva y encantadora túnica y lo
considera. En lugar de los cordones normales, tiene grandes y gordos nudos decorativos
que corren por el frente, y los considera por un momento antes de sacar su cuchillo de su
cinturón. Dejo escapar un chillido de protesta, sacudiendo la cabeza. "¡No! ¡Esto es nuevo!
¡No te atrevas!"
Su boca se mueve, y me doy cuenta de que se está burlando de mí.
"Oooh", murmuro, incluso mientras agarro un puñado de su cabello grueso y sedoso y le
doy un tirón. "Eres un travieso, T'chai de los Cuerno Alto. Eso está mal para ti"
Tira el cuchillo a un lado con una sonrisa, y luego deshace uno de los nudos. "Es un día
triste, triste cuando mi compañera elige su túnica en lugar de a su compañero"
"Oh, por favor", digo indignada. " Utiliza tus dedos. Sé que sabes cómo hacerlo"
La boca de T'chai se mueve de nuevo y sus hombros tiemblan, como si estuviera
conteniendo la risa. Cuidadosamente, deshace el primer nudo y separa el tejido, exponiendo
mis clavículas. Los siguientes dos nudos se deshacen rápidamente, y luego mis pechos
están al aire libre, mis pezones se tensan por el frío. La expresión juguetona desaparece de
su cara y mira mi cuerpo. "Cuando R'jaal te trajo de vuelta a nosotros, pensé que estaba
alucinando. Que estaba inventando historias, porque no había ninguna mujer en nuestra
isla. Pero luego te puso en la arena y nos la mostró, y no pude creer lo que veía" Roza la
punta de los dedos sobre un dolorido pezón, y luego vuelve a deshacer nudos. "Pensé que
eras la criatura más hermosa y delicada que había visto, y en ese momento, odié a R'jaal
porque eras suya y no mía" Me mira, con una expresión de tristeza. "Y entonces resonaste
para mí y R'jaal se quedó solo"
"Paciencia", dice, calmando mi piel con más besos. "Sabes que te llenaré y te haré sentir
bien, ¿no es así?" Succiona un pezón, incluso mientras se burla del otro, hasta que estoy
jadeando y aferrándome a él, necesitando más. Mi khui es tan ruidoso que parece que hace
vibrar todo mi pecho, lo que añade una nueva capa de sensación a las cosas. Estoy
preparadísima para que me abra las piernas y se abra paso hasta el fondo, pero puedo decir
por su expresión y por el control que tiene ahora mismo, que va a alargar esto.
Y eso me excita aún más.
"Cuando vi por primera vez tus tetas, mi Mari, no supe qué hacer con ellas", murmura
T'chai mientras gira su lengua alrededor de un pezón sensible. "No tenías ningún kit en tus
brazos, pero tus tetas estaban hinchadas y parecían tan suaves. Se mueven cuando te
mueves, y me encanta ver eso. Me hace imaginar que las toco, me froto la cara contra ellas
y pruebo tu piel" Cuando gimo, hace justo eso, enterrando su cara entre mis pechos y
apretándolos fuerte, haciendo el valle más profundo. "Pero tu sabor es tan dulce aquí como
en cualquier otro lugar" Me mira con una expresión malvada en su cara. "Y así debo seguir
explorando"
"Oooh", gimoteo. Me toca los pezones por última vez antes de deslizarse hacia abajo. Me
besa el vientre, su boca indolente y perezosa mientras lame un camino lento por mi piel. Sé
que lo está alargando ahora para volverme loca... y está funcionando. Prácticamente me
estoy saliendo de mi piel cuando llega a la cintura de mi falda.
La arranca por un momento, considerando, y luego levanta la cabeza. "Todavía no he
tarareado en tu coño, ¿verdad?"
"¿Qué?" Le parpadeo. En la neblina del deseo, me resulta difícil concentrarme en lo que
dice. "¿Qué quieres decir?"
T'chai hace un sonido en su garganta, casi como un tsk (chasquido). "Soy el más egoísta de
los compañeros. Aún no he enterrado mi lengua profundamente dentro de ti"
"Oh" Aunque es una afirmación verdadera, no me he sentido como si nuestra vida sexual
faltara. Me imagino que era una de esas cosas que al final abordaríamos cuando llegara el
momento adecuado. Todos nuestros encuentros hasta ahora han sido breves y explosivas
rondas de sexo que mayormente involucraban salir lo más rápido posible, y cada vez he
llegado tan duro que no me ha importado dónde ha puesto o no su boca. Me ha tocado ahí,
por supuesto, y cada vez que tenemos sexo, frota mis pliegues para comprobar cuan
resbaladiza estoy. Por suerte para T'chai, ahora siempre estoy mojada para él.
Pero si es voluntario...
"Siéntete libre de poner tu lengua donde quieras", digo, sin aliento, y subo mi falda hasta
las rodillas "¿Quieres que me quite esto?"
Me sonríe, con una expresión traviesa en su rostro. "Quiero empujar mi cabeza ahí abajo y
lamer tu coño hasta que te corras", admite. "Pero también quiero ver tu cara mientras te
lamo..." Me levanta la pierna con cuidado y me mordisquea la parte interior del tobillo con
una expresión pensativa. "Una elección muy difícil".
"Mmm", me quejo al pensarlo. Ambas cosas me suenan bien, pero si no hace algo pronto,
voy a tomar el asunto en mis propias manos. Mi khui pulsa su necesidad a través de mí, y
mi cuerpo se siente como un furioso infierno de lujuria. Si no obtengo algún tipo de alivio
pronto, voy a darle la vuelta a mi compañero y le voy a tirar al suelo. Me pondré a horcajadas
sobre él y lo reclamaré hasta que se rasque el picor que se está formando dentro de mí...
"Sube tu falda para mí", decide. "Tendremos lo mejor de ambos mundos" Y me besa el tobillo
de nuevo, su lengua rozando mi piel.
No puedo detener mi pequeño quejido de excitación y hago lo que él ordena. He tenido otros
novios que se me han echado encima en el pasado. No soy una extraña al sexo, pero hay
algo en el hecho de que T'chai está a punto de caerme encima que me hace perder la cabeza
por la anticipación. Aguanto la respiración, esperando, y casi exploto cuando su boca roza
la parte interior de mi muslo. Tal vez sea porque su entusiasmo es palpable. Puedo escuchar
la canción de su khui, fuerte y ansiosa, mientras besa su camino hacia la cuna de mis
caderas.
Nadie me ha amado con tanto entusiasmo antes de T'chai. Actúa como si todo lo que hago
fuera un regalo. Tal vez esa es la diferencia, el amor entre nosotros. Sea lo que sea, estoy
tan entusiasmada que cuando su boca roza la línea de mi coño, grito.
T'chai se ríe, y el sonido es tan sexy y seguro que se me pone la piel de gallina en todo el
cuerpo. Con una mano, me burlo de mis pezones mientras me abre los pliegues y mira su
contenido. No puedo evitarlo. Mi otra mano aprieta mi falda alrededor de mi cintura, lista
para quitármelas en cualquier momento.
"Tan mojada", murmura T'chai. "Tan resbaladiza". Me frota la pierna, acariciándola incluso
mientras separa mis muslos y coloca sus hombros entre ellas. "Todo para mí". Se inclina y
me da una larga y lenta lamida que me deja retorciéndome de excitación. "Lo único mejor
que tu aspecto es tu sabor, mi Mari"
Con un pequeño gemido roto, me agarro a sus cuernos y lo conduzco entre mis muslos. "Tu
boca me está volviendo loca".
"¿Mis palabras? ¿O mi lengua?"
"Ambas". Me retuerzo mientras me da otro lento y sensual lametazo, porque incluso cuando
he tenido un novio que me ha lamido en el pasado, no me lamía como lo hace T'chai. Mi
compañero no sólo usa la punta de su lengua; usa la parte plana y me lame desde el centro
hasta el clítoris, arrastrando esa encantadora y dura lengua sobre mis partes más sensibles.
Sabía que mi clítoris era sensible, por supuesto, pero cuando lame cada pliegue con golpes
profundos y amorosos, me hace jadear con una necesidad desvergonzada.
T'chai me da otra intensa lamida, y luego levanta la cabeza, presionando un beso en la parte
superior de mi coño mientras mira hacia arriba. "¿Cómo te lameré? ¿Qué camino te gusta
más?"
"Todo es bueno", me las arreglo. "Pero... el clítoris es el mejor. Si te burlas de él y usas tus
dedos dentro de mí al mismo tiempo, eso hará que llegue" Mi cara arde por lo directa que
estoy siendo, pero si no se lo digo, no lo sabrá. No puedo esperar que conozca la anatomía
humana. Demonios, la mayoría de los hombres humanos son pésimos para encontrar el
clítoris, también.
Pero la mirada que me da es de puro entusiasmo. "Me encantaría hacer que te corras así".
Baja la cabeza, mirándome mientras su boca se cierra sobre mi clítoris, y la vista de eso es
tan erótica que mis piernas se aprietan. Jadeo, aferrándome a sus cuernos mientras me
lame el clítoris con cuidado, tratando de averiguar qué movimientos me gustan más. Le
animo con pequeños ruidos y murmullos positivos, pero cuando de repente golpea su
lengua contra la parte inferior y luego succiona con fuerza, casi me salgo de las pieles.
Sus párpados se vuelven pesados con placer, y entonces T'chai hace el mismo movimiento
de nuevo, y me provoca la misma reacción. Empieza a succionar con entusiasmo, entrando
con un ocasional movimiento de su lengua, y el tiempo deja de tener todo el significado para
mí. El mundo se reduce a su lengua y su boca, y yo estoy montando su cara, mis manos
aferrándose desesperadamente a sus cuernos mientras lo hago.
Conduzco mis caderas contra su boca, jadeando, y no hay nada más sexy que él mirándome
mientras me succiona el clítoris, su calurosa mirada llena de excitación, al saber que me
está excitando así. Le encanta tocarme de esta manera, y oh Dios, me encanta.
T'chai levanta su boca, presionando con fervientes besos a la cima de mi montículo. Dejo
escapar un sonido de protesta, porque todavía no estoy ahí. Estoy muy cerca, todos mis
músculos se tensan de la manera más agradable, y esa deliciosa tensión se acumula en mi
cuerpo, pero en el momento en que él levanta su boca, desapareció. "¿Por qué nos
detenemos?" Me quejo. "Se siente muy bien".
"Porque, mi corazón", murmura con pequeños golpes de lengua caliente entre cada beso,
"te estoy dando lo que has pedido".
Y luego me mete un dedo.
Grito, mis caderas se levantan de las pieles, y la otra mano de T'chai se cierra alrededor de
mis caderas, inmovilizándome. Frota su cara en mis pliegues, haciendo cosquillas y
burlándose de mi clítoris con su lengua y luego aspirando en un patrón lento y constante
que desgarra mi mundo. Mientras tanto, se mete en mí con un grueso dedo, bombeando
profundamente. Añade un segundo dedo, llenándome tanto que es como si me estuviera
clavando su pene. Estoy muy cerca. Estoy muy, muy cerca.
Luego, hace algo con su dedo dentro de mí que toca un punto que no me di cuenta que
tenía. Todo dentro de mí se despega, y dejo salir un chillido mientras me estrello contra el
borde, el orgasmo más duro y asombroso que jamás haya rebotado a través de mí. T'chai
me sostiene mientras se desliza por mi cuerpo, y luego me quedo temblando y deshuesada
en las secuelas.
"Qué carajo", susurro, complacido mientras besa el camino de regreso a mi cuerpo. "¿Qué
hiciste con tus dedos?"
Me sonríe con suficiencia, dándome pequeños mordiscos en la mandíbula y el cuello.
"Encontré tu punto-she. Un hombre llamado W'rek me lo contó. ¿Fue bueno?"
Madre de Dios, ¿fue bueno? No creo que nunca haya llegado tan lejos. "Fue increíble".
Se ríe, me besa, y su boca sabe a sal y a almizcle. "Tendré que contárselo a S'bren cuando
volvamos".
Mierda. Un punto-she... punto G, me doy cuenta, porque ningún sa-khui pronuncia la "G"
del alfabeto correctamente. Dejé escapar una pequeña risa salvaje. "Había pensado que sólo
hablabais de pesca".
"Los cazadores hablan de muchas clases de presas" Me muestra la sonrisa más satisfecha,
incluso cuando pone una mano sobre mi pecho y comienza a burlarse de él de nuevo. "A
cuatro patas... y a dos patas"
Gimo ante su broma, poniendo mis dedos en su boca. "Esa fue una frase terrible".
"La aprendí de H'rec"
¿Harrec? ¿El compañero tonto y nunca serio de Kate? Suena bastante bien. Pongo mis
brazos alrededor del cuello de T'chai y le beso de nuevo, consciente de la urgencia de su
cuerpo. Su polla está dura, gotea preseminal en mi piel dondequiera que me roce. Me
envuelvo en los besos, dejando que su urgencia atice los fuegos en mí otra vez. El canto de
mi piojo no ha disminuido, y demasiado rápido, el alivio de la liberación desaparece,
dejándome con una necesidad hambrienta una vez más.
Entre los besos, acaricio la polla de T'chai. "¿Quieres que caiga sobre ti como lo hiciste
conmigo?" Estoy feliz de hacerlo, de hecho, es una de mis formas favoritas de despertarle
por la mañana. Me encanta la mirada de pura sorpresa y lujuria que cruza su rostro cuando
se da cuenta de lo que estoy haciendo y que no fue un sueño.
Mi compañero sacude la cabeza, reclamando mi boca con otro dulce beso. Su mano va a la
parte de atrás de mi cuello y la acaricia, sujetándome cerca. "La resonancia sólo quiere mi
semilla en un lugar". Me mete una mano entre los muslos y me mete un dedo dentro de mí,
haciéndome arquear y gemir. "Habrá mucho tiempo para eso más tarde. Por ahora, quiero
reclamarte".
"Reclamar". Le toco por todas partes, en las cicatrices que cubren su pecho como tatuajes
garabateados. Me encanta verlas, como me gusta todo de él. "Soy tuya, T'chai. Siempre"
"Lo sé". Me besa de nuevo y apoya su frente contra la mía. "Siempre lo he sabido".
Lo ha hecho, ¿verdad? Esa es una de las cosas que más me gustan de él, es muy firme. Tan
seguro, incluso cuando tenía mis dudas. Encajo mis caderas en su mano, animándole a
hacer algo más que tocarme, para mostrarle que estoy preparada para todo. Estoy mojada
y lista, y cuando él desliza sus dedos fuera de mi cuerpo, mi khui se hace aún más fuerte
con anticipación.
"Estoy preparada", le animo, levantando mis caderas. "Te quiero dentro de mí, T'chai. Por
favor"
"¿Estás mojada?"
"Sabes que lo estoy".
Él sonríe, su expresión es tan hermosa que me duele el corazón. "Ya veremos".
Ahora sé que sólo se burla de mí, porque cuando vuelve a meterme un dedo en mi centro,
puedo oír lo mojado que está mi cuerpo. Gimo, me aferro a sus hombros, y me arqueo contra
él. "Ahora", jadeo. "Ahora. Ahora".
"Paciencia. Lo estamos saboreando" Desplaza su cuerpo sobre el mío, descansando su polla
justo contra el calor de mi coño.
"Estoy cansada de saborear", protesto, clavando mis uñas en su piel. "Escucha mi khui. Te
necesita mucho."
Se inclina y frota su cara entre mis pechos de nuevo, provocando otro gemido de mí
mientras su pelo se burla de mi piel. Me acaricia el pecho. "Sí, escucho tu canción", susurra.
"Me encanta que cantes para mí".
A mí también me encanta. Muchísimo.
T'chai toma su pene en su mano y lo guía, usando la cabeza para separar mis pliegues y
así poder deslizarlo a través de mi humedad. Sabe por la última semana de experiencia que
esto me vuelve absolutamente loca, y esta vez, se asegura de frotar la cabeza contra mi
clítoris. Bombea contra mí, arrastrando su polla a través de mi canal y mirándome mientras
lo hace. Cuando mis gemidos se hacen más fuertes, se burla de mí aún más presionando
la cabeza contra mi núcleo y luego se aleja una vez más. Es cruel e injusto y me hace cosas
completamente obscenas. Jadeo y pido más, hasta que no puedo soportarlo más. Si no me
toma como quiero, le voy a dar la vuelta a la tortilla.
Me siento y le pongo una mano en el hombro. T'chai parece sorprendido, pero su boca se
extiende en una sonrisa cuando lo pongo de espaldas y le monto a horcajadas. Esta vez,
tengo el control mientras cojo su verga y la presiono contra los pliegues de mi coño. Me
froto a lo largo de su cuerpo, observando su reacción. Sus ojos están tan calientes mientras
me mira que me deja sin aliento. ¿Alguna vez alguien me ha mirado tan ferozmente? ¿Con
tanto orgullo, lujuria y afecto todo en uno?
Es esa mirada la que hace que me hunda en él, finalmente, llevándolo a mi cuerpo. Me
acomodo a su longitud porque es grande y dura, y cada cresta de su polla parece arrastrarse
contra todas mis terminaciones nerviosas. Cuando me siento completamente sobre él, jadeo
para respirar, sintiéndome increíblemente llena y excitada al mismo tiempo. Su espolón
está anidado contra mi clítoris, enterrado profundamente en mis pliegues, y sé que hasta
el más mínimo movimiento de balanceo se sentirá exquisito. "¿Quieres que te monte?" Le
pregunto, porque este es nuestro momento especial. Quiero que le guste lo que hago, y no
sé cómo se siente cuando estoy arriba. "¿Está bien así?"
Gime y se sienta, sus piernas moviéndose, y yo jadeo, porque hace que todo dentro de mí
se ajuste y se mueva, y un aluvión de sensaciones me atraviesa. Me pone una mano en la
espalda, inmovilizándome mientras se inclina hacia delante para besarme. Así, estamos
cara a cara, y es lo más íntimo, tocarnos las narices y respirar el aire del otro, incluso
cuando está instalado en lo más profundo de mi ser.
"Hola", susurro, tocando su mejilla y sonriendo.
"Me gusta todo lo que haces", me dice con un beso. "Mi pareja está en mi polla. ¿Cómo
podría encontrar un fallo aquí?" Sacude sus caderas, y envía un rebote de reacciones a
través de mi cuerpo, un placer caliente que me atraviesa en espiral. Jadeo y me aferro a él,
mordiéndole el labio inferior como si pudiera compartir algo de esa intensidad con él. "Eres
mía", dice en voz baja. "Todo mío".
Y él empuja de nuevo.
No es un empuje total, el ángulo en el que estamos no lo permite, pero se siente glorioso y
frota mi clítoris de la manera correcta con sus movimientos. Me muevo con él en el siguiente
empujón, levantando mis caderas para poder empujar hacia él y aumentar la fricción. Gimo
su nombre, y mi khui canta cada vez más fuerte. T'chai pone una mano en mis caderas,
sujetándome mientras sus movimientos se vuelven más rápidos y bruscos, y yo envuelvo
mis brazos alrededor de su cuello y me agarro mientras me folla.
Mi cuerpo aparentemente ha terminado de saborear. Me corro rápidamente y luego una
segunda vez mientras T'chai continúa golpeándome, murmurando mi nombre y lo hermosa
que soy mientras mi coño se aprieta alrededor de él con cada liberación. Estoy jadeando,
mi cuerpo sensible y sobrestimulado al tiempo que él nos da la vuelta sobre las pieles,
presionándome contra mi espalda y conduciéndose profundamente. Estoy temblando con
el comienzo de otro orgasmo cuando él se balancea hacia adelante, con fuerza, y su espolón
empuja justo contra mi clítoris. Me corro una vez más, y soy vagamente consciente de que
él también llega a su climax, su forma de cogerme de los hombros es feroz, su cara enterrada
en mi pelo.
Me aferro a él con fuerza, el único sonido de la choza es el de nuestra pesada respiración
mezclada y la siempre presente canción de resonancia. Finalmente, T'chai levanta su cabeza
y me mira. Me da una sonrisa lenta y perezosa y me da un beso en la mandíbula. "Todavía
cantamos".
"Así que lo hacemos. Supongo que tendremos que volver a hacerlo pronto" Me contoneo un
poco, sintiendo la pegajosidad de nuestros cuerpos unidos. "No hay prisa. Tenemos todo el
tiempo del mundo ahora"
Me sonríe, entrelazando sus dedos con los míos, y aunque mi khui sigue cantando una
canción urgente... estoy contenta. Muy contenta.
∗∗∗∗∗∗∗
Epílogo
vengan y nos ayuden a desempacar todos los bienes que hemos traído de la otra aldea. La
cesta en la que T'ia viajó hasta aquí está ahora llena de alimentos y pieles de todo tipo.
Hemos sido colmados de regalos, y me siento humilde por la amabilidad de estos extraños.
Los sa-khui son más generosos de lo que creía posible, y no puedo evitar comparar este
pensamiento con la isla en la que crecí. Los Cuerno Alto no compartían con otros clanes, ni
ellos con nosotros. Todos éramos rivales, nos enseñaron desde el nacimiento que los otros
eran de alguna manera menos.
Y ahora nos vemos obligados a convivir juntos, lo que hace que sean tiempos interesantes.
Tal vez debería aprender de ellos y ser más abierto y amigable con los Gato Sombra y Brazo
Fuerte.
"¿Deberíamos ayudar a descargar?" Mari dice, mirándome.
"Lo haré", le digo, y la detengo al lado de V'ronca. "Quédate con la compañera de A'tar. Tú
también estás embarazada y debes tener cuidado".
Mari sólo pone los ojos en blanco, pero sonríe. "¿Así es como va a ser durante los próximos
nueve meses?"
La entrecierro los ojos. "¿Por qué? ¿Qué pasa en nueve meses?"
"¿Un... bebé?"
"¿Tan pronto?" Recuerdo vagamente a las mujeres embarazadas de la isla. Parecía que sus
crías tardaban mucho más en nacer, y recuerdo la aplastante decepción de la tan esperada
bienvenida de un joven, sólo para saber que debía ser enviado al clan de los marginados
porque no mostraba cuernos.
" De acuerdo, más tiempo. Lo que sea" Mari no parece preocupada. Toca su estómago plano
y su sonrisa se amplía un poco más. La mía también lo hace.
"Ho", llama una voz en la playa, y cuando me doy la vuelta, hay una docena de personas
acercándose a nosotros. Veo a M'tok y a S'bren y a sus compañeras, y a R'jaal. Veo a A'tam
y D'see, la nueva mujer, y a S'sah. Bek está aquí, y V'rdis de la piel roja, y luego estamos
rodeados. Todos me palmean en la espalda una y otra vez, y parece que todos están
contentos de vernos volver. R'jaal quiere saber cómo fueron las cosas en el otro
campamento, el de Croatoan, y R'hosh quiere saber si T'ia fue instalada. Otros ayudan a
quitarle la silla y el equipo a A'tar para que pueda cambiar a su forma humana, y... es un
desastre de gente, en todas partes. Todos hablan entre ellos, y cuando miro a mi compañera,
está rodeada de otras hembras. C'lie, la compañera de M'tok, la abraza con alegría en sus
ojos, y D'see charla excitada mientras mi compañera sonríe dulcemente.
Ella es tan hermosa, mi Mari, que me hace hacer una pausa. ¿Cómo es que tengo tanta
suerte?
La miro fijamente, abrumado por la emoción, y una gran mano me palmea en la espalda.
"Para mí también fue así", comenta Bek, y me da un golpecito en la parte inferior de la
mandíbula, donde tengo la boca abierta. "No podía mirar a mi Ell-ee sin sentirme abrumado
durante muchas, muchas lunas después de que resonáramos. Todavía me siento
abrumado, sabiendo que es mía". Su duro rostro se suaviza en una sonrisa. "Tómala como
el regalo que es y sé feliz".
"Lo haré", prometo, y hago un gesto a la muchedumbre de paquetes en la playa. "Toma.
Déjame ayudarte con esto"
∗∗∗∗∗∗∗
El CAMPAMENTO DE LA PLAYA es un caos toda la tarde y hasta la noche. Todo el mundo
quiere ver las cosas traídas de Croatoan, y se hacen muchas preguntas: quién ha tenido
recientemente un kit, cómo era el nuevo joven de L'la y R'kan, si alguien ha resonado, cómo
es la caza... y así sucesivamente. Me encuentro devanándome los sesos, buscando los más
pequeños detalles de información para compartir con el grupo de hambrientos. Lo entiendo.
En cierto modo, me recuerda a las reuniones de los clanes en la isla. Los cuatro clanes se
reunían una vez cada vez que las temporadas eran largas y tenían los juegos de prueba.
Además de los juegos, había fiestas, y el comercio con otros clanes ... y charla. Recuerdo
muchas, muchas conversaciones.
Es así ahora, con Mari alejada para hablar con una o con otra. Primero, H'rlow pregunta
por la sanadora M'lak y su familia. Luego Leezh desea saber sobre Shorshie y sus kits. Buh-
brukh quiere saber sobre su ropa nueva. C'lie desea saber detalles sobre su visita a la
sanadora. Mi compañera me mira impotente y sonríe, dejándose llevar por sus amigas.
Yo también sonrío, porque hace mucho tiempo que mi compañera no sonríe tan a menudo.
Desde antes del ataque de la Garra del Cielo, creo. Sonreía todo el tiempo cuando nos
conocimos, y se atenuó cuando su khui fue silenciado. Ella es todo felicidad en este día, su
dulce risa resonando, y no haré nada para interrumpirla. Sólo me alegro de verla
disfrutando.
"Esto merece una celebración", anuncia Shail junto al fuego, y una pequeña ovación sube
del grupo reunido. Ella planta un beso en la cara de Z'hren y se lo entrega a V'za, y luego
se vuelve al grupo, estrechando sus manos. "Estoy pensando en un guiso, y si alguien
quiere ir a buscar algo de sah-sah, podríamos hacer una fiesta"
"¡Fiesta!" alguien grita, y otra mujer grita.
"Ayudaré", dice B'shit, moviéndose al lado de Shail. "¿Qué necesitas?"
"Carne fresca, para empezar", dice Shail. "Mucha. ¿Tenemos tiempo?" Ella mira al cielo,
midiendo los soles. "¿O va a oscurecer pronto?"
"La oscuridad no es un problema." A'tam se pone de pie. "D'see y yo iremos al escondite
más cercano y os traeremos carne fresca. Sé dónde está, y ella necesita aprender"
"Suena bien", dice D'see, cayendo detrás de A'tam. Dejan el fuego, y miro a B'shit, que cruza
los brazos bajo las tetas y frunce el ceño ante el fuego. Sus puños están apretados, y me
pregunto si tal vez nos perdimos una resonancia aquí. Los ojos de D'see son azules con
brillo khui, así que quizás ya ha sido reclamada por uno de los Gato Sombra.
Alguien se ríe cerca, y miro para ver a V'za acercándose. Tiene a su hijo en sus brazos, y
noto que Z'hren lleva ahora un pequeño sombrero de piel enviado por la otra tribu, y parece
encantador... incluso para un kit de los Brazo Fuerte. O tal vez sólo tengo kits en mi mente
últimamente. V'za viene a pararse a mi lado y se inclina mientras los que están alrededor
de la fogata se ponen a trabajar, organizando la cocina. "B'shit no parece feliz, ¿verdad? Ha
sido un interesante puñado de días mientras no estabais" V'za sólo mueve la cabeza, como
si se divirtiera con las payasadas de la generación más joven. Z'hren muerde su puño,
mirándome fijamente. V'za sonríe. "Creo que este campamento estará bastante... agitado
por un tiempo. ¿Tú y tu compañera habéis regresado? No estaba seguro de si lo haríais"
Le miro fijamente. Sólo le he dicho a otros Cuerno Alto que estábamos considerando una
estancia permanente en Croatoan. "¿Qué te hace decir eso?"
Se encoge de hombros, mirando a su compañera. "Su hembra no ha sido feliz por un tiempo.
Era muy evidente. Shail se preguntaba si os ibais a marchar sólo para alejaros de las
miradas aquí".
Shail es sabia. "Era una idea... pero este es el hogar"
"El hogar es donde está tu compañera", corrige V'za. El niño en sus brazos agita sus puños
y luego me alcanza. V'za me mira. "¿Quieres abrazarlo?"
¿Quiero? Pienso por un momento, y luego extiendo mis brazos hacia el niño. Z'hren
prácticamente salta a mis brazos, y me sorprendo de lo pesado que es para su pequeño
tamaño. Es sólido, éste, y me maravilla que Shail, de aspecto ligero, pueda llevarlo todo el
día sin quejarse. "Es grande".
"Lo es. Come lo suficiente para tres", dice V'za con orgullo. "Siempre en la teta de su madre".
Me da un codazo y guiña el ojo. "Igual que su padre".
Es una broma ridícula, pero me río de todas formas. Z'hren me parpadea, y luego su color
parpadea antes de establecerse en el tono exacto de azul que soy. Abre la boca y se ríe,
mostrando dos pequeños dientes en el fondo de sus encías, y eso me hace reír de nuevo. No
recuerdo haber estado nunca cerca de un kit como este, y nunca he sujetado uno. Es lindo.
Lo acuno en mis brazos, haciendo un gesto de dolor cuando los cuatro puños me agarran
la melena y él se la lleva a la boca. "Es fuerte".
"Mucho". V'za sonríe. "¿Lo abrazarás mientras veo si mi compañera necesita algo?"
El cazador mayor se aleja antes de que pueda responder, y entonces me quedo con Z'hren.
Considero su cara redonda y regordeta, preguntándome si mi hijo se verá así. Z'hren hace
un ruido de "guh" en su garganta y pone un puñado de mi melena en su boca, babeando
por todas partes. Hago una mueca, tratando de quitarle el pelo de manos tan pegajosas.
"No sé si deberías comerte eso, pequeño".
"¡Guh!" Z'hren dice de nuevo, ignorándome.
"Tu madre no será feliz si te llenas la barriga con mi melena en lugar de leche", señalo. "Y
un cazador debe ser fuerte y estar en forma para poder superar incluso a la más feroz de
las bestias, ¿sí?" El kit parece escuchar lo que digo, así que sigo hablando, incluso cuando
le hago rebotar torpemente como lo hizo V'za. "Necesitarás crecer grande y fuerte para poder
derribar una bestia tan feroz como el Viejo Abuelo... o tan astuta como un kaari. ¿Sabes lo
que es eso, verdad?" Yo sigo adelante. "Y tendrás que ser capaz de mantener a una
compañera. Eso es lo que todo cazador aspira, una hermosa pareja a su lado" Me inclino
más cerca, como si estuviera impartiendo un secreto. "Como la mía".
"¿Con quién estás hablando?" Mi compañera me toca la espalda, moviéndose a mi lado. Hay
una mirada de diversión en su cara. "¿Te has quedado atascado como niñera?"
Le sonrío, complacido de que se haya abierto camino hacia mí. Pensé que la perdería con
sus amigas toda la noche. "V'za necesitaba ayudar a Shail, y yo estaba cerca" Me encojo de
hombros, ajustando al niño en mi cadera. "Es un buen kit. Muy sabio. Escucha mis
consejos"
"Guh", dice Z'hren de nuevo y mastica un bocado de mi melena.
" Evidentemente", se burla Mari, inclinándose y extrayendo suavemente hebras de melena
de los codiciosos puños de Z'hren. "Te ves bien con un bebé en tus brazos", dice mi
compañera con una voz muy suave. "Me alegro... me alegro de que las cosas salieran como
salieron" Ella deja escapar un suspiro, y escucho el alivio en su voz. "Me preocupaba..."
"Te preocupabas por nada", le recuerdo suavemente. "Sentiría lo mismo por ti con un kit en
mis brazos que sin él. Eso no nos cambia a ti ni a mí. Cada día que me he despertado para
encontrarte a mi lado ha sido un buen día. No tengo ninguna queja".
Su sonrisa es tan brillante como la luz del sol sobre el hielo. "No, nunca te has quejado,
¿verdad?"
"No lo he hecho. Un macho feliz nunca se queja, ¿no es así, Z'hren?" Le doy una palmadita
en la espalda y miro a mi pareja, preguntándome si estoy siendo egoísta en mi disfrute del
chico. "¿Te gustaría abrazarlo?"
"Adelante" Me frota la espalda, apoyándose en mi brazo. "Me gusta mirarte"
Me inclino y le doy un beso en la cabeza, y Z'hren grita de alegría por el chapuzón mientras
me inclino. Su risa me hace reír, así que paso los siguientes momentos 'sumergiéndolo' de
nuevo, sólo para escuchar esa risa contagiosa. Mi compañera también se ríe, y me pregunto
si alguien alguna vez se llenó de tanta alegría como yo en este momento.
"¡U'dron tiene su tambor!" alguien grita. Veo a F'lor arrastrar a U'dron hacia adelante, y ella
indica que debe sentarse frente del fuego. "¡Tócanos una canción! Que alguien más traiga
a Raven. Necesita cantarnos una de sus locas melodías"
Una ola de risas se eleva del grupo. Mari mira a su alrededor y se inclina hacia mí,
susurrando. "No he visto a Raven, ¿y tú?"
Pienso en R'ven. Es la hembra de melena larga y pálida, creo, y de expresión serena. La que
canta canciones sin sentido, pero que todos parecen disfrutar. Canciones sobre par-ahuas
y lo que sea un "lei-dee mar-mah-lade". No la he visto, pero me cuesta mucho darme cuenta
de una hembra que no sea mi pareja. Me encojo de hombros.
"Iré a buscarla", grita otra hembra, y S'teph se aleja del grupo, corriendo a las cuevas.
Regresa demasiado rápido, con una extraña mirada en su rostro. "No está ahí".
"¿Se fue con D'see y A'tam?" pregunta otra, y luego el campamento se dispersa mientras la
gente va en busca de la hembra perdida.
"Tal vez sea mejor que vayas a ayudarles a buscar", afirma Mari, quitando a Z'hren de mis
brazos. "¿Quizás esté dando un paseo con uno de los hombres?"
R'jaal me pide que me una a él, y yo beso a mi compañera y me alejo de su lado, yendo a
ayudar en la búsqueda. R'jaal parece molesto. "R'ven probablemente esté pasando tiempo
a solas con uno de los Gato Sombra", se queja. "A todas las hembras parecen gustarles ellos
y su pelo de la barbilla"
"Les gustan porque A'tam e I'rec flirtean con ellas", le digo a mi amigo, palmeándole la
espalda. "En lugar de huir en el momento en que ellos tratan de hablar"
"No me alejo corriendo", se queja R'jaal. "Al menos, no siempre. Vamos. Encontraremos a
esta hembra y luego disfrutaremos del festín."
∗∗∗∗∗∗∗
Cuando oscurece, R'ven todavía no se encuentra en ninguna parte. A'tam y D'see regresan
con un cadáver de dvisti congelado, y no han visto a R'ven. No está en las cuevas. No está
en ninguna de las cabañas. No está caminando por la playa o revisando las cestas trampa
en las pozas de marea.
Nadie tiene ni idea de dónde está. Se ha desvanecido.
"¿Qué macho es?" R'jaal gruñe cuando nos unimos al grupo. Busco en los rostros reunidos,
buscando el que más me importa. Mari está sentada junto a Shail, un Z'hren dormido aún
en su regazo. Parece cansada, mi compañera, pero no se quejará ni abandonará el grupo,
como tampoco lo haré yo. R'jaal se adelanta, escudriñando a la gente reunida. "¿Qué macho
decidió que era una buena idea robar otra hembra?"
U'dron se pone de pie y se rompe los nudillos. "Hazme saber quién es y le destruiré"
"¿Uno de tu propio clan?" R'jaal se burla, su tono es tan cortante que le pongo una mano
en el hombro para calmarle. No es como mi amigo, pero es sensible en lo que respecta a las
hembras sin pareja.
U'dron sólo sacude la cabeza. "Mira a tu alrededor. Los Gato Sombra están aquí. Es otra
persona." Frunce el ceño sombríamente. "Alguien más ha puesto las manos sobre mi
hembra"
"¿La tuya?" Leezh empuja al centro del grupo. "¿Pasó algo que todos debemos saber?"
U'dron cruza sus brazos sobre su pecho. "Nada... todavía"
Leezh se da la vuelta y mira fijamente a su compañero. "Vale. Bueno, ¿quién falta, entonces?
¿Quién es el imbécil? ¿Sessah?"
"Estoy aquí", grita el joven cazador, con el tono ofendido. "¿Por qué iba a robar a una mujer
que no está dispuesta?"
Miro alrededor, y veo que U'dron tiene razón, todos los Gato de la Sombra están junto al
fuego. U'dron está junto a O'jek. I'rec y A'tam se susurran el uno al otro mientras D'see se
inclina. Cuento cabezas, confundido. Entonces, ¿un macho apareado se la robó? Pero todos
los del Brazo Fuerte -J'shel, N'dek, K'thar- están cerca con sus parejas. A'tar, Th'rand y
V'dis están sentados. Gren está de pie con su pareja. M'tok está con C'lie, y S'bren con
P'nee. R'jaal está delante de mí.
¿Quién queda? Bek, T'shen y V'za están todos aquí. M'dok también. Miro alrededor y me
doy cuenta de que todos nos miramos unos a otros, tratando de averiguar quién falta.
"¿Se ha perdido?" H'rlow pregunta en voz baja. "¿Sería ella del tipo que va de caza sola?"
"¿Raven?" Sam parece incrédula. "No puede ser. Ella odia la caza. Dice que le estropea el
chi o algo así".
"Vale, bueno, si estamos todos aquí, entonces ¿quién coño se la ha llevado?" exige Leezh.
El campamento se queda en silencio.
∗∗∗∗∗∗∗
MARI
Se siente como si estuviera desplazando a Daisy. Es un pensamiento estúpido, porque es
mi choza, pero también siento que la estoy echando de su casa. Pero también ha sido un
día increíblemente largo, y quiero dormir en mi cama... y quiero estar a solas con mi pareja.
"Está bien", Daisy me tranquiliza mientras empaqueta sus cosas. Dobla su ropa prestada
en un montón diminuto y me muestra una sonrisa radiante. "Me quedaré en la cueva con
las otras chicas"
Miro a la puerta, buscando a T'chai. Todavía está fuera buscando con los demás, buscando
a Raven. Yo también debería estar ahí fuera, pero estoy agotada, y cuando empecé a
bostezar, mi compañero protector me empujó suavemente hacia nuestra cabaña. "Por
cierto, ¿cómo va eso?" Pregunto, luchando contra otro bostezo somnoliento. "¿Las otras
chicas?"
Ella se encoge de hombros, enrollando un pelaje. "Va yendo. Me imagino que todo lleva su
tiempo"
Lo que significa que ella no le gusta mucho a nadie. Pobre Daisy. "¿Has hecho algún amigo?"
Daisy me mira y sonríe. "A'tam ha sido amable".
Oh, vaya. "No sé si es una buena idea..."
"Lo sé", dice Daisy. "A Bridget no le va a gustar. Ella me odia ahora mismo, pero está bien.
Soy una experta en este tipo de situaciones". Se pone su larga trenza rubia fresa sobre su
hombro y me da una mirada de confianza. "La estamos poniendo celosa para que él pueda
finalmente ganársela".
Eso suena... como una explosión a punto de ocurrir, pero ¿qué sé yo? "Sólo... nada de
peleas. O puede que tengamos que llevarte a Croatoan para que pases un tiempo con Tia"
Ella se ríe, el sonido es dulce y ligero, y se echa la mochila al hombro. "Todo está bajo
control, lo prometo. Gracias por dejarme utilizar tu cabaña, por cierto. Has sido muy amable
conmigo". Su sonrisa es dulce y un poco triste. "Ha sido agradable tener un lugar donde
retirarme y tener algo de tiempo para mí mientras me instalo".
"Por supuesto. Si quieres quedarte..." Empiezo, y voy bajando la voz.
"No, necesitas estar a solas con tu compañero y ya es hora de que me mude a la otra cueva
de todos modos. Tendrán que acostumbrarse a mi presencia". Ella sonríe, luciendo tan
hermosa y fresca como el día en que llegó a pesar de la dureza de nuestra situación de vida.
"No voy a ir a ninguna parte"
"No, supongo que no" Le devuelvo la sonrisa y la saludo cuando sale de la cabaña.
Aún no hay señales de T'chai, así que desenrollo nuestras pieles y hago la cama... sólo una,
y avivo el fuego. Voy a esperarle despierta, creo, bostezando. No hemos tenido mucha
oportunidad de hablar hoy, y le extraño. Ha habido alguien allí cada vez que me he dado la
vuelta. No es que me importe, es bueno sentirse tan amado y necesitado, pero también
quiero a mi pareja. Me acuesto sobre las pieles, mirando el fuego, y me toco la barriga. En
algún lugar ahí dentro está nuestro bebé. Pienso en T'chai sosteniendo a Z'hren antes, y en
la alegría de su cara cuando Z'hren se rió. Va a ser un buen padre. Muy paciente y
cariñoso...
Una mano toca mi hombro y luego el gran cuerpo de T'chai se relaja en las pieles junto a
mí.
Me froto los ojos, dándome cuenta de que el fuego se ha apagado. Debo haberme quedado
dormida. "¿Todo está bien?"
"R'ven sigue desaparecida", dice en voz baja. "Saldremos por la mañana y la buscaremos"
Sus brazos me rodean y me acerca en modo cuchara contra su gran cuerpo. "Estás cansada.
Vuelve a dormirte"
"Quería esperarte", murmuro, acurrucándome contra él. "Te he echado de menos hoy"
Me da un beso en el pelo. "Siempre estoy aquí, mi compañera"
Y eso me hace sonreír, porque es la verdad. No importa lo que pase, T'chai siempre estará
ahí para mí. Es firme y maravilloso y le adoro. "Te amo", le digo dormida. "Cuando me
despierte por la mañana, vamos a tener sexo".
Se ríe. "Si quieres".
"Pero no ahora mismo", le digo, bostezando. "Demasiado soñolienta"
"Entonces duerme", me dice con la más baja y gentil voz mientras sus brazos se estrechan
a mi alrededor. "No voy a ir a ninguna parte"
Sonrío mientras me quedo dormida, porque sé que tiene razón. Somos para siempre, él y
yo.
∗∗∗∗∗∗∗
Epílogo II
RAVEN
Me despierto con un gemido y un dolor de cabeza palpitante, y un sabor terrible en la boca.
Al toser, me siento, me limpio los labios mientras miro a mi alrededor. Desorientada, miro
en la oscuridad, tratando de recordar lo que pasó y dónde estoy. Recuerdo vagamente haber
visto huellas en la arena y haberlas seguido, sólo para encontrarme en una cueva de marea
que se llenó de agua. Lo último que recuerdo es que el agua fría y salada se cerró sobre mi
cabeza.
Vale, entonces... ¿estoy muerta?
Estoy muerta. Vale. Lo que sea.
Tiemblo, tirando del tejido húmedo de mi túnica. Si estoy muerta, ¿por qué hace tanto frío
entonces? Mis tetas están congeladas y esta cueva no está caliente en lo más mínimo. Soplo
en mis dedos fríos, preguntándome si alguien va a venir a buscarme, o si estoy sola. Me
meto en la oscuridad y para mi sorpresa, toco algo áspero y espinoso que se siente como
un coral. Es del tamaño de un árbol de Navidad, me doy cuenta, mientras sigo tocándolo y
encuentro más y más de él. Yo... no recuerdo haber visto eso en la cueva. En todo caso, la
cueva estaba completamente vacía cuando entré.
Entonces, ¿el coral se arrastró conmigo?
Una roca se desliza en algún lugar detrás de mí.
"¿Hola?" Me pongo de pie y me duele todo. Todo. Toso más agua salada y me estremezco en
la pierna... se siente como si la hubieran raspado. "¿Quién está ahí fuera? ¿U'dron?"
No sé por qué llamo a U'dron. Bueno, vale, sí sé por qué, pero me digo a mí misma que no
me gusta tanto. No le gustaría nada si supiera quién soy realmente. A nadie le gustaría.
Aún así, modulo mi voz al tono más dulce que he adoptado desde que llegué al planeta de
hielo. "¿Chicos? ¿Quién está ahí fuera? ¿Hay alguien?"
Me muevo hacia adelante, y luego veo dónde estoy. Más o menos.
Es un lugar extraño, la playa es completamente diferente a lo que he visto antes. Estoy en
una playa, pero los acantilados son altos y amenazantes, sin ningún lugar para escalarlos.
Es como estar completamente encerrado en una roca, y parece totalmente desconocido. Hay
una tonelada de basura apilada en la línea de marea de la playa, como si la mierda hubiera
estado llegando a la orilla durante semanas y semanas y nadie se hubiera molestado en
recogerla. Parece una gran pila de escombros en una línea perfecta a través de la playa, y
la vista de ello hace que me pique la piel. Tanta madera a la deriva... alguien debería haberla
recogido, ¿verdad?
A menos que sea un lugar nuevo.
¿Pero cómo he conseguido llegar a un lugar nuevo? Esto no es el maldito Narnia. No puedo
pasar por una puerta a otro mundo. Este es un planeta de hielo.
Una figura sale de detrás de los escombros, saltando y caminando hacia mí. Es un niño,
me doy cuenta cuando la figura se acerca, aunque no se parece a ninguno de los niños del
campamento. Sus ojos son azules khui y brillan de una forma espeluznante, todos nuestros
ojos brillan en la oscuridad. Es difícil de ver debido a las sombras, pero también estoy
bastante segura de que no tiene cuatro brazos. Aunque tampoco parece humano. Sus
rasgos son extraños y planos, lo que lo caracteriza como alienígena, al igual que los
pequeños cuernos de su frente y el impacto del pelo salvaje y pálido que le sale de la cabeza
como una llama. No es del todo humano, pero tampoco coincide con los alienígenas que he
visto. El extraño niño inclina su cabeza y me mira, y luego se agacha sobre sus caderas
como un animal salvaje. Está totalmente desnudo, me doy cuenta, a pesar del frío, y no
puede tener más de tres o cuatro años.
¿Es... salvaje, entonces? ¿Cómo diablos pasó eso?
"Hola, cariño. ¿Quién eres?" Sonrío, mi voz dulce, y le doy una mano.
Su cola se mueve hacia adelante y hacia atrás, y mientras revuelve la arena como un cepillo,
me doy cuenta de que es mucho, mucho más corta que las colas de los extraterrestres que
he visto. Es rechoncha y tupida. Se ríe de mí y luego se escabulle sobre sus manos y rodillas,
corriendo de vuelta a los montones de madera a la deriva.
Me enderezo, preguntándome si debería perseguirlo. Mientras lo hago, miro hacia arriba.
Otro par de ojos se iluminan ante la vida en la oscuridad. Más grandes. Estrechados.
Amenazantes.
Uh oh. Miro fijamente al segundo recién llegado mientras se acerca y me doy cuenta de que
estoy en una seria, seria mierda.
∗∗∗∗∗∗∗
PEOPLE OF ICEHOME
Los ‘Naufragos’ (Tribu Icehome)
Lauren/Lo – Mujer adulta en el Campamento de la PLaya. Una vez llevó gafas. Le gusta ser
una solucionadora de problemas. Resonó con K’thar, recientemente embarazada. Amiga de
Marisol.
Marisol – Aterrorizada mujer adulta en el Campamento de la Playa a quien le gusta
esconderse. Se queda atrapada con Lo en la isla. Resuena con T'chai. Debido a la
enfermedad de él, su resonancia es 'apagada' por la sanadora.
Hannah – Resuena con J'shel cuando llegan las tribus de la isla. Recién embarazada.
Habitante metomentodo. Ahora es asistente de Verónica.
Angie – Mujer adulta en el Campamento de la Playa. Embarazada con un bebé
misterioso cuando se despierta. Da a luz a Glory (una hembra clonada). Resuena con
Vordis. Ahora embarazada de nuevo.
Glory – Una bebé clon qura’aki, implantada in Angie. Recién nacida y linda como el
infierno.
Willa – Mujer adulta con un acento sureño. Amiga de Lo. La más ardiente defensora de
Gren. Resuena con Gren. Embarazada.
Gren (suena como HEN) – Bestia, macho ex gladiador salvaje. Ataca a la primera
oportunidad. Resuena con Willa. Suave y esponjoso, según Aayla.
Veronica – La más reciente sanadora del planeta. Resonó con Ashtar al llegar. Un poco
torpe. Necesita trabajar en su trato con los pacientes. Ha reclutado a Hannah para que sea
su asistente.
Ashtar (Ash-TARR) – Ex-gladiador y ex-esclavo coqueto y dorado. Hombre Drakoni que
puede cambiar a una ‘forma de batalla’ como un Dragón y tiene la habilidad de comunicarse
telepáticamente. Resuena inmediatamente con Verónica. Tío bueno.
Vordis (Vohr-DISS suena como Floor-Miss) – Uno de los 'gemelos' rojos, ex gladiadores
de una raza llamada a'ani. Amigo/hermano de Thrand desde hace mucho tiempo, otro clon.
El más devoto. Salsa picante. Resuena con Angie.
Thrand (suena como ‘Bland 3’ – nadie se lo dice) – Uno de los 'gemelos' rojos, ex
gladiadores de una raza llamada a'ani. Amigo/hermano desde hace mucho tiempo de
Vordis. El impulsivo y competitivo. Ketchup. Resuena con Nadine.
Tia – Adolescente en el Campamento de la Playa. Coqueteando con Sessah... y
probablemente con todos los demás. Trata a todos los hombres sin pareja como si fueran
su harén personal. Trasladada a Croatoan por el momento.
Nadine – Una de las hembras adultas del Campamento de la Playa. Cazadora y
seductora. Resuena con Thrand.
3 Blando
Callie – Una de las hembras adultas del Campamento de la Playa. Fanática de Harry
Potter. Resonó con M'tok. También odió a M'tok durante mucho, mucho tiempo. Ella lo
superó.
Bridget – Una de las mujeres adultas del Campamento de la Playa. Amiga de Verónica.
Se enrolló con A'tam. Rompió con A'tam. Es complicado.
Steph – Una de las mujeres adultas del Campamento de la Playa. Ex-estudiante de
psicología.
Raven – Una de las mujeres adultas del Campamento de la Playa. Rubia, a pesar de su
nombre. Padres hippis. Le gusta cantar. Actualmente está desaparecida.
Penny – Una de las mujeres adultas del Campamento de la Playa. Aprendiendo a cazar.
Humana brillante. Le encanta la aventura y pasarlo bien. Robada por S'bren. Resuena con
S'bren.
Devi – Mujer adulta charlatana en el Campamento de la Playa. Empollona científica.
Con una coleta en el pelo. Le encantan los dinosaurios. Resuena con N'dek y está recién
embarazada.
Flordeliza – Mujer adulta en el Campamento de la Playa. Una vez fue enfermera. Una
especie de payaso.
Samantha – Una de las mujeres adultas del Campamento de la Playa. Realmente le
encanta estar en el planeta de hielo, lo que nadie más puede entender.
Daisy - ¡Recién llegada! Cayó en el Planeta de Hielo por la vieja amiga de Mardok, Niri.
Ex-esclava por más de diez años. Muy hermosa. Totalmente emocionada y lista para
aparearse y tener bebés, lo que significa que todas las no apareadas la odian..
Farli (FAR-lee) – Una de las pocas mujeres sa-khui. Se aparea con Mardok y tiene un dvisti
de mascota llamado Chompy. Embarazada.
Mardok (Mar-DOCK) – Ex-soldado que ha elegido permanecer en el Planeta de Hielo.
Gurú de la tecnología. Apareado con Farli.
K’thar (Kuh-THARR) – Hunter, líder de facto de los Brazo Fuerte, resuena con
Lauren/Lo. Dueño de Kki/Fat One.
J’shel (Juh-SHELL) – Joven cazador Brazo Fuerte, resuena con Hannah. Muy alegre.
Larga trenza. Hablador sucio.
N’dek (Nuh-DECK) – Cazador Brazo Fuerte, recientemente perdió una pierna en un
ataque kaari. Ya no está deprimido y se sienta mucho alrededor del fuego. Resonó con Devi
y tiene una pierna protésica.
I’chai (Eye-shy) – Mujer muerta, madre de Z’hren
Z’hren (ZRENN) – Niño huérfano de los Brazo Fuerte, ahora hijo de Gail y Vaza
Fat One/Kki (KUH-kee) – mascota nocturna del clan
Gail – madre adoptiva de Z'hren, una mujer humana mayor, procedente de Croatoan.
Le encanta ser madre de todos los miembros de la tribu que la dejan.
Vaza – padre adoptivo de Z'hren, un hombre sa-khui mayor, que fue una vez de
Croatoan. Le encanta dar consejos, la mayoría de ellos malos..
I’rec (I WRECK) – Líder del Clan. Una especie de agitador de mierda. Uno de los objetivos
del coqueteo de Tia.
O’jek (Oh-JECK) – Cazador. Silencio. Uno de los objetivos del coqueteo de Tia.
A’tam (Uh-TAMM) – Cazador, dice ser el más guapo de la isla. Actualmente está
destrozado por lo de Bridget.
U’dron (Ooh-DRONN) – Cazador. Pescador. Todo tipo de deportista. Toca un tambor
mediocre. Actualmente fascinado con Raven.
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