Este documento describe las convenciones ortográficas para el uso de mayúsculas en nombres propios y expresiones denominativas en español. Se recomienda escribir con mayúscula inicial los nombres propios de personas, lugares, instituciones, conflictos, divisiones geológicas y periodos históricos. También se usa la mayúscula para nombres de deidades, cuerpos celestes, accidentes geográficos y regiones naturales cuando se usan como nombres propios.
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Este documento describe las convenciones ortográficas para el uso de mayúsculas en nombres propios y expresiones denominativas en español. Se recomienda escribir con mayúscula inicial los nombres propios de personas, lugares, instituciones, conflictos, divisiones geológicas y periodos históricos. También se usa la mayúscula para nombres de deidades, cuerpos celestes, accidentes geográficos y regiones naturales cuando se usan como nombres propios.
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Este documento describe las convenciones ortográficas para el uso de mayúsculas en nombres propios y expresiones denominativas en español. Se recomienda escribir con mayúscula inicial los nombres propios de personas, lugares, instituciones, conflictos, divisiones geológicas y periodos históricos. También se usa la mayúscula para nombres de deidades, cuerpos celestes, accidentes geográficos y regiones naturales cuando se usan como nombres propios.
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Uso de las letras mayúsculas
RAE: Ortografía básica de la lengua española, 2010
MAYÚSCULA EN NOMBRES PROPIOS Y EXPRESIONES
DENOMINATIVAS
La mayúscula distingue el nombre propio del nombre común. Hay usos en
que un nombre común pasa a escribirse con mayúscula cuando reemplaza a un nombre propio (el Salvador por Jesucristo) o por personificación (La Muerte se presentó en forma de un esqueleto con una guadaña).
Se escriben con mayúscula inicial
• Nombres propios de persona, tanto de pila como apellidos: María del Pilar Fernández López. • Los hipocorísticos o variantes familiares del nombre de pila: Pili, Tina. • La mayúscula se mantiene en los usos en plural: Los Pérez... • Si el apellido comienza por preposición, o por preposición y artículo, estos se escriben con minúscula: Manuel de Torre, Pedro de la Rosa. • Cuando se omite el nombre de pila, la preposición se escribe con mayúscula: señor De Torre, señor De la Rosa. • Cuando el nombre de un autor se emplea para designar sus obras, debe mantenerse la mayúscula: un Picaso, varios Dalís. • Los nombres que designan familias o dinastías: los Borbones. Pero se escriben con minúscula cuando se utilizan como adjetivos: los reyes borbones. Se escriben con minúscula las dinastías que se designan mediante un patronímico o fundador de la dinastía: un rey sasánida (de Sasán). • Los apodos, alias, sobrenombres y seudónimos, no así los artículos que los acompañen: Ernesto «Che» Guevara; la Dama de Hierro, Isabel la Católica. • Los nombres propios de deidades y seres religioso, mitológicos o de fábula: Alá, Jehová, Odín, Júpiter, el Espíritu Santo. Pero no los sustantivos comunes que distinguen las distintas clases de estos seres: una sirena, las musas, las ninfas. • Los apelativos antonomásticos y las advocaciones: el Creador, la Purísima, el Maligno, el Cristo de la Agonía. • Dios se escribe con mayúscula inicial cuando se usa, sin artículo, como nombre propio del ser supremo de una religión monoteísta: Dios envió a su hijo para salvarnos; pero con minúscula y con determinante cuando se refiere al ser supremo de modo genérico o a divinidades de las religiones politeístas: Jehová es el nombre hebreo del dios de los judíos y cristianos; Júpiter es un dios griego. • Los nombres propios de plantas, animales y objetos: Bingo, el Big Ben, Moby Dick. • La primera palabra de los nombres latinos de especies y subespecies animales y plantas usados en la nomenclatura científica. Se escriben, además, en cursiva: Homo sapiens, Felis silvestris catus. • Los nombres propios de los cuerpos celestes y otros entes astronómicos: Marte, la Osa Mayor, la Vía Láctea, Las palabras tierra, sol y luna se escriben con mayúscula inicial solo cuando se usan como nombres propios en contextos netamente astronómicos: Venus está más cerca del Sol que la Tierra. • Los nombres de los signos del Zodiaco: Nací bajo el signo de Tauro. • Los nombres propios de tormentas y otros fenómenos atmosféricos, pero no el nombre común genérico que los acompaña: la tormenta Stan. • Los nombres propios de accidentes geográficos, pero no los nombres comunes que los acompañan: el océano Pacífico, el lago Titicaca. • Se escriben con mayúscula inicial algunos nombres comunes geográficos cuando se utilizan antonomásticamente: la Cordillera (de los Andes para chilenos y argentinos), el Estrecho (Gibraltar para españoles), el Golfo (de México para los mexicanos). • Los nombres propios de regiones naturales y comarcas, pero NO el artículo que los acompaña: la Patagonia, la Amazonia, los Cuchumatanes. • Los nombres propios de continentes, países y ciudades, reales o imaginarios: América, Noruega, La Habana, Macondo, el País de Nunca Jamás. • Todas las palabras significativas que componen la denominación completa de entidades, instituciones, organismos, departamento o secciones administrativas, órdenes religiosas, unidades militares, partidos políticos, equipos deportivos, organizaciones, asociaciones, compañías teatrales, grupos musicales, etc.: Biblioteca Nacional, Médicos Sin Fronteras, Facultad de Farmacia. • Además de la primera, las palabras significativas del nombre de establecimientos comerciales, culturales o recreativos: hotel La Perla. • Sustantivos comunes cuando designan entidades u organismos de carácter institucional: el Gobierno, la Administración, el Estado, la Iglesia, el Ejército, la Armada, la Policía, el Parlamento. Pero NO en sus usos comunes: un policía, una iglesia ortodoxa; ni cuando se emplean en singular con valor colectivo: El ejército [= tropas] cruzó la frontera; Lo detuvo la policía [= varios agentes]. • Los sustantivos y adjetivos que forman parte de la denominación de asignaturas o cursos: Matemáticas, Química Orgánica, Curso de Crítica Textual. Si la denominación es larga, la mayúscula se aplica solo a la primera palabra y la extensión se delimita con comillas: Se matriculó en «Historia de las ideas lingüísticas en el mundo hispánico». • Los nombres de las divisiones geológicas y paleontológicas, pero no los adjetivos que los acompañan: el Precámbrico, el Mioceno, el Jurásico superior. Si el periodo se designa mediante un sustantivo genérico (era, periodo) seguido de un adjetivo, escriben con letra minúscula ambos componentes: la era cenozoica, el periodo carbonífero. • Los nombres de los periodos en que se dividen tanto la prehistoria como la historia: el Neolítico, la Edad de Piedra, la Antigüedad, el Medioevo.
• Los nombres de los dos conflictos mundiales se escriben con
mayúscula en todos sus componentes: Primera Guerra Mundial y Segunda Guerra Mundial.