129 - Novedades DEPENDENCIA
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129 - Novedades DEPENDENCIA
129/2008 (35-54)
RESUMEN
Según la Exposición de Motivos de la propia Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las Leyes de los Impuestos sobre So-
ciedades, del Impuesto sobre la Renta de no Residentes y del Impuesto sobre el Patrimonio, apar-
tado II. Objetivos y aspectos relevantes de la reforma, apartado 6),
«Razones de equidad y de cohesión social aconsejan otorgar una especial atención al problema
de la dependencia en España, incentivando, por primera vez desde el punto de vista fiscal, la
cobertura privada de esta contingencia
».
Desde esta perspectiva reformadora, la cual supone la introducción de la problemática de la de-
pendencia en el seno de la imposición personal sobre la renta de las Personas Físicas, al igual que
ha sucedido con la consideración como «derecho subjetivo» de las situaciones de dependencia, en
virtud de lo dispuesto en la Ley 39/2006, de 14 de diciembre; la finalidad fundamental del artícu-
lo es describir y comentar, por un lado, en qué medida la precitada Ley 35/2006 ha dado entrada,
mediante los correspondientes beneficios fiscales, a la situación de dependencia, en sus grados de
dependencia severa y gran dependencia y, por otra parte, cómo la discapacidad del contribuyente
y de las personas vinculadas al mismo por relaciones familiares, ascendientes y descendientes,
afecta a la graduación de la capacidad económica gravada por el IRPF: la renta. Para ello, en el
artículo se exponen los distintos beneficios fiscales vinculados a la discapacidad y la dependencia
en el IRPF: exenciones, reducciones en las rentas del trabajo, mínimos familiares por ascendien-
tes y descendientes, mínimo de discapacidad, deducciones por adquisición de vivienda habitual,
etc., se comentan e interpretan algunas de sus características legales y, en especial, se plantean
las diferencias que supone su regulación con respecto a la situación anterior al día 1 de enero de
2007, la derivada del Texto Refundido de la Ley del IRPF.
Palabras clave: Dependencia, IRPF, Beneficios fiscales, Reforma fiscal, Minusvalías, Capacidad
económica, Exenciones.
SUMARIO
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ESTUDIOS Y NOTAS / CRÓNICA TRIBUTARIA 129-2008
lo 7.h) Ley 35/2006). 5.2.2. Prestaciones públicas para acogimiento de personas con
discapacidad, mayores de 65 años o menores y ayudas para financiar estancias en resi-
dencias o centros de día (art. 7.i)). 5.2.3. Rentas vitalicias derivadas de planes indivi-
duales de ahorro sistemático (art. 7.v LIRPF). 5.2.4. Rendimientos del trabajo deriva-
dos de sistemas de previsión social y de patrimonios protegidos (art. 7 w). 5.3. Determi-
nación de la base imponible. Rendimientos del trabajo. 5.4. Determinación de la base
imponible. Rendimientos de las actividades económicas. 5.5. Determinación de la base
imponible. Ganancias y pérdidas patrimoniales. 5.6. Base liquidable: reducciones por
atención a las personas con discapacidad. 5.7. Adecuación del IRPF a las circunstan-
cias personales y familiares. 5.8. Deducción por obras de adecuación de la vivienda ha-
bitual. 6. EL NUEVO IRPF Y LA DEPENDENCIA. 6.1. Nota previa. 6.2. Exencio-
nes. 6.3. Calificación de las prestaciones percibidas por los beneficiarios de seguros de
dependencia. 6.4. Ganancias y pérdidas patrimoniales. 6.5. Aportaciones a seguros
por dependencia severa o gran dependencia.
1. INTRODUCCIÓN
Pretendemos con este artículo describir, siquiera brevemente, las modificaciones le-
gislativas producidas recientemente en el terreno de la discapacidad y dependencia por
la modificación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (en adelante, IRPF).
La publicación, casi en paralelo, de la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los Im-
puestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio (Boletín
Oficial del Estado; en adelante, BOE, de 29) (en adelante, LIRPF) y de la Ley 39/2006, de
14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en si-
tuación de dependencia (BOE de 15), más conocida como «Ley de Dependencia», ha vuelto
a poner de interés las relaciones entre la «discapacidad» (término que sustituye el concep-
to de «minusvalía», por su concepción peyorativa en inglés) (1) y el sistema fiscal (2).
Asimismo, ha supuesto la introducción en la terminología jurídica , el debate social y
el imaginario colectivo de una nueva categoría, la de «dependencia», definida en la pro-
pia Ley 39/2006, artículo 2.2., como:
«
el estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por ra-
zones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la
pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención
(1) Al respecto del uso de una terminología plural y cambiante para definir «situaciones des-
ventajosas» de determinados colectivos respecto de una pauta adverada como general y normal,
creemos que:
«...no debe olvidarse que la utilización de un lenguaje neutral no es suficiente, y que el principal
problema en relación con la discapacidad no es la terminología utilizada para referirse a ella, si-
no la actitud de la sociedad»,
En GARCÍA CALVENTE, Y.: «Delimitación de conceptos y análisis de los principales Ordenamien-
tos», en CALVO ORTEGA, Rafael; GARCÍA CALVENTE, Yolanda (directores): Situaciones de dependen-
cia: regulación actual y nuevas perspectivas, Eds. Thomson/Civitas; Cizur Menor, Navarra, 2007,
página 33.
En cualquier caso, el debate terminológico no está cerrado, pues determinados movimientos de
las «personas discapacitadas» prefieren referirse a sí mismas, por ejemplo, como «personas con ne-
cesidades especiales.», idea que sustenta el llamado «movimiento de vida alternativo».
(2) Passim. ALONSO-OLEA GARCÍa, Belén; LUCAS DURÁN, Manuel; MARTÍN DÉGANO, Isidoro: La
protección de las personas con discapacidad en el Derecho de la Seguridad Social y en el Derecho
Tributario, Prólogo de Rafael CALVO ORTEGA. Eds. Thomson/Aranzadi; CERMI, 2006.
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D. CARBAJO VASCO / «Novedades sobre la dependencia y la discapacidad en la reforma del IRPF»
(3) Cuyo grado, a su vez, sirve para calificar la discapacidad de las personas, por ejemplo, el
artículo 1.2 de la Ley 51/2003, de 2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación
y accesibilidad universal de las personas con discapacidad, afirma:
«
a los efectos de esta Ley, tendrán la consideración de personas con discapacidad aquellas a
quienes se les haya reconocido un grado de minusvalía igual o superior al 33 por ciento
La
acreditación del grado de minusvalía se realizará en los términos establecidos reglamentaria-
mente y tendrá validez en todo el territorio nacional.».
(4) Resultando, además, «El grado de discapacidad (ya sea severo, moderado o leve) no es de
ningún modo equivalente a lo que llama la ley «grado o nivel dependencia». El grado o nivel de de-
pendencia es un concepto operativo que está llamado a ser esencial en el desarrollo teórico y prác-
tico de esta ley (de Dependencia). De ese grado depende casi todo: el reconocimiento del derecho a
recibir las prestaciones del sistema
Por eso es importantísimo destacar (y asegurarse de que será
un concepto bien entendido y aplicado por la administración) que un grado cualquiera de discapa-
cidad no conlleva automáticamente un concreto grado de dependencia. Dicho más concretamente,
que una discapacidad de tipo moderada o leve no significa también una dependencia moderada»,
en FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE SÍNDROME DE DOWN. Reflexión sobre los servicios de promoción de la
autonomía personal y los de atención a las personas en situación de dependencia, Ed. Down Mur-
cia, Murcia, 2007, páginas 7 y 8.
(5) Y ello, sin tener en cuenta, que el Real Decreto 1414/2006, de 1 de diciembre, por el que se
determina la consideración de persona con discapacidad a los efectos de la Ley 51/2003 ya citada
en la nota a pie de página número 3, no crea un nuevo sistema evaluatorio de la discapacidad, si-
no que se limita a definir y estimar el grado de minusvalía de acuerdo con el Real Decreto
1971/1999.
(6) CARBAJO VASCO, Domingo: «Comentarios al Real Decreto 439/2007, de 30 de marzo, por el
que se aprueba el Reglamento del IRPF», en VVAA:. Aplicación práctica de las cuestiones más no-
vedosas de la reforma del IRPF, Ed. CISS, colecc. A fondo, Valencia, 2007, páginas 53 a 81.
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ESTUDIOS Y NOTAS / CRÓNICA TRIBUTARIA 129-2008
2. CONSIDERACIONES PREVIAS
En todo caso, conviene empezar afirmando que, como ha dicho un prestigioso autor,
especialista en el terreno de la fiscalidad del discapacitado y, en lo que se refiere a la
Ley 35/2006 y su incidencia en el tratamiento impositivo de la discapacidad:
«
las novedades son de escasa entidad; de hecho, en la Exposición de Motivos de la
LIRPF no se recoge mención alguna a este tema. En general, se mantiene, por tanto,
el mismo esquema que en el Real Decreto Legislativo 3/2004, de 5 de marzo, por el
que se aprueba el Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Per-
sonas Físicas (en adelante, TRLIRPF)
En este sentido, hay que tener en cuenta que
el TRLIRPF contenía un tratamiento específico para las personas con discapacidad
prácticamente en todos los elementos esenciales del tributo» (7).
En realidad, nuestro IRPF ya había integrado a la discapacidad como una de las cau-
sas reductoras o moduladoras de la capacidad económica sometida a gravamen, la ren-
ta, en múltiples parámetros del tributo (8) y parecía arduo conseguir algo más.
Piénsese, en otro orden de cosas, que los avances logrados por las personas con disca-
pacidad en el ámbito del IRPF «anuncian» cambios en el resto del sistema fiscal español,
ya que, como hemos indicado en otro trabajo nuestro: «
las clasificaciones de discapaci-
dad, conceptos, sistemas de acreditación, etc., contenidos en el IRPF se trasladan pari
passu a otros gravámenes.» (9).
Otra cosa, volvemos a repetir, es la ausencia de un tratamiento fiscal apropiado para
lo que hemos denominado en otros textos «el círculo de la discapacidad», es decir, la fis-
calidad aplicable sobre el conjunto de bienes y servicios que la persona «con necesidades
especiales» demanda para dar cumplimiento a elementos propios de una nueva política
de discapacidad, supuesto del principio de «accesibilidad universal» (10), tal y como la
triste historia del IVA ha demostrado en la tramitación de la Ley 6/2006, de 24 de abril,
de modificación de la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del IVA, para la clarificación del
concepto de vehículo destinado al transporte de personas con minusvalía contenido en la
misma Ley (BOE de 25) (11) o las dificultades para el tratamiento de los mismos pro-
blemas de accesibilidad, en lo que se refiere a las Haciendas Locales.
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D. CARBAJO VASCO / «Novedades sobre la dependencia y la discapacidad en la reforma del IRPF»
Por un lado, la Ley 39/2006 es una Ley que se inscribe en el complejo arco de la «pro-
tección social» (12), no en el ámbito impositivo; en segundo término, esta Ley piensa cu-
brir las necesidades del discapacitado no con beneficios fiscales, sino con otros instru-
mentos: servicios sociales, cuidadores familiares o profesionales, prestaciones económi-
cas, etc., el denominado «Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia» o SA-
AD; en tercer lugar, es una Ley de aplicación progresiva, incluso en lo que se refiere a
los diferentes grados y niveles de dependencia que regula, de acuerdo con la disposición
final primera de la Ley 39/2006 (13); por último, siendo la discapacidad una de las cau-
sas principales de la dependencia (la otra, sería la vejez), muchos de los instrumentos
tributarios que el IRPF posee a favor de los discapacitados se aplican a los que, una vez
baremados, entren también en la categoría de dependientes o, mejor dicho, puesto que
la Ley 39/2006 resulta ser una norma de aplicación progresiva en el tiempo (hasta el
2015) y con diferentes grados de dependencia, para aquellos discapacitados que, a la
vez, sean cualificados como «dependientes severos» o «grandes dependientes», existen,
en principio, idénticos gastos fiscales, pues la normativa del IRPF, en general, solamen-
te reconoce incentivos tributarios para los precitados grados de dependencia.
(12) Aunque ni siquiera existe unanimidad entre la doctrina, a la hora de definir el ámbito pro-
tector de la Ley 39/2006, vid. PÉREZ YÁÑEZ, R. M.: «La protección social de la discapacidad genera-
dora de dependencia», en CALVO ORTEGA, R.; GARCÍA CALVENTE, Yolanda (dirs.): Situaciones de de-
pendencia: regulación actual y nuevas perspectivas, op. cit., páginas 385 a 435.
(13) Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Secretaría de Estado de Servicios Sociales, Fa-
milias y Discapacidad. Instituto de Mayores y Servicios Sociales, IMSERSO. Notas sobre la Ley de
Dependencia, mimeo, 2007.
(14) Passim. CARBAJO VASCO, Domingo; GALÁN RUIZ, Javier: La nueva Ley del IRPF. Análisis
práctico, Ediciones Experiencia, Barcelona, 2007.
(15) Para un texto favorable a la reforma del IRPF contenida en la LIRPF, véase VIDAL MARTÍ,
Bernardo; MIGUEL MONTERRUBIO, Manuel de: «Análisis de aspectos concretos de la Reforma del
IRPF: tratamiento del ahorro y ganancias patrimoniales», en VVAA: Aplicación práctica de las
cuestiones más novedosas de la reforma del IRPF; Ed. CISS, Valencia, colecc. A Fondo, 2007, pági-
nas 53 y siguientes.
(16) Muchos de ellos, a propuesta de la Subcomisión de Fiscalidad que funciona en el seno del
Real Patronato de la Discapacidad y la cual me honro en pertenecer.
(17) «Terminología.
Las referencias que en los textos normativos se efectúan a «minusválidos» y a «personas con mi -
nusvalía», se entenderán realizadas a «personas con discapacidad».
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ESTUDIOS Y NOTAS / CRÓNICA TRIBUTARIA 129-2008
De hecho, creemos que, siendo el IRPF el tributo matriz que regula básicamente el tra-
tamiento tributario del discapacitado en el sistema fiscal español, estos cambios termi-
nológicos en el IRPF se trasladarán, pari passu, a los restantes componentes del sistema.
En este sentido, la Exposición de Motivos (en adelante, EM) de la propia Ley 35/2006,
la cual si bien no es norma, constituye un instrumento interpretativo esencial de la mis-
ma, al incorporar las propuestas del legislador, la denominada mens legislatoris, cita en
su apartado II. Objetivos y aspectos relevantes de la reforma, párrafos 5) y 6) (18), como
uno de los ejes de la reforma el tratamiento del problema de la dependencia.
Esta mención refleja que no es un propósito fundamental de la reforma alterar la si-
tuación fiscal del discapacitado, sino introducir la nueva problemática de la «dependen-
cia», dotándola de relevancia fiscal.
De todas formas, debe anotarse, tal y como ya se ha criticado acerbamente por parte
de la doctrina, que el legislador confunde «dependencia» con «envejecimiento» (19), olvi-
A partir de la entrada en vigor de la presente Ley, las disposiciones normativas elaboradas por
las Administraciones Públicas utilizarán los términos «persona con discapacidad» o «personas con
discapacidad» para denominarlas.».
(18) «
5) Con el objeto de mejorar la cohesión social y de atender los problemas derivados del enveje -
cimiento y de la dependencia se incentivan aquellos instrumentos destinados a proporcionar unos
ingresos complementarios de las pensiones públicas o a la cobertura de determinados riesgos.
Para el cumplimiento de este objetivo, el Impuesto intenta reorientar los incentivos fiscales a la
previsión social complementaria hacia aquellos instrumentos cuyas percepciones se reciban de for-
ma periódica, para lo cual se elimina la reducción del 40 por ciento anteriormente vigente para las
retiradas del sistema de capital acumulado en forma de pago único. Adicionalmente, se conceden
beneficios fiscales a los planes de previsión social empresarial y se prevé un nuevo producto de fo -
mento del ahorro a largo plazo cuando se compromete la constitución de una renta vitalicia con el
capital acumulado, el denominado plan individual de ahorro sistemático, si bien este opera de for -
ma diferentes a los demás al carecer de incentivo a la entrada.
Asimismo, por razones de equidad y de complementariedad con el sistema público de pensiones,
se acotan los límites de las aportaciones
6) Razones de equidad y de cohesión social aconsejan otorgar una especial atención al proble-
ma de la dependencia en España, incentivando, por primera vez desde el punto de vista fiscal, la
cobertura privada de esta contingencia.
De esta forma se reconoce la realidad social española, en la que se da un incremento de la espe-
ranza de vida que lleva asociado un problema de envejecimiento y dependencia de una buena par-
te de los ciudadanos, existiendo además otros factores que agudizan su dimensión en el sector de
la población que precisa de una atención especial.
Se configuran dos tipos de beneficios: los dirigidos a aquellas personas que sean ya dependien -
tes, para las que se prevé la posibilidad de movilizar su patrimonio inmobiliario con vistas a obte-
ner unos flujos de renta que les permita disponer de recursos para paliar las necesidades económi -
cas y, por otra parte, los dirigidos a aquellas personas que quieran cubrir un eventual riesgo de in -
currir en una situación de dependencia severa o de gran dependencia.
Adicionalmente, dado que la vivienda habitual constituye una importante manifestación del
ahorro familiar, se introducen en la Ley mecanismos que permitan, en situaciones de dependencia
severa o de gran dependencia, hacer líquida esta fuente de ahorro sin coste fiscal, lo que sin duda
constituye un medio adicional de cobertura de esta contingencia.».
(19) Sin negar la importancia del fenómeno del envejecimiento en Europa y sus consecuencias
demográficas, sociales y económicas. Vid., por ejemplo, los dos documentos siguientes del Comité
Económico y Social Europeo:
Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «La familia y la evolución demográ -
fica», Diario Oficial de la Unión Europea (en adelante, DOUE), serie C, n º 161, de 13 de julio
de 2007, y
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dando que las causas de la primera no son únicas, ni monocausalistas, pues también de-
rivan de la enfermedad y de la discapacidad.
El propio párrafo tercero del apartado II de la EM, al sintetizar los objetivos reforma-
dores, afirma que uno de los mismos es: «
abordar, desde la perspectiva fiscal, los pro-
blemas derivados del envejecimiento y la dependencia.» y, si deseamos conocer las autén-
ticas novedades relativas a la «dependencia», nos bastará acercarnos al citado punto 6)
del apartado II de la EM de la Ley 35/2006.
En todo caso, ya conviene resaltar desde el principio que para el legislador fiscal la
dependencia se causa, de manera prácticamente exclusiva, por el envejecimiento de la
persona, craso error, explicable en parte por alguno de las equivocaciones contenidas al
respecto en la preparación de la Ley de la Dependencia que llevaron, en algunas instan-
cias de su tramitación parlamentaria, por ejemplo, a excluir a los menores de tres años
de su ámbito de aplicación (20) y que se traducen en uno de los problemas más canden-
tes actualmente para los discapacitados: la existencia de dos baremos autónomos (para
la dependencia y para la discapacidad), con criterios muy diferentes (aunque solamente
sea porque el regulado en el Real Decreto 504/2007 responde a concepciones científicas
mucho más modernas) (21) y ámbitos de protección diferenciados para la persona «eva-
luada», sin que se haya regulado de manera expresa la «pasarela» entre los mismos.
De esta forma, el concepto de «discapacitado» en el IRPF sigue sin alterarse respecto
de la situación anterior al 1 de enero de 2007 (fecha de la entrada en vigor de la Ley
35/2006) y se identifica, en general, con las personas con un grado de minusvalía igual o
superior al 33 por 100.
Por otra parte, un grado de minusvalía superior al 65 % o la declaración judicial de
incapacidad, sin consideración del grado, suponen nuevas ventajas fiscales para el con-
tribuyente, conservándose la dicotomía «discapacidad simple/discapacitada cualifica-
da», clásica en el IRPF.
También se mantiene, en la redacción del artículo 72 del nuevo Reglamento del IRPF,
aprobado por el Real Decreto 439/2007, de 30 de marzo, BOE de 31, el procedimiento y
forma de acreditar el grado de minusvalía anterior, ya regulado en el artículo 70 del Re-
al Decreto 1777/2004, de 30 de julio, aprobatorio del antiguo Reglamento del IRPF.
Este procedimiento se centra en el precitado Real Decreto 1971/1999, de 23 de di-
ciembre y el grado de minusvalía «
deberá acreditarse mediante certificado o resolu-
ción expedido por el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales o el órgano competente
de las Comunidades Autónomas
» ( artículo 72.1, segundo párrafo, principium, Regla-
mento del IRPF).
Por su parte, tienen acreditada esta condición de «persona con discapacidad» a efectos
del IRPF, tal y como sucedía antiguamente: los pensionistas de la Seguridad Social que
tengan reconocida una pensión de incapacidad permanente total, absoluta o gran inva-
lidez y los pensionistas de clases pasivas que tengan reconocida una pensión de jubila-
ción o retiro por incapacidad permanente para el servicio o inutilidad.
Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «El impacto económico y presupues-
tario del envejecimiento de la población», DOUE, serie C, n º 161, de 13 de julio de 2007.
(20) El resultado de la reacción a esta ausencia se manifiesta ahora en la disposición adicional
decimotercera de la Ley 39/2006.
(21) Sobre los diferentes conceptos y sistemas de evaluación, remitimos al lector a GARCÍA CAL-
VENTE, Y.: «Delimitación de conceptos y análisis de los principales ordenamientos», en CALVO OR-
TEGA, R.; GARCÍA CALIENTE, Y. (dirs.): Situaciones de dependencia: regulación actual
; op. cit., pá-
ginas 31 a 66.
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ESTUDIOS Y NOTAS / CRÓNICA TRIBUTARIA 129-2008
(22) Es más, desde el punto de vista de la «
efectividad del derecho a las prestaciones de de-
pendencia incluidas en la presente Ley
», durante el año 2007, éstas se aplicarán exclusivamen-
te a los que sean valorados en el Grado III de Gran Dependencia, niveles 2 y 1.
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D. CARBAJO VASCO / «Novedades sobre la dependencia y la discapacidad en la reforma del IRPF»
Como ya hemos indicado, la Ley 35/2006 no supone una ruptura del conjunto de be-
neficios fiscales ligados a la discapacidad del contribuyente, de su cónyuge o de los fa -
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ESTUDIOS Y NOTAS / CRÓNICA TRIBUTARIA 129-2008
miliares más cercanos con los cuales convive, sino un reforzamiento o adaptación de los
mismos; en consecuencia, nos centraremos solamente en los cambios respecto de la le-
gislación anterior y siempre que afecten directamente al contribuyente del IRPF, es de-
cir, no trataremos los cambios legislativos que puedan afectar a otras personas o enti-
dades vinculadas con la persona discapacitada de manera indirecta, por ejemplo, una
empresa que contrate trabajadores con discapacidad simple o cualificada (26).
5.2. Exenciones
Los cambios más significativos se han producido en los siguientes conceptos:
5.2.1. Prestaciones familiares por hijo a cargo y las pensiones y haberes pasivos
por orfandad (artículo 7.h) Ley 35/2006)
Desde la Ley 46/2002, están exentas del IRPF las pensiones y haberes pasivos de or-
fandad percibidos de los regímenes públicos de la Seguridad Social y clases pasivas y
demás prestaciones públicas por situaciones de orfandad; seguidamente, la Ley 62/2003
amplió el contenido de la exoneración a las prestaciones públicas por nacimiento, parto
múltiple, adopción e hijos a cargo, así como a las prestaciones públicas por maternidad
percibidas de las Comunidades Autónomas y entidades locales.
Ahora se trata de seguir ampliando el ámbito objetivo de las rentas exentas y,
además de las ya reconocidas por prestaciones por hijo a cargo, reguladas en el Capítu-
lo IX del Título II del Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social, apro-
bado por el Real Decreto-Legislativo 1/1994, de 20 de junio, artículos 181 a 184 y para
las prestaciones y haberes pasivos por orfandad, se incluye, también, la exención de las
pensiones y los haberes pasivos a favor de nietos y hermanos, menores de 22 años e in-
capacitados para todo trabajo, percibidos de los regímenes públicos de la Seguridad So-
cial (artículo 176 del citado Texto Refundido) y clases pasivas.
Por razones de equivalencia, se añade la exención de las prestaciones, en los mismos
supuestos, reconocidas a los profesionales no integrados en el régimen especial de la Se-
guridad Social sino en Mutualidades alternativas, siendo su límite máximo el importe
de la prestación reconocida por la Seguridad Social para este mismo concepto y, en caso
de concurrencia de pensiones, actuando la cuantía exenta, primeramente, sobre la pen-
sión recibida de la Seguridad Social.
(26) Para más información, MARTÍN-DÉGANO, Isidoro; LUCAS, Manuel: Guía de la fiscalidad de
las personas discapacitadas en el ámbito del trabajo: las personas y las empresas, Eds. Fundación
ONCE, Fondo Social Europeo, Madrid, 2004.
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D. CARBAJO VASCO / «Novedades sobre la dependencia y la discapacidad en la reforma del IRPF»
En otro orden de cosas, creemos que la nueva redacción avala la opinión doctrinal de
que la misma abarcará:
«
tanto los acogimientos fundamentados en la norma civil (esto es el llamado «acogi-
miento familiar») como aquellos otros que puedan fundamentarse en diversos planes
de protección social destinados a mitigar la existencia de una situación deficiente ne-
cesitada de amparo.» (27).
Y ello porque la normativa civil hace referencia al acogimiento del menor, mientras
que la exención del IRPF se extiende también a los mayores de 65 años.
También se sustituye el límite de las rentas de las que pueden disponer personas con
discapacidad con un grado de minusvalía igual o superior al 65 por 100 (28), así como los
mayores de 65 años, para pagar su estancia en residencias y centros de día, para poder
gozar de las ayudas que les entreguen instituciones públicas destinadas a financiar es-
ta estancia, desde el doble del salario mínimo interprofesional al doble del indicador pú-
blico de efectos múltiples (en adelante, IPREM).
(27) CALVO VÉRGEZ, J. «Medidas fiscales», en: CALVO ORTEGA, Rafael; GARCÍA CALIENTE, Y.
(dirs.). Situaciones de dependencia: regulación actual y
; op. cit., página 237.
(28) Anótese que, en relación a esta particular exención, sólo gozan del beneficio fiscal los suje-
tos con una discapacidad «cualificada», mientras que en otros aspectos del IRPF, por ejemplo, las
aportaciones a los Planes de Pensiones especiales para discapacidad, el beneficio tributario se ha
extendido a personas con un grado de minusvalía «simple», del 33 por 100.
(29) Apuesta que ya podemos conceptuar como fracasada, se calcula que a lo largo del 2007
apenas se han abierto 88.000 PIAS.
(30) La regulación de estos PIAS aparece en la disposición adicional tercera de la Ley 35/2006
que, dada su longitud, obviamos copiar en este artículo.
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visión social, en particular, los Planes de Pensiones, cuyo objetivo fundamental es crear
un salario diferido para el beneficiario que le compense en situaciones futuras, general-
mente, la jubilación, donde sus ingresos salariales se vean capitidisminuidos.
No se trata de una novedad, sino de una mejor ubicación para la exoneración de estas
rentas, pues en el anterior Real Decreto Legislativo 3/2004, de 5 de marzo, por el cual se
aprueba el Texto Refundido de la Ley del IRPF (TRLIRPF), aparecían exentas dentro de
los rendimientos del trabajo en el seno de los artículos 16. 4, a) (rendimientos del patri-
monio protegido) y 17.3 (sistemas de previsión social), es decir, entre las reglas relativas
a la determinación del ingreso íntegro sujeto a gravamen, mientras que, ahora, se in-
corporan expresamente al artículo 7 LIRPF, dedicado a las exenciones.
Otra novedad es que el límite de la exención se incrementa, pasando hasta tres veces
el IPREM, cuando antes se establecía en dos veces el salario mínimo interprofesional.
Este límite sigue siendo conjunto para todos los mecanismos de previsión social del
discapacitado; por lo tanto, los rendimientos del trabajo que perciba una persona con
discapacidad derivados de las contingencias cubiertas por cualquiera de los instrumen-
tos de previsión social citados en el artículo 53 LIRPF (Planes de Pensiones, Mutualida-
des de Previsión Social, Planes de Previsión Asegurados, Planes de Previsión Empresa-
riales y seguros de dependencia), junto con los rendimientos del trabajo que se producen
(o, mejor dicho, el legislador califica como tales a efectos del IRPF) (31) por las aporta-
ciones al patrimonio especial, conocido como «patrimonio protegido» y nacido de la Ley
41/2003, de 18 de noviembre, de Protección Patrimonial de las Personas con Discapaci-
dad y de modificación del Código Civil, de la Ley de Enjuiciamiento Civil y de la Norma-
tiva Tributaria (32), están exonerados del IRPF hasta el triple de la cuantía del IPREM.
El artículo 17.2, k) de la Ley 35/2006 recoge entre los rendimientos del trabajo, al
igual que en el TRLIRPF, las aportaciones realizadas al patrimonio protegido del disca-
pacitado, pero lo hace con notables mejoras sistemáticas, pues en vez de regular el régi-
men jurídico-tributario de este instrumento de previsión social del discapacitado en el
seno de los rendimientos del trabajo (artículo 16.4 TRLIRPF), lo lleva a una norma pro-
pia: la disposición adicional decimoctava y a otros artículos de la propia Ley, empezan-
do, ver supra, con las exenciones e incluyendo su regulación tributaria plenamente en el
seno de los mecanismos de previsión social que el legislador quiere fomentar.
La otra novedad consiste en el aumento del límite hasta 10.000 , antes eran 8.000 ,
del valor de las aportaciones a tales patrimonios que se califican como rendimientos del
trabajo para el beneficiario de las mismas, ascenso similar al producido para el tope
(31) Sobre esta figura, véase GARCÍA CALVENTE, Y. «La figura de los patrimonios protegidos», en
CALVO ORTEGA, R.; GARCÍA CALVENTE, Y.: Situaciones de dependencia: regulación actual y
; op.
cit., páginas 362 a 384.
(32) Sobre la naturaleza de este «patrimonio especial y separado», puede verse: MARTÍN SAN-
TISTEBAN, S.: «El patrimonio de destino en la Ley de protección de las personas con discapacidad:
¿un acercamiento al trust?»,. Actualidad Jurídica Aranzadi, número 612/2004.
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para los trabajadores discapacitados en activo la reducción especial (que minora su ren-
dimiento del trabajo) sube de 2.800 anuales a 3.200 y será de 7.100 /año (antes
6.200), para las personas con discapacidad en activo que acrediten necesitar ayuda de
terceras personas o movilidad reducida o tener un grado de minusvalía igual o superior
al 65 por 100 (ver supra).
El artículo 72.2 del Reglamento del IRPF, además, ha conservado el criterio (ya fijado
en el artículo 70.2 del antiguo Real Decreto 1775/2004, de 30 de julio), de que la necesi-
dad de ayuda de terceras personas debe entenderse referida al desplazamiento al puesto
de trabajo, mientras que la «movilidad reducida» se refiere literalmente a la dificultad de
utilización de medios de transporte, debiendo certificarse tal condición, mediante:
«
certificado o resolución del Instituto de Migraciones y Servicios Sociales o el órga-
no competente de las Comunidades Autónomas en materia de valoración de las mi-
nusvalías, basándose en el dictamen emitido por los Equipos de Valoración y Orien-
tación dependientes de las mismas.»
Recuérdese que la aplicación sucesiva de estas reducciones sobre los rendimientos del
trabajo no puede dar lugar a un saldo negativo en el cómputo del rendimiento neto por
esta categoría de rentas.
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ven aplicable pari passu, las reducciones específicas para los rendimientos del trabajo
percibidos por discapacitados.
(34) «Se estimará que no existe ganancia o pérdida patrimonial en los siguientes supuestos:
e) Con ocasión de las aportaciones a los patrimonios protegidos constituidos a favor de perso-
nas con discapacidad.».
(35) Asimismo, han de tenerse en cuenta los cambios introducidos por la disposición final pri-
mera del Reglamento del IRPF en el Reglamento de Planes y Fondos de Pensiones, aprobado por
el Real Decreto 304/2004, de 20 de febrero.
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(36) Sobre el particular, vid. CALVO VÉRGEZ, Juan: «Medidas fiscales», en CALVO ORTEGA, R.;
GARCÍA CALVENTE, Y. (dirs.): Situaciones de dependencia: regulación actual
.; op. cit., 193 a 205.
(37) En el mismo sentido, la reciente doctrina de la Dirección General de Tributos ha ido flexi-
bilizando la posibilidad de disponer del patrimonio protegido; véanse al respecto, la consulta vin-
culante V1759-06, de 4 de septiembre de 2006
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El Reglamento del IRPF, en su artículo 71, ha incorporado, por su parte y por prime-
ra vez en la historia del impuesto, obligaciones de información para estos patrimonios
especiales, de compleja articulación y alto coste de cumplimentación.
(38) Sobre los problemas que plantea este concepto, passim. MARTÍN DÉGANO, Isidoro: «Noveda-
des en la regulación de la discapacidad y dependencia en el IRPF», op. cit., páginas 27 a 30.
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En primer lugar, conviene empezar diciendo que la Ley 35/2006 sólo reconoce benefi-
cios fiscales para los sujetos evaluados como «grandes dependientes» o con «dependencia
severa», cualquiera que sea el nivel de estas modalidades.
(39) De acuerdo con el sistema de compensación de los mismos que anuncia la disposición adi-
cional decimotercera de la propia Ley 35/2006 y que ha de articularse anualmente mediante Ley
de Presupuestos, siempre que la compra de la vivienda habitual se hubiere producido antes del 20
de enero de 2006.
(40) Que, de alguna manera, compensa para esta «modalidad» de deducción pro adquisición de
vivienda habitual la pérdida de los porcentajes incrementados de deducción en el supuesto de com-
prar la vivienda con financiación ajena. De ese 20%, el 13,4% corresponde al tramo estatal y el
6,6% al tramo autonómico, debiendo tener en cuenta que algunas CCAA, caso de la Murcia, han
aumentado este último tramo bajo determinadas condiciones.
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6.2. Exenciones
Además de las rentas vitalicias derivadas de los PIAS, ver supra, se reconoce la exo-
neración de las prestaciones públicas para cuidados y asistencia derivada del sistema de
dependencia, artículo 7, x) Ley 35/2006 (41).
Esta novedosa exención remite a las ayudas mencionadas en los artículos 17,18 y 19
de la Ley de Dependencia, es decir, las denominadas: prestación económica vinculada al
servicio, prestación económica para cuidados en el entorno familiar y apoyo a cuidado-
res no profesionales y prestación económica de asistencia personal.
Anótese al respecto que no se citan como expresamente exentas del IRPF las presta-
ciones, ayudas económicas, otorgadas con el fin de facilitar la autonomía personal, a las
cuales se refiere la disposición adicional tercera de la Ley 39/2006, ni tampoco para las
prestaciones que se pudieran derivar de un seguro de dependencia y, en consecuencia,
en virtud de lo regulado en el artículo 14 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General
Tributaria, no estarán exoneradas (42).
(41) La Ley 39/2006 reitera (sic) la citada exención en su disposición adicional sexta que modi-
fica el TRLIRPF. Evidentemente, es un reflejo de mala técnica legislativa, derivado de la existen-
cia en paralelo de dos Leyes que se debaten en las Cortes simultáneamente, mas en diferentes Co-
misiones y resultan aprobadas en diferentes momentos de tiempo.
(42) «Prohibición de la analogía.
No se admitirá la analogía para extender más allá de sus términos estrictos el ámbito del hecho
imponible, de las exenciones y demás beneficios o incentivos tributarios.».
(43) Esta disposición promete, además, en su apartado 2, una regulación fiscal específica de ta-
les seguros.
(44) MARTÍNEZ-GIJÓN MACHUELA, P. «El seguro de dependencia: régimen jurídico», en CALVO
ORTEGA, R.; GARCÍA CALVENTE, Y. (dirs.): Situaciones de dependencia: regulación actual y
.; op.
cit., páginas 533 a 610.
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realicen «
de conformidad con la regulación financiera relativa a los actos de disposi-
ción de bienes que conforman el patrimonio personal para asistir las necesidades econó-
micas de la vejez y de la dependencia», regulación financiera inexistente en la Ley de De-
pendencia, repite esta exención.
En otro orden de cosas, el Reglamento del IRPF ha mejorado significativamente las
condiciones de esta exoneración, al establecer en el artículo 54.4, que se entiende como
vivienda habitual, no solamente aquélla, en la cual el contribuyente resida en el mo-
mento de la transmisión, sino la que «
hubiera tenido tal consideración hasta cualquier
día de los dos años anteriores a la fecha de transmisión.».
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