ATRÉVETE A TRIUNFAR

Bernabé Tierno Jiménez

INTRODUCCIÓN

Eficacia o éxito, ¿eso qué es? Desde muchas áreas de nuestra vida podemos apreciar
cómo las personas consiguen el éxito. Pero si nos preguntamos qué es el éxito nos
encontramos con muy diferentes opiniones. Es muy posible que para un jefe de ventas,
el éxito resida en conseguir más y mejores compradores; para un arquitecto, el éxito
estará en construir un maravilloso edificio; otras personas considerarán que sólo tienen
éxito aquellos que salen en las revistas o en la televisión. Hay por tanto una clara
escisión que depende del área de trabajo o social en la que nos desenvolvemos y que da
como resultado una concepción de eficacia totalmente distinta. En mi opinión, el éxito
está en cada uno y en el camino que cada cual elija. Un estudiante puede conseguir el
éxito por dos caminos: comparándose con los demás, en cuyo caso sólo conseguirá el
éxito cuando saque las mejores notas, y comparándose con él mismo, en cuyo caso el
éxito residirá en las metas que él se haya propuesto. Así, no será necesario ser el mejor
de la clase, sino sentirse a gusto con el trabajo realizado.
Contamos, por tanto, con dos caminos para conseguir el éxito:
ser el mejor,
sentirse a gusto con uno mismo.

Hagamos un pequeño ejercicio en el que tú puedes convertirte en un investigador social.

Pasa las siguientes preguntas a tus conocidos (si se te ocurre alguna otra, no dudes en
añadirla):
CUESTIONARIO DEL ÉXITO
1. ¿Cuáles de las siguientes características podrían definir a un médico que tiene éxito?:
• que tenga un programa de televisión,
• que haya recibido un premio prestigioso de medicina, . • que haya salvado
muchas vidas humanas,
• que se haya ido de misiones.

2. Las personas que salen en las revistas del corazón, ¿pueden considerarse personas
con éxito?

3. Para ti, ¿cuándo has conseguido o conseguirás el éxito en tu vida?

Cuando pases el cuestionario, deja bien claro que no hay preguntas correctas y que
cualquier cosa que se diga es igual de respetable.

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No hay una forma específica de corregir este cuestionario, pero es posible que te des
cuenta de que la mayoría de las personas dan especial importancia a los medios de
comunicación y suelen considerarlos un elemento indispensable para determinar a las
personas con éxito. Se confunde la palabra éxito con el hecho de ser conocido o
reconocido, dejando a veces de lado otros factores como la vivencia personal del éxito.
Podemos hacer un ejercicio muy sencillo. Los objetivos de éste van a ser los siguientes:

• Darnos cuenta de nuestra concepción del éxito.

• Empezar a valorar en qué consiste realmente el éxito personal.
• Distinguir entre cualidades naturales (las que nos son dadas desde el nacimiento,
por ejemplo el apellido o una buena voz) y cualidades trabajadas (las que son resultado
del trabajo y el esfuerzo).
• Empezar a dar su justa importancia a las cualidades naturales para empezar a
valorar las cualidades trabajadas.

Toma cualquier revista de las denominadas del corazón y anota en una columna los
personajes que en ella aparecen y en otra columna la noticia que los hace importantes.
De esta forma:
NOMBRE NOTICIA

1. ................................... .......................................................

2. ................................... .......................................................

3. ................................... .......................................................

4. ................................... .......................................................

5. ................................... .......................................................

Si consideramos que estas personas tienen éxito por el hecho de salir en la revista,
intenta buscar las causas por las que tienen éxito. Por ejemplo, si en la revista aparece
un príncipe europeo es muy probable que tenga éxito por el hecho de ser príncipe. En
ese caso se trataría de una cualidad natural. Si se recoge la noticia de un tenista que ha
ganado un campeonato importante, estaríamos ante una cualidad trabajada. Hazlo así
con todas las personas contestando siempre a las preguntas: ¿por qué tienen éxito?, ¿por
qué salen ellos en las revistas ha éxito que las demás?
Es hora de valorar los resultados que has obtenido tras esta pequeña investigación. Para
eso, volvemos sobre los objetivos y contestamos a las siguientes preguntas:
EVALUACIÓN

1. Mi concepción del éxito es .................................................

.............................................................................................

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.............................................................................................

2. Para mí, el éxito personal consiste en .................................

.............................................................................................

3. Mis cualidades naturales para el éxito son .........................

.............................................................................................

Mis cualidades trabajadas para el éxito son .......................

.............................................................................................

4. Para mí, las cualidades más importantes son .....................

.............................................................................................

El título de este apartado era el de Introducción y, si te has dado cuenta, lo que hemos
hecho ha sido empezar a cuestionar-nos una serie de cosas que nos permitirán abrir
nuestra mente de una forma crítica a lo que nos rodea. Este ejercicio no ha hecho más
que empezar, porque éste es un libro práctico que pretende ayudarte a descubrir el
sentido que le das al éxito que, como comprobarás a lo largo de estas páginas, es lo
mismo que descubrir el sentido que le das a tu vida. No hay respuestas correctas, no hay
sistema de corrección. Cada persona que lea este libro tendrá una opinión y aunque es
cierto que el libro tiene un sentido, también es cierto que está abierto a muchas
interpretaciones, por eso te animo a que descubras lo que a ti te sugiere y lo que a ti
puede ayudarte a descubrir el éxito en tu vida, cualquiera que sea éste. La estructura
general de cada capítulo será la siguiente:
• Título. ¡Cómo no! Se trata de resumir en pocas palabras los puntos de cada
capítulo. Te permitirá escoger los que más te interesan y localizar rápidamente aquellos
en los que deseas insistir.
• Reflexión. Se recoge una frase de un autor. Léela con atención y reflexiona unos
minutos sobre ella. Dale tu propio sentido e intenta conectarla con el título del capítulo.
• Parte teórica. Bueno, no mucha teoría. Es una forma de llamar a una parte en la
que voy a tratar de explicar una serie de conceptos que creo importantes. En esta parte
se incluye un pequeño cuento o historia, que denominaré «caso», que puede ilustrarnos
algún aspecto específico del capítulo.
• Ejercicio práctico. Seguirá el mismo esquema que hemos visto, es decir:
objetivos del ejercicio, ejercicio propiamente dicho y evaluación de los resultados.

Lo importante es que utilices este libro como una herramienta de trabajo. Dale una
oportunidad a tu creatividad y espontaneidad, y aunque algunos ejercicios te resulten
absurdos, no dudes en ponerlos en práctica y medir con ellos tus ganas de jugar y de
aprender.
Este libro está dirigido a personas de cualquier edad. La mayoría de los ejercicios está
destinada al trabajo personal. Pero, sobre todo, es un libro para educar; en principio,

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para educarnos a nosotros mismos, pues ofrece una serie de indicaciones que nos
ayudarán a conocernos un poco más, a potenciar nuestras cualidades y a detectar
nuestros errores para poder superarlos. Es un libro para educar a nuestros hijos y
alumnos, como padres y educadores que somos. En cada capítulo podremos encontrar
una serie de indicaciones que nos ayudarán a enfocar lo aprendido para poder
transmitirlo a las personas que tenemos a nuestro cargo. El libro también incluye una
serie de indicaciones útiles para las personas que se encuentran en un ciclo de su vida en
el que se han ido cerrando puertas y se les presenta la oportunidad de abrir otras nuevas.
Puede sorprenderte el hecho de encontrar capítulos cuyos encabezamientos se refieren a
cualidades negativas que, en principio, no parecen ser claves para la eficacia: el
autoengaño, la autocompasión, el enfado, etc. Pero todo esto tiene un sentido y
aprenderás a valorar cada una de estas «claves» como elementos imprescindibles que te
ayudarán a conocerte un poco más y a superar dificultades.
En fin, tengas la edad que tengas, sea cual sea tu ocupación, espero, querido lector, que
disfrutes de la lectura y que puedas utilizarla para conseguir el mayor éxito de tu vida.

1. EFICACIA Y EFICIENCIA

A la larga, el éxito es más fácil que el fracaso. Sencillamente, consiste en saber lo que se
quiere, en saber hacerlo y en tener la persistencia y determinación para lograrlo.
Bill Bailey
Pocos términos se utilizan de manera habitual como sinónimos, es decir, con idéntico
significado, que las palabras «eficacia» y «eficiencia» y, sin embargo, es necesario
hacer una clara distinción desde el principio.
Según nuestro Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, la
persona eficaz es «activa y poderosa para obrar y logra hacer efectivo un intento o
propósito». La persona eficiente es la que «posee la virtud y las facultades necesarias
para lograr un efecto determinado». ¿En qué estriba la diferencia? En que quien obra
con eficacia «hace efectivo su propósito», hace lo que debe hacer; mientras que la
eficiencia nos habla de tener «la virtud y las facultades necesarias», pero no dice nada
acerca de «lograr hacer efectivo», que es lo propio de la eficacia.
Hablando de una manera más clara, no es suficiente con poseer las virtudes y facultades
necesarias para hacer algo bien (eficiencia), sino que, además, es necesario hacer lo que
se debe hacer para conseguir aquello que pretendemos (eficacia).
Leí en algún libro sobre estos temas la conocida «historia de los primeros frigoríficos en
Estados Unidos» para aclarar la diferencia entre eficacia y eficiencia. Como es sabido,
los primeros frigoríficos se cerraban por fuera. Así, llegaba un niño, se metía dentro,
cerraba la puerta y no podía salir. Los fabricantes de frigoríficos colocaron cierres
internos fáciles de abrir desde dentro por los niños, pero seguían los problemas, y una
amplia campaña realizada para enseñar y educar a los niños para no meterse en los
frigoríficos y, en caso de hacerlo, a abrir desde dentro el cierre, sirvió de bien poco y fue
un gasto inútil en millones, hasta que alguien tuvo la feliz idea de colocar «imanes» en

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las puertas de los frigoríficos. Bastaba con empujar desde dentro la puerta, y ésta se
abriría fácilmente.
Aquí vemos claro que toda la eficacia empleada en educar e informar a millones de
niños con diversas campañas de televisión no sirvió de nada ante un sistema eficaz (que
logra plenamente su objetivo porque hace «lo adecuado»).
Para tener éxito en cualquier empresa que uno se proponga, no es suficiente hacer las
cosas bien; lo verdaderamente importante es que hagamos «lo adecuado», lo que se
debe hacer para convertir nuestros deseos en realidad.
Ser eficaz, por tanto, equivale a hacer que las cosas sucedan y, en esto, más que palabras
son necesarios los hechos.
Más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla.

Quevedo

El caso del estirado sabelotodo

Arturo tenía cuarenta años cuando lo conocí. Distante, lejano, quejica... Era, además,
licenciado en filosofía, poeta, ecologista y paleontólogo. Siempre sentenciaba y decía la
última frase lapidaria para culpabilizar al sistema, a los demás, a la vida, de no ocupar él
el puesto que merece en la sociedad. «Una sociedad de mediocres y para mediocres, en
la que cuanto más zafia e inculta es una persona, más millones amasa...» No pude
encontrar ni una sola actitud positiva, una palabra de esperanza en sus soliloquios. Todo
cuanto emprende está condenado al fracaso y todavía se extraña y se pregunta por qué.
Las equivocaciones son la antesala del descubrimiento.
James Joyce
Muy inteligentes, pero tontos para la vida... y para triunfar en algo
Es bastante frecuente encontrarnos con personas calificadas como «muy inteligentes»
(excelentes notas durante toda su vida, dos o tres carreras universitarias, todos los
cursos y cursillos de posgrado habidos y por haber...) que a sus treinta o cuarenta y
tantos años siguen sin encontrarse a sí mismos, sin hacer lo que les gusta, sin triunfar
realmente en algo concreto. ¿Por qué? ¿Qué les falta? ¿Cuáles son los errores que
cometen, sin excepción, todos los «tontos» para la vida y para los negocios?

1 No se capacitan, no aprenden, no se informan a conciencia sobre cosas nuevas o

antiguas que siempre son necesarias o que están de moda en el momento presente. Me
refiero a algo que necesite y busque mucha gente, la mayoría, como lo relacionado con
vivir mejor, conservar y potenciar la salud física y psíquica, aprender más, ser feliz,
ganar dinero, hacer amigos. Se capacitan para lo que les apetece y no se ocupan de
pensar si lo que les apetece a ellos, le apetece o gusta a un gran colectivo.
2 No aceptan los propios errores, reconocer que se va por camino equivocado
(autoengaño), como seguir invirtiendo tiempo, dinero y esfuerzos, por cabezonería,
sabiendo que no hay esperanzas de éxito, pero por «no dar el brazo a torcer». No caen
en la cuenta de que el verdadero éxito se compone de un 80% de humildad, más tesón y

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capacidad para cambiar lo que haya que cambiar y cuanto antes.
3 No aceptan sugerencias, no escuchan, no están abiertos a otras opciones, se
creen en posesión de la verdad y son incapaces de comprobar que estos o aquellos
cambios podrían ser muy beneficiosos. La verdad, el secreto del éxito sólo es
prerrogativa suya... y así les va.
4 No hacen amigos buenos y sinceros, ni cultivan ni salvaguardan las buenas
amistades. No conservan apenas amigos más allá de un par de años... Poco a poco los
van perdiendo.
5 Esperan constantemente un «milagro», una ocasión sin precedentes que los
libere de todos los problemas, pero viene encubierta como ocasión normalita... y ellos
permanecen a la espera de por vida.
6 Constantemente dejan pasar infinidad de oportunidades de menor categoría,
argumentando con frases como éstas: «Yo no he estudiado una carrera para trabajar en
esto», «Voy a esperar a que llegue algo mejor», «La gente va a decir esto o aquello»,
«Tengo miedo a fracasar»... No entienden que hay que fallar cien golpes en la herradura
para acertar una vez en el clavo y que no se debe hacer «ascos» a ningún trabajo... Ya
nos llegará algún día el más adecuado, el ideal, aquel para el que nos hemos capacitado,
pero mientras tanto...

7. Falta de tacto, de modales, de cortesía, de educación... No «saben estar». A

veces se llega a la grosería, y el grosero en cualquier grado y momento está condenado
al fracaso.

8. La falta de puntualidad y de palabra. Entre otras cosas, no saben pedir disculpas

ni agradecen los detalles ni están dispuestos a tenerlos con los demás.

9. No cuidan el aspecto exterior en el vestir, hablar y comportarse. Hay que

respetar unas reglas, formas y modos, puesto que vivimos en sociedad.

10. Buscan ser siempre el centro de atención y tratar de «quedar por encima» como
el aceite en todo, sobre todos y en cualquier circunstancia. Desesperada e
insistentemente tratan de aparecer como más brillantes, más importantes, más
ocurrentes, más... más... que sus amigos, compañeros o contertulios.

11. Se enzarzan siempre en discusiones innecesarias y hasta estúpidas, no importa

cuáles sean el tema, el lugar o las personas con quien se encuentren, acaparando el 90%
del tiempo, no dejando hablar, interrumpiendo, elevando el tono de voz hasta hacerlo
insoportable.

12. Disfrutan haciendo que otros se sientan inferiores o demostrándoles su

incapacidad, defectos, debilidades o miserias. Es decir, se buscan enemigos por todas
partes, y «como no hay enemigo pequeño», no tardan en cosechar lo que sembraron.
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13. Ejercen habitualmente de «cotillas» crónicos. Siempre encuentran motivos para
hablar mal de alguien, minusvalorando, juzgando y condenando en un solo acto. En sus
críticas no dejan títere con cabeza, desde el compañero más insignificante e inofensivo
hasta el jefe superior.

14. También es un quejica recalcitrante y sus actitudes como sus expresiones son
siempre de queja... ¡Asco de vida!, ¡asco de trabajo!, ¡asco de todo!... Su pesimismo y
amargura pueden ser contagiosos.

15. La culpa de sus fracasos, derrotas y mala suerte en la vida siempre es de los
demás, del «sistema», del gobierno... jamás reconocen que les queda mucho por hacer
«para y por sí mismos». No aciertan a revisar sus carencias, sus fallos, sus formas de
conducirse, que son ineficaces y claramente contrarias al éxito.

16. Se instalan en la ineficacia, en el pasado, en la costumbre y son incapaces y

faltos de coraje y de capacidad de riesgo para cambiar lo que haya que cambiar en sí
mismos, en su interior, en sus actitudes, en sus hábitos y estrategias para que también
cambien las cosas en el exterior, en los resultados que obtengan.

17. No saben renunciar a lo menos importante en beneficio de lo verdaderamente

primordial e imprescindible. Es decir, no saben establecer prioridades y centrar mente,
voluntad y corazón en cada objetivo fundamental... Jamás llegarán a entender que «lo
primero es lo primero». ¡Siempre!

27
Por tu palabra echaré las redes.

San Lucas

Delegar
Toda persona de éxito, verdaderamente eficaz, es aquella que aprende a delegar en
personas con preparación, capacitación e ilusión suficientes para el trabajo que se les
encomienda.
Es propio de fanfarrones y fracasados, o al menos de personas que no logran ni una
cuarta parte de lo que podrían lograr si aprendieran a delegar, el decir que su trabajo
nadie puede hacerlo como ellos. Probablemente, las personas en quienes delegamos
tardarán un tiempo en hacer un trabajo como podemos hacerlo nosotros, pero
aprenderán pronto, nos ayudarán y podremos rendir como 80 en una escala de 1 a 100,
cuando no rendiríamos ni la mitad si pretendiéramos hacerlo todo solos.
Conócete a ti mismo.
Oráculo de Delfos
¡Vaya inicio!
Hemos afrontado en este primer capítulo multitud de aspectos. Es posible que, según

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hayas ido leyendo, te hayas ido identificando con alguno de ellos. Puedo asegurarte que
es algo completamente normal y no tienes por qué sentirte apenado por ello. El objetivo
de este libro no consiste en criticar, en avergonzarnos, sino en ayudarnos a conocernos
un poco más a nosotros mismos y enseñarnos técnicas específicas para conseguir
superar las limitaciones que nos impiden disfrutar con eficacia de nuestra vida.

(c) 1996, Bernabé Tierno Jiménez

(c) 2007, de la presente edición: Random House Mondadori, S.A.
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