Manual Toxicologico
Manual Toxicologico
Manual Toxicologico
MINISTERIO DE SALUD
MINISTRO DE SALUD
Dr. Ginés González García
SUBSECRETARIO DE PROGRAMAS DE
PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN
Dr. Andrés Leibovich
DIRECTOR DE CALIDAD
EN SERVICIOS DE SALUD
Dr. Guillermo Williams
DIRECTORA NACIONAL DE
PROGRAMAS SANITARIOS
Dra. Sonia Blanco
1
Este manual “TRATAMIENTO DE LAS INTOXICACIONES: Manual para agentes de atención primaria” se preparó por
recomendación de un grupo de expertos convocado por el Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias
Químicas (IPCS) en febrero de 1987. El Dr. J.A. Henry y la Sra. H.M. Wiseman prepararon un proyecto de texto, que
examinaron y comentaron varios expertos, en particular la Dra. E. Fogel de Korc (Montevideo, Uruguay), el Dr. G.R.
Gardiner, el Dr. J. Jackson y el Sr. W. Tardoir (Bruselas, Bélgica), así como colegas del Registro Internacional de
Productos Químicos Potencialmente Tóxicos (RIPQTP) del PNUMA y de la subdivisión de seguridad y salud en el
trabajo, de la OIT. Para la revisión del texto, el IPCS convocó un grupo editorial integrado por el Dr. J-C. Berger
(Luxemburgo), la Dra. N. Besbelli (Ankara, Turquía), el Profesor M. Ellenhorn (Los Angeles, EE.UU.), la Profesora B.
Fahim (El Cairo, Egipto), el Dr, Sming Kaojarern (Bangkok, Tailandia), el Profesor A. Furtado Rahde (Porto Alegre,
Brasil), el Dr. N.N. Sabapathy (Fernhurst, Inglaterra), el Profesor A.N.P. van Heijst (Utrecht, Países Bajos) y el Dr. A.
David (OIT). El texto se puso a prueba en un taller del IPCS celebrado en Harare (Zimbabwe) del 28 de enero al 1 de
febrero de 1991, y posteriormente en dos talleres de capacitación organizados en Zimbabwe. Algunas partes fueron
revisadas asimismo en un taller del IPCS celebrado en Dakar (Senegal) del 24 al 27 de enero de 1995. En el IPCS, la
Dra. J. Pronczuk de Garbino se ocupó de la edición y el Dr. J.A. Haines coordinó el trabajo.
El manual de primeros auxilios de las Joint Voluntary Aid Societies del Reino Unido y las publicaciones de la Federación
Mundial para la Protección de los Cultivos fueron particularmente útiles como fuentes de información para el primer
borrador. El Departamento de Salud del Reino Unido, mediante su apoyo financiero al IPCS, proporcionó los recursos
necesarios para la redacción del texto y para que se reuniera el grupo editorial. La preparación de las ilustraciones
corrió a cargo de Picthall & Gunzi, de Londres.
Dra. María Elisa Tejo Unidad de Toxicología – Hosp. de Niños “Dr. R. Gutiérrez”
Dra. María Elisa Fernández Unidad de Toxicología – Hosp. de Niños “Dr. Pedro de
Dr. Ricardo Yamauchi Elizalde”
Dr. Eduardo Scarlato Servicio de Toxicología – Hosp. Escuela “J. de San Martín”
Dra. María Rosa Llorens Centro Nac. de Intoxicaciones – Hosp. Nac. Prof. A. Posadas
Dra. Lidia Raquel Eugeni
COORDINACIÓN GENERAL
Introducción ..................................................................................................................................
Cómo utilizar este manual ............................................................................................................
Información facilitada en cada sección .........................................................................................
Centros de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica y Programas de Prevención y
Control de Intoxicaciones .............................................................................................................
PARTE GENERAL
PARTE ESPECIAL
Este manual tiene como objetivos básicos: informar en un lenguaje sencillo sobre la forma en que se
producen las intoxicaciones, las medidas que se pueden implementar para evitar que ocurran y lo que hay
que hacer cuando alguien sufre una intoxicación.
Sus principales destinatarios son las personas sin formación médica o con una formación médica
rudimentaria a las que primero se suele acudir en caso de intoxicación o envenenamiento, en particular los
agentes sanitarios, personal de primeros auxilios y otros profesionales que trabajan en el medio rural.
También se incluye información destinada a los agentes sanitarios con conocimientos de medicina clínica y
metodología diagnóstica que trabajan en dispensarios y centros rurales de salud donde a veces se dispone
de algunos medios de tratamiento y de medicamentos.
El manual debe utilizarse como obra de consulta en caso de emergencia. También pueden utilizarlo los
instructores de los agentes sanitarios y de agentes de otro tipo para enseñar ciertas técnicas (p. ej.,
respiración de boca a boca y masaje cardíaco) que sólo pueden aprenderse practicándolas bajo supervisión.
Por último, puede servir también para la enseñanza a los estudiantes de medicina, las enfermeras y el
personal paramédico.
Sólo se da una información limitada sobre las intoxicaciones crónicas, causadas a menudo por el empleo de
productos químicos en el trabajo. Los lectores que deseen más detalles sobre este tema deberán consultar
un manual de salud ocupacional.
CAPITULO 1
Sustancias tóxicas e intoxicaciones
Objetivos
____________________________________________________________________
Después de haber estudiado este capítulo, Ud. deberá estar capacitado para:
1. Identificar una sustancia tóxica.
2. Comprender los conceptos de intoxicación local y de intoxicación general. Conocer todas las
vías por las que un tóxico puede ingresar en el cuerpo y reconocer las circunstancias en que
puede producirse una intoxicación.
3. Comprender la diferencia entre intoxicación aguda e intoxicación crónica y poder explicar que
la exposición continua a pequeñas cantidades de una sustancia tóxica durante días, semanas
o meses puede ser peligrosa, incluso aunque no produzca ninguna molestia aparente en el
momento de la exposición.
4. Explicar al público que el consumo exagerado de medicamentos puede ser peligroso.
5. Explicar al público la importancia de manipular con cuidado los productos químicos peligrosos
y de lavarse inmediatamente cuando un producto químico entra en contacto con la piel.
6. Explicar que es peligroso ingerir los destilados de petróleo, como el querosén.
7. Entender las razones por las que conviene provocar el vómito o administrar carbón activado a
las personas que han ingerido un tóxico.
8. Saber que los peligros de una intoxicación se acentúan en los sujetos muy viejos, muy jóvenes
o con mala salud.
9. Saber por qué una persona que ha estado expuesta a un tóxico puede dar la impresión de no
haber sufrido ningún daño y por qué conviene a menudo vigilar durante 12-24 horas a estas
personas, incluso aunque aparentemente se encuentren bien.
Solamente llegan al pulmón las partículas que son invisibles por su tamaño; las más grandes
quedan retenidas en la boca, la garganta y la nariz, pudiendo ser ingeridas. Una persona puede
intoxicarse por inhalación cuando trabaja con una sustancia tóxica en el interior de un local mal
ventilado o cuando aplica plaguicidas por rociamiento sin la protección adecuada. Los
calentadores, calefones, termotanques, braseros, cocinas, estufas de querosén o gas producen
humos tóxicos que pueden alcanzar una concentración peligrosa si no se evacuan al exterior o si
el local no tiene buena ventilación.
Las sustancias tóxicas que llegan a los pulmones pasan con gran rapidez a los vasos sanguíneos,
ya que los conductos aéreos pulmonares (bronquiolos y alvéolos) tienen una superficie muy
extensa, paredes muy finas y un riego sanguíneo abundante.
Efectos locales
En la piel
Las sustancias químicas que atacan a la piel producen en ella enrojecimiento o erupciones, dolor,
hinchazón, ampollas o quemaduras graves. Las quemaduras pueden ser análogas a las causadas
por el fuego.
Las sustancias químicas irritantes producen picazón, sensación de quemadura o dolor cuando
entran en contacto por primera vez con la piel, pero no quemaduras si se lava bien la superficie
afectada. En cambio, pueden dar lugar a quemaduras si el contacto es prolongado, por ejemplo en
el caso de los sujetos que llevan ropa contaminada durante varias horas.
Algunas sustancias químicas irritantes no producen ningún efecto las primeras veces que entran
en contacto con la piel, pero el contacto prolongado da lugar a enrojecimiento o erupciones. Así
ocurre, por ejemplo, tras el uso repetido de un producto de limpieza doméstico.
A veces las personas se hacen sensibles a una sustancia química que utilizan con frecuencia. Al
principio no se observa ningún efecto pero al cabo de semanas o meses pueden sufrir una
erupción cada vez que la utilizan.
En los ojos
Si entran en contacto con los ojos, las sustancias irritantes o corrosivas pueden provocar un dolor
intenso. A veces se producen rápidamente quemaduras en la superficie ocular, así como
reacciones cicatrizales o incluso ceguera. El paciente puede presentar enrojecimiento ocular y
lagrimeo. Las personas afectadas tienden a mantener los ojos cerrados y soportan mal la luz
intensa.
En el intestino
Las sustancias irritantes o corrosivas pueden producir lesiones en la boca y la garganta o en la
pared interna del intestino. Los sujetos afectados presentan dolor abdominal, vómitos y diarrea. En
el material vomitado y en las heces puede haber sangre. En las quemaduras de la garganta puede
aparecer, con gran rapidez, una hinchazón localizada que impida respirar.
Efectos generales
Las sustancias tóxicas pueden ejercer efectos nocivos de muchos modos:
• Causando lesiones en ciertos órganos como el cerebro, los nervios, el corazón, el hígado, los
pulmones, los riñones o la piel. La mayor parte de los tóxicos ejercen un efecto mayor en uno
o dos órganos que en otras partes del cuerpo. A esos órganos más afectados se les denomina
“órganos diana” u “órganos blanco”.
• Bloqueando la transmisión de mensajes entre distintos nervios.
Manual de Atención Primaria de Intoxicaciones – República Argentina 19
• Impidiendo que el cuerpo funcione normalmente (p. ej., bloqueando el aporte de energía o de
oxígeno).
Efectos en el feto
Algunas sustancias tóxicas pueden ejercer efectos nocivos en el niño cuando aún se encuentra en
el útero materno. Esto ocurre sobre todo durante el primer trimestre del embarazo, que es cuando
empiezan a formarse el sistema nervioso y los principales órganos. Las partes del niño más
afectadas son los huesos, los ojos, los oídos, la boca y el cerebro. Si las lesiones son muy graves,
el niño deja de crecer y muere. Algunas sustancias tóxicas pueden ser nocivas para el feto y no
para la madre, lo cual plantea un problema importante pues nada advierte a ésta de que su hijo
está en peligro.
El hecho de que la madre fume o beba bebidas alcohólicas durante el embarazo puede ser nocivo
para el feto. También los medicamentos pueden ser peligrosos para éste. Las embarazadas no
deben tomar nunca medicamentos que no hayan sido prescritos por un médico.
Cuándo aparecen efectos generales
Los efectos generales sólo aparecen cuando la cantidad de tóxico en el cuerpo es mayor que la
que éste puede eliminar, en cuyo caso la sustancia se acumula y alcanza el «nivel umbral».
Por lo común, cuando el contacto con el tóxico es breve (exposición aguda) los efectos aparecen
poco después de la exposición y no duran mucho. En algunos casos, sin embargo, los efectos de
un tóxico no son visibles durante las horas o incluso los días que siguen a la exposición aguda. En
el caso de las personas expuestas durante largo tiempo (exposición crónica), los efectos pueden
ser muy duraderos.
Sucede a veces que una persona expuesta a un tóxico no sufre aparentemente ningún efecto
nocivo. Ello puede deberse a que la exposición no ha durado lo bastante para que la dosis
absorbida llegue a ser tóxica. También puede ocurrir que la persona haya absorbido la dosis tóxica
pero se encuentre aparentemente bien por ser demasiado pronto para que se manifiesten los
efectos de la intoxicación.
A veces es difícil saber si una persona que ha estado expuesta a un tóxico va a sufrir o no algún
efecto nocivo.
Antes de enviarla a su casa, por consiguiente, habrá que averiguar:
- cuánto tiempo ha pasado desde la exposición;
- cuánto tiempo suele pasar antes de que se manifiesten los efectos del tóxico (consúltese
con un Centro de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica).
Ante un caso presunto de intoxicación, no estará de más vigilar al sujeto durante un plazo de 12-
24 horas para ver si aparece algún efecto nocivo. A veces puede ser necesario prolongar todavía
más ese periodo de vigilancia.
La exposición a una sustancia química no afecta por igual a todas las personas. Algunas pueden
ser más sensibles que otras. Los niños y los viejos, por ejemplo, suelen acusar más las
intoxicaciones que los adultos jóvenes y, por otra parte, las personas debilitadas porque comen
mal, beben en exceso o padecen alguna enfermedad, sufren intoxicaciones más graves que los
sujetos sanos.
Objetivos
____________________________________________________________________
Después de haber estudiado este capítulo, deberá estar usted capacitado para:
1. Reconocer si existe algún riesgo de intoxicación por productos químicos, medicamentos,
monóxido de carbono, plaguicidas o alimentos contaminados, tanto en el hogar como en el
lugar de trabajo.
2. Explicar a otras personas como se producen las intoxicaciones a fin de que sepan evitar ese
peligro.
3. Explicar por qué es peligroso sacar un producto químico de su recipiente original y ponerlo
en otro.
4. Explicar por qué es importante utilizar cada producto del modo recomendado por el
fabricante.
5. Explicar por qué es peligroso el abuso de medicamentos.
6. Informar al público sobre la utilidad y los peligros del empleo de sustancias químicas.
Algunas intoxicaciones se producen accidentalmente pero otras se deben a que alguien trata
deliberadamente de dañarse (autointoxicación) o de dañar a otros. Hay también otros actos que
pueden dar lugar a intoxicaciones:
- comer alimentos que contienen una sustancia tóxica;
- tomar o recibir un medicamento equivocado o mal dosificado;
- tomar drogas con intención de cambiar de estado de ánimo o de comportamiento o utilizar
para ello plantas o productos químicos.
Intoxicación accidental
Pueden producirse intoxicaciones accidentales cuando:
- niños o viejos manipulan venenos sin saber de qué se trata;
- una persona ingiere o bebe por error un tóxico que no se encontraba en su recipiente
original;
- se emplean incorrectamente productos químicos o medicamentos;
- se aplican plaguicidas, a menudo incorrectamente;
- se utilizan sustancias químicas;
- se ingieren algunas infusiones preparadas con plantas tóxicas;
- una persona es atacada por un animal venenoso
- se produce una exposición al monóxido de carbono, por lo general en el hogar.
Intoxicaciones en la infancia
Muchos accidentes de intoxicación en el hogar afectan a niños pequeños de uno a cuatro años. En
esa edad, los niños tratan de explorar lo que les rodea y pueden gatear o andar solos por la casa.
Hacia los dos años no es raro que se suban a una silla para indagar lo que hay en un estante y a
menudo pueden abrir cajones y armarios e incluso frascos con tapón a rosca.
Los niños tienden a llevarse todo a la boca y carecen de suficiente discernimiento para
comprender que algunas cosas pueden ser peligrosas. Aparentemente, su sentido del gusto difiere
del de los adultos y a menudo llevan a su boca cosas que un adulto considerarla desabridas o
amargas. Así pues, pueden tragarse un medicamento que les parece un caramelo o aceite de
máquinas que confunden con jarabe. Si tienen sed pueden beber cualquier líquido, como un
detergente de uso doméstico, creyendo que se trata de limonada o de un jugo de frutas.
Entre los productos químicos que con más frecuencia causan intoxicaciones en los niños figuran
los siguientes:
- artículos de limpieza de uso doméstico (p. ej., lavandina, soda cáustica, detergentes y
desinfectantes);
- querosén utilizado como combustible doméstico;
- cosméticos;
- medicamentos;
- pinturas y artículos de conservación del hogar;
- plaguicidas de uso doméstico.
Manual de Atención Primaria de Intoxicaciones – República Argentina 21
Estos productos químicos suelen utilizarse en la casa o en el medio peridomiciliario y con
frecuencia se guardan en sitios donde el niño puede verlos y apoderarse de ellos (p. ej., en
estantes, mesas, muebles bajomesada, o simplemente en el suelo).
Los accidentes se producen a menudo cuando las personas mayores, con niños pequeños a
cargo, están demasiado ocupadas para vigilarlos continuamente. Algunas madres tienen a su
cargo una familia numerosa, con varios niños pequeños, además de las tareas domésticas. Si se
deja un recipiente abierto al alcance de un niño, pueden bastar pocos segundos para que éste lo
agarre e ingiera su contenido.
Especialmente peligroso es el caso de los niños que permanecen solos (o al cuidado de hermanos
o hermanas algo mayores) durante varias horas seguidas.
Intoxicaciones en la vejez
Los ancianos pueden intoxicarse accidentalmente. Si no ven muy bien, no es raro que se
equivoquen de frasco e ingieran, por ejemplo, un producto de limpieza en vez de una bebida o un
medicamento. A menudo sufren estados de confusión y olvidos. A veces no se acuerdan de tomar
su medicamento o toman una dosis excesiva, intoxicándose porque no recuerdan cuánto deberían
tomar o cuándo tomaron la última dosis.
Intoxicaciones en el trabajo
Muchos productos químicos que se fabrican, utilizan o almacenan en los lugares de trabajo son
tóxicos. Las personas que trabajan con esos productos deben saber cómo manejarlos en
condiciones de seguridad para evitar intoxicaciones.
A veces los trabajadores no saben que están manejando una sustancia tóxica o, aunque lo sepan,
no han recibido instrucciones ni entrenamiento para manipularla en condiciones de seguridad. A
veces tampoco leen la etiqueta ni las reglas de precaución. También puede ocurrir que conozcan
los peligros pero que, por descuido o pereza, no tomen las precauciones adecuadas.
Los accidentes, incendios o explosiones en los lugares de trabajo pueden dar lugar a que se
rompan los recipientes y los productos químicos se derramen o se viertan en rutas o ríos, o bien a
que los vapores o gases pasen a la atmósfera. A veces estas fugas afectan a zonas muy extensas
y provocan numerosas intoxicaciones.
Los desechos químicos y los recipientes vacíos pueden entrañar graves peligros si no se eliminan
adecuadamente.
Autointoxicación
Hay personas que tratan de envenenarse tomando deliberadamente un producto tóxico; a esto se
lo llama «autointoxicación». En algunos países la gente utiliza medicamentos para envenenarse,
pero en las comunidades rurales es más probable que opten por los plaguicidas.
Las personas con depresión, enfermedades graves o alcoholismo pueden tratar de quitarse la vida
por envenenamiento, ingiriendo grandes cantidades de medicamentos, plaguicidas u otros
productos tóxicos. En caso de restablecimiento, es posible que traten de envenenarse de nuevo si
no se les aplica un tratamiento psiquiátrico adecuado.
Muchos de los jóvenes que intentan envenenarse están agobiados por problemas a los que no
saben hacer frente, como disputas con el novio o la novia, malas calificaciones en la escuela, etc.
Tóxicos químicos
Los alimentos y bebidas pueden contaminarse con productos químicos tóxicos de muchos modos:
- cuando los trabajadores de la industria química comen en el lugar de trabajo y no se lavan las
manos antes de comer;
- cuando entran en contacto con productos químicos al ser transportados de un lugar a otro o
mientras se hallan en el almacén;
- cuando se guardan o preparan en recipientes contaminados con productos químicos;
- cuando se hace harina con granos tratados con plaguicidas porque estaban destinados a
servir como semilla o cebo y no como alimento;
- cuando la gente destila sus propias bebidas alcohólicas y produce alcoholes venenosos, por
ejemplo el metanol;
- cuando el sistema de abastecimiento de agua está contaminado por derrames accidentales de
productos químicos o desechos químicos de fábricas o basureros próximos a ríos y arroyos.
Objetivos
____________________________________________________________________
Después de haber estudiado este capítulo, deberá estar usted capacitado para:
1. Explicar la manera de evitar las intoxicaciones.
2. Ayudar a la gente a mejorar la seguridad en sus viviendas, en los lugares de trabajo y en la
comunidad en general.
Es mejor, más seguro y más barato, evitar las intoxicaciones que curarlas. En su mayoría pueden
evitarse.
Todo el mundo - niños, padres, agricultores, maestros, obreros, industriales y agentes sanitarios -
está en condiciones de mejorar la seguridad de las viviendas, los lugares de trabajo y la
comunidad en general.
Qué puede hacer usted para mejorar la seguridad en las viviendas, los lugares de trabajo y
la comunidad en general
La comunidad debe estar informada de las medidas más eficaces para evitar las intoxicaciones y
tratar de aplicarlas. Ahora bien, antes de explicar a la gente cómo evitar las intoxicaciones, tendrá
usted que reflexionar para que sus recomendaciones se adapten a la situación local. Puede haber
otras medidas que resulten igualmente eficaces. La gente puede decirle, por ejemplo, que en sus
casas tienen sitios tan seguros como un armario con cerradura. También es posible que, si la
comunidad lo desea, algún carpintero local construya armarios o gavetas que puedan cerrarse con
llave.
Proceda usted por etapas: por ejemplo, si la gente no está en condiciones de comprar botas,
empiece por sugerirle que calce sandalias u otro calzado sencillo de fabricación local.
Seguridad en el hogar
Cómo conservar los productos químicos en condiciones de seguridad
• Guarde todos los productos químicos de uso doméstico en sitios donde los niños no los
puedan ver ni agarrar. Los medicamentos, insecticidas, herbicidas y raticidas deben
guardarse en un armario o gaveta con cerradura o bien lo suficientemente alto.
• Guarde los medicamentos, plaguicidas y productos de uso doméstico en sus propios
recipientes, conservando siempre el rótulo original.
• Mantenga los frascos y botellas bien cerrados con tapón (fig. 8). También las cajas deben
estar cerradas. Si un niño encuentra un recipiente abierto, es posible que se beba el
contenido antes de que sea posible evitarlo. Cierto es que también puede tratar de abrir un
recipiente cerrado, pero esto lleva cierto tiempo y para un niño pequeño suele ser difícil. Lo
más probable es que un adulto lo vea y le impida abrir el recipiente.
• No deje artículos de limpieza en el suelo, bajo el lavadero de la cocina o en armarios de
• Lave a diario toda la ropa de trabajo, sin mezclarla con la otra ropa. No lleve nunca a casa
la ropa de trabajo ni deje prendas sucias.
• No lleve a casa los productos químicos sobrantes. Déjelos en el almacén.
Qué pueden hacer los empleadores para evitar intoxicaciones en los lugares de trabajo
Medidas generales
Los empleadores deben proteger a su personal de los peligros inherentes al empleo de productos
químicos. Con ese fin, pueden hacer varias cosas:
• Aplicar la reglamentación nacional y local sobre salud y seguridad.
• Elegir los productos químicos menos peligrosos. Si varios productos químicos pueden tener
el mismo efecto, se elegirá el menos tóxico.
• Elegir un equipo seguro y utilizarlo con las debidas precauciones.
• Procurar que el personal se exponga lo menos posible a los productos químicos. Si
procede, por ejemplo, se utilizarán ventiladores mecánicos en los edificios donde se
empleen o almacenen productos químicos.
• Facilitar al personal equipo y ropa, si procede, para protegerlo de la exposición a los
productos químicos. Tanto la ropa como el equipo deben mantenerse en buen estado.
• Utilizar advertencias y señales de precaución.
Asimismo deberán:
• Informar debidamente a los trabajadores en caso de que estén utilizando productos
químicos peligrosos;
• Informar a los trabajadores sobre los peligros y asegurarse de que han asimilado bien esa
información;
Adiestramiento
Los empleadores deben enseñar a todos los trabajadores lo que hay que hacer en cualquier caso
de accidente, emergencia o traumatismo. Asimismo deben enseñarles a aplicar en la práctica los
primeros auxilios. De vez en cuando deben asegurarse de que el personal no ha olvidado esas
enseñanzas.
En todos los lugares de trabajo debe haber uno o varios trabajadores adiestrados en la prestación
de primeros auxilios a fin de que puedan encargarse de aplicar las medidas correspondientes en
caso de emergencia (intoxicación, traumatismo o malestar súbito). En nuestro país la
reglamentación laboral nacional exige que en las empresas de cierto volumen haya siempre una
persona adiestrada en primeros auxilios, pero también en las empresas menos importantes a las
que no se aplica esa reglamentación hacen falta personas que posean esa formación. Incluso las
personas que trabajan solas deben estar informadas de la metodología de los primeros auxilios y
de los posibles peligros de su trabajo. El número de personas a las que habrá que adiestrar en
materia de primeros auxilios dependerá de la importancia del riesgo. Los candidatos a esa
formación pueden ser trabajadores o supervisores o, en el caso de las personas que trabajan a
domicilio, otros miembros adultos de la familia.
Equipo
El material de primeros auxilios debe estar siempre presente en los lugares de trabajo en que se
utilicen productos químicos peligrosos. Así, por ejemplo, cuando se empleen líquidos corrosivos
puede ser necesario prever un baño ocular o un simple frasco de plástico con una solución
antiséptica apropiada para lavar los ojos. Si el líquido corrosivo puede salpicar y entrar en contacto
con la piel, quizá sea necesario instalar una ducha. En los sitios donde se utilicen gases irritantes
o tóxicos (p. ej., cloro o dióxido de carbono) habrá que disponer de mascarillas respiratorias de
emergencia a fin de que los trabajadores puedan escapar o salvar a otros si se produce un escape
de gas. En algunos casos puede ser necesario un equipo especial para rescatar a las víctimas de
un accidente.
Suministros
Si en el lugar de trabajo se utilizan productos químicos tóxicos de acción muy rápida puede ser
necesario incluir antídotos en el botiquín de primeros auxilios. En los sitios donde se utiliza
cianuro, por ejemplo, conviene disponer de ampollas de nitrito de amilo.
• Infórmese sobre las serpientes venenosas locales consultando con alguien medianamente
conocedor. Aprenda a distinguirlas y entérese de dónde viven. La mayor parte de ellas viven
en el suelo o arbustos.
• Tome precauciones por la noche, ya que es entonces cuando inician su actividad muchas
serpientes. Diga a los niños que no anden descalzos y que lleven una linterna cuando salgan
por la noche (siempre es preferible que no salgan). Dígales también que no hostiguen a
ninguna serpiente.
• No se acerque a las serpientes. Si no puede alejarse a tiempo, absténgase de hacer
movimientos bruscos.
• No toque nunca a una serpiente, ni siquiera aunque parezca muerta. Algunas se quedan
quietas para que no las ataquen.
9. Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y otros animales
Los animales suelen transportar microorganismos patógenos que originan enfermedades
alimentarias. La mejor medida de protección es guardar los alimentos en recipientes bien
cerrados.
La Organización Mundial de la Salud estima que las enfermedades causadas por alimentos
contaminados constituyen uno de los problemas sanitarios más difundidos en el mundo de hoy.
Aplicando estas Reglas de Oro, reducirá considerablemente el riesgo que entrañan las
enfermedades de origen alimentario.
Objetivos
____________________________________________________________________
Después de haber estudiado este capítulo, deberá estar usted capacitado para:
1. Tomar rápidamente pero sin precipitación decisiones en los casos de emergencia.
2. Evaluar el peligro en los casos de accidente, incendio o explosión, y advertir en consecuencia
a los demás.
3. Decidir rápidamente si se necesita ayuda para rescatar a una persona intoxicada por un gas
venenoso o atrapada en un edificio en llamas.
En los casos de intoxicación, el sujeto puede sentirse repentinamente muy enfermo y necesitar de
inmediato los primeros auxilios. Cuando haya que prestar ayuda a una persona intoxicada o
lesionada en el curso de un accidente químico, un incendio o una explosión, o víctima de una
intoxicación por monóxido de carbono, habrá que tener en cuenta los peligros que entraña esa
ayuda, a fin de tomar las debidas precauciones para protegerse a sí mismo y señalar el peligro a
los demás.
No pierda la calma
Trate de no perder la calma cuando se acerque a la víctima de un accidente. Casi todas las
personas se sienten aterrorizadas cuando sufren alguna lesión o caen repentinamente enfermas.
Su terror se atenuará si usted conserva la calma. Actúe con rapidez pero sin precipitación.
Asegúrese de que ni Usted ni la víctima corren peligro
Si le amenaza algún peligro, protéjase. Si usted se convierte en otra víctima, puede no haber
nadie para ayudarle.
Compruebe rápidamente que no hay ningún riesgo relacionado con:
• gases, emanaciones o humos tóxicos,
• líquidos tóxicos,
• incendio y/o derrumbe de estructuras edilicias,
Manual de Atención Primaria de Intoxicaciones – República Argentina 43
• energía eléctrica
• tráfico.
Averigüe de qué lado sopla el viento y aléjese de los sitios en donde pudieran alcanzarle el humo
o las emanaciones de los derrames o fugas. Siempre deberá ingresar a favor del viento al lugar
del accidente.
Aleje a la víctima del peligro si puede hacerlo sin riesgos para usted
Si en una habitación o en un edificio que pueda estar lleno de gas tóxico hay una persona
inconsciente:
• Abra la puerta y abra o rompa las ventanas desde fuera, a fin de que entre aire fresco.
Antes de entrar, espere a que se haya renovado por completo el aire del local.
• No encienda ninguna luz eléctrica ni linternas y no permita a nadie que entre en la
habitación con un cigarrillo encendido o una llama, a fin de evitar una posible explosión.
Si alguien queda retenido en el interior de un edificio en llamas:
• No entre a menos que disponga de un equipo de respiración adecuado y sepa utilizarlo. Si
entra en un edificio en llamas sin nada que le proteja del humo y de los gases tóxicos,
podría quedar inconsciente y verse imposibilitado para salir. Un trapo húmedo en torno a la
boca y la nariz NO confieren una protección adecuada.
Si hay una persona inconsciente en el interior de un depósito vacío:
• Procure ventilar el lugar hasta que se haya renovado por completo el aire antes de entrar.
• Si no es posible renovar el aire del depósito, no entre a menos que disponga de un equipo
de respiración adecuado y sepa usarlo. Si entra en un depósito vacío sin nada que le
proteja del gas tóxico, podría quedar inconsciente y verse en la imposibilidad de salir.
Protéjase contra una posible intoxicación por contacto con la víctima. Póngase guantes antes de
tocar a una persona intoxicada con cianuro, gases lacrimógenos o plaguicidas organofosforados.
El producto depositado en la piel o la ropa de la víctima podría intoxicarle.
Objetivos
____________________________________________________________________
Después de haber estudiado este capítulo, deberá estar usted capacitado para:
1. Dictaminar si una persona:
• esta inconsciente,
• no respira,
• no tiene pulso.
2. Decidir lo que se debe hacer y aplicar en cada caso los primeros auxilios.
3. Aplicar los primeros auxilios cuando una persona:
• sufra convulsiones,
• tenga un producto químico en los ojos,
• tenga un producto químico en la piel,
• haya sido mordida o picada por un animal ponzoñoso o venenoso.
Asegúrese de que una tercera persona active el sistema de emergencia médica local
Mientras tanto usted administra los primeros auxilios a la víctima, asegúrese de que otra persona
informe sobre lo ocurrido al sistema de emergencias local (p.ej., bomberos, policía, defensa civil,
agente sanitario, gendarmería, prefectura naval, etc.). Es conveniente que suministre información
sobre: las características de la intoxicación y del evento que la produjo: lugar, número probable de
víctimas, tipo de intoxicación (p.ej., accidental, suicida, abuso de drogas, alimentaria, laboral) y
tipo de evento que la produjo (p.ej., incendio, fuga, derrame, explosión).
• La garganta está obstruida porque el paciente ha tragado una sustancia tóxica que ha
producido en ella quemaduras e hinchazón.
• El paciente ha sido envenenado.
• El paciente ha recibido un golpe en la cabeza o el pecho.
• El paciente ha sufrido un ataque cardíaco.
• El paciente ha estado a punto de ahogarse.
Si el sujeto empieza a respirar póngale de lado en posición de recuperación. Vigile con frecuencia
la respiración y el pulso.
Si el sujeto, por cualquier causa, no reanuda la respiración, tome inmediatamente medidas de
asistencia respiratoria.
5. Levante la boca para que el paciente pueda espirar y usted inspirar más aire. Volviendo la
cabeza, observe si el pecho desciende, acerque la mejilla para percibir el aire espirado por el
paciente y escuche los ruidos respiratorios (fig. 23). En la respiración de boca a nariz puede
ser necesario abrir la boca del paciente para que salga el aire.
Si el corazón late pero el paciente no respira todavía, prosiga la respiración de boca a boca.
Haga una inspiración profunda e insufle cada 5 segundos, hasta que el paciente empiece a
respirar sin ayuda. A veces hay que hacer esto durante más de una hora.
Si el paciente ha respirado un gas irritante, la boca y la garganta pueden estar llenas de espuma.
No pierda el tiempo tratando de eliminarla, pues no es fácil de secar; como está constituida por
burbujas de aire, basta con impulsarla hacia los pulmones para que el aire entre y salga del
espacio pulmonar. Así pues, insufle el aire como de costumbre.
Cuando el paciente empiece a respirar, póngale de lado en posición de recuperación. Es posible
que vomite cuando se reanude la respiración, pero si está de lado el vómito no obstruirá la
garganta. Deje que el vómito salga y extráigalo de la boca con el dedo.
Vigile al paciente con mucho cuidado por si vuelve a dejar de respirar. Si la respiración se
interrumpe, póngale boca arriba e inicie otra vez la respiración de boca a boca.
Si no se perciben los latidos cardíacos, el paciente habrá dejado de respirar. Inicie siempre la
respiración de boca a boca antes de proceder al masaje cardíaco.
No practique el masaje cardíaco si el corazón está latiendo, aunque sea débilmente. Suspéndalo
en cuanto perciba el pulso en el cuello, pero prosiga con la respiración de boca a boca si el
paciente no ha empezado a respirar.
En el caso de un niño, utilice solamente una mano y comprima suavemente (fig. 30), hundiéndole
el pecho de 2,5 a 3,5 cm.
Si se trata de un niño pequeño o un lactante, comprima con dos dedos solamente, hundiéndole el
pecho de 1,5 a 2,5 cm (fig. 31).
Coloque la mano o los dedos por debajo de las mamilas.
Efectúe 100 compresiones por minuto, intercalando dos insuflaciones cada 15 compresiones.
2. Mientras le enjuaga los ojos asegúrese de que los párpados han quedado bien lavados por
dentro. Compruebe que no quede ningún resto sólido del producto químico en los pliegues
cutáneos perioculares o en las cejas o las pestañas. Si no está seguro de haber eliminado
todo el producto químico, prosiga el lavado de los ojos durante otros 10 minutos.
3. No deje que el paciente se frote los ojos.
4. Conviene que un médico examine los ojos del paciente aunque éste no sienta ningún dolor,
pues puede haber lesiones tardías.
5. Si el paciente no soporta la luz, cúbrale los ojos con una compresa estéril, una gasa seca o,
simplemente, un paño limpio. Ajuste este apósito firmemente con una venda, sin apretar
demasiado. Esta protección favorecerá la curación.
6. Si el paciente tiene dolor, adminístrele analgésicos.
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Tratamiento médico de la contaminación química de los ojos
• En caso de dolor intenso, puede ser necesario administrar analgésicos por vía parenteral.
• Busque posibles quemaduras. Ponga unas gotas de fluoresceína en el ojo. Las quemaduras
se teñirán de amarillo.
• Prevenga las infecciones. Si aparecen manchas amarillas con la fluoresceína, aplique en el ojo
una pomada oftálmica con antibióticos y practique la oclusión del ojo. Repita la aplicación cada
dos horas. Prosiga hasta que desaparezca el enrojecimiento ocular y la esclerótica esté
blanca, y durante 24 horas más.
Manual de Atención Primaria de Intoxicaciones – República Argentina 57
Despoje al paciente de la ropa contaminada y lávele la piel y el pelo para eliminar cualquier
producto químico
1. Lleve inmediatamente al paciente a la ducha o a la fuente de agua limpia más próxima. Si no
hay agua en las inmediaciones, limpie o seque suavemente la piel y el pelo con un paño o un
papel. No frote ni cepille.
2. Despoje rápidamente al paciente de la ropa contaminada con el producto químico o con
vómitos, así como de los zapatos y del reloj de pulsera si es necesario. Es importante actuar
rápidamente. Si el producto químico es muy tóxico o corrosivo, corte la ropa para desnudar
antes al paciente, cuidando que la piel no tome contacto con el producto que se encuentra
sobre la ropa.
3. Lave inmediatamente la parte afectada del cuerpo con agua corriente, fría o templada,
utilizando jabón, si es posible. Si no hay agua corriente, utilice agua en baldes. Actúe
rápidamente utilizando agua en cantidad (fig. 36). Si es necesario, utilice guantes y un delantal
para protegerse de las salpicaduras del producto químico. Algunos productos químicos
desprenden vapores; evite respirarlos.
4. Si el producto químico ha contaminado una gran extensión del cuerpo, lave al paciente bajo la
ducha o con una manguera. No olvide limpiar bien el pelo y las uñas, las ingles y por detrás de
las orejas.
5. Siga vertiendo agua sobre el paciente durante 20 minutos, o durante más tiempo si el producto
químico no acaba de desprenderse de la piel. Si tiene la impresión de que la piel está
pegajosa o resbaladiza, lávela hasta que esa impresión se disipe. Puede tardar una hora o
más.
6. Asegúrese de que el agua escurre sin inconvenientes y en condiciones de seguridad, ya que
lleva consigo el producto químico.
7. Seque con cuidado la piel utilizando una toalla suave y limpia. Si la ropa sigue adherida a la
piel incluso después de la ducha, no trate de desprenderla.
8. No olvide que muchos productos químicos atraviesan la piel con gran rapidez. Busque
posibles signos de intoxicación (véase el capítulo 7).
9. Elimine la ropa y los zapatos contaminados con el producto químico. Si ha utilizado trapos o
papel para secar la piel, métalos en un recipiente y quémelos.
Consejos generales
1. En general, las picaduras y las mordeduras provocan reacciones de pánico. Advierta al
paciente que muchos insectos, arañas, serpientes y organismos marinos son inofensivos y
que incluso las picaduras y mordeduras de animales peligrosos con frecuencia no dan lugar a
intoxicaciones.
2. Tranquilice al paciente y recomiéndele que esté quieto. Moviendo el miembro afectado se
acelera la difusión de la ponzoña por el resto del cuerpo. El miedo y el nerviosismo pueden
empeorar también la situación. Hay que decirle al paciente que no utilice el miembro y que lo
mantenga elevado e inmóvil. Como el miembro puede hincharse al cabo de un rato, retire lo
antes posible cualquier cosa que pueda comprimirlo: anillos, reloj, pulseras, medias, zapatos,
etc. Para inmovilizar el miembro puede ser útil utilizar una férula y un cabestrillo.
3. No se deben aplicar las siguientes medidas, que podrían provocar una infección o agravar los
efectos del veneno.
• No corte ni abra más la herida.
• No chupe la herida para extraer el veneno.
• NO APLIQUE UN TORNIQUETE O UN VENDAJE APRETADO.
• No ponga medicamentos ni productos químicos en la herida ni los inyecte en su interior.
• No ponga hielo en la herida. El hielo sólo se usará en los casos de picaduras de abejas
(luego de extraer el aguijón), avispas y abejorros.
• No utilice preparados comerciales contra las mordeduras de serpiente.
Es más conveniente trasladar rápidamente el paciente al hospital que perder el tiempo
administrándole remedios tradicionales y hierbas curativas. Tales «remedios» con frecuencia
no tienen utilidad alguna e incluso pueden ser dañinos y poner en peligro la vida.
4. Coloque al paciente de lado, en posición de recuperación, a fin de evitar la obstrucción de la
tráquea en caso de vómitos o pérdida del conocimiento.
5. No dé nada al paciente por vía oral (alimentos, alcohol, medicinas o bebidas). Pero si la
intervención del médico se demora, de agua al paciente para evitar la deshidratación.
6. Trate de identificar el animal, pero no intente capturarlo o retenerlo si esto puede ser peligroso
para usted, para el paciente o para cualquier otra persona. Si el animal está muerto, llévelo al
hospital junto con el paciente, tomando toda clase de precauciones, pues las estructuras
preparadas para la inoculación de veneno pueden herir y aún provocar inoculación de veneno
remanente en ellas (sobre todo los ofidios)
7. En cuanto sea posible, traslade el paciente a un hospital, dispensario médico o clínica donde
pueda recibir asistencia profesional. El paciente debe estar lo más quieto posible y no caminar.
Si no se dispone de ambulancia o automóvil, traslade al paciente en andas o en angarillas, o
simplemente en la barra de una bicicleta.
8. El tratamiento específico con antiveneno sólo debe administrarse en un hospital o centro
médico que cuente con medios de reanimación, ya que el paciente puede sufrir una reacción
alérgica.
La necesidad o no de aplicar suero antiveneno, al igual que la cantidad del mismo a utilizar y su
correcta administración, dependerá de la forma clínica y clasificación según gravedad del
accidente. Se aconseja que dicha evaluación y el manejo de la terapéutica sean realizados por
personal capacitado el que deberá remitirse a la Guías de Diagnóstico y Tratamiento
correspondientes.
3. Las abejas pierden el aguijón cuando pican, por lo que sólo lo hacen una vez; en cambio, las
avispas y los avispones conservan el aguijón y pueden picar muchas veces. Si ha quedado el
aguijón en la piel, extráigalo, cuidando de no aplastar el saco de veneno situado en el
extremo (fig. 37). Para ello extráigalo rascando ligeramente con la uña o el borde de un
cuchillo o superficie que permita “engancharlo”. Si el miembro tiende a hincharse, retire los
anillos, pulseras, medias o tobilleras del paciente.
4. Para desprender una garrapata de la piel puede recurrirse al alcohol o, sencillamente al calor
de un cigarrillo. Si no se desprende, tire de ella con unas finas pinzas, pero sin aplastarla.
Manual de Atención Primaria de Intoxicaciones – República Argentina 61
5. La inflamación, picazón y el dolor pueden atenuarse aplicando una compresa enfriada con
agua. Sólo se recomienda el uso de hielo en las picaduras de abejas (luego de extraído el
aguijón), de avispas y abejorros.
6. Para combatir el dolor puede administrarse analgésicos, pero no aspirina.
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Tratamiento médico de las picaduras de escorpión y de las picaduras o mordeduras de
insectos
1. En Argentina se dispone de sueros antivenenosos para tratar las picaduras de ciertas arañas
(Latrodectus spp), y de escorpiones del genero Tityus.
2. Los sueros antiveneno pueden ser útiles para tratar las lesiones locales causadas por algunas
arañas incluso en ausencia de signos generales de envenenamiento. La herida debe tratarse
como una quemadura.
3. El dolor se puede tratar con anestesia local (p. ej., lidocaína, bloqueo nervioso digital o
periférico sin adrenalina) o con analgésicos generales. No debe utilizarse morfina para tratar el
dolor por el riesgo de depresión respiratoria. El suero antiveneno puede ser útil para combatir
el dolor causado por las picaduras de Latrodectus spp.
Objetivos
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Después de haber estudiado este capítulo, deberá estar usted capacitado para:
1. Decidir qué se debe hacer después de haber administrado los primeros auxilios a un sujeto
intoxicado.
2. Decidir si conviene llamar a un médico antes de trasladar el paciente al hospital.
3. Decidir si conviene solicitar ayuda por teléfono a un centro especializado o a un hospital.
Toda persona intoxicada necesita recibir asistencia médica lo antes posible. Una vez que usted le
haya administrado los primeros auxilios, lo mejor será trasladar sin demora el paciente al hospital.
Ahora bien, si el traslado puede representar muchas horas de viaje, quizá sea mejor recabar
asistencia médica en otro sitio antes de emprender el viaje.
Objetivos
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Después de haber estudiado este capítulo, deberá estar usted capacitado para:
1. Identificar en un paciente los síntomas y signos de intoxicación.
2. Describir a un médico el estado del paciente, ya sea por teléfono o por escrito.
3. Decidir si el paciente está o no gravemente afectado.
4. Reconocer los síndromes usuales de intoxicación.
Una vez administrados los primeros auxilios, y si no hay ningún médico o centro de salud en las
inmediaciones y el hospital está a más de dos horas de camino, tendrá usted que proceder al
examen del paciente.
Hay que examinar al paciente de manera que sea posible decidir qué asistencia se requiere hasta
el momento de su hospitalización e informar con precisión por teléfono o por radio de su estado
clínico a un centro especializado o a un hospital.
En este capítulo se indica cómo una persona sin formación médica puede practicar el examen de
un sujeto que se encuentra bajo los efectos de una intoxicación. Cuando lo haya leído, sabrá usted
qué debe hacer y lo que debe buscar, pero lo ideal sería que un agente sanitario competente le
enseñara a practicar el examen. Ejercítese en tomar el pulso y leer el termómetro hasta que llegue
a dominar esas técnicas
Las sustancias tóxicas pueden causar en el interior del organismo muchas alteraciones que solo
pueden evaluarse si se dispone del instrumental médico adecuado, por lo que no se examinarán
en este capítulo.
Síntomas y signos
Los efectos de una intoxicación se manifiestan por síntomas y signos.
Los síntomas son los efectos que el sujeto siente o percibe, por ejemplo el dolor, las náuseas o la
sed. Para saber qué síntomas aquejan al paciente hágale las siguientes preguntas: «¿Cómo se
encuentra?», «¿Qué siente?»
Los signos son efectos que usted puede ver, sentir, oír o medir, por ejemplo los vómitos, la fiebre,
el pulso rápido, la respiración ruidosa y la inconsciencia.
La mayoría de las sustancias tóxicas provocan síntomas y signos diversos, porque afectan a más
de una parte del cuerpo.
Cada uno de los signos descritos en este capítulo va acompañado de un recuadro donde figura
una lista de algunos de los productos químicos más corrientes que lo provocan. Para no alargar
esa lista, en ciertos casos se utilizan nombres genéricos (p. ej., medicamentos atropínicos) en vez
de mencionar el nombre de cada producto. Las denominaciones que aquí se utilizan se emplean
también en la segunda parte, donde se puede ver qué productos químicos figuran en cada grupo.
Como las listas no comprenden todos los productos químicos que causan un efecto determinado,
es posible que una persona con algunos de los signos o síntomas esté intoxicada por algún
producto que no figura en la lista.
No es probable que un paciente presente todos los signos y síntomas que figuran en la lista
correspondiente al producto que ha provocado la intoxicación. Muchas veces esto depende de la
gravedad del caso. El etanol (alcohol), por ejemplo, puede causar inconsciencia, pero no siempre
los sujetos intoxicados con etanol se encuentran inconscientes; a veces presentan una simple
borrachera, con inestabilidad y verborrea.
No hay que olvidar tampoco que el paciente puede haber ingerido más de una sustancia tóxica.
El paciente puede ser incapaz de oír lo que usted le dice. Las personas intoxicadas con aspirina o
quinina pueden percibir una especie de zumbido o incluso quedarse sordas.
Un comportamiento extravagante puede ser signo de que el paciente abusa de drogas u otras
sustancias o padece una enfermedad mental.
El sujeto inconsciente
Una persona a punto de perder la consciencia puede estar sumida en una profunda modorra y no
responder a las preguntas más que por un «sí» o por un «no», o limitarse a responder a órdenes
como «abra los ojos» o «levante el brazo». La inconsciencia puede sobrevenir al poco tiempo.
La inconsciencia es un signo de alarma. A los pacientes inconscientes se les debe colocar en
posición de recuperación a fin de que la lengua no obstruya la tráquea.
Trate de averiguar si el paciente ha perdido repentinamente la consciencia o se ha quedado
dormido tras una fase de creciente amodorramiento. La mayoría de las sustancias tóxicas que se
absorben por vía digestiva causan una inconsciencia progresiva.
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Productos químicos que pueden provocar inconsciencia
Medicamentos: diazepam y otras benzodiacepinas, barbitúricos, morfina y otros opiáceos,
antihistamínicos, amitriptilina y otros antidepresivos tricíclicos, carbamacepina, ácido valproico,
meprobamato, medicamentos atropínicos, clorpromacina y otras fenotiacinas, hipoglucemiantes
orales similares a la clorpropamida, insulina, medicamentos que contienen hierro, cloroquina,
quinidina, quinina.
Otros productos químicos: monóxido de carbono, cianuro, tetracloruro de carbono, tricloroetileno,
etanol, metanol, etilenglicol, benceno, tolueno, xileno.
Otros muchos medicamentos y productos químicos si se absorben en gran cantidad.
Otras causas frecuentes de inconsciencia son los traumatismos de cráneo, los desmayos, las
hemorragias profusas, los ataques cardíacos, los accidentes cerebrovasculares, la falta de aire, la
epilepsia, las convulsiones y la diabetes.
El estado de inconsciencia se debe probablemente a un traumatismo de cráneo cuando el
paciente presenta algunos de los siguientes signos:
• pérdida de sangre por los oídos o la nariz,
• contusiones o cortes en el cuerpo o la cabeza,
• pupilas de diferente tamaño.
Examine al paciente
¿Presenta signos de enfermedad o debilidad? Examine la ropa del paciente para ver si está
húmeda o manchada por productos químicos, orina o vómitos. Examine el vómito para ver si
contiene sangre o restos de tabletas, plantas o alimentos. Huela la ropa y el aliento del paciente.
Examine la piel
La presencia de cortes, arañazos, contusiones o sangre puede indicar que el paciente ha sido
víctima de un traumatismo.
Los hematomas pueden estar causados por una caída. El paciente puede haberse sentido
inseguro, falto de equilibrio o muy amodorrado por la ingestión de alcohol o de drogas.
Si hay cortes en la cara palmar de la muñeca o en el cuello puede tratarse de una tentativa de
suicidio, mientras que la presencia de cicatrices quizá indique que ha tratado de quitarse la vida en
el pasado.
Las marcas puntiformes en la parte anterior del codo o en los tobillos y las rodillas, acompañadas
de venas hinchadas, úlceras y abscesos, pueden deberse a la inyección de drogas. Es posible que
el paciente sea drogadicto.
Las quemaduras y las manchas pueden estar causadas por líquidos corrosivos o irritantes. Las
personas que trabajan con productos químicos pueden presentar quemaduras en las piernas, los
brazos, el pecho, la espalda o los pies. En caso de ingestión de una sustancia corrosiva, el sujeto
68 Ministerio de Salud de la Nación – Año 2002
puede presentar quemaduras y manchas en el mentón y los labios, o sobre el pecho, si se ha
salpicado al beber el líquido.
Las ampollas y las manchas rojizas en el borde de los dedos, los tobillos, las rodillas, los hombros
u otras partes del cuerpo indican que el paciente ha permanecido inconsciente en la misma
posición durante varias horas.
Las erupciones con descamación pueden deberse al trabajo con productos químicos irritantes, en
particular plaguicidas, o a la manipulación de plantas irritantes. También hay erupciones causadas
por parásitos o enfermedades.
El enrojecimiento y el calor de la piel pueden deberse a la acción de ciertos medicamentos. Si el
paciente es de piel negra o morena, tóquele la piel y examínele las manos y el interior de los
labios.
El color azul de la piel y del interior de los párpados y labios indica que la sangre no contiene
bastante oxígeno. Por lo general, esto se debe a que el paciente no puede respirar normalmente,
pero algunos productos químicos producen esa coloración azul incluso cuando la respiración es
normal. Si el paciente es de piel negra o morena puede ser difícil advertir la coloración azul de la
piel, pero en los labios, las uñas y el interior de los párpados inferiores puede advertirse el tinte
azulado, al par que la piel pierde su brillo. El color azul de la piel es un signo de enfermedad grave.
El color amarillo de la piel puede estar causado por ictericia o por ciertos productos químicos que
tiñen la piel. La ictericia es consecuencia de una lesión del hígado, resultante a veces de una
intoxicación o una infección, o de ciertos trastornos de la sangre. El color amarillo puede
observarse también en el blanco de los ojos. En los casos de intoxicación, la piel puede tardar 48
horas en ponerse amarilla.
Algunas sustancias amarillas o anaranjadas transmiten su color a la piel. El medicamento llamado
rifampicina tiñe pasajeramente de color rojo anaranjado la piel (la coloración desaparece con el
lavado), la orina, las heces, las lágrimas y el blanco de los ojos.
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Productos químicos que pueden alterar el color de la piel
Piel rojiza y caliente: medicamentos atropínicos, anfetaminas, bórax o ácido bórico,
vasodilatadores.
Piel amarilla por ictericia: tetracloruro de carbono, medicamentos que contienen hierro,
paracetamol, pentaclorofenol, tricloroetileno y algunos hongos venenosos (amanita).
Color amarillo o anaranjado: dinitrofenol, dinoseb, DNOC y rifampicina (el color se desvanece con
el lavado). La ingesta abundante y continuada de alimentos ricos en carotenos (zanahoria,
calabaza) también produce esta coloración, con predominio en palmas de manos y plantas de
pies.
Piel azul: dapsona, naftaleno, paradiclorobenceno, fenol, clorato sódico y nitritos (como
vasodilatadores, como contaminación de agua de pozo en lactantes, como aditivo de embutidos y
otros productos cárneos)
Edema de pulmón
El edema de pulmón es un proceso en el que los pulmones se llenan de líquido, hasta que el
paciente se ve en la imposibilidad de respirar. Se trata de un estado muy grave que puede poner
en peligro la vida del paciente. El edema de pulmón presenta los siguientes signos:
• respiración rápida (20-40 respiraciones por minuto), a menudo ruidosa;
• tos con esputo espumoso (al paciente se le viene espuma a la boca, con un ruido de gorgoteo
en la garganta);
• coloración gris o azulada de la piel;
• pulso rápido;
• sudor;
• ansiedad y miedo;
• ruidos de crepitación en los pulmones, que pueden oírse con un estetoscopio o aplicando la
oreja sobre el pecho o la espalda del paciente;
• dificultad para permanecer acostado en posición horizontal.
Algunas sustancias tóxicas pueden provocar edema de pulmón en pocos minutos, mientras que
otras tardan varias horas. El paciente se va fatigando cada vez más y la respiración se hace muy
lenta, hasta que cesa.
Los pulmones pueden llenarse de líquido en ciertas enfermedades como las cardiopatías, pero en
esos casos el proceso es diferente.
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Productos químicos que pueden causar edema de pulmón
• Medicamentos: aspirina y otros salicilatos, clorpromacina y otras fenotiacinas, opiáceos.
• Plaguicidas: carbamatos e insecticidas organofosforados, dinoseb, DNOC, paraquat,
pentaclorofenol.
• Otros productos químicos: etilenglicol, destilados de petróleo, trementina y otros aceites
volátiles, gases irritantes (cloro, amoníaco, etc.).
Un pulso rápido y débil puede ser signo de estado de shock, hemorragia, ataque cardíaco,
insolación o fiebre.
Un pulso fuerte y rápido puede ser signo de golpe de calor, accidente cerebrovascular o
enfermedad cardiaca.
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Productos químicos que pueden dar un pulso rápido
• Medicamentos: aminofilina, amitriptilina y otros antidepresivos tricíclicos, antihistamínicos,
aspirina y otros salicilatos, medicamentos atropínicos, efedrina, isocarboxacida y otros
inhibidores de la monoaminooxidasa, seudoefedrina.
• Fármacos que son objeto de abuso: anfetaminas, cannabis, cocaína.
• Plaguicidas: arsénico, herbicidas de clorofenoxiacetato, dinoseb, DNOC, pentaclorofenol.
• Otros productos químicos: monóxido de carbono (al principio).
Vómitos y diarrea
Casi todas las sustancias tóxicas pueden causarlos. Otras causas de vómitos con diarrea son
ciertas infecciones producidas por bacterias, virus o lombrices, y el paludismo. Otras causas de
diarreas son las alergias a ciertos alimentos, los efectos secundarios de algunos medicamentos (p.
ej., antibióticos o laxantes) o la ingestión exagerada de fruta verde o de alimentos pesados y
grasos. Otras causas de vómitos son la apendicitis o las obstrucciones del intestino, así como casi
todas las afecciones que producen fiebre elevada o dolor intenso, especialmente la jaqueca, y las
infecciones del hígado, de los oídos y del cerebro.
Heces negras
El color negro puede deberse a la presencia de sangre de origen intestinal cuando el intestino ha
sufrido la acción de un líquido corrosivo. La ingestión de compuestos de hierro en forma de
tabletas puede teñir las heces de negro o verde oscuro, y el carbón activado también les comunica
una coloración negra.
Deshidratación
Los vómitos y la diarrea pueden provocar deshidratación. Una persona que vomita o sufre diarrea
pierde gran cantidad de agua del cuerpo. Si no bebe bastante para reemplazar el agua perdida, el
cuerpo se deseca. La deshidratación puede producirse a cualquier edad, pero es más rápida y
más peligrosa en los niños pequeños. También pueden sufrirla las personas con quemaduras o los
sujetos que se encuentran inconscientes y son incapaces de beber.
La deshidratación presenta los siguientes signos:
• El paciente no orina u orina muy poco y la orina es de color amarillo oscuro.
• El paciente tiene la boca y los labios secos y puede estar muy sediento (aunque a veces las
personas profundamente deshidratadas no padecen sed).
• Cuando se pellizca la piel, el pliegue cutáneo tiende a persistir durante algunos segundos.
• Los niños pueden tener los ojos hundidos.
La deshidratación intensa puede producir pulso débil y rápido, respiración profunda y acelerada,
fiebre o convulsiones.
El paciente no orina.
El hecho de que una persona no orine puede tener las siguientes causas:
• Los riñones no producen orina porque el paciente está deshidratado. El sujeto ha perdido
mucha agua por vómitos, sudación o diarrea, o a consecuencia de una grave quemadura de la
piel.
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Productos químicos que pueden causar insuficiencia renal
• Medicamentos: aspirina y otros salicilatos, colchicina, medicamentos que contienen hierro,
isocarboxacida y otros inhibidores de la monoaminooxidasa, quinina, rifampicina.
• Plaguicidas: arsénico, mercurio, talio, dinoseb, dinitrofenol, DNOC, paraquat, pentaclorofenol,
clorato sódico.
• Otros productos químicos: ácido bórico, alcanfor, aceite alcanforado, tetracloruro de carbono,
etilenglicol, metanol, naftaleno, fenol, perborato sódico, trementina y otros aceites volátiles.
• Los riñones producen orina pero la vejiga urinaria no funciona: los músculos de la vejiga no se
relajan para que salga la orina. No hay que confundir estos casos con aquellos en los que el
paciente no orina a causa de una lesión renal. Cuando la vejiga está llena se percibe un
abultamiento redondeado en la parte inferior del abdomen. Algunos medicamentos impiden el
vaciamiento de la vejiga. Lo mismo puede suceder cuando el sujeto ha permanecido
inconsciente largo tiempo.
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Medicamentos que pueden impedir el vaciamiento de la vejiga
Amitriptilina y otros antidepresivos tricíclicos, antihistamínicos, medicamentos atropínicos.
Convulsiones (ataques)
Son movimientos espásticos (sacudidas) que el paciente no puede controlar. A veces son
contracciones localizadas, mientras que otras afectan a todo el cuerpo. El paciente puede perder
repentinamente la conciencia y echar espuma por la boca. Cuanto más tiempo dure el ataque más
peligro corre la vida del sujeto. En los casos graves, el paciente no deja de presentar ataques y
tiene dificultad para respirar.
En ciertos tipos de ataques se produce una contracción permanente de la mandíbula y luego
queda muy rígido todo el cuerpo. La causa también puede ser el tétanos.
Las convulsiones pueden estar causadas por intoxicaciones, falta de oxígeno (que puede deberse
a la exposición a un tóxico o a algún tipo de obstrucción respiratoria), epilepsia, meningitis,
paludismo o, en las personas diabéticas, un nivel bajo de azúcar en la sangre. Los alcohólicos y
los drogadictos pueden sufrir convulsiones si dejan de tomar la sustancia a la que están
habituados.
En los niños pequeños, las convulsiones pueden ser consecuencia de una fiebre alta o de una
deshidratación intensa.
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Productos químicos que pueden causar convulsiones
• Medicamentos: aminofilina, amitriptilina y otros antidepresivos tricíclicos, antihistamínicos,
aspirina y otros salicilatos, medicamentos atropínicos, cloroquina, quinidina, quinina,
colchicina, dapsona, efedrina, insulina y otros hipoglucemiantes, sales de hierro,
isocarboxacida y otros inhibidores de la monoaminooxidasa, opiáceos, fenotiacinas,
propranolol y otros beta-bloqueantes, seudoefedrina.
• Fármacos que son objeto de abuso: anfetamina, cocaína.
• Plaguicidas: arsénico, carbamatos e insecticidas organofosforados, metaldehído, clorato
sódico, estricnina, talio.
• Otros productos químicos: ácido bórico, alcanfor, aceite alcanforado, monóxido de carbono,
detergentes catiónicos, etilenglicol, metanol, perborato sódico.
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Objetivos
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Después de haber estudiado este capítulo, deberá estar usted capacitado para:
1. Identificar la sustancia tóxica cuando sospeche que alguien se ha intoxicado.
2. Descubrir cómo se ha producido la intoxicación.
El paciente
En algunos casos el paciente es la persona más adecuada para contarle a usted lo que ha
pasado. Mientras lo examina puede obtener algunos datos hablando con él; sin embargo, si se
trata de un niño pequeño o de una persona obnubilada quizá no obtenga gran cosa, y por
supuesto un sujeto inconsciente no le va a decir nada. Evidentemente, las personas que han
tratado de envenenarse no siempre dicen la verdad.
Si el paciente es un niño:
• Hable con la persona que cuidaba al niño o estaba jugando con él. Es posible que alguien
haya visto al niño bebiendo de una botella que contenga algún producto químico, abriendo un
frasco de algún medicamento o comiendo hojas de alguna planta. Pregunte si el niño se quedó
solo en algún momento, aunque sólo haya sido por pocos minutos, y averigüe dónde.
Trate de encontrar
• frascos, paquetes, cajas u otros recipientes que pudieran haber contenido tabletas,
medicamentos, productos químicos de uso doméstico o plaguicidas. Lea las etiquetas de
todos los recipientes que encuentre;
• botellas de bebidas que se hayan rellenado con plaguicidas o querosén y que pudieran
confundirse con una bebida espumosa o alcohólica;
• viejos recipientes de plaguicidas que se estén utilizando para guardar alimentos o como
juguetes;
• mecheros o calentadores de combustible líquido que no funcionen bien (en general, puede
deducirse que no funcionan bien si presentan manchas oscuras de hollín junto al paso del aire
o al tubo de salida);
• serpientes, insectos o plantas venenosos; collares o rosarios fabricados con semillas.
Si el paciente es un niño:
• Explore en el interior de todos los armarios, inclusive los más altos, ya que el niño puede
haberse subido a una silla o mesa.
• Examine el cesto de la basura en busca de recipientes que pudieran no estar totalmente
vacíos o de pilas eléctricas de pequeño tamaño.
• Busque salpicaduras de productos químicos en el suelo o en la ropa del niño. Busque
manchas o indicios de humedad. Cuando los niños pequeños tratan de beber el contenido de
una botella suelen derramar algo de líquido.
• Busque tabletas en el suelo y manchas o trozos de tabletas en la boca del niño. Examine los
medicamentos que toma el niño para ver si algún recipiente está abierto.
• Busque productos domésticos o plaguicidas en botellas abiertas, jarras, tazas o baldes (p. ej.,
líquido para limpiar pinceles en una jarra o taza, detergente para la ropa u otro producto de
limpieza vertido en un balde de agua, o productos raticidas en un plato colocado sin tapadera
en el suelo).
Si el paciente es un adulto:
• Busque el veneno en la ropa o la piel del paciente, y busque dentro de su boca o en el vómito
trozos de tabletas, plantas o alimentos.
• Examine los bolsillos del paciente. Examine la habitación donde se encontró al paciente y
explore los cestos de la basura.
• Busque tabletas, medicamentos, plaguicidas o productos químicos de uso doméstico. Vea si
encuentra una jeringa, lo que podría indicar que el paciente es toxicómano y se ha inyectado
alguna droga.
Busque alguna nota que indique que se trata de un suicidio.
Objetivos
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Después de haber estudiado este capítulo, deberá estar usted capacitado para:
1. Decidir qué medidas hay que tomar cuando alguien ha ingerido una sustancia tóxica.
2. Decidir si a un paciente que ha ingerido una sustancia tóxica se le puede, sin riesgos:
- administrar agua,
- provocar el vómito,
- administrar carbón activado.
3. Explicar cuándo es peligroso administrar algo a un paciente por vía oral o forzarle a vomitar.
4. Decidir cuándo conviene y no es peligroso administrar un laxante a un presunto intoxicado.
5. Atender al paciente hasta su ingreso en el hospital y adoptar medidas apropiadas si:
- sufre una diarrea profusa,
- vomita durante largo tiempo,
- no orina,
- está inconsciente,
- tiene una temperatura baja,
- tiene fiebre,
- tiene una lesión hepática,
- tiene edema de pulmón.
En este capítulo se indica lo que una persona sin formación médica debe hacer ante un caso de
intoxicación, si no puede recurrir a un médico.
Si se puede trasladar al paciente a un hospital o a un consultorio médico local en menos de dos
horas, más vale proceder así sin dilación que perder el tiempo en aplicar cualquiera de las
medidas que aquí se describen, con la única excepción quizá de hacer beber al paciente cierta
cantidad de agua.
Las medidas aquí descritas no constituyen primeros auxilios. Lo ideal sería practicarlas bajo la
supervisión directa de un médico. Usted sólo debe aplicarlas cuando sea imposible trasladar al
paciente a un hospital o a un consultorio médico local en menos de dos horas.
Si es posible, llame por teléfono a un médico o a un Centro de Información, Asesoramiento y
Asistencia Toxicológica (ver Anexo) antes de hacer nada. A veces estas medidas pueden ser
peligrosas y es difícil saber si serán o no beneficiosas para el enfermo.
Anote todo lo que usted haga y cualquier modificación del estado del paciente, haciendo constar la
hora y la fecha. Esas notas las deberá entregar al médico que se haga cargo del paciente.
Vómito provocado
Si logra hacer vomitar al paciente cuando el tóxico se encuentra todavía en el estómago, es
posible que parte de aquél salga con el vómito, evitándose así que la intoxicación adquiera un
carácter grave.
No se debe provocar el vómito si:
- es improbable que la sustancia provoque una intoxicación;
- el vómito puede ser de por sí peligroso (véase más adelante);
- han pasado más de cuatro horas desde que el paciente absorbió el tóxico. Las sustancias
tóxicas sólo permanecen en el estómago poco tiempo después de su ingestión y en la mayor
parte de los casos no queda ningún resto al cabo de cuatro horas, por lo que el vómito no
servirá para nada. Debe hacerse una excepción para los casos de sobredosis de aspirina, de
carbamazepina y de medicamentos y productos con efecto atropínico, que persisten en el
estómago hasta 12 horas después de la ingesta, y el paciente puede beneficiarse con el
vómito provocado.
- no se sabe qué sustancia ha ingerido el paciente o qué efecto puede tener.
Es peligroso provocar el vómito cuando:
• El paciente está inconsciente o muy dormido. Una persona inconsciente no puede tragar ni
toser. Si llegan líquidos o vómitos a la tráquea, el paciente no podrá expulsarlos tosiendo y
podrán obstruirla o pasar a los pulmones.
• El paciente ha tragado un producto químico que suele producir quemaduras. El vómito podría
quemarle la garganta y los pulmones.
• El paciente ha ingerido un destilado de petróleo (querosén, nafta, esencia de petróleo,
aguarrás, solventes) o una preparación que contiene productos de ese tipo (p. ej., ciertos
plaguicidas y agentes de limpieza). El destilado de petróleo puede pasar a los pulmones
cuando el vómito alcanza la laringe, provocando quizá un edema pulmonar. (Un sujeto puede
ingerir un destilado de petróleo junto con alguna otra sustancia que quizá sea aún más
peligrosa. Algunos plaguicidas líquidos, por ejemplo, se disuelven en un destilado de petróleo;
en tales casos, el médico le dirá que provoque el vómito, ya que el efecto de la otra sustancia
tóxica puede ser todavía más peligroso que el edema pulmonar.)
• El paciente ha ingerido una sustancia que puede causar convulsiones. El acto del vómito
puede desencadenar una convulsión. Si el vómito se produce durante el ataque convulsivo,
puede ahogar al paciente al pasar a la tráquea y obstruirla.
Estímulo en la garganta
Coloque al paciente boca abajo o sentado e inclinado hacia delante, con la cabeza más baja que
el pecho, para impedir que el vómito pase a los pulmones. A los niños colóquelos boca abajo
sobre sus rodillas.
Diga al paciente que se toque la parte posterior de la garganta con los dedos. Si no puede hacerlo,
hágalo usted con cuidado utilizando un dedo o algún objeto romo, por ejemplo una cuchara.
Proceda con cautela para no lesionar la garganta. Con dos dedos de la otra mano comprima las
mejillas del paciente entre los dientes a fin de que no pueda morderle el dedo.
Administración de un laxante
Son útiles en los casos de ingestión de una sustancia tóxica, para hacer que se acelere el tránsito
del intestino y salga del cuerpo con más rapidez. La administración de un laxante puede ser
beneficiosa hasta 24 horas después de la ingestión del tóxico.
En este capítulo se dan algunas indicaciones sobre los medicamentos y el equipo de primeros
auxilios que usted puede necesitar para hacer frente a las intoxicaciones y a otros problemas
examinados en el presente manual.
Los Centros de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica pueden facilitar información
sobre los antídotos y productos antiponzoñosos que es necesario tener y sobre la manera de
obtenerlos.
La cantidad de medicamentos que deberá guardar en su botiquín personal dependerá del volumen
de población al que preste servicio y de la distancia que haya que recorrer para reponerlos.
Medicamentos
Para consultar sobre los medicamentos que resulta conveniente tener en los lugares alejados de
los Centros Asistenciales, busque el Anexo “Guía para la Selección de Medicamentos para un
Botiquín Toxicológico de Emergencia”
Dosis de diazepam:
Adultos: 10-20 mg a razón de 0,5 ml (2,5 mg) en 30 segundos. Si se repitieran las convulsiones, puede
reiterarse igual dosis a los 30-60 minutos y seguidamente puede hacerse una perfusión intravenosa.
Niños: 0,1 a 0,3 mg/kg/dosis.
Administre al paciente bicarbonato de sodio, a razón de 10-15 g diarios, para alcalinizar la orina, mejorar la
eliminación y evitar el daño renal.
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
Grado de toxicidad
Los plaguicidas organoclorados son tóxicos si se ingieren o inhalan o si entran en contacto con la piel. La
dosis tóxica varía mucho de unos productos a otros. Aldrin, dieldrin, endrin y el endosulfán son más tóxicos
que el clordano, el DDT y el lindano.
Peligros específicos
Pueden producirse intoxicaciones cuando la persona no se baña después de haber usado el plaguicida o
entra en casas o campos en los que se están practicando rociamientos. El champú de lindano puede causar
intoxicaciones en los niños pequeños si se usa en cantidad excesiva o con demasiada frecuencia. También
se han registrado intoxicaciones por comer alimentos contaminados con esos productos. Es importante
recordar que estas sustancias se acumulan en la grasa corporal.
Signos y síntomas
Por lo general, los efectos se manifiestan al cabo de 1-6 horas. En el caso del DDT, la sintomatología puede
demorarse hasta 48 horas.
Manual de Atención Primaria de Intoxicaciones – República Argentina 107
• Por ingestión:
- vómitos, diarrea y dolor abdominal,
- hormigueos en lengua y labios,
- ansiedad, excitación y debilidad,
- dolor de cabeza y vértigos,
- sacudidas musculares y temblores,
- alteraciones del ritmo cardíaco,
- convulsiones,
- inconsciencia,
- respiración rápida, piel azulada y signos de neumonitis o edema pulmonar, si la preparación contiene
destilados de petróleo,
- paro cardiorrespiratorio.
• Por inhalación:
- irritación en los ojos, la nariz o la garganta,
- ansiedad, excitación y debilidad,
- dolor de cabeza y vértigos,
- sacudidas musculares y temblores,
- convulsiones,
- inconsciencia.
• En los ojos:
- puede producirse irritación.
• En la piel:
- pueden producirse irritación y erupciones,
- los mismos efectos citados en la intoxicación por inhalación.
Qué hacer
Si hay polvo, gases o humos tóxicos, traslade al paciente a un lugar bien ventilado. Utilice equipo de
protección respiratoria para evitar una posible intoxicación.
Administre los primeros auxilios (ver Capítulo 5 del Tomo I - Parte General). Si el paciente está inconsciente o
somnoliento, póngalo de costado en posición de recuperación. Vigile cada 10 minutos su respiración y no
deje que se enfríe.
Si sufre un ataque convulsivo, trátelo según lo recomendado en el Capítulo 5 de la Parte General.
Si el paciente ha ingerido el producto, NO le de a beber leche ni ningún alimento graso o aceitoso.
En los ojos
Lávele los ojos con agua durante 15-20 minutos por lo menos. Asegúrese de que no haya restos del producto
químico en las pestañas o las cejas ni en los pliegues cutáneos perioculares.
En la piel
Quite inmediatamente al paciente la ropa contaminada, sin olvidar zapatos, medias, alhajas y otros
accesorios (pañuelos, hebillas, etc.). Lávele a fondo la piel, las uñas y el pelo con jabón y agua fría o
templada durante 15 minutos por lo menos, utilizando si es posible agua corriente.
Trasládelo al hospital lo antes posible.
Qué hacer si se demora el traslado al hospital
En caso de ingestión de la sustancia: si no han pasado más de 2 horas y si el sujeto está plenamente
consciente, respira con normalidad y no ha sufrido convulsiones:
• No es recomendable hacerlo vomitar.
• Adminístrele carbón activado y dele a beber agua. Si vomita, espere a que cesen los vómitos. Puede
administrarle leche de magnesia (adultos, 30 ml; niños, 15 ml) una hora después del carbón.
Si el paciente presenta signos de edema pulmonar, trátelo según lo recomendado en el Capítulo 9 de la Parte
General.
Información para el médico local
Estos productos químicos afectan al control respiratorio, la actividad muscular y al ritmo cardíaco. Vigile el
pulso, la respiración y la tensión arterial. Puede ser necesario un tratamiento de sostén, con administración
de oxígeno y ventilación asistida. En caso de convulsiones repetidas, habrá que administrar diazepam por vía
intravenosa.
108 Ministerio de Salud de la Nación – Año 2002
Dosis de diazepam:
Adultos: 10-20 mg a razón de 0,5 ml (2,5 mg) en 30 segundos. Si se repitieran las convulsiones, puede
reiterarse igual dosis a los 30-60 minutos y seguidamente puede hacerse una perfusión intravenosa.
Niños: 0,1-0,3 mg/kg dosis.
No hay antídoto específico. La diálisis, la hemoperfusión y la diuresis forzada carecen de utilidad.
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
En los ojos
Lave los ojos del paciente con agua durante 15-20 minutos por lo menos. Asegúrese de que no quedan
restos del producto en las pestañas o las cejas ni en los pliegues cutáneos perioculares. En caso de irritación
intensa, traslade el paciente al hospital.
En la piel
Quite inmediatamente al paciente la ropa contaminada, sin olvidar zapatos, medias, alhajas y otros
accesorios (pañuelos, hebillas, etc.). Evite con cuidado que el producto le contamine a usted la piel o la ropa.
Lave a fondo la piel, las uñas y el pelo del paciente con jabón y agua fría o templada durante 15 minutos,
utilizando si es posible agua corriente.
Información para el médico local
Si el paciente presenta una intensa reacción alérgica (anafiláctica):
Estas dosis pueden repetirse cada 10 minutos hasta que mejoren la tensión arterial y el pulso. Las dosis
deben reducirse si se trata de niños de peso bajo.
Es conveniente administrar antihistamínicos (p.ej., difenhidramina) por vía intravenosa lenta, después de la
adrenalina, para combatir la erupción cutánea, el prurito o la hinchazón y prevenir las recaídas.
Si el paciente no mejora, puede ser necesario un tratamiento de sostén que comprenda:
- administración de oxígeno y ventilación asistida,
- líquidos por vía intravenosa,
- en caso de asma o respiración ruidosa, aplicar el tratamiento convencional (nebulizaciones con
salbutamol).
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
- Aceites volátiles
- Alcohol etílico y alcohol isopropílico
- Arsénico y productos que contienen arsénico
- Benceno, tolueno y xileno
- Bórax, ácido bórico y perborato sódico
- Bromato de potasio
- Cáusticos y corrosivos
- Cianuros
- Clorato sódico
- Colas
- Cosméticos y productos de tocador
- Desinfectantes y antisépticos
- Desodorantes ambientales, pastillas desodorantes y bolas contra la polilla
- Destilados de petróleo
- Difusores de aerosoles
- Dinitro-o-cresol (DNOC), dinitrofenol, dinoseb y pentaclorofenol
- Estricnina
- Etilenglicol y metanol
- Fenol y sustancias afines
- Fosgeno
- Jabón y detergentes
- Mercurio
- Monóxido de carbono
- Pilas eléctricas de botón
- Plomo
- Productos que no suelen ser nocivos
- Tabaco y sus productos
- Talio
- Tricloroetano, tricloroetileno, tetracloroetileno y tetracloruro de carbono
Signos y síntomas
Intoxicación aguda
• Por ingestión:
- el aliento y la ropa del paciente pueden oler a alcohol; los pacientes que han ingerido alcohol isopropílico
huelen a acetona (aroma dulzón intenso),
- habla confusa,
- dificultad para realizar tareas sencillas,
- marcha vacilante,
- náuseas, vómitos y dolor abdominal (más intensos cuando se ha ingerido alcohol isopropílico),
- somnolencia,
- visión borrosa o doble,
- inconsciencia,
En la piel
Quite inmediatamente al paciente la ropa contaminada, sin olvidar zapatos, medias, alhajas y otros
accesorios (pañuelos, hebillas, etc.). Lávele a fondo la piel con jabón y agua fría, utilizando si es posible agua
corriente. Trasládelo al hospital lo antes posible si presenta quemaduras en la piel o signos y síntomas de
intoxicación.
Qué hacer si se demora el traslado al hospital
En caso de ingestión de la sustancia: si el paciente está plenamente consciente, dele a beber agua. NO le
haga vomitar, ya que el desinfectante podría producirle quemaduras en la garganta.
Información para el médico local
Vigile la respiración, el pulso y la tensión arterial. Puede ser necesario un tratamiento de sostén con
administración de oxígeno. También puede ser necesaria la ventilación asistida.
Véanse también las secciones Jabón y detergentes, Alcohol etílico y alcohol isopropílico, Fenol y sustancias
afines y Aceites volátiles, en caso de que el producto contenga esas sustancias.
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
Dosis de diazepam:
Adultos: 10-20 mg a razón de 0,5 ml (2,5 mg) en 30 segundos. Si se repitieran las convulsiones, puede
reiterarse igual dosis a los 30-60 minutos y seguidamente puede hacerse una perfusión intravenosa.
Niños 0,1 a 0,3 mg/kg/dosis
En los ojos
Lávele los ojos con agua durante 15-20 minutos por lo menos. Si el dolor o la irritación persisten, trasládelo a
un hospital.
En la piel
Quítele inmediatamente la ropa contaminada, sin olvidar zapatos, medias, alhajas y otros accesorios
(pañuelos, hebillas, etc.). Lávele a fondo la piel con jabón y agua fría, utilizando si es posible agua corriente.
Si el alcohol metílico ha entrado en contacto con una zona extensa de la piel, traslade al paciente al hospital
lo antes posible.
Qué hacer si se demora el traslado al hospital
En caso de ingestión de la sustancia: si no ha pasado más de una hora y el sujeto está plenamente
consciente y respira con normalidad, no ha presentado convulsiones y no ha vomitado mucho:
• Hágalo vomitar.
• Dele a beber alcohol etílico, si presenta signos de intoxicación grave. El alcohol etílico actúa como un
antídoto en las intoxicaciones por etilenglicol y alcohol metílico. Adminístrele 150 ml (25 ml si se trata
de un niño) de cualquier bebida alcohólica fuerte, por ejemplo, ron, whisky, vodka, aguardiente o
ginebra. Diluya el alcohol en jugo de frutas y dele a beber pequeños tragos durante 10-15 minutos. Si
el paciente muestra signos de falta de azúcar en la sangre (vértigos, confusión, piel pálida y sudorosa,
pulso rápido, respiración superficial, somnolencia), adminístrele un jugo de frutas o azúcar.
Si el paciente deja de orinar, trátelo según lo recomendado en el Capítulo 9 de la Parte General. Si presenta
signos de edema de pulmón, trátelo según lo recomendado en el Capítulo 9 de la Parte General.
Información para el médico local
Qué hacer
Administre los primeros auxilios (ver Capítulo 5 del Tomo I - Parte General). Si el paciente deja de respirar,
mantenga libre la vía aérea, límpiele los labios para eliminar el producto químico y realice respiración de boca
a boca o de boca a nariz. Si está inconsciente o somnoliento, póngalo de costado en posición de
recuperación. Vigile cada 10 minutos su respiración y no deje que se enfríe. Si sufre un ataque convulsivo,
trátelo según lo recomendado en el Capítulo 5 de la Parte General.
En los ojos
Pásele suavemente un paño o un papel por la cara para secar el producto químico. Lávele los ojos con agua
durante 15-20 minutos por lo menos.
En la piel
Secuelas Neurológicas
Algunas personas quedan con una lesión permanente del cerebro y con problemas de memoria. Estos
pueden aparecer entre los 2 días y las 4 semanas después de la intoxicación. Pueden presentarse los
siguientes cuadros clínicos transitorios o permanentes:
- parkinsonismo,
- psicosis,
- depresión melancólica,
- cambios de la personalidad,
- afasia,
- apatía,
En los niños:
- irritabilidad, pérdida de memoria, torpeza y pobreza intelectual (a veces sin ningún otro síntoma),
- palidez a consecuencia de la anemia,
- inapetencia, dolor de cabeza y cansancio,
- vómitos y cólicos intestinales.
- sabor metálico en la boca.
Si las concentraciones son más altas el trastorno de la salud puede poner en peligro la vida del paciente:
- vómitos incoercibles persistentes,
- movimientos incoordinados,
- períodos de inconsciencia,
- convulsiones.
Dosis de diazepam:
Adultos: 10-20 mg a razón de 0,5 ml (2,5 mg) en 30 segundos. Si se repitieran las convulsiones, puede
reiterarse igual dosis a los 30-60 minutos y seguidamente puede hacerse una perfusión intravenosa,
Niños: 0,1 a 0,3 mg/kg/dosis
• El edema de pulmón debe tratarse con oxígeno y ventilación asistida.
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
Qué hacer
Administre los primeros auxilios (ver Capítulo 5 del Tomo I - Parte General). Si el paciente deja de respirar,
mantenga libre la vía aérea y realice respiración de boca a boca. Hágale masaje cardíaco si el corazón deja
de latir.
Si el paciente está inconsciente o somnoliento, póngalo de costado en posición de recuperación. Vigile cada
10 minutos su respiración y no deje que se enfríe.
Si sufre un ataque convulsivo, trátelo según lo recomendado en el Capítulo 5 de la Parte General.
Si el paciente pesa menos de 20 kg (menores de 6 años), se debe calcular la dosis de NAC y preparar
considerando que cada ml de una preparación al 20% contiene 200 mg. Adicionar tres mililitros de diluyente
por cada mililitro del preparado al 20 %.
Si en la hora siguiente a la administración de una dosis el paciente vomita, se volverá a administrar la dosis.
Si se dispusiera de preparaciones para uso endovenoso se administrará del siguiente modo:
Dosis para adultos y niños:
- 150 mg/kg de peso corporal en 200 ml de dextrosa al 5%, por perfusión intravenosa lenta en 15 minutos;
seguidamente
- 50 mg/kg de peso corporal por perfusión intravenosa en 500 ml de dextrosa al 5% en 4 horas;
seguidamente
- 100 mg/kg de peso corporal en 100 ml de dextrosa al 5% en 16 horas.
Esta pauta da una dosis total de 300 mg/kg de peso corporal, administrados en 20 horas y 15 minutos.
Si se determina la concentración plasmática de paracetamol por lo menos a las 4 horas de una única
sobredosis, puede evaluarse el riesgo de lesión hepática y la necesidad de un antídoto.
Si la concentración plasmática de paracetamol es baja, se suspenderá la administración del antídoto. Las
concentraciones plasmáticas no son de fiar si el paciente ha tomado más de una dosis alta. En estos casos
debe administrarse siempre N-acetilcisteína.
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
Estas dosis pueden repetirse cada 10 minutos hasta que mejoren la tensión arterial y el pulso. Las dosis
deben reducirse si se trata de un niño de peso bajo.
A continuación de la adrenalina conviene administrar antihistamínicos (p.ej., clorfeniramina o difenhidramina)
por inyección intravenosa lenta para tratar las erupciones cutáneas, la picazón o la hinchazón y para evitar
las recaídas.
Si el paciente no mejora, puede ser necesario un tratamiento de sostén que comprenda:
- administración de oxígeno y ventilación asistida,
- líquidos intravenosos,
- en caso de asma o respiración ruidosa, inhalaciones de salbutamol o administración intravenosa de
teofilina.
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
Grado de toxicidad
La ortiga común y las euforbiáceas no suelen provocar más que leves reacciones cutáneas. Las
Dieffenbachia pueden ser peligrosas si la hinchazón obstruye la tráquea. La importancia de las reacciones
cutáneas a las cáscaras de nuez de acajú, los mangos, la hiedra venenosa africana y los zumaques tóxicos
americanos depende de la sensibilidad del individuo, que es muy variable de unas personas a otras. Rara vez
se ingieren cantidades suficientes de alguna de estas plantas como para que se produzca una intoxicación
generalizada.
Signos y síntomas
Plantas del género Dieffenbachia, Philodendrum, Potus, Begonium y otras similares.(cala, begonia,
paleta de pintor (aráceas)
• Por ingestión:
• En la piel
- enrojecimiento y erupción que se agravan en contacto con la luz (“latigazos eritematosos”).
Yerba de pollo
• Por ingestión
- dolores abdominales de tipo cólico,
- diarrea,
- aumento de la diuresis,
- deshidratación,
- erupción en piel.
Qué hacer
Si el paciente sufre un ataque convulsivo, trátelo según lo recomendado en el Capítulo 5 de la Parte General.
En los ojos
Lave los ojos del paciente con agua corriente durante 15-20 minutos por lo menos.
En la piel
Lávele a fondo la piel con agua y jabón.
Traslade el paciente al hospital lo antes posible.
Qué hacer si se demora el traslado al hospital
En caso de ingestión del te o cocimiento, NO se justifica hacerlo vomitar ya que se absorbe con rapidez.
• dele a beber agua.
Información para el médico local
Vigile la respiración, el pulso, la tensión arterial, el equilibrio hidroelectrolítico y la función renal. Puede ser
necesario un tratamiento de sostén. Administre analgésicos para combatir el dolor. No se dispone de ningún
antídoto.
En caso de convulsiones repetidas, administre diazepam por inyección intravenosa.
Dosis de diazepam:
Adultos: 10-20 mg a razón de 0,5 ml (2,5 mg) en 30 segundos. Si se repitieran las convulsiones, puede
reiterarse igual dosis a los 30-60 minutos y seguidamente puede hacerse una perfusión intravenosa.
Niños: 0,1 a 0,3 mg/kg/dosis
En caso de insuficiencia renal puede ser necesario recurrir a la diálisis peritoneal o la hemodiálisis.
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
Qué hacer
Administre los primeros auxilios (ver Capítulo 5 del Tomo I - Parte General). Si el paciente deja de respirar,
mantenga libre la vía aérea y realice respiración de boca a boca. Hágale masaje cardíaco si el corazón deja
de latir.
Si el paciente está inconsciente o somnoliento, póngalo de costado en posición de recuperación. Vigile cada
10 minutos su respiración y no deje que se enfríe.
Trasládelo al hospital lo antes posible.
Qué hacer si se demora el traslado al hospital
Si no han pasado más de 2 horas desde la ingestión de la planta, y si el sujeto está plenamente consciente,
respira con normalidad, no ha sufrido convulsiones y no ha tenido aún vómitos:
• Hágalo vomitar.
Manual de Atención Primaria de Intoxicaciones – República Argentina 257
• Cuando el paciente haya dejado de vomitar, adminístrele carbón activado y dele a beber agua. Puede
administrarle leche de magnesia (adultos, 30 ml; niños, 15 ml) una hora después del carbón.
Información para el médico local
Además de los efectos mencionados puede haber alteraciones del ritmo cardíaco, en particular bradicardia,
bloqueos, taquicardia ventricular y fibrilación ventricular. Las alteraciones del ritmo cardíaco pueden durar
hasta 5 días. A veces está elevada la concentración de potasio en el plasma.
Vigile la respiración, el pulso, la tensión arterial y el equilibrio hidroelectrolítico. Puede ser necesario un
tratamiento de sostén, con corrección del desequilibrio hidroelectrolítico.
Para el tratamiento de la hiperkalemia, puede ser necesaria la administración de insulina, cuando los niveles
de potasio sérico superan los 6,5 mEq/L. La insulina se administrará asociada a dextrosa y bicarbonato de
sodio.
Está absolutamente contraindicado el uso de gluconato de calcio.
El tratamiento específico consiste en la administración de anticuerpos antidigoxina. Se trata de anticuerpos
obtenidos de ovejas inmunizadas a digoxina, y clivados de forma tal que sólo los fragmentos AB se usan para
ligar al glucósido cardiotónico (digoxina, digitoxina, lanatósido, toxina del Nerium oleander), el que es
removido de la sangre y del espacio intracelular y eliminado por la orina.
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
Antivenenos específicos
La edad o peso del individuo no son variables que modifiquen la dosis de antiveneno a suministrar.
En el momento de administrar el antiveneno se deben tener preparadas las medidas necesarias para el
manejo de un shock anafiláctico ya que se trata de un suero heterólogo. y sólo deberían administrarse en un
hospital o centro médico donde existan medios de reanimación.
Latrodectus
El uso de miorrelajantes como el diazepam, o la administración de gluconato de calcio E.V son útiles para
minimizar las contracturas musculares.
El antiveneno específico ha demostrado ser muy eficaz, aún por vía I.M. En general son suficientes 1 ó 2
ampollas de antiveneno para revertir el cuadro clínico.
El antiveneno latrodectus es preparado por el Instituto Nacional de Producción de Biológicos - ANLIS "Carlos
G. Malbrán"- y distribuido a las jurisdicciones a través de las Delegaciones Sanitarias Federales (Consultar
Guía de “Centros Antiponzoñosos de la República Argentina”, Ministerio de Salud de la Nación, Buenos Aires,
1999).
Loxosceles
El área de la picadura debe mantenerse limpia con antisepsia diaria. Según la evolución del cuadro local se
tratará la eventual sobreinfección.
El antiveneno específico ha demostrado ser eficaz cuando se administra dentro de las primeras 36 horas de
ocurrida la picadura. El esquema de dosificación dependerá del poder neutralizante de cada antiveneno:
- antiveneno del Instituto Butantan (San Pablo, Brasil): 5 ampollas para la forma cutánea y 10 ampollas
para la forma cutáneo-sistémica.
- antiveneno del Instituto de Producción de Biológicos del Perú, se utilizarán 1 ó 2 ampollas según la forma
clínica.
El uso de corticoesteroides es controvertido, puede ser de utilidad en las primeras horas para disminuir el
componente inflamatorio.
Phoneutria
El uso del antiveneno específico dependerá de la clasificación del cuadro clínico.
LEVE: cuadro clínico local, eventualmente taquicardia y agitación secundarios al dolor
274 Ministerio de Salud de la Nación – Año 2002
MODERADO: manifestaciones locales y sistémicas como taquicardia, hipertensión arterial, sudoración
profusa, agitación psicomotriz, visión borrosa, vómitos, dolor abdominal, priapismo, sialorrea discreta
GRAVE: raro en adultos, frecuente en niños. A las manifestaciones anteriormente mencionadas se agregan
vómitos frecuentes, bradicardia, hipotensión arterial, insuficiencia cardiaca, arritmias, edema agudo de
pulmón, shock, convulsiones, depresión neurológica y coma.
En los cuadros leves NO está indicada la utilización del antiveneno. Los cuadros moderados en niños
requieren siempre de su uso, el cual es relativo en los adultos. Se administrarán de 2 a 4 ampollas E.V. Para
los casos graves en niños y adultos se aplicarán 5 a 10 ampollas. (antiveneno elaborado en Instituto
Butantán, San Pablo Brasil)
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico, o a un Centro de
Información sobre Venenos Animales (Ver directorio en el Anexo).
Peces
En el caso de las rayas, las intoxicaciones son producidas tanto por las rayas de mar o de río.
Las rayas habitan aguas poco profundas, removiendo las capas de arena o fango para pasar desapercibidas.
En Argentina pueden encontrarse rayas de río, como las Potamotrygon, y rayas marinas en el litoral atlántico,
desde Buenos Aires hasta Chubut.
Los Silúridos son conocidos en general como “peces gato” o “bagres”. Casi la totalidad son de agua dulce.
Los “bagres” son los representantes de los peces gato más conocidos en la Argentina. Se les llama así
debido a los “bigotes” que poseen en la cara.
Los peces escorpión, peces pavo y peces piedra pertenecen a la familia Scorpaenidae y son los peces que
provocan los accidentes de mayor gravedad porque poseen los venenos más potentes. Comprenden
alrededor de 60 géneros con más de 300 especies. De acuerdo a la morfología del aparato venenoso se los
divide en tres grupos:
Scorpaena (“peces escorpión”)
Pterois (“peces pavo”)
Synanceja (“peces piedra”)
Se encuentran en mares tropicales pero también en el Mediterráneo, en zonas templadas y algunos pocos en
el Mar Artico.
Los “peces escorpión” se pueden encontrar en Europa, América (desde Massachussetts a Brasil) y Asia.
Los “peces pavo” viven en arrecifes de coral de los mares tropicales: Mar Rojo, Indico y Pacífico. Son muy
requeridos en los acuarios debido a sus colores muy vivos y formas muy llamativas por las aletas que
despliegan al sentirse agredidos y que se refleja en los nombres populares: peces “león”, “cobra”, “cebra”,
“dragón” y “mariposa”.
Los “peces piedra” son los más venenosos de todos, se los encuentra en los Océanos Indico, Pacífico, en el
Mar Rojo, Africa Oriental, China y Australia. Tienen un cuerpo verrugoso y manchado que se confunde
perfectamente con el lecho marino. Estos peces dejan que algas y anémonas crezcan sobre su piel para
contribuir al camuflaje.
Mecanismo del efecto nocivo
Estos peces poseen un aparato venenoso defensivo con el cual pueden provocar peligrosas heridas en el ser
humano. El veneno es secretado a través de conductos que terminan en la punta de las púas de las aletas
dorsales, anales, pectorales, en la cola y en la cubierta de las branquias.
Rayas
Estos animales tienen una cabeza unida al cuerpo formando un disco en forma de paleta de tamaño variable.
Poseen una aleta caudal (“cola”) similar a un látigo donde se encuentra el aparato venenoso que consiste en
una o varias espinas o púas (dentadas en ambos márgenes), una glándula y una vaina. No son naturalmente
agresivas pero cuando son agredidas, por ejemplo al rozarlas o pisarlas, reaccionan con un movimiento
violento de su cola (“chuzazo”) en forma de látigo, pudiendo atravesar la piel y aún el calzado. En el
momento del coletazo, la vaina se rompe y el veneno es secretado mecánicamente dentro de la herida que
se amplia por efecto de los márgenes serrados de la espina.
Silúridos (bagres)
El veneno se encuentra en las espinas de las aletas dorsales y pectorales. Cuando el pez se siente
amenazado, estas quedan erguidas. No existe una glándula venenosa conformada como tal. Otros silúridos
son el “surubí”, “mandubí”, etc.
Peces escorpión, peces pavo y peces piedra
Poseen espinas conectadas a glándulas productoras de veneno (una por espina).
282 Ministerio de Salud de la Nación – Año 2002
En el pez escorpión, el aparato venenoso consiste en 12 espinas dorsales, 3 anales y 2 pélvicas que tienen
un surco donde se encuentra el tejido glandular venenoso. Los peces pavo y piedra tienen 13 espinas
dorsales, 3 anales y 2 pélvicas, de las cuales las primeras son las más largas y el veneno es inyectado por un
mecanismo de presión. Para defenderse levantan las espinas e inyectan el veneno.
Grado de toxicidad
Rayas
Su toxicidad puede ser local o sobre el sistema nervioso, o ambas, dependiendo del animal involucrado. El
intenso dolor que se observa generalmente en este tipo de envenenamientos, puede llevar a la muerte del
paciente por choque neurogénico y posterior ahogamiento.
No hay demasiados datos acerca del veneno. Se inactiva por el calor.
Silúridos (bagres)
Su veneno no ha sido muy estudiado.
Peces escorpión, pavo y piedra
El veneno tiene toxicidad local y sistémica pudiendo llevar a la muerte del paciente. Se inactiva por el calor.
En Australia se ha desarrollado un antiveneno específico para el tratamiento de los accidentados.
Peligros específicos
En el caso de las rayas, los peces escorpión, pavo y piedra, los accidentes suelen ocurrir por pararse sobre
ellos en aguas poco profundas. El veneno penetra incluso a través de la suela de una sandalia de playa. Los
peces escorpión son comestibles y pueden producirse accidentes en pescadores al manipularlos y clavarse
las espinas. En nuestro país los accidentes por peces piedra, escorpión o pavo se han producido
generalmente entre personal que los manipula en los acuarios.
Signos y síntomas
Rayas
- dolor inmediato, punzante, muy intenso que muchas veces es intolerable;
- enrojecimiento y tumefacción alrededor de la herida que puede extenderse a todo el miembro afectado y
que aparece a los pocos minutos
Al cabo de pocos días se forma una úlcera poco profunda con borde de color violáceo pálido que puede
sobreinfectarse, evolucionar a la cronicidad y puede requerir injerto. Las especies de mar producen
reacciones locales más leves pero pueden provocar compromiso general con náuseas, vómitos, disminución
de la presión arterial, compromiso del sistema nervioso central y espasmos musculares.
Pez escorpión
- dolor muy intenso que se puede irradiar a todo el miembro,
- enrojecimiento,
- sangrado.
Es posible la aparición de síntomas sistémicos como:
- náuseas,
- vómitos,
- sudoración,
- taquicardia,
- disnea y
- alteraciones electrocardiográficas como depresión del ST o prolongación del QT
Pez pavo
- dolor muy intenso,
- edema,
- cambios de coloración de la piel circundante a la herida,
- ampollas y
- necrosis.
También se pueden presentar síntomas sistémicos:
- distress respiratorio,
- shock.
Pez piedra
- dolor muy intenso que se irradia a todo el miembro, incluso al abdomen, con parálisis muscular,
Manual de Atención Primaria de Intoxicaciones – República Argentina 283
- palidez en el área de la picadura,
- enrojecimiento alrededor del área pálida,
- ampollas,
- úlceras
Puede haber compromiso sistémico que se manifiesta por:
- náuseas,
- vómitos,
- diarrea,
- arritmia cardíaca,
- cefalea,
- dolor precordial opresivo,
- distress respiratorio,
- convulsiones.
La muerte puede sobrevenir dentro de las primeras 6 horas.
Que hacer
Administre los primeros auxilios (ver Capítulo 5 del Tomo I - Parte General). Si el paciente deja de respirar,
mantenga libre la tráquea y aplíquele la respiración de boca a boca. Hágale masaje cardíaco si el corazón
deja de latir.
Si el paciente está inconsciente o adormecido, póngale de lado en posición de recuperación. Vigile cada 10
minutos su respiración y no deje que se enfríe.
Despójele lo antes posible de anillos, pulseras, cadenas, tobilleras y zapatos.
Limpie la herida, pero sin tocar las ampollas. NO recubra la herida.
Advierta al paciente que mantenga el miembro inmóvil y elevado. Para inmovilizar el miembro pueden ser
útiles una férula y un cabestrillo, pero NO hay que hacer un vendaje apretado.
La herida está expuesta a infectarse. Pregunte al paciente si está vacunado contra el tétanos y, si procede,
adminístrele antitoxina tetánica.
Para combatir el dolor se pueden utilizar analgésicos.
Colocar la zona afectada en agua caliente a temperatura tolerable (45 – 50 º C) durante 30 a 60 minutos .
Información para el médico local
Vigile la respiración, el corazón, la tensión arterial y el equilibrio hidroelectrolítico. En caso de tensión arterial
baja, administrar líquidos intravenosos.
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
Celenterados
Fisalias
Las fisalias son una colonia de animales marinos, parecidos a una medusa y son llevadas por las corrientes y
los vientos. Cuentan con largos tentáculos enrollados. Se las llegó a ver inclusive en aguas antárticas.
Grado de toxicidad
El veneno es tóxico para el sistema nervioso central y aparato cardiovascular. Debido a la gravedad de los
accidentes producidos por algunas medusas, en Australia se usa un antiveneno.
Signos y síntomas
Localmente produce:
- dolor muy intenso y agudo que puede provocar descompensación,
- “ronchas” lineales,
- ampollas,
- destrucción de tejidos.
El cuadro generalizado se manifiesta con:
Manual de Atención Primaria de Intoxicaciones – República Argentina 285
- alteraciones del pulso,
- dolor de cabeza,
- malestar,
- vómitos,
- espasmos musculares,
- fiebre.
La muerte puede sobrevenir por envenenamiento (insuficiencia respiratoria y colapso) o por cuadro alérgico
grave.
Que hacer
Administre los primeros auxilios (ver Capítulo 5 del Tomo I - Parte General). Si el paciente deja de respirar,
mantenga libre la tráquea y aplíquele la respiración de boca a boca. Hágale masaje cardíaco si el corazón
deja de latir.
Si el paciente está inconsciente o adormecido, póngale de lado en posición de recuperación. Vigile cada 10
minutos su respiración y no deje que se enfríe.
Despójele lo antes posible de anillos, pulseras, cadenas, tobilleras y zapatos.
Limpie la herida, pero sin tocar las ampollas. NO recubra la herida.
Advierta al paciente que mantenga el miembro inmóvil y elevado. Para inmovilizar el miembro pueden ser
útiles una férula y un cabestrillo, pero NO hay que hacer un vendaje apretado.
La herida está expuesta a infectarse. Pregunte al paciente si está vacunado contra el tétanos y, si procede,
adminístrele antitoxina tetánica.
Para combatir el dolor se pueden utilizar analgésicos.
Información para el médico local
Vigile la respiración, el corazón, la tensión arterial y el equilibrio hidroelectrolítico. En caso de tensión arterial
baja, administrar líquidos intravenosos.
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
Medusas
El tamaño de las medusas es diverso, desde pocos milímetros hasta 2 metros de diámetro; son arrastradas
por las corrientes marinas hacia la costa.
Las medusas son animales de aspecto gelatinoso, alrededor de la boca presentan tentáculos de longitud
variable. Su veneno es muy irritante.
Signos y síntomas
El contacto con una medusa produce una reacción alérgica local con:
- prurito,
- dolor urente de distinta intensidad que puede irradiarse a todo el miembro,
- enrojecimiento,
- hinchazón del área afectada,
- ampollas.
Si no se produce infección al cabo de una o dos semanas la lesión se cura sin secuelas.
En las primeras 24 horas del accidente puede aparecer:
- fiebre,
- dolores musculares y articulares,
- en las personas susceptibles se puede producir una reacción alérgica generalizada grave.
Que hacer
En el momento del accidente se debe lavar la herida con agua de mar y NO friccionar la piel ni utilizar agua
dulce. Aplicación de alcohol 96º para fijar los restos de la medusa y removerlos con guantes o pinzas.
Realizar asepsia del área.
Información para el médico local
Si la tumefacción o el dolor son muy importantes se puede administrar analgésicos y también se recomienda
el uso de antihistamínicos para disminuir los fenómenos alérgicos.
Corales
Algunos de los géneros de corales son venenosos.
Las lesiones se producen por un mecanismo doble: acción irritativa del tóxico y el efecto lacerante del
material calcáreo.
Signos y síntomas
El accidente por coral produce:
- dolor de distinta intensidad,
- enrojecimiento del área,
- hinchazón a las 24 horas,
- destrucción de tejidos,
- úlcera con bordes festoneados que se cura lentamente.
Que hacer
Lavar cuidadosamente la herida para facilitar el arrastre del material calcáreo. Fijar los restos con la
aplicación de alcohol, remover con guantes o pinza los restos del coral. Realizar antisepsia del área afectada.
Anémonas
Solo producen lesiones urticantes.
Los accidentes son raros y no suelen ser graves.
Poríferos
Esponjas
Se las encuentra en agua dulce y de mar, las especies marinas son las más abundantes.
Algunas pueden producir dermatitis. Sus espículas son muy abrasivas.
Moluscos
Conos
Los caracoles marinos pertenecientes al Género Conus son los más peligrosos de este grupo.
En el ser humano, el veneno produce trastornos de sensibilidad local y puede provocar parálisis respiratoria y
la muerte, con acción a nivel neuromuscular.
Son de los animales marinos más peligrosos, con varios relatos de casos de muerte.
En Argentina no son comunes pero podrían llegar a producirse accidentes debido a que pueden poseérselas
en acuarios con fines ornamentales o para el estudio de sus venenos.
Pulpos
Si bien todos los pulpos (Octopus) pueden producir daño por la mordedura con elementos córneos o por la
inoculación de un aguijón (“calamares”), los accidentes por estos no son muy frecuentes.
Botulismo
Es una enfermedad neuroparalítica grave, que en su forma más conocida resulta de la ingestión de una
neurotoxina sintetizada por el Clostridium botulinum en un alimento conservado y contaminado con este
bacilo.
Se conocen tres formas de botulismo humano:
• Botulismo por alimento: resultante del consumo de alimentos que tienen la toxina preformada.
• Botulismo por heridas: causado por la contaminación de una herida con esporas del Clostridium
botulinum. La patogenia es similar al tétanos.
• Botulismo del lactante: que se produce por el contacto del lactante con esporas de Clostridium botulinum
que se encuentran en el suelo o en el polvo ambiental de zonas endémicas (Mendoza, Neuquén, La
Pampa, Río Negro, Provincia de Buenos Aires). También puede ingresar por contaminación de alimentos
como miel o jarabe de maíz. Una vez que las esporas colonizan el intestino inmaduro del lactante,
producen la toxina.
Mecanismo del efecto nocivo:
El Clostridium botulinum es un bacilo esporulado, anaerobio estricto (solamente desarrolla en ausencia de
oxígeno). Las esporas son formas resistentes al calor y a la desecación que se encuentran universalmente
diseminadas en suelos vírgenes y cultivados. Se conocen 7 tipos serológicos denominados: a, b, c, d, e, f y g.
Todos producen toxinas que afectan el sistema nervioso. Como resultado se produce debilidad muscular y
parálisis fláccida.
Grado de toxicidad
La toxina botulínica “es el veneno neuroparalizante más potente que se conoce”. Se destruye por acción del
calor (10 minutos a temperatura de ebullición). También se destruye por acción de agentes oxidantes: cloro,
bromo, yodo y otros.
Peligros específicos
Los alimentos involucrados con mas frecuencia en brotes de botulismo son: verduras y frutas en conservas
caseras, embutidos, condimentos, carnes curadas y saladas.
Para que se produzca la toxina en un alimento se requiere:
- contaminación con esporas del Clostridium botulinum,
- que se haya destruido la microflora bacteriana normal,
- que no haya condiciones de acidez extrema (pH superior a 5)
- humedad relativa superior a 94 %,
- temperaturas superiores a 3 o 4 grados centígrados,
- ausencia total de oxígeno
Si el alimento es calentado a 100°C durante 10 minutos antes de ingerirlo la toxina se destruye.
Signos y síntomas
Botulismo de alimentos
Inicio entre 12 y 36 horas. Hasta 10 días en casos excepcionales.
En más de la mitad de los casos comienza con:
- náuseas,
- vómitos,
- a veces diarrea y luego constipación persistente,
- síndrome neurológico:
290 Ministerio de Salud de la Nación – Año 2002
- pupilas dilatadas que no responden a la luz
- caída de los párpados,
- desviación de la mirada,
- visión borrosa y doble,
- dificultad para tragar,
- dificultad para hablar,
- parálisis de los músculos respiratorios,
- otras parálisis (raíz de los brazos y las piernas).
- sequedad de boca, ojos y piel,
- constiparon pertinaz,
- retención urinaria,
- pulso rápido y trastornos del ritmo,
- aumento de la presión arterial.
La enfermedad dura entre 7 a 12 días; retrogradando los síntomas en forma inversa a la aparición.
Botulismo del lactante
El cuadro característico presenta:
- constipación,
- disminución generalizada del tono muscular y
- disminución del reflejo pupilar a la luz.
Pueden ser motivo de consulta:
- llanto débil o ronco
- disminución del reflejo de succión.
La muerte puede ocurrir por parálisis de los músculos de la lengua o de la garganta que ocluyen las vías
aéreas, o por parálisis de los músculos respiratorios.
Que hacer
Botulismo de alimentos
Administre los primeros auxilios (ver Capítulo 5 del Tomo I - Parte General). Dentro de las 12 horas de la
ingesta está indicado el lavado gástrico.
Dar purgantes y enemas; a fin de acelerar la eliminación de toxinas.
Traslado al hospital lo antes posible.
Botulismo del lactante
Administre los primeros auxilios (ver Capítulo 5 del Tomo I - Parte General).
Dar purgantes y enemas; a fin de acelerar la eliminación de toxinas.
Traslado al hospital lo antes posible.
Información para el médico local
Botulismo de alimentos
Vigile la respiración, el corazón, la tensión arterial y el equilibrio hidroelectrolítico. Revise pares craneanos.
Puede ser necesario tratamiento de sostén con administración de oxígeno y ventilación asistida.
Dosis de Antitoxina:
Inyectar 7.500 a 10.000 U.I. de pool de sueros monovalentes diluido en solución salina isotónica de cloruro de
sodio o dextrosa al 5% en proporción 1 en 10 endovenosa lenta. Evaluar neurológicamente al paciente cada
4 horas; si hay progresión de los síntomas repetir la dosis.
Tomar muestras de sangre antes de dar la antitoxina; a las 24 hs; y a las 48 hs: 10 ml sin anticoagulante,
refrigerada de 2 a 4 grados centígrados.
Tomar muestras del contenido estomacal, fecal y alimentos; guardar refrigerado entre 2 y 4 grados
centígrados.
Examinar cuidadosamente a las personas que ingirieron el mismo alimento. Ante la presencia de algún
síntoma compatible con botulismo administrar la antitoxina.
No se recomienda administrar antitoxina a personas asintomáticas debido al peligro de reacciones de
hipersensibilidad.
Botulismo del lactante
Manual de Atención Primaria de Intoxicaciones – República Argentina 291
La parálisis fláccida requiere un estricto apoyo respiratorio (para anticipar el fallo) y debe ser la principal
preocupación del tratamiento.
El uso de antibióticos clostricidas está contraindicado porque puede aumentar la liberación de toxinas.
La confirmación del diagnóstico se hace por la detección de la toxina botulínica en el suero o en la materia
fecal, o el hallazgo de Clostridium botulinum en materia fecal. Las muestras de suero y materia fecal deben
ser recolectadas en recipientes estériles, tan pronto como se sospeche el diagnóstico de Botulismo del
lactante.
Antitoxina. Su uso en el Botulismo del lactante está discutido debido a que NO hay evidencia de sus
beneficios y existe el riesgo de inducir una hipersensibilidad de por vida contra los antígenos equinos. Seria
de utilidad en los casos en que se detecta toxina circulante en el plasma.
Alimentar por sonda nasogástrica o transpilórica.
Realice siempre la consulta a un Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (ver directorio en el
Anexo).
Intoxicación estafilocóccica
Es una intoxicación alimentaria que se presenta con alta frecuencia en todo el mundo
Es producida por la ingestión de la enterotoxina elaborada por ciertas cepas de Staphylococcus aureus.
Aproximadamente el 50% de las cepas son productoras de enterotoxinas.
Mecanismo del efecto nocivo
Las enterotoxinas estafilocóccicas son muy resistentes a los tratamientos físicos y químicos. Pueden resistir
un calentamiento de 100 grados centígrados durante 60 minutos. En consecuencia la cocción previa al
consumo no suele ser suficiente para destruirlas.
Producen vómitos y diarrea por estimulación directa del sistema nervioso.
Grado de toxicidad
La dosis media para producir vómitos en adultos es de 0,14 a 0,19 microgramos.
Rara vez es fatal, aunque puede serlo si la absorción fue masiva.
Peligros específicos
Los estafilococos productores de enterotoxinas llegan en general a los alimentos a partir del hombre o
animales. El Staphylococcus aureus se halla en mucosa nasal y piel.
Los alimentos implicados con mas frecuencia son: los de pastelería, rellenos con crema, jamón, embutidos,
carnes de aves y mamíferos; leche y derivados.
Para que los estafilococos se desarrollen y produzcan toxinas deben permanecer en el alimento un cierto
tiempo a temperatura ambiente o calentamiento suave.
Signos y síntomas
En un plazo de 2-3 hs:
- vómitos,
- diarrea,
- salivación,
- náuseas,
- dolor abdominal.
En un plazo de 12 hs.
- fiebre o hipotermia,
- disminución de la presión arterial,
- debilidad.
Con menos frecuencia:
- calambres;
- shock por hipotensión arterial.
Que hacer
Administrar los primeros auxilios. Si esta inconsciente o somnoliento, póngalo de costado en posición de
recuperación.
Inicie hidratación por vía oral. Si persisten los vómitos dar hidratación por vía intravenosa.
Información para el médico local
Absorción Desplazamiento de un producto químico a través del intestino, la piel o los pulmones
para pasar al torrente sanguíneo.
Abuso Uso indebido o excesivo de una droga u otra sustancia química para modificar el estado de
ánimo o el comportamiento, o para evitar el síndrome de abstinencia.
Acido Sustancia química que al combinarse con un álcali da lugar a una sal y que colorea de rojo
el papel de tornasol azul.
Agitación Movimientos continuos del cuerpo causados por un estado de sufrimiento o ansiedad o
por un problema cerebral.
Alcali Sustancia que neutraliza a un ácido para formar una sal y que colorea de azul el papel de
tornasol rosa.
Alergia Sensibilidad especial de una persona a diversos factores, por ejemplo plantas y productos
vegetales, picaduras de insectos o pelo de animales.
Alucinación Algo inexistente que una persona ve, oye o huele como si fuera real. Las
alucinaciones se deben a un trastorno del cerebro.
Alucinógeno Que produce alucinaciones.
Ampolla Elevación de la superficie cutánea en forma de burbuja que contiene un líquido acuoso;
está causada por quemaduras o rozamientos.
Anemia Estado en que la fracción de la sangre que transporta el oxígeno, es decir la
hemoglobina, tiene una concentración inferior a la normal. Entre los síntomas de la anemia grave
figuran el cansancio, la palidez y, a veces, la dificultad para respirar.
Anestésico general Medicamento que produce inconsciencia.
Anestésico local Sustancia que produce una pérdida de sensibilidad, especialmente al dolor,
cuando se aplica en la piel o se inyecta.
Antídoto Producto químico que atenúa o contrarresta el efecto nocivo de una sustancia tóxica.
Antiséptico Líquido que impide la multiplicación de ciertos gérmenes (bacterias). Por lo general,
se utiliza para desinfectar la piel.
Asma Estado que da lugar a la aparición de crisis de dificultad respiratoria. La persona respira
ruidosamente cuando expulsa el aire y a veces no puede inspirar aire en cantidad suficiente.
Bacteria Nombre científico de ciertos microorganismos que pueden causar enfermedades.
Cáustico Describe un producto químico que quema o corroe los tejidos vivos
Concentración Proporción de un ingrediente en una mezcla.
Concentrado Preparación con una elevada concentración de productos químicos que hay que
diluir antes del uso. Muchos plaguicidas se venden en forma de concentrados.
Contaminación Impurificación de un objeto o sustancia por mezcla o depósito superficial de una
sustancia extraña. Por ejemplo, el efecto de un insecticida que se deposita en la ropa o en la piel.
Convulsiones Movimientos espasmódicos que el sujeto no puede controlar; denominados
también “ataque convulsivo”. Las convulsiones se producen cuando hay una lesión en el cerebro.
Corrosivo Producto que destruye los tejidos vivos por contacto, por acción química directa.
Delirio Estado de alteración mental en que la persona habla incoherentemente.
Dermatitis Inflamación de la piel. Puede estar causada por contacto con una sustancia a la que la
piel es sensible, por ejemplo un cosmético o ciertas plantas.
Deshidratación Pérdida excesiva de agua del cuerpo.
Desinfectante Agente de limpieza que impide la multiplicación de ciertos gérmenes (bacteria).
2
Estas definiciones se refieren únicamente al uso de los términos en este manual y no son
forzosamente aplicables en otros contextos.
Se presenta como guía, el listado de un botiquín para urgencias toxicológicas que contiene
aquellas drogas indispensables para la correcta atención de los pacientes intoxicados.
Las drogas se encuentran categorizadas para cinco niveles de complejidad asistencial, de tal
modo que al aumentar la misma vayan agregándose a las drogas del nivel anterior otras nuevas y
en mayor cantidad. Así, debe entenderse que el nivel V debe contener la totalidad de las drogas
que se mencionan en este botiquín, mientras que el nivel I, sólo aquellas que le fueron asignadas
en la columna correspondiente.
Las cantidades calculadas, en algunos casos, permiten sólo un control de ataque de la
intoxicación hasta la derivación del paciente a un nivel de complejidad mayor.
Su existencia no exime de la interconsulta telefónica a un Centro de Información, Asesoramiento y
Asistencia Toxicológica, que se considera fundamental para la correcta atención del paciente.
Los datos epidemiológicos surgidos de los casos se deberán comunicar a través de los
mecanismos usuales de Vigilancia Epidemiológica de cada jurisdicción.
********************************************************************************
NIVEL I: Ambulancia
NIVEL II Sala de Primeros Auxilios
NIVEL III: Hospital de Baja – Mediana Complejidad
NIVEL IV: Hospital Provincial o regional a menos de dos horas de viaje de un Centro de
Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica (tiempo real con medio de
transporte y comunicación)
NIVEL V: Centro de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica u Hospital
Provincial o Regional a más de 2 horas de viaje de un Centro.
NOTA IMPORTANTE. Cada nivel debe contar con las drogas mencionadas en el/los niveles
anteriores más las que le son asignadas en la columna correspondiente.
********************************************************************************
EN TODOS LOS NIVELES
- SOLUCIÓN FISIOLÓGICA
- SOLUCIÓN DEXTROSADA AL 5 – 10 %
- BICARBONATO DE SODIO 1/ 6 M
- XILOCAÍNA 1 % (gel)
- TUBULADURAS
302
DROGA ALGUNOS USOS PRESENTACIÓN NIVEL I NIVEL II NIVEL III NIVEL IV NIVEL V OBSERVACIONES
EDTA sódico Cal viva Colirio --- --- 2 fcos 2 fcos 4 fcos ---
Piridoxina Isoniazida Amp 2 ml= 300 mg --- --- 20 amp 40 amp 100 amp ---
Alcoholismo
Comp 200 mg 30 comp 100 comp 200 comp
Complemento de
penicilamina
Vitamina K 1 Dicumarínicos Amp 1 y 10 mg --- --- 100 amp 100 amp 200 amp Amp 1 mg Uso pediátrico
(fitonadiona) Aspirina
Difenilhidantoína Convulsiones Fco-Amp 1ml=50mg --- --- 40 fco-amp 60 fco-amp 100 fco-amp No diluir en Dx 5 %
Arritmias
Etilefrina Hipotensión Amp 10 mg --- --- 10 amp 50 amp 100 amp ---
(antidepresivos
tricíclicos –
neurolépticos)
Haloperidol Alucinaciones (ej. Amp 2ml = 5 mg --- --- 25 amp 50 amp 100 amp Exclusivamente uso IM
Alcoholismo)
Fenobarbital Convulsiones Amp 2 ml = 100mg --- --- 10 amp 20 amp 50 amp ---
Tiopental sódico Convulsiones (ej. Amp 50 ml = 1g --- --- 10 amp 20 amp 50 amp Se usa diluido al 2,5 %
Estricnina)
Tiamina Alcoholismo Amp 100 mg --- --- 50 amp 100 amp 100 amp ---
Comp 300 mg 100 comp 100 comp 100 comp
Clonidina Abstinencia a Comp 150 µg --- --- 20 ocmp 50 comp 100 comp ---
opiáceos
Amp 150 µg 20 amp 50 amp 100 amp
Meperidina Tratamiento de Amp 2 ml = 100 mg --- --- 10 amp 20 amp 50 amp ---
dolor (cáusticos)
Leucovorina Metotrexate Comp 15 mg --- --- --- 4 fcos 8 fcos ---
Metanol
Fco-amp = 350 mg
Protamina Heparina Amp 1% 5ml =50mg --- --- --- 2 amp 10 amp ---
Hidroxicobalamina Nitroprusiato Amp 1 ml = 5 mg --- --- --- 5 amp 25 amp ---
Cianuro leve
Amp 1 ml = 10 mg
303
DROGA ALGUNOS USOS PRESENTACIÓN NIVEL I NIVEL II NIVEL III NIVEL IV NIVEL V OBSERVACIONES
Suero antibotulínico Botulismo --- --- --- 5 amp 10 amp ---
Antiveneno Bothrops Amp 10 ml --- --- --- 6 amp 12 amp Cantidades sujetas a los
antibothrópico alternatus, requerimientos según
amodytoides, incidencia del cuadro
neuwiedii tóxico. Reposición
inmediata
Antiveneno Bothrops jararaca, Amp --- --- --- 6 amp 12 amp Idem
antibothrópico jararacuzú,
tetraalente alternatus,
neuwiedii
Antiveneno Crotalus d. t. Amp --- --- --- 10 amp 10 amp Idem
anticrotálico
Antiveneno Micrurus sp. Amp --- --- --- 10 amp 10 amp Idem
antielapídico
Antiveneno Latrodectus sp. Amp --- --- --- 2 amp 2 amp Idem
antilatrodectus
Antiveneno Loxosceles sp Amp --- --- --- 5 amp 5 amp Idem
antiloxocélico
10 amp 10 amp
Antiveneno Tityus sp. Amp --- --- --- 10 amp 10 amp Idem
antiescorpiónico Bothriurus sp.
Metilsulfato de Organofosforados Fco-amp 10 ml = 200 mg --- --- --- 100 amp 400 amp Proteger de la luz
pralidoxima
Mesilato de Sales de hierro Fco-amp 5 ml = 500 mg --- --- --- 10 fco-amp 30 fco-amp ---
deferoxamina
Penicilamina Mercurio – Cobre – Capsulas 250 mg --- --- --- 200 caps 400 caps Agregar complemento de
Plomo – Arsénico piridoxina
Dimercaprol (BAL) Mercurio – Plomo Amp 2 ml = 100mg --- --- --- 100 amp 1000 amp ---
– Arsénico
Amp 3 ml = 300mg 30 amp 300 amp
N-Acetilcisteína Paracetamol Amp 10 % 4 ml --- --- --- 200 amp 1000 amp Diluir en agua o jugo de
frutas (no usar bebidas
Amp 20 % 10 ml 50 amp 500 amp
carbonatadas)
304
DROGA ALGUNOS USOS PRESENTACIÓN NIVEL I NIVEL II NIVEL III NIVEL IV NIVEL V OBSERVACIONES
Fisostigmina Intoxicación Amp 1 ml = 1 mg --- --- --- 10 amp 100 amp ---
atropínica grave –
Antidepresivos
tricíclicos
Metionina Paracetamol Comp 200 mg --- --- --- 10 gr 200 gr Uso restringido a la
carencia de N-acetil
cisteína
Fragmento Ig FAB Digoxina Fco-amp 4 ml = 40 mg --- --- --- --- 20 amp ---
antidigoxina
305
ANEXO
Munro
AREA TOXICOLOGÍA
Dirección de Salud Ambiental de la Municipalidad de Vicente López
Responsable: Dra. Mirta Elena Ryczel
Sargento Cabral 2880 CP - Munro – Provincia de Buenos Aires
Tel: 4509 – 6720 Fax: 4509 – 6147
E-mail. [email protected]
Tipo de asistencia que se brinda: Personal
Horario de Atención: lunes a viernes de 8 a 15 hs.
CHUBUT
CÓRDOBA
307
SERVICIO DE INTOXICACIONES - Hospital de Niños
Responsable: Dra. Nilda Gait
Bajada Pucará s/n CP 5000 - Córdoba
Tel: (0351) Conm 458-6400 / Guardia 458-6406/ Jef. de Toxicología 456-6455
E-mail: [email protected]
Tipo de asistencia que se brinda: Personal y telefónica.
Horario de Atención: Todos los días, 24 hs.
JUJUY
MENDOZA
SALTA
SANTA FE
308
SERVICIO DE TOXICOLOGÍA - Hospital Provincial de Rosario
Alem 1450 CP 2000 - Rosario – Pcia. de Santa Fe
Tel: (0341) 472-1111 int. 195 Fax: 472-1530
Tipo de asistencia que se brinda: Personal.
Horario de Atención: lunes a viernes 8 a 14 hs.
TUCUMÁN
TOXICOLOGÍA ANALÍTICA
MEDICAMENTOS
TOXICOLOGÍA VETERINARIA
309
Responsable: Dr. Nelson Albiano
Dirección: Florida 537 Piso 10mo. - CP 1005 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel: (011) 4321-3500 int. 1062
E-mail: [email protected] / [email protected]
Horario de atención: lunes a viernes de 12:30 a 18:00 hs.
LINEA SALUD FETAL – Centro Nacional de Genética Médica – ANLIS – Ministerio de Salud de la Nación
Responsable: Dr. Pablo Barbero
Dirección: Av. Las Heras 2670, 3er. Piso - CP 1425 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel / Fax: (011) 4809 – 0799
E-mail: [email protected]
Horario de atención: lunes a viernes de 10 a 15 hs.
MATERIALES PELIGROSOS
ANIMALES VENENOSOS
310
Tel: (011) 4305 3161 / 4304 – 2180 int. 231 (conm)
E-mail: [email protected]
Horario de atención: lunes a viernes de 8:30 a 14:00 hs.
311
DIRECTORIO DE LABORATORIOS DE ANÁLISIS CLÍNICOS TOXICOLÓGICOS DE LA
REPÚBLICA ARGENTINA (según su ubicación geográfica)
312
Lomas de Zamora
La Plata
Tandil
CHUBUT
313
AREA TOXICOLOGIA - Laboratorio Central- Hospital Zonal de Trelew Dr. Adolfo
Margara) - CENTRO PATAGONICO DE TOXICOLOGIA ( CEPATOX)
Responsable: Dra. María Teresa de Nichilo
Calle 28 de Julio Nº 160 - Trelew
Tel: (02965) 42 1385
E-mail: [email protected]
CÓRDOBA
JUJUY
MISIONES
314
SALTA
SAN LUIS
SANTA FE
Rosario
Santa Fe
ALKEMY-CENTER LAB
Responsable: Carlos Chichizola
San Lorenzo 2780 – CP S3000EUL - Santa Fe – Santa Fe
315
Te/Fax: (0342) 455-1615
e-mail: [email protected]
TUCUMÁN
316
OTRAS INSTITUCIONES RELACIONADAS
317
INSTITUTO DE QUÍMICA, FÍSICA DE LOS MATERIALES, MEDIO AMBIENTE Y ENERGÍA –
INQUIMAE – FAC. DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES – UNIV. DE BUENOS AIRES
Pabellón 2, 3er. piso. Ciudad Universitaria - CP1428 –Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel. (011) 4782-8843 Fax (011) 4782-0441
E-mail: [email protected]
Luján
San Martín
Villa Martelli
318
CÓRDOBA
NEUQUÉN
SANTA FE
Rosario
Santa Fe
319